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El Test de Aprendizaje y Desarrollo Infantil -TADI- es un instrumento que evalúa el

desarrollo del aprendizaje de niños de 3 meses a 6 años, que fue realizado por el Centro
de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) y el Centro de Estudios de Desarrollo y
Estimulación Psicosocial (CEDEP), con los propósitos de determinar el nivel de desarrollo
del niño, evaluar el impacto en desarrollo y aprendizaje de programas de Intervención e
informar nivel de desarrollo de grupos poblacionales para políticas públicas.
 “Un niño evaluado correcta y oportunamente puede hacer la diferencia en su vida,
es una forma de cautelar sus derechos”, asegura Marta Edwards, psicóloga y autora del
TADI, junto a  la M.A. en Psicología del Desarrollo y de la Educación, Marcela Pardo y la
sicóloga Ximena Seguel.
El test comenzó a ser desarrollado  el 2009 y pasó por diversas etapas de construcción,
que incluyeron talleres con el sector público, un estudio de características psicométricas,
asesorías con expertos de las universidades de Harvard, Columbia, Yale, Londres,
California  y Carolina del Norte. Además, ya construido el piloto, pasó por la validación
cultural de 41 profesionales y seis representantes de comunidades mapuche, aymara y
atacameña, para que finalmente, el 2012, se diera paso a la de la versión definitiva que ha
sido aplicada a 2.862 niños del país.
“El TADI permite evaluar el desarrollo y aprendizaje que alcanza un niño o niña, en
relación a la población chilena de esa edad.  Es decir, si su desempeño es mejor,
igual o peor que el que logra el promedio de niños chilenos de esa edad”, afirma
Edwards.
El instrumento se ha desarrollado con los estándares de desarrollo de la población infantil
nacional. “Las trayectorias del desarrollo de los niños no son universales y es un problema
adquirir un test extranjero, porque está plasmado con la cultura del país donde fue
construido”, explica Marcela Pardo, investigadora del CIAE.
En ese contexto, el TADI posee indicadores, preguntas y una batería que se adecuan al
contexto y la diversidad cultural chilena. Son elementos que los niños pueden reconocer,
así cualquiera, independiente de qué lugar del país provenga, puede exponer lo que
conoce y sabe hacer. “Utilizamos como referentes los aprendizajes esperados que
han consensuado las comunidades de educación en Chile y consideramos el juicio
expertos (pediatras psicólogos, educadoras de párvulos, etc.), para tener una
expectativa razonable con nuestras propias creencias”, agrega Pardo.
 
¿Cómo funciona?
El test está hecho para que lo apliquen profesionales de la salud y las ciencias sociales,
especializados en primera infancia. ¿Cómo funciona? Se aplica de forma individual y
evalúa las dimensiones de cognición, motricidad, lenguaje y socioemocionalidad, cada una
con sus variables y escalas estandarizadas, que permiten hacer un seguimiento del
desarrollo y el aprendizaje.
Utiliza tres tipos de ítems basados en la observación del comportamiento, preguntas al
acompañante (debe ser alguien significativo para el niño o  niña), pero principalmente la
tarea directa solicitada al niño o niña.
Para su aplicación, los desarrolladores del TADI se han preocupado de cautelar el
bienestar de los niños y niñas en el proceso de evaluación, diseñando una experiencia
lúdica con materiales entretenidos (cubos de psicomotricidad, rompecabezas, fichas
ilustradas, texto, materiales, etc.), sin presiones de tiempo y con todo el espacio para que
demuestren su potencial. Para las investigadoras, “esto es importante para que el niño
despliegue todas las habilidades que ha desarrollado, por lo tanto para garantizar la
validez de las evaluaciones”.
Además cuenta con un manual para una aplicación correcta y un software para el
procesamiento de los resultados, permitiendo evaluar el desarrollo y el aprendizaje de
manera global.

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