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EL MEJOR REGALO DEL MUNDO.

Niña Angie: Hola Mariposa cómo que estás muy navideña, que alegría.
Mariposa:

Niña Angie: Y qué te parece si te cuento un cuento navideño, pero de la navidad de los
bichitos en el bosque…en un bosque que se llama Escaarriba.

Mariposa:

Hace algunas navidades en el bosque de Escaraarriba…, si, si, en el bosque de Escaraarriba


también celebran navidad, comen pastel de frutas y esperan al escarabajo rojo del polo
norte que trate hermosos regalos hechos de madera.

En pequeño suburbio de bichitos campesinos en el bosque de Escaraarriba y en una vieja


casa de barro que hace muchos años fue el centro comunal de Escaraarriba, está la escuelita
del bosque.

Ahí encontramos a la Niña Carlota la maestra de la escuela con su pequeño y travieso hijo
Shad , la pequeña escuela no contaba con 80 alumnos en total. Parte del bosque estaba
compuesto de insectos muy pobres y por eso muchos bichitos-estudiantes de la Niña
Carlota difícilmente recibirían un regalo de navidad.

Mariposa:

La Niña Carlota, con mucho esfuerzo, cada año conseguía por medio de donativos, regalos,
juguetitos, alimentos y ropa para los pequeños insectos estudiantes de su escuela.

Era tradición del pueblo hacer, en la casa de doña Carlota un pesebre comunal bien
grandote y todos los estudiantes-bichitos del pueblo representaban el nacimiento, con los
insectos vestidos de pastores, de vaquitas, de mulilla y de los corderitos. Hasta había un
bichito luciérnaga que era disfrazado de una estrella; la cual colgaba de las ramitas de los
árboles.

De mas esta decir que los caballos, vacas y burros eran también los propios habitantes del
bosque disfrazados. En esa Navidad cuando Shad el hijo de la Niña Carlota tenía ocho años
llegó a casa el escarabajo del polo norte, que era rojo… rojo cómo las manzanas
navideñas,/Interviene Mariposa:
// este insecto era un insecto vagabundo, y se ofrecía para hacer mandados, cortar el
musgo, recoger basura, lo que fuera, hacía de todo por algo de comida.

Ese extraño vagabundo el escarabajo del polo norte, paso varios días por allí haciendo
limpieza, Y Niña Carlota le daba de comer y también le daba alguna ropa. El insecto vivía
en la ribera del río que era un lugar bastante sucio y sobre todo un lugar muy triste.

Este insectito vagabundo ya estaba viejito y tenía una gran barba, cargado de años y de
penas y extrañamente siempre cargaba un saco, es probable que ese saco cargaba más
tristezas, que cosas viejas, sin embargo, ese año este dejo el mejor regalo del mundo.

Mariposa:

El día de navidad por la mañana Shad abrió sus regalos, entre ellos habían, soldaditos de
insecto bombardero, un escarabajo olímpico de peluche, una flauta de junco. Los regalos
que recibió eran magníficos regalos. A media mañana llego a la casa del Shad el escarabajo
del polo norte, con su siempre misteriosa presencia de pobreza y dignidad que le daban una
apariencia muy rara.

Dentro de su saco viejo y terroso, sacó una pistola de polen vieja, rota pero remendada con
lianas de las plantas y madera.

Shad se quedó mirando el objeto y al ancianito escarabajo ahí se quedó sin saber que decir;
era claro que a Shad ese juguete no le había agradado, por roto y remendado, pero era
demasiado tímido para decir nada.

Mariposa:

Doña Carlota, la mamá de Shad le pregunto más tarde: Hijo que te sucede y Shad confeso
que no le gustaba ese regalo sacado de la basura, entonces Doña Carlota su mamá le
explicó : entre seria y bondadosa que este señor con toda su pobreza se había tomado el
tiempo de buscar algo que pudiera agradarle a él y que el viejito escarbajo del polo norte lo
había reparado con sus manos, con lo único que tenía y lo había hecho por él; por amor
simple y desinteresado, le dijo su mamá sabes: - "Ninguno de tus otros regalos vale tanto
como ese."

Desde ese día fue su juguete más valioso y pasaba los días disparando polen a las flores
para ayudar a fertilizarlas. El viejo insecto vagabundo jamás volvió a ser visto por el
pueblo, pero dicen que cuando se perdía por entre los arboles abandonado Escaraarriba se
escuchó un fuerte jo, jo, jo retumbar por todos los rincones.
En Escaraarriba no temen reconocer que el insecto del polo norte existe, lo conocieron hace
años en persona y no tenía nada más en su vida que un saco viejo lleno de bondad.

El monstruo devorador de odio Cuentos de Escaraarriba

Hace muchos años en el bosque de Escaraarriba vivió un alcalde escarabajo que destaco por ser
noble, sabio y bondadoso, un día el alcalde decidió emprender un viaje de reconocimiento a las
afueras del bosque a los linderos de la aldea del hombre, con el fin de mejorar la economía de
los habitante de Escaraarriba, buscando rutas seguras al vertedero de los humanos. Durante el
tiempo que estaría lejos le encargo a las hormigas soldado de cuidaran el palacio municipal, y a
los funcionarios que cuidaran del pueblo. Un día llego al palacio un monstruo espantoso, su
cuerpo parecía hecho de púas retorcidas y ramas descompuestas, era tan horrible que su sola
presencia causaba pavor y de su cuerpo emanaba una pestilencia que hacía sentir mareados a
todos. El insecto monstruoso ingreso en el palacio municipal y se fue directo a la oficina del
alcalde y se sentó en su escritorio. Las hormigas soldado y los funcionarios al verlo se
enfadaron y comenzaron a gritarle. -¡Vete de aquí monstruo horrible!, ¡eres asqueroso!, lárgate
no ensucies la oficina del señor alcalde. – A medida que lo atacaban e insultaban, el monstruo
iba creciendo e hinchándose y se volvía aún más espantoso y aún más mal oliente, arrojaba un
líquido quemante a gran distancia mientras hacia un ruido atronador. La desesperación de las
hormigas soldados y funcionarios por sacar al monstruo del palacio municipal los llevo a sentir
más y más ira y odio por semejante engendro - ¡Que te largues de una buena vez cosa
asquerosa!, no te queremos aquí, si no te vas te mataremos y con tus restos alimentaremos a las
bestias salvajes del bosque. – Entonces el monstruo de estremeció y creció hinchándose hasta
llenar la mitad del enorme salón y su pestilencia creció tanto, que arrojo gas quemante en todas
direcciones, tanto que los gusanos que pululaban cerca del lugar comenzaron a vomitar. La
desesperación era tal en todo el bosque, que los sentimientos de odio y malignidad se habían
esparcido contaminando todo el lugar. En ese clima social se encontraba Escararriba cuando el
Alcalde regreso. Apenas vio al monstruo en su oficina y a las hormigas y funcionarios entendió
todo en un instante; y sabio como eran abrió su boca para dirigirse al monstruo de esta forma: -
¡Oh!, has venido a visitarme querido amigo, que agradecido estoy, lamento mucho que no
estaba para recibirte, por favor se bienvenido, siéntate cómodamente. – ¡Puf!, el monstruo se
redujo uno poco y su aspecto fue menos terrible, lo mismo su pestilencia – Querido amigo,
seguramente has debido viajar mucho y debes estar cansado, te mandare a traer un poco de té y
te agasajare con buena música, luego me contaras de tus viajes si así lo deseas. – ¡Puf!, se
redujo aún más, ya solo ocupaba una quinta parte del trono y su pestilencia afectaba menos.
Entonces al fin las hormigas soldado y funcionarios comprendieron y comenzaron a ofrecerle al
monstruo palabras bondadosas, gentiles y bienintencionadas, algunos le trajeron alimentos,
otros, música, uno lo abanicaba, el otro le recito un poema. ¡Puf! el monstruo se redujo apenas
al tamaño de la silla del escritorio y se despojó de una serie de palos y hojas secas que le
cubrían por completo y le daban un aspecto terrible; era un insecto. Finalmente, todos se
unieron al alcalde he hicieron una gran reverencia al insecto diciendo. - Querido amigo has
venido aquí a probar nuestra bondad, lamentamos mucho el trato inicial permítenos agradecerte
y permítenos amarte así tal como tú eres. – Puf el insecto se despojó de los restos de su
armadura terrible y en su lugar quedo un bello escarabajo bombardero. El odio, el prejuicio, la
violencia, la ira, el rechazo la ignorancia sobre su naturaleza explosiva y defensiva lo habían
llevado a agredir a todos; más el amor la bondad, la compasión, el entendimiento y la paz lo
hicieron regresar a su estado natural. Desde entonces nuestro amigo Escarabajo Bombardero
fue bautizado como "Artillero" en honor a sus asombrosas habilidades por los habitantes del
bosque que le querían, se unió gustoso a las hormigas soldado y por muchos años de ocupo de
cuidar las rutas abiertas por el alcalde hacia el vertedero, de todos los posibles depredadores
que buscaban comerse a los habitantes de Escaraarriba, pero ignoraban el tremendo poder del
pequeño gigante.

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