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Matrícula: BE0959
Sección: 08
Lo primero que se destaca en esta Carta Magna fue la ampliación del período
presidencial, de cuatro a seis años.
El Art. 47 de la Constitución de 1908 estableció que “EI Poder Ejecutivo se ejerce por el
Presidente de la República, quien desempeñara estas funciones por seis años y será
elegido por voto indirecto y en Ia forma que determine Ia ley”. Aunque se eliminó el
tema relativo a la reelección presidencial, esta nueva Ley Suprema del Estado tampoco
la prohibió de manera escrita. De manera que, “todo lo que no está expresamente
prohibido está tácitamente permitido”.
También se variaron algunos requisitos para ser Presidente. Por ejemplo, la edad
mínima para ser Presidente de la República pasó de 30 a 35 años, y con relación al
tiempo de residencia, esta exigía que para postularse al cargo el ciudadano tenía que
haber residido por lo menos 20 años en el país, de acuerdo al Artículo 48.
Además, se eliminó el cargo de Vicepresidente, por lo que el Art. 49 dejó claro que
“cuando ocurra el caso de incapacidad, renuncia, destitución o muerte del Presidente
de la República, el Congreso por una ley designará qué persona habrá de desempeñar
la Presidencia hasta que cese la incapacidad o se elija un nuevo Presidente”.
La reforma de 1908 suprimió la pena de muerte por causa de delitos políticos, pero se
eliminó el numeral 1 del artículo 9 (que consagraba el texto anterior) sobre “La
inviolabilidad de la vida. No se impondrá jamás la pena de muerte ni otra alguna que
implique perdida de la salud 6 de la integridad física del individuo”.
Otro avance en materia judicial fue quitarles el control a los alcaldes que regían en los
tribunales y juzgados de primera instancia. La Constitución de 1908 estableció, en el
Art. 69, que “Para ser Presidente del Tribunal o Juez de Primera Instancia se requiere:
ser dominicano, estar en pleno goce de los derechos civiles y políticos y ser abogado
de los Tribunales de la República”.
Se establecieron dos Cortes de Apelación para toda la República. Una con asiento en
la ciudad de Santo Domingo y otra en la ciudad de Santiago.
Estas serían las encargadas de Conocer de las apelaciones de sentencias dictadas por
los Tribunales y Juzgados de Primera Instancia, y como Corte Marcial, de las
apelaciones de las sentencias de los Consejos de Guerra; conocer en primera instancia
de las causas seguidas a los Magistrados y Fiscales de los Tribunales y Juzgados de
Primera Instancia y Gobernadores de Provincia; así como conocer en primera instancia
de las causas de presas marítimas, entre otras.
Con esta reforma del texto constitucional, Cáceres no solo consiguió mantener el
control político y militar del país, sino también fortalecer los controles del Poder
Ejecutivo, preservando los poderes amplios y discrecionales que instauró Ulises
Heureaux en sus reformas constitucionales para enfrentar situaciones de crisis.