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CONTRATOS REALES

Al clasificar los contratos reales además del consentimiento entre ambas partes, se precisa con la
entrega de la cosa ya que el vínculo obligatorio nace de la entrega que pasa del poder del acreedor
al deudor. El mero consentimiento de las partes no daba lugar a obligación alguna.

Son contratos no formales, precisan solo para su conclusión la transmisión de cosas corporales,
obligándose el que las recibe a restituirlas.

Estos contratos reales lo integran el mutuo, comodato, depósito y prenda.

COMPARACIÓN ENTRE MUTUO Y COMODATO

SEMEJANZAS

1. Contratos reales: Se perfeccionan con la entrega de la cosa. El acuerdo de voluntades se


precisa la entrega o la tradición de la cosa pues la simple promesa de préstamo no obliga.

2. Gratuitos: La gratuidad del mutuo deriva de su propio origen, no deriva contraprestación


equivalente en lucro para el mutuante, es prácticamente un favor lo que hace el mutuante
al mutuario. En el comodato no existe transferencia de la propiedad porque el comodante
solo permite el uso gratuito.

3. Nominados: Significa que en el Derecho Civil Romano el mutuo aparecía con un nombre
determinado, un nombre que indicaba a primera vista la naturaleza del contrato. Tienen
características, el mismo objeto y se consideran que están reglamentadas en leyes
generales, tiene la característica que son obligaciones de dar.

4. Principales: Ambos son contratos principales por ser aquellos que pueden existir por si
solos sin necesidad de obligación a la cual adherirse. Es decir, llena su función por si solo.

5. Conmutativos: Las partes conocen de antemano extensión de sus obligaciones y estas no


están a hechos casuales, es decir, cuando los provechos y gravámenes son conocidos
desde la celebración del contrato.

DIFERENCIAS

1. El comodato es un préstamo de uso porque mediante el se entregan ciertas cosas


consumibles en razón de que el fin es el uso de las cosas dadas en comodato.
Mientras que en el mutuo las cosas se dan para que el mutuario las consuma.
Generalmente las cosas dadas en mutuo desaparecen con el uso que les da el mutuario.
2. En el mutuo se transmite el Derecho Real de propiedad, en el comodato la simple
retención detentación no se transmite derecho alguno sobre la cosa. El mutuo es un
contrato, y como se perfecciona con la tradición de la cosa (modo de adquirir el dominio
de las cosas) es el único de los contratos reales que transmite la propiedad, es lo que
distingue de los otros contratos reales.
El comodato es simplemente un préstamo de consumo. El comodatario no va tener sobre
la cosa ningún derecho, no puede enajenarla cosa solo tiene sobre ella el uso convenido.
Precisamente de todo ello deriva la obligación del comodatario en restituir la cosa.

3. El mutuo tiene por objeto cosas fungibles, el comodato ciertas cosas. Recordemos que la
fungibilidad se refiere a aquellas cosas cuyas características individuales son sustituibles o
subrogables las unas por las otras.
Mientras que las cosas objeto del comodato son cosas inconsumibles, en razón de que la
finalidad del contrato de comodato es el uso de la cosa por el comodatario. Sin embargo
era posible dar en comodato ciertas cosas consumibles cuando se establecía que el uso
que se les iba a dar a las mismas sería distinto del normal que implicaba su consumo, es
decir la cosa entregada no se destinaba a ser consumida.

4. El mutuo es un contrato de Derecho estricto, es decir, ni las partes ni el juez podían hacer
interpretaciones ni por vía de equidad ni por analogía sobre los términos estipulados en el
propio contrato. Solo se interpretaba en atención a lo convencido y pactado por las
partes; por ende el mutuario no podía entregar menos de lo recibido ni el mutuante
pretender que se le entregara más de lo dado en mutuo.
Mientras que el comodato es de buena fe, porque se interpreta en atención a los
principios generales, usos, intención de las partes y la equidad y está sancionado por
acciones de buena fe.

5. El mutuo es de Derecho Civil, por ser el medio del cual una persona, mutuante, translada a
otro mutuario, en propiedad de dinero o cosas fungibles, obligándose a devolver cosas de
igual calidad, cantidad y especie al vencimiento del término.
Por otro lado, el comodato podían celebrarlo los ciudadanos romanos en sus relaciones
con los peregrinos o los peregrinos entre sí.

6. El mutuo es unilateral, porque nacen obligaciones nada más que para la persona del
mutuario, obligándose a devolver al mutuante las mismas cosas recibidas en la misma
especie, número, cantidad y calidad.
Y el comodato es bilateral ya que en el momento de su conclusión solo engendra
obligaciones para una de las partes contratantes (el comodatario) aunque eventualmente
en el curso, ejecución o desarrollo del contrato pueden nacer obligaciones para la otra
parte (comodante).

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