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Capítulo XV

IMPUTABILIDAD

Sumario: §85. Concepto. §86. Minoría de edad.


§87. Causas de inimputabilidad. §88. La imputabilidad
disminuida.

BIBLIOGRAFÍA

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CAPÍTULO XV: IMPUTABILIDAD

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§85. Concepto

La realización del i1~usto penal (conducta típica y antijurídica) no basta


para declarar al sttjeto culpable. Es necesario que el autor posca ciertas
condiciones mínimas -psíquicas y físicas- que le permitan comprender la
1326. antijuridicidad de su acción y de poder adecuar su conducta a dicha com-
Concepto prensión. Al estudio de estas condiciones corresponde el concepto de
de
impulabili· imputabilidad. Así, imputabilidad o capacidad de culpabilidad es la «sufi-
dad ciente capacidad de motivación del autor por la norma penal» (1l. En este
sentido, no padezca de anomalía psíquica o una grave alteración de la con-
ciencia o de la percepción, posee ese mínimo ele capacidad de autodeter-
minación que el orden jurídico exige para afirmar su responsabilidad <~)(~>,

<11 BERlll 1l;() l'/ 11/.• 1!)\)\), p. 248.


t~i Cfr. Jr.sc1-1r.c:K/\\'Eua·.'."n, 200:.?~ p. 46:1.
'~' .Ju rispruclcncia: .. / .11 i 111/m/n/i1!ulr11/ r.1 /u rnfi11rirl11d .1íq11it11 1ü· ntl/mliilid11t! _,, /1or ro11·
sig11in1/1• ~111111sn1ri11 i111j)('(/irri !fil!' opr1r la 1-.1:i¡:ibilit!at! )' p/ 11•j11vth1•; lflll' Wfllt'l s11j1•/o q11t ro1111"1f

594
§85. Concepto

en consecuencia, este hecho origina que, frente al poder penal, la perso-


na se encuentre en una situación de i11exig11'ilidad.

Jurisprudencia:
.. J,a mlpabilidad JI' basa t'll que l'l rwtor di' la i11fmn:ió11 pr,nal, o Jm, rM lu'rlw ti¡Jicu,
antijurírliro tiene lasfm·ultar/r,s psiq1tiras .v./lsirru mínima:> para rompnmder el mrárter
delictuo.10 de ese arto. Quim rarea d1• Psta mjmádad, bim por no lmer maduwz. rn/i-
rimte o por tener grm1es alil'rarionl's /1.1íquims, no put'de ser dnü1rado rulpablR, .V por
ronsiguiente no fmnlt! ser 1'l!SjJ11nsabll' pmalmmlt' di' ms arios. por mrís que P.~tos smn
típicos y antijmidiros" <1l.

La capacidad de motivación es de naturaleza normativa y no debe con-


fundirse como una explicación médico o psiquiátrica, aunque es eviden-
te que alguno de sus conceptos requieren el soporte de las explicaciones
1327.
de la ciencia <5 >. Se ha puesto en duda que la capacidad de motivación sea Capacidad
empíricamente demostrable en el caso particular (fi)_ Así, para el de
motivación
funcionalismo, la determinación de la culpabilidad se basa en el rol del
ciudadano fiel al derecho, es decir, la persona que se espera se motive
suficientemente para cumplir las normas m.
La imputabilidad requiere dos elementos: la capacidad de comprender la
desaprobación jurídico-penal y la capacidad de dirigir el comportamicn-

un injusto /Jenal en estado de inimputabilidad, no l'Xhilw ningww disj1osirión interna ron/ra-


ria a la norma, por lo que 1w es posible rep1vrlwrle .111 drn":.ión; sin n11barg11, 11f!Hmws rern1w1-n
quP existen grados de repmr!wbilidrul puesto que sil'l11/1rr hay grados de autodetenninarión qw•
wrresponrle al Derecho Penal establecer riuíles son lO!i limivl 1'11 los que desaprrrere la exigibilidrul».
~ecutoria Suprema de 29 de setiembre de 1993, Exp. 1297-93 Lima en Ro1ps1 PF.1.1-\,
1997, p. 85.
1~ 1Ejecutoria Superior de 30 de setiembre de 1996. Exp. 1400-95 Junín en Diálogo
con lajurisprndencia, At'io 7, N" 36, setiembre, Lima 2001, p. 58.
1'» Para MIR Pt:IG, la imputabilidad debe definirse en función de la normalidad

motivacional del sujeto (2004, p. 558, num. 7). La responsabilidad penal falta cuando
el st\jeto act(1a bajo el infü\jo de una motivación anormal que puede afectar la norma-
lidad del st\jeto. PF.JÍ;A Ü.BRF.RA admite esta interpretación cuando dice que •la capaci-
dad de reaccionar o motivarse de acuerdo a los mandatos normativos viene a ser la
esencia de la imputabilidad" (1997, p. 648). Si no se comprueba esta motivación o si
se ve ésta afectada por falta de madurez o defectos psíquicos, se excluye la culpabili-
dad. Por eso •la noción de imputabilidad es una criba para discriminar qué hechos
antijurídicos pueden ser endilgados a su autor» (lbirlem, p. 647; de igual modo: l\'1lr:'.:oz
Cmmr./GARCÍA ARAN, 2002, p. 371). para que luego pueda estar en condiciones de
responder por ellos.
(li) CóRDOBA, 2001, pp. 186-187.
17
l Jbiriem, p. 189.

595
CAPITULO XV: IMPUTAlllLfJ)A])

to de acuerdo con esa comprensión ' 11 >. En este sentido, se expresa nues-
1328. tro Código Penal cuando en el artículo 20 numeral 1 señala que el sttjeto
Elementos
dela «no posca la facultad de comprender el carácter delictuoso de su acto o
imputabil~ para determinarse según esta comprensión» como consecuencia, por
dad
ejemplo, de la anomalía psíquica que padece.
Creemos que la imputabilidad no debe fundamentarse en el sentido abs-
tracto del libre albedrío, sino en un concepto de libertad individual que
no esté afectada por algún condicionamiento, por ejemplo, biológico, psi-
1329. cológico, o psiquiáu·ico, de manera que sea posible exigirle al sttjeto que
Libertad pueda «actuar de conformidad con la norma que advierte» (!I). En este
afectada
por sentido, de lo que se trata es de una posibilidad de «normalidad
condicio- motivacional» del sttjeto. De tal manera que no existirá responsabilidad
namientos
penal cuando el sujeto estuvo bajo el influjo de una motivación anormal
(v. gr. una que afecte la normalidad psíquica del sujeto). Por ende, este
juicio de imputabilidad no es de carácter abstracto penal sino siempre
individual y concretado a una situación determinada.

§ 86. Minoría de edad

La evolución del tratamiento jurídico-penal de los menores de edad,


muestra una progresiva restricción en la aplicación del Derecho Penal.
En la ciencia penal, no existe acuerdo sobre el fundamento de la irres-
ponsabilidad del menor de edad, ni en la edad cronológica. Existen tres
criterios propuestos para la füación de la minoría de edad: biológico,
intelectual y mixto <10 >. El critnio biológico entiende que en la minoría de
1330. edad se carece de capacidad suficiente como para distinguir entre lo jus-
Minoría de
edad to y lo injusto (ello resulta inútil en los casos de niños con habilidades
precoces) (l I). El criterio inte/,ertualse basa en la demostración del discerni-
miento del sttjeto. Sin embargo, creemos que la exclusión de la responsa-
bilidad de los menores es una presunción legal de que el sttjeto no ha
alcanzado la madurez suficiente para poder comportarse conforme a
derecho, por este moti\·o, quizá esta circunstancia debería estudiarse fue-
ra del capítulo de la imputabilidad (como capacidad de motivación). y

1
"' B.\ClGAl.lJl'o, 2004, p. 423; :\l1R Pu1c:. 2004, pp. 556-557, num. l.
1
"> MIR Ptm;, 2004, p. 558, num. 6; Mu:'.loz CmmF./GARCiA ARA:-J, 2002, p. 37'.!;
BERnuc;o el al., 1999, p. 247.

noi BERDl'G<> rl al., Hl!l!l. p. 247.


11 n lbidrm, p. !)60.

596
§86. Minoría de edad

sea una excepción del principio de igualdad (aplicación personal de la


ley penal) (I~).

Jurisprudencia que Ja considera como causa de inimputabilidad:


.. La minoría de edad constituyP ltlUt musa/ de in imputabilidad criminal, cuya importan-
cia normativa mpone una presunción jure et de jure que incide en una dimensión
biológica de la persona, por lo que bmtará la loln comla/ación de qu.e el sujeto no lwyc1
alcanzado la mayo ria de edad parajitndar lu e.>:d1uiún de m responsabi/idcul penal• ! i:i¡.

Algunos consideran que la minoría de edad debe regularse por razones


de seguridad jurídica, aun así se aprecia esta irresponsabilidad como re-
lativa, de manera que desde una determinada edad, inferior a los diecio-
cho años, el sujeto puede ya responder por los hechos cometidos, pero
de manera atenuada <14 ). Para otros, se fundamenta «en que las vivencias
culturales del menor, su mundo, se rigen por una racionalidad que no
tiene necesariamente que coincidir con la hegemónica y que, por tanto, 1331.
sancionar el hecho por él realizado conforme a esa racionalidad, signifi- Funda-
caría un enjuiciamiento de todo un conjunto de personas con esas mis- mento de
la
mas características; de ahí entonces que el sttjeto responsable tenga que ausencia
ser considerado conforme a instrucciones y reglas que se avengan con su de
responsa-
racionalidad» (lf>). Por nuestra parte, consideramos que la irresponsabili- bilidaden
dad de los menores de edad se fundamenta en las razones de seguridad los
menores
jurídica (ltil, pero también reconocemos que un menor de edad puede
comprender el carácter ilícito de su acto y adecuar su conducta de acuer-
do con esa comprensión. En este último sentido, políticocriminalmente
resulta más adecuado el tratamiento educativo específico que el puro casti-
go. Estimamos que es necesario que exista un ordenamiento jurídico-pe-
nal especial para el tratamiento de los menores de 18 años. En todo caso,
debe estudiarse la posibilidad de elaboración de una ley penal del menor.
El Código Penal peruano considera que está exento de responsabilidad 1332.
Minorlade
penal el menor de 18 años, encontrándose el menor sttjeto a las disposi- edad a los
ciones tutelares del Código de los Niños y Adolescentes (Ley 27337). 18 allos

(12) Cfr. BACJC,\l.UPO, 2004, p. 424.


11:<¡ Ejecutoria Suprema de 12 de abril de 1999, Exp. 0387-99 en Diálogo con la
Jurisprudencia, Año 6, Nº 27, diciembre 2000. p. 140. Vid tab. Ejecutoria Suprema de
29 de octubre de 1999, Exp. 2920-99 Lima, en Reui.slc1 Peruana deJurisprudencia, Año 11,
Nº 4, 2000, p. 401.
<14 > Cfr. Mu;\;oz CoNDE/GARcii\ ARAN, 2002, pp. 375-376.

<l!í) BusTos, 2004, 1, pp. 1154-1155.


(IG) Cfr. Vll.!.i\ STEIN, 1998, p. 368.

597
CAPÍTULO XV: lMl'UTABILIDAD

Jurisprudencia:
·Los jueres de los niños -" mw!Lirenles son rumpetenles para conocer las in:fmcr.iu 11l'l
/Jenales cometidas por los menores de dieriodw mios" <17 l.

Fue criúcable la reforma del artículo 20, numeral 2 del Código Penal
(realizada por el Decreto Ley 25564 de 20 de junio de 1992), que indica-
1333.
Crítica ala ba que está exento de responsabilidad penal el menor de 18 años «con
reducción excepción de aquel que sea autor o haya participado en hechos tipificados
dela edad
mínima como delito de terrorismo, en cuyo caso deberá ser menor de 15 años .. ,
pues afectaba el principio de igualdad ante la ley. La Ley 26447 resútuyó
la edad mínima a los 18 años de edad. En la actualidad, creemos equivo-
cado que el Anteproyecto de Ley del Código Penal Parte General del
2004 esté proponiendo reducir el límite de edad a los 16 años (artículo
20, numeral 2) (t 8 >.
Es de agregar que tanto la C011¡1ención Americana de Derechos Hurnanoscomo
el Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y Pulítü:os prohíben la aplica-
ción de la pena de muerte a Jos menores de 18 años de edad en el mo-
mento de la comisión del delito, pero «no es posible sostener que el den:-
1334.
Minoría de cho internacional obliga a Jos países a reconocer los 18 años» <t!I)_ La
edad y Convención Americana en su artículo 5, consagra el derecho del menor
Derecho
Internacio- a ser juzgado por tribunales especializados, por lo que la Comisi<Ín
nal de los Interamericana de Derechos Humanos ha subrayado la conveniencia de
derechos
humanos respetar la competencia privati\'a y especializada de los tribunales de los
menores, aun durante estados de excepción. También la Convención solm
los Derechos del Niño expresa que «no se impondrá la pena capital ni la de
prisión perpetua sin posibilidad de excarcelación por delitos cometidos
por menores de 18 años de edad» (artículo 37, inciso a). Por su parte, el
Estatuto de Roma declara (artículo 26) que los menores de dieciocho años
están excluidos de la competencia de la Corte Penal Internacional.

§87. Causas de inimputabilidad

1335. Las causas de inimputabilidad que señala nuestro Código Penal en su artí-
Causa de
inimputabi-
culo 20 son la anomalía psíquica, la grave alteración de la conciencia, la
lidad alteración de la percepción (numeral 1). El Código Penal en el artículo

(li) f:jecutoria 115-94 La111baycqu<:, en l'.\:sTJTl'TO nE DEFF.~s . \ LE(;,\t., l 996, p. 16.

( ~'
1
\'id. Prólop;o. p. 16.

598
§87. Causas de inimputabilidad

20, numeral 1, se funda en un criterio mixto (biológico-normativo) (2o¡.


Así, no sólo es necesaria la presencia de una anomalía psíquica, sino que
además esta anomalía incapacite al stüeto de comprender la antijuridicidad
de su acción y de comportarse de acuerdo a la misma (21 >.
En realidad, lo que importa no es tanto la causa científica de la anormali-
dad (y la difícil diferenciación con la normalidad). De lo que se trata es de
determinar el efecto que produce dicha anormalidad sobre el sttjeto (2 2>. 1336.
Por ello, el juez y el perito psiquiátrico deberán de analizar, en el caso Anormali·
dad
concreto, tanto la base orgánica (también puede ser psicológica) como
el ulterior juicio acerca de la capacidad de comprensión y de inhibición
del individuo.

a. Anomalía psíquica
Se explica por la presencia de procesos psíquicos patológicos corporales,
producidos tanto en el ámbito emocional como intelectual, que escapan 1337.
al marco de un contexto vivencia) y responden a una lesión al cerebro, Anomalia
psiquica
como: psicosis traumáticas, psicosis tóxicamente condicionadas, psicosis
infecciosas y otras <23 > <24 >.

Jurisprudencia:
.,f<..'l acusado se halla exento de responmbilidad por mzomalía mental, en mérito al dirta-
men pericial de sicología.forense y periria psir¡11iálrira ratifirrufo en audiencia p1íblira,

r:ioi CTr. Rox11', 1999, p. 823, num. 2. Se trata de un método biológico-psicológico


de constatación de la inimputabilidacl; pero, muchos estados de conciencia (estado
pasional intenso, oligofrenia normal psicológica ~-anomalía psíquica grave: psicopa-
tía, neurosis, anomalías de los instintos) no se deben a manifestaciones de deficien-
cias corporales orgánicas (biológicas) (ibidem, p. 823).
<21 >
En la ciencia penal alemana existen dos ni,·eles de análisis de la imputabilidad:
primero, se comprueba si existe un traswmo psicológico patológico (trastorno pro-
fundo de la conciencia, oligofrenia, anomalía psíquica grave); y en segundo lugar se
determina si debido a este trastorno psicológico patológico fue incapaz de compren-
der el injusto (se basa en una aserción normativa) (Rox1:\, 1999, p. 823, num. 2),
(:!'ll QUI:'\'TERO Ül.IVARES, 2000, p. 536.
23 1
< jESCHECK/WEIGDID, 2002, p. 470.
24
< > Existe una gran discusión en tomo a la clasificación de las enfermedades men-

tales. Incluso la Antisiquiatría señala que no se trata de enfermedades en sentido


biológico sino de agudos procesos de conflicto social, lo que ha afectado a las clasifi-
caciones biológico-psiquiátricas, las mismas que todavía siguen teniendo fuerte in-
fluencia en la Psiquiatría (Vid. Clasificarión Internacional de t:n[ermerlarles Mentales 1978,
en Bt:srns RAMÍREZ, 2004, 1, p. 1144).

599
CAPITULO XV: IMPl!fAHILIDAI)

que concluye señalando que p11!Smta episodios d.epresi11os gra11es con síntomas sicóticos
que conllella que altere sus Jacuilades, luu:iendo que pierda conlaclo con la realidad,
requiriendo tratamiento e.sper.ial• <25 >.

En los «Principios para la protección de los enfermos mentales y para el


mejoramiento de la atención de la salud mental» de las Naciones Unidas,
se han establecido cinco criterios delimitantcs tanto del concepto de en-
fermedad mental como garanúas para el ciudadano calificado como en-
fermo mental: Primero, la determinación que una persona padece una
enfermedad mental se formulará con arreglo a normas médicas acepta-
das internacionalmente. Segundo, la determinación de una enfermedad
mental no se efectuará nunca fundándose en la condición política, eco-
1338. nómica o social, en la afiliación a un grupo cultural, racial o religioso, o
Principio en cualquier otra razón que no se refiera directamente al estado de la
de
Naciones salud mental. Tercero, los conflictos familiares o profesionales o la falta de
Unidas conformidad con los valores morales, sociales, culturales o políticos, o
para la
protección con las creencias religiosas dominantes en la comunidad de una persona,
de en ningún caso constituirán un factor determinante del diagnóstico de la
enfermos
mentales enfermedad mental. Cuarto, el hecho de que un paciente tenga un histo-
rial de tratamientos o de hospitalización no bastará por sí solo para justi-
ficar en el presente o en el porvenir la determinación de una enferme-
dad mental. Quinto, ninguna persona o autoridad clasificará a una perso-
na como enferma mental o indicará, de otro modo, que padece de una
enfermedad mental, salvo para fines directamente relacionados con la
enfermedad mental o con las consecuencias de esta (:!h). Sobre la base de
estos principios delimitan tes, el poder penal debe operar cuando se defi-
na el concepto de anomalía psíquica.
Para VlLL.\. STElN, el término .. anomalía» que usa el Código Penal es in-
1339. correcto, pues debido a criterios estadísticos y teleológicos comprende-
Anomallas
pslquicas ría muchas más conductas de las que se puede referir el numeral del
compati- código (2?>. Además, no todas las enfermedades mentales son compatibles
bles con la
inimputabi- con la idea de la imputabilidad. sino sólo «aquellas que atacan indiscutible-
lidad mente la culpabilidad del mayor de edad (... ) por la gravedad de sus mani-
festaciones patológicas en los ámbitos cognitivo, afectivo y conativo» (:!Hl.

'~'» Sentencia de la Primera Sab Pcn;1l ele la Corte Superior ele.Justicia de Lima de
20 de agosto de 1995, Exp. 972-95 en RoJ\S V1\Rc;As/l:-.FA:-.TF. V.\RCAS, 2001, p. 90.
1"'> «Principios para la protección ele los enfermos mentales y para el mejoramien-

to de la atención de la salud mema!•, principio 4. Resolución N" A/RES/46/119 ele


18 de febrero 199!!, Asamblea Gcnaal, .Naciones Unidas.
<:!7> Cfr. Vn.t_.\ STEI>-:, 1998, p. :~69.
(:!S) J/Jitfrlll, p. :\7),

600
§87. Causas de inimputabilidad

Sobre esto, QUINTERO OLIVARES afirma que «lo relevante no puede ser
tanto lo que realmente tiene o sufre un sttjeto sino lo que eso significa
para la posibilidad de comportarse con la normalidad aceptada en la vida
común, lo que abarca no tanto la posibilidad de comprender el sentido
de los mandatos y prohibiciones como la de conformar la propia conduc-
ta de acuerdo con ese conocimiento potencial y con unas pautas de com-
portamiento aceptables por los demás» <~'9 1 • Para BUSTOS se trata de un
trastorno mental permanente o enajenación, «que implica un proceso
morboso o patológico, de carácter permanente y que produce una altera-
ción absoluta de las facultades mentales» <:>.oi. Pero esto es insuficiente para
determinar Ja inimputabilidad. La anomalía debe tener un efecto psicoló-
gico: debe presentarse la incapacidad de autorregular el propio comporta-
miento de acuerdo con el mensaje de la norma, o que la anomalía le impi-
da comprender la ilicitud de su comportamiento (facultades intelectua-
les), o determinar su conducta de acuerdo a dicho conocimiento <31 >.
Las psicosis producen alteraciones profundas de las funciones psíquicas
y pueden ser endógenas, que provienen de factores constitucionales, entre
ellas están las esquizofrenias, Ja demencia maníaco-depresiva (ciclotímia),
etc.; o exógenas, que pueden ser psicosis traumáticas (por lesiones cere-
brales), psicosis por intoxicación (que incluye embriaguez por alcohol u
otros), psicosis por infección (v. gr. parálisis progresiva), epilepsia, 1340.
Psicosis
artereoesclerosis cerebral y atrofia cerebral, etc. < 3 ~>. Precisamente, el uso
de la expresión anomalía psíquica en el Código Penal peruano permite
la eximente tanto para enfermedades mentales u otras perturbaciones
psíquicas graves (alteraciones psíquicas) como las oligofrenias graves (ano-
malía psíquica) <33 >.

Jurisprudencia:
«El comportamiento del acusarlo obedece a la insanía de su salud mental, pues el cole-
giado ha tomado convicción en los debates orales que éste es inimputable, ya que no es
capaz de responder de sus actos, debi<lo a su enfennedad mental esquizofrenia paranoide

(2!l) QUil\TERO ÜLIVJ\RF.S, 2000, p. 535.


30
< > Busros, 1989; GóMEZ BENÍTEZ, 1987. Vul.\ Sn:11\' sostiene que la locución «ano-
malía psíquica» comprende a todas las enfermedades mentales, desórdenes, trastor-
nos, permanentes o transitorias, cuya gravedad afecta de tal modo el sistema nervioso
y el comportamiento del que las padece que dificulta su sentido de la realidad, su
capacidad de ajuste adaptivo racional al medio ambiente y en consecuencia el domi-
nio sobre la o las conductas de la que es protagonista (1998, p. 370).
''"' BRAMONT ARIAS/BRAMONT-ARIJ\S ToRRF.S, 2001, p. 181.
<32 > Rox1N, 1999, p. 827 num. 9 y 12.
1
'"- > O'r. MIR PUIG, 2004, p. 563, num. 24.

601
CAPÍTULO XV: lMPUTAHILIDAD

de carát:Ler crónico, irreversible, ínrapacitado para diMinguir el bitm del mal y mponder
por sus actos,, ' 31 >. t:.n olm ano: .. De tratarse de un individuo que padeu de u.na
esquizo.frmia /Jaranoirle esta riamos .frente a 11na psirusis .frecuente y gm11e run tlesurga-
nización de la mente, porque eJ la alienación por l'Xfl'lmcia, r:omúnnumte llamad.a lm·u-
ra, algunos psiquiatrm la lúunan demencia precoz para diferenciarla <Íe la denumcia
senil, pues la esquizofrenia pamnoi<le se presenta en la ju11entwl, a11menta entre los 30
y 35 años para d.errecer a los 50, resultando muy raro que se presente des/mrs de esta
edatl, pnv no es regla que esta m.fPrmeda<l se presente con <lemeru:ia, porque pu.ede haber
esquizofrenias sin tlemencia, n1 e.sle cuadro el indi11iduo con11ersa solo o tiene alucinariu-
nes auditivas, cree que alguim lo insulta, rree escurhar una muchedumbre que lo jJTl'-
tende agredir, tiene delirio de penn:uáón, cree que lo atamn y por eso ju.stifim m agre-
sión a otra persona rumo en el raw de autos donde le dice a s11 víttima '( ... ) estas loco o
que' rre)'endo que el agraviado le estaba ataran<lu .. (3:.1.

Si bien existe cierta confusión en Ja caracterización de la psicojmtía (tam-


bién denominada personalidades anormales o trastornos de la persona-
lidad: esquizoide, paranoide, etc.), se acepta que el psicópata es un
inimputable pues la graYe distorsión que sufre su actividad afectiva y
que repercute en su esfera intelectual, le impide Ja capacidad de vivenciar
la existencia ajena como persona y en consecuencia también Ja suya ('.lli).
1341. «Como síntesis de esta caracterización, el psicópata no puede internalizar
Psicopatía valores ni castigos, por Jo cual es absurdo que el derecho penal preten-
da exigirle que los internalice y reprocharle que no lo haya hecho. Si se
relaciona este cuadro patológico con las advertencias que se han for-
mulado, se verá que la consideración jurídico-penal de Ja psicopatía
como causa de inimputabilidad penal responde al reconocimiento del
concepto moderno de enfermedad mental y Ja superación del antiguo
concepto positivista» (:l 7 l

1"' 1 Ejecutoria Superior del l i de mayo de HJ99, Exp. O11-98 en Diálogo rn11 la
.furisprudl'nria, Aúo 7, Nº 35, agosto 2001, pp. 63-64.
1"'' 1 Ejecutoria Superior del 30 de setiembre de l!l96, Exp. 1400-95 Junín en Diálogo

ron ú1j111·isprudenria, Ai1o 7, N" 3G. :;ctiembre, Lima 2001, p. 58. De la lectura de esta
jurisprudencia, se aprecia que el e:-..amen psiqui;itrico practicado al imputado concluyó
que el mismo presentaba una personalidad antisocial -psicópata- alcoholismo crónico.
No psicosis. Concluyendo que .. en ambos casos, sea personalidad psicopáúca o sea
esquizofrenia paranoide, el acusado no tenía capacidad de culpabilidad• (lor. ril.).
1" 6>
En relación al Código Penal cspa1iol de 1995, TF.RRADJ1.1.os B.\soco se1iala que
este relativiza el valor de las etiquetas y permite dar respuesta a los supuestos de
psicopatías, «pues no importa ya 1;mto la causa de la anormalidad como su efecto
sobre la capacidad de culpabilidad. Lo importante ahora es que esa incapacidad se
presente, con independencia que su origen sea una enfermedad, una deficiencia o
una alteración psíquica• (2002, p. 48). \'id. también E;jecutoria Superior de 30 de
septiembre de 1996, Exp. l-100-!l5 .Junín en .111jlra nl1m. marg. 1335.
71
'" Z.\FF.\RO:Xt/ Au,1;n/Su>K\R, '.!llOO, p. 678. Cfr. mnt, 2005, p. 554, num. 4-6.

602
§87. Causas de inimputabilidad

A los inimputablcs por anomalía psíquica se les aplica una medida de st!brzt-
ridad (:IHJ que puede ser de internación del sttieto en un centro hospitala-
rio especializado u otro adecuado, con fines terapéuticos o de custodia
cuando concurra el peligro que el agente cometa delitos considerable-
mente graves, (artículo 74, Código penal). La duración de esta m.edida 1342.
no puede exceder el tiempo de duración de la pena privativa de la liber- Medidas
de
tad aplicada por el delito cometido (artículo 75, Código penal). Si se seguridad
trata de un imputable relativo se aplica el tratamiento ambulatorio (artí- para
in imputa-
culo 76, Código penal). La regulación del sistema vicaria~ en el caso de bles
imputables relativos supone que el tiempo de internación se computará
como tiempo de cumplimento de la pena, otorgando al juez la facultad
de dar por extinguida la condena o reducir su duración, de acuerdo al
éxito del tratamiento (artículo 77, Código penal).

h. Grave alteración de la conciencia y actio libera in causa


La inimputabilidad puede ser consecuencia no sólo de ciertos estados
patológicos permanentes (anomalía psíquica) sino también de ciertos
estados anormales pasajeros. El numeral l del artículo 20 del Código
1343.
Penal expresa que están exentos de responsabilidad penal el que por una Grave
grave alteración de la conciencia no posea la facultad de comprender el alteración
dela
carácter delictuoso de su acto o para determinarse según esta compren- conciencia
sión. En la ciencia española a esta causal se le denomina trastorno mental
transitorio, que origina una plena anormalidad en el conocimiento de la
situación o en las condiciones de autocontrol del sttjcto <:19 >.

Jurisprudencia:
«Una grave alteración de la cuncienda, suficiente para eliminar la res/1onsabilidad
supone el no haber tenido ni la conciencia ni el dominio d.e los propios impulsos, y que no
posee conciencia del propio acto, tmnpoco puede roorarfo., c1o).

Estas causas de grave alteración de la conciencia carecen de un fondo 1344.


patológico: v. gr. agotamiento, exceso de fatiga, sopor, acciones bajo hip- Causas de
nosis o en estados post-hipnóticos, y determinados estados pasionales o grave
alteración
afectivos. En todo caso, estos trastornos deben ser profundos eliminán- dela
dose aquellos que se mantienen aún dentro de lo normal <41 >. conciencia

38
' ' Sobre la problemática de los supuestos intensos de anomalía psíquica como

casos de ausencia de acción, vid. supra núm. marg. 599.


<39 1 MIR Pu1G, 2004, p. 576, num. 7.
<40 1 Exp. 851-98-P /COT Camaná, en ARMAZA G.u.oos/ZAVAl.A TovA, 1999, p. 120.
41
< 1 ROXIN, 1999, p. 829, num. 13.

603
CAPÍTULO XV: IMPUTABILIDAD

Los estados pasionales intensos presentan problemas específicos aún no es-


1345.
Estados clarecidos. Sin embargo, en estos casos el Derecho Penal acepta la posibi-
pasionales lidad de inimputabilidad, situación diferente a la antigua exclusión de
intensos
estos estados como figuras de inimputabilidad < 4 ~>.
Lo que excluye la imputabilidad no es que el sujeto esté ebrio en el mo-
mento del hecho, sino que el alcohol condujo al agente a un estado de
grave alteración de la conciencia <43 > que lo puso en una situación de
incapacidad psíquica para comprender. Pero a veces esta alteración de la
conciencia puede ser provocada, dándose lugar a la imputabilidad por
una actio libera in causa. La adio libera in causa se presenta en el supuesto
del sttjeto que busca, contempla la posibilidad y la acepta, de colocarse
1346. en un estado de inimputabilidad para así delinquir y luego invocar
Actio libera
in causa inimputabilidad <44 >. A pesar de sus dificultades, la idea de la actio libera in
causa supone la posibilidad de sanción para el sttjeto que, al momento de
cometer la infracción, presentaba un cuadro de inimputabilidad. Para
algunos, esta afirmación significa la violación de las garantías propias del
principio de culpabilidad <45 i_ y a ello se agrega que resulta muy difícil la
construcción de la parte subjetiva del tipo, «pues quien se encuentra en
un estado de inconsciencia mal puede construir en su mente una actitud
dolosa o imprudente respecto de algo» <4 ti>.
Son diferentes las soluciones propuestas para resolver esta problemáti-
1347.
ca <47 >. El modew de la excepció11 se orienta por el momento de la ejecución
Solución del delito en estado de incapacidad, pero enfrenta un obstáculo insalva-
como ble, que es el de justificar la emisión de un juicio de responsabilidad
autoría
mediata personal sobre una persona que en aquel momento era incapaz de moti-
varse de conformidad con la norma <4H>. Otra solución sitúa el inicio de la
acción típica más atrás, en el momento en que el sttjeto decide la priva-

421
< Cfr. RmmJ, 1999, p. 829. num. 14.
4
< ' 1 De acuerdo a la Ley 27753 del 9 de julio del 2002, en el anexo «Tabla de

Alcoholemia», la grave alteración de la conciencia está considerado como el cuarto


período (2, 5 a 3, 5 g/I), y sus características son: •Estupor, coma, apatía, falta de res-
puesta a los estímulos, marcada dcscoordinación muscular, relajación de los esfínteres ...
(44! Vid. PE1':A CARRERA, 1997, p. 474.
H!il QUTXTF.RO ÜI.l\':\RF.S, 2000, p. 542.
<4() 1 J.. oc. cil.
4
< ;i \lid. críticas: Z.\FFAR0;-.;1/AL\l;t\/S1.0K.\R, 2000, pp. 670-674; ll>F.M, 2005, pp. 55!>-562.
< ~ Sin embargo, esta figura es una excepción al modelo garantista de la teoría
4 1

del delito, seglÍn el que la valoración de la imputabilidad del St\jeto (así como los
elementos pertenecientes al juicio de la culpabilidad) debe establecerse en el nw-
mento de la ejecución del hecho dclictirn, por cuanto la culpabilidad (y en particular

604
§S7. Causas de inimput::1bilid;_id

CIOn de su conciencia. Este llamado moddo dd tipo sería también


insustentable, ya que pretende anticipar el inicio de la ejecución del deli-
to a una fase en la que no se puede demost1-;.u- empíricamente cualquier
peligro o lesión al bien jurídico <· 19 >, «Ambas construcciones tienen indu-
dabks ventajas e inconvenientes, pero puede convenirse en que tien,den
a forzar los conceptos» (:iO). En el Derecho Penal peruano no existe una
regla expresa que autorice la sanción para estos casos (V. gr. artículo 20,
numeral l, Código Penal español de 1995: «el trastorno mental transitorio
no eximirá de pena cuando hubiese sido prorncado por el sttieto con el
propósito de cometer un delito o hubiera prc\isto o debido prever suco-
misión»). Planteado los problemas antes seilalados, consideramos que se
podría identificar al actio libera in causa como un supuesto de autoría mediata
en el sentido que el sujeto se utiliza así mismo para la comisión del delito,
aunque este criterio tampoco está exento de críticas (!ill. Así, el fundamen-
to para la aplicación del actio libera in cama estaría en el abuso del dere-
cho al ejercicio de su libertad individual ya que la conducta deliberada del
sttieto ha generado el condicionamiento (V. gi: situación de in imputabilidad
por ebriedad) < 5 ~>. Ejemplo: sttieto que prc\iamentc a los hechos, había
planificado el delito de lesionar a su cuilado (quien golpeaba a sú herma-
na constantemente) colocándose en estado de ebriedad <r,:i¡.
Esta actio libera in causa puede ser dolosa o imprudente. Es dolosa cuando
es preordenada a la comisión del delito. Aquí se sitúa Ja autoría mediata
al momento en el que sttieto decide la pt;\"ación de la conciencia. La 1348.
Actiolibera
forma culj1osa se presenta cuando el sttieto «hubiera previsto o debido in causa
prever» la comisión del delito (:-,·ll. El autor no reconoce y tampoco quiere dolosa e
imprudente
esta conducta posterior, pero habría podido conocerla y preverla si hu-
biera tenido algún cuidado (c• 5 >.

su presupuesto: la imputabilidad) constituye un juicio individual de atribución al


st!ieto del acto antijurídico (QUINTERO ÜUY.\RFli, 2000. p. 544).
14"> TAVARES, 2003, p. 392.
1'• > QUI:wERO OLIVARES, 2000, p. 543. Sobre la polémica que desencadenó Ja sen-
0

tencia del 22 de agosto de 1996 del Tribunal Supremo Federal alemán, que declaró
inaplicables Jos principios de la ac:Lio libera in ca1~a. vid. ScHÜNEMA:-1:"\ 2000, p. 124.
Vid. R1NALDI RoMAx, 2005, quien considera que el actio libera in causa no se
1:> 1>
debe sancionar mientras no este abarcado expresamente en la legislación penal.
<'·~ 1 Cfr. BvsTos, 2004, 1, p. 1148. Cfr. C\.mu.o .-\1.\'A, 2004a, p. 650.
1r.:1> Vid. un caso en el que el estado de ebriedad no era tan profundo como para
generar una grave alteración de la conciencia: Exp. 98-0354-P, Cusco en ACADEMIA DE
LA MAGISTRATURA, 2000, p. 280.

ff, 4 ) QUISTERO ÜLI\'i\RF.S, 2000, p. 543.


(!'i!'t) PEÑA CABRERA, 1997, P· 475.

605
CAPÍTULO XV: IMPUTABILIDAD

c. Grave alteración de la percepción


Se fundamenta en el criterio biológico natura~ que evalúa las dimensiones
biológicas de los sentidos. En un p1imer momento se limitó al habla y a la
audición, ahora se admite la alteración de todos los sentidos. Está critica-
da la fórmula de la alteración de la percepción en el sentido del uso del
término «realidad inequívoca .. , pues cada uno tiene su propia realidad, y
esa ciertamente no está alterada. Lo que in teresa es una realidad valorativa,
1349. que puede ser jurídica, pero también eso es insuficiente (!ifi). Dadas estas
Grave críticas, el Anteproyecto de Ley del Código Penal Parte General del 2004
alteración
dela en cuanto a la causa de inimputabilidad por alteración de la percepción
percepción elimina la frase «que afecten gravemente su concepto de la realidad» <57 ).
Admitido que esta alteración de la percepción se refiere a todos los senti-
dos, ésta puede tener su origen en el nacimiento o incluso desde la infan-
cia, que hacen que el individuo tenga una percepción parcial de la reali-
dad (58 ). Sin embargo, incluso esta reforma seguirá teniendo una base
biológica naturalista y quizá lo que debería intentarse es una fórmula que
destaque el efecto y no las causas que Ja han producido (:i 9 ¡.

§88. La in1putabilidad disminuida (60 l

La imputabilidad disminuida ( exigibilidarl /Hirrial) no es una forma autó-


noma de semiimputabilidad pues no se trata de un estado límite entre
1350. inimputabilidad e imputabilidad. En este sentido, «el sttjeto es (aún) ca-
Imputabili-
dad
paz de comprender el injusto del hecho y de actuar conforme a esa com-
disminuida prensión» (t;I). es decir, el autor todavía es capaz de evitar la comisión de
delitos. En verdad, lo que aquí se encuentra disminuida es Ja capacidad
de autocontrolarse, es decir. al sttjeto le puede costar m<1s o menos esfucr-

¡:.i;i BusT<>S, 2004, l. p. 1150. Por su parte, Crnno MIR precisa que esta eximeme es

superflua y debería ser suprimida del Código Penal espailol por carecer de relevancia
político-criminal y al no haber tenido apenas aplicación en la práctica (200la. p. 44!1;
CEREZO MIR, 2003, lll, p. 83).

t:•ll Vid. observaciones: Ht:RT.\DO Pozo, '.W05, p. 6'.·t~. num. 1652.

t«ll Cfr. Ju:ons, IH!l!l, p. 64i. En sentido parecido, vid. Z,\FE\R0'.\:1/ AJ.\la.\/SwK \R,
2000. p. 674.
11 >1> Rox1:-.:, l!l\l!l, p. 8'.\!l, num. :\~.

606
§~~- La imputabilidad disminuida

zo el comportarse de acuerdo a la norma, debe tener una fuerza de vo-


luntad mucho mayor que el incli\·iduo nonn.11 (li~>, lo que lleva a la dismi-
nución de la capacidad de culpabilidad, debido a que debe compensarse
su menor capacidad de control.

Jurisprudencia:
.. Co1Tes/1onde al drrl't"IW /1"1w/ 1,.1/ablerer ruríle~ ~"'' los límilr.~ en los que desa/Jm"ffl' la
exigibilidad, pno en raso de detenninrtr qrll' un rn>·to ha rnpnado rl umbral intermedio
y considerar que es impulable, no puede drjar de 1rru1wur q11e rtllll dn1Lm dr es[(1 calfgo-
ría exislen escalas que permiten eslablffrr lo r¡11.r j<' denomina la imputabilidad dismi-
nuida, la q11e redunda en wia rtle11uarió11 frtrullntiva de la /1erw .. 11;1l.

El tratamiento de la capacidad de culpabilidad disminuida supone los


mismos presupuestos de la inimputabilidad. los mismos estados biológi-
cos-psicológicos son tanto para las causas de inimputabilidad como para
1351.
los supuestos de imputabilidad disminuida. incluso las psicosis en casos Presu-
de intoxicaciones leves o alteraciones arte1;oesclcróticas puede que no puestos de
la
conduzcan a la plena exculpación 11i 4 >. Así, quedaría un amplio espacio inimputabi·
de valoración antes de llegar a la imputabilidad disminuida, en la que «se lidad
disminuida
habrá de exigir básicamente que la constitución psíquica del sttieto se
aparte claramente de la media de la normalidad y se aproxime a la
inimputabilidad» (li 5 l.
Si se parte del principio generalmente reconocido que la pena no puede
superar la medida de la culpabiliclacl, se podría deducir que una
inimputabilidad notablemente disminuida debe comportar también una 1352.
pena notablemente disminuida, y «que la mera atenuación potestativa Funda·
supone 'una clara vulneración del p1;ncipio de culpabilidad',, <66l. En la mento de
la
doctrina se han desarrollado ideas como por ejemplo, la de la menor sensi- atenuación
bilidad de la /1ena; la teoría del esfuerzo, en el sentido que quien está en para la
imputabili·
situación de imputabilidad disminuida debe compensar sus debilidades dad
mediante un esfuerzo intensificado (lo que lleva a sancionarlo de acuer- restringida

do a un marco penal no aten u ad o); o la compensación mediante una valara-


ción global <67 l de la capacidad «notablemente» disminuida de

62
< • Cfr. MAURACH/ZIPF, 1994, p. 628.
03
< i Ejecutoria Suprema de 29 de setiembre de 1993, Exp. 1297-93 en Rq¡As VARGAS/
l:-."FAXTF. VARGAS, 2000, p. 99.
rn-n Cfr.JAKORS, 1995, p. 647, nu1n. 28; Rox1x, 1999, p. 839, num. 32.

(li:, 1 Rox1x, 1999. p. 840, num. 33.


1
< >fi) Jbitle"i, p. 842, num. 36.
7
(i; 1 Vid. j . \Kons, 1995, p. 650, n um. 33.

607
CAPITULO XV: IMPUTABILIDAD

autocontrolarse, es decir, se compensa la atenuación por circunstancias


distintas que aumentan la culpabilidad, la que parece haber sido acepta-
da por nuestra jurisprudencia'68 >; o, como el caso de la restricción de la
culj)(J,bilidad provocada culpablemente por el propio sttjeto, producido
sobre todo en casos de embriaguez y también en caso de estados
pasionales<fiHl, o por razones de orden humanitaria <70 >.

Jurisprudencia:
uAl fnvducirse la secuela del n1mfo, el ar.usado se t'llWnlraba emlfriagarlo, hecho qur le
produjo una alteración de la conrimrit1, que no era grave, debido a <¡lle el sujeto sr daba
Cllenla de sus arios _v solo de q11R sucedía en sus inmediaciones, como era el raso dr
protegerse de un f1osible robo de arma <le.fuego, lo que pl'rmite rebajar la jlena f>or debajo
del mínimo lega/,. (il)_

En este mismo sentido, el Pleno Jurisdiccional de !quitos de 1999 acor-


1353. dó (acuerdo plenario 4/99) que la circunstancia atenuante precisada
Atenuación
obligatoria
en el artículo 21 del Código Penal es de aplicación obligatoria y que en
dela pena tal caso la disminución prudencial de la pena opera del mínimo legal
hacia abajo (n).
Diferente es la situación de la atnmación de /mw /Jara los jóvenes adultos,
que el juez /1odrá reducir prudencialmente Ja pena cuando el agente te-
nía más de dieciocho y menos de \'eintitín ai'ws o más de sesenta y cinco
años al momento de ejecutar el delito (artículo 22, Código penal). Se
1354.
Atenuación
indica que está excluido de esta reducción de pena el agente que haya
facultativa comeúdo delitos de violación de la libertad sexual, tráfico de drogas, te-
para la
responsa-
rrorismo, terrorismo agravado, atentado contra la seguridad nacional y
bilidad traición a la patria u otro delito sancionado con pena privativa de liber-
restringida
por la edad
tad no menor de veinticinco años o cadena perpetua (artículo 22, Códi-
go penal, modificación por Ley 27024). El Pleno jurisdiccional de !quitos
de 1999 acordó (acuerdo plenario 4/99) por mayoría que esta circuns-
tancia atenuante se aplica Jacultativrw1nite y en ese caso, la disminución
de la pena opera a partir del mínimo legal hacia ab<tjo m>.

11
") Cfr. Exp. 0130-96 Cusca.
11 1
<!) Rox1~, 1999, p. 843, nu111. 39.
17"l L\MAS Puccm, 2004. pp. ~ti3 y 866.
<in Sentencia de la Séptin1a Sala Penal de la (~arte Superior de Justicia de Litna de
30 de setiembre de l!l!l4, Exp. 41 '.?-!14 en G<imz MF.:-.;nozA, l!l!l!l, p. 120.
(~I \'id. \Tn.L\\'ICFSCIO ~fEHRFRl>-S. 200~. p. 134.

¡-;~i lúidnn. p. 136.

608
§8S. La imputabilidad disminuida

Jurisprudencia:
.. J,a düminuriún pnulenrial de la /1ma estableád" para el rmo qne el inrnlpado por m
edad tenga una inim/mtabilidad l"l'Jfringida, rs ww farnllad clflj11zgador, quim lw de
nmluar para su aplimáún las ci1nwsta11rias m que se romeliti el delito y la al'/uariún
del inc1t!pado .. (7·t).

cH> Exp. 0130-96, Cusco, en ACADEMIA DE 1.\ l\faGL,'TRATl:RA, 2000, p. 297.

609

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