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nuevas miradas
sobre el patrimonio
21 al 26 de noviembre de 2014
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Ponencias y Comunicaciones
ISBN 978-987-23112-6-1
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Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio
CICOP Argentina
E-mail: cicop@sinectis.com.ar
www.cicopar.com
www.cicop.blogspot.com
Las opiniones expresadas en los textos de las actas pertenecen a los autores.
Diseño y maquetación:
Arq. Mercedes Garzón Maceda
E-Book.
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CDD 306
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ORGANIZAN
ADHIEREN
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COMITÉ ORGANIZADOR
COMITÉ CIENTÍFICO
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Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio
CICOP Argentina
Comisión Directiva
Presidente
María de las Nieves Arias Incollá
Vicepresidente
Guillermo Rubén García
Secretaria
Mercedes Garzón Maceda
Tesorera
Cristina Beatriz Malfa
Vocales Titulares
Martín Repetto
Jorge Néstor Bozzano
Alberto Boselli
Ana María Mancasola
Vocales Suplentes
Nelly Decarolis
Gladys Pérez Ferrando
Juan Alberto González Morón
María Elena Mazzantini
Órgano de Fiscalización
Adriana Olinda Estévez
Marta Julia Oliva
Director Académico
Jorge Néstor Bozzano
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PRESENTACIÓN
ISBN 978-987-23112-6-1
PRESENTACIÓN
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Contenidos
A- Ponencias
A.01 Bahía Bristol: la construcción de un paisaje urbano moderno. (Claudio G.
Erviti) 12
A.02 Ciudad Deseada. Desarrollo y Gestión; Planes y Programas (Diana Beatriz
Maggi / Omar Rodolfo Yantorno ) 22
A.03 Ciudad mirada y ciudad expresada. La valoración del paisaje a través de las
manifestaciones artísticas de la población (Cecilia Giusso) 27
A.04 Cuestiones urbanas en relación al territorio-ambiente y ciudad. El rol del
IEU, Distrito V del Colegio de Arquitectos (Daniel Moreno, Jorge García
Sergio Patiño) 43
A.05 El valor estético como escenario de la vida urbana (Patricia I. M.
Mariñelarena) 50
A.06 Imaginarios distópicos y ciudad sobremoderna (María del Rosario Betti)
63
A.07 La educación desde el patrimonio como estrategia para vivir la ciudad
(Fabiana Carbonari) 72
A.08 Mar del Plata, su desarrollo y planes urbanos (María de las Nieves Rizzo /
Melecia Granero)
A.09 Poner en valor el patrimonio: el caso de la Auditoría General de la Nación
(Pablo Martínez / Mónica Britos) 85
A.10 San Juan, una Ciudad en movimiento. Aportes del Turismo a la
Resignificación de su Arquitectura (María Emilia Erostarbe Suárez) 86
B- Comunicaciones
B.01 Avellaneda, el desafío de la ciudad deseada. Transformación de la ribera
post-industrial (Silvia Bruzzo / Adrián Lisanti / Martín Otero / María
Cristina Senlle) 94
B.02 La Bajada Vieja. Posadas Misiones (Mary Edith González) 108
B.03 Ciudad Social. Ciudadanía y Vivencialidad (María Dolores Gómez Macedo /
Ivana Utrera) 124
B.04 El tango también es cosa de chicos (María Alejandra Muñoz) 133
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B.05 El Zoológico de Buenos Aires en el cuidado y la conservación del
patromonio (Marcela Liliana Díaz / María Cristina Fernández) 140
B.06 Formación profesional para un equilibrio entre la conservación del
patrimonio, el desarrollo económico y la habitabilidad en la ciudad
(Miriam Bessone / María Laura Tarchini) 147
B.07 La Comunidad Italiana y la Pedagogía Salesiana en la ciudad de La Plata
a fines del siglo XIX. Identidad en una ciudad en construcción (Virginia E.
Galcerán) 153
B.08 Las piedras ornamentales de la Ciudad de Buenos Aires. Un patrimonio a
revalorizar (José Sellés-Martínez) 161
B.09 Los jóvenes de Villa Atamisqui, provincia de Santiago del Estero, herederos
de su propio patrimonio (Ana Maria Larcher) 170
B.10 Los jóvenes viven en la ciudad. Una experiencia en movimiento (Verónica
Bugnard / Monica Simon) 181
B.11 Nuevo espacio público urbano en Brasil. Negro Bloques, Rolezinhos e
Indios del Pueblo (Aldeia) Maracanã (Dinah Papi Guimaraens / Marina
Vasconcellos de Carvalho) 184
B.12 Proyecto Museo a Cielo Abierto. Arte popular participativo e identidad
comunitario. Bo. Ejército de los Andes. Fuerte Apache (Alumnos
de la Escuela Media N° 7, Ejercito de los Andes. Bo. Ejercito de los Andes,
Fuerte Apache) 193
B.13 Reflexiones sobre el patrimonio urbano: el aporte de dos miradas para
analizar el caso de la ciudad de Mendoza (Pablo F. Bianchi) 195
B.14 Rotterdam: miradas sostenibles en la rehabilitación de los espacios para la
vida colectiva (Carolina Quiroga/Lucas van Zuijlen) 204
B.15 Santa Fe: patrimonio, ambiente y gestión. El difícil sendero de la
concertación (Maria Laura Tarchini / Miriam Bessone / Maria Laura
Bertuzzi) 211
B.16 Un Espacio Cultural en la Ciudad. Paseo de Las Esculturas – Plaza Rubén
Darío (Anastasia Weisbek / María Noel Lanata / Mariana Carla Zambruno /
María Carolina González) 222
B.17 Una mirada intencionada de la ciudad a través de la fotografía (Manuel
Civano / Mercedes Garzón Maceda) 230
B.18 Vivir el centro. Memoria Visual del Macrocentro Porteño (Alberto Boselli /
Graciela Raponi) 233
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PONENCIAS
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A.01 BAHÍA BRISTOL: LA CONSTRUCCIÓN DE UN PAISAJE
URBANO MODERNO
Claudio G. Erviti
“Mar, playa, baños calientes, vestuarios, comercios, bares, confiterías bailables, pis-
cinas, casinos, teatros, hoteles, eran símbolos materiales de una sociedad en pro-
ceso de modernización. Gente circulando, consumiendo, descansando, en un
complejo edilicio construido para el ocio y el placer.” (BARTOLUCCI, 2004:114).
“…el edificio del Casino, el teatro Auditorio, el Hotel Provincial y la rambla donde se
encuentran las confiterías, bares, comercios de todo tipo, agencias de los grandes
diarios en cuyas pizarras se aglomera la gente. Bordeando el murallón los sillones de
mimbre de alquiler donde descansa la gente mayor. Bajo las columnas de la Ram-
bla desfila el mundo bullente y exótico de los turistas, mezclados con una multitud
de buhoneros, lustrabotas, diarieros, vendedores de billetes de lotería y de globos, fo-
tógrafos, alquiladores de sacos y corbatas para entrar al casino” (SEBRELI, 1970: 98)
“La zona urbana, resultado de una estratificación histórica de los valores culturales y
naturales (…) incluye la topografía del sitio, la geomorfología, la hidrología y las ca-
racterísticas naturales, su entorno construido, tanto histórico como contemporáneo, sus
infraestructuras por encima y por debajo de la tierra, sus espacios abiertos y jardines, sus
patrones de uso de la tierra y la organización espacial, las percepciones y las relaciones
visuales, así como todos los demás elementos de la estructura urbana. También incluye
prácticas sociales y culturales y los valores, los procesos económicos y las dimensiones
intangibles del patrimonio en relación con la diversidad y la identidad.” (Recomenda-
ciones de la CONFERENCIA GENERAL UNESCO (2011) sobre Paisaje Histórico Urbano)
Introducción
En el transcurso del bienio 2012/13 desarrollamos, en el ámbito de la FAUD – UNMDP, un proyec-
to de investigación1 tendiente a detectar, describir y valorar las particularidades de la produc-
ción modernista en el área Brístol de Mar del Plata - el entorno inmediato de la bahía y el sector
comercial central-. Los ejes del trabajo fueron las transformaciones de dicha producción en el
espacio privado –esto es la reproducción de la tipología departamento, destinada al consumo
turístico de masas y enmarcada en la Ley de propiedad Horizontal (1948)-, cuanto las innova-
ciones operadas en el espacio público callejero -las que, destinadas a dar satisfacción al progra-
ma comercial, intensificaron el desarrollo del tipo galería comercial, por entonces predominante.
Con estos ejes hicimos foco en aquellos episodios urbano-arquitectónicos que apuntaron a pro-
blematizar -de modo simultáneo y, en diversa medida, articuladamente- las tensiones producidas
por ambas transformaciones: de aquí que la moderna tipología de torre con basamento - en la
cual la torre alojó formas más o menos novedosas de departamento en tanto sus basamentos re-
plantearon las secuencias publico/semipúblico/privado- fue protagónica en nuestra indagación.
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Nuestro estudio fue dejando a la luz la radical reconfiguración del paisaje urbano del área Bristol,
acaecida desde finales de los años cuarenta hasta fines de los setenta. Las operaciones e interven-
ciones fueron diversas: desde modificaciones topográficas y del parcelario, hasta las trasformacio-
nes en el tejido y las estéticas, pasando por nuevas formas de relación ciudad-mar. Y, ciertamente,
la emergencia de nuevos rituales del ocio y nuevas prácticas de apropiación de los espacios ribe-
reños, diurnos y nocturnos.
Protagonista de uno de los procesos de apertura e inclusión a las prácticas veraniegas más impor-
tantes ocurridos en nuestro país en el transcurso del siglo XX, “la Bristol” devino en un escenario
relacional relevante, espacio público democrático e inclusivo; Con un registro amplio de formas
de uso social de sus estratos “naturales” y artificiales: desde el baño de mar hasta el Festival Cine-
matográfico Internacional. Paisaje cultural cuya configuración es -utilizando una expresión de N.
G. Canclini- “resultado de etapas diversas del desarrollo en que se fueron sedimentando estilos cons-
tructivos y concepciones dispares del espacio urbano”. En este sentido constituye un lugar en el
sentido augeano del término: espacio relacional, poseedor de identidad, historia y significación.
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rituales, vestimentas y objetos específicos, tenía como símbolos la rambla, sus edificios y recovas.
Esta vitalidad estaba dada por una multitud en busca del descanso y el ocio conseguido con es-
fuerzo, según las posibilidades de cada uno (SEBRELI, 1970:85).
Cabe destacar que la producción cinematográfica nacional colaboró en la construcción de un ima-
ginario propio del balneario marplatense: como ámbito propicio para el consumo y la diversión
frívola -Veraneo en Mar del Plata (Saraceni, 1954), Punto y Banca (Carreras, 1961)- o como espacio
de libertad -Los jóvenes viejos (Khun, 1962)-. (NEVELEFF, J; MONFORTE, M.; 2008).
La explosión de la propiedad horizontal -por medio de la mercancía departamento- destinada al
turismo masivo se produjo en los dos sectores adyacentes a Bahía Bristol. Por un lado en el eje de
Avenida Colón, donde reemplazó los parques y las villas pintorescas preexistentes –con un parce-
lamiento especulativo y una fuerte densificación-; Y, simultáneamente, en el área central, donde
se articuló con la modernización de los espacios destinados al consumo. En este último caso la
intensificación de actividades de encuentro y entretenimiento presionó y complejizó el sistema de
espacios públicos del área comercial, enriqueciéndolo con una red de pasajes y galerías comer-
ciales. Esta “presión” encontró su punto culminante con la definitiva peatonalización de calle San
Martín (1979/80).
La condición de posibilidad de esta transformación fue la confluencia de expectativas e intereses de
distintos actores: desde la voluntad especulativa de los propietarios de las villas -que, por medio de
remates y loteos, recuperaron con creces las inversiones realizadas medio siglo antes- hasta las nuevas
formas de incentivación de la demanda generadas conjuntamente por el mercado inmobiliario y la
industria de la construcción -liderada por empresas constructoras e ingenieros-, pasando por las estra-
tegias de una clase media que canalizó sus ahorros en la posesión del “departamento en Mar del Plata”.
Tampoco fueron ajenos los arquitectos -como A. Bonet, A. Dompé o Méndez Torrecilla- que expe-
rimentaron tipologías y procesos tecnológicos. Este boom de la construcción -con sus series tipo-
lógicas y sus episodios aislados- estuvo normado por el Reglamento de Construcciones de 1937,
hasta 1957 en que se permitirá por vía de excepción la tipología de edificios de perímetro libre.
Sus emergentes pueden ser tipificados en tres clases.
• En primer término aquellos edificios que recrean los rasgos formales de la intervención
bustillense -basamentos y recovas en piedra, muros de ladrillo con aventanamientos recortados,
mansardas en pizarra, etc.-. Son ejemplos el pionero Hotel Savoy (1943) o la Residencia
Marítima, con retranqueos que amplían el perímetro a efecto de multiplicar unidades con vista
al mar. (figura 2)
• La tipología más extendida estuvo dada por los edificios entre medianeras con ventilación a patios
interiores en lotes exiguos, con un alto FOS y departamentos de baja habitabilidad. Su principal
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valor es la conformación de un espacio urbano callejero continuo y homogéneo, de fuerte
identidad, tal el caso de Av. Colón. Cierto modernismo figurativo –con planos o volúmenes
cromáticamente variados- y remates escalonados los caracteriza. Algunos -eco lejano de la
integración de las artes propia de los cincuenta- poseen murales en halles y fachadas. (figuras
3 y 4)
• Finalmente la tercera tipología de vivienda agrupada –ya plenamente moderna- será la torre
de perímetro libre, con o sin basamento, mereciendo algunos casos la categoría, pionera en
nuestro país, de rascacielos. Esta producción aumentó la rentabilidad de los terrenos con su
mayor altura, acrecentó las unidades con “vista al mar” y en algunos casos mejoró la calidad
de sus departamentos. Algunos de sus episodios ayudaron a configurar definitivamente el
skyline marplatense.
De este modo hacia fines de los años sesenta se había materializado ya el grueso de lo que (hoy)
llamamos patrimonio moderno de la ciudad, en sus diversas escalas.
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espacios públicos/semipúblicos/privados, sus transiciones y relaciones. Aquí las opciones más
relevantes van desde la presencia de plantas libres hasta la multiplicación de niveles públicos,
en un complejo basamento transicional.
• En tercer término –visto que la composición bipartita del tipo obliga a la indagación proyectual
de las relaciones entre las dos piezas y de los elementos transicionales que allí aparecen- se
presentan diferentes opciones de solución, desde mínimas transiciones, hasta la creación de
terrazas jardín de uso común o transiciones estructurales.
• La problemática formal y lingüística del tipo torre/basamento, de sus partes componentes,
cuanto del tratamiento de la totalidad arquitectónica; Las opciones parecen oscilar entre
un tratamiento totalizador, que presenta el objeto como acabado, hasta la indeterminada
repetición de elementos en vertical.
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planta transicional- se ideará y construirá simultáneamente, entre 1958 y 1960, al Edificio Banco
Popular Argentino obra de gran calidad, cuya opción relacional entre los dos componentes está
lejos de una diferenciación radical de su componentes, en tanto la terraza sobre el basamento no
constituye un espacio de usos. En tanto el edificio Edén constituye una opción próxima al concep-
to de planta libre, casos como Galería Florida y Galería de las Américas representan cabalmente la
tipología de torre/basamento, con grados crecientes de complejidad espacial y estructural en la
relación entre ambas partes, llegando, en el último caso, a un basamento complejo y autónomo.
Por su parte el Edificio Cosmos y, particularmente, el Bristol Center son dos emprendimientos en
que el basamento cobra una autonomía casi total, llegando en el último a un programa comercial/
cultural de gran relevancia.
Las torres ideadas y construidas durante los años, 1957/66, muestran casos innovadores desde lo
urbano y lo tipológico. Entre ellos podemos mencionar: la sede local del Banco de Londres y Amé-
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rica del Sud, la Galería Rivadavia, el edificio el Banco Popular Argentino, la Galería de las Américas, el
Edificio Banco Nación Argentino, la Galería Florida -los cinco últimos situados en relación al eje de
calle San Martin -; el Edificio Cosmos, el Edificio Palacio Edén, el edificio Demetrio Elíades –estos en
relación al eje avenida Colón- 3 También se destacan, en el período que sigue a la aprobación de
la ordenanza de Edificios en Torre (1966) emprendimientos como Galería Lafayette.
A diferencia de la PH desarrollada masivamente desde los años cincuenta por empresas locales
–que contaban con una tecnología probada, de baja complejidad, con una mano de obra relati-
vamente artesanal y sin participación mayoritaria de profesionales arquitectos- estos episodios
poseerán firma profesional destacada, aplicaran tecnologías más desarrolladas, o empresas de
escala, y requerirán inversiones que en ocasiones implicaran ir más allá del financiamiento hi-
potecario. No casualmente los dos rascacielos más notorios del eje Colón –el edificio Elíades y el
Cosmos- serán emprendimientos de actores de la burguesía local o, más tardíamente, el fallido
emprendimiento del Bristol Center concentrará inversiones de nivel nacional. Los grandes em-
prendimientos de PH tipo “rascacielos” utilizaron parcelas de gran superficie y situaciones urbanas
privilegiadas, a efectos de dotarlas de perspectivas para su apreciación y vistas para las unidades;
En este sentido el Edificio Edén domina el espacio de Plaza Colón, el Edificio Cosmos caracterizará
toda perspectiva de Av. Colón, y el Edificio Elíades, sobre el Boulevard Marítimo, constituye el
principal acento en el paisaje urbano de toda la Bahía Bristol. Por su parte las torres localizadas en
el eje San Martín están situadas, convenientemente, en parcelas de esquina.
Estos emprendimientos fueron determinantes en la configuración del paisaje urbano marplatense,
aportando desde acentos urbanos puntuales -la galería Rivadavia-, hasta verdaderos landmarks
territoriales –como el edificio Elíades-.
Resulta destacable la Sede del Banco de Londres y América del Sud, que por entonces construyó
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numerosos locales y sedes secundarias, además de renovar su sede central. En primer término
porque su inversión prescindió de la complementariedad con la propiedad horizontal, en una
esquina ya entonces de altísimo valor económico, reforzando así la relevancia institucional. En
este sentido entendemos que el tipo torre /basamento resulta aquí un opción algo forzada pro-
gramática y funcionalmente, visto lo acotado del programa- pudiendo haberse optado por otras
tipologías; claramente lo que se demandaba aquí es el valor simbólico/publicitario de la tipología,
empleada a nivel mundial como vimos, por otras corporaciones prestigiosas.
La ciudad pudo contar también con las indagaciones de Bonet en relación a la PH –cosa que no
haría en Buenos Aires- apuntando a trabajar en los límites que le permitió el registro especulativo de
la vivienda de veraneo en la etapa del turismo masivo. Sin profundizar aquí en su mejor experien-
cia de PH marplatense –el Terrace Palace en Playa Grande– cabe señalar la relevancia de Galería
Rivadavia en tanto desarrollo ejemplar del tipo torre/basamento, a nivel de la totalidad y en el
tratamiento de sus componentes; Esta obra que remite a LC -en su indagación de la placa en altura
con núcleo central y circulaciones horizontales alternadas-, y a la Lever House en tanto la torre, al
“pisar” solo una porción del basamento, abre la posibilidad de un “patio” para uso público (resuel-
to aquí como espacio central de la galería cubierto por un paraboloide). Se destaca también el
acondicionamiento y apertura al uso común del espacio transicional entre torre y basamento, una
planta de pilotis con solado en piedra local y lugares de estar. En Galería las Américas el menor
riesgo tomado en el abordaje de las unidades, se contrapesa con la indagación estructural y, muy
particularmente, con la calidad espacial y circulatoria de la galería, cuya presencia enriqueció su
situación urbana, convirtiéndola, junto a la nueva sede del banco nación (1965), en la esquina más
significativa del área central. Pero, cabe destacar, que a diferencia de galería Rivadavia la multipli-
cación especulativa de locales y niveles de la galería -con dos niveles de subsuelo sin atractores
que lleven a intentar este recorrido, confiando en que la localización urbana asegure el flujo de
consumidores- atentó contra su vitalidad: solo la planta baja y el primer nivel tienen actualmente
uso urbano.
Resulta paradigmático el proceso seguido por el arquitecto Antonio Dompé en los pocos años
que van desde su primera torre de relevancia -el Banco Popular Argentino (1958)- hasta la última
de las mismas –el mencionado Edificio Elíades (1965)-. En el banco optó por utilizar la tipología de
torre/basamento –separándolos y explorando la diferencia y la relación entre ambos- para logar
una mejor presentación de la institución bancaria que, a la vez que financió la obra, se presenta en
la ciudad como una opción importante. En este edificio el basamento resuelve las diferentes situa-
ciones del espacio público callejero y, con una pequeña logia, destaca la esquina donde ubica el
acceso bancario. En sus rascacielos destinados a departamentos de veraneo las opciones elegidas
fueron otras; En el caso del Edificio Cosmos el basamento resulta un añadido sin relaciones forma-
les con la torre y sin aportar al espacio público adyacente ningún tipo de nuevas situaciones. En
tanto en el Edificio Elíades este ya no será necesario y el edificio llega directamente al suelo, sin
mediaciones ni transiciones de ninguna especie. En este camino de creciente protagonismo de la
dimensión especulativa, sus propuestas irán del uso de la tipología de torre con circulación vertical
y horizontal centralizadas –más racional compositivamente pero a costa de que un porcentaje
importante de unidades de departamento carezcan de vistas a la bahía, como ocurre en el Palacio
Edén- a la elección del tipo en tira que asegura la totalidad de las unidades con rentables vistas al
mar, al costo de sacrificar el rendimiento del sistema circulatorio horizontal. Correlativamente, en
lo que respecta a la dimensión lingüística, esta secuencia de obras de Dompé, simplifica progre-
sivamente la paleta de materiales y colores; de la policroma fachada del Banco Popular -resuelta
en grises celestes, ocres y rojos- o del Edificio Edén, se pasará a la monocroma fachada del edifico
Elíades; Eliminará también progresivamente los balcones salientes, los aventanamientos enmar-
cados y los remates superiores.
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Como se observa en la figura (figura 10) hacia 1965/66 -fecha probable de la toma fotográfica que
ilustra la portada de la Construcción Marplatense (1968) 4- el emergente material de la PH del área
Bristol presenta una conformación reconocible aun en la actualidad, con las ausencias del edificio
Elíades y el Bristol Center. Sobre Av. Colón y su entorno, la PH normada por el Reglamento de
Construcciones de 1937 ha reemplazado por completo el tejido de villas y chalets, configurándose
como un espacio de “urbanidad” tradicional –conformando la calle corredor-. El nuevo tejido, aho-
ra sí, da escala a la monumental obra de Bustillo y da limite a la Plaza Colón. Por sobre este tejido
se elevan los episodios correspondientes a las torres/rascacielos. En el sector superior derecho se
aprecia el conglomerado de torres que jalonan el eje San Martín: el Banco Popular, la Torre Rivada-
via, la torre de las Américas, el Banco Provincia y la torre Florida; unos años después, en San Martín
y Boulevard, emergería el Bristol Center.
Referencias bibliográficas
• BARTOLUCCI, M. (2004) La foto en la Bristol. Sociabilidad, circulación y consumo en la década
de los sesenta en Mar del Plata. En G. Zuppa (Ed.) Prácticas de Sociabilidad en un escenario
argentino. Mar del Plata 1870-1970 (pp.107-132). Mar del Plata. EUDEM.
• CONFERENCIA GENERAL UNESCO (2011) sobre Paisaje Histórico Urbano
• LIERNUR, F. (2001) Arquitectura del Siglo XX en la Argentina. La construcción de la modernidad;
Buenos Aires, Fondo Nacional de las Artes.
• NEVELEFF, J; MONFORTE, M (2008) Mar del Plata. 100 años de cine, (1908-2008).1º edición.
Buenos Aires, Corregidor
• PASTORIZA, E. (2011) La conquista de las vacaciones. Breve historia del turismo en la Argentina.
Buenos Aires, Edhasa.
• SEBRELI, J.J. (1970) Mar del Plata, el ocio represivo. Buenos Aires, Editorial Tiempo
Contemporáneo.
• TORRES CANO M; ERVITI, C. (2005) “El Mar del Plata de Bustillo: miradas desde la historia y
la memoria”. En “Alejandro Bustillo. La construcción del escenario urbano.” Buenos Aires,
CEDODAL.
• Revista summa Nº33 (1970) - Mar del Plata. Arquitectura y Entorno. Buenos Aires, Ediciones
summa S.A.
• ORDENANZA MGP Nº 10075 – CODIGO DE PRESERVACION PATRIMONIAL-
4 En 1968 el Centro de Constructores y Anexos reinicia la publicación de “Construcción Marplatense”. Este conmemora la
creación del Centro de Constructores y Anexos, ocurrida 33 años antes, y lo dedica a los fundadores del mismo. Construcción
Marplatense, publicación bimestral del Centro de Constructores y anexos, Mar del Plata. año 1, diciembre de 1968.
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El Autor
Claudio Gustavo Erviti
Arquitecto por la Universidad Nacional de Mar del Plata. En el marco del IEHPAC ha integrado diver-
sos proyectos de investigación y realizado publicaciones y presentaciones a Jornadas y Congresos
locales, nacionales e internacionales, en relación a problemáticas urbano-arquitectónicas de ín-
dole histórica y patrimonial. Actualmente es Director del Proyecto denominado Primera arquitectu-
ra moderna en Mar del Plata (1925-1945). La vivienda, su reconocimiento y valoración patrimonial.
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A.02 CIUDAD DESEADA
Desarrollo y Gestión; Planes y Programas
Diana Beatriz Maggi
Omar Rodolfo Yantorno
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Las actividades que deberá cumplir el Observatorio son fundamentalmente:
• La recolección y manejo de la información cuantitativa y cualitativa, sobre los bienes culturales
en particular el patrimonio construido.
• La incidencia que tienen sobre dicho territorio las políticas, planes, programas, proyectos y
actuaciones de cualquier índole, así como las tendencias futuras, medidas en términos de
logros y déficit.
• El monitoreo del mismo.
• La formulación de propuestas de políticas de intervención.
• La difusión de los productos elaborados, facilitando el acceso a la información de los agentes
implicados en el desarrollo de la ciudad, así como a la ciudadanía en general, en el momento
de intervenir en un espacio urbano o edificio patrimonial.
• La realización de un diagnóstico permanente de la situación de la ciudad, a fin de orientar la
toma de decisiones en el municipio.
• La interacción con organismos e instituciones públicas y privadas fundamentalmente los
grupos de asambleas de vecinos organizados en ONGs para colaborar en la salvaguarda de los
Bienes Culturales.
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En definitiva plantearse los límites posibles del cambio a partir del cual sería imposible volver
atrása costa de la pérdida de una memoria histórica efectiva.
La construcción de lo patrimonial es, por lo tanto, “una operación dinámica, enraizada en el presen-
te, a partir del cual se reconstruye, selecciona e interpreta el pasado. No se trata de un homenaje a un
pasado inmóvil, sino de la inversión a posteriori de la continuidad social”2
Antecedentes
En estos últimos años “la acción privada esta regida igual que en otros ámbitos por las necesidades de
acumulación y reproducción de la fuerza de trabajo. A menudo esta tendencia lleva a la explotación
indiscriminada del ambiente natural y urbano, la expansión voraz de la especulación inmobiliaria y el
transporte privado en detrimento de los bienes históricos y del interés mayoritario”.3
La proliferación de demoliciones en la Ciudad de La Plata, principalmente en el ámbito de su Cas-
co Fundacional, están provocado la pérdida del patrimonio histórico- edilicio, integrado por un
Modelo Urbano fundacional, por aquellos edificios emblemáticos y representativos de nuestra
historia, como así también por tramos valiosos que se identifican por su consistencia morfológica,
sectores cuya contextualización urbana o su significación institucional para la propia comunidad
nos dicen de la necesidad de su cuidado.
Si damos una mirada a la tradición legislativa en nuestra ciudad en materia de patrimonio se ha
ido desdibujando desde la Ordenanza 5338/82, que establece en su Artículo 1º “El Departamento
Ejecutivo, a través de la Dirección de Obras Particulares, no autorizará demoliciones, ampliaciones,
cambios de uso y/o refacciones bajo cualquiera de sus formas en edificios cuya data original sea ante-
rior al año 1930 inclusive, cualquiera sea su magnitud y/o destino, localizados en el Área Urbana defi-
nida por Ordenanza 4495/78, sin la conformidad previa de la Comisión de Preservación del Patrimonio
Monumental, Arquitectónico y Urbanístico del Partido, creada por Decreto 17.211/82.”
Posteriormente la creación en diciembre de 1996 del Consejo de Ordenamiento Urbano y Territo-
rial (COUT) por ordenanza Nº 8733 y teniendo como miembros: la Facultad de Arquitectura y de
Urbanismo de la UNLP , el Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades, el Colegio
de Arquitectos y el Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, la Cámara Argentina
de la Construcción y el Consejo Profesional de Ciencias Naturales de la Provincia de Buenos Aires,
intentaba canalizar los aportes de técnicos de especialistas con el objeto de la identificación,
caracterización, sistematización y/o propuesta de cuestiones y emergentes relacionados con el
ordenamiento y la gestión del territorio.
Años más tarde el Decreto Nacional Nº 1308/99, declaraba al Casco Fundacional de la Ciudad
de La Plata como Patrimonio Histórico Nacional, y expresaba entre sus consideraciones:”La Plata
se constituye en un testimonio ejemplar de Ciudad pública en razón de su concepción urbana, de sus
espacio sociales y recreativos, cuyo reconocimiento significa un gesto de valoración de los aciertos y
ventajas de una Ciudad republicana, democrática y abierta” Con toda la intencionalidad de su com-
petencia por la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad que por el entonces intendente Dr.
Julio ALAK promocionaba.
Esta distinción a su vez, significó que ingresara en la nómina de protección de la Comisión Nacio-
nal de Museos y de Monumentos y Sitios históricos.
El reconocimiento a nivel internacional vino sin embargo a través de diversos Pactos de la
UNESCO, que la Argentina ha ratificado, obligándose a evitar cualquier forma de destruc-
ción intencional del Patrimonio, como así también a “adoptar todas las medidas necesarias
para prevenir, evitar, hacer cesar y reprimir los actos de destrucción del Patrimonio Cultural”…
2 A. Rosas Mantecón,1999: “La participación social en las nuevas políticas para el patrimonio cultural”. En: Patrimonio Etnológico. Nuevas perspectivas de estudio.
3 N. García Canclini,1999. “Los Usos Sociales del Patrimonio Cultural”, en Edit.Aguilar Criado, Encarnación.
ISBN 978-987-23112-6-1 24
En los años 2001 y 2003 se crea por Decreto Nº 1576 del Departamento Ejecutivo Municipal, el
Catálogo de Bienes Patrimoniales, a través de un Convenio con la Facultad de Arquitectura y Ur-
banismo de la UNLP.
La gran paralización económica del país hizo que muy pocos intervinieran en obras nuevas y/o
existentes. Posteriormente y por Decreto Nº 1579/06, el Departamento Ejecutivo Municipal, es-
tablece una propuesta de zonas especiales de preservación patrimonial y se identifican 1826 edi-
ficios que presentaban valor histórico arquitectónico o ambiental agrupados en categorías para
los cuales se definieron los grados de valor y de protección, en: integral, estructural, contextual y
cautelar.
A pesar de haber conformado un registro de oposición, de edificios catalogados por su valora-
ción patrimonial, estableciendo distintos tipos de incentivos, exenciones, etc. nunca se definió el
mecanismo de control, llevando las iniciativas al fracaso, demorando la resolución de los pocos
expedientes que consultaban a la Comisión de Sitio, en el mejor de los casos. Y aunque se realizó
un inventario preliminar, que preveía la confección de un listado definitivo, nunca fue finalizado.
La actual gestión de gobierno trabajó sistemáticamente para desmantelar los organismos creados
para promover la declaratoria como PATRIMONIO MUNDIAL, a pesar de los reclamos judiciales, la
intervención de la Cámara Federal e incluso del Tribunal Superior de la Provincia de Buenos Aires.
Se llegó así a la sanción de la actual Ordenanza 10.703 de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo
del partido de La Plata, aprobada en forma controvertida en el año 2010, (justamente en el preciso
momento que se celebraba en la ciudad el Primer Encuentro Latinoamericano Patrimonio y Desarro-
llo) y donde se ignoraron las opiniones académicas, así como también las de la propia comunidad.
Estos últimos años se han acelerado las demoliciones de inmuebles antiguos, catalogados o no
para dar lugar a la construcción de edificios en altura, al punto tal que la World Monuments Fund,
entidad asesora de la UNESCO, por primera vez incluye en su lista a una ciudad entera como pa-
trimonio en riesgo.
Políticas de Gestión
El estado de la situación actual referida a las políticas de resguardo del patrimonio cultural en la
Ciudad de La Plata nos permite clasificar en una primera instancia tres grandes grupos de análisis:
1.-Edificios que pertenecen al Patrimonio Cultural que se encuentran resguardados (inventariados
de alguna forma) bajo competencia de alguno de los tres niveles del estado: nacional, provincial y
o municipal, pudiendo ser de propiedad pública o privada.
2.-Edificios que pertenecen al Patrimonio Cultural que aún no se han resguardado técnicamente
(es decir catalogado) pues tal vez aún no se han visibilizado o por estar bajo la guarda de un par-
ticular que conoce o no su valor y que podrían formar parte del primero.
3.-Áreas sectores o sitios, de valor de paisaje cultual donde lo que se intenta preservar es el con-
junto y de los cuales forman parte edificios que puedan estar o no catalogados.
Es necesario también aclarar que por su rol de Capital Provincial, la ciudad alberga además el po-
der político provincial conviviendo con los organismos municipales, está transitada y es utilizada
en forma permanente por muchísima gente que no vive aquí y que no se identifica con ella y sus
edificios patrimoniales muchas veces de propiedad del estado provincial son usados por organis-
mos municipales o viceversa lo cual conlleva distintos niveles de gestión y mantenimiento y por
ende de conflictos.
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Conclusiones
La capacidad o incapacidad de una comunidad de mantener e incrementar su patrimonio, impli-
ca profundas responsabilidades en relación a su gestión. Si se piensa en el conjunto social, el pa-
trimonio es también instrumento de redistribución social de la riqueza y de equilibrio territorial,
pero cobra una gran importancia su reconocimiento social pues difícilmente se podrá obtener el
máximo rendimiento de algo que no es valorado como tal por sus titulares, sean éstos indivi-
duos particulares o grandes colectivos. Aquí cabe preguntarse como lo hiciese Kevin Lynch ya en
los años 60 ¿Quién decide qué cosa es patrimonio y por lo tanto preservarse?
Será responsabilidad pública difundir qué bienes posee una comunidad y cómo utilizarlos co-
rrectamente como un recurso fundamental que puede contribuir a potenciar el desarrollo y a un
aprovechamiento integral de todas las formas de capital sea éste ambiental, humano o cultural.
Al patrimonio hay que ponerlo en valor y ello implica un esfuerzo de interpretación para “decidir y
seleccionar qué bienes deben protegerse con recursos públicos y estar disponibles para que todos los
usen, considerando que los diversos grupos se apropian en formas diferentes y desiguales de la he-
rencia cultural y que, a medida que descendamos en la escala económica y educacional, disminuye la
capacidad de apropiarse del capital cultural transmitido por las escuelas y los museos” 4
Los Autores
Diana Beatriz Maggi
Arquitecta por la Universidad Nacional de La Plata, año 1977.Especialidad en Preservación del Patrimo-
nio Arquitectónico Monumental, el Instituto de Historia y Preservación del Patrimonio Monumental de la
Universidad Católica de Córdoba, Argentina, año 1983. Premio a la “Vocación académica 2009” otorga-
do por la Fundación El Libro en el marco de la Feria del libro 2009.Docente de la Catedra de Planeamiento-
Físco II FAU-UNLP, Planeamiento Territorial Carrera de Agrimensura Fac.Ingenieria, UNLP, Planeamiento
Territorial FAD-UCALP y Tecnicas de Intervención en el Patrimonio Arquitectónico y Urbano, Fad-UCALP
Omar Yantorno
Arquitecto por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UNLP) en 1981.Secretario Académi-
co Fac.Arquitectura y Diseño -UCALP.Profesor Titular cátedra Planeamiento Territorial. Departa-
mento Agrimensura. Facultad de Ingeniería. UNLP. Profesor Titular cátedra Planeamiento Territo-
rial II. Facultad de Arquitectura y Diseño. UCALP. Profesor Adjunto cátedras Teorías Territoriales,
Planificación Territorial I y II. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. UNLP. Co Director del Trabajo Fi-
nal Integrador de la Carrera de Especialización en Docencia Universitaria de la UNLP de la Arq. M.G.
Dellavedova, titulado “Desarrollo de innovaciones pedagógico-didácticas en la formación univer-
sitaria: Implementación de nuevas estrategias de intervención pedagógica en las clases prácticas
de la asignatura Teorías Territoriales de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (Setiembre 2014)
4 Néstor García Canclini,1999: “Los Usos Sociales del Patrimonio Cultural”, en Edit.Aguilar Criado, Encarnación.
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A.03 CIUDAD MIRADA Y CIUDAD EXPRESADA
La valoración del paisaje a través de las
manifestaciones artísticas de la población
Cecilia Giusso
El paisaje es la forma visible y vivida que asume el territorio, construcción de procesos históricos
irrepetibles que traducidos a través de la imagen, se convierten en materia interpretable como
sinónimo de memoria, patrimonio, manifiesto en su devenir de aquel propio de la sociedad.
Según Grüner “Lo visible se hace visible por la construcción de una cierta mirada… Lo visible es una
construcción artificial, todo aquello que llamamos lo visible es un producto social y que no cualquier
cosa, en cualquier época y de cualquier manera es siempre visible”1. La adopción de un enfoque teó-
rico donde se valora al territorio como paisaje cultural, concibe a la ciudad y al territorio como
producto cultural desde una visión integradora2 en donde, a la mirada del investigador se le suma
la del habitante.
En el caso que aquí se presenta y desde un punto de vista paisajístico, el reconocimiento de la
valoración del territorio a través de las manifestaciones artísticas de sus ciudadanos, condujo a
encontrar los espacios de identificación social dentro de la región, tomando al paisaje como eje
central. En este marco el dibujo, la pintura, literatura, música y fotografía, sumado a las bitácoras
en línea y páginas web, conformaron una muestra que lejos de ser sustentada en una selección
jerárquica de autores, de forma casi aleatoria se basó en aquellos que expresaron en sus obras
aspectos paisajísticos de carácter regional. De esta forma, el proyecto “Ordenamiento, Diseño y
Gestión del Paisaje en el Gran La Plata. Estrategias y Escalas de Intervención”3 como parte de su
metodología de análisis, incluyó el reconocimiento de la expresión artística del habitante, como
punto central en la interpretación y valoración del territorio como paisaje.
La consideración del paisaje como totalidad integradora dinámica, permitió que lo cualitativa-
mente explorado y pocas veces calificado, fuera fundamental a la hora de la determinación de
objetivos de calidad paisajística. Desde un enfoque prospectivo profundamente vinculado a las
identidades locales, la expresión artística de la sociedad en su conjunto constituyó así un elemen-
to relacional de intrínseco valor.
Introducción
Las expresiones artísticas de la ciudad de La Plata y su región, dieron cuenta de la realidad social
contemporánea a través de imágenes de chicos en situación de calle, manifestaciones, marchas,
quemas. A través de fotógrafos y bloggers, por ejemplo, surgieron tanto las actuales apropiacio-
nes de los espacios públicos (skaters en la plazoleta del Teatro Argentino; grafitis en edificios gu-
bernamentales y espacios vacantes en desuso, como vacíos ferroviarios); nuevas temáticas dentro
de funciones previstas en centros culturales, plazas y ferias; el arte callejero, expresado tanto en
1 Eduardo Grüner. El sitio de la mirada. Secretos de la imagen y silencios del arte. Colección Vitral. Editorial Norma. Buenos Aires, 2006.
2 López & Etulain. Políticas territoriales y paisajes culturales. Caso: Región La Plata. Jornadas de Investigación de la FAU 2006. Facultad de Arquitectura y
Urbanismo/ UNLP.
3 Proyecto acreditado por el Programa de Incentivos del Ministerio de Educación de la Nación 2010-2013 - Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales
(CIUT/ FAU-UNLP) Dir. Arq. I. López / Cod. Dr. Arq. J.C. Etulain.
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el espacio público como privado; los “circuitos culturales” como el caso de Meridiano V; así como
la permanencia de la monumentalidad de los edificios públicos o espacios singulares como la Re-
pública de los Niños, manifestando todos la necesidad de una nueva mirada de la ciudad, como
bien expresan desde los sitios web donde se exponen las producciones. Por otra parte, el acceso a
la red permitió no sólo una amplia difusión de material “anónimo” de la ciudad, sino la posibilidad
de la interacción permanente. Es así como la participación activa a través de las redes sociales,
produjo además en “tiempo real” fotografías, textos, dibujos que aparecieron como disparador o
como respuesta a temáticas ciudadanas planteadas de forma inmediata. Mientras que las viejas
generaciones plasman con nostalgia el crecimiento vertiginoso y las transformaciones culturales
urbanas ya del siglo XX, las nuevas hablan en cambio de “redescubrir” la ciudad, en una clara dico-
tomía con la “memoria-nostalgia”.
Al ser apropiado por la manifestación artística, las nuevas expresiones que involucran al espacio
público dan cuenta de una necesidad de recuperarlo como lugar de encuentro y establecer a su
vez nuevos lazos sociales -como es el caso de las murgas e instalaciones en plazas y parques-, que
lo vuelven un sitio de reivindicación popular. El espacio cumple entonces un doble rol: “soporte”
de las apropiaciones y “escenario” del registro artístico posterior.
Plasmado en imágenes, el paisaje natural con la presencia del agua a través del río, el bosque, la
monumentalidad de los edificios, la trama fundacional, el barrio y los elementos que pueblan la
vida cotidiana en el espacio público, coexisten tanto en la literatura como en la fotografía, pintura
y música. A nivel regional y en el caso de Berisso y Ensenada, la producción artística se centró en
tres cuestiones principales: el paisaje ribereño, las infraestructuras portuarias e industriales y la
inmigración. En Berisso además, destacaron como manifestaciones contemporáneas los murales
urbanos en torno a temas de la cultura local, como también la producción de cortometrajes y do-
cumentales que tomaron como escenario sitios destacados de la ciudad.
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prano. Mi padre se disociaba en varios trabajos, mi madre, poco menos. Barrio obrero y humilde en ese
entonces, nadie a mi cargo. La solución final fue simple: me encerraban durante horas en un comedor
bajo llave con libros”. Desde su lugar de editor de La Comuna, dio lugar a series totalmente inéditas
de autores desconocidos: un libro como “Nosotros”, escrito por internos de los neuropsiquiátricos
de la región; libros de ensayo científico como el de la tradición de la quema de muñecos; libros
como el de la historia del Mercado platense, de cómo se creó tras las historias que cuentan los
changarines; una colección sobre los barrios platenses, sumado a uno de Adelina de Alaye, sobre
las tumbas N.N. en La Plata durante el Proceso, entre otros6.
María Laura Fernández Berro, con su obra “La sangre derramada” (Ed. Babel) obtuvo el primer pre-
mio novela en el noveno concurso Aurora Venturini en 2010. Más allá de que se la podría incluir en
la fecunda serie de novelas sobre la dictadura, es además (y sobre todo) “una novela sobre el río. El
río (aunque se tratara de otro río u otras zonas de este mismo río) como territorio de lo real/ imaginario,
ha estado desde los orígenes muy presente en la literatura argentina, tratándose sin embargo, de una
geografía poco habitual en nuestra narrativa, porque el río aquí toma la forma, la materialidad del
delta de Berisso, el río Santiago, las inmediaciones del puerto de La Plata, con sus montes, tierras bajas,
arroyos y bañados que la autora conoce en profundidad. Lo cierto es que llegado a ese punto, el relato
se enciende para mostrar la potencia del agua, su oscuridad y su eroticidad, y entonces la narradora se
convierte, a la orilla del río “…en una niña sola con su perro”7.
A lo anterior se suman las descripciones de la realidad social que atraviesa la ciudad, como es el
caso de los chicos de la calle, o las manifestaciones, incorporados ya al paisaje ciudadano:
6 www.lacomuna.laplata.gov.ar/inicio.htm
7 http://www.eldia.com.ar/edis/20120318/entre-lo-real-lo-fantastico-trasfondo-rio-eterno-revistadomingo60.htm
8 Nicoleto Franceschinis, Josefina Beatriz. Escritores al fin del milenio – SADE - Municip. de La Plata, 2001.
9 Nicoleto Franceschinis, Josefina Beatriz. La máscara - Ed. Almafuerte. La Plata, 2005.
ISBN 978-987-23112-6-1 29
Todos los niños no son mis hijos – María del Carmen Taborcía10
Otros relatos de prosa, dan cuenta de la la transformación de la quietud original de la vida subur-
bana:
“De dónde vendrá tanto ruido?... El piso vibraba, las ventanas se sacudían. Dónde quedó el
silencio de City Bell?... Lidia se recostó sobre el marco de la ventana, rescatando los recuer-
dos que la llevaron a vivir allí, en busca de esa maravillosa quietud que la caracterizaba.
Todo había quedado atrás, ahora sólo tendría que acostumbrarse a ese nuevo trajín y
no pensar más en el canto de los pájaros, el ruido de los trenes sobre los durmientes, el
chirrido de los grillos y los ruidos mismos del silencio ya no se podían rescatar del inso-
portable ruido moderno…”
Evocación y reencuentro - Marta Multini11
La escala de difusión a la que dio acceso la web, la convirtió en medio fértil para que numerosos
autores literarios locales compartieran sus producciones. El Portal de Internet denominado “La
Plata Mágica”12 (declarado de Interés Municipal) destina una sección a un Rincón de Poesía, y pu-
blica en él textos que evocan numerosas imágenes nostálgicas del paisaje ciudadano de Tolosa y
Ringuelet: el tren, los bares, los partidos de bochas, la “angostura” de la calle 7, los tilos y eucaliptos
junto a las calles embarradas. Del mismo modo, otro poema hace lo propio con Villa Elvira: el po-
trero, la rambla de tilos, la circunvalación. Y del mismo autor, una declaración de resistencia a las
transformaciones culturales urbanas “¡Muy pronto, Magic Shopping!... Insólitas ofertas, tres patios de
comidas, las 24 horas” y la pregunta melancólica sobre las costumbres barriales que desaparece-
rían, con el advenimiento del nuevo emprendimiento comercial.
En el caso de la música, los tangos que se escribieron para La Plata, a principios de siglo XX fue-
ron sólo instrumentales. Salvo “Ciudad de las diagonales” de Rubén Darío, Omar Valente -pianista,
director, arreglador y compositor (1937-2008) porteño de nacimiento pero que inició su extensa
trayectoria en el tango en La Plata-, dedicó a la ciudad su primera trilogía instrumental “Ciudad
noche”, “Ciudad de tango” (1969) y “Nace una ciudad” (1970).
Paralelamente, se incorporó ya desde esa época la referencia al fútbol como expresión significa-
tiva. En 1933, el bandoneonista Horacio Pezzi en colaboración con Carlos Espíndola, le dedicaron
al Club Gimnasia y Esgrima su tango “El Expreso de La Plata”. Años después en 1950, Francisco Ro-
tundo y Ernesto Rossi compusieron la milonga “Estudiantes de La Plata”, tango instrumental para
equilibrar la balanza en la puja futbolera de la ciudad de las diagonales. Continuando la temática
se suma hoy la producción de murgas futboleras que inevitablemente, involucran al espacio ur-
bano en su relato del cual, la ciudad de La Plata es protagonista. Aquello que no estaba y se había
perdido en la memoria de los barrios, resurgió en plazas y espacios abiertos seduciendo tanto a
jóvenes como a públicos diversos, alzando su voz. La tradicional murga habita sus calles y plazas
en número importante, creciendo y organizándose. A lo largo de quince años se han convertido
en un paisaje habitual de los espacios verdes durante los fines de semana, generando un sitio de
expresión y participación para todos los vecinos, un refugio de reivindicaciones cantadas a viva
voz que recorren el centro y los barrios, como un espacio de denuncia, crítica y reclamo; manifes-
tación del compromiso social y reivindicaciones populares. Los autores de “Murgas en La Plata.
Una nueva forma de decir” (López, Alicia y Tangorra, Alfredo – FPyCS/ UNLP; 2003) explican como
la murga está en constante expansión; abarca realidades diferentes como barrios populares, co-
medores, centros recreativos, hogares, entre otros, apropiándose de los espacios y produciendo
nuevos sentidos. La actuación en la plaza es el momento central de contacto con el público, reva-
lorizándose el espacio público y connotándose positivamente los espacios de interacción ciuda-
10 Poesía en los Tilos -de amor y protesta- La Plata, 2009.
11 Escritores al fin del milenio – Op. Cit.
12 http://www.laplatamagica.com.ar/
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dana, de encuentro y esparcimiento.
“La murga es un producto híbrido, producto de la apropiación que diferentes secto-
res hacen de fenómenos de la cultura popular, por su potencial transformador y rei-
vindicativo, como mecanismo de adquisición de una identidad. Participan sectores
de la clase media, profesionales y estudiantes vinculados al progresismo político. Es
la manifestación de una cultura juvenil. En ella encuentran un espacio desde el cual
definirse, comunicarse y participar. Aquí se recuperan lazos de comunidad, el sujeto
se resocializa, incorpora códigos y valores sociales. En las asambleas expresan su opi-
nión sobre el mundo; es una suma de voces que quieren decir algo que es necesario de
escuchar; generación de un espacio público, donde los sujetos se forman como prota-
gonistas, el cuerpo es territorio y símbolo de la liberación social, particular y universal”.
“Descarrilados del Compás” “Tocando Fondo” “Viajeros del Mundo” “Divorciados de la Mufa” “Pa´-
que te quede” “Muy despacito” “Garabatos de la aceitera” “Buscando rumbos” y “Pateando la luna”
son algunas de ellas. Los lugares de encuentro -no siempre permitidos- son las plazas, rambla de
circunvalación, Parque Ecológico, República de los Niños, y Plaza San Martín de Ensenada. La base
de su reclamo local “recuperar el espacio público que se perdió; que la gente vuelva a salir a la
calle y volver a compartir una vereda, saber quién es el vecino”, tal cual explica Michelle Mathieu,
integrante de “Descarrilados del Compás”.
Jorge L. Wolter, compositor y poeta platense (1938) músico e intérprete del Aire de Zamba “Ciudad
de La Plata” con letra de Margarita del C. Morales, relata en él la grandiosidad y vertiginosidad de
su origen; su diversidad cultural aportada por la inmigración, los estudiantes; los tilos y naranjos;
sus personajes admirables como Favaloro y Almafuerte, concluyendo contundente “con tus diago-
nales y aires pueblerinos, hay que recordarte. Por eso decimos, por eso decimos, ciudad de La Plata, ya
no crezcas más!”13.
Con respecto a las bandas de rock platense, el documental radiofónico “El rock es mi forma de
ser”, desarrolla el concepto de cultura rock, sin perder de vista que La Plata es una ciudad juvenil,
principalmente por la cantidad de estudiantes, marcando el rol primario de la Universidad. Resca-
tan la idea que “La Plata es una ciudad que se recorre en diagonal” haciendo referencia al trazado
urbano, pero también a los constantes cruces disciplinarios14.
(…) La arboleda cae
como un tibio beso sobre la acera.
Este antiguo boulevard
de empedrados me conmueve.
Pasa el 307, micro azul,
y mil jóvenes en bicicleta
por Plaza Moreno (…)
ISBN 978-987-23112-6-1 31
La imagen visualmente plasmada: dibujo, pintura y fotografía
Adolfo Travascio, artista platense de principios del siglo pasado (1894 -1932), dio cuenta en gran
parte de su obra del paisaje natural de la región.
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Izq. Hombre del Rio de la Plata
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Vilma Venier -también contemporánea- tiene una serie “La Plata mi Ciudad…” de 2011 donde se
plasman escenas del espacio urbano.
Dos autores, Carlos Pacheco (1932) y Marcos Calabia (1930) expresan en sendas obras un ele-
mento que puebla el paisaje de las sendas vehiculares locales: la bicicleta.
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En las obras de Emir Migues -ensenadense- siempre está presente el agua -Río Santiago, Canal
Oeste, Arroyo Doña Flora, Punta Lara-. Lo anterior influye en su temática, así como la casa donde
habita y su estilo de vida. “La visita inesperada”, óleo testimonial de la presencia del río en su hogar,
da prueba de ello.
Edgar Ortiz, residente en La Plata desde 1955, reflejó en sus acuarelas numerosas escenas del
paisaje, tanto urbano como costero:
ISBN 978-987-23112-6-1 35
Martin Szelagowski presenta por su parte, una serie de dibujos de edificios institucionales:
Como fotógrafo responsable del film “El hombre del al lado” (2010) Mario Chierico plasmó en imágenes el registro de
la Casa Curutchet.
http://mariochierico.blogspot.com.ar/
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Estela Izuel tiene galerías dedicadas a también a la Casa Curutchet, Punta Lara y Paisa-
jes, en donde aparecen imágenes tanto naturales como culturales (Palacio Piria, por ej.).
http://www.estelaizuel.com
Para Ataúlfo Pérez Aznar, y desde el enfoque social que da a su obra, el espacio es “soporte” de las
manifestaciones -apropiaciones-, que se dan en él. Presenta también una serie Punta Lara:
http://www.arteamundo.com/ataulfo/index.html
ISBN 978-987-23112-6-1 37
Vicente Viola, Guillermo Sierra, Jorge Semilla y Xavier Kriscautzky, destinaron muestras tam-
bién al carnaval de Atalaya; por su parte Rubén Romano, cuenta con una galería Paisajes, exclusi-
va de imágenes ribereñas: http://www.rubenromano.com/galeria.php?numero=302
Fernando Mengui, ensenadense, fue varias veces premiado por sus imágenes costeras.
http://www.grupoprimerapagina.com.ar
Vicente Viola, fotógrafo urbano, tiene una profusa producción acerca de imágenes de la ciu-
dad, entre otras las muestras La Plata desde el cielo (2008); La Plata en blanco y negro (2005), así
como numerosas tomas de distintos espacios ciudadanos locales en sus Restrospectivas (2009).
http://www.vicenteviola.com.ar
ISBN 978-987-23112-6-1 38
Helen Zout desde la fotografía documental, en su serie Desapariciones registra sitios del paisaje
vinculados al dolor del holocausto, como Cristina Gioglio, sobreviviente del centro clandestino Arana
y Lugar donde fue encontrado un cuerpo no identificado en 1976, Punta Lara, Río de la Plata. http://
www.helenzout.com.ar
Marcelo Merlo manifiesta una profusa producción vinculada al paisaje urbano regional, en su
mayoría con la presencia del habitante generando el acontecimiento. Es así como presenta una
serie acerca de Meridiano V: Un “DIEGON” amaneció en la Estación Provincial. Y en Urbana es Huma-
na y Urbana al paso II, imágenes de usos espontáneos del espacio público se suman a protestas
populares. https://www.facebook.com/marcelo.merlo1
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Ernesto Domenech, jurista y fotógrafo, en su blog Blog spot, blow up destina una serie en 2009
a “Las pausas y los otros (memento de las estaciones de servicio)”. En ella expresa en imágenes, la
transformación sufrida en el espacio urbano a partir de la inutilización, abandono y reapropiación
-espontánea en muchos casos- de las estaciones de servicio: “Cuando la ciudad se vio inundada
de automóviles, cuando las veredas ya no alcanzaron para albergarlos, ni el aire para tolerar tanto
monóxido, ni las casas antiguas para demolerse y dar sitio a estacionamientos medidos por hora, frac-
ción o estadía, las estaciones de servicio se fueron apagando una a una. Como si tantos vehículos
deglutiesen combustible hasta secarlas. Murieron sus neones, sus car wash, repuesterías, mini shops,
maxiquioscos, y hasta los cafés que se pagaban en la caja y se sorbían en la vidriera. Los surtidores
enroscaron sus mangueras. Luego (sin retorno) se retiraron. Más tarde las tapas de los depósitos de
combustible desparecieron, los vidrios de las vidrieras se estrellaron, y las paredes se convirtieron en
soportes de graffittis, carteles y pintadas de toda laya…”
http://ernestodomenech.blogspot.com.ar/2009/09/las-pausas-y-los-otros-memento-de-las.html
17 http://laplataenfotos.blogspot.com.ar/
18 http://www.laplatamagica.com.ar/
ISBN 978-987-23112-6-1 40
Las redes sociales posibilitaron además la participación activa, que generalmente se da desde el
recuerdo y la memoria.
En la página de Facebook: Ciudad de La Plata (Argentina) - Yo soy platense19 se recogen las expre-
siones de los habitantes acerca de su ciudad, en un gran portal abierto al recuerdo de quien quie-
ra compartirlo: salidas, lugares, festividades, mencionados con un aire nostálgico debido a que
muchos de ellos ya no existen. Los nombres de álbumes cargados así lo indican: “Viejísimas de la
ciudad”/ “Símbolos y lugares platenses”/ “Aniversarios Platenses” / “Clásico Platense” / “La República de
los Niños: Orgullo Platense!!”/ “Muñecos Platenses de hoy y de ayer. Unicos!!” / “Bien Platenses”, entre
otros.
Las expresiones artísticas contemporáneas a través de blogueros20 urbanos (bloggers), dan cuen-
ta de las actuales apropiaciones y temáticas surgidas en los espacios públicos y una necesidad
manifiesta de “redescubrir” la ciudad, como bien expresan desde los sitios web21 donde exponen
sus producciones.
19 https://www.facebook.com/pages/Ciudad-de-La-Plata-Argentina-Yo-soy-platense/45859900661
20 Por blogger, o bloguero, se entiende alguien que escribe en una bitácora en línea.
21 TRIPPING La Plata - Redescubrimos la ciudad! http://laplatago.com/
ISBN 978-987-23112-6-1 41
Reflexiones finales (o iniciales)
La investigación origen del presente trabajo, se orientó al reconocimiento de herramientas y es-
trategias de intervención territorial desde una óptica paisajística, de cara a la resolución de pro-
blemáticas asociadas a la valoración del territorio pampeano-litoral de la Región del Gran La Plata,
que por su condición costera presenta recursos naturales de valor ambiental sumado al que re-
presentan los asentamientos urbanos existentes. De esta forma, el concepto de paisaje desde el
enfoque cultural fue considerado como el resultado de la caracterización y reconocimiento tanto
de sociedades urbanas como periurbanas, territorios cotidianos o degradados, interiores o litora-
les, producto de una acción humana intensa o del predominio de elementos naturales.
Como manera intencionada de mirar el mundo el paisaje lleva, desde lo contemporáneo de la
acción en sí, una mirada arquetípica transmitida de generación en generación a través de la me-
moria colectiva, cuestión que pone de manifiesto su rol en la consolidación de la conciencia de
identidad e identificación territorial. Como bien lo explica Milton Santos “el paisaje es el conjunto
de formas que, en un momento dado, expresa las herencias que representan las sucesivas relaciones
localizadas entre el hombre y su medio”22.
La ciudad es la construcción social del territorio, la evidencia de la relación entre comunidad y tie-
rra -patrimonio tangible e intangible- profunda y absolutamente involucrados. Los recuerdos, la
memoria colectiva son recursos culturales básicos tanto como el rastro material. Pero el hombre
participa en y con el espacio, proyectando sus significados y asignándole otros nuevos que se van
incorporando dinámicamente a los existentes, ampliando el espectro simbólico y las intenciones
que mueven su accionar. Las transformaciones en el plano social constituyen por lo tanto directas
transformaciones en lo territorial. Interpretar el paisaje como expresión ambiental de una socie-
dad implica considerarlo como la materialización de las ideas que subyacen a lo visible.
El estudio de la percepción social del paisaje a través de sus manifestaciones artísticas, evidenció
una mirada intencionada y acotada que constituyó el insumo más importante a la hora de iden-
tificar los paisajes con mayor reconocimiento ciudadano, justificando por ende un tratamiento
particularizado. Tanto lugares como no-lugares se hicieron visibles en él por medio de imágenes
verbales, visuales, auditivas y gráficas. La ciudad vivida. El sitio de la mirada… del habitante.
La Autora
Cecilia Giusso
Arquitecta por la Universidad Nacional de La Plata. Maestrando en Estética y Teoría de las Artes
por la Facultad de Bellas Artes/ UNLP. Perfeccionamiento en Planeamiento Paisajista por la Fa-
cultad de Ciencias Agrarias y Forestales/ UNLP. Profesor Adjunto Int. Comunicación 1/ FAU – UNLP.
Investigador III del Programa de Incentivos Ministerio de Educación de la Nación. Integrante de
Proyectos Acreditados UNLP. Miembro Centro De Investigaciones Urbanas y Territoriales/ CIUT –
FAU/ UNLP. Miembro de la Comisión Asesora para Evaluación de Becas de Investigación UNLP.
22 SANTOS, Milton: Metamorfosis del espacio habitado. Hucitec - San Pablo, 1996.
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A.04 CUESTIONES URBANAS EN RELACIÓN
AL TERRITORIO-AMBIENTE Y CIUDAD
El rol del IEU, Distrito V del Colegio de Arquitectos
Daniel Moreno, Jorge García
Sergio Patiño
Introducción
Haciendo mención a la introducción propuesta por los organizadores para éste encuentro, veni-
mos a decir que estamos de acuerdo con la visión de que las ciudades son territorios en construc-
ción, en constante cambio……
Y así entendemos a nuestro Distrito V del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires,
un Distrito en Construcción, materializado mediante la construcción dinámica de las ciudades
integrantes del mismo.
Este concepto, el de entender que la construcción constante y dinámica del Distrito se da a través
de lo que ocurre en sus ciudades, fue el objetivo que perseguimos cuando pensamos en la VI Bie-
nal Internacional de Arquitectura y Urbanismo, Bienal que plasmamos en la publicación que en
el día de hoy venimos a presentar gracias a la invitación recibida por parte de la Arquitecta Nanni
Arias.
Estamos convencidos que un Distrito integrado, adquiere potencialidades nuevas, únicas, que
pueden resultar en aportes trascendentes a la Sociedad y al Estado, particularmente, en virtud de
nuestra posibilidad de participar, reflexionar y producir conocimiento más allá de las urgencias
que imponen los tiempos de gobierno.
Estamos convencidos también en la necesidad de estrechar vínculos con todos los estamentos de
gobierno, vínculos que deberán fundarse desde nuestro lado, en todo lo referente a las capacida-
des disciplinares e incumbencias, vemos entonces, en la interacción con el Estado, la posibilidad
de un beneficio para ambas partes.
Para el Estado, por el aporte de soluciones a través de nuestras capacidades específicas, y para
nuestros matriculados, por la posibilidad cierta de estrechar su relación con las problemáticas
públicas y sociales.
Creemos además, que solo mediante la participación social activa en eventos culturales, se pue-
den generar vínculos que tiendan a construir una sociedad más integrada, y éste es el motivo de
nuestra apertura y nuestro compromiso a futuro.
Esta actitud, esta nueva forma de entender para qué fue creado nuestro Colegio, sumado a la
responsabilidad en el manejo de los recursos aportados por nuestros colegas, nos ha permitido
reeditar nuestra querida Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo del Distrito V.
Entendemos asimismo, que la integración del arquitecto con la comunidad debe darse a través
de la divulgación, de socializar el conocimiento, de dar a conocer a la sociedad, todo lo producido
por nuestra matrícula.
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Con sus logros y dificultades, lo cierto es que el período Institucional que comenzamos a transitar,
debe servirnos para construir un clima de convivencia inédito entre colegas y Colegio, una con-
dición indispensable para abordar colectivamente una etapa de cambios que inevitablemente
tenemos el deber histórico de iniciar.
Es necesario entonces para cumplir con este deber histórico, superar el modelo actual predomi-
nante, un modelo caracterizado por el autoritarismo, por la falta de participación, por el indivi-
dualismo, para dar paso a un Colegio más involucrado con las problemáticas sociales, productivas
y culturales de nuestro Distrito.
Somos el Distrito V del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, y para ser prota-
gonistas del futuro de nuestra profesión, tenemos que saber más de las ciudades que integran
nuestro Distrito, de su industria, de su economía, de su contexto social.
Tenemos el desafío de hacer que el Arquitecto sea necesario, que nuestra profesión sea una herra-
mienta de transformación de nuestra sociedad.
La metodología empleada para el abordaje de las problemáticas urbanas de cada localidad, fue
la desarrollada por el Instituto de Estudios Urbanos Distrital, y consistió en generar un ámbito de
debate y construcción colectiva del conocimiento destinado a ofrecer soluciones particulares a
cada necesidad.
Esta VI Bienal fue entonces el corolario de las jornadas que se realizaron durante los años 2012 y
2013 en la mayoría de las Delegaciones de nuestro Distrito, pero también fue singular, y lo fue por
varias razones, entre ellas porque a través de la experiencia que desarrollamos con el Instituto de
Estudios Urbanos Distrital, experiencia que desarrollará a continuación el Arquitecto Sergio Patiño
como Coordinador de éste Instituto, hemos podido demostrar que dejamos de entender a nues-
tro Distrito V como la sumatoria de 22 Partidos para comenzar a verlo como un Territorio Integral
e integrado, pese a sus diferencias productivas y sus contradicciones.
Fue singular porque fue la primera Bienal que nuestro Distrito realiza de manera abierta al público
en general, a la sociedad en su conjunto, y con Obras de Arquitectos de nuestro Distrito. Y ésta
singularidad, la de integrar a nuestra Institución activamente a la sociedad, ha sido siempre el ob-
jetivo de quienes integramos este Consejo Directivo.
Para finalizar, Como Mesa Directiva del Distrito V del Colegio de Arquitectos, debemos decir que
nos sentimos orgullosos por los resultados obtenidos en éstos dos últimos años de gestión, resul-
tados que se materializaron en la VI Bienal que vinimos a presentar, y que no hubieran sido posi-
bles sin el acompañamiento, dedicación y decisión, de todos los miembros del Consejo Directivo
de Distrito.
El IEU
Entendemos al I.E.U. como un espacio abierto al debate, promotor de búsquedas colectivas ten-
dientes a generar conocimiento en cuestiones urbanas en relación con el territorio y sus continui-
dades ambientales.
En nuestras comunidades, estos temas no cuentan con el arbitrio de nuestra profesión a pesar de
ser la mayoría de ellos esencia de la arquitectura y muchas veces consecuencia de ella y de las
formas que toma el habitar.
Hemos naturalizado que los debates y propuestas estén cada vez más lejos de un ámbito partici-
pativo y técnico, aceptando como regla el avance de lo privado sobre lo público.
Somos parte de un territorio comprendido entre los ríos Paraná y Salado, conformado por 22 ciu-
dades y más de 200 pueblos y parajes. Pudiéndose dividir en tres grandes áreas: la que correspon-
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den al norte con las localidades de la costa del Paraná con su majestuoso Delta (cordón industrial),
el país de los arroyos zigzagueantes en la zona central de la pampa ondulada , culminando al sur
con los pueblos de tierra adentro, que corresponden a la zona de la pampa deprimida (agro-in-
dustria).
Naturalmente hablando, la estructura de la región está determinada por los ríos y una vastísima
red ferroviaria junto a caminos y carreteras constituyen su lado artificial y como es sabido, estas
visiones no siempre son las soluciones completas que pretenden ser.
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En la zona interior canalizamos a favor de un sistema productivo que precisa tierras para sostén de
los cultivos (primero despobló) y en las cuencas bajas polderizamos por necesidades urbanísticas
que son como metástasis para el territorio y vemos surgir barrios amurallados mientras las ciuda-
des ya son como islas rodeadas de un mar de color verde dudoso.
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Todos estos temas estuvieron muy presentes en las reuniones del IEU realizadas a lo largo del
2013, donde entre colegas pudimos abordar temas que no siempre entran en ecuaciones que
abundan en variables de carácter económico. Sin embargo, mucho se hablo de carencias, de ne-
gación del paisaje, de poco respeto hacia la propia historia… y un denominador común, ha sido
la ciudad como teatro del conflicto.
Como arquitectos, si bien nos interesaba presentar estos temas de manera general, queremos
mostrarle a modo de ejemplo un trabajo que también fue tomando forma en este mismo tiempo.
Se trata de “SOMOS AGUA”, lugar pensado como un espacio de carácter multifuncional, respe-
tuoso del medioambiente, de una arquitectura posible y sustentable, a partir de un edificio con
historia, en un contexto que forma parte de la memoria de todo un pueblo sobre una laguna con
leyenda perteneciente a la antigua cuenca del Puelche.
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El rescate de lo que estuvo bien hecho y forma parte de la memoria viva del pueblo significa,
dentro de la dinámica de construcción social, respeto por la energía que gastaron otros antes,
valorización y sensatez desde el punto de vista económico y ambiental.
“Una sociedad no es solo lo que construye sino también lo que se niega a destruir…”
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A.05 EL VALOR ESTÉTICO COMO ESCENARIO DE LA VIDA
URBANA
Patricia I. M. Mariñelarena
LINTA CIC
Introducción
El valor estético como memoria del espacio urbano, parte de la percepción o experiencia sensible
de los objetos componentes, cuyas relaciones hacen legibles esos espacios de vivencia cotidiana.
El reconocimiento del valor estético implica entonces, determinar los diversos elementos del es-
pacio urbano que son objeto de tal valor: Componentes materiales (forma, arte, proporciones, je-
rarquía) y Componentes inmateriales (agrado, interés, significado, apropiación de esos espacios).
Entre la forma y la función, la estética convalida el uso de la ciudad: cómo sus habitantes la ocupan
(disfrutan) en manifestaciones formales e informales.
En este sentido, el trabajo que se presenta intenta identificar aquellos consumos culturales que
involucran algunos aspectos de “la perdurabilidad y transformaciones de la ciudad” y que ponen
de manifiesto, desde las distintas esferas sociales, la apropiación de espacios y edificios que recu-
peran viejos valores o se cargan de nuevos significados y como tal, nutren la estética urbana.
Para formalizar las observaciones, se ha delimitado el campo y los hábitos culturales a museos,
teatros, salas de espectáculo y centros culturales de la agenda actual de la ciudad de La Plata. En
primer lugar se realizó una categorización de esta oferta, para luego analizar las nuevas maneras
de ocupar el espacio y su impacto en términos de estética urbana.
Caso de estudio
La ciudad de La Plata, fundada en 1882, nace cargada de intenciones estéticas y sociales. Las pri-
meras ligadas a los ideales positivistas de la época1, nos dejan una ciudad diseñada y construida
con altos valores urbanísticos y arquitectónicos. La segunda, prenda de paz y símbolo del federa-
lismo, le otorga el rol de capital de la Provincia de Buenos Aires, superponiendo poderes provin-
ciales y municipales; y como faro de la cultura e igualdad social, la instituye como ciudad universi-
taria con igualdad de oportunidades.
Ambas intenciones, brevemente esbozadas, se funden en el contexto espacial platense tal que: los
principales palacios, adquieren el valor representativo de la administración pública y la plaza cada
seis manzanas y en cada enclave urbano su escuela, su capilla y su mercad, expresa la igualdad de
oportunidades de la vida urbana. Todo prolijamente ordenado acorde a los ideales fundacionales.
Ambas intenciones, con el paso del tiempo, se fueron perdiendo, distorsionando, olvidando. Sin
entrar en el análisis de lo que quedó en el camino, nos concentraremos en los espacios y edificios
que hoy los platenses resignificamos desde el consumo cultural.
1 “Puestos a rastrear los antecedentes de La Plata, conviene recordar que la nueva capital fue expuesta en la Exposición Universal de París de 1889, entre otras cosas mediante
un plano en relieve, y que allí obtuvo medalla de oro. El jefe de la delegación argentina, Santiago Alcorta, escribe en su informe al gobierno (La República Argentina, 1890):
“... Las fotografías de las escuelas de la Capital y las de los palacios de La Plata, que hemos presentado, llamando a ésta, la ciudad de Julio Verne, han producido admiración
en todos, entre la gente instruida, como entre los simples curiosos ...”.
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Dimensión Cultural
Para aproximarnos a entender el campo cultural en el que se encuadra este trabajo, debemos, en
primer lugar, describir la dimensión económico - social que caracteriza a la ciudad de La Plata. En
términos generales, la ciudad posee dos roles determinantes de su conformación social: el prime-
ro es ser sede de la administración local y provincial, el segundo es ser ciudad universitaria. Ambos
roles, conjuntamente con la lógica actividad comercial, definen para la sociedad platense un perfil
de clase media asalariado con natural acceso a la educación formal y una amplia oferta cultural.
Desde la educación básica, la ciudad posee escuelas provinciales públicas y privadas y tres escue-
las pertenecientes al sistema universitario, público y gratuito. Particularmente en lo que se refiere
a la formación artística, además de las orientaciones en las instituciones ya nombradas, existen
dos escuelas de Educación Estética, el Conservatorio de música y la Escuela de Danzas, estas úl-
timas también con proyección a nivel terciario. A la oferta académica universitaria, se suman las
actividades de extensión, investigación y desarrollo tecnológico concentrados en numerosos Ins-
titutos y Centros de Investigación dependientes del CONICET, y de la CIC.
La dimensión cultural, entonces, en el marco de esta reducida descripción del perfil platense, reco-
noce una formación cultural potencial, ligada a la facilidad de acceso a lugares para esa formación
y una módica posibilidad económica, de la que da cuenta la oferta de lugares para el consumo
cultural2.
Cabe señalar que a la estructura del espacio cultural en relación con la construcción intelectual,
deberíamos analizar los hábitos culturales de esas esferas, para poder aproximarnos al concepto
de campo cultural. Aún así, a medida que vayamos avanzando en el reconocimiento de sitio de
esos lugares para el consumo cultural, observaremos algunos aspectos ligados a la esfera público/
privada, las distintas formas de capital cultural y sus grados de legitimación.
Todo acto cultural, creación o consumo, encierra la afirmación implícita del derecho de
expresarse legítimamente, y por ello compromete la posición del sujeto en el campo in-
telectual y el tipo de legitimidad que se atribuye... ( Bourdieu, 2002: “Campo se Poder,
Campo Intelectual”, Ed Montresor)
Capital Cultural
A los efectos de este trabajo se considerarán aquellos lugares destinados a la recreación que no
exceden en su localización la escala del edificio3. Y como actividades culturales los museos, tea-
tros, cines, exposiciones y espectáculos. Con la intención de ir aproximándonos a las nuevas for-
mas de apropiación del espacio agruparemos los sitios culturales diferenciándolos entre públicos
y privados; si tienen lugar propio (diseñado a tal fin) u ocupan lugares o sitios construidos para
otro fin; y su grado de legitimación.
En este sentido enunciaremos algunos de estos sitios. Sobre la idea de las categorías establecidas
por Bourdieu para definir las esferas de legitimidad, se ordenarán también tres categorías, redefi-
niendo en el marco de las actividades enunciadas en el párrafo anterior, los rasgos que las caracte-
rizan. No se toman en este caso el tipo de actividad, sino la situación dominial y edilicia. Entonces:
Esfera de la legitimidad: Bourdieu, encierra en esta categoría la Música, la Pintura, la Escultura, la Lite-
ratura y el Teatro y las define como Instancias legítimas de legitimación.
Sitios Formales: en nuestro caso se tomas como criterios de legitimidad el poseer edificio propio
diseñado para tal fin con administración y presupuesto de orden público. A los efectos de forzar
2 Cabe señalar que este trabajo se realizó sin un exhaustivo trabajo de campo, tomando como fuente de referencia la sección de espectáculos del diario El Día de los días viernes
de los últimos dos meses. Por esta misma razón hablamos de formación cultural potencial, ya que desconocemos –por no ser objeto de este trabajo- los hábitos culturales del
perfil perviamente definido.
3 Entendido el edificio como tal y su entorno inmediato: calle, jardín, etc.
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una concordancia entre ambas categorías, las Salas de Cine se pasan a la categoría siguiente y por
lo tanto en La Plata hoy son Sitios Formales para el Consumo cultural solo:
Museos: el Museo de Ciencias Naturales (UNLP), El Museo de Arte Contemporáneo (Provincial)
Teatros: el Teatro Argentino (provincial) y El Teatro Coliseo Podestá (Municipal)
Esfera de lo legitimable: Bourdieu, encierra en esta categoría el Cine, la Fotografía y el Jazz y los define
como Instancias de Legitimación concurrente y que pretenden la legitimidad.
Sitios Reciclados: los rasgos que agrupan a estos sitios son ocupar edificios diseñados para otros
fines y contar con administración y presupuesto público y/o privado. En esta categoría debemos
hacer una diferenciación:
• Sitios Reciclados de la esfera de legitimidad
Museos: principalmente ocupan viviendas con valor histórico en relación directa con la temática
del Museo, por ejemplo, Museo Dardo Rocha, Museo Almafuerte y otros no relacionados con la
historia de la casa.
Teatros: ocupan principalmente viviendas o locales de comercio, con valor arquitectónico recicla-
dos para sala.
Centros culturales: con características similares a los antes mencionados (de reducida capacidad)
para exposiciones y espectáculos musicales.
• Sitios Formales en la esfera de lo legitimable
Cines: La Plata posee cinco cines con varias salas cada uno, que poseen lugar propio (algunos de
ellos, remodelados para dividir en varias salas), todas con administración privada4
Clubes sociales y de fomento: sitios de encuentro social, que cobran nueva vida con la incorpora-
ción de actividades culturales: encuentros literarios, exposiciones, actividades lúdicas, de danza,
musicales o talleres artesanales.
Esfera de lo arbitrario: Bourdieu, encierra en esta categoría, bajo la esfera de la legitimidad fragmen-
taria, moda, decoración, otras estéticas cotidianas. Instancias no legítimas de legitimación, como la
publicidad por ejemplo.
Sitios Alternativos: nuevos programas en edificios reciclados o usos alternativos de espacios
multiculturales. Como una nueva alternativa de atracción de públicos más variados, en bares prin-
cipalmente, clubes de barrio o en algunas oportunidades en casas de familias abiertas ocasio-
nalmente al público, se organizan actividades culturales complementarias que combinan exposi-
ciones de arte, ferias de diseño y bandas musicales que se reúnen esporádicamente con difusión
personalizada o a través de facebook y que revalorizan casi exclusivamente la actividad de artistas
y artesanos locales. En estos eventos es dónde la figura del intermediario cultural se pone de
manifiesto como intérprete de las necesidades de consumo cultural. Otra forma que puede ob-
servarse como Sitio Alternativo está conformada por grupos definidos por sus gustos culturales y
que se dan encuentro en bares, mediando ciclos de cine temático o actividades freak (o friki) o son
seguidores de ciertos grupos musicales.
Lo cultural constituye entonces un espacio de socialización y de encuentro, más que
una búsqueda de disfrute de lo artístico en sí mismo. En general estos espacios cuentan
con un bar, el cual se argumenta que sostiene económicamente al lugar, pero sabemos
que este ámbito es propicio para el establecimiento de lazos sociales entre pares. (Wort-
man A, “Políticas Culturales de la sociedad civil en la formación de nuevos púbicos”)
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Nuevas maneras de ocupar el espacio
En torno a este escenario, la ciudad va reflejando los cambios de la clase media que va transfor-
mando sus gustos culturales ante los cambios económicos. La cultura se presenta como un hábito
estético incorporado. Y así como las actividades culturales se apropian de viejos edificios (también
parte de la cultura) y los resignifica, el consumo de esas actividades se hace extensivo a sus entor-
nos y se apropia a su vez, de recintos del espacio público, jardines, plazas, plazoletas, ramblas etc.
En este acotadísimo panorama de algunos de los consumos culturales en la ciudad, podemos
identificar una doble lectura que liga el consumo cultural hasta ahora descripto y la elección de
sus sitios. La opción de desarrollar esas actividades culturales en viejos edificios reciclados princi-
palmente constituye otro consumo cultural que es el que nos interesa resaltar como protagonista
de la estética urbana.
En este sentido la oportunidad de recuperar viejos edificios con nuevos usos, nos permite guardar
el testimonio de otras formas de vida, otras funciones urbanas que ya se han perdido y recuperar
la descentralización con que fue pensada la ciudad en su fundación. La aparición de estos centros
culturales, bares, teatros, etc. dispersos en el casco urbano, fuera del circuito Monumental, recu-
pera lo que se dio en llamar “Centralidades distribuidas”5
Asimismo, de modo espontáneo o planificado, la ciudad recupera enclaves, como es el caso de la
Estación del Ferrocarril Provincial (en desuso), Meridiano V, que por iniciativa de grupos de artistas
y el apoyo de los vecinos gestaron un “hábito cultural” en un sitio pintoresco del borde de la ciu-
dad. Otro ejemplo similar, pero por iniciativa municipal, es el caso de la Plaza y Centro Cultural Islas
Malvinas, que recupera una plaza fundacional antiguamente ocupada por Instalaciones Militares.
Lejos de alguna pretensión filosófica acerca de qué es estética urbana, el camino recorrido a lo
largo de este trabajo intenta formalizar algunas de las definiciones conceptuales y metodológicas
que permitirán la contrastación de las primeras asociaciones entre estética urbana y formas de
vida en el marco reducido del consumo cultural en la experiencia de la ciudad de La Plata.
Aspectos Metodológicos
Para formalizar las observaciones, se ha delimitado el campo y los hábitos culturales a museos,
teatros, salas de espectáculo y centros culturales de la agenda actual de la ciudad de La Plata. En
primer lugar se realizó una categorización de esta oferta, para luego analizar las nuevas maneras
de ocupar el espacio y su impacto en términos de estética urbana.
El presente título toma nota del procesamiento de la información de base utilizada para realizar
el trabajo y algunas reflexiones que deviene de nuevas búsquedas a partir de esa información.
Estas reflexiones revelan lo acotado del enfoque primero, y abren un universo más complejo y casi
infinito en torno a los consumos culturales. Asimismo, con la intención de retomar el impacto de
esas nuevas maneras de apropiación del espacio sobre la estética urbana, se incorporan algunas
imágenes que ilustran esa intención.
Información de Base
Como ya se ha señalado, el trabajo en cuestión delimita la observación a los consumos culturales
en museos, teatros, salas de espectáculo y centros culturales de la agenda actual de la ciudad de
La Plata. Para esto se ha tomado como información de base, la publicada en el suplemento de los
días viernes del diario “El Día”6. Se ha tomado nota de lo publicado en este suplemento durante
dos meses (ocho viernes) y se ha volcado esa información en una tabla síntesis según los siguien-
5 Grupo de edificios significativos de localización dispersa en todo el Casco de la ciudad, como escuelas, Iglesias, Clubes, etc.
6 El Diario “El Dìa” es uno de los diarios locales que los días viernes tiene un suplemento de espectáculos.
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tes criterios:
TABLA 1:
Conteo de la oferta por espectáculo, ordenado por Sitio y Ubicación
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FIGURA 1: localización de sitios
Formales
Reciclados
Alternativos
Observación Tabla 1: Un alto porcentaje de edificios reciclados se dispersan por toda la planta
urbana, en particular puede leerse una concentración de la actividad cultural alrededor de la Esta-
ción Meridiano V (15% en un entorno de 23 manzanas).
TABLA 2
Se ordena el total de las publicaciones, por Sitio y Espectáculo.
% 45% 8% 5% 5% 28% 9%
Observación tabla 2: los espectáculos dominantes son de música y teatro y la mayoría de los
eventos relevados están localizados en edificios reciclados.
Meridiano V
“El tren fue cerrado definitivamente el 6 de julio de 1977, y en la déca-
da de los ‘90 fueron clausurados los ramales que aún sobrevivían. Las con-
secuencias: pérdida de la fuente laboral de los pobladores de la zona y
del transporte; en medio esencial para la comunicación en esos tiempos.
Fue en 1998 cuando un grupo de vecinos de la zona, muchos de ellos hijos y nietos de fe-
rroviarios, convirtieron al enorme edificio abandonado en un centro cultural. El objetivo,
según informaron sus integrantes, junto con el grupo Amigos del Ferrocarril Provincial,
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fue la de preservar la identidad del barrio, difundir la historia del ferrocarril y transformar
el lugar en un generador de actividades: emprendimientos privados convirtieron a las vie-
jas casonas en comercios prósperos, en tanto que distintos grupos culturales se apropia-
ron de la Estación, el galpón de encomiendas y equipajes, devolviéndole la vida al lugar.
El Estado comenzó a tener injerencia en el predio 10 años después, en 2008, con el
propósito de impulsar el proyecto “Circuito Cultural Meridiano V” y convertirlo en
un polo turístico cultural atractivo para los oriundos de la región y los visitantes.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-136942-medios-122-Se-realizaron-festejos-
por-los-101-anos-de-la-Estacion-Meridiano-V.html
En este vasto universo se visitaron solo algunas páginas de manera aleatoria, muchas de las cuales
anunciaban actividades culturales o comentaban actividades pasadas. A modo de ejemplo, se
seleccionaron las siguientes direcciones representativas de los diversos sectores presentes en este
medio:
http://radioestacionsur.org/palabras-en-el-aire
http://www.visitingargentina.info/circuitomeridianocultural
http://www.portaldetrenes.com.ar/ Fiesta en La Plata del Provincial.mht
http://www.eldia.com.ar/tarde de domingo en Meridiano V. mht
http://www.estacionprovincial.com.ar/
http://www.meridianocultural.com.ar/
http://www. Plataforma14.com.ar
http://lacovachadelostiteres.blogspot.com/2011/03/el-kayakista-solitario.html
http://teatroindependientelaplata.blogspot.com/
La relevancia de este Sitio, no solo se manifiesta en la diversidad de actores que expone este me-
dio: asociaciones, medios de comunicación, artistas independientes, etc. (intermediarios cultura-
les que han impuesto una serie de formas simbólicas aprehendidas por la sociedad, o al menos un
sector); sino en el impacto urbano y como tal, en la resignificación de espacios y edificios que son
reciclados para fines culturales. Y lo más significativo, de modo espontáneo y asociativo.
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FIGURA 2: el esquema del área
y localización de los principales
Sitios es por demás elocuente de
la transformación cultural y la
perdurabilidad ambiental
A este esquema formal de descripción del caso Meridiano V podemos sumar algunas imágenes
que ilustran la apropiación de ese espacio, como un nuevo hábito cultural. Cabe señalar, haciendo
referencia al perfil7 descripto en el trabajo que aquí se amplía, que la oportuna combinación de
actividades gratuitas y callejeras, con espacios de convivencia (bares a los que se puede acceder,
para visitar una feria de diseño, sin consumir, por ejemplo) y actividades programadas con entra-
das a módico precio; la regularidad de las programaciones y la franja horaria, que garantiza espec-
táculos todos los fines de semana, en diversos horarios y para todas las edades; son factores que
favorecen el éxito del fenómeno Meridiano V.
7 La dimensión cultural, entonces, en el marco de esta reducida descripción del perfil platense, reconoce una formación cultural potencial, ligada a la facilidad de acceso a
lugares para esa formación y una módica posibilidad económica, de la que da cuenta la oferta de lugares para el consumo cultural
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FIGURA 3: Distintas situaciones de apropiación
del espacio público – privado en Meridiano V
Los artistas
En torno a la segunda observación y en relación con los tipos de espectáculo, un análisis más par-
ticularizado muestra que los géneros más frecuentes son Infantiles para Teatro y Popular y Tango
para música:
TABLA 3
Tipos de espectáculos dominantes, discriminados por género
TEATRO MUSICA
Total 24 Total 47
Una segunda búsqueda para ampliar información de los géneros señalados, nos da como resul-
tado un gran número de artistas locales8 y grupos de artistas, que giran cada semana en distintos
sitios con su show. Mientras que en menor medida los artistas vienen preferentemente de Buenos
Aires9. La información recabada da pie para reflexiones en torno a los hábitos culturales, el público
destino y el reconocimiento del artista10, que serían motivo de otro trabajo.
8 También es importante señalar que estos artistas platenses tienen amplia difusión en las radios AM locales (Radio Provincia y Radio Universidad).
9 Cabe señalar, que las obras o recitales de mayor envergadura se publican en carteleras individuales fuera de la sección del diario consultada.
10 Asociación con el perfil cultural platense desarrollado en el Trabajo en el punto: Dimensión cultural
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Bienes culturales + valores simbólicos
En torno a lo señalado en el trabajo de referencia acerca de una doble lectura que liga el consumo
cultural y la elección de sus Sitios, la opción de desarrollar esas actividades culturales en viejos
edificios reciclados principalmente, constituye otro consumo cultural que es el que nos interesa
resaltar como protagonista de la estética urbana.
En este sentido, este informe aporta algunos ejemplos seleccionados en el orden de tres escalas
de lectura: el casco urbano, los enclaves, los edificios.
En el primer caso, el mapa de la Figura 1 es más que elocuente en relación a la disposición de los
“puntos verdes”, siendo que son apenas los publicados en el diario. Esto presta valor a la dinámica
de la ciudad y recupera, en la conservación de la escala urbana de otros tiempos, un patrón funda-
cional que en el trabajo hemos denominado “centralidades distribuidas”11 que hace referencia a la
distribución dispersa en el casco urbano de “ámbitos o sitios en se que concentran una multiplici-
dad de actividades” ya expresadas en los planos fundacionales.
Muchas de estas centralidades se hacen extensivas a su entorno o en forma agrupada, generan
enclaves que son ejemplos del segundo caso observado. Ya hemos profundizado desde otra pers-
pectiva Meridiano V (ver Figura 2), claro ejemplo de perdurabilidad espacial y formal. Otro de los
ejemplos, interesante para ilustrar intervenciones que favorecen la estética urbana, es el Centro
Cultural Islas Malvinas.
El Centro Cultural Islas Malvinas fue inaugurado por, Julio Alak, el 7 de agosto de 1998. Ocupa el
edificio donde funcionó -desde 1917- el ex Casino de Oficiales del Regimiento 7 de Infantería. Esta
repartición castrense, con una larga historia de radicaciones en zonas de extramuros, participó de
la mítica Campaña al Alto Perú, y se trasladó a La Plata en vísperas de la Primera Guerra Mundial. La
creación de este Centro Cultural formó parte de un proyecto municipal de recuperación de los es-
pacios verdes públicos, inspirada en la traza original de La Plata, planificada por el arquitecto Juan
Martín Burgos y el ingeniero Pedro Benoit, quienes le habían dado al predio un destino de plaza
principal junto a Plaza San Martín, con la intención de flanquear el centro geográfico de ciudad.
Este edificio fue testigo en 1930 de la renuncia de Hipólito Irigoyen a la presidencia de la Nación;
y del fusilamiento del Coronel Cogorno -junto a otros miembros del Ejército-, durante el levanta-
miento del 9 de junio de 1956. Mientras que en 1982 partieron de este edificio miles de jóvenes
conscriptos queparticiparon en la Guerra de Malvinas. En honor a ellos, se conserva sobre un ala
de la plaza el portón de hierro que perteneciera al Regimiento.
La infraestructura del Centro Cultural Islas Malvinas incluye tres salas de arte, un auditorio para
300 personas, un microcine para 100, un patio interno destinado a realizar espectáculos artísticos
y conferencias al aire libre. Como complemento de sus servicios culturales, el lugar ofrece un im-
portante espacio de gastronomía, una videoteca de cine arte y un cibercafé. (http://www.centro-
11 Artículo 17 de la Ordenanza 9880”Código del espacio Público” de la ciudad de La Plata
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malvinas.laplata.gov.ar/centro/index.htm)
En el trabajo que este informe complementa, tanto el Centro Cultural Islas Malvinas como el Pa-
saje dardo Rocha son considerados Sitios Formales (señalados en negro en el mapa de la Figura
1) aún cuando en el trabajo mencionado se caractericen como “Sitios Reciclados de la esfera de
legitimidad”. Esto deviene de considerar, a los efectos de este análisis, el tipo de programación y
la dependencia de la esfera estatal de ambos centros culturales, situación que en el imaginario
popular y en algunas pocas oportunidades de eventos formales, entran en la “Esfera de la legitimi-
dad” según términos de Bourdieu.
Por último, como piezas de las centralidades y de los enclaves, en la escala de los edificios, cada
sitio cultural se carga de nuevos significados, por su historia, por sus nombres o su rol en cada
barrio.
Lo cultural constituye entonces un espacio de socialización y de encuentro, más
que una búsqueda de disfrute de lo artístico en sí mismo. En general estos espa-
cios cuentan con un bar, el cual se argumenta que sostiene económicamente al lu-
gar, pero sabemos que este ámbito es propicio para el establecimiento de lazos so-
ciales entre pares. (Wortman ,Ana: “Políticas culturales de la sociedad civil en la
formación de nuevos públicos. Una vez más sobre los sentidos de la palabra cultura”)
Sin desestimar el “mercantilismo cultural” sobre el que no nos vamos a detener, estos emprendi-
mientos adquieren diferentes enfoques pero poseen como denominador común el estilo “román-
tico” de lo viejo, recargados muchas veces en la decoración como anticuarios y con el mérito de
conservar referentes de la memoria urbana. Hilando más profundo, de la historia de la ciudad, de
las formas de vida, edificios y equipamiento. Algunos de los ejemplos que pueden ilustrar estos
escenarios son:
El Centro Cultural «Viejo Almacén ‘El Obrero’» es una asociación civil sin fines de lucro, dedicada
a generar y promover espacios para el desarrollo de la cultura en general y el arte en particular.
Fundada en la ciudad de La Plata, el 12 de abril de 1996, la asociación aboga por la realización de
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un arte democrático y popular: democrático, en tanto que accesible a todo aquél que desee rea-
lizarlo o disfrutarlo; popular, en tanto que expresión histórica del sentir de una sociedad, de sus
debates y sus contradicciones.
Su nombre se debe a un tradicional almacén de ramos generales que funcionó en el edificio en las
décadas del ‘20 y ‘30. Posteriormente, funcionó allí una asociación benéfica, de nombre ‘Nahuel’
y luego otro almacén y casa de comidas, el Almacén ‘Fama’. Durante todo el siglo pasado, el edi-
ficio fue epicentro de las historias y la vida del barrio, convirtiéndose en un punto de referencia
obligado en la zona. Entre las metas tienen un lugar preeminente las de promover la dignidad del
trabajo y preservar el patrimonio cultural e histórico de la ciudad.
El 29 de marzo de 2001 se inauguró la Asociación Cultural Daniel Omar Favero, un auténtico
“fortín de barrio” dedicado a la cultura. El centro cultural se levanta en la esquina de 117 y 40.
Cuenta con la sala “El último pájaro”, en donde se brindan recitales y espectáculos de cámara, con-
ferencias, presentaciones de libros, entre otros actos programados, y una biblioteca en creación
que llevará el nombre de Evaristo Carriego, el poeta de los barrios, coincidiendo con el nombre
de la calle 40.
El lugar elegido para construir el centro es ideal, está enclavado en el corazón de un barrio pla-
tense. El edificio original fue levantado en 1913 donde funcionó el Almacén Giménez y según los
vecinos habría sido por un tiempo, sede de un Ateneo.
Los ejemplos son muchos y cada uno con su particularidad como para hacer extensiva la descrip-
ción a todos. En su conjunto producen un impacto significativo: físico y funcional. El primero, des-
de el punto de vista estético, a través de los que ya hemos señalado en la recuperación de viejos
edificios –no siempre felices desde el punto de vista estético- y con esto la memoria urbana. El
segundo, en torno a la dinamización de los barrios con actividades alternativas y nuevos lugares
de encuentro.
En este sentido y como extensión de lo recorrido en este informe, cabe un comentario acerca de
los cines y los clubes, que por no ser parte de la información de base utilizada para el análisis, que-
daron sin considerar: los cines por tener su cartelera propia en el diario y los clubes porque utilizan
otros medios para la difusión de sus actividades. Categorizados como “Sitios Formales en la esfera
de lo legitimable”, no es tanto el impacto desde la perspectiva de la morfología urbana12, sino des-
de el punto de vista de la recuperación de lugares de encuentro y apropiación de espacios.
Particularmente, el redescubrimiento de los clubes de barrio, fundados con una clara función so-
cial13, es síntoma de la dinámica social actual y en el conjunto de los espacios que hemos conocido
a lo largo de este informe, es reflejo, como señala Ana Wortman (op. Cit.), de la mayor presencia
de productores culturales en distintos lugares de la sociedad y la ciudad. Y como tal, en términos
de Lash y Urry, de una “reflexibilidad estética” en la medida en que cada Sitio se carga de valores
simbólicos y es referente de distintos grupos sociales.
Bibliografía
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Cultura Económica, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y Universidad Autónoma
Metropolitana, pp. 168-195
• HUISMAN D., 1962: “La Estética”. Cuaderno 59. Buenos Aires. EUDEBA
12 ya que por definición de la categoría poseen edificio propio diseñado a tal fin (aunque es este caso perteneciente a la esfera privada)
8
Ver Luna de Avellaneda (2004), Dirección: Juan José Campanella
13 Ver Luna de Avellaneda (2004), Dirección: Juan José Campanella
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Historia, forma y estructura de un espacio urbano singular”. Madrid, IEAL, UNLP. 416 pp.
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• SUNKEL, G., 2006 “El consumo cultural en América Latina” (Fotocopias de Cátedra, 2010)
• WORTMAN A, “Políticas Culturales de la sociedad civil en la formación de nuevos púbicos”
(Fotocopias de Cátedra, 2010)
• WORTMAN A, “El desafío de las Políticas Culturales en Argentina” (Fotocopias de Cátedra, 2010)
La Autora
Patricia Inés María Mariñelarena
Arquitecta, Universidad Nacional de La Plata. Egresada del Curso Superior en Preservación, conserva-
ción y reciclaje del patrimonio urbano rural. FADU UBA. Doctorando en Arte Contemporáneo, Facul-
tad de Bellas Artes, UNLP. Es Profesional Principal del Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el
Ambiente. LINTA – CIC (Comisión de Investigaciones Científicas) y ayudante diplomado en la Cátedra:
Teoría de la arquitectura, FAU UNLP. Ha participado en más de 30 publicaciones producto de su labor
profesional en equipo o de manera independiente.
Email: pimmarinelarena@gmail.com
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A.06 IMAGINARIOS DISTÓPICOS Y
CIUDAD SOBREMODERNA
María del Rosario Betti
Paisaje urbano. La densidad del espacio imaginado por Ridley Scott y la entronización de la imagen vir-
tual como elemento de arquitectura se han hecho realidad en un sinnúmero de nuevos proyectos. Más
allá de las posibles virtudes tecnológicas, la arquitectura se ha vuelto ubicua.
Todas estas cuestiones están, en mayor o menor medida, presentes hoy en nuestras ciudades.
Zygmunt Bauman3 enfatiza que un característica de la cultura urbana contemporánea es la ins-
1 Antropólogo francés contemporáneo. Autor del célebre Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad.
2 Arquitecto holandés fundador de Office for Metropolitan Architecture (OMA) y ganador del Premio Pritzker en 2000. Es también autor de textos relevantes
como Delirious New York: A retroactive Manifesto for Manhattan (1978) y S, M, X, XL (1995).
3 Sociólogo polaco contemporáneo. Autor de Modernidad líquida.
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talación del miedo al vecino, y esto repercute en los perfiles urbanos, las formas de habitar y vin-
cularse con el otro. Así, la creación de la tipología “torre-country” con las llamadas amenities que
ofrecen todo en el interior de un solo predio, y de barrios privados suburbanos cercados a la ma-
nera de burgos medievales pero con tecnología de punta que también aíslan a los individuos y
que, por estar relativamente distantes, exigen la presencia de autopistas anónimas y ubicuas que
atraviesan la ciudad sin integrarla y le imponen su ritmo cinético y sus vacíos, transforman hábitos
que exceden la denominación “habitar”. Como complemento obligado se le suma la aparición de
edificios-containers, también ubicuos, que albergan actividades comerciales y lúdicas con la con-
secuente cuasi extinción del paseo como actividad de celebración de la vida urbana. Lo cierto es
que los no lugares se multiplican -shoppings, salas de cine, supermercados y demás espacios que
repiten estrategias y recursos y resultan siempre idénticos a sí mismos- y el individuo, aun rodeado
de sus pares, se convierte en un ser solitario y aparentemente autosuficiente.
Perfiles urbanos. La(s) silueta(s) de los grandes edificios que responden a la tipología “torre” se
recorta(n) contra un fondo anónimo. Salvo en aquellos casos en que, por motivos específicos, se
reconozca algún edificio particular, como es el caso del “pepino” de Norman Foster (Londres), las
variaciones son mínimas. Los distintos climas y las características constructivo-materiales propias
de cada lugar parecen no haber dejado su huella: el vidrio se repite ignorando temperaturas,
orientaciones e incidencia de la luz solar. Sofisticados desarrollos tecnológicos hacen que esto sea
posible, en desmedro de una lógica primaria o básica.
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En función de todo ello, las ciudades están pasando de ser de símbolo de la civilización (la civitas)
a ser, como indica Paul Virilio4, privilegiado escenario del desastre. De hecho, una de las catástrofes
artificiales más grandes que produjo -y está produciendo- el siglo XXI ha sido -y es- la misma ciu-
dad, en tanto la urbs5 ha quedado disociada de la ciuitas6. Colaboran en ello el miedo y la descon-
fianza instalados que, al ser difusos y dispersos, pueden ser entrevistos en todas partes sin poder
situarlos en un lugar concreto. Así, “la ciudad se vuelve una máquina de guerra (…) El pánico se
apodera de la ciudad. Pensemos en esas megalópolis de 20 o –muy pronto– 30 millones de habi-
tantes, en el modo de vida de esas aglomeraciones que ya no tienen rostro ni escala humana. La
desrregulación y la desrrealización han penetrado en la ciudad. Y se ha operado una inversión: la
ciudad, que alguna vez fue el corazón de nuestra civilización, se ha vuelto el corazón de la deses-
tructuración de la humanidad.”7
El miedo desencadena una suerte de adicción a la seguridad que, en definitiva, contribuye a nor-
malizar el estado de emergencia, legitima conductas antisociales y repercute en los lenguajes
arquitectónicos, que incluyen obligadamente rejas y cámaras de seguridad, y en la calidad y la
función misma de los espacios urbanos, al punto que la calle y la plaza como espacios de dominio
público e intercambio social parecen haber desaparecido. Pero también ha desaparecido -vigi-
lancia constante mediante- la diferenciación conceptual entre el adentro y el afuera y, por tanto,
entre vida privada y vida pública. Así, la estrategia del Gran Hermano del relato de Orwell se ha
efectivizado aun cuando no siempre lo reconozcamos.
Lo que sorprende es que, para un buen número habitantes e instituciones, estas ciudades con-
temporáneas son consideradas una evolución positiva. Esta mirada surge como resultado de estar
viviendo, según indica Virilio en Ciudad Pánico, la “época de la promoción del progreso”: todo va
muy bien, todo va mejor que ayer. Esta interpretación del progreso, propia de la civilización occi-
dental8, nubla la vista, evita una reacción por parte de los ciudadanos, y convierte lo negativo en
positivo sin que medie la crítica. El optimismo no es aquí, entonces, una elección sino la acepta-
ción pasiva y hasta un poco ingenua de una creencia afianzada en la modernidad y -manipulacio-
nes comerciales y/o políticas mediante- aun aceptada genéricamente como cierta: lo nuevo im-
plica avance, por tanto, es necesariamente mejor que aquello que lo precedía. De hecho, la misma
palabra “moderno” connota en ciertos círculos “progreso”, “mejora”, “superación”.
Elementos de arquitectura del siglo XXI. Los carteles publicitarios –generalmente de marcas
globales- asumen un carácter protagónico en el paisaje urbano. Sus dimensiones crecen en fun-
ción de la velocidad a la que circulan los automóviles.
4 Arquitecto, urbanista y pensador francés. Autor de innumerables textos en los que enfatiza el rol determinante que la velocidad (el tiempo), la información
y las redes juegan en la cultura contemporánea
5 Vocablo latino que refiere a los aspectos físicos de la ciudad: calles o trazados viales, espacios abiertos, masas edilicias y todo tipo de construcción
6 Vocablo latino. Implica a quienes ocupan, habitan e imprimen infinitos significados a la ciudad. Guerin, Miguel. “Semántica de la calle. El espacio social”. En:
SCA, Revista de Arquitectura 202
7 En: “Las ciudades según Paul Virilio”. Op. Cit. s/n
8 Según indica Robert Nisbet en “La idea de progreso”: “Otras civilizaciones más antiguas han conocido sin duda los ideales de perfeccionamiento moral,
espiritual y material (…). Pero sólo en la civilización occidental existe explícitamente la idea de que toda la historia puede concebirse como el avance de
la humanidad en su lucha por perfeccionarse, paso a paso, a través de fuerzas inmanentes, hasta alcanzar en un futuro remoto una condición cercana a la
perfección para todos los hombres.” En: http://www.eseade.edu.ar/servicios/Libertas/45_2
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Será precisamente la cultura posmoderna en la que aun estamos inmersos la que ponga en cri-
sis esta ideología. El “fin de los grandes relatos” que anunciara el francés Lyotard9 implica, entre
otras cuestiones, aceptar que todo progreso implica pérdidas, y que el futuro de las ciudades,
entendidas como la unión de urbs y ciuitas, está o puede estar en riesgo. Buena parte de los tex-
tos distópicos surgidos en este lapso y correspondientes al género llamado “ciencia ficción” o “de
anticipación” especula críticamente acerca de posibles mundos futuros en los que las ciudades,
en su heterogeneidad física y en su sentido social, resultan espacios de ausencias. Ausencia de re-
latos ordenados, de memoria y de pasado, y de un futuro imaginado próspero; ausencia de límites
entre lo real y lo virtual, entre lo original y la repetición, ausencia de certezas, de confianza y de
afectos (Ballard –autor de Crash- plantea que la víctima más aterradora de esta época es el afecto),
ausencia de respuestas a las preguntas existenciales del hombre, de espacios de celebración de
la vida urbana… en síntesis y circunscribiéndome al tema considerado, ausencia de ciudad como
construcción humana compleja y vital, inagotable e infinita en la que confluyen, se articulan y
definen cuestiones físicas y culturales, fragmentos de la historia e imaginarios del futuro, y que
sostiene la necesidad de la común-unión entre los hombres.
“Equipamiento urbano”. A la manera de los imaginarios distópicos, la basura forma parte del
paisaje urbano, sea por la ineficacia de los métodos de recolección, por problemas de educación,
o por ambas cuestiones a la vez. En muchos casos, la falta de identificación con la ciudad potencia
este proceso de degradación urbana.
¿Representa este presente urbano el fin de la ciudad como espacio social? ¿Qué alternativas
ofrece la sociedad contemporánea para recuperar o reinventar “espacio público” y/o “ciudad”, con
todas sus implicancias y connotaciones sociales? Hacia fines de siglo XX y en los inicios del XXI el
ciberespacio surgía como un posible –y atípico- camino: mientras programas software como ICQ
(fonéticamente similar a I seek you, esto es, te busco) permitían chatear con un sinnúmero de per-
sonas, pequeñas cámaras se agregaban a las computadoras personales y permitían ver y ser visto.
El espacio virtual ingresaba con todo su potencial en el ámbito doméstico y se ofrecía, entonces,
como la materialización de una nueva utopía que amplificaba la condición social del hombre y los
espacios de incidencia. El entusiasmo por la renovación tecnológica y la consecuente esperanza
en ella como solución a problemas de la sociedad que acompañaron a la Revolución Industrial y,
luego, a la Segunda Posguerra, estaban nuevamente presentes. Sociólogos, sicólogos, antropó-
logos, educadores… se abocaron a explorar sus alcances, a jerarquizar la relación con la imagen,
a tratar de convertirla en un vehículo activo de la relación interpersonal, y todo esto excedía con
creces la valoración de sus aspectos técnicos.
Lo cierto es que los dispositivos informáticos multiplicaron sus prestaciones y quedaron rápida-
mente integrados al entorno inmediato del individuo (y al individuo mismo10), al punto que de-
jaron de reconocerse como objetos diferenciados. Como había anticipado Marshall McLuhan11,
cuando una nueva tecnología asume una importancia tan protagónica, el hombre se transforma,
9 En: La condición posmoderna. Ensayo sobre el saber
10 El hombre es hoy un “individuo ciborg” en tanto se sirve de una serie de dispositivos (acoples) digitales que expanden funciones que son inherentes a su
condición humana.
11 En La galaxia Guttemberg, McLuhan indica que cuando se adopta una tecnología que jerarquiza a uno de los sentidos por sobre los otros, las relaciones entre
ellos se modifican al punto que el hombre mismo se transforma.
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y esto afecta necesariamente a la arquitectura y la ciudad. Pero con la revolución digital y por
comodidad, inercia, seguridad, flexibilidad laboral, practicidad, etc., el hombre comenzó a per-
manecer más tiempo en su hogar; y cada monitor y cada pantalla de televisión pasó a funcionar
entonces como el sustituto de una ventana12: la vida real parecía estar dentro de ellas (las com-
paraciones con la Mildred de Fahrenheit 451 resultan obvias); y el ciberespacio llegó a suplir, en
buena medida, al espacio público.
Así, mientras la sociedad burguesa de fines de siglo XIX recurría al teatro como espacio social
apropiado para mostrarse y ser visto, y esto se materializaba en enormes foyers provistos de esca-
leras monumentales y espacios de distinto tipo que balconeaban sobre ellos13, y en espectáculos
con entreactos de larga duración que incentivaban el uso social de estos espacios, la sociedad de
este flamante siglo XXI y, sobre todo, los miembros de la llamada Generación Google recurren a
facebook. Allí cada individuo mira, espía, revisa, conversa, se muestra. Respecto de ello: “En mu-
chos casos el acontecimiento cobra importancia solo por el hecho de ser compartido (masificado)
en redes sociales, importancia de la cual carecería completamente si no fuese comunicado de
esta forma. En algunas ocasiones el evento se torna irrelevante si no se digitaliza, es decir, si no
es creado, compartido, fotografiado, comentado a través de internet (…) La relevancia del evento
se desplaza del espacio real al espacio virtual, donde es “inmortalizado” a través de fotografías y
comentarios.”14
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del espacio físico-material hacia el virtual, que pasa a ser espacio real (en tanto que realmente)
compartido por ambas partes. Pero esto no es suficiente y no puede -no debe- reemplazar en su
totalidad a las relaciones que se establecen en el mundo real: existe una necesidad universal e
interpersonal de comunicación física que obedece a la realidad o condición del hombre como ser
relacional que, creo, no se debería obviar. Y esto al margen de que, según se ha comprobado, la
condición vigilante de Gran Hermano es allí más fácil de realizar y más difícil de controlar.
El hecho de que la memoria espacial se construya, hoy, a partir de fragmentos tomados del me-
dio real que se transforman en recuerdos digitales siempre disponibles produce una pérdida de la
orientación espacio-temporal en lo que refiere a la alteridad (el otro) y al mundo. En esos términos,
el problema o riesgo de nuestros días no es o no debería ser solamente el del fin de la historia y
la memoria, sino el posible fin de la geografía (incluida la geografía urbana), por cuanto el mundo
está resultando demasiado pequeño para nuestras velocidades de detección, de transporte, de
información. Así: “(…) el espacio geofísico no es insuficiente para la humanidad, es el tiempo, el
espacio-tiempo metageofísico de los transportes y las transmisiones instantáneas el que se ha
vuelto ilusorio por su delirio de emancipación terrestre hacia un mundo virtual.”16
Y la ciudad es, además de objeto cultural, un hecho geofísico, porque el hombre tiene cuerpo real.
Después de todo: “El hombre, hasta cierto punto, está determinado por el lugar donde ha nacido.
Probablemente, la manera de pensar y de sentir de una persona funcione de modo sincrónico a la
configuración del terreno, la temperatura y los vientos”.17
Reconocida la amenaza concreta -y la concreción- de las distopías en los procesos globales, surge,
nuevamente, el tiempo de las utopías: recuperar el sentido histórico-social de las ciudades es el
¿nuevo? objetivo. A las precursoras intervenciones realizadas hacia fines de siglo XX en el borde
marítimo de Barcelona, en La Villette de París, y a la gran transformación de Medellín impulsada
por el llamado Plan Fajardo, le siguen, un sinnúmero de acciones menores –de “acupuntura ur-
bana”- desplegadas en distinto ámbitos que impulsan la recuperación del espacio público como
agente de socialización del individuo y, ligado a esto, de pacificación de las ciudades. El mensaje,
entonces, es claro: es necesario promover esa particular conducta social –la “vida urbana”- que
privilegia la extroversión pública y participativa de todo acontecimiento, que supone acciones
individuales consensuadas y acciones colectivas, que es dinámica y polisémica, y que es, en de-
finitiva, motor del desarrollo del individuo como ser social y del sentido de las ciudades como
espacios continentes.
Para ello es necesario reinventar la cultura del paseo y convertir a cada individuo en actor privile-
giado del espacio urbano y en observador protagónico de cada rincón de la escena colectiva en
la que está involucrado, cuestión esta que activa sus vínculos con la ciudad en el mejor de los sen-
tidos. Es que, aun cuando “los seres humanos estamos hoy inmersos en la más absoluta soledad
como entes individuales, estamos al mismo tiempo unidos por la memoria colectiva”18, y el ámbito
urbano permite construir, sostener y celebrar esa memoria colectiva.
Las estrategias puestas en práctica para recuperar el uso social del espacio público (y reasociar
urbs y ciuitas) son hoy múltiples y complementarias: Nueva York y París han reciclado viejos tendi-
dos de ferrocarril elevados en desuso y los han convertido en parques lineales (High Line y La Cou-
lée Verte, también conocido como Promenade Plantée, respectivamente); Londres emplaza guita-
rras y/o pianos en sus parques y plazas, y un letrero -“please, play me”- invita a acercarse y usarlos;
Roma y París reinventan sus espacios históricos: mientras el Circo Massimo alberga espectáculos
(recital de los Rolling Stones, junio 2014), los jardines del Palacio de Luxemburgo incorporan can-
chas de tenis y ofrecen sillas en toda su superficie a los visitantes; los ríos de estas ciudades y sus
puentes y banquinas se han convertido en paseos activos; se impulsa el comercio a escala barrial
16 Virilio, Paul. Ciudad Pánico. Pág. 104.
17 Murakami, Haruki. Kafka en la orilla. Buenos Aires: Tusquets editores, 2009. Pág. 705.
18 Murakami, Haruki. Op. Cit. Pág. 151
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(esto es, se desestima la cultura del shopping) y los mercados invaden las calles. Todo esto apunta
a recuperar la idea del barrio como espacio intermedio entre el espacio privado y doméstico y la
ciudad, y como espacio que preserva (o puede hacerlo) la identidad. A su vez, calles y avenidas
restringen y hasta impiden el tránsito vehicular en ciertos días y horarios. Esculturas, espectáculos,
arte informal de todo tipo adjetiva paseos, parques y plazas, o dicho en otros términos, el arte se
ha vuelto urbano. Necesariamente, el equipamiento y los servicios se multiplican., y… mucho más.
Bibliografía
Libros
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La Autora
María del Rosario Betti
Arquitecta UB (1978) - Especialista en Historia y Crítica de la Arquitectura y del Urbanismo UBA (2004)
Profesora Titular de Proyecto Arquitectónico III y Profesora Asociada de Historia de la Arquitectura de
la Facultad de Arquitectura (UB). Investigadora del GIAH-UB (Grupo de Investigación en Arquitecturas
Hispánicas-UB). Miembro del Cicop Argentina. Autora de numerosos artículos sobre temas de índole
histórico-arquitectónico publicados en revistas especializadas nacionales y extranjeras.
ISBN 978-987-23112-6-1 71
A.07 LA EDUCACIÓN DESDE EL PATRIMONIO COMO
ESTRATEGIA PARA VIVIR LA CIUDAD
Fabiana Carbonari
Justificación
La Recomendación sobre el paisaje urbano histórico aprobada por UNESCO en noviembre de
2011 hace referencia en su inciso VI -Cooperación internacional- a que “Los Estados Miembros y
las organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales deben hacer lo posi-
ble para que el público entienda la noción de paisaje urbano histórico y participe en su aplicación
práctica, dando para ello a conocer las mejores prácticas y las enseñanzas extraídas de distintas
partes del mundo a fin de consolidar la red de intercambio de conocimientos y creación de capa-
cidades”.
En ese marco, la Universidad Nacional de la Plata1 como mediadora en la apropiación de los refe-
rentes urbanos patrimoniales dentro del ámbito comunitario crea en el año 2009 bajo la presiden-
cia del Arq. Gustavo Azpiazu, por resolución 1027/09, y en la órbita de la Secretaría de Extensión,
la Cátedra Libre Patrimonio y Educación.
El espacio institucional destinado a las cátedras libres tiene por objeto difundir áreas de la cultura
y del saber, que no pertenecen a la esfera curricular de las carreras que la Universidad dicta. En
ese sentido la Cátedra Libre Patrimonio y Educación constituye un ámbito para el debate y la
formación de todos los interesados en la compleja problemática que vincula al patrimonio y la
educación.
Su propuesta académica se sustenta en la reflexión crítica como camino para crear conciencia
acerca del valor histórico, estético, simbólico y social, entre otros, de los bienes culturales y natu-
rales propios y promover el cambio de actitudes que contribuyan a fomentar la tutela y mejorar
la calidad de vida de la comunidad. Entre otras cuestiones como estrategia para lograr vivir mejor
la ciudad.
Así, entendemos que concientizar implica una acción no inmediata y duradera en la que la infor-
mación racional y espiritual se traduce en sensibilización motivadora de acciones. En ese marco,
somos partícipes de un proceso que nos compromete integralmente con el pensar, el sentir y el
hacer.
La propuesta se basa en la idea de “conocer para valorar” entendiendo que el conocimiento per-
mitirá desarrollar nuevos vínculos. Nos referimos a una serie de acciones primarias para construir
nuevas miradas, re apreciar la singularidad del lugar que habitamos, crear lazos afectivos y senti-
mientos de pertenencia que fortalecen la tutela de aquello que se considera propio, contribuyen-
do al mejoramiento del entorno, al bien común y a la formación integral de los ciudadanos.
1 La Universidad Nacional de La Plata, fundada en 1905 por el Doctor Joaquín Víctor González, surge de la confluencia de dos conceptos fundamentales. Por
una parte, la interpretación tradicional del término “Universidad”, como ámbito natural del saber. Por otra, la idea actualizada del conocimiento científico
de base experimental, social y artística en sus distintas expresiones. Con más de un siglo de trayectoria, sigue siendo pionera en actividades de docencia,
extensión e investigación. Esto le ha proporcionado el prestigio que la sitúa entre las principales del país, del continente americano y del mundo. En la
actualidad cuenta con 17 Facultades, donde estudiaban en 2012, según CeSPI, 111.577 estudiantes, y cinco Colegios de educación inicial, primaria y media
con una matrícula que supera los 5000 alumnos, según la misma fuente.
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Vivir el patrimonio de la ciudad de La Plata desde la Cátedra Libre
Patrimonio y Educación
La ciudad, como una construcción en el espacio y en el tiempo, puede ser entendida como una
obra colectiva a gran escala, generada en la estratificaición de diferentes dimensiones que invo-
lucran las relaciones espaciales, históricas e imaginarias con su región, su territorio y la nación en
los que se encuentra. Se trata de una pluralidad social, un continuo de relaciones interpersonales,
de redes socioculturales que le dan vida.
Así los ciudadanos compartimos sitios, ámbitos, lugares, que son reflejo de experiencias, costum-
bres, saberes y están cargados de historias que provocan huellas, ecos, orgullos y conflictos y que
nos identifican con nuestra ciudad. Nos reconocemos en ellos, generamos lazos afectivos y los
consideramos propios.
En tal sentido, el paisaje urbano que caracteriza cada ciudad es entendido “no como un mero es-
pacio abierto de la ciudad sino como una dimensión propiamente política de la vida social… una
dimensión que media entre la sociedad y el estado”2
Su lectura constituye una de las aproximaciones más valiosas para el reconocimiento patrimonial.
Conocer su complejo entramado demanda la participación activa de todos los sentidos, pues en
consonancia con lo estresado por K. Lynch (1960) “En cada instante hay más de lo que la vista pue-
de ver, más de lo que el oído puede oír, un escenario o un panorama que aguarda ser explorado.
Nada se experimenta en sí mismo, sino siempre en relación con sus contornos, con las secuencias
de acontecimientos que llevan a ello, con el recuerdo de experiencias anteriores”
De manera paralela a ese reconocimiento se genera una construcción mental. Proceso de interna-
lización que cada ciudadano construye en modo personal y comunitario a la vez. Es en este senti-
do que la Cátedra Libre propone abordar la lectura de la ciudad desde diferentes miradas, con una
visión transversal y amplia, acorde a una noción abarcativa del patrimonio.
Si consideramos la definición que da la UNESCO (2005) en relación a que el “patrimonio es el le-
gado que recibimos del pasado, lo que vivimos en el presente y lo que transmitimos a las futuras
generaciones, constituyendo en definitivamente nuestra identidad”, la ciudad de La Plata y su
región plantean como paradoja el hecho de constituir un área caracterizada por numerosas obras
arquitectónicas, artísticas y científicas de gran valor, con un amplio sistema de espacios públicos
poblados, a su vez, de piezas de uso y ornato urbano de singular significado y espacios naturales
singulares, pero que sin embargo no resulta suficientemente conocido y valorado por sus propios
habitantes. En ese sentido, la mayoría de los habitantes de los barrios que constituyen el denomi-
nado Gran La Plata han desarrollado con el tiempo, un creciente desconocimiento y consecuente
desinterés respecto de los referentes identitarios.
Asimismo, la situación a nivel internacional no difiere demasiado. Los efectos de la crisis de la
modernidad se hacen sentir sobre el patrimonio brindando diferentes lecturas de las que se des-
prende la posibilidad de dar lugar a una nueva interpretación a los bienes, tanto centrales como
periféricos, en lo referente al lugar social y económico que ocupan en la sociedad. Por una parte
se fueron rompiendo los parámetros universales de valoración, a partir de lo cual lo excepcional
dejó de tener la exclusividad de la atención dando paso a que los objetos y las manifestaciones,
hasta entonces catalogados como secundarios, entraran en escena definiendo la convivencia de
lo global y lo local en la herencia cultural3. En ese contexto el reconocimiento de la memoria
y el desplazamiento de los “futuros presentes” a los “pretéritos presentes”, como afirma Andreas
2 A. Gorelik. La Grilla y el parque. Espacio público y cultura en Buenos Aires. Universidad Nacional de Quilmes. Buenos Aires, 1998.
3 Ciro Caraballo Perichi, en “El patrimonio cultural: ¿Capital social o capitalización de los bienes?”. La dimensión social del patrimonio, 2006, afirma que
paulatinamente el concepto de planeta único y el discurso de responsabilidades colectivas comenzó a convivir con las reacciones étnicas, regionales y
religiosas que rescatan las particularidades frente al avance de los idearios globales, dando paso a una mayor difusión y conocimiento del significado
atribuido a la revalorización de los elementos identitarios, regionales y locales, tanto por parte de las instituciones públicas como de las privadas.
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Huyssen,4 constituyen los aspectos más influyentes dentro del sistema de valores reinante en la
sociedad contemporánea caracterizando las estructuras políticas, los fenómenos socio-culturales,
las tendencias productivas y el tratamiento de las estructuras urbano-territoriales.
Sobre la base de estos antecedentes se intentará, recién durante las últimas décadas del Siglo XX,
integrar a los diferentes sectores de la ciudad de La Plata en pos de la recuperación patrimonial
vinculada a la postulación de La Plata a la lista de Patrimonio Mundial UNESCO y el consecuente
desarrollo de Planes Estratégicos.
En relación al tema que nos ocupa, si bien la Carta de Atenas5 inicia en 1931 un camino transita-
do posteriormente por otras Convenciones Internacionales que hacen referencia al rol que debe
cumplir la educación desde el patrimonio, aun carecemos de un corpus teórico y una praxis arti-
culados sistemáticamente. La relación entre educación formal y patrimonio no constituye un área
autónoma sino que en la mayoría de los casos está enmarcada en otras disciplinas y, las valiosas
experiencias prácticas se mantienen inconexas, como producto de esfuerzos aislados y con escasa
difusión. Al respecto cabe destacar que la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial
Cultural y Natural de UNESCO realizada en París, 1972 afirma que “Los Estados partes de la presen-
te Convención, por los medios apropiados, y sobre todo mediante programas de educación y de
información, estimularán en sus pueblos el respeto y el aprecio del patrimonio cultural y natural”.
En el momento actual el sistema educativo está pasando por una etapa de fuertes cambios. Las
condiciones económicas, sociales y políticas generan al interior de las instituciones de formación y
de educación momentos de ruptura y crisis. El valor del conocimiento se acentúa en estas circuns-
tancias como soporte, continente, plataforma para pensar cambios y como nutriente y generador
de nuevas ideas y proyectos. En ese marco, es deseable que desde un lugar de ejercicio real de la au-
tonomía en cada institución y desde cada sujeto con compromiso en la formación se perfilen cam-
bios institucionales, y se planteen proyectos superadores. Es en este sentido donde la UNLP viene
a cumplir este objetivo y orienta la acción que se desea promover: contribuir a la concientización
patrimonial a partir de la resignificación del valor social del espacio que vivimos en pos de su tutela.
La UNLP en su función de política de extensión se relaciona con las necesidades estructurales de la
sociedad -en este caso el desconocimiento y desinterés en los temas patrimoniales-, poniendo en
acción conocimientos especializados para superar el estancamiento y alcanzar grados superiores
de bienestar. La adecuación entre el conocimiento, el capital humano disponible y los problemas
más críticos del desarrollo económico y social, constituye el sujeto mismo de la extensión.
Como señala el Estatuto de la UNLP, la extensión es una de las funciones principales. El cono-
cimiento creado o transmitido a través de instancias de docencia e investigación, encuentra su
desarrollo pleno mediante la extensión universitaria. De ella depende la articulación entre el co-
nocimiento generado en la Universidad y las distintas necesidades de la sociedad. La extensión,
en una acción de doble vía, de “diálogo” permanente entre el que da y el que recibe, implica una
bidireccionalidad que procura la transferencia de este saber en condiciones de alta calidad y ópti-
ma adecuación a las necesidades presentes y futuras del escenario económico y social.
La función de la política de extensión de la Universidad tiene entre otros principios las actividades
formativas que mediante la capacitación, prevención, orientación, información y difusión o aseso-
ramiento a la comunidad, permitan complementar con la práctica, la formación teórica curricular,
desarrollando valores de solidaridad y responsabilidad social como una estrategia indispensable
de la vida en sociedad.
4 Op. Cit. Andreas Huyssen “En busca del futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalización”. Instituto Goethe. Fondo de Cultura Económica.
México, 2002.
5 La Carta de Atenas afirma que “Los educadores pongan empeño en habituar a la infancia y a la juventud a abstenerse de cualquier acto que pueda estropear los monumentos
y los introduzca al entendimiento del significado y, en general, a interesarse en la protección de los testimonios de todas las civilizaciones”.
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En este sentido la UNLP crea la Cátedra Libre Patrimonio y Educación fomentando la presencia
e interacción académica mediante la cual, aporta a la sociedad en forma crítica y creadora, los
resultados y logros de su investigación y docencia, y por medio de la cual, al conocer la realidad
nacional enriquece y redimensiona toda su actividad académica.
Se busca a partir de una reflexión sobre la realidad patrimonial que se construya una conceptuali-
zación propia y que los participantes puedan vincularla con sus realidades e incentivar la genera-
ción de actitudes tutelares compatibles con el uso y goce de los bienes.
Antecedentes
La propuesta de creación de la Cátedra Libre Patrimonio y Educación surge tras un prolongado
desarrollo de intervenciones en proyectos vinculados a la temática. En tal sentido, las primeras
experiencias se remontan a finales de la década de los ´80 en Venecia, en ocasión de la realización
de dos cursos de posgrado vinculados al patrimonio urbano y al patrimonio arquitectónico en el
Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia en carácter de becaria del Gobierno Italiano.
Oportunidad que permitió internalizar las metodologías y herramientas empleadas en ámbitos de
acción comunitaria universitaria. Más tarde, la participación de la Facultad de Arquitectura y Urba-
nismo y la representación de la UNLP ante Subcomisión de Educación, por Resolución 438/05, de
la CoDeSI –Comisión del Sitio-, ejercitó el abordaje práctico del tema.
Otro antecedente lo constituye la actividad desarrollada el ciclo lectivo 2009 mediante la par-
ticipación en el programa UPAMI –Universidad para adultos mayores- a través del dictado del
seminario “Historia de la ciudad de La Plata y su arquitectura”. La convocatoria fue realizada por la
Secretaría de Extensión de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo-UNLP y la propuesta estuvo
destinada a la capacitación de adultos mayores en temas vinculados a la ciudad de La Plata, su
región y su patrimonio analizado desde la construcción histórica. Las cuatro etapas consideradas
en ese devenir histórico fueron: 1- El período fundacional y los primeros 50 años de vida: El paso
de la ciudad ideal a la ciudad real –1882/1932-. 2- El Cincuentenario: La euforia y el inicio de la mo-
dernización suburbios y centro -1945/1957-. 3- La modernización: El lento camino al desencanto-
1957-1982- el Centenario –1982- 4- La crisis y la actualidad.
Desde el año 2005 se desarrollaron, en el ámbito de la UNLP, dos programas educativos. El progra-
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dalena- en el marco del Programa Cultura en la Escuela. El programa fue declarado de interés edu-
cativo por la UNLP –Res. 290/09-, Interés Legislativo D 842/09-10 y Interés Provincial –D840/09-10,
DGCyE de la Pcia de Bs. As. Res. 2836/09
Ambos experiencias se sustentan en la idea de que la resignificación patrimonial solo es posible
con la participación y sensibilización de la comunidad educativa. Reconocer el valor patrimonial,
cultural y natural, tangible e intangible del medio en el que nos desarrollamos demanda la in-
tervención de los más jóvenes a partir de su adecuada formación. La educación cumple un rol
fundamental constituyendo uno de los caminos básicos para el debate y la concientización. La
formulación de estrategias educativas y la formación docente en los diferentes niveles son el pun-
to de partida para la formación de alumnos que se conviertan en protagonistas del compromiso
y la participación ciudadana.
Los niveles preescolar y escolar constituyen los momentos educativos más adecuados para orien-
tar al niño y al joven en el conocimiento y valoración del lugar que habitan generando los senti-
mientos de pertenencia, apropiación e identidad que guiarán sus acciones y los convertirán en
difusores, dentro del ámbito familiar, del respeto hacia el patrimonio. Es a partir de ese conoci-
miento que se desarrollan los lazos afectivos que fortalecen la tutela de aquello que se considera
propio, contribuyendo al mejoramiento del entorno, al bien común y a la formación integral de
los futuros ciudadanos.
Por ello el objetivo es la incorporación curricular del tema patrimonial a efectos de sensibilizar a
los alumnos a partir de los conocimientos y las prácticas vinculantes a las asignaturas mediante
proyectos áulicos e institucionales generados en cada uno de los establecimientos educativos.
Sobre la base de estos antecedentes, tanto en el sector de educaci formal como informal, y con el
objetivo de generar conciencia patrimonial es que se propone la Cátedra Libre, gratuita y abierta
a la participación comunitaria.
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lugar singular y en forma conjunta con los actores. En ese sentido, los encuentros se desarrollan
tanto en ámbitos de la UNLP –Presidencia, colegios y FAU-, como en las instituciones intermedias
-centros de fomento, centros culturales, centros de día, escuelas y bibliotecas.
En cuanto a las actividades de extensión, durante el ciclo lectivo 2013 la Cátedra Libre intervino
como organización co-partícipe en el Proyecto de Extensión “De los Barrios al Centro. Conoci-
miento histórico y apropiación social del patrimonio urbano arquitectónico de la Ciudad de La
Plata”. La propuesta surge como respuesta a la Convocatoria a Cátedras y Talleres para las Activida-
des de Extensión Universitaria en el marco del Desarrollo Curricular de la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo efectuada por la Secretaría de Extensión de la FAU y se sustenta en la necesidad de
brindar a los niños y jóvenes que frecuentan instituciones de contención social ubicadas en la
periferia de La Plata un conocimiento directo del patrimonio urbano y arquitectónico. Constituye
una especie de atenuante al hecho que la situación socioeconómica de gran parte de la pobla-
ción de nivel escolar de la ciudad y su periferia, impide a numerosos niños descubrir y disfrutar
de esos sitios y obras. La propuesta fue gestada por el equipo docente del Taller Vertical Historia
de la Arquitectura N°1 quienes en las actividades fueron acompañados por estudiantes del mismo
Taller6. Actualmente, se encuentra en etapa de diseño el documento que cuenta el proyecto, las
contribuciones de los participantes y las imágenes más significativas. El objetivo de la producción
es documentar la experiencia y replicarla en otros ámbitos.
Encuentros en el Espacio Tolosa Cultural y Centro de Día Refugio del Ángel - Tolosa
6 El equipo está integrado por: Director: Arq. F. Gandolfi, Coordinadora: Esp. Arq. F. Carbonari, Equipo de trabajo: Dr. Arq. F. Aliata, Arq. E. Gentile, Dra. Arq. A.
Gómez Pintus, Mg. Arq. V. Bonicatto, Arq. V. Galcerán, Arq. J. Bjerring, Arq. F. Minatta y Fotógrafa J. Morzilli. Los estudiantes participantes son: F. Figueroa y
R. Funes.
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Visita al Museo de Ciencias Naturales - La Plata
Bibliografía
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Nacional de Quilmes. Buenos Aires, 1998.
• HUYSSEN, Andreas. En busca del futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalización.
Instituto Goethe. Fondo de Cultura Económica. México, 2002.
• UNESCO. Cartas y Normas internacionales.
La Autora
Fabiana Carbonari
Arquitecta graduada en la UNLP (1985). Especialista en Conservación y Restauración del Patrimonio
Arquitectónico y Urbano. Docente del área Historia de la Arquitectura e investigadora de la FAU-UNLP.
Maestrando de la Maestría en Conservación y Restauración del Patrimonio Urbano Arquitectónico
(CRIP). Es directora de proyecto de investigación y de becarios. Secretaría de Investigacion y Posgrado
de la FAU-UNLP. Directora de la Cátedra Libre Patrimonio y Educación. Secretaria académica Maestría
CRIP.
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A.08 MAR DEL PLATA,
SU DESARROLLO Y PLANES URBANOS.
Esta ponencia se genera a partir del proyecto de investigación denominado “La propiedad ho-
rizontal en Mar del Plata. Los arquitectos, los proyectos, las obras y los habitantes de los
edificios en propiedad horizontal. Período 1948- 1979”.
A partir de la vigencia de le ley Nº 13512 de 1948, de Propiedad horizontal con las normativas del
código de edificación, se desarrolla en Mar del Plata un proceso de demolición del área céntrica
y costera, y de construcción de un nuevo tejido urbano de alta densidad, cuya base es la vivienda
colectiva. Este proceso se despliega durante treinta años, hasta que es limitado por los cambios
estructurales socioeconómicos en el país, y por la vigencia de la ley 8912 de Uso del Suelo, y el
Código de Ordenamiento Territorial del año 1979. Este es un instrumento técnico-jurídico-finan-
ciero para servir a la comunidad, realizado por personas altamente capacitadas para que a través
de los principios, directivas y normas que fija, regule la planificación de las áreas y determine la
estructura y objetivos a alcanzar en distintas etapas, brindando una orientación definida a la obra
técnico-privada y gubernamental por medio de codificaciones y asesoramientos. En este perío-
do se verifica la aparición y el desarrollo de ideas, tipologías, proyectos que producen una nueva
visión de la ciudad.
Antecedentes
El plan regulador para Mar del Plata realizado entre 1958 y 1960 basó sus aspectos fundamentales
en el sistema vial y en la definición y localización de áreas residenciales y de sus equipamientos.
Las fuentes teóricas a las que acudieron los urbanistas, se originaron en el urbanismo CIAM y en
la organización territorial del ejido urbano en unidades vecinales, enmarcándose fundamental-
mente en términos de ciudad estable y ciudad turística. La estructura vial propuesta por el equipo
de urbanistas fue articuladora de la escala regional con la escala urbana y de la función turística
con la ciudad estable.
En 1945 se construye el primer edificio en altura, de seis pisos, y 1948 comienzan las tratativas para
la promulgación de la Ley de Propiedad Horizontal que facilitaría a partir de su promulgación el
otorgamiento de créditos bancarios para la construcción de edificios en torre, denominados en
forma despectiva “colmenares”. Los efectos de la promulgación del la Ley 13.512 de Propiedad
Horizontal cambió el perfil de la ciudad, donde empezó a adquirir su aspecto actual, coincidente
con el período de ciudad denominado, según el Arq. Cova “era de las transacciones inmobiliarias”.
A partir de esta ley, la manera de acceder al balneario cambia por completo, familias se concentran
en departamentos pequeños. En 1949 se inician las gestiones para la promulgación de un plan
regulador para la construcción cuyo objetivo era evitar el crecimiento descontrolado de la ciudad.
Se le asigna al arquitecto urbanista Dellapaolera, pero finalmente el plan no es aprobado. Entre
1949 y 1954 se construye miles de departamentos en la ciudad. En esta época la clase media en
pleno progreso, busco masivamente poseer un departamento en la ciudad de Mar del Plata lo que
genera un “boom” en la construcción.
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En general existe una tendencia a identificar el concepto de progreso con el de crecimiento. Todos
sabemos que desde el año 1950, las ciudades, más importantes, han sufrido un gran incremento
en la aglomeración de edificios, personas y vehículos. Es decir que en la mayoría de ellas se ha ve-
rificado un gran crecimiento. Los habitantes de las ciudades densamente pobladas no pueden, sin
esfuerzo, sustraerse a los problemas surgidos de un desmedido y acaso inesperado crecimiento
que fatiga al hombre, lo agobia, lo enferma.
En Mar del Plata, afortunadamente, todavía no se dan esos males, que serían probablemente,
graves por las características del balneario. Sin embargo se verifica la falta de espacios verdes, que
tienden a desaparecer como fue, en los años 70, la plazoleta de la Diagonal Alberdi desde Santia-
go del Estero al Boulevard Marítimo, para convertirse en playas de estacionamiento.
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las 25 ciudades de las más grandes del mundo se encontraran en el sur. Nudos de conexión en el
conjunto de las redes de intercambio internacionales, esas ciudades-mundo dibujan una nueva
geografía de los centros, que ignora cada vez más la línea divisoria entre países industrializados y
en desarrollo.
Las ciudades medias, como es el caso de Mar del Plata, (de 100.000 a 3.000.000 de habitantes) al
mismo tiempo autónoma y dependiente de las ciudades mundo ordenan el espacio rural y lo vin-
culan con la sociedad urbana. En ellas se presentan los índices de urbanización más elevados, por
lo que enfrentan problemas de gestión comparables a los de las grandes metrópolis.
Por último, las redes de intercambio que unen esas ciudades constituyen una trama urbana mun-
dial que redistribuye la fuerza de trabajo y organizan las migraciones.
Centro dinámico de innovación, lugar donde todo es posible, el espacio de todas las miserias:
pobreza, violencia, contaminación, desempleo, exclusión, criminalidad, inseguridad, droga, sucie-
dad….la extensión de la pobreza urbana dio origen a nociones diferentes (exclusión en Francia,
underclass en EEUU, marginalidad en América Latina), que corresponden a 3 maneras de traducir
la segregación social en el espacio urbano: respectivamente, dentro-fuera, alto-bajo, centro-peri-
feria.
En la ciudad se produce actualmente la convergencia de 3 crisis: la de la fractura social, vinculada
con la injusticia socio-económica; la de la urbanidad, es decir las formas tradicionales de sociabili-
dad; y la de la gobernabilidad relacionada con la representación política.
Pese al carácter sumamente variable de las ciudades, un imperativo común debe orientar su de-
sarrollo: que la ciudad y la economía estén al servicio del hombre, y no como ocurre actualmente,
que el hombre este al servicio de la economía.
Una Ley de Ordenamiento Territorial como la sancionada, aun con los prejuicios que necesaria-
mente generó a los intereses sectoriales implicados, resulta de carácter imprescindible en las zo-
nas urbanas densas y de crecimiento caótico y especulativo, como en el caso de Mar del Plata y
de algunas localidades del gran Buenos Aires, como Avellaneda, San Martin, Quilmes, Lanús, entre
otras, en las que los códigos y reglamentaciones se revelaban como obsoletos e impotentes frente
a la creciente pérdida de calidad urbana, el deterioro de condiciones de habitabilidad mínimas y
a la proliferación de un verdadero paisaje de la “especulación inmobiliaria”.
La Ley, no obstante, como todas las leyes, pecó de excesiva generalidad puesto que la situación y
el desarrollo urbano es muy disímil en las diferentes localidades de la provincia.
Por otra parte, en ciertas cuestiones específicas como programas arquitectónicos y localizaciones
determinadas, la densidad alta no es descartable “prima facies”, incluso por conveniencia econó-
mica y de rendimiento urbano. Sin embargo esta situación dio lugar a la apertura de nuevos
“frentes” de especulación por la vía de la excepción o del tratamiento preferencial. Es por ello
que en ciertos asentamientos, se implementó esta ley en el contexto de una revisión cuidadosa
del Plan Regulador Director. Sin embargo, las precauciones de implementación que señalamos no
deben dejar de reconocer que los juegos de factores y las reducciones de densidad serán signifi-
cativos para un mejor ordenamiento urbano futuro, sobre todo en cuanto, sin una ruptura brusca
del tejido edilicio, se manifestará un gran incremento del espacio aéreo libre y de los corazones
de manzana.
Los premios que se proveen de hasta un 70% en el incremento del FOT si se amplían los retiros o si
se proponen espacios públicos, significaron un estímulo al desarrollo de nuevas relaciones de los
edificios con el contexto urbano, sin caer en el extremo de propiciar los “bloques” de torres, como
en la zona de Belgrano en Buenos Aires.
Y así como el ordenamiento de los años ‘50 estuvo enfocado a resolver los problemas de la pro-
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piedad horizontal y la Ley 8912 de los años ’70 hizo eje en la reglamentación del FOT y el FOS,
las nuevas normas que rijan para los años venideros deberían hacer hincapié en la sustentabilidad
de los edificios, el uso correcto de los materiales y el respeto por el entorno y la conservación del
patrimonio.
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El ser humano forma parte del sitio en el que vive, en el que trabaja o simplemente en el lugar por
el que pasa.
Hay ciudades implantadas en un paisaje al que parecen volver la espalda, están enteramente vol-
cadas hacia un más allá sin fronteras. Su misión no es resumir el país en el que se encuentran, sino
representar en el un muestreo del mundo. En el caso de Mar del Plata esto es claro cuando obser-
vamos el perfil costero, que ha generado una barrera visual, de tal forma que hoy hay en la ciudad
gente que no conoce la playa.
Hay otras ciudades, edificios, obras de arte, estrechamente imbricados en el paisaje, narran la in-
timidad de los seres humanos con un ligar que los habita tanto como ellos lo habitan, un logrado
entrelazamiento entre la duración telúrica, la intemporalidad sagrada y el tiempo de las obras
humanas….
El advenimiento de la era industrial a principios del siglo XIX con los avances de la técnica brinda-
ron a la capacidad creadora y transformadora del hombre los medios de concretarse y de mani-
festarse incluso en la arquitectura y el urbanismo.
A ellos contribuyen, en forma indirecta, los nuevos medios de comunicación y de producción y los
nuevos medios de vida. El espacio construido adquirió unas dimensiones que antes eran inconce-
bibles. A partir de ahí la técnica cumple el papel clave reservado antaño a la cultura y a la religión.
Esta transformación asociada a mecanismos económicos nuevos que suponen a su vez una rup-
tura con el contexto cultual tradicional y que solo se rigen ya por las leyes de lucro o de la es-
peculación, adquiere un carácter explosivo, como sucedió en Mar del Plata a partir de la Ley de
Propiedad Horizontal.
La ciudad es un eslabón esencial entre el individuo y el estado. La democracia local y la ciudadanía
son las piedras angulares de su edificación moral. E apartheid social es, en cambio, un indicio de
su decrepitud. La ciudadanía solo adquiere significado en el marco de un sentimiento de solidari-
dad urbana nacido de una cultura de la ciudad que no sea ni una cultura internacional globaliza-
da, ni un mosaico heterogéneo de culturas antagónicas, sino que esté ligado a una conciencia del
lugar y de la pertenencia a una comunidad de destino metropolitana.
La ciudad es un patrimonio abierto y cada una de ellas tiene una personalidad cultural propia. Los
materiales de construcción modernos, que constituyen un progreso pues permiten ganar espacio
y mejorar la seguridad y la higiene, a menudo no se adaptan a la estérica ni al clima de los países
donde se los utiliza. S e trata pues de poner la ciencia y las artes al servicio de la ciudad con un
planteamiento interdisciplinario que favorezca la aparición de una nueva generación de construc-
tores. La Arquitectura del siglo XXI deberá lograr un difícil equilibrio entre las tecnologías moder-
nas que requieren poca energía y ciertas tradiciones técnicas y estéticas que tienen su razón de
ser y que sería lamentable ignorar.
Asimismo, es importante, sobre todo en una ciudad como Mar del Plata donde tenemos buenos
ejemplos de patrimonio Moderno, reflexionar a cerca de la necesidad de mantener estos edificios,
cualquiera sea su escala, en buenas condiciones de uso, tendiendo a su revalorización y su conci-
liación con los nuevos programas derivados de actuales necesidades, respetando la autenticidad
no sólo de la idea sino de la materialidad, logrando “la máxima puesta en valor con la mínima
intervención” privilegiando las soluciones creativas pero consustanciadas con la obra.
Sería deseable que la arquitectura marplatense se manifestara en el hecho de ser una arqui-
tectura conscientemente delimitada, que acentuará el territorio en el que ha de establecerse
la construcción, en su emplazamiento. Como así también que hiciera énfasis en las condiciones
climáticas, la cultura y especialmente la presencia marina, con sus ventajas y desventajas, creando
de esta forma una conciencia geográfica, climática, tecnológica. Resaltando ciertos factores es-
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pecíficos del lugar, que abarcara las propiedades formales y estructurales del edificio y finalmente,
favorecer la conexión entre la sociedad marplatense y la arquitectura esforzándose por cultivar
una cultura contemporánea orientada al lugar, sin llegar a hacerla excesivamente hermética, ni en
el plano de las referencias formales ni en el de la tecnología que ayude a desarrolla la identidad
de la ciudad.
Bibliografía
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• RUSSELL HITCHCOCK, H.: Arquitectura de los siglos XIX y XX. Manuales Arte Cátedra. Madrid
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Las Autoras
María de las Nieves S. Rizzo
Arquitecta profesora adjunta parcial en carreras de Arquitectura y Diseño Industrial de Historia de la Ar-
quitectura I y Pensamiento Contemporáneo II, respectivamente y Docente en la Tecnicatura en Gestión
Cultural. Investigadora. Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño Funes 3350, 7600 Mar del Plata.
Contacto: mnrizzo@mdp.edu.ar /marita_rizzo@hotmail.com
Melecia Granero
Arquitecta.Docente Investigadora del Taller Vertical de Historia de la Arquitectura y el Urbanis-
mo I y Pensamiento Contemporáneo II en Historia de la Arquitectura y Diseño Industrial . Do-
cente en Taller Vertical de Construcciones II, Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño.
Contacto: melecia17@hotmail.commgranero@mdp.edu.ar
ISBN 978-987-23112-6-1 84
A.09 PONER EN VALOR EL PATRIMONIO: EL CASO DE LA
AUDITORÍA GENERAL DE LA NACIÓN
Pablo Martínez
Mónica Britos
El presente trabajo da cuenta de la puesta en valor realizada por la Auditoría General de la Nación
(AGN) en su nueva sede y los desafíos de su habitabilidad, iniciada en el corriente año.
La AGN eligió para su relocalización al edificio emplazado en Rivadavia 1745, ex Instituto Biológi-
co Argentino. Esta selección se basó, entre otras variables, en el valor patrimonial y simbólico del
inmueble y sus posibilidades de rescate y puesta en valor.
A lo largo del trabajo, se visualiza la complejidad del proyecto de adaptar un edificio con sectores
de alto valor patrimonial en un espacio a ser habitado por un organismo público. En ese sentido,
se presenta: los criterios de selección del inmueble, la metodología de puesta en valor, la sectori-
zación de los espacios según sus criterios de intervención, la adaptación al uso oficinesco y final-
mente los desafíos de su habitabilidad como organismo público.
Los Autores
Pablo Martínez
Arquitecto
Mónica Britos
Diseñadora
ISBN 978-987-23112-6-1 85
A.10 SAN JUAN, UNA CIUDAD EN MOVIMIENTO
Aportes del Turismo a la Resignificación de su
Arquitectura
María Emilia Erostarbe Suárez
Al definir a la Ciudad de San Juan, como ciudad en movimiento, se hace referencia a hechos que
básicamente marcaron su historia, marcaron cambios sociales, culturales y urbanísticos, que hoy
que sigue en movimiento, hace compleja la misión de arraigo, la definición de una identidad pro-
pia del sanjuanino y por lo tanto la valoración y conservación de su patrimonio tanto vernáculo
como moderno, en términos de actualidad.
Comprender la Ciudad desde sus orígenes y a la par comprender la sociedad que la ha ido cons-
truyendo y conformando su crecimiento, desde una visión holística, permite develar (o al menos
es un intento) el misterio del porqué y el cómo es una Ciudad y su gente.
Podríamos decir que la historia comienza el día de la fundación de San Juan de la Frontera, el 13
de junio de 1562 de la mano del Capitán Juan Jufré. Por aquel entonces Eugenio de Mallea fue
designado encargado de la ciudad.
“En el solar correspondiente a don Eugenio de Mallea se levantó su casa de adobes a
la usanza española. De tal manera, la casa de Mallea en la incipiente cuidad, vino a
dar principio al estilo hispánico de construcción. Paulatinamente los demás pobladores
fueron también construyendo sus viviendas de adobe que poco a poco reemplazaron la
quincha indígena.”1
Fue a fines de 1593, cuando Mallea vio desaparecer su casa, arrasada por la inundación del Río San
Juan que destruyera a la ciudad de San Juan por completo.
“Es de imaginar la desazón con que los primitivos habitantes del valle del Tulum recibie-
ron el castigo de uno de los elementos vitales el cual, paradójicamente, es el árbitro de la
existencia para una tierra sedienta, donde son casi desconocidas las fecundantes lluvias
de otras latitudes del país.”
(Diario El Viñatero, 12 de junio 1982. Año XVIII, N° 647. Pág. 8)”2
La Ciudad sufrió su Primer Movimiento, a tan solo 31 años de su fundación se vio arrasada por su
Homónimo Río, quizás debido a una errónea localización y a la carencia de obras de contención
de las márgenes Río.
Un año después, el hijo del fundador, el General Luis Jufré y Meneses, quien por ese entonces aca-
baba de fundar la vecina provincia de San Luis, decidió trasladar la Ciudad veinticinco cuadras al
sur, en su actual emplazamiento.
En el imaginario popular se ha conservado con la denominación de “Pueblo Viejo”, el primer em-
plazamiento que tuvo la ciudad, y que posteriormente se le asignara el nombre de Concepción, en
referencia a la advocación religiosa de su Parroquia.
En un principio se trasladaron las principales Instituciones Públicas como el Cabildo y algunos
1 FFHA, UNSJ, Aportes desde la Historia a la Revalorización del Patrimonio Cultural Sanjuanino, 2006, Pág. 94.
2 Idem.
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Templos, siendo que la mayoría de la población permaneció en el “Pueblo Viejo” soportando un
sin número de devastadoras inundaciones hasta la construcción de las defensas del Rio. En el
nuevo emplazamiento se respetó la estructura tradicional de 25 manzanas, con su plaza Mayor
en el centro, rodeada por solares destinados a, 2 Iglesias, el Cabildo y viviendas para las familias
principales de la ciudad.
Para el Siglo XVIII la urbanización del “Pueblo Viejo” llegabas hasta la ciudad de San Juan de la
mano de sus calle principales, como la Tucumán, y junto con la Ciudad se caracterizaron por am-
plias y pintorescas casas de adobe de estilo colonial, como las describiría Horacio Videla en su libro
El Retablo Sanjuanino, “Casonas de adobe con techos de caña y barro de suave pendiente o con
mojinetes construidos sobre tiranterías de madera. Toscos revoques de barro pintados a la cal, con
ingenuo zocalillo de distinto color o revestido de piedra laja.
Ancha la puerta a la calle, clásico zaguán con arco de medio punto y piso enladrillado con un cami-
no de lajas, con habitaciones a uno y otro costado, seguido de uno o dos patios con alguna galería
abierta, defendida del sol por enredaderas y una magnolia o higuera en una gran taza al centro del
patio, cocina de fogón, horno criollo de adobes, pieza de sirvientes y servicios de la casa, la huerta
con gallinero y corral para las bestias y algún duraznero, palma datilera, naranjo agrio y dulce, lima
e higuera, amén del consabido paseo con parral encatrado de uva mollar, fermal o cereza. - La ciu-
dad era pequeña, abundaban los baldíos hasta en la misma plaza principal, las calles, de 12 varas
de ancho, carecían de arboledas y acequias. Por una loma que partía por la mitad las manzanas,
corrían de poniente a naciente 9 acequias tocando los fondos para riego de las huertas familiares.”3
Para 1833, a pesar de haber trasladado la ciudad más al sur y de haber llevado a cabo obras de
defensa del río, éste inundo la nueva ciudad arrasando con templos y construcciones particulares,
solo se salvaron la Iglesia Matriz construida por los Jesuitas en 1712, la casa del gobernador y al-
gunas viviendas.
A la catástrofe le vinieron las obras del primer dique repartidor, el empedrado de calles y coloca-
ción de piedras laja en las por entonces angostas veredas.
Para 1870 la ciudad deja de lado su periodo colonial para dar paso a una ciudad moderna, pre-
rrenacentista. “Aparecen las casas con cornisas y pilastras, clásicas molduras de hierro y amplias
aberturas a la calle, muy diferente de la baja casona de puertas de algarrobo, rústicos herrajes y
pequeñas ventanas exteriores (Recuerdos de Provincia)”4
“En defensa de la humedad y el triturador salitre, los propietarios de mejor fortuna emplean el la-
drillo en lugar de los materiales crudos, hasta entonces solo usados por los Jesuitas para levantar la
Catedral”5 (Cuyos ladrillos hoy forman el piso de parte de la Casa Natal de Domingo F. Sarmiento).
No menores fueron los cabios que trajo aparejado el paso de la actividad de los Molinos Harineros
que circundaban la Ciudad, a las Grandes Bodegas que desplazaron o dejaron de lado los lagares
familiares, pasando la vitivinicultura, de ser de pequeña producción familiar a una industrializa-
ción mayor. Cambios que fueron impulsados por la Generación del ´80.
La llegada del Ferrocarril 1885 permitió a la provincia quedar definitivamente vinculada al resto
del país, lo cual significó un crecimiento Económico y Social para San Juan.
Para 1894 un terremoto va a sacudir la Ciudad, pero sin grandes consecuencias, y aun así conllevó
a la realización de estudios y la conformación de una comisión detallando en un informe que a la
hora de construir “…todas las partes de un edificio deberían estar íntimamente ligadas unas con
otras y que dado lo ocurrido las veredas debían ser anchas, que todas las construcciones debían
ser edificadas en cuanto fuese posible lejos del contacto de dos capas de desigual composición y
3 VIDELA, Horacio, Retablo Sanjuanino, UCC, San Juan, Pag.56.
4 VIDELA, Horacio, Retablo Sanjuanino, UCC, San Juan, Pag.84
5 Idem.
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sobre todo evitando hacerlo sobre el suelo móvil, que descanse a poca profundidad sobre capas
de roca sólida”.6
Es evidente que este periodo del Primer Movimiento estuvo signado por las catástrofes naturales,
y que la Ciudad debió reinventarse sucesivas veces desde un periodo histórico que abarca el colo-
nialismo hasta el renacimiento para el Centenario de la Patria.
Un Centenario que ya vería a San Juan con la mixtura cultural de un sin número de inmigrantes
que arribaron a la provincia y que pasaron a conformar la actual sociedad sanjuaninas.
Las principales colectividades que arribaron fueron las de españoles, italianos, y sirio – libaneses
que se arraigaron a esta tierra, fueron hacedoras de las industrias productivas de San Juan como
la vitivinicultura y demás actividades agrícolas, el comercio, y esa mixtura cultural compuesta por
la gastronomía, la música, la danza, las artes, el deporte y la arquitectura de dichas comunidades.
La llegada del ferrocarril de mano de los ingleses trajo también consigo un sin número de costum-
bres, que la elite sanjuanina fue apropiando. Como así también se vio reflejada su arquitectura
en la gran cantidad de edificaciones que se pusieron en pie, al servicio del Ferrocarril y de sus
empleados y directivos.
La pujante ciudad, pintoresca con aires coloniales y renacentistas, y ya con gran diversidad cultural
sufrirá su Segundo Movimiento, una tarde de verano, más precisamente el 15 de enero de 1944,
siendo sábado a las 20:52hs, la ciudad pereció en escombros, polvo, oscuridad y desesperación.
Algo más del 70 por ciento de las construcciones se derrumbaron completamente, difícil era man-
tener una ciudad mayoritariamente de adobe, en pie, con un sismo de 7,4 grados de magnitud.
Escasas fueron las construcciones que solo sufrieron pequeños deterioros, algunas de ellas por ser
ya, de hormigón armado, otras de ladrillo cocido y técnicas constructivas sismoresistente avanza-
das para la época, y edificaciones de adobe donde evidentemente las técnicas para su construc-
ción fueron correctas.
Bajo el polvo de la tragedia yacieron alrededor de 13000 sanjuaninos y ese día la memoria y lo
identitario de la comunidad se fue con sus muertos. San Juan debía renacer y volver a levantarse,
había que seguir viviendo por respeto y memoria a quienes ya no estaban más.
Desde ese entonces, el adobe se convirtió en mala palabra y en símbolo de tragedia, y la Ciudad
comienza a transitar su Tercer Movimiento, la Reconstrucción.
El desastre necesitaba urgentes y correctas decisiones, para la reconstrucción se formó un Con-
sejo desde el cual se solicitaba a profesionales la propuesta de Planes de Reconstrucción, mucho
se debatió el traslado de la ciudad, pero finalmente se levantó sobre sus escombros, y fue el Plan
desarrollado por el arquitecto José Pastor el que se tomaría en cuenta, siendo contratado como
6 VARESE, Carmen Peñalosa, ARIAS, Hector. Historia de San Juan. Spadoni. Mendoza. 1996. Pag.406
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asesor urbanístico por el Consejo de Reconstrucción.
El Plan, denominado Plan Pastor, fue aprobado en 1948, proponía la ubicación de los edificios
públicos, un plan ferroviario, la apertura de lo que hoy es una de las avenidas principales de la
ciudad, y daba prescripciones urbanísticas, reglamentando los usos edificatorios permitidos, es-
quinas sin ochava, el diseño de recovas para circulación de público en aceras orientadas al norte y
el uso de revestimientos con materiales de la región. Respondiendo sin duda a los postulados del
movimiento moderno.
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La tesis de Licenciatura en Turismo de la cual se desprende parte de este trabajo, y un sin número
de otras investigaciones, resaltan el valor y el aporte que la arquitectura hace sobre la construc-
ción de la identidad sanjuanina.
En ella se hallan expresados todos aquellos rasgos identitaria que la memoria olvidó, que la gene-
ración del terremoto en parte enterró.
Hoy por hoy la ciudad transita un periodo decisivo, entre la conservación y la destrucción total de
elementos referenciadores del pasado, ya que no es ajeno a ningún pueblo argentino, la supre-
macía entre el rédito económico inmobiliario por sobre el rescate y resguardo del patrimonio de
cada comunidad.
La Ciudad de San Juan tiene como desafío inminente la concientización de su comunidad, sobre
el valor de los escasos bienes patrimoniales pre terremoto y sobre todos los elementos modernos,
que aun siendo construidos y gestados en el hoy, son patrimonio de la comunidad actual y lógi-
camente del futuro.
La pérdida de elementos simbólicos y significativos de la identidad sanjuanina, es constante, y lo
seguirá siendo mientras no haya mayor difusión y puesta en valor.
Propuesta 1: “La educación en San Juan – El maestro Sarmiento/ Tres sistemas educativos: Nor-
mal, Nacional e Industrial/ El sueño de Fray Justo Santa María de Oro: el pensionado de mujeres”.
Propuesta 2: “La vivienda sanjuanina/ Familias tradicionales, próceres y ciudadanos/ La influencia
europea en la arquitectura”.
Propuesta 3: “La reunión social: Club Social San Juan/ Casa España/ Club Sirio Libanes/ Vivienda
Dobladez/ Los Cines”.
Propuesta 4: “Lo público, lo antiguo y lo moderno: Hospital Rawson/ Boulevard Av. Rawson / Eje
Cívico/ Ferrocarril/ Centro Cívico/ Legislatura”.
La Propuesta consta de la utilización de los bienes arquitectónicos como atractivos turísticos, no
tradicionales, dirigidos a un público activo con deseos de vivir la arquitectura de la ciudad desde
diversas temáticas.
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Los criterios que se han tenido en cuenta para tomar la decisión de diseño de un circuito de tipo
peatonal son:
• Dimensiones del área trabajada: Once cuadras de norte a sur y diecisiete cuadras de este a
oeste.
• Características del área: zona céntrica concurrida, de gran tránsito vehicular, escaso o nulo
espacio para ascenso y descenso desde movilidades de uso turístico, complejo acceso a zonas
de estacionamiento.
• Transporte público – ómnibus: carencia de una guía de empresas, líneas, paradas y recorridos
que facilite el uso de este servicio por parte del turista.
• Una práctica saludable.
Considerando lo mencionado anteriormente se observa como medio más ágil el peatonal, siendo
a su vez una forma sustentable de recorrer la ciudad, a pesar de sus desventajas, de tiempo y ac-
cesibilidad por el esfuerzo físico que implica.
Siendo una limitante también, las condiciones climáticas y estaciones del año. Ya que las óptimas
serian otoño y primavera.
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cercano y puede unirse en circuitos de paseos lentos y agradables.7
La propuesta fue llevada a cabo en dos oportunidades, hacia estudiantes de arquitectura y pos-
teriormente a estudiantes de turismo. En ambos casos la repercusión fue muy favorable, pues les
permitió ser turistas en su propia ciudad y verla desde otra perspectiva, reconociendo en la arqui-
tectura, elementos identitarios propios y algunos olvidados con el tiempo.
La realidad nos plantea que gran parte de los bienes que fueron integrados en los diversos circui-
tos, no son de acceso al público, y su apreciación es principalmente exterior, sigue siendo para San
Juan un desafío el uso que se otorga a los bienes patrimoniales.
San Juan seguirá siendo una Ciudad en Movimiento, como todo espacio que progresa, crece y
cambia, pero consiguiendo el movimiento de su comunidad por el resguardo y resignifcación de
sus bienes patrimoniales, Viviendo la Ciudad.
BIBLIOGRAFIA
• FFHA, UNSJ. Aportes desde la Historia a la Revalorización del Patrimonio Cultural Sanjuanino.
2006
• VIDELA, Horacio. Retablo Sanjuanino. UCC. San Juan. 1997
• VIDELA, Horacio. Historia de San Juan. UCC. Academia del Plata. Tomo III y IV
• VARESE, Carmen Peñalosa, ARIAS, Héctor. Historia de San Juan. Spadoni. Mendoza. 1996
• EROSTARBE, María Emilia. Tesis de Licenciatura en Turismo. Registro y valoración del Patrimonio
Arquitectónico de la Ciudad de San Juan, Pre y Post Terremoto de 1944, desde una mirada
turística para su transformación en recurso. UNSJ. 2013
La Autora
María Emilia Erostarbe Suárez
Licenciada en Turismo de la Universidad Nacional de San Juan, es miembro becario del Instituto Regio-
nal de Planeamiento y Hábitat de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, donde desarrolla
desde 2013 proyectos de investigación relacionados al patrimonio principalmente cultural de la pro-
vincia de San Juan, haciendo el aporte desde el turismo. Participando en programas de capacitación a
la comunidad y en planes y programas de manejo de bienes patrimoniales. Así mismo ha participado
de Congresos y Eventos varios relacionados con la temática con exposiciones sobre sus trabajos.
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COMUNICACIONES
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B.01 AVELLANEDA, EL DESAFÍO DE LA CIUDAD DESEADA
TRANSFORMACIÓN DE LA RIBERA POST-INDUSTRIAL
Silvia Bruzzo
Adrián Lisanti
Martín Otero
María Cristina Senlle
Introducción
El presente trabajo forma parte de una investigación motivada por la preocupación de los proble-
mas que aquejan a nuestra ciudad. La convocatoria del Encuentro Vivir la Ciudad, es considerada
el espacio adecuado para la presentación de la propuesta del proyecto urbano para la ribera his-
tórica de la Ciudad de Avellaneda.
El área de estudio elegida, en Avellaneda Centro, muestra signos de desarticulación, también
expuesto en el paisaje urbano, evidenciados fundamentalmente en los barrios tradicionales y pe-
ricentrales de la ciudad. A través de un proyecto urbano se intenta integrar la ribera a la ciudad,
articulando la ciudad tradicional y la ciudad conformada por la reurbanización de asentamientos,
producto de la gestión pública.
Formulación de objetivos
• Reseñar el proceso histórico de Avellaneda y sus consecuencias como área portuaria e industrial.
• Analizar cómo el área de estudio fue desde su propio origen condicionada y subordinada a las
necesidades del aparato productivo.
• Referir las transformaciones físicas y ambientales producidas en el área, a partir de la
intervención urbana propuesta, que le confieren nueva visibilidad a su población y al paisaje.
• Presentar una estrategia de gestión urbana para el desarrollo de un área urbana histórica,
que en particular se traduce en una ruta metodológica, que contempla los instrumentos de
planificación sobre el análisis de los mecanismos de coordinación de la interacción público-
privada.
Metodología
El polígono de actuación elegido para la propuesta, es el área comprendida por: Puente Pueyrre-
dón – ribera del Riachuelo- Urbanización Villa Tranquila- Calle M. Estévez.
Se ha consultado bibliografía, documentos internacionales, periódicos, documentación jurídica,
páginas web, entrevistas, estudio de campo: navegación por el curso de agua. Consulta de mate-
rial gráfico: mapas, gráficos, diagramas, fotos, postales, videos.
Marco conceptual
El presente trabajo se encuentra dentro el marco de las Recomendaciones sobre el paisaje urbano
histórico que en su apartado I. Definición, art. 11, expresa lo siguiente:
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“La noción de paisaje urbano histórico responde al objetivo de preservar la calidad del
medio en el que viven las personas, mejorando la utilización productiva y sostenible de
los espacios urbanos, sin perder de vista su carácter dinámico, y promoviendo la diversi-
dad social y funcional. En ella confluyen los objetivos de la conservación del patrimonio
urbano y los del desarrollo social y económico. Es un planteamiento basado en una re-
lación equilibrada y sostenible entre el medio urbano y el medio natural, entre las nece-
sidades de las generaciones presentes y venideras y la herencia del pasado. “(UNESCO:
2011)
El paisaje urbano histórico es el resultado de la estratificación e imbricación de valores culturales y
naturales a lo largo del tiempo. Para entender y gestionar el paisaje urbano histórico es necesario
tomar conciencia que el contexto histórico y la nueva urbanización pueden interactuar y reforzar
mutuamente sus cometidos y sus significados.
En lo que concierne, a los núcleos urbanos históricos, la Carta de Washington expresa:
(…) los núcleos urbanos de carácter histórico, grandes o pequeños, comprenden todo
tipo de poblaciones (ciudades, villas, pueblos, etc.) y, más concretamente, los cascos,
centros, barrios, barriadas, arrabales, u otras zonas que posean dicho carácter, con su
entorno natural o hecho por el hombre (…) los referidos núcleos son expresión de los
valores de las civilizaciones urbanas tradicionales. Actualmente se hallan amenazados
por la degradación, el deterioro y, a veces, por la destrucción provocada por una forma
de desarrollo urbano surgida de la era industrial que afecta a todas las sociedades (...)
(ICOMOS: 1987)
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La población de Barracas al Sud, antigua denominación del Partido de Avellaneda, tiene sus
orígenes en la desembocadura del “Riachuelo de los Navíos”. Así se llamó al curso de agua, entre
otros nombres, con su puerto natural.
Tras la 2° post-guerra se genera un proceso de metropolización e industrialización nacional, que
promueve migraciones del campo hacia la capital. Se ocupan las tierras bajas de la cuenca, sin
ningún tipo de planificación de servicios e infraestructura, con lo cual se irá constituyendo de
manera espontánea las bases de la conformación de una periferia pobre que poblará este extenso
territorio en pos del populismo y golpes de estado, que caracterizará el patrón de asentamiento
de América Latina.2
Esta población se localiza en villas de emergencia que en los años sesenta se consideraban tran-
sitorias, en los ´90, iniciado el proceso de globalización, se convierte en población estructural
socialmente excluida.
A causa del proceso histórico, por el cual durante mucho tiempo la cuenca fue un área abando-
nada y relegada por las políticas, se puede observar crecimientos urbanos desestructurados, no
planificados, áreas marginales degradadas, insatisfechas de servicios y de espacios verdes; tam-
bién contaminación, entre otros inconvenientes que afectan la calidad del espacio urbano y a la
población que allí vive y desarrolla sus actividades.3
2 Bruzzo, Silvia. Lisanti, Adrián et al. 2014. “Avellaneda, su ribera como área potencial de nueva centralidad: la estrategia de intervención, el proyecto urbano
y la estructura de gestión”. ISBN 978-987-1889-40-2
3 Ibidem
4 http://www.laciudadavellaneda.blogspot.com.ar/http://www.todoavellaneda.com.ar/sections/historia.php
ISBN 978-987-23112-6-1 96
Fig. 2 Plano de Buenos Aires en 18955
Avellaneda se halla situada en la RMBA que abarca, desde el punto de vista político-administrati-
vo, a la ciudad de Buenos Aires y a un conjunto de partidos, del Conurbano Bonaerense, que cir-
cundan la ciudad a modo de anillo o corona, y que en la actualidad suman 42 partidos. Estas áreas
son el resultado de un amplio proceso de urbanización que comenzó con la misma fundación de
Buenos Aires.
5 Fuente “Atlas de la República Argentina “. 1895. En Gorelik, Adrián (2010)
ISBN 978-987-23112-6-1 97
El Área Metropolitana es ante todo un conglomerado históricamente estructurado por las cone-
xiones terrestres al puerto, consolidado en el primer tercio del siglo XX, gracias a la construcción
de un complejo sistema ferroportuario con conexiones territoriales desde el Norte, el Oeste y el
sur.
El territorio de la ribera en la zona de la Ciudad de Avellaneda, muestra signos de desarticulación,
también expuesto en el paisaje urbano, evidenciados fundamentalmente en los barrios tradicio-
nales y pericentrales de la ciudad.
ISBN 978-987-23112-6-1 98
“Todo proyecto que intente transformar las condiciones socio – espaciales del contexto
puede y debe entenderse como un proyecto urbano. Esto implica el manejo y pondera-
ción consciente de sus distintas escalas de influencia. Hace ya demasiados años que la
profesión viene hablando del “derecho a la ciudad”. Es hora de pasar de las consignas a
las acciones, asumiendo las categorías y productos de lo urbano en su total complejidad
y sinergia. Debemos, si es que pretendemos realmente reconstruir la capacidad política
técnica del Estado, cualificar sus acciones sumando nuevas formas al número”. Fernán-
dez Castro, 2012
El Proyecto Urbano
La dimensión urbana que se ha que contemplada en el proyecto ha considerado lo siguiente:
1. Plantear la vocación de los terrenos en el contexto de la dualidad puerto-ciudad y el entorno.
2. La definición del nuevo programa a implementar en el marco de la trasformación más amplia
de la zona y su posible capacidad de crear nuevas dinámicas e inducir el desarrollo del entorno.
3. La inserción de las cargas resultantes de los nuevos programas en el sistema de infraestructura
y equipamientos existentes justificando también alguna intervención a nivel de las infraes-
tructuras de accesibilidad, transporte y saneamiento, etc.
4. Aprovechamiento de piezas y elementos arquitectónicos de patrimonio industrial o de traza-
dos anteriores, así como la utilización de memoria de la ocupación industrial anterior.
5. El diseño urbano del nuevo conjunto y su integración en el entorno existente, la naturaleza de
los nuevos espacios públicos creados.
6. Supervisión de carencias dentro del área a intervenir y su entorno (espacio público, comercios,
equipamiento, etc. , y su incorporación en el nuevo conjunto.
Estrategias Proyectuales
• CONECTIVIDAD/ -ARTICULACIÓN /-RECUPERACIÓN Y RESCATE
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Planta y Corte del conjunto
(…)Hacer ciudad hoy es en primer lugar hacer ciudad sobre la ciudad, hacer centros
sobre los centros, crear las nuevas centralidades y ejes articuladores que den la conti-
nuidad física y simbólica, estableciendo buenos compromisos entre el tejido histórico
y el nuevo, favoreciendo la mezcla social y funcional en todas las áreas(…)6Jordi Borja.
• El par vial facilitará la circulación individual y colectiva, recalificando las periferias urbanas,
generando centralidad en su entorno, soportando equipamientos y espacios públicos, con
valor cultural.
• Diseñamos espacio público como parque lineal para articular ejes de continuidad física y
simbólica entre el nuevo proyecto y la ciudad existente.
• Las operaciones con vivienda evitan la homogeneidad social, supone más equipamiento, más
integración con la ciudad y más visibilidad del lugar.
• La actuación con la ribera nos permite capacidad de sutura, en los barrios populares, en los
ejes circulatorios, por su historia, su posición estratégica, en las áreas obsoletas recuperables,
ya sean industriales, ferroviarias o portuarias.
• Se ha respetado la trama existente extendiéndola para integrar la zona degradada y la
urbanización y proveerla de accesibilidad.-Inclusión social-
• Los edificios pre existentes de la ciudad industrial se han preservado, interviniéndoles con
nuevos usos, acorde a las necesidades emergentes del área.
Esquema de masas
6 Borja, J et alter. 2000. “El espacio público, ciudad y ciudadanía”. Barcelona- disponible en internet al 28 de Julio de 2013. http://
pensarcontemporaneo.files.wordpress.com/2009/06/el-espacio-publico-ciudad-y-ciudadania-jordi-borja.pdf
Estrategias de gestión
Partimos de la construcción de un mapa de procesos, que señala la ruta metodológica a través de
la conceptualización del proyecto con la información actual para llegar a la concreción. Durante el
desarrollo se analizaron los instrumentos necesarios de acuerdo con las características del proyec-
to, buscando una equilibrada distribución de cargas y beneficios.
Etapa cero
Análisis previo de información donde se evalúan beneficios, impactos, situación de suelo (tenen-
cia y normativa) proyecto y estado del mercado inmobiliario. Definimos la situación desde el su-
puesto que todos los actores públicos creen en el proyecto y establecen iniciar la ejecución del
esquema de gestión en el nivel de anteproyecto.
• Delimitación espacial. Polígono de actuación:
Puente Pueyrredón – ribera del Riachuelo- Urbanización Villa Tranquila- Calle M. Estévez.
¿Por qué elegimos este polígono de actuación?
El fragmento de ciudad elegido para su recuperación y desarrollo una nueva centralidad de inte-
Etapa uno
1- Creación de un grupo gestor para la puesta en marcha del proyecto.
• Concertación y promoción entre todos los actores sociales, públicos y privados
• Mantener y actualizar los objetivos acordados por las partes durante el largo proceso de
ejecución de las acciones de recuperación.
Si se llega al acuerdo y se hace viable, se seguirán los siguientes pasos:
a. estudio y definición de los instrumentos de planificación y de gestión financiera territorial
y social.
b. plan financiero y económico preliminar del proyecto
c. creación del cronograma preliminar de gestión, construcción y operación del proyecto, sus
fases y escenarios posibles.
d. formulación de documentos jurídicos para la aplicación de instrumentos.
e. creación, montaje y ejecución de la estrategia de promoción del proyecto ante inversionis-
tas, la asociación de propietarios de la tierra y la vinculación de los entes territoriales.
Con el objetivo de comprometer desde el comienzo del proyecto a los actores públicos deben
vincularse por medio de un convenio interadministrativo a los efectos de asignar el aporte de re-
cursos económicos o en especie (personas en comisión, estudios, conocimiento).
Plano de zonificación
A fin de conformar un uso del suelo acorde a nuestras intenciones de proyecto, se han determina-
do para la localización las siguientes zonificaciones e indicadores urbanos.
U: DISTRITO DE URBANIZACIÓN DETERMINADA
Corresponde a distritos que con la finalidad de establecer conjuntos urbanos de características
diferenciales son objeto de regulación integral de uso, ocupación y subdivisión del suelo y plástica
urbana.
U.1: RESIDENCIAL ADMINISTRATIVO
Densidad media con planta libre
U.2: RESIDENCIAL COMERCIAL Y ADMINISTRATIVO
Densidad media
U.P.E: DISTRITO URBANIZACIÓN PARQUE
Áreas y parquizaciones de uso público con equipamiento y servicios comunitarios.
A.D.P: ÁREAS DE DESARROLLO PRIORITARIO
Son aquellos polígonos que se delimitan para lograr los objetivos del Art. 8.1.2, por medio de la
realización de desarrollos públicos y privados superadores de la situación actual. (Ver Código de
Planeamiento Urbano de la Ciudad de Buenos Aires)
A.P.H: DISTRITO ÁREA DE PROTECCIÓN HISTÓRICA
Son áreas, espacios o conjuntos urbanos, que por sus valores históricos, arquitectónicos, singula-
res o ambientales constituyen ámbitos claramente justificables, como referentes de nuestra cul-
tura.
R: RESIDENCIALES
Son zonas destinadas a la localización de preferentemente de la vivienda, con el fin de garantizar y
preservar las buenas condiciones de habitabilidad admitiéndose usos conexos con el residencial.
Incluye el desarrollo de un sistema de movilidad y conectividad para articular los centros históri-
cos, obras de infraestructura y mejoramiento ambiental por el saneamiento del rio. Contemplar
mecanismos para la actuación conjunta y concertada del sector público y del sector privado. Se
invita al sector privado como inversionista y a los propietarios del suelo como aportantes.
Etapa dos
Consideraciones finales
Este ejercicio de recuperación urbana intenta ser un aporte disparador de una nueva forma de
pensar e intervenir la ciudad, en un contexto urbano histórico, teniendo en cuenta,
(…) sus valores a conservar, el carácter histórico de la población, del área urbana y to-
dos aquellos elementos materiales y espirituales que determinan su imagen (…) las di-
versas funciones adquiridas por la población o el área urbana en el curso de la historia.
(…) Cualquier amenaza a estos valores comprometería la autenticidad de la población
o área urbana histórica(...)(ICOMOS: 1987)
La conservación del patrimonio urbano es el foco de un importante sector de las políticas públicas
a nivel mundial, haciendo hincapié en la preservación de valores y el legado de la historia, y to-
mando en cuenta los procesos sociales, culturales y económicos, los que habrán de acompañarse
con la adaptación de políticas o creación de nuevos instrumentos de gestión para lograr el obje-
tivo de hacer realidad esta visión.
En la “noción de paisaje urbano histórico” confluyen los objetivos de la conservación del patrimo-
Bibliografía
• BORJA, J et alter. (2000). “El espacio público, ciudad y ciudadanía”. Barcelona- http://
pensarcontemporaneo.files.wordpress.com/2009/06/el-espacio-publico-ciudad-y-
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Páginas web
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• http://www.laciudadavellaneda.blogspot.com.ar/http://www.todoavellaneda.com.ar/
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Documentos
• Carta de Washington ICOMOS 1987
• Recomendación sobre paisaje urbano histórico. UNESCO 2011
Los Autores
Silvia Bruzzo
Arquitecta. 1984. Univ. Nac. de La Plata. Profesional independiente. Docente e investigadora en Univ.
Católica de La Plata desde 2006 a la fecha.
Adrián Lisanti
Arquitecto. 2006. Univ. Argentina John F. Kennedy. Profesional e investigador independiente .
Martín Otero
Arquitecto. 1990. Univ. Nac. de Buenos Aires. Profesional e investigador independiente .
La Bajada Vieja, espacio urbano, donde la historia se hace, se vive y se rememora la memoria viva
de la ciudad a través de sus manifestaciones artísticas, histórico-culturales y naturales. Es una es-
tructura básica urbana con base geográfica, topografía accidentada, bajante pronunciada vivien-
das precarias de madera, depósitos, edificios ladrilleros y revocados, templo, negocios, salón de
fiestas; en bueno, regular y mal estado.
La traza en damero no condice con la morfología del terreno e interrumpe el desarrollo de la calle,
la que toma y retoma su rumbo en un corto trecho.
Parcelamiento disímil, hay terrenos de menos de 8 mts., otros del doble, casi todos guardan rela-
ción en los fondos, pero no tienen gran profundidad.
La trama de llenos y vacíos no es uniforme la altura de las casas varía teniendo que ver con si son
de madera o material, algunas están sobre línea municipal, otras con retiro, con o sin jardín al fren-
te, otras avanzan sobre la vereda. No se mantiene la línea de edificación ni la de calzada.
El equipamiento urbano es el corriente, no hay señalizaciones fuera de los nombres de las calles
en las esquinas o colocados en la chapa indicativa del número de las casas; no se nota contami-
nación sonora; la higiene urbana requeriría mayor atención y dedicación de los vecinos pues se
nota mucha basura fuera de los lugares reservados para depositarla. La presencia de la vegetación
es muy fuerte, se diría que es la protagonista en todo el desarrollo de la calle y si se necesitara un
elemento de unión ella sería la indicada, acompañada de la uniformidad en el piso.
Se requieren acciones de rescate y puesta en funcionamiento para el conocimiento histórico de
la comunidad y determinar el carácter de la zona, su identidad y la relación con el río actual y
posible.
En el año 1614, el Padre Roque González de Santa Cruz llegó al lugar conocido con la denomi-
nación de Itapúa, de cuya costa emergía una piedra que según la tradición señala el punto de
desembarco.
Bajada entre Arrechea y Reguera entre Reguera y Lezcano entre Lezcano y Pérez
1917
Canilla de servicio Década del 30, Sub-Prefectura en el centro (Carlos Manuel Freaza)
Prefectura. Al fondo, hacia la izquierda, parte del edificio de la Usina y, detrás de ella, asoma su alta chimenea. (Tony Ham)
Criterios de evaluación
Las viviendas nuevas y las de material muestran signos de prosperidad, mientras que las funda-
cionales de madera y chapa, aparecen comprimidas, como despidiéndose del lugar porque com-
prenden que tarde o temprano están destinadas a desaparecer.
No hay conformación de ambiente humano, el carácter de barrio se ha perdido, no hay nexo entre
los habitantes de una y otra época.
El valor estético se ha perdido, no se conforma un entorno que dialogue; el socio- cultural ha des-
aparecido; predomina el valor económico.
El valor identificatorio, documental, histórico o antropo - geográfico tampoco existe.
No existe contaminación visual, no se nota contaminación sonora; la higiene urbana requeriría
mayor atención y dedicación de los vecinos se nota mucha basura fuera de los lugares reservados
para depositarla.
Esta tortuosa calle cambia claramente de rumbo tres veces, tanto al andar como al desandar por
el contrario manifiesta un goce total para los sentidos, brindando el perfume de la naturaleza en
que hojas, frutos y flores que cambian con los accidentes del tiempo o con las estaciones, nutren
al espíritu de todo lo que ella significa para los habitantes de Posadas. Lo que se completa con el
aroma de las comidas que invaden el lugar y se han desarrollado con él.
De la Bajada
El pintor Sygmund Kowalski, nacido en Polonia. Llegó a Posadas en el año 1949, es el referente
principal de la tierra colorada. Viviendas Bajada Vieja- Laguna San José. Costa del Paraná. Villa
Blosset.
“Prisioneros de la tierra” El capanga (Francisco Petrone) apunta con un arma al mensú (Ángel Ma-
gaña). Una película en blanco y negro argentina 1939 de Mario Soffici. El guion trata de la explota-
ción de los trabajadores de la yerba mate en Misiones y fue escrito por Ulyses Petit de Murat y Da-
río Quiroga, sobre varios cuentos de Horacio Quiroga. Estrenada el 17 de agosto de 1939. Varias
encuestas entre especialistas lo han ubicado como el mejor film de la historia del cine argentino
La estructura de los edificios, era más o menos similar, unos tenían sus paredes revocadas por
fuera, y otros no. Los ladrillos estaban asentados en barro en su mayoría - eran pocos los que cons-
truían con cemento y cal-, y además tenían cielorrasos de madera o bien el techo de chapa queda-
ba á la vista. Para pesar la mercadería, solían utilizarse balanzas de dos platos: en una se colocaba
una pesa (o varias), con la medida establecía, y en la otra, el producto reclamado por el cliente.
Algunos poseían caja registradora. Otros, solamente un cajón donde se guardaba el dinero y con
el cual se realizaban las operaciones “de contado” del día. Al mediodía o al cierre, se efectuaba el
“recuento de la plata”, que se entregaba en la oficina administrativa o “escritorio”, como se usaba
llamarla. En los comercios en donde solamente trabajaba el dueño y su mujer o sus hijos, las ano-
taciones iban a un cuaderno común, o se anotaba en papeles sueltos.
Las estanterías -que eran de madera-, estaban abarrotadas de distintos productos. Las cuentas se
arreglaban -en el caso de los clientes rurales, a fin de año, o después de las cosechas...; La honesti-
dad y la palabra eran más garantía que en estos momentos un documento o un contrato....
Otra vecina del barrio Verónica Yakus desea producir colectivamente a favor del barrio, muestras
de artistas y pintores, rescatar la historia desde el arte y ofrecérsela al turista. Destaca al fotógrafo
Miguel Ángel Cabral, cuya casa está ocupada por su hija, que tenía el sueño de convertirla en una
Circuito peatonal
los mensúes, luego ocupada por la escuela conocida como “Leguía” por su Directora, más tarde
por la UNAM para alojamiento de talleres, luego sede del Colegio “Mundo Niño”. Hoy aloja a una
escuela primaria.
Antiguo edificio ladrillero que alojó un molino de Yerba Mate, y a la familia de los dueños del
mismo. “Vieja Casona ¨ Sección 1. Manzana 185. Subdivisión de la Chacra 161. lote 5, Propietario
José Tabbia, inscripto en el registro de la Propiedad Tomo 105. folio165. finca 2635. Partida Inmo-
biliaria Nº 024437. Agrimensor Mariano Díaz 1971. Construido en 1923 por el Sr. Mutinelli, creado
para albergar comercios en planta baja y vivienda en planta alta. Su fachada de esquina presenta
grandes aberturas en el sector comercial y las ventanas del piso superior abren a amplios balcones
con abajados parapetos de hierro forjado. El remate de pretil, se hace más liviano con la presencia
de balaustres franceses que atesoran casi 100 años de la historia que vieron desfilar ante su pre-
sencia.
Hacia la derecha, el almacén de Doña Pomposa, despensa “Vírgen de Itapé” con alero cubriendo la
vereda sostenido por columnas de madera a imitación de los antiguos, que servían de palenque
para atar los caballos. A continuación otra casa fundacional de madera con techo de zinc. En casi
toda esta cuadra se conservan casas fundacionales construidas a partir de la década del 10, con
En la esquina de F. Lezcano y Bajada se sitúa un edificio ladrillero que perteneció a una antigua
familia que se trasladó desde el Paraguay y se afincó en la Bajada, la familia Arias luego ocupada
por el Colegio “San Patricio” que desarrolló una importante labor comunitaria en el vecindario
Bajada y Lezcano lote 180 Sur. Al costado vivienda familia Arias Al fondo vivienda Arias
La calle dobla hacia la izquierda en un ángulo muy próximo a los 90 o. A la izquierda sigue predo-
minando la añosa vegetación, a la derecha se presentan árboles más jóvenes.
La calle se ensancha, la vegetación disminuye, muchos árboles antiguos que terminaron su vida
útil han sido reemplazados por nuevas especies. Las rodean muchas construcciones precarias de
madera, respondiendo a una tecnología propia de la zona, que albergaban las funciones de vi-
vienda y que en su gran mayoría fueron creadas por los colonos inmigrantes centroeuropeos que
poblaron la región.. (Revista D.A.N.A. Resistencia Chaco)
Ya cerca del final, el verde vuelve a unirse entrelazando sus ramas como para iniciar la despedida
de la calle que se perderá en el río.
Antiguo edificio ladrillero que fuera el Hotel Victoria, regenteado por una familia sirio-libanesa,
hoy casi en ruinas. A continuación última casa y costa del río. Hacia la izquierda aparece la ¨ piedra
pico ¨ con placa recordatoria, que dice “Lugar Histórico”.
A continuación edificio moderno, restaurant y bar donde se realizan toda clase de eventos socia-
les.
Se completa este sitio con el lugar donde estuviera el astillero ¨ Tabbia” , el Cerro Pelón, la Vieja
Usina y el Puerto con los galpones, desde donde partía el hidroavión y las lanchas al Paraguay.
(Revista D.A.N.A. Resistencia Chaco)
Propuestas
Primera Jornada del Grupo de Trabajo Regional, “Lectura de sitios patrimoniales 1996”, organizada
y publicada por ICOMOS Argentina, ampliadas por alumnos de escuelas secundarias y habitantes
del barrio.
1. Realzar y recuperar la ¨ piedra pico ¨
2. Mantener y conservar la memoria oral. Realizar convenios con los artistas y estudiantes de
literatura.
3. Mantener el valor histórico de la Bajada Vieja, visitar el sitio con los estudiantes de los distintos
Bibliografía
• Apuntes de la cocina criolla. El Cronista 5.4
• Mayo Artículo Medio Día
• Garavaglia J.C., Franklin, Raúl. Vida Cotidiana. Hombres y Mujeres de la Colonia
• Moreno Carlos. Españoles y Criollos. Largas Historias de Amores y Desamores. Yendo. Viniendo
y Poblando 1. Vaquerías. Era del trigo. Buenos Aires 1996. pp. 174 y 160
• Alcides Ferreira. Posadas
• Patrimonio Cotidiano: la comida. Museo Andrés Guacurarí. Posadas
• Las comidas de mi tierra, Avío de los Recuerdos. Néstor Alisio/ Andrés Salas.
• La Casa y sus cosas. 3. Moreno Carlos. La cocina. Bs. As. 1994. pg.205
• Mariana Müller. Tallerista. Museo Andrés Guacurarí. Posadas.
• www. Fiesta+Reviro+Concurso
• Diario el Territorio. 17-10-2005
Introducción
Cultura/Latinoamérica
En nuestro contexto latinoamericano, existe la necesidad imperiosa de reinsertar a todos los indi-
viduos en este “círculo de cultura” que en realidad nos pertenece a todos, no importa el lugar que
ocupemos dentro de la sociedad. Es una condición imprescindible que mediante la información y
la educación se arroje luz sobre este concepto. La cultura debe recuperar su rol sustancial y con-
Participación ciudadana
Cuando se habla de intervenir en la ciudad, se sabe que muchos son los actores que la construyen
y la gestan a diario. Con lo cual se debería tener en claro que estos intérpretes en su conjunto de-
berían ser partícipes, de acuerdo a sus posibilidades y obligaciones como partes de la sociedad,
en la toma de decisiones sobre la misma, haciendo valer su rol dentro de la comunidad. Ya que así
como pretendemos se hagan valer nuestros derechos, tenemos en la misma escala el deber de
hacernos cargo de las transformaciones que generamos en nuestro hábitat, ya sean positivas o en
detrimento del mismo. Saldarriaga Roa nos explica que:
“La ciudad como proyecto colectivo puede entenderse como una mentalidad o una cul-
tura compartida entre quienes ordenan el territorio, quienes construyen y quienes habi-
tan…”(2000, p.164)
Bajo ningún concepto, es una tarea menor, conciliar a todos los actores sociales intervinientes
para construir una visión conjunta de ciudad. Además de lograr el acoplamiento de las numerosas
acciones –hoy desarticuladas- en el intento que las mismas trasciendan los cambios de gobierno
y bandera política y se integren desde las diferentes esferas gubernamentales: nacional, provincial
y municipal con un objetivo común.
Quizás la causa fundamental de este fenómeno de desarticulación sea el reflejo de nuestro propio
modo de concebirnos como sociedad. El problema radica en que no hemos logrado aún construir
un sentido de comunidad –y esto excede nuestra escala de ciudad- sino que históricamente he-
mos sido –y somos- una mera suma de individualidades.
Patrimonio y Ciudad
El patrimonio cultural es aquel conjunto de bienes materiales e inmateriales que la sociedad ha
elevado por sobre el resto de su producción cultural a partir de la actitud de la valoración. Así, algo
con características particulares se destaca por sobre el resto del universo artificial construido por
el hombre.
Como se sabe, cuando hablamos de patrimonio cultural, estamos abarcando tanto patrimonio
tangible cuanto intangible. Es decir que al primer grupo estarían circunscriptos los bienes arqui-
tectónico-urbanos y a la segunda categoría se corresponderían las costumbres, expresiones y co-
nocimientos enraizados en sus habitantes que tienen que ver con su idiosincrasia y constituyen su
identidad como grupo humano. Una vez más citando a Saldarriaga Roa:
“… La memoria construida (…) permanece (…) a pesar de los intentos por menguarla
y es tan fuerte que aún ya desaparecida reverdece y aflora cuando menos se espera. Esa
es parte de la fuerza invencible de la ciudad.(2000, p.164)
Es interesante rescatar esta metáfora de la memoria que reverdece, que aflora nuevamente, por-
que aunque a simple vista se considere a veces mancillada, ensombrecida, negada, siempre es
factible de ser “recuperada” para volver a formar parte de la comunidad, para reforzar su identidad.
Incluso cuando los testimonios materiales ya no existan. Aun así, la fuerza de la memoria, puede
ser recuperada e implicada nuevamente en el imaginario colectivo de una comunidad. Y es a tra-
vés del patrimonio cultural que es posible rescatada.
Por otra parte el patrimonio puede constituirse en un factor de desarrollo económico, además
de servir para cohesionar a los propios habitantes del lugar con respecto a su herencia y acervo
cultural. Y es en este punto donde se hace notar que, gestionar el patrimonio, despojándolo de la
sociedad que es su principal protagonista, dista de ser una acción correcta, siendo simplemente
una manipulación del mismo que lo vacía de contenido.
En síntesis, la sostenibilidad en el tiempo y la sustentabilidad de las acciones que involucran el
patrimonio dentro de las ciudades, se basa en el desafío de lograr el equilibrio entre sacrificar el
patrimonio para dar respuesta a las necesidades de la sociedad contemporánea y proteger exce-
sivamente este conjunto de bienes culturales llevándolos al límite de la musealización. Para ello
debemos tener presente que el patrimonio es parte de la ciudad y la misma es esencialmente un
organismo vivo en permanente cambio y que su riqueza y singularidad está dada por sus habitan-
tes, quienes somos sus verdaderos artífices.
Reflexiones
Debemos considerar que esencialmente la condición de crisis entendida como coyuntura de cam-
bios nos posiciona en una situación ideal para explotar la generación de ideas. Paradójicamente,
cuando nos sentimos demasiado cómodos con nuestra realidad, tendemos a resistir las transfor-
maciones, ya que nos alejan de nuestra zona de confort. El pensamiento divergente, en cambio,
Bibliografía
• BRANCALENTI, Laura, El rol de las centralidades y los límites urbanos en la definición de territorios
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Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Edición Torres Tovar, 2000.
• ZAMBRANO, Fabio, La ciudad en la historia, “La ciudad: Hábitat de diversidad y complejidad”,
Torres Tovar y otros (compiladores), Universidad Nacional de Colombia, Edición Torres Tovar,
Bogotá, 2000.
Ivana Utrera
Arquitecta, Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba .
Magister en Conservación del Patrimonio Arquitectónico. Escuela de Graduados, Facultad de Arquitec-
tura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba.
Descripción
Este proyecto propone introducir a los niños en el conocimiento del tango, a través de una serie
de actividades novedosas y vivenciales y de talleres de música, danza destinadas a incentivar
su curiosidad y el gusto por nuestra música ciudadana, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Hu-
manidad.
Fundamentación
La influencia de la música foránea y la a veces escasa difusión del tango en los medios masivos de
comunicación a los que los niños suelen acceder, hacen que el mismo sea un estilo musical casi
desconocido para ellos y en algunas ocasiones, también para algunos padres, con la consecuente
poca valoración de este patrimonio fundamental de Argentina.
Por otro lado, no es un estilo musical que se enseñe con frecuencia en la escuela primaria y los
niños sólo lo reconocen por bailarlo en algún acto o cuando se nombra a Gardel, tal vez el único
cantante de tango que algunos de ellos escucharon nombrar alguna vez.
El tango- representativo de la cultura rioplatense - es un género musical que fue declarado Patri-
monio Cultural Inmaterial de la Humanidad y como tal, está incluido entre las tradiciones que se
consideran como algo valioso de salvaguardar para la humanidad. Este reconocimiento interna-
cional se contrapone al hecho de que justamente en el país que dio origen a esta forma musical,
no siempre es apreciado por los niños y jóvenes, por ello este proyecto atiende a la necesidad de
comenzar a conocerlo y valorarlo desde la infancia, que es la etapa donde se asientan y afirman
los valores fundamentales para la vida adulta.
Marco Teórico
“La cultura es todo lo que hacemos, también lo que soñamos o lo que nos es dicho en
alguna parte de nuestras almas.[…]
Que algo sea patrimonio supone una relación social y política donde un objeto o evento
es incluido en una categoría dada, a la que se asocia una determinada forma de política
de estudio.”
(Wright P. Temas de Patrimonio 7. Cap. 1)
Según Mónica Mercuri (Temas de Patrimonio 7. “El Patrimonio Cultural: Reflexiones epistemológi-
cas”)[…]
“Si el Patrimonio cultural es definitivamente valorado como una creación colectiva, ser-
virá a los procesos de identificación y en consecuencia estimulará el sentido de perte-
nencia.”
La Unesco define el patrimonio oral e inmaterial como “el conjunto de creaciones basadas en la
tradición de una comunidad cultural expresada por un grupo o por individuos y que reconocida-
mente responden a las expectativas de una comunidad en la medida en que reflejan su identidad
1 http://es.wikipedia.org/wiki/Patrimonio_cultural_inmaterial_de_la_Humanidad
Marco Institucional
Escuelas de nivel primario de la Ciudad de Buenos Aires:
2 http://www.unesco.org/culture/ich/doc/src/06859-ES.pdf
Destinatarios
Alumnos de las escuelas de nivel primario de la Ciudad de Buenos Aires.
Recursos Humanos
En este proyecto participarán:
Docentes a cargo del grado/s que llevarán a cabo el proyecto: quienes coordinarán el proyecto.
Los profesores de Música y Plástica.
Invitados especiales: quién toque el bandoneón, los profesores de la Fundación de Tango Argen-
tino.
Recursos Materiales
Para llevar a cabo este proyecto necesitaremos Notebooks de los maestros y las Netbook de los
niños, parlantes, pantalla digital, equipo de audio, fotocopias con las letras de los tangos, cámaras
de fotografía/video, uso del salón de música.
Para las salidas didácticas: transporte y guías.
Como integrante del entorno de los habitantes de una ciudad, el patrimonio cultural es abordado
junto con el medio ambiente en su cuidado y conservación desde una interpretación integrada y
participativa con una presencia cada vez mayor de la educación patrimonial.
Esta comunicación se realiza en el marco de una tesis de maestría en Gestión Cultural en que se
espera promover y revitalizar el rol del Jardín Zoológico de Buenos Aires en la conservación del
patrimonio. Un zoológico comprometido con su entorno, donde la Educación se constituye en
tarea esencial para una conservación natural y cultural.
Se pretende ofrecer otra forma de vivir y experimentar el Zoológico, no como simples espectado-
res sino como ciudadanos en sus diferentes facetas: estudiantes, técnicos, profesionales, docen-
tes, visitantes, la comunidad toda y actuar con él y sobre él como integrante cotidiano del entorno
urbano.
Los zoológicos dejaron de ser una muestra de fauna, presentan una diversidad de formas de vida
en interacción con el ambiente (Collados 1997:1). Los objetivos de los zoológicos contemporá-
neos, además del entretenimiento, son la conservación, la investigación y la educación. Se trabaja
en un cambio de visión sobre la interdependencia de la especie humana con otras especies y en
la creciente conciencia de la problemática medioambiental. Son considerados museos vivientes
de la historia natural.
Numerosos cambios se realizaron desde los inicios. Surgieron organizaciones tendientes a prote-
ger la salud animal y a resignificar el sentido de la existencia de los zoos. Embarcados en el camino
del cuidado y la conservación del medio ambiente dejaron de competir por la ¨figurita difícil, en la
Estrategia Global para la Conservación en los Zoológicos (2005:11) se plantean sus objetivos: 1- apo-
yar la conservación de especies y ecosistemas, 2- ofrecer apoyo para aumentar el conocimiento
científico que beneficie la conservación y 3- promover la conciencia pública sobre la necesidad de
conservar la naturaleza.
En este contexto, se encuentra el Zoológico de Buenos Aires. Ubicado en uno de los barrios actual-
mente mas representativo y turístico de la Ciudad, tierras de escaso valor conocidas en 1600 como
“los bañados de Palermo”. A principios del siglo XIX, Juan M. de Rosas, Gobernador de Buenos Ai-
res urbanizó el lugar y construyó su casa y sede de Gobierno. Para entretener a sus visitantes, creó
alojamientos para los animales que solían regalarle y sin planificarlo dio origen al antecedente
más remoto del Zoológico. A ser derrotado en la batalla de Caseros (1852) el predio quedó aban-
donado 20 años (Díaz&Fernández, 2012:24).
La aparición del parque público a nivel mundial plasmó la visión que se tenía de la naturaleza y su
influencia positiva sobre la conducta moral de los ciudadanos y el entorno (Berjman 2001). En la
Argentina, el entonces presidente Domingo Sarmiento influido por estas ideas bregó por un par-
Conclusión
El valor urbano de espacios como el Zoológico excede lo económico, lo estético y lo social. Son
imprescindibles en la vida diaria al tiempo que los usuarios, los incorporan a la memoria personal
y colectiva convirtiéndolos en hitos urbanos (Berjman, 2001:7). Son parte necesaria de la historia
de las sociedades y de los individuos.
A partir de la difusión y la educación patrimonial el Zoológico podrá ser reconocido como un es-
pacio de recreación, de educación y de conservación. Un ámbito donde aprehender parte de la
Arco de acceso al Zoo-Plaza Italia Templo Hindú de los Elefantes (1904) AGN
(principios del siglo XX) AGN
Vista del Jardín, lago, puente, templetes Chalet de ciervos-Casa de los osos
(principios del siglo XX) AGN (principios del siglo XX) AGN
Bibliografía
• AA.VV. (2005). Construyendo un futuro para la fauna salvaje. Estrategia Mundial de los Zoos
y Acuarios para la Conservación. Disponible en: http://www.alpza.com/docs/estrategia_
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• Berjman, Sonia (2001). “Los parques argentinos en el siglo XIX: estilos y evolución” en Todo es
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• Candreva Formoso, Ana, Susacasa, S (2003) “El valor del patrimonio en el currículo de la
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La Mancha, AUPDCS. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=494811
Visitado en agosto 2014.
• Collados Sariego, Gustavo (1997) El rol de los Zoológicos Contemporáneos, disponible en: www.
zoolex.org/publication/collados/collados.pdf.
Las Autoras
Marcela Liliana Díaz
Medica Veterinaria, Fac. Cs. Veterinarias, UBA. Lic.y Prof. en Letras, Facultad de Filosofía y Let-
ras (UBA). Carrera de Especialización en Gestión Cultural y Maestría en Gestión Cultural en cur-
so, Ffyl, UBA. Miembro de ICOMOS Argentina. Ex gerente Educación y Patrimonio Cultural JZCA-
BA (2003-2010). Directora de Educación Ambiental, Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires.
Contacto: mdiaz@zoobuenosaires.com.ar
Ciudad y patrimonio
Hacia finales del siglo veinte el mundo entero asistió a una explosión sin precedentes de la cul-
tura de la memoria (Huyssen, 2002) que tuvo claras incidencias en las tendencias de rescate y
recuperación de la historicidad de los entornos construidos. En este contexto las sociedades oc-
cidentales dirigieron su atención hacia el pasado que, en el plano de las ciudades, se tradujo en
una tendencia a intervenciones de escala urbana y arquitectónica sustentadas en justificaciones
de tipo cultural.
El siglo veinte fue prolífico en generar documentos, cartas y declaraciones para la necesaria defi-
nición disciplinar. Pocas áreas, como aquella de la conservación, la restauración y la recuperación
han recorrido tantos procesos de actualización y ampliación de sus propias bases teóricas, len-
guajes, criterios técnicos y operativos. Esta tendencia generalizada, que tuvo su mayor centro de
producción en Italia para luego alcanzar distintos países europeos y latinoamericanos, fue causa
de un progresivo interés por la disciplina que permitió afirmar y afianzar en la sociedad contem-
poránea la difusa atención por las obras del pasado.
En este sentido debe considerarse la paulatina expansión cronológica, tipológica y geográfica del
concepto de monumento histórico (Choay, 1999) que cargó de sentidos y valores a extensiones
cada vez más amplias del territorio así como a temporalidades cada vez más recientes, hasta llegar
a incorporar la noción de paisaje histórico o paisaje cultural para identificar a un fragmento del
mundo que refiere a valoraciones culturales y significados (Silvestri, 1997).
El interés programático en la recualificación y refuncionalización del patrimonio generó el de-
sarrollo de un sinnúmero de estudios que indagaron en las características físicas e históricas de
las arquitecturas y espacios involucrados. La valoración del patrimonio requirió de un trabajo de
investigación llevado adelante con aportaciones y resultados diversos, pero que sin duda, cons-
tituyó un campo de conocimientos cuyo interés se extiende al debate actual. Desde las propias
administraciones públicas hasta investigadores académicos de las universidades y otras institu-
ciones intermedias, pasando por la aparición de motivaciones por parte del público en general,
configuraron un arco de impulsos que consolidaron la temática con una mirada sensible y una
operatividad técnica en el campo profesional y cultural de la gestión urbana.
En consonancia con dichas miradas interesadas por la implicancia cultural y el devenir histórico del
mundo material, en los países de más larga tradición en la temática se ha planteado la idea de pro-
yectar en el construido (Cuppini, 1999) o construir en el existente (Callegari, Montanari, 2001) para
referir a las intervenciones de adaptación o reestructuración propias de los cambios funcionales y
Reflexiones finales
Las autoras de este trabajo consideran que espacios académicos de esta naturaleza en la enseñan-
za de grado son posibilidad de recuperación de la conciencia histórica de nuestras ciudades y de
que el arquitecto que actúe en ella, como “sujeto”, que además la habita, genere conciencia del
compromiso ético, estético y político que le cabe en la construcción de la misma, entendida como
organismo dinámico que persigue “un equilibrio entre la conservación y protección del patrimonio
urbano, el desarrollo económico, la funcionalidad y la habitabilidad de la ciudad. De esa manera se
responde a las necesidades de los habitantes de hoy al mismo tiempo que se fortalecen sostenible-
mente los recursos naturales y culturales de la ciudad para las generaciones futuras” (Unesco, 2013).
Bibliografía
• Callegari, Guido; Montanari, Guido (a cura di): Progettare il costruito. Cultura e tecnica per il
recupero del patrimonio architettonico del XX secolo. Milano: Francoangeli Ed., 2001.
• Choay, Francoise: Alegoría del patrimonio. Barcelona: Ed. Gustavo Gili, 2007.
• Cuppini, Giampiero: Progettare nel costruito: recupero e restauro nella città storica. Bergamo:
Moretti-Vitali Ed., 1999.
• Fernández, Roberto: Obras del Tiempo. Buenos Aires: Ed. Concentra, 2008.
• Huyssen, Andreas: El busca del futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalización.
México: Ed. Fce, 2002.
• Silvestri, Graciela. “Velos. Belleza natural, forma moderna y paisaje”. Revista Block Nº1. Buenos
Aires: UTDT, 1997.
• UNESCO. Nueva vida para las ciudades históricas. El planteamiento de los paisajes urbanos
históricos. París, 2013
Las Autoras
Miriam Bessone
Arquitecta. Magister en Didácticas Específicas (UNL). Especialista en Diseño y Proyectación (UNL). Pro-
fesora Titular en FADU UNL, Taller de Proyecto Arquitectónico 1. Coordinadora del Taller Introductorio
FADU UNL. Docente responsable del “Laboratorio proyectual de intervención en el patrimonio” FADU
UNL. Investigadora categoría III. Coordinadora y Docente en seminarios de Maestría y Posgrados FADU
UNL. Ejercicio de la profesión en estudio profesional MBessone.
Los Salesianos
Los Salesianos pertenecen a la Congregación religiosa creada a mediados del siglo XIX (1859) por
Juan Melchor, más conocido como Don Bosco (n. 1815-m. 1888), en Turín (Italia).
El objetivo de la Congregación era convocar tanto sacerdotes como laicos consagrados a la edu-
cación de los jóvenes más necesitados. Conjuntamente con las Hijas de María Auxiliadora (1872)
y la orden de los Salesianos externos (1876), desarrollaron el método educativo identificado como
Figura 1: Capilla Sagrado Corazones. 1885. Fuente 100 Años de presencia salesiana en la
ciudad de La Plata. Biblioteca SCJ.
La escuela primaria inició su actividad el 23 de mayo con una población de 68 alumnos entre ni-
ños y jóvenes. Así lo anunciaba el diario La Época22, el 24 de mayo de 1886:
“NUEVA ESCUELA: Ayer se abrió la que debe ser dirigida por los Padres Sa-
lesianos, que tienen a su cargo la Capilla de los Corazones Unidos. Presta-
rá señalados servicios al vecindario infantil de aquellas inmediaciones”.23
Fue inaugurada oficialmente en el mes de agosto. A cargo estaban los padres salesianos Edvigio
Paolini, J.Frabrizzi y Marcelino Scagliola. En 1887 se nombra Director al padre Félix Caprioglio. E.
Paolini era administrador del Colegio y capellán del templo anexo, Director de Estudios y Maes-
tro de Grado.
Habiendo caducado en 1887, la donación por incumplimiento de la condición impuesta, ami-
gos y cooperadores salesianos juntan los recursos necesarios y compran el terreno iniciando la
construcción del templo a cargo de Luis Petroni y del maestro mayor de obra Batistela, según los
18 BRUNO, Cayetano. SDB. Capítulo Quinto. “Nuevas Fundaciones”. Página176.En Opus cit. Volumen Primero 1875-1894. Instituto Salesiano de Artes Gráficas. Buenos Aires.
1981.
19 La capilla existente era de madera traída de Norteamérica por iniciativa de una Comisión de Comerciantes. La misma había sido dedicada a los sagrados Corazones de Jesús
y María.
20 100 años de presencia salesiana en la ciudad de La Plata- 1886-1986. “La semilla se hace árbol…” Página 27
21 Posiblemente las construcciones formen parte del plan de adquisición de edificios industrializados, que el Gobierno Provincial, había encargado a la empresa Shaw Brothers
de Nueva York.
22 Diario local de la ciudad de La Plata.
23 Opus cit. “La semilla se hace árbol…” Página 28
El Patrimonio construido
La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús es de planta longitudinal con atrio, construida en base al
sistema tradicional de ladrillos portantes. Consta de tres naves y capilla lateral. La nave principal
remata en un ábside que alberga el Altar Mayor, cuyo diseño, junto a los altares de María Auxilia-
dora y de San José, fue realizado por el arquitecto salesiano Ernesto Vespignani25.
La cubierta de las naves fue resuelta con bóvedas de crucería. Una arquería de medio punto sobre
columnas monolíticas de granito rojo italiano enmarca el recorrido hacia el Altar Mayor, por enci-
ma de ella se desarrolla el claristorio. La torre campanario se ubica sobre la nave lateral izquierda
habilitándose como tal en 1913. La decoración del Templo fue realizada por el maestro Pedro
Vucetich y completada por el pintor Fusilier hacia 1917. El atrio se termina de construir en 1922.
La fachada de la Iglesia, se caracteriza por la articulación de luces y sombras, refleja la organización
del espacio interior. La presencia de contrafuertes, acentúa la partición en tres sectores. El espacio
central de la fachada concentra el mayor tratamiento, poniendo en crisis el sentido de verticali-
dad con el desarrollo de una galería, sobre el acceso al templo.
La torre campanario, construida posteriormente, sobre un lateral de la cabecera del templo, re-
mata en una cúpula apuntada, contrastando con el edificio, su desarrollo acentúa la verticalidad.
Soporta una cruz de once metros26. (Figura 2)
El templo expresa un carácter de fortaleza con mínimas caladuras representadas por las ventanas
de claristorio y las de las naves laterales. Ambas cubiertas con vitrales que tamizan la luz interior,
creando una atmósfera de sobrecogimiento caracterizada por la penumbra, que encuentra el cen-
tro de atención en la luminosidad que enfatiza la presencia del Altar Mayor.
El lenguaje arquitectónico utilizado en la iglesia SCJ, recrea elementos del románico bizantino
característico de las iglesias del siglo V al VIII en Europa. Relacionándose con las construcciones de
la región Lombarda en el norte de Italia. Características que lo hacen identitario de la colectividad.
24 Opus cit. “La Basílica del Sagrado Corazón de Jesús”. Páginas 35-40.
25 Los hermanos José y ErnestoVespignani formaban parte de la comunidad salesiana. José se desempeñó como inspector en el ámbito de la provincia de Buenos Aires desde su llegada
junto a la tercera expedición salesiana a Argentina, en diciembre de 1877 presidida por el padre Costamagna, cuando se hallaba al frente del Inspectorado el padre Francisco Bodratto.
Al tanto de las necesidades edilicias, José informaba convocando la participación de su hermano menor Ernesto. Quien se graduó en 1879 de la Academia Albertina deTurín, en la que
estudiódibujo,alentadoporDonBosco. InmediatamentecreólaOficinaTécnica–OT-dearquitecturadelaOrdenSalesiana.SiendomiembrodelaSociedadCentraldeArquitectosdela
RealAcademiadeSanLucca.AlveniralaArgentinaen1901trasladolaOT.ParaeseentonceselproyectodeSanCarlosenAlmagro,quehabíainiciadoenItaliaestabalistoparaconcretarse.
Entre las obras del arquitecto salesiano se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón y de María Auxiliadora en Colonia Vignaud, Departamento de San Justo en Córdoba. La
Basílica de San Carlos Borromeo y María Auxiliadora ubicada en el barrio de Almagro, emparentada con la iglesia María Auxiliadora de Valdocco ubicada en Turín - Italia
(1868).
26 El Obispo Monseñor Terrero bendijo la cruz en setiembre de 1913 y la entrego a Monseñor Costamagna.
Templo del Sagrado Corazón de Jesús en La Plata. Fuente: Registro fotográfico 2012
La Autora
Virginia Edith Galcerán
Arquitecta. Egresada Facultad de Arquitectura y Urbanismo. UNLP(1984). Docente de la cátedra His-
toria de la Arquitectura Taller Vertical Nº 1, desde 1997. Investigador Categoría IV- UNLP. Integrante de
la Unidad de Investigación Nº 10 del IDEHAB, dirigida por el arquitecto Longoni, período 1995-2011.
Actualmente pertenece al Instituto de Investigación en Historia, Teoría y Praxis de la Arquitectura y
la Ciudad, director arquitecto F. Gandolfi (2012 y continúa). Cursa estudios en la Maestría en Conser-
vación del Patrimonio CRIP- FAU-UNLP.
Figura 1:
Izq. Muestras con sus carteles explicativos en el
parque de la ciudad de Aosta (Italia).
Der. Bloques de selenita, variedad de yeso
característica de la ciudad de Bolonia (Italia)
Es importante señalar aquí que los materiales pétreos naturales constituyen patrimonio arquitec-
tónico y estético pero, además, son interesantes ejemplos de fenómenos y procesos geológicos,
pero sólo “visibles” para quién ha recibido alguna formación al respecto, lo que justifica y estimula
la producción de materiales y actividades con ese objetivo.
Figura 2:
Izq. Fachada revestida en travertino de Florida y
Perón, esquina NE.
Der. Fósil en una placa de Rosso Verona, en el
cementerio de la Recoleta.
Las diferentes tipologías que estos materiales, concebidos y destinados para la divulgación del
valor y características del patrimonio pétreo, pueden adquirir podrían ser agrupadas en:
• Colecciones de láminas que reproducen el aspecto típico de las rocas de revestimiento más
frecuentes, con el objeto de facilitar su identificación.
• Memorias de los edificios y lugares emblemáticos de la ciudad en los cuales pueden observarse
piedras y referencias al tipo litológico y proveniencia de las mismas.
• Planos en los que se señala la localización de los puntos en que pueden observarse determinados
tipos de piedras.
• Guías didácticas con referencia a la localización, clasificación y detalles geológicos de las
piedras expuestas en diferentes puntos de la ciudad.
• Artículos en los medios.
• Materiales específicamente desarrollados para uso en la enseñanza formal.
A continuación se describen con algo de detalle los grupos señalados, basados exclusivamente en
la colección que ha podido reunir el autor. En aquéllos casos en que ha sido identificada su exis-
tencia, se incluye la cita del sitio de Internet en el que se encuentran disponible el trabajo citado.
Colecciones de fichas
Bajo el nombre “Pero… ¿hay rocas en la calle? (Carrillo-Vigil y Gisbert, 1993), el Ayuntamiento de la
Ciudad de Zaragoza publicó una guía de rocas ornamentales de la ciudad como herramienta bá-
sica para la educación de la comunidad en el reconocimiento y valoración de las mismas. La guía
incluye la descripción de 34 tipos diferentes de piedras de escultura y revestimiento presentes en
la ciudad, fotografías e información pormenorizada sobre diferentes aspectos de la clasificación
de las rocas y sus propiedades, por una parte, y por otra, acerca de la localización de los puntos en
que puede vérselos. Más sencilla es la colección de 16 tarjetas postales plastificadas (Broadhurst
et al., sin fecha), que reproducen la textura y color de la piedra en tamaño natural y contienen, en
el reverso, una breve explicación acerca de la clasificación y características de la roca.
Planos
El desplegable “The Stones of Bologna, Lithology of a city” preparado por la Universitá degli Studi
de Bologna (Italia) y el Servizio Geologico, Sísmico E Dei Suoli de la Emilia Romagna (Italia) para la
Comuna de la ciudad de Bolonia, condensa una enorme cantidad de información producida por
un numeroso equipo interdisciplinario en un pliego de 79cm x 125cm. En este inmensa superficie,
doblada hasta reducirla a un folleto de 14cm x 21cm, se presenta un plano de la ciudad en escala
1:3500, con el detalle de sus calles y la localización de los puntos de interés, un conjunto de foto-
grafías de edificios con descripción histórica y litológica, agrupados por barrios (cuya localización
puede verse en un segundo plano, más pequeño que el anterior) y una breve descripción de los
tipos litológicos de mayor relevancia. En las antípodas se ubica el material producido por el British
Geological Survey sobre la plaza de Trafalgar Square, en Londres (Robinson y Litherland, 1996). Es
un tríptico de 30cm por 42cm una vez abierto y está impreso sobre cartulina plastificada. En su
interior muestra una perspectiva aérea de la zona, con un corte hipotético que muestra la geolo-
gía del subsuelo. Sobre esa figura se señalan los puntos en los que, por distintas causas (estatua,
revestimiento, etc.) aparecen piedras. Las explicaciones se desarrollan en el anverso, que incluye
también una breve reseña sobre la historia geológica del subsuelo de Londres. El Dr. E. Robinson,
uno de los autores fue uno de los pioneros en señalar, en los años ´70, la importancia de las rocas
de construcción y revestimiento en el patrimonio urbano y para la enseñanza de la Geología.
Fichas descriptivas
Para cada punto de interés y cada roca consignarán: a) Ubicación pormenorizada, b) Nombre cien-
Circuitos geo-culturales
En forma similar a la ya mencionada “Guía Geológica de la Calle Florida”, se prevé la preparación de
otras guías de calles o circuitos barriales (“Guía Geológica de la Avenida de Mayo y alrededores”,
“Guía Geológica del Cementerio de la Recoleta”, etc.)
Muestras y conferencias
Dirigidas tanto al público general como a especialistas del área de la arquitectura y el patrimonio
urbano. Estarán a cargo de especialistas y contribuirán a la difusión de los materiales y objetivos
del programa.
Conclusiones
El valor patrimonial, tanto cultural como natural, de las piedras presentes en el paisaje y la arqui-
tectura de la ciudad está siendo valorizado en forma creciente y comienza a constituirse en un
atractivo adicional en la oferta turística de muchas ciudades. Si bien Buenos Aires carece de aflora-
mientos de rocas y de edificios de piedras, posee en gran cantidad y calidad estatuas, monumen-
tos y edificios de piedra que es necesario describir, valorar y difundir como parte constituyente
del patrimonio urbano. Las mismas son, además, vehículo inmejorable para la divulgación del
conocimiento geológico entre los docentes, estudiantes y público general. El Dpto. de Ciencias
Geológicas (FCEyN-UBA), consciente de su responsabilidad en las tareas de extensión inherentes a
la labor Universitaria, ha organizado un proyecto para contribuir a paliar la escasez de información
y materiales al respecto.
El Autor
José Sellés-Martínez
Licenciado y Doctor en Geología por la Universidad de Buenos Aires, institución en la es profesor e
investigador con dedicación exclusiva. Además de sus aportes a las Ciencias Geológicas, ha incursio-
nado también en temas vinculados con su enseñanza en ámbitos escolares y populares y ha producido
numerosas publicaciones y actividades en el área. Su interés personal en la ciudad de Buenos Aires, su
historia y patrimonio, lo acercaron al Museo de la Ciudad, de cuya Asociación de Amigos es Miembro
Fundador, y a instituciones vinculadas a su historia, como el Instituto de Investigaciones Históricas de
la Manzana de las Luces, de cuya Comisión Directiva es actualmente Presidente.
La ciudad/poblado es el lugar adonde los seres humanos se unen para crear un espacio común.
Cuando recorremos Villa Atamisqui comprendemos el significado de la villa como construcción
cultural. Sus habitantes son creativos natos que median entre la naturaleza para la creación de sus
propios diseños de telar, de muebles de cuero y de madrera, de instrumentos musicales. En este
escenario histórico cultural se desarrolla la localidad al ritmo de actividades económicas, sociales,
políticas, religiosas, culturales. Los jóvenes son los grandes protagonistas de la villa, joven gene-
ración depositaria de los saberes culturales locales. Por ello el objetivo del trabajo de patrimonio
cultural de este año fueron los jóvenes como fuerza creativa de la ciudad que los acoge. Habitan el
suelo de un paisaje cultural urbano que evoluciona junto a ellos y al resto de la comunidad tenien-
do en cuenta tal como dice la Recomendación sobre el paisaje urbano histórico de la UNESCO, que
“es un planteamiento basado en una relación equilibrada y sostenible entre el medio urbano y el
medio natural, entre las necesidades de las generaciones presentes y venideras y la herencia del
pasado.”
Concientes de que conocer el patrimonio cultural es uno de los pasos principales para su apropia-
ción y que docentes y alumnos son un sector para fomentar el acceso a la información del patri-
monio cultural el proyecto y programa “Introduciendo a los jóvenes en la protección del Patrimo-
nio Cultural, su Pueblo Histórico Villa Atamisqui y su Patrimonio Cultural Inmaterial: el Arte Textil
Ancestral de las Teleras que habitan en suelo atamisqueño” es un proyecto para el establecimiento
educativo Instituto Juan XXIII, escuela secundaria de la localidad de Villa Atamisqui de la provin-
cia de Santiago del Ester. Propone la inserción del tema patrimonio cultural en ciertas materias y
contenidos de ciclo lectivo de herramientas pedagógicas fomentando el ejercicio del derecho a la
memoria, el sentido de pertenencia, la convivencia y el respeto por el patrimonio cultural y por la
diferencia, aspectos indispensables a favor del patrimonio cultural.
Este programa educativo apunta a proporcionar las actividades propuestas generando una mayor
conciencia en los estudiantes y docentes sobre temas relacionados con el patrimonio. Considera
otorgar a los docentes una plataforma a través de la cual puedan desarrollar las actividades te-
niendo en cuenta la coordinación de actividades con otros docentes del mismo plantel para vin-
cular ciertas actividades con otras materias del plan de estudios escolar, tales como arte, química,
geografía, historia, etc. Se espera que ésta aproximación también logre que los estudiantes sean
más concientes de la naturaleza interdisciplinaria del patrimonio, lo cual puede incrementar su
interés a largo plazo.
Tema 2
Memoria textil. El caso de los telares Atamisqueños. Sus técnicas
Comenzamos con la clase/ejemplo como antecedente de Tejidos de Taquile, Puno Perú, declara-
das por la UNESCO en el año 2005 Obra Maestra del patrimonio oral e intangible de la Humanidad.
La clase/ejemplo incluye el proyecto y trabajo presentado por la comunidad, instituciones y por el
Gbo. de Perú, las diapositivas y el video.
Dentro de la actividad se propone una clase con las teleras atamisqueñas, portadoras del saber y
la manifestación cultural, el telar. Sus diferentes técnicas.
El caso del arte textil de Taquile y su relación al caso de los telares de Atamisqui.
En éste punto la particularidad es que compartiremos la enseñanza con las portadoras del patri-
monio, las docentes son las teleras, ellas nos enseñan cada técnica de los tejidos, clases en las que
no sólo aprenderemos de sus distintos diseños, también aprenderemos la forma de comunicación
a través de los tejidos a lo largo del tiempo entendiendo que éste saber milenario ha recorrido
kilómetros a lo largo de la cultura inca y ha permanecido en el tiempo en las manos de nuestras
teleras, tesoro cultural que se mantiene vivo en Villa Atamisqui.
Comprender que una civilización ha derramado su saber a lo largo de una geografía y se hace
presente en la villa como patrimonio vivo.
Así como se regionalizó nuestra lengua materna el quichua santiagueño también estas técnicas se
deben haber regionalizado. Tienen su particularidad.
La cultura quichua tiene su propio relato, su propia fuerza de comunicación en éste caso expresa-
da en los diseños iconográficos de los tejidos de las teleras atamisqueñas.
Como ejercicio relato el caso antecedente del arte textil de Taquile, una de las manifestaciones
culturales de la población que habita en la isla de Taquile, Puno, en el lago Titicaca en Perú.
El arte textil de Taquile tiene sus orígenes en las antiguas civilizaciones que habitaron la isla, es-
pecialmente las culturas Pucará, Tiahuanaco, Colla e Inca. El aislamiento natural de la isla durante
la colonia mantuvo la tradición en los diseños aunque el elemento español del tejido a pedal,
también se integró en la elaboración de las prendas.1 El arte textil de Taquile fue proclamado el
2005 por la UNESCO como “Obra maestra del patrimonio oral e intangible de la Humanidad”, pos-
teriormente en el año 2008 pasó a formar parte de la “Lista representativa del patrimonio cultural
inmaterial de la Humanidad”. Se destaca el rol de los jóvenes de Taquile en el inventario de los
tejidos de Taquile.
Objetivo de la actividad: Identificar el patrimonio cultural inmaterial de las teleras de Taquile.
Procedimiento: reflexiones, comparaciones y opiniones acerca del material presentado en el aula.
Avanzamos a la siguiente acción, cada telera enseñará una técnica específica, será visitada en su
casa, su hábitat.
Objetivo: Tomar contacto directo con el bien cultural propio estableciendo contacto directo con
las portadoras del saber.
Las corrientes actuales mencionan al siglo XXI como el siglo de las megaciudades. Es por ello que
el patrimonio urbano material e inmaterial, adquiere un rol fundamental como elemento de cohe-
sión social, factor de diversidad y motor de la creatividad, la innovación y la regeneración urbana.
En la cátedra concebimos la educación como un todo, buscamos que sea un espacio donde apren-
der a pensar y a sentir, donde se eduque en habilidades y en sentimientos. Queremos despertar la
capacidad de construir nuevas y mejores realidades.
Se trata de aproximar al estudiante al campo proyectual con las características propias de su
conocimiento especifico y de su instrumentación, captar la complejidad de la que forma parte
cualquier objeto de diseño y la intencionalidad que comporta la actividad como impulsora de
comportamientos y transformadora del medio. Buscamos desarrollar la capacidad de observa-
ción, de análisis de la realidad, con el objetivo de dar mejores respuestas a las necesidades. Inten-
tamos formar a partir de un proceso metódico y de una actitud crítica, propiciando la creatividad,
el desarrollo de actividades en grupo y la conciencia multidisciplinar.
Con una mirada amplia, buscamos reflexionar en torno al hábitat; al medio natural y cultural, al
hombre como actor y parte de la sociedad. Reflexionamos sobre la función social del proyecto.
La “Recomendación sobre el Paisaje Urbano Histórico”, aprobado por UNESCO en 2011, hace refe-
rencia a la importancia de estar en contacto con todos los sectores de la sociedad y especialmen-
te llegar a los jóvenes y demás colectivos insuficientemente representados para alentarlos a que
participen.
También hace mención a que “La noción de “paisaje urbano histórico” responde al objetivo de pre-
servar la calidad del medio en el que viven las personas, sin perder de vista su carácter dinámico, y
promoviendo la diversidad social y funcional. Es un planteamiento basado en una relación equilibrada
y sostenible entre el medio urbano y el medio natural, entre las necesidades de las generaciones pre-
sentes y venideras y la herencia del pasado”
Los productos de los estudiantes, expresan la importancia que le otorgan los jóvenes al patri-
monio intangible, cotidiano, relacionado con la calidad de vida que ellos valoran, quieren y están
a tiempo de preservar.
La materia Conocimiento Proyectual 2, donde se desarrolla el ejercicio que vamos a presentar, la
entendemos como una etapa de síntesis donde se incorporan los conocimientos y destrezas
aprendidas en Proyectual 1, enriquecidas con los conocimientos específicos y con otros abiertos
a la perspectiva cultural.
En este trabajo practico, se busca desarrollar actitudes de toma de conciencia del rol social del
diseñador como factor de desarrollo y transformación y adquirir responsabilidad ética profesional
con la sociedad. El diseñador interviene en la ciudad y es un actor fundamental de las transforma-
ciones que en ella se producen.
Bibliografía
• Delors, Jacque. “Los cuatro pilares de la educación”.
• Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI.
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Cap X. “Bajo el signo del cine”, Pág 271 a 312.
• Lynch, Kevn. ¿De que tiempo es este lugar?. Para una nueva definición del ambiente. Barcelona,
Gustavo Gili, 1975. Introducción; Cap. 4: La presencia del pasado.
• Madrid, España: Santillana/UNESCO. (1996.): pp. 91-103.
• Millensen, Gerard. Manual de Producción de Video. ;Madrid, Ed. Paraninfo, 1992. Cap. 1 La
Magia del Video; y Cap. 2 Introducción al Video.
• Recomendación sobre el paisaje urbano histórico, con inclusión de un glosario de definiciones
UNESCO (2011).
Las Autoras
Verónica Bugnard
Arquitecta UBA. Diploma en Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo. Profesora adjunta (R) en las ma-
terias Conocimiento Proyectual I y II del Área Proyectual del CBC UBA. Profesora Adjunta de Patología
de la Construcción; Facultad de Artes y Ciencias de la Conservación, UMSA. Directora del Proyecto de
Extensión Universitaria: “Artesanía, Patrimonio y Sociedad, Fundamentos y Metodología para el Res-
cate de la Artesanía Indígena Argentina”. PEU 300/08/02 FADU.UBA.
Mónica Simón
Arquitecta
Introducción
Participación popular urbano y la ciudadanía brasileña
La participación popular y las representaciones de la ciudadanía en los centros urbanos de Brasil,
se centra en la “acción comunicativa”, que presupone un cierto grado de autonomía individual y
colectiva es un requisito previo para la acción comunicativa como una forma dialógica de la ra-
cionalidad que exige la libertad y la justicia (Habermas 2003). Desde junio de 2013, estalló fuerzas
colectivas difundidos a través de redes sociales que indican que el espacio virtual es un espacio
real (Lévy, 1996).
El Movimiento Pase Libre (MPL) surgió en São Paulo para protestar por el aumento en los pasajes
públicos urbanos, dando lugar a una movilización urbana de dimensiones sin precedentes que
eventualmente desembocan en la manifestación de los grupos considerados “extremistas”, como
los Negros bloques y en el últimos meses de 2013 y principios de 2014, los “rolezinhos”1 que inva-
dieron los centros comerciales de São Paulo y Río de Janeiro.
La violencia resultante de los movimientos sociales urbanos legítimos estalló en Río de Janeiro a
partir de la eliminación traumática de indios que ocupó durante más de seis años el Pueblo (Al-
deia) Maracanã. El enfrentamiento entre manifestantes y la policía de choque del Batallón de Poli-
cía Militar llevó a cabo el 03/22/2013, dando a luz a gritar “Fuera Cabral” que asumió proporciones
inmanejables en los siguientes meses. La “invención” de esta nueva área de la protesta popular ha
cuestionado las relaciones entre la Secretaría de Seguridad Pública - responsable de la propaga-
ción de la UPP (Unidad de Pacificación Policial) en los barrios pobres de Río de Janeiro – y las clases
medias urbanas con sujeción a la violencia de la policía, antes que sólo con la intención de castigar
a los traficantes o “bandidos”.
Si la ciudad de Río de Janeiro representa un “centro de poder”, ya que el Brasil colonial, con la
1 Estos movimientos sociales urbanos indican una demanda colectiva en nombre de la juventud “tomar un ´rolê´” (caminar, circular) de trinquete sin la barrera
del autobús y el pago de pasaje que lo acompañaba.
Después de meses de negociación con el Ministerio de Cultura, los líderes del movimiento han
logrado negociar con los líderes indígenas en el ámbito nacional para predecir el destino del anti-
guo Museo del Indio.7 Un decreto emitido en diciembre 2013 con la creación del Centro de Refe-
5 El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), en agosto de 2012 indicó que 324.834 indígenas que viven en zonas urbanas, representan el 36,2%
del número total de indígenas por un total de 896 917 personas. La región norte es el hogar del mayor número de ellos (342 836), seguido por el Nordeste
con 232 739 y 143 432 en el Medio Oeste, mientras que las regiones Sudeste y Sur tienen, respectivamente, 99 137 y 78 773 indios.
6 La Colonia Curupati ha trabajado anteriormente como una colonia de leprosos. En este terreno, los indígenas construyeron casas de presentación, además de
la tienda para la venta de artesanías, cocina comunitaria y alojamiento hasta que el gobierno Dilma, en 2014, ofreció un edificio “Minha Casa, Minha Vida”
en Estacio, antiguo emplazamiento de prisión para los albergar de forma permanente.
7 Carlos Tukano, jefe del Pueblo (Aldeia) Maracanã, organizó un seminario con los líderes de las cinco regiones del país como Aniceto Xavante, Alvaro Tukano,
Marcos Terena, Maria Helena Paresi, Andila Kaingang, Tabata Kuikuro, Marcio Bororo, para obtener la decisión colectiva indígena.
Conclusión
Los intentos de Integración y Solidaridad y manifestaciones
públicas
Las manifestaciones públicas para mejorar las condiciones de transporte se dan en horizontalida-
des, zonas contiguas que forman longitudes continuas de “espacio común” como un espacio para
todos: empresas, instituciones y el espacio experimental, en comparación con el espacio econó-
mico de los montantes. Esta integración permite a juicio conjunto de la presencia de otras racio-
nalidades, que se denominan como “irracionales” por la racionalidad hegemónica como en el caso
de los “vándalos”, apodo dado a los que se aprovechan de la herencia urbana en manifestaciones
en las calles públicas.
Imagínese si el espacio de la ciudad puede ser un “lugar”: no sólo como una parte de la vida, pero
el espacio vivido, es decir, la experiencia constantemente renovada y investigación sobre el pre-
sente y el futuro (SANTOS, 2000, p 105.), mas que implica tener en cuenta el funcionamiento de
la economía y el poder político del mundo sin embargos territoriales. Debe tener en cuenta que
la difusión de espacios de circulación y el consumo de masas, responsable tanto de la movilidad
urbana como manifestaciones de calle “ninja”, compatible con cierto anonimato de “no-lugares”
(Augé, 1992), no evita la formación de micro-grupos resistentes dentro de ella.
Aquí está creciendo la extraterritorialidad de los grupos y las multitudes de los indeseables, o “fue-
ra de lugar” en los campamentos, campos de tránsito o guetos. Identidades locales pueden “echar
raíces” de la nada la creación de un espacio para reflexiones establecidos por medios virtuales
“ninja” y la acción entre la ciudad desnuda y ciudad densa que se hace pasar, si teatraliza, si pintas
y escribe / gritos de protesta (Agier, 2011, p. 172).
La pregunta sociológica relevante se puede formular de la siguiente manera: ¿A los que podemos
recurrir a metáforas alternativas de imaginar una política cultural? La respuesta está en la poética
de la transgresión y en las “fuerzas carnavalescas” suprimidas por las élites burguesas en su reti-
rada de la cultura popular y la posibilidad de entrar en contacto con los dominios sociales “bajos”
o “repulsivos”. El concepto de “Carnaval” de Bahktin como una metáfora para la transformación
cultural y simbólica en que la metáfora no es simplemente la reversión, define la pureza de la in-
versión de la “alta” y la “baja”. En Brasil, este concepto se ha violado: el bajo debe haber invadido la
alta, eclipsando la imposición de orden jerárquico con el “grotesco”, afirmando, de manera inequí-
voca, la naturaleza mixta y ambivalente de la vida cultural. (Hall, 2006, p. 211).
¿Nosotros estaríamos viviendo en una época de “transvaloración cultural” en el que “la clase que
no tiene nada que perder más que sus cadenas” hace derribar “la clase que monopoliza los medios
de vida material y mental” (Hall, en op. cit., p. 206)? La invasión de los “rolezinhos” es provocadora
para romper el aislamiento social en la proporción que las élites imponen a los negros y mestizos
de las clases menos pudientes: en lugar de silencio circular, con un comportamiento “blanco” en
centros comerciales de las clases adineradas, la identidad periférica de miles jóvenes “en movi-
miento”, afirma a sí misma como productores de nuevas formas de política cultural sin aparente
ideología, excepto la de un consumo conspicuo.
12 “Rolezinhos” tocan temas tales como el derecho al espacio público en una sociedad donde el nivel de vida ha aumentado de manera espectacular, mientras
que apunta a la discriminación social y racial de Brasil.
13 La paradoja brasileña revela que: “(En un) país de maltratados sin áreas de recreación de los suburbios a la vista de policía, hay el otro lado un lugar
con estacionamiento, cortes cómodos de alimentos, corredores de agradable frescura, rebosante de sueños con guardabosques amable y ventas, atento y
eficiente, ya que no es, por regla general, en cualquier oficina o lugar público.” (“Enfermedades del Sueño” por Paulo Delgado, O Globo, 02/03/2014).
Bibliografía
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• ZHOURI, A. (Org.). Desenvolvimento e conflitos ambientais. Belo Horizonte: Editora UFMG,
2005.
Objetivos Generales
• Resignificar el espacio público del barrio y desestigmatizarlo como barrio asociado a la violencia
para transformarlo en un espacio humano y amigable.
• Recuperar espacios comunitarios testimoniales mediante el arte mural y graffiti y transformar
al barrio en un museo a cielo abierto de arte público.
• Integrar profesionales reconocidos del arte en las acciones comunitarias generando una
sinergia basada en la comunicación, el aprendizaje y la experiencia del respeto.
Objetivos Específicos
• Conformar espacios comunes, rescatando identidad como vecinos. No se puede construir un
futuro sin reconocer nuestra historia popular y cotidiana.
• Realizar en etapas murales y diversas expresiones artísticas en espacios significativos para
los pobladores, que transformen el barrio en un ámbito de arte e interpretación testimonial
popular.
Introducción
Esta discusión se presenta sobre la base de dos miradas del patrimonio urbano edificado: una de
ellas proveniente de Europa, encarnada en la postura de Francoise Choay, la otra proveniente de
Latinoamérica y personificada a través de los escritos de Marina Waisman.
Las dos visiones permiten canalizar un corpus de conocimiento sobre el tema del patrimonio ur-
bano edificado, que sirven como punto de partida para el análisis de una ciudad latinoamericana:
Mendoza.
Esta ciudad, situada en el centro oeste de la República Argentina, tiene como característica dis-
tintiva el hecho que debe su existencia al uso planificado y sistematizado del recurso hídrico, pro-
veniente fundamentalmente de los ríos de montaña que alimentan el sistema fluvial de la región.
Este modo particular de apropiación del territorio, sumado a un conjunto de acciones humanas a
lo largo de sus cuatrocientos cincuenta años de historia, han modificado y transformado la ima-
gen de la ciudad en los distintos períodos. Las catástrofes naturales como aluviones y sismos han
dejado a lo largo del tiempo su huella en la historia de la ciudad.
Así, la imagen resultante era hasta hace no más de cincuenta o sesenta años una imagen homo-
génea, caracterizada por anchas aceras, acequias de riego al descubierto, frondosas arboledas
alineadas a lo largo de aquellas acequias y los frentes edificados siguiendo –sobre todo en la
arquitectura de tipo italianizante– líneas armónicas y proporciones definidas (Bórmida, Dabul y
Villalobos, 1989). En la actualidad la proliferación de torres de más de veinte pisos en torno de las
plazas fundacionales1, a lo largo de vías donde antiguamente se ubicaban sólo arquitecturas de
tipo residencial de categoría (avenida Emilio Civit) o en el centro histórico de la ciudad, contribu-
yen a degradar aun más la imagen urbana y ambiental de la ciudad y sus barrios (fotografía 1).
1 Se considera en este estudio como “plazas fundacionales” tanto la plaza colonial de 1561 (actual plaza Pedro del Castillo) como las cinco plazas de la ciudad
posterremoto de 1863 (actuales Independencia, San Martín, España, Chile e Italia)
En otros puntos relevantes (como por ejemplo la calle Necochea que bordea la Plaza San Martín),
se ha dispuesto –dentro del programa de bicisendas del Municipio– la construcción de una ciclo-
vía en el costado sur de dicha arteria, para lo cual (con la intención de mantener el ancho de la
calzada) el municipio procedió al tapado de las acequias por medio de la construcción de dárse-
nas de estacionamiento. Los árboles han quedado confinados dentro de un recuadro mínimo de
concreto. (fotografía 3).
La legislación contemplaba en la década del ´70 la seguridad frente a los eventos sísmicos, por lo
cual se decidió en aquel entonces, limitar las alturas de las viviendas del siglo XIX, de tipo italiani-
zante, conocidas comúnmente como casas chorizo. Para ello la intervención consistió en demoler
los remates (cresterías o pretiles) de estas viviendas, con lo cual el perfil urbano perdió en primer
lugar la proporción original; en segundo lugar el elemento ornamental que constituía el remate
vertical de la fachada a la vía pública y en tercer lugar el elemento arquitectónico –artístico que,
constituido por diversas formas y materiales (mampuestos de ladrillo, herrerías, mascarones, etc.)
caracterizaba este tipo de construcciones. (fotografías 4 y 5).
Bibliografía
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la Universidad de Mendoza (Universidad de Mendoza, Ed.), 25,26.
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ONTIVEROS, A. y NARANJO RAMÍREZ, J. (Coord.): CORDOBA. Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Una aproximación geográfica. Córdoba, Ayto. de Córdoba, 9-30.
El Autor
Pablo Federico Ricardo Bianchi Palomares
Arquitecto. Universidad de Mendoza. Docente en la Cátedra “Historia de la Arquitectura y del Urbanismo 1”,
en la Facultad de Arquitectura de la U Congreso (Mendoza). Doctorando en la VII Edición del Doctorado en
Arquitectura, Universidad de Mendoza. Ha participado como pasante en el CCT Mendoza-CONICET (mar-
zo a julio de 2012) y en el Departamento de Patrimonio Cultural de la Municipalidad de Godoy Cruz (2009).
Contacto: pfrbianchi@yahoo.com
Introducción
La vida urbana en Rotterdam encuentra en los espacios públicos de parques y plazas un valioso
patrimonio que define un aspecto fundamental de la identidad y el carácter de la ciudad. Alber-
gando una multiplicidad de actividades culturales, artísticas y de esparcimiento, estos lugares
se instalan como un ámbito de encuentro e intercambio social. Durante los últimos años, las
exigencias del cambio climático, la escasez de los recursos energéticos y los nuevos hábitos de la
vida colectiva, constituyen algunos de los factores emergentes que inciden sustancialmente en el
momento de pensar acciones para su mantenimiento, rehabilitación y/o reprogramación.
Casos recientes de rehabilitación del espacio público, como la plaza del agua Bentemplein del
estudio De Urbanisten y el agregado de estacionamientos en el Parque de los Museos de Paul de
Ruiter, dan cuenta de la integración de estas problemáticas emergentes al campo proyectual.
Como en el delta, estas zonas de agua se intercalan con espacios secos. Asociado a cada uno de
los accesos a la plaza estos lugares fueron pensados como ámbitos estancos e íntimos. Búsquedas
formales y decisiones materiales refuerzan este concepto: bancos de gran longitud en hormigón y
madera invitando al descanso junto a las canaletas y el tratamiento del material vegetal que com-
bina los arboles existentes con nuevas flores silvestres y hierbas altas. Las decisiones cromáticas
responden a cada una de las funciones: gamas de azul para las áreas inundables, el plateado del
acero en la red de canaletas y una paleta multicolor para el material vegetal y el equipamiento.
Agua en movimiento, formas dinámicas y colores vivos conforman en Benthemplein una expe-
riencia espacial que invita al descubrimiento y el uso de los sentidos.
Izq: Kunsthal. Centro: Museo de Historia Natural. Der: Parque y puente hacia el Kunsthal.
Fotos: Carolina Quiroga.
Rem Koolhaas e Ives Bruner serian los encargados de diseñar el parque (1989) que definitiva-
mente enhebraría los diversos museos e instituciones en 1989. El proyecto divide los 100 por 400
metros del parque en cuatro zonas diferenciadas vinculadas a través de un eje longitudinal nor-
te-sur. Hacia el sur, el museo Kunsthal articula con la avenida perpendicular e inicia el recorrido
en su plaza frontal. Kunsthal es la materialización de los nuevos paradigmas del programa museo,
sin colecciones permanentes ni depósitos. Concebido como una gran estructura circulatoria que
pasa por sobre una calle, su volumen se enfrenta a la ex-villa Dijkzit (1851) reconvertida en Museo
de Historia Natural. A continuación, el paisaje recupera el concepto de naturaleza de un modo
romántico con arboledas, estanques, senderos serpenteantes y un gran puente con piedras de
brillo, que alejan al visitante de la vida urbana. La tercera zona es una superficie pavimentada para
eventos y actividades colectivas. Finalmente, la morfología curva del Instituto Holandés de Arqui-
tectura (Jo Coenen, 1993) y su estanque frontal, las casas museo Sonneveld y Chabot producen el
remate del recorrido.
Cada uno de los edificios del conjunto ha tenido intervenciones para adecuar sus programas e
instalaciones a las exigencias actuales, resignificando en algunos casos su relación con el parque.
La volumetría neoclásica del Museo de Historia Natural fue ampliada (Mecanoo, 1997) con un
Reflexiones finales
Vivir la ciudad implica necesariamente la presencia de espacios apropiados y adecuados para el
encuentro, el dialogo, la interacción. Si bien hasta ahora el mantenimiento y cuidado de estos
lugares ha sido un campo de preocupación de diversos ámbitos, Bentemplein y Museumpark son
casos ejemplicadores de los nuevos contextos y variables que necesariamente los proyectos de
rehabilitación actuales no pueden eludir: “Desde siempre los asentamientos humanos vienen adap-
tándose a los cambios climáticos y ambientales, incluidas las consecuencias de catástrofes. Pero la
intensidad y rapidez de los cambios actuales constituyen una amenaza para nuestros complejos siste-
mas urbanos. La preocupación por el medio ambiente, sobre todo por el consumo de agua y energía,
exige nuevos planteamientos y modelos de vida urbana basados en políticas y prácticas que tengan
muy presentes las cuestiones ecológicas para mejorar la sostenibilidad y la calidad de vida de las ciu-
dades. Pero muchas de estas iniciativas también deben dar cabida al patrimonio natural y cultural
como recurso útil para un desarrollo sostenible. “ (UNESCO, 2011)
Bibliografía
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• MENS, N. W.G. Witteveen en Rotterdam, Rotterdam, 2007
• QUIROGA, Carolina. VAN ZUIJLEN, Lucas. Rehabilitación y rediseño del paisaje: parques de los
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CIP FADU: Paisaje y Patrimonio, Bs. As, 2013
• VAN DER LAAR, Paul. Stad van formaat. Geschiedenis van Rotterdam in de negentiende en
twintigste eeuw, Rotterdam, 2000.
Los Autores
Carolina Quiroga
Arquitecta y Especialista en Preservación, Conservación y Reuso del Patrimonio (FADU-UBA). Adjunta
del Taller de Arquitectura (FADU.UBA). Docente e investigadora en temas vinculados a la conservación
del patrimonio. (FADU-UBA, FAU-UB). Autora de diversas publicaciones y profesora invitada a nivel lo-
cal e internacional. Miembro de ICOMOS. Socia del estudio Quiroga- Van Zuijlen y asesora de la fun-
dación Rotterdam Woont en Holanda desde 2009.
Introducción
En el proceso de preservación del patrimonio urbano en América Latina y el Caribe, se sostiene
(ROJAS, 2014, p 27) que –en referencia a su gestión- se están superado dos fases y se estaría ingre-
sando en una tercera. En la primera, las acciones fueron lideradas por elites culturales y filantropía
privada. En la segunda, se sumaron los gobiernos nacionales y locales pero lograron sólo una ali-
neación parcial de los intereses de los actores. La tercera fase, aún incipiente se enfoca en una va-
loración amplia del patrimonio, que se convierte en preocupación y responsabilidad de múltiples
actores incluyendo a la filantropía privada, a las organizaciones sociales, comunidades locales,
inversionistas, gobiernos locales y nacionales. Las acciones de esta tercera fase requieren involu-
crar a los actores sociales y destinar los bienes patrimoniales a usos con demanda social, procurar
los recursos para financiar proyectos de preservación, promover un ambiente regulatorio estable
(que estimule la inversión privada), estimular la renovación y protección de los centros históricos
(con eje en el mejoramiento de espacios públicos, y equipamiento urbano), aumentar los recursos
para residencias, generar asistencia técnica para familia de bajos ingresos y contribuir al control
de los comportamientos especulativos.
Si intentamos trasladar estas fases a la ciudad de Santa Fe, podríamos arriesgar a que apenas esta-
mos ingresando, con muchas dificultades a la segunda fase, pero creemos que, el caso de Bulevar
Gálvez que se presenta, podría constituirse en un caso de estudio para cotejar nuestra posición
respecto de la situación del patrimonio local y un eventual acceso parcial a la fase 3.
Parte 1
Pre-inventario de edificios y paisajes urbanos patrimoniales de la
ciudad de Santa Fe
Marco teórico:
La ciudad es una producción colectiva extendida en el tiempo, que trasciende las sucesivas ge-
neraciones. Cada una recibe de la anterior un paisaje urbano modificado, del cual es beneficiaria
y a la vez responsable de su transmisión a las venideras. Esta doble condición se enmarca dentro
de los Derechos Fundamentales en la solidaridad intergeneracional para la preservación del
medioambiente, el patrimonio histórico, cultural y arquitectónico. (Art. 41 de la Constitución Na-
cional y Ley General del Ambiente Nº25675).
La ciudad, y su expresión sensible -el paisaje urbano- resulta de la interacción entre las dimensio-
nes de lo material (urbs), lo inmaterial (civitas) y lo político (polis). Pero para que exista el paisaje,
su resultado debe ser reconocido, es decir percibido como tal en sus particularidades, dicho en
1 UNESCO, Centro de Patrimonio Mundial, 2005: Memorando de Viena. Patrimonio mundial y arquitectura contemporánea. Manejo de los paisajes históricos
urbanos.
2 Concepto referenciado en la recomendación de Nairobi de 1976 y el documento Conti, Alfredo. Paisajes históricos urbanos: nuevos paradigmas en
conservación urbana.
3 AAVV. Inventario 200 Obras del Patrimonio Arquitectónico de Santa Fe. Centro de Publicaciones UNL, Santa Fe, 1993.
Normativa
El marco normativo vigente para la provincia y ciudad de Santa Fe, que en forma directa o indirec-
ta afecta al patrimonio urbano del ejido de la ciudad puede indicarse en estas principales leyes y
ordenanzas actualmente vigentes5:
a- Constitución Nacional (Art. 41); b- Ley General del Ambiente (Nacional); c- Ley 12 665; d- Leyes
provinciales y decretos con declaratoria sobre bienes inmuebles de la ciudad de Santa Fe; e- Ley
de Patrimonio de la Provincia de Santa Fe Nº 12.208; f- Ordenanza 10115; g- ROU
Las dos primeras refieren a criterios generales, cuya aplicación debe ser especificada en la escala
local. La Ley de creación de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y de Lugares Histó-
ricos Nº 12665 (C), en su aplicación al contexto de la ciudad de Santa Fe, ha significado la declara-
toria nacional en la ciudad de nueve edificios: Antiguos Tribunales (Escuela de Artes Visuales “Prof.
Juan Mantovani”), Casa de los Aldao, Casa de Diez de Andino, Casa de Estanislao López, Catedral
Metropolitana, Estanzuela de Echagüe, Iglesia de la Compañía de Jesús y Museo del Colegio de
la Inmaculada Concepción, Templo de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo
y Templo y Convento de San Francisco y recientemente el Puente Colgante Ing. Marcial Candioti.
Los decretos y leyes provinciales (D), refieren a 12 edificios o sitios específicos y a las Estaciones
Ferroviarias, documentación y material museográfico y otros materiales de interés. (Ley Nº 11153)
que se valoran como monumento Histórico Provincial o equivalente. El Centro Único Patrimonial
previsto por la Ley de Patrimonio de la Provincia de Santa Fe Nº 12.208 se encuentra parcialmente
efectivizada contando del CUP con pocos recursos, por lo que la gestión del patrimonio se resuel-
ve en la Ordenanza 10115 Patrimonio Cultural Histórico-Artístico.
Esta ordenanza de la Municipalidad de Santa Fe establece que el patrimonio cultural histórico-ar-
tístico de la ciudad debe ser tutelado respecto de los siguientes requisitos: a- inclusión en un regis-
5 ICOMOS. Consejo Internacional de Monumentos y Sitios. Informe sobre las políticas de patrimonio cultural en Argentina. Informe sobre el Comité Argentino
de ICOMOS.
Recorte Temporal
El recorte se extiende entre la re-fundación de la ciudad en su actual emplazamiento hasta la dé-
cada de 1970, momento en que el país comenzó a experimentar los resultados de la reestructura-
ción general del capitalismo mundial. Tales transformaciones desplazan el modelo de estructuras
culturales rígidas a estructuras más flexibles sustentadas en el cambio y la simultaneidad. Esta
condición cultural intrínsecamente es contradictoria con la idea de la arquitectura como monu-
mento y, pone en crisis la sola incorporación de las mismas a un inventario de obras de valor patri-
monial. La ciudad de los 90 comienza a ser un escenario de esta nueva condición que por lo antes
expresado es contradictoria con la idea del objeto de valor patrimonial: la producción material
como portadora de valores simbólicos.
La propia década de 1990 conforma el momento en que se produce una intensa presión inmobi-
liaria y renovación del tejido hasta entonces inédita en Santa Fe que se manifiesta más descarna-
damente en estas últimas décadas.
Valoraciones
Las valoraciones se han realizado sobre los inmuebles individuales, queda formalizado en una
ficha por inmueble, que se complementa con las fichas de las UEPU.
Parte 2
Bulevar Gálvez
La demanda de un Plan Integral
Una de las UEPU en donde se ha detectado una situación muy compleja y una alta presión sobre
el patrimonio existente es el Bulevar Gálvez. Se trata de un espacio de alto valor histórico, patri-
monial y ambiental trazado en el siglo XIX como articulación urbana entre la ciudad consolidada
y su expansión norte, del cual participan algunos edificios destacados de la ciudad tales como la
Estación Belgrano, la casa de los Gobernadores, el ex Hospital de Niños, la Plaza Pueyrredón. En
los últimos años el gobierno local intervino en la “puesta en valor” de la mencionada estación y del
Mercado Progreso. Sin embargo y contradictoriamente a estas acciones, aumentó la capacidad
constructiva de las parcelas frentistas al bulevar, generando así un gran aumento de la presión de
renovación de las mismas que va en detrimento de la calidad ambiental existente dado que los
nuevos desarrollos superan con creces tanto la altura promedio (2 pisos), como la de los edificios
monumentales (5 pisos) pre-existente y genera piezas de PH entre medianeras con una potencial
altura libre. Las mismas sólo deben respetar en su zócalo la altura de los inmuebles linderos que
tienen valor patrimonial.
Paralelamente la municipalidad está desarrollando un proyecto de rediseño del cantero central
del bulevar que incluye la elevación de la senda peatonal en algunas calles transversales al mismo.
En este contexto fue requerida la opinión de la CMDPC que se expidió solicitando en vez de solu-
ciones sectoriales, un Plan Integral para el Bulevar. Después de varias instancias, el PE manifestó
su voluntad de llegar a una solución concertada, camino que ha comenzado a recorrerse actual-
mente.
La CMDPC, que representa a las universidades, los colegios profesionales, al HCM, a las institucio-
nes culturales de la ciudad ha comenzado a trabajar en consonancia con los ámbitos de planifi-
cación de la municipalidad a fin de llegar a un proyecto que no sólo tutele el patrimonio, sino que
también se proponga objetivos de calidad ambiental y paisajística superiores a las actuales.
Miriam Bessone
Arquitecta. Universidad Católica de Santa Fe. 1979. Magíster en Didácticas Específicas Universidad Na-
cional del Litoral. 2007. Especialización en Diseño y Proyectación, Universidad Nacional del Litoral.
2001. Especialización en Historia y Preservación del Patrimonio Monumental. Universidad de Córdo-
ba. 1979. Profesor Adjunto Ordinario a cargo Taller de Proyecto Arquitectónico I y Taller Introductorio
M1. “Taller de Diseño Básico”. Coordinadora del Ciclo Básico de la carrera de Arquitectura. Directora de
numerosos trabajos de investigación y extensión. Autora de numerosos artículos y trabajos científicos
publicados.
El paseo de las esculturas de la Ciudad de Buenos Aires, se creó para promover los efectos multi-
plicadores del arte en la vía pública. Es parte del desarrollo de políticas culturales que incorporan
definitivamente el espacio público agregándole valor a partir de la reutilización del mismo, en
este caso como destinatario de obras de arte. De esta manera las esculturas y los transeúntes
transforman un simple transitar en una experiencia vital.
Con la inauguración de la primera muestra, los ciudadanos tienen un lugar permanente de expo-
sición y disfrute artístico, en un espacio público.
Las Muestras fueron realizadas con la Curaduría del Centro Cultural Recoleta, la Galería Maman
Fine Art y por la Dirección de Infraestructura y Mantenimiento Edilicio, Subsecretaria de Patrimo-
nio, Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El museo a cielo abierto, además, cuenta con una ventaja comparativa sobre las salas bajo techo:
permite mostrar piezas monumentales que por sus imponentes dimensiones dificultarían su ex-
hibición en un lugar cerrado.
No se trata sólo de que en estos predios no existen las limitaciones espaciales, sino que además
estos espacios posibilitan la contemplación de la obra con la perspectiva más adecuada, aquella
que considere necesaria el espectador. La plaza ofrece multiplicar los puntos de observación al
infinito, apreciar todo el volumen de las esculturas y girar sobre ellas trescientos sesenta grados.
El autor
Alberto “Bastón” Díaz es artista plástico y escultor. Nació en Buenos Aires. Cursó sus estudios en
Argentina y en Francia. En Buenos Aires, estudió en las Escuelas Técnicas Raggio y en la Escuela
de Artes Visuales Manuel Belgrano. En Paris, se formó en la École Nationale Supérieure des Beaux-
Arts, en la École Practique des Hautes Études de La Sorbonne, y en el Departamento de Artes
Plásticas de la Université de Vincennes (París).
Es académico de la Academia Nacional de Artes. Lleva realizadas más de cien exposiciones a lo
largo de su trayectoria, desde 1969 a la fecha y ha participado en numerosos simposios nacionales
e internacionales. Ganador, entre otros premios, del Konex 2002 a las Artes Visuales.
El autor
Desde 1973 ha desarrollado su carrera artística en los diversos países donde ha residido y traba-
jado por 30 años: Sudáfrica, Zimbabwe, Lanzarote, Nueva York, Carrara, Madrid y México. Actual-
mente reside en Bs. As. y Nueva York.
Museos donde están su obras; Museo de Arte Moderno, Buenos Aires; Museo de Queens, NY; Mu-
seo El Barrio, NY; Museo de la Universidad de Texas, USA; Museo de la OEA, Washington DC; La
CAIXA, Barcelona; Museo de Arte Contemporáneo Lanzarote, España. Y en el Pier 66, Chelsea, New
York. Exposición pública que se complemento con las obras emplazadas en el Paseo de Esculturas
Rubén Darío.
Tercera muestra: 2014 “La flota de aviones”, “El malón” y “Rancho de los
esteros” de Carlos Regazzoni
Las Obras
Regazzoni no talla ni funde sus obras, sino que realiza una operación distinta produciendo un co-
llage corpóreo a partir de materiales de difícil versatilidad, pero que en la mano del artista parecen
fluidas pinceladas.
El recorrido del Paseo de las Esculturas se despliega en tres sectores: La flota de aviones, El malón
y Rancho de los esteros. Se trata de tres escenas recreadas por el artista que nos sitúan en distintos
escenarios.
La flota de aviones es un homenaje que realiza el artista a Aeroposta Argentina y a quien fue di-
rector de la compañía, Antoine De Saint Exupéry. En 1929 inauguraron la ruta patagónica uniendo
Pacheco con Comodoro Rivadavia. El artista recrea los aviones de la época e incorpora la imagen
de la aviadora al propio Saint Exupéry y también al Principito.
El malón es otra puesta de escena, una imaginaria fotografía del último malón de Azul de 1876,
cuando el cacique Namuncurá dirigió el último malón contra los campos de la región terminando
así, una larga lucha entre los antiguos y los nuevos dueños de la tierra. Ahí se ve al cacique mon-
tando su caballo dispuesto a la pelea acompañado de sus hombres, esperando la señal del gran
líder. El cuadro se divide y se puede encontrar un grupo de aborígenes en estado de alerta espe-
rando la llegada de la cautiva.
Para terminar, el artista presenta Rancho de los esteros donde se ocupa de descatar los animales
autóctonos e intenta mostrar su expresividad con materiales toscos e inusuales para este tipo de
obra y temática. Ahí están los avestruces, ñandúes, chanchitos y yacarés.
Las Autoras
Anastasia Weisbek
Arquitecta-Proyectista de la Gerencia de Proyectos de la DGIyME-MC (Dirección General de infrae-
structura y Mantenimiento-Ministerio de Cultura). Ayudante de Arquitectura II, Cátedra Arrese/Álva-
rez de la Universidad de Buenos Aires.
Contacto: anastasia_weisbek@hotmail.com
“Las ciudades son un conjunto de muchas cosas: memorias, deseos, signos de un len-
guaje; son lugares de trueque, como explican todos los libros de historia de la economía,
pero estos trueques no lo son sólo de mercancías, son también trueques de palabras, de
deseos, de recuerdos.” (Ítalo Calvino)
Esta presentación tiene como objetivo mostrar algunos ejemplos de los trabajos de los alumnos
del curso 2014 de la materia Conocimiento Proyectual 2 del Área Proyectual del Ciclo Básico Co-
mún de la Universidad de Buenos Aires.
En el dictado de esta materia buscamos introducir a los alumnos en la práctica proyectual, a partir
de un método que implica una serie de operaciones que van de la planificación a la materializa-
ción y a la verificación en el uso, con una actitud crítica y autocrítica, integrando valores éticos,
solidarios y democráticos.
Se hace indispensable entonces desarrollar la capacidad de observar la realidad de la cual se es
parte -y a la que se modificará-.
En este marco, el ejercicio que presentamos se trató del Diseño de un Relato Visual cuyo mensaje
estuviera centrado en la Ciudad de Buenos Aires, en su historia, su identidad, y su patrimonio, bajo
la consigna: Vivir la Ciudad, aplicando principios de la Domus Academy tales como: originalidad,
fuera de serie, innovación, diversidad cultural y la cultura del proyecto.
Abordamos el tema del patrimonio incorporando el concepto de valor cultural del mismo, de
modo tal que la reflexión giraría en torno a la cultura de la ciudad, de sus barrios, de sus habitan-
tes, con su un rico y vasto patrimonio natural, cultural, material e inmaterial.
Los alumnos debían desarrollar un mensaje o concepto, encontrando una idea rectora a partir de
emergentes y palabras referentes sobre el tema, que llevaran al diseño del relato visual, a partir
de la consigna “Vivir la ciudad”, en temas tales como: La ciudad y el cielo / La ciudad y el río / La
ciudad verde / La ciudad diversa / La ciudad y los contrastes / La ciudad y los colores / La ciudad
del encuentro / La ciudad de las luces y las sombras / La ciudad y las texturas / La ciudad y la me-
moria / La ciudad y los símbolos / La ciudad y su gente, con las siguientes aproximaciones: Yo soy
mi ciudad / Mi ciudad, Me importa / Yo vivo mi ciudad.
A continuación definieron situaciones para recrear y generar imágenes, guiadas con un concepto
de diseño, a partir de un guion, plasmadas en un storyboard y finalmente en una secuencia foto-
gráfica.
El relato fotográfico involucra una operación conjunta del cerebro, del ojo y del corazón. Los obje-
tivos de la experiencia eran incentivar el sentido de la observación como cantera de ideas, la aten-
ción, las capacidades lógicas, la fantasía, la imaginación, la iniciativa, la investigación, el desarrollo
de los conocimientos y las habilidades, reflexionando sobre la ciudad, con una mirada creativa,
La mirada de la Ciudad
“la ciudad es el espacio en que se juega la historia de los hombres y donde se expresan
sus contradicciones y vértigo”. (Marc Auge)
Cuando hablamos de la ciudad hablamos también de su historia que nunca está terminada. La
ciudad tiene vida, y está en un cambio continuo, al ritmo de la sociedad que la habita y significa a
través de procesos culturales, históricos, sociales y simbólicos. La identidad de la ciudad se cons-
truye a partir de superposiciones e interacciones, desde lo individual y lo colectivo, con contradic-
ciones, multidimensional, y con entrecruzamiento de relatos.
El espacio urbano es ámbito de intervención del diseñador, que lo modifica, por lo que es indis-
pensable su sensibilización para comprenderlo como expresión de la sociedad a la que sirve. Por
ello, estimulamos en los alumnos una mirada intencionada, sin prejuicios, sensible amplia y crítica.
Más allá de ver lo que objetivamente hay, se trata de crear formas de sentir y pensar la ciudad, des-
de una mirada que es personal, detectando lo que no se ve, los silencios, los tiempos, los colores,
las apropiaciones del lugar, los límites, las continuidades, los vacíos, volcando el producto de esta
observación en una experiencia proyectual.
“...mientras la visión es una cualidad natural, la mirada es una categoría histórica.” (He-
lio Piñón - La forma y la mirada)
Bibliografía
• GCABA, Dossier de Presentación “Paisaje Cultural de Buenos Aires. El río, la pampa, la barranca
histórica y la inmigración”, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Subsecretaría de Patrimonio
Cultural. Edición bilingüe, 2007
• GCABA, Guía Patrimonio Cultural de Buenos Aires: Buenos Aires, patrimonio de todos. Buenos
Aires: Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2008
• GCABA, Guía Patrimonio Cultural de Buenos Aires. 1. Edificios. Sitios. Paisajes. Buenos Aires:
Dirección General de Patrimonio, 2005
• Ley 1227/03. PCCABA.
• Prats, Llorenc (1997) Antropología y patrimonio. Barcelona. Ariel.
• UNESCO, Convención sobre la protección del Patrimonio Mundial, cultural y natural,
aprobada en la 17a Conferencia General, París, 16 de noviembre de 1972, WHC-2001/WS/2
http://whc.unesco.org/archive/convention-es.pdf
Cicop Argentina
Instituto de Arte Americano –FADU-UBA
Marina Waisman siguiendo a Foucault proponía en los años 70 “la metáfora arqueológica” como
metodología previa a la construcción de la historia: reunir “material arqueológico, construir un
instrumento para el conocimiento histórico tal que, lejos de obrar limitando o restringiendo el
campo, contribuya a su apertura y obligue al replanteo de las nociones que tradicionalmente han
presidido su comprensión” (Waisman, 1985). La memoria visual que registró en soportes icónicos
las transformaciones urbanas del centro de Buenos Aires en el último siglo, es el ”material ar-
queológico” con el que aquí se intentó hacer visible la gestación de la Avenida 9 de Julio (9J), de
las diagonales Norte y Sur y el ensanche de calles Corrientes, Córdoba Belgrano, etc. Esta opera-
toria incluyó todo el casco urbano decimonónico y diluyó el imaginario propio de barrios como
San Nicolás y Montserrat, que hasta mediados del siglo XIX habían sido el borde entre la ciudad
y la pampa. Esa transformación urbana fue el objetivo del proyecto UBACyT 2011-13 “Barrios del
Macrocentro”1, continuidad del programa Memoria Visual de Buenos Aires.
Macrocentro
Los archivos de imágenes fotográficas registrando las discontinuas pero arrasadoras demoliciones
perpetradas entre los años 20 y 70, que son abundantes y exhaustivos (sobre todo a partir de 1936
para la 9J), permiten inducir impactos traumáticos en el imaginario colectivo de esas épocas. La
base de datos de imagen fija (fotografías de archivo) permitió formar un inicial catálogo de 1100
imágenes históricas del área (que siguió creciendo), agrupadas en 25 carpetas, hipotéticos blo-
ques y sub bloques de los espacios urbanos a narrar tras la pesquisa de enlaces entre ellos. Pero
los archivos de imagen móvil (el cine) volvieron a aportar claves para indagar de ese habitar en las
décadas de su transformación y de su posterior evolución. Lo que no resulta fácil es rescatar es-
cenarios anteriores representativos de lo que fue ese habitar barrial, para poder reconstruir desde
sus raíces ese proceso del que derivó lo que aquí se denomina “Macrocentro”.
La mirada panorámica “desde el cielo” puede narrar este proceso a partir de la cartografía y de la
fotografía aérea hasta llegar al presente. Pero una visión peatonal sólo se deja atrapar en espacios
más acotados, en nodos y recorridos singulares: como un proceso en las plazas Lavalle y Constitu-
ción, y determinados cruces de las diagonales, o como el abrupto shock de 1936 en la Plaza de la
República: en dos meses irrumpe el gran icono de la Buenos Aires moderna, en el lugar que hasta
un año antes había ocupado el antiguo templo parroquial y las tres manzanas de su entorno. En
la primera década esas pocas cuadras demolidas son como una gran plaza disponible para gran-
des exposiciones más que una gran avenida, pero su prolongación entre los 50 y los 80 definen la
egemonía de lo vehicular: el infinito rio automotor de la gran Avenida construye el gran no-lugar
de una gran no-ciudad. Para una mirada crítica casi sólo queda la vivencia de un devaluado habi-
tar urbano atomizado y encapsulado en cada uno de los infinitos automóviles. Sin embargo esta
nueva megalópolis parece haber sido metabolizada por los relatos y mitos llenos de seducción
1 A-803 Memoria Visual de Buenos Aires (UBACyT 2006-2009 y Reformulación 2009-2010)
20020090100260 Memoria Visual de Buenos Aires - Barrios del Macrocentro (UBACyT 2010-2012)
Conclusiones
A la pérdida del rio como componente del habitar porteño, que fue el gran tema de Memoria
Visual de BA, se agrega a fines del siglo XIX la pérdida de la pampa que se avistaba desde esos
barrios de la primera corona del casco histórico. Pero en 1940-50, en una argentina felizmente ale-
jada de guerras mundiales, la poderosa fascinación de monumentales íconos como el Obelisco,
“la avenida más grande del mundo”, “las luces del centro” y la fiesta nocturna de la calle Corrientes,
hicieron olvidar al porteño que hubo un escenario anterior, y que el resultado que hoy vemos a
nuestro alrededor no es ni fatal, ni obvio, ni inmóvil, y que es posible y necesario construir los re-
latos que ayuden a comprenderlo y vivirlo.
La clásica antinomia Centro-Barrios se convierte en yuxtaposición en el “Macrocentro” remitiendo
a imaginarios del habitar porteño que, más allá de jurisdicciones administrativas, implican una
densa carga simbólica condensada en esa realidad física que, como un material arqueológico,
foto por foto, se hilvana en estos relatos visuales. Esta narración de lo que ocurrió en el siglo XX
y continúa en el XXI, se desvía de lo proyectado y tropieza con inevitables lagunas. Solo arbitra-
riamente se puede definir su área. Su complejidad urbana no puede ser entendida linealmente
desde iniciales planes triunfalista que no pudieron advertir todo lo que se desencadenaría, ni las
resistencias, ni la distinta forma de asimilación de la renovación urbana en el norte y en el sur. Los
barrios del sur resistieron y los proyectos quedaron truncos y frenados despertando reacciones de
preservación patrimonial no previstas por los proyectistas de principios del siglo XX. La premisa
parece haber sido, como apunta Margarita Gutman (2011), la de una ciudad soñada más para
Montaje anacrónico: iglesia San Nicolás de Bari demolida en 1935, reinsertada en la Plaza de la Republica
(foto año 2009). El templo fotografiado en 1934 estaba en la traza de la Corrientes angosta con carro de
lechero incluido.
4 Documental “Así nació el Obelisco” (1936) Horacio Coppola, en fílmico 8mm 10´
Los Autores
Graciela Raponi
Arquitecta FADU-UBA / Investigadora audiovisual. Creadora en 1983 del Centro Audiovisual/Medi-
ateca FADU, miembro en 1989 de la Comisión Creadora de la Carrera de Diseño de Imagen y Sonido.
Docente e investigadora del Instituto de Arte Americano IAA FADU-UBA. Dirige con Alberto Boselli
desde 1986 Proyectos UBACyT sobre la Memoria Visual de Buenos Aires, utilizando diferentes soportes
audiovisuales: cine, video, fotografía, daguerrotipo, dibujo, pintura, animaciones digitales, fotomon-
tajes, medios electrónicos e imágenes satelitales de la web, para navegar virtualmente la memoria
urbana reconstruyendo la transformación de los sitios de la ciudad, que le han merecido premios y
reconocimientos nacionales e internacionales.
Alberto Boselli
Arquitecto, graduado en la Universidad de Buenos Aires, y graduado en Filosofía en la Universidad del
Salvador (USAL) Docente e investigador de Arquitectura e Historia de la Arquitectura, y coordinador
del Seminario de Crítica del Instituto de Arte Americano FADU-UBA. Desde 1986, con la arquitecta
Graciela Raponi, desarrolla un programa de investigaciones en el campo de la Memoria Visual de
Buenos Aires. La edición de videos documentales sobre las transformaciones de los sitios de la ciudad,
le han merecido premios y reconocimientos nacionales e internacionales. Es miembro de la Comisión
Directiva del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio CICOP Argentina.