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Transición democrática y desarrollo:

¿continuidad o cambio?
Javier Iguíñiz E. - PUCP

La pregunta que preside el tema cómo será y durará el que even-


no puede ser respondida como tualmente siga. El enfoque políti-
cuando se comprueba si una afir- co de la supuesta transición actual «Se podría, por
mación es falsa. Las respuestas par- supone un análisis que requiere ejemplo, decir
ciales que pretendo se sitúan en- una minuciosa comparación del fin que el
tre el “nada ha cambiado” y el del período de Fujimori, del go-
planteamiento de que los cambios bierno de Paniagua y del primer momento actual
realizados en la institucionalidad y año del de Toledo. Por ejemplo, y no es estable y
en las políticas económicas del Es- a manera de ilustración, recorda- no puede durar,
tado, las han distorsionado tanto remos que se ha señalado que “un
que ya el proyecto económico de error” de Toledo habría sido no
como
los años 1990 resulta irreconoci- prolongar la transición iniciada por supuestamente
ble. La franja entre ambos es muy Paniagua, al darla por acabada lo fue y duró
ancha, por lo que voy a presentar cuando se auto–definió como el alguno
algunos criterios para llevar a cabo inaugurante de un nuevo período.
una evaluación del momento y los De ese modo, se argumenta, ge- anterior...»
cambios, sobre todo económicos, neró un nuevo momento mental
que vivimos en el país. Me basaré en la sociedad, en el que las de-
en cierta selección de temas, en mandas socioeconómicas adqui-
preguntas e impresiones u opinio- rieron más importancia en com- bien tenderá a ser visto como tran-
nes propias que sirvan para la dis- paración con las tareas propias de sitorio y su fin, como previsto y
cusión. De ahí, el recurso a la pri- una transición política, en la que resultado de problemas internos,
mera persona en el texto y a cier- el asunto de la corrupción, el de la de su propia lógica. Así es como
tas disquisiciones metodológicas. falta de transparencia y el de la se puede debatir, por ejemplo,
democratización de la gestión pú- sobre el período 1993–1997. ¿Fue
blica, resultaban predominantes. un “hipo” de crecimiento en me-
Esto es, obviamente, materia de dio de dos crisis o una transición
Sobre la definición discusión y nosotros no elaborare- hacia un nuevo y más prolongado
de los términos mos más al respecto. A lo largo de curso? O también sobre el perío-
estas páginas, retomaremos algunos do 1997–2001, se puede pregun-
Sobre los términos del título “Tran- aspectos de la dimensión política. tar: ¿se trata de una crisis entre dos
sición democrática y desarrollo: momentos de crecimiento? Las
¿continuidad o cambio?”, que se Como en el caso de la política, transiciones son, en gran medida,
me ha solicitado responder, creo cualquier periodización económi- construcciones intelectuales que
que debemos empezar la discu- ca es cuestionable y solo vale para hay que sustentar.
sión aludiendo al debate de los ciertos fines, durante ciertos mo-
politicólogos sobre en qué medi- mentos. Además, en la economía, En cualquier caso, el tiempo eco-
da estamos o no en una transición las fluctuaciones se han acortado nómico utilizado comúnmente,
política. Toda transición se refiere tanto que no se sabe si vivimos de recientemente, no coincide con el
estrictamente a un proceso entre transición en transición, lo que tiempo político al que alude el tí-
dos momentos definidos y que ya cuestiona la relevancia de ese tér- tulo de la presentación. Los hechos
acabó o, de una manera más cues- mino. Claro está, en toda periodi- que marcan la transición econó-
tionable, a uno en el que se sabe zación pueden entrar a tallar nues- mica peruana son, en gran medi-
de antemano o se prevé con bas- tras opciones particulares. Lo que da, externos, como las crisis en
tante certidumbre su final. Se po- nos parece bien tiende a ser en- Asia, Rusia, etc. Coincide con el
dría, por ejemplo, decir que el mo- tendido como permanente y su de América Latina, pues ya la Co-
mento actual no es estable y no fin, cuando ocurre, como una sor- misión Económica para América
puede durar, como supuestamen- presa y como una interrupción Latina y el Caribe (CEPAL) está utili-
te lo fue y duró alguno anterior, y externa. Lo que no nos parece zando el término “media década

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perdida” para referirse a él. En el sos, para unos, y promisorios, para
Perú, los factores internos –tanto otros. No estamos, pues, ante un
políticos como económicos– no «El debate debate académico en un sentido
son, sin embargo, desdeñables. La constitucional, distante de la lucha política o de
inestabilidad política, la corrupción el Acuerdo la gestión de la economía.
pública y privada, la política fiscal Nacional, los
procíclica y otros factores contri- Acuerdos ¿Cómo se ha llegado a ese tipo de
buyen a la duración de la crisis situación? La “transición democrá-
Regionales son
que comienza en 1997. Además, tica” explica la introducción del
la acumulación de demandas y las escenarios tema económico en el debate o
propias de un régimen más demo- riesgosos, para mejor, si no se quiere evitar una
crático, así como la nueva institu- unos, y explicación, diríamos simplemen-
cionalidad descentralizada, influi- promisorios, te que durante la transición demo-
rán sin duda cada vez más en la para otros» crática ocurrió esa incorporación.
economía, pero ahí viene el otro Creo que podríamos caracterizar
término del pedido que se nos ha la campaña electoral de 1995
hecho: “¿continuidad o cambio?”. como una en la que la política eco-
Volveremos sobre este interrogan- nómica y las reformas instituciona-
te varias veces, a lo largo del texto. les recientes no estaban en discu-
Transición sión; y en la que lo que estaba en
Antes, y para empezar a desbro- democrática y debate era la intensidad y modali-
zar esta distinción, creo conve- dades de la política social necesa-
niente entender por “desarrollo”
entrada de la ria para aliviar los problemas de
su dimensión básicamente econó- economía en el calidad de vida, agravados por los
mica y no el sentido más amplio debate ajustes estabilizadores anteriores y
que se discute ahora y que inclu- no revertidos por el crecimiento
ye, por ejemplo, las libertades de- El debate en el país sobre la con- de la economía. Se arrastraban
mocráticas. En cualquier caso, en tinuidad o el cambio económicos problemas agravados, para mu-
el diálogo debemos especificar de es un debate entre activos parti- chos, por la nueva precariedad del
qué continuidad o cambio estamos cipantes en la política económica empleo, por el frenético multiem-
hablando o, mejor, de la continui- y en la política. Por eso mismo, pleo, por el creciente costo de una
dad y cambio de qué, en concre- las consecuencias legislativas de educación o una atención de sa-
to tratamos. Subir aranceles, ¿es un ese debate pueden ser y, en par- lud de calidad, pero no eran ma-
cambio en el “modelo”? Aumen- te, están siendo inmediatas. Esta teria de discusión significativa.
tar la importancia relativa del im- situación puede ser entendida
puesto a la renta, ¿lo es? Mante- como transicional, justamente por Por el contrario, en el debate elec-
ner una refinería en manos del eso: por la cercanía entre la esfe- toral de 2000 y 2001, la economía
Estado, ¿destruye el modelo im- ra económica y la política. La entra con mayor fuerza en la esce-
pulsado en los años 1990? Claro “transición democrática” ha dado na pública. La mejor política so-
que es en parte una cuestión de lugar a esa posibilidad y ello in- cial, dirían el candidato Toledo,
grado, pero demasiadas veces en troduce una especial tensión, que Kuzcynski y el equipo económico
la defensa de lo “avanzado”, el más se expresa de manera muy visi- de Somos Perú, es una reactiva-
ínfimo de los “retrocesos” es con- ble en la abierta parcialidad y pér- ción y la consiguiente generación
siderado irremediablemente mor- dida de paciencia de algunos en- de empleo. El cambio consiste,
tal. Se manifiesta así una especie trevistadores periodísticos o, de pues, en la introducción de la po-
de hipocondría ideológica que modo más sutil, en el sesgo y blo- sibilidad de una política activa de
vuelve rígida toda discusión y, peor queo de importantes medios de reactivación económica a corto pla-
aún, la gestión de la economía. comunicación. También en el des- zo y de diversas maneras de lo-
¿Cuáles son las piezas con preten- pliegue de expertos nacionales o grarlo. La propuesta oficial incluía
sión de piedra angular del modelo visitantes, para asegurar la conti- una reducción de impuestos y otras
completo? ¿Hay piedras angulares nuidad legal del tipo de econo- medidas de expansión. La pro-
en el edificio económico? Los ras- mía heredado de la década ante- puesta de García incluía la inter-
gos que son candidatos para ese rior. El debate constitucional, el vención en los precios de bienes
rango son muchos, como para res- Acuerdo Nacional, los Acuerdos básicos de ciertas empresas priva-
ponder fácilmente. Regionales son escenarios riesgo- tizadas recientemente y otras me-

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didas. Luego, sobre todo gracias a Sin embargo, la manera en la que
García, se ha mantenido el tema se dio la transición democrática
económico en la agenda nacional (vídeos, sociedad civil) ha influido «...la manera en
de diversas maneras. En realidad, en la emergencia de una deman- la que se dio la
sus principales ofertas políticas son da por mayor transparencia de la transición
económicas, lo cual explicaría par- gestión de la economía nacional y
democrática ha
te de sus éxitos electorales. Ade- por una sanción ejemplarizadora
más, las discusiones –nacional e de los culpables de una corrup- influido en la
internacional– han incluido, a mi ción, que en el país se identifica emergencia de
juicio con mucho más ruido que con uso de recursos económicos una demanda
nueces, la cuestión de las reformas públicos y de influencias para fi-
institucionales de los años 1990. nes particulares. En ese contexto, por mayor
Privatización, régimen laboral, aper- está siendo materia de sospecha, transparencia de
tura de mercado y otros puntos, pa- a priori, una política económica la gestión de la
recerían ser materia de debate ge- ejercida generalmente en círculos
economía
neral. Sin embargo, la discusión se estrechos de expertos funciona-
centra en casos aislados y aspectos rios, y consultores y misiones de nacional y por
parciales. A pesar del creciente organismos internacionales, con el una sanción
peso de “lo económico” en el de- menor contacto posible con el Par- ejemplarizadora
bate partidario nacional, no hay un lamento y con el mayor aleja-
“modelo general” alternativo al miento posible respecto de la opi- de los culpables
instaurado durante los años 1990. nión pública. Como reacción a lo de una
anterior, algunos gestos como la corrupción...»
Junto a la política macroeconómi- apertura oficial de “ventanas al
ca de corto plazo y las reformas público” desde el Ministerio de
institucionales, otra adición a la Economía y Finanzas (MEF) y otras
discusión económica, según mi pocas instituciones, durante el
opinión, es la relativa a la política gobierno de Paniagua, han sido un
oculta a la mirada del público. No
sectorial. Varios de los ministros cambio en la dirección de la trans-
faltan funcionarios que prefieren
parecen estar intentando políticas parencia y un ejercicio más ple- esa privacidad por razones aten-
para incentivar y desarrollar, a lar- no de una ciudadanía vigilante, dibles de eficiencia y responsabi-
go plazo, actividades en un núme- que enseñe a los funcionarios en lidad por resultados, pero muchos
ro de sectores más amplios que en el accountability. Aun así, no es parecen tener motivos menos
la década de 1990. Aun así, no ha fácil establecer el grado de conti- constructivos para defender ese
entrado propiamente en el deba- nuidad y cambio efectivo en esta camino. Me parece que el temor
te una política industrial. El térmi- materia. La baja conciencia mo- a las ONG por parte de los funcio-
no “turismo” parece haber reem- ral de la población, en lo que a narios, así como de los partidos,
plazado a “industria”, en la res- estándares de honradez se refie- proviene principalmente de la ca-
puesta que mucha gente da a la re, así como la desconfianza en lo pacidad de estas instituciones para
pregunta sobre sus expectativas relativo a la voluntad y capacidad utilizar y, lo que es peor, enseñar
económicas personales y territoria- judicial existentes para sancionar a utilizar las escasas posibilidades
les. Temas que siguen práctica- a los “de arriba”, favorece la im- de fiscalización de la gestión pú-
mente ausentes, a pesar de la exis- punidad y, en consecuencia, el blica, que se abrieron en el gobier-
tencia de nuevos esfuerzos para continuo desprestigio de la políti- no de Transición. Hasta ahora, las
introducirlos, son la política tecno- ca y de la gestión pública. investigaciones en el Congreso, a
lógica, la política de estímulo al pesar de grandes resistencias in-
ahorro y de financiamiento a lar- Hacia el futuro, quienes se resis- ternas y externas, pretenden avan-
go plazo. Todavía el largo plazo no ten a ser mirados y a rendir cuen- zar en la dirección inaugurada en
está presente y, en ese sentido, pre- tas, parecen preferir el refuerzo el gobierno anterior.
domina la continuidad. Aún la ges- de la escasa tradición de vigilan-
tión de la economía se concentra cia ciudadana para tener las ma- En resumen, en este aspecto, a
en pasar el año fiscal y, en ese año, nos libres. La privatización del Es- pesar de la precariedad y las re-
el hecho central es el “cumpli- tado incluye la reivindicación del sistencias existentes, se ha inicia-
miento” de los compromisos de derecho a las maneras privadas, en do un cambio. En general, la tran-
pago de la deuda externa. el sentido de ejercer la gestión sición democrática ha coincidido

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con la introducción de más temas tos públicos tras tantos años de de- tió en un factor agravante de la
económicos en el debate público cepción y mentira. Sin embargo, crisis de 1997 en adelante, al res-
y con una demanda de transparen- entre las elites más interesadas en tarse flexibilidad a la política eco-
cia que frene la corrupción. Ob- el asunto, el debate parece indicar nómica. Sin embargo, en estos
viamente, la misma crisis econó- que no hay un reconocimiento casos, la radicalidad no es siempre
mica debe haber contribuido tam- pleno de tal revolución. Incluso, los consistente, pues no hay abiertas
bién a ese resurgimiento del tema coautores o ejecutores de dicho propuestas de cambios institucio-
económico en la política, aunque cambio tienen sentimientos encon- nales de conjunto. El cambio de
no siempre ha sucedido así. trados respecto de la radicalidad modelo consistiría en adquirir
de las reformas. En efecto, la gama mayor capacidad de manejo eco-
de posiciones en este nivel del nómico, lo que supone reducir la
Continuidad y debate es amplia. Contrariamente dolarización, darse ciertas liberta-
a las tajantes opiniones internacio- des en lo que se refiere a algunos
cambio, ¿de qué y nales que elogian o critican las re- de los precios relativos, por lo
cuánto? formas, en nuestro país abundan menos a corto plazo, a través de la
los matices. Sin pretensión de or- tasa de cambio, aranceles, tasas de
Las reformas recientes en Améri- denarlos según importancia o co- interés, tarifas públicas. Nos pare-
ca Latina y el Caribe (ALC) han herencia, me permito recordar que ce que, de todos modos, actual-
merecido el calificativo de revo- no faltan quienes sostienen que, mente el debate no incluye alter-
lucionarias. Por ejemplo, no hace en realidad, lo experimentado en nativas radicales de tipo institucio-
mucho, un connotado investigador los años 1990, no había llegado a nal. Este se situaría en el descu-
de las economías latinoamericanas ser ningún modelo “de mercado” brimiento de las limitaciones o
señaló que: “América Latina se ha digno de ese nombre y que, por lo problemas causados por algunas de
colocado a la vanguardia en los tanto, la ruta es insistir en su “pro- las reformas de la década de 1990
procesos de reorientación de las fundización” hasta lograrlo. Tam- y, en la actualidad, por la descen-
políticas económicas. ... En muchos bién está el planteamiento de que tralización política. De ser cierto
países de la región las reformas han sí lo fue, o estaba muy cerca de lo anterior, hasta el momento no
sido revolucionarias al provocar serlo, pero solo hasta que alguien estaríamos ante alternativas que
cambios radicales en el ambiente intentó estimular la demanda des- consisten en conjuntos, más o me-
macroeconómico y en la función de el Estado o, antes, hasta que se nos ordenados y completos, de ins-
económica del Estado” (Gavin debilitó el celo institucionalista pri- tituciones y políticas económicas
1998: 135) 1 . El Perú, junto con vatizador que comenzó en 1992. que son mutuamente excluyentes.
Argentina y algún otro, está entre En este caso, habría que restaurar En ese sentido, no solo en la prác-
los países latinoamericanos reco- lo perdido. La corrupción econó- tica de la gestión económica, sino
nocidos como más radicales en mica y política del período fuji- en el escaso debate existente, do-
ese sentido. Ese es, pues, el nue- morista ha bañado de cierto de- mina la continuidad.
vo punto de partida del Perú. La sencanto la épica reformista. Ade-
transición democrática ocurre tras más, el intento de contrarrestar ese Sin embargo, creo que con la des-
un período de cambios económi- estigma parece ser el de separar centralización el escenario puede
cos considerados sustantivos. lo más posible la corrupción eco- cambiar, aunque no es claro en
¿Contribuyen esos cambios al pro- nómica militar de la de los empre- qué dirección. Las preguntas es-
ceso democratizante en curso? sarios, indicando que la primera, tán sobre el tablero. Se han crea-
Dejando para más adelante una mas no la segunda, era la propia de do nuevos agentes políticos, que
respuesta provisional a este inte- los años 1990, mientras que antes tienen que legitimarse rindiendo
rrogante, conviene explorar en la de las reformas pro-mercado, la se- cuentas de su gestión. ¿Qué le
convicción con la que se adhiere gunda era la predominante. ofrecen a la población de las re-
el país a esos cambios. giones la banca múltiple, las AFP,
las EPS, los colegios privados y otras
Curiosamente, el reconocimiento
instituciones como la Sunat o las
Decir “el país” es, sin duda, exce- de la radicalidad de los cambios
reguladoras y las empresas regu-
sivo. Las encuestas muestran sig- neoliberales también resulta ma-
nos diversos y de profundidad im- yor en quienes se oponen a él de
1/ Gavin, Michael (1998). “El impacto de las
precisa. En parte indica descono- manera más radical. Desde ese reformas en la volatilidad”, en Pensamiento
cimiento de la materia preguntada otro extremo, se puede encontrar Iberoamericano, volumen extraordinario.
pero más todavía, sospecho, indi- a quienes sostienen que la refor- Madrid: Agencia Española de Cooperación
ca una distancia frente a los asun- ma fue tan radical que se convir- Internacional, pp. 135-71.

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ladas? ¿Cómo responderá la in- yen condiciones externas de tipo se puede apreciar en el gráfico
versión privada a las expectativas institucional y sobre procedimien- 1. Generalmente, se afirmaba
de empleo que reemergen des- tos de gestión, y no simples equi- que el déficit fiscal se traducía
de tantos lugares del Perú? ¿Qué librios en las cuentas o creación en uno externo. La restricción
papel asumirá el sector público? de capacidad de pago de deuda. externa se hacía presente y
¿Se cristalizará una división del obligaba a devaluaciones y a un
trabajo: Lima–privado y Regio- Toda gestión de la economía está proceso de ajuste. En los años
nes–público? Por el momento, marcada por las demandas de la 1990, esa relación se rompió y
creo que podemos acordar en sociedad, antes aludidas, y por el fue posible incurrir en altos e
que las reformas serán parte de la cambio de momento internacio- inicialmente crecientes déficit
discusión política. nal. En esta parte presento algunos en cuenta corriente, sin que
rasgos de la evolución de la eco- estuvieran acompañados por
También se podría sostener razo- nomía de los años 1990, que creo un aumento del déficit fiscal. El
nablemente que, en realidad, el que muestran la excepcionalidad “lujo” en el que pudo incurrir
“modelo” no explica ni el éxito del proceso económico durante el el gobierno de Fujimori es poco
económico de mediados de los cual se realizaron las reformas ins- común, pues la reducción del
años 1990 ni la crisis posterior, sino titucionales. El interés por introdu- déficit público pudo lograrse sin
que lo que importan son las cir- cir un par de piezas informativas necesidad de reducir el gasto y
cunstancias internacionales y na- sobre dicho proceso, reside en la frenar la economía; más bien,
turales. La discontinuidad sería re- conveniencia de evaluar las posi- con la colaboración de la pro-
sultado del cambio en dichas cir- bilidades de continuidad de dichas pia reactivación.
cunstancias. Démosle una mirada reformas en contextos distintos.
a las fluctuaciones de la economía b) Normalmente, el aumento de
peruana para destacar lo peculiar a) Durante las décadas anteriores las importaciones que acompa-
de esas circunstancias. a la de 1990, lo usual era que ñaba el crecimiento junto con
el déficit del sector público y el otras variables, terminaba pre-
déficit en cuenta corriente fluc- sionando contra las reservas y
La excepcionalidad tuaran de manera aproximada- de nuevo se llegaba a la restric-
mente sincronizada, tal como ción externa. Más aún, si los
de los años 1990:
acción de gobierno y
Gráfico 1
circunstancias
Deficit del sector público no financiero (SPNF) y de la balanza
En este punto pretendo, como en en cuenta corriente*: 1970-2000
los anteriores, abrir una discusión,
presentar preguntas y avanzar opi-
niones. La continuidad y el cam-
bio en el proceso económico de-
ben ser vistos tomando en cuen-
ta la influencia que tienen sobre
él las instituciones y las acciones
del gobierno, pero también el
nuevo contexto económico inter-
nacional que vivió el país duran-
te los años en estudio. La relación
entre instituciones y circunstan-
cias contextuales es compleja. Las
instituciones pueden producir cir-
cunstancias y esa ha sido la apues-
ta tras las reformas de la década
pasada. Sin embargo, también el
contexto puede facilitar la crea-
ción, consolidación o destrucción
de las instituciones, sobre todo
cuando esas circunstancias inclu- * Cuenta corriente solo hasta 1999.

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términos de intercambio caían. mica, pero es difícil imaginar que
En los años 1990, las reservas tales circunstancias fueran un fac-
pudieron aumentar mientras el tor secundario y que vuelvan a «...podemos
déficit en cuenta corriente au- repetirse momentos en los que concluir en que
mentaba, tal como se puede “quedar bien con todos” sea posi- las reformas
observar en el gráfico 2. Otro ble. La coincidencia de procesos
privilegio excepcional para similares en países con muy dis-
ocurrieron en
quien gobierna en esos mo- tinto grado de adhesión a y avan- un momento
mentos. En efecto, las reservas ce en las reformas institucionales, de excepcional
pudieron elevarse a tasas im- llevan a pensar en el predominio holgura, en lo
portantes (entre 1,7 y 6,6% de los factores internacionales.
anual), a pesar de persistentes Además, hay explicaciones razo- que a las
déficit externos superiores al nables al respecto. restricciones
5%. La afluencia de capitales y del exterior se
la venta de empresas posibili- Estoy convencido de que sí pode-
taron esa evolución. Así, duran- mos concluir en que las reformas
refiere. ¡“Todo”
te unos años se pudo elevar re- ocurrieron en un momento de ex- fue posible al
servas, mientras se pagaban los cepcional holgura, en lo que a las mismo
intereses de la deuda y se au- restricciones del exterior se refie-
tiempo!»
mentaba considerablemente el re. ¡“Todo” fue posible al mismo
déficit en la balanza comercial. tiempo! Las demandas internas re-
Además, al mismo tiempo que ducidas a su mínima expresión y
se recuperaba y elevaba el ni- la condicionalidad externa, al pa-
vel de gasto público y social, se recer más detallista que nunca,
reducía el déficit fiscal. completaron el escenario. Por eso medida de su capacidad para res-
se puede afirmar que la continui- ponder a las demandas sociales en
Se puede discutir la medida en dad de las reformas y la caracteri- contextos políticos y económicos
que esos procesos excepcionales zación de los años 1990 como una internacionales más normales. La
son resultado de circunstancias in- transición hacia la “economía de transición democrática ha coinci-
ternacionales o de política econó- mercado”, dependen en buena do con el retorno a una mayor
“normalidad” económica.

Gráfico 2
RIN e importaciones: 1965-2000 Conclusión: hacia un
debate real y nuevo
A mi juicio, el debate debe cam-
biar de uno entre modelos “mer-
cado” versus “Estado” o “libertad
del mercado” versus “libertad de
los agentes de la política econó-
mica” a otro, según objetivos es-
pecíficos de mayor profundidad.
Creo que de eso trata el nuevo
debate internacional sobre el de-
sarrollo. En él, el “para qué” es
más importante que el “cómo”.
Me atrevería incluso a afirmar
que, usualmente, tras las discre-
pancias sobre este “cómo” se es-
conden tanto diferencias irrecon-
ciliables de objetivos como apa-
rentemente radicales diferencias
ideológicas, que resultan ser igual-
mente desinteresadas en proble-

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mas capitales como la pobreza o pero me parece necesaria para
la participación social. Ciertos es- conversar ampliamente, con pro-
tatismos no son ninguna garantía puesta de alternativas de políti-
de reorientación de recursos ha- ca. Además creo cada vez menos
cia los que más los necesitan. Mi en modelos que rechazan ciertas
impresión es que una defensa del políticas específicas, como en el
propio enfoque teórico o el cui- caso de los cuerpos que recha-
dado de intereses específicos, zan ciertos elementos haciéndo-
principal aunque no exclusiva- los incompatibles con la salud ge-
mente, de índoles empresariales neral del país. Estoy sugiriendo
y partidarias, plagan muchas dis- una necesidad que ha sido esgri-
cusiones elegantemente adorna- mida por varios connotados eco-
das de generalidad y doctrina. nomistas de significación mun-
dial: combinar elementos de
Más al fondo, la pregunta que me buen manejo económico, que
parece importante es: ¿qué debe son generalmente aceptados, con
cambiar para que cambie algo sus- otros, resultantes de las peculia-
tantivo en la vida de las pobres ridades económicas, políticas y
mayorías del país? La respuesta no culturales del país. Normalmen-
es fácil, salvo que caigamos en el te, estos últimos han sido sujetos
facilismo irresponsable, sugiriendo de una evaluación negativa, como
que lo que debe cambiar son los imperfecciones o distorsiones a
pobres mismos. Los cálculos de Fi- un conjunto de políticas que se
gueroa, hace ya muchos años, nos suponen igualmente válidas para
alertaron sobre la relativamente cualquier contexto. Para termi-
poca trascendencia, para los po- nar, conviene señalar que, aún
bres del Perú, de verdaderas re- con todo lo dicho, la evaluación
voluciones en el régimen de pro- de la continuidad o cambio en el
piedad, público/privado. Él mismo modelo puede hacerse en algu-
ha escrito, alguna vez, un artículo nos campos, pero en otros debe
que llama la atención sobre la con- esperar a que experimentemos
tinuidad de los grandes problemas, un período más normal que la
independientemente de si se está década de 1990.
en democracia o dictadura, en
régimen de mercado abierto o
protegido. Rosemary Thorp nos
planteó una pregunta inquietan-
te sobre la importancia del buen
o mal manejo de la política eco-
nómica para la resolución de los
grandes problemas económicos
del país, cuando comparó la his-
toria económica de Colombia y
Perú en el siglo XX.

Creo, pues, que queda puesta la


pregunta en la discusión. Me pa-
rece que debemos tratar de ex-
plicitar en qué aspectos concre-
tos de la economía ponemos
nuestras expectativas, sin preten-
sión de convertirlos en represen-
tación de un modelo que incluye
muchos más aspectos. Quizá es
una concesión al pragmatismo,

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Comentarios

Daniel Schydlowsky – COFIDE

Existe una diferencia entre el go- tendencia al oligopolio y a la com-


bierno actual y el de hace cinco petencia monopolística, estructu-
años. Así como un péndulo no va ras de mercado cuyas característi-
«...los hacedores de
siempre en la misma dirección, en cas se encuentran bien documen- política económica
el Perú, el péndulo ha rebotado y tadas en la literatura económica. Si reconocen que uno
ha cambiado de dirección. bien los mercados tienen que ope- no puede confiar
rar, se les debe ayudar para que en que los
Como en toda América Latina, el funcionen bien. Esto es particular-
mercados vayan a
Consenso de Washington se está mente importante en mercados
reexaminando. El presidente Tole- imperfectos, como los nuestros. funcionar bien y de
do plantea una “economía de manera eficiente
mercado con rostro humano”, lo En la década de 1990 se formó la por sí solos (o por
que guarda gran diferencia con conciencia de que señalar un nor- lo menos no
dicho consenso. El gobierno actual te, indicando hacia adónde va el rápidamente)»
se inspira en cuidar los equilibrios gobierno, encausa las expectativas
macroeconómicos, pero preocu- de los agentes económicos. El pre-
pándose por la pobreza, por el sidente Toledo ha indicado que se
empleo y por el tema social. Si bien va a implementar un centro de pla-
estos también eran preocupación neamiento estratégico. Esto signifi- nos, van a evolucionar de una for-
del Consenso de Washington, el ca que existirá una expresión colec- ma previsible. Cuando están con-
tema se centra ahora en cuál es el tiva de hacia dónde debe ir el país. venidos las formas y los procesos,
plazo y la importancia de dicho Cuando existe un plan estratégico, se tiene un régimen estable.
plazo. Esto es, la temporalidad es hay una unidad de criterios y existe
relevante y, hoy, se quieren ver una visión más clara sobre el largo La regionalización es un gran paso
resultados en un tiempo menor. plazo, lo cual es muy importante. en la profundización de la demo-
cracia. Las normas son hoy más
Actualmente se presenta un cam- En cuanto a la parte política, la pro- confiables y están desarrollando
bio adicional en la economía, pues fundización democrática ha im- una mayor conciencia en la ciuda-
los hacedores de política econó- pactado la estabilidad de las reglas danía. Esto hace al Perú un país
mica reconocen que uno no pue- de juego. La estabilidad, y no la más previsible, más confiable y con
de confiar en que los mercados rigidez, es lo más importante para menor riesgo para los inversionis-
vayan a funcionar bien y de mane- la economía. La rigidez es una ca- tas. Arequipa en sus protestas de-
ra eficiente por sí solos (o por lo misa de fuerza que genera un mostró ser un ejemplo de ciuda-
menos no rápidamente). Por ello, quiebre cuando algo no funciona. danía madura: 600 mil ciudadanos
se debe ayudar a los mercados a La estabilidad requiere cierto ni- salieron a la calles, expresaron lo
que funcionen bien de una mane- vel de flexibilidad y no genera que deseaban y volvieron a sus ca-
ra más rápida, aplicando la noción quiebres. La economía y sus nor- sas cuando se les había escuchado.
del market friendly, no solo en cuan- mas se deben mover con un vai-
to al régimen legal sino también en vén natural (todo se mueve todo Las autoridades regionales están
las áreas que sufren innovaciones el tiempo, nada es rígido) y para dispuestas a conversar, convenir y
y que requieren aprendizaje. Re- ello se requiere flexibilidad. concertar: ello significa la predicti-
cordemos que los mercados nue- bilidad del sistema económico y
vos demoran en decantar. La economía necesita previsibili- confiabilidad del sistema político,
dad y confiabilidad en las normas, lo cual hará posible que haya una
En mercados con un número de en las leyes y en los convenios. Si mayor inversión, nacional y extran-
agentes pequeños, se presentan los acuerdos son aceptables y jera. En los años 1990, se garantiza-
imperfecciones naturales. El Perú aceptados por la ciudadanía, el ba rigidez. Ahora, con un poquito
no tiene un gran número de agen- gobierno será estable y las normas más de cautela y esfuerzo, tendre-
tes económicos, por lo que hay una se van a mantener o, por lo me- mos estabilidad en el largo plazo.

14 Economía y Sociedad 48, CIES, abril 2003


Julio Cotler – IEP

En la década de 1980, los escritos Este cuadro reproduce en térmi-


sobre “transiciones del régimen nos generales las condiciones que
autoritario a la democracia” pusie- «...la desembocaron en los fracasos de
ron el acento a las condiciones y a persistencia las anteriores transiciones, por lo
las estrategias políticas y económi- que hacen pensar que el país está
cas que facilitan dicho tránsito, sin
de factores condenado a recaer en manos de
rupturas dramáticas. Convencio- políticos y un “salvador de la patria”. Sin em-
nalmente, se aduce que ese pro- económicos bargo, en contra de esta percep-
ceso se inicia con elecciones legí- ción, las experiencias de las lu-
timas y la instalación del gobier- contribuyen a chas contra el fujimorismo crea-
no, al tiempo que el régimen de- poner en ron nuevas condiciones, que con-
mocrático se consolida cuando su- duda la curren para imaginar un escena-
cesivos gobiernos se instauran por rio positivo mas no exento de agu-
el mismo procedimiento y acuer- posible das turbulencias.
dan con los partidos llevar a cabo consolidación
medidas que propician el apoyo Es manifiesta la convicción sobre
de dichas
social y eliminan las amenazas al la necesidad de avanzar, consen-
orden constitucional. instituciones» sual y transparentemente, en la
ejecución de reformas institucio-
El presidente Paniagua inauguró la nales destinadas a atender eficaz-
quinta transición al depurar la ad- mente las demandas sociales: el
ministración pública, iniciar la lu- el fin que se dicten medidas Acuerdo Nacional y los convenios
cha contra la corrupción y llevar a (re)distributivas que permitan la parlamentarios, así como las pre-
cabo las elecciones democráticas representación de los intereses siones de la opinión pública y de
que produjo el gobierno que pre- sociales, mejoren la calidad de la sociedad civil, son expresiones
side Toledo. La instalación de este vida de las mayorías y faciliten el en ese sentido. Al mismo tiempo,
gobierno y el ejercicio de las ins- acceso en la escala social. Pero la los dirigentes sociales y políticos
tituciones democráticas culminó la debilidad de las organizaciones han aprendido la necesidad de
transición. Sin embargo, la persis- sociales, la fragmentación y la du- encarrilar sus acciones en el mar-
tencia de factores políticos y eco- dosa representatividad de los par- co constitucional y velar por la es-
nómicos contribuyen a poner en tidos políticos y la extrema “debi- tabilidad política.
duda la posible consolidación de lidad”, sino la privatización, del
dichas instituciones. aparato estatal conspiran contra la Es decir, existen procesos de
expresión y canalización institu- continuidad y de cambio que
Al igual que en las pasadas transi- cional de esas demandas y de la permiten prever marchas y con-
ciones, el entorno democrático capacidad para atenderlas con al- tramarchas del gobierno que,
estimula la participación de múl- gún grado de eficacia. Estos re- eventualmente, pueden derivar
tiples actores que persiguen ha- sultados contribuyen a despresti- en la consolidación del régimen
cerse escuchar por el Estado, con giar la democracia. democrático.

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