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Revista Lationamericana de Estudios del Discurso

Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso


editoras Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso
Adriana Bolívar Associação Latinoamericana de Estudos do Discurso
Martha Shiro ALED es arbitrada y está indizada en Revencyt y
Latindex. Se publica semestralmente bajo los auspicios de
Universidad Central de Venezuela la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso
editores de reseñas comité directivo
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Sírio Possenti, Universidade Estadual de Diego Berruecos. Sin frontera que separe las palabras
Campinas, Brasil del pensamiento # 458, 2013. Serigrafía. Cortesía
Irayda Sánchez, Universidad Pedagógica Gaga Fine Art.
Experimental Libertador, Venezuela Versión electrónica en: http://www.aledportal.com
Dirección electrónica: revistaaled2004@yahoo.es
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ISSN 1317-7389
Grafiweb Impresores y Publicistas Volumen 13, nº 1
diagramacion Tiraje: 500 ejemplares
Odalis C. Vargas B. Impresión editorial:
Grafiweb Impresores y Publicistas
Impreso en Colombia
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de Es­tu­dios del Dis­cur­so
vo­lu­men 13 nú­me­ro 1 2013

Su­ma­rio
editorial

La definición del corpus en los estudios del discurso


Adriana Bolívar 3

artículos

Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica


de polarización en el discurso de Hugo Chávez Frías
Thays Adrián S. 9
Una mirada a la discriminación en México desde el discurso
de la prensa escrita
Adriana Aguayo 33
Redes de metáforas cognitivas en el discurso político:
“el socialismo del siglo XXI” de Hugo Chávez
Mercedes Duarte A. 57
Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos
Gabriel Dvoskin 79
La ciudad y el campo como referentes de identidad en
adolescentes mapuches de Temuco y Santiago
Chery Pérez Arce, Sandra Garrido Osses, Gabriel Llanquinao
Llanquinao, Héctor Turra Chico, María Eugenia Merino Dickinson 99

reseñas
Bolívar, A. y Beke, R. (2011). Lectura y escritura para la investigación.
Reseñado por Laura Ferrari 115
Londoño Zapata, O.I. (2012). Los estudios del discurso: miradas
latinoamericanas 1
Reseñado por Juan Eduardo Bonnin 120
Índice Acumulado 125
editorial

La definición del corpus en los estudios del discurso


ADRIANA BOLÍVAR

En los editoriales anteriores hemos hablado de la teoría y del método en la


investigación. Es natural ahora tocar el tema del corpus puesto que estos tres
elementos van estrechamente unidos. De la manera más sencilla, el corpus de
la investigación se define como el conjunto de materiales lingüísticos o no,
que conforman el objeto de estudio en una investigación o en una parte de
ella. No obstante, las decisiones sobre cómo definir o constituir un corpus
son más complejas puesto que detrás de todo corpus hay una disciplina, una
posición teórica y un problema de investigación que puede ser de naturaleza
muy variada. Son muchos los aspectos que podemos considerar al hablar de
corpus y, aunque se puede llenar un libro con el tema, podemos destacar algunos
puntos que interesan a los analistas del discurso tanto desde una perspectiva
descriptiva como crítica.
El primer punto es que no cualquier colección de materiales es un corpus.
Una cosa es coleccionar textos u objetos porque nos gustan o para practicar
distintos tipos de análisis (gramatical, semántico, estilístico, retórico, etc.) y otra
es recoger textos con alguna pregunta de investigación en mente para explicar
un fenómeno discursivo o un problema social. Tampoco es un corpus cualquier
colección de ejemplos inventados para argumentar o apoyar una propuesta de
análisis pues toda propuesta o modelo de análisis está precedido por la observa-
ción o exploración de textos en contextos. Además, es un requisito fundamental
que los materiales, lingüísticos o no, deben encontrarse en su estado natural
y no haber sido manipulados previamente por el analista. Frecuentemente se
procede por etapas. Se recogen materiales siguiendo ciertos supuestos básicos y
luego el estudio se concentra en aspectos más precisos del problema cuando se
analiza una parte o partes de ese gran corpus que suele denominarse el corpus
“mayor”, el “archivo” o el “acervo”. Los materiales escogidos de estos corpus
más grandes se denominan también corpus, sub-corpus o muestras, pero en
todos los casos subyacen supuestos teóricos que, en gran medida, condicionan
la interpretación de los datos obtenidos a partir de textos producidos o puestos
a circular por actores sociales en contextos específicos.
El segundo punto es que hay una diferencia entre los corpus y el corpus de
la investigación. En el caso de los corpus se trata de los materiales que emplean
las distintas disciplinas, y sus formas de recogerlos, pero cuando hablamos de “el
corpus” estamos refiriéndonos a los materiales que se usan en una investigación

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particular, de cualquier disciplina, y que debe justificarse en el contexto de la


investigación. En el caso de la lingüística, se usa a menudo la definición ofre-
cida por Sinclair (1991: 171): “A corpus is a collection of naturally occurring
language text, chosen to characterise a stateor variety of a language”. De hecho,
Charaudeau y Mainguenau (2002) proponen una definición muy similar,
inspirados por Sinclair: “un corpus est une collection de donnés langagières
quisont seleccionées et organiséess elon de critères linguistique explicites pour
servir d’ échantillon du langage” (p. 148). Es importante señalar que estos
últimos autores hacen la diferencia entre los corpus lingüísticos, los de las
otras ciencias y los del análisis del discurso. Todos sabemos que nuestro interés
como estudiosos del discurso se concentra en los corpus que nos permitan
aproximarnos a los usos del lenguaje en la interacción social.
De la misma forma en que la invención de la grabadora significó grandes
cambios para el estudio del lenguaje (particularmente la fonología), la tecno-
logía moderna y los medios de comunicación han revolucionado la forma de
hacer lingüística y de estudiar el discurso. Ahora es posible almacenar en las
computadoras grandes cantidades de textos (orales, escritos, multimodales) y,
también, emplear distintos tipos de programas computarizados para su análisis
cuantitativo y cualitativo. Dichos corpus responden a presuposiciones sobre
cómo funcionan las lenguas en la comunicación humana y, en consecuencia,
surgen preguntas de investigación muy concretas. Tal es el caso de la lingüística
de corpus (corpus linguistics) en la que se compite por construir corpus más y
más grandes, de millones de palabras, basados en el supuesto de que mientras
más grande sea el corpus más posibilidades existen de conocer y explicar cómo
funciona una lengua y el discurso sobre la base de datos obtenidos en la in-
teracción natural en una cultura determinada (asumiendo el término cultura
en un sentido amplio que incluye naciones y pequeños grupos). Estos corpus
gigantes, especialmente en lengua inglesa, pero también en español y portugués
(nuestras lenguas oficiales en ALED) tienen el gran valor de servir como corpus
de referencia para contrastar resultados obtenidos en estudios pequeños y evi-
tar las generalizaciones apresuradas. Así como varían los corpus (diacrónicos,
sincrónicos, sociolingüísticos, de lenguajes especializados, etc.) también varían
los métodos; se puede comenzar con categorías léxico-gramaticales definidas
a priori (corpus-based research) o pueden surgir del texto mismo (corpus-driven
linguistics). Una no excluye la otra, y en la práctica a menudo se combinan.
De manera similar, podríamos decir que en discurso es posible combinar los
métodos que empiezan con categorías predeterminadas y los que se apoyan en
las categorías que van surgiendo de los datos.
Visto lo anterior, nos podemos preguntar si los corpus para estudiar el len-
guaje como sistema se pueden usar para estudiar el discurso. La respuesta es sí,
definitivamente, siempre que contengan textos completos porque el objeto de
estudio del discurso son los textos. Lo importante es tener claro que lingüistas
y analistas del discurso pueden trabajar con datos distintos porque los corpus

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de lengua hablada o lengua escrita se leen de manera desarticulada como un
bloque de datos que nos proporciona información sobre el lenguaje como un
todo, sobre el sistema mismo desde distintas posiciones teóricas; mientras que
los corpus discursivos se leen de acuerdo con los enfoques o teorías que adopta
el analista sobre la forma en que los actores sociales se relacionan en distintos
contextos y en diferentes culturas, sobre cómo construyen discursivamente
el conocimiento, a los otros y a sí mismos. La búsqueda de datos variará de
acuerdo con la preguntas de la investigación y según el alcance del contexto
y, de la misma forma en que los corpus lingüísticos pueden permitirnos el
estudio del léxico referencial y evaluativo, los corpus discursivos nos pueden
ayudar a relacionar las prácticas sociales con las prácticas discursivas, a explicar
cómo surgen los géneros discursivos en contextos micro y macro, cuáles son
los temas preferidos, las formas de argumentar, las ideologías, las estrategias
discursivas, etc.
En discurso necesitamos ampliar la definición de corpus para incluir otros
lenguajes y otros métodos, por lo menos para diferenciar entre los objetivos de la
lingüística y del análisis del discurso, y para comprender por qué en un campo
multidisciplinar como el nuestro se abordan los datos de manera diferente.
El “giro lingüístico” que han tomado las distintas disciplinas humanísticas y
científicas al reconocer que la realidad se construye socialmente, en y con el
lenguaje, impone a todos un mayor conocimiento sobre el lenguaje situado en
su contexto histórico y social. Por eso es importante que las investigaciones en
la lingüística se conozcan y se tomen en cuenta, ya que un mayor conocimiento
del sistema de la lengua nos permitirá hacer afirmaciones de significado mucho
más confiables. Esto aplica tanto a la lingüística crítica como al análisis crítico
del discurso. Una de las áreas que más apoyo necesita de la lingüística de corpus
es el análisis crítico del discurso debido a los ataques que reciben los analistas
por su supuesta falta de rigor metodológico ya que, a menudo, hacen explícita
su posición ante el abuso de poder, la discriminación, las desigualdades, etc.
El análisis de los problemas sociales necesita contar con evidencia lingüística
porque, cuando las afirmaciones están apoyadas en datos confiables, es más
fácil sustentar los argumentos que si las propuestas provienen de opiniones o
de comentarios sobre textos. En estos casos la lingüística de corpus es una gran
aliada para responder a las críticas (ver por ejemplo Bolívar, 2009; Orpin, 2005).
Un punto importante en relación con el corpus es diferenciar entre el
proceso de construcción por el que pasa el investigador (durante el cual se
hace muchas preguntas teóricas y busca el camino para responderlas) y otra
el acto de reportar la investigación que se plasma en un artículo de investiga-
ción, el género académico clave para legitimar la investigación. Los procesos
de construcción pueden variar según el tipo de estudio, pero en el reporte
para los pares es obligatorio que se presenten y expliquen detalladamente los
materiales empleados en la investigación, la justificación de por qué esos y no
otros materiales, la forma en que se recogieron los datos, cómo se codificaron

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o catalogaron, los procedimientos seguidos para cumplir con los objetivos de la


investigación. Uno de los mayores problemas en los artículos de investigación
rechazados o aceptados con modificaciones mayores se debe a la falta de claridad
en el momento de contextualizar el problema, definir el tipo de investigación
y en poner por escrito la relación entre los conceptos centrales, las categorías
de análisis y los procedimientos. La investigación puede ser impecable pero si
no se explica bien pierde fuerza e impacto, y no llega a ser conocida.
Un problema adicional es pensar que los corpus son cerrados, y que al
analizar un problema se ha descrito “la realidad”. En lingüística y en análisis
del discurso los corpus solamente pueden ser abiertos porque en la dinámica
de la comunicación humana y de los cambios sociales estamos en capacidad
de captar momentos de un proceso mayor, pero nunca la totalidad. En todo
este proceso, es muy relevante el punto de partida y la perspectiva ¿vemos el
mundo a través del lenguaje? O ¿vemos el lenguaje a través del mundo? ¿es el
lenguaje el objeto de estudio? O ¿es el uso del lenguaje en un contexto histórico,
cultural, social y político determinado con propósitos muy particulares? Lo ideal
es combinar ambas visiones. Ese es el mayor reto que tenemos como analistas.
En este número se incluyen cinco artículos y dos reseñas. El primer artículo,
de Thays Adrián S., se titula Divide y vencerás: la antonimia como estrategia
ideológica de polarización en el discurso de Hugo Chávez Frías. La autora se
pregunta cómo se construye discursivamente la polarización en un momento
histórico determinado en Venezuela y analiza un corpus de siete textos pro-
ducidos por Hugo Rafael Chávez Frías entre 1999 y 2003 de acuerdo con un
enfoque hermenéutico (Thompson, 1993). Dicho análisis le permite mostrar
la construcción discursiva de tipos de polarización mediante el recurso de la
antonimia, y afirmar que dicha estrategia lingüística discursiva fue empleada
por el expresidente venezolano para legitimar al propio grupo y deslegitimar
al contrario, marcar límites, valorar o denostar y destacar desigualdades.
El segundo artículo, titulado Una mirada a la discriminación en México
desde el discurso de la prensa escrita, pertenece a Adriana Aguayo, quien se
pregunta cómo la prensa escrita mexicana aborda el problema de la discrimi-
nación en momentos en que se reportan incidentes de este tipo. Se presentan
los resultados de un análisis cuantitativo aplicado a un corpus que contiene
373 textos publicados en tres diarios de circulación nacional en México. El
estudio ofrece información relacionada con la cantidad de textos que publicaron
los diarios sobre el problema de la discriminación, cuáles géneros discursivos
periodísticos mencionaban algún tipo de discriminación, cuáles eran los te-
mas más frecuentes y cuáles eran los grupos más mencionados. Los resultados
muestran que los diarios pocas veces señalan responsables o toman postura
ante los hechos que narran.
En el tercer trabajo, de Mercedes Duarte, titulado Redes de metáforas cogni-
tivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI” de Hugo Chávez, la autora
se pregunta cómo se construyen las redes de metáforas asociadas con la noción

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de ‘socialismo’ en el discurso del ex presidente Hugo Chávez. Para ello recurre
primero al análisis cognitivo propuesto por Lakoff y Johnson ([1980] 2007)
y luego al análisis lingüístico según Cameron (1999). El corpus lo conforman
cuatro emisiones del programa Aló Presidente del año 2005 relacionados con los
temas dominantes: educación, salud, cultura y economía. El estudio muestra
cómo las redes metafóricas construidas en el discurso del expresidente se asocian
y combinan como familias semánticas para cumplir con los fines ideológicos
del “socialismo del siglo XXI”.
El cuarto artículo, Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos, corres-
ponde a Gabriel Dvoskin, quien analiza las representaciones sobre la sexualidad
en un debate parlamentario en la Argentina a raíz del Proyecto de Educación Sexual
Integral. El autor sigue la propuesta de la Lingüística Crítica (Hodge y Kress,
1979, Raiter, 1999a) con el propósito de averiguar de qué forma el Proyecto
está sustentado en un discurso que cuestiona el eje de referencias impuesto por
el discurso dominante que marca la sexualidad con valores represivos. En el es-
tudio se analizan las intervenciones de dos diputados, uno en favor de la sanción
del Proyecto y otra en contra, y se discute en qué medida ambos paradigmas
presuponen valoraciones diferentes sobre el signo ideológico “sexualidad”.
El quinto artículo, titulado La ciudad y el campo como referentes de iden-
tidad en adolescentes mapuches de Temuco y Santiago, escrito en colaboración
por Chery Pérez Arce, Sandra Garrido Osses, Gabriel Llanquinao Llanquinao,
Héctor Turra Chico, y María Eugenia Merino Dickinson, se concentra en el
rol que juegan los espacios ‘ciudad’ y ‘campo’ en la construcción de identidad.
El estudio se aborda desde el análisis del discurso y el enfoque de identidades
espaciales de Proshansky (1978). Los datos se recogieron mediante entrevistas
semiestructuradas y los resultados indicaron que las construcciones discursivas se
enmarcan principalmente en las modalidades de identificación por pertenencia
y apego (Dixon y Durrheim (2000). Se muestra que la noción ciudad evoca
un contexto en el cual se relevan aspectos sociales, culturales y lingüísticos,
mientras la noción de campo se asocia a modos de apego vinculados a tipos
de afectividad en prácticas de socialización mapuche.
Las dos reseñas fueron enviadas por colegas de Argentina. El primer libro
(Bolívar, A. y Beke, R. (Comp.) (2011). Lectura y escritura para la investiga-
ción) tiene que ver con la formación de formadores en el campo del discurso
académico y fue reseñado por Laura Ferrari. El segundo (Londoño Zapata, O.
I. (2012). Los estudios del discurso: miradas latinoamericanas 1) es la segunda
reseña que publicamos sobre un libro de este autor. En el libro anterior en-
trevistó a analistas europeos y en este caso se trata de entrevistas a un grupo
de analistas del discurso en América Latina. La reseña estuvo a cargo de Juan
Eduardo Bonnin.
En general, los artículos y las reseñas dan una muestra de la intensa activi-
dad que se lleva a cabo en nuestra Asociación y de la forma en que se abordan
los problemas lingüísticos y sociales.

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Referencias
Bolívar, A. (2009). “Democracia” y “revolución” en Venezuela: un análisis crítico
del discurso político desde la lingüística de corpus. Oralia, 12, 27-54.
Charaudeau, P., y Mainguenau, D. (2002). Dictionnaire d’analyse du discours.
Paris: Éditions du Seuil.
Orpin, D. (2005). Corpus linguistics and critical discourse analysis. Examining the
ideology of sleaze, International Journal of Corpus Linguistics 10(1): 37-61.
Sinclair, J. (1991). Corpus, concordance, collocation. Oxford: Oxford University
Press.

AB

8
ARTÍCULO

Divide y vencerás: la antonimia como estrategia


ideológica de polarización en el discurso
de Hugo Chávez Frías

THAYS ADRIÁN S.
Instituto Pedagógico de Caracas (UPEL)

Resumen. La comunicación política recurre a diversas estrategias y estructuras discur-


sivas para expresar su ideología y las opiniones derivadas de esta. En el trabajo que a
continuación se presenta se analizan siete textos producidos por Hugo Rafael Chávez
Frías entre 1999 y 2003, siguiendo un enfoque hermenéutico que toma en cuenta tres
niveles: sociohistórico, discursivo e interpretativo (Thompson, 1993). Dicho análisis
permitió identificar la construcción discursiva de tipos de polarización (Lozada, 2008,
2011) mediante el recurso de la antonimia, estrategia lingüístico-discursiva empleada
por Hugo Chávez para legitimar al propio grupo y deslegitimar al contrario, marcar
límites, valorar o denostar y destacar desigualdades.
Palabras clave: análisis del discurso político, estrategias discursivas, antonimia, polari-
zación, Hugo Chávez Frías.

Resumo. A comunicação política lança mão de diversas estratégias e estruturas discur-


sivas para expressar a sua ideologia e opiniões derivadas. Neste trabalho analizam-se
sete textos produzidos pelo ex-presidente venezuelano Hugo Rafael Chávez Frías entre
1999 e 2003, seguindo um enfoque hermenêutico que considera três níveis: sociohis-
tórico, discursivo e interpretativo (Thompson, 1993). Tal análise permitiu identificar
a construção discursiva de tipos de polarização (Lozada, 2008) por meio do recurso da
antonímia, estratégia linguístico-discursiva empregada por Hugo Chávez para legitimar
seu próprio grupo e deslegitimar seus oponentes, marcar limites, valorar ou ofender,
bem como destacar desigualdades.
Palavras-chave: análise do discurso político, estratégias discursivas, antonímia, polari-
zação, Hugo Chávez.

Abstract. Political communication resorts to different strategies and discursive struc-


tures to express its ideology and the opinions that derive from it. The following paper
analyses seven texts produced by President Hugo Rafael Chávez Frías between 1999
and 2003, following a hermeneutical approach that takes three levels into account:
socio-historical, discursive and interpretative (Thompson, 1993). The analysis allows
the identification of the discursive construction of different types of polarization (Lo-
zada, 2008) through the resource of antonymy, a linguistic-discursive strategy employed
by Chávez Frías to legitimize his own group and delegitimize the opponent, establish
limits, to value or discredit and highlight inequalities.
Keywords: political discourse analysis, discursive strategies, antonymy, Hugo Chávez
Frías, polarization.

Recibido: 22 de marzo de 2013 • Aceptado: 20 de junio de 2013.

ALED 13 (1), pp. 9-32 9


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Introducción
El análisis lingüístico del discurso político representa una vía válida para
aproximarse al estudio de los eventos que forman parte de un importante
ámbito de la vida de una nación. Los cambios de poder o sus continuidades
se evidencian en la práctica discursiva y esta se vale de recursos gramaticales,
fonológicos, léxico-semánticos y pragmáticos para construir y reproducir el
mundo.
El componente pragmático y el referencial, decisivos para el discurso polí-
tico, integran recursos lingüísticos y no lingüísticos que inciden en la conducta
de los electores tales como la identificación con quien se habla, la adhesión a
una candidatura, la aceptación de un modo de conducir al país y la distribución
de las relaciones de poder que se promueven (Marafioti, 2008). En cuanto a los
medios léxico-semánticos, comprenden numerosos recursos lingüísticos entre
los que se hallan las relaciones de significado (Van Dijk, 2008). Dos de ellas,
básicas en la comunicación política, son la sinonimia y la antonimia (Fairclough,
1995, 2001). Esta última, como estrategia lingüístico discursiva, constituye
un mecanismo de polarización que define lo que está dentro o fuera de un
grupo. Con mayor precisión podría afirmarse que las relaciones de identidad
o pertenencia, relaciones con otros grupos como aliados/adversarios o amigos/
enemigos, pueden organizarse y comunicarse a través de parejas o series de
antónimos y, aunque no sean el fiel reflejo de la sociedad, se posicionan como
construcciones ideológicas. Dicho con otras palabras, el uso de antónimos en
las alocuciones de Hugo Chávez Frías evidencia el modo como se articula la
ideología en el nivel del significado discursivo.
En las siguientes páginas se analizará la antonimia, estrategia lingüístico-
discursiva empleada por Hugo Chávez Frías con la finalidad de polarizar
sociopolíticamente a los venezolanos.

1. Fundamentos teóricos
Diversas estrategias contribuyen a polarizar los modelos mentales, lo que
en la práctica se materializa en la selección de vocablos con los que se representa
de manera positiva al propio grupo y negativamente al contrario (Van Dijk,
2000). Dichas estrategias fungen como mecanismos lingüístico-discursivos a
los que se recurre con la finalidad de “seducir al interlocutor para que acepte
el universo del pensamiento del sujeto hablante” (Molero, 2010: 116). Las
vinculadas al vocabulario, al igual que cualquier otra, no solo devienen en
medios para obtener fines, también representan “un estilo, un modo de llevar
a cabo esa acción global de la manera más efectiva posible” (Molero, 2010:
116). Dicho de otro modo, las estrategias representan “recursos lingüísticos y
discursivos que pone en escena el emisor para lograr un objetivo o propósito
específico” (Molero, 2010: 116).

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Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

El catálogo de estrategias léxico-semánticas contempla la antonimia que no


solo suele emplearse para legitimar o deslegitimar, como lo afirman Chilton y
Schäffner (1997), sino que además permite a los emisores manifestar oposición,
marcar límites y polarizar. La antonimia destaca el valor positivo de los rasgos
asociados al ingroup frente al negativo de los atribuidos al outgroup, con lo
cual propicia la formación de estereotipos de los grupos en conflicto e impone
representaciones de estos que se instauran en sus imaginarios.
Tradicionalmente, se consideran antónimas las palabras que expresan
significados opuestos. A dos signos de la lengua con significados diferentes se
les denomina antónimos o contrarios. No obstante, oponer los signos plantea
problemas en el nivel de los significados, pues no se sabe si se oponen signifi-
cados lingüísticos u objetos extralingüísticos (Malmberg, 1974).
Lyons (1973) aborda la complejidad inherente al tema cuando se refiere
a tres tipos de relaciones: complementariedad, inversión y antonimia. En
su opinión, esta última es la contrariedad por excelencia. Añade, además,
que las oraciones que contienen antónimos son implícita o explícitamente
comparativas y que uno de los términos puede tener una polaridad positiva
y una negativa el otro. En ese orden de ideas, Fernández, (1977) asevera que
en la antonimia las unidades se relacionan entre sí por oposición, contraste y
presencia/ausencia de rasgos.
Eco (1978) define los antónimos como campos semánticos contradictorios;
los ve como pares en oposición que constituyen ejes semánticos. Menciona a
Katz (1972) quien establece una clasificación de los antónimos en tres tipos:
inversos, los que suponen transformaciones sintácticas de activo a pasivo y
permiten inferencias léxicas; contrarios, los que aceptan alguna mediación
recíproca; y contradictorios, que no admiten mediación posible.
Desde una perspectiva próxima a lo ideológico, Eco (1978) se refiere a la
estrecha interacción que existe entre la visión del mundo y el sistema de los
significados que nombra e interpreta y afirma que los cambios de código se
producen cuando no se acepta esa interacción como natural. Expresa, asimismo,
que tales divisiones culturales pueden ser divisiones de clase.
A lo expuesto por Malmberg (1974), Lyons (1973), Fernández, L. M.
(1977), Katz (1972, citado por Eco, 1978) y Eco (1978), quienes asoman la
complejidad de las conexiones entre lo lingüístico y lo extralingüístico relacio-
nadas con el vocabulario pero que desbordan sus límites, se sumaría la visión de
Chilton y Schäffner (1997) quienes sostienen que más que reflejo natural del
mundo, el vocabulario ha de ser visto como una construcción de los intereses
de una comunidad discursiva o de los grupos dominantes en una comunidad.
Debemos puntualizar que en esta investigación, la antonimia se asume
como la oposición de sentidos que actúa como estrategia lingüístico-discursiva
asociada a la función legitimadora/deslegitimadora (Chilton y Schäffner,
1997). Creemos que dicha función, en el discurso político, le permite a los

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hablantes manifestar desacuerdos, disentir y marcar límites. Las parejas o


series de antónimos, definidas en su contexto de uso, en función del valor
positivo de una frente al negativo de la otra, caracterizan la lengua en la
comunicación política (Fernández, M., 1999) y su frecuencia de aparición
refuerza su valor, acentúa los contrastes, agudiza las tensiones y conduce a la
polarización, cuyo impacto en la sociedad cohesiona y unifica a los grupos
implicados, al tiempo que los enfrenta, divide y exacerba sus sentimientos.
La estrecha relación entre el uso de antónimos y la polarización conmina
a precisar algunos efectos de su empleo en el discurso político, tal como se
propone desde la perspectiva de la psicología social (Lozada, 2008, 2011):
visión estereotipada del nosotros/ellos, aceptación del ingroup y rechazo
radical del outgroup, intolerancia, rechazo al diálogo y al debate, cohesión
interna de cada polo y choque entre ellos, transferencia de dichas posturas a
otros ámbitos sociales (familiar, laboral, escolar, religioso).
Llegados a este punto, conviene tipificar tres clases de polarización que,
a nuestro juicio, no son excluyentes: léxico-discursiva (Van Dijk, 2009) o
conceptual, política y social. La primera, abordada en este trabajo, consiste
en la construcción discursiva de representaciones antagónicas de sectores de
la población; la polarización política atañe fundamentalmente a los sistemas
de partidos y se presenta en sociedades en las que existen dos polos definidos
en términos ideológicos (Sartori, 1985, citado por López Maya, 2011); la
tercera tiene que ver con las discrepancias y la confrontación entre grupos así
como la demarcación físico-simbólica de territorios y propuestas mutuamente
excluyentes, fenómeno cuyo inicio suele ubicarse en 1998 durante la campaña
electoral y la posterior asunción de Hugo Chávez Frías a la presidencia de
Venezuela (Lozada, 2008, 2011).
Por lo señalado, el estudio de la antonimia aquí propuesto se situará
contextualmente para destacar su condición de práctica social, lo cual exige
trascender tanto las definiciones ortodoxas del término como su descripción
netamente lingüística (Raiter, 2007).

2. El contexto
Desde 1958 hubo en Venezuela cuarenta años de relativa estabilidad po-
lítica (Caballero, 2007; Méndez, 2000; y Diccionario multimedia de historia
de Venezuela, 1998). No obstante, una fuerte devaluación de la moneda en
1983 desestabilizó las finanzas al tiempo que se iniciaba un progresivo desen-
canto hacia los partidos políticos del estatus y sus dirigentes en virtud de su
ineficiente desempeño y por los notables casos de corrupción administrativa
(Méndez, 2000). Entre 1989 y 1998, se acentúan los problemas económicos
y sus repercusiones sociales, hecho al cual se atribuyen el Caracazo (explosión
social que se inicia con protestas por el incremento del precio de la gasolina
en las que hubo víctimas y desaparecidos) en febrero de 1989, dos frustrados

12
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

intentos de golpe de estado en 1992, y la destitución del presidente Carlos


Andrés Pérez en 1993, acusado de malversación de fondos y peculado.
Luego de la presidencia interina de Ramón José Velásquez para cubrir el
tiempo que le faltaba a Pérez, Rafael Caldera resulta electo para el lapso 1993-
1998. En 1994, gracias al sobreseimiento de su causa otorgado por el presidente
Caldera, uno de los responsables de la asonada golpista de febrero de 1992,
el teniente coronel Hugo Chávez Frías, sale de prisión. Transcurridos cuatro
años, gana la presidencia de la república de Venezuela con el 56% de los votos.
Estudiosos del tema dictaminan que “la profunda inequidad y exclusión social
mantenidas durante más de cuatro décadas de democracia en el país, la pérdida
de credibilidad de las instituciones, el descrédito de los partidos tradicionales
y los límites del modelo rentista petrolero” (Lozada, 2008: 91), explican en
buena medida el desgaste del sistema político instaurado desde 1958 y el quie-
bre del modelo socioeconómico sustentado en la dependencia casi exclusiva
del petróleo. Dicho escenario resultó propicio para la incorporación de este
militar en la escena política, que inicia su gobierno con la aprobación de una
nueva constitución en diciembre de 1999, un año después de su elección como
primer mandatario del país.
Según López Maya (2011) la polarización se ha hecho presente en la ma-
yoría de los países andinos desde que se inicia el siglo XXI. La autora manifiesta
que en Venezuela “surgió con nitidez durante la campaña presidencial de 1998,
impulsada por el discurso dicotómico del candidato (…) Hugo Chávez Frías”
(López Maya, 2011: 9) y desde entonces se instaló en la dinámica sociopolítica
de la nación. A su voz se suman otras como la de Subero quien opina que el
discurso presidencial constituye “la principal causa de la violencia instaurada
en la sociedad” por la forma “unidireccional y excluyente” (Subero, 2002: 1)
como Hugo Chávez Frías, concibió su proyecto político.
A la estrategia que mantiene a los ciudadanos divididos en dos bandos,
Barrera la califica de “ejecución mediática con un ritmo dicotómico” (Barrera,
2003: 10). Lo significativo de su opinión es que tiene sus antecedentes en lo
expresado por él en 1998, cuando manifestaba que parte de la población se
estaba dejando llevar por “la lógica del resentimiento”, alimentada por Chávez
en su campaña presidencial al dedicarse “a capitalizar el descontento popular a
punta de estimular el resentimiento” (Barrera, 2003: 10). Sentenciaba el escritor
que Chávez no conocía límites en su afán de agitar las diferencias de clase.
También en 1998, Guerra caracterizaba al de Chávez como un discurso
que determinaba los espacios de la gente, al punto que se estaba con él o en su
contra. Referíase Guerra (1998: 2) a la delimitación de una frontera “entre el
bien y el mal, entre lo debido y lo indebido. La frontera de todo”. Un punto
de vista afín (Caballero, 1998), expresaba que Chávez dividía al país entre
éticos (chavistas) y corruptos (el resto de los venezolanos), lo que revelaba
intolerancia pues el adversario pasaba a ser un enemigo y no se intentaba
persuadir o convencer sino aniquilar. Los “corruptos” integraban la oposición

13
13 (1)

a la que Chávez unificó “estereotipándola, estandarizándola, satanizándola”,


acusándola de “puntofijista” con lo que pretendió hacer ver que representaba
el viejo orden (Barrera, 1999).
El vocabulario agresivo “que no ayuda a buscar coincidencias y enten-
dimiento” ha sido criticado por quienes adversan a Chávez (Alvarez, 1999).
Los términos empleados se consideran propios de un discurso polarizador y
grupo céntrico que persigue la descalificación del otro. En torno a este tópico,
Botía (2000: 4) enfatiza que “Chávez ha sido eficaz en la codificación de su
ideario, mediante el uso de conceptos elementales y sus opuestas correlaciones”
para descalificar al que está en la posición contraria. En el mismo orden de
ideas, Molero y Fernández (2004) estudian el carácter lingüístico discursivo
del ejercicio del poder, específicamente las lexías al servicio de la polarización
política y reseñan la importancia de la antonimia u oposición de sentidos en
alocuciones de Hugo Chávez. Se trata de lo que López Maya (2011) explica
como el uso intencional de la polarización para recoger dividendos favorables
a proyectos e intereses políticos. Según la autora, discursos y prácticas de los
actores polarizados, posiciones políticas altamente diferenciadas o antagónicas
cohesionan las bases y se fortalecen frente al otro.Y sentencia “una polarización
política radical –como ha sido practicada por actores de la política venezolana
en algunos años- tiende al objetivo de una victoria total y excluyente del ad-
versario, rompiendo con el juego de la democracia” (López Maya, 2011: 11).
Similar punto de vista presentan Rodríguez y Ramírez cuando arguyen que la
polarización “conlleva al ataque abusivo y ofensivo del adversario” (2008: 22).
Las opiniones acerca de la actuación de Chávez Frías coinciden en que con
el transcurrir del tiempo y de los hechos su verbo fue radicalizándose, rasgo que
se acentuó a partir del golpe de estado de abril de 2002 que lo mantuvo fuera
del poder por tres días. Luego de ese evento, el discurso presidencial intensificó
el empleo de estrategias tendientes a cohesionar a sus seguidores y profundizar
diferencias con respecto a los adversarios, dejando a un lado la cortesía que
garantiza la paz social, el orden y el equilibrio (Bolívar, 2002, 2003, 2005;
Chumaceiro, 2003). No obstante las críticas, su proceder le generó favorables
resultados. Chávez dividió durante catorce años a los venezolanos, compactando
y solidarizando a sus partidarios y enfrentándolos a sus oponentes. ¿Cómo lo
hizo? El análisis presentado aquí dará evidencia de este proceso.

3. Método
En este trabajo nos concentraremos en identificar las oposiciones en pares
de antónimos como estrategia legitimadora/deslegitimadora. Para tal efecto,
ubicaremos en los textos escogidos las señales que nos indican diferentes tipos
de antonimia con funciones polarizantes.
El estudio se realizará a partir del enfoque hermenéutico thompsoniano
(Thompson, 1993) del cual hemos elaborado una versión que contempla la

14
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

integración de los tres niveles por él propuestos, sociohistórico, discursivo e


interpretativo. En atención a ellos, el análisis del corpus se llevará a cabo: (1)
situando el discurso en su contexto para examinar las circunstancias en las
que se produce, transmite y recibe; (2) categorizando los tipos de polarización
dependiendo de la selección léxica con la que se forman las parejas o series de
antónimos; (3) integrando la información contextual con la discursiva para
proyectar interpretaciones posibles.
Respecto a las categorías de análisis, se trabajará con cinco (5) emanadas de
la descripción de las funciones que Lozada (2008) le atribuye a la polarización.
La codificación de estas funciones es la siguiente:
▪ Diferenciar ideológicamente/socialmente (Di): divergencias vinculadas con
puntos de vista políticos, jurídicos, religiosos. Esta categoría se sustenta en
la noción de ideología como creencia o visión de mundo compartida por
un grupo. En el caso de las diferencias sociales (Ds), la relevancia viene dada
por las disparidades sociales y económicas.
▪ Enjuiciar moralmente (Em): juicios de valor apoyados en premisas éticas o
morales.
▪ Exacerbar emociones (Ee): desigualdades que se justifican en lo afectivo o
emotivo.
▪ Justificar acciones (Ja): consentimiento o legitimación de actuaciones del
propio grupo.
▪ Sobrevalorar/Desvalorizar (S/D): magnificación de acciones o atributos del
propio grupo y subvaloración de los del contrario.
En cuanto al corpus seleccionado, se trata de siete textos producidos
por el presidente Hugo Chavez Frías: cuatro alocuciones y tres cartas. Un
conjunto de ellos se emitió en 1999, luego de ser electo por primera vez;
otro, después de su ratificación como presidente, en julio de 2000; y el tercer
grupo, después del golpe de estado de abril de 2002, que lo mantuvo por
tres días fuera de la presidencia. Dichos textos serán citados con las iniciales
CH seguidas del año de la alocución (Ej. CH1999).
(CH1999a): Chávez, H. (1999a, abril 8 al 15). Instalación del Comando
Patriótico Constituyente, 04 de enero de 1999. Quinto Día, pp. 13-14, 19-20.
(CH199b): Chávez, H. (1999b, diciembre 11). Mensaje al ciudadano General
Arturo García con motivo del 79 Aniversario de la Fuerza Aérea Venezolana.
El Universal,p.1-14.
(CH2000a): Chávez, H. (2000a, mayo 18). Respuesta a la carta abierta
emanada de la Conferencia Episcopal. El Nacional, p. D-3.
(CH2000b): Chávez, H. (2000b, agosto 5). Carta al Comandante de la Guardia
Nacional con motivo del 65° Aniversario de esta fuerza. EL Nacional, p. D-5.

15
13 (1)

(CH2003a): Chávez, H. (2003a, febrero 18). Despedida de entrenadores


deportivos cubanos [Programa especial VTV].
(CH2003b): Chávez, H. (2003b, febrero 20). Palabras en una concentración
popular de Barquisimeto [Transmitido por VTV].
(CH2003c): Chávez, H. (2003c, febrero 21). Palabras con motivo de la entrega
de cartas agrarias, créditos y maquinarias agrícolas [Transmitido por VTV].

4. Análisis y resultados
4.1. Discurso CH1999a
El 04 de enero de 1999 Hugo Chávez instala un Comando Patriótico con
el propósito de promover la Asamblea Nacional Constituyente. Pronuncia un
discurso en el que rememora la campaña electoral que lo llevó a la presidencia y
expone los retos que habrían de enfrentarse a partir de ese momento. Manifiesta:
[1] “Hemos decidido comenzar este año con una fuerte dosis de ofensiva política.
Craso error sería, compatriotas, dormirnos en los laureles, no”. Complementa
la idea con una frase de El Libertador: “Bolívar dijo alguna vez: ‘Le temo
más a la paz que a la guerra’ (CH1999a).

La cita anterior ilustra el tema central de este trabajo: las relaciones de


antonimia u oposición en el discurso de Chávez. En ella, exhorta a quienes
votaron por él a no dormirse en los laureles y les insta a iniciar la ofensiva
política, hecho que se complementa con citas de célebres personajes. Escoge
una frase de Bolívar en la que no solo se halla el contraste entre la paz y la
guerra sino que –contraviniendo las convenciones– se connota negativamente
la paz imponiéndose la visión de la política como combate mantenida desde
la intentona golpista del 4 de febrero de 1992.
En el mismo orden de ideas –exaltación de lo bélico– cita a Mao: “el re-
sultado de los combates no está en la fuerza material ni en el poder económico
ni en la maquinaria (...) el resultado de las grandes batallas lo determina la
moral de los pueblos” al tiempo que insiste en el léxico militar al hablar de
combates y batallas, y opone la fuerza material o económica a la fuerza moral
de los pueblos.
A pesar de numerosas digresiones, Chávez retoma el propósito de su
discurso: persuadir a sus seguidores acerca de la necesidad de la constituyente
para alcanzar los cambios necesarios y afirma:
[2] la historia está llena de ejemplos, los que siempre le tienen temor a los
cambios, los que prefieren vivir cómodamente en las cadenas (...) todo el
mundo tiene derecho a ser como es, un poco lo que dice Eduardo Galeano,
en el Libro de los abrazos (...) la tierra es como un conjunto de luces, unas
opacas, pálidas, pero otras chisporrotean por todas partes, las luces pálidas

16
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

tienen derecho a ser pálidas pero nosotros, los que chisporroteamos, tenemos
derecho a chisporrotear (CH1999a).

Una vez más se acude a la oposición de ideas complementada con citas. A


quienes él insta a luchar por los cambios les aúpa, voceando:
[3] ¡Siempre adelante, nunca atrás! (CH1999a).

Más adelante, al referirse de lleno al proceso que habría de conducir a la


Asamblea Constituyente, el entonces presidente electo puntualiza:
[4] un proceso popular constituyente que no se quede en una élite, sino que
sea empujado (...) por la conciencia de un pueblo que se llama el pueblo
bolivariano de Venezuela (CH1999a).

He aquí una de las oposiciones más significativas y con mayores reper-


cusiones en el contexto social venezolano a partir del surgimiento de Chávez
como figura política: élite-pueblo, dicotomía que con algunas variantes ha
conducido, de manera efectiva, a la polarización social, cohesionando al cha-
vismo y discriminando a quien no forme parte de él.
Del mismo modo como enfatiza en la mencionada antonimia, explica que
el comando propuesto no debe confundirse:
[5] quisimos darle más bien [el nombre de] Comando patriótico para que no
se vaya a confundir con un comando político de partidos (CH1999a).

El énfasis viene dado por la antipolítica exhibida por Hugo Chávez durante
la campaña electoral. Los sintagmas comando político de partidos/comando
de patriotas, mutuamente excluyentes, sobrevaloran la condición de patriotas
frente a la de quienes pertenecen a partidos políticos. En la misma dirección,
establece otra oposición:
[6] cada uno de ustedes es un comando propio, no es un comando de subordi-
nados, no, es un comando de hombres libres lo que necesitamos (CH1999a).

Chávez esboza de ese modo los lineamientos generales para crear el coman-
do patriótico constituyente: ha de ser patriótico, no político partidista; debe
estar formado por hombres libres, no por subordinados. Características estas
requeridas para ir al combate que “tiene defensa y ofensiva”, aunque aclara:
“nosotros vamos a la ofensiva”, “nosotros estamos obligados a vencer, aquí se
prohíbe fallar, no podemos fallarle a nuestro pueblo”. Ideas que concluye con
una cita, en este caso de José Félix Ribas:
[7] No podemos optar entre vencer o morir. Necesario es vencer (CH1999a).

Llegados a este punto del discurso está claro lo siguiente: hay una batalla o
lucha por la Asamblea Nacional Constituyente, el sector que está a la ofensiva

17
13 (1)

se halla representado por el pueblo, no por la élite. Además, esos “patriotas” no


pueden fallar, necesitan vencer. ¿A quiénes? A la élite, a los partidos políticos.
Por eso se forma un comando de patriotas, no de políticos.
La primera batalla del combate había sido ganada porque “los demás
candidatos decían no a la Constituyente, o decían que había que reformar
la Constitución”, pero Hugo Chávez y el polo patriótico aseguraban que no
había que quitarle ni agregarle una sola letra a la Constitución para ir a la
Constituyente. Alcanzada la primera magistratura, planteó la propuesta en
términos de lo que podría denominarse contexto catástrofe:
[8] O transformamos a Venezuela o Venezuela termina de quebrarse en pedazos
(CH1999a).

Él apeló a la antonimia u oposición de sentido como estrategia para


legitimar su proposición y cohesionar a sus seguidores:
[9] Nosotros vamos a construir una democracia verdadera, nosotros vamos
a llamar a Constituyente no por un golpe de estado, no, mentira. (...)
Nosotros no vamos a sacar tanquetas de guerra, no. Nosotros lo vamos a
hacer pacíficamente (...) lo vamos a hacer ordenadamente (CH1999a).

Chávez hace
[10] un llamado patriótico a todos los sectores nacionales que quieran de verdad
transformar a Venezuela hacia una democracia verdadera. Pero aquellos
que quieran lanzar cortinas de humo, aquellos que quieran atrincherarse
en legalismos absurdos, aquellos que pretendan entrampar un proceso tan
hermoso como el que estamos impulsando, están llamados a la derrota,
los vamos a derrotar, así como el 6 de diciembre, les vamos a propinar una
contundente derrota, igual, en 1999 (CH1999a).

Y remata la amenaza del modo siguiente:


[11] aquellos que quieran defenderse en esas posiciones, que se defiendan, pero
el ataque va en firme, en todas direcciones (CH1999a)

Estos actos de habla no solo marcan ideológicamente, sino que –al des-
cribir la situación en términos bélicos– presentan como enemigos a quienes
adversan el proceso constituyente, intimidándolos con el anuncio de acciones
violentas.
A continuación, las principales oposiciones en pares de antonimias y su
función con las siglas respectivas.

18
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

Cuadro 1. Oposiciones en el discurso CH1999a


Parte B del par
Parte A del par Funciones de la
polarización
- Sociedad venezolana - Elite Ds
- Pueblo venezolano
- Pueblo bolivariano de Venezuela
- Comando de hombres libres - Comando de subordinados S/D
- Comando patriótico - Comando político de partidos S/D
- Comando político constituyente
- Sectores que quieren transformar a - Opositores de la constituyente Di
Venezuela - Leguleyos
- Acción coordinadora - Anarquía Di
- Coordinación
- Estamos obligados a vencer - Se prohíbe fallar Ja
- Vencer - Morir
- Transformación de Venezuela - Quiebre de Venezuela en pedazos Di
- Acto popular de masas - Acto protocolar Di
-A veces uno llora hacia fuera - A veces uno llora hacia adentro Ee
- Justicia - Legalidad Di
- Los militares deben empuñar su - Los militares no deben empuñar (de- Ja
espada para defender las garantías senvainar) su espada para clavársela
sociales en el pecho a su propio pueblo

La lectura del cuadro evidencia que predomina la polarización con fines


ideológicos (Di). A pocos días del triunfo es menester agrupar y cohesionar las
fuerzas en aras de la aprobación de la Asamblea Constituyente. A esto se suma
la función sobrevalorar/desvalorizar (S/D) que actúa en la misma dirección y
se complementa con la de justificar acciones (Ja).

4.2. Discurso CH1999b


El 11 de diciembre, días antes de la votación para aprobar la Constitución de
1999, aparece en la prensa de circulación nacional una carta enviada por Chávez
al Comandante de la Fuerza Aérea por el 79 aniversario de este organismo.
El presidente comienza la misiva con una referencia a la importancia de
dicha Fuerza para forjar una nación. Opina que el ideal de nación se alcanza
con la persistencia y la dedicación, virtudes que ayudarán a los más preparados
a conquistar el espacio. Señala, además, que este deseo no se logra solo con
palabras y expresa:
[12] No son suficientes las palabras (...) ellas deben confirmarse con los hechos
(CH1999b).

A juicio de Chávez, estos demuestran que en las últimas décadas los valores
ciudadanos se dejaron a un lado y se invirtieron los valores “de la gloria, la
grandeza y el honor” (CH1999b). Al respecto sentencia:

19
13 (1)

[13] la oligarquía dejó un país mediatizado, envuelto en contradicciones y am-


bigüedades políticas donde unos pocos querían mantener sus privilegios
y riquezas sobre las ruinas y las desgracias de sus semejantes, que son la
mayoría. Pero vino la resurrección: el pueblo dio su contundente veredicto
y sigue su marcha indetenible; nada ni nadie podrá detenerlo (CH1999b).

La primera oposición está referida a palabras versus hechos. También


contrapone oligarquía minoritaria a pueblo mayoritario, dicotomía recurrente
en el discurso de Chávez Frías y que –como antes se expresó– marcará el
enfrentamiento de grupos en el país. Más adelante, citando a Bolívar, plan-
teará que “la providencia misma no puede permitir que el robo, la traición
y la intriga triunfen del patriotismo y de la rectitud más pura”.
La antonimia nacimiento/muerte aparece iterativamente en el discurso
presidencial:
[14] Sobre las cenizas del Padre de la Patria nació, traicionera, la República
antibolivariana de 1830 y hoy (...) le corresponde morir, hoy con la llega-
da del pueblo (...) le toca morir (...). Hoy muere la cuarta república y se
levanta la República Bolivariana de Venezuela (CH1999b).

Casi para concluir Chávez escribe:


[15] estoy pidiendo ayuda a todos para salvar a la patria: necesito del país
político la diafanidad de sus críticas honestas, pero no puedo aceptar a
ningún precio que la oligarquía que arruinó al país (...) quiera volver sobre
sus fueros a terminar de destruir a la nación. Las cosas no pueden ser y no
ser al mismo tiempo (CH1999b).

En este caso, en lugar de la palabra pueblo se contraponen los términos


“todos” y “país político” a “oligarquía”.
Termina expresando:
[16] No pasarán. Victoriosos seremos invencibles. (CH1999b),

con lo que insiste en el contraste salvar versus arruinar, responsabilizando


nuevamente a la oligarquía por la destrucción de la nación.
El cuadro 2 deja ver las oposiciones mencionadas con su respectiva carac-
terización. Se observa que mantiene la tendencia a diferenciar entre mayorías
pobres y minorías pudientes. La confrontación entre hechos y palabras se
presenta como una forma de justificar acciones. La condición de patriotas
se conecta a una valoración moral: la rectitud. La dicotomía nacimiento/
muerte se ideologiza para contrastar dos repúblicas: IV y V. Este dualismo
ganó espacio y se incorporó al léxico de los grupos polarizados, sosteniéndose
en el tiempo. Por último, vinculada a la anterior, salvar/destruir diferencia
socialmente a dos grupos: todo el país político y la oligarquía.

20
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

Cuadro 2. Oposiciones en el discurso CH1999b


Parte A del par Parte B del par Funciones de la
polarización
- Mayoría: en ruinas, en desgracia - Minoría: quiere mantener privilegios Ds
(oligarquía) y riquezas
- Hechos - Deseos, palabras Ja
- Patriotismo, rectitud pura - Robo, traición, entrega Em
- Se levanta la República Bolivaria- - Muere la cuarta República Di
na de Venezuela
- Al país político, a todos, pido ayu- - No puedo aceptar que la oligarquía Ds
da para salvar a la patria destruya y arruine a la nación

4.3. Discurso CH2000a


En la respuesta a una carta que le fuera enviada al presidente por la Con-
ferencia Episcopal se hallan otros ejemplos de la estrategia discursiva que se ha
venido describiendo. El primer par de antónimos registrado es verdad/mentira:
[17] siempre es noble conspirar contra la mentira y dar testimonios fehacientes
de la verdad (CH2000a).

Más adelante, luego de haberse erigido en vocero y defensor del pueblo,


señala Chávez:
[18] No se trata de defender ‘principios y valores’ de la pequeña minoría oli-
gárquica que acumula ganancias fabulosas, sino las de un pueblo que, por
humildad, sufre la miseria y la desgracia de la carestía de la vida y la espe-
culación (CH2000a).

Una vez más pone de relieve la condición social para dividir a los vene-
zolanos en dos grupos: el pueblo pobre, sufrido y la minoría oligárquica, rica.
Ya en párrafos precedentes se subrayó que los términos antagónicos pueblo/
oligarquía son de uso común en el discurso de Chávez Frías. Con su empleo
reiterado y selectivo legitima al pueblo (sectores populares que lo apoyan,
especialmente las clases más deprimidas económicamente) frente a lo que él
denomina pequeña minoría oligárquica (expresión cuyo referente puede variar
según el contexto: políticos, empresarios, intelectuales, clero, profesionales
clase media).
La reivindicación de esa mayoría solo ha de lograrse con una revolución,
y advierte:
[19] Si permitimos que se cierre el camino pacífico de la revolución, nadie podrá
impedir que se realice por los caminos de la violencia (CH2000a).

La confrontación, el lenguaje bélico, característica del discurso chavista, se


presenta de nuevo en la cita anterior al contrastar una ruta o camino pacífico

21
13 (1)

que él denomina revolución con un camino violento. Hechos posteriores a


la fecha de esta carta han sido asociados al poder de la palabra, a la prosa in-
cendiaria de Chávez que permanentemente “remacha” la idea de la guerra, el
combate, el ataque, la batalla (Caballero, 2003). Una cita de Paulo VI hecha
por el presidente refuerza lo afirmado y aporta elementos para sostener que la
dicotomía abonaría el terreno para justificar acciones futuras:
[20] Mientras que en algunas regiones una oligarquía goza de una civilización
refinada, el resto de la población, pobre y dispersa, está privada de casi todas
las posibilidades de iniciativa personal y de responsabilidad (CH2000a).

Cuestiona Hugo Chávez la intervención de la iglesia en la política ve-


nezolana de la forma siguiente: “La iglesia de Jesús es Madre y Maestra en
las enseñanzas; no es parte de un pecaminoso juego político donde algunos
pretenden llevarla”; no obstante, reconoce:
[21] Cada día se están realizando cambios profundos en función de ideas nuevas;
se está echando abajo lo antiguo e imponiendo el trabajo de reconstruir
(CH2000a).

Esta reconstrucción que implica echar abajo lo antiguo para imponer


cambios profundos no es otra cosa que la revolución, definida como
[22] una convulsión que trastorna pero que es el único remedio que regenera.
(CH2000a).

En este punto alude a La Biblia:


[23] los escribas y los fariseos están sentados en la cátedra de Moisés. Haced lo
que os dicen; pero no hagáis como hacen, porque ellos dicen y no hacen
(CH2000a).

Aquí destaca el antagonismo entre decir y hacer que más adelante comple-
menta con callar/hablar y despojar/dar, para concluir sentenciando:
[24] en la medida en que callemos cuando debamos hablar; que despojemos a los
demás cuando en verdad debiéramos darles, en tales medidas lo que hacemos
es enterrar a Jesús y a Bolívar en el corazón de quienes están sojuzgados
(CH2000a).

De esta manera, el presidente le reprocha a la iglesia católica el haber sido


cómplice por omisión del pasado político, quedando en evidencia que esta,
la oposición política y la llamada oligarquía, en adelante pasarían a ser tres de
los objetivos del discurso de Hugo Chávez Frías.
En el cuadro 3, a continuación, se recogen las oposiciones más significativas
de la respuesta de Chávez a la carta de la Conferencia Episcopal. No debe atri-
buírsele al azar que los juicios morales y la sobrevaloración sean las categorías

22
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

predominantes en esta epístola dirigida a la alta jerarquía eclesiástica, sector


con el que hubo tensión durante los catorce años que permaneció el presidente
en la conducción del país. A eso se suman las diferencias ideológicas entre las
que sobresale la condición revolucionaria atribuida a Jesús por el primer man-
datario quien al calificarlo de este modo lo adscribe a su proyecto y lo separa
de la cúpula católica, ubicándolo en el grupo de los pobres.
Cuadro 3. Oposiciones en el discurso CH2000a
Parte A del par
Parte B del par Funciones de la
polarización
- Revolucionario auténtico: (Jesús, - No revolucionarios Di
Cristo) - Personificadores del viejo orden oli-
gárquico (contrarrevolucionarios)
-Camino pacífico de la revolución - Caminos de la violencia Ja
- Revolución: camino fulgurante, re- - Contrarrevolución: larga noche Di
medio que regenera, convulsión que - Ningún cambio
trastorna
- Proyecto político: ideas e ideales bo-
livarianos
- Bravo pueblo - Oligarquías: impiden que se des- Ds-Em
- Grandes mayorías oprimidas: em- pierte de la discusión. Representan
pujan la revolución los intereses del capitalismo salvaje.
- Pueblo: incorruptible, juicio puro, Quienes secularmente le han hecho
voluntad fuerte trampas al pueblo
- Necesitados y hambrientos, de todo - Pequeña minoría oligárquica: acu-
el país mula ganancias fabulosas
- Pueblo heroico: empeñado en al- - Particulares: sujetos al error o a la se-
canzar un destino superior ducción
- Pueblo acorralado, abandonado: el
que sufre la miseria y la desgracia de
la vida y la especulación
- Pueblo encarecido, olvidado, ex-
cluido, arrinconado
- Dar - Despojar Em
- Hablar - Callar S/D
- Hacer - Decir S/D
- Reconstruir - Echar abajo S/D
- Verdad - Mentira Em

4.4. Discursos CH2000b, CH2003a, CH2003b, CH2003c


El 05 de agosto de 2000 se publica en la prensa nacional otra carta de
Hugo Chávez Frías en la que se dirige al Comandante General de la Guardia
Nacional por los 63 años del nacimiento de este componente. En ella se repite
la terminología laudatoria de 1999b dirigida al sector militar:
[25] Estamos formados para esos pequeños sacrificios (…) y también para el más

23
13 (1)

grande de todos los sacrificios que se le pide al soldado: (...) que ofrezca su
vida por la patria (CH2000b).

En aras de sobrevalorar la responsabilidad de la guardia nacional, Chávez


contrasta los pequeños con un gran sacrificio: ofrecer la propia vida, en una
comparación cuyo carácter hiperbólico es notable. Esto resulta congruente con
lo observado hasta ahora en el discurso presidencial: los blancos de sus agresiones
son los adversarios políticos, el alto clero y la llamada oligarquía, a quienes desva-
loriza, al tiempo que sus loas recaen en los militares y en el pueblo. La estrategia
de legitimación empleada consiste en contrastar rasgos positivos versus rasgos
negativos. Presenta negativamente a los otros, para lo cual emplea actos de habla
como culpar, acusar e insultar. Insiste en el país heredado y sus características:
[26] Quedó un país envuelto en contradicciones y ambigüedades políticas donde
unos pocos querían mantener su felicidad y sus riquezas sobre las desgracias
de sus semejantes que son la mayoría (CH2000b).

Esta idea la complementa con otra:


[27] El bravo pueblo debilitado, engañado y excluido veía (...) cómo el país
iba avanzando por (...) angustias e incertidumbres, y las instituciones (...)
marchaban sordas y ciegas encaminadas a su propia destrucción. Pero vino
la resurrección: el pueblo venezolano ha dado ya su contundente veredicto
y (...) nada ni nadie podrá detenerlo (CH2000b).

Una vez más nos topamos con dos ideas que se contraponen sistemá-
ticamente: los privilegios de la minoría y las carencias de la mayoría de los
habitantes del país que se hallaba en camino de su destrucción y que ahora va
en pos de la resurrección.
Quizás por tratarse de una misiva dirigida a la milicia, asoma el nombre
de Bolívar y explica cómo lo “traicionó” la oligarquía de su época y de qué
manera concluyeron sus días:
[28] El nació en cuna rica pero terminó al lado de los pobres, condenado por su
propia clase (CH2000b).

En otro texto se insiste en el tema al plantear que los esfuerzos libertarios


de Bolívar no fueron suficientes porque
[29] se trataba de liberar a un pueblo, no de cambiarle de dueño a un pueblo.
Eso fue lo que pasó aquí, el pueblo cambió de dueño después de tanta lucha
(CH2003a).

Sin embargo, afirma que la idea de libertad no murió a pesar de que


[30] Había una oscuridad terrible, no había caminos, no había luces en el ho-
rizonte. (...) Aquí no había túnel, ni túneles, una oscuridad terrible, una

24
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

incertidumbre que nos partía el alma todos los días. Y de esa oscuridad pero
de esa fuerza surgió el relámpago bolivariano el 4 de febrero. Fue Bolívar.
(CH2003a).

La oposición rico/pobre, en este caso específico referida a Bolívar, se


erige en una constante del discurso presidencial. Lo mismo podría decirse
de la idea de liberar al pueblo versus cambiar de dueño, en relación con la
condición de sometimiento en la que se encontraban los venezolanos. En
cuanto a las metáforas luz/oscuridad: oscuridad terrible se opone a caminos,
luces en el horizonte, túneles, relámpago bolivariano.
A propósito del tema de la revolución, Chávez, en una intervención del
20 de febrero de 2003 en la ciudad de Barquisimeto, subraya:
[31] las revoluciones no se hacen por los caminos fáciles (...) se hacen por
los caminos de las dificultades (...), por el camino de los sacrificios
(CH2003b)

Se trata de una medición de fuerzas que se inició desde la campaña


electoral de 1998, lo que justifica el reto siguiente:
[32] Vamos a ver quién puede más, si la oligarquía antipatriota o nosotros los
patriotas de Venezuela (CH2003b).

Y añade:
[33] Yo envainé la espada y me equivoqué. Luego me obligaron a desenvainarla
de nuevo y más nunca la voy a envainar... (CH2003b).

Palabras estas con las que justifica las acciones que pudieran emprender-
se para defender la revolución en la calle ante la amenaza de la “oligarquía
depredadora y golpista” y los medios de comunicación “desestabilizadores
y golpistas”, pues
[34] No es tiempo de blandenguerías, es tiempo de fortaleza, (...) de decisiones,
(...) de avances, (...) de coraje, por amor a la Patria (CH2003b).

En correspondencia con lo anterior, exacerba las emociones de quienes


lo siguen diciéndoles:
[35] nosotros tenemos moral, ellos no tienen moral; nosotros tenemos bandera,
a ellos les queda grande la bandera, no tienen bandera; nosotros tenemos
patria, nosotros tenemos sueños, nosotros tenemos amor, ellos tienen odio,
y el amor se impone sobre el odio (CH2003b).

Otra función de esta dicotomía consiste en el cuestionamiento moral


del sector al que adversa, hecho que enfatizó luego de la asonada golpista
de abril de 2002. Cuestionar la conducta del bando responsable del golpe

25
13 (1)

se aprovecha como argumento para justificar acciones, dicho de otro modo,


para “desenvainar la espada”.
Los dualismos desplegados en el próximo cuadro dan fe de lo expuesto:
Cuadro 4. Oposiciones en el discurso CH2003b
Parte B del par
Parte A del par Funciones de la
polarización
- Revolución: se hace por los caminos - Revolución: no se hace por los ca- S/D
de las dificultades y los sacrificios minos fáciles
- El poder de los patriotas de Venezuela - El poder de los medios de comuni- Em
cación, desestabilizadores, golpistas
- El poder de la oligarquía, antipa-
triota, depredadora, golpista
- Desenvainar la espada (para defender - Envainar la espada (equivocación) Ja
la revolución)
- Es tiempo de fortaleza, decisiones, - No es tiempo de blandenguerías Ja
avances, coraje
- Nosotros tenemos moral, bandera, - Ellos carecen de: moral, bandera Em
patria, sueños, amor - Ellos tienen odio Ee

A estas alturas del análisis resulta oportuno hacer notar que luego del 11
de abril de 2002 (fecha del golpe de estado contra Hugo Chávez) y del 02 de
diciembre del mismo año (fecha del paro convocado por empleados de la es-
tatal Petróleos de Venezuela y otros sectores) algunos términos pasan a formar
parte de frecuentes dicotomías. Cuando se hace referencia a lo ocurrido el 11
de abril, el presidente asevera lo siguiente:
[36] los golpistas no sólo fueron un grupo de militares. No, también había un
grupo de civiles ahí (...) dirigiendo al golpe de abril y la masacre de abril,
fueron ellos los que convocaron aquella marcha, engañando a los seguidores
de la oposición de buena fe (CH2003c).

De esto se deduce que a su juicio hubo una oposición de buena fe y otra


golpista integrada por militares y civiles. En otros textos también se había
denominado golpistas a los medios de comunicación y a la oligarquía.
Chávez insiste constantemente en las sanciones a los responsables del golpe
y del paro. Sobre este tema expresa:
[37] Ellos se creen superiores, que con ellos nadie puede meterse, que no hay ley
para ellos. Aquí la ley es para todo el mundo (CH2003c).

Esta idea se complementa con otra: “no puede haber República si lo que
reina es la impunidad. (...). Tiene que imponerse la justicia”. Acepta el disenso,
admite que “cualquier venezolano puede estar en contra de Chávez (...) puede
aspirar a que Chávez se vaya de la presidencia (...), puede estar en contra de la
revolución bolivariana”... pero advierte que si bien

26
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

[38] es válido no estar de acuerdo con Chávez, no puede ser válido apoyar
delincuentes (CH2003c).

Tales expresiones contienen juicios morales al tiempo que justifican


las sanciones que pudieran tomarse contra los grupos disidentes, luego de
lo cual denuncia y sentencia:
[39] Ahora los oligarcas creen (...) que ellos son intocables, aquí no hay into-
cables en Venezuela, delincuente es delincuente (…). Aquí en Venezuela
no hay privilegios (...) todos somos iguales ante la ley y ante Dios (...)
ahora unos delincuentes que deberían ser condenados por lo menos a
unos 20 años de prisión, por todo el daño que le han hecho al pueblo,
por todo el daño que le han hecho al país: el golpe de abril, el sabotaje
petrolero, todo el daño contra PDVSA, todo el terror que han desatado
(CH2003c).

Para enfatizar su acusación insiste en dicotomías portadoras de vio-


lencia que movilizan la polarización remarcando las diferencias sociales.
Rememora otros tiempos en los que “algunos ricachones”, hacían lo que
se les viniera en gana, atropellaban a los pobres, a los campesinos y dice
que ese tiempo se acabó definitivamente porque
[40] Aquí manda el pueblo, aquí no manda la oligarquía; en Venezuela manda
el pueblo, no los oligarcas (...). Y les vamos a enseñar quién es el que
manda en Venezuela (CH2003c).

Califica los hechos ocurridos en el país como “una guerra contra la oli-
garquía, contra los golpistas, contra los saboteadores, contra los terroristas”
y destaca la “victoria popular contra el golpismo y la oligarquía, traidora
a la Patria, que ha azotado a Venezuela”. Insiste en que a estos grupos se
les ha derrotado y se les seguirá derrotando (CH2003c) y alude al caso
específico de PDVSA, la empresa petrolera que sustenta la mayor parte de
la economía del país, respecto a la que señala:
[41] PDVSA estaba en manos de la oligarquía (...), en manos de enemigos del
pueblo (...). Una nueva PDVSA está naciendo para manejar el petróleo
no en función de los intereses de la oligarquía (...), sino de todo el pueblo
venezolano”(CH2003c).

Finaliza con esto:


[42] sobre las ruinas del pasado estamos construyendo la patria futura”
(CH2003c).

En torno al tema de quienes lo respaldan el presidente destaca diferen-


cias ideológicas y éticas entre su grupo y el que se le opone:

27
13 (1)

[43] la mayoría de nosotros somos revolucionarios (...), apoya este proceso


revolucionario… Siempre prevalecerá el pueblo sobre los traidores del pue-
blo… Esta revolución se basa en la unidad del pueblo y es una revolución
cristiana… (CH2003c).

Promueve su revolución bolivariana y los “valores supremos” de esta:


“Justicia, libertad, igualdad y dignidad”. También recalca: “un pueblo feliz,
un pueblo de libres y de iguales. Ese es nuestro camino (...) el camino de
Dios, (...) de nuestra redención”.
Veamos gráficamente las oposiciones presentes en el texto analizado:
Cuadro 5. Oposiciones en el discurso CH2003c
Parte B del par
Parte A del par Funciones de la
polarización
- Victoria popular - Derrota del golpismo, la oligarquía, Ds
los saboteadores, los terroristas Em
- En Venezuela no hay intocables, no - Los oligarcas, delincuentes, se creen Em
hay privilegios todos somos iguales intocables
ante la ley y ante Dios
- En Venezuela manda el pueblo - En Venezuela no mandan los oligarcas Ds
- Maravillosa patria futura - Ruinas del pasado Ee
- Oposición de buena fe - Golpistas civiles y militares Di
- Justicia - Impunidad Em
- Mayoría revolucionaria, apoya el - Cualquier venezolano puede estar en Di
proyecto revolucionario contra de la revolución bolivariana
- Es válido no estar de acuerdo con - No es válido apoyar delincuentes Em
Chávez Ja
- Aquí la ley es para todo el mundo - Ellos se creen superiores y creen que Em
no hay ley para ellos Ja
- Venezuela, país soberano, libre - No se aceptan injerencias externas Em
Ja
- Nueva PDVSA: nace en función de - PDVSA: en manos de la oligarquía, Ds
los intereses del pueblo de los enemigos del pueblo
- Pueblo - Traidores del pueblo Em

La categoría (Em) se manifiesta siete veces en este discurso para la des-


legitmación ética de los adversarios, su descalificación absoluta, al subrayar
su condición de “delincuentes y traidores”. A esta valoración negativa le
suma otra de índole social: son oligarcas, no forman parte del pueblo. Esta
categoría (Ds) más la (Ja) le aportan máxima relevancia a la alocución cuyos
antónimos son portadores de representaciones sociales movilizadoras de altí-
simos niveles de polarización. El estudio diacrónico de los casi tres lustros en
los que gobernó Hugo Chávez Frías demostraría que la violencia discursiva
eleva sus decibeles a partir de los eventos del año 2002.

28
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

5. Conclusiones
Al inicio del trabajo se aseveró que en el discurso político los antónimos
constituyen estrategias lingüístico discursivas que contribuyen a polarizar
la sociedad. En los textos analizados se les utiliza para (a) diferenciar social
e ideológicamente, (b) enjuiciar moralmente, (c) exacerbar emociones, (d)
sobrevalorar/desvalorizar, (e) justificar acciones. La primera categoría, (Ds)
(Di), pone en evidencia prácticas discriminatorias recurriendo a vocablos que
expresan pertenencia grupal. Su importancia radica en la demarcación que
con ella se establece entre el pueblo y los otros (oligarquía, ricos, opositores);
pueblo que respalda al proceso revolucionario, y al que socialmente Chávez
ubica en los estratos pobres. Respecto a lo que hemos denominado (Em),
se trata de una categoría cuya función consiste en poner de manifiesto la
diferencia de valores entre los dos bloques en los que el presidente divide la
sociedad. De la lectura de los textos se infiere que la falta de ética atribuida
por Hugo Chávez al outgroup llega al límite con los eventos del año 2002
(golpe de estado y paro petrolero). En tal sentido, el campo semántico de
los adjetivos con los que se le califica está asociado con lo delincuencial
y la transgresión de normas y valores –incluidos los relacionados con la
nacionalidad y la religiosidad-. Respecto a (Ee), sobresale la mención a los
sentimientos de amor desde/hacia el grupo al cual se adscribe el presidente
y los de odio, provenientes del adversario. La cuarta categoría, (S/D), se
asocia con la magnificación de los rasgos positivos de sectores oficialistas,
de los militares, del pueblo en general y la mitigación o negación de los que
pudiese tener el oponente. En cuanto a (Ja), categoría significativa, Chávez
echa mano de ella cuando requiere del consentimiento o aprobación de su
grupo para ejecutar acciones en contra del parecer o la actuación del out-
group. Hechos como la aprobación de la Asamblea Constituyente de 1999
o las sanciones a los golpistas potencian el uso de estrategias discursivas
con esta función.
El análisis llevado a cabo muestra que en cada pareja de antónimos uno
tiene polaridad negativa y el otro positiva. El discurso de Hugo Chávez Frías
se apega al valor de uno de ellos creando una serie sinonímica que acentúa
el contraste, enfatizando los rasgos negativos del outgroup o los positivos del
ingroup: “conspiradores, gerentes traidores, traidores a la patria”, se opone a
“gerente patriota”; “derrota del golpismo, la oligarquía, los saboteadores, los
terroristas” a “victoria popular” (CH2003c). Lo mismo aplica en situaciones
contrarias: “sociedad venezolana, pueblo venezolano, pueblo bolivariano de
Venezuela”, constituyen sintagmas de signo positivo que se enfrentan al voca-
blo “élite”. Como resultado de esto puede afirmarse que generalmente no se
plantea una oposición término a término sino entre una palabra, sintagma u
oración y un paradigma de signo antinómico. En palabras de Mounin (1974),
se hablaría de constelaciones de oposición en torno a un mismo vocablo.

29
13 (1)

Otro rasgo que reviste interés se vincula con la reiterada aparición de los
mismos antónimos que contribuye a reforzar su valor y agudizar las tensiones,
en consecuencia, sus efectos verbales y extraverbales actúan sobre lo que les es
externo: la sociedad entera (Jitrik, 2008). Un ejemplo de marcada relevancia
viene dado por el arraigo e instauración definitiva de la antonimia patriota/
antipatriota que luego del paro nacional del 02 de diciembre de 2002 se instaura
definitivamente en el discurso de Hugo Chávez como mecanismo de exclusión
que delimita dos tipos de ciudadanos:
[44] los patriotas de hoy (...) estamos dando una batalla de los patriotas contra
los antipatriotas; los que amamos a la patria contra los que quieren destruir
a la patria; los que creemos de verdad en la democracia y los que pretenden
asesinar la democracia en Venezuela; los que le entregamos todo a la lucha por
la patria de nuestros hijos, y los que pretenden hundir la patria de nuestros
hijos. Así está planteada hoy la batalla en Venezuela; así está planteada la
lucha de Venezuela hoy (CH2003c).

Lo propio –la negación del otro– ocurre con la oposición pueblo/oligarquía


y sus respectivos paradigmas: su persistente empleo hace que se le considere
esencial para analizar ideológicamente el polarizador discurso de Chávez. A
esta pareja se suman: revolución/contrarrevolución (para presentar la política
como un combate); presente/pasado (para desvalorizar todo lo que le precedió).
Estos y otros dualismos marcan límites y movilizan la polarización.
Por último, resulta oportuno destacar que las oposiciones de los discursos
analizados, proferidas en contextos relevantes, se erigen en estrategias que
legitiman al propio grupo, deslegitiman al contrario y enfatizan las desigual-
dades. Asimismo, presentan la sociedad en términos de una visión dicotómica
y excluyente, sin matices. Su enunciador –Hugo Chávez– asume una posición
rígida, poco tolerante, que se inicia desde antes de su asunción al poder y se
acentúa luego del golpe de estado de abril de 2002. Chávez demostró el impacto
ideológico que tienen las prácticas discursivas al caracterizar lingüísticamente
la identidad de su grupo cohesionándolo y situándolo en uno de los polos de
la confrontación, proceder que se tradujo en resultados exitosos, sobre todo
en términos electorales.
Hasta la fecha, la sociedad venezolana se muestra escindida por marcadas
diferencias sociales e ideológicas que le cierran el paso a las posibilidades de
diálogo entre las partes. Casi ningún espacio se halla ajeno a esta dicotomi-
zación. Familias, escuelas, iglesias, medios, con sus respectivas comunidades,
se han visto impactados por el discurso polarizador, que si bien no proviene
únicamente del presidente, ha tenido en él su máximo exponente. En tal sen-
tido, el análisis del discurso de Hugo Chávez Frías demuestra que la antonimia
resulta efectiva como estrategia ideológica de polarización que ha contribuido,
durante los últimos quince años, a la división de la sociedad venezolana.

30
Thays Adrián: Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso...

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Thays Adrián Segovia es Licenciada en Letras (UCV), Profesora de Lengua


Castellana y Literatura, Magister en Lingüística y Doctora en Cultura
Latinoamericana y del Caribe (UPEL-IPC). Profesora Titular del Departamento
de Castellano, Literatura y Latín, Maestría en Lingüística y Doctorado en
Pedagogía del Discurso (UPEL-IPC). Investigadora adscrita al Instituto
Venezolano de Investigaciones Lingüísticas y Literarias “Andrés Bello” (UPEL).
Ha publicado artículos en las áreas de análisis crítico del discurso y adquisición
y desarrollo del lenguaje, áreas en las que desarrolla sus investigaciones.
Correo electrónico: thaysadrian@gmail.com

32
ARTÍCULO

Una mirada a la discriminación en México


desde el discurso de la prensa escrita

ADRIANA AGUAYO
CIESAS-DF

Resumen. Este artículo presenta los resultados de un análisis cuantitativo aplicado


a un corpus de prensa escrita que contiene 373 textos publicados en tres diarios de
circulación nacional en México (La Jornada, Reforma, El Universal), entre marzo de
2011 y febrero de 2012, con el fin de conocer la forma en que la prensa escrita mexi-
cana aborda la discriminación en la actualidad. Particularmente nos interesamos en
averiguar qué cantidad de textos sobre discriminación publicaron los diarios analizados,
cuáles géneros discursivos periodísticos mencionaban algún tipo de discriminación,
cuáles eran los temas más frecuentes y cuáles eran los grupos más mencionados. Los
resultados muestran que los textos analizados informan pero no profundizan sobre la
discriminación en México, y que enfatizan sólo algunos tipos de discriminación (por
preferencia sexual, por género y por pertenencia étnica) e insisten en la vulnerabilidad
de grupos como los indígenas, las mujeres y la comunidad gay pero pocas veces señalan
responsables o toman postura ante los hechos que narran.
Palabras clave: discriminación, prensa escrita, discurso, México.

Resumo. Este artigo apresenta os resultados de uma análise quantitativa, aplicada a


um corpus contendo 373 textos de notícias publicadas em três jornais de circulação
nacional no México (La Jornada, Reforma, El Universal) entre março de 2011 e feve-
reiro de 2012 para apreender o modo como a imprensa mexicana aborda o tema da
discriminação na atualidade. Particularmente o interesse é o de averiguar a quantidade
de textos sobre a discriminação foram publicados nos jornais analisados, quais gêneros
discursivos jornalísticos mencionavam algum tipo de discriminação, quais foram os
temas mais freqüentes, e quais foram os grupos mais citados. Os resultados mostram
que os textos analisados informam mas não se aprofundam sobre a discriminação
no México e que enfatizam apenas alguns tipos de discriminação (orientação sexual,
gênero e etnia) e insistem na vulnerabilidade de grupos como os povos indígenas, das
mulheres e da comunidade gay, mas raramente assinalam responsabilidades ou tomam
posição sobre os acontecimentos que narram.
Palavras-chave: Discriminação, imprensa, discurso, México.

Abstract. This article presents the results of a quantitative analysis applied to a corpus
containing 373 newspaper articles published in three national newspapers in Mexico
(La Jornada, Reforma, El Universal) between March 2011 and February 2012 to learn
how the Mexican press addresses discrimination. We were particularly interested in
finding out how many texts about discrimination were published in the corpus; which
discourse genres mentioned discrimination; and who were the subjects or groups most
frequently mentioned. The results show that the texts report but do not go deep into
Recibido: 14 de febrero de 2013 • Aceptado: 15 de junio de 2013.

ALED 13 (1), pp. 33-55 33


13 (1)

the issue of discrimination in Mexico and that they highlight only a few types of dis-
crimination (sexual orientation, gender and ethnicity) and emphasize the vulnerability
of groups such as indigenous peoples, women and gay community, but rarely single
out the responsible or take a stance on the events they cover.
Keywords: Discrimination, written press, discourse, Mexico.

Introducción
En América Latina, especialmente durante las últimas dos décadas, nu-
merosos estudios han abordado el tema de la discriminación desde diferentes
disciplinas y perspectivas de análisis. Algunos se centran en el análisis de la
discriminación por género, preferencia sexual, condición social o de salud,
pertenencia étnica o nacionalidad. Sin embargo, particularmente se ha dado
énfasis a los trabajos sobre discriminación racial en tanto los pueblos indígenas
y afroamericanos de la región han sufrido de manera histórica la segregación
y exclusión en los ámbitos económico, político y social. Al constituirse en
uno de los temas destacados de la agenda académica, encontramos proyectos
de investigación y publicaciones que buscan la reflexión interdisciplinaria en
torno al racismo a partir de experiencias en distintas comunidades y países
(Almeida, 1999; Castellanos y Landazuri, 2012; García, 2008; Zabala, 2008).
En México de igual manera el tema de la discriminación, especialmente de la
discriminación étnico racial, ha sido discutido en diversas publicaciones en los
últimos 20 años (Castellanos y Sandoval, 1998; Castellanos, 2003; Gómez,
2005). Los estudios del discurso no han sido ajenos al análisis de este fenómeno
social. Sólo por mencionar algunos trabajos de reciente publicación en Amé-
rica Latina podemos mencionar aquellos que dan cuenta de las estructuras y
estrategias del discurso racista de las élites (van Dijk, 2003, 2007), de los que
se interesan por describir cómo la discriminación es percibida por un grupo
determinado (Merino 2008; Pino y Merino 2010), aquellos que exploran y
describen algunas estrategias discursivas de los medios de comunicación en la
construcción de estereotipos (Cuccato, 2002; Pardo, 2011) y los que analizan
tipos particulares de discursos discriminatorios como el de la homofobia (Se-
villa y Álvarez, 2010).
A pesar de los esfuerzos de distintos sectores por hacer patente la existencia
de la discriminación en México, efectuar acciones de prevención y luchar contra
sus diversas manifestaciones, la violencia hacia algunos grupos como expresión
de la discriminación se ha incrementado y, otros, siguen sufriendo de manera
sistemática sus efectos. Como ejemplos recientes podríamos citar la oleada de
violencia hacia los migrantes centroamericanos en su paso por México rumbo
a Estados Unidos y el incremento de los crímenes de odio hacia la comunidad
LGBTTTI1, fenómenos que han sido denunciados por distintas organizacio-
nes no gubernamentales y atendidos de manera constante en la prensa escrita
durante los últimos años; el incremento de los feminicidios, por su parte, ha

34
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

sido también denunciado por distintas ONG’s, registrado por prácticamente


todos los medios de comunicación y ha sido tema de discusión frecuente en el
sector político, mientras que la sistemática discriminación hacia los indígenas
no siempre es tan visible mediática ni políticamente; además, los resultados de
la encuesta nacional de discriminación (ENADIS, 2010)2 difundidos por la
prensa nacional a lo largo del periodo de estudio (marzo 2011-febrero 2012)
tampoco son alentadores: seis de cada diez encuestados consideraron que la
distribución inequitativa de la riqueza en México es el mayor factor que divide
a la sociedad; cuatro de cada diez respondieron que no estarían dispuestos a
permitir que en su casa vivieran personas homosexuales y tres de cada diez tam-
poco lo harían con personas que viven con VIH/SIDA; mientras que 4 de cada
diez señalaron que el color de la piel es un factor de trato desigual.
Si bien este fenómeno ha cobrado mayor visibilidad en las últimas dos
décadas en distintas esferas como la política, la academia, la sociedad civil y los
medios de comunicación, la situación que actualmente impera en México en
materia de discriminación vuelve urgente centrar la mirada desde las ciencias
sociales hacia este tema.
Este trabajo pretende contribuir con la discusión de la situación actual de
la discriminación en México al hacer visibles distintos discursos que sobre el
tema en cuestión se generaron entre marzo 2011 y febrero de 2012 en la prensa
escrita mexicana en relación con la denuncia de casos de discriminación y la
construcción de una mirada hacia las poblaciones consideradas vulnerables. El
objetivo de la investigación fue conocer de qué manera algunos acontecimientos
fueron retomados por la prensa ya sea para informar u opinar sobre los mismos.
Con ello, no se pretendía rastrear la discriminación en la prensa –es decir, cómo
la prensa producía o reproducía estereotipos y actitudes discriminatorias– sino
analizar qué temas destacaba la prensa como un asunto de discriminación y
cómo se informaba o discutía sobre los mismos.

1. La discriminación en México
El derecho a la no discriminación se reconoce en instrumentos inter-
nacionales de derechos humanos ratificados por México –tanto del sistema
internacional de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), como del Sistema Interamericano, integrado por la Organización de
los Estados Americanos (OEA)– así como en la Constitución política de Mé-
xico. Su incorporación a la Carta Magna es reciente; fue hasta el año de 2001
cuando se prohibió la discriminación mediante una modificación al artículo
1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con lo cual se
reconoció el derecho de todas y todos los mexicanos a no ser discriminados.
Como un avance en esta materia, dos años más tarde se promulgó una Ley
Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación con la que también se creó
el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

35
13 (1)

De acuerdo con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación


en México, se entiende por ésta “toda distinción, exclusión o restricción que
basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, talla pequeña, discapacidad,
condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión,
opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto
impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad
real de las personas” (CONAPRED, 2008:1-2).
Para efectos jurídicos y, de acuerdo a esta instancia, la discriminación “ocu-
rre solamente cuando hay una conducta que demuestre distinción, exclusión
o restricción, a causa de alguna característica propia de la persona que tenga
como consecuencia anular o impedir el ejercicio de un derecho” (CONAPRED,
2012). Sin embargo, de acuerdo a su definición éstas características de las
personas o grupos, aparecen como naturalizadas, no se ahonda en la defini-
ción de diferencia o diversidad para explicar que aquellas características que
percibimos como diferentes son categorías culturales, en otras palabras, creadas
y no naturales. Al ser un fenómeno de exclusión social e intolerancia, puede
adoptar diversas formas como la violencia física, la segregación social, espacial
o económica, el genocidio, entre otros.
Se debe subrayar que la discriminación es entendida como una práctica
social que se materializa de manera discursiva. Considero aquí al discurso o
las prácticas discursivas en su sentido amplio: verbal (hablado o escrito) y no
verbal (plástica o espacial). La relación entre el atributo como un estigma –
(color de piel, aspecto físico, nivel socioeconómico, género, edad, peso, talla,
etcétera)– y el estereotipo, se produce y reproduce por medio del discurso; de
igual manera mediante el discurso, las prácticas discriminatorias se preparan,
promulgan y legitiman tanto como se las denuncia y lucha contra ellas (Reisigl
y Wodak, 2001).

2. Prensa escrita y discurso


Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la produc-
ción (selección, redistribución, censura) y difusión de discursos pues transmiten
masivamente bienes simbólicos. Dirigen la atención de su público hacia ciertos
hechos, temas, personas e ideas (Thompson, 2002). A partir de los temas que
los medios convierten en noticia, los personajes en los que se centran, a quiénes
dan voz, a quiénes encuadran en cámara o dan espacio para su fotografía, qué
cobertura se da al hecho, cuántos periodistas la retoman, etcétera, realizan
cortes a la realidad, la interpretan y difunden así versiones de ciertos hechos.
Esta selección supone una construcción de la realidad social, en tanto ésta
nunca puede ser vista de manera objetiva. Nuestra percepción e interpretación
de la realidad depende de factores culturales, históricos y sociales (Watzlawick,
2000). El criterio de objetividad para presentar los hechos es una ilusión en tanto
el acontecimiento no puede desligarse del marco interpretativo del periodista.

36
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

De este anhelo por la objetividad nace la distinción entre los géneros infor-
mativos y de opinión, para distinguir entre la presentación de los hechos y su
evaluación. Sin embargo, diversos autores subrayan que incluso en los géneros
informativos existe cierta interpretación ideológica de los hechos favorecida por
la estructura sintáctica y la elección léxica (Verón, 1987; Trew, 1983).
Si pensamos que de manera preferente aquellos con poder económico o
político controlan, o bien, tienen mayor acceso a los medios de comunicación,
no podemos suponer que difundan bienes simbólicos plurales sino hegemónicos
que pueden llegar a presentar distintas visiones dominantes sobre la realidad
(Thompson, 2000). Así, las visiones dominantes se producen, reproducen y
dan legitimidad a determinadas formas de ver el mundo validando cierto orden
social. Y claro está, el público tampoco es un ente pasivo. Interpreta, resignifica,
se adhiere –o no– a lo visto, leído o escuchado en los medios de comunicación.
Entre los medios de comunicación hemos elegido la prensa escrita pues si
bien se considera que en México es un medio de menor penetración que la tele-
visión, se estima que entre sus lectores se encuentra un grupo selecto de hombres
y mujeres encargados de tomar decisiones de trascendencia nacional (Guerrero,
2010).Por otra parte, “cumple un importante papel como elemento de cohesión
social, legitimación política, formación de consensos, o para propiciar, reforzar o
reorientar comportamientos específicos en grupos sociales” (Salgado, 2009: 22)
lo que le confiere un gran poder. Como lo plantea Fonte (2002):
La prensa tiene una función de legitimación y sostenimiento de la estructura
de poder de una sociedad. Los miembros de los grupos de poder tienen acceso
privilegiado al discurso de la prensa. Además, suelen ser los actores de las noticias
y las fuentes de opinión de autoridad y credibilidad. [...] Sin embargo, la prensa
no funciona como pasiva reproductora de versiones de los grupos de poder; por
el contrario tiene un desempeño activo. Mediante su propia construcción de los
hechos (énfasis, interpretación, dimensión, etc.) influye en la definición de la si-
tuación. Produce así su propia versión de la estructura de poder (Fonte, 2002: 25).

El poder del discurso de la prensa lo podemos apreciar, por ejemplo, en


el hecho de que sea cada vez más común que los noticieros radiofónicos o te-
levisivos tengan secciones dedicadas a comentar la nota principal, el editorial
o las columnas de los diarios. Además, ser articulista o columnista de prensa
confiere prestigio y éstos poseen una mayor libertad para verter sus opiniones
en la prensa que en el radio o la televisión (Salgado, 2009).
Sin embargo, se puede advertir cierta complicidad entre el discurso perio-
dístico y el político en tanto el primero hace visible el segundo. Se considera
que constituye una de las principales fuentes de distribución de opinión
pública pues “mediante el proceso constante de comunicación y despacho
de trabajo referente a opiniones ‘oficiosas’, surge la apariencia de una síntesis
social general, de una voluntad común y de un contexto del sentir enlazado
democráticamente” (Böckelmann, 1983: 35).

37
13 (1)

3. Método y materiales de análisis


Como hemos adelantado, este estudio abarca la fase cuantitativa de
nuestra investigación sobre el papel de la prensa mexicana en cuanto a
distintos tipos de discriminación. Construimos un corpus de prensa que
contiene 373 textos periodísticos publicados entre marzo del 2011 y febrero
de 2013 en tres diarios de circulación nacional, Reforma, El Universal y La
Jornada, con el objetivo de visibilizar la manera en que la prensa produce
y reproduce ciertas visiones sobre la discriminación en México en la actua-
lidad, especialmente cuando se presentan eventos conflictivos. Para ello, el
análisis se centró en indagar sobre la cantidad de textos que publicaron los
periódicos sobre la discriminación, los tipos de géneros en que hablaron
del asunto, los temas en que se enfocó el discurso periodístico y los grupos
que mencionaron como objeto de la discriminación.
Los diarios analizados, si bien no cubren todo el espectro de diarios
de circulación nacional, están considerados entre los más importantes de
acuerdo a su tiraje. Además sus objetivos, intereses periodísticos y su perfil
de lectores permiten obtener materiales realizados desde diversas ópticas
que pueden llegar a presentar distintos puntos de vista sobre un mismo
fenómeno.
El corpus de investigación fue construido de acuerdo a los siguientes
criterios: textos periodísticos publicados(en la versión impresa) entre marzo
de 2011 y febrero de 2012 en los diarios seleccionados que contuvieran la
palabra discriminación o hicieran referencia a algún tipo de discriminación
en específico –racismo, homofobia, clasismo, xenofobia, etcétera– en el
encabezado, subencabezado o primer párrafo. Se decidió acotar la bús-
queda a estas tres partes de los textos en tanto condensan la información
principal. Los titulares suelen concentrar la información principal del
suceso a informar o comentar, o bien, aquella que el periodista considera
más relevante y/o atrayente para el lector; los subencabezados funcionan
de manera similar aunque generalmente añaden información a la conte-
nida en los titulares; finalmente, el primer párrafo resume los elementos
más sobresalientes del hecho sobre el que se informa u opina: qué, quién,
cómo, cuándo, dónde y por qué. Por otra parte, durante la conformación
del corpus fue notorio que cuando el detonador discriminación (o alguna
de sus variantes) no aparecía en las tres partes de un texto periodístico antes
señaladas, no constituía el centro de la noticia.
A partir de la revisión de estos diarios se construyó una base de datos
en la que se vaciaba la información sobre: periódico, sección, fecha, página,
encabezado, sub encabezado, primer párrafo, cuerpo de la nota, autor, tema
general, tema específico, género, grupo vulnerable del que habla la nota.
El cuadro 1 es un ejemplo de cómo se recogieron los datos.

38
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

Cuadro 1. Recopilación, sistematización y análisis de textos

4. Resultados
4.1. Los textos sobre discriminación por periódico
Se encontró que del total de textos que componían el corpus, sólo alre-
dedor de 30 se referían directamente a un tipo de discriminación: racismo,
homofobia, xenofobia. Casi la mitad de los textos fueron publicados en La
Jornada (184 textos, 49%); Reforma se ubicó en segundo lugar al publicar
menos de una tercera parte (103 textos, 28%) y El Universal publicó poco más
de una quinta parte (86 textos, 23%). Es interesante notar que El Universal,
si bien cuenta con un perfil de periodistas y colaboradores plural –aunque
es considerado más conservador que los otros dos– fue quien publicó el
menor número de textos al respecto del fenómeno investigado; menos de
la mitad de las veces que La Jornada lo que pudiera indicar que le interesa
menos tratar el tema.

4.2. Los géneros periodísticos sobre discriminación


Se identificaron los géneros periodísticos de los textos recopilados
(ver Tabla 1) para distinguir entre la información y la opinión vertida en
la prensa como una manera de rastrear la función comunicativa que los
géneros pretenden cumplir. A partir de esta primera selección se tuvo por
resultado que del total (373 textos), 283 (75.9%) fueron notas informativas,

39
13 (1)

es decir, más de la tercera parte de la cobertura periodística dio cuenta de


los hechos sin profundizar o dar una opinión de los mismos. Casi los tres
diarios dedicaron el mismo espacio a la publicación de notas informativas con
respecto al tema de la discriminación, aunque La Jornada fue quien publicó
ligeramente más (142 notas, que representan el 77.2% del total de textos
de este diario presentes en el corpus). Mientras que El Universal (64 textos,
74.4%) y Reforma (77 textos, 74.8%) publicaron en términos relativos casi
la misma cantidad de notas informativas. Tanto en los resultados globales
como por periódico, el porcentaje revela que se tiende a tratar el tema de
discriminación mediante notas informativas y se le da menor espacio a otros
géneros como los artículos, los editoriales o las columnas que profundicen
o brinden opiniones sobre el tema. En concreto, pareciera que no hay un
interés en reflexionar y discutir sobre la discriminación en México, sino tan
sólo en dar cuenta de su existencia.
Tabla 1. Resultados por géneros periodísticos

Género Número de textos Porcentaje


Nota informativa 283 75,9%
Artículos de fondo 35 9,4%
Carta de lector 22 5,9%
Columna 10 2,7%
Reportajes 9 2,4%
Infografía 7 1,9%
Editoriales 6 1,6%
Entrevista 1 0,3%
Total 373 100,0%

Los temas que se abordaron en las notas informativas fueron muy va-
riados. Entre los más frecuentes encontramos, a propósito de la celebración
del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), algunas notas que hicieron
referencia a la discriminación que sufren las mujeres en general y cómo entre
ellas algunos grupos de edad como las niñas y las adultas mayores sufren una
doble discriminación por género y por edad; también se retomó el tema del
aumento de los feminicidios, de la violencia que sufren una gran cantidad de
mexicanas en manos de sus parejas sentimentales y de la trata de personas,
importante problema a escala mundial.
En los meses siguientes otros temas cubrieron la agenda periodística
mediante notas, retomando los resultados de la ENADIS 2010 que de ma-
nera general hablaban sobre la persistencia de la discriminación en México
o de manera particular centraban la atención en los resultados hacia algún
grupo vulnerable. También se encontraron muchas notas que tuvieron como
referente la discriminación hacia la comunidad LGBTTTI ya sea para tratar

40
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

el tema del aumento de los crímenes de odio por homofobia, las expresiones
homofóbicas de algunos miembros de la iglesia católica y de algunas leyes
encaminadas a la defensa de sus derechos.
La discriminación que sufren las personas con discapacidad también fue
otro de los temas que relucieron en las notas informativas dando especial
énfasis a la falta de adecuaciones que presentaba el nuevo edificio del Senado
de la República ubicado en la ciudad de México para esta población, así como
la necesidad de que sus derechos políticos fueran respetados a propósito de la
elección presidencial que estaba por llevarse a cabo el 1º de julio de 2012 y
la falta de adecuaciones en las casillas y de campañas dirigidas especialmente
hacia esta población.
También se informó sobre la constante violación a los derechos humanos
que sufren los migrantes centroamericanos en su paso por México rumbo a
Estados Unidos y las leyes antimigrantes propuestas en Alabama, Georgia,
Arizona, Utah y Carolina del Sur, Estados Unidos que de aprobarse afectarían,
entre otros grupos, a cientos de miles de mexicanos.
Finalmente, otro de los temas mencionados fue el de la situación de
racismo en México que invisibiliza a la población afrodescendiente y con-
tinuamente vulnera los derechos de esta comunidad y los de los pueblos
indígenas de México. Algunas de estas notas fueron publicadas en el marco
de la comparecencia de México ante la Comisión para la Eliminación de
todas las formas de Discriminación Racial (CERD) de la ONU.
Los artículos de fondo que, de acuerdo con los resultados de la Tabla 1,
constituyen el segundo género más recurrente en el corpus (35 textos, 9.4%),
no alcanzan a representar, sin embargo, ni el 10% de todos los textos publica-
dos sobre el tema de la discriminación en México en el momento estudiado.
De hecho sumando aquellos géneros considerados de opinión (artículos,
cartas de lector3, columnas y editoriales) tenemos que representan menos
del veinte por ciento del total obtenido en el corpus (73 textos, 19.57%). Es
decir que, sobre el tema de la discriminación en México, los diarios analizados
principalmente se dieron a la tarea de informar más que generar opinión.
La Jornada fue quien publicó más artículos (16 textos), en segundo lugar El
Universal (14 textos) y en tercer lugar Reforma quien sólo publicó 5 textos.
Los tipos de discriminación más abordados en artículos de opinión fueron
aquellos que tienen por grupo vulnerable a la comunidad LGBTTTI, las
mujeres y los indígenas. Es decir, sólo la discriminación dirigida hacia estos
tres grupos abrió espacio a un análisis más profundo en la prensa analizada.
Los temas fueron variados, sin embargo, como veremos más adelante este
resultado coincide con el realizado por temas y sujetos de la discriminación
en que son estos tres grupos los que cubre mayoritariamente la agenda perio-
dística dejando de lado –o tratando en menor medida– temas referentes, por
ejemplo, a los discapacitados, los migrantes, la población afrodescendiente.

41
13 (1)

Los artículos de opinión también trataron el tema de la discriminación


en general en especial a partir de la difusión de los resultados de la ENADIS
2010 que dio pie a la reflexión sobre la situación de la discriminación en
México y de la persistencia de algunos de sus tipos como el racismo, la
xenofobia y el clasismo. En menor proporción se habló de las Reformas a
la ley de discriminación en el DF, la nueva ley de migración, la resolución
de CONAPRED (2010) a la demanda interpuesta contra la SEP por dis-
criminación en la prueba Enlace, la responsabilidad social de las empresas
y la situación de vulnerabilidad de las empleadas domésticas en México.
Otro género de opinión socorrido fue el de las cartas de los lectores. Se
publicaron un total de 22 cartas (5.9%). En sólo dos de los diarios anali-
zados se dio cabida a ellas (Reforma y La Jornada) y considerablemente en
mayor medida fueron publicadas en La Jornada (19 textos). Si bien algunas
se refieren a casos particulares, otras tratan temas de discriminación en
general. Tenemos, por ejemplo, aquellas que consideran discriminatorias
las convocatorias de la CNDH y el IFE; las que enfatizan la discrimina-
ción hacia la comunidad LGBTTTI cuando hablan de la homofobia en
general, la homofobia en los estadios de futbol, en la publicidad y del
aumento de crímenes de odio por homofobia; sobre la discriminación y el
peligro que corren migrantes en Alabama ante la puesta en marcha de la
ley anti inmigrantes; del despido de trabajadoras de Samsung y del trato
discriminatorio hacia indígenas en el DF. En dos, se pide a figuras públicas
que atiendan puntualmente ciertos casos de discriminación, por ejemplo,
se pide a Marcelo Ebrard, jefe del Gobierno del DF, atienda el caso de la
muerte de Isaac Chinedu4; y a Ricardo Bucio, titular del CONAPRED
(2010), no sólo hable de estadísticas sino formule acciones puntuales para
la lucha contra la discriminación a la comunidad LGBTTTI y hacia per-
sonas con VIH-SIDA.
El periódico Reforma publicó tres cartas de lector que retomaron el
tema de la discriminación. En una de ellas, el lector se pregunta hasta
cuándo se permitirá que los rarámuris5 continúen siendo discriminados
en el campo y la ciudad; en otra se califica de discriminadora la nueva ley
para la devolución de aportaciones del INFONAVIT a jubilados y la última
considera el aumento de la discriminación en el mundo es una más de las
razones por las cuales los indignados se mantienen en lucha. Dos parecieran
ser las acciones principales que pueden observarse en las cartas de lector, la
denuncia sobre algún caso de discriminación –casi siempre en el que se ve
involucrada alguna institución pública– y la exigencia a alguna autoridad
para la atención de algún caso que se considera no ha sido atendido.
Sólo diez columnas (2.7%) se ocuparon de tema de la discriminación
en México entre marzo del 2011 y febrero del 2012, todas ellas fueron
publicadas en Reforma. Es notorio que sólo uno de los diarios analizados

42
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

publicara columnas que retomaran el tema de la discriminación. En ma-


yor proporción (cuatro columnas) abordaron el tema de la migración y la
xenofobia, tres a propósito de la discriminación que sufren los indocumen-
tados en su paso por México rumbo a Estados Unidos ante la escalada de
expresiones violentas contra esta población y, una más, a propósito de la
muerte del nigeriano naturalizado mexicano Isaac Chinedu como muestra
del racismo y la xenofobia imperante en México. Las otras seis se refirieron
al avance del movimiento gay en su lucha contra la discriminación, la dis-
criminación de las empleadas domésticas, la discriminación en las canchas
de futbol, el clasismo a raíz de los videos de Las ladies de Polanco, el abuso
de militares contra indígenas y la discriminación hacia las mujeres en todos
los aspectos de su vida.
En cuanto a los nueve reportajes que se publicaron (2.4%) tenemos
que en su mayoría (siete textos) fueron publicados por El Universal, uno
en La Jornada y uno más en Reforma. De los publicados en El Universal,
dos abordan el tema de la discriminación hacia personas de talla pequeña,
y el resto temas variados como: el reto de ser transexual, la situación de
los niños con VIH/SIDA, los empleados despedidos por VIH/SIDA, los
concheros6, la preferencia por “lo rubio” en la publicidad. En cuanto a los
indígenas, mientras La Jornada dedicó un reportaje para informar sobre la
discriminación que sufrieron los familiares de cinco otomíes asesinados al
no brindárseles apoyo económico ni hacerles justicia, Reforma reportó la
situación de miseria en que viven los Tarahumaras tanto en la sierra como
en la ciudad.
Por otra parte, se publicaron siete infografías7 (1.9%) todas ellas en
el periódico Reforma. En dos se informa de una marcha y un concierto
contra la homofobia; dos más hablan de la discapacidad, una para señalar
que el banco Banorte discriminó a un empresario por su discapacidad y
otra en donde el Secretario de Salud subraya que los discapacitados son
vistos desde el enfoque médico y asistencialista pero no como sujetos de
derecho; en otra se informa que Alejandro Encinas –candidato a la gu-
bernatura del Estado de México– promete en campaña que no habrá más
discriminación a otomíes; en una más se habla de la agresión de las ladies
de Polanco a policías; y una última enfatiza la exigencia de activistas por
una atención integral y mayor distribución de antiretrovirales entre la
población con VIH-SIDA.
En total se publicaron seis editoriales (1.6%) de los cuales cinco fueron
publicados por La Jornada y uno por El Universal. Es necesario señalar que el
diario Reforma, desde que viera su aparición en 1993, no publica editoriales.
Entre los temas abordados por La Jornada están la oposición del partido
PAN para incluir la palabra “sexuales” en preferencias como parte de las
Reformas al artículo 4º; el apoyo a la Universidad Autónoma de la Ciudad

43
13 (1)

de México por representar un proyecto de educación incluyente en el DF;


la discusión de las acciones necesarias para eliminar la discriminación en
México como parte de las reflexiones tras la celebración del Día Mundial de
la Diversidad para el Diálogo y el Desarrollo; los avances y pendientes en
la agenda lésbico-gay tras la conmemoración del Día del Orgullo Lésbico-
Gay; y, finalmente, la situación de la migración, el racismo y la xenofobia
como parte de la reflexión por el Día de Acción Global contra el racismo
y por los derechos de los migrantes, refugiados y desplazados.
Los editoriales de La Jornada se mantuvieron, especialmente en la
primera mitad del 2011 y en el último mes de ese año, pendientes de
ciertos temas inherentes a la discriminación; abordaron la situación de la
discriminación que impera en México, pero también se interesaron por la
situación de discriminación que viven algunos grupos de personas como la
comunidad LGBTTTI, y también publicaron editoriales en torno al racismo
y la xenofobia. Por su parte, el único editorial del corpus publicado por El
Universal se refirió a la comparecencia de México ante la Comisión para
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (CERD, por
sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En su texto reconoce que si bien hay avances, los rezagos son innegables
y la realidad lacerante.
Finalmente, en todo el corpus sólo encontramos una entrevista (0.3%)
que fue publicada por La Jornada dentro del Suplemento Letra S. En ella,
Luis Adrián Quiroz de la Red Acceso relata la discriminación que sufren
pacientes con enfermedades crónicas y degenerativas pues en ocasiones en
el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) no les surten los medi-
camentos necesarios para su tratamiento.

4.3. Los temas preferidos en la prensa escrita


Los temas más frecuentes –que se presentan en la Tabla 2– muestran
que la prensa analizada tendió a hablar principalmente del tema de la discri-
minación en general (45 textos, 12.1%). En parte, esto ocurrió con motivo
de la presentación de los resultados de la ENADIS (2010) que llevaron a
retomar la situación de la discriminación en México como un problema
social actual. Esto no significa, sin embargo, que en algunas publicaciones
se hubieran tomado parte de los resultados para abordar cómo se percibe
la discriminación hacia algún grupo en particular.

44
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

Tabla 2. Los temas en el corpus

Número
Tema Porcentaje
de textos
Discriminación en México 45 12.1%
Discriminación a personas de la comunidad LGBTTTI 42 11.3%
Discriminación a indígenas 40 10.7%
Discriminación a mujeres 30 8.0%
Políticas públicas y leyes contra la discriminación 29 7.8%
Xenofobia 25 6.7%
Discriminación en instituciones públicas 24 6.4%
Discriminación a discapacitados 21 5.6%
Políticas públicas y leyes en EU anti migrantes 21 5.6%
Clasismo 13 3.5%
Discriminación religiosa 12 3.2%
Discriminación en medios de comunicación 10 2.7%
Discriminación en instituciones y empresas privadas 10 2.7%
Autoridades y funcionarios públicos que discriminan 8 2.1%
Discriminación a enfermos/portadores de VIH-SIDA 8 2.1%
Discriminación a jóvenes 7 1.9%
Discriminación a niños 6 1.6%
Discriminación a afrodescendientes 6 1.6%
Discriminación en el futbol 6 1.6%
Discriminación a adultos mayores 3 0.8%
Discriminación a empleadas domésticas 3 0.8%
Discriminación a obesos 2 0.5%
Discriminación a gente pequeña 2 0.5%
Total 373 100%

El segundo gran tema, por la frecuencia de aparición (42 textos, 11.3%),


estuvo relacionado con la discriminación hacia la comunidad LGBTTTI.
Aunque de manera general, a lo largo del periodo analizado, se habla de la
discriminación hacia esta comunidad en distintos ámbitos, particularmente
se dio énfasis al aumento de los crímenes de odio por homofobia en el país.
También se informó sobre asesinatos de líderes gay; del reconocimiento de
los avances en la lucha contra la homofobia como la reforma a las leyes que
en algunos estados hace posible el matrimonio y la adopción a parejas del
mismo sexo, así como de los retos para evitar la discriminación y violencia
contra esta población.
En tercer lugar (40 textos, 10.7%) se encuentren los textos que aborda-
ron la discriminación hacia las poblaciones indígenas. Suele tratarse el tema
de manera general y particular, es decir, para hablar de la persistencia de la
discriminación hacia estos pueblos en México –por ejemplo a propósito de

45
13 (1)

los resultados de la ENADIS (2010) y la comparecencia del México ante la


CERD–; como para hablar de un pueblo en particular o de un estado de
la República en específico en el que se denuncia la existencia de este tipo
de discriminación. Se puede apreciar también la persistencia de notas que
aluden a la pérdida de tradiciones o elementos culturales a causa de la dis-
criminación (desuso de la lengua o de la vestimenta tradicional para no ser
reconocido como indígena) y unas pocas que subrayan que sus niveles de
vida (en materia educativa, salud, acceso a la justicia, etcétera) se encuentran
por debajo de la media nacional.
En cuarto lugar encontramos los temas que hicieron referencia a la
discriminación hacia las mujeres. Especialmente a propósito de la conmemo-
ración del Día Internacional de la Mujer y de los resultados de la ENADIS
(CONAPRED, 2010) y otras encuestas, se retomaron aquí dos temas: el alto
porcentaje de mujeres en México que han sufrido algún tipo de violencia por
parte de sus parejas y el número en aumento de feminicidios en el país. Otros
textos subrayan la discriminación hacia las mujeres en los ámbitos laboral
y educativo; mientras que algunos más se refieren a la doble discriminación
que sufren niñas y adultas mayores (por género y edad) en algunas ocasiones.
Por otra parte, podemos apreciar cómo muchos de los temas abordados
por la prensa se dirigen a la discriminación que sufre algún grupo en particular
aunque no necesariamente se habla de tipos particulares de discriminación.
Es decir, pocas veces se habla de clasismo, misoginia, racismo, xenofobia en
comparación con el uso de la palabra discriminación como genérico. De
todas estas formas de discriminación, sin embargo, la que se usa con mayor
frecuencia es la de homofobia8. El uso de los términos racismo y xenofobia
también estuvieron presentes en los textos analizados y podemos notar un
ascenso en la inclusión de estos temas con respecto a investigaciones anteriores
(Aguayo, 2008). En el corpus analizado encontramos referencias al racismo y
la xenofobia al hablar de temas que hacían referencia a migrantes, indígenas
y afrodescendientes. La presentación de la ENADIS, la comparecencia de
México ante el Comité para la Eliminación de todas las formas de Racismo y
la denuncia de violencia contra algunos albergues para migrantes en México
fueron la punta de lanza para tratar estos temas.
De acuerdo con la Tabla 2, sin embargo, podemos apreciar cómo no sólo
se denuncia la discriminación sino que también se da espacio a la informa-
ción sobre las acciones gubernamentales encaminadas a su disminución o a
la exigencia de leyes que velen por el respeto de los derechos humanos de los
grupos comúnmente discriminados. Así, en quinto lugar encontramos el tema
de las acciones gubernamentales y leyes contra la discriminación o en favor
de los derechos de algún grupo discriminado. En estos textos se da espacio
a la información sobre leyes encaminadas a la defensa de los derechos de
algún grupo en particular, por ejemplo la ley que en algunos estados permite

46
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

el matrimonio entre parejas del mismo sexo o la gestación subrogada que


cubre temas de equidad; pero también, se exige a los congresos de los estados
en que no existen que las aprueben; se informa de las iniciativas de reforma
constitucional que tal o cual partido envió al Congreso –local o federal– para
promover la equidad de género o por preferencia sexual; así como se habló de
la negativa del PAN a incluir el término ‘preferencias sexuales’ –que sustituiría
al de ‘preferencias’ como motivo de no discriminación en la Constitución.
En la sexta posición, tenemos el tema de la xenofobia. Este rubro cubrió
especialmente la violencia que sufren los migrantes centroamericanos en su
paso por México rumbo a EU desde su entrada a México, tanto en manos de
autoridades migratorias como de la delincuencia organizada y los ciudadanos.
Sin embargo, y en contraste, se dio escasa atención a la nueva ley migrato-
ria publicada en el Diario Oficial de la Federación el 25 de mayo del 2011
que algunos especialistas consideran discriminatoria. La migración interna
tampoco corrió con suerte y en una sola nota se habló de la discriminación
hacia los migrantes, principalmente indígenas, que por meses se desplazan
de sus comunidades hacia las zonas agrícolas del norte del país.
Podemos notar que los textos analizados, se refieren tanto a la discrimina-
ción en general como a la discriminación hacia ciertos grupos; sin embargo,
también informaron y reflexionaron sobre la discriminación al interior de
algunas instituciones públicas (24 ocurrencias). Se habló por ejemplo de la
discriminación en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en el
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
(ISSSTE) hacia pacientes crónicos, pacientes con VIH-SIDA y hacia parejas de
derechohabientes gay; así como de la discriminación a las personas con disca-
pacidad en el nuevo edificio del Senado de la República que no contaba con las
adecuaciones necesarias para el acceso de esta población. En contraste, se habla
de la actitud discriminatoria de personas en concreto –especialmente autori-
dades y funcionarios públicos– en mucho menor medida (nueve ocurrencias).
En el caso del reconocimiento de las autoridades que discriminan, en con-
tadas ocasiones se les identifica por nombre como fueron los casos de Carlos
Talavera, jefe de brigada del programa Oportunidades en Uruapan quien se
expresó de manera denigrante de mujeres indígenas; y de Emiliano Sandoval,
magistrado nayarita que se expresó de manera misógina en Facebook durante
un viaje de trabajo a Cancún. En el resto de las ocasiones se habla de funcio-
narios del sector educativo, funcionarios del sector salud, policías, autoridades
migratorias, militares, etcétera sin puntualizar de quiénes se trata. Es notorio
que, de los dos funcionarios de quienes sí se da el nombre, hayan sido casos
que fueron dados a conocer en las redes sociales. Al igual que ocurrió con las
ladies de Polanco y el gentleman de las Lomas, fueron casos que salieron a la luz
pública en redes sociales y posteriormente fueron retomados por la prensa y la
televisión. En todos ellos se identificó con nombre y apellido a los ciudadanos

47
13 (1)

que cometieron el delito. Como muestra de lo anterior está el que de los 13


casos que trataron el tema del clasismo, 10 se refieren al caso ladies de Polanco
y en todos ellos se especifica el nombre de las dos involucradas en la discrimi-
nación hacia los policías. De hecho, gracias al caso de las ladies de Polanco y
el gentleman de las Lomas se destapó este tema en la prensa y la Procuraduría
de Justicia inició la primera averiguación por discriminación de clase, lo que
nos habla de la poca conciencia ciudadana sobre el clasismo como un delito
por discriminación o la poca importancia que se le da. Otros dos textos se
refirieron a un muro que se construía a lo largo del circuito Cuemanco para
separar dos colonias con distinto nivel socioeconómico y que posteriormente
fue removido ante la presión ciudadana por considerar que con la construcción
del muro se ejercía un acto de discriminación; y una última nota se refiere al
empleado agredido física y verbalmente por el llamado gentleman de las Lomas
quien invita a la denuncia en casos de acoso y discriminación laboral. Si bien
en el período analizado este caso también salió a la luz pública podemos notar
que éste no fue tratado como un caso de discriminación en general, ni de
clasismo en particular, sino que tan sólo en un texto de los diarios analizados
se menciona la discriminación laboral.
Otros casos en los que también se dio a conocer con nombre y apellido
a las personas que de una u otra manera incurrieron en actos de discrimina-
ción fue el de algunos religiosos, por ejemplo, José Luis Chávez, arzobispo
de Antequera de Oaxaca y José María de la Torre, obispo de Aguascalientes,
quienes en discursos públicos se expresaron de manera homofóbica; y José
Guadalupe Martín, arzobispo de León Guanajuato quien, según se informó
en los diarios, no considera misoginia prohibir la entrada de mujeres a las
iglesias si éstas portan ropa “inapropiada”.
Otro de los temas destacados por la prensa fue el de la discriminación
hacia personas con discapacidad. Buena parte de los textos (7 de 21 que
tratan el tema) se refirieron al nuevo Senado de la República como un
espacio que promueve la discriminación hacia los discapacitados en tanto
no facilita el acceso de personas con alguna discapacidad física o visual,
principalmente. La cercanía de los comicios electorales del 1º de julio del
2012 también permitieron que el tema de la discapacidad en los medios de
comunicación cobrara vigencia, y la prensa no fue la excepción ya que en los
textos analizados se destacan algunos asuntos pendientes en materia política
como la falta de campañas políticas dirigidas a estos grupos poblacionales y
la falta de accesibilidad en algunas casillas de votación para las personas con
discapacidad. Otros textos destacan la discriminación hacia discapacitados
en algunas escuelas del país que les niegan el servicio y la discriminación en
general que sufren las personas con alguna discapacidad.
Con el mismo número de menciones se destacó el tema de las leyes
migratorias en Estados Unidos de Norteamérica consideradas anti migrantes

48
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

y racistas. En distintas notas se dio a conocer la existencia de estas leyes en


distintos estados de Estados Unidos y la difícil situación que enfrentaban
algunas familias latinas con la entrada en vigor de la ley Alabama. De igual
manera, se dio a conocer que los gobiernos de Estados Unidos y México
pidieron a la Corte estadounidense el bloqueo de la aplicación de estas leyes.
El resto de los temas fueron minoritariamente destacados sin embargo,
el de la discriminación en los medios de comunicación llama la atención.
En algunos se informó de la exigencia de algunas ONG’s para cancelar el
programa de Laura Bozzo titulado Laura y transmitido por el Canal 2 de
Televisa, por considerarlo discriminatorio pues se suele denigrar e insultar a
los participantes; el sexismo que promueven algunos comerciales –en concreto
se habló de un anuncio de Snickers cuyo contenido fue considerado sexista.
En él puede verse a una chica en una bicicleta que al bajar por una rampa
grita y posteriormente se cae tras chocar con sus amigos. Mientras está en el
piso uno de ellos le dice: “¡Ya Carlos! Cada vez que da hambre te portas como
nena”. Y en cuanto muerde el chocolate puede verse que se trata de un chico,
Carlos. También se retoman algunos casos de publicidad gubernamental que
se considera discriminatoria –por ejemplo de comerciales televisivos referen-
tes a la elección federal criticados por no estar diseñados para personas con
discapacidad auditiva ni para indígenas monolingües. Un caso más relata la
violencia a la que incitó un conductor de radio, Ángel Verdugo, durante su
participación en el programa de radio Reporte de la estación 98.5 de FM,
al llamar a los ciclistas ‘la nueva plaga de la ciudad de México’ y pedir a los
conductores les lanzaran el coche, “aplástenlos para ver si así entienden”, dijo.
Algunas asociaciones de ciclistas interpusieron una demanda ante la Comisión
de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y el conductor fue
finalmente suspendido por la estación de radio. Otros textos informaron
de la promoción del estereotipo de lo rubio en la publicidad, y uno más se
preguntó si es suficiente la oferta televisiva en México.
En cuanto al resto de los temas podemos apreciar cómo se les otorgó
menos espacio y peso en la prensa. La discriminación laboral y en materia
de salud hacia personas con VIH-SIDA, la discriminación hacia los jóvenes
principalmente en la educación y el trabajo, la falta de conciencia hacia
los derechos de los niños y niñas, los adultos mayores, las trabajadoras
domésticas. Y otros tipos de discriminación, por peso y talla por ejemplo,
sólo cubrieron un espacio rezagado en la agenda periodística. Dos temas,
si bien fueron poco tratados tuvieron seguimiento durante todo el periodo
analizado: la discriminación que de manera histórica se ha ejercido hacia las
personas afrodescendientes en México y los insultos racistas proferidos entre
jugadores de futbol durante el juego. Estos dos temas, me parece, destacan
por su reciente aparición en los medios de comunicación como “noticia”.

49
13 (1)

4.4. Los grupos/sujetos objeto de discriminación


De acuerdo con el tema central de los textos del corpus se pudo inferir
el grupo al que se hacía referencia explícitamente o no. Los grupos/sujetos de
la discriminación se agruparon de acuerdo con la frecuencia con que fueron
mencionados (ver Tabla 3). En ocasiones un mismo texto se refiere a más de
un grupo, por lo que la suma del número de veces mencionados sobrepasa el
número total de textos analizados.
Tabla 3. Grupos/sujetos objeto de discriminación

Número de textos en
Grupo/sujeto
que se mencionan
Miembros de la comunidad LGBTTTI 61
Indígenas 57
Mujeres 46
Mexicanos en situación de vulnerabilidad (sin particularizar 45
en algún grupo)
Discapacitados 27
Migrantes en México 27
Mexicanos en EU 21
Afrodescendientes 16
Niñas y niños 11
Personas con VIH/SIDA 10
Policías 10
Jóvenes 10
Adultos mayores 8
Habitantes del DF en situación de vulnerabilidad 6
Jugadores de futbol 6
Creyentes de una religión diferente a la católica 4
Enfermos crónicos 4
Defensores de Derechos Humanos 3
Empleadas domésticas 3
Habitantes del norte del país en situación de vulnerabilidad 3
Ciclistas 2
Empleadas despedidas de la empresa Samsung 2
Habitantes de Xochimilco 2
Personas con sobrepeso 2
Personas consideradas “gente pequeña” 2
Académicos y estudiantes de la UACM 2
Jubilados ISSSTE e Infonavit 2
Cineastas (mujeres) 1
Concheros 1

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Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

Ex trabajadores de la empresa Mexicana de Aviación 1


Personas en situación de calle 1
Maestros CNTE 1
Trabajadoras sexuales 1
Usuarios bancos 1
Usuarios Telcel 1

De acuerdo con la Tabla 3, podemos observar que son tres los grupos más
mencionados. En primer lugar los miembros de la comunidad LGBTTTI, en
segundo lugar los indígenas y en tercer lugar las mujeres. Al comparar estos datos
con los de la Tabla 2, notamos que los primeros cuatro lugares de las Tablas 2 y
3 son muy similares, salvo por el grupo mexicanos en situación de vulnerabilidad
que correspondería al tema que se mencionó en mayor medida. Lo anterior
sucede porque otros temas también tuvieron como sujeto de discriminación a
mujeres, indígenas o miembros de la comunidad LGBTTTI, lo que aumenta su
frecuencia de aparición, tales como instituciones que discriminan, intolerancia
religiosa, discriminación en medios de comunicación, etcétera. En contraparte,
a otros grupos se les presta poca atención en la prensa a pesar de ser considerados
grupos comúnmente discriminados como los adultos mayores, los enfermos
crónicos, las empleadas domésticas, las personas con sobre peso, las personas
de talla pequeña, las personas en situación de calle, las trabajadoras sexuales.
Por otra parte, el hecho de que algunos grupos se vean más visibilizados
en la Tabla 3 nos puede indicar también una menor visibilidad temática. Por
ejemplo, la discriminación hacia los afrodescendientes, que de acuerdo con
la Tabla 2 fue cubierta en seis textos, aparece referida en 16 ocasiones como
sujeto de la discriminación en la Tabla 3. Es decir, si bien aparecen como ob-
jeto de discriminación, el tratamiento temático en la prensa a veces los relega
a un segundo plano donde el tema y no el sujeto (la persona) es el centro de la
noticia. En otras palabras, se puede afirmar que, cuando una noticia se centra
en el tema de la migración o el racismo, en realidad se habla de ciertos grupos
vulnerables como los afrodescendientes pero dando prioridad al tema por sobre
el grupo discriminado.

5. Conclusiones
A partir de este primer acercamiento a los materiales de prensa que cons-
tituyeron nuestro corpus podemos notar que la prensa analizada cubrió sólo
algunos temas de discriminación y lo hizo principalmente con el objetivo de
informar más que de profundizar en los mismos. Pareciera ser que opinar sobre
la discriminación es un tema delicado mientras que reconocer su existencia
no lo es tanto.
Algunos acontecimientos dieron pie a la inclusión del tema de la dis-
criminación en la agenda de la prensa analizada porque algunos eventos se

51
13 (1)

convirtieron en noticia y favorecieron la visibilización del tema. Los festejos


y conmemoraciones del Día Internacional de la mujer son siempre ocasión
para recordar la segregación, exclusión o violencia que enfrentan las mujeres
en algunos ámbitos. Pero también vimos que otras fechas como el Día del
Orgullo Lésbico-Gay o el Día de Acción Global contra el Racismo y por los
Derechos de los Migrantes, Refugiados y Desplazados provocaron la publica-
ción de textos que informaron o reflexionaron sobre la discriminación hacia
ciertos sectores de la población.
Por otra parte la difusión de los resultados de la ENADIS (CONAPRED,
2010) también dio pie a la discusión e información sobre la situación de
la discriminación en México. Finalmente hechos como el aumento de los
crímenes de odio por homofobia, el ascenso en la violencia contra migrantes
centroamericanos o la probable puesta en marcha de leyes anti migrantes
en Estados Unidos provocaron que la prensa centrara su atención en estos
asuntos.
A lo largo de esta exploración pudimos apreciar cómo parecen ser tres
los grupos a los que la prensa da mayor atención en cuanto a la discrimina-
ción que sufren en distintos ámbitos: la comunidad LGBTTTI, las mujeres
y los indígenas. Y cómo pocas veces se denuncia a quien la comete, sólo en
algunos pocos textos se habla de personas o instituciones que cometieron
un acto de discriminación.
Algunos temas y sujetos quedaron fuera de la agenda mediática. Es casi
inexistente el tema de la criminalización –especialmente de hombres jóvenes–
por su aspecto: tipo de ropa, uso de tatuajes o piercings, corte de pelo, etcétera,
por mencionar sólo un caso. Y otros temas como el de la discriminación de
clase que probablemente tampoco hubiera sido incluido en la agenda me-
diática de no haber sido por los videos de las ladies de Polanco que circularon
en las redes sociales. Y aunque algunos temas y grupos vulnerables fueron
convertidos en noticia, el tratamiento de la información no fue exhaustivo.
Finalmente, no podemos dejar de destacar el empleo en el discurso
periodístico de algunos eufemismos como personas de talla pequeña, adultos
mayores, discapacitados, afrodescendientes, entre otros. El uso de eufemismos
es relevante en cuanto a la regulación social de la diferencia, especialmente,
respecto a la pretensión políticamente correcta de nombrar la diferencia. Este
uso de determinados sustantivos para referirse a ciertos grupos ha sufrido
transformaciones que pueden ser rastreadas en el discurso periodístico, lo cual
constituye un interesante objeto de análisis para una futura investigación.

Notas

1 Comunidad LGBTTTI es la abreviatura para referirse a los miembros de la comu-


nidad lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual.
2 Realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

52
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

3 Las cartas de lector son consideradas aquí como uno más de los géneros de opinión
que podemos encontrar en el discurso periodístico. Fueron retomadas porque al ser
impresas por los diarios generan también cierto clima en torno al tema de inves-
tigación al producir o reproducir determinada visión sobre la realidad. No deben
confundirse, sin embargo, con los comentarios que los lectores pueden introducir
en la versión digital de los diarios.
4 El 11 de mayo del 2011 el nigeriano Isaac Chinedu fue atropellado en la ciudad
de México al escapar de una agresión policíaca. Sus familiares consideraron que el
prejuicio racial resultó en la muerte de Isaac y pidieron a las autoridades se apre-
hendiera a los culpables.
5 Los rarámuris, también conocidos como tarahumaras, son uno de los más de 60
grupos indígenas de México.
6 Los concheros son grupos de danza ritual –con raíces prehispánicas–, vinculada a
diversas fiestas religiosas.
7 Con el término de infografía nos referimos a aquellas fotografías que aparecen en
los diarios con un pequeño párrafo a manera de pie de foto.
8 El término homofobia ha sido utilizado para referirse a la aversión hacia hombres
o mujeres homosexuales, bisexuales, travestis y transgénero. Sin embargo, en la
actualidad se habla también de lesbofobia, bifobia y transfobia para hacer visibles
a estos sectores.

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54
Adriana Aguayo: Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita

Adriana Aguayo Ayala es licenciada en Etnología de la Escuela Nacional de


Antropología e Historia (ENAH). Obtuvo los grados de Maestría y Doctorado
en Antropología en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social (CIESAS-DF). Los proyectos de investigación que ha desa-
rrollado en los últimos años han tenido por objeto de estudio la percepción, la
identidad, el territorio y, en los más recientes, ha abordado, además, temas de
segregación, discriminación, racismo y ciudadanía desde una perspectiva multi-
disciplinaria, en la que se combinan aportes de la Antropología y la Lingüística.
Actualmente participa como investigadora invitada en el proyecto “Ciudades
globales procesos locales: conflictos urbanos y estrategias socioculturales en la
construcción del sentido de pertenencia y el territorio de la Ciudad de México”
en el que colaboran investigadores de distintas disciplinas sociales, de diversas
universidades y centros de investigación nacionales e internacionales.
Correo electrónico: adriana.aguayo.ayala@gmail.com

55
ARTÍCULO

Redes de metáforas cognitivas en el discurso


político: “el socialismo del siglo XXI”
de Hugo Chávez

MERCEDES DUARTE A.
Universidad Central de Venezuela

Resumen. Las metáforas cognitivas son un recurso discursivo extensamente estudiado


por la lingüística (Gibbs, 1999), especialmente en el ámbito del discurso político (Chil-
ton y Ilyin, 1993), y aunque Chumaceiro (2004) presentó un primer acercamiento al
análisis de las metáforas como grupos semánticos, el estudio de las redes de metáforas
es todavía un terreno poco explorado. Por esta razón, el propósito central de este
artículo es el análisis de las redes de metáforas asociadas con la noción de ‘socialismo’
en el discurso del ex presidente Hugo Chávez. Para ello se recurre al análisis cognitivo
propuesto por Lakoff y Johnson ([1980] 2007) y al análisis lingüístico según Cameron
(1999). El corpus lo conforman cuatro emisiones del programa Aló Presidente del año
2005; primero se reconocen las metáforas según las categorías propuestas por Lakoff
y Johnson; y luego, siguiendo lo señalado por Cameron, se identifican las redes. Los
resultados develan la presencia de ocho redes centrales de metáforas. Se concluye que
las redes construidas en el discurso político se asocian y combinan como familias
semánticas para cumplir con fines ideológicos y mostrar cómo es concebido el “socia-
lismo del Siglo XXI”.
Palabras clave: redes de metáfora, familias semánticas, discurso político, socialismo,
Hugo Chávez.

Resumo. As metáforas cognitivas são um recurso discursivo extensamente estudado pela


linguística (Gibbs, 1999), especialmente no âmbito do discurso político (Chilton &
Ilyin, 1993), mas apesar de uma primeira apreciação de Chumaceiro (2004) da análise
das metáforas como grupos semânticos, o estudo das redes de metáforas é ainda um
terreno pouco explorado. Por esta razão, o propósito central deste artículo é a análise
das redes de metáforas associadas â noção de ‘socialismo’ no discurso do ex presidente
venezuelano Hugo Chávez. Para tanto, recorre à análise cognitiva proposta por Lakoff
y Johnson ([1980] 2007) e à análise lingüística segundo Cameron (1999). O corpus é
constituído de quatro episódios do programa Aló Presidente do ano de 2005. Primei-
ramente, são reconhecidas as metáforas segundo as categorias propostas por Lakoff y
Johnson; e então, seguindo Cameron, identificam-se as redes. Os resultados revelam
a presença de oito redes centrais de metáforas. Conclui-se que as redes construídas no
discurso político associam-se e combinam-se como famílias semânticas para cumprir
fins ideológicos e mostrar como é concebido o ‘socialismo do Século XXI’.
Palavras-chave: redes de metáforas, familias semânticas, discurso político, socialismo,
Hugo Chávez.

Abstract. Cognitive metaphors are extensively studied in linguistics (Gibbs, 1999),


particularly in the field of political discourse (Chilton & Ilyin, 1993) and although
Recibido: 25 de abril de 2013 • Aceptado: 30 de junio de 2013.

ALED 13 (1), pp. 57-77 57


13 (1)

Chumaceiro (2004) has developed a first approach to metaphors as semantic groups,


the study of metaphors as networks remains greatly unexplored in Spanish. For this
reason, the purpose of this article is to analyze metaphor networks associated with the
notion of ‘socialism’ in the discourse of President Hugo Chavez. The work is framed
by Lakoff and Johnson ([1980] 2007) cognitive perspective and linguistic analysis,
according to Cameron (1999). The corpus consists of four broadcasts of the television
program Aló Presidente in 2005. First, metaphors are identified following Lakoff and
Johnson’s categories; then the network of meanings in the metaphors are identified and
reorganized. The results of the analysis unveil the presence of eight central networks.
We conclude that the networks of metaphors built into political discourse are associated
and combined as semantic families according to ideological purposes to show how
socialism of the XXI century is conceived.
Keywords: metaphor networks, semantic families, political discourse, socialism, Hugo
Chávez.

Introducción
La enorme cantidad de investigaciones sobre metáforas cognitivas proce-
dentes de múltiples campos del conocimiento (Gibbs, 1999) pone en evidencia
la importancia de este dispositivo del lenguaje en el discurso cotidiano y, muy
especialmente, en el discurso político (Chilton e Ilyin, 1993; Chumaceiro,
2004; Hernández, 2004; Molero 2009; Adrián, 2010; Duarte, 2011). Uno
de los modelos más conocido en el estudio de las metáforas es el de Lakoff y
Johnson ([1980] 2007), en cuya perspectiva se plantea que las metáforas no
son sólo recursos retóricos o estéticos del lenguaje, sino también fenómenos
de la cognición y la comprensión intersubjetiva. Por esta razón, en el análisis
textual, las categorías canónicas formuladas por estos autores son útiles en
el reconocimiento inicial de las metáforas simples. Sin embargo, el enfoque
presenta algunas limitaciones porque su sistema del esquema metafórico sólo
contempla la fórmula ‘A es B’ (‘el tiempo es dinero’), lo que implica también,
restricciones importantes en la identificación de las redes de metáforas en los
textos.
Aunque abundan los estudios sobre metáforas en el discurso político
(Gibbs, 1999), los que se relacionan directamente con redes de metáforas son
mucho menores. La investigación llevada a cabo hasta ahora (Lakoff, 1991;
Chilton e Ilyin, 1993; Cameron y Low, 1999; Hernández, 2004; Molero, 2009;
Adrián, 2010) revela, por un lado, que muchos estudios sobre metáforas se
concentran principalmente en la identificación analógica del mapa conceptual
metafórico (A es B) dejando por fuera el estudio de las redes de metáforas.
Trabajos como el de Chumaceiro (2004) sugieren que las metáforas se ordenan
como grupos semánticos o ‘macrometáforas’ y coloca el énfasis en la función
semántica de las metáforas en el texto, pero no en la forma en que ellas se
relacionan. Esto quiere decir que, hasta el momento en el que se produce este
estudio, ninguna de las investigaciones sobre metáforas en el discurso político

58
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

venezolano analiza las familias de metáforas como redes de sentido que estruc-
turan el discurso y que se validan durante la interacción entre el emisor del
texto y sus interlocutores “óptimos”, es decir, aquellos a quienes se dirige en
primera instancia y para quienes el texto es más efectivo (Bolívar, 2005: 116).
Por todo ello, nos preguntamos cómo funcionan las redes de metáforas en el
discurso político de Hugo Chávez cuando habla del socialismo del Siglo XXI
a los venezolanos, y cómo las utiliza para persuadir sobre las bondades de su
propuesta política.
Entenderemos por metáfora cognitiva una elaboración conceptual produci-
da por los hablantes durante el evento de comunicación, y un recurso discursivo
generado y actualizado durante el intercambio comunicativo, empleado en
forma deliberada o inconsciente por los participantes de dicho intercambio
(Lakoff y Johnson, [1980] 2007). En este artículo planteo que el estudio de las
redes de metáforas debe considerar no sólo los elementos lingüístico-cognitivos
sino además, todos los factores que concursan en el intercambio de comuni-
cación, es decir: los participantes del evento, las metas de comunicación y los
ámbitos y circunstancias temporales y espaciales en los cuales se desarrolla
dicho intercambio, porque estos son los elementos que ayudarán a identificar
las redes y a explicar el sentido que adquieren en el discurso.
Escogimos concentrarnos en las redes de metáforas en torno al ‘socialismo’
porque este es un término y propuesta política que adquirió vigor en el escenario
venezolano desde 2005 en la voz del ex mandatario de ese país (Chávez, 2005),
y fue aumentando a partir de 2006 cuando, en los comicios presidenciales, la
palabra comenzó a resonar y a ganar mayor relevancia en el eslogan, o parte del
eslogan de la campaña por la reelección del ex presidente venezolano “Patria,
socialismo o muerte”. Aunque existe gran cantidad de literatura respecto del so-
cialismo venezolano (Guerra, 2007; López Maya, 2009), se ha generado mucho
debate sobre lo que significa este nuevo modelo postulado por el presidente
Chávez en términos económicos, sociales y políticos. Creemos que una forma
de dilucidar la noción de socialismo en el escenario socio-político venezolano
actual será aproximarnos a lo que nos pueden revelar las redes de metáforas
en las propias palabras del creador del concepto. En este sentido, se escoge el
programa Aló Presidente, como corpus para el estudio.
Aló Presidente fue un programa conducido por el ex presidente Chávez y
transmitido en formato radial, televisivo y a través de Internet. Considerado
como un género nuevo del discurso venezolano (Bolívar, 2003; Duarte, 2011),
Aló Presidente pertenece al denominado macro género ‘Discurso Político’
(Charaudeau, 2009). Siguiendo a Charaudeau entendemos por discurso político
todo texto que tenga como propósito fundamental el de persuadir a la audiencia
o a la ciudadanía sobre el hecho de que la propuesta o ideal social del emisor
es el mejor, mientras que promueve el rechazo del ideal social del adversario;
para lograr estas metas, el emisor echa mano de todas las estrategias retóricas
disponibles (especialmente las que apelan a la emotividad).

59
13 (1)

Afirmaremos entonces, siguiendo lo señalado por Bolívar (2003), que la


irrupción de Aló Presidente en los medios venezolanos responde a unos fines
políticos claramente exhibidos: “Aló Presidente […] se originó en la confron-
tación política con la intención explícita de dialogar con el pueblo y de for-
talecer el proyecto político de un grupo de la sociedad” (Bolívar, 2003: 102).
Esto significa que Aló Presidente es clasificable como discurso político, entre
otras cosas, porque es un tipo de discurso en el que abiertamente se realiza
apología y propaganda de la gestión de gobierno del emisor y se detracta a los
adversarios. Dicho programa ha sido ampliamente estudiado y analizado por
el impacto que tuvo en la construcción de la revolución bolivariana (Bolívar,
2003; Nieto y Otero, 2008; Cañizales, 2011; Duarte, 2011; Gualda, 2012),
pero todavía queda pendiente develar la forma en que las metáforas del so-
cialismo se combinaron y relacionaron para construir un contexto cognitivo
que permitiera a los venezolanos y a otros en el mundo comprender lo que
significaba este proyecto político.

1. Un marco analítico
El análisis de las redes de metáforas nos obliga primero, a revisar breve-
mente el concepto de metáfora cognitiva, y luego lo que entendemos por redes
de metáforas.

1.1. Metáforas cognitivas


Según la lingüística cognitiva, la metáfora es una construcción conceptual
porque es un recurso lingüístico que sirve para definir algo en términos de otra
cosa (Lakoff y Johnson, [1980] 2007). Además, es una construcción lingüístico-
social porque está presente en todos nuestros intercambios comunicativos. Con
el tiempo, las metáforas tienden a naturalizarse dentro de las comunidades lin-
güísticas que las generan, y en ese proceso de convencionalización, los usuarios
de la lengua pierden de vista la comparación que les subyace. En otras palabras,
aquello que es definido en términos de otra cosa, y parte del concepto de esa
‘otra cosa’ son los dos componentes del mapa metafórico que se suelen solapar
hasta tomarse como idénticos entre sí. Por eso, coincidimos con Black (1999:
555) cuando afirma que, “comprender una metáfora sería como descifrar un
código o desenmarañar un acertijo”.
El análisis de la metáfora fuera de su contexto no puede, sin embargo, dar
cuenta de las complejidades que suponen los entramados metafóricos y las redes,
de modo que, para recuperar las pistas del mapa metafórico (lo que se compara
y la cosa con la que se compara) se pueden revisar, por un lado, las pistas co-
textuales (i.e. palabras asociadas directamente con socialismo y; lo que se dice
inmediatamente antes y después de enunciada la palabra en cuestión). Y por
otro lado, se pueden examinar las pistas contextuales, es decir, quién dice qué,

60
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

a quién, en dónde y en cuáles circunstancias, que es una noción de contexto


procedente de la Lingüística Sistémica Funcional (LSF) de Halliday (1994).
Este salto analítico que demandan los textos supone dos niveles, uno cognitivo
y otro lingüístico-discursivo, que como veremos, implica un análisis de mayor
amplitud que va más allá de la dimensión semántica porque involucra tanto las
relaciones gramaticales paradigmáticas como algunos elementos del contexto.

1.2. Redes de metáforas, familias semánticas y relaciones paradigmáticas


Coincidimos con Chumaceiro, quien llama macrometáforas a las redes de
metáforas y las define como “redes de sentido con base en elementos que han
adquirido carácter representativo o valor simbólico dentro de un amplio grupo
social” (2004: 96). Las redes de metáforas son núcleos de sentido en torno
a los cuales orbitan varios conceptos metafóricos que se relacionan entre sí a
nivel semántico (Chumaceiro, 2004: 5). Esta noción es extendida por Adrián
(2009: 117) quien observa que las metáforas agrupadas pueden ser recursos
altamente persuasivos en el discurso y, estamos de acuerdo con ella cuando añade
que, “como dispositivos simbólicos, al repetirse continuamente, las metáforas
enfatizan los significados ideológicos, modelan comportamientos, despiertan
sentimientos y proponen tipos de actuación”.
Con base en lo anterior, podemos afirmar que parte de la importancia que
tienen las metáforas y las redes de metáforas en el discurso se debe a que cum-
plen con una función pragmática, es decir, sirven a los propósitos persuasivos
que el emisor pretende conseguir sobre su audiencia (Hernández, 2004), y esto
concierne de cerca al discurso político que de suyo es altamente persuasivo
(Charaudeau, 2009). Y, como señala Molero (2009: 308), “posiblemente, el
uso frecuente de la metáfora en el discurso político se deba a su ambigüedad y
a su poder expresivo”. Esto significa que con la metáfora política se privilegian
y restringen significados a discreción de quien las emplea, lo que nos da razo-
nes para pensar que las redes de metáforas son el resultado de la producción
de complejas familias de conceptos metafóricos que son comprendidas por
la mayoría de los usuarios de la lengua de una misma comunidad lingüística.
Entonces, podemos decir que cada red de metáforas es un núcleo concep-
tual que porta la carga semántica del conjunto de metáforas que la constituye. Es
el foco alrededor del cual se agrupan varios conceptos metafóricos organizados
por similitud semántica. En otras palabras, una red de metáfora conforma lo
que podríamos llamar una familia semántica, y esto ocurre porque las metáforas
que conforman las redes establecen una relación paradigmática, semejante a la
de la sinonimia, con respecto a un concepto general, o ‘superordenado’1, que
las reúne en torno a sí, de suerte que, las metáforas funcionan como conceptos
‘hipónimos’ (o subordinados) de ese concepto general (Duarte, 2011).
Un hiperónimo o superordenado es una palabra genérica que engloba
a otras que se distribuyen en grupos léxicos de categorías inferiores pero,

61
13 (1)

relacionadas entre sí semánticamente (McCarthy, 1990; Halliday y Hasan,


1977). Así se conforman los campos semánticos, que para McCarthy son una
noción abstracta que se actualiza, justamente, a través de grupos léxicos (1990:
21). Entonces, una metáfora o concepto metafórico, llamémosle ‘metáfora hi-
perónima’ o ‘superordenada’, englobaría varios conceptos metafóricos (Lakoff,
y Johnson, [1980] 2007) subordinados, o ‘metáforas hipónimas’, lo que permi-
tiría el establecimiento de una relación semánticamente compatible (campos
semánticos) entre todas las metáforas que conforman cada red de metáforas.
Convengamos que el modelo analógico-descriptivo del mapa cognitivo de
las metáforas (i.e. A es B) no es el único que puede explicar su constitución,
porque existen casos en los cuales el tópico (i.e. lo que se explica en términos de
otra cosa) pudiera estar ausente, así como casos en los que la comparación no
está dada entre grupos nominales exclusivamente (Cameron, 1999). Entonces,
aceptaremos que estudio de las redes de metáforas exige trascender el análisis
lingüístico-cognitivo, porque el proceso paradigmático, que implica diversas
maneras de organización conceptual en las redes, se hace efectivo durante el
evento comunicativo. Por esta razón decimos, de acuerdo con Bolívar (2007),
que sólo a través del análisis del texto en toda su extensión, en contraste con el
contexto en el que se ejecuta el intercambio, se puede identificar la naturaleza
de las redes, y además, se puede explicitar su existencia en el discurso.
Al igual que otros recursos del discurso, el sentido de las metáforas se
construye durante el intercambio comunicativo. Davidson (2001: 245) afirma
que “la metáfora es el sueño del lenguaje y, como todo sueño, su interpretación
refleja tantas cosas sobre el intérprete como sobre el que la ha originado”, es
decir, que no hay manera de descifrar la metáfora sin recurrir al análisis con-
textual. Además, Cameron (1999: 4) agrega que:
Para los fines de la lingüística aplicada, la operacionalización de la metáfora requiere
que se tengan en cuenta los recursos (del lenguaje y los cognitivos), las metas de
la interacción y las exigencias de procesamiento en cada punto del desarrollo de
la teoría y la investigación.2

Esto significa que, en la operacionalización y análisis de las metáforas, deben


concursar tanto los elementos propiamente lingüísticos y cognitivos, como
los de la dinámica social; y este es un asunto que refuerza Adrián (2009: 116)
cuando afirma que, entre los elementos que aportan información relevante
para discernir el significado de las metáforas en el texto, son importantes los
datos lingüísticos, la situación histórica y las metas de comunicación en las
que se enmarca un discurso.
Siguiendo lo planteado por McCarthy (1990) sobre las relaciones paradig-
máticas y la sinonimia, definiremos redes de metáforas como la interconexión
o concurrencia de varias metáforas simples (o conceptos metafóricos), que por
su similitud semántica y, en ocasiones, por su proximidad en el texto se hacen
compatibles, de modo que las metáforas simples funcionan como ‘metáforas

62
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

hipónimas’ que forman parte de una metáfora ‘hiperónima’ o ‘superordenda’,


que es una categoría de orden superior, desde el punto de vista semántico. La
relación que se establece entre los conceptos metafóricos superordenados con
las metáforas hipónimas es semejante a la que, según McCarthy (1990: 21), se
da entre campo semántico (que es una noción abstracta), y campo léxico (que
es la actualización del campo semántico), respectivamente.

2. El método
2.1. El corpus
Considerando el propósito fundamental de este estudio, que consiste en
analizar las redes de metáforas asociadas con la palabra socialismo en el dis-
curso del ex presidente venezolano, el corpus consta de cuatro programas Aló
Presidente descritos en el Cuadro No. 1 en el que se resumen los datos sobre
el contexto temporal y espacial de cada emisión del programa y los temas
principales.
Cuadro 1. El Corpus

No. de Tema principal


Fecha Lugar
Programa de la emisión
Liceo Bolivariano de la Urb. Llano Alto,
222 15-05 Educación
Edo. Barinas.
Centro de Diagnóstico Integral (CDI)
225 12-06 Parroquia Los Godos y La Cruz, Maturín, Salud
Edo. Monagas.
Complejo Cultural “Cecilio Acosta” Mu-
228 10-07 nicipio Guaicaipuro, Los Teques, Edo. Mi- Cultura
randa.
Zona Industrial El Pinón, Cumaná, Edo.
229 17-07 Economía
Sucre.

El cuadro 1 esquematiza el número de cada programa, y además:


a) la fecha de transmisión: un programa de mayo, uno de junio y dos de
julio;
b) el lugar de emisión del programa:
El programa No. 222, transmitido desde un Liceo Bolivariano en Barinas,
que es el lugar de nacimiento de HCH. En esta ocasión se desarrolla de manera
preponderante el tema de la educación, que es uno de los aspectos abordados por
el gobierno actual, a través de lo que se han denominado ‘misiones educativas’;
El programa No. 225, transmitido desde un CDI (Centro de Diagnóstico
Integral), que es una institución preventiva de salud y forma parte del programa

63
13 (1)

denominado Misión Barrio Adentro, que es la primera ‘misión’ social inaugu-


rada por el gobierno de HCH;
El programa No. 228, desde el Complejo Cultural Cecilio Acosta, que es
un programa especialmente dedicado a la cultura venezolana, y
El programa No. 229, transmitido desde la Zona Industrial El Piñón de
Cumaná, en el que se aborda el tema de la economía venezolana.
Los criterios utilizados para escoger estos cuatro programas fueron:
a. De todos los programas de los años 2005 y 2006 se escogieron aquellos
en los que el emisor principal mencionó la palabra “socialismo”.
b. Después, se escogieron los programas en los que el número de apari-
ciones de ‘socialismo’ era mayor.
c. De la selección anterior, escogimos los programas que contenían los
tópicos privilegiados por Hugo Chávez, es decir, los que trataban los
temas más recurrentes en sus intervenciones, a saber: salud, educación,
economía y cultura.

2.2. Categorías y unidades de análisis


En el plano cognitivo, las categorías estuvieron constituidas por los
tres tipos canónicos de metáforas, según Lakoff y Johnson ([1980] 2007),
a saber: a) metáforas estructurales; b) metáforas orientacionales; c) metá-
foras ontológicas. En un segundo nivel de análisis, y desde la perspectiva
lingüísitico-discursiva, las categorías estuvieron constituidas por los tópicos
predominantes en las redes. Se definió el tópico en el discurso como “aquello
de lo que se habla” (Bolívar, 2005: 292).
Las unidades de análisis fueron: el texto en su totalidad, para conocer el
tópico general abordado en cada programa y su posible vinculación con la
palabra ‘socialismo’; los segmentos textuales conformados por las intervencio-
nes del presidente en las que aparecía la palabra ‘socialismo’ y; los complejos
clausulares (Halliday, 1994) que contenían las expresiones metafóricas3
asociadas con ‘socialismo’.
El criterio que privó en el reconocimiento de las metáforas simples fue
lingüístico-cognitivo, es decir, se buscó con cuáles palabras se comparó so-
cialismo y qué vínculos semánticos se establecieron en la relación. El criterio
lingüístico-discursivo para el reconocimiento de las redes fue el léxico: las
palabras con las que se comparó socialismo; los usos dados a estas palabras
en el texto y en el contexto y, sus significados en relación con ‘socialismo’.
Para identificar a las metáforas según la categorización de Lakoff y Johnson
([1980] 2007), se consideró el léxico asociado con ‘socialismo’ y los usos
gramaticales dados a ese léxico por el emisor principal del programa (HCH).
Estos aspectos constituyeron la evidencia lingüística que sirve de expresión de
la relación entre el dominio origen (el que presta sus conceptos) y el dominio

64
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

destino (el que hace el préstamo conceptual, i.e. palabra ‘socialismo’). En


cambio, para la identificación de las redes de metáforas se recurrió tanto al
análisis lingüístico del texto global, como al análisis de variables contextuales
como: los temas sobre los que se discute, los participantes de la situación
comunicativa, el lugar y el momento donde se desarrolla el intercambio,
como propone Bolívar (2007: 253).
Los pasos se pueden resumir como sigue:
1. Se identificó el tópico general que prevalecía en cada programa.
2. Se ubicaron los segmentos textuales, las cláusulas y los complejos
clausulares que contenían la palabra ‘socialismo’.
3. Se identificaron y clasificaron las metáforas asociadas con ‘socialismo’
según Lakoff y Johnson ([1980] 2007).
4. Se identificaron y clasificaron las redes de metáforas en el texto global.

3. Resultados
El análisis reveló que la metáfora de mayor ocurrencia en la muestra es
la estructural, que aparece 299 veces. Las orientacionales y las ontológicas
aparecen 8 y 16 veces, respectivamente. Entre las metáforas estructurales,
analizadas de manera independiente, resultó de mayor incidencia en el texto
global la que se denominó ‘socialismo es tópico’ (i.e. el socialismo es tema
del discurso).
Al someter estos resultados parciales al análisis paradigmático del texto
global, se comprobó que, independientemente de esta clasificación, algunas
metáforas presentaron la tendencia a repetirse en grupos semánticos. Esto
indica que, aunque la cuantificación sirvió para observar la tendencia gene-
ral de predilecciones entre un tipo de metáfora u otro por parte del emisor,
no explica las implicaciones discursivas de las metáforas en redes o familias
semánticas y su uso recurrente durante el intercambio.
El análisis global de cada texto permitió detectar la vecindad semántica
entre algunos grupos de conceptos metafóricos extendidos en todo el corpus,
y por su aparición sostenida y sistemática los agrupamos en redes de sentido.
La presencia de dichas redes de metáforas explica el funcionamiento de las
expresiones metafóricas en el texto global, en términos que el análisis de las
relaciones sintagmáticas (gramaticales) en la cláusula no suministró, porque
el grupo o la red de metáforas es un recurso del discurso que depende de
los factores contextuales y su presencia depende del evento comunicativo
y se actualiza en él. Las redes reconocidas fueron: i) metáforas del decir;
ii) metáforas de conducción; iii) metáforas de concreción; iv) metáforas
religiosas; v) del socialismo nacional; vi) de economía; vii) deóntica; viii)
metáforas bélicas.

65
13 (1)

3.1. Red de metáforas del decir


Socialismo es…

Tópico Divulgación Diálogo Mensaje


Éste es uno de los grupos de metáforas más utilizado en la muestra. Se
compone de metáforas de divulgación, diálogo y mensaje o, metáforas que
registran al socialismo en términos temáticos formando parte central de la
exposición del emisor. Algunos ejemplos son:
[1] El socialismo, el socialismo, no habíamos tocado el tema, nos llega por
satélite desde allá desde las bases del pueblo el tema del socialismo

Las metáforas de tópico regularmente aparecen más que el resto de las


metáforas de esta categoría. El ejemplo [1] presenta metáforas de tópico y de
mensaje actualizadas por las expresiones metafóricas ‘socialismo es tema’ y
‘socialismo llega por satélite’, respectivamente, y ésta última se subordina a
la metáfora de tópico, porque se nombra más en la cláusula.
[2] Por eso hablo de un socialismo fresco, natural, desde las raíces, propio, del
siglo XXI, y estamos construyéndolo y hay que hacerlo con muchas ideas,
con mucho debate

En el ejemplo [2] aparecen nuevamente metáforas de tópico (construcción


del socialismo con ‘ideas’) y además, de diálogo (construcción del socialismo
con ‘debate’). En ambos casos las analogías son indirectas.
[3] Nosotros los que pregonamos el socialismo, la igualdad, y los que pregonan
la desigualdad y el capitalismo, ahí hay vertientes y variantes pero vamos a
dar el debate, ya empezó el debate y ya empezaron las encuestas

En el ejemplo [3] se demuestra que ‘socialismo es divulgación/pregón’


(pregonamos) y también ‘diálogo’ (debate/encuestas). Hasta ahora, estos
ejemplos prueban dos cosas: primero, que la analogía entre socialismo y otros
conceptos no suele ser directa, ni está dada solamente entre grupos nominales,
por lo que sus pistas se deben rastrear tanto en los complejos clausulares como
en el resto de los segmentos textuales y en el texto global, tomando en cuenta las
relaciones entre las diferentes palabras vinculadas con ‘socialismo’; y segundo,
que en ninguno de estos casos las metáforas de la red aparecen aisladas; por
el contrario, están presentes de manera articulada tanto con otras expresiones
metafóricas compatibles semánticamente, como con metáforas de otras redes,
como veremos:
[4] Dijo Cristo, y Cristo era socialista, claro que no había surgido todavía la
tesis del socialismo, ni siquiera el socialismo utópico, como sabemos, pero

66
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

el planteamiento de Cristo no es lo que algunos dicen que Cristo dijo o


hizo, no. Entonces Cristo, el planteamiento de Cristo es eminentemente
socialista: la igualdad.

En [4] resalté los elementos léxicos que señalan que ‘socialismo es tópi-
co’, aunque el complejo clausular tiene varias metáforas religiosas en relación
con socialismo que serán explicadas más adelante. El conjunto de ejemplos
expuestos indica que los límites que separan una red de otra no son completa-
mente claros y, esto supone que, en algunos casos las redes pueden solaparse.
Si volvemos al ejemplo [1], observaremos, articulado con la red del decir, una
metáfora distinta, expresada en: ‘el socialismo está en las bases del pueblo’,
cuyo concepto metafórico es ‘edificación’, subordinado a la noción de tópico
que es lo que se nombra varias veces en la cláusula. El ejemplo [3] muestra
también, relacionadas con la red del decir, metáforas de igualdad (‘socialismo
es igualdad’). Cada uno de estos ejemplos ilustra el hecho de que las metáforas
de la red del decir pueden coordinarse o subordinarse entre sí en los mismos
segmentos textuales en los que además, podrían aparecer otras metáforas.
La red del decir es la familia de metáforas de mayor incidencia en la
muestra, lo que se explica porque es una red que se urde, justamente, con la
introducción del ‘socialismo’ de HCH en el escenario socio-político venezolano.
Su uso recurrente en la muestra informa el interés que tiene el emisor principal
por hablar (y persuadir) sobre el socialismo a sus interlocutores y seguidores.

3.2. Red de conducción


Socialismo es…

Camino Meta Orientación


Algunas de las palabras clave que se encontraron en red con ‘socialismo’
fueron: camino, meta, y orientación. El concepto superordenado que las agrupa
es ‘conducción’. Las metáforas de esta red son hipónimos metafóricos que en la
mayoría de los casos aparecen relacionados en los mismos complejos clausulares
o en cláusulas de segmentos textuales vecinos. En los siguientes ejemplos el
concepto privilegiado es ‘movimiento que orienta’:
[5] o seguimos destruyendo el planeta por el camino del capitalismo voraz, que
sólo beneficia a una minoría además, y acaba con bosques, acaba con los
recursos naturales, acaba con la atmósfera para enriquecer a una minoría y
para que la mayoría sea pobre, o construimos el otro camino. ¿Cuál es el
otro? El socialismo, el otro camino es el socialismo, el socialismo demo-
crático y la revolución democrática es el camino hacia el socialismo.
[6] En el momento en que tú nos demuestres, y ustedes nos demuestren, aquí
en Cumaná, que el proyecto va encaminado ¡RAS! (Rumbo Al Socialis-

67
13 (1)

mo), más o menos de esta manera, eso hay que definirlo mucho mejor […]
entonces te haces merecedor del apoyo a otro proyecto, y así vas.

En los ejemplos [5] y [6] resaltamos el léxico que refiere a camino, mo-
vimiento, meta y orientación. En ambos casos, la noción superordenada que
organiza a la red es ‘movimiento’ y ‘conducción’. En [6], “rumbo al socialismo”,
socialismo “es meta/orientación”, que es una metáfora típica en el discurso
de HCH y en ella se ejemplifica cómo las nociones de conducción, meta y
orientación se articulan en forma casi indisoluble.
[7] No, ¡hay dos caminos: el capitalismo o el socialismo!

En [7] se pone en evidencia la red de conducción y movimiento a través


de la noción de camino. Llama la atención que en esta red se coloca al mismo
tiempo a ‘socialismo’ como camino y como meta, y esto nos hace suponer
que no existe voluntad expresa por parte del emisor principal, de fijar una
definición unívoca del término. Queremos destacar también que, todos los
ejemplos que conforman esta red han sido tomados de segmentos textuales
procedentes de programas distintos, por lo cual se confirma que la red, como
el resto de las redes, se utiliza de manera sistemática en todos los textos de la
muestra. Se observa también que, las relaciones entre las metáforas de esta
red convalidan lo que observamos anteriormente, es decir, que los vínculos
internos de las redes son complejos y por ello resulta difícil la disociación entre
conceptos metafóricos.

3.3. Red de concreción


Socialismo es…

Edificación Concreción
Una de las metáforas estructurales más conocidas en el discurso político
es la de edificación4. En este grupo colocamos casos de metáforas de camino,
edificación y concreción, porque son conceptos que se subordinan a la noción
superordenada ‘concreción’, es decir, que el emisor con esta red expresa su in-
terés por explicar de forma llana y clara la noción de socialismo atribuyéndole
al término cierta materialidad en su discurso. Ya en el ejemplo [5] vimos que
cuando la metáfora de camino se relaciona con construcción remite a metáforas
de edificación (‘construimos el otro camino’). Otra evidencia de la relación
entre estos hipónimos metafóricos es:
[8] El socialismo del siglo XXI, el camino para construirlo es lo que ha llamado
Roberto Fernández Retamar, hablado de la democracia revolucionaria y es
lo que aquí nosotros debemos tener como norte en la brújula, la brújula
democracia revolucionaria.

68
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

En [8] se conjugan las nociones de orientación (norte, brújula), camino


y edificación creando una intersección entre los conceptos con relación a
‘socialismo’, pero siempre apuntando hacia la idea de concreción, y esto es lo
que nos compele a tomar el segmento como parte de esta red. En el ejemplo
[8] podemos apreciar también, que la relación entre socialismo y los concep-
tos metafóricos que lo describen no se da por analogía directa, especialmente
cuando menciona las palabras ‘norte’ y ‘brújula’.

3.4. Red de metáforas religiosas


Socialismo es…

Cristo Moral Igualdad Cooperación Solidaridad Amor


Otro grupo de metáforas sobresaliente en la muestra es el que expresa
al socialismo en registro religioso, i.e.: ‘socialismo es Cristo, igualdad, amor,
moral, cooperación, solidaridad’:
[9] El proyecto de Cristo yo no tengo dudas y en la medida en que más leo a
Cristo su palabra directa, no las interpretaciones que algunos hacen; no, su
palabra directa la palabra de Cristo y la obra de Cristo no tengo dudas de
que el proyecto capitalista es el de Judas y el proyecto de Cristo es el mismo
de Bolívar y es el nuestro es el camino a un socialismo del Siglo XXI que
es el que estamos comenzando a construir.

El ejemplo [9] muestra claramente cómo la asociación entre Cristo/


proyecto cristiano y socialismo no es directa. Las cláusulas que conforman el
complejo tienen como foco la palabra ‘Cristo’ y aunque hay otras metáforas
(i.e. socialismo es camino), el predominio en conjunto lo tiene la noción
de religión. La red religiosa se extiende sistemáticamente en la muestra, y la
componen además, otras selecciones que también se relacionan con religión:
[10] El socialismo es el camino a la vida, es el camino a la igualdad, es lo que
dijo Cristo, vuelvo a insistir en el mensaje de Cristo, el Padre Redentor,
“Amaos los unos a los otros” el socialismo es el camino del amor.

En [10] el registro pertenece al ámbito religioso porque los elementos léxi-


cos privilegiados se relacionan con el cristianismo, y el emisor coloca camino a la
vida, amor y cristianismo en el mismo campo semántico de socialismo. Además,
éste es un caso inusual porque es el único en el que ‘socialismo es vida’, lo que
nos permite pensar que, al menos hasta el momento de la producción de estos
textos, no hubo relación explícita entre socialismo y vida para Hugo Chávez.
Para terminar con este grupo, observemos lo siguiente:
[11] Y hay algo, además de lo político, además de lo económico y además de lo
social, algo muy importante [...]: la moral socialista, que tiene que ver con

69
13 (1)

Cristo; la moral socialista es amaos los unos a los otros, el espíritu de her-
mandad, que de verdad nos veamos todos iguales, todos como hermanos y
nadie se crea superior al otro, independientemente de su condición, de sus
caracteres personales; el socialismo moral, la cooperación entre nosotros,
la solidaridad decía Simón Rodríguez, un socialista auténtico.

En [11] la red de metáforas religiosas es compleja porque cuenta con


hipónimos metafóricos sobre amor, igualdad, ética, hermandad, cooperación
e historia (Simón Rodríguez) con los que se compara la palabra socialismo en
analogías directas o indirectas. Las nociones de cristianismo, amor, igualdad
y humanismo suelen estar articuladas en un mismo campo semántico en esta
red y, en este caso, se incorporan selecciones léxicas de ética (socialismo moral),
hermandad y cooperación, que no están reñidas con la noción de religión de
la red. Por otra parte, lo que distingue a esta red es su preeminencia emotiva
que claramente persigue fines políticos de persuasión respecto del ‘socialismo’
postulado por el ex mandatario.

3.5. Red del socialismo nacional


Socialismo es…

Identidad Cultura Historia


Este grupo ilustra la red en la que prevalecen nociones relacionadas con
historia, identidad, origen y cultura venezolana o autóctona, en analogía directa
e indirecta con ‘socialismo’. Las metáforas que comportan estos conceptos
aparecen por separado a lo largo del texto global o, en los mismos segmentos
y complejos clausulares. Lo que tienen en común es que hacen referencia a lo
nacional venezolano, que es un tema recurrente en el discurso del ex presidente
de Venezuela y, que puede ser constatado en cualquiera de sus intervenciones
públicas. En el texto analizado se comprueba la intención del emisor principal
de exaltar el espíritu nacionalista y patriótico de sus seguidores, como estrategia
retórica de promoción del socialismo del Siglo XXI. Un ejemplo:
[12] el socialismo rescata lo social, lo pone por delante y en lo social hay un alma,
la cultura, todo lo que hemos sido, todo a partir de la historia.

En [12] concurren cultura, identidad (‘lo que hemos sido’) e historia, asociadas
metafóricamente a partir de la metáfora ontológica ‘el socialismo rescata’. De
nuevo se demuestra que las analogías no son directas. El registro del complejo
clausular es de promoción del socialismo a través de algunos valores nacio-
nalistas como la cultura autóctona, la identidad nacional y la propia historia.
Predomina en el segmento la noción de nacionalismo asociada con socialismo,
como un recurso retórico de apelación a la emoción para lograr la persuasión
del auditorio.

70
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

3.6. Red de economía


Socialismo es…

Economía Cooperativa
En el caso de HCH, los temas sobre economía y socialismo suelen estar
relacionados discursivamente. Si el socialismo es postulado como modelo
político que puede incidir en la economía de un país, no es de sorprender que
se les halle en los mismos segmentos textuales y que lleguen a constituir un
mismo campo semántico. Así, identificamos dos tipos de metáforas asociadas
semánticamente y desde el punto de vista de la organización textual, porque
suelen presentarse en los mismos segmentos y los mismos complejos clausulares.
Se trata de ‘socialismo es economía’ y ‘socialismo es cooperación’. Cuando el
emisor se refiere a socialismo y economía, también alude a la cooperación y al
modelo económico de las cooperativas como sistema sustitutivo del capitalismo.
[13] El socialismo del siglo XXI, el crédito que les hemos dado a los trabajadores,
a la cooperativa.

El ejemplo [13] es uno de los casos más representativos en el que la eco-


nomía es concepto superordenado, y la carga semántica de todas las metáforas
hiponímicas que se reconocen en el ejemplo son semánticamente afines entre
sí: crédito/dinero en préstamo para la producción y el modelo productivo
cooperativista. Nótese que el verbo ‘es’ está elidido después de ‘socialismo del
siglo XXI’. De nuevo, las analogías son directas e indirectas.

3.7. Red deóntica


Socialismo es…

Designio Mandato Obligación


A esta red la constituyen metáforas de obligación y mandato, es decir,
metáforas que implican la orden de ejecutar el socialismo en Venezuela. Ge-
neralmente, la obligación es modal y está gramaticalizada, lo que significa que
en la mayoría de las apariciones de este tipo de metáforas, el grupo verbal que
contiene la marca deóntica está nominalizado. Por ejemplo:
[14] El socialismo no es una ciencia, no es una doctrina; el socialismo -dice5- es
un designio. Él lo une mucho con la Providencia. Ustedes saben que Bolívar
también hablaba mucho de la Providencia, y la Providencia uno pudiera
asociarla, pudiera decir un teólogo, con Dios o con el destino.

En [14] se muestra que el socialismo se identificó con ‘mandato divino’, y es


la noción que sobresale en el segmento. Además, los grupos verbales relacionales

71
13 (1)

(no es) revelan que la obligación está gramaticalizada, lo cual se acompaña


por el uso retórico de apelación a recursos religiosos (Dios, Providencia) e
histórico-nacionalistas (Bolívar) que refuerzan ‘la obligación moral’ de realizar
en Venezuela el socialismo según HCH.
[15] la democracia revolucionaria tiene que caracterizarse cada día más para que
sea de verdad democracia y de verdad revolucionaria por el gobierno po-
pular, el gobierno popular en distintos niveles, de distintas formas, la toma
de decisiones, el impulso, el control social en lo político, [...] Bueno, ahí el
socialismo, el gobierno popular, tiene que pensarse y tiene que sembrarse
y tiene que activarse en distintos ámbitos, distintos niveles, distintos frentes
de batallas, distintos escenarios en lo económico.

En [15] hemos resaltado las marcas de obligación. La evidencia registra


que el concepto superordenado es ‘obligación’, que está gramaticalizado. La
analogía entre mandato y socialismo es indirecta, aunque el registro directivo
es lo que priva en el segmento y es además, la noción a la cual se subordinan
el resto de las metáforas que se pudieran distinguir en el complejo clausular.

3.8. Red de metáforas bélicas


Socialismo es…

Batalla
Ideológica
Aunque las metáforas bélicas aparecen sólo en 9 ocasiones, se observó que
en todos los programas de la muestra hay al menos una alusión a lo bélico en
términos metafóricos, expresada como ‘socialismo es batalla’:
[16] El socialismo concreto, de la construcción, del modelo. Bueno, un poco... Por-
que por ahí viene la batalla también, la batalla ideológica. Hemos decidido
antier convocar a un conjunto, vamos a hacer seminarios para batallar o dar la
batalla ideológica con la idea socialista, los que quieran saquen su capitalismo
pues, saquen el capitalismo para pulverizarlos, he dicho, en el debate.

El ejemplo [16] es un ejemplo emblemático de la profusa relación entre


la red de metáforas del decir y la bélica, expresada como ‘socialismo es batalla
ideológica’. Esto una vez más demuestra que los límites que separan a las redes
pueden solaparse haciendo difícil la distinción de dónde termina una red y dónde
comienza la otra.

4. Conclusiones
El análisis de las redes de metáforas asociadas con ‘socialismo’ en Aló
Presidente mostró que, las metáforas utilizadas de manera preeminente por el

72
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

emisor principal, HCH, según la categorización de Lakoff y Johnson ([1980]


2007) son las metáforas estructurales. Este resultado nos instó a revisar el uso
y funcionamiento de las metáforas en el texto global y en contexto, lo que
resultó en la identificación de ocho redes de metáforas.
En primer lugar, constatamos que la relación entre dominios de la
metáfora, la proyección conceptual entre referentes y la configuración del
mapa cognitivo es mucho más que una analogía lineal, y por lo tanto, tu-
vimos que revisar las señales de la analogía tanto en el co-texto como en el
contexto. Esta observación arrojó los primeros indicios de la existencia de
grupos de metáforas organizados discursivamente como familias semánticas
o redes. En tal sentido, el estudio reveló que las redes de metáforas cumplen
con una función de cohesión metafórica que se realiza a través de los grupos
de metáforas constitutivos de las redes, a los que denominamos ‘metáforas
hipónimas’, las cuales se verifican en las relaciones paradigmáticas de los
complejos clausulares, por medio de palabras clave o grupos léxicos que
las distinguen. El comportamiento discursivo de las ‘metáforas hipónimas’
demostró la complejidad de las relaciones paradigmáticas o de sinonimia
que se da internamente en las redes, en virtud de lo difícil que resulta, en
algunos casos, la desarticulación entre conceptos metafóricos semánticamente
compatibles.
En segundo término, así como la afinidad entre conceptos metafóricos
obscurece su identificación y delimitación a lo interno de las redes, así los
límites entre una y otra red, que no son claros ni unívocos. Sin embargo, las
redes tienen una incidencia recurrente y sistemática en el texto global. Cuando
hablamos de sistematicidad nos referimos a la repetición extendida de cada una
de las redes en todos los programas de la muestra y, esto es un aspecto que viene
a confirmar la cualidad cohesiva inter-textual que tienen las redes de metáforas
porque, debemos recordar que cada uno de los programas que constituye la
muestra procede de distintas transmisiones, desde distintas locaciones y de
momentos diferentes, elementos que según hemos convenido, conforman
la noción de contexto asumida en esta investigación. Por otra parte, cuando
afirmábamos que las redes de metáforas se actualizan durante el intercambio
comunicativo, nos referíamos a esta capacidad cohesiva que reviste a las redes y
que se pone de manifiesto cuando se utilizan en programas diferentes, porque
sus significados se actualizan y se potencian cada vez que son enunciadas por
el emisor principal en cada uno de sus intercambios comunicativos.
En tercer lugar, la evidencia reveló que, la sistematicidad de las redes cumple
con la función pragmática de reforzamiento ideológico entre los seguidores
del emisor principal y de distanciamiento frontal y descalificación de sus de-
tractores, lo que nos hace pensar que, tal función pragmática está en estrecho
vínculo con las metas de comunicación del programa Aló Presidente, que como
ya se ha dicho, corresponden con propósitos políticos.

73
13 (1)

Por último, la investigación determinó que la relación entre las redes de


metáforas y la palabra ‘socialismo’ favorece los siguientes significados durante
el intercambio:
• ‘Socialismo’ es tema o ‘tópico’ porque se produce en un contexto introduc-
torio del término en la población venezolana, probablemente para persuadir
al auditorio respecto de este modelo político, por lo tanto se hace necesario
‘divulgarlo’ y ‘pregonarlo’ (red del decir). Por la misma razón, es comprensible
que se trate de explicar su significado a través de términos llanos y concretos
(red de concreción).
• ‘Socialismo’ es camino y al mismo tiempo meta, sugiere que es algo que al
estar en constante movimiento, no se puede definir de forma unívoca porque
se transforma continuamente (red de conducción).
• ‘Socialismo’, dentro del campo semántico religioso (red religiosa), persigue
fines persuasivos, acompañado de selecciones léxicas emotivas y de afectos
positivos hacia el emisor principal y su socialismo, y de descrédito y afec-
tos negativos hacia los adversarios. Algo parecido se cumple en la red de
socialismo nacional que pone al ‘socialismo’ como foco de la exaltación de
los sentimientos patrióticos y nacionalistas, con lo que, de manera retórica,
cumple el doble propósito político de, por un lado, arengar a los adeptos y
ganar adhesiones a la causa socialista y, por el otro lado, deslegitimar, desca-
lificar y desacreditar a los adversarios. En esta red se equipara el sentido de
lo nacional con ‘socialismo’ al colocarlos en el mismo campo semántico, a
través de selecciones léxicas relacionadas con lo autóctono nacional, la cultura
originaria y la identidad del venezolano.
• ‘Socialismo’ es obligación (red deóntica) y, dada la insistencia en lo nacio-
nal socialista, lo nacional patriótico, en el socialismo religioso, y el carácter
afectivo con el que se formula (redes religiosa y de socialismo nacional), la
obligación demandada por el socialismo del ex presidente venezolano es un
deber moral.
• ‘Socialismo’ es batalla ideológica es un planteamiento bélico, tal vez atenua-
do por el adjetivo ‘ideológica’. Semejante formulación es un contrasentido
porque no parece posible una ‘discusión bélica’. Tal cosa sería como conciliar
la racionalidad del discurso y del pensamiento con la irracionalidad de la
guerra para hacer de ello fundamento del socialismo.
Finalmente, la investigación permite concluir que las redes de metáforas,
en tanto que familias semánticas, son dispositivos simbólicos que fortifican
los significados ideológicos en el discurso político. El análisis reveló que esta
tendencia de las metáforas cognitivas a agruparse en redes en el discurso, es
un indicio de base que podría servir a estudios ulteriores que intenten expli-
car algunos aspectos relacionados con los recursos lingüísticos y discursivos

74
Mercedes Duarte: Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI”...

presentes en las redes y también con las funciones estratégicas de las redes de
metáforas en el discurso político.

Notas

1. Sobre los superordenados cf. Halliday y Hasan (1997). Sperber y Wilson (1994)
denominan ‘hiperónimos’ a los superordenados.
2. Mi traducción.
3. Según Lakoff y Johnson ([1980] 2007) y Cuenca y Hilferty (1999), ‘metáfora’ es
concepto metafórico y ‘expresión metafórica’ es su actualización lingüística.
4. Así también las metáforas bélicas, cf. Adrián (2010 y 2009), Molero (2009), Cuvardic
García (2005), Moreno Lara (2005), Hernández (2004), Chilton e Ilyin (1993) y
Lakoff (1991).
5. El emisor se refiere a Abreu y Lima.

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Mercedes Duarte Alvarado es Licenciada en Artes, mención Música por la


Universidad Central de Venezuela (UCV), y Magíster en Estudios del Discurso
de la misma Universidad. Se ha desempeñado como docente en varias uni-
versidades nacionales; es profesora en la Facultad de Humanidades del Taller
de Escritura Filosófica en la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de
Venezuela, y es miembro de la Asociación Latinoamericana de Estudios del
Discurso (ALED). Su trabajo de grado para optar por el título de Magíster en
Estudios del Discurso fue seleccionado como la mejor tesis de Maestría de su
país para participar en el IV Concurso Internacional de tesis ALED en esta
categoría.
Correo electrónico: edyris.duarte@yahoo.es

77
ARTÍCULO

Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

GABRIEL DVOSKIN
Universidad de Buenos Aires
Instituto de Lingüística C.O.N.I.C.E.T.

Resumen. En esta investigación analizamos las representaciones que circularon sobre


la sexualidad en el debate parlamentario que tuvo lugar el día 16 de agosto de 2006,
en la Argentina, en la Cámara de Diputados, a raíz del proyecto de Educación Sexual
Integral. Para ello, seguimos la propuesta de análisis elaborada por la Lingüística Crítica
(Hodge y Kress, 1979), según la cual cada dialecto provee a sus hablantes de modelos
para clasificar e interpretar los eventos del mundo. El propósito de este estudio es
averiguar de qué forma el proyecto de Educación Sexual Integral está sustentado en
un discurso que cuestiona el eje de referencias impuesto por el discurso dominante
(Raiter, 1999a), que califica el signo ideológico “sexualidad” con valores represivos,
tanto a partir de la inmoralidad, ligada al pecado y la estigmatización de ciertas prác-
ticas sexuales, como del miedo, a contraer enfermedades, a ser víctima de abusos o a
concebir sin planificación previa. Específicamente, nos centramos en el análisis de las
intervenciones de dos diputados, uno en favor de la sanción del proyecto y la otra, en
contra, y, de este modo, procuramos establecer las concepciones sobre la sexualidad que
subyacen a la aceptación y al rechazo de la educación sexual y en qué medida ambos
paradigmas presuponen valoraciones diferentes sobre el signo ideológico “sexualidad”.
Palabras clave: sexualidad, represión, representaciones sociales, signo ideológico, discurso
dominante, debate parlamentario.

Resumo. Nesta pesquisa, analisamos as representações da sexualidade que circularam no


debate parlamentar que teve lugar em 16 de agosto de 2006, na Argentina, na Câmara dos
Deputados, no âmbito do projecto de Educação Sexual Integral. Para tanto, seguimos a
proposta de análise feita pela Lingüística Crítica (Hodge e Kress, 1979), segundo a qual
cada dialeto oferece aos seus falantes modelos para classificar e interpretar os eventos
do mundo. O objetivo deste trabalho é analisar de que forma o projecto de Educação
Sexual Integralé apoiado em um discurso que questionao eixo de referência imposto
pelo discurso dominante (Raiter, 1999a), que qualificao signo ideológico “sexualidade”
com valores repressivos, tanto do ponto de vista dai moralidade, ligada ao pecado e à
estigmatização de certas práticas sexuais, como do medo de contrair certas doenças, a ser
vítima de abuso ou gravidez não planejada. Especificamente, o foco deu-se sobre a análise
das intervenções de dois deputados, um a favor da sanção do projeto e outra, contra; e,
deste modo, procuramos estabelecer as concepções sobre a sexualidade que subjazem à
aceitação e à rejeição da educação sexual e em que medida ambos os paradigmas pressu-
põem valorações diferentes sobre o signo ideológico “sexualidade”.
Palavras-chave: sexualidade, repressão, representações sociais, signo ideológico, discurso
dominante, debate parlamentar.
Recibido: 22 de marzo de 2013 • Aceptado: 18 de junio de 2013.

ALED 13 (1), pp. 79-98 79


13 (1)

Abstract. This paper analyzes the representations about sexuality that emerged in
the parliamentary debate regarding the Sexual Education Bill on August 16th, 2006,
in Argentina. The method is based on Critical Linguistics (Hodge and Kress, 1979),
which postulates that every dialect provides its speakers with models to classify and
interpret the events of the world. The aim of this article is to find out how the Sexual
Education Bill is supported by a discourse which questions the referential focus im-
posed by the dominant discourse (Raiter, 1999a). This discourse marks the ideological
sign “sexuality” with repressive values, either as immoral, associated with sin, or the
stigmatization of certain sexual practices, or fear of contracting certain diseases, abuse,
or unplanned pregnancy. We specifically focus our analysis on the interventions of
two Members of Congress, one in favour of the project and the other one against it.
Thus, we intend to elicit the conceptions about sexuality that underlie the acceptance
and rejection of sexual education and the degree in which both paradigms presuppose
different values of the ideological sign “sexuality”.
Keywords: sexuality, repression, social representations, ideological sign, dominant discourse,
parliamentary debate.

Introducción
Concebir las interacciones verbales como meras transmisiones de informa-
ción de un emisor a un receptor supone entender la lengua como un código
homogéneo, democrático y transparente, disponible de forma igualitaria para
todos, en cualquier lugar y situación. Esta concepción trae aparejada la ilusión
de que el conocimiento de la gramática de una lengua es condición suficiente
para su uso y que el análisis del lenguaje puede desarrollarse a partir de reglas
inmanentes al propio sistema. La lengua se presenta, bajo esta perspectiva,
como un código estable e inmutable, concepción que naturaliza la relación
entre el signo y su referente y hace del sentido un elemento ya dado, conocido
y evidente.
Sin embargo, el uso del lenguaje en modo alguno es lineal: ante cada
enunciado, diversos son los efectos de sentido que pueden ser generados, por
lo que la interpretación realizada por el receptor no es un fenómeno que pueda
ser determinado de antemano por el emisor (Pêcheux, 2010). La producción
de sentido forma parte de la producción social general, esto es, el sentido de
un discurso no está dado por el discurso mismo sino por la relación que el
discurso establece con sus condiciones de producción. En el discurso se mani-
fiesta materialmente el sentido, dejando allí sus huellas las condiciones sociales
bajo las cuales fue producido y es allí también donde se revela la dimensión
significante de los fenómenos sociales (Verón, 1993).
Todo signo es ideológico debido a que no sólo refleja la realidad, también
la refracta; al tiempo que nombra el mundo, lo constituye y le otorga una sig-
nificación (Voloshinov, 2009). La forma material por excelencia de la ideología
es el signo lingüístico, la palabra, cuyo sentido no está en su oposición con el
resto de las palabras que conforman el sistema de la lengua, sino en la relación

80
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

que un determinado enunciado establece con el resto de los discursos que


circulan en una determinada época. Es en esta relación interdiscursiva donde
los discursos cobran sentido: es en la semiosis donde se construye la realidad
de lo social (Verón, 1993).
El estudio del lenguaje no puede separarse de sus condiciones reales de uso.
Lenguaje, discurso e ideología conforman un único e indisoluble fenómeno.
A partir del Análisis del Discurso es posible, por un lado, acceder al estudio
de la construcción social de la realidad y, por el otro, entender de una forma
más acabada la especificidad del lenguaje a través de conocer los fundamentos
sociales que determinan su actividad.
La valoración del sexo como una práctica ligada al amor y a los sentimientos
comenzó a imponerse en el mundo occidental recién a finales del siglo XVIII,
a partir de la difusión del concepto de amor romántico (Giddens, 1998). A
diferencia de lo que ocurría en la Europa premoderna, en la que el matrimonio
se establecía bajo la forma de un contrato basado fundamentalmente en crite-
rios económicos, el amor romántico introdujo en la vida conyugal ideas tales
como el afecto, la libertad, la monogamia1 y la perdurabilidad. El acto sexual
quedó, así, confinado exclusivamente al ámbito del matrimonio, establecién-
dose un vínculo estrecho entre la actividad sexual, los sentimientos y la ética,
moral iniciada por los estoicos y consolidada y difundida por el cristianismo
(Ariés, 1987).
Sin embargo, desde fines del siglo XIX y a raíz del proceso de seculariza-
ción que separó el ámbito religioso del estatal, se han podido constatar ciertos
cambios en las conductas sexuales. Los avances científicos respecto del control
de la concepción permitieron desligar la reproducción de la sexualidad; el auge
del psicoanálisis legitimó el placer dentro del matrimonio; y, a partir de los
años sesenta, las relaciones sexuales prematrimoniales comenzaron a ser más
comunes hasta el punto de convertirse en la práctica habitual en la actualidad
(Wainerman, Di Virgilio y Chami, 2008).
Más allá de estas modificaciones, Foucault (2001) señala que con el
advenimiento de la burguesía y con el desarrollo del régimen capitalista, la
reflexión sobre el ejercicio individual de la sexualidad se convirtió en un asunto
de interés de Estado al servir como mecanismo de control sobre la población.
Las prácticas sexuales en libre albedrío serían incompatibles con las jornadas
intensivas de trabajo funcionales al sistema naciente, por lo que su represión
era necesaria. Desde el siglo XVIII, el sexo comenzó a ser abordado desde el
campo científico, particularmente la medicina y la economía, con el objetivo
(nunca declarado explícitamente) de intervenir sobre la esfera privada de los
sujetos. Paradójicamente, la censura sobre la sexualidad no se ejerció a partir de
un silencio, de un no-decir, sino, por el contrario, a través de la proliferación
de discursos provenientes de las esferas judicial, médica y pedagógica, que,
lejos de hacer del sexo un tema de acceso libre a enunciadores y enunciados,
lo convirtió en un objeto de saber, con sus reglas específicas de circulación.

81
13 (1)

Este tratamiento público del tema se hizo notorio en la Argentina desde


el año 2001, momento en que diversas cuestiones ligadas con la sexualidad
comenzaron a instalarse como asuntos de la agenda política y mediática2. La
sanción de la Ley Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, en el año 2002,
que establece la responsabilidad del Estado de garantizar el derecho universal
a la información en materia sexual, reavivó el debate en torno a la educación
sexual obligatoria. Por otro lado, el tratamiento en los medios masivos de co-
municación de casos de abuso3 y de embarazos adolescentes, del incremento del
número de personas infectadas por el virus del HIV-SIDA u otras enfermedades
de transmisión sexual, así como el adelanto en la edad de inicio de las prácticas
sexuales, dieron al debate un interés político y social4.
Ante esta coyuntura, en el año 2006, se sancionó la legislación de la edu-
cación sexual obligatoria en todas las escuelas del país, tanto de gestión estatal
como privada, desde el nivel Inicial hasta el Superior de Formación Docente
y de Educación Técnica no Universitaria. Si bien la ley se enmarca dentro del
Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, en el docu-
mento se especifica el carácter integral de la educación sexual, definida como
aquella que “articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y
éticos”5, desde una perspectiva de género y de derechos humanos, en oposición
al carácter biologicista y genital al que se ha reducido el tema de la educación
sexual en experiencias anteriores (Faur, 2012).
El motivo de este artículo consiste en averiguar si el cambio en la legis-
lación está acompañado por un cambio en la valoración del signo ideológico
“sexualidad” que pretenda revertir el carácter eminentemente represivo con que
ha sido acentuado este signo en las sociedades modernas capitalistas (Freud,
2000; Foucault, 2001). De esta manera, pretendemos observar si la Educación
Sexual Integral está sustentada o no en un discurso que cuestiona el eje de
referencias impuesto por el discurso dominante (Raiter, 1999a), que califica
la sexualidad con valores represivos, ya sea a partir de la inmoralidad, ligada al
pecado y la estigmatización de ciertas prácticas sexuales, o del miedo, a contraer
enfermedades, a ser víctima de abusos o a concebir sin planificación previa.
Para ello, indagamos en las representaciones que circularon sobre la sexualidad
en el debate parlamentario que tuvo lugar en la Cámara de Diputados el día
16 de agosto de 2006, a raíz de la legislación mencionada.

1. El marco analítico
1.1. El uso del lenguaje como práctica social
El Parlamento constituye un escenario discursivo en el que los participantes
se presentan en calidad de representantes de los diversos sectores políticos y
sociales, y sus intervenciones están normadas de forma explícita por el Regla-
mento de la Cámara de Senadores y Diputados. Además de los legisladores –los

82
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

diputados, en el caso de nuestro trabajo–, que son los actores centrales en este
tipo de evento, es de particular importancia la función del presidente de la
cámara, quien debe dirigir las discusiones, pero no participa de ellas.
Además de estos participantes, es necesario tener en cuenta en este evento
comunicativo a otro destinatario, el ciudadano común que se informa de lo
sucedido en el debate ya sea a través de los canales de televisión que transmiten
las sesiones en vivo y los noticieros que repasan los fragmentos más destacados,
o bien a través de las versiones taquigráficas disponibles en la página web del
Congreso de la Nación6. Este destinatario indirecto (García Negroni, 2001), si
bien no está presente físicamente en el recinto y no es a él a quien está dirigido
explícitamente el mensaje, condiciona la forma en que es construido el enun-
ciado, ya que todos los legisladores conocen de su existencia y lo consideran
al tomar la palabra, especialmente en aquellos debates que tratan asuntos de
gran repercusión a nivel social.
Caracterizamos el debate parlamentario como un tipo de discurso político
y, por consiguiente, inherentemente polémico (Verón, 1987). En el caso de los
debates acerca de un proyecto de ley, se debe buscar el consenso, para lo que los
legisladores, además de presentar su voto, lo fundamentan, hecho que los lleva
a valerse de estrategias discursivas muy diversas (Pérez, 1999), razón por la cual
el Análisis del Discurso resulta una herramienta provechosa para su abordaje.

1.2. El lenguaje como visión del mundo


Cada lengua particular cumple un papel esencial en la construcción social
de la realidad al aparecer de manera inevitable como mediador entre el ser
humano y su percepción del mundo que lo rodea (Hodge y Kress, 1979). Las
reglas y categorías que conforman el sistema de la lengua funcionan como una
teoría acerca del mundo, determinando no sólo la percepción que el sujeto
realiza de la realidad sino también aquello que es susceptible de ser socializado.
El lenguaje constituye, así, una ideología, es decir, una determinada visión del
mundo, una conciencia práctica de la sociedad.
Nuestra perspectiva de análisis parte de considerar a la cláusula en tanto
representación del mundo (Halliday, 1985) como una de las dimensiones
fundamentales en la que se manifiesta el carácter ideológico del discurso, esto
es, la clasificación de procesos y participantes que se realiza en el texto.
Comenzamos nuestro análisis con el relevamiento de los distintos términos
o construcciones que son empleados para categorizar a los diferentes partici-
pantes y eventos que se mencionan en el texto. El nivel léxico constituye una
entrada sumamente productiva para analizar cuáles son los signos ideológicos
que circulan y los acentos valorativos que se les pretende imponer (Voloshinov,
2009). La aparición de más de un término para referir a un mismo suceso o
actor da lugar al fenómeno de sobrelexicalización, hecho que conforma un
“paradigma de disputa” (Trew, 1983), un conjunto de palabras disponibles,

83
13 (1)

cada una de las cuales señala una posición ideológica determinada. Las dife-
rentes formas de clasificación se articulan en sistemas de representación de los
que se desprenden explicaciones más o menos explícitas sobre la realidad, por
lo que su análisis resulta de suma importancia para estudiar la representación
del mundo que se construye en los distintos discursos.
En un segundo momento, nos interesamos por los tipos de procesos y los
roles temáticos asignados a los actores sociales que aparecen en el texto, para
lo que seguimos la propuesta metodológica de Hodge y Kress (1979), quienes
postulan que cada lengua, cada dialecto, provee a sus hablantes de modelos
para clasificar e interpretar los eventos del mundo, proceso que es continuo y
constante. Estos autores distinguen entre modelos accionales, que pueden ser
transactivos, no transactivos o pseudotransactivos, y relacionales, que pueden
ser atributivos, ecuativos o posesivos. Seguimos la noción de transactividad,
tal cual la entiende Trew, como aquellas cláusulas que comprenden “transac-
ciones que pueden ser físicas (“pegar”), mentales (“asustar”) o actos verbales
(“amenazar”)” (1983: 169).
Estos dos modelos constituyen las formas básicas de los enunciados. Sin
embargo, estas estructuras sintagmáticas pueden sufrir una serie de operacio-
nes (borramiento, sustitución, combinación o reordenamiento de sintagmas
o partes de los mismos) llamadas transformaciones, como la pasivización,
la impersonalización, la nominalización o la incorporación negativa. Estas
transformaciones pueden cumplir dos funciones, economía o distorsión, tan
íntimamente ligadas que resulta imposible determinar a cuál de ellas se debe
la operación discursiva realizada.
El análisis de las transformaciones constituye un espacio provechoso para
estudiar ante qué tópicos el emisor elige no ser explícito, selecciona qué decir y
qué no decir, debido a que este tipo de operaciones sobre el enunciado básico
presupone algo no dicho, un elemento (o varios) que debe(n) ser recuperado(s)
para poder interpretar el enunciado a pesar del vacío producido en el eje sin-
tagmático (Raiter, 1999b). Es la ideología, el modelo construido del contexto,
los valores asociados con el tópico discursivo y los conocimientos atribuidos al
destinatario, lo que determina lo que podrá ser repuesto, cómo será llenado ese
vacío para completar lo no dicho y, así, poder otorgar un significado al mensaje.

2. Análisis
El proyecto de Educación Sexual Integral fue presentado primero en la
Cámara de Diputados, el día 16 de agosto de 2006, donde obtuvo media san-
ción, con tan solo un voto en contra, y luego en la Cámara de Senadores, el 4
de octubre del mismo año, donde fue sancionada la ley, también con un solo
voto opositor. En esta investigación, nos centramos en el análisis de dos inter-
venciones en particular que constituyeron el corpus de nuestra investigación:
la de Marta Olinda Maffei, diputada del partido Afirmación de una República

84
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

Igualitaria(ARI) por Buenos Aires y miembro informante del proyecto, y quien


estuviera al frente de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la
República Argentina (CTERA) entre 1995 y 2004; y la de Roberto Ignacio
LixKlett, diputado del partido Fuerza Republicana por Tucumán, agrupación
política fundada por el represor Antonio Bussi y tradicionalmente cercana a
las posturas más conservadoras de la Iglesia Católica, y único opositor en la
cámara baja.
Elegimos estos dos discursos debido a que plantean opiniones contrarias
entre sí respecto del proyecto y sus posturas están ampliamente desarrolladas,
por lo que esperamos encontrar en estas argumentaciones las concepciones
sobre la sexualidad que subyacen a la aceptación y al rechazo, respectivamente,
de la educación sexual.
Al tomar la palabra Maffei en el debate, los seis diputados preopinantes
habían dado su apoyo al proyecto. Por su parte, LixKlett fue el noveno en
expresar su opinión sobre un total de once, siendo el resto de los participantes
Blanca Inés Osuna, diputada por Entre Ríos; Lucía Garín de Tula, diputada
por Catamarca; María del Carmen Rico, diputada por Buenos Aires; María
Angélica Torrontegui, diputada por San Luis; Eusebia Antonia Jerez, diputada
por Tucumán; Esteban José Bullrich, diputado por la Capital; Silvia Augsburger,
diputada por Santa Fe; Alicia Marcela Comelli, diputada por Neuquén; y
Marcela Virginia Rodríguez, diputada por la Capital.
Debido a que los partidos ya habían manifestado la votación en bloque
sobre este tema, la media sanción de la ley estuvo prácticamente garantizada
desde el comienzo del debate.

2.1. Educación sexual o vida sexual: ¿de quién es el problema?


El uso del lenguaje en interacciones cotidianas es una práctica social que no
sólo refleja la realidad, también contribuye a la construcción de ese mundo que
nombra. Uno de los modos en que realiza esta tarea es a través de la clasificación
de los diferentes participantes y eventos en sistemas de categorías, tarea para la
cual el vocabulario empleado cumple un rol principal (Hodge y Kress, 1979).
Todos los ejemplos que figuran en el análisis corresponden a la transcrip-
ción taquigráfica tomada de la reunión ordinaria N° 26, sesión N° 19 del 16
de agosto de 2006, disponible en http://wwwl.hcdn.gov.ar. En adelante, luego
del fragmento del corpus citado, colocaremos entre paréntesis las iniciales del
diputado al que corresponde el ejemplo y el número de cláusula correspondiente
al análisis realizado sobre su discurso.
En el caso del discurso de LixKlett (LK), observamos que la sexualidad
es presentada como un tema que involucra a toda la sociedad. Los términos
más frecuentemente utilizados para referir a los actores sociales relacionados
con las prácticas sexuales son “personas” o “población”, que aparecen en die-
cisiete cláusulas, categorías que incluyen a todos los individuos en un mismo

85
13 (1)

sujeto colectivo, sin hacer distinción de edad, clase social o género. Esta
clasificación de los participantes impide tratar el tema únicamente mediante
la educación formal, dado que esta vía resulta insuficiente para abordar el
verdadero problema, que es la “vida sexual” de los individuos:
[1] Si existe un ámbito donde la libertad se manifiesta de un modo claro
hasta alcanzar los límites de la repugnancia [se refiere a la pedofilia] o el
misterio de lo sublime [se refiere a la reproducción], es en la vida sexual
de las personas. (LK: Cl. 5)
[2] Para poner sólo un ejemplo me remitiré a una de las consecuencias más
drásticas que la vida sexual de una persona puede acarrear: el contagio
de una enfermedad de transmisión sexual. (LK: Cl. 9).

Sólo una vez que el tema ha sido planteado y desarrollado, se menciona a


los “jóvenes”, pero únicamente como uno más de los actores involucrados
en las cuestiones a resolver:
[3] Lo mismo sucede con diversos programas que buscan educar a los jó-
venes para evitar el embarazo adolescente. Hay quienes persiguen estos
objetivos promoviendo el uso de anticonceptivos. No existe ninguno
ciento por ciento eficaz. (LK: Cl. 18)

El tema de la sexualidad, en este discurso, es abordado exclusivamente


a partir de los males no deseados de su práctica, como son los casos de
pedofilia, las violaciones, las enfermedades de transmisión sexual o los
embarazos no planificados. La alta frecuencia de elementos léxicos per-
tenecientes al campo de la medicina, que a su vez tiene ya incorporados
metafóricamente términos propios del discurso de la guerra, clasifica el tema
como un problema de salud que amenaza a la “población”. La recurrencia
de palabras en todo el corpus como “preservativos”(LK: Cl. 50, 58, 61, 67,
75, 77) “profilácticos”(LK: Cl. 44), “pastillas” (LK: Cl. 16), “enfermedades”
(LK: Cl. 114), “pandemia” (LK: Cl. 42, 114), “SIDA” (LK: Cl. 42, 44,
49, 66, 114), “contagio” (LK: Cl. 39, 44, 50, 58, 61), “vacuna” (LK: Cl.
64), “virus” (LK: Cl. 44), “riesgo” (LK: Cl. 50), “lucha” (LK: Cl. 42, 44,
72), “crisis” (LK: Cl. 114) y “elimina (LK: Cl. 50) conforma un campo
semántico que presenta la sexualidad como una enfermedad que debe ser
prevenida o curada para el bien de toda la sociedad en su conjunto:
[4] Aquí está en juego el futuro de las generaciones argentinas. (LK: Cl.
103)

Por su parte, en el discurso de Marta Olinda Maffei (MOM), aparece


claramente diferenciado un Nosotros los adultos, subdividido en los “padres”,
el “docente” o “maestro” y los “diputados”, de un Ellos los jóvenes, a quienes
se los clasifica como “niños”, “pibes”, “chicos” e “hijos”:

86
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

[5] Todos sabemos –y los docentes lo hemos visto mucho más– lo que han
padecido nuestros chicos. [...]Saquémonos la careta y empecemos a hablar
seriamente de los verdaderos trastornos que padecen nuestros pibes. (MOM:
Cl. 61)

Esta distinción permite restringir el alcance del tema únicamente a los jóvenes,
y por lo tanto, la educación formal, obligatoria para ellos7, se convierte en una
herramienta privilegiada para su tratamiento.
La educación sexual se presenta como parte de un proyecto más amplio
de educación integral, hecho que se corrobora en la recurrencia de palabras
relacionadas con el ámbito escolar, como “escuela” (MOM: Cls. 10, 13, 17, 71,
105, 112, 118, 148), “docente”(MOM: Cls. 18, 61, 67, 112, 148), “educar”
(MOM: Cls. 55, 57, 80, 83, 98, 104 ), “educación” (MOM: Cls. 58, 59, 68,
92, 131, 140, 147, 163), “maestro”(MOM: Cl. 145), “aprender” (MOM: Cls.
39, 118, 148) o “institución escolar” (MOM: Cl. 163). Esta vinculación le
permite a la diputada plantear el tema de la educación sexual como un derecho
de las personas, a la vez que introduce la noción de sexualidad como un fenó-
meno integral, que involucra aspectos biológicos, psíquicos, sociales y afectivos.
Sin embargo, el uso reiterado de palabras que contienen ciertos rasgos
negativos, como en la cita anterior, el lexema “padecer”, verbo pseudotran-
sactivo que supone un experimentante de un proceso intrínsecamente nega-
tivo (Kerbrat-Orecchioni, 1986), o términos como “enfermedades”(MOM:
Cl. 64), “trastornos”(MOM: Cl. 78), “víctima”(MOM: Cls. 47, 74, 82),
“victimario”(MOM: Cl. 83), “abuso”(MOM: Cls. 47, 64, 68, 84) o
“violencia”(MOM: Cls. 43, 47, 63, 75), vuelve a presentar a la sexualidad
como un tema conflictivo, como un problema. La concepción integral sobre
la sexualidad, basada en la idea de que atraviesa distintas dimensiones del ser
humano, es rápidamente opacada por una representación que la reduce nueva-
mente a la mera genitalidad y, especialmente, la asimila con las consecuencias
no deseadas de su práctica.
Vemos, de esta manera, que la disputa entre ambos diputados radica,
principalmente, en determinar a qué público debe orientarse la medida, hecho
que hace aparecer otras cuestiones, como la forma de implementación, los con-
tenidos a impartir o las personas encargadas de hacerlo. Sin embargo, ambos
discursos coinciden en presentar la sexualidad como un factor desencadenante
de situaciones no deseadas, razonamiento que aparece, con mayor o menor
explicitud, en ambos discursos:
[6] Lamentablemente, esta educación [la educación sexual] ha motivado que
se acelere el tiempo del comienzo sexual, lo cual ha provocado la pandemia
de SIDA y de tantas enfermedades venéreas, como asimismo la crisis que
hoy sufren los países desarrollados. (LK: Cl. 114)
[7] Todos conocemos las consecuencias de haber ocultado la educación sexual.
[...] Ya es tiempo de actuar y educar no sólo a la víctima. También hay que

87
13 (1)

educar la voluntad, la sensibilidad, la ética y la pasión del posible victimario.


Si no educamos a las dos partes, volverán a reiterarse las prácticas del abuso
sexual. (MOM: Cl. 59)

En ambos casos, las prácticas sexuales constituyen las causas de males


posteriores: las enfermedades venéreas y las crisis, en el primero; los abusos,
en el segundo. La única diferencia entre ambas posturas reside en el papel que
se le atribuye a la educación sexual ante estas situaciones conflictivas: como
un aliciente para el desarrollo de la actividad sexual o bien como el antídoto
para contrarrestarla.

2.2. Quién hace qué a quién


Para el análisis de los tipos de procesos y la asignación temática de roles,
segmentamos los textos en cláusulas, identificadas a partir de la aparición de
una predicación. En aquellos casos en los que nos encontramos con transfor-
maciones (Hodge y Kress, 1979), intentamos recuperar la forma básica de la
cláusula, procurando reponer a los actores involucrados en la medida en que
nos fue posible por el contexto discursivo. Obtuvimos como resultado un total
de 120 cláusulas en el discurso de LixKlett y de 150 para el caso de Maffei, con
los siguientes tipos de procesos, como se observa en la Tabla 1:
Tabla 1: Total de cláusulas y tipos de procesos
PROCESOS TRANS. PSEUDOT. NO TRANS. R. EC. R. ATR. R. POS.

LixKlett 52 (43%) 35 (29%) 15 (12, 5%) 6 (5%) 8 (6, 5%) 4 (3, 3%)

Maffei 58 (38%) 44 (29, 3%) 19 (12, 6%) 9 (6%) 12 (8%) 8 (5, 3%)

En cuanto a la clasificación de los participantes, en el discurso de LixKlett,


encontramos cuatro tipos de actores sociales: las “personas” o “población”; los
“jóvenes”; los legisladores; y los padres. Estos últimos dos nunca son nombra-
dos de forma expresa. A su vez, podemos reconocer un quinto participante,
los datos bibliográficos, que son personificados en el texto en forma de citas
de autoridad (ver Tabla 2):
Tabla 2: Participantes y roles temáticos

Agente Paciente Experimentante Dicente Poseedor Portador Totales


Población 4 9 4 - - - 17
Jóvenes 3 1 2 - - - 6
Diputados 6 5 - 1 1 - 13
Padres - - - - - 1 1
Datos - - - 5 - - 5
bibliográficos

88
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

El grupo de “personas” o “población” es el que mayor número de apari-


ciones tiene (17 veces) y desempeña predominantemente el rol de paciente en
cláusulas transactivas:
[8] “Se debería recomendar a la población que mantenga relaciones sexuales
mutuamente monógamas con personas no infectadas. (LK: Cl. 55)
[9] Se advierte a la población que el preservativo puede reducir el riesgo de
contagio, pero nunca eliminarlo del todo. (LK: Cl. 58)

El segundo grupo con mayor aparición es el de los legisladores, quienes


nunca son nombrados en forma expresa y aparecen principalmente en cláusulas
transactivas desempeñando simultáneamente los roles de agente, al referirse al
grupo de legisladores entre los que no se incluye el emisor, y paciente, cuando
su propia persona sí está incluida en el colectivo:
[10] En este tema tan delicado [ciertos legisladores] no nos pueden estar apurando
[a otros legisladores]. (LK: Cl. 93)

Los datos bibliográficos aparecen personificados en forma de citas de autori-


dad, que como tales, cumplen el rol de dicentes en procesos pseudotransactivos:
[11] Los datos científicos indican que el preservativo reduce en un 80 por ciento
el riesgo de contagio, pero la promiscuidad acaba incrementando su proba-
bilidad real. (LK: Cl. 61)
[12] La Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos señala
que la disminución de casos de SIDA en ese país [Uganda] se relaciona
principalmente con los cambios de los estilos de vida de la población. (LK:
Cl. 64)

Por su parte, los “jóvenes” solamente aparecen en seis cláusulas, en las


que desempeñan los roles de experimentante o paciente, o bien constituyen el
agente de un proceso transactivo valorado negativamente por el emisor y, de
ese modo, son clasificados como los responsables de dicha acción, hecho que
transfiere la valoración del proceso a los propios jóvenes:
[13] Se realiza [un empleo técnicamente incorrecto de los métodos anticoncepti-
vos] por parte de los jóvenes, propios de un estilo de vida poco comprometido
e irresponsable. (LK: Cl. 86)

La clasificación como pacientes o experimentantes si bien los desliga de culpa-


bilidad, también los despoja de voluntad y de capacidad para decidir:
[14] [Los jóvenes] olvidarse de tomar la pastilla [anticonceptiva] (LK: Cl. 89).

Por último, los “padres” son clasificados exclusivamente a partir de lo que


no tienen, derechos:

89
13 (1)

[15] De algún modo aquí [en el proyecto de ley] se ha dicho que los padres no
tenemos derechos (LK: Cl. 119)

Tanto el grupo de los “jóvenes” como el de la “población” o “personas” son


clasificados de manera similar al cumplir un rol pasivo en los procesos en que
aparecen. Su carencia de agentividad exige la ayuda de un otro para resolver los
problemas que trae aparejados su “vida sexual”, un otro que, en este discurso,
no queda claro quién o qué es.
Por su parte, en el discurso de Maffei, podemos dividir a los participantes
en dos grandes grupos: los “jóvenes” y los “adultos”, aunque este último no
conforma un todo homogéneo, sino que encontramos subdivisiones signifi-
cativas, como se puede observar en la Tabla 3:
Tabla 3: Participantes y roles temáticos

Agente Paciente Experimentante Dicente Poseedor Portador Totales


Jóvenes 2 22 6 - 5 3 38
Padres 10 2 - 1 1 - 14
Legisladores 11 1 4 2 - - 19
Docentes 4 - 1 - - - 5

El grupo de los “jóvenes” es el participante que mayor frecuencia de aparición


tiene. Predominantemente, cumple roles pasivos, ya sea como paciente, afectado
por la acción de un adulto, o como experimentante de fenómenos psicológicos:
[16] No se puede seguir desgajando al ser humano, no se puede seguir fractu-
rándolo, y muchísimo menos se puede recortar [...] el derecho de los pibes.
(MOM: Cl. 37)
[17] La persona debe ser educada integralmente. (LK: Cl. 57)
[18] [Todos sabemos] lo que han padecido nuestros chicos. (MOM: Cl. 61)

En los únicos dos casos en que los jóvenes desempeñan el rol de agente, o bien
no es claro su rol activo debido a las características particulares del proceso
“recibir”, o bien es a la vez el agente y el paciente de una acción valorada ne-
gativamente por el emisor:
[19] El derecho de los jóvenes a recibir educación sexual. (MOM: Cl. 13)
[20] [El pibe] está mal informado o con conocimientos dudosos brindados por
sus compañeros. (MOM: Cl. 149)

Por su parte, en el grupo de los “adultos”, encontramos tres subdivisiones:


los “padres”, los “legisladores” y los “docentes”. El primero de estos aparece
en catorce oportunidades y, de forma similar a lo que ocurre en el discurso de
LixKlett, es clasificado a partir de cláusulas que contienen una negación, y, de
ese modo, se da cuenta tanto de lo que no hacen los padres como también de

90
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

lo que no pueden hacer, fenómeno que introduce implícitamente la postura


del emisor: “Las formas negativas permiten la expresión encubierta de deseos
y creencias [...]. Pueden crear un universo de significados alternativos a los
cuales el hablante renuncia formalmente pero que existen como resultado de
su renuncia. ” (Hodge y Kress, 1979: 145)8:
[21] Los mismos padres que dicen que podrían objetar el derecho de su hijo de
aprender [...] no pueden inhibir lo que después ocurre fuera de clase. (MOM:
Cl. 147)
[22] El derecho de los padres no puede llegar a inhibir el derecho de los chicos
a recibir educación e información sexual. (MOM: Cl. 148)

Situación diferente se presenta para los “legisladores” y los “docentes”, quienes


participan activamente en el proyecto desempeñando, principalmente, el papel
de agente en procesos transactivos, hecho que les otorga la capacidad para
decidir voluntariamente sus actos:
[23] Por primera vez en mucho tiempo [...] en este recinto estamos [los legisla-
dores] a punto de empezar a desmitificar algunos temas y de correrle el velo
al tabú de la educación sexual. (MOM: Cl. 22)
[24] Es tiempo de [los docentes] educar al ser humano en su sensibilidad, en la
pasión, en el amor, en la soledad. La persona debe ser educada integralmente.
[por el docente]. (MOM: Cl. 55)
[25] Permitamos [los legisladores] que la educación sexual sea sensatamente
brindada por la institución escolar. (MOM: Cl. 150)

Esta clasificación de los legisladores y docentes los constituye como los actores
principales para llevar adelante la implementación del proyecto de educación
sexual en los colegios. Los padres, en cambio, quedan excluidos al ser descalifi-
cados tanto por lo que no hacen como por lo que no pueden hacer. Los jóvenes,
por su parte, representan el tercero discursivo: a través de su sexualidad, se habla
metonímicamente de ellos, a quienes hay que “cuidar” y “educar”, objetivo que
los relega a un lugar pasivo en este proyecto de “educación integral”.

2.3. Agentes ausentes: ¿de quién es la culpa?


En esta etapa del análisis, nos centramos exclusivamente en aquellas
cláusulas que han sufrido alguna transformación de su estructura profunda.
Específicamente, nos interesamos por aquellas operaciones discursivas que
producen la supresión en la estructura superficial de alguno de los participan-
tes involucrados en los procesos mencionados, como son la nominalización,
la pasivización o la impersonalización (Hodge y Kress, 1979). Para ello, nos
detuvimos en ciertos fragmentos de los discursos en los que la sintaxis resulta
más compleja (Raiter, 2009), fenómeno que hace aumentar los grados de pre-
suposicionalidad discursiva (Givón, 1979) y, así, se dificulta la recuperación

91
13 (1)

de la forma básica de la cláusula por parte del oyente o lector. De este modo, a
partir de la complejidad sintáctica manifiesta en las estructuras de superficie,
procuramos reponer las distintas formas básicas de las cláusulas que compo-
nen esta clase de enunciados, de modo de determinar en qué momentos del
discurso los emisores eligen no ser explícitos, confusos o simplemente optan
por el silencio.
Si observamos los siguientes enunciados del discurso de LixKlett
(ejemplos 25 y 26), notamos que hay mucha información que queda sin ser
explicitada, lo que obliga al interlocutor a tener que reponerla a partir de
procesos inferenciales:
[25] La bibliografía científica señala que luego de años de intentar disminuir el
contagio del virus del SIDA sólo a través de la distribución gratuita de profi-
lácticos, el caso Uganda llevó a que más de 140 personalidades de 36 países
africanos [...] adoptaran por consenso la estrategia del ABC. (LK: Cl. 44)
[26] Esta estrategia consiste, en primer lugar, en que la abstinencia es el único
método seguro para evitar el contagio y, de no ser posible, en segundo lugar
se debería recomendar a la población que mantenga relaciones sexuales
mutuamente monógamas con personas no infectadas, y solamente en tercer
lugar se advierte a la población que el preservativo puede reducir el riesgo
de contagio, pero nunca eliminarlo del todo. (LK: Cl. 50)

Ambos enunciados constituyen construcciones altamente complejas desde el


punto de vista gramatical, muy alejadas de la estructura menos marcada de
sujeto-verbo-objeto en una cláusula simple (Givón, 1979). Al segmentar el
enunciado 25 en cláusulas y reponer sus formas básicas, nos encontramos con
las siguientes estructuras:
a. Alguien contagia a otros del virus del SIDA (presupuesto).
b. (Otro) alguien intentó disminuir el contagio del virus del SIDA.
c. Este último alguien distribuyó profilácticos gratuitos a otros (o bien lo
hizo gratuitamente).
d. Este último alguien no logró disminuir el contagio del virus del SIDA
(sobrentendido derivado del uso del verbo “intentar”).
El segundo enunciado (ejemplo 26), por su parte, resulta en las siguientes
estructuras luego de la segmentación en cláusulas y de reponer sus formas
básicas:
a. Alguien se abstiene de algo.
b. Esta abstinencia permite a ese mismo alguien no contagiar a otro de
algo o, en su defecto, que ese otro no lo contagie de ese algo.
c. Otro alguien (diferente de los anteriores) recomienda a la población que
mantenga relaciones sexuales mutuamente monógamas con personas
no infectadas.

92
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

d. Este otro alguien advierte a la población que el preservativo puede


reducir el riesgo de que la población contagie a otro o sea contagiada
por otro de algo.
Vemos, en los ejemplos 25 y 26, pertenecientes al discurso de LixKlett, la apa-
rición de dos tipos de operaciones: la nominalización y la impersonalización.
La primera de estas transforma un proceso dinámico en un producto estático,
y de ese modo, borra a los actores involucrados así como también la actividad
misma. Por su parte, el uso del se impersonal (Marcovecchio, Lieberman y
Trombetta, 2006), en el segundo enunciado, elude a la mención de los agentes
encargados de realizar los actos de recomendar y de advertir, los mismos agentes
que deberían llevar adelante las medidas relacionadas con la “vida sexual de
la población”.
De esta forma, en el discurso de LixKlett, son omitidos tanto los actores
involucrados y afectados por las prácticas sexuales como también aquellos
otros que deberían tomar las decisiones sobre cómo contrarrestar los “males”
ocasionados por estas prácticas. El único actor que es nombrado es “la pobla-
ción”, colocado en una posición de inferioridad respecto de un otro que le da
recomendaciones y advertencias9, y que sólo subordinadamente cumple un
papel activo en la práctica sexual.
Por su parte, en el discurso de Maffei, también encontramos el uso de
estos recursos, pero sus efectos son diferentes:
[27] No se puede seguir desgajando al ser humano, no se puede seguir fracturándo-
lo, y muchísimo menos se puede recortar, a partir de nuestras incapacidades,
miedos, inhibiciones y desconocimientos que tenemos, el derecho de los
pibes a aprender. (MOM: Cl. 37)
[28] Conocemos acerca del abuso y de la violencia, de la prostitución y pornografía
infantiles en la actualidad, de las enfermedades de transmisión sexual, de la
maternidad adolescente –como han manifestado mis compañeras– y de los
conflictos familiares ocultos. (MOM: Cl. 64)

En el primero de estos enunciados (ejemplo 27), aparece en tres ocasiones el


uso del se impersonal y en los tres casos, los procesos están negados y moda-
lizados con el verbo modal poder, que no comporta un matiz epistémico sino
deóntico, dado que, de lo contrario, al menos las dos primeras cláusulas serían
contradictorias. Obtenemos, así, las siguientes formas básicas:
a. Alguien está desgajando al ser humano.
b. Desgajar al ser humano está mal.
c. Alguien (que puede o no ser el mismo que el anterior) está fracturando
al ser humano.
d. Fracturar al ser humano está mal.
e. Recortar el derecho de los alumnos a aprender está mal.

93
13 (1)

En el segundo enunciado (ejemplo 28), en cambio, se utilizan varias


nominalizaciones, algunas de las cuales derivan de procesos que son inheren-
temente negativos (Kerbrat-Orecchioni, 1986). De esta manera, recuperamos
las siguientes formas básicas:
a. Nosotros conocemos que:
b. Alguien abusa de un otro.
c. Alguien utiliza la violencia sobre otro o sobre algo.
d. Alguien prostituye a un otro infante o bien ese infante se prostituye
por sí solo.
e. Alguien transmite sexualmente a otro enfermedades.
f. Alguien oculta conflictos familiares a otro.
Tanto en el primer enunciado como en el segundo, los procesos evaluados
negativamente por la emisora aparecen transformados en la forma superficial
a través de la impersonalización, en el primer caso, o bien mediante la nomi-
nalización, en el segundo, y, especialmente el primero de estos enunciados, está
sumamente modalizado con recursos mitigadores (Lavandera, 1986), como
son los usos del verbo modal “poder” con valor deóntico o del pronombre de
primera persona del plural para hacer referencia a un colectivo que no incluye
al sujeto hablante. Estas operaciones discursivas tienen como efecto que re-
sulte imposible para el interlocutor reponer quiénes fueron los responsables
de dichos actos.
Esta omisión de los actores responsables de los actos negativos contrasta
sintagmáticamente con la clara referencia que se hace, en el mismo discurso,
a aquellos sujetos que son responsables de los actos valorados positivamente:
[29] Por primera vez en mucho tiempo, [...] en este recinto estamos a punto de
empezar a desmitificar algunos temas y de correrle el velo al tabú de la edu-
cación sexual [...]. Es la primera vez que vamos a correr el velo del currículo
oculto que ha existido por siglos dentro del sistema educativo. [...] Por primera
vez vamos a sacarnos el “mascarón”, vamos a sacarnos la hipocresía y vamos
a empezar a plantear una historia diferente, de hablar con la verdad, sin dejar
la ética, los principios y la verdad de lado. (MOM: Cl. 22)

La información de la primera persona gramatical del plural en la desinencia


de los verbos conjugados presenta un “nosotros” inclusivo cuyo alcance pode-
mos delimitar en el grupo de “los diputados” o “los legisladores” a partir de la
referencia espacial que se hace en el texto al Congreso de la Nación.
Vemos, así, dos operaciones discursivas claramente opuestas: por un lado,
el uso de nominalizaciones y formas impersonales evita la mención explícita
de los agentes de los procesos valorados negativamente por la diputada del
ARI y, de ese modo, pierde fuerza la denuncia realizada. Por el otro, el uso
del “Nosotros” inclusivo presenta a los responsables de desarrollar las acciones
positivas y, así, traslada la evaluación sobre los procesos al propio grupo.

94
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

Tanto en el discurso de LixKlett como en el de Maffei, encontramos


operaciones discursivas que omiten en la estructura superficial la mención de
cierta información, fenómeno que exige que sea el interlocutor el encargado
de reponerla. En el primero de estos discursos, el uso de nominalizaciones
transforma los procesos que hacen referencia a la práctica sexual en productos
y, de ese modo, borra a los participantes implicados en dichas acciones. Por otro
lado, el uso de impersonalizaciones en cláusulas que remiten a las medidas que
deben implementarse en relación con este tema pone el foco en los procesos
y en los pacientes de dichos procesos, pero deja sin explicitar quiénes son los
agentes que deben encargarse de realizar estas medidas.
Estos mismos recursos aparecen en el discurso de Maffei en cláusulas que
dan cuenta de procesos valorados negativamente por la diputada, por lo que
los culpables de haber llevado a cabo estas acciones nunca son explicitados.
Esta omisión se evidencia en el contraste sintagmático que se establece con
aquellas cláusulas en las que se hace referencia a procesos valorados de forma
positiva, pasajes en los que los agentes son claramente designados. La crítica
queda, así, incompleta y su denuncia pierde fuerza.

3. Conclusiones
El estudio del sentido no puede valerse exclusivamente de reglas inmanentes
al lenguaje, dado que excede el marco propio de la lingüística. La dimensión
significante de un discurso constituye el punto de confluencia entre la lengua,
la historia y la ideología, por lo que no puede analizarse sino en la relación que
el discurso establece con sus condiciones productivas, entre las que siempre
se encuentran otros discursos. Reponer esos otros discursos, identificar los
signos y las valoraciones que circulan en una época determinada es una tarea
imprescindible que debe realizar el analista si pretende lograr un conocimiento
–siempre parcial– del funcionamiento de los significados y su disputa en una
sociedad determinada:
Los signos no “significan” aislados sino en el texto en el que aparecen, y a la vez
como resultado de toda una producción discursiva de determinados emisores,
personales o institucionales. De acuerdo con los sintagmas en los que aparecen, con
qué otros signos se los combina o califica, con cuáles se los compara, contrapone
o coordina, los signos adquieren diferente valor. (Raiter, 1999a: 43)

En esta investigación, hemos analizado las valoraciones que circularon


sobre el signo ideológico “sexualidad” en el debate parlamentario sobre el
proyecto de Educación Sexual Integral en la Argentina, para lo que nos cen-
tramos específicamente en las posturas a favor y en contra del proyecto de los
diputados Maffei y LixKlett, respectivamente. El motivo del trabajo consistía
en analizar si el proyecto está acompañado por un discurso que cuestiona los
valores fundamentalmente represivos con que se ha caracterizado a este signo

95
13 (1)

en las sociedades modernas occidentales, que han silenciado el goce del sexo
relegándolo a lo no dicho o lo tabú, y en su lugar, han enfatizado su carácter
inmoral o peligroso.
De esta manera, hemos observado que el discurso que sustenta la educa-
ción sexual integral no logra imponer nuevas valoraciones sobre la sexualidad,
sino que, al justificar la inclusión del tema como contenido curricular a partir
exclusivamente de los tópicos que ya estaban presentes en el interdiscurso,
especialmente las consecuencias no deseadas de la práctica sexual, como los em-
barazos no deseados, las transmisiones de enfermedades o los abusos, reproduce
los mismos valores ya establecidos en el discurso dominante. La predominancia
del discurso de la medicina preventiva, manifestada en la insistencia en el uso
de métodos anticonceptivos y de prevención de enfermedades, vuelve a reducir
la sexualidad a la mera genitalidad, dejando en el olvido las perspectivas de
género y de derechos humanos, que vendrían a incorporar otras dimensiones
en el abordaje del tema.
El discurso de Maffei queda, así, calificado como un discurso opositor
(Raiter, 1999) a aquel que se pronuncia en contra del proyecto al negar los
tópicos planteados por dicho discurso: al tiempo que los niega, los reconoce y
legitima y, así, pierde iniciativa su propio discurso.
Sea a causa del pecado que implica, sea por el riesgo que conlleva, la
abstinencia se presenta, con mayor o menor explicitud, en ambos discursos
como la única solución al problema de la sexualidad hasta formar una pareja
estable, monógama, adulta y saludable. Mientras tanto, el carácter integral de
la sexualidad permanece fuera del campo de las significaciones posibles.

NOTAS

1 Giddens (1998) señala que si bien la libertad sexual extramatrimonial era una
práctica propia de los grupos aristocráticos, su ausencia entre las clases más pobres
no respondía a una cuestión ética, sino a la falta de tiempo y energías producto de
un estilo de vida caracterizado por intensas jornadas dedicadas al trabajo agrícola.
2 La mayor frecuencia de notas a partir de esa fecha relacionadas con la sexualidad o
temas afines en los principales diarios de la Argentina, como son Clarín, Página/12
y La Nación, da cuenta de este hecho.
3 A comienzos del año 2006, se difundió en los medios dos casos de abuso emble-
máticos debido a que se trató de mujeres discapacitadas víctimas de violación, a
quienes la Justicia les negó la autorización para que se les practicara un aborto.
4 Una encuesta realizada por el Instituto Social y Político de la Mujer/ISPM y la
United Nations Funds for Population/UNFPA, en el año 2004, consultó a 1200
personas de entre 16 y 55 años de edad, en varias jurisdicciones de la Argentina, y
dio como resultado que un 96, 9% de los encuestados estaba a favor de incluir la
educación sexual en el ámbito escolar.
5 Ley 26. 150, Programa Nacional de Educación Sexual Integral.
6 www.congreso.gov.ar

96
Gabriel Dvoskin: Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos

7 La ley de Educación Nacional, sancionada en diciembre de 2006, establece la


obligatoriedad de los niveles preescolar, primario y secundario, por lo que amplió
la educación formal obligatoria de diez a trece años.
8 La traducción de la cita es nuestra (G. D.).
9 Como señala Ducrot (2001), el acto de enunciación establece un contrato social
entre los interlocutores, por lo que crea derechos y deberes entre ellos.

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Gabriel Dvoskin es Licenciado y Profesor en Letras por la Universidad de


Buenos Aires (UBA) y doctorando en Lingüística de esa misma universidad.
Es ayudante de la materia Sociolingüística, en la UBA, y becario doctoral del
CONICET. Es miembro de un proyecto de investigación de la Universidad
de Buenos Aires, dirigido por Alejandro Raiter y Julia Zullo. Ha escrito el
artículo “Eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca. La educación formal
de la sexualidad”, publicado en el libro Esclavos de las Palabras (2012), coor-
dinado por Raiter y Zullo, Buenos Aires: Facultad de Filosofía y Letras, UBA.
Desempeña sus actividades en el Instituto de Lingüística de la UBA.
Correo electrónico: gabidvoskin@hotmail.com

98
ARTÍCULO

La ciudad y el campo como referentes de identidad


en adolescentes mapuches de Temuco y Santiago

CHERY PÉREZ ARCE


SANDRA GARRIDO OSSES
GABRIEL LLANQUINAO LLANQUINAO
HÉCTOR TURRA CHICO
MARÍA EUGENIA MERINO DICKINSON
Universidad Católica de Temuco

Resumen. Este artículo describe los espacios ciudad y campo y el rol que estos juegan
en la construcción de identidad de adolescentes mapuches de las ciudades de Temuco
y Santiago. El estudio es cualitativo descriptivo y los datos se abordan desde el análisis
del discurso y el enfoque de identidades espaciales de Proshansky (1978). La muestra
es representativa de jóvenes mapuches urbanos de las ciudades de Temuco y Santiago.
Los datos se recogieron a través de entrevistas semiestructuradas. Los resultados indi-
can que las construcciones discursivas de los espacios ‘ciudad’ y ‘campo’ se enmarcan
principalmente en dos modalidades de identificación relevadas por Dixon y Durrheim
(2000): pertenencia y apego. La noción campo evoca un modo particular de contexto en
el cual se relevan aspectos sociales, culturales y lingüísticos. En el campo, a diferencia
de la ciudad, se generan modos de apego vinculados a tipos de afectividad relacionadas
con prácticas de socialización mapuche.
Palabras clave: identidad, identidad de lugar, identidad urbana, identidad mapuche.

Resumo. Este artigo descreve as áreas da cidade e do país eo papel que desempenham
na construção da identidade jovem mapuche das cidades de Temuco e Santiago. O
estudo é descritivo e os dados qualitativos são discutidos a partir da análise do discurso
e do foco de identidades Proshansky espacial (1978). A amostra é representativa das
cidades mais jovens mapuches urbanos de Temuco e Santiago. Os dados foram coleta-
dos através de entrevistas semi-estruturadas. Os resultados indicam que as construções
discursivas de ‘cidade’ os espaços e ‘campo’ são enquadra dos principalmente em duas
formas de identificação pesquisados p ​​ or Dixon e Durrheim (2000): a pertença e apego.
O conceito evoca um campo específico do contexto em quea relevância dos contextos
social, cultural e linguística. No campo, ao contrário da cidade, os modos de fixação
são gerados relacionada com os tipos de práticas de socialização afectivas relacionadas
com mapuche.
Palavras-chave: identidade, identidade de lugar, identidade urbana, identidade mapuche.

Abstract. The spaces of city and countryside are described in this article as well as
the role that these play in the identity construction of Mapuche youngsters from
Temuco and Santiago. The study is qualitative and descriptive and the data is analyzed
through discourse analysis and the spatial identity approach (Proshansky, 1978). The
Recibido: 22 de noviembre de 2012 • Aceptado: 10 de mayo de 2013.

ALED 13 (1), pp. 99-114 99


13 (1)

sample consists of semi-structured interviews and is representative of urban Mapuche


youngsters from Temuco and Santiago. The results indicate that the discursive con-
structions of spaces, such as the ‘city’ and ‘countryside’, are framed mainly into two
modes of identification (previously stated by Dixon and Durrheim, 2000): belong-
ing and attachment. The notion of countryside evokes a particular context in which
some social, cultural and linguistic aspects are revealed. In the countryside, unlike in
the city, attachment is expressed as related to types of affectivity linked to Mapuche
socialization practices.
Keywords: identity, place-identity, urban identity, Mapuche identity.

Introducción1
La cultura mapuche se caracteriza por su relación con la tierra y la natu-
raleza, además de poseer una estructura social, política y religiosa propia. En
contextos urbanos estos elementos culturales pueden verse afectados lo que ha
provocado una tendencia a reformular la cultura y contextualizar estos elemen-
tos en torno a dichos espacios urbanos. Por ejemplo, Cuminao (1998) plantea
que la cultura e identidad de los migrantes mapuches en Santiago se encuentra
en un constante proceso de reformulación y reelaboración de elementos cultu-
rales propios, pero sin perder la historia que los conecta a un pasado común, ya
que no se rompen los vínculos con la comunidad de origen de forma radical,
pero que al verse enfrentado a la sociedad moderna u occidental, el mapuche
está inmerso en una situación compleja. De igual forma, Aravena (2000) se-
ñala la relevancia de los procesos de construcción, recomposición y adaptación
de los mapuches migrados a Santiago para responder a los imperativos de la
sociedad moderna. Para Giannelli (2006), los mapuches urbanos apelan a la
pertenencia étnica sobre la base de su auto-adscripción y el reconocimiento de
los demás miembros y sectores que componen la sociedad mapuche. Esto se
logra a través del replanteamiento de la cultura en torno a los espacios físicos
que allí se encuentran de manera constante. De igual manera, Abarca (2002)
concluye que los mapuches sustentan una identidad basada en el recuerdo, en
el imaginario y en la recreación de prácticas culturales realizadas en un nuevo
contexto. Finalmente, Gissi (2002) describe el rol del barrio o sector que juega
en la reactualización de la identidad mapuche en Santiago.
Ante lo expuesto el presente estudio intenta dar cuenta de cómo los espa-
cios ‘ciudad’ y ‘campo’ respectivamente actúan como referentes de identidad
en adolescentes mapuches de las ciudades de Temuco y Santiago. Para ello,
el objetivo del presente artículo es describir cómo los adolescentes mapuches
de Temuco y Santiago construyen, por medio de su discurso, una identidad
de lugar referida a los espacios de la ciudad y el campo, y los modos de iden-
tificación que desarrollan en torno a ellos. De modo específico, nos interesa
relevar los modos de identificación con los lugares ‘campo’ y ‘ciudad’, desde el
enfoque de identidades espaciales propuesto por Dixon y Durrheim (2000).

100
Chery Pérez, Sandra Garrido, Gabriel Llanquinao, Héctor Turra, María E. Merino: La ciudad y el campo ...

1. Marco conceptual
1.1. Identidad
La concepción filosófica moderna de identidad se basa en la creencia en
la existencia de un sí mismo, o centro interno, que emerge con el nacimiento,
como un alma o esencia, que permanece fundamentalmente igual durante
toda la vida (Larraín, 2001). Desde Marx en adelante, muchos sociólogos
y psicólogos sociales han desarrollado una concepción alternativa mediante
la cual las expectativas sociales de los otros juegan un rol fundamental en el
proceso de identificación con algunas cualidades. De este modo, la idea de un
sujeto producto de la interacción con una variedad de relaciones sociales llegó
a ser crucial. La identidad tiene que ver con las ideas que las personas se hacen
sobre quiénes son y sobre lo que tiene sentido para ellas. Estas interpretaciones
se forman en relación con ciertos atributos que tienen prioridad sobre otras
fuentes de significado (Giddens, 2002). Asimismo, Castells (1999) señala que
en la construcción de las identidades colectivas se utilizan materiales de la
historia, la geografía, la biología, las instituciones productivas y reproductivas,
la memoria colectiva y las fantasías personales, los aparatos de poder y las ins-
tituciones religiosas. Pero los individuos, los grupos sociales, y las sociedades
procesan todos esos materiales y los reordenan según las determinaciones
sociales y los proyectos culturales implantados en su estructura social y en su
marco espacio/temporal. Larraín (2001) entiende el concepto como un proceso
permanente en el cual los individuos construyen su forma de apreciarse. Este
proceso tiene que ver con las relaciones del entorno con el sujeto y cómo él
se construye en éste. Además, la identidad se va reelaborando a lo largo de la
vida, puesto que las personas tienden a cambiar las percepciones de aquello que
les resulta importante, cambiando de prioridades. Esta concepción dinámica
de la construcción y reelaboración de la identidad es la que se asume como
perspectiva en este trabajo, fundamentalmente, en los modos de expresión que
los jóvenes señalan vinculado al campo y ciudad como espacios relevantes de
construcción de su identidad. En efecto, la identidad no es una esencia innata
dada sino un proceso social de construcción Larraín (2001) propone tres ele-
mentos constitutivos a partir de los cuales se construye. En primer lugar, los
individuos se definen a sí mismos, o se identifican con ciertas cualidades, en
términos de ciertas categorías sociales compartidas. Al formar sus identidades
personales, los individuos comparten ciertas lealtades grupales o características
tales como religión, género, clase, etnia, profesión, sexualidad, nacionalidad,
que son culturalmente determinadas y contribuyen a especificar al sujeto y su
sentido de identidad. En segundo lugar, está el elemento material que incluye
el cuerpo y otras posesiones capaces de entregar al sujeto elementos de auto
reconocimiento. La idea es que al producir, poseer, adquirir o modelar cosas
materiales los seres humanos proyectan su ‘sí mismo’, se ven a sí mismos en

101
13 (1)

lo material y ven lo material de acuerdo con su propia imagen. Es a través de


este aspecto material que la identidad puede relacionarse con el consumo y
con las industrias tradicionales y culturales. En tercer lugar, la construcción del
sí mismo necesariamente supone la existencia de ‘otros’ en un doble sentido.
Los otros son aquellos cuyas opiniones acerca de nosotros internalizamos.
Pero también son aquellos con respecto a los cuales el ‘sí mismo’ se diferencia
y adquiere su carácter distintivo y específico. De este modo la identidad so-
cialmente construida de una persona, por ser fruto de una gran cantidad de
relaciones sociales, es inmensamente compleja y variable.

1.2. Identidad de lugar


La identidad de lugar consiste en un conjunto de cogniciones referentes a
lugares o espacios donde la persona desarrolla su vida cotidiana y en función de
los cuales el individuo puede establecer vínculos emocionales y de pertenencia
a determinados entornos. Estos vínculos son, como mínimo, tan importantes
como los que se establecen con los diferentes grupos sociales con los cuales el
individuo se relaciona. En la base de esta estructura se encuentra el ‘pasado
ambiental’ del individuo así como los significados socialmente elaborados
referidos a estos espacios que la persona ha ido integrando en sus relaciones
espaciales. El individuo no es consciente de este ‘depósito cognitivo’ que con-
figura la identidad de lugar del cual (Proshansky, Fabian y Kaminoff, 1983),
excepto cuando siente su identidad amenazada. Estas situaciones permiten a
la persona reconocer propiedades de los entornos nuevos que se relacionan
con su pasado ambiental, favorecer un sentido de familiaridad y percepción de
estabilidad en el ambiente, obtener indicios sobre cómo actuar, determinar el
grado de apropiación o la capacidad para modificar el entorno y, por último,
favorecer un sentimiento de control y seguridad ambiental.
El proceso de construcción de identidad requiere que los individuos
hagan sentido de ellos mismos, siendo uno de los asuntos más relevantes la
identificación que se tiene con espacios tanto físicos como sociales. Para poder
comprender la identidad que se está formando con respecto a estos lugares es
necesario determinar el grado de Identidad de Lugar (Place Identity, Pretty,
Chipuer y Bramstom, 2003). Este concepto, de acuerdo a Dixon y Durrheim
(2000), forma parte de una estructura psicológica que es sólo parcialmente
consciente, pero que puede ser identificada cómo acción en el discurso de los
individuos (Edwards, 1997; Edwards y Potter, 1992). La identidad de lugar,
desde esta perspectiva, es expresada en el discurso con el fin de determinar la
pertenencia a un determinado espacio y así poder legitimar ciertas acciones y
relaciones sociales, y de la misma forma atribuirse a sí mismos categorías o idea-
les que son parte de las representaciones sociales que se manejan y comparten
sobre lugares determinados (Proshansky, Fabian y Kaminoff, 1983). Más aún,
los lugares donde hemos vivido también influyen en nuestras preferencias de

102
Chery Pérez, Sandra Garrido, Gabriel Llanquinao, Héctor Turra, María E. Merino: La ciudad y el campo ...

ambientes o medio-ambientes y afectan nuestras preferencias con respecto al


tipo de medio-ambiente que buscamos para vivir.
Sin embargo, lo contrario también es real. Los lugares en que vivimos (o
trabajamos) son influenciados por las identidades de las personas. La gente per-
sonaliza sus hogares y lugares de trabajo con decoraciones, para que sus casas y
jardines reflejen y comuniquen quienes son (Drespres, 1991; Csikszentmihalyi
y Rochberg-Halton, 1981; Nasar y Kang, 1999; Rapoport, 1982). Al respecto,
según Speller (2000) se debe adoptar una mirada del lugar de forma transaccional,
ya que es de esta forma que se entiende que el lugar tiene injerencia en la iden-
tidad y viceversa, el lugar es un espacio geográfico que ha adquirido significado
como resultado de la interacción de la persona con el mismo. Así, Breakwell
(1986) describe el lugar como una fuente de identidad porque posee símbolos,
representa/evoca recuerdos personales, representa recuerdos grupales, y porque
su significado es continuamente re-negociado. Desde esta perspectiva Proshansky
(1976) plantea que el individuo se apropia del espacio transformándolo física o
simbólicamente y, al mismo tiempo, incorpora a su ser (self) determinadas cogni-
ciones, afectos, sentimientos o actitudes relacionadas con el espacio que resultan
parte fundamental de su propia definición como individuo, de su identidad.

1.3. Identidad urbana


El concepto de identidad urbana apunta a una serie de elementos que el
individuo adopta como parte de sí mismo. Lynch (1998) habla de la ‘imagen
urbana’ por medio de estructurantes urbanos, a través de una mirada físico-
funcional de ésta, reconociendo conceptos clásicos de la ciudad como los nodos,
hitos, bordes, cauces y distritos circunscritos, los cuales otorgan actividades
jerarquizadas, centralidades, y ejes de importancia a la ciudad, llevándonos a
una identidad particular dentro de ella, que podemos encontrar o crear en la
ciudad. Esto son referentes que ayudan a recordar partes de la ciudad y que
tienen una característica muy especial ya que son referentes permanentes de-
terminados por su carácter físico, construido dentro de la ciudad.
Esta postura entonces devela una forma de entender la identidad urbana
a partir del reconocimiento de aspectos físicos de la ciudad que nos ayuden a
orientarnos en ella y a su vez al reconocimiento de ciertos aspectos morfológicos
de las distintas construcciones que poseen estos lugares, para que éstos a su
vez posean una cierta imagen urbana y así poder posicionarse en la memoria
colectiva de los individuos de la ciudad.
A diferencia de la perspectiva física hacia la identidad urbana, Fox (2001)
explica que:
son las personas que por medio de sus propias vivencias y experiencias y percep-
ciones construyen identidades con los espacios urbanos que usan esporádica o
permanentemente. Esos usos dejan huellas en la ciudad y son estas huellas de uso
las que precisamente nos hablan de las identidades (Fox, 2001: 81).

103
13 (1)

Es así como el entorno urbano es considerado como algo más que el esce-
nario físico donde se desarrolla la vida de los individuos, siendo un producto
social fruto de la interacción simbólica que se da entre las personas que com-
parten un determinado espacio. Para Fox (2001) el espacio urbano supera la
dimensión física para adquirir también una dimensión simbólica y social. Más
aún, el entorno urbano es analizado como una categoría social, pero siempre
refiriéndose a la idea de llegar al concepto de identidad, como pertenencia a
un lugar, barrio o ciudad por parte del individuo o grupo. Todo esto lleva al
individuo a cuestionarse si reside o no en tal barrio o ciudad, apelando a una
comunidad y no a los individuos en sí. De este modo se conforman las repre-
sentaciones de determinadas comunidades según el grado de afinidad entre sus
individuos y, en cierto modo, con el entorno que ellos comparten. Si bien Fox
(2001) se refiere a lugares barrios y ciudad, él se enfoca más específicamente en
el barrio, aludiendo aún más a la idea de pertenencia en cuanto a su residencia.

1.4. Identidad mapuche


Durán (1986) señala que la identidad mapuche sería el resultado de un
proceso de identificación y autoidentificación de determinado grupo étnico,
con base en el criterio de los rasgos físicos, culturales y sociales, respecto de las
sociedades con las que entran en contacto en tanto miembros pertenecientes
a sociedades diferentes. Esta identificación y autoidentificación implica que
se comparten las concepciones, las imágenes y las evaluaciones de sí mismo y
del otro y se traducen, total o parcialmente, en acciones que, por la condición
del contacto interétnico se orientan tanto a la sociedad distinta, como hacia
la propia.
Otro aspecto de identificación étnica, propio del pueblo mapuche y de
suma importancia, es la relación entre la tierra y la comunidad que remite a
su religiosidad y la creencia en el Dios todopoderoso Ngenechén. Como señala
Rebolledo (1995), el vínculo con la tierra (mapu) y la comunidad tienen un
peso fundamental en la identidad mapuche: ellos son “la gente de la tierra”, y
es en el contacto con ella y con la comunidad en la cual se revitalizan los nexos
con el pasado, con las divinidades. Las formas que asume el “ser mapuche”
están íntimamente ligadas a cómo se piensa y ordena el mundo, en referencia
siempre a un orden sagrado, en el que la preocupación y las acciones principa-
les están dirigidas a la mantención de la reciprocidad y el equilibrio cósmico.

2. Metodología
Las muestras para el análisis fueron seleccionadas del banco de datos del
proyecto Fondecyt 1090523 y se procuró su equivalencia en términos de género
con el fin de asegurar la amplia heterogeneidad cultural (aculturación) que se
observa en la sociedad mapuche. De esta forma, se seleccionó una muestra de

104
Chery Pérez, Sandra Garrido, Gabriel Llanquinao, Héctor Turra, María E. Merino: La ciudad y el campo ...

doce adolecentes mapuches urbanos con un rango etario de 15 a 20 años, tres


mujeres y tres hombres de la ciudad de Santiago y tres hombres y tres mujeres
de la ciudad de Temuco.
La recolección de los datos se realizó mediante una entrevista tipo con-
versación conducida por un entrevistador mapuche joven. El objetivo de
este dispositivo fue generar un diálogo entre jóvenes de una misma etnia que
permitiera una reflexión acerca de la identidad étnica abordando variados
aspectos de la vida cotidiana del adolescente mapuche. Las entrevistas fueron
grabadas en audio y el entrevistador tomó registro etnográfico de los anteceden-
tes paralingüísticos, kinésicos, espaciales y de contexto que acompañaban los
relatos, mediantes pautas simples elaboradas específicamente para este estudio.
Posteriormente los datos fueron transcritos según la simbología de Jefferson
(2004) considerando turnos, énfasis, y otros factores del discurso hablado que
permitieran un análisis apegado al sentido de la interacción y orientado desde
los participantes. Para el análisis se utilizó el enfoque de identidades espaciales
de Dixon y Durrheim (2000) y cuatro modalidades de identificación aportadas
de diferentes autores. Una modalidad de identificación es el reconocimiento
(acknowledgement) que Proshansky (1978) define como el sentimiento de iden-
tificación con un lugar y sus características de contexto propias. Otro modo
es la localicidad (locatedness) que Dixon y Reicher (1997) plantean como una
construcción subjetiva de un lugar respecto del cual el hablante proyecta su
futuro a mediano o largo plazo. Una forma de identificación más vinculante
para el individuo es la pertenencia (belonging), concepto que Dixon y Reicher
(1997) definen como el sentimiento hacia un lugar que se construye sobre la
base de experiencias autobiográficas vividas en dicho espacio. La pertenencia se
percibe como la idea de ‘estar en casa’ y obedece a sentimientos que se manifies-
tan a un nivel comunitario o grupal, ya que la noción de participación dentro
de una comunidad es lo que permite entender en qué medida el individuo se
siente parte de un espacio. La manera más estrecha de identificación con un
lugar es el apego (attachment) que para Rowles (1983) consiste en una conexión
emocional con un lugar, y que, según Pretty, Chipuer y Bramston (2003), se
construye sobre la base de experiencias autobiográficas positivas vivenciadas
en dicho espacio, permitiendo establecer también un compromiso conductual
por parte de los individuos respecto del lugar, su interacción y las relaciones
sociales y culturales que operan en él. Finalmente y como antítesis del concepto
anterior está el desapego, es decir la inexistencia o pérdida de identificación o
pertenencia a un lugar debido a experiencias negativas relacionadas con dichos
espacios. Desde este enfoque entonces se intenta develar las acciones discursivas,
esencialmente de posicionamiento (Edwards y Potter, 1992), que plantean los
individuos y que determinan el grado de apego que ellos poseen con respecto
al lugar, en otras palabras se determina si los individuos relevan estos aspectos
como parte de su identidad.

105
13 (1)

3. Resultados y discusión
3.1. El espacio ‘ciudad’
Para los jóvenes de la ciudad de Temuco el espacio ‘ciudad’ evoca un tipo
de identificación restringida a determinadas funciones. Se considera la ciudad
como un lugar para el desarrollo académico (estudios):
salir a la ciudad y::: poder estudiar es que hay colegios igual que como que están en
el campo como que no son muy buenos de::: en cuanto a la educación T:M:J:24-26.2

Este modo de expresión de la identidad asociada al campo y su distancia-


miento expresa, por un lado, un tipo de ‘apego’ y ‘pertenencia’, lo cual se ve
alterado por condiciones externas, las cuales refieren a la educación escolar.
Algunos jóvenes indican que existe identificación con el espacio ciudad ya
que se reconocen como habitantes de éste y no se sienten pertenecientes a
otros espacios, como por ejemplo el campo. Como lo expresa la adolescente a
continuación, no se observan descripciones más detalladas en relación a esta
preferencia:
en cambio como yo soy así soy como más como más de la ciudad jaja. Entonces no me
siento tanto del campo tan mapuche porque la mayoría de la gente que son mapuche
son del campo no la mayoría pero no todos. T:M:Cla:167-169.

Desde una perspectiva intercultural, un aspecto a destacar de este testimo-


nio es la noción o asociación entre ser del campo y ser mapuche, razón por la
cual la ciudad pasa a ser un espacio circunstancial de vida. Es decir, a mayor
vínculo con el campo, mayor reconocimiento de la condición de mapuche.
Otro modo relevado para el espacio ‘ciudad’ es el ‘desapego’ que en el
caso de ‘Cla’ se evidencia en los episodios en los que narra la discriminación
que sufrió allí:
[…] podría decirte que normal, que allá en Calama cuando yo vivía en Calama ahí
co::mo que no me molestaban, después llegué a Temuco como que me molestaban por
el apellido cosa que acá en Temuco no debería ser así T:M:CLa:3-6.

Esta cita expresa la diferenciación de la identidad de lugar entre las ciudades


de Calama y Temuco, donde Temuco se asocia directamente con un compo-
nente mapuche y, por lo tanto, al espacio campo. En efecto, en su dimensión
intercultural, el lugar ‘Temuco’ se asume como parte de la construcción de
identidad mapuche. En este testimonio se observa nuevamente la asociación
que se realiza entre ser del campo (Temuco) y ser mapuche: es por ello que el
sujeto se ve extrañado al verse discriminado en un lugar como Temuco y no
haber sido discriminado durante su estadía en Calama, siendo ésta última una
ciudad ajena a la cultura mapuche “me molestaban por el apellido cosa que acá
en Temuco no debería ser así” T:M:CLa:3-6.

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Chery Pérez, Sandra Garrido, Gabriel Llanquinao, Héctor Turra, María E. Merino: La ciudad y el campo ...

Para los jóvenes de Santiago, al igual que ocurre con los jóvenes de Temuco,
el espacio ‘ciudad’ se presenta como un lugar en el que se desenvuelven de ma-
nera cómoda, debido a que en ella los adolescentes pueden desarrollarse, por
ejemplo, a nivel económico y a nivel académico, a diferencia de lo que ocurre
en el contexto ‘campo-sur’. Lo anterior se evidencia a través de la preferencia
por la ‘ciudad’ por sobre el ‘campo’ como ocurre con EC:
no sé:::, (ja, ja) (.) yo cacho que acá se gana la plata, más bien, no como en el sur que
tienen que hacer pololos, (.) más en los veranos S:M:EC:471-472.

De igual manera, los jóvenes de Santiago expresan una forma de ‘apego’


por la ciudad de Temuco, que asocian con lo rural, el campo o las comunida-
des mapuches de la región de la Araucanía. Los adolescentes hacen mención
a viajes realizados a esta ciudad, las características culturales que ésta presenta
y la conexión emocional que han establecido con ella, como lo plantea M:
Ehhh sí, este verano fui, lo pasé súper bien, compartí con una hermana de mi abuelita,
es muy simpática y me quería dejar allá (sonríe) S:H:M: 138-140.

Algunos jóvenes de Santiago dan a conocer su ‘desapego’ emocional hacia


el espacio ciudad (Santiago) utilizando como estrategia el relato autobiográfico.
Según Abell, Condor y Stevenson (2006), la forma como hablamos acerca de
los lugares permite construir identidades políticas y manejar relaciones sociales.
Mediante los relatos autobiográficos los entrevistados describen episodios de
discriminación. En ellos se destaca la discriminación principalmente verbal,
como se observa en el testimonio de ‘S’ a continuación.
[…] cuando llegué sí me sentí::: me trataban más::: más sureña, más por mi apellido,
pero no tanto como a los que tienen sus dos apellidos indígenas, a ellos los molestan
más los discriminan y todo, pero a mí me discriminaban […]::: después se fueron
acostumbrando a mí” S:M:S:45-49.

Las experiencias de discriminación percibidas en el espacio ‘ciudad’ cons-


tituyen criterios de evaluación que generan valoración moral negativa por
el espacio (Dixon, Levine y McAuley, 2006), lo cual se traduce en lazos de
emocionalidad negativa con este lugar (Proshansky, 1978).
En el análisis también se identificó el modo ‘localicidad’, el cual se plantea
en forma de proyecciones de vida o de trabajo en un determinado lugar (lo-
cation placement). Los entrevistados elaboran construcciones cognitivas sobre
un lugar y formas subjetivas de ubicación en un lugar, lo cual se ve reflejado
en las proyecciones y objetivos que presentan en relación a un espacio como
es la Universidad en el caso de AA:
estudiando en la Universidad es una gran herramienta como para nosotros concientizar
un poco a la gente de lo que está pasando S:H:AA: 33-40.

107
13 (1)

Tanto en el discurso de los jóvenes de Temuco como en el de los jóvenes


de Santiago se identifica la presencia del ‘componente afectivo evaluativo’
que Proshansky (1978) define como las preferencias de las personas o un
sentimiento hacia un lugar o ambiente emocional. El espacio ciudad referido
a Santiago se describe como un lugar que propicia el desarrollo profesional y
de trabajo. El trabajo en esta ciudad otorga mejores oportunidades académicas
como laborales, lo que permite tener un mejor estándar de vida. Por otro
lado, Santiago también posee características negativas asociadas a un estilo
de vida que es marcado por el apuro, enojo, estrés y la contaminación. Esta
percepción de ‘desapego’ es compartida por los jóvenes de Temuco debido
a que este espacio es también caracterizado por prácticas discriminatorias
hacia quienes poseen apellidos mapuches.

3.2. El espacio ‘campo-sur’


Para los jóvenes de Temuco se releva el modo ‘identificación’ con el
espacio ‘campo-sur’ como un lugar de límites difusos donde se realizan
actividades propias del contexto rural, ceremonias mapuches, relaciones de
colaboración y cordialidad, como lo expresa Ju:
porque me enseñaron así y me gusta el campo me gusta estar allá, se siente bien
uno ahí, con el aire la relación de allá de ver campo no sé el aire, la naturaleza T:
H:Ju: 14-16.

En este sentido, Breakwell (1986) describe la noción de lugar como


una fuente de identidad porque posee símbolos, representa, evoca recuerdos
personales, recuerdos grupales y porque su significado es continuamente
re-negociado. Al igual que los jóvenes de Santiago, discursivamente los
jóvenes de Temuco también construyen estas visiones cognitivas y formas
subjetivas (Uzzel, Pol y Badenas, 2002) en torno al espacio ‘campo-sur’. La
identificación con este espacio está asociada a un modo de socialización en
la cultura mapuche relacionado con el conocimiento del entorno natural.
Este reconocimiento tiene su base en el conocimiento del lugar, el entorno,
la naturaleza y sus características. Además, se construyen ciertos aspectos
que moldean la forma de socialización mapuche, como el modo de crianza
de los niños, el conocimiento de los animales, aves y las plantas, entre otros.
La relación con la naturaleza, el conocimiento del tiempo y el espacio, se
asocian a las actividades propias de la vida cotidiana. La conceptualización de
la vida cotidiana mapuche debe ser entendida desde el marco cultural propio.
Algunos jóvenes de Temuco establecen ‘apego’ con el espacio ‘campo-sur’
a través de relatos autobiográficos ya que éste es un espacio de encuentro
familiar donde se practica la lengua mapuche; además se manifiesta explí-
citamente un sentimiento de bienestar por la práctica familiar de la lengua
como se observa en el testimonio de Ju:

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Chery Pérez, Sandra Garrido, Gabriel Llanquinao, Héctor Turra, María E. Merino: La ciudad y el campo ...

porque me enseñaron, como le comentaba antes que pase mi niñez casi toda allá en
el campo, yo veía a mi abuela a algunos primos más cercanos y todos hablaban en
mapuche yo me sentía bien po T:H:Ju27-29.

Los jóvenes de Temuco evidencian un compromiso afectivo con los habi-


tantes y familiares del espacio ‘campo-sur’ las cuales se mantienen en el tiempo.
El apego también se genera debido a las visitas frecuentes que ellos realizan a
las comunidades mapuches y a la relación de las comunidades con sus familias
tanto paternas como maternas:
[…] mis parientes, siempre he estado yendo para allá a visitarlos, nunca he desapa-
recido mucho tiempo, o como que a uno lo llaman si desaparece mucho se siente mal
porque tiene que ira pa’ allá a verlos, a ver el campo su familia, eso no lo he perdío
T:H:Ju:72-75.

El espacio ‘campo’ es para los entrevistados un lugar donde se desarrollan


buenas relaciones sociales que permiten el descanso y tranquilidad, donde
los habitantes son amables, y donde se participa en actividades familiares. Es
en ese espacio donde los entrevistados vivencian sentimientos de bienestar
ya que, según ellos, en el espacio ‘campo’ hay menos discriminación que en
otros contextos. Esta valoración positiva y apego por el campo de parte de los
adolescentes es aprendida en las diferentes comunidades mapuches. Para los
adolescentes de Temuco se observa un modo de apego al campo-sur, como
espacio de construcción de identidad, social y cultural, especialmente esta
última en tanto se relaciona con el conocimiento del entorno natural.
Por el contrario, otro de los modos presentes en algunos adolescentes de
Temuco es el ‘desapego’ por el espacio ‘campo’ lo que releva una relación di-
lemática (apego / desapego) con este lugar. No existen compromisos afectivos
ni conductuales que permitan generar valoración positiva. Además se asocia el
espacio campo-sur como mayoritariamente indígena lo cual genera sentimientos
de disgusto por vivir en dicho espacio, como ocurre con Cla:
no sé, es que a mí no me gusta el campo si mis papás dicen es que nos vamos a ir a
vivir al campo y yo así como que NO:: es que no me gusta T:M:Cla:176-177.

Cobran particular sentido en este testimonio las experiencias de sociali-


zación y vínculos con el contexto de vida, lo que advierte algunos supuestos.
Por una parte los relatos de los padres transmiten a sus hijos respecto del
contexto campo-sur son relacionados con aspectos negativos y por otra el
distanciamiento del contexto campo-sur como forma de vida reafirman este
desapego a dicho espacio.
En Temuco también se releva el modo ‘pertenencia’ que corresponde al
sentimiento personal de ‘sentirse en casa´, en un lugar particular (Dixon y
Reicher, 1997). Este emerge como resultado de experiencias, relaciones y re-
cuerdos conectados a un lugar, expresados de manera autobiográfica, en este

109
13 (1)

caso al espacio social campo-sur en los jóvenes de Temuco, específicamente la


comunidad mapuche, lo cual se evidencia a través de la participación en acti-
vidades culturales (ceremonias y ritos culturales) y el compartir con la familia,
donde se practica la lengua mapuche, lo que se aprecia en el relato de Ju:
hemos participado de ceremonias, como el año nuevo […] los guillatunes que nos
invitan a mi abuela, o a mi mamá y ahí los acompañamos po T:H:Ju: 77-81.

Se releva aquí la noción de construcción de comunidad donde las prácticas


culturales permiten establecer relaciones sociales y culturales, estrechar vínculos
y propiciar modos de participación.
Finalmente se releva en los jóvenes de Temuco el modo ‘localicidad’ en el
espacio ‘campo-sur’ referido principalmente a la posibilidad de obtención de
recursos naturales que ofrece dicho espacio, como lo expresa E:
Estamos haciendo una siembra allá en el campo, de parte de padre si, con mi papá
[…] Y::: ahí quiero invertir, ó sea ya sembramos ya nos falta aporcar y todo eso T:H:
E:21-27.

En el caso de los jóvenes de Santiago también es observable el modo


‘identificación’ con el espacio ‘campo-sur’. La identificación con el lugar,
desde la clasificación de las funciones de identidad de lugar (place-identity)
de Proshansky (1978), está referida al concepto de ´reconocimiento’. En este
sentido, los sujetos reconocen el campo como el espacio donde habitan y del
cual se sienten parte, debido a las características específicas de este contexto
(Proshansky, 1978). Los entrevistados se identifican con el contexto ‘campo-
sur’, principalmente debido a la relación que allí se genera con la naturaleza,
lo cual origina sentimientos de agrado el cual se evidencia discursivamente. La
relación con el campo se asocia al trabajo ‘duro’, en familia, lo cual es valorado
positivamente, como lo expresa A:
no sé poh, ayudo a todo lo que sea del sur poh, no sé poh, a ordeñar la vaca::: o sea,
todo, me gusta::: o sea igual me iría a vivir al sur, me gustaría S:H:A: 80-82.

La noción ‘sur’ está asociada a un tipo de lugar en relación con las acti-
vidades que allí se desarrollan, lo cual expresa ciertos grados de pertenencia
como contexto de construcción de la identidad personal.
Los jóvenes de Santiago además dan a conocer el ‘apego’ emocional hacia
dicho espacio (‘campo-sur’), observándose atribuciones de cercanía emocional
con la familia en espacios sociales y físicos ligados a la cultura mapuche. Este
apego emocional muestra una valoración positiva por el espacio y la perma-
nencia en el mismo y de la misma forma por las actividades que ahí se realizan,
tal como lo describe A:
[…] es cercana igual poh, o sea yo todos los veranos voy pa´l sur y no sé poh, hace un
tiempo no había luz, agua potable, entonces era bacán ir pa´ allá poh S:H:A:71-72.

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Chery Pérez, Sandra Garrido, Gabriel Llanquinao, Héctor Turra, María E. Merino: La ciudad y el campo ...

El espacio ‘sur’ también está asociado a ‘lo diferente’ respecto del con-
texto urbano particularmente respecto de sus condiciones, lo cual se vuelve
atractivo e influye en el modo de identificación.
Algunos jóvenes de Santiago expresan también sentidos de ‘pertenen-
cia’ al espacio ‘campo-sur’, esencialmente relacionada con las visitas que los
entrevistados realizan a sus lugares de origen y su participación activa en
actividades de la cultura mapuche, tal como lo plantea AA a continuación.
ahí yo empecé como a aprender poh, a través de mi mamá poh (.) ehh y después (.)
bueno ella siempre había participado en las ceremonias y después yo ahí empecé a
ir desde chico con mi primos con mis tías (.) bueno el ehhh (.) mi abuela después se
fue a vivir al campo S:H:AA: 140-144.

En términos comparativos, los adolescentes de Temuco y Santiago se


identifican con el espacio ‘campo-sur’, principalmente debido a la relación
que allí se genera con la naturaleza, lo cual produce sentimientos de agrado
que se evidencia en sus discursos. Por otra parte, la relación con el campo se
asocia con el trabajo duro, pero en familia, lo cual es valorado positivamente.
Los jóvenes se identifican con dicho espacio debido a las experiencias que ahí
se viven. Este espacio sería una construcción cognitiva subjetiva compartida
(Dixon y Durrheim, 2004) la cual no posee una delimitación geográfica
concreta.

4. Conclusiones
En este estudio describimos la relación entre los modos de ‘apego’, ‘perte-
nencia’ y ‘localicidad’ y nos enfocamos principalmente en cómo se presentan
dichos modos de identificación entre los jóvenes de Santiago y de Temuco
respecto de los referentes de identidad de lugar. En cuanto al modo ‘apego’,
hemos podido establecer que para los adolescentes mapuches de Temuco la
relación que se crea con el espacio campo-sur es un tanto dilemática; si bien
algunos de ellos expresan sentir apego por este lugar debido a la cercanía
emocional que allí se genera por el hecho de constituir un espacio ligado a
la cultura, otro grupo de adolescentes manifiesta no sentirse parte de éste, ya
que constituiría un espacio mayoritariamente indígena. Por el contrario, los
adolescentes mapuches de Santiago manifiestan sentir apego por dicho espacio.
Además, fue posible observar el modo ‘localicidad’ respecto del espacio
‘campo-sur’, presente sólo y de manera relevante en los jóvenes de Temuco,
quienes encuentran que dicho espacio ofrece proyecciones de vida o de trabajo.
Los entrevistados elaboran construcciones cognitivas sobre el campo debido a
que este espacio les permite la obtención de recursos naturales que posibilitan
la inversión económica. La ‘localicidad’ revela diferentes características que
los jóvenes atribuyen al espacio físico ‘campo-sur’. Los jóvenes de Temuco se
refieren a éste como un lugar donde se encuentra el origen mapuche, zona de

111
13 (1)

gente amable, prácticas culturales (lengua mapuche y medicina), estilo de vida


tranquilo y saludable.
Este modo se encuentra presente en los adolescentes de Santiago sólo para
el espacio ‘ciudad’, ya que las proyecciones de vida a las cuales se refiere el
modo ‘localicidad’ están referidas principalmente a la mejora de la calidad de
vida que brinda dicho espacio. Los jóvenes atribuyen diferentes características
a la ciudad de Santiago donde las más recurrentes son: espacio para trabajar
y desarrollarse profesionalmente, desarrollo académico (estudios), mejores
remuneraciones que permiten una mejor calidad de vida en la ciudad.
Por otra parte debemos destacar el grado de ‘pertenencia’ que los jóvenes
señalan respecto del ‘campo’ asociado a su condición de mapuche. La noción
‘campo’ evoca un modo particular de contexto en el cual se relevan aspectos
sociales, culturales y lingüísticos.
En el ‘campo’, a diferencia de la ‘ciudad’, se generan modos de ‘apego’
vinculados a tipos de afectividad relacionadas con prácticas de socialización
mapuche. Para los adolescentes mapuches resulta fundamental la cálida acogida
de los adultos, principalmente en la participación en actividades propias del
campo. En tanto la ‘ciudad’ evoca actividades de proyección en una dimensión
más instrumental en los proyectos de vida de los jóvenes.
Finalmente en el caso de los jóvenes de Santiago que mantienen vínculos
con el ‘sur’, éste se transforma en un modo de construcción de identidad étnica,
pese a que ellos no participan en las prácticas culturales mapuches específicas
o que no conocen la cultura mapuche ni la lengua mapuche.

Notas

1 Este artículo da cuenta de los hallazgos del proyecto Fondecyt 1090523 “Cons-
trucción discursiva de la identidad étnica en adolescentes de Temuco y Santiago”.
2 La sigla usada para la codificación de los extractos es la siguiente: primera letra
corresponde a la ciudad de residencia del entrevistado T ‘Temuco’ y S ‘Santiago’. La
segunda letra representa el sexo del adolescente H ‘hombre’ M ‘mujer’ y finalmente
la última letra representa la inicial del nombre del entrevistado.

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Chery Pérez Arce es Magíster en Lingüística Aplicada, Universidad de


Concepción. Profesora de Educación Básica con especialidad en Educación
Intercultural, Licenciada en Educación, Universidad Católica de Temuco. Chile
Correo electrónico: cheryperez@udec.cl – cherypa@hotmail.com
Sandra del Pilar Garrido Osses, Doctorado en Lingüística. Magister en
Educación. Profesora asociada e investigadora de la Facultad de Educación de
la Universidad Católica de Temuco. Chile
Correos electrónicos: sgarrido@uct.cl – sandragarridoosses@gmail.com
Gabriel Llanquinao Llanquinao, Doctorado en Lingüística, Universidad
de Concepción. Profesor Educación Básica, con especialización en Educación
Intercultural Bilingüe. Docente Pedagogía Básica Intercultural en Contexto
Mapuche, Facultad de Educación. Universidad Católica de Temuco. Chile.
Correo electrónicos: gllanquinao@udec.cl - llanquinao3@hotmail.com
Héctor Turra es Profesor de lengua inglesa y análisis del discurso de la
Universidad Católica de Temuco. Chile.
Correos electrónicos: hturra@uct.cl - hector.turra@gmail.com
María Eugenia Merino Dickinson es Doctora en Ciencias Humanas, men-
ción Lingüística y Literatura. Profesora titular e investigadora de la Facultad de
Educación de la Universidad Católica de Temuco, Chile. Investigadora titular
del Núcleo Estudios Interétnicos e Interculturales UCT-Mecesup 2010-2013.
Correos electrónicos: mmerino@uct.cl - mmerinodickinson068@gmail.com

114
Reseñas

BOLÍVAR, ADRIANA Y BEKE, REBECCA (Comp.) (2011) Lectura y escri-


tura para la investigación. Caracas: Universidad Central de Venezuela. Consejo
de Desarrollo Científico y Humanístico. 285 pp. ISBN 978-980-00-2685-4
En el ámbito de la lingüística contemporánea, el discurso especializado ha
sido un objeto de investigación central para las distintas corrientes funcionalis-
tas, (esencialmente, la lingüística textual, la lingüística sistémico-funcional y la
lingüística aplicada). La lingüística del texto especializado, de origen germano,
posee estudios fundacionales en relación con la definición de texto de especialidad
y la relación entre los textos generales y los especializados, o bien entre el lenguaje
general y las lenguas/ los lenguajes de especialidad. Por su parte, la lingüística
sistémico-funcional ha tenido importantes desarrollos en este tema, así como
también la lingüística aplicada.
Sin embargo, los estudios orientados a la enseñanza del discurso académico
en la universidad no son tan frecuentes en español. El volumen que coordinan
Adriana Bolívar y Rebecca Beke viene a llenar un espacio fundamental en esta
área. Como bien señalan las autoras en su introducción, el éxito de una inves-
tigación depende en gran medida del dominio que los investigadores posean
de la comunicación especializada. El libro es el resultado de un seminario que
formó parte de las actividades de la Cátedra Unesco de Lectura y Escritura en la
subsede de la Universidad Central de Venezuela, y que tuvo como destinatarios
a docentes e investigadores universitarios de diferentes disciplinas. Las autoras
señalan que esta obra cumple con una de las metas de la Cátedra: la producción
de libros y materiales para profesores y estudiantes universitarios con el objeto
de que se conviertan en mediadores de la comprensión crítica y de la cultura
académica escrita. A su vez, destacan su perspectiva teórica y su método.
El libro está constituido por diez capítulos. Los géneros que son objeto de
análisis en la obra son el artículo de investigación y el resumen o abstract. El
primero, aunque ha sido uno de los géneros académicos más estudiado desde
la perspectiva de la lingüística teórica y aplicada, es el género privilegiado por
los investigadores para dar a conocer el resultado de sus investigaciones; el se-
gundo, si bien goza de un cierto grado de autonomía con respecto al artículo
de investigación, suele estar en relación de interdependencia con éste, y es un
género que los investigadores utilizan desde los inicios de su carrera académica.
El primer capítulo, “La alfabetización en el discurso académico” de Adriana
Bolívar y Rebecca Beke, aborda eficazmente la problemática del discurso acadé-
mico a partir de la concepción del la lectura y escritura como prácticas sociales,

115
13 (1)

como instancias relacionadas con el desempeño profesional de docentes,


investigadores y estudiantes. Las autoras destacan la importancia del discurso
académico en la carrera profesional de estudiantes, docentes e investigadores
y, si bien el énfasis del libro en general está puesto en el artículo de investiga-
ción y en el resumen, no dejan de mencionar los diferentes géneros de índole
profesional-institucional a los que los investigadores se enfrentan en la vida
académica y que no están necesariamente asociados con su área disciplinar,
como los informes, memorandos, reglamentos, actas, entre otros.
Como uno de los aspectos relevantes, en la primera parte del capítulo,
retoman, a partir de la bibliografía específica sobre el tema, las principales
dificultades que surgen en la lectura y escritura en nuestras universidades lati-
noamericanas. A continuación, las autoras presentan una serie de actividades
orientadas a medir la efectividad de las estrategias de escritura y a reflexionar
sobre las diferencias entre un texto literario y un texto académico. La segunda
parte del capítulo está dedicada a discutir sobre las nociones de comunidad
discursiva y alfabetización académica y su relación con la variación disciplinar
en los géneros académicos, así como también con la posibilidad de que los
individuos se adapten a los distintos registros y a las características discursivas
propias de cada comunidad o grupo social. Finaliza el capítulo con otra serie
de actividades centradas en las nociones teóricas presentadas previamente.
El segundo capítulo, “La literatura como puente para la lectura” de Irma
Chumaceiro y Laura Pérez, está orientado a la iniciación a la lectura a partir
de textos literarios. Las autoras parten de la relación entre lengua, cultura y
lectura, y enfatizan el papel de la lectura como instrumento de conocimiento.
Describen distintos tipos de lectura y enfatizan la especificidad de la lectura
de textos literarios. En la última parte del capítulo se presenta una experiencia
didáctica realizada con estudiantes universitarios en el primer semestre de sus
carreras. El objetivo de esta experiencia fue favorecer el hábito de la lectura
en los estudiantes universitarios y poner en evidencia las diferencias entre la
narrativa literaria y la no literaria. Las autoras sugieren estrategias para replicar
esta experiencia en otros ámbitos educativos.
Los tres capítulos siguientes abordan aspectos cruciales del proceso de in-
vestigación y de la escritura académica. El tercer capítulo, “El planteamiento del
problema en el artículo de investigación” de Martha Shiro y Cristina D´Avolio,
tiene por objeto caracterizar el segmento textual en el que se plantea el problema
de investigación en tres disciplinas distintas. Las autoras se proponen identificar los
marcadores lingüísticos y discursivos propios de este segmento textual. A su vez les
interesa el análisis del contraste disciplinar, es decir, identificar rasgos comunes y
específicos a cada una de las disciplinas estudiadas. Parten del concepto de género
discursivo de Bajtín (p.72) y del artículo de investigación como medio para dar
a conocer el trabajo de investigación y someterlo a la evaluación de los pares.
Luego de una síntesis teórica, se presenta el análisis detallado del planteamiento
del problema en los textos de tres disciplinas. Las autoras concluyen que tanto

116
Reseñas

los rasgos de organización discursiva como los recursos lingüísticos son similares
en los textos analizados, y en todos ellos aparecen los tres movimientos que, de
acuerdo con Swales (p.72), caracterizan el planteamiento del problema en la in-
troducción de un artículo de investigación. Cabe destacar que no pueden hacerse
generalizaciones significativas dado el escaso número de textos analizados. Sólo se
pueden identificar tendencias que deberán corroborarse en corpus más extensos.
El capítulo cuarto, “La introducción y la conclusión en el artículo de investi-
gación” de Adriana Bolívar y Francisco José Bolet, aborda al estudio de dos partes
textuales cruciales del artículo de investigación: la introducción y la conclusión.
Al igual que en el capítulo de Shiro y D’Avolio, los autores tienen como uno
de sus objetivos analizar la variación disciplinar. Señalan las dificultades más
frecuentes identificadas en la producción de estas partes textuales, y parten de la
caracterización de la introducción y conclusión en inglés y español; luego hacen
referencia al artículo de investigación como texto mayor en el que estas partes
están insertas y finalizan con una propuesta didáctica específica. Cabe destacar
que los autores hacen referencia a la variación que puede presentar la estructura
genérica de los artículos de investigación según las diferentes convenciones dis-
ciplinares y las tradiciones de las comunidades discursivas a las que estas revistas
pertenecen. Para ello presentan los resultados de una pequeña investigación
realizada en revistas venezolanas arbitradas e indizadas. Llegan a la conclusión
de que, si bien el propósito comunicativo en las partes textuales de las revistas
analizadas es relativamente uniforme, existen variaciones ligadas a tradiciones
discursivas y disciplinares.
El capítulo quinto, “El conocimiento ajeno en las disciplinas. Referencias y
citas” de Rebecca Beke, estudia cómo los investigadores presentan el conocimiento
ajeno en sus textos. La autora parte del supuesto de que los autores adoptan una
postura frente al contenido que introducen en sus escritos. El capítulo tiene dos
objetivos fundamentales: identificar las diferencias que tienen los investigadores al
presentar el conocimiento ajeno, e interpretar las implicaciones pragmáticas que
producen las diferentes formas de citar. Para lograr estos objetivos, Beke presenta
una secuencia de actividades. Las primeras son de autorreflexión a partir de la
propia práctica de escritura. Las siguientes tienen por objeto analizar, en primer
lugar, las normas de cita de dos revistas académicas y, en segunda instancia, la
introducción y las referencias de un artículo de cada una de las dos revistas. En la
última parte del capítulo la autora presenta un sistema de categorías que permite
sistematizar las diferentes opciones que tienen los investigadores para introducir
las voces de los otros en su propio discurso. El modelo presentado se sustenta
en un sólido estudio realizado sobre un corpus de cincuenta y seis artículos pu-
blicados en una revista especializada (p. 147). La autora destaca que las formas
de cita poseen funciones retóricas y pragmáticas ligadas a las intenciones de los
autores de persuadir a la comunidad de pares de la validez de los argumentos
presentados. Es notable la pertinente secuencia didáctica planteada en función
del modelo de análisis presentado.

117
13 (1)

El capítulo sexto, “La argumentación en el discurso académico” de


Frances D. Erlich y Martha Shiro, caracteriza la argumentación en el artículo
de investigación. El objetivo del artículo es describir el modo de organiza-
ción argumentativo e ilustrarlo a partir del análisis de un artículo del área de
psicología. Para ello, las autoras reseñan dos modelos argumentativos: el de
Perelman y Olbrechts-Tyteca (1989) y el de Toulmin (1958), enfoques teóri-
cos que difieren en los criterios para determinar la validez de los argumentos.
Ilustran estas categorías en un cuadro en el que las aplican a un artículo de
investigación. En la etapa final del capítulo identifican las señales discursivas
que utiliza el emisor para orientar al destinatario y permitirle reconstruir la
argumentación, al tiempo que hacen hincapié en que la reflexión sobre pro-
cesos argumentativos y las señales discursivas facilitan no solo la comprensión
sino también la producción de textos académicos. Cabe destacar que al dar
cuenta de las marcas discursivas, las autoras señalan explícitamente los índices
lingüístico-gramaticales prototípicos de las secuencias argumentativas en los
textos científicos.
Los capítulos séptimo y octavo están dedicados al resumen. El séptimo,
“La escritura de resúmenes académicos” de Elba Bruno de Castelli, está orien-
tado a la enseñanza de la escritura de resúmenes académicos. Para cumplir este
objetivo la autora hace énfasis en las estrategias que se ponen en juego en la
elaboración de resúmenes; destaca la relación entre la elaboración de resúme-
nes y las estrategias de comprensión de textos; plantea una serie de actividades
basadas en las macrorreglas definidas por Van Dijk y Kintsch (p. 198) para
reconstruir la macroestructura de los textos y; presenta una serie de activida-
des orientadas a la elaboración de resúmenes de textos académicos. La autora
hace hincapié, en la parte final del capítulo, en las dificultades que tienen los
estudiantes en la elaboración de estos textos. Es interesante destacar la relación
que la autora establece entre las operaciones de reformulación y los indicios
de una comprensión flexible y una competencia de escritura que muestra un
dominio adecuado del instrumento verbal.
El capítulo octavo, “Los resúmenes de artículos de revistas”, de Carlos
Eduardo Blanco, aborda también el tema del resumen, pero orientado a la
escritura de resúmenes de revistas académicas, enfatizando en que se trata de
un género discursivo con características propias. El autor realiza una reseña
histórica del género, asociada a los procesos de investigación característicos de
las distintas áreas disciplinares. Es sumamente interesante la relación que se
establece entre el resumen como género y la evolución de la escritura como
práctica para producir y transmitir conocimiento. Retoma una hipótesis de
Skolnik (p.215) que sostiene que “‘la marcha hacia el resumen’ es la marcha
hacia la especialización”; sin embargo, esta hipótesis es restringida cuando el
autor, retomando lo que plantean Berkenkotter y Hutckin (p.216), precisa que
la brevedad por sí sola no es indicativa de un resumen bien hecho. El autor

118
Reseñas

presenta y analiza la estructura de dos ejemplares de resúmenes provenientes


uno de humanidades y otro de botánica, para concluir formulando una su-
puesta estructura ideal del resumen, cuyas partes canónicas serían: introducción,
metodología, resultados y conclusiones. Esta estructura es la prototípica de la ma-
yoría de los resúmenes o abstracts de las disciplinas experimentales. Finaliza el
capítulo con una serie de consignas orientadas a la reflexión a partir del análisis
de cuatro resúmenes de pedagogía.
El capítulo noveno, “Problemas gramaticales en la escritura” de Paola
Bentivoglio y Mercedes Sedano, parte del supuesto de que no existe una len-
gua sin gramática y que en la escritura académica es necesario que los autores
conozcan los procedimientos y reglas gramaticales de su lengua para producir
textos adecuados. Se reflexiona sobre los problemas identificados por las autoras
en trabajos de estudiantes, colegas, investigadores y periodistas. La orientación
es normativa y se parte de una breve presentación del problema para luego pre-
sentar una ejercitación que pueda ser facilitada a los estudiantes. Los temas que
tratan son el uso de las preposiciones, el queísmo y dequeísmo, las locuciones
permitidas por la norma académica y las no permitidas, los usos de haber y hacer,
el que galicado y el uso de donde. En la conclusión, las autoras afirman que no
han agotado el espectro de temas que producen inseguridad en la oralidad y en
la escritura, y al mismo tiempo sugieren la consulta de la Nueva Gramática de
la Lengua Española y del Diccionario Panhispánico de dudas (p. 267).
El último capítulo del libro, “De la alfabetización inicial a la alfabetiza-
ción académica”, de Alida Cano de Faroh, hace una reseña sobre el concepto
de alfabetización a partir de las teorías constructivistas del conocimiento.
Distingue entre alfabetización inicial y funcional y finaliza retomando la no-
ción de Carlino (p.283) de alfabetización académica. Considera que todos los
profesores universitarios, no solo los de lengua, tienen que intentar que sus
estudiantes adquieran una competencia comunicativa eficiente.
Como esperamos se desprenda de esta reseña, este libro constituye un
aporte sumamente valioso a la enseñanza de los géneros académicos en los
estudios superiores, puesto que no solo se limita a presentar desarrollos teóricos
sobre un amplio espectro temático sino que también aporta una variada gama
de consignas didácticas organizadas en forma secuenciada. Los profesores e
investigadores a los que esta obra va dirigida contarán con una herramienta
útil tanto para mejorar su competencia en su propia escritura académica como
para facilitar la transposición didáctica a los estudiantes que asisten a sus cursos
en la universidad.

Laura D. Ferrari
Universidad de Buenos Aires
Universidad Nacional de General Sarmiento
lauradferrari@fibertel.com.ar

119
13 (1)

LONDOÑO ZAPATA, OSCAR IVÁN (2012). Los estudios del discurso:


miradas latinoamericanas I. Ibagué: Universidad de Ibagué. 206 pp. ISBN:
978-958-754-055-0
El volumen que reseñamos se inserta en una serie, todavía en desarrollo,
de libros de entrevistas a referentes en el campo de los estudios del discur-
so que Oscar Iván Londoño Zapata inauguró con Horizontes discursivos:
miradas a los estudios del discurso (Ibagué: Universidad de Ibagué, 2011) y
que continuará con el segundo tomo de Los estudios del discurso. Miradas
latinoamericanas I. Así como en el libro anterior reunió a nueve de los
principales referentes del campo discursivo europeo y norteamericano,
con prólogo de Adriana Bolívar, en este incluye a seis de las principales
investigadoras en el ámbito latinoamericano, prologadas por Teun A. van
Dijk: Adriana Bolívar (Venezuela), Teresa Carbó (México-Argentina), Ju-
lieta Haidar (México-Brasil), la recientemente fallecida Anamaría Harvey
Arellano (Chile), Elvira Narvaja de Arnoux (Argentina) y María Laura Pardo
(Argentina). Los cuestionarios fueron remitidos por correo electrónico y
respondidos por la misma vía, personalmente y/o por teleconferencia. Las
preguntas cubren, en cada entrevista, temas semejantes: cómo surgió el
interés por los estudios del lenguaje en sociedad, sus primeros referentes, el
desarrollo del área en sus respectivos países, los métodos y la mirada sobre
la inter/transdisciplina. Sin embargo, la flexibilidad del entrevistador y la
autonomía intelectual de las entrevistadas hicieron de cada capítulo un
texto singular, desde lo estilístico hasta lo temático. En otros términos: el
libro es una rica colección de entrevistas y no una mera recopilación de
cuestionarios.
Como libro de entrevistas, es mucho más fácil de leer que de reseñar: la
cantidad de información, la agudeza de las preguntas formuladas, el interés
por las figuras incluidas y la fluidez de la escritura vuelven imposible la
síntesis. Hay, sin embargo, algunos ejes y problemas comunes que podemos
presentar sin ahorrar al lector la lectura de los capítulos propuestos.
En primer lugar, todas las entrevistas incluyen una dimensión biográ-
fica inteligentemente abordada desde los contextos históricos, políticos e
institucionales que moldearon la trayectoria intelectual de las entrevistadas,
particularmente en los años fundacionales de finales de la década de 1960
y mediados de la de 1970. El dato no es menor, puesto que las ubica en
medio de los procesos que dieron lugar, también, a las corrientes habitual-
mente invocadas al respecto: la escuela francesa de análisis del discurso
y el análisis crítico del discurso. Por otra parte, las entrevistas destacan
no sólo los consabidos viajes iniciáticos a Europa (fundamentalmente a
Francia e Inglaterra), sino también los tempranos contactos con otros
entornos formativos en América Latina. Durante los años ochenta, ya en
proceso de consolidación de los campos de investigación locales, estos

120
Reseñas

contactos se intensificaron hasta dar lugar a la fundación de la Asociación


Latinoamericana de Estudios del Discurso (ALED), la cual proveyó de
un entorno institucional regional que, al menos formalmente, propuso la
integración de los diversos grupos en torno a una identidad común.
La extensa labor de documentación y estudio realizada por Londoño
Zapata le permite recorrer en detalle las principales publicaciones de las
autoras entrevistadas. En tal sentido, se trata de una excelente obra de
referencia cuyo aparato bibliográfico es un mapa por las principales pro-
ducciones en el área de los estudios del discurso de los últimos diez años
además de algunos de sus principales clásicos. Al respecto, A. Bolívar señala
la contradicción que constituye esta abundante producción regional y su
escasa o nula representación en los programas de cursos de grado y pos-
grado y en la producción académica especializada. Aunque el momento de
consolidación de los estudios del discurso latinoamericanos fue, probable-
mente, hacia mediados de los años noventa –con la creación de carreras de
posgrado, la fundación de ALED y revistas especializadas– no se ha logrado
aún una circulación regional de las producciones en dicho campo y es éste
uno de los desafíos que el libro que reseñamos encara al reunir y difundir
la labor de estas seis investigadoras.
La lectura de las entrevistas deja entrever algunos problemas, de diversa
índole, que también constituyen este campo –y sus límites– no sólo en la
región, sino también en otras latitudes y otras lenguas.
En primer lugar, observamos una muda batalla por la denominación
del campo: análisis de discurso, análisis del discurso, análisis crítico del
discurso, estudios del discurso, estudios críticos del discurso. Cada sintagma
(generalmente en mayúsculas, y con su propia sigla) reclama un posiciona-
miento teórico y una estrategia programática: los dos primeros fueron parte
de las discusiones fundacionales de la escuela francesa; los últimos tres, del
mainstream anglófono de los últimos veinte años. Sin embargo, aunque
esta multiplicidad de designaciones se mantenga todavía en uso, la mayor
parte de las entrevistadas muestran una mayor flexibilidad conceptual y un
menor compromiso con las diversas ortodoxias que otrora.
En ese sentido, observamos una tensión en torno a la construcción y
la propuesta de métodos o modelos como dispositivos analíticos. Aunque
algunas de las entrevistadas proponen una sistematización de su reflexión
en torno a un modelo o método de factura propia, observamos también una
relación de mayor libertad con respecto a la construcción de dispositivos
de análisis singulares en torno a los problemas empíricos abordados. En
consecuencia, el problema de la “dependencia” con respecto a las teorías
formuladas en los países centrales puede verse desde otra perspectiva: como
señala Arnoux (p. 158), ya no se trata de la aplicación de teorías o modelos
sino de su interrogación a partir de los problemas concretos surgidos en
la práctica analítica.

121
13 (1)

Ese es, sin duda, uno de los aportes originales que hace este volumen a
la reflexión latinoamericana sobre las problemáticas discursivas: el fantasma
de lo europeo y la dependencia parece –parcialmente– conjurado a la luz
del propio trabajo de análisis y la larga experiencia en investigación. No
se propone, entonces, ni “una teoría latinoamericana”, ni la reproducción
de “una teoría europea”, ni la denuncia de “una teoría extranjera”. Por el
contrario, la articulación práctica de problemas empíricos y conceptos
teóricos tiene como objetivo la respuesta a interrogantes: una respuesta
que se alcanza con un desprejuiciado y crítico eclecticismo. Parafraseando a
Jorge Luis Borges, pareciera que la tradición más específica del investigador
latinoamericano es toda la tradición de la reflexión discursiva en general:
podemos manejar todos los temas europeos, manejarlos sin supersticiones, con
una irreverencia que puede tener, y ya tiene, consecuencias afortunadas (Borges,
1972: 273).
Pueden señalarse, también, algunos desafíos que, presentados muchas
veces por las propias autoras, son todavía escasamente abordados en el
campo de la investigación. El primero de estos desafíos es el de la tensión
entre una definición amplia del objeto teórico –discurso– y un tratamiento
restringido del objeto empírico, principalmente verbal. Se abre aquí la
problemática de la multimodalidad de los mensajes, no sólo en cuanto
supone abordar nuevos objetos (los vinculados al mundo de las nuevas
tecnologías de información y comunicación) sino también mirar con otros
ojos los corpora tradicionales: desde la gestualidad en la interacción hasta los
diasistemas paratextuales de los textos escritos de diversa índole. Se abre,
también, el problema de los lugares sociales de producción de los mensajes:
las lenguas y sus hablantes (predominantemente el inglés y el castellano), la
accesibilidad (fundamentalmente se abordan textos escritos o interacción
verbal en medios masivos y en contextos urbanos) y los regímenes institu-
cionales de discurso (mediático, político, jurídico, académico).
En segundo lugar, aunque el libro muestra cómo los estudios del discur-
so en América Latina fueron fundamentalmente definidos por los procesos
de integración regional y, en un sentido más amplio, por los procesos glo-
bales de circulación de personas e información, es escasa la presencia que
la globalización y la integración tienen en sus páginas. Salvo en contadas
excepciones, se echa de menos una lectura no sólo de los discursos de la
globalización y la integración, sino también una mirada comparativa sobre
la región, que sea capaz de generar datos relevantes para la comprensión
de los procesos históricos y sociales que atraviesan las fronteras nacionales.
Estos retos, sin embargo, no hacen más que subrayar los logros alcanza-
dos por las entrevistadas y el mérito de la tarea realizada por el entrevistador.
Las memorias de corto plazo, descentradas, de nuestras culturas académicas
no suelen interrogarse por sus propias condiciones históricas. Como este

122
Reseñas

libro muestra, quienes encarnan esas memorias son actualmente sujetos


activos en la producción de conocimientos y en la formación de jóvenes
investigadoras e investigadores en todo el continente. Este libro, entonces,
no es una historia del análisis del discurso latinoamericano, sino una me-
moria: un racconto de lo realizado, una evaluación de lo que actualmente
preocupa a algunos de los principales actores del campo y una agenda de
caminos a recorrer en el futuro.

Referencia

Borges, J. L. [1932] (1972). El escritor argentino y la tradición, en J.L. Borges.


Obras Completas, pp.267-274. Buenos Aires: Emecé.

Juan Eduardo Bonnin


CEIL. CONICET
jbonnin@ceil-conicet.gov.ar

123
Indice acumulado

Indice acumulado

VOLUMEN 1 (1) 2001

CHARAUDEAU, Patrick, De la competencia social de comunicación a las


competencias discursivas, 7-22.
MARCUSHI, Luiz Antônio, Aspectos da questão metodológica na análise da interaçao
verbal: o continuum cualitativo-cuantitativo, 23-42.
CARBÓ, Teresa, Tocar el lenguaje con la mano: experiencias de método, 43-67.
VAN DIJK, Teun, Algunos principios de la teoría del contexto, 69-81.
ESPAR, Teresa, Estrategias enunciativas en el discurso irónico: un artículo de opinión
de José Ignacio Cabrujas, 83-100.

Reseñas
Teun van Dijk (comp.), El discurso como estructura y proceso. Estudios del discurso:
Introducción multidisciplinaria, reseñado por Guillermo Soto, 103-125.
Giovanni Parodi Sweis (comp.), Relaciones entre lectura y escritura: una perspectiva
cognitiva discursiva. Bases teóricas y antecedentes empíricos, reseñado por Rebeca
Beke, 127-130.
Helena Calsamiglia Blancaflor y Amparo Tusón Vals, Las cosas del decir. Manual de
análisis del discurso, reseñado por Antonio Núñez, 133-137.

VOLUMEN 2 (1) 2002

VILLAÇA KOCH, Ingedore G., A construçã de objetos-de-discurso, 7-20.


CUCATTO, Mariana, Cómo “hacer hacer” cosas con palabras. La construcción
discursiva del estereotipo femenino en la publicidad de los 90. El caso de Slim
Center, 21-49.
WILLIAMSON, Rodney, Situación comunicativa y estructura genérica en la telenovela
mexicana, 51-68.
MADRIZ, María Fernánda, La noción de pueblo en el discurso populista, 69-92.
RUIZ ÁVILA, Dalia, Discurso autobiográfico e identidad sociocultural, 93-109.

Reseñas
Bob Hodge y Kam Louis, The politics of Chinese language and culture. The art of reading
dragons, reseñado por Irene Fonte, 111-114.
Susan Hunston y Geoff Thompson (eds.), Evaluation in text: Authorial Stance and the
Construction of Discourse, reseñado por Nora Kaplan, 115-121.
Ingedore Grunfeld Villaça Koch, Desvendando os segredos do texto, reseñado por Lenita
Vieira, 122-126.

125
13 (1)

VOLUMEN 3 (1) 2003

CADEMARTORI D., Yanina, La inscripción de las personas en textos de divulgación


científica, 9-27.
CHAMORRO MIRANDA, Diana, MIZUNO HAYDAR, Jorge y MOSS, Gillian,
Tergiversaciones y correspondencias: la metáfora y sus bemoles, 29-47.
GARCIA DA SILVA, Denise Elena, Discurso y cognición social en la “red” de las
metáforas, 49-69.
MARTINS FERREIRA, Dina María, La identidad en la posmodernidad: Lula y la
construcción discursiva del sujeto, 71-81.
VIEIRA, Lenita D., El mundo al revés. Humor en el discurso político, 83-91.

Reseñas
Leda Berardi (comp.), Análisis crítico del discurso. Perspectivas latinoamericanas, reseñado
por Luisa Martín Rojo, 93-96.
Luisa Martín Rojo (dir.), Ester Alcalá Recuerda, Aitana Gari Pérez, Laura Mijares,
Inmaculada Sierra Rodrigo y Mª Ángeles Rodríguez, ¿Asimilar o integrar?
Dilemas ante el multilingüísmo en las aulas, reseñado por Dalia Ruiz Ávila,
97-101.
Analia Brandolín y María Eugenia Rosboch, Transformaciones “al aire”: radio, medios
y poder, reseñado por Pedro Santander Molina, 102-107.

VOLUMEN 4 (1) 2004

ROMANO PACÍFICO, Soraya Maria y SOUSA ROMÃO, Lucília Maria,


Intertextualidade e humor: No país do carnaval “Muito riso e pouco siso” é o
lema nacional, 7-24.
ACOSTA V., Gladys Lucía, El Ser y el Hacer del DIRCOM: un análisis en la perspectiva
del discurso, 25-46.
RODRÍGUEZ ALFANO, Lidia y KOIKE, Dale April, La interacción en diálogos
transmitidos por la radio en la frontera, 47-72.
KICZKOVSKY, Silvia, Los relatos tradicionales como vehículos de valores éticos,
73-88.
HESS ZIMMERMANN, Karina, El desarrollo de la habilidad para manejar tiempos
verbales en la narración, 89-102.

Reseñas
Patrick Charaudeau, El discurso de la información. La construcción del espejo social,
reseñado por María Jesús Nieto y Otero, 103-104.
Dalia Ruiz Ávila, Tejiendo discursos se tejen sombreros. Identidad y práctica discursiva,
reseñado por Irania Malaver, 105-107.
Deborah Schiffrin, Deborah Tannen y Heidi E. Hamilton, (comps.) The handbook of
discourse analysis, reseñado por Nora Kaplan, 108-114.

126
Indice acumulado

VOLUMEN 4 (2) 2004

ZULLO, Julia y RAITER, Alejandro, Piquetes y piqueteros. Los actores sociales de la


pobreza en la prensa argentina, 7-26.
ESCAMILLA MORALES, Julio y MORALES ESCORCIA, Efraín, Imaginarios
culturales subyacentes en la canción vallenata, 27-53.
OSUNA, Zulaima, GALINDO VILLARDÓN, Ma Purificación y MARTÍN
VALLEJO, Javier, Análisis estadístico de datos textuales. Aplicación al estudio
de las declaraciones del Libertador Simón Bolívar, 55-62.
ALVAREZ, Guadalupe, Estudio sobre la representación del trabajo en el discurso de
los indigentes de la Ciudad de Buenos Aires, 63-89.
CHUMACEIRO, Irma, Las metáforas políticas en el discurso de dos líderes
venezolanos: Hugo Chávez y Enrique Mendoza, 91-113.

Reseñas
Gladys Acosta y Jorge Sánchez, Construcción de Identidad y Función Política en el discurso
del director de comunicaciones, reseñado por Olga Beatriz Muñoz, 115-119.
Michel Meyer (Ed.), Perelman. Le renouveau de la rhétorique, reseñado por Frances
D. de Erlich, 120-126.
Teun A. van Dijk, Racismo y discurso de las élites, reseñado por Leda Berardi, 127-133.

VOLUMEN 5 (1) 2005

BERTORELLO, Adrián, El estatuto de la subjetividad en la teoría polifónica de la


enunciación, 7-25.
RESENDE, Viviane De Melo, Y SEBBA RAMALHO, Viviane C., Análise de discurso
crítica: uma reflexão acerca dos desdobramentos recentes da teoria social do
discurso, 27-50.
MARTINS FERREIRA, Dina Maria, La construcción de la identidad de lo femenino:
pragmatismo, imaginario y simbolismo, 51-61.
SHARIM PAZ, Sarah y MUÑOZ ACEVEDO, Daniel, Una propuesta metodológica
para el análisis del diálogo: la Unidad Interaccional, 63-96.
BURDACH, Ana María y ROSS A., Paula, La construcción de la voz del enunciador en
el discurso político de Ricardo Lagos, ex-Presidente de la República, 97-112.

Reseñas
Marianne Peronard y Ximena Gómez García (Eds), El hombre y su palabra, reseñado
por Juana Marinkovich, 113-115.
Anamaría Harvey (comp.), En torno al discurso. Contribuciones de América Latina,
reseñado por Marianne Peronard Thierry, 121-125.
Giovanni Parodi (ed), Discurso especializado e instituciones formadoras, reseñado por
Carmen López Ferrero, 116-120.

127
13 (1)

VOLUMEN 5 (2) 2005


CONSTANTINO, Gustavo Daniel, Modalidades comunicativo-discursivas de par-
ticipación en comunidades virtuales de aprendizaje: una propuesta para la
evaluación formativa, 7-32.
FLORES TREVIÑO, María Eugenia, La ironía y el humor en El Habla de Monterrey,
33- 47.
GALLUCCI, María José, Argumentación y funciones estratégicas en el discurso político
venezolano: el cierre de campaña del referéndum revocatorio presidencial, 49-75.
FONTE Irene y WILLIAMSON, Rodney, Marcos temporales y proyectos comunicativos:
el análisis de la temporalidad en la interacción verbal, 77- 94.
RODRÍGUEZ ALFANO, Lidia y ELIZONDO REGALADO, Gabriela, Dime a quién
citas y te diré quién eres. La co-construcción de la identidad en el diálogo, 95- 106.
SALGADO ANDRADE, Eva, Una nueva tipología para analizar la prensa en México,
107- 125.
Reseñas
Alexandra Álvarez Muro, Poética del habla cotidiana, reseñado por Ainoa Larrauri, 127- 133.
Jan Renkema, lntroduction to discourse studies, reseñado por María Valentina Noblía,
134- 137.
Rodney Williamson y Fernando de Diego, Verbo e Imagen en la Telenovela mexicana,
reseñado por Yoconda Correa Maneiro, 138- 146.

VOLUMEN 6 (1) 2006


OQUENDO, Luís y DOMÍNGUEZ, Mariluz, Género, étnia y actitudes lingüísticas en
hablantes bilingües wayuu, 5-20.
SOUSA ROMÃO, Lucília María, RIBEIRO PATTI, Ane y DE MACEDO RIBEIRO
PATTI, Antônia, Heróis da mídia na voz das crianças: efeitos de sentido sobre/
da infancia, 21-38.
MARCHESE, Mariana Carolina, La construcción del signo “indigente” en el discurso de
las instituciones estatales de la Ciudad de Buenos Aires, 39-62.
TRINDADE, Eneus y FABIANO ANNIBAL, Sergio, Os sentidos do espaço na enunciação
midiática publicitária, 63-76.
ESTRADA, Andrea, Originalidad vs. claridad en el discurso académico: la comprensión
del evidencial reformulativo ‘en todo caso’, 77-112.
Reseñas
Luís Alfonso Ramírez Peña y Gladis Lucía Acosta Valencia (comps.), Estudios del
discurso en Colombia, reseñado por Martha Shiro, 113-119.
Viviane de Melo Resende y Viviane Ramalho, Análise de discurso crítica, reseñado por
João Bosco B. Bonfim, 120-123.
Denise Elena García Da Silva, Nas instancias do discurso. Uma permeabilidade de fron-
teiras, reseñado por Lúcia Gonçalves de Freitas, 124-128.
Entrevista
Óscar Iván Londoño Zapata, El análisis crítico del discurso (ACD), una actitud de
resistencia. Entrevista a Teun A. van Dijk, 129-135.

128
Indice acumulado

VOLUMEN 6 (2) 2006


MASSONE, María Ignacia y BUSCAGLIA, Virginia Luisa, La cumbia villera (en)
red(ada) en el discurso. Una introducción al monográfico sobre cumbia villera
en Argentina, 5-20.
MASSONE, Manuel y DE FILIPPIS, Mariano, “Las palmas de todos los negros
arriba…” Origen, influencias y análisis musical de la cumbia villera, 21-44.
MARCHESE, Mariana Carolina, Tango: el lenguaje quebrado del desarraigo, 45-60.
SERPA, Cecilia, Estado argentino y cumbia villera, 61-82.
PARDO, María Laura, Cumbia villera en Argentina: un análisis crítico del discurso
de la posmodernidad, 83-95.

Reseñas
Daniel Cassany. Tras las líneas. Sobre lectura contemporánea, reseñado por Cristina
D’Avolio, 97-103.
Norman Fairclough. Language and globalization, reseñado por Viviane de Melo Re-
sende, 104-111.
Teun A. Van Dijk. Dominación étnica y racismo discursivo en España y América Latina,
reseñado por Luisana Bisbe, 112-120.

VOLUMEN 7(1) 2007

GALLEGO MENGOD, Verónica, Metodología para el análisis de las publicaciones


periódicas: los géneros discursivos como señales de cambio (Ensayo Literario
1872-1874), 5-30.
KALTENBACHER, Martín, Perspectivas en el análisis de la multimodalidad: desde
los inicios hasta el estado del arte, 31-58.
SANTANDER, Pedro, Análisis Crítico del Discurso y análisis de los medios de co-
municación: retos y falencias, 59-78.
XU, Shi, Reconstruyendo los paradigmas orientales de los estudios del discurso, 79-94.
VIEIRA, Lenita, Humor en editoriales de TalCual: Texto e imagen en el discurso
político, 95-114.

Reseñas
Adriana Bolívar (comp.). Análisis del discurso ¿Por qué y para qué?, reseñado por Fran-
cisco José Bolet, 115-123.
Neyla Pardo Abril. Cómo hacer análisis crítico del discurso. Una perspectiva latinoame-
ricana, reseñado por Alicia Carrizo, 124-132.
Luis Alfonso Ramírez Peña. Comunicación y discurso. La perspectiva polifónica en los
discursos literario, cotidiano y científico, reseñado por Gonzalo Pubiano Bernal,
133-140.

129
13 (1)

VOLUMEN 7(2) 2007


ALVES, A., FERRAREZI, L. y SOUSA ROMÃO, L. M., Leitura de barraco: a semente
da leitura, o discurso e os movimentos do sujeito, 5-20.
BISBE BONILLA, L., El amerindio venezolano en los textos escolares: una represen-
tación discursiva desde la Gramática Sistémica Funcional, 21-48.
BOLET, F. J., Estrategias de divulgación de la ciencia en Venezuela a fines del siglo
XIX: El Zulia Ilustrado (1889-1896), 49-72.
GUALDA, R., As Eleições Presidenciais de 2002 nas páginas de “Veja”, 73-90.
MONTERO, A.S., Política y convicción. Memorias discursivas de la militancia se-
tentista en el discurso presidencial argentino, 91-114.

Reseñas
Liliana Cubo de Severino (coord.), Los textos de la Ciencia. Principales clases del discurso
académico-científico, reseñado por Telma Piacente, 115-118.
Martha Shiro, La construcción del punto de vista en los relatos orales de niños en edad
escolar. Un análisis discursivo de la modalidad, reseñado por Guillermina Piatti,
119-123.
Patricia Vallejos Llobet (coord.), Los estudios del discurso. Nuevos aportes desde la inves-
tigación en la Argentina, reseñado por María Leticia Móccero, 124-128.

VOLUMEN 8(1) 2008


NÚMERO MONOGRÁFICO: HOMENAJE A LUIZ ANTÔNIO MARCUSCHI

SAITO MONTEIRO DE BARROS, Kasue, GARCIA DA SILVA, Denize Elena y


AGUIAR, Marigia Ana M., Apresentaçao.
DE ARRUDA C. DA CUNHA, Dóris, Reflexões sobre as nocões de leitor, autor e
polifonía no hipertexto, 9-18.
GARCIA DA SILVA, Denize Elena y RAMALHO, Viviane. Reflexões para uma
abordagem crítica dos géneros discursivos, 19-40.
BOLÍVAR, Adriana, El informe de arbitraje como género discursivo en la dinámica
de la investigación, 41-64.
SAITO MONTEIRO DE BARROS, Kasue, Estratégias de (im)polidez em interações
acadêmicas virtuais, 65-76.
PARDO ABRIL, Neyla Graciela, El discurso multimodal en Youtube, 77-108.
POSSENTI, Sírio, Um percurso: o caso “por qué no te callas?”, 109-118.

Reseñas
Luiz Antônio Marcuschi, Produção textual: análise e compreensão. Reseñado por Cristina
Teixera, 119-121.
Luiz Antônio Marcuschi, Cognição, Linguagem e Práticas Interaccionáis. Reseñado por
Judith C. Hoffnagel, 122-124.
Luiz Antônio Marcuschi, Fenómenos da linguagem. Reseñado por Viviane de Melo
Resende, 125- 124.

130
Indice acumulado

VOLUMEN 8(2) 2008


BIANCARDI, Maria Silvia, La representación de los “recursos naturales” en la prensa. El uso
de las nominalizaciones en crónicas de Clarín sobre Minera La Alumbrera, 5-23.
COLARES, Virginia, JARDIM, Natalia, PEDROSA, Bruno, BARROS, Lívia y SIM-
PLÍCIO Kamila, Buracos do Recife: estudo de uma decisão judicial, 25-44.
CORTÉS, Daniel F., Una mitigación reveladora: La Declaración de Principios de la
Marina argentina (noviembre de 1955), 45-60.
RAMALHO, Viviane, Anúncio publicitário de medicamento: discurso e ideologia, 61-79.
ROGERS, Rebecca, Entre contextos: un análisis crítico del discurso de la alfabetización
familiar, las prácticas discursivas y las subjetividades de la alfabetización, 81-132.

Reseñas
Patrick Charaudeau, Entre populisme et peopolisme. Comment Sarkozy a gagné, Reseñado
por Karina M. Ibañez, 133-137.
Beatriz Gabbiani e Irene Madfes, Conversación y poder. Análisis de interacciones en aulas
y consultorios, Reseñado por María Carolina Ferrari, 138-140.
María Laura Pardo, El discurso sobre la pobreza en América Latina, Reseñado por María
Lucía de la Vega, 141-147.

Entrevista
Claudia Gabriela D’Angelo, Tendencias actuales de los estudios multimodales. Entrevista
a Martin Kaltenbacher, 149-156.

VOLUMEN 9(1) 2009


NÚMERO MONOGRÁFICO

SOTO, Guillermo, Introducción: Relaciones entre la gramática y el discurso, 5-10.


CUCATTO, Andrea, Un enfoque lingüístico-cognitivo para trabajar la conexión en los textos
escritos. De la gramática al discurso, 11-43.
CUCATTO, Mariana, Narrar para describir; describir para argumentar. La operación lingüís-
tico-cognitiva de la reificación en las secuencias penales de primera instancia, 45-65.
GONZÁLEZ V., Carlos y JÉLVEZ H., Lorena, Peso pragmático y éxito de la discusión en
la argumentación oral en sala de clases, 67-85.
OTEÍZA S., Teresa, De “la conspiración de silencio” al reconocimiento de voces alternativas.
Las violaciones a los derechos humanos en Chile según el Informe Valech (2003),
87-111.
PINUER R., Claudio A., La función focal en la gramática: implicancias teóricas y repercu-
siones metodológicas, 113-134.
SABAJ M., Omar, Gramática, Pragmática y Discurso: antecedentes de un desamor y una
reconciliación, 135-146.

Reseñas
Andrea Cucatto, Introducción a los estudios del lenguaje y la comunicación. Teoría y prácti-
ca, Reseñado por Alejandro Martín Errecalde, 147-150.
María José Serrano, Gramática del discurso, Reseñado por Yanira Becerra Ortiz, 151-156.

131
13 (1)

VOLUMEN 9(2) 2009


FERRARI, Laura D., Marcadores de modalidad epistémica y evidencial en el análisis
de las conclusiones de artículos de investigación de disciplinas distintas, 5-23.
DE FREITAS, Ernani C., Blocos semânticos e a construção do sentido no discurso,
25-42.
LUI, Gabriel Henrique e RIBEIRO DE ALMEIDA, J. Antônio, O discurso sobre a
gestão e a conservação da Amazônia em dois dos principais periódicos cientí-
ficos internacionais, 43-61.
OLIVEIRA FARIA, Daiana e SOUSA ROMÃO, Lucília Maria, Che Guevara: sentidos
em confronto no discurso midiático, 63-80.
PIATTI, Guillermina, La función de la modalidad interrogativa en la conversación,
81-99.

Reseñas
Lourdes Molero de Cabeza y Julián Cabeza. El poder, el querer y el protestar, Reseñado
por Ana Mireya Uzcátegui Q., 101-110.
Teun Van Dijk, Discurso y poder. Contribuciones a los estudios críticos del discurso, Re-
señado por Carlos del Valle Rojas, 111-114.

VOLUMEN 10(1) 2010


NÚMERO MONOGRÁFICO

BOLÍVAR, Adriana y CHUMACEIRO, Irma, Introducción: Crisis y cambios en la


democracia venezolana, 3-7.
ADRIÁN S., Thays, La metáfora conceptual en el discurso político venezolano: Rómulo
Betancourt y Hugo Chávez Frías, 9-33.
ÁLVAREZ, Alexandra y CHUMACEIRO Irma, ¡Con la Iglesia hemos topado…!
Aspectos de una interacción polémica entre el Presidente Chávez y el Cardenal
Urosa Savino, 35-63.
COURLEANDER HIDALGO, Vanesa, “El pueblo” en campañas electorales vene-
zolanas: palabra e imagen en 1999 y 2006, 65-92.
D. ERLICH, Frances, Los cubanos en misiones de salud en Venezuela. Referencias
contrapuestas y polarización discursiva, 93-110.
MOLERO DE CABEZA, Lourdes, Crisis y cambio en el discurso político venezolano
de la primera década del siglo XXI: estrategias lingüístico-discursivas, 111-133.
PALACIOS, Euclides, Discurso y cambio constitucional en el VIII Plan de la Nación
del presidente Carlos Andrés Pérez 1989-1993, 135-152.

Reseñas
Rosa Graciela Montes y Patrick Charaudeau, El “tercero”. Fondo y figura de las personas
del discurso, Reseñado por Martha Shiro, 153-158.
Sírio Possenti, Humor, lingua e discurso, Reseñado por Cellina Rodríguez Muniz,
159-162.

132
Indice acumulado

VOLUMEN 10(2) 2010


BONNIN, Juan E., Dinámicas de la voz y producción de legibilidad en los Documentos
Finales de Medellín (1968). Un análisis genético-discursivo, 7-28.
CAMEJO, Estrella, Premio CAB Somos Patrimonio: construcción discursiva de la
identidad cultural venezolana en un contexto internacional, 29-53.
GÓMEZ C., Natalia, Violencia contra mujeres: voz y agencia en noticias de La
Nación, 55-76.
OLIVEIRA A., Fábio, Análise do discurso e psicoanálisis: a questão do sujeito, 77-85.
DE MELO RESENDE, Viviane e FILIPE ALEXANDRE, Marta, Representação
discursiva da pobreza extrema. Análise discursiva crítica de um testemunho
publicado em editorial da revista Casi, 87-105.

Reseñas
Beth Brait. Literatura e outras linguagens, Reseñado por Valdemir Miotello y Marina
Haber de F., 107-112.
Lésmer Montecino. Discurso, pobreza y exclusión en América Latina, Reseñado por
Leda Berardi, 113-119.

VOLUMEN 11(1) 2011

NÚMERO MONOGRÁFICO: HOMENAJE A TEUN A. VAN DIJK

BOLÍVAR, Adriana, EMILSSON, Elin y FONTE, Irene, Introducción: La ALED y


Teun van Dijk. Permanencia y fluir de un discurso, 3-8.
BOLÍVAR, Adriana y D. ERLICH, Frances, La práctica del análisis del discurso en
contextos políticos polarizados. Una reflexión crítica, 9-30.
CARBÓ, Teresa, Sobre la semiosis en textos verbales y visuales, 31-60.
CERUTI, Emilio, La americanización del discurso historiográfico. Un análisis crítico
del discurso sobre el 1898 puertorriqueño en un texto de amplia circulación para
la educación media superior, 61-77.
KOCH, Ingedore G.V., MORATTO, Edwiges M. y BENTES, Anna C., Ainda o
contexto: algumas considerações sobre as relações entre contexto, cognição e
práticas sociais na obra de Teun van Dijk, 79-109.
MONTECINO, Lésmer y VIDAL, Margarita, Representación del consumo de drogas
en historias de vida de personas en situación de calle en Santiago de Chile, 93-
PARDO ABRIL, Neyla Graciela, Construcción de opiniones públicas: preservación y
normalización de la dependencia, 111-127.
SHIRO, Martha, Usos del lenguaje evaluativo en el planteamiento del problema del
artículo de investigación, 129-148.

133
13 (1)

VOLUMEN 11(2) 2011

AMADIO, Débora, Las inocentes preguntas sobre el significado durante los testimonios,
5-22.
CÁRDENAS N., Camila, Análisis de tres modos de representación ideológica cons-
truidos en discursos especializados sobre juventud chilena producidos entre 1970
y 1990, 23-47.
DE FREITAS, Ernani C., Práticas de linguagem na atividade de trabalho: cenografia e
ethos em discursos socioprofissionais, 49-68.
GARCÍA N., María Marta, Sin duda y en principio: Modalización, desdoblamiento
enunciativo y heterogeneidad, 69-88.
LIBENSON, Manuel, La configuración discursiva de efectos incitativos en rumores
económicos, 89-111.

Reseñas
Beth Brait. Literatura e outras linguagens, Reseñado por Valdemir Miotello y Marina
Haber de F., 107-112.
Lésmer Montecino. Discurso, pobreza y exclusión en América Latina, Reseñado por
Leda Berardi, 113-119.

VOLUMEN 12(1) 2012

NÚMERO MONOGRÁFICO

D’ANGELO, Claudia Gabriela, Introducción: Multimodalidad: de la teoría a la


práctica, 3-5.
GARCIA DA SILVA, Denize Elena y RAMALHO, Viviane, Discurso, imagem e texto
verbal: uma perspectiva crítica da multimodalidade, 7-29.
MAGALHÂES, Célia M. y SANTIAGO ARAÚJO, Vera Lúcia, Metodologia para
elaboração de audiodescrições para museus baseada na semiótica social e mul-
timodalidade: introdução teórica e prática, 31-55.
MENÉNDEZ, Salvio Martín, Multimodalidad y estrategias discursivas: un abordaje
metodológico, 57-73.
O’HALLORAN, Kay L., Análisis del discurso multimodal. Traducido por Claudia
Gabriela D’Angelo, 75-97.
PARDO ABRIL, Neyla Graciela, Exploraciones sobre la pobreza y el racismo en
Colombia. Estudio multimodal, 99-117.

Reseñas
Monika Bednarek y J.R. Martin (eds.). New Discourse on Language. Functional Pers-
pectives on Multimodality, Identity, and Affiliation, Reseñado por Damián
Alvarado, 119-123.
Gunther R. Kress. Multimodality: A Social Semiotic Approach to Contemporary Com-
munication, Reseñado por Julián Ezquerra, 124-130.

134
Indice acumulado

VOLUMEN 12(2) 2012

GUTIÉRREZ MORALES, Irma Mariana, Falacias en los discursos de los candidatos


presidenciales en México (2012), 11-31.
HARVEY Anamaría, BAEZA Patricia y SOLOGUREN, Enrique, La deixis de primera
persona en la construcción discursiva del estudiante universitario, 33-52.
OLAVE ARIAS, Giohanny, Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial
de Juan Manuel Santos, 53-79.
DE MELO RESENDE, Viviane y ALVES DOS SANTOS, Andreia, A representação
de pessoas em situação de rua quando vítimas de chacina: uma análise discursiva
crítica, 81-101.
SALGADO ANDRADE, Eva, Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelec-
toral de fines del foxismo, 103-128.

Reseñas
Londoño Zapata, O. I. (Ed.). Horizontes discursivos: miradas a los estudios del discurso,
Reseñado por Doris Martínez, 129-135.
Hodge, B. & Coronado, G. Mexico and its others: A chaos theory approach, Reseñado
por Rodney Williamson, 136-139.

135
Instrucciones para las reseñas
· La reseña tendrá como encabezado el autor (o editor), el año, el título, el número
de páginas, la casa editorial y el ISBN de la obra reseñada.
· En la introducción se identificará el tema y el problema central.
· Se describirá la estructura de la obra (en capítulos, y partes, existencia de glosarios,
apéndices, etc.) y se hará una síntesis completa del contenido. Asimismo, se
especificará quiénes son los lectores potenciales del libro reseñado.
· El texto de la reseña será evaluativo y expresará la posición del autor frente a la obra
reseñada.
· El libro reseñado se pondrá en relación con otros trabajos sobre el mismo tema y/o
del mismo autor y se situará en el contexto del momento y lugar en que aparece
publicado.
· Se seguirán las convenciones de citas que se indican para el resto de las contribuciones
a la revista de la ALED.
· El texto de la reseña tendrá un límite máximo de 3.000 palabras (aproximadamente
diez cuartillas).
· Enviar dos copias en papel tamaño carta y una en disquete en formato de documento
Word (o compatible) a: Sírio Possenti, e-mail: siriop@terra.com.br o Irene Fonte,
e-mail: irenefz@yahoo.com

Instruções para as resenhas


· No encabeçado da resenha devem ser indicados o autor (ou editor), o ano, o título,
o número de páginas, a casa editorial e o ISBN da obra resenhada.
· Na introdução serão indicados o tema e o problema central.
· Descrição da estrutura da obra (em capítulos, ou partes, a existência de glossários,
apêndices, etc.) e apresentação de uma síntese completa do conteúdo. É importante
a informação sobre os leitores potenciais do livro resenhado.
· O texto da resenha será avaliativo e expressará a posição do autor frente à obra
resenhada.
· Comentar-se-á a relação entre o livro resenhado e outros trabalhos sobre o mesmo
tema, alheios ou do autor considerado, e situar-se-á a obra no seu contexto temporal
e espacial.
· Para as citações, serão seguidas as mesmas convenções que se indicam para o resto
das contribuições da revista da ALED.
· O texto da resenha terá um limite máximo de 3.000 palavras (aproximadamente
dez páginas).
· Enviar duas cópias em papel tamanho carta e uma em disquete em formato Word
(ou compatível) a: Sírio Possenti. E-mail: siriop@terra.com.br e Irene Fonte, e-mail:
irenefz@yahoo.com

136
Instruções para os autores
· Política Editorial. A Revista Latino-americana de Estudios del Discurso publica trabalhos originais
e inéditos dos membros pesquisadores da Associação. Os trabalhos recebidos são submetidos à
arbitragem por parte de especialistas de reconhecido prestígio. O Comitê Editorial reserva-se o
direito de sugerir aos autores modificações formais aos artículos que forem aceitos, assim como
publicá-los no número que considerar mais conveniente.
· Instruções para os autores: Os pesquisadores interessados em publicar seus trabalhos na Revista
Latino-americana de Estudios del Discurso, deverão seguir as seguintes instruções:
1. Enviar seus trabalhos ao seguinte endereço postal:
Adriana Bolívar y Martha Shiro
Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso
Apartado 47075, Los Chaguaramos, Caracas 1041-A, Venezuela.
Os trabalhos também podem ser enviados em attachment às seguintes direções eletrônicas:
revistaaled2004@yahoo.es
shiromartha@gmail.com
aled_edicion2006@yahoo.es
2. Os artículos deverão ser escritos em papel tamanho carta, com espaço duplo, de um só lado e ter
uma extensão máxima de 25 laudas, incluindo notas e bibliografia.
3. O texto do artículo deve ser precedido por um resumo em espanhol, português (resumo) e
inglês (abstract) de não mais de 150 palavras. Incluir-se-ão até seis palavras chave. Os títulos
gerais e de seções devem ser breves e explícitos.
4. Todo artículo deve estar acompanhado por uma breve informação biográfica em numa extensão
entre 50 e 100 palavras, onde se indique o nome completo do ou dos autores, instituição onde
trabalha, telefone, fax e correio eletrônico. Do mesmo modo, dever-se-á proporcionar, de forma
clara e completa, o endereço postal mais seguro para receber a correspondência.
5. As citações textuais de mais de 40 palavras devem insertar-se no texto com sangria de 1cm de
cada lado. Sua referência far-se-á segundo o sistema autor-data. Ao final da citação, escreve-se
entre parêntese o sobrenome do ou dos autores, o ano de publicação e o número de página.
Exemplo: (Charaudeau, 2003: 25)
6. As notas devem enumerar-se consecutivamente e colocar-se ao final do texto, antes das
Referências Bibliográficas.
7. Todas as referências bibliográficas devem ser ordenadas alfabeticamente depois das notas, e como
se verá a seguir: Livros: Ruíz Ávila, D. (2003). Tejiendo discursos se tejen sombreros. Identidad y
práctica discursiva. México: Fomento Editorial. Capítulo de libro: Wodak, R. (2003) De qué trata
el análisis crítico del discurso (ACD). Resumen de su historia, sus conceptos fundamentales y
sus desarrollos, en R. Wodak y M. Meyer (eds.) Métodos de Análisis crítico del discurso, pp.17-
43. Barcelona: Gedisa. Artículos: Chumaceiro, I. (2004). Las metáforas políticas en el discurso
de dos líderes venezolanos, Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso, 4 (2): 91-112. As
letras a, b, c, anexadas à data de publicação, podem ser usadas para referenciar trabalhos de um
mesmo autor publicados no mesmo ano.

137
Revista Lationamericana de Estudios del Discurso
Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso
Instrucciones para los autores
· Política Editorial. La Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso publica trabajos originales e
inéditos de los investigadores miembros de la Asociación. Los trabajos recibidos serán sometidos a arbitraje
por parte de especialistas de reconocido prestigio. Como consecuencia, el Comité Editorial se reserva
el derecho de sugerir a los autores modificaciones formales a los artículos que sean aceptados, así como
publicarlos en el número que considere más conveniente.
· Instrucciones para los autores: Los investigadores interesados en publicar sus trabajos en la Revista
Latinoamericana de Estudios del Discurso, deberán seguir las siguientes instrucciones:
1. Enviar sus trabajos a la siguiente dirección postal:
Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso
Adriana Bolívar y Martha Shiro
Editoras
Apartado 47075, Los Chaguaramos, Caracas 1041-A, Venezuela.
Los trabajos también pueden ser enviados en attachment a las siguientes direcciones electrónicas:
revistaaled2004@yahoo.es
shiromartha@gmail.com
aled_edicion2006@yahoo.es
2. Los artículos deberán ser escritos en papel tamaño carta, a espacio y medio en Times New Roman 12, por
una sola cara y tener una extensión máxima de 25 cuartillas, incluyendo notas y bibliografía. Tanto las
imágenes, gráficos o tablas deben anexarse en su formato original (jpg, tif, gif, png, excel, power point...)
3. El texto del artículo debe ir precedido por un resumen en español, portugués (resumo) e inglés (abstract)
de no más de 150 palabras. Se incluirán hasta seis palabras clave. Los títulos generales y de secciones
deben ser breves y explícitos.
4. Todo artículo debe estar acompañado por una breve información biográfica y académica escrita en
una extensión entre 50 y 100 palabras, donde se indique con claridad el nombre completo del o los
autores, nombre y dirección de la institución donde labora, teléfono, fax y correo electrónico. Asimismo,
aparte se deberá proporcionar de forma clara y completa la dirección postal más segura para recibir
correspondencia.
5. Las citas textuales de más de 40 palabras deben insertarse en el texto con sangría de 1cm a
cada lado. Su referencia se hará según el sistema autor-fecha: al final de la cita se escribe entre
paréntesis el apellido del o los autores, el año de publicación y el número de página. Ejemplo:
(Romano y Sousa, 2004: 17), (Charaudeau, 2003:25).
6. Las notas deben numerarse consecutivamente y colocarse al final del texto, antes de las Referencias
Bibliográficas.
7. Todas las referencias bibliográficas deben ser ordenadas alfabéticamente después de las notas, y
como se muestra a continuación: Libros: Ruíz Ávila, D. (2003). Tejiendo discursos se tejen sombreros.
Identidad y práctica discursiva. México: Fomento Editorial; capítulo de libro: Donaire, M. L. (2004)
La polifonía, una relación binaria, en E. Arnoux y M. M. García Negroni (Comps.) Homenaje a
Oswald Ducrot, pp. 117-133. Buenos Aires: Eudeba. Wodak, R. (2003). De qué trata el análisis
crítico del discurso (ACD). Resumen de su historia, sus conceptos fundamentales y sus desarrollos,
en R. Wodak y M. Meyer (eds.) Métodos de Análisis crítico del discurso, pp.17-43. Barcelona: Gedisa.
Artículos: Chumaceiro, I. (2004). Las metáforas políticas en el discurso de dos líderes venezolanos,
Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso, 4 (2): 91-112. Las letras a, b, c, anexadas a la fecha
de publicación, pueden ser usadas para referenciar trabajos de un mismo autor publicados en el
mismo año.
8. Cada autor recibirá 2 ejemplares del número de la revista donde aparece su trabajo.
Adriana Bolívar y Martha Shiro
Editoras de la Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso
Apartado 47075, Los Chaguaramos
Caracas 1041-A, Venezuela
Mercedes Duarte y Ricardo Gualda
Asistentes editoriales
Email: aled_edicion2006@yahoo.es

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