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BUENAS Y MALAS
A LA LUZ DEL DOGMA
Y DE LA MORAL
OBRAS DEL MISMO AUTOR
POR
A. GARMENDIA DE OTAOLA, S. J.
Redactor de «Hechos y Dichos», colaborador cultural
de Radio Vaticano, Director de la Biblioteca de
Buénas Lecturas y Bibliotecas Circulantes de Bilbao.
BILBAO
«EL MENSAJERO DEL CORAZÓN DE JESÚS»
1949
Nihil obstat:
ALOYSIUS IZAGA, SJ
Censor eccles.
Imprimi potest:
C. MAZÓN,
Praep. Prov. Cast. Occid.
Imprimatur:
+ CARMELUS, EPISCOPUS VICTORIENSIS.
1 diciembre 1948
***
Digitalizado:
SirAquinas
8 de diciembre 2020
A MIS PADRES
ÍNDICE
AT = Atenas, de Madrid.
BDV = Biblioteca y Documentación, de Valencia.
BDV-S = Suplemento de la Biblioteca y Documentación, de Valencia.
Cr = Crisol de Libros, editado por el Gabinete de Lectura «Santa
Teresa», de Madrid.
E= Ecclesia, de Madrid.
E del M = Estrella del Mar, de Madrid.
ECA = Estudios Centro Americanos, de El Salvador (Centroamérica).
FILMOR = Circular Filmor, publicada por la Confederación Católica
Nacional de Padres de Familia (Manuel Silvela, 9, Madrid).
Hy D = Hechos y Dichos, de Bilbao.
L-América = Latinoamérica, de Méjico.
MCJ = El Mensajero del Corazón de Jesús, de Bilbao.
MCJC = El Mensajero del Corazón de Jesús, de Colombia.
Idénticamente se hará para otros Mensajeros hispanos.
ML = María Lázaro: Selección de Libros. Tres volúmenes.
Valencia.
RyF= Razón y Fe, de Madrid.
RJ = Revista Javeriana, publicada por la Pontificia Universidad
Católica Javeriana, de Bogotá (Colombia).
S= SIPE, de Madcid.
S-Cr = Senda, y su sección de Crisol de Libros, correspondiente al
Gabinete de Lectura «Santa Teresa», de Madrid.
- PRESENTACIÓN -
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
***
***
1 Véase nuestro folleto Guiando las lecturas y los espectáculos (Bilbao, 1948), 48 págs., reeditado
en el núm. 432 de la revista De Broma y de Veras; y el núm. 735 de El Mensajero del Corazón de
Jesús (Bilbao, nov. 1948), ¿Dónde puedo informarme del criterio moral del cine y del teatro?, por
A.G. de Otaola, SJ.
2 Index librorum prohibitorum SS.MI D.M. Pii PP.XII jussu editus. Anno MCMXL (Typis Polyglottis
Vaticanis), XXIV-508 págs. En 1948 se ha hecho una nueva edición oficial.
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
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NORMAS DE LECTURA
Diego de la Vega.
Paraíso de la Gloria de los Santos,
1607; Adiciones, paga. 78-79.
- NORMAS DE LECTURA -
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
Libros malos.
Hay libros, a todas luces recusables de muy diversas
tendencias y por causas muy distintas; unos, porque atacan,
en mayor o menor grado, los fundamentos, las doctrinas e,
instituciones de la fe de Cristo; otros, porque socavan; los
principios básicos en que se asientan el, orden social y la
constitución, interna de las naciones; muchos, porque van
contra la misma decencia humana, patrimonio , incluso de las
personas que sólo respetan «la ley moral universal o genérica,
que ha elevado al amor desde sensación a sentimiento y
desde ley fisiológica, a ley afectiva»; los más, porque tienden
al fomento de toda clase de pasiones deshonestas, como «esa
cáfila de novelas pornográficas, con que escritores descocados
y editores que tienen el alma en la bolsa depravan a la incauta
juventud y la envenenan y aniquilan».
La lectura de No olvidemos además que la lectura de obras malas
obras malas. puede escandalizar o presentar ocasión de pecar con el
ejemplo y la atracción malsana que se ejerce sobre otros, y
por la cooperación con el dinero al sostenimiento de obras
perversas.
León XIII, después de haber dicho que «las astucias y
arte de hacer mal de nuestros enemigos son, innumerables,
Llena de añade que, sobre todas las otras, está llena de peligros la
peligros. intemperancia en el escribir y en esparcir entre el vulgo los
malos escritos. Porque ninguna cosa—dice—se puede pensar
que sea más perniciosa que ésta para contaminar las almas
por el desprecio de la religión y por los muchos incentivos de
pecar» (Constitución Officiorum ac munerum, 1896).
Efectivamente, mientras que por un buen libro se convirtió
San Agustín, San Ignacio de Loyola y tantos otros, Eutiques de
bueno se hizo heresiarca por un libro maniqueo; Bardesano,
de Siria, se pervirtió por otro de la herejía valentiniana; Avito,
con los origenistas; Bullinger, con uno de Melanchthón; y
pueblos enteros, con los de Wiclef, Voltaire y Rousseau, Renán,
Engels y Marx, Maeterlinck y Sartre. El error disfrazado con
el ropaje de la verdad, hábilmente manejado por hombres
Hace estragos. diabólicos, hace tales estragos, sobre todo en aquellos cuyas
pasiones están interesadas en hallar apoyo, aunque sea sólo
aparente.
En España. En nuestra Historia no es, por desgracia, donde hay
que llorar menos perversiones de nobilísimos y piadosos
ingenios, ocasionadas, casi únicamente, por las malas
lecturas, a las cuales tal vez se entregarían obcecados con la
misma tentación diabólica que seduce a muchos cristianos
de nuestros tiempos, por creer que saben distinguir en ellas
lo bueno y lo malo, y tendrán fuerza bastante para abrazar
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
En casi todos los países del mundo (Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Japón,
etc.), funcionan ya Asociaciones de Amigos de la Unión Soviética, cuyo cometido es poner claridad
en el tumulto de las opiniones contradictorias, pasionales y no pocas veces interesadas sobre la
URSS. España no podía seguir manteniéndose aislada de este gran movimiento internacional.
Era necesario recoger todo ese ambiente difuso de curiosidad y de simpatía hacia la Unión
Soviética, organizarlo y darle una base de documentación seria y actual, estudiar y exponer
a la luz del día sin ocultar ni desfigurar nada, los éxitos, las dificultades, los problemas de esa
magnífica experiencia que supone para el mundo la construcción de una sociedad nueva. La
Asociación de Amigos de la Unión Soviética, situándose por entero al margen de los partidos
y por encima de las tendencias y formaciones políticas, aspira a reunir a cuantos creen que
el mundo no puede colocarse hoy de espaldas a lo que pasa en Rusia. Nuestra Asociación no
tendrá más programa ni más bandera que decir y ayudar a conocer la verdad sobre la URSS,
combatiendo con las armas de la verdad la mentira, la calumnia y la deformación.
Para conseguirlo, la Asociación de Amigos de la Unión Soviética organizará en toda España
conferencias documentales sobre la URSS: proyecciones de películas de tipo informativo;
exposiciones con gráficos, fotografías, etc.: publicará libros y materiales estadísticos; dará
a conocer las conquistas y los problemas del socialismo en la Unión Soviética; organizará,
delegaciones obreras a aquel país; facilitará la organización de viajes de estudios; editará
una revista ilustrada de actualidades, consagrada a la vida de la URSS; organizará sesiones
de radio para recibir las emisiones soviéticas de conciertos y conferencias informativas en
español; encauzará el intercambio de correspondencia y de relaciones entre obreros, técnicos
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
Espina, escritora; R. Aníbal Álvarez, arquitecto; Carmen Monné de Baroja; Fernando Cárdenas,
ingeniero; Luis Bagaría, dibujante; J. Díaz Fernández, escritor; J. Vahamonde, arquitecto; Luis
Calandre, médico; José Antonio Balbontín, abogado; María Martínez Sierra, publicista; Ricardo
Baroja, pintor; Adolfo Vázquez Humasqué, ingeniero; Pilar Coello; Fernando de Castro, médico;
Federico García Lorca, escritor; Carlos Montilla, ingeniero; Juan Cristóbal, escultor; Cristóbal de
Castro, publicista; S. Zuazo, arquitecto; Enrique Balenchana, ingeniero; María Rodríguez, viuda
de Galán; Juan de la Encina, crítico de arte; T. Pérez Rubio, pintor; Javier Zorrilla, ingeniero;
Carolina Carabias, viuda de Garda Hernández; José Capuz, escultor; Julián Zugazagoitia,
periodista; Luís Salinas, abogado; J. Gordón Ordás, veterinario; Clara Campoamor, abogado;
Pío del Río Ortega, histólogo; J. Costero, catedrático; R. Salazar Alonso, abogado; L. Vázquez
López, médico; Luis Bello, periodista; W. Roces, catedrático; J. Sánchez Covisa, catedrático;
Cristóbal Ruiz, pintor; Víctor Masriera, profesor; Joaquín Arderius, escritor; Rodolfo Llopis,
profesor; N. Piñole, pintor; R. Giménez-Siles, editor; Agustín Viñuales, catedrático; Rodrigo
Scriano, diputado; Francisco Galán, periodista; Amaro Rosal, empleado de Banca; Carmen
Dorronsoro; Francisco Mateos, periodista; Rosario del Olmo, periodista; Julián Castedo, pintor;
Victoria Zárate, profesora; Ezequiel Endériz, periodista; Isidoro Acevedo, escritor; Salvador
Sediles, diputado.
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
Libros prohibidos.
Hay algunos libros que, aunque la Iglesia no promulgase
ninguna ley acerca de ellos, estarían prohibidos a todos los
hombres. Tales son aquellos cuya lectura pone en peligro de
pecar.
Lectura Toda lectura que pone a nuestra alma en peligro de perder
prohibida. la fe o de cometer cualquier pecado, aunque sólo fuere de
pensamiento o de deseo o de imaginación está prohibida.
Para esto es igual que sea libro escrito que impreso, grande o
pequeño, en periódico o en revista, o en cualquier forma; lo
mismo da que se lea o que se oiga.
El derecho Cuando un libro está prohibido por el derecho natural,
natural. bien puede suceder que lo que está prohibido para uno no lo
esté para otro. Y así a los jóvenes estarán prohibidas muchas
cosas que acaso no lo estén a los maduros o a los ancianos, o
a los casados, o a las gentes de mundo y experiencia, o de otra
índole, educación, temperamento o carácter. Pero conviene
no proceder en esto con ligereza, sino con verdadera
formalidad; no engañarse, no guiarse por su propio parecer.
Y, además, conviene saber si el libro está prohibido por la ley
eclesiástica, en cuyo caso, aun cuando no haya peligro, no se
le puede leer sin la oportuna licencia.
Pecado. El pecado en estos libros será grave si hay peligro próximo
de mal grave espiritual; pero, si él peligro es remoto, o sólo de
leve daño espiritual, entonces el pecado será leve.
Por la misma razón, cuando hay alguna causa seria y
proporcionada, se podrán léer aquellos libros en los cuales
haya peligro, tomando las precauciones necesarias para
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
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- NORMAS DE LECTURA -
Reglas generales.
Están expresadas en el Derecho canónico y trascritas en
la primera parte del Índice, y son las normas o leyes según
las cuales diversas categorías de obras quedan por sí mismas
prohibidas por la Iglesia, aun cuando no estén específicamente
y nominalmente condenadas en la lista de libros; reprobados.
Prohibidas. Por el mismo Derecho están prohibidas en virtud del
canon 1.399:
Sagrada 1.° Las ediciones del texto, original v de las antiguas
Escritura. versiones católicas de la Sagrada Escritura, publicadas por
cualquier acatólico; asimismo las versiones en cualquier
lengua, hechas o editadas por los mismos.
Textos y El uso de estos textos y versiones de la Sagrada Escritura
versiones. en lengua vulgar sin la debida aprobación eclesiástica, sólo
se permite a los que de cualquier modo se dedican a estudios
teológicos o bíblicos (no lingüísticos—Sagrada Congregación
del Índice, a. 1898—), con tal de que tales libros estén editados
fiel e íntegramente y no se impugnen en sus introducciones o
notas los dogmas de la fe católica.
Los que 2.° Los libros (y asimismo los periódicos, revistas, hojas,
defienden el etc.) de cualesquiera escritores que defiendan el cisma o
cisma, herejía. la herejía, o que traten de socavar de cualquier modo los
fundamentos de la religión verdadera.
Atacan los Aplicaciones: 1.a Se prohíben también cualesquiera
fundamentos publicaciones en que con argumentos, o con burlas y
de la religión caricaturas, se atacan los fundamentos de la religión natural
natural y o sobrenatural.
sobrenatural. 2.a No se prohíben las enciclopedias, en las que escriben
Enciclopedias. católicos y acatólicos, aunque algunos artículos defiendan la
herejía o el materialismo.
Buenas 3.a Los libros, etc., que atacan de propósito la religión y las
costumbres. buenas costumbres.
Autores 4.a Los libros de autores acatólicos que tratan expresamente
acatólicos. de religión, si no consta por testimonió fidedigno que nada
contienen contra la fe católica.
Sagradas 5.a Los libros de las Sagradas Escrituras, sus anotaciones y
Escrituras. comentarios o sus versiones en lengua vulgar con o sin notas
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
Sentido de la prohibición.
No se puede La prohibición de que hablamos hace que, sin la debida
leer, ni editar... licencia, el libro no se pueda ni leer, ni editar, ni retener, ni
vender, ni traducir a otro idioma, ni comunicarlo de manera
alguna con otras personas (c. 1.398, § 1).
Ni reeditar... Tampoco se puede editar de nuevo, después de hechas las
correcciones, sino con licencia de quien lo hubiere prohibido,
o de su superior jerárquico y de su sucesor legitimó (c.ib. § 2).
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- NORMAS DE LECTURA -
Algunas expresiones.
«Todas sus A veces en el Índice se condenan las obras de un autor
obras.» bajo la frase «Todas sus obras», la cual debe entenderse
no absolutamente (a menos que expresamente lo haya
declarado así la autoridad eclesiástica competente), sino de
todas aquellas obras suyas donde se trate de temas relativos
al dogma y a la moral, no las indiferentes o meramente
científicas sin relación a esos aspectos.
Anteriores a la Antiguamente, cuando en el Índice se prohibían ciertas
prohibición. obras de un autor, se entendían condenadas igualmente las
que él mismo en adelante publicara. Desaparecida ahora esa
forma jurídica, queda empero para los católicos la prudente
prevención que les impida el leer sin cuidado, consulta
ni examen las producciones posteriores de quien se haya
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
Dispensa
Quién puede La licencia para leer o retener libros prohibidos por el
dispensar. mismo Derecho o por Decreto Apostólico la pueden conceder,
además del Romano Pontífice por sí o por las Congregaciones
romanas, el Obispo a sus súbditos para cada libro y sólo en
casos urgentes, a no ser que tuviera facultad general de la Santa
Sede, la cual, sin embargo, no puede usar sino con selección
y causa razonable. Adviértase que no puede extenderse la
licencia, de leer y retener libros prohibidos, obtenida de la
Santa Sede, a los libros prohibidos por el propio Obispo, si no
está dada para libros condenados por cualquiera.
Curiosidad. Es evidente que la mera curiosidad nunca es causa justa.
Causa justa. También es claro que para leer libros inmorales y obscenos
no puede darse causa justa tan fácilmente cómo para usar
obras filosóficas, históricas y científicas.
Exigencias La licencia obtenida no exime a nadie de las exigencias del
del derecho derecho natural, que prohíbe leer libros que originen para
natural. uno mismo peligro próximo, o que manda custodiar los libros
prohibidos para que no lleguen a manos de otros.
Peligro y Quien leyendo con la legítima dispensa una obra prohibida
ocasión de experimenta tentaciones que le son peligró y ocasión próxima
pecar. de pecar, ya contra la debida fe, ya contra la moral, está obligado,
bajo pecado grave o leve; según sea la ocasión y la materia, a
interrumpir la lectura, o usar las cautelas que hacen alejarse
el peligro. Y en todo caso, acúdase, al prudente sacerdote que
lo instruya y dirija, sin fiarse con presunción y soberbia del
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- NORMAS DE LECTURA -
Penas.
Obligan bajo Las prohibiciones de leer libros incluidos en el Índice o en
pecado. las normas generales por él promulgadas obligan bajo pecado.
Pero además existe una prohibición qué también incluye la
Excomunión. excomunión de sus contraventores. Incurren enexcomunión
(o sea separación del cuerpo de la Iglesia) por el mismo
hecho los editores de libros apóstatas, herejes y cismáticos
en los que se defiende la apostasía, la herejía o el cisma, y
asimismo los que defienden dichos libros u otros prohibidos
nominalmente por letras apostólicas, o los que a sabiendas y
Reservada. sin la licencia necesaria los leen o los retienen en su poder (c.
2.318, 1). Esta excomunión está reservada por modo especial
a la Santa Sede.
No reservada. Incurren en la misma excomunión, no reservada, los
autores y editores que sin la debida licencia hacen imprimir
libros de la Sagrada Escritura o anotaciones o comentarios de
los mismos.
Normas morales.
Hemos expuesto las reglas jurídicas o de derecho que miran
más bien, como es sabido, al foro externo. Pero, además, todo
buen católico debe tener muy presentes otras normas más
íntimas y generales. Son las siguientes:
El concilio 1.a El Concilio de la América Latina da a los sacerdotes
de América las siguientes normas que sirven para todos los católicos.
Latina. Tratando de los libros que no están prohibidos bajo su
título, dice: «Para que los, pastores de las almas entiendan
facilísimamente qué libros o escritos deban arrancar de las
Los que manos de los fieles, tengan por inficionados no sólo aquellos
admiten, que contienen con palabras expresas herejías, o errores e
defienden... impiedades y obscenidades, sino también los que admiten,
cosas que defienden o propagan cosas que de cualquiera manera
contradicen contradicen a la fe o a las costumbres o a la piedad cristiana.
la fe. »Por consiguiente, en general, júzguese que deben
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Celebrados los evitarse todos los libros y escritos, aunque éstos sean hojas o
enemigos. periódicos pequeños, en los cuales son celebrados con epítetos
honoríficos los enemigos de la Iglesia y los aborrecedores
de la libertad cristiana; igualmente los escritos que saben
Quitan fama. a superstición o paganismo; los que quitan la fama de los
prójimos, principalmente de los eclesiásticos y príncipes,
y son contrarios a las buenas costumbres y a la disciplina
cristiana; los que están en contra de la libertad, inmunidad
y jurisdicción eclesiástica; los que contienen ejemplos y
Violan las sentencias, narraciones o ficciones que hieren y violan los
Órdenes. ritos eclesiásticos, las Órdenes, estado, dignidad y personas
de los religiosos; y principalmente los que propagan lo que se
llama el volterianismo, o el desprecio e irrisión, o a lo menos
Indiferentis- el indiferentismo hacia lo que se refiere a la religión y a la
mo. entereza de las costumbres (Concilio Plenario de la América
Latina, art. 130).
San Ignacio de 2.a No nos olvidemos del criterio y norma interior de San
Loyola. Ignacio de Loyola. Para proscribir un libro de Erasmo no
necesitó otra cosa que notar se le menguaba la devoción con
Mengua la su lectura. Si, pues, no sólo le mengua al lector la devoción,
devoción. sino que va aficionándose al mundo, perdiendo el horror al
pecado, a la deshonestidad, mirándola como cosa inevitable;
teniendo al duelo por acto noble, al suicidio por obra de gran
Decae el valor; si va decayendo en su ánimo el respeto y amor a la Iglesia
respeto. y a sus ministros; si empiezan a vacilar en su entendimiento
las ideas más asentadas; si su criterio, hasta ahora católico,
Resquebraja se resquebraja; si su fe y sencilla adaptación al dogma, a las
el criterio. costumbres antiguas y tradicionales se resienten, ¿qué más
señales quiere para conocer la maldad de tales lecturas?
Reflexiones. Además ténganse en cuenta estas reflexiones:
Quien se contente con sólo evitar lo prohibido y no aspire
«No está a lo mejor, fácilmente caerá en lo prohibido. Por eso, leer
prohibido.» libros sin tender más que a que no están prohibidos, es
frecuentemente causa de llegar a leer aun los prohibidos.
La La lectura inmoderada de obras que dan rienda
imaginación. desordenada a la imaginación (v. gr.: novelas, cuentos), aun
cuando en sí mismas no tengan ocasión actual de pecado,
predispone en plazo más o menos largo a la debilidad
espiritual que prepara las caídas. Quien vive en un mundo
irreal y sensiblero, facilísimamente no tiene el vigor de
voluntad indispensable, junto con la gracia y el temor de
Dios, para vencer las dificultades, peligros y tentaciones de la
Se pierde existencia humana. Y a veces se pierde un tiempo preciosísimo
tiempo. tiempo en leer bagatelas…
Si no está Es una conclusión muy falsa la siguiente, que se oye a
prohibido... veces: «Si tal libro no está prohibido—ni expresamente en el
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
El Índice español.
Ya que, como hemos dicho, la prohibición de libros no
sólo atañe a la Santa Sede, sino también a los Obispos y
demás personas que por razón de su oficio deben velar
por la conservación del dogma y de las buenas costumbres,
indicáremos a continuación los Índices de libros prohibidos
que en España ha habido, particularmente los emanados de
la Santa Inquisición, que fue la encargada de redactarlos.
Cartas (1521). Las primeras prohibiciones de libros en España no se
hicieron en forma de Índices, sino por Cartas, de las cuales
la más antigua es la del inquisidor general Cardenal Adriano,
en 1521, en la que se prohíbe la introducción de libros de
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
Bibliografía.
Aparte de artículos de sólida doctrina, como el de
PLANCHARD en la Revue Théologique y el de DESJARDINS
en Études religieuses, y de teólogos y canonistas de
reconocida autoridad, como WERNZ, LEGA, BOUDINHON,
GURY, FERRERES, POSTIUS y tantos más, han estudiado
esta cuestión: CATALANI, De Secretario Congregationis
Indicis; DILGSTRON, De revisione et approbatione librorum;
FESSLER, Das Kirchliche Bucherverbol; el Cardenal GENNARI,
Della nova disciplina sulla prohibizione e sulla censura de
libri; S. GRETSER, De jure el more prohibendi, expurgando
et abolendi libros haereticos et noxios; J. HILGERS, Der Index
der verbotenen Bücher; PEIGNOT, Dictionnaire critique,
littéraire et bibliographique des principaux livres condamnés
au feu, supprimés ou censurés; PENNACHI, In Constitutionem
Apostolicam «Officiorum ac munerum»... brevis commentatio;
PERIES, L index; FR. H. REUSCH, Der Index der verbotenen
Bücher; VERMEERSCH, De prohibitione et censura librorum;
FR. A. ZACCARIA, Storia polémica delle prohibizioni de libri
consecrata alla Santitá di Nostre Signore P. Pió VI; G. CASATI,
Saggi sul Indice (Milano, Ghirlanda).
GUSTAVO AMIGÓ, S. J., Libros prohibidos por la Iglesia
católica (Méjico, D. F.); ANTONIO M. ARREGUI, S. J. y
MARCELINO ZALBA, S. J., Compendio de Teología moral, núms.
451-459 y otros (Bilbao,. 1947); R. VILARIÑO UGARTE, SJ,
Puntos de Catecismo, núms. 1.561-1.578; M. ZALBA, SJ, Los
libros prohibidos y las «Obras completas» de hoy, en la revista
Hechos y Dichos (1944), núms. 114 y 115 (235-240 y 301-
304); Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. ANTOLÍN LÓPEZ PELÁEZ,
La censura eclesiástica, obra premiada (Barcelona, 1904),
El Índice de libros prohibidos (Madrid, 1904). También Sipe
y Ecdesia han tratado diversas veces de este punto. Para el
tema del Índice español véase a ANTONIO SIERRA CORELLA
en su obra: La censura en España. Índices y catálogos de libros
prohibidos (Madrid, 1947).
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BIBLIOGRAFÍA Y
BIBLIOPSICOLOGÍA
Lope De Vega.
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Sería prolijo y por demás inútil citar los autores que han
Elementos tratado de este problema. Vamos directamente a exponer los
consultivos. elementos consultivos que el católico hispano tiene, a mano
para orientarse en su lectura, desdé el punto de vista de los
principios católicos.
Si es lógico consultar previamente a nuestro médico
antes de ingerir una pócima, lógico es asimismo consultar
Consultar un previamente a una persona, libro o revista que nos oriente en
sacerdote, nuestras lecturas. Podemos pedir este consejo a una persona,
religioso... sacerdote, religioso, seglar de sólida formación religioso-
moral, de experiencia del mundo, de saber múltiple.
Publicaciones Se pueden consultar con mucho fruto las publicaciones
periódicas. periódicas españolas e hispanoamericanas que ostenten
el marchamo de la censura eclesiástica, en cuya sección
bibliográfica o consultiva exponen con libertad y competencia
la opinión que merecen las publicaciones de todo orden. Y
primeramente los Boletines oficiales de los Obispados que dan
autorizadas, sapientísimas y oportunas consignas sobre los
libros que aparecen en el mercado y sobre las publicaciones
de todo orden, desde el punto de vista dogmático y moral.
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Libros
Hay muchos libros y folletos que tratan de orientar al
público. He aquí algunos:
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1 Para demostrar a los lectores el valor del apostolado que ofrece libros
buenos y juicios morales de lecturas, quiero indicar esta ficha reciente:
Schyhs, Jos y otros: 1.500 Moderns Chinese Novels and Plays (Scheut Edi-
tors: Peiping, 1948). Dos son los objetos, se dice en el prólogo, que per-
sigue este libro: preservar a la juventud contra el mal de las malas lecturas
y dar a conocer la literatura china a los extranjeros. La señora Su-Hsüeh-
lin, profesora de Literatura china en la Universidad nacional de Wouhan,
publica un ensayo sobre la novela y el teatro chinos contemporáneos, y
Chao Yen-sheng nos da 200 biografías breves de los principales autores
(cfr. Bulletin de l’Université l’Aurore, 9 de octubre de 1948, págs. 424-425,
y Chine-Madagascar, 1898-1948, pág. 20).
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- LECTURAS BUENAS Y MALAS -
d) El mejor amigo:
Para acabar aconsejo a los lectores que se aficionen a los
buenos libros y hagan apostolado fecundo entre amigos y
conocidos, porque, además de que ilustran el entendimiento
y robustecen la voluntad, son muy fieles amigos, como dice
Lope de Vega:
Es cualquier libro discreto (que si cansa, de hablar deja);
un amigo que aconseja y que reprende en secreto.
Si se desea vivir con dignidad, decía con gracejo el
experimentadísimo Obispo Fr. Alonso de Guevara, es preciso
«vino añejo para beber, amigos ancianos para conversar y
libros viejos para leer».
El libro más viejo debe ser nuestro amigo continuo:
la Biblia. El libro más extendido, nuestro inseparable: el
Kempis. El mejor consejero y gula en nuestra vida, el Libro
de los Ejercicios Espirituales, de San Ignacio de Loyola. El más
universal, La naturaleza.
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