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EL SISTEMA CLIMÁTICO.
1.- El sistema climático está constituido por 5 componentes relacionados entre sí: la
atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la litosfera y la biosfera. Todos ellos son subsistemas
termo-hidrodinámicos heterogéneos, que tienen propiedades físicas distintas y presentan un
fuerte acoplamiento entre sí por medio de procesos complejos que implican flujos de energía,
de momento (movimiento) y de materia (aire-agua) a través de sus límites, y están gobernados
por la radiación procedente del sol, única fuente de energía significativa del planeta.
La atmósfera, los océanos, los continentes, las grandes masas de hielo y nieve, y los
organismos vivientes, son los principales componentes de nuestro ambiente. Todos ellos se
encuentran en un estado de permanente interacción a través del intercambio de flujos de
materia (ejemplo: flujos de agua líquida o vapor, otros gases y partículas) y energía (ejemplo:
radiación electromagnética y calor). En particular, los procesos físicos y químicos internos
de la atmósfera y el conjunto de sus interacciones con los otros componentes del medio
ambiente constituyen lo que, en un sentido amplio, se denomina el Sistema Climático
Terrestre.
2.- El Sistema Climático constituye un sistema cerrado, global y natural que está
constituido por componentes (atmósfera, litosfera, hidrosfera, criosfera y biosfera) entre los
cuales se producen una serie de procesos de intercambio de energía y materia.
Los tipos y procesos de intercambio de energía y materia, como así también las
propiedades que resultan de los mismos, se indican en la Tabla 1.1.
Precipitación Precipitación
Evaporación Evaporación
1
Algunas de las características más relevantes del Sistema Climático son las
siguientes:
Cerrado: Sólo intercambia energía con el medio externo, es decir que no se produce
intercambio de materia.
Global: Se trata de un sistema único que tiene escala planetaria. Lo que pasa en una parte del
sistema puede afectar a otra parte del sistema.
Natural: Se desarrolló y alcanzó un estado de equilibrio sin la intervención del hombre. ¿La
intervención del hombre puede alterar el equilibrio del sistema climático? Aparentemente,
diversas acciones del ser humano pueden alterar la condición de equilibrio del sistema
climático, de modo que en la actualidad se admite que la variabilidad del sistema responde
tanto a causas naturales como antrópicas.
RADIACION
ATMOSFERA
SOLAR
BIOSFERA CRIOSFERA
LITOSFERA HIDROSFERA
Figura 1.1. Interrelaciones entre los distintos componentes del Sistema Climático.
EL MEDIO FÍSICO
1.- LA ATMÓSFERA
La atmósfera es la envoltura gaseosa que rodea a la Tierra y que se mantiene unida a ella
por acción de la fuerza de la gravedad. El aire atmosférico es una mezcla compuesta por distintos
gases de poca actividad química, lo cual explica que la atmósfera sea una mezcla y no una
combinación de los mismos. El Oxígeno (O2) es el único elemento activo de esa mezcla, pero
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al estar rodeado de elementos de poca actividad (Nitrógeno (N2), Argón (Ar), Kriptón (Kr),
Neón (Ne), etc.) no da lugar a combinación alguna.
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Composición química de la atmósfera
Tabla 1.2. Composición media de aire seco próximo al suelo en % en volumen o ppm,
según la Organización Meteorológica Mundial.
Componentes de proporción invariable Componentes de proporción variable
Nitrógeno.............. 78,084 % Ozono....... .0 a 0,07 ppm
Oxígeno.............. ..20,946 % SO2......... ...0 a 1 ppm
Argón................ ... 0,934 % NO2.......... .0 a 0,02 ppm
CO2..................... . 0,039 % CH2O.................... ......trazas
Hidrógeno.......... ...0,5 ppm Yodo.................... 20 ppm
Helio.................... ..5,24 ppm NaCl.................. 20 ppm
Neón.................... 18,18 ppm CO.................. ..........trazas
Criptón................. .1,14 ppm Radón............. ..6. 10-12 ppm
Xenón................. ...0,09 ppm
Metano................. .2,00 ppm
N2O..................... .. 0,5 ppm
El CO2 es arrastrado por la lluvia en forma de ácido carbónico débil que extrae por
lixiviación minerales de las rocas, especialmente al Calcio (Ca). Los arroyos y ríos transportan
estos minerales al océano, en donde los minerales de Ca son incorporados a las conchas de los
organismos marinos. Cuando los organismos mueren, estas conchas caen al fondo del mar,
donde lentamente forman depósitos de piedra caliza. Si esta eliminación del CO2 de la atmósfera
y su almacenamiento en caliza continuase sin obstáculos, la atmósfera sería despojada del CO2,
y sin este gas, importante para el efecto invernadero, el clima se volvería extremadamente frío,
conduciéndonos a un período glacial. El CO2 juega un importante papel en la regulación de la
temperatura de la tierra.
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capa es muy importante, ya que elimina del espectro solar gran parte de radiación ultravioleta,
nociva para los seres vivos.
El contenido de vapor de agua fluctúa entre 0,0 y 4,0 % en volumen. Esta cantidad
depende de la temperatura (a mayor temperatura aumenta la capacidad del aire de contener
vapor) y de la disponibilidad de agua para evaporar en la superficie. Cada día, por efecto de la
radiación solar, se evapora un billón de toneladas de agua de mar y cae a la Tierra como
precipitación, la mayor parte en los océanos. La desigual distribución de las lluvias da lugar a
desiertos y a bosques tropicales, a sequías y a inundaciones en las distintas regiones del mundo.
Casi el 15% de la humedad atmosférica procede de la evaporación de las masas de agua
estancadas del suelo; la evaporación de la humedad del suelo y la transpiración de las plantas.
Los vegetales evaporan una gran cantidad de agua por sus hojas regulando así la temperatura
foliar, y el agua del suelo, de esta manera puede transportar, nutrientes al cuerpo de la planta.
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Los aerosoles son muy importantes porque se comportan como núcleos de
condensación del vapor de agua, que luego da lugar a la formación de nubes y eventualmente,
precipitaciones.
Estructura de la atmósfera
En la atmósfera se puede distinguir la siguiente estratificación del aire (Figura 1.2), cada
capa diferenciada por distintas propiedades que se exponen a continuación:
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Figura 1.2: Esquema de la estructura de la Atmósfera. Muestra la variación de la
temperatura del aire y la presión atmosférica con la altura.
TROPOSFERA: Del griego, tropos, que significa movimiento, dado que en esta capa se
presentan los mayores movimientos del aire. La temperatura disminuye en promedio a razón de
0,6°C cada 100 metros. Esta disminución se verifica principalmente en las capas cercanas al
suelo, debido a que el aire no se calienta por la acción de los rayos solares (sólo en poca
cantidad), sino que lo hace por otras formas de transferencia de energía desde la superficie
terrestre.
Esta capa, que va desde el nivel del mar hasta unos 12 km de altura, aproximadamente,
varía en espesor según la época del año y la latitud. Según la latitud esta capa puede alcanzar
hasta 8 km en los Polos y 20 km en el Ecuador. Prácticamente todas las nubes, vapor de agua y
aerosoles se encuentran en esta capa turbulenta, que contiene más del 80% de la masa gaseosa
total.
a - Desde el suelo hasta 2 metros se extiende la atmósfera inferior. Por ser la capa más próxima
al suelo, en ella se observan las mayores amplitudes de temperatura, humedad, etc.
b - Desde 2 metros hasta 2 km, se encuentra la capa terrestre, que se caracteriza porque en ella
predominan los movimientos verticales del aire.
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MESOSFERA que comienza en la Estratopausa y alcanza los 80 km. En ella la temperatura
disminuye rápidamente con la altura, por lo que en su límite superior (Mesopausa) se encuentra
el nivel más frío de la atmósfera.
EXOSFERA se prolonga hasta el límite atmosférico superior. En esta capa dejan de cumplirse
la leyes de los gases que está formada por átomos de oxigeno, hidrógeno y helio.
b- Perfil de la temperatura.
Es un hecho bien conocido que la temperatura del aire decrece con la altura en la
atmósfera libre hasta el nivel de la tropopausa (ver Figura 1.2).
c- Distribución de la humedad.
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muy importante en diversos procesos meteorológicos como la formación de nubes y desarrollo
de tormentas. La distribución del vapor de agua en la atmósfera es muy heterogénea.
2.- LA HIDROSFERA.
Está constituida por el agua en estado líquido de la Tierra y, por su importancia climática,
es el segundo subsistema en jerarquía después de la atmósfera. Incluye los océanos, mares,
lagos, ríos y aguas subterráneas, aunque el componente principal son los océanos que contienen
el 97% del agua del planeta.
Su enorme volumen asegura abundante suministro de agua para llevar a cabo las distintas
fases del ciclo hidrológico; a través de la evaporación transfiere a la atmósfera vapor (masa)
y, a la vez, energía en forma de calor latente.
Como existe un predominio de superficies oceánicas sobre las continentales (los océanos
cubren el 71% de la superficie terrestre), reciben una enorme cantidad de la energía solar, que
absorben y transfieren a las profundidades principalmente en forma de radiación de onda larga
y convección. Asimismo, se produce transferencia de calor a gran escala desde las regiones
ecuatoriales a las polares por medio de las corrientes marinas.
3.- LA LITOSFERA.
La capa sólida más superficial de la Tierra, conocida como litosfera. Esta capa es de
naturaleza heterogénea, ya que posee distintos tipos de suelos, topografía (pendiente y
orientación) que afectan directamente al balance local de energía, evapotranspiración, albedo
de la superficie, conductividad del suelo y por lo tanto al clima.
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En el HS la variación anual de la temperatura es más pequeña que en el HN. El mayor
contraste entre las variaciones estacionales de la temperatura en los dos hemisferios ocurre
en la franja latitudinal de 45 a 60º. La menor amplitud estacional de la temperatura del aire
en dichas latitudes del HS está asociada a la mayor proporción de la superficie cubierta por
el océano. El calor específico del suelo es alrededor de 1/3 del que posee la masa acuosa. Por
lo tanto, el océano tiene mayor capacidad de almacenar calor durante el verano y, por el
contrario, en el invierno una gran cantidad de ese calor es liberado hacia la atmósfera con un
pequeño cambio en la temperatura superficial. Las áreas continentales se calientan y enfrían
mucho más rápidamente que lo que ocurre en los océanos.
4.- LA BIOSFERA.
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Los seres vivos (plantas y animales) influyen en el clima. Aportan energía calórica a la
atmósfera y, además, cada ecosistema que forman aporta y regula la cantidad de minerales en
los otros subsistemas.
Pero el hombre, sin dudas, resulta ser el principal agente modificador de la biosfera por
su acción sobre el ambiente a través de la agricultura, ganadería, industria, etc., produciendo
alteraciones de la superficie terrestre y la atmósfera.
5.- LA CRÍOSFERA.
Está formada por las grandes masas de hielo y depósitos de nieve que cubren extensas
regiones de la Tierra. Sus propiedades físicas particulares, como son su baja conductividad
térmica y elevado coeficiente de reflexión, influyen directamente sobre el clima. Es un
excelente aislante térmico de tierras y aguas impidiendo las pérdidas de calor a la atmósfera;
mientras el 80-90% de la radiación incidente es reflejada cuando una superficie está
cubierta de hielo, la vegetación refleja sólo 10-20%. Estas características producen dos
efectos: mantener muy bajas las temperaturas de las zonas cubiertas con hielo o nieve y, como
consecuencia de lo anterior, contribuye a estabilizar la atmósfera cerca del suelo, limitando los
movimientos convectivos. En el caso de ocurrir deshielos, actúa disipando energía debido al
cambio de estado del agua (calor latente de fusión).
TIEMPO Y CLIMA
Clima es una palabra que deriva de la voz griega "Klima", que significa “inclinación”
con que la radiación solar es recibida por la superficie de la tierra.
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El clima es el conjunto de las diversas modalidades diarias y anuales que el tiempo
presenta, con cierta frecuencia en cada lugar.
1) El clima afecta a las propiedades físicas, químicas y mecánicas del suelo, como así también
a los organismos que viven en él. Por ejemplo, la lluvia agrega constituyentes químicos al suelo,
a su vez por percolación puede determinar la pérdida de los nutrientes hacia la profundidad, en
tanto que el agua que "escurre" superficialmente es la causa de la erosión.
2) Las plantas son afectadas en cada etapa de su crecimiento y desarrollo por las condiciones
del ambiente. La influencia de dichas condiciones se extiende desde antes de la siembra ó
plantación hasta después de la cosecha.
4) En las enfermedades y plagas agrícolas, la influencia del tiempo es triple, pues afecta la
susceptibilidad de las plantas y animales, la biología de los insectos y agentes patógenos y la
oportunidad y eficiencia de las medidas de control.
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precipitación, el viento, etc., y en otras ocasiones, se indagan las causas que determinan sus
variaciones. En el primer caso nos hemos referido a los elementos del clima, y en el segundo a
sus factores.
Los elementos del clima podrían ser definidos como aquellas características que
sirven para evaluarlo, definirlo y clasificarlo; mientras que los factores son los hechos
astronómicos, geográficos y aún meteorológicos que determinan las particularidades de
aquellos elementos.
Otros factores de menor importancia son los debidos al lugar o locales ó también
denominados microfactores. Ellos son entre otros: a) topografía local, b) tipo de suelo (textura
y estructura, color, etc.) y c) tipo de cubierta (cubierta vegetal, hielo, nieve, etc.).
En forma resumida veremos como la radiación solar que es la fuente de energía a partir
de la cual se originan el resto de los procesos de intercambio energía y materia anteriormente
visto, modifica la expresión de todos los elementos del tiempo y del clima. La radiación solar
suministra calor a la superficie terrestre, luego esta superficie se encarga de calentar al aire,
determinando en él una cierta temperatura. Así por ejemplo en las regiones ecuatoriales y
tropicales de nuestro planeta se forman masas de aire caliente y en las polares de aire frío.
Las masas de aire y el calor solar se coordinan para favorecer la evaporación del agua
de los mares, ríos y selvas. El vapor de agua así originado constituye la humedad del aire.
Cuando el vapor de agua experimenta procesos de condensación (por un ascenso del aire o
por un enfriamiento) se transforma en nubes (o en nieblas). Algunas nubes generan
precipitaciones (lluvias, lloviznas, nieve, chaparrones, etc.) las cuales vuelven a aportar agua
a los mares ríos y selvas.
Por otra parte, las distintas masas de aire poseen distinta densidad según su
temperatura, dando lugar a zonas de alta y baja presión atmosférica. Luego estos sistemas
de presión originan movimiento del aire (vientos). A su vez los vientos favorecen no solo al
traslado de las nubes, sino de la evaporación del agua, al transporte de humedad y a la
circulación de las masas de aire.
Como resultado final apreciamos cómo el calor proveniente del sol, es la fuente de
energía que activa a todo el sistema climático, generando los diferentes estados del tiempo y el
clima.
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No todos los factores climáticos actúan en todos los lugares, como así tampoco el grado
de participación es igual en cada sitio de la superficie terrestre. Hay ciertos factores que son
responsables en mayor medida de las características climáticas de grandes áreas del globo
terrestre. A estos se los denomina factores climáticos de expresión en gran escala o
macrofactores climáticos; como por ejemplo: la distribución del goce de radiación como
consecuencia de la latitud, los movimientos de rotación y traslación de la tierra, la circulación
general de la atmósfera, la distribución de tierras y mares y la circulación general oceánica. Los
climas que ellos determinan abarcan grandes regiones y se los denomina macroclimas. Estas
áreas se caracterizan por cierta uniformidad en la manifestación de los elementos y factores
climáticos, de manera que podamos considerarla una unidad en el espacio geográfico.
Hay una serie de factores en menor escala territorial que introducen variaciones en el
mesoclima y su acción se manifiesta en superficies geográficas reducidas, es lo que llamamos
microclima. Ejemplos de estos microfactores son: las barreras forestales, la naturaleza del suelo
(su color y textura, principalmente), tipo de cobertura, contenido de humedad, etc.
Los estudios microclimáticos en la atmósfera cercana al suelo abarcan una escala menor
que los denominados mesoclimáticos. En la aplicación agropecuaria, estos estudios tienen por
objeto conocer el proceso meteorológico originado por las pequeñas variaciones y accidentes
de la superficie terrestre. Pueden incluirse aquí los estudios del ambiente de la cubierta vegetal
del suelo; el debido a las construcciones que crea el hombre y aún los animales para modificar
parcialmente el clima local, como los cercos y cortinas forestales, construcciones rurales,
invernáculos, cultivos bajo cubierta, establos, almacenaje de productos agrícolas estacionarios
o en tránsito, cuevas, galerías de animales, etc.
Hasta aquí hemos delimitado y definido los conceptos de macro, meso y microclima
teniendo en cuenta una diferenciación en sentido geográfico. Esta delimitación no tiene valor
absoluto, de modo que no existen límites bien definidos de separación entre las tres categorías
o escalas climáticas. También se ha hecho mención al instrumental empleado en cada caso.
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Según ello, algunos autores dividen las categorías climáticas de acuerdo al instrumental
necesario para la caracterización de los climas.
Otros autores hacen la caracterización del macro, meso y microclima, no tanto por la
extensión geográfica, sino por la variación ó amplitud de los elementos meteorológicos que
ese clima presenta. Por ejemplo, el rango de variación que se observa en el microclima es mayor,
decreciendo en el meso y macroclima. O sea, los elementos presentan oscilaciones menos
bruscas en el macroclima.
Hay autores que consideran como microclima la capa atmosférica comprendida entre el
nivel del suelo y los dos metros de altura. En este estrato se siente con mayor rigor la amplitud,
en especial de la temperatura y la humedad. Esta última interpretación es la más discutida. Un
defensor de esta postura es Geiger, (1965) quien observó que lo que está ocurriendo a unos 2
metros de altura, casi al nivel de la cara del hombre, muchas veces no tiene relación con lo que
se puede observar al nivel de los pies, ni en la cima de los árboles grandes. Es por ello que
considera necesario crear una nueva rama de la meteorología, la micrometeorología, que se
ocupa de estos estratos meteorológicos especiales, muy importantes para estudios agronómicos.
OBSERVACIONES METEOROLÓGICAS.
La evaluación del potencial agrícola de una región que se proyecta explotar depende de
la disponibilidad de datos climatológicos. Tales datos constituyen un elemento indispensable
para la determinación de la necesidad de agua de los cultivos, información relevante en la
planificación y la explotación de la agricultura, que debe considerar tanto el agua precipitada
como la de regadío. En muchos lugares, los datos meteorológicos pueden faltar o ser
inadecuados y, en este caso, habrá que establecer nuevas estaciones meteorológicas, o bien
reforzar las existentes.
En lugares donde existe una red meteorológica, debería examinarse su adecuación con
respecto a: tipo y métodos de observación, clase y número de instrumentos que se utilizan,
precisión y emplazamiento de los mismos, período en que se han mantenido los registros y
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forma en que se obtienen, procesan y almacenan los datos. Las mismas consideraciones resultan
pertinentes si se quiere establecer nuevas estaciones o redes, en lo referido a las finalidades
perseguidas.
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Figura 1.4. Distribución de las estaciones meteorológicas pertenecientes al Servicio
Meteorológico Nacional (SMN) en la República Argentina, y especialmente, en la
Provincia de Córdoba.
Observación meteorológica.
- sistemáticas.
- uniformes.
- ininterrumpidas.
- realizadas a horas fijas.
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La observación debe ser realizada en el menor tiempo posible, para evitar tomar datos
que por estar registrados a distintas horas no sean comparables, debido a la constante variación
de los elementos del tiempo.
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La observación meteorológica de rutina tiene como fin inmediato la recopilación de
datos para la confección de las cartas de predicción del tiempo, y como fines mediatos, la
determinación de las leyes que rigen los fenómenos estudiados y la caracterización del clima de
un lugar.
Observación agrometeorológica.
Se rige por las mismas pautas de la observación meteorológica pero es mucho más
compleja y específica que la anterior. Considera la mayor parte de los fenómenos físicos
relacionados con el clima que influyen sobre un sistema biológico, a los efectos de valorar el
comportamiento de dicho sistema. Incluye por lo tanto:
LA ESTACION AGROMETEOROLOGICA
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El sitio en el cual estará ubicada la estación agrometeorológica (Figura 1.5) deberá ser
plenamente representativo de las condiciones de suelo-planta-atmósfera de la zona en la cual
han de utilizarse los datos. El lugar deberá representar el clima de un área tan extensa como sea
posible. Se deben evitar lugares que presenten diferencias climáticas bruscas debido a accidentes
geográficos: montañas, desfiladeros, pantanos, etc.
Siempre que sea posible, el emplazamiento de la estación deberá estar dentro de una
zona de cultivo, con una cobertura de plantas tan extensa como se pueda en la parte de
barlovento. No debe haber vías de comunicación en la proximidad inmediata. El emplazamiento
debe estar en terreno llano, libre de obstáculos (casas, árboles) que pudieran afectar las
observaciones. No debe estar próxima a terrenos de pendiente pronunciada. Conviene evitar las
depresiones del terreno pues la temperatura suele ser más elevada durante el día y más baja
durante la noche. El emplazamiento debe estar próximo a la vivienda del observador.
b.- Instrumentos.
Para determinar las necesidades de agua de los cultivos y de otros estudios conexos, los
elementos meteorológicos que han de observarse incluirán: temperatura, precipitación,
humedad, viento, duración de la insolación y evaporación. Los instrumentos que han de
emplearse son:
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Para estudios que requieren datos detallados y específicos, pueden añadirse otros
instrumentos para medir radiación, registradores de los perfiles de humedad y de viento.
- Cuaderno de campo: Se lleva diariamente al lugar donde está la estación para anotar
directamente las lecturas de los instrumentos. El orden en que se efectúan las observaciones
debe estar incluido en el cuaderno de campo.
d.- Observadores.
El observador debe estar bien preparado por medio de una instrucción teórica y haber
adquirido experiencia en una estación similar. En ciertos países el Servicio Meteorológico
Nacional imparte cursos básicos intensivos sobre prácticas de observación y sobre análisis de
datos. Una serie de procedimientos de comprobación en el momento de la observación y de
ulterior verificación cuando se analizan los resultados, permite determinar la calidad de la
información obtenida.
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Figura 1.5. Esquema de una estación meteorológica tradicional. Se muestra el
instrumental ubicado en el abrigo meteorológico.
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almacenamiento de datos. La información es almacenada en dispositivos especiales o
enviados a computadoras que la reciben de manera inalámbrica y a tiempo real. La Figura
1.6 muestra un esquema de una estación automática.
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Simultáneamente con estas disciplinas, se desarrollaron sus aplicaciones prácticas y se
originaron diferentes ramas de la meteorología entre ellas la: Meteorología Agrícola, con
campos de estudios propios y requerimientos particulares de instrumental, observaciones y red
de estaciones especializadas.
Además se hizo necesario desarrollar una ciencia climatológica dedicada a estudiar los
elementos bioclimáticos que tienen influencia en el crecimiento y desarrollo de los seres vivos,
y elaborar los índices que permiten identificar las regiones más adecuadas para cada especie en
particular. Es decir, una Meteorología y Climatología cuyo objetivo no fuera la atmósfera en sí
misma, sino su interrelación con la vida animal y vegetal.
La Bioclimatología Agrícola estudia los elementos del tiempo y el clima que influyen
en el crecimiento y desarrollo de los vegetales, para determinar las exigencias bioclimáticas de
los diferentes cultivos. Por lo tanto, además de la información meteorológica se requiere de
información fenológica, para expresar el comportamiento de un cultivo. La Fenología Agrícola
constituye una disciplina que tiene como objeto observar los fenómenos periódicos de los
vegetales y sus relaciones con las condiciones ambientales.
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La tarea del agrometeorólogo consiste en ejecutar todas las técnicas meteorológicas
pertinentes, para ayudar al agricultor a explotar el medio físico lo más eficaz y racionalmente
posible, fundamentalmente con la finalidad de aumentar la producción agrícola y mejorar su
calidad, preservando el ambiente.
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Cuerpo Frío
Caliente
Cuerpo
Figura 2.1.1. Esquema del movimiento del flujo de calor entre dos cuerpos condiferente
temperatura.
2.- Convección
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Convección atmosférica
Aire frío A
B
Aire más
frío
Aire
caliente
Figura 2.1.2. Movimientos del aire frío y cálido en dos situaciones: redistribución de la
energía (A) y proceso de convección térmica (B).
El aire que está en contacto con una superficie caliente, al aumentar su temperatura se
dilata y aumenta su volumen, consecuentemente disminuye su densidad y es obligado a ascender
por el aire más frío y denso que lo rodea, generando una circulación térmica.
3.- Advección
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La figura 2.1.4. muestra los principales cambios de estado que sufre el agua.
a) Evaporación y Condensación
Si se pone al fuego una vasija de agua fría la temperatura del agua aumentará, esta
energía que produce el aumento de la temperatura, se llama calor sensible. Sin embargo, si
continuamos calentando el agua hasta que alcance su punto de ebullición, el aumento de
temperatura cesa y el calor que se sigue agregando se emplea en transformar el agua líquida
en vapor. Este calor ya no está presente como calor sensible, se lo llama calor latente de
vaporización, que puede ser recobrado como calor sensible si después el vapor se condensa.
Estos procesos los podemos observar en la atmósfera cuando se forman nubes o cuando se
producen condensaciones superficiales como el rocío y la niebla.
Temperatura
,
Absorción de
energía
calórica en el
Calentamiento de un
sólido
Fusión de un
Calentamiento de un
líquido
Ebullición de un
líquido
Calentamiento del
vapor
Temperatur
Movimientos moleculares
Interacciones moleculares
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b) Fusión y Solidificación
5.- Radiación
Los procesos anteriores dependen de la existencia de un medio material que puede ser
sólido, líquido o gaseoso. La radiación es el único proceso por el cual la energía es transmitida
a través del espacio aún en ausencia de un medio material. En el espacio interplanetario, entre
el Sol y la Tierra, donde prácticamente no existe materia, la radiación es la única forma de
transferencia de energía.
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La energía solar, es el elemento más importante del clima. El Sol, es la fuente de casi
toda la energía disponible por el sistema climático y a partir de la cual comienzan todos los
otros procesos de transferencia de energía vistos con anterioridad. La energía que emite el sol,
o radiación solar, recibida en la superficie terrestre, es la fuente de casi todos los fenómenos
meteorológicos y de sus variaciones en el curso del día y del año.
La radiación se refiere a la emisión de energía desde la superficie de todos los cuerpos
cuya temperatura absoluta sea superior a 0 K (-273 ºC). En 0 K, la materia se encuentra en
estado de reposo absoluto, su energía interna es nula por lo tanto no emite radiación (Ver Ley
de Stephan). A medida que su temperatura se eleva, las moléculas aumentan su movimiento y
su nivel energético interno. Este movimiento genera, energía radiante
La radiación es de naturaleza compleja: depende de cómo la observemos se
manifestará como una onda o como una partícula. Estas dos teorías no se excluyen, sino que
son complementarias.
Esa emisión solar se produce en forma continua y es acumulada por las plantas en el
proceso de la fotosíntesis, razón por la cual el agrónomo debe conocer los aspectos
característicos de la radiación solar, entre los cuales se destacan la naturaleza del proceso y su
cuantificación, tendiente a lograr su mejor aprovechamiento y la obtención de los máximos
rendimientos posibles. Asimismo, las plantas poseen algunos mecanismos fisiológicos
controlados por la acción de la duración del día, cuya influencia también requiere ser
analizada.
La radiación se caracteriza por su intensidad y calidad.
Formas de expresión:
Factores de conversión:
1 Ly min-1 = 697.93 W m-2
1 Kj m-2 min-1 = 0.0239 Ly min-1
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Calidad: De acuerdo a los parámetros de una onda (figura 2.1.5) la calidad está dada por la
longitud de onda (λ), que se mide en micras (μm=10-6 m) o nanómetros (nm=10-9 m), o la
frecuencia (ƒ), que se mide en Hertz (1 Hz = 1 ciclo s-1). Dado que la frecuencia es el número
de ondas que ocurren en la unidad de tiempo, la velocidad de la luz (c) corresponde al producto
entre la longitud de onda y la frecuencia. Despejando:
c
= m
f
Al ser c una constante independiente, las magnitudes λ y ƒ son inversamente
proporcionales.
Eq = h ƒ
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Según la teoría corpuscular, la radiación UV es, dentro de la radiación solar, la que presenta
fotones con mayor energía, suficiente como para ionizar los átomos en la atmósfera superior,
dando lugar a la IONOSFERA. La capa de ozono presente en la ESTRATOSFERA absorbe
gran cantidad de la radiación UV. Si esta radiación alcanzara la superficie del planeta en grandes
cantidades tendría un efecto letal para los seres vivos.
Todos los materiales reales emiten sólo una fracción de la energía emitida por un
cuerpo negro a una temperatura determinada. La “habilidad de emitir” que tiene un material
real (E), comparada con aquella de un cuerpo negro (En), es denominada emisividad del
material (), para una determinada longitud de onda.
𝐸𝜆
𝜀𝜆 =
𝐸𝑛𝜆
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Energía Emitida
Figura 2.1.9. Relación entre la longitud de onda y la energía emitida por un cuerponegro,
cuerpo gris y un radiador selectivo.
El término cuerpo gris no implica el concepto de color, ya que objetos que no son
grises, como por ejemplo la nieve, pueden emitir como cuerpo gris ya que su temperatura
absoluta hace que el espectro de emisión de la nieve se encuentre en el rango de radiación
infrarroja.
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Por lo que: r + t + a = 1
Si r = 1 (t = a = 0) superficie especular
Si r = 0 (t+a = 1) superficie mate
Si t = 1 (r = a = 0) cuerpo transparente o diatérmico
Si t = 0 (r+a = 1) cuerpo opaco
Si a = 1 (r = t = 0) cuerpo negro
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𝐼𝑅𝐶 − 𝑉𝑖𝑠(𝑟𝑜𝑗𝑜)
𝑁𝐷𝑉𝐼 =
𝐼𝑅𝐶 + 𝑉𝑖𝑠(𝑟𝑜𝑗𝑜)
LEYES DE LA RADIACION
LEY DE KIRCCHOFF
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LEY DE PLANCK:
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Figura 2.1.15. Curvas de radiancia según la ley de Planck, mostrando los máximosde
emisión del Sol y la Tierra y zonas del espectro común entre las curvas de emisión de
estos cuerpos.
Como se puede observar en las curvas (figura 2.1.15), el cuerpo con temperatura más
elevada emite más energía y lo hace a menores longitudes de onda. Debemos aclarar que las dos
curvas se encuentran en escala logarítmica para la longitud de onda.
Se observa que el poder emisivo total es aquél que, integrando todas las longitudes de
onda, es proporcional al área entre la curva y la línea E = 0. Se observa también en las curvas
que la longitud de onda de máxima emisión se encuentra en las longitudes de onda más cortas a
medida que aumenta la temperatura. Estos dos fenómenos se pueden explicar por la ley de
Stephan - Boltzmann y la ley de Wien, respectivamente.
E= .T 4
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LEY DE WIEN
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Figura 2.1.17. Espectro de emisión simplificado donde se muestran las regiones que
corresponden al intervalo de radiación ultravioleta, espectro visible y radiación
infrarroja del Sol (A) y de la Tierra (B).
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El espectro de emisión del sol (ver figuras 2.1.7 y 2.1.17) posee los siguientes
intervalos de energía de interés en agrometeorología:
La tierra emite radiaciones que se hallan comprendidas entre los 4 y los 80 – 100 m.
Por otra parte, la longitud de onda a la cual corresponde la máxima emisión está centrada en los
10 m aproximadamente (ley de Wien), que coincide con una de las ventanas de transparencia
atmosférica (Fig.2.1.14.).
La atmósfera con sus constituyentes afecta sensiblemente a los rayos solares que la
atraviesan antes de llegar a la superficie terrestre. Por esta razón debe considerarse como
intensidad máxima de la radiación solar, la que ella tiene en el límite superior de la
atmósfera.
43
44
In
Ih
Figura 2.1.18. Representación de la ley de Lambert.
In
In
Ih
Ih
44
45
Cuanto más verticalmente llegan al suelo, mayor es la intensidad recibida por cada cm2 de superficie. De aquí la
diferencia entre una solana y una umbría. Esto da lugar al clima solar de las pendientes. Es muy conocido por todos
que las pendientes expuestas al Norte son mejor insoladas en invierno y, por consiguiente, son más calientes
(Hemisferio Sur). (figura 2.1.20).
Estos aspectos se tienen en cuenta, por ejemplo, en el cultivo de hortalizas de primicia. La ubicación de las
jóvenes plántulas sobre la pendiente Norte de camellones orientados preferentemente E-O crea un microclima
particular, para estos cultivos que se practican en invierno o primavera.
Estos camellones se complementan con un abrigo (esteras de paja, plástico, arpillera, etc.) con una inclinación
de 30°, protege a las plántulas del frío e impide un enfriamiento nocturno excesivo, dado que limita las pérdidas
térmicas por radiación (Figura 2.1.21).
Norte
Cultivo Reparo
Camellón
45
46
La órbita descrita tiene una forma de elipse, uno de cuyos focos está ocupado por el sol.
Esto origina que en un momento dado la Tierra se encuentre más cerca del sol (Perihelio,
aprox. 147 .106 km) y que en otro momento esté más alejada (Afelio, aprox. 152 .106 km).
Cuando la Tierra está en el Perihelio, el polo Sur de su eje pende hacia el sol, y cuando está en
el Afelio, es el polo Norte del eje el que se encuentra en esa posición.
Próximos a estas situaciones se encuentran los Solsticios (rayos perpendiculares sobre
los trópicos) de verano para un hemisferio y de invierno para el otro. En el transcurso del
tiempo entre los dos solsticios existe una posición llamada equinoccio, y corresponde a los
dos puntos en que la órbita terrestre es interceptada por el plano focal (ocupado por el Sol)
perpendicular al eje mayor de la elipse. El equinoccio se denomina primaveral para el
hemisferio que tiende hacia el verano y otoñal para el hemisferio que tiende hacia el invierno.
46
47
Para una Tierra hipotética, constituida por un material físicamente uniforme, el hecho
que el solsticio de verano en el hemisferio sur ocurre próximo al perihelio y que el arco de
órbita recorrido durante nuestro invierno dure 7 días más que en el hemisferio septentrional,
significaría que el verano y el invierno serían más intensos en el HS. Sin embargo, contra ello
actúa otro gran factor del clima de origen geográfico, la continentalidad, que no solo anula el
efecto anterior, sino que lo contradice.
Dichos valores graficados para los distintos meses, nos permiten apreciar cómo varia
el goce de radiación astronómica a lo largo del año, para distintas latitudes.
47
48
Figura 2.1.23. Radiación astronómica para distintas latitudes y épocas del año.
La energía solar, a medida que atraviesa la atmósfera, sufre procesos tales como
reflexión, dispersión y absorción. Por ello, una parte de la energía, sobre todo la de menor
longitud de onda, es dispersada en todo sentido por las "partículas" atmosféricas y se
transforma en luz que llega desde el cielo, o luz difusa; otra parte de ella es absorbida por la
atmósfera y finalmente otra parte es reflejada por ésta, por el suelo, y especialmente por las
nubes hacia el espacio exterior.
Absorción:
Se produce absorción selectiva por los gases atmosféricos (sobre todo O2, O3, CO2 y el
vapor de agua). Prácticamente toda la energía de longitud de onda menor a 0,3 (UV) es
absorbida por el O2 y O3 en la alta atmósfera.
48
49
La débil cantidad de UV que alcanza el suelo, tiene gran importancia biológica, pero
su influencia es despreciable en los intercambios de energía.
La parte visible del espectro está sujeta solamente a débiles absorciones selectivas (por
el O2, O3, y el vapor de agua). También se produce absorción no selectiva de cierta
importancia debida a partículas de polvo y hollín.
Dispersión.
D = cte -4
49
50
Ocurre cuando la longitud de onda del rayo incidente es menor que el diámetro de la
"partícula". Es una reflexión en todas las direcciones. Las nubes que poseen partículas de 10
producen difusión (producen luz blanca).
FLUJOS DE RADIACION
Radiación Global (Rg), es la energía de origen solar que llega al suelo y está compuestapor:
b) La radiación difusa o celeste (Rd) Comprende la radiación energética de onda corta que
alcanza a la superficie terrestre pero que ha experimentado en su trayectoria efectos de dispersión
y de reflexión difusa debido a los distintos constituyentes de la atmósfera.
Rg = RD + Rd
a) el ángulo de incidencia y de la superficie sobre la cual actúan los rayos solares. Así,
por ejemplo, una superficie de agua libre tiene un albedo del 71% para un ángulo de elevación
del Sol de 5 grados y del 2% para una altura de 47 grados.
50
51
b) Las condiciones hídricas del suelo y también del grado de deshidratación de los
vegetales. El olivo, por ejemplo, creciendo en condiciones de capacidad de campo (suelo con
contenido óptimo de agua) presenta un aspecto verde oscuro con poco albedo (elevada
absorción). Si aparece una deficiencia de agua, el excedente de energía disponible en relación
al balance de energía, debería traducirse en un calentamiento del follaje, pero el vegetal
reacciona ofreciendo a la radiación incidente la faz blanquecina de sus hojas, es decir la cara
abaxial de las mismas, teniendo así un albedo mayor. El efecto de la condición hídrica del
suelo puede verse a continuación para un suelo cubierto con residuos. Los números en estas
curvas indican una relación del albedo promedio entre un suelo cubierto y uno descubierto,
(figura 2.1.25).
Figura 2.1.25. Variación del albedo según pequeños ángulos de elevación del sol sobre
arena seca, arena húmeda y agua superficial en movimiento.
De la radiación que llega a la superficie del suelo, la que no se refleja, es absorbida por el
suelo. Si la cantidad de energía absorbida por el suelo es mayor que la emitida, el suelo se
calienta. De acuerdo con las leyes enunciadas anteriormente el suelo al tener mayor
temperatura va a emitir más energía y la longitud de onda de máxima emisión va aser menor.
51
52
52
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Calentamiento Global
Para mitigar este efecto, cuando finalice la vigencia del Protocolo de Kioto, se
empezarán a aplicar en 2021 las medidas del Acuerdo de París de 2015. El acuerdo de París es
un acuerdo dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI). Este acuerdo busca mantener el aumento de la temperatura global
promedio por debajo de los 2 °C por encima de los niveles pre- industriales, y perseguir
esfuerzos para limitar el aumento a 1.5 °C, reconociendo que esto reduciría significativamente
los riesgos y efectos del cambio climático. Si un país fallara en cumplir este mandato podría
ser forzado a reducir su producción industrial, desgraciadamente no todos los países
industrializados adhirieron al tratado.
Figura 2.1.27. Variación del contenido de CO2 (ppm) y la temperatura del aire (ºC)
durante los últimos 1000 años.
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54
BALANCE DE RADIACION
Rn ó B = RD + Rd - A + C - Rt
donde:
Rn o B = Radiación neta
RD = Radiación solar directaRd = Radiación solar difusaA = Albedo
C = Contrarradiación
Rt = Radiación terrestre
BALANCE CALÓRICO
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55
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Luz
6 CO2 + 6 H2O ---------------------------- C6H12O6 + 6 O2 -686.000 cal;
clorofila
1 - Difusión del CO2 de la atmósfera: a través de los estomas, hasta el centro de acción delos
cloroplastos; depende exclusivamente de la concentración de CO2 de la atmósfera.
2 - Etapa fotoquímica: en la cual la energía lumínica, se transforma en energía química;depende
exclusivamente de la intensidad de la luz.
3 - Etapa bioquímica: en la cual la energía producida a partir de la luz, se usa para la
reducción del CO2; depende de la temperatura.
Por supuesto, que estos tres elementos: CO2, intensidad de la luz y la temperatura, son
preponderantes e interactúan entre sí.
La fotosíntesis es un proceso ineficiente en la utilización de la radiación solar debido
principalmente a que:
a) Del 100% de la radiación solar, la fotosíntesis aprovecha sólo un 41% que es la
radiación visible
b) Un mol de glucosa equivale a 686 Kcal. La reducción de 6 moles de CO2 para
generar un mol de glucosa (180 g de glucosa), requiere entre 48 a 72 moles de fotones. Si 60
moles de fotones en el medio de las longitudes de onda que son absorbidas por la clorofila
proveen 3120 Kcal, la eficiencia cuántica de la fotosíntesis es, por lo tanto, 686/3120
(aproximadamente 20 %).
c) No toda la radiación incidente es absorbida, hay que considerar el albedo que en
promedio para un cultivo es de un 15%, lo que en definitiva hace que:
41%(del espectro útil). 20%(rendimiento cuántico). 85% (absorción) = 7% de utilización de
toda la radiación solar. (0,21 X.0,41 X.0,85 = 0,07).
56
57
Este valor del 7% se estima considerando que la planta no tiene otras limitaciones para
realizar la fotosíntesis. A campo, es común observar valores menores (2 a 3%), debido a una
menor difusión del CO2 y a temperaturas sub-óptimas que en algunos casos están asociadas con
fenómenos como la sequía. Otro factor que disminuye la eficiencia de la fotosíntesis es la baja
concentración de clorofila (clorosis) causada por falta de nutrientes (nitrógeno,
principalmente) y por enfermedades entre otras.
Dado que en un cultivo a campo encontramos tanto hojas expuestas como sombreadas,
la tasa a la cual los cultivos acumulan materia seca, es proporcional a la cantidad de energía
solar que ellos interceptan durante el ciclo. Experimentos con distintos cultivos y cultivares en
condiciones potenciales de crecimiento, donde el agua y los nutrientes no son limitantes, han
mostrado diferencias en la eficiencia en el uso de la radiación solar (EUR). Este parámetro se
define por la pendiente lineal de la relación entre la radiación interceptada y la materia seca
acumulada, como muestra la figura 2.1.31.
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Materia Maíz
Seca
(g m-2) Girasol
Soja
Las especies C4 tienen los mayores valores de EUR (gr/MJ), seguidos por especies C3 no
leguminosas. Las especies C3 leguminosas tienen los valores más bajos de EUR.
EUR
g/MJ PAR g/MJ solar
Maíz 3,5 1,75
Caña de azúcar 3,4 1,7
Papa 3,2 1,6
Sorgo 2,8 1,4
Trigo 2,8 1,4
Girasol 2,48 1,24
Soja 2,0 1,0
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Figura 2.1. 32. Barra medidora del flujo de fotones y ampliación de su registrador.
Qi
= 1 exp-k LAI
Qr
Qi = Radiación interceptada.
Qr = Radiación recibida.
k = Coeficiente de extinción por arquitectura foliar.
LAI = Índice de área foliar acumulado hacia abajo.
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Referencias:
(1) Sensor de radiación solar (onda corta), (2) Sensor de contrarradiación atmosférica (onda
larga), (7) Sensor de radiación terrestre (onda larga), (9) Sensor de albedo (onda corta).
𝑄𝑟
= 0.18 + 0.55
𝑄𝑎 𝐻
𝑄𝑟 = 𝑄𝑎 0.18 + 0.55
𝐻
donde:
Qa = Radiación astronómica o teórica.
0,18 y 0,55 = constantes que dependen del lugar.
h/H = heliofanía relativa.
𝑒𝑙𝑖𝑜𝑓𝑎𝑛í𝑎 𝑒𝑓𝑒𝑐𝑡𝑖𝑣𝑎
= . 100%
𝐻 𝑒𝑙𝑖𝑜𝑓𝑎𝑛í𝑎 𝑡𝑒ó𝑟𝑖𝑐𝑎
60
61
La luz solar puede ser interrumpida por fenómenos meteorológicos como nieblas, nubes,
etc. La duración del brillo solar sobre un lugar se denomina heliofanía. La cantidad de horas y
décimos de hora de luz solar que diariamente ocurren en un lugar se denomina: Heliofanía
teórica o astronómica (H). Es un elemento astronómico y por lo tanto depende sólo de la latitud
y la época del año (su valor se obtiene por medio de tablas similares a la Tabla II, que se encuentra
al final del capítulo).
La cantidad de horas y décimos de hora en que el sol brilla realmente en un lugar con
suficiente intensidad, se denomina heliofanía real o efectiva (h). Se obtiene por medio de
instrumentos denominados heliofanógrafos (figura 2.1.35).
La duración del día o fotoperíodo tiene influencia sobre una serie de procesos vitales
en las plantas que van desde la formación de tubérculos y bulbos, forma y caída de las hojas,
formación de pigmentos, pubescencia, etc., hasta la producción de flores, frutos y semillas. Esta
última acción ejercida sobre el desarrollo del individuo es motivo de amplio tratamiento en
Bioclimatología Agrícola por su importancia en la delimitación de áreas de cultivo según las
exigencias fotoperiódicas de cada especie ó cultivar.
El fotoperíodo diario o duración del día está determinado por un fenómeno físico de
periodicidad perfecta, siendo en cada lugar el mismo para cada fecha a través de los años. Esta
regularidad determina que la reacción de las plantas no sea compleja, aunque en la interacción con
los otros elementos bioclimáticos, especialmente la temperatura, se presentan inhibiciones o
compensaciones en la acción del fotoperíodo sobre el desarrollo.
61
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Ciclo: Es un período luminoso más uno oscuro y si no hay ninguna otra especificación se
entiende por ciclo al natural de 24 Hs.
F=H+2C
Umbral o Punto Crítico: Fotoperíodo por encima o por debajo del cual (dependiendo de la
especie) se induce la floración.
La duración del día puede obtenerse a partir de la Tabla II, conociendo la latitud y la
época del año. Los crepúsculos también varían con la latitud y época del año, y su duración se
puede obtener de la Tabla III. Ambas tablas se encuentran al final del capítulo.
62
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Son aquellas que sufren un retraso en la floración cuando el fotoperíodo está por
encima del valor máximo, no pudiendo florecer si el fotoperíodo supera un valor crítico, los
cuales son característicos para cada especie y variedad (figura 2.1.36).
Son ejemplos de plantas de días cortos (DC) las siguientes: crisantemo, soja, etc.
Son aquellas que sufren un retraso en la floración cuando el fotoperíodo está por
debajo del valor mínimo, pudiendo no florecer si el fotoperíodo es inferior a un valor crítico,
los cuales son característicos para cada especie y variedad (figura 2.1.37). Son ejemplos de
plantas de días largos los cereales de invierno, cebolla, trébol rojo, espinaca,lechuga.
De igual manera que en las PDC, cuando el fotoperíodo es óptimo, la floración ocurre
en un número constante de días (EVB). En tanto que el fotoperíodo no-óptimo se encuentra
entre el mínimo y el crítico, dando lugar a la etapa Inducida por el Fotoperíodo(EIF).
63
64
Son ejemplos de plantas indiferentes: papa, poroto, algodón, tomate, girasol, etc.
Ejemplo: calcular el fotoperíodo del día 20 de agosto, en horas y minutos de una localidad
ubicada a los 20º de Latitud Sur.
Resolución:
64
65
Tabla I:
RADIACIÓN ASTRONÓMICA (LY/D)
(Constante solar supuesta 1,94 ly/min)
Lat S. Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic
0 856 885 895 866 825 793 800 840 880 863 861 845
10 935 928 894 816 739 696 704 772 851 907 928 932
20 986 945 858 739 632 575 590 682 802 905 968 996
30 1020 934 804 641 512 444 463 570 724 876 981 1035
32 1022 927 787 618 486 417 436 545 705 863 979 1038
34 1024 919 770 595 459 389 409 521 685 851 977 1040
36 1026 912 753 571 433 362 382 496 666 838 974 1043
38 1028 904 736 549 406 334 355 472 646 826 972 1046
40 1029 896 720 526 379 306 328 447 627 813 970 1049
50 1007 832 620 395 242 173 192 317 514 732 933 1041
60 961 738 466 235 96 50 78 189 397 657 905 1025
90 1029 635 105 0 0 0 0 0 0 419 838 1118
Tabla II:
DURACION MAXIMA DE LA INSOLACION DIARIA
(Heliofanía Teórica o Astronómica "H")
Valores en horas y décimos de hora para los días 15 de cada mes.
Lat S Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic
0 12.1 12.1 12.1 12.1 12.1 12.1 12.1 12.1 12.1 12.1 12.1 12.1
10 12.6 12.4 12.2 11.9 11.7 11.5 11.6 11.8 12.0 12.3 12.6 12.7
20 13.2 12.8 12.2 11.6 11.2 10.9 11.0 11.4 12.0 12.5 13.0 13.3
30 13.9 13.1 12.3 11.4 10.6 10.2 10.4 11.0 11.9 12.8 13.6 14.0
32 14.0 13.2 12.3 11.3 10.5 10.1 10.3 11.0 11.9 12.8 13.7 14.2
34 14.2 13.3 12.3 11.3 10.4 9.9 10.1 10.9 11.9 12.9 13.9 14.4
36 14.3 13.4 12.4 11.2 10.2 9.7 10.0 10.8 11.8 13.0 14.0 14.6
38 14.5 13.5 12.4 11.1 10.1 9.5 9.8 10.6 11.8 13.0 14.2 14.8
40 14.7 13.6 12.4 11.1 9.9 9.3 9.6 10.5 11.8 13.1 14.3 15.0
60 17.9 15.3 12.7 9.9 7.4 5.9 6.6 8.8 11.6 14.3 17.0 18.8
90 24.0 24.0 24.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 24.0 24.0 24.0
Tabla III:
DURACION DEL CREPUSCULO CIVIL
Valores en minutos para los días 15 de cada mes
Lat S Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic
20 24 22 22 22 22 23 23 23 22 22 23 24
30 26 24 23 23 24 26 26 25 24 25 26 27
35 28 26 25 25 25 28 28 27 26 27 28 29
40 31 28 26 26 28 30 31 30 28 28 31 32
45 35 30 28 28 31 33 33 32 31 31 34 37
50 40 34 30 31 34 38 38 35 33 34 39 44
60 72 48 40 40 47 56 55 47 42 47 60 101
65
Unidad 2: COMPONENTES ENERGÉTICOS
INTRODUCCION
La temperatura del suelo gobierna los procesos de evaporación, aireación y los tipos y
cantidad de reacciones químicas que tienen lugar en el suelo. Finalmente, tiene influencia en los
procesos biológicos tales como la germinación, emergencia, desarrollo radicular, actividad
microbiana, absorción de agua y sales minerales, y está ligada estrechamente a la temperatura
del aire.
TRANSFERENCIA DE CALOR
66
Figura 2.2.1. Balance calórico en el sistema climático.
RN (BR) = Rr - Re
Los signos en esta ecuación representan la dirección de los flujos de energía, como
muestra la figura 2.2.1. De este modo, mientras el signo positivo de la Rr representa la entrada
de energía al sistema, el signo negativo de la radiación emitida (Re) significa que la superficie
del suelo pierde energía hacia la atmósfera. Se puede decir a grandes rasgos, que la radiación
neta oscila aproximadamente entre 55-70 % de la radiación recibida.
67
La radiación neta que queda en la sistema suelo-planta-atmósfera, es transformada
en calor sensible que se utiliza para calentar el suelo (S), el aire (H) y en los procesos
fisiológicos (M), y como calor latente (lE) en los procesos de evaporación y transpiración.
RN = S + H + lE
La mayor proporción del calor proveniente de la radiación neta se utiliza o disipa como
calor latente de evapotranspiración (lE) y como calor sensible utilizado para el calentamiento
de la atmósfera (H). De acuerdo a las mediciones realizadas, estos flujos presentan los siguientes
valores:
68
Figura 2.2.2.Variación del Balance Radiativo anual en distintas latitudes.
Suelo cubierto: RN = S + H + lE + M.
Las Figuras 2.2.3 y 2.2.4 muestran la variación durante del día de los componentes
del balance calórico o radiación neta.
69
Figura 2.2.3. Representación esquemática del balance de radiación (a), y del balance
calórico diurno (b) y nocturno (c).
Figura 2.2.4. Variación del balance de energía en las distintas horas del día.
Si bien el flujo de calor en el suelo cubierto por una vegetación baja y rala en algún
momento durante el día puede corresponder a una gran parte de la radiación neta, el almacenaje
neto en un período de 24 horas es pequeño debido a que las pérdidas nocturnas del calor del
suelo disipan la ganancia diaria. Por esta razón, la temperatura media del suelo no cambia
apreciablemente de un día a otro.
Estas ecuaciones del balance de energía son aplicables en áreas extensas y uniformes,
en las cuales los flujos de energía son esencialmente "verticales". Sin embargo, sobre pequeñas
regiones se puede verificar la influencia que le imponen las zonas circundantes. En general, el
efecto más importante que reciben es el debido al viento, que en su movimiento horizontal
"transporta" calor, humedad, etc. Este fenómeno llamado advección puede ser especialmente
70
importante en regiones áridas, donde pequeños campos irrigados están a menudo rodeados por
extensiones de tierras sin riego, y el aire cálido entrante puede ser transferido como calor
sensible hacia el cultivo, modificando el balance calórico local.
Las relaciones volumétricas de cada una de las fases del suelo determinan las
características físicas y culturales del mismo. Estas relaciones expresadas en porcentaje (%)
no son fijas, cambian continuamente y son dependientes de las condiciones meteorológicas,
la vegetación y el manejo de los suelos. Un suelo agrícola genérico presenta la siguiente
distribución porcentual: 50% fase sólida, 25% fase líquida y 25% fase gaseosa (figura 2.2.5).
71
Figura 2.2.5. Componentes del suelo.
La atmósfera del suelo tiene una importancia considerable, dado que el oxígeno es
indispensable tanto para la respiración de las raíces como para el desarrollo de los
microorganismos existentes.
72
Figura 2.2.6. Tamaño de las diferentes partículas del suelo.
Los suelos agrícolas son sistemas heterogéneos, a veces estratificados, constituidos por
partículas de distintos tamaños, que se agregan a la materia orgánica dando lugar a la estructura
del suelo. Además, su disposición espacial forma los distintos horizontes del suelo. La fracción
orgánica del suelo constituye del 1 al 5% de su peso, se distingue en ella lo que se denomina
estrictamente materia orgánica (restos orgánicos) y una fracción viva (pequeños animales y
microorganismos) que si bien representan menos del 1% del volumen total del suelo, su
actividad es esencial para la fertilidad del mismo.
Va AIRE
Vp Ma
AGUA
73
Vw M
Vt Mt
SÓLIDO
Vs Ms
Mt: masa total, Ma = (masa de aire + masa de agua), Ms: masa de sólido
Se entiende por densidad real de un suelo a la relación existente entre la masa de la fracción
sólida sobre el volumen que ella ocupa (sin considerar la fracción porosa), (ρs= ms/vs), sus
unidades son g/cm3.
Por su parte, la densidad aparente es el cociente entre la masa de la fracción sólida (masa
del suelo seco) y el volumen total del suelo (ρm = ms/vt), sus unidades son g/cm3, (figura
2.2.7).
Las partes en volumen ocupadas por las 3 fases expresadas en porcentaje se las puede
identificar como Vs, Vw y Va, cuya suma corresponde al 100 %.
74
La densidad del suelo (m) y su calor específico (Cs) pueden ser determinados,
ignorando al aire por su baja densidad y tomando la densidad del agua como 1 g/cm3, de la
siguiente manera:
m = 0.01 (Vs s + Vw w) [g/cm3]
El calor específico (Cs) de una sustancia (suelo, en este caso) es la cantidad de calor necesaria
para elevar la temperatura de 1 gramo de suelo en 1°C, sus unidades son: cal°C-1g-1; el
mismo se puede expresar también, por unidad de volumen, la expresión a la que se arriba,
corresponde a la capacidad térmica volumétrica (Cv o (c)m).
Cv = (c)m. = Cs . m
La mayoría de las sustancias minerales del suelo tienen valores de densidad y capacidad
calórica semejantes de 2,66 g/cm3 y 0,48 cal K-1cm-3, respectivamente. (Tabla 2.2.1).
La (c)m es una constante del suelo verdadera para aquél que está completamente libre
de agua (Vw =0), y su valor se incrementa linealmente con el contenido creciente de agua.
(Tabla 2.2.2).
75
Tabla 2.2.2. Relación entre el contenido de agua y la capacidad térmica volumétrica.
Con los valores de la Tabla 2.2.2 se puede construir la siguiente gráfica (figura 2.2.8),
donde podemos apreciar la variación de la (ρc )m y el contenido hídrico en el suelo Vw.
(ρc)m
[cal/cm3ºC]
Los materiales constituyentes del suelo varían considerablemente en sus valores de calor
específico y densidad real. Por ello, dependiendo de la proporción de los mismos y sobre todo
del contenido de humedad del suelo, el calor específico y la capacidad térmica volumétrica
pueden variar ampliamente (Tabla 2.2.2).
76
T
S [cal / cm2 s]
x
Además, la conducción del calor depende de la habilidad del medio para realizar su
transferencia. Esta propiedad se refiere a la conductividad térmica, que se expresa mediante el
“coeficiente de conductividad térmica específico ó de Fourier (λ)”.
77
*0,1 0,4 0,6
fracción
volumétrica de
la parte solida
Figura 2.2.9. Variación de la conductividad térmica de distintas texturas del suelo con
el contenido hídrico (Vw)
En esta fórmula:
S : es el flujo calórico (cal cm-2 s-1), es la conductividad térmica (cal cm-1s -1°C-1) y
T
: es el gradiente térmico (variación de la temperatura con la profundidad °C cm-1).
x
Dependiendo de su valor, si resulta negativo (cuando la temperatura disminuye con la
profundidad), se considera que la dirección del fluyo es negativo, es decir el calor se dirige hacia
abajo. Si resulta positivo, la temperatura aumenta con la profundidad, la dirección del flujo es
hacia arriba).
Pero cuando la condición del suelo es heterogénea es decir sus características no son
constantes, se puede invocar el principio de conservación de la energía y establecer que "en
ausencia de alguna fuente extra de calor, el tiempo necesario para el cambio de contenido de
calor en un volumen de suelo debe igualar a la variación del flujo con la distancia".
78
S T
( .c )m. cal cm-3 s-1
x t
donde:
S
: es la variación del flujo con la distancia.
x
. c m: es la capacidad calórica volumétrica, y
T
: es la variación de temperatura en el tiempo.
t
a = / ( c) m [cm2 seg-1]
La difusividad térmica es la propiedad física que influye sobre la velocidad con que se
calienta o enfría un volumen de suelo por efecto de un gradiente térmico.
79
*0,1 0,4 0,6
fracción
volumétrica de
la parte solida
80
Primera ley de Angot
Las amplitudes térmicas a cierta profundidad en el suelo (se supone que las propiedades
del suelo incluyen porosidad, contenido de agua y contenido de materia orgánica son uniformes
con la profundidad) pueden ser estimadas por:
( X1 X 2 ).
S2 S1 . e a.P [ºC].
Donde:
S2 : es la amplitud diaria de la temperatura a la profundidad (x2);
S1 : es la amplitud diaria de la temperatura a la profundidad (x1);
P: tiempo de oscilación o período de un día (84600 s).
a: difusividad térmica.
e: 2,71828 base de logaritmo neperiano (función exponencial).
81
Profundidad, cm
Por ejemplo, para un suelo cuya difusividad a es de 0,0013 cm2 s-1, y el momento de
ocurrencia de la temperatura máxima en la superficie ocurra a las 12:30 hs, la máxima a una
profundidad de 8 cm debería llegar 18398 segundos más tarde, esto es a las 17:37 hs.
No siempre las ecuaciones anteriores pueden ser usadas de manera práctica porque en
muchos casos no son satisfechos los supuestos matemáticos sobre los cuales están basadas. La
conductividad y el calor específico volumétrico varían sistemáticamente con la profundidad y
cambian con el tiempo. La onda térmica originada en la superficie, además, se aparta
significativamente de la curva sinusoidal asumida en la evaluación. También el contenido de
agua modifica los valores de difusividad (a), siendo esta condición muy variable en la
agricultura de secano.
82
Los retrasos en la ocurrencia de las temperaturas extremas a medida que aumenta la
profundidad en el suelo puede visualizarse en el la figura 2.2.13.
83
hacia abajo en todo el espesor del horizonte. En cambio, a las 22 hs el calor fluye hacia arriba y
hacia abajo desde la profundidad de 20 cm.
Profundidad, cm
Las distintas estaciones del año muestran perfiles de temperatura diferentes. En el verano
existe una ganancia diaria neta o almacenamiento de calor en el suelo, mientas que en el invierno
ocurre lo contrario (figura 2.2.15).
84
Figura 2.2.15. Evolución estacional de los perfiles de temperatura del suelo.
Germinación
La velocidad de absorción del agua por las raíces no es sólo función de la demanda
evaporativa de la atmósfera (evapotranspiración), sino que depende también de la temperatura
del suelo. A bajas temperaturas la absorción del agua y elementos minerales decrece. Las plantas
originarias de climas cálidos acusan un decrecimiento de la absorción debido a la temperatura
mucho más pronunciado que las especies originarias de regiones templadas. De este modo, la
85
sandía y el algodón a 10ºC sólo absorben un 20% del agua absorbida a 25ºC, es decir cuando
no existe limitación térmica. El repollo, por su parte, a 10ºC absorbe el 75 % del agua que
absorbe a 25ºC.
En algún caso, pueden ocurrir problemas fisiológicos que dan lugar a un amarillamiento
y marchitamiento de hojas ocasionados por un desequilibrio entre la radiación solar y la
temperatura del aire (que favorecen la transpiración y el metabolismo celular de las hojas), con
respecto a la temperatura del suelo. Cuando la temperatura del suelo esta desacoplada del
régimen de radiación y resulta notablemente más baja que la temperatura del aire, la absorción
de agua y elementos minerales por el sistema de raíces se ve afectado dando lugar al efecto antes
mencionado.
En muchos casos, la temperatura del suelo es más importante que la temperatura del aire
para el crecimiento vegetal. En las regiones tropicales, las altas temperaturas causan
deformación en los tubérculos de papa. La temperatura óptima del suelo para la papa es 17ºC,
pero los tubérculos no crecerán si la temperatura del suelo supera los 29ºC, con mermas
consecuentes en el rendimiento.
Asimismo, algunas experiencias ponen de manifiesto que los rendimientos de maíz están
estrechamente relacionados con las temperaturas del suelo en la época de siembra. Si durante al
etapa de establecimiento del cultivo la temperatura del suelo permanece debajo de lo normal, y
las condiciones meteorológicas son de tiempo húmedo y frío, es probable que los rendimientos
se vean reducidos.
Los suelos arenosos tienen baja capacidad calórica, baja conductividad térmica y menor
enfriamiento evaporativo; por los tanto, se calientan más rápidamente en primavera que los
suelos arcillosos. Bajo esta condiciones, en los suelos arenosos (ligeros) el crecimiento vegetal
comienza con anterioridad que en los suelos arcillosos (pesados). En otoño, en cambio, los
suelos arenosos se enfrían rápidamente por radiación mientras que los suelos pesados
permanecen relativamente más cálidos. Los suelos arenosos son, en general, más sensibles a los
cambios meteorológicos.
La baja conductividad térmica de los suelos arenosos hace que la energía recibida se
concentre principalmente en una delgada capa de suelo. Esto, junto con la baja capacidad
calórica, origina una gran elevación de la temperatura. En consecuencia, un suelo arenoso se
86
calienta de manera extraordinaria en sus capas superiores en una tarde de verano. Estos
comportamientos se pueden observar en las figura 2.2.16 A y B a nivel superficial y a una
profundidad de 5 cm, respectivamente.
Los suelos arenosos en general tienen menor capacidad de retener el agua y mayor facilidad de
drenaje, razón por la cual es mayor la probabilidad de encontrarlos secos. En este caso, la
disminución de la amplitud térmica con la profundidad es más rápida en suelos livianos que en
los pesados. En condiciones de suelo húmedo, en cambio, tanto los suelos arenosos como los
arcillosos presentan una variación de la temperatura más atenuada (debido a la capacidad
calórica del agua). El efecto del agua que infiltra en la distribución de la temperatura a través
del perfil edáfico es más pronunciado en suelos livianos.
A
Temperatura, ºC
B
Temperatura, ºC
87
Figura 2.2.16. Variación diaria de la temperatura del suelo en superficie (A) y a 0,05 m
de profundidad (B) en verano.
Tanto la pendiente del terreno como su orientación influyen sobre la temperatura del
suelo, ya que la radiación recibida está determinada directamente por estos factores. La
pendiente afecta la recepción de la radiación por unidad de área debido al efecto “coseno”. De
igual forma, la orientación afecta el flujo calórico ya que las pendientes que están expuestas al
sol capturan mayor energía.
Por ello, la orientación es un factor más importante en latitudes medias que en regiones
polares, y en mayor medida en verano que en invierno. Además, en ausencia de nubes las
pendientes que "miran" hacia el NO (por la tarde) son en general más cálidas que las del NE
(por la mañana). Esto es consecuencia principalmente de la evaporación del rocío en la mañana
que también requiere energía.
88
Figura 2.2.17. Variación de la temperatura del suelo en el surco y en el camellón.
En la noche, el suelo trabajado está más frío y más expuesto a heladas que el suelo sin
cultivar. Debajo de la capa arada la condición se revierte: el suelo arado tiene temperatura un
poco mayor.
La capa de suelo arada, se hace mala conductora del calor debido a su gran porosidad
que tiende a oponerse a la propagación del flujo calórico proveniente de capas profundas. El
calor tiende así a conservarse en el nivel considerado. En consecuencia, la temperatura de las
capas subyacentes es más elevada. En los suelos no trabajados, una mayor conducción térmica
compensa de noche las pérdidas por radiación y frena el enfriamiento superficial.
89
suelo pierde por radiación térmica de onda larga una parte de la energía térmica que se ha
almacenado en el curso del verano. Si el suelo está cubierto de vegetación (que hace de pantalla
a la radiación) el enfriamiento del suelo será, entonces, menos intenso.
Durante la noche, bajo condiciones de cielo despejado con fuerte radiación, el suelo es
la principal fuente de calor que evita un enfriamiento muy intenso de la superficie del suelo y
de las capas bajas de la atmósfera. Una cubierta vegetal o un mulch de paja, por ejemplo,
reduciría esta contribución del suelo, provocando que la temperatura mínima de la superficie
sea más baja y el enfriamiento de las capas de la atmósfera cercanas al suelo será, por lo tanto,
más intenso.
Figura 2.2.18. Temperatura del suelo a 0,05 m de profundidad registrada los días 14 y 15
de Enero de 1981, en Rafaela (Santa Fe)
90
TABLA II : MAGNITUDES DE ALGUNAS CONSTANTES EN LA ECONOMIA DE CALOR DEL SUELO
(Ordenadas en forma decreciente de acuerdo a la conductividad térmica)
91
INSTRUMENTAL DESTINADO A MEDIR TEMPERATURA DEL SUELO
GEOTERMÓMETROS COMUNES
En estos instrumentos el ángulo formado por la parte que va enterrada y el resto del
mismo es de 90°, por lo que una vez instalados, la escala queda en forma horizontal apoyada
sobre el suelo.
Los geotermómetros de máxima, tienen un índice de metal liviano, ubicado dentro del
capilar pero fuera del alcohol, por lo que al aumentar la temperatura , el índice es desplazado
por el menisco del alcohol que se dilata. Cuando la temperatura desciende, el alcohol se contrae,
dejando inmóvil al índice, cuyo extremo más cercano al bulbo dejará indicada la máxima
temperatura ocurrida en un lapso de tiempo determinado.
92
Figura 2.2.21. Esquema de geotermómetros comunes acodados a 30º.
93
Figura 2.2.23. Geotermómetros ubicados en una estación meteorológica, con la malla
protectora correspondiente.
TELEGEOTERMOGRAFO
Consta de un bulbo de acero al que le sigue un capilar también de acero (de hasta 50
metros de largo) que termina en una cápsula de Bourdon llena de alcohol (elemento sensible).
El otro extremo de ese capilar se conecta a un fuelle y este a su vez mediante un sistema de
palancas a la pluma inscriptora que va graficando sobre una faja de papel las variaciones de la
temperatura. Con el objeto de compensar el error producido por el calentamiento del capilar
largo, el aparato consta de un segundo capilar ciego, paralelo al anterior que termina en otro
fuelle que anula el error cometido por el primero.
Se utilizan para medir la temperatura del suelo, pero también se emplean para medir la
temperatura del aire, silos, etc.
94
95
96
Unidad 2. COMPONENTES ENERGÉTICOS
PRESION ATMOSFÉRICA
Importancia
La atmósfera, constituida por una mezcla de gases y elementos no gaseosos, tiene fuerza
elástica, es comprensible y tiene peso. Para que en una masa de aire haya equilibrio es necesario
que la fuerza elástica del aire sea igual a la presión que soporta por acción de las capas
superiores. En Meteorología, se designa indistintamente al término presión atmosférica para
designar ya sea la fuerza elástica del aire o bien la presión que soporta. La presión atmosférica
se manifiesta en todas direcciones, incluso de abajo hacia arriba.
Si bien como elemento del clima la presión atmosférica tiene escaso interés agrícola,
como ya hemos dicho, la tiene en gran medida como factor del clima, pues determina la
circulación atmosférica y es la causa principal de los vientos.
97
invirtió e introdujo el citado extremo en un recipiente que contenía mercurio, tal como lo indica
la figura 2.3.1.
Al retirar el dedo notó que el mercurio en el tubo descendía hasta una altura aproximada
de 76 cm respecto de la superficie libre del recipiente. Sucede que sobre la superficie del líquido
contenido en el recipiente, la presión que ejerce el aire, equilibra el peso de la columna mercurial
contenida en el tubo, como si fuera una balanza. Esa altura expresada en milímetros (mm) da
una medida de la presión atmosférica.
Por tal motivo, la presión o fuerza que ejerce la atmósfera sobre un centímetro cuadrado,
en un principio se expresó en milímetros de mercurio (mm de Hg), para indicar la altura de la
columna de mercurio que equilibra dicha presión. No es suficientemente exacto expresarla en
una unidad lineal, arbitraria, siendo más lógico hacerlo con unidades de presión.
La presión atmosférica puede ser medida con instrumentos tales como el barómetro de
mercurio y el barógrafo aneroides. El barómetro de mercurio (figura 2.3.2) consta de un tubo
de vidrio, largo y hueco, del cual se ha extraído el aire; este tubo se coloca con su extremo
abierto abajo, dentro de un recipiente o cubeta llena de mercurio; la presión del aire exterior
obliga al mercurio de la cubeta a penetrar y ascender por la cámara vacía existente en el interior
98
del tubo; el mercurio ascenderá hasta equilibrar la presión que ejerce el aire sobre una superficie
de la cubeta, de área igual a la sección del tubo. Así, por ejemplo, si la sección del tubo es de un
cm2 y la presión del aire normal, el mercurio alcanzará una altura tal que su peso sea de 1,033
kg. Cuando la presión atmosférica varíe, la altura del mercurio fluctuará siguiendo dichas
variaciones. Tras la lectura del barómetro deben hacerse las siguientes correcciones: corrección
por elevación, por temperatura, por latitud, es decir por gravedad, y corrección por instrumental.
99
fuerza por unidad de área. Una fuerza es igual a la masa sobre la cual actúa multiplicada por la
aceleración que le produce. Entonces:
100
fuerza masa x aceleración
presión = ---------- = -------------------------
área área
Si consideramos una columna vertical de aire, figura 2.3.4, y dividimos la columna en capas
delgadas siendo ∆z la altura de cada una, z significa la altura y ∆z un pequeño incremento de
altura. Si a es el área de la sección recta, el volumen es a∆z, y si ρ es la densidad, la masa de
una capa es ρa∆z. Además, si consideramos a la aceleración de la gravedad, g, la fuerza debida
a la gravitación es ρga∆z, y por unidad de área es:
ρg∆z
- ∆p = ρ g ∆z
alturas crecientes
presiones decrecientes
B .................................................
∆z
A ......................
a
Figura 2.3.4. La diferencia de presiones entre dos niveles A y B está determinada por
el peso del aire entre dichos niveles.
101
Distribución Vertical (Variación con la Altura)
Ello ocurre porque el aire es fácilmente compresible. A una mayor altura sobre el nivel
del mar, el aire está sometido a menor presión y, en consecuencia, su densidad disminuye
exponencialmente.
102
103
Variaciones de la Presión Atmosférica.
Como ya hemos visto, la presión atmosférica presenta una notable variación con la altura
(figura 2.3.5) debido a que los gases son compresibles, la presión del aire situado por encima,
comprime notablemente al inferior y, por tanto determinan aumento de la densidad del aire
situado junto al suelo. Esta compresión es la que justifica la rápida disminución de la densidad,
o de la presión, del aire con la altura.
1) Variación Periódica Diaria: Es de doble onda y sus causas aún no han podido ser
bien explicadas. En términos generales, la presión atmosférica aumenta desde las 4
horas hasta las 10 horas, luego baja hasta alrededor de las 16 horas, volviendo a subir
hasta las 22 horas, para descender nuevamente hasta las 4 horas aproximadamente.
Es decir, que se presentan dos valores máximos a las 10 y 22 horas, y dos mínimos
a las 4 y 16 horas, valores éstos que son bastante notables en países tropicales
(algunos milímetros), mientras que en los países templados esta variación es menor
(medio milímetro), y además de menor amplitud. (figura 2.3.6)
La marcha diaria también depende de la época del año. En líneas generales en
verano, el valor de la máxima de la mañana sufre un adelanto y se produce
antes de las 10 horas, mientras que el valor mínimo de la tarde se atrasa. El
máximo de la noche no se modifica mayormente en el transcurso del año.
104
La amplitud diaria de la variación, es decir la diferencia entre el valor máximo y el
valor mínimo de la presión atmosférica en el día, es mayor en verano que en invierno y
en el interior del país que en zonas costeras.
Durante el curso del año, la presión atmosférica sufre una variación bastante regular. En
nuestro país, el valor máximo lo encontramos al finalizar el invierno y el valor mínimo en los
meses de verano, comportamiento que se debe en gran parte a la marcha de la temperatura del
aire.
Isobaras
105
- Los centros de bajas presiones o ciclones.
Dado que la presión barométrica varía con la altura sobre el suelo, los mapas isobáricos
dan la presión referida al nivel del mar. Pero en la mayor parte de los fenómenos
meteorológicos, la consideración de las presiones en la superficie no basta, también se traza
simultáneamente los mapas que dan las líneas de nivel de la superficie isobara correspondiente
a 700, 500, 300 hPa, etc.
Centros de Presión
Se llama área o centro ciclónico (centro de baja presión) a una región geográfica
rodeada de isobaras cerradas y concéntricas, cuyo valor disminuye hacia el centro (figura 2.3.7).
El viento sopla en principio de las altas a las bajas presiones, es decir, desde afuera hacia adentro
y debido a la desviación que sufre el viento, los filetes son casi tangentes a las líneas isobáricas,
pero con una leve desviación hacia el centro, lo que origina un verdadero sistema en espiral de
vientos convergentes. En el Hemisferio Sur, como los vientos se desvían hacia la izquierda, la
espiral tiene un movimiento en el sentido de las agujas del reloj.
Los centros ciclónicos abarcan por lo general grandes extensiones y su diámetro puede
ser de varios centenares de kilómetros. Están constituidos normalmente por aire caliente y en
ellos existe una corriente ascendente de aire, de gran importancia, porque determina la
formación de nubes y lluvias. Lo corriente es que un centro ciclónico esté vinculado a tiempo
nublado y lluvioso.
Se llama área o centro anticiclónico (centro de alta presión) a una región geográfica
rodeada de isobaras cerradas y concéntricas, donde la presión aumenta hacia el centro. En
consecuencia, el viento soplará de adentro hacia afuera y, por efecto de la desviación, se origina
un verdadero sistema en espiral que tiene en el área anticiclónica un movimiento contrario al de
las agujas del reloj.
Los centros anticiclónicos (figura 2.3.7) también abarcan grandes extensiones, están
constituidos por aire frío y en ellos existe una corriente descendente de aire, característica que
impide la producción de nubes y precipitaciones. Lo normal es que los centros anticiclónicos
presenten tiempo con cielo despejado.
106
1 2
Figura 2.3.7. Representación esquemática de un centro ciclónico (1) y un centro anticiclónico (2) y
sus vientos, en el Hemisferio Sur. Los valores 1005, 1010, 1025, etc. indican los hectopascales de la
presión atmosférica a nivel del mar.
Las cartas del tiempo que continuamente se elaboran no dicen nada de como se
distribuye la presión atmosférica en forma normal. No obstante, el cómputo de estos valores de
presión acontecidos durante una serie prolongada entre 20 o 30 años, dará una idea general de
su distribución sobre la superficie de la Tierra. Si se considera ésta como si fuese un rectángulo,
encontraremos la siguiente distribución media en ambos hemisferios (Figura 2.3.8).
1) Sobre la faja ecuatorial, es decir la comprendida entre los 15°LS y 15°LN de la línea del
Ecuador la presión atmosférica es baja.
2) A partir de los 15°LS y hasta los 40°LS, se encuentra una banda de altas presiones. Los
valores más altos se registran sobre los mares. A cada lado de América del Sur existen dos
anticiclones. El más intenso se encuentra sobre el Pacífico, frente a Chile. El otro, en el
Atlántico, frente a Uruguay.
107
Figura 2.3.8. Distribución geográfica de la presión sobre la superficie de la tierra.
3) Desde los 40°S de latitud, la presión baja rápidamente hasta los 60°.
Los centros de altas o bajas presiones se desplazan hacia el Norte o hacia el Sur, según
las condiciones del tiempo. Además, en ciertos casos éstos son semipermanentes pues suelen
separarse o juntarse según las épocas del año.
108
Las isobaras de Enero tienen valores de presión atmosférica menores ue los anuales,
especialmente entre los 20° y 45° de latitud S. La faja de altas presiones alrededor de los 15° y
40°S queda quebrada, separándose perfectamente los anticiclones del océano Pacífico y del
Atlántico, por una faja de presiones bajas, inferior a los 1010 hPa. Ello tiene una consecuencia
climática notable: el aire cálido y húmedo de las regiones tropicales llega a gran parte de nuestro
país, produciendo lluvias de verano en las zonas del centro y del norte.
Las isobaras de Julio en el H. Sur se asemejan a las anuales, a diferencia que tienen
valores de presión atmosférica mayores que los anuales, especialmente entre los 20° y 40° de
latitud. Por otra parte al acercarse los anticiclones del Pacífico y del Atlántico, se restablece la
faja de altas presiones sobre el continente sudamericano, la que se halla más al Norte que en
pleno verano. Debido a ello en el centro-norte del territorio argentino prevalecen condiciones
anticiclónicas, con tiempo seco y luminoso, lo que se observa claramente en Córdoba, Tucumán,
Catamarca, Salta y Jujuy.
Figura 2.3.9. Situación atmosférica en América del Sur en Enero. Isobaras y vientos
en superficie; ubicación de la Zona de Convergencia Intertropical y centros de baja y
alta presión (Frere et al.1975).
109
Figura 2.3.10. Situación atmosférica en América del Sur en Julio. Isobaras y vientos
en superficie; ubicación de la Zona de Convergencia Intertropical y centros de baja y
alta presión (Frere et al.1975).
EL VIENTO
Introducción
El viento es el aire en movimiento en una dirección que se considera prácticamente
horizontal, ya que el movimiento vertical del aire recibe la denominación de corriente
ascendente o descendente. La intensidad y la dirección del viento son determinadas por la
variación espacial y temporal del balance de energía en la superficie terrestre, que causa
variaciones en el campo de la presión atmosférica.
110
Asimismo, se debe considerar la posibilidad de la utilización directa de la energía eólica
con fines agropecuarios. Por ejemplo, para movilizar distintos implementos de uso agrícola o
bien mediante su transformación en energía eléctrica, en desgranadores, molinos, bombas,
refrigeradores, calentadores, incubadoras, instalaciones eléctricas, instalaciones de radio, etc.
Para que una masa de aire esté en equilibrio, es necesario que la presión en todos los
puntos de un mismo plano horizontal sea la misma. El nivel del mar se toma como referencia y
la presión reducida a ese nivel se utiliza para el estudio de su distribución.
Estas observaciones son, no obstante, poco precisas, sobre todo si los vientos son débiles
(de poca velocidad). Se utilizan entonces instrumentos como las veletas (figura 2.3.11), las
mangas y los balones sondas.
111
Figura 2.3.11.Veleta instalada sobre eje con los puntos cardinales
112
La Velocidad del Viento
El viento, como ya hemos dicho, se desplaza desde áreas de mayor presión (áreas más
frías) hacia aquellas de menor presión (áreas más cálidas), cuanto mayor es la diferencia entre
las presiones de esas áreas, mayor será la velocidad de desplazamiento. La velocidad del viento
también es afectada por la rugosidad de la superficie creada por los obstáculos (vegetación,
construcciones, relieve montañoso, etc.) y por la altura por encima de la superficie, en que es
medido. Cuanto más próximo a la superficie, mayor es el efecto de fricción con el terreno,
desacelerando el movimiento y disminuyendo la velocidad del desplazamiento del aire. ese
bloque impuesto por la superficie hace que parcelas de aire de mayor velocidad se dirijan hacia
abajo generando un impulso repentino en el aire próximo al suelo; ese aumento brusco en la
velocidad del viento se denomina ráfaga.
Por simple observación, se puede constatar que los movimientos horizontales del aire,
tienen lugar con mayor o menor velocidad por la manera en que se agitan los árboles, por el
transporte de polvillo, etc.
La velocidad del viento es, por definición, el número de metros recorridos por una masa
de aire en un segundo. Decimos por ejemplo que la velocidad del viento es de 14 m/s, 30 m/s,
70 km/h, etc. Siendo 1 m/s = 3,6 km/h.
La velocidad del viento se puede medir mediante distintos instrumentos. La figura 2.3.13
muestra el anemómetro de cazoletas o copelas (Tipo Robinson), mide la velocidad del viento
de acuerdo al número de revoluciones que el aire imprime a un molinete de tres o cuatro brazos
iguales. Cada uno de los extremos de cada brazo lleva una semiesfera hueca (taza, cazoleta o
copela) y el otro extremo de cada brazo se fija a un eje vertical. Cuando actúa el viento sobre el
lado cóncavo de las cazoletas, se origina un movimiento giratorio del sistema por medio de un
contador o dispositivo eléctrico será posible conocer la distancia recorrida en un período de
tiempo dado, pudiendo así calcular la velocidad media del viento.
113
Figura 2.3.13. Anemómetro de cazoletas (Tipo Robinson)
De esas plumas, las dos superiores se mueven alternativamente, sirven para registrar la
dirección del viento: la superior para los vientos que vienen de las direcciones N, E, y S, y la
otra para los de las direcciones S, W y N. La tercera pluma accionada por la cama inferior traza
en su diagrama, el recorrido total del viento en función del tiempo, cumpliendo una subida cada
5000 metros de recorrido del viento y una bajada para igual recorrido. Los elementos sensibles
se ubican a 2 o 10 metros de altura, condición que se debe tener en cuenta cuando se analizan
los valores obtenidos.
114
sensores para medir velocidad del viento (cazoletas) y dirección del viento (veleta) de manera
instantánea.
Cuando es necesario medir velocidad y dirección del viento dentro de un cultivo, por
ejemplo, se puede utilizar el anemómetro portátil (figura 2.3.16), formado también por las
cazoletas y la veleta. En este caso, la expresión de la velocidad instantánea se expresa en m/s.
Los perfiles diarios de la velocidad del viento, presentan grandes variaciones de un día
a otro debido a cambios en las condiciones meteorológicas. Pero en los perfiles medios
obtenidos como medias mensuales o períodos más largos de tiempo, es posible distinguir, cerca
de la superficie, una onda que describe los cambios diarios en la velocidad del viento.
115
La velocidad del viento se incrementa rápidamente después de la salida del sol, alcanza
su máximo a mediodía o a primeras horas de la tarde y disminuye bruscamente tras la puesta
del sol (figura 2.3.17). Las noches son normalmente calmas. La duración del intervalo en que
predomina la calma aumenta al aproximarse a la superficie del suelo. Durante la noche, con
frecuencia se produce inversión de la temperatura en las capas bajas de la atmósfera, es decir,
las capas más próximas al suelo son las más frías y también las más pesadas y densas, el aire
está en equilibrio estable, de aquí la calma consiguiente.
El incremento de la velocidad del viento tras la salida del sol, es debido a una más rápida
y eficiente transferencia de momento durante el día en la capa límite atmosférica, por un
aumento de su inestabilidad convectiva. Durante el día, por el contrario, las capas próximas al
suelo son las más calientes, el aire es más liviano y el equilibrio es inestable.
Figura 2.3.17. Variaciones diarias de la velocidad media del viento (base anual) para
distintas alturas dentro de la capa límite atmosférica cerca de Oklahoma (EE.UU).
La fuerza del viento depende de su velocidad. Por ello, en el lenguaje corriente se habla
de la fuerza del viento para expresar su velocidad.
Si entre dos lugares A y B existe una diferencia de presión, decimos que entre ellos se
establece un gradiente.
116
1
F= .G
a
La fuerza del viento puede ser medida por el anemómetro pendular (figura 2.3.18) a
través de la presión que ejerce el mismo sobre una superficie. En realidad, es una veleta con dos
agregados:
a) Tiene una planchuela rectangular suspendida por su borde superior a un eje horizontal,
alrededor del cual puede describir un amplio giro. El eje se encuentra fijo a la flecha de la veleta,
a la que acompaña en sus movimientos. b) Un arco de metal fijo al brazo de la flecha. El arco
está provisto de puntas dispuestas a distancias desiguales, de tal modo que la planchuela, en su
movimiento provocado por el viento, señala siempre algún punto del arco. Las puntas citadas
indican fuerzas en números Beaufort. este anemómetro no responde a velocidades inferiores a
las correspondientes al número 2 de la escala, ni superiores al número 9 de la misma.
Figura 2.3. 18. Esquema del anemómetro pendular mostrando la planchuela y el arco
graduado.
Tabla IV.1. Escala adaptada de Beaufort para las velocidades del viento (Pereira, Angelocci y
Sentelhas, 2002).
117
8 Viento fuerte y prolongado; imposible caminar 61 a 75
9 Vendaval; daños en edificaciones 76 a 100
10 Tornado; daños generalizados > 100
Fuerzas y movimiento.
Las fuerzas actuantes en el movimiento del aire son: fuerza de la gravedad, fuerza del
gradiente, fuerza de rozamiento y la fuerza desviadora de Coriolis. Debido a que la
componente vertical de la fuerza debida a la presión se compensa con la fuerza debida a la
gravedad, no hay que tener en cuenta el efecto conjunto de las dos. Subsiste, sin embargo la
componente horizontal de la fuerza debida a la presión.
p
G =
l
Si la Tierra no girase sobre su eje, los vientos seguirían la dirección del gradiente de
presión. La rotación sobre su eje produce el efecto Coriolis el cual tiende a curvar el flujo de
aire. Un objeto o fluido moviéndose horizontalmente en el Hemisferio Norte tiende a desviarse
hacia la derecha de la trayectoria de su movimiento, independientemente de la dirección de éste.
En el Hemisferio Sur, ocurre un efecto similar pero hacia la izquierda de la trayectoria. . La
fuerza de Coriolis no actúa sobre el Ecuador, pero se incrementa en fuerza a medida que nos
118
acercamos a los polos. La fuerza de Coriolis, que es perpendicular a su trayectoria del aire tiene
como expresión:
D = 2..V.sen
Donde:
= velocidad angular de la rotación de la tierra
V = velocidad del viento
= latitud geográfica
La figura 2.3.19 muestra el efecto desviador de la dirección del viento producido por la
fuerza desviadora de Coriolis.
119
Figura 2.3.19. Efecto desviador producido por la rotación terrestre.
c) Fuerza de Fricción
Viento Geostrófico
Bajo la acción del gradiente barométrico G, cada unidad de masa de aire atmosférico
está sometido a una "fuerza de gradiente" igual a G/a (siendo "a" la densidad del aire), dirigida
de las altas a las bajas presiones. Si esta fuerza actuase sola, el viento soplaría en esa dirección,
y siguiendo la línea de mayor declive barométrico.
El viento que resulta en el régimen permanente del equilibrio entre la fuerza del
gradiente y la fuerza de Coriolis (considerando rozamiento nulo), se llama "Viento
Geostrófico" su trayectoria es paralela a isobaras rectas. Es un viento teórico y su velocidad
puede ser calculada al formular la igualdad de las fuerzas que lo producen:
120
G
= 2. .V.sen
a
De donde:
G
Vg =
2.a. .V.sen
Supongamos que una burbuja de aire está es reposo con relación a la Tierra. Si se la deja
libre, la fuerza debida a la presión la arrastraría a través de las isobaras, desde las altas hacia las
bajas presiones. Tan pronto como la burbuja adquiera velocidad, la fuerza desviadora tenderá a
desviarla hacia su izquierda (en el hemisferio sur), y a medida que pase el tiempo, el movimiento
de la burbuja tenderá a dirigirse según las isobaras.
Figura 2.3.20. El viento geostrófico se produce siempre que las isobaras sean rectas y se
produzca el equilibrio entre la fuerza del gradiente y la fuerza de Coriolis.
121
Desviación del Viento por Rotación Terrestre y Fricción
Por lo tanto, al haber un gradiente se produce viento que al comienzo es acelerado, pero
inmediatamente entra en juego una fuerza en sentido contrario que es la fricción y que actúa de
freno. La fuerza de fricción es proporcional a la velocidad del viento.
F=KV
La fuerza desviadora, que siempre actúa normal a la velocidad del viento, junto con la
fuerza de fricción, da una resultante que llamaremos contra gradiente. Supongamos una
distribución paralela y fija de las isobaras, como se presenta en el gráfico (figura 2.3.21):
Presión hPa G’
1010
F D
1008
1006
O
1004
1002 V
1000
G
122
OF = fuerza de fricción.
OD = fuerza desviadora.
OG' = fuerza resultante de OF y OD (contra gradiente).
OV = Sentido verdadero del viento.
Por otra parte se observa que el ángulo de desviación del viento debido a la fricción y
rotación de la tierra es independiente de la velocidad del mismo.
OG 2 = OD2 + DG 2
Pero OG' = OG = gradiente. Entonces:
O G2
V =
4. 2 . sen2 + K 2
123
Viento del Gradiente
Del equilibrio entre las fuerzas del gradiente, fuerza de Coriolis y fuerza ciclostrófica se
obtiene como resultante el "Viento del Gradiente".
Viento Superficial
Las fórmulas que dan el viento geostrófico no son estrictamente válidas más que en
condiciones raramente dadas en la atmósfera. Pese a esto, a menudo se obtiene una
aproximación suficiente de la velocidad media del viento en superficie para grandes
extensiones homogéneas, admitiendo que ésta es igual a:
De hecho, de la influencia del relieve (acción dinámica de las montañas y los valles), de
la rugosidad del suelo (y de la cobertura vegetal), los efectos térmicos (brisas de tierra, brisas de
mar, monzones, etc.), las obstrucciones creadas por las áreas urbanas, modulan en el tiempo y
en el espacio la velocidad del viento. No obstante el viento perturbado próximo al suelo, guarda
correlación con aquel en la atmósfera libre.
H n
V = Vo.( )
Ho
124
Origen de la Circulación
Los que sucede realmente al aire que se eleva en las regiones ecuatoriales cuando
comienza a moverse hacia el polo en las capas superiores de la troposfera se explica
considerando también el efecto de Coriolis. Una porción de aire que comienza a dirigirse
hacia el polo sería desviada por el la fuerza de Coriolis y su trayectoria se vería cambiada
hasta quedar con sentido hacia el este tendiendo a acumularse en las zonas subtropicales entre
los 20 y 30 de latitud. La sobrecarga de aire provoca un movimiento descendente del mismo
o subsidencia, lo cual crea un cinturón de altas presiones (cinturón de altas presiones
subtropicales) que se desarrolla en esta zona.
125
por el que llega de las regiones vecinas. La pérdida constante de aire determina la reducción
de presión en superficie.
A la ZCIT arriban los vientos “alisios” provenientes de cada hemisferio. Es así como
esta franja ecuatorial es una gran zona de convergencia. Posee intensos movimientos de
ascenso de aire, con abundante formación de nubosidad, lluvias y fuertes tormentas.
Los vientos alisios. Están situados entre los 5 y los 30 de latitud y son vientos casi
permanentes. Los alisios son debidos al paso de aire desde las franjas de alta presión
subtropicales hacia la ZCIT. Bajo la acción de la fuerza de Coriolis y la de rozamiento, su
dirección termina siendo del SE en el hemisferio Sur y del NE en el hemisferio Norte (Ver
fig. IV.15. y IV.16.). El espesor vertical que alcanzan estos vientos es de 1 a 2 km.
Anticiclones subtropicales. En el esquema teórico, son zonas de alta presión con vientos
débiles o en calma. Existe permanente descenso de aire (subsidencia), proceso que ayuda a
mantener la estructura de alta presión. La subsidencia calienta adiabáticamente al aire, por lo
cual da lugar a baja humedad relativa y cielos despejados. Estas altas presiones se sitúan por
lo común en los 30 a 35 de latitud. En el hemisferio Sur (ver figuras IV.15 y IV.16) emiten
por su borde ecuatorial vientos alisios del SE hacia el ZCIT, y en su borde polar vientos del
NO hacia las bajas subpolares.
Los vientos del Oeste. Esta zona se extiende en cada hemisferio, entre los 30 y 60 de
latitud. Este tipo de viento sigue una dirección procedente del cuadrante SO en el hemisferio
norte y desde el NO en el hemisferio sur. Esta generalización, sin embargo, no es del todo
exclusiva, pues los vientos procedentes de posiciones polares son también frecuentes y
fuertes. Sería más justo decir que en esta zona soplan vientos de todas las direcciones pero
que la componente occidental es la predominante.
En el hemisferio boreal, las masas continentales rompen con este esquema, pero en el
hemisferio austral, debido a la presencia de una gran masa oceánica entre las latitudes de 40
a 60 S, los vientos del oeste se caracterizan por su fuerza y persistencia.
Bajas subpolares. Se trata de una banda de baja presión, cuya posición fluctúa entre los
50 y 60 de latitud. A ella acude (en el hemisferio Sur) aire frío del SE desde la zona polar y
aire cálido de la zona tropical. Estos dos tipos de masas de aire, al enfrentarse entre si,
constituyen el denominado “frente polar” que en realidad nos es más que una familia de bajas
presiones con sucesivos frentes fríos y calientes.
Altas Polares. El aire frío de las zonas polares desciende hacia capas inferiores y sale
expulsado superficialmente rumbo a latitudes más bajas. El movimiento es desviado por la
fuerza de Coriolis y de rozamiento, por lo que resultan vientos polares del SE en el hemisferio
Sur. Estas altas presiones aportan el aire frío que converge hacia las bajas subpolares y que
por medio del “frente polar” se mueven desde la zona de los Oestes hasta alcanzar la región
tropical.
126
Celdas de Circulación Meridional
A la izquierda de la figura 2.3.22, para cada hemisferio se representan las tres celdas
de circulación meridional que comúnmente existen en la atmósfera y que se describen a
continuación:
Celda de Hadley (celda tropical). En ella el aire es caliente, menos denso y liviano,
asciende en el Ecuador (en la ZCIT), al mismo tiempo que el aire más frío desciende en la
zona de los 30 de latitud , en las altas subtropicales.
127
Celda de Ferrel (o de latitudes medias). El aire desciende en las altas subtropicales, y
asciende sobre el frente polar.
La Celda Polar. No está muy bien definida, el aire desciende en la alta polar y asciende
en la baja subpolar y detrás del frente polar.
128
CIRCULACIONES ESPECIALES: ESTACIONALES Y LOCALES.
Monzones
Son vientos típicamente estacionales que se producen por el mayor calentamiento de los
continentes respecto de los mares en verano y por el mayor enfriamiento en invierno.
En gran parte de la República Argentina, la rotación del viento durante el año tiende a
ser monzonal; así por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires, en verano los vientos húmedos
del cuadrante E son mucho más frecuentes que los vientos secos del cuadrante W. En invierno,
los vientos del Este tienen prácticamente igual frecuencia que los del Oeste.
Vientos Diarios
Son vientos periódicos, originados por un proceso similar al que producen los monzones,
pero de un período de tiempo más reducido. Durante el día al calentarse la tierra más
rápidamente que el mar, se produce sobre aquella una baja presión: el viento soplará del mar
hacia la tierra, es la brisa mar (virazón). Durante la noche, la tierra se enfría más rápidamente
que el mar, formándose sobre la misma una alta presión: el viento soplará de la tierra hacia el
mar, es la brisa de tierra (terral) (figura 2.3.23).
129
Figura 2.3.23. Esquemas de las brisas de mar (A) y de tierra (B).
Otro tipo de brisas, son las llamadas brisas de relieve. Al salir el sol la parte superior de
la montaña se calienta antes y más intensamente que la parte inferior (valle) (figura 2.3.24).
Hay entonces menor presión en la montaña y la brisa irá del valle a la montaña: brisa de
valle. Durante la noche, el enfriamiento de la parte superior de la montaña es mucho más rápido
e intenso que en el valle y el aire al enfriarse, por su mayor peso se dirigirá hacia el valle: brisa
de montaña. El registro de las brisas de relieve es de aproximadamente unas 12 horas,
teóricamente en cada sentido.
Vientos Locales
En casi todos los países se originan vientos que soplan algunas veces al año y que por
las características propias del tiempo que lo acompañan, son perfectamente conocidos por los
130
pobladores, quienes les han dado nombres especiales; son los más famosos: el mistral (Francia),
el bora (costa NE del mar Adriático), el foehn (Suiza), el simún o chasmín (desiertos de Africa
y Arabia), el siroco (costa N de Africa),etc.
Entre los más estudiados está el foehn, que es un viento cálido y seco que sopla al norte
de los Alpes. El aire húmedo que viene del Mediterráneo encuentra la cadena de los Alpes y se
eleva. Como al ascender se enfría, el agua que contiene se condensa y precipita, y el viento pasa
al otro lado ya seco. Supongamos que antes de ascender viene con una temperatura de 15 °C,
por ser húmedo disminuirá su temperatura con el ascenso 0,5 °C por cada 100 metros de
elevación (G.A.H). Por consiguiente, cuando haya llegado a los 2.000 metros, por ejemplo,
estará a 5°C. Al descender por la ladera opuesta, como ya no tiene vapor de agua, se calienta
1°C por cada 100 metros (G.A.S), con lo cual al llegar a una altura igual a aquella de donde
comenzó a elevarse, estará a 25 °C, es decir que será un viento cálido.
En nuestro país, un viento de este tipo lo tenemos en Mendoza y San Juan; es el Viento
Zonda, que también afecta a La Rioja y Catamarca, y su consecuencia es también notada en
Córdoba. Es un viento aperiódico, sumamente cálido y seco.
Al producirse al ascenso del aire por la ladera Chilena en primer lugar, ocurre el
descenso de su temperatura desde TA siguiendo un G.A.S. hasta alcanzar el punto de rocío en
el nivel de condensación por elevación (NCE) a partir de este nivel el aire continúa ascendiendo
y la tasa de disminución de la temperatura se produce según el G.A.H. dando lugar a
condensaciones y precipitaciones. Al descenso del aire por la ladera Argentina sigue en toda su
trayectoria un gradiente adiabático seco hasta alcanzar la temperatura TB. Ver figura 2.3.25.
La temperatura, humedad y violencia del viento Zonda, dependen de la altura del macizo
cordillerano atravesado y las diferencias de presión entre los centros de alta y baja presión. Las
ráfagas pueden alcanzar velocidades de 80 a 100 km por hora. La humedad relativa media es
del 10 al 20%; su período de duración es muy variable, desde pocas horas hasta 48 horas; la
mayor frecuencia se observa en primavera. Este viento trae un efecto pernicioso sobre la
producción agrícola, ya que por lo general coincide con la floración de la vid, en la cual produce
la desecación de estigmas y granos de polen.
131
Figura 2.3.25. Viento Zonda.
Viento Pampero
La masa de aire polar avanza desde el sector sudoeste, desalojando al aire caliente;
produciéndose en las regiones del "frente"(que suele ser bien definido), nubosidad y
eventualmente lluvias y chaparrones. Ver figura 2.3.26.
Las ráfagas y el viento que suelen acompañar la brusca llegada del frente, levantan
mucho polvo y por eso se llama a ese viento "Pampero Sucio". Una vez alejado el frente hacia
el Nordeste, el cielo se aclara y el viento sopla del sector sudoeste con menor fuerza, siendo el
aire limpio, seco y agradable. A ese viento se le atribuye la denominación de "Pampero
Limpio", y la mayoría de la gente lo considera como el Pampero verdadero. Investigaciones
estadísticas demuestran que la velocidad del viento Pampero rarísimamente y sólo por instantes
alcanza 90 km por hora. La cantidad de lluvia producida por el ascenso frontal depende
mayormente de las condiciones de humedad, las cuales pueden variar muchísimo. Bajo
condiciones "promedio" la lluvia es moderada y ligera, en la zona central del país.
En las provincias del Oeste la lluvia generalmente resulta nula, debido a la sequedad del
aire. Empero la nubosidad que se forma en el Norte de Catamarca y La Rioja suele durar mucho
tiempo.
En las provincias del NO, Tucumán, Salta y Jujuy, el empuje polar correspondiente al
tipo Pampero proviene del S o SSE. En el verano el aire caliente es desalojado y se levanta
fácilmente, siendo las lluvias copiosas y prolongadas. No ocurre así en invierno; a la llegada del
frente se forma una capa de nubes, eventualmente con lloviznas, aclarando paulatinamente los
días siguientes.
132
Figura 2.3.26. Esquema del Viento Pampero.
Sudestada
El frente situado entre el aire polar proveniente del Sureste y el aire caliente del sector
Norte, se mueven con relativa lentitud. El ascenso frontal abarca una gran zona detrás del frente,
registrándose nubes estratificadas y lluvias.
Los vientos de la sudestada llevan grandes masas de aire polar marítimo, húmedo y
nuboso, hacia el interior del país, produciéndose lluvias orográficas donde se levanta el terreno,
especialmente en las vertientes Este de las montañas. En la sudestada típica dichas
133
precipitaciones orográficas, mas bien lloviznas, suelen abarcar hasta La Pampa y sur de
Mendoza.
En su avance hacia el interior, dicha masa de aire polar marítimo se desvía en dirección
Norte, al encontrar obstáculos en las sierras de Córdoba y la cordillera norteña. Por consiguiente,
el avance del frente es rápido en las provincias del noroeste, y los efectos no difieren mucho de
los del tipo "Pampero".
134
aquellos que recogían guano, rico fertilizante producido por los pájaros marinos que habitan
las costas de aquellos países. Aquellas personas percibían que una elevación del nivel del
mar y de su temperatura, reducía la cantidad de peces y también la producción de fertilizante
natural. Como este fenómeno era más intenso en la época de navidad, los pescadores lo
bautizaron El Niño, como referencia al nacimiento del niño Jesús.
Las aguas del océano Pacífico son "normalmente" más calientes en las costas de
Australia e Indonesia que en la costa de Ecuador, Perú y Chile. Esas regiones están más o
menos en más o menos la misma faja latitudinal del hemisferio Sur. La atmósfera en contacto
con las aguas cálidas de Australia se vuelve menos denso, generando un centro de baja
presión; encima de las aguas más frías de América del Sur ella es más densa (centro de alta
presión). Luego a nivel del mar, en el Pacífico Sur, los vientos soplan del Este hacia el Oeste.
Debido a la fricción con una superficie, arrastran el agua del océano en aquella dirección. En
consecuencia, el Pacífico tiene un desnivel próximo a 0,5 m entre Australia y América del
Sur. Ese arrastre de aguas en dirección a Australia facilita un afloramiento de aguas más
profundas, frías y también más viscosas en América del Sur (Corriente marina de Humboldt
o de Perú). Así, a nivel del mar, los vientos son de Este-Oeste, en altitud (límite de la
troposfera) su dirección es de Oeste-Este, formando una célula latitudinal de circulación
atmosférica (célula de Walker). La atmósfera que se eleva (por convección) en la costa de
Australia (con lluvias), tiende a ser seca (sin lluvias) en la costa de Perú. Ese patrón es tomado
como "normal" para la circulación atmosférica en aquella región.
Con el desarrollo y uso de los satélites meteorológicos fue más fácil medir las
temperaturas de los océanos, y la localización de los grandes sistemas circulatorios. Se
comenzó a asociar la ocurrencia de El Niño, con anomalías meteorológicas en otras regiones
del mundo (teleconexiones). En función de la posición de ocurrencia, El Niño afecta
directamente la posición de la corriente del jet (jet stream) y la ocurrencia de inundaciones y
de sequías, como ya se ha descrito. Luego, para la región sudeste del Brasil, El Niño puede
significar tanto exceso como falta de lluvias. Para otras regiones las influencias pueden ser
más marcadas y no siempre desfavorables (figuras 2.3.28, 2.3.29 ,2.3.30 y 2.3.31).
135
En el Estado de Sao Pablo, las consecuencias de los fenómenos El Niño y la Niña o están bien
definidas, por estar la región Sudeste en una zona de transición, donde las consecuencias de los
fenómenos son moderadas también por las variaciones de la temperatura del océano Atlántico,
de donde proviene el vapor de agua traído por los vientos alisios de SE. De este modo cuando
mayor es la temperatura del Atlántico, mayor es la inyección de vapor en el continente y mayor,
entonces, la posibilidad de lluvia.(figura 2.3.28)
136
Para Rio Grande do Sul, analizando registros históricos, desde 1913-1995, se
verificaron que los totales de lluvias mensuales de octubre y noviembre fueron cerca de 17%
mayores durante los años de El Niño, y 23% menores en años de La Niña. Los rendimientos
del cultivo de maíz, fueron beneficiados por ese exceso de lluvias en octubre y noviembre;
en cambio, los excesos de lluvias en otoño -invierno, perjudicaron la cosecha del mismo
cultivo.
COLOMBIA,
NORTE: sequías de moderadas a severas
VENEZUELA, GUYANA,
en el N y en el E de Amazonia. Aumento
SURINAM, GUYANA
de probabilidad de incendios forestales,
FRANCESA: disminución de
principalmente en bosques degradados.
las precipitaciones en la
mayor parte del año, con
excepción en los meses de NORDESTE: como en el E de
marzo a junio que aparen- Amazonia, sequías de diversas
temente no son afectados. A intensidades. En el N del nordeste
excepción de la costa pacífi- ocurren durante la estación lluviosa
ca de Colombia que recibe de febrero a mayo. Las zonas del O
lluvias intensas en verano. del nordeste, no son significativa-
mente afectadas.
ECUADOR, PERU, BOLIVIA,
CHILE: lluvias intensas en meses
SUDESTE: moderado aumento de las
de verano sobre la costa occidental
de América del Sur, que afectan las temperaturas medias. Han ocurrido
costas de Ecuador y el N Perú. sustancial aumento de las temperaturas
invernales. No hay patrón característico
Sequías en meses del verano sobre
las regiones andinas de Ecuador, de cambio de las lluvias.
Perú y Bolivia. Lluvias intensas
sobre la región central y del sur de
Chile en la estación de invierno. SUR: precipitaciones abundantes en la primave-ra
y lluvias intensas de mayo a julio. Aumento de la
temperatura media.
CENTRO OESTE: no hay evidencias de
efectos pronunciados en las lluvias de esta
ARGENTINA, PARAGUAY, URUGUAY: Precipitaciones en
región. Tendencia de lluvias encima de la
cima de la media en el Nordeste de Argentina, Uruguay y
media y temperaturas más altas en el sur.
Paraguay, principalmente en primavera y verano.
Figura 2.3.30. Efectos del fenómeno El Niño/ Oscilación Sur (ENOS) en América del
Sur. Fuente: CPTE/INPE.
137
Figura 2.3.31. Efectos de La Niña durante los meses de Diciembre a Febrero en el
mundo
Masas de aire
Es una gran porción o volumen de atmósfera, dentro del cual las características
meteorológicas se mantienen semejantes a lo largo y ancho de grandes extensiones. Las masas
de aire alcanzan horizontalmente dimensiones de mil a cinco mil kilómetros, y verticalmente
tienen apenas entre 5 a 12 kilómetros.
Las “masas de aire” que llegan con mayor frecuencia a nuestra región son las
siguientes:
2- La masa de aire polar. Llega del extremo sur del océano Pacífico, con muy bajas
temperaturas. Atraviesa gran parte de la Patagonia antes de arribar a nuestra región. Esta
138
masa de aire llega en forma de viento sur, sudeste y sudoeste. En verano, presenta
temperaturas máximas de 18 a 25C, y en invierno de 8 a 15C.
3- La masa de aire antártico. Penetra en nuestra región proveniente del continente antártico.
Se la observa únicamente en invierno (2 o 3 veces por año) y nos trae consigo los días más
fríos del año.
Las diferentes masas de aire, cuando se ponen en contacto, no se mezclan ya que cada
una se resiste a perder su propia identidad. Se mueven y empujan unas a otras, de tal modo que
la que avanza con mayor ímpetu hace retroceder a la otra. Estos movimientos generan cambios
de tiempo. Es por ello que a cada masa de aire, cuando atraviesa una región, se la puede
caracterizar por un particular tipo de tiempo (ya sea bueno y cálido o, por el contrario, nublado,
lluvioso y fresco, etc.).
Frentes
La superficie de contacto entre ambas masas de aire, es algo así como una inmensa
“membrana” invisible e inclinada, que se extiende desde el suelo hasta cerca de los 5.000
metros de altura. Esta superficie de separación entre el aire frío y el aire caliente se denomina
pendiente frontal. En general podemos decir que cuando se produce un frente frío la
pendiente frontal es más inclinada por lo que. los frentes fríos se caracterizan por la
formación de nubes de desarrollo vertical, las lluvias son intensas de corta duración y abarcan
superficies pequeñas, muchas veces estos frentes dan lugar a la producción de granizo. Los
frentes cálidos, por otra parte, se caracterizan por dar lugar a precipitaciones de menor
intensidad, de larga duración (temporales de lluvia) y por abarcar superficies mayores.
El frente frío
El “frente frío” es el frente de avance de las masas de aire frío que llegan a nuestra región.
Estos frentes son los responsables de la mayor parte de los cambios bruscos del tiempo que
afectan a las distintas actividades agropecuarias. Producen rápida rotación del viento, descenso
de la temperatura y en muchos casos ráfagas, lluvias y tormentas eléctricas
Es el frente de avance de una masa de aire frío, que gradualmente desaloja al aire caliente
que se retira. Además como la masa de aire frío es más densa, se encarga de empujar al aire
caliente desde abajo y lo obliga a “trepar” cuesta arriba sobre la empinada superficie frontal (ver
139
figura 2.3.32). El fenómeno suele ser muy violento y en éstos ascensos se producen abundantes
nubes que se organizan en un amplio sistema que abarca centenares de kilómetros.
Los frentes fríos entran a nuestro país desde el sur y sudoeste, provenientes del
océano Pacífico, o desde zonas antárticas.
En su avance hacia el norte, los frentes fríos normalmente llegan hasta las provincias del
noreste argentino, en donde se detienen algunos días. En esta zona se disuelven o se ponen
nuevamente en movimiento, esta vez hacia el sur.
En el 75% de los casos, antes del pasaje de un frente frío, llega a la zona abundante
nubosidad, alta y media (cirrus, cirrostratus, altocúmulus, altostratus). El cielo termina por
nublarse por completo. En ocasión del pasaje del frente, suelen producirse algunas lluvias y
frecuentemente tormentas eléctricas, las que a veces se inician antes de la llegada del frente.
Las precipitaciones duran por lo general de 1 a 6 horas.
El frente caliente
Es el frente de avance de las masas de aire caliente y húmedo que nos llegan desde el
centro y sur del Brasil. Suelen afectar a varias provincias argentinas, con 24 a 72 horas de mal
tiempo (vientos fuertes del E o NE, lluvias y lloviznas, chaparrones y tormentas eléctricas).
140
Este frente se forma a partir del momento en que el aire caliente se mueve hacia el sur,
y que encuentra aire frío a su paso. Entonces, el aire cálido trepa por encima del aire frío, lo
empuja, y sin mezclarse con este lo hace retroceder.
Entre la superficie terrestre y alturas superiores a los 5 km., se extiende entonces una
superficie de separación entre ambas masas de aire. Es la denominada superficie frontal (ver
figura 2.3.33). Para tener una idea de su inclinación, digamos que la superficie frontal tiene 1
km. más de altura, por cada 150 km. horizontales. Sobre esta pendiente asciende el aire caliente,
a modo de “rampa” y gradualmente va formando abundante nubosidad.
141
142
143
UNIDAD 2: COMPONENTES ENERGÉTICOS
La temperatura del aire constituye la expresión indicativa del calor presente en dicho
medio atmosférico, al que se designa como calor sensible puesto que es una propiedad percibida
por nuestros sentidos. A los efectos de entender las fluctuaciones que experimenta la
temperatura del aire en el curso del día o del año y en un dominio geográfico determinado, en
primer término se analizan los mecanismos físicos que intervienen para provocarla. Como se
trata de una propiedad relacionada con el ciclo de la energía en el sistema climático, para
comprender su origen es necesario retrotraerse al concepto de balance calórico. Expresada en
forma algebraica, esta ecuación está constituida por dos miembros: la fuente de calor,
representada por la radiación neta (Rn), y los sumideros o procesos de disipación, que integran
los flujos de calor sensible del suelo (S) y la atmósfera (H) y el flujo de calor latente (lE), donde
E es la cantidad de vapor y l el calor latente de vaporización.
Rn = S + H + lE (1)
Hay que tener presente que, a los efectos de uniformizar y sistematizar las
observaciones, la temperatura del aire se mide en el interior de la casilla o abrigo meteorológico,
con lo cual se evita la exposición directa del termómetro a la radiación solar y se descarta a este
mecanismo de transferencia como responsable directo de la variación de la temperatura del aire.
La convección libre ocurre cuando el aire calmo en contacto con una superficie caliente
incrementa su energía interna, lo que provoca su dilatación con una consecuente disminución
144
de la densidad (δ = m/V), motivo por el cual es obligado a ascender. Como se desprende de la
ecuación de equilibrio hidrostático, el aire es más liviano a medida que la altura se incrementa
y, de esta forma, con el desplazamiento vertical, el sistema busca alcanzar el equilibrio
hidrostático, igualando la presión interna con la exterior. Esto constituye básicamente un
fenómeno de flotación.
El movimiento que puede adquirir el aire, por su parte, es de dos tipos: laminar o
turbulento. En la atmósfera libre, lo usual es que el movimiento sea turbulento. La turbulencia
es por lo general invisible, pero en muchos casos se hace evidente por medio de remolinos, que
se ponen de manifiesto debido al material que transportan, como son las partículas de polvo,
copos de nieve, etc.
Los estudios de fluidos muestran que en los lugares donde el aire se pone en contacto
con una superficie sólida como el suelo o una pared, la difusión turbulenta no se extiende hasta
el sólido. Allí, en la capa límite, el movimiento es de carácter laminar y el proceso de
transferencia es la conducción molecular. Se puede interpretar que, en la medida que el espesor
de esta capa aumenta, disminuye la capacidad de la atmósfera para realizar el transporte vertical
del calor o que, dicho de otra manera, un objeto queda más aislado del aire que lo rodea.
Difusión turbulenta.
145
de masa (Ji) de la propiedad i por unidad de área a través del plano, está directamente relacionada
al gradiente de concentración (∂ci/∂x) de i a través del plano, por una constante llamada
coeficiente de difusión (Di), lo que matemáticamente se escribe:
Ji = - Di (ci1-ci2) / l
(3)
Donde ci1 y ci2 son las concentraciones de la propiedad i en x1 y x2,
respectivamente, como muestra la Figura, siendo esta diferencia de concentración la fuerza
conductora a través del camino
La cantidad Di se denomina coeficiente de difusión. Su importancia radica en que ofrece
la posibilidad de expresar en forma numérica el movimiento irregular de la difusión turbulenta.
Las dimensiones son, en este caso, m2 s-1, las mismas de la difusividad térmica para la
conducción de calor en el suelo.
Concentración (ci)
x1 x2 x3
146
Para expresar el flujo de calor en la atmósfera (H), esta forma general de difusión se
adapta de modo que H toma el lugar de Ji, K es el coeficiente de intercambio turbulento (que
también se puede expresar como A, siendo A = K a), y ∂Ti/∂x es el gradiente térmico que,
multiplicado por Cp, expresa la diferencia de calor que existe en sentido vertical:
T
H K aC p (cal m-2 s-1) (3)
x
K: Coeficiente de intercambio (m2 s-1)
a : densidad del aire (g m-3)
Cp: Calor específico a presión constante (0,24 cal g-1)
∂T/∂x: Gradiente de temperatura con la altura (ºC m-1)
Como el gradiente térmico puede ser negativo (la temperatura disminuye con la altura
como ocurre normalmente durante el día) o positivo (en el caso contrario, habitualmente por la
noche, cuando se produce inversión cerca del suelo), su signo determina el sentido que adquiere
el flujo de calor sensible, hacia arriba durante el día para disipar el calor y hacia el suelo durante
la noche.
Gradiente de temperatura
Flujo de calor
resistencia aérea al flujo
y más específicamente:
T Ta
H C p a s (4)
ra
donde Cp y δa conservan su significado anterior, Ts - Ta es la diferencia de temperatura superficial
respecto a la temperatura del aire, y ra es la resistencia aérea (aerodinámica o capa límite) al
transporte vertical de calor, que depende de la forma del objeto, la velocidad el viento y la
diferencia de temperatura entre la superficie del objeto y el aire.
147
parte de la radiación neta es disipada en el proceso de evapotranspiración. En caso contrario, la
falta de agua y un estado de marchitamiento como consecuencia de una tasa evaporativa limitada
(con control estomático), producen el incremento de Ts para posibilitar una mayor transferencia
de calor sensible a la atmósfera.
Durante el día, cuando la superficie de la tierra se calienta como resultado del balance
de radiación positivo, la mezcla convectiva (convección libre) se suma a la contribución por
fricción, incrementando la capacidad de transporte vertical.
La parte superior del diagrama que muestra la figura 2.4.2, representa la situación de un
día despejado de verano durante la tarde. En este caso, no hay evidencia de un aumento en el
coeficiente de intercambio (K) al producirse un aumento en la velocidad del viento. Por el
contrario, cuando el viento es ligero su valor es mayor que para vientos más fuertes. Esto es
debido a la influencia de la convección libre, porque cuando el viento tiene menor velocidad el
suelo es fuertemente calentado y el efecto de este calentamiento domina el proceso total de
mezcla. A medida que la velocidad del viento sigue incrementándose, el valor del coeficiente
de intercambio decrece hasta un mínimo, punto desde el cual y en adelante, la mezcla por
fricción comienza a prevalecer. Los valores de K para los vientos más fuertes de 8 y 9 m/s están
situados aproximadamente en la extrapolación de las curvas nocturnas (parte inferior del
diagrama) que explican el proceso de mezcla sólo por fricción. En este caso, el aumento de la
velocidad del viento produce siempre un efecto positivo de incremento del coeficiente de
intercambio.
148
K
Durante el día
Durante la noche
VV (m s-1)
Figura 2.4.2. Variación del coeficiente de intercambio K en función de la velocidad del
viento en distintos momentos del día.
Luego de esta primera parte, que considera los conceptos más importantes del proceso
de calentamiento del aire cerca del suelo, es necesario revisar también los mecanismos de
calentamiento o enfriamiento que ocurren por lo general a mayor altura en la atmósfera, y que
se realizan sin intercambio de energía con su entorno: son los denominados procesos
adiabáticos.
Procesos Adiabáticos.
Como presenta la Figura 2.4.3, una partícula o parcela de aire al ser impulsada hacia
arriba se dilata, debido a que la presión atmosférica decrece con la altura, es decir P1 > P2 > P3.
De esta forma, la presión en el interior de ella queda equilibrada con su medio externo.
149
Z
Z3 T3 T3 P3
Z2 T2
P2
T2
Z1 T T P1
1 1
Los cambios de la temperatura del aire (T) en función de la Presión atmosférica (P),
que se producen simplemente por los cambios de altitud, para un proceso adiabático son
descriptos por la ecuación de Poisson (5), que cuantifica el grado de enfriamiento
(calentamiento) de una parcela de aire ascendente (descendente). Como resultado de ello se
produce una disminución (aumento) de la temperatura de 1°C cada 100 metros.
0,288
T1 P1
(5)
T2 P2
Donde T1 (ºK) representa la temperatura original de la partícula a la presión P1, y T2 (ºK) la que
adquiere a P2.
Esta tasa de variación constante de la temperatura del aire con la altura se conoce como
gradiente vertical adiabático seco, o simplemente gradiente adiabático seco (G.A.S.). Si la
partícula está constituida por aire no saturado de humedad, al ascender se irá enfriando según lo
expresado para la adiabática seca. Tan pronto el aire se satura al llegar al nivel de condensación,
hay que tener en cuenta el calor latente de condensación que es liberado a la parcela. Esta energía
así liberada se agrega a la partícula que asciende, lo que motiva que ya no sea 1°C de descenso
150
de la temperatura por cada 100 metros, sino que la tasa se encuentra reducida de acuerdo a la
cantidad de energía liberada por la condensación del vapor de agua presente inicialmente. En
este caso, el gradiente resultante se conoce como gradiente adiabático húmedo o gradiente
adiabático saturado (G.A.H). En aire tropical caliente el G.A.H. es aproximadamente 0,35
°C/100 m, mientras que a temperaturas tan bajas como la de las regiones polares en invierno, y
en la alta troposfera todo el año, los dos gradientes tienen valores similares por tratarse de aire
muy seco.
Temperatura
Figura 2.4.4. Gradientes verticales de temperatura diurnos y nocturnos.
151
Los desplazamientos verticales de las parcelas de aire en la atmósfera se producen
principalmente debido al encuentro entre dos masas de aire con temperaturas distintas, al
ascenso orográfico y al ascenso local por convección. Si un elemento tiende a retornar a su
posición anterior después de ser desplazado, la condición se considera estable, si el
desplazamiento hace que el elemento se aparte aún más de su posición original, la condición se
designa como inestable y, finalmente, si no resiste ni ayuda al desplazamiento, la condición es
de equilibrio neutro.
(a) (b)
h (m)
200
100
17 18 19 t(C) 17 18 19 t(C)
G.A.S. G.R.
152
Figura 2.4.5. Representación gráfica de las condiciones de estabilidad atmosférica
Veamos que sucede cuando el GR es mayor que el GAS en la figura 2.4.5.(b). Desde los
100 metros, una partícula de aire es impulsada a ascender (GAS). En este caso la temperatura
que adquirirá la partícula será superior a la del aire que la rodea, su densidad será por lo tanto
inferior a éste y por consiguiente seguirá ascendiendo hasta alcanzar una capa atmosférica en la
que iguale su temperatura y densidad. Inversamente, si se impulsa la partícula provocando el
descenso por debajo de 100 metros también tenderá a alejarse de su punto de origen. Se observa,
en este caso, que estamos en presencia de una condición de inestabilidad. En otras palabras, si
el GR es mayor que el GAS se origina una condición de inestabilidad térmica.
Equilibrio neutro: Esta condición se alcanza cuando el gradiente vertical (GR) es igual al GAS
o bien cuando el gradiente vertical es igual al GAH.
Los órganos o elementos sensibles del instrumento destinado a medir temperatura del
aire, deben protegerse necesariamente de la radiación directa o reflejada de cualquier naturaleza.
Por esta razón, la medición de la temperatura del aire se hace en abrigo meteorológico (figura
2.4.6.), o bien se usan pantallas de metal pulidas para proteger los órganos sensibles de los
instrumentos portátiles.
153
Figura 2.4.6. Fotografía de un abrigo meteorológico y de su interior mostrando el
instrumental.
Escalas termométricas.
ºC = °R . 5/4 °R = °C . 4/5
°F = °C. 9/5 + 32 °C = (°F - 32) . 5/9
°R = (°F - 32) . 4/9 °F = °R . 9/4 + 32
°C = K –273 K = °C + 273
Termómetro de máxima
Su elemento sensible es también el mercurio, el capilar tiene un estrangulamiento
producido por una disminución del diámetro del mismo en la parte próxima del bulbo (figura
2.4.7.(b)). Al aumentar la temperatura del aire el mercurio se dilata desplazándose en el capilar
como en un termómetro común; al disminuir la temperatura, la columna de mercurio tiende a
introducirse dentro del bulbo, pero no puede vencer la resistencia del estrangulamiento, y el
154
extremo superior de la columna queda así indicando el valor de la temperatura máxima
alcanzado en un cierto lapso.
Antes de realizar otra observación, se toma el termómetro por la parte superior (con el
bulbo hacia abajo) y se lo sacude hasta que el mercurio penetre en el bulbo.
Termómetro de mínima
El bulbo puede tener forma cilíndrica o esférica (para emplearlo lejos del suelo), o bien
en forma de horquilla o de eslabón, (para usarlo cerca del suelo), con lo cual aumenta la
superficie de exposición para aumentar su "velocidad" de reacción.
El alcohol es un líquido que moja las paredes y por ello en el extremo superior de la
columna se forma un menisco cóncavo que tiene una cierta tensión superficial. Al descender la
temperatura el alcohol se contrae, arrastrando consigo al índice, debido a la mayor tensión
superficial del menisco. Cuando la temperatura vuelve a ascender, el alcohol se dilata y se
desplaza por el capilar, dejando inmóvil al índice en cuyo extremo más alejado del bulbo
quedará indicada la temperatura mínima ocurrida en un lapso de tiempo dado.
Antes de la siguiente observación hay que inclinar el termómetro con el bulbo hacia
arriba, con lo cual el índice se desplazará hasta detenerse en el extremo superior de la columna
155
de alcohol. Se coloca en el abrigo meteorológico o a 5 cm del suelo (temperatura mínima a la
altura del césped) en posición horizontal.
Termó(higró)grafo bimetálico.
Al ascender la temperatura los metales del espiral se dilatan tendiendo a abrirse y como
sus extremos están unidos, uno al soporte de la caja (unión fija) y el otro al eje horizontal (unión
móvil), la dilatación imprime al eje un movimiento de rotación, por lo que el estilete se desplaza
hacia arriba. Al descender la temperatura ocurre lo contrario.
Las temperaturas registradas por los termógrafos, sólo indican valores aproximados a
los reales, por ello es preciso efectuar correcciones cobre la base de los datos tomados con el
termómetro común.
156
Caracterización del régimen térmico de un lugar: variación diaria y estacional de la
temperatura.
La temperatura del aire expresa de manera simple la energía contenida en este medio.
Es el resultado directo de una serie de procesos térmicos locales (regionales) y extra regionales.
En los primeros, prevalecen los movimientos verticales del aire, a través de la conducción y la
convección, que determinan la difusión turbulenta del calor en la atmósfera. En los segundos,
los movimientos horizontales de masas de aire que aportan a una región su propio estado
energético.
La radiación solar de onda corta que llega a la superficie del suelo, es absorbida por éste
y redistribuida a las capas inferiores de la atmósfera por los procesos de conducción, radiación,
advección y convección. La variación diaria de la temperatura del aire responde al siguiente
esquema: comienza a aumentar casi inmediatamente después de la salida del sol; dicho ascenso
continúa durante la mañana y primeras horas de la tarde, para descender durante el resto del día
y la noche, produciéndose el valor mínimo un poco después de la salida del sol (figura 2.4.9).
La temperatura que había bajado durante toda la noche por efecto del balance de
radiación negativo, continúa descendiendo hasta el momento en que el calor enviado por el sol
durante un cierto lapso iguala al que se pierde por irradiación terrestre (registro de la
temperatura mínima).
A medida que la temperatura se eleva, las pérdidas por irradiación terrestre aumentan;
llegando un instante luego del mediodía en que el calor recibido durante un cierto lapso y que
ahora va disminuyendo, resulta precisamente igual al perdido por irradiación terrestre (registro
de la temperatura máxima). Es en ese momento que la temperatura deja de aumentar y como
el sol sigue bajando, la pérdida de calor es superior a la ganancia, y la temperatura disminuye.
En virtud del balance de radiación positivo durante el día, parte de la energía es utilizada
para calentar la superficie terrestre, otra parte para calentar el aire o producir evaporación.
Durante la noche, el balance negativo determina su enfriamiento, y como consecuencia, el
enfriamiento del aire, invirtiéndose el sentido de los procesos enunciados.
157
Figura 2.4.9. Variación diaria de la temperatura del aire en relación al balance de
radiación.
158
- Amplitud térmica.
- Temperaturas normales.
Cuando se desea representar las temperaturas que caracterizan el clima de una localidad,
se recurre a los promedios llamados normales. Los valores normales son índices eminentemente
climatológicos y sirven para estudiar, comparar y clasificar los climas.
- Anomalía de la temperatura.
159
La cantidad de horas en que la temperatura estuvo por debajo de 7ºC da una idea de la
cantidad de frío con efectos vernalizantes a disposición de los cultivos que así lo exigen o bien
del necesario, para determinados frutales.
160
ACCIÓN BIOCLIMÁTICA DE LA TEMPERATURA DEL AIRE EN EL
CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LOS CULTIVOS.
La temperatura del aire actúa de diversos modos sobre los cultivos, según la incidencia
positiva o negativa de su variación, y según se consideren los procesos de crecimiento o
desarrollo de los vegetales. Si bien la separación entre crecimiento y desarrollo puede resultar
artificial, porque no existe desarrollo sin un crecimiento previo, es común que la influencia de
la temperatura se analice inicialmente de esta manera disociada a los efectos de estudiar el
comportamiento bioclimáticos de las cultivos. El tratamiento de este elemento del clima y de su
acción bioclimática sobre el crecimiento y desarrollo de los vegetales, se efectúa partiendo del
supuesto que otras condiciones no son limitantes, si bien pueden presentarse interacciones más
o menos significativas entre los distintos factores ambientales y culturales.
La temperatura influye directamente sobre el crecimiento por las llamadas temperaturas
cardinales, pudiendo actuar incluso de manera letal cuando ocurre por debajo del nivel de
resistencia específico en el fenómeno de la helada. Por otra parte, la temperatura actúa sobre el
proceso de desarrollo de los vegetales de tres maneras principales:
- por la acumulación de calor, lo que se conoce como suma de temperaturas, grados días
de crecimiento, etc.
- por la acumulación de frío, que corresponde a la acción de las horas de frío.
- por acción de las amplitudes térmicas, que se refiere a la influencia del termoperíodo.
161
A) INFLUENCIA SOBRE EL CRECIMIENTO
TEMPERATURAS CARDINALES
El crecimiento de una planta se detiene, es decir que la tasa de crecimiento se hace nula,
cuando la temperatura del aire desciende por debajo de un cierto valor mínimo o excede un
determinado valor máximo. Entre estos límites, existe un rango óptimo de temperatura, en el
cual la tasa de crecimiento es máxima. Todos estos valores o "umbrales" térmicos son conocidos
como temperaturas cardinales (figura 2.4.11). Se ha demostrado que, por razones de
complejidad fisiológica, no es posible una determinación precisa de las temperaturas cardinales;
no obstante, sus valores aproximados se conocen para la mayoría de las especies vegetales.
Tasa de
crecimiento
162
Óptima es mayor que el rango entre la Temperatura Óptima y el Cero Vital Máximo. Esto
explica porqué incrementos de temperatura entre el Cero Vital Mínimo y la Temperatura Óptima
de crecimiento producen aumentos progresivos en la tasa de crecimiento. En tanto, sobrepasada
esa Temperatura Óptima, un incremento sobre ella produce un decrecimiento abrupto que
conduce a una disminución muy marcada en la tasa de crecimiento. Este conocimiento resulta
de interés sobre todo cuando se trabaja en producción de cultivos bajo condiciones controladas
como invernaderos, túneles plásticos, etc., donde el régimen térmico “natural” resulta
modificado significativamente.
b) de verano: su temperatura cardinal del Cero Vital Mínimo es variable, por ejemplo: 4-7°C
en girasol, 8-10°C en maíz, 15°C en sorgo y en soja, 18°C en algodón , etc.
La temperatura del aire, del suelo o del propio órgano vegetal, cuando actúa como un
factor o agente que limita la tasa de crecimiento de los cultivos, constituye un estímulo que
puede desencadenar condiciones de estrés térmico. Sin entrar en detalles de los mecanismos
fisiológicos propios del estrés, el análisis de su influencia sobre el crecimiento vegetal es una
tarea de investigación bioclimática en procura de conocer, por una parte, los límites o umbrales
térmicos característicos de las diferentes especies y variedades y, por la otra, de traducir o
representar de manera analítica esta acción restrictiva. En la figura 2.4.12 se presenta
gráficamente uno de los modelos que se han propuesto para expresar la influencia de la
temperatura sobre el crecimiento del cultivo de papa, tanto de la arte aérea (temperatura del aire)
como subterránea (temperatura del suelo), con el código matemático correspondiente para
expresar cada una de las funciones de tiempo térmico relativo.
1
0.9
0.8
Función de tiempo térmico relativo
0.7
0.6
0.5
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Temperatura (ºC)
163
B) INFLUENCIA SOBRE EL DESARROLLO
Las temperaturas medias diarias que se encuentran dentro del rango de las
temperaturas cardinales, producen el crecimiento de los tejidos a través del tiempo hasta
que los órganos correspondientes llegan a su forma, tamaño o composición química
determinados, siendo reemplazados eventualmente por otros que inician una nueva etapa
de crecimiento. La sucesión de etapas, desde brotación en las perennes y desde
germinación en las anuales, hasta la maduración de frutos y semillas, configuran el
proceso fásico de un cultivo. Estas fases o etapas que se suceden promueven el desarrollo
fenológico y ontogénico del vegetal.
164
Asimismo, al realizar esta cuantificación térmica es necesario considerar aquellas
temperaturas que tienen influencia efectiva sobre el crecimiento o desarrollo, descartando las
que se manifiestan por encima o por debajo de los umbrales vitales.
En 1775, Reamur sostuvo que las plantas debían "acumular" una sumatoria de
temperaturas medias diarias para completar su ciclo. Llegó a la conclusión de que la sumatoria
de temperaturas medias diarias, desde siembra a madurez, resultaba una "cantidad constante"
para cada cultivo, cualquiera fuera el lugar de siembra. De estas consideraciones surgió el
concepto de lo que hoy se llama Sumas de Temperaturas, para representar así la acción de la
temperatura sobre la aparición y cumplimiento de las sucesivas etapas en la vida de los cultivos.
1.- Al método propuesto por Reamur, que consiste en sumar las temperaturas medias diarias
(tmd) superiores a 0ºC, se lo denominó Método Directo. Así, por ejemplo, el trigo requiere
2.000ºC para completar el ciclo; el maíz 3.000ºC; etc.
365
STMD tmd 0º C (grados-días para un año completo)
1
f2
STMD tmd 0º C (grados-días para un periodo de desarrollo en particular)
f1
165
Máximo. De ello se deduce que dicho procedimiento sería una aproximación para indicar con
cierta precisión la región de cultivo.
Este autor consideró que el producto de la temperatura media del ciclo del cultivo por
su duración en días, resultaba en un valor constante al que designó constante térmica. O sea
que, según este concepto, una especie que demora 60 días entre nacimiento y maduración con
una temperatura media del ciclo de 20 ºC, tiene entonces una constante térmica de 1200 °C días.
Si la temperatura media del ciclo fuese de 10 ºC, para cumplir con la constante térmica
necesitaría de 120 días; si la temperatura media fuese de 30ºC, el periodo entre nacimiento y
maduración se reduciría a 40 días; así para cualquier temperatura media se puede calcular la
extensión del ciclo del cultivo.
En este método, las sumas de grados días está dada por la acumulación de la diferencia
entre la temperatura media del día (tmd) y la temperatura base (tb)o temperatura inicial de
crecimiento del vegetal durante el ciclo del cultivo. Este método fue desarrollado por De
Candolle y, en esencia, trata lo siguiente: si por ejemplo, para maíz que tiene un cero vital
mínimo de 10 ºC, si la temperatura media diaria es de 23 ºC, ese día acumula 13 ºC. Ahora, si
se tiene una temperatura media diaria de 5ºC y la temperatura base es de 10 ºC, la suma de
temperatura es 0, por considerar que temperaturas inferiores a 10 ºC no producen ninguna
contribución al desarrollo. Esto no es totalmente correcto, porque debemos suponer por ejemplo,
que cultivos termófilos como el sorgo, ante un asincronismo térmico negativo (no lo
suficientemente bajo para dañarlo), produciría una demora o un retardo en su ciclo de desarrollo.
365
STMR tmd tb (grados días residuales al año)
1
f2
STMR tmd tb (grados-días residuales del período de desarrollo).
f1
Por otro lado, el método residual considera siempre una acción rectilínea de la
temperatura, cualquiera sea el rango térmico. Esto no acarrea un error muy grande pues entre la
temperatura base y la temperatura óptima existe, en efecto, un rango de acción rectilínea de la
temperatura, pero para temperaturas superiores a la óptima el desarrollo es frenado. Si la
temperatura media diaria es superior a 30ºC (temperatura óptima), la respiración es mayor que
la fotosíntesis y, por lo tanto, no hay acumulación de materia seca.
166
La germinación constituye un proceso de fundamental importancia agronómica porque
asegura el adecuado establecimiento de los cultivos. En condiciones de buena aireación y
disponibilidad d agua, la duración de dicho proceso depende fuertemente de la temperatura.
Cuando la temperatura mínima diaria (tmín) es menor que la temperatura base (tb), el
método residual directo computa menos sumas de temperaturas efectivas que las reales.
Puede llegar el caso extremo en que tb = tmedia, y en este caso la suma de temperaturas
efectivas por el método residual sería 0. En cambio, el vegetal ha acumulado toda la parte de
la curva térmica diaria en que la temperatura estuvo sobre la tb. Para corregir esta limitación,
Lindsey y Newman propusieron el siguiente procedimiento:
( t max - t b )2
t = 0,5 *
( t max - t min )
Fue desarrollado para maíz y adoptado por la Oficina Meteorológica de EEUU (Weather
- Bureau). En esta fórmula se usa un sistema residual simple, pero corregido para descontar el
efecto deprimente de las temperaturas máximas elevadas, e incorporar los posibles aportes
calóricos diurnos de días con mínimas por debajo de la temperatura base. Este método considera
los dos niveles térmicos que limitan el desarrollo del maíz: 10 y 30°C. Como las temperaturas
menores a los 10°C y las mayores a 30°C, no incrementan la tasa de desarrollo, al efectuar el
cálculo, cuando la tmáx supera los 30°C se considera ese valor y si la tmín es inferior a 10°C,
se procede de manera similar. El procedimiento de cálculo es el siguiente:
167
t max + t min
UTWB = - 10
2
Si tmáx > 30°C; entonces tmáx = 30°C;
Los niveles térmicos debajo de los cuales se considera que los vegetales comienzan a
acumular el efecto vernalizante, varía entre poco menos de 0°C hasta 10°C, dependiendo de la
especie, el cultivar, el año y la procedencia del vegetal. Para frutales criófilos, adaptados a pasar
el invierno sin follaje y en relativa dormición, el nivel utilizado en los estudios bioclimáticos de
horas de frío es específicamente de 6 a 7°C.
Hora de frío
Esta temperatura no es el límite para todas las especies o variedades, sin embargo, es
aceptada mundialmente como límite medio para computar las horas de frío. Su utilización ha
permitido explicar con éxito las variaciones fenológicas y productivas de especies criófilas,
cuando cumplen su período de reposo bajo diferentes grados de enfriamiento. Las diferentes
especies de frutales criófilos poseen exigencias en bajas temperaturas particulares. A modo de
ejemplo, en la tabla siguiente se mencionan algunas:
168
Las horas de frío que se suceden en forma continua, sin alternancia de altas y bajas
temperaturas, son mucho más efectivas que cuando ocurren períodos alternados. Las altas
temperaturas tienden a anular el efecto de las horas de frío. En cambio, el hecho de que se
superen las necesidades de horas de frío no ocasiona a la planta ningún efecto nocivo. Por
ejemplo, si en un lugar determinado, se superan las 1000 horas de frío que requiere el manzano,
esto no produce ningún daño a la planta. La temperatura ideal para acumular horas de frío va
variando desde 7°C hasta 1°C, siendo menos efectivas las temperaturas inferiores a ésta. En las
regiones donde el frío invernal resulta escaso, también es importante conocer la variabilidad de
las horas de frío requeridas por las especies criófilas para evaluar la aptitud de una región.
Cuando se producen bajas temperaturas, al final del verano, estas yemas cubren sus
necesidades insatisfechas en el invierno, dando lugar a la ocurrencia de floraciones de otoño.
Incluso llegan a formarse frutos, pero si éstos llegan a madurar, son de tamaño reducido.
169
a la gran variabilidad genética, la adaptación al medio, etc. que están siendo investigados en
algunos centros de investigación del mundo.
Sobre la Brotación:
Los frutales de carozo (duraznero, ciruelo, etc.) florecen antes de brotar, pero en forma
casi simultánea. En la misma rama tienen yemas de flor y yemas de madera. La apertura de las
yemas florales se produce pocos días antes que las de madera. Los frutales de pepita (manzano,
peral, etc.) poseen yemas mixtas. La floración y brotación en ellos es simultánea. Cuando ocurre
un invierno suave, es decir con pocas horas de frío, se produce en ellos la apertura de las yemas
florales, no así la brotación. Ello se debe a que las yemas de madera son más exigentes en frío
que las yemas florales. En años con inviernos "cálidos", es común encontrar frutales criófilos,
especialmente los poco exigentes en frío, florecidos prematuramente.
Sobre la fructificación:
El frío invernal insuficiente da lugar a una fructificación pobre y no uniforme. Pobre
debido al excesivo raleo natural y desuniforme como consecuencia de un período de floración
dilatado.
Sobre la longevidad:
Otra consecuencia que acarrea la falta de acumulación de frío, es la progresiva pérdida
de vigor de la planta, lo cual se traduce en una disminución del período económicamente
aprovechable del monte frutal.
Sobre el rendimiento:
En años con inviernos fríos se observa un buen rendimiento, en cambio, cuando el
período de enfriamiento no satisface los requerimientos de éstos cultivos, su rendimiento es
menor.
170
Equivalencias entre las temperaturas y las unidades de frío
Por su parte, en cultivos anuales cuya siembra se realiza durante los meses invernales,
las plantas deben pasar por un período de vernalización, de interpretación similar al período de
descanso en las plantas perennes. Durante la vernalización, las plantas acumulan el frío
necesario para poder posteriormente cumplir su ciclo reproductivo de manera satisfactoria. En
los cereales invernales, el periodo de enfriamiento se debe cumplir luego del nacimiento de las
plántulas hasta la fase encañazón. La eficiencia de las temperaturas para el proceso de
vernalización indica que la mayor aceleración del desarrollo la producen temperaturas entre 1 y
7C. Mientras el proceso enfriante empieza aproximadamente a - 1, el mismo se anula a 13C.
Este requerimiento bioclimático es menos manifiesto en los cultivares de trigo que se utilizan
en nuestro país, que por lo general son de tipo primaveral.
Los cultivos perennes criófilos requieren una amplitud térmica anual que satisfaga sus
exigencias en bajas temperaturas durante el período de descanso y de temperaturas elevadas
necesarias para la maduración de sus frutos en la etapa de crecimiento. Los cultivos perennes
termófilos que no exigen un período de enfriamiento tienen, en cambio, una dispersión
geográfica acorde con el régimen de temperaturas mínimas de cada lugar, compatible con el
crecimiento y/o maduración de sus frutos.
El desarrollo de los cultivos anuales, que utilizan sólo una parte del ciclo anual de la
variación de la temperatura, presenta exigencias ya sea de altas y bajas temperaturas durante
ambas termofases o sólo de temperaturas altas en la termofase positiva, según se trate de plantas
de invierno o de verano, respectivamente.
171
Las temperaturas diurnas o las nocturnas, pueden influenciar en mayor o menor grado
el desarrollo de los distintos cultivos, por lo cual la amplitud diaria de la temperatura es un factor
importante para explicar las diferentes sumatorias de temperaturas computadas en distintos años
o lugares para iguales cultivares. Son numerosos los ejemplos con cultivos invernales como
trigo, avena, cebada, centeno, lino, etc., demostrativos de la necesidad de una amplitud térmica
diaria con niveles de temperaturas mínimas dentro de la gama de efectos vernalizantes para que
se produzca una expresión normal del desarrollo.
25.0
20.0 Termofase
positiva
Temperatura (ºC)
Termofase
15.0
negativa
10.0
Paratermocíclicos
Atermocíclicos
Termocíclicos
5.0
Ene Mar May Jul Sep Nov Ene Mar May Jul Sep Nov
Meses
La temperatura media anual limita las dos fases (positiva y negativa) de la variación
anual de la temperatura (figura 2.4.13.). Por su reacción al termoperíodo anual, las plantas
cultivadas han sido clasificadas en: Termocíclicas, Paratermocíclicas y Atermocíclicas.
1. Termocíclicas
Son las plantas que tienen tejidos activos a la temperatura durante las dos fases del ciclo
anual de variación de temperatura (plantas bianuales y perennes). Ejemplos: cítricos, manzano,
peral, duraznero.
172
2. Paratermocíclicas
Plantas que tienen tejidos activos a la temperatura en ambas fases de la variación anual,
pero sin completarlas. Ejemplos: cereales de invierno (trigo, avena, cebada, centeno etc.).
3. Atermocíclicas
Plantas con tejidos activos a la temperatura en una sola fase de la variación anual de la
temperatura. En general, son los cultivos anuales estivales: maíz, soja, maní, sorgo, girasol, etc.
Termoperíodo diario: El termoperíodo diario también consta de dos termofases, una positiva
y una negativa, por encima y por debajo de la temperatura media diaria, respectivamente. Su
forma de expresión es:
Termoperiodismo Asincrónico
El almendro y el avellano son dos cultivos que difícilmente puedan prosperar con
inviernos poco fríos y térmicamente variables, pues las flores y frutos anticipadamente
formados, son destruidos por la ocurrencia posterior de heladas, o resulta imposible la
fecundación por la acentuada protandria en la segunda especie mencionada.
173
(figura 2.4.14). Esto hace que la variación de la temperatura a lo largo del año no sea regular.
Dichas variaciones son propias del hemisferio Sur cuyo relieve carece de sistemas orográficos
transversales que obstaculicen la circulación del aire en el sentido Norte-Sur.
25
20
Temperatura media (C)
15
10
0
100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200 210 220 230 240 250
Día Juliano
Año 1968 Promedio (68/91) Año 1973
Figura 2.4.14. Variación de la temperatura media diaria promedio y de los años 1968
y 1973 durante la termofase negativa en Marcos Juárez.
Las plantas más perjudicadas por el termoperiodismo aperiódico son las que poseen baja
exigencia en frío y bajo nivel térmico de brotación. Las advecciones de aire frío dan lugar a que
estas plantas satisfagan sus reducidas exigencias en frío. Posteriores ascensos de temperatura
(picos positivos de temperatura), alcanzan el bajo nivel de brotación dando lugar a la brotación
y floración fuera de época, a veces en pleno invierno. Cuando se vuelven a producir bajas
temperaturas, normales para la época, se produce la pérdida por helada de estos cultivos.
174
LAS HELADAS EN LA AGRICULTURA.
Introducción.
Conceptos de helada.
Desde el punto de vista agroclimático, se considera helada a todo descenso térmico que
causa daños o la muerte de los tejidos vegetales. Cuando se procura evaluar a las heladas con
este criterio, poniendo la mira en el nivel de daño o la repercusión del fenómeno, dicho concepto
es engorroso pues en él está implícito el vegetal que, como factor biológico, es muy variable en
su respuesta a las bajas temperaturas. Cada vegetal se comporta de forma particular frente a las
temperaturas bajas y, según sea la "etapa" de su ciclo en que se encuentre (brotación, floración
o fructificación), puede haber daños mínimos o bien daños notables, como se puede observar en
la siguiente tabla.
175
Sensibilidad al frío de algunas especies frutales:
El enfriamiento intenso del aire se produce en un lugar por una combinación de factores
meteorológicos de macro y micro escala. Conviene aquí tener presente cómo se enfría la
atmósfera cerca del suelo.
Rn = S + H + lE.
176
Balance Calórico. La energía que le corresponde al término S en los continentes no es igual que
sobre los océanos, dado que en el suelo el calor se transmite por conducción molecular y hasta
los 10 metros de profundidad y en los océanos hay variaciones hasta los 500-600 metros debido
a la transmisión del calor por convección.
Las heladas extemporáneas están vinculadas con estados del tiempo producidos por la
acción de sistemas de presión (altas y bajas) bien definidos, los cuales permiten la entrada de
grandes masas de aire que se estacionan sobre los continentes. Los centros anticiclónicos
establecidos favorecen la pérdida de energía, con grandes descensos térmicos y heladas intensas
fuera de los períodos normales de ocurrencia.
1. Humedad del aire: cuando la atmósfera está cargada de humedad hay menor Irradiación
Efectiva, pues a mayor tensión de vapor de agua o punto de rocío en la atmósfera, aumenta el
flujo de contra radiación, con lo que el Balance negativo es menor. En general, en la medida
que la humedad atmosférica es elevada, es más probable la presencia de nubosidad, que
incrementa este efecto (figura 2.4.13). Además, el nivel de humedad del aire determina el tipo
de helada según su aspecto visual: helada blanca o helada negra.
177
Figura 2.4.13. Efecto de la condición de nubosidad sobre la disminución de la
temperatura nocturna
2. Viento y turbulencia: El aire en calma favorece la estratificación del aire frío sobre el suelo,
que va perdiendo calor durante la noche por irradiación y da lugar a un gradiente de inversión
cerca del suelo. En estas condiciones el aire adquiere gran estabilidad térmica (ver estabilidad
térmica de la atmósfera). El viento, al introducir movimientos turbulentos en la capa de aire
cercana al suelo, determina la mezcla de aire entre sus diferentes estratos, con el consiguiente
efecto sobre sus propiedades térmicas. Con turbulencia la inversión es de menor intensidad
(figura 2.4.14), observándose en la capa baja de la atmósfera una tendencia hacia la isotermia o
hacia gradientes térmicos normales. La magnitud de la inversión es de gran importancia en la
aplicación racional de los métodos de lucha.
3. Drenaje nocturno del aire frío: El aire frío, dado que es más denso, drena por la superficie
terrestre, dirigiéndose hacia los lugares más bajos. Debido a las variaciones en el relieve
terrestre, el aire más frío tiende a acumularse en las zonas más bajas. Las características del
microrelieve del suelo y los accidentes de su superficie determinan la dirección y la intensidad
del flujo nocturno del aire frío, lo que constituye un importante factor micrometeorológico de
las heladas. Este escurrimiento del aire, se produce sin alterar profundamente la estratificación
del aire frío y, por lo tanto, de la inversión establecida (figura 2.4.15)
178
Figura 2.4.15. Depósito de aire frío y helada en el valle.
4. Características del suelo: Las condiciones físicas del suelo constituyen un factor local de
gran importancia en la manifestación de las heladas. Una buena transferencia de calor en el suelo
permitirá que, durante las horas diurnas, se almacene una considerable cantidad de energía, la
cual será devuelta durante la noche hacia la superficie y, de ella, a la capa de aire adyacente.
Desde el punto de vista agronómico esta información muchas veces resulta insuficiente.
El estudio del régimen de heladas con sentido agroclimático debería integrar no solo los
parámetros mencionados, sino también aquellos índices que permitan cuantificar, o al menos
calificar, el probable daño en diversos cultivos agrícolas. Un estudio completo de heladas
(Caracterización Agroclimática de Heladas), debería determinar su régimen en función de
los valores medios, extremos y variabilidad, de los siguientes aspectos:
1) Tipo genético
2) Duración
3) Época de ocurrencia
4) Intensidad
5) Frecuencia (de los puntos 1 a 4)
6) Expresión de la peligrosidad.
179
180
1) Tipos genéticos de heladas
De acuerdo a la información que publica el SMN, las heladas se pueden caracterizar por
su época de ocurrencia, intensidad, en alguna medida por su peligrosidad, pero nada se dice
sobre su tipo genético, es decir, el origen o causa del enfriamiento. De acuerdo a su tipo genético,
las heladas pueden ser:
a) Heladas Advectivas:
b) Heladas Radiativas:
181
Figura 2.4.16. Gradiente térmico vertical en los distintos tipos de heladas: (a) casi
isotérmico (b) inversión térmica junto al suelo.
c) Heladas Mixtas:
Se producen por la combinación de los dos procesos anteriores, lo que puede suceder de
distintos modos:
1) Se produce en forma conjunta la irrupción de una masa de aire con temperatura inferior a
0°C, y el balance de radiación del lugar donde llega la masa es negativo, o sea que hay dos
efectos sumados.
2) Se produce cuando primero llega una masa de aire que provoca una helada advectiva y en
ciertas regiones se detiene, estabiliza y al día siguiente de la helada, dicha masa sufre un
descenso térmico de origen radiativo en el lugar donde se estacionó.
3) Similar al caso anterior, irrumpe una masa de aire frío que si bien no llega a provocar una
helada en ese momento, se estabiliza y favorece luego por la noche el descenso térmico por
radiación terrestre. Bajo estas condiciones, con el aire frío y seco preacondicionado, se
incrementa la probabilidad de producirse una helada al día siguiente. Los casos 2 y 3 son los
que principalmente ocurren en la provincia de Córdoba.
Los agricultores dividen las heladas en blancas y negras por el aspecto que presenta el
cultivo, después de experimentado el fenómeno, independientemente de la causa meteorológica
determinante del descenso de la temperatura.
182
La "helada blanca" ocurre cuando sobre la superficie de las plantas, objetos y el suelo
se deposita un manto de escarcha que confiere al paisaje el color blanco de la denominación
(Caso A, fig 2.4.17). Para que se produzca este fenómeno, la humedad absoluta del aire debe
ser lo suficientemente elevada para que al descender la temperatura alcance y sobrepase el punto
de rocío, condensándose el exceso de humedad sobre las plantas, objetos y suelo.
La "helada negra" ocurre cuando hay muy poca humedad (Caso B figura 2.4.17) y la
temperatura desciende por debajo de cero grado sin alcanzar el punto de saturación, motivo por
el cual no hay condensación de agua previa.
e
(mb)
Rocío
Escarcha
PR 0 PR T (°C )
(B) (A)
Figura 2.4.17. Condición de la humedad del aire que produce una helada blanca (A) o
una helada negra (B).
Este tipo de helada se llama helada blanca, y causa menos daño a los vegetales que las
heladas negras, pues como hay condensación (600 cal/gramo) y solidificación (80 cal/gramo),
se libera el calor latente, parte de esas calorías pueden pasar al órgano vegetal, atenuando así el
descenso térmico.
Ahora, supongamos que la masa de aire está inicialmente en B, vemos que tiene mucho
menos humedad (su punto de rocío es más bajo) que la masa A. Al descender la temperatura
hasta 0°C no alcanza su punto de condensación, no se satura. Entonces, como es una helada sin
deposición de rocío previo y sin congelación de ese rocío, lo que se congela son los tejidos
vegetales, provocando su muerte. Al cabo de unos días, sus tejidos necrosados se ennegrecen
por el ataque de hongos y el cultivo toma un color pardusco. Este tipo de helada se denomina
helada negra, teniendo una acción muy destructiva sobre las plantas.
183
Es la cantidad de horas que dura el descenso térmico de acuerdo a su intensidad, época
de año, tipo, etc. O sea, que es el tiempo que transcurre en horas, desde que la temperatura baja
a 0°C (comienzo), se encuentra por debajo del 0°C y luego vuelve a subir por encima de dicho
nivel (fin).
3) Época de ocurrencia:
Según su época de ocurrencia pueden ser:
En resumen, vemos que las heladas que ocurren en otoño o antes que comience el
invierno, son las llamadas heladas tempranas y las heladas tardías son aquellas que ocurren
después de pasado el invierno y bien entrada la primavera. Estas Heladas Tardías y Tempranas
presentan interés desde el punto de vista agrícola por ocurrir en épocas en que pueden producir
daños importantes a los cultivos durante el otoño (algodón, caña de azúcar, olivo) o a los que
inician su crecimiento, floración o fructificación en Primavera (frutales, trigos en espigazón,
maíz en crecimiento inicial, etc.). Como en tales épocas la sensibilidad vegetal es máxima para
cualquier descenso térmico por debajo de los 0°C, más que la intensidad de tales heladas,
interesa la fecha en que ocurren.
184
5) Frecuencia media mensual de heladas
El valor climático que indica la frecuencia media mensual de heladas representa el
número de heladas que, en término medio, se produjeron en un lugar a través de un número
suficiente de años. Para computarlo es necesario disponer de un récord de temperaturas
mínimas diarias para un período suficientemente largo para producir un promedio
representativo (por lo menos 15 años). En este récord se computa primeramente la cantidad
total de heladas registradas cada mes a lo largo de los años. Esos valores representan la
frecuencia (veces de ocurrencia) mensual para cada año considerado. El promedio de las
frecuencias de cada mes para todos los años del récord, es el valor de la Frecuencia Media
Mensual.
Para el cálculo de la "fecha media de última helada" se procede de igual forma, sólo que
se consideran las últimas fechas en que la temperatura mínima es 0°C o inferior.
Dentro de las fechas de primeras heladas anuales, aquella que se haya producido en
forma más anticipada (más cerca del comienzo del año) marcará la "fecha extrema de primera
helada", y aquella que se haya producido más tardíamente (más cerca de fin de año) marcará la
"fecha extrema de última helada".
Para aquellas localidades que en algunos años no registren heladas, el cómputo de fecha
media de primeras y últimas heladas, se hará sobre la base del promedio de las fechas de años
con heladas. En tales casos, será necesario acompañar el dato del porcentaje de años sin heladas.
185
Como todo promedio estadístico, su verdadera significación en relación con la
distribución de los valores de la serie, debe ser expresada por algún índice de dispersión. La
desviación estándar es válida para series que respondan a la curva de probabilidad normal, como
parecen ser las de primeras y últimas heladas. El conocimiento de la desviación estándar permite
estimar la probabilidad que tiene la primera (o última) helada de ocurrir tantos días antes o
después de la fecha media.
Con este fin pueden usarse cualquiera de las tablas estadísticas que indiquen la
probabilidad o superficie porcentual que queda comprendida bajo la curva normal en el intervalo
entre la media +/- una dada desviación estándar. Llamamos desviación reducida a la diferencia
entre un valor cualquiera de la serie y el valor medio, pero medida en términos de desviación
estándar. Por ejemplo, si una serie tiene una media X = 15 y una desviación estándar = 3, un
valor cualquiera por ejemplo x = 21, tiene con la media un desvío d: 21 - 15 = 6; esta diferencia
expresada en unidades de desviación estándar será:
d 6
z = = = 2 desviaciones reducidas
3
La "Tabla del área comprendida bajo la curva de distribución normal y reducida" (Fisher
y Yates, 1963) al final del Capítulo, permite calcular cual es la probabilidad que la variable
normal centrada y reducida tome valores mayores o iguales a z [P(Z≥z)]. Por ejemplo, para el
mismo caso anterior ( X = 15; = 3) podríamos preguntarnos cuál es la probabilidad de que se
den por azar valores mayores a 19,2. De acuerdo a lo dicho, la desviación reducida será:
Dentro de cada año del record, el intervalo que va desde la fecha de primera helada anual
hasta la fecha de última helada anual marca el llamado período con heladas, que se expresa por
la cantidad o número de días del intervalo. Si sobre un record de muchos años se determina la
duración de los períodos anuales de heladas y posteriormente se realiza el promedio para estos
valores, se observa el llamado "período medio con heladas". Prácticamente puede computárselo
como el número de días comprendidos desde la fecha media de primera helada a la fecha media
de última helada.
De la misma forma, el intervalo que va desde la última helada de un año a la primera del
año siguiente, constituye el llamado período libre de heladas. El promedio de las duraciones de
períodos libres anuales obtenido sobre una larga serie de años, constituye el "período medio
libre de heladas" (estimación del período potencial de un cultivo estival) de gran valor
186
agroclimático. Prácticamente corresponde al número de días entre la fecha media de última
helada y la fecha media de primera helada (contadas pasando por el 31 de diciembre).
Cualquier índice que exprese la relación entre el régimen de heladas y la repercusión del
mismo sobre los cultivos agrícolas es un índice de peligrosidad. Dentro de ellos, se ubica el
llamado Índice CrioKindinoscopico (ICK), propuesto por el Ing.Agr. J.J.Burgos para evaluar
el riesgo agrícola de heladas a nivel regional.
Los fundamentos para el desarrollo de los ICK, tanto de Primeras como de Ultimas
Heladas, pueden resumirse así:
d) que para dar un índice de peligrosidad un carácter agrícola, debe fijarse un riesgo de pérdida
por helada económicamente aceptable, que el autor fija en una pérdida por heladas de 1 año
cada 5 (Probabilidad = 0,20)
e) las heladas invernales, pueden ocasionar daños cuando su intensidad excede la resistencia
normal de los cultivos perennes o anuales de cultivo invernal;
g) la temperatura mínima anual media y su dispersión pueden constituir un buen índice del rigor
del invierno.
187
En base a estas consideraciones, fueron propuestos los siguientes índices
criokindinoscópicos y sus correspondientes definiciones:
1.- ICK de primeras heladas: temperatura media normal del aire en la fecha antes de la cual
es probable que ocurran heladas en 1 año de cada 5 (P = 20%).
2.- ICK de ultimas heladas: temperatura media normal del aire en la fecha después de la cual
es probable que ocurran heladas en 1 año cada 5 (P = 20%).
3.- ICK de heladas invernales para cultivos perennes: temperatura mínima anual que cabe
esperar con una probabilidad del 5% (una vez cada 20 años).
4.- ICK de helada invernales para cultivos anuales: temperatura mínima anual que cabe
esperar con una probabilidad del 20% (1 vez cada 5 años).
188
Método de cálculo del ICK de primeras heladas:
Vale decir, el día 87 del año (28 de marzo) es la fecha antes de la cual es probable que
ocurra la primera helada en el 20% de los años. Conocida esta fecha, es necesario hallar la
temperatura normal del aire que le corresponde. De la estadística climatológica (1901-50)
extraemos:
Se procede de igual forma que en el caso anterior, con la salvedad que en el cálculo del
valor medio y la desviación estándar se plantea la búsqueda de una fecha posterior a la fecha
189
media con una probabilidad de ocurrencia del 20%. Considerando la siguiente fecha media de
última helada = 2 de septiembre (día 245), y una desviación estándar = +/- 15 días
1) Hallar la temperatura mínima anual media; este valor es el promedio de las temperaturas
mínimas absolutas anuales del record considerado. Por ejemplo, para Cipolletti resulta ser igual
a -9,2°C +/- 1,8°C (1902-1955).
2) Hallar la temperatura mínima anual que puede ocurrir con una probabilidad del 5% (para
perennes) o del 20% (para anuales). Esos valores son los ICK buscados.
Temperatura mínima
Cultivos anual media X (ºC) X ICK
190
MÉTODOS DE LUCHA CONTRA LAS HELADAS
Los métodos directos pasivos se realizan antes de la ocurrencia del fenómeno adverso,
sus efectos son permanentes en muchos casos, y se realizan como técnicas precautorias o
preventivas a través del gobierno o control de los factores físicos (o biológicos, pero en función
física), favorables a la ocurrencia o intensificación del fenómeno adverso.
Los métodos indirectos no actúan sobre el fenómeno en sí, sino sobre el objeto de la
protección, es decir los cultivos; la elección de los cultivos y su diversificación, la elección de
las épocas de siembra, la regulación o adecuación de los procesos fenológicos, la utilización de
variedades resistentes o técnicas para aumentar la resistencia natural, etc., constituyen ejemplos
de los métodos indirectos más usados. En general, su aplicación se relaciona con las
características generales del régimen climático del fenómeno adverso en el lugar de cultivo y
con el mecanismo fisiológico del daño.
Retraso de la floración
Un método disponible en la lucha contra las heladas invierno-primaverales, en duraznero
y otros frutales de carozo, es la pulverización con retardadores de crecimiento. Estos agentes
inducen atrasos variables en la floración, permitiendo en ciertas regiones escapar al periodo de
heladas. Hasta ahora se han efectuado experiencias con Etefon, tratando de identificar los
momentos y dosis de aplicación óptimas que brinden protección sin efectos fitotóxicos
indeseables.
Se comprobó que con pulverizaciones otoñales con 100 ppm de Etefon en el momento
del 50 % de la caída de las hojas, no solo retardaban la floración unos siete días sino que, además,
las yemas florales de los árboles tratados poseían resistencia adicional al daño por frío.
191
protección adicional que brinda el producto al daño por frío puede redundar en un beneficio para
la producción. Otros autores, mencionan la aplicación del Etefon en damasco y en almendro,
indicando que aún existe poca experimentación al respecto.
Las características físicas del suelo afectan a su propia temperatura y a la de los primeros
estratos de aire. Además, influyen sobre la transferencia de calor en profundidad, permitiendo
que durante las horas diurnas se almacene en él una cantidad de calor considerable que, durante
las horas nocturnas, será devuelto a la superficie y de allí a la capa de aire adyacente. Este
fenómeno determinará una menor amplitud térmica en aquellos suelos con alta capacidad de
transferencia de calor y viceversa. La facilidad de transferencia del flujo calórico depende
principalmente de las constantes calóricas del suelo, que son específicas para cada una de las
texturas y estados de agregación y, principalmente, de su contenido de humedad.
Influencia de la textura
Un suelo arenoso retiene naturalmente menos agua que uno arcilloso. Por ello, tendrá
menor calor específico y en consecuencia menor flujo calórico. Luego, tendrá mayor amplitud
térmica en superficie, lo que determinará temperaturas mínimas más extremas que si fuera un
suelo arcilloso.
Supóngase dos parcelas del mismo suelo que tienen diferentes contenidos de agua por
haber sido regados o haber recibido una lluvia en distintos momentos. La que se encuentra más
seca tendrá menor calor específico y menor flujo calórico. Por ello, tendrá mayor amplitud
térmica en superficie y en los estratos de aire inmediatos, razón por la cual experimentará
temperaturas mínimas más extremas.
192
a) La capa arada contiene mucho aire y poca humedad ocasionando, en grado
superlativo, los efectos señalados en los puntos anteriores para suelos arenosos y secos.
b) La capa arada tiene muy baja o nula conductividad térmica por tener mucho aire. Por
ello, aísla a los estratos profundos en cuanto a la posibilidad de recibir calor de día o transferir
calor a la superficie durante la noche.
c) La capa arada aumenta la emisión al tener mayor superficie de irradiación. Una forma
práctica de compactar el suelo es regándolo por inundación, debido a que el agua disuelve los
terrones, llena de suelo los intersticios y produce un aplanamiento de la superficie.
En cultivos tales como los montes frutales, la cobertura del suelo por malezas o abonos
verdes, en el período de heladas dañinas, actúa como un elemento de enfriamiento por tres
efectos distintos:
b) Se recordará que las máximas amplitudes térmicas se producen sobre la superficie del
suelo y van disminuyendo con la altura. La cobertura vegetal eleva el nivel de la capa rugosa
del suelo, impidiendo con ello la difusión turbulenta en los estratos inferiores, donde ocurre el
descenso térmico mayor.
a) Efecto invernadero: Es aquel por el cual un recinto o abrigo, cubierto con un material
transparente a las radiaciones solares, tiende a mantener a través del tiempo una temperatura
superior a la externa.
b) Retención del calor: Es la capacidad de un abrigo cerrado para mantener la energía térmica
acumulada en su interior. La capacidad de retención está ligada directamente al coeficiente de
conductividad térmica del material y a su permeabilidad a las radiaciones caloríficas emitidas
por el suelo y por las plantas.
193
c) Rendimiento térmico de un abrigo: Desde el punto de vista práctico, es la diferencia entre las
temperaturas medias diarias en el interior del abrigo y las medidas en el exterior. Mayor
rendimiento térmico significa menor gasto de calefacción.
d) Transparencia: Es la propiedad de un material de dejar pasar la mayor cantidad posible de la
radiación solar. El material ideal sería aquel que tuviera el espesor y la flexibilidad de los
plásticos y las propiedades ópticas del vidrio.
194
En el caso de invernaderos, tiene poca importancia la forma de transmisión de la luz
(directa o difusa). Un material translúcido, con tal que transmita tanta luz como otro
transparente, sea de modo directo o difuso, no parece que constituya un inconveniente para los
vegetales. Al contrario, puede resultar beneficioso cuando las radiaciones son muy fuertes.
Sólo el vidrio, los poliésteres estratificados y el PVC son los materiales que presentan
efecto invernadero total. Otras consideraciones a tener en cuenta en el uso de estos materiales,
son las vinculadas con la condensación del vapor agua sobre las paredes interiores de los abrigos.
Uno de los medios más eficaces para impedir la irrupción de aire frío extraño en el lugar
a proteger, es la utilización de masas forestales naturales o cultivadas. En climas húmedos se
pueden aprovechar las masas forestales naturales. En climas áridos y semiáridos se podrán
195
disponer cortinas forestales con fines de protección, que impidan la invasión de aire frío
extraño o que lo desvíen por cauces favorables del terreno, eludiendo los cultivos sensibles.
Las medidas tendientes a drenar el aire frío propio e impedir que se estacione en el lugar,
deben preverse fundamentalmente cuando se planifica la explotación agrícola. Para ello, será
necesario asegurar que no se dispongan obstáculos permanentes (cortinas forestales, cercos,
empalizadas, construcciones, terraplenes de caminos, ferrocarriles, canales, etc.) que se opongan
a la libre circulación del aire frío, en los lugares destinados a cultivos sensibles a las heladas.
La disposición que se le ha dado al cultivo actúa con frecuencia como un elemento que
favorece el establecimiento del aire frío formado en el lugar, sobre todo si éste forma cerca del
suelo una masa densa, en la época de las heladas dañinas (frutales de follaje persistente, vid,
etc.). En estos casos es conveniente disponer las hileras en el sentido de la pendiente (con
precaución por el riesgo de erosión hídrica), de modo que durante las noches frías fluya
libremente el aire enfriado hacia los niveles más bajos.
La modificación temporaria del microclima se obtiene con el aporte local de calor, para
compensar el enfriamiento nocturno. Dado que las pérdidas de energía por radiación son
elevadas, la cantidad de energía a aportar también debe ser considerable. La protección activa
contra las heladas de primavera y otoño exige medios potentes para que sea eficaz y estos
generalmente son costosos.
a) Nubes artificiales
Desde muy antiguo se ha utilizado el humo como medio de lucha contra las heladas. De
esta forma, se busca imitar el fenómeno natural de la nubosidad, ya que con cielo cubierto no se
producen heladas. Después de la segunda guerra mundial, se efectuaron numerosos ensayos con
diferentes tipos de nieblas artificiales, algunas de ellas utilizadas como "camuflaje" militar.
Todos estos ensayos fracasaron casi por completo, y este medio de lucha fue abandonado.
La efectividad de una niebla depende de su poder de "pantalla" a las radiaciones
infrarrojas del suelo y de los cultivos. Ese poder de pantalla está en función del diámetro de las
partículas y de la cantidad de fumígeno utilizado por unidad de superficie cubierta. En general,
se ha comprobado que las nieblas artificiales están compuestas por partículas demasiado
pequeñas (respecto a las que forman las nubes naturales) y la densidad de partículas (número de
partículas por unidad de volumen) es inferior a la que presentan las nubes en la naturaleza. Estas
razones explican que no se produzca de manera efectiva el fenómeno de contra radiación
196
deseado. No obstante, experimentos esporádicos se siguen efectuando en distintas partes del
mundo. Al presente, este problema se encuentra en el campo de la investigación y de la
experimentación.
b) Ventilación artificial
Desde la antigüedad se sabe que las heladas de radiación rara vez se producen en noches
ventosas. Ello indujo a tratar de luchar contra las heladas mediante el empleo de ventiladores,
también llamados removedores de aire en nuestro país. Durante la noche, el aire se enfría al
entrar en contacto con la superficie del suelo que pierde energía por radiación, de forma tal que
el gradiente térmico próximo a la superficie es de inversión.
En el valle del río Neuquén se estudiaron las características de los perfiles de temperatura
y viento con el objeto de evaluar la factibilidad del uso de ventiladores o removedores del aire
en la lucha contra las heladas. En todos los puntos estudiados la diferencia de temperatura entre
2 y 35 metros fue superior a los 5°C, alcanzando un valor de 10°C en la localidad de Cinco
Saltos, Río Negro (Flores et al. 1997). Estas investigaciones indican que es propicia la
utilización de aparatos que remuevan el aire en noches de heladas, pero la tecnología de los
mismos debe ser adecuada a las características regionales que adquiere el fenómeno, pues las
inversiones térmicas y las condiciones geográficas, entre otras, hacen necesario localizar las
hélices de estos aparatos a alturas mayores a 20 metros, por lo que el criterio mecánico y
aerodinámico de construcción requiere de soluciones particulares (Lassig, J. et al 1997).
197
Figura 2.4.18. Fotografía del removedor de aire y su efecto sobre el gradiente de
inversión.
Este método consiste en realizar el aporte directo de una cantidad adecuada de energía
calórica para compensar las considerables pérdidas por radiación (figura 2.4.19). Dependiendo
de la intensidad de las heladas, la superficie protegida y el tipo de calefactores, es necesario
quemar entre 200 a 600 litros de combustible/ha hora.
Una mejora al método, consiste en conectar a los calefactores a una red de distribución
de combustible a presión. Se evita así el trabajo de la recarga de los calefactores en heladas de
larga duración. No obstante, esta mejora ofrece algunas dificultades, sobre todo por su
incidencia en los costos de producción. Para reducir los costos de calefacción, es interesante
encarar la lucha en forma colectiva, en regiones extensas. Los calefactores que se emplean, no
198
siempre bien diseñados, producen una combustión incompleta y abundante humo, lo cual
constituye un inconveniente importante respecto a la polución de la atmósfera.
Caefa
El uso más eficiente de los calefactores se puede alcanzar si se combina este método con
el de ventilación. En este caso, se utiliza un menor número de calefactores por hectárea. Para
proteger los cultivos de heladas débiles es suficiente usar sólo la ventilación, pero cuando ellas
son severas se deben poner en funcionamiento los dos sistemas.
d) Métodos de riego
El riego es uno de los sistemas que permite controlar o morigerar la temperatura del
ambiente.
El calor latente que se libera cuando el agua pasa del estado líquido al sólido se utiliza
como principio de protección contra las heladas mediante los sistemas de riego por aspersión
(figura 2.4.20). El agua, aplicada cuando la temperatura del aire es inferior a los 0°C, forma una
película de hielo alrededor de las hojas y de las ramas. Al mantener la temperatura de los órganos
vegetales alrededor de los 0°C, se proporciona la protección necesaria contra la helada. La
mezcla sólida-líquida se mantiene a una temperatura próxima a los 0 °C (-0,5°C).
La cantidad de agua a aplicar (mm/h) debe ser la suficiente para compensar, por un lado,
la cantidad de agua que se va congelando sobre el cultivo y, por el otro, la cantidad de agua que
se puede evaporar desde la lámina de agua líquida por encima de la lámina de hielo.
199
La cantidad de agua a aplicar oscila de 2,5 a 4,6 mm/h, de acuerdo a las características
de las heladas y el tipo de suelo donde está implantado el cultivo. Es muy probable que 2,5
mm/h sea un caudal apropiado para las condiciones de nuestro país y para muchos cultivos.
Si la helada se produce con viento, la cantidad de agua a aplicar tiene que ser superior (hasta un
50 % más).
En cuanto a la velocidad de rotación, el aspersor tiene que dar una vuelta en menos de 1
minuto en procura de que no se forme abundante hielo, que por su peso ponga en peligro la
integridad del cuerpo de la planta y garantice la permanencia sobre el cultivo de la mezcla
sólido-líquida.
Figura 2.4.20. Sistema de riego por aspersión protegiendo el cultivo de vid y aspersor
trabajando.
Las decisiones críticas acerca del funcionamiento del sistema de riego son los momentos
de iniciar la aplicación y de detenerla. Siempre debe ser con una temperatura del bulbo húmedo
por encima de la temperatura crítica para el cultivo que se está protegiendo, aún cuando el sol
esté “brillando” y la temperatura del aire sea superior a 0C. Para finalizar el riego por aspersión
en días despejados y sin viento, el sistema debe detenerse sólo cuando haya agua líquida entre
el hielo y las ramas de los árboles. Fuera de la zona de protección, la temperatura del aire deberá
ser superior a los 0C.
Como regla general, es evidente que no se deberán implementar cultivos sensibles a las
heladas, en aquellas zonas donde esta adversidad del clima es frecuente.
200
Elección de especie, variedad y época de año
201
TABLA DE z
Probabilidad de que el valor de la variable normal, centrada y reducida Z tome valores z.
z 0.00 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05 0.06 0.07 0.08 0.09
0.0 0.5000 0.4960 0.4920 0.4880 0.4840 0.4801 0.4761 0.4721 0.4681 0.4641
0.1 0.4602 0.4562 0.4522 0.4483 0.4443 0.4404 0.4364 0.4325 0.4286 0.4247
0.2 0.4207 0.4168 0.4129 0.4090 0.4052 0.4013 0.3974 0.3936 0.3897 0.3859
0.3 0.3821 0.3783 0.3745 0.3707 0.3669 0.3632 0.3594 0.3557 0.3520 0.3483
0.4 0.3446 0.3409 0.3372 0.3336 0.3300 0.3264 0.3228 0.3192 0.3156 0.3121
0.5 0.3085 0.3050 0.3015 0.2981 0.2946 0.2912 0.2877 0.2843 0.2810 0.2776
0.6 0.2743 0.2709 0.2676 0.2643 0.2611 0.2578 0.2546 0.2514 0.2483 0.2451
0.7 0.2420 0.2389 0.2358 0.2327 0.2296 0.2266 0.2236 0.2206 0.2177 0.2148
0.8 0.2119 0.2090 0.2061 0.2033 0.2005 0.1977 0.1949 0.1922 0.1894 0.1867
0.9 0.1841 0.1814 0.1788 0.1762 0.1736 0.1711 0.1685 0.1660 0.1635 0.1611
1.0 0.1587 0.1562 0.1539 0.1515 0.1492 0.1469 0.1446 0.1423 0.1401 0.1379
1.1 0.1357 0.1335 0.1314 0.1292 0.1271 0.1251 0.1230 0.1210 0.1190 0.1170
1.2 0.1151 0.1131 0.1112 0.1093 0.1075 0.1056 0.1038 0.1020 0.1003 0.0985
1.3 0.0968 0.0951 0.0934 0.0918 0.0901 0.0885 0.0869 0.0853 0.0838 0.0823
1.4 0.0808 0.0793 0.0778 0.0764 0.0749 0.0735 0.0721 0.0708 0.0694 0.0681
1.5 0.0668 0.0655 0.0643 0.0630 0.0618 0.0606 0.0594 0.0582 0.0571 0.0559
1.6 0.0548 0.0537 0.0526 0.0516 0.0505 0.0495 0.0485 0.0475 0.0465 0.0455
1.7 0.0446 0.0436 0.0427 0.0418 0.0409 0.0401 0.0392 0.0384 0.0375 0.0367
1.8 0.0359 0.0351 0.0344 0.0336 0.0329 0.0322 0.0314 0.0307 0.0301 0.0294
1.9 0.0287 0.0281 0.0274 0.0268 0.0262 0.0256 0.0250 0.0244 0.0239 0.0233
2.0 0.0227 0.0222 0.0216 0.0211 0.0206 0.0201 0.0197 0.0192 0.0187 0.0183
5 2 9 8 8 8 0 3 6 1
2.1 0.0178 0.0174 0.0170 0.0165 0.0161 0.0157 0.0153 0.0150 0.0146 0.0142
6 3 0 9 8 8 9 0 3 6
2.2 0.0139 0.0135 0.0132 0.0128 0.0125 0.0122 0.0119 0.0116 0.0113 0.0110
0 5 1 7 5 2 1 0 0 1
2.3 0.0107 0.0104 0.0101 0.0099 0.0096 0.0093 0.0091 0.0088 0.0086 0.0084
2 4 7 0 4 9 4 9 6 2
2.4 0.0082 0.0079 0.0077 0.0075 0.0073 0.0071 0.0069 0.0067 0.0065 0.0063
0 8 6 5 4 4 5 6 7 9
2.5 0.0062 0.0060 0.0058 0.0057 0.0055 0.0053 0.0052 0.0050 0.0049 0.0048
1 4 7 0 4 9 3 8 4 0
2.6 0.0046 0.0045 0.0044 0.0042 0.0041 0.0040 0.0039 0.0037 0.0038 0.0035
6 3 0 7 5 2 1 9 6 7
2.7 0.0034 0.0033 0.0032 0.0031 0.0030 0.0029 0.0028 0.0028 0.0027 0.0026
7 6 6 7 7 8 9 0 2 4
2.8 0.0025 0.0024 0.0024 0.0023 0.0022 0.0021 0.0021 0.0020 0.0019 0.0019
6 8 0 3 6 9 2 5 9 3
2.9 0.0018 0.0018 0.0017 0.0016 0.0016 0.0015 0.0015 0.0014 0.0014 0.0013
7 1 5 9 4 9 4 9 4 9
3.0 .00135 3.2 .00068 3.4 .00033 3.6 .00015 3.8 .00007
0 7 7 9 2
3.1 .00096 3.3 .00048 3.5 .00023 3.7 .00010 3.9 .00004
7 3 3 8 8
202
TABLA DE DÍAS
Día ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC Día Año Bis
1 1 32 60 91 121 152 182 213 244 274 305 335 1 1900
2 2 33 61 92 122 153 183 214 245 275 306 336 2 1904
3 3 34 62 93 123 154 184 215 246 276 307 337 3 1908
4 4 35 63 94 124 155 185 216 247 277 308 338 4 1912
5 5 36 64 95 125 156 186 217 248 278 309 339 5 1916
6 6 37 65 96 126 157 187 218 249 279 310 340 6 1920
7 7 38 66 97 127 158 188 219 250 280 311 341 7 1924
8 8 39 67 98 128 159 189 220 251 281 312 342 8 1928
9 9 40 68 99 129 160 190 221 252 282 313 343 9 1932
10 10 41 69 100 130 161 191 222 253 283 314 344 10 1936
11 11 42 70 101 131 162 192 223 254 284 315 345 11 1940
12 12 43 71 102 132 163 193 224 255 285 316 346 12 1944
13 13 44 72 103 133 164 194 225 256 286 317 347 13 1948
14 14 45 73 104 134 165 195 226 257 287 318 348 14 1952
15 15 46 74 105 135 166 196 227 258 288 319 349 15 1956
16 16 47 75 106 136 167 197 228 259 289 320 350 16 1960
17 17 48 76 107 137 168 198 229 260 290 321 351 17 1964
18 18 49 77 108 138 169 199 230 261 291 322 352 18 1968
19 19 50 78 109 139 170 200 231 262 292 323 353 19 1972
20 20 51 79 110 140 171 201 232 263 293 324 354 20 1976
21 21 52 80 111 141 172 202 233 264 294 325 355 21 1980
22 22 53 81 112 142 173 203 234 265 295 326 356 22 1984
23 23 54 82 113 143 174 204 235 266 296 327 357 23 1988
24 24 55 83 114 144 175 205 236 267 297 328 358 24 1992
25 25 56 84 115 145 176 206 237 268 298 329 359 25 1996
26 26 57 85 116 146 177 207 238 269 299 330 360 26 2000
27 27 58 86 117 147 178 208 239 270 300 331 361 27 2004
28 28 59 87 118 148 179 209 240 271 301 332 362 28 2008
29 29 88 119 149 180 210 241 272 302 333 363 29 2012
30 30 89 120 150 181 211 242 273 303 334 364 30 2016
31 31 90 151 212 243 304 365 31 2020
203
0
Interesa su estudio desde el punto de vista agronómico por las siguientes razones:
1- Tiene influencia sobre de la temperatura del aire, pues absorbe selectivamente la radiación
terrestre e interviene en los procesos termodinámicos de la atmósfera, modificando la forma
en que se reparte la energía del balance calórico atmosférico y terrestre.
204
1
Figura 3.1.1. Estructura molecular del agua en los tres estados: sólido, líquido y
gaseoso.
205
2
a) Por su masa
Las partículas de vapor de agua presentes en el aire poseen masa y por consiguiente,
peso. Si expresamos el grado de humedad por la masa de vapor contenida en un volumen
unitario de aire húmedo, se obtiene la humedad absoluta o densidad de vapor.
mv
= humedad absoluta = se expresa en mg/cm3 ó g/m3
v V
mv
q = humedad específica = se expresa en mg/g ó g/kg ó ‰
mv + ma
Donde:
ma es la masa de aire seco
mv
r = razón de mezcla = y se expresa en g/kg ó ‰.
ma
206
3
La envoltura gaseosa que circunda a la tierra, con las debidas aproximaciones, puede
ser considerada como un gas ideal, en la cual cada elemento es bien caracterizado por la
ecuación general de los gases.
PV nRT (1)
m MP
V RT
m
El cociente (densidad del gas).
V
La presión atmosférica es la suma de las presiones parciales de los constituyentes del
aire de la atmósfera, donde cada uno de ellos actúa independientemente, según la Ley de
Dalton. Así:
Patm = Pa + e
Por lo que la presión atmosférica del aire húmedo está dada por la suma de la presión
del aire seco más la tensión de vapor. Sus respectivas densidades serán:
m m M P
a v a atm
a v V RT
(densidad del aire húmedo)
m M
P e
a a atm
(densidad del aire seco) (3)
a V RT
207
4
m M e 18e
v v (densidad del vapor de agua ó humedad
v V RT RT
absoluta) (4)
Mv es igual a 18 g/mol, en tanto que la masa molecular del aire atmosférico Ma, es
definida por:
ni M i
M
a ni
Donde: Mi es la masa molecular y ni el número de moles de cada gas i.
q v 18.e 0,622 e
29.P P
a atm atm
18.e e
r v 0,622
29. P e P e
as atm atm
De esta manera podemos relacionar las formas de expresión de la humedad del aire
de acuerdo a su masa con la tensión de vapor.
Como todo gas, el vapor de agua del aire desarrolla una fuerza de expansión que se
traduce en una presión sobre los cuerpos que se le oponen, la cual se suma a la presión de
los demás componentes del aire. Cuanto mayor sea el grado de humedad del aire, tanto
mayor será la tensión de vapor, de acuerdo a la ley de Boyle-Mariotte (presión proporcional
a la densidad o humedad absoluta). Sin embargo, el vapor de agua tiene una particularidad
que lo diferencia de los otros gases: para cada temperatura del aire que lo contiene, hay una
presión máxima o límite que no puede ser superada aunque se aumente la densidad de
vapor. Es decir, si tomamos un recipiente de por ejemplo 1 cm3 de capacidad, y lo llenamos
de aire completamente seco y puro, este aire ejercerá dentro del recipiente una presión que
llamaremos P, y tendrá una temperatura que llamaremos T. Si ahora vamos introduciendo
vapor de agua en pequeñas porciones, cuidando de mantener constante T, después de
introducir una cantidad a de vapor, P habrá aumentado por la presión que ejercerán las
partículas de vapor de agua introducidas. Si seguimos midiendo la presión después de cada
nueva incorporación veremos que se alcanzará una presión dentro de la mezcla que
permanecerá invariable a pesar de los nuevos agregados de vapor de agua. Esta presión
208
5
Cuando en nuestro recipiente exista tal cantidad de vapor de agua que la presión
ejercida por el mismo sea la máxima posible para esa temperatura, diremos que el aire está
saturado de humedad. Naturalmente podemos seguir agregando vapor de agua a nuestro
recipiente después de alcanzado ese punto y entonces el aire estará sobresaturado de
humedad.
Correctamente hablando, se dice que el aire húmedo está saturado cuando a una
temperatura T y a una presión total P su composición es tal que puede coexistir en equilibrio
indiferente (la tasa de evaporación es igual a la de condensación) con una superficie plana de
agua de una fase condensada pura (agua o hielo), a la misma T y P.
Lo dicho anteriormente nos hace ver, que mientras la cantidad de vapor de agua que
puede haber en el aire es ilimitada para cada temperatura, la presión de vapor es restringida,
o lo que es lo mismo, que mientras el aire húmedo se comporta como un gas ideal hasta
alcanzar la saturación (porque sigue las leyes de los gases perfectos), se "transforma" en un
gas real en estado de sobresaturación.
Para cada presión total y cada temperatura del aire húmedo la tensión máxima es
producida por una humedad absoluta también constante. La tensión de vapor e cuando el
aire retiene el máximo de vapor es denominada tensión de saturación o tensión máxima
de vapor, E. Cuanto mayor es la temperatura del aire, mayor es la masa de vapor que él
puede retener, o también, cuanto mayor es T, mayor es E.
209
6
Tabla 3.1.1: Relación entre la temperatura del aire (ºC) y la Humedad Absoluta de
Saturación y la Tensión de Saturación.
210
7
Este gráfico es útil para explicar otras formas de expresión de la humedad del aire
en relación con la saturación.
Una muestra de aire con valores de e y t tal que en la figura 3.1.3, esté por debajo de
la curva de saturación se denomina no saturado. El aire se llama saturado cuando sus valores
de e y t, se encuentran en la curva de saturación y, se denomina sobresaturado cuando esos
valores están por encima de la curva. Así los puntos A, B y C de la figura 3.1.3, representan
muestras de aire no saturado, saturado y sobresaturado respectivamente.
e q r
humedad relativa = HR .100% v .100% .100% .100%
E q r
vs s s
211
8
e 10,73
HR .100% .100% 45,9% , La unidad de expresión es %.
E 23,37
Si en lugar de hacer la relación entre esas dos tensiones, hacemos la diferencia entre
ellas, estaremos expresando el grado de humedad en forma de déficit de saturación, cuya
unidad es mm de Hg o mb, o hPa .:
DS = E - e
Esta cifra es la que corresponde a la cantidad de vapor de agua que podemos agregar
a esa masa de aire, manteniendo constante su temperatura, para que alcance el estado de
saturación, es decir hasta que llegue al punto b de la curva.
212
9
cuando la tasa de evaporación es máxima. Las máximas variaciones se pueden apreciar cerca
del suelo y de las plantas.
La tensión de vapor disminuye desde el Ecuador hacia los Polos. Ello se comprueba
perfectamente en nuestro país; así, tomando los valores anuales normales, se tiene:
- OBERA (Misiones).................................18,1 hPa
- DOLORES (Bs. As.)...............................14,1 hPa
- VIEDMA (Río Negro)..............................9,8 hPa
- TRELEW (Chubut)..................................7,.9 hPa
- RIO GRANDE (Tierra del Fuego)...........6,9 hPa
Podemos resumir diciendo que la variación por altura y por latitud no responde a
patrones de distribución uniformes. Pero se observa una disminución de la humedad con la
altura (tabla 3.1.2) y prácticamente a nivel de la troposfera el contenido de vapor de agua es
despreciable.
213
10
Tabla 3.1.2. Disminución del vapor de agua con la altura (Dom, 1978)
0 1,3
1 1,0
2 0,69
3 0,49
4 0,37
5 0,27
6 0,15
7 0,09
8 0,05
La HR en nuestro país presenta una variación anual bien manifiesta, como consecuencia
de la variación anual de la temperatura del aire y del régimen pluviométrico (figura 3.1.6).
214
11
EL BOLSON (Río Negro)
200 16
180 14
Precipitaciones, mm
160
Tenperatura, ºC
12
140
120 10
100 8
80 6
60
4
40
20 2
0 0
J A S O N D E F M A M J
Meses del año
120 25
Precipitaciones, mm
100 20
Temperatura, ºC
80
15
60
10
40
20 5
0 0
J A S O N D E F M A M J
Meses del año
CORDOBA
160 30
140
Precipitaciones, mm
25
Temperatura, ºC
120
20
100
80 15
60
10
40
5
20
0 0
J A S O N D E F M A M J
Meses del año
215
12
Para determinar la humedad del aire se utilizan instrumentos que tienen propiedades
asociadas al contenido de vapor de agua en la atmósfera. Son dispositivos muy simples, no
necesitando más que un haz de cabello o un par de termómetros. Los principales
instrumentos son:
a) Higrómetros (-grafos)
216
13
b) Psicrómetros.
Están compuestos por dos termómetros comunes de mercurio, uno de los cuales tiene
su bulbo cubierto por una muselina que se mantiene constantemente humedecida, por los
que se denomina termómetro húmedo. El fundamento de la medición de la humedad del aire
con este instrumento es: si al par psicrométrico se lo coloca en un ambiente saturado de
humedad, ambos termómetros marcarán la misma temperatura, pues en estas condiciones
no se produce evaporación de la película de agua contenida en la muselina que rodea al
termómetro. Si en cambio se lo coloca en un ambiente no saturado se producirá evaporación.,
tanto más intensa cuanto más seco esté el aire.
Este cambio de estado demanda una determinada cantidad de calordel orden de las
600 cal/g de agua evaporada, lo que se traduce en un descenso de la temperatura del
termómetro húmedo. Es evidente quea medida que la humedad del aire es menor, la
diferencia entre ambos termómetros (diferencia psicrométrica) será mayor. Conociendo esta
diferencia y la temperatura del termómetro húmedo, mediante el uso de tablas, podrá
conocerse la cantidad de agua contenida en la atmósfera.
1- No ventilados (figura 3.1.8) tipo August, que es estático. Es el más común, se ubica
dentro del abrigo meteorológico, en un soporte que mantiene separados los termómetros
entre sí a 0,10 m y están a 1,50 m del suelo.
A B
2- Ventilados: en los cuales se hace pasar una corriente de aire alrededor de los
termómetros mediante un dispositivo especial. La muselina se reemplaza por una mecha
tubular que se debe mojar antes de realizar cada observación. El psicrómetro ventilado
tipo Assman (figura 3.1.9) puede ser fijo o portátil, mecánico o eléctrico. Permite
217
14
A B
Figura 3.1.9 Esquema del psicrómetro ventilado tipo Assman (A) y fotografía del
mismo (B).
218
15
Siendo
Patm = presión atmosférica en el momento de observación.
es’ = tensión de vapor de saturación a la temperatura TTh (temperatura del bulbo
húmedo).
0,622 = constante (peso molecular del vapor de agua/peso molecular de aire seco)
En el psicrómetro, la temperatura del aire que llega queda indicada por el valor
medido en el termómetro seco y, la que sale, se obtiene del termómetro húmedo.
Reemplazando en la primera ecuación y considerando valores de presión de vapor en lugar
de razón de mezcla tenemos:
es 'e Patm.Cp'
TTs TTh 0,622.Lw
Donde:
219
16
La tasa de cambio de presión de vapor respecto del cambio de la temperatura del aire
original y la temperatura del bulbo húmedo (diferencia psicrométrica), es proporcional a la
presión atmosférica e inversamente proporcional al calor latente de vaporización (que varía
ligeramente con la temperatura). Frecuentemente la presión atmosférica y el calor latente de
vaporización son considerados constantes, por lo que a cualquiera de las dos fracciones
presentadas en la ecuación anterior se la conoce con el nombre de constante psicrométrica
(mb/°C).
2) Sobre ese punto se traza una línea paralela a la pendiente que corresponda según
temperatura y presión (0,622 Lw/(p.Cp’)), y se busca la intersección con la temperatura del
bulbo seco obteniéndose en ese punto el valor de humedad relativa (50%) y el de tensión de
vapor actual (20 mb).
220
17
221
18
La humedad y temperatura del aire que rodea a los granos almacenados condicionan
en gran forma el posible deterioro y consecuentemente el tiempo de almacenaje de granos.
Existe un equilibrio entre la humedad del grano y la humedad del aire que rodea a
los granos, de modo que cuanto mayor es la humedad del grano almacenado, más elevada
serña la humedad ambiente. Para una temperatura dada, los valores de humedad de equilibrio
correspondiente a distintas especies, se pueden ver en el siguiente cuadro:
Cuadro 1: Equilibrio entre la humedad del grano (b.h.) y la humedad relativa ambiente a
temperaturas de 15-20°C
30 40 50 60 70 80 90 100
Granos
Cebada 8,5 9,7 10,8 12,1 13,5 15,8 19,5 26,8
Avena 8,1 9,1 10,3 11,8 13,0 14,9 18,5 24,1
Arroz 9,5 10,9 12,2 13,3 14,1 15,2 19,1
Maíz 7,1 8,3 9,8 11,4 13,2 15,6 19,6 23,8
Sorgo 8,6 9,8 11,0 12,0 13,8 15,8 18,8 21,9
Soja 6,5 7,1 8,0 9,3 11,5 14,8 18,8
Trigo 8,5 9,7 10,9 12,5 13,9 15,8 19,7 25,0
Colza 5,0 5,6 6,1 7,5 8,5 12,0 17,5
Girasol 4,9 5,5 6,1 7,4 8,6 11,9 17,7
Las oleaginosas por su alto % de aceite presentan valores menores que los cereales
ante una misma HRA. Los valores del cuerpo de la tabla están presentados como porcentaje
de humedad en base húmeda (b.h.) [peso de agua/peso del grano húmedo * 100%] a
diferencia de la base seca (b.s.) [peso de agua/peso del grano seco * 100%].
222
19
Si una masa de aire con menor humedad relativa remueve el aire en equilibrio con el
grano, comienza el proceso de evaporación que resulta en una disminución del contenido de
humedad del grano, dicho proceso es endotérmico por lo que la temperatura del aire que sale
del silo será menor (no se considera la producción de energía por la masa de granos en
procesos tales como respiración, fermentación, etc.). La cantidad total de energía empleada
se puede estimar según:
Donde:
Q = cantidad total de energía emplada en evaporación (Kcal)
223
20
10 1.248 1.247 1.245 1.244 1.241 1.239 1.238 1.236 1.235 1.233
20 1.203 1.199 1.198 1.193 1.193 1.192 1.186 1.183 1.181 1.176
30 1.161 1.156 1.151 1.145 1.143 1.140 1.134 1.127 1.121 1.115
40 1.117 1.110 1.101 1.092 1.089 1.075 1.070 1.052
50 1.086 1.073 1.059 1.048 1.021 1.002 0.988
60 1.054 1.036 0.989 0.975 0.952 0.932
70 1.008 0.964 0.937 0.906
La temperatura del aire que sale del silo se obtiene mediante la carta Higrométrica
de Multipresión situando el punto de intersección entre la temperatura del aire que entra al
silo y su porcentaje de humedad relativa, a partir de allí se traza una paralela a la pendiente
que corresponda según temperatura y presión (0,622 L/p) y se busca la intersección con la
curva de humedad relativa de salida (humedad de equilibrio del grano), a partir de ese punto
se lee la temperatura del aire que sale del silo.
Maev = Q/L
Siendo:
Maev = masa de agua evaporada (Kg)
Q = cantidad de energía empleada en evaporación (Kcal)
L = calor latente de vaporización (667 Kcal/Kg)
Por lo tanto, la materia seca del grano almacenado se puede obtener de la siguiente
forma:
Mg = (1 - Humedad Inicial (b.h.)) . (Mg + Mai)
Tener en cuenta que (Mg + Mai) es el peso inicial del grano húmedo (Kg).
224
21
La condensación del vapor de agua del aire es un proceso previo que origina las
diversas formas de precipitación. Ella se produce a partir de diferentes causas que en general
están asociadas a la variación de uno de los siguientes factores: volumen de aire,
temperatura, presión de vapor o humedad.
Las causas más comunes que favorecen la condensación del vapor de agua son las
que producen un descenso de la temperatura del aire, como son el enfriamiento dinámico de
la atmósfera y el enfriamiento por contacto.
225
22
b) Enfriamiento por contacto: se produce, por ejemplo, por el pasaje de aire cálido y
húmedo sobre una superficie de suelo fría. En una noche invernal y con cielo claro, la intensa
radiación terrestre enfriará la superficie muy rápidamente y este enfriamiento superficial se
extenderá hasta el aire cálido y húmedo de las capas inferiores. Al reducir su temperatura y
alcanzar el punto de rocío se produce la condensación en forma de rocío, niebla o escarcha,
según sea la cantidad de vapor de agua existente, el espesor de la capa de aire que se enfría
y el valor del punto de rocío.
Núcleos de condensación
El vapor de agua debe encontrar una superficie adecuada sobre la cual condensarse.
La condensación del vapor de agua se produce con mayor dificultad en el aire "limpio" (libre
de partículas) que en el aire al estado real. Si hacemos descender la temperatura del aire puro
con vapor de agua por debajo del punto de rocío, se "sobresatura" y, para que se produzca
una gota, la HR debe ser muy elevada, como por ejemplo del 320 %.
226
23
El tamaño de los núcleos salinos oscila entre 0,1 a 1 , habiendo aún mayores a 1 .
Los primeros son menos efectivos por lo que se requiere sobresaturaciones elevadas para
que se produzca la condensación del vapor. Los mayores a 1 se denominan núcleos
gigantes, que permanecen en el aire por poco tiempo. Las sales del mar son generalmente
higroscópicas, éstas se incorporan al aire y actúan como núcleos de condensación. Son
igualmente importantes las partículas pequeñas de tierra y los productos de combustión
química, que son elevados por el viento y las corrientes ascendentes de aire.
La sobresaturación en una nube raramente excede 1%, dado que la presión de vapor
de saturación es mayor sobre la superficie curva de una gotita, que sobre una superficie plana
de agua, las gotitas muy pequeñas se evaporan rápidamente. En las primeras etapas es
importante el tamaño de los núcleos, después, una vez disuelta la sal, deja de tener efecto
significativo su tamaño (conjunto: núcleo-agua condensada), y la velocidad de crecimiento
es menor.
Nubes: Características.
Una nube está formada por gotitas de agua cuyo diámetro medio está comprendido
entre 0,01 y 0,03 mm, su velocidad de caída es del orden de 1 cm/s en aire calmo, estando
separadas unas de otras alrededor de 1 cm.
Las gotitas de lluvia son considerablemente más grandes, su diámetro medio está en
general comprendido entre 0,5 y 2 mm, por lo que su volumen es de 100.000 a 1.000.000 de
veces mayor al de los elementos del "aerosol" que constituyen la nube.
227
24
Howard propuso una clasificación que establece cuatro formas fundamentales: los
cirrus (rizos), los cumulus (montón), los stratus (en capas) y los nimbus (nubes de lluvias).
Los cirrus son nubes muy altas, formadas por cristales de hielo, de color blanco
uniforme, sin sombra. Estas nubes tienen un aspecto fibroso (como una cabellera) o de brillo
sedoso, o ambos a la vez. Al anochecer e incidir sobre ellas los rayos solares crepusculares,
toman un color amarillo o anaranjado.
Los stratus son capas de nubes, generalmente de color gris, de base bastante
uniforme. No producen lluvias, a lo sumo, lloviznas.
Los nimbus son masas de nubes sombrías, grises o negras, sin formas netas, con
bordes desgarrados. Combinada con los stratus son importantes como productoras de lluvias
y nieve y, combinada con los cúmulos, es importante en la producción de precipitación de
gotas grandes, corrientemente de copos de nieve y granizo.
Combinando estos cuatro tipos fundamentales se obtienen otros seis, que con los
anteriores, forman 10 géneros que son la base de la clasificación actual (figura 3.1.13).
Clase IV: Nubes de desarrollo vertical Tienen el nivel medio cerca del suelo y pueden llegar
hasta 10 Km.
9) Cumulus 10) Cumulonimbus
228
25
Nubosidad
Nieblas
Son verdaderas nubes situadas a ras del suelo. Quitan la transparencia del aire según
el diámetro de las gotitas y el número de las mismas por unidad de volumen. Como es difícil
medir ambas cosas, la opacidad de la niebla se indica por la distancia a la cual oculta los
objetos.
229
26
La niebla está formada por gotitas de agua casi microscópicas que flotan en el aire,
reduciendo la visibilidad horizontal hasta menos de 1.000 m.
La neblina está formada por gotitas de agua microscópicas que flotan en el aire,
reduciendo la visibilidad horizontal hasta aproximadamente 1.800 m.
La bruma está constituida por partículas de polvo secas y pequeñas que no pueden
percibirse a simple vista, pero que disminuyen la visibilidad y dan al aire una apariencia
humosa característica.
Tipos de nieblas
a) Nieblas frontales: se producen cuando grandes masas de aire caliente se desplazan sobre
una masa de aire frío provocando precipitaciones de lluvia más caliente que el aire que
atraviesan. Como resultado se produce una niebla bastante extensa en superficie y altura.
b) Nieblas de vapor: frecuentes sobre superficie de lagos, ríos, mares, etc., provienen del
agua que está más caliente que el aire sobrepuesto.
a) Nieblas de advección: ocurren cuando hay transporte de aire húmedo sobre superficies
más frías. Son muy extensas y típicas en el SE de la Provincia de Buenos Aires, donde el
aire marino invade el continente más frío.
Rocío
Es la condensación del vapor de agua contenido en la capa de aire que rodea a los
cuerpos expuestos a la radiación nocturna, cuando la temperatura de dicha capa de aire llega
a ser inferior a su correspondiente punto de rocío.
El hecho de que generalmente el rocío que cubre las plantas durante la madrugada
desaparezca poco después de la salida del sol, determina que suela despreciarse como
posible aporte de agua para las plantas. Sin embargo, todo parece indicar que en regiones
áridas y semiáridas el rocío es de gran importancia en la producción de las cosechas. Las
230
27
gotas de rocío pueden resbalar sobre las hojas y alcanzar el suelo donde la humedad queda
almacenada y disponible para las plantas en una capa de pocos centímetros. En ciertas
ocasiones es necesario que el vapor de agua se condense sobre las hojas, ya que si la tensión
de vapor es menor en ellas que en el aire que las rodea, puede difundirse directamente en su
interior sin existir condensaciones visibles; esto ocurre solamente durante la noche cuando
la temperatura de la hoja es lo suficientemente baja.
Los aportes de rocío parecen ser particularmente efectivos en ciertas regiones del
mundo. En tales regiones con poca precipitación y sin necesidad de riego pueden lograrse
buenas cosechas. Así por ejemplo, en una franja de terreno próxima a las costas de California
(USA) pueden cultivarse en verano tomate, pimiento y otras plantas hortícolas. El suelo
almacena bastante humedad durante los primeros meses y las plantas pueden completar su
ciclo vegetativo gracias al rocío y a las nieblas costeras.
La presencia de rocío sobre los vegetales en las primeras horas de la mañana, produce
una disminución de la temperatura del aire, como consecuencia de su posterior evaporación.
En otros términos, esto significa que el rocío afecta al balance calórico por efecto del cambio
físico de estado del agua. Un efecto similar es el que se observa en las laderas de montañas
expuestas al Este durante las horas matinales.
Condensación oculta
El suelo es un sistema disperso formado por partículas de tierra, agua y aire. El aire
del suelo contiene humedad que, bajo determinadas condiciones, puede condensarse
formando rocío. Al fenómeno citado se lo denomina condensación oculta. Es una fuente
importante de agua para las plantas, sobre todo en aquellas regiones de escasas
precipitaciones.
231
205
Temario:
Causas y mecanismos
Clasificación de los hidrometeoros.
Clasificación de las precipitaciones según el origen.
Caracterización agroclimática de la precipitación pluvial.
Regímenes de precipitación.
Distribución geográfica de la precipitación.
Granizo: Proceso de formación y métodos de protección.
La presencia de las pequeñas gotitas de agua que constituyen una nube no es suficiente para
producir, por si solo, la precipitación; por lo que se deben considerar procesos más complejos que
explican su aumento de tamaño.
Los dos mecanismos principales que explican el rápido crecimiento de las gotas de lluvia son,
en un caso, el aumento de tamaño de los cristales de hielo a expensas de las gotas de agua, y, en el
otro, la unión de las pequeñas gotitas de agua que se produce por la acción de barrido de las gotas al
caer.
a) Teoría de Bergeron-Findeinsen
Esta teoría constituye una parte importante del mecanismo de crecimiento de las gotas de
lluvia. Se basa en el hecho de que cuando la temperatura del aire desciende por debajo de los 0°C, la
tensión de vapor de saturación disminuye más rápidamente sobre una superficie de hielo que sobre el
agua líquida, por lo que la humedad relativa del aire es mayor sobre una superficie de hielo, que con
respecto a una superficie de agua líquida. Esto hace que la presión de vapor de saturación sobre el agua
líquida sea mayor que sobre el hielo, especialmente entre las temperaturas de - 5°C y - 25°C.
Por debajo del punto de fusión coexisten en la nube gotitas de agua y cristales de hielo; a
medida que la temperatura continúa disminuyendo se incrementa la proporción de los cristales de
hielo. Cuando la temperatura es muy baja la nube sólo contiene cristales de hielo (nubes Cirrus). El
agua que permanece líquida a temperaturas inferiores a 0°C se denomina subfundida. (Ver fig. 3.1.3
Temas de Agrometeorología 1ª Parte)
La zona en que están mezcladas las gotitas y los cristales de hielo tiene un interés
particular, por razón de que la presión saturante de vapor sobre el hielo es menor que sobre el
agua. Aunque pequeña, la diferencia es altamente significativa en particular a -13 C donde el
pasaje de vapor de agua desde la gotita hacia el cristal de hielo tiene su máxima intensidad. La
Fig 3.2.1. A la izquierda presenta la diferencia entre la tensión de vapor de saturación sobre el agua
líquida y la tensión de vapor de saturación sobre el hielo con respecto a la temperatura.
232
206
En una nube que esté constituida a la vez por gotitas y cristales (figura 3.2.2), la presión de
vapor que exista será intermedia entre las dos presiones de saturación de manera que el aire no está
saturado del todo con relación al agua, mientras que está ligeramente sobresaturado respecto del hielo.
Esto causa que las gotitas se evaporen y de que el vapor de agua se sublime sobre los cristales de hielo.
En otras palabras, tenemos aquí un proceso que originará el crecimiento de los cristales de hielo, a
expensas de las gotas de agua. A este fenómeno se lo denomina con frecuencia efecto Bergeron (figura
3.2.1. derecha).
Figura 3.2.1. Diferencia entre la tensión de saturación sobre agua subfundida (El) y sobre hielo
(Eh), en función de la temperatura (izquierda), y esquema que muestra el crecimiento de los
cristales de hielo a expensas de las gotitas de agua subfundida (derecha).
233
207
Así como la condensación se inicia sobre ciertos núcleos, también la congelación en las
nubes subfundidas es iniciada por núcleos de congelación. Se llaman así a las partículas, capaces de
suscitar el desarrollo de un cristal de hielo, en el seno del agua líquida en una nube subfundida. Las
partículas diminutas de hielo son excelentes núcleos de congelación, lo mismo que otras muchas
partículas naturales o artificiales. Mientras los núcleos de condensación existen en abundancia, los de
congelación, en cambio, son relativamente escasos. Por ello, para producir lluvia en forma artificial, la
idea es inyectar núcleos de congelación en las nubes subfundidas.
Esta teoría permite explicar la mayor parte de los hechos observados. No obstante, los cúmulos
que se encuentran sobre los océanos tropicales pueden dar lluvia cuando tienen sólo unos 2.000 m de
espesor y la temperatura de la parte superior de la nube es de 5°C o más. También en latitudes medias,
en verano, la precipitación puede caer desde cúmulos que no tienen una capa con temperatura inferior
a 0°C. Estos casos podrían explicarse mediante la existencia del mecanismo de colisión.
b) Teoría de la colisión
Esta teoría supone que la colisión, la coalescencia y el barrido entre las distintas gotas de la
nube, son la causa del crecimiento de las mismas.
Las gotas al caer tienen velocidades límites, que están directamente relacionadas con sus
diámetros de manera que las gotas de mayor tamaño pueden alcanzar y absorber (coalescencia) a las
gotas pequeñas y éstas últimas pueden también ser barridas hacia la estela de las primeras y ser
absorbidas por ellas. Este proceso de coalescencia, al principio es bastante lento. La presencia inicial
de algunas gotas más grandes provocará la formación de núcleos gigantes si la parte superior de la
nube no está por encima del nivel de congelación. Sin embargo, si hay unos cristales de hielo en la
parte superior de la nube, pueden llegar a caer a través de ella en forma de gotas y entrar en acción el
mecanismo de coalescencia. La turbulencia en la nube estimula los choques en la fase inicial. La
coalescencia es el mecanismo que da lugar a la precipitación en nubes tropicales e incluso en las
latitudes medias (figura 3.2.3.)
234
208
CLASIFICACIÓN DE LOS HIDROMETEOROS
Las precipitaciones, pueden tener un efecto benéfico sobre la agricultura como es el caso de las
lluvias oportunas o del manto de nieve que protege a las simientes de cereales de las heladas en el
hemisferio Norte, o producir grandes daños como la destrucción del suelo por erosión hídrica, o de los
cultivos por exceso de humedad ambiente, e inundaciones. En la provincia de Córdoba los principales
daños son los producidos por el granizo, las inundaciones y por las bajas precipitaciones que ocasionan
las sequías.
La nieve se produce cuando el nivel de congelación está tan próximo a la superficie que los
conglomerados de cristales de hielo no tienen tiempo de fundirse antes de alcanzar el suelo.
Como ya hemos dicho, una nube que tenga temperaturas superiores a las de congelación puede
no contener en absoluto cristales de hielo, y en tal caso no será muy eficaz como productora de lluvia.
Hay en ella todo menos los núcleos que son necesarios para iniciar el proceso. Por consiguiente, si
nosotros introdujéramos cristales de hielo, en dosis adecuadas y con una distribución favorable se
desencadenaría, sin duda, la precipitación. Más para asegurar que prosiguiese, el proceso habría de ser
"automantenido" y si no, habría que seguir aportando, de manera contínua, cristales de hielo. Como es
notoriamente impracticable suministrar de ese modo cristales ordinarios de hielo, se ha recurrido a
artificios de alta calidad científica. De ellos, dos son de especial interés.
Uso del hielo seco. Si se deja caer nieve de anhídrido carbónico a través de una nube subfundida, el aire
se enfría tanto en la estela de los copos descendentes, que se forman cristales de hielo; y el movimiento
turbulento tenderá a difundirlos sembrando partes extensas de la nube. Ha resultado difícil evaluar la
eficacia de este método, y decidir si puede iniciarse de este modo un proceso automantenido.
Uso del yoduro de plata. La mayor parte de los experimentos de modificación de las nubes y del
tiempo han empleado el yoduro de plata, como agente productor de núcleos. Dicha sal tiene una
estructura cristalina análoga a la del hielo. Al sembrar las nubes, la idea es "engañar" a las moléculas
de vapor de agua, para que se depositen sobre los cristales, como si fuesen los de hielo. El yoduro de
plata se obtiene fácilmente en un avión, o se dispara en cartuchos a la nube, con cohetes y cañones;
pero lo común es lanzarlos desde el suelo con quemadores, fiando a la turbulencia la difusión de las
partículas hasta la parte alta de las nubes, donde pueden surtir su efecto. Aunque experimentos de
laboratorio han confirmado las propiedades nucleantes del yoduro de plata, resulta difícil clarificar
hasta que punto puede confiársele a la turbulencia la dispersión de los núcleos, a través de capas
profundas de la atmósfera. Es sabido, además, que el yoduro, bajo los rayos del Sol pierde eficacia
nucleante, lo cual afectará también los resultados.
235
209
En la zona tórrida, y en verano en las templadas, son comunes las nubes calientes, y
sembrarlas de núcleos de congelación lograría probablemente poco o ningún efecto. Se ha ensayado
sembrar nubes calientes con grandes gotas, o núcleo salinos gigantes, pero el resultado ha sido difícil de
interpretar.
Una nueva y gran dificultad radica en que los experimentos han de realizarse con nubes naturales,
y no es fácil conjeturar lo que hubiese hecho la naturaleza, si no hubiesen actuado los científicos. Como
la lluvia es estadísticamente tan desigual, es difícil idear métodos estadísticos de tan exagerada
sensibilidad, que puedan esperarse resultados significativos, sin muy prolongadas experiencias.
1) Hay algunos indicios, pero no del todo claro, de que las cantidades o distribución de las
precipitaciones, que caen de nubes o sistemas tempestuosos aislados, pueden ser influídos por las
técnicas de inseminación. Parece lógicamente seguro, que los sistemas tempestuosos subfundidos, de
tipo orográfico, se dejan influir, hasta aumentar un 10 % su precipitación natural.
2) Experimentos de siembras de nubes de tipo cumulus, parecen presentar cierto éxito, aunque también
se registran fracasos. En algunos casos se observó déficit, tanto como exceso. A veces se modificó el
reparto, más bien que la parte precipitada.
3) Hay amplio margen de opiniones sobre el éxito de los experimentos encaminados a combatir el
granizo. En general, el objetivo era producir abundantes embriones de granizo, evitando así el
crecimiento desmesurado de un número menor de piedras. Aunque muchos resultados arrojan
conclusiones dudosos, se informa que otros alcanzaron éxito, en especial los organizados en la ex-
Unión Soviética.
4) Hay pruebas de que la niebla y los estratos bajos subfundidos pueden ser disipados, con bastante
seguridad.
5) los experimentos de siembra en grandes tempestades móviles han fracasado en general, salvo donde
había fuerte influencia orográfica. Los problemas científicos y prácticos de la modificación del
tiempo son sumamente complejos.
Al ascender el aire asciende se enfría por expansión. Cuando el aire se enfría la humedad
relativa aumenta. Una vez que el aire se satura, condensa sobre millones de núcleos de condensación y
se forman las nubes que ocasionan las precipitaciones.
Según sea la causa del ascenso se puede diferenciar la precipitación según su tipo genético en:
Convectivas: El ascenso se produce por el calentamiento por parte de la radiación del suelo de
una masa de aire húmedo, que asciende por diferencia de densidad con respecto al aire que la rodea.
En el curso de su ascenso, el aire se enfría según el gradiente adiabático seco y alcanza su punto de
condensación, a una altura llamada nivel de condensación. Hay entonces a partir de ese nivel,
formación de nubes (cúmulos). La condensación da lugar a que el enfriamiento prosiga de acuerdo al
gradiente adiabático húmedo, en tanto la energía que se libera en el seno del sistema adiabático
produce el desarrollo vertical de la nube. Si la corriente inicial es intensa y, además, se mantiene
236
210
durante suficiente tiempo, se concibe que el sistema de nubes formado, puede alcanzar una altura
donde reina una temperatura suficientemente baja o un grado de turbulencia bastante fuerte
pudiéndose "desatar" la lluvia (figura 3.2.4).
Estas precipitaciones ocurren por lo general en tiempo cálido, y pueden estar acompañadas de
relámpagos, truenos y vientos locales. Generalmente dan lugar a lluvias copiosas y ocasionalmente
granizo. Son características de las regiones ecuatoriales. Sin embargo, este tipo de precipitación tiene
lugar igualmente en la zona templada durante la estación cálida, casi únicamente bajo la forma de
tempestades locales y violentas. En nuestro país, la convección pura sin influencia frontal es poco
frecuente, salvo en la región central (Córdoba), donde asume moderada importancia.
Orográficas: Los vientos cargados de humedad, que "soplan" desde el océano hacia el
continente, son obligados a ascender si encuentran una barrera montañosa. Al alcanzar su nivel de
condensación y, de acuerdo a la condición de inestabilidad, dan lugar a precipitaciones. Ello sucede
con las masas de aire provenientes del Océano Pacífico que precipitan en la ladera chilena (Figura
3.2.5).
237
211
Algo similar ocurre en el Noroeste argentino, donde el sistema del Aconquija determina
que los vientos húmedos, provenientes del Océano Atlántico, precipiten determinando una región de
lluvias más abundantes que en su entorno.
Ciclónicas o frontales: son las más importantes y frecuentes en las regiones templadas,
afectan prácticamente a todo el territorio nacional. Se producen fundamentalmente cuando se
encuentran dos masas de aire, una caliente y húmeda y la otra fría y seca, dando lugar a la formación
del frente. El aire frío, más denso, se introduce como una cuña permitiendo el ascenso del aire húmedo
y caliente (figura 3.2.6). Mayores detalles sobre los tipos de frentes, nubes y caracterísiticas de las
precipitaciones que originan fue presentado en el tema: Frentes y Masas de Aire - Temas de
Agrometeorología 1ª Parte – Pag 132).
Figura 3.2.6. Esquemas de procesos de precipitación frontal: Frente frio (arriba) y frente cálido
(abajo).
238
212
EL GRANIZO Y LA AGRICULTURA
El avance tecnológico permite hoy dar otro enfoque a esos problemas y utilizar las
herramientas que la investigación espacial ha puesto a disposición del hombre, como ser el mejor
conocimiento de la atmósfera a través de los cohetes, sondas, aviones, radares y satélites artificiales.
El agua juega un papel vital para el desarrollo de los pueblos, a tal punto que la mayoría de las
grandes ciudades se situaron a orillas de grandes lagos o ríos. Pero esa misma agua que en ciertas
condiciones puede favorecer a la humanidad, en otras ocasiones y en cierto estado, puede provocar
grandes desastres y pérdidas, anulando los esfuerzos del hombre, al destruir las cosechas y su
patrimonio.
Formación
Para que se formen tormentas de granizo, la atmósfera debe estar inestable, es decir, deben
existir condiciones de humedad y temperatura que permitan el desarrollo de tormentas con fuertes
corrientes ascendentes, que en algunos casos llegan a alcanzar la tropopausa e inclusive superarla en 2
ó 3 kilómetros. La nube granicera se forma en una atmósfera en la que el viento, movimiento
horizontal, aumenta con la altura y el aire que llega a la parte superior de la nube es arrastrado fuera de
ella.
El granizo está compuesto por capas de hielo transparente y capas de hielo opaco. El núcleo
central suele ser opaco. El hecho de que el hielo sea transparente u opaco depende de la velocidad de
congelamiento del agua. Cuando sobre la piedra se deposita una pequeña película de agua subfundida,
esta se congela rápidamente y el aire no alcanza a ser expulsado, como consecuencia de ello se forma
hielo opaco constituido por cristales chicos.
Cuando sobre la superficie del granizo se acumula una película de agua de gran espesor ésta se
congela lentamente debido a las 80 cal/gr que se liberan en este proceso, lo que permite que se expulse
el aire y se formen cristales más grandes que dan origen al hielo transparente.
239
213
Características de la granizada
Una granizada se caracteriza por su duración, magnitud, intensidad, frecuencia y energía cinética.
El granizo en la Argentina
o Sistemas pasivos
Es aplicado desde antiguo en la Argentina. Manuel Belgrano en 1794, en su Memorial a las
Cortes manifiesta la necesidad de establecer "un fondo de socorro del labrador" y posteriormente por
su iniciativa se crea la "Confianza" primera compañía aseguradora del país. En 1889 había compañías
que aseguraban contra el granizo, entre otros riesgos, "La Italia", "La Inmobiliaria" y la "Economía
Comercial". En 1898 aparece "El progreso Agrícola de Pigüé", que es la más antigua de las sociedades
cooperativas del país, cuya fundación estuvo estrictamente motivada en el quebranto que producía el
granizo a los agricultores. En 1938, había más de 50 compañías que aseguraban granizo en el país.
Para que los seguros cumplan con su función resarcitoria, se deben verificar algunos principios
básicos tales como que el riesgo sea asegurable, es decir que el fenómeno se presente con una
frecuencia e intensidad que permitan elaborar un cálculo de probabilidades, para la determinación de
una prima. Dicha prima debe reunir dos condiciones fundamentales: primero, debe representar un
importe accesible al asegurado para que resulte viable la operación; y segundo, debe ser suficiente
como para permitir al asegurador la acumulación de un fondo que alcance para afrontar los siniestros
previstos, en función de la experiencia estadística pasada.
o Sistemas activos
Existen dos formas:
1) proteger los cultivos colocando sobre ellos telas metálicas o plásticas, que impiden que el granizo
impacte sobre el cultivo. Su colocación debe estar precedida de un estudio beneficio/costo.
240
214
Técnicas de siembra:
La forma más generalizada de producir la siembra consiste en hacer entrar en combustión una
solución de IAg (sales de IAg disueltas en un solvente parcialmente inflamable) de forma que dejen en
libertad cristales de IAg.
Los generadores con base en tierra son muy usados en Europa (Francia, España y Austria)
donde lo accidentado de la topografía permite colocarlas en las cimas de las montañas próximo a la
base de las nubes o inclusive dentro de ellas. De forma que las corrientes ascendentes de aire lleven
IAg (o el material glaciógeno en cuestión) a la zona subfundida de la nube. Tienen como desventaja la
incertidumbre de que la siembra llegue en cantidad y oportunidad al área "blanco" de la nube y, en el
caso del IAg, que este sea descompuesto por la luz solar. Como ventaja presenta su bajo costo.
Los cohetes aire-aire son usados en las experiencias conducidas en Canadá y U.S.A. y los
cohetes tierra-aire, a las llevadas a cabo en la Argentina, Italia y las campañas antigraniceras que se
ejecutan en los países socialistas (ex U.R.S.S., Bulgaria, Hungría y Yugoslavia). Tienen como ventaja
una mayor seguridad personal de los operadores y como desventaja, que no se pueda aplicar
indiscriminadamente, por los daños y peligro que significa la caída (retorno) de parte de los cohetes
sobre áreas pobladas.
El avance de los sensores remotos, en especial los radares, en sus distintos tipos (de una o
varias longitudes de onda, de ondas polarizadas, de efecto Doppler) ha facilitado el estudio de los
hidrometeoros. Su detalle escapa a las posibilidades de este curso, pero cabe señalar que a través del
eco del radar se puede inferir la existencia de gotas de agua, cristales de hielo como así también su
magnitud y temperatura. Esto ha permitido a los programas de supresión de granizo, que se conducen
en distintas partes del mundo, clasificar las nubes conforme a su probabilidad granicera en cada
región; estudiar la ubicación y manera de formación del granizo que puede variar en distintas regiones;
y orientar y controlar la siembra.
Para ello nos remitimos únicamente al último informe producido por la Organización
Meteorológica Mundial en 1986 (D/T 123) que, entre otras cosas, señala:
241
215
"Las pruebas de que el granizo pueda ser modificado considerablemente son todavía muy
limitadas".
"Para determinar el resultado de las siembras uno de los medios más seguros son las
evaluaciones científicas fundadas en experimentos aleatorios. En la mayoría de los casos deberán
realizarse experimentos durante varios años para lograr un resultado estadístico definitivo".
"La evaluación estricta de la eficacia de la supresión del granizo con carácter operativo se
complica debida a la muy elevada variabilidad natural del granizo tanto en el tiempo como en el
espacio”.
Cantidad: La cantidad de agua caída durante una lluvia puede expresarse en lámina o volumen.
Resulta práctico expresar la lluvia en lámina, porque así no hay necesidad de referirla a un área
determinada. Lámina de lluvia es el espesor que alcanza el agua caída, si no se evapora, ni escurre
sobre el terreno ni se infiltra en él. Una precipitación de 1 mm, equivale por hectárea a un volumen de
10 m3.
Duración: Está dada por el lapso de tiempo transcurrido entre la iniciación y el final de una lluvia, y se
expresa por lo general en minutos.
Intensidad: Su valor medio resulta de la relación entre la altura de lluvia caída (cantidad) y el tiempo
transcurrido entre la iniciación y el final de una lluvia (duración), que se supone uniforme. La
intensidad generalmente se expresa en milímetros por hora.
Aunque no existe regla fija al respecto, las lluvias con gran intensidad cubren áreas reducidas y
son de corta duración. En cambio, las de baja intensidad cubren áreas grandes y son de larga duración.
242
216
ANALISIS ESTADISTICO DE LOS DATOS.
El conjunto de las lluvias diarias, mensuales, anuales, etc., obtenidas durante varios años en
una estación, forman en cada caso una serie de datos. Es indispensable resumir y coordinar este caudal
de cifras mediante algunos elementos que las sintetizan, para caracterizar a la estación por medio de
medidas estadísticas descriptivas. Tales parámetros son:
1) Valor central (media, mediana o moda): determinan la posición del valor medio de una serie de
mediciones. Este "valor tipo" representa en primer lugar, el orden de magnitud del conjunto de las
observaciones y permite la más somera de las comparaciones entre dos series análogas. A este valor
central lo llamaremos módulo pluvio-métrico anual, mensual o diario medio, o precipitación media
anual, mensual o diaria, que se define como el promedio aritmético de las alturas (mm) de
precipitaciones anuales, mensuales o diarias de una serie de años, meses o días tan larga como sea
posible.
2.a) Intervalo de variación: la diferencia entre los módulos pluviométricos del año más húmedo y el
año más seco (rango).
2.b) Desviación estándar o típica: se define como la raíz cuadrada del promedio de los cuadrados de
las diferencias entre los módulos anuales, mensuales o diarios sucesivos y el valor central.
243
217
Estos valores empíricos pueden ser representados por medio de una distribución de
frecuencia teórica que posea un buen ajuste estadístico. En algunos casos la distribución normal
resulta adecuada, en particular para analizar la precipitación anual. Puede emplearse el papel
probabilístico u otro medio que permita el cálculo de probabilidades.
Los análisis de frecuencia de precipitación por quintiles o deciles constituyen otra forma de
representación, que han sido utilizados para expresar un criterio meteorológico de sequía. Empleando
deciles de precipitación, se considera una condición de sequía cuando el monto anual evaluado se halla
incluido dentro del primer decil inferior.
a) Media: En Climatología el valor poblacional de una serie es desconocido. Por lo general se dispone
de series de distinta longitud, lo que le asigna el carácter muestral a los estadísticos calculados a partir
de ellas. Los parámetros así obtenidos varían con la longitud y época del período de observación de
cada muestra. Salvo circunstancias excepcionales, y en relación al fenómeno de cambio climático, la
altura media anual de precipitación varía poco si es calculada para un período de observación que
sobrepasa los 30 años.
En los bosques subantárticos, los vientos del Pacífico le aportan la humedad precipitable, que
dan lugar a registros anuales de lluvia de 2500 mm. En el centro de Corrientes y Misiones las mismas
pueden alcanzar 2000 mm. La ciudad de Tucumán es otro centro de alta precipitación, con casi 1000
mm anuales debido al sistema del Aconquija.
b) Valores extremos: Además de los datos medios, también es de interés conocer los valores extremos
o excepcionales.
Este ejemplo indica que durante 1967 las precipitaciones en Manfredi fueron más abundantes
que durante 1965.
244
218
c) Representación de una serie de precipitaciones anuales mediante una ley teórica de
distribución de frecuencias.
Numerosos autores se han esforzado por demostrar, con el estudio de las variaciones
interanuales de la precipitación anual respecto a su valor medio, la existencia de ciclos regulares de
períodos secos y húmedos, atribuidos en general a fluctuaciones de la actividad solar. Existen diversas
técnicas para "dibujar" o interpretar la marcha de la precipitación oscilando por encima (ciclo húmedo)
o por debajo (ciclo seco) de la media. Todos estos procedimientos requieren, en general, de series
extensas y continuas a los efectos de su aplicación y valoración estadística. Los análisis de este tipo
son importantes para proveer evidencia objetiva en los estudios de cambio climático.
En una serie de observaciones, a medida que cada uno de los intervalos de tiempo (día,
semana, mes, etc.) sobre el cual se calcula la cantidad de precipitación sea más corto, será mayor la
dispersión de las observaciones en torno a la media, además la curva de distribución de frecuencias
será cada vez más asimétrica.
Para caracterizar el régimen de las lluvias de una estación, es conveniente realizar la curva de
las alturas de lluvias medias mensuales para cada uno de los meses del año. Es bueno hacer figurar en
el mismo gráfico las curvas de máximas y mínimas observadas.
Se dispondrá una descripción más completa de la distribución de las lluvias en el curso de los
diferentes meses, elaborando tablas y gráficos que presenten para el período considerado:
* Máxima y mínima de los valores mensuales.
* Intervalo de variación.
* Desviación estándar.
* Coeficiente de variación.
* Polígono de frecuencias sobre el cual se podrá intentar la adaptación de una ley teórica de
distribución.
245
219
iii. Precipitaciones diarias; número de días de lluvia.
El análisis de las precipitaciones diarias, y aún, de la lluvia caída durante intervalos de tiempo
más cortos, presenta un interés particular para el dimensionamiento de ciertas obras, como redes de
drenaje, irrigación, etc. Además es de suma importancia su conocimiento en los estudios de erosión
hídrica y en el manejo de los suelos. En estos casos se emplean las fajas pluviográficas de donde es
extraído el valor de intensidad instantánea en mm/min.
El número medio de días de lluvia en el curso del año o estación y su distribución por estación
y por mes tiene gran importancia. Se entiende por día de lluvia todo aquel que acuse más de 1/2
décimo de mm (lluvia, nieve, granizo, etc.). Debido a que en los registros la menor fracción de lluvia
que se asienta es el décimo de mm, las precipitaciones superiores a 1/2 décimo pero inferior al décimo
de mm, en la práctica se anotan 0,1 mm. Para fines prácticos, sin embargo, podría ser preferible
considerar otro criterio que permita eliminar de la serie registros poco significativos, por ej. PP > 0,5
mm, ó PP > 5 mm.
En nuestro país, la localidad con menor número de días de lluvia es Cañada Honda (al Sur de
la ciudad de San Juan) con sólo 9 días de lluvia al año y la que presenta mayor número es Bariloche
con 101 días, siguiéndole Colonia Finlandesa (Misiones) con 89 días. Otro dato que puede resultar
valioso es el número de tormentas, que comprende a uno o más días de lluvia sucesivos.
a) Régimen tipo monzónico: las precipitaciones presentan mayor concentración total o parcial en el
semestre cálido, periodo comprendido entre octubre y marzo. Objetivamente se lo puede diferenciar
cuando el porcentaje de precipitación media del semestre cálido es mayor o igual al 60% de la
precipitación media anual (100%). A este régimen, en nuestro país, lo encontramos al norte del Río
Colorado y especialmente en el noroeste argentino (Tucumán, Salta y Jujuy). Toda la Provincia de
Córdoba presenta un marcado comportamiento monzónico en la distribución de la precipitación a lo
largo del año.
b) Régimen tipo mediterráneo: corresponde a una concentración total o parcial de las precipitaciones
durante la época más fría del año. Objetivamente se lo puede reconocer cuando el porcentaje de
precipitación medio del semestre frío (periodo comprendido entre abril y setiembre) es mayor o igual
al 60% de la precipitación media anual (100%). En nuestro país se lo observa preferentemente en la
región cordillerana norte de la Patagonia.
c) Régimen tipo isohigro: las precipitaciones ocurren todo el año y se distribuyen uniformemente a lo
largo del año. En nuestro país se presenta en algunos sectores de las provincias del litoral fluvial y
marítimo. Sin embargo, la mayor abundancia de las lluvias en verano es el rasgo característico al norte
de Río Negro.
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DISTRIBUCION DE LAS LLUVIAS SOBRE LA SUPERFICIE TERRESTRE.
El total anual de las lluvias varía mucho según las distintas regiones del mundo. Su
distribución sobre la superficie terrestre es muy irregular y está determinada por las siguientes causas,
actuando individualmente o en conjunto:
1) Latitud: Sobre la banda ecuatorial la presión atmosférica es muy baja, en consecuencia, las masas
de aire se elevan produciendo lluvias copiosas.
Aproximadamente sobre los 30° de latitud existe una banda de altas presiones. Los valores más
elevados se hallan sobre los mares, donde se forman los verdaderos centros de alta presión, uno en el
Océano Atlántico frente a Uruguay y otro frente a Chile en el Océano Pacífico, que es el más intenso.
Los vientos son divergentes y predomina la subsidencia de las corrientes verticales, por lo cual la
condensación resulta menos favorecida. En general, las áreas continentales bajo esta influencia
corresponden a regiones desérticas.
A partir de los 30° de latitud la presión atmosférica comienza a bajar y alrededor de los 60°
existe un centro de bajas presiones. En general los vientos se dirigen de las regiones tropicales (aire
cálido y húmedo), hacia las de mayor latitud, lo que provoca condensación del vapor de agua en la
atmósfera. Por lo tanto, en las regiones templadas las precipitaciones aumentan con la latitud.
En latitudes altas, las masas de aire que a ellas se dirigen reducen su capacidad de contener
vapor de agua dado que su temperatura disminuye considerablemente, y por consiguiente las
precipitaciones son muy escasas.
2) Dirección de los vientos predominantes.
En una región donde los vientos más frecuentes soplan desde la tierra al mar, su atmósfera
contiene muy poco vapor de agua y se producen escasas condensaciones. Es el caso de la Patagonia,
donde los vientos predominantes del Oeste ocurren de esta manera, dando lugar a bajos montos de
precipitación (por ejemplo en la ciudad costera de Comodoro Rivadavia la precipitación media anual
es sólo de 209 mm).
En el caso contrario, es decir que el viento se dirija desde el mar hacia el continente, se
producen precipitaciones abundantes. Por ejemplo en Valdivia (Chile), llueven 2700 mm anuales.
Cuando los vientos soplan de mares fríos a zonas continentales calientes, el clima resultante es
desértico, dado que las masas de aire por el calentamiento que experimentan se apartan del punto de
condensación. Ejemplos de ello se observan en regiones costeras de Australia y África.
3) Distancia al mar.
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221
Por el contrario, debajo del paralelo 38º las lluvias disminuyen en sentido opuesto. En este
caso la humedad procede del Océano Pacífico y los vientos predominantes del Oeste que atraviesan los
valles transversales cordilleranos producen abundantes precipitaciones hacia el Oeste (Bariloche,
Esquel) y más escasas hacia el Este.
En general las laderas expuestas a los vientos húmedos reciben lluvias muy abundantes y, en
cambio, las laderas opuestas registran lluvias escasas. Un ejemplo de ello lo encontramos en Tucumán,
donde las laderas orientales de su orografía presentan una vegetación selvática, mientras que en las
laderas occidentales la vegetación es xerófila.
PRECIPITACION EFECTIVA.
Los puntos salientes de la aplicación práctica de los datos referentes a la precipitación efectiva
en el dominio de la agricultura, son:
-Planear proyectos de riego conforme a una base económica sólida (el agua es un insumo costoso).
-Establecer calendarios de cultivos y determinar las necesidades de riego de los mismos.
-Ejecutar eficazmente los proyectos de riego de un año a otro.
-Preparar el calendario de operaciones agrícolas bajo riego.
-Planificar los regímenes de cultivo en zonas de secano (no regadas).
-Diseñar proyectos de drenaje y rehabilitación de tierras.
-Planificar programas de conservación de suelos y aguas.
-Interpretar con exactitud los experimentos de campo.
-Clasificar climatológicamente las regiones para fines agrícolas.
Se trata de un tema complejo en el que se superponen varias disciplinas. El tipo de suelo, los
regímenes de cultivo, factores sociales, económicos y de planificación, todos influyen directamente en
la proporción de precipitación efectiva y no efectiva. Debido a esta complejidad, existe cierta
confusión en los conceptos, definiciones, mediciones y en su correcta interpretación. Es importante
lograr una mejor comprensión de la precipitación efectiva y procurar convertir la lluvia total recibida
en efectiva, en el máximo grado posible.
248
222
La trayectoria del agua de lluvia.
La trayectoria del agua de lluvia se indica en la Figura 3.2.7, donde también se muestran los
diferentes factores que es preciso considerar. Antes de que la lluvia toque la superficie de la tierra se
produce cierta evaporación en la atmósfera (A). Esta cantidad no se mide nunca, pero aumenta la
humedad del aire, hace disminuir su temperatura, con lo que reduce la evaporación de los cultivos. El
vapor también puede ser arrastrado por el viento al espacio circundante. Esta fracción A es, pues,
parcialmente útil, pero no se tiene en cuenta en ningún cálculo.
La lluvia puede ser interceptada por la vegetación (B). Se mide con la precipitación total
recibida, son útiles para el crecimiento del cultivo porque reducen la transpiración y el agotamiento de
la humedad del suelo. Cuando los aguaceros son ligeros (llovizna), toda la precipitación puede ser
interceptada por la vegetación. En muchos estudios, las lluvias ligeras han sido consideradas
erróneamente como precipitación no efectiva.
Al tocar la superficie del suelo (C), parte del agua se infiltra en el mismo (C2); parte del agua
puede estancarse en la superficie (C3), mientras que alguna puede fluir por la superficie como
escorrentía (C1). Los factores que influyen en la infiltración y la escorrentía superficial son muchos y
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223
están interrelacionados. Entre los factores que modifican la proporción entre la precipitación
efectiva y la precipitación registrada por un pluviómetro podemos mencionar entre otras: pendiente,
relieve, cobertura del suelo, labores culturales, intensidad y duración de la precipitación, contenido de
humedad del suelo, profundidad de las raíces, etc.
El término de precipitación efectiva ha sido interpretado de modo diverso por los especialistas
de los distintos campos del conocimiento. En los bosques, las hojas y las ramas secas forman a
menudo una espesa capa sobre la superficie del suelo. Esta capa intercepta una considerable cantidad
de lluvia y acrecienta la capacidad de almacenamiento de agua del suelo. Es un factor que contribuye a
la evapotranspiración, siendo precipitación efectiva desde el punto de vista forestal.
En el dominio de la agricultura bajo riego, algunos estiman que la lluvia que ahorra un riego es
efectiva, aunque la lluvia puede no serlo forzosamente: los chaparrones ligeros, inferiores a 10 mm,
por ejemplo, no alteran los calendarios de riego y por ello se consideran como no efectivos. Los
técnicos agrícolas pueden considerar como efectiva aquella porción de la precipitación total que
satisface directamente las necesidades de un cultivo y, asimismo, la escorrentía superficial que puede
utilizarse para los cultivos en sus fincas, bombeada de estanques o pozos. Esta fracción es equivalente
a B, C1.1., C2.1.2. y C3.
Un agricultor considera que la lluvia efectiva es aquella cantidad útil para los cultivos
sembrados en su terreno. El agua que sale del campo por escorrentía o por infiltración profunda más
abajo de la zona de la raíz de su cultivo no es efectiva. Pero, por otra parte, si recibe escorrentía de
terrenos situados aguas arriba, esta agua puede acrecentar la cantidad de humedad y ser útil para la
producción agrícola. Por consiguiente, los agricultores con diferentes cultivos llegarán a valores
distintos al evaluar la precipitación. Es una noción dinámica más bien que estática. B, C2.1.2. y C3
entran en esta categoría.
Como existen diversas interpretaciones, es difícil formular una definición excluyente. En sus
cálculos, un planificador interpreta como el agua que puede utilizar todo un sector; mientras que un
usuario interpreta, sólo aquella fracción que satisface su necesidad particular.
Para formular una definición completa de la lluvia efectiva, sería útil esclarecer la expresión
"empleo de agua de un cultivo". Con dicha expresión se da a entender la cantidad de agua que utiliza
el cultivo, en la que se incluye la necesaria para el consumo y ciertas necesidades especiales, tales
como la preparación de la tierra. De lo anterior se deduce que, desde el punto de vista de la
producción, la lluvia anual o estacional efectiva, por lo que se refiere a las necesidades de agua de los
cultivos, debe interpretarse como la parte de la lluvia anual o estacional total que es útil directamente
y/o indirectamente para la producción del cultivo en el lugar donde cae, pero sin bombeo. Incluye, por
lo tanto, el agua interceptada por la vegetación viva o seca (B), la que se pierde por evaporación desde
la superficie del suelo (C3), la precipitación perdida por evapotranspiración durante el crecimiento
(C2.1.2.), la parte que contribuye a la lixiviación, filtración (C2.2.1.) o que facilita otras operaciones
de cultivo, antes o después de la siembra, sin perjudicar el rendimiento y la calidad de los cultivos.
250
224
Efectividad de la precipitación.
PLUVIOMETROS
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225
El agua de lluvia cae a través de la boca a un recipiente colector (jarra) por medio de un embudo.
El agua queda almacenada en la jarra hasta la hora de observación
252
226
Para poder efectuar la medición con mayor exactitud, se trasvasa el agua a la probeta, que
es un recipiente de vidrio graduado en milímetros y décimos de milímetros, cuyo diámetro y
graduación son distintos según el tipo de pluviómetro. Si la probeta tuviese igual diámetro que la boca
receptora, una lluvia de 1 mm tomaría una altura de 1 mm en la probeta, resultando de esta manera
difícil de apreciar los décimos de mm, por ese motivo el diámetro de la probeta siempre es menor que
el de la boca del pluviómetro. Además, su fondo es parabólico, lo que permitirá una mayor
amplificación de pequeñas cantidades en mm.
b) De 8 cm de diámetro, con capacidad equivalente a 50 mm. Si bien se obtiene menor exactitud, dado
que el coeficiente de amplificación es 4, tiene la ventaja de facilitar las mediciones de lluvias copiosas.
El conocimiento de los que antecede es muy importante, y explica porque no debe utilizarse
otra probeta que la que corresponde a cada tipo de pluviómetro. La boca receptora del pluviómetro
deberá ubicarse a 1,50 mts de altura y de manera que quede en posición perfectamente horizontal. Se
instalará en un lugar despejado y lejos de obstáculos, de los que se estará separado por una distancia de
no menos cuatro veces la altura máxima de los mismos.
La lluvia se mide en las estaciones meteorológicas cada 24 hs, a las 8 horas o bien a las 9, si
rige el adelanto de una hora y los milímetros registrados se computan en el día previo.
PLUVIOGRAFO
Es un aparato registrador que además de medir la cantidad total de lluvia caída, nos indica la
intensidad, o sea los milímetros caídos en la unidad de tiempo (hora o minuto). La determinación de la
intensidad de las lluvias es de suma importancia para la construcción de desagües, canales,
conservación del suelo, etc. Existen diversos tipos de pluviógrafos, pero los más comunes se reducen a
dos tipos principales:
253
227
a) Tipo Flotador
El agua de lluvia se recibe en un recipiente (D en la figura 3.2.9) que posee un flotador, y éste
va unido a una pluma inscriptora (C) que actúa sobre una faja de papel reticulado. La faja está
colocada sobre un cilindro o tambor metálico (B), que por medio de un sistema de relojería, similar a
otros registradores descritos anteriormente, da una vuelta por día.
En el diagrama pluviográfico, el eje de las abscisas indica las horas del día (0 a 24 horas) y el
eje de las ordenadas, los milímetros de precipitación (0 a 10 mm). Toda vez que la cantidad llega a 10
mm, por medio de un sifón se vacía automáticamente y si la lluvia continúa, el flotador comienza a
funcionar nuevamente. Al retirar el diagrama, para conocer la cantidad de agua caída en el momento
de la observación, se cuenta el número de veces que se ha descargado el sifón y se multiplica por 10
mm (de cada descarga) resultado al que se le suman los mm que han quedado marcados por la pluma
inscriptora en la faja después que el recipiente se desagotó por última vez.
254
228
En la faja de la figura 3.2.10 podemos ver una precipitación de 0,8 mm cuyo comienzo se
encuentra alrrederos de las 3:00 hs, finalizando a las 4:00 hs para reiniciar a las 4:30 hs de luego a las
5:15 hasta las 9 hs acumulando un total de 32 mm; para obtener la intensidad en un período de tiempo
se resta la cantidad del final del período menos la cantidad al comienzo de mismo y se lo divide del
número de horas de dicho período. P Ej. la intensidad de la precipitación entre las 5 y 6 hs es igual a:
(12 mm - 1 mm) / 1 hora = 11 mm/hora.
Aquí la lluvia es conducida a un recipiente dividido en dos partes y que mediante un eje puede
describir un giro determinado (figura 3.2.11). En su posición inicial el recipiente recibe el agua en uno
de sus compartimientos y al llegar a contener una determinada cantidad de agua, se inclina y vuelca el
agua totalmente; en ese momento entra a actuar el otro, realizando el mismo proceso y así
sucesivamente.
Mediante un sistema de palancas, esos movimientos son registrados en una faja. Los diagramas
que resultan de este tipo de pluviógrafos no son de línea continua, sino escalonada y donde cada
escalón corresponde generalmente a 0,2 mm. Debido a la naturaleza discontinua del registro no resulta
satisfactorio para lloviznas o lluvias muy ligeras en las que no se puede determinar con exactitud las
horas de comienzo y fin del fenómeno. Este tipo de dispositivo se adapta a sensores electrónicos que
mediante el empleo de un interruptor magnético (reed swicht) y un imán permite generar un pulso de
corriente en cada movimiento del balancín de modo que el datalogger solo contabilizará pulsos en un
período de tiempo.
Ambos pluviógrafos deben ser instalados siguiendo las mismas normas que para los
pluviómetros.
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231
Unidad 3. COMPONENTES HÍDRICOS.
Temario:
- Generalidades. Ciclo del agua.
- Evaporación, concepto, estados físicos del agua, superficies intervinientes.
- Factores que regulan el proceso de evaporación.
- Condiciones físicas que dan lugar al proceso.
- Evaporación desde una superficie libre de agua, desde el suelo, factores intervinientes.
- Instrumental: Tanque tipo A.
- Evapotranspiración, concepto, superficies intervinientes, abordaje integral.
- Componentes de la ET, atmósfera, suelo, planta, características de cada uno de ellos,
constantes hidrológicas, transporte de agua en la planta.
- Evapotranspiración Potencial (EP) ó evapotranspiración del cultivo de referencia (Eto)
- Instrumental: evpotranspirómetro de Thornthwaite.
- Procedimiento para estimar la EP según Penman y Thornthwaite.
- Evapotranspiración Real, Evapotranspiración del cultivo bajo condiciones estándar y
bajo condiciones no estándar.
- Instrumental: Lisímetro de pesada y Parcelas de Ensayo.
- Evapotranspiración Relativa: variación con el contenido de humedad en el suelo,
variación con distintas demandas atmosféricas para un cultivo de maíz y variación de
acuerdo a la exploración de raíces a distintas profundidades.
- Uso consuntivo, concepto.
- Estimación del Uso Consuntivo: Método de Blaney-Criddle.
GENERALIDADES.
El ciclo hidrológico se define como la secuencia de fenómenos por medio de los cuales el
agua pasa de la superficie terrestre, en la fase de vapor, a la atmósfera y regresa en sus fases
líquida y sólida. La transferencia de agua desde la superficie de la tierra hacia la atmósfera, en
forma de vapor de agua, se debe a la evaporación directa, a la transpiración por las plantas y
animales y por sublimación (paso directo del agua sólida a vapor de agua).
Los principales procesos en el ciclo del agua son: evaporación, precipitación, infiltración,
transpiración, escorrentía y circulación de agua subterránea.
La energía solar es la fuente de energía térmica necesaria para el paso del agua desde las
fases líquida y sólida a la fase de vapor, y también es el origen de las circulaciones atmosféricas
258
232
que transportan el vapor de agua y mueven las nubes. La fuerza de gravedad da lugar a la
precipitación y al escurrimiento.
El ciclo hidrológico puede ser visto, en una escala planetaria, como un gigantesco sistema
de destilación, extendido por todo el Planeta. El calentamiento de las regiones tropicales debido
a la radiación solar provoca la evaporación continua del agua de los océanos, la cual es
transportada bajo forma de vapor de agua por la circulación general de la atmósfera, a otras
regiones. Durante la transferencia, parte del vapor de agua se condensa debido al enfriamiento y
forma nubes que originan la precipitación. El regreso a las regiones de origen resulta de la acción
combinada del escurrimiento proveniente de los ríos y de las corrientes marinas.
EVAPORACIÓN.
259
233
se evapora desde una variedad de superficies, tales como lagos, ríos, caminos, suelos y la
vegetación mojada.
Para cambiar el estado de las moléculas del agua de líquido a vapor se requiere energía,
siendo la radiación solar directa y, en menor grado, la temperatura del aire, quienes proporcionan
esta energía. La fuerza impulsora para retirar el vapor de agua de una superficie evaporante es la
diferencia entre la presión del vapor de agua en la superficie evaporante y la presión de vapor de
agua de la atmósfera circundante.
Cuando la superficie evaporante es la superficie del suelo, el grado de cobertura del suelo
por parte del cultivo y la cantidad de agua disponible en la superficie evaporante son otros de los
factores que afectan el proceso de la evaporación.
Lluvias frecuentes, el riego y el ascenso capilar en un suelo con nivel freático poco
profundo, mantienen húmeda la superficie del suelo. En zonas en las que el suelo es capaz de
proveer agua con velocidad suficiente para satisfacer la demanda de la evaporación del suelo,
este proceso está determinado solamente por las condiciones meteorológicas. Sin embargo, en
casos en que el intervalo entre la lluvia y el riego es grande y la capacidad del suelo de conducir
la humedad cerca de la superficie es reducida, el contenido en agua en los horizontes superiores
disminuye y la superficie del suelo se seca. Bajo estas circunstancias, la disponibilidad limitada
del agua ejerce un control sobre la evaporación del suelo. En ausencia de cualquier fuente de
reabastecimiento de agua a la superficie del suelo, la evaporación disminuye rápidamente y
puede cesar casi totalmente en corto de tiempo.
A los fines de poder comprender el proceso, se separan las distintas superficies desde
donde se puede producir la evaporación: superficie libre de agua, suelo desnudo.
260
234
que existe un gradiente de tensión entre la superficie evaporante y la atmósfera). El vapor
puede ser transportado a una distancia por difusión o convección o por ambos a la vez.
Tanto el suministro de energía como la remoción de vapor son externos a la superficie
evaporante y están influenciados por los factores meteorológicos ya mencionados. Este
conjunto de factores determinan la demanda atmosférica ó evaporación atmosférica.
1) Disponibilidad de energía:
Para que el agua líquida se evapore, se requiere 600 cal/gramo, que es el calor latente de
vaporización o evaporación (lE).
La energía para que ella se produzca proviene del Balance de Radiación ó Radiación Neta:
Rn = Rg (1 - A) + C - Rt
Rg (1 - A) + C = Rt + lE + H + S
Donde:
Rg = Radiación global
A = albedo
C = contrarradiación atmosférica.
l = calor latente de evaporación.
Rt = Radiación terrestre.
E = Evaporación.
H = calor que se utiliza para calentar el aire.
S = Calor que se utiliza para calentar el suelo.
La radiación neta proporciona la energía para que el agua se evapore y para calentar al aire.
261
235
i) al renovar el aire más o menos saturado en contacto con la superficie evaporante, por otros
"volúmenes" de aire que tienen una humedad generalmente más baja, aumenta el hidrolapso
por lo que se favorece la evaporación.
ii) el movimiento horizontal del aire (advección) puede aportar cierta cantidad de energía
que también modifica la evaporación.
c) Presión atmosférica: a menor presión atmosférica mayor evaporación, este efecto es muy
pequeño.
Todos los factores analizados anteriormente, siguen teniendo vigencia, pero surgen otros
conceptos a tener en cuenta. Si se agrega agua al suelo, ella se incorpora a un medio que no es
homogéneo en composición, este sistema disperso retiene al agua de manera distinta que si se
tratara de agua libre, por ello es necesario considerar los siguientes aspectos:
Cuando estamos en un ambiente saturado, el suelo se comporta como una superficie líquida.
Pero cuando estamos en valores cercanos a Capacidad de Campo (conceptos a desarrollar en la
Unidad 3; subunidad 3.4), la evaporación se produce desde la superficie del suelo, y el agua
evaporada es reemplazada por agua que asciende por capilaridad desde las capas profundas. Al
ocurrir esto la evaporación será menor que si el suelo estuviese saturado de agua. El fenómeno de la
capilaridad se verifica sólo hasta el metro de profundidad. Cuando la velocidad de evaporación es
grande se rompe la capilaridad, se forma una capa aislante, los poros se llenan de aire y el proceso
de evaporación se detiene.
ESTIMACIÓN.
262
236
Donde:
E: Evaporación
es: es la presión de vapor de saturación a la temperatura de la superficie evaporante.
ed: presión de vapor media en la atmósfera.
(u): función del perfil de la velocidad del viento.
MEDICIÓN DE LA EVAPORACION.
Es un tanque de hierro galvanizado sin pintar que tiene forma cilíndrica de 120.7 cm de
diámetro interior y de 25 cm de altura. Se encuentra lleno de agua y colocado sobre una base
construida con tirantes de madera dura. El nivel del agua dentro del tanque debe llegar hasta 0,05 m
del borde superior y se deberá agregar o sacar agua cuando dicho nivel tenga una variación en uno u
otro sentido, superior a 15 cm.
En algunos lugares donde son frecuentes las temperaturas muy bajas, el agua del tanque se
congela, y siempre que esto ocurra con cierta frecuencia y durante períodos prolongados, la
observación se realizará por diferencias de peso. Para ello se emplean tanques de menor dimensión
(0,20 m y 0,15 de profundidad), para ser pesados con facilidad. La diferencia de peso entre dos
observaciones nos dará el peso del agua evaporada y como la densidad del agua es 1 g/cm3, se
obtiene la altura del agua evaporada dividiendo este peso en g por la superficie del tanque en cm2.
263
237
De todos los aparatos que se usan para medir la evaporación desde superficies de agua, el
que da valores más reales es el tanque de evaporación ya que, de todos ellos, es el que se encuentra
en condiciones más parecidas a la realidad. La única causa que influye desfavorablemente sobre los
resultados obtenidos, es el calentamiento del material con que está construido el tanque.
En algunos países, con el objeto de ajustar al máximo posible el coeficiente de reducción a
la unidad y de esa manera hacerlo más constante, se han ensayado tanques construidos con distintos
materiales y de distintas dimensiones, colocados en tierra o balsas ubicadas en lagos. Entre los
primeros existen algunos colocados sobre la superficie del suelo y otros enterrados, sobresaliendo
una pequeña parte del borde superior.
Figura 3.3.2b. Dos casos de localización del tanque de evaporación y sus alrededores.
264
238
EVAPOTRANSPIRACIÓN.
Otros autores como Thornthwaite (1948) la definen como la cantidad de agua que
evaporaría el suelo y transpirarían las plantas, sí el suelo tendría cantidad óptima de agua
(Capacidad de Campo) y la vegetación fuera corta, uniforme y en continuo crecimiento.
Los avances tecnológicos de los años 70 hacen tomar conciencia de la importancia del
componente biológico dentro del proceso de evapotranspiración.
Con el transcurrir del tiempo el problema se hace más complejo, la interrelación entre
factores y variables se va ampliando de modo que el estudio de este proceso necesita de un
abordaje más integral y de equipos multidisciplinarios.
La tecnología de la ET está relacionada con una gama de disciplinas, cada una con
objetivos, criterios y expectativas propias. Esta interdisciplina está compuesta por:
INTERDISCIPLINA
FISIOLOGÍA: EDAFOLOGÍA:
procesos Física y química
fisiológicos de del suelo
plantas
AGROMETEORO
LOGÍA: relación
atmósfera-suelo-
planta
Estas relaciones nos permiten obtener un enfoque integrado del sistema atmósfera-suelo-planta,
donde se abarque el ciclo del cultivo.
265
239
TRANSPIRACIÓN.
El contenido de agua del suelo y la capacidad del suelo de conducir el agua a las raíces
determinan la tasa de transpiración, así como la salinidad del suelo y el agua de riego, siendo
además modificada por las características del cultivo, el medio donde se produce y las prácticas
de cultivo.
266
240
Los suelos pueden estar llenos de agua como en un suelo saturado ó con gran parte de aire en
un suelo seco. En un suelo agrícola a capacidad de campo la fracción hídrica representa entre el
40-60% del espacio poroso.
El movimiento del agua del suelo se realiza a modo de flujo siguiendo la Ley de Darcy
(mencionada en la Subunidad 2.2), ella expresa:
Vf = K*∆ø /∆Z
Donde:
Vf = velocidad del flujo cm/s.
K = conductividad hidráulica
∆ø = potencial hídrico total cm de agua
∆Z = profundidad cm
Los valores de K varían de un suelo a otro y toma valores en un suelo poco permeable de
< 0.0025cm/h a >25cm/h en suelos muy permeables.
267
241
La conductividad hidraúlica junto con el potencial de las plantas son los factores que
determinan la disponibilidad de agua en el suelo para favorecer el crecimiento y desarrollo de los
vegetales.
El movimiento del agua es esencial pero se necesita precisar entre que niveles está
disponible para las plantas, esto se conoce como constantes hídricas ó hidrológicas del suelo,
son ellas Capacidad Máxima, Capacidad de Campo, Capacidad a la Humedad Equivalente, Punto
a la Marchitez Permanente.
CONSTANTES HIDROLOGICAS:
A
CAPACIDAD MÁXIMA
G Agua gravitante
U CAPACIDAD DE CAMPO
A
CAPACIDAD MAXIMA
Llamada también humedad a saturación, se la define como la cantidad de agua que puede
admitir un suelo, es decir con todos sus poros llenos (ej.: después de una lluvia intensa ó riego).
CAPACIDAD DE CAMPO
Cantidad de agua retenida por un suelo después de haber drenado toda el agua gravitacional,
2 ó 3 días después de una lluvia ó riego.
Capacidad de Campo - Capacidad Marchitez Permanente = Agua útil ó capilar.
Es la cantidad de agua retenida por un suelo, después de haber drenado el agua gravitante
bajo una fuerza centrífuga de 1000 g (g = aceleración de la gravedad), durante 30 minutos.
268
242
El agua útil ó capilar, corresponde a la localizada en los poros capilares entre 0,2 y 5-6
micrones de diámetro. Es el agua más importante desde el punto vista de su aprovechamiento por la
planta. Se mueve obedeciendo en líneas generales a las leyes de la capilaridad y es prácticamente
insensible a la atracción de la gravedad.
Figura 3.3.6 (a) Partículas de tierra, agua y aire con distintos niveles de humedad.
Figura 3.3.6. (b) Constantes hídricas del suelo.
- Componente Planta: el agua del suelo constituye un componente necesario para activar las
funciones fisiológicas y metabólicas de una planta redundando esto, en el crecimiento y desarrollo;
pero actúa también en el proceso de transpiración, en los primeros procesos el agua utilizada
representa el 1 al 2% del total de agua ingresada a la planta.
La planta absorbe agua a partir de su sistema radicular y ésta entrada se realiza en la porción
terminal o próxima al ápice radical, lo hace especialmente a partir de los pelos radicales siguiendo
una trayectoria.
269
243
La capacidad de absorción de la raíz depende de las condiciones hídricas del suelo y de
la necesidad hídrica de la planta. Se debe aclarar que los pelos radicales están en contacto con
una porción de las partículas del suelo, esto hace necesario considerar el movimiento del agua en
el suelo; cuando el mismo está saturado (CC) el agua llega a la zona radical por ascenso capilar
pero cuando el suelo se encuentra en PMP cesa el movimiento del agua y es importante la
velocidad de crecimiento de la raíz para explorar nuevos horizontes.
Siempre que exista un gradiente entre el potencial del agua (ψ) y de la raíz se produce
absorción ó debe existir un déficit de la presión de difusión (DPD) siendo este la diferencia entre la
presión osmótica (PO) y la presión de turgencia (PT).
DPD = PO - PT
Llamado ascenso del agua por la planta, para explicar el transporte ó ascenso desde el suelo
hasta la atmósfera existen diferentes teorías, la más usada por los Fisiólogos es la Teoría de Dixon
(Teoría de la tensión y cohesión) ver Figura3.3.9.
270
244
por una difusión lateral hacia las células de los distintos tejidos, se puede observar en la Figura
3.3.8.
Figura 3.3.8. Diagrama del transporte de agua en la planta según la Teoría de Dixon.
271
245
CONCEPTOS DE EVAPOTRANSPIRACIÓN.
Los únicos factores que afectan la ETO son los parámetros climáticos, por lo tanto ella es un
parámetro climático que puede ser calculado a partir de datos meteorológicos. El método más
adecuado para su determinación es el de FAO Penmam-Monteih, tiene bases sólidas y emplea datos
meteorológicos, fisiológicos y aerodinámicos.
272
246
El proceso de evapotranspiración es controlado por el intercambio de energía en la
superficie de la vegetación y es limitado por la cantidad de energía disponible. Debido a esta
limitación, es posible predecir la evapotranspiración aplicando el principio de conservación de
energía. La energía que llega a la superficie debe ser igual a la energía que sale de la superficie
en el mismo periodo de tiempo, Figura 3.3.10.
Figura 3.3.10. Variación diurna de los componentes del balance de energía sobre una
superficie que evapotranspira con suelo a Capacidad de Campo.
I- Evapotranspirómetros.
273
247
- Instalación: el tanque evaporante debe rellenarse con grava hasta 10 cm a una altura superior a la
entrada de agua, y sobre ella, la tierra hasta la altura del suelo del lugar. Sobre el suelo así
preparado, debe sembrarse una gramínea perenne, como el "pasto salado" (Disticlis spicata), aunque
para experiencias especiales puede modificarse esta cubierta herbácea con plantas cultivadas o aún
dejar la superficie sin vegetación. La operación de relleno con tierra deberá hacerse tratando de
mantener la misma estratificación que tenía el suelo natural.
- Mediciones: el funcionamiento de este instrumento es por demás simple; la napa freática que se
mantiene en forma constante a 50 cm de profundidad, permite que en el suelo, sobre ella apoyado,
reciba constantemente humedad por capilaridad y mantenga las capas superiores húmedas, muy
próximas a humedad equivalente o capacidad de campo.
EP (mm) = S + P - De
Todos estos valores deben expresarse en milímetros.
274
248
El siguiente esquema nos muestra los distintos flujos de agua que entran y salen de la zona
radicular del cultivo dentro de un determinado período de tiempo.
275
249
Se calcula primero la Evaporación de una superficie libre de agua y se aplican coeficientes
que dependen de la duración del día para obtener luego la Evapotranspiración Potencial.
Rn . + Ea .
Ev = (1)
+
Donde:
: pendiente de la curva de saturación para la temperatura media del período considerado. Se
obtiene de la figura 3.3.13 con la temperatura media.
: constante psicrométrica (0,49 mm Hg/°C ó 0,27 mm Hg/°F).
Rn: Radiación Neta.
Ea: Ecuación aerodinámica que depende de la velocidad del viento y del contenido de vapor de
agua del aire.
EP = Ev * f
Donde:
EP: Evapotranspiración Potencial en mm/día.
Ev: Evaporación en mm/día.
f: coeficiente que depende de la duración del día (estacionalidad).
Procedimiento:
Parte de la energía incidente es absorbida por la atmósfera en un porcentaje que depende del
contenido de vapor de agua, polvo atmosférico e impurezas, anhídrido carbónico, ozono y de
diferencias en la densidad del aire. La energía que alcanza la superficie de la tierra, "Radiación
Global" (Rg), esta integrada por la suma de la radiación directa y la radiación difusa. Parte de esta
Radiación global es absorbida, y parte reflejada dependiendo esto del color y condiciones de la
superficie.
La energía absorbida es la llamada "Radiación Recibida" ó entrante (Rr). Esta energía puede
ser estimada usando fórmulas semiempíricas, en función de la naturaleza de la superficie evaporante
y de la fracción de insolación.
276
250
El valor de H (heliofanía astronómica ó teórica), Duración máxima de la insolación diaria.
Se encuentra en la página 62, Tabla II de Temas de Agrometeorología.
Aclaraciones:
T4: se encuentra en la tabla 3.3.2 (Valores T en altura equivalente de agua evaporada, en
mm/día), se entra en la misma con la temperatura media de la localidad y obtenemos directamente
el valor buscado en mm/día.
ed : tensión de vapor saturado. A este valor lo podemos hallar en la figura 3.3.12 (Temperatura en
función de la tensión de vapor saturado).
ea : se obtiene por el producto de la HR ( Humedad Relativa) y ed (tensión de vapor saturado).
La radiación neta (Rn) es la diferencia entre la energía recibida y la energía emitida. Ambas
pueden ser medidas por instrumentos, ó estimadas por fórmulas.
Rn = Rr - Re
La radiación neta a nivel de los cultivos es usada en los procesos de: a) evapotranspiración,
b) calentamiento del aire, c) calentamiento del suelo y de la cubierta vegetal, d) formación de tejidos
y fotosíntesis.
Con la fórmula desarrollada al comienzo (1), se estima la evaporación de una superficie libre de
agua.
277
251
Para obtener la (EP) en base a la evaporación calculada, se aplican coeficientes que dependen de
la duración del día. Dichos coeficientes toman los siguientes valores: de noviembre a febrero,
f= 0,8, ; de mayo a agosto, f = 0,6; para los demás meses, f= 0,7
En consecuencia:
EP = Ev . f
Donde:
278
252
TABLA 1
TABLA 2
2 275 11,6
4 277 12,0
6 279 12,4
8 281 12,8
10 283 13,1
12 285 13,5
14 287 13,9
16 289 14,3
18 291 14,7
20 293 15,1
22 295 15,5
24 297 15,9
26 299 16,4
28 301 16,8
30 303 17,1
279
253
FiguraF3.3.12:
i g u ra 1Presión
Pre s i ó nde
d eVapor
Va p o rSaturado
Sa tu ra d oen
e nfunción
F u n c i ó de
n dla
e Temperatura.
l a T e m p e ra tu ra
30
28
26
24
22
20
18
E (mmHg )
16
14
12
10
8
6
4
2
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30
T e m p e ra tu ra (°C)
Figura F3.3.13:
i g u ra 2Delta
De l taene nfunción
fu n c i ó de
n dla
e lTemperatura.
a T e m p e ra tu ra
2 .0
1 .9
1 .8
1 .7
1 .6
1 .5
1 .4
1 .3
De l ta (d e d /d t)
1 .2
1 .1
1 .0
0 .9
0 .8
0 .7
0 .6
0 .5
0 .4
0 .3
0 .2
0 .1
0 .0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30
T e m p e ra tu ra (°C)
280
254
2. Método de THORNTHWAITE
donde:
16 y 10 : constantes
t : temperatura media mensual en °C
I : Indice calórico anual, suma de los 12 índices mensuales(i)
i : índice calórico mensual i= ( T/5)1,514
a : se obtiene en función de I según la siguiente fórmula:
Procedimiento:
a - Datos
I 1 i
12
281
255
d - Evapotranspiración mensual sin Ajustar (EP s/a)
Para calcular la EP s/a, se recurre a la tabla 3.3.6, con el valor del índice calórico anual (I) y
la temperatura media de cada mes, ella posee valores de temperatura media mensual sólo hasta
26,5 °C, en aquellos casos en que la temperatura superare dicho valor, se debe recurrir a la tabla
3.3.4. donde se encontrará el valor de la Evapotranspiración Potencial sin Ajustar.
282
256
283
Tabla 6.- Mil¡metros de evapotranspiración mensual sin ajustar para diferentes temperaturas medias y valores de (I) (Indice calórico anual)
0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
0.5 2.8 2.1 1.5 1.1 0.8 0.6 0.5 0.3 0.2 0.2 0.1 0.1 0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
1.0 5.5 4.3 3.3 2.6 2.0 1.6 1.2 0.9 0.7 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0.1 0.1 0.0 0.0 0.0 0.0
1.5 8.1 6.6 5.3 4.3 3.4 2.7 2.2 1.7 1.4 1.1 0.8 0.6 0.5 0.3 0.3 0.2 0.1 0.1 0.1 0.0
2.0 10.8 8.9 7.3 6.0 5.0 4.1 3.3 2.7 2.2 1.7 1.4 1.1 0.8 0.6 0.5 0.3 0.3 0.2 0.1 0.1
2.5 13.4 11.2 9.4 7.9 6.6 5.5 4.6 3.8 3.1 2.5 2.0 1.6 1.3 1.0 0.8 0.6 0.4 0.3 0.2 0.2
3.0 16.0 13.6 11.6 9.8 8.3 7.0 5.9 5.0 4.1 3.4 2.8 2.3 1.8 1.5 1.1 0.9 0.7 0.5 0.4 0.3
3.5 18.6 16.0 13.8 11.8 10.1 8.7 7.4 6.3 5.3 4.4 3.7 3.0 2.5 2.0 1.6 1.3 1.0 0.8 0.6 0.4
4.0 21.2 18.4 16.0 13.9 12.0 10.4 8.9 7.7 6.5 5.5 4.7 3.9 3.2 2.7 2.2 1.7 1.4 1.1 0.8 0.6
4.5 23.8 20.9 18.3 16.0 14.0 12.2 10.6 9.2 7.9 6.8 5.8 4.9 4.1 3.4 2.8 2.3 1.8 1.4 1.1 0.9
5.0 26.4 23.3 20.6 18.2 16.0 14.1 12.3 10.7 9.3 8.1 6.9 5.9 5.0 4.2 3.5 2.9 2.4 1.9 1.5 1.2
5.5 29.0 25.8 22.9 20.4 18.1 16.0 14.1 12.4 10.9 9.5 8.2 7.1 6.1 5.1 4.3 3.6 3.0 2.4 1.9 1.5
6.0 31.5 28.2 25.3 22.6 20.2 18.0 16.0 14.2 12.5 11.0 9.6 8.3 7.2 6.2 5.2 4.4 3.7 3.0 2.5 2.0
6.5 34.1 30.7 27.7 24.9 22.4 20.1 17.9 16.0 14.2 12.6 11.1 9.7 8.4 7.3 6.2 5.3 4.5 3.7 3.1 2.5
7.0 36.7 33.2 30.1 27.2 24.6 22.2 20.0 17.9 16.0 14.2 12.6 11.1 9.7 8.5 7.3 6.3 5.3 4.5 3.7 3.1
7.5 39.2 35.7 32.5 29.6 26.9 24.4 22.0 19.9 17.9 16.0 14.3 12.7 11.2 9.8 8.5 7.4 6.3 5.4 4.5 3.7
8.0 41.8 38.2 35.0 32.0 29.2 26.6 24.2 21.9 19.8 17.8 16.0 14.3 12.7 11.2 9.8 8.5 7.4 6.3 5.4 4.5
8.5 44.3 40.8 37.5 34.4 31.6 28.9 26.4 24.0 21.8 19.8 17.8 16.0 14.3 12.7 11.2 9.8 8.6 7.4 6.3 5.3
9.0 46.9 43.3 40.0 36.9 34.0 31.2 28.6 26.2 23.9 21.8 19.7 17.8 16.0 14.3 12.7 11.2 9.8 8.5 7.4 6.3
9.5 49.4 45.8 42.5 39.3 36.4 33.6 31.0 28.5 26.1 23.8 21.7 19.7 17.8 16.0 14.3 12.7 11.2 9.8 8.5 7.3
10.0 52.0 48.4 45.0 41.9 38.9 36.0 33.3 30.8 28.3 26.0 23.8 21.7 19.7 17.8 16.0 14.3 12.7 11.2 9.8 8.5
10.5 54.5 50.9 47.6 44.4 41.4 38.5 35.7 33.1 30.6 28.2 25.9 23.8 21.7 19.7 17.8 16.0 14.3 12.7 11.2 9.7
11.0 57.1 53.5 50.1 46.9 43.9 41.0 38.2 35.5 33.0 30.5 28.2 25.9 23.8 21.7 19.7 17.8 16.0 14.3 12.7 11.1
11.5 59.6 56.1 52.7 49.5 46.5 43.5 40.7 38.0 35.4 32.9 30.5 28.2 25.9 23.8 21.7 19.7 17.8 16.0 14.3 12.6
12.0 62.1 58.6 55.3 52.1 49.1 46.1 43.3 40.6 37.9 35.4 32.9 30.5 28.2 26.0 23.8 21.8 19.8 17.8 16.0 14.2
12.5 64.7 61.2 57.9 54.8 51.7 48.8 45.9 43.1 40.5 37.9 35.4 32.9 30.6 28.3 26.1 23.9 21.8 19.8 17.9 16.0
Tabla I Mil¡metros de evapotranspiraci¢n mensual sin ajustar para diferentes temperaturas medias y valores de (I) (Indice cal¢rico anual)
257
284
30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 100 105 110 115 120 125
258
285
259
EVAPOTRANSPIRACION REAL (ER).
Para determinar la ER debe tenerse en cuenta el agua disponible en el suelo, es decir que
se encuentre entre CC y PMP. Estos niveles como ya lo expresáramos es el agua útil ó
fácilmente utilizable por los vegetales. Otro factor a tener en cuenta es el tipo de cultivo y su
estado fenológico. La misma, forma parte del flujo de balance de energía (figura 3.3.14):
La ETC puede ser calculada a partir de datos climáticos e integrando directamente los
factores de resistencia del cultivo, el albedo y la resistencia del aire en el enfoque Penman-Monteih.
286
260
La relación ETC / ETo puede ser determinada experimentalmente para diferentes cultivos y
es conocida como Coeficiente del Cultivo (Kc), y se utiliza para relacionar ETC a ETo de manera
que:
Debido a variaciones en las características del cultivo durante los diferentes períodos de
crecimiento, para un determinado cultivo, Kc cambia desde la siembra a la cosecha. De acuerdo a la
ecuación anterior los diferentes factores meteorológicos se encuentran incorporados en la
estimación de ET representando la demanda atmosférica, el valor de Kc varía en función del cultivo
y en menor medida de las condiciones meteorológicas; y puede ser de aceptación general para
distintas áreas geográficas y de clima (Figura 3.3.15).
Kc = Kcb + Ke
287
261
Figura 3.3.16b. Curvas del coeficiente cultivo dual, Kcb (línea gruesa), Kc (línea punteada) y
Ke (línea delgada cortada).
Condiciones de baja fertilidad del suelo, toxicidad salina, suelos inundados, plagas
enfermedades y la presencia de horizontes duros o impermeables en la zona radicular, pueden
generar un crecimiento deficiente y una reducción de la evapotranspiración.
288
262
En las condiciones no estándar se tiene en cuenta el efecto que producen las condiciones
ambientales y de manejo del cultivo; los efectos ambientales se incorporan a través del coeficiente
de estrés y ajustando el valor de Kc a las condiciones de campo (Figura.3.317).
FIgura 3.3.17. Evapotranspiración del cultivo de referencia (ETo), bajo condiciones estándar
(ETC) y no estándar (ETC.aj).
289
263
INSTRUMENTAL DESTINADO A MEDIR EVAPOTRANSPIRACION REAL.
Lisímetro de Pesada
Consisten en recipientes grandes rellenos con suelo y con cubierta vegetal natural o
cultivada. Las condiciones del suelo referidas a su textura, estructura y contenido de humedad deben
asemejarse a las del lugar; el tipo de vegetación, su densidad y altura también deben parecerse. Bajo
estas condiciones, las estimaciones realizadas corresponden a la Evapotranspiración Real; se
obtienen por las diferencias de peso del recipiente, que son convertidas en mm de ER.
ER = P1 - P2
ER = P1 + (Ppp - D) - P2
- Construcción
Existen otros lisímetros más pequeños (200 - 300 Kg) en los que la pesada puede realizarse
mediante una balanza grúa.
290
264
- Precisión
Puede acusar variaciones de la humedad del suelo, producidas en lapsos de pocas horas. En
general se registran las variaciones diarias. Discriminan variaciones de peso equivalentes a 0,02 -
0,04 mm, precisión que los hace indicados para la calibración de las fórmulas propuestas para la
estimación de evapotranspiración.
PARCELAS DE ENSAYO
ER (mm) = n . W . DA . H . 10
donde:
n = sumatoria para las distintas capas de suelo.
W = Variación del porcentaje de humedad (% cm3 ó g H2O / g suelo)
DA = Densidad Aparente.(g/cm3)
H = Profundidad de raíces. (cm)
291
265
EVAPOTRANSPIRACIÓN RELATIVA (EP /ER ó ETC / ETo).
(1) Veihmeyer y Hendrickson, sostienen que cualquiera sea la cantidad de agua del suelo, siempre la
demanda atmosférica será satisfecha totalmente por la ER, o sea que la ER=EP. Dichos autores
trabajaron con suelos arenosos, en los que observaron que entre capacidad de campo y capacidad a la
marchitez permanente, la planta necesitaba muy baja energía para "llevar" un gramo de agua a las
hojas.
(2) Thornthwaite y Mather, supusieron una relación lineal. Sólo ER=EP, cuando el suelo se halla
a capacidad de campo, luego comienza a desecarse y retiene agua con más fuerza, haciendo que la
ER no satisfaga totalmente a la demanda atmosférica o ETP.
(3) Pierce: considera que cada suelo satisface totalmente la demanda atmosférica, hasta un
determinado contenido de humedad (que es variable para cada suelo) y a partir de ese momento
retiene en forma más que proporcional, hasta hacerse la relación cero en la capacidad a la marchitez
permanente.
292
266
Figura 3.3.21. Evapotranspiración Potencial (%) en función del contenido de humedad, con
exploración de raíz a diferentes profundidades.
El uso consuntivo ó necesidad de agua de los cultivos para FAO (2000) es la cantidad de
agua que necesita ser proporcionada a un cultivo como riego ó precipitación
Método de BLANEY - CRIDDLE
293
267
Este método fue desarrollado para las condiciones del oeste de los Estados Unidos en 1950,
relacionando valores reales (actuales) de USO CONSUNTIVO (U.C.) con la temperatura t y un
porcentaje de horas de brillo solar p. Esto recibe el nombre de factor de uso consuntivo f o factor de
temperatura y luminosidad, considerados como variables climáticas que permiten predecir los
efectos del clima sobre las necesidades de consumo de agua.
Donde:
u.c : uso consuntivo mensual del cultivo.
k : coeficiente de uso consuntivo del cultivo mensual.
f : factor de uso consuntivo. Resultante del producto de (tb.p)
U.C. = K x F
Donde:
U.C.: uso consuntivo de todo el ciclo del cultivo
K : coeficiente de uso consuntivo del cultivo para todo el ciclo
F : sumatoria de los factores mensuales de uso consuntivo.
a - Datos:
- temperatura media mensual de la localidad donde se realizará el cultivo.
- latitud y época del año.
- cultivo (tipo, ciclo,)
294
268
Tabla 3.3.7. Coeficiente de ajuste “k” mensuales y “K” anuales para diferentes cultivos
y ajustados
TABLA 7: Coeficientes de Ajuste "K" mensuales para
y anuales Argentina.
para diferentes cultivos y ajustados para Argentina
295
269
Tabla 3.3.8.
TABLA Valores
8: Valores de entrando
de "tb", “tb”, entrando al los
al cuadro con cuadro
valorescon
de los valores de
Temperatura media en ºC
Temperatura media en °C.
°C 0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
7 11,4 11,4 11,5 11,5 11,6 11,6 11,7 11,7 11,7 11,8
8 11,8 11,9 11,9 12,0 12,0 12,1 12,1 12,2 12,2 12,2
9 12,3 12,3 12,4 12,4 12,5 12,5 12,6 12,6 12,7 12,7
10 12,8 12,8 12,8 12,9 12,9 13,0 13,0 13,1 13,1 13,2
11 13,2 13,3 13,3 13,3 13,4 13,4 13,5 13,5 13,6 13,6
12 13,7 13,7 13,8 13,8 13,9 13,9 13,9 14,0 14,0 14,1
13 14,1 14,2 14,2 14,3 14,3 14,4 14,4 14,4 14,5 14,5
14 14,6 14,6 14,7 14,7 14,8 14,8 14,9 14,9 15,0 15,0
15 15,0 15,1 15,1 15,2 15,2 15,3 15,3 15,4 15,4 15,5
16 15,5 15,6 15,6 15,6 15,7 15,7 15,8 15,8 15,9 15,9
17 16,0 16,0 16,1 16,1 16,1 16,2 16,2 16,3 16,3 16,4
18 16,4 16,5 16,5 16,6 16,6 16,7 16,7 16,7 16,8 16,8
19 16,9 16,9 17,0 17,0 17,1 17,1 17,2 17,2 17,2 17,3
20 17,3 17,4 17,4 17,5 17,5 17,6 17,6 17,7 17,7 17,8
21 17,8 17,8 17,9 17,9 18,0 18,0 18,1 18,1 18,2 18,2
22 18,3 18,3 18,3 18,4 18,4 18,5 18,5 18,6 18,6 18,7
23 18,7 18,8 18,8 18,9 18,9 18,9 19,0 19,0 19,1 19,1
24 19,2 19,2 19,3 19,3 19,4 19,4 19,4 19,5 19,5 19,6
25 19,6 19,7 19,7 19,8 19,8 19,9 19,9 20,0 20,0 20,0
26 20,1 20,1 20,2 20,2 20,3 20,3 20,4 20,4 20,5 20,5
27 20,6 20,6 20,6 20,7 20,7 20,8 20,8 20,9 20,9 21,0
28 21,0 21,1 21,1 21,1 21,2 21,2 21,3 21,3 21,4 21,4
29 21,5 21,5 21,6 21,6 21,7 21,7 21,7 21,8 21,8 21,9
30 21,9 22,0 22,0 22,1 22,1 22,2 22,2 22,2 22,3 22,3
296
269
Temario:
- Introducción; generalidades.
- Estimación de la Capacidad de Retención de un suelo; concepto, forma de estimación.
- El Balance Hidrológico Mensual; componentes, forma de cálculo.
- Resolución; distintas situaciones.
- Otros balances utilizados; Seriado y Versátil.
- Utilización de instrumentos para medir la humedad del suelo.
- Sequía, métodos de lucha. Expresión del grado de aridez de los climas
Introducción
La relación entre la humedad del suelo y la productividad de los cultivos, ha sido documentada
en numerosos estudios. La aplicación de los resultados experimentales, a gran escala, se dificulta
notablemente al no disponerse de gran información periódica de humedad del suelo para las áreas
consideradas.
Los procedimientos para medir la humedad del suelo son utilizados en condiciones
experimentales y operativas. Sin embargo, todos ellos presentan algún tipo de deficiencia, requiriendo
calibraciones considerables y repetidas para proporcionar datos que representen la variación espacial y
temporal de la humedad del suelo.
A partir de la metodología implementada por Thornthwaite y Mather (1955), muchos
investigadores han propuesto métodos de balances continuos utilizando datos meteorológicos, con el
objeto de encontrar las variaciones de humedad en el suelo y la evapotranspiración real de cultivos,
praderas y suelos desnudos. Estas técnicas intentan integrar el contenido de humedad del suelo y la
relación espacio-tiempo.
Agua fácilmente
extraíble
Agua difícilmente
extraíble
297
270
Consideraciones Generales
La figura 3.4.1 muestra los principales componentes que participan en un balance de agua en el
suelo. Con los elementos allí considerados, se puede formular la ecuación general del balance
hídrico del suelo puede ser expresado de la siguiente forma:
Donde:
ASi = Almacenaje de agua en el período i (día, mes, etc.)
Asi-1 = Almacenaje de agua en el suelo en el período previo
Pi = Precipitación del período i
ETi = Evapotranspiración del período i
Ei = Escurrimiento del período i
Di = Drenaje del período i
Es necesario recordar que para efectuar el balance entre el agua que llega a la superficie y la
perdida por evapotraspiración, hay que tener en cuenta que el agua que llega al suelo no se almacena
en un recipiente del cual puede evapotranspirarse libremente, sino que al penetrar entra a formar parte
de un sistema disperso, que lo retiene con distinta energía se acuerdo al tipo de suelo, textura del
mismo y que podrá ser absorbida por las raíces de la vegetación. Como ejemplo citaremos, un suelo
arenoso puede contener solamente de 10 a 20 mm por cada 30 cm de profundidad, en tanto que un
suelo de arcilla fina puede almacenar 100 o más milímetros en esa misma profundidad.
Las raíces pueden profundizar unos pocos centímetros como los cultivos hortícolas, mientras
que en los árboles pueden superar el metro. Según la profundidad de las raíces, contenida en los
diferentes suelos estará disponible para evapotranspirar. De la combinación del contenido de agua
máxima que puede retener un suelo, de su tipo y textura, así como de la profundidad de las raíces de
los cultivos, se confeccionaron tablas que indican el contenido máximo para cada caso y la retención
que se produce a medida que el suelo se va secando ante demandas sucesivas de evapotranspiración,
(Ver tabla 3.4.1).
298
271
Como resultado de los cálculos efectuados pueden resultar niveles de retención entre valores
reducidos (25 mm), hasta elevados (400 mm), pudiéndose calcular para todas las retenciones
intermedias. La Tabla 3.4.2 presenta las retenciones para la capacidad máxima de 300 mm que se
considera habitualmente en casos generales y comparativos.
El uso de una serie de tablas de retención, con valores crecientes de humedad aprovechable,
permite determinar la humedad del suelo a través de la estación de cultivo.
Cultivo de Cultivo de
Cultivo de
raíces raíces de
Contenido raíces
superficiales moderada Bosque
de agua de profundas Árboles
Tipo de (espinacas, profundidad adulto
(alfalfa, frutales.
Humedad arvejas, habas, (maíz, algodón, tupido.
suelo forrajeras,
equivalente remolacha, tabaco,
(mm/m) arbustos).
zanahoria) cereales)
h CR h CR h CR h CR h CR
(m) (mm) (m) (mm) (m) (mm) (m) (mm) (m) (mm)
Arenoso
100 0,50 50 0,75 75 1,00 1,00 1,50 150 2,50 250
Fino
Franco
Arenoso 150 0,50 75 1,00 150 1,00 1,00 1,67 250 2,00 300
Fino
Franco
200 0,52 125 1,00 200 1,25 1,25 1,50 300 2,00 400
limoso
Franco
250 0,40 100 0,80 200 1,00 1,00 1,00 250 1,60 400
arcilloso
Arcilloso 300 0,25 75 0,50 150 0,67 0,67 0,67 200 1,17 350
Estas cifras de la Tabla 3.4.1 son para vegetación en pleno desarrollo. Cultivos jóvenes,
almácigos o plántulas y otras vegetaciones no adultas tienen raíces superficiales y menor necesidad de
agua. Por el contrario, medida que las plantas desarrollan de semilla o de plántula, a la forma adulta, la
zona radicular crece progresivamente.
299
272
300
273
EP 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
500 57 56 56 56 56 56 56 55 55 55
510 55 55 54 54 54 54 54 54 53 53
520 53 53 53 52 52 52 52 52 52 51
530 51 51 51 51 51 50 50 50 50 50
540 50 49 49 49 49 49 49 48 48 48
550 48 48 48 47 47 47 47 47 47 47
560 46 46 46 46 46 46 45 45 45 45
570 45 45 45 44 44 44 44 44 44 44
580 43 43 43 43 43 43 43 42 42 42
590 42 42 42 42 41 41 41 41 41 41
600 41 40 40 40 40 40 40 40 40 39
610 39 39 39 39 39 39 38 38 38 38
620 38 38 38 38 37 37 37 37 37 37
630 37 37 36 36 36 36 36 36 36 36
640 36 35 35 35 35 35 35 35 35 34
650 34 34 34 34 34 34 34 34 33 33
660 33 33 33 33 33 33 33 32 32 32
670 32 32 32 32 32 32 32 31 31 31
680 31 31 31 31 31 31 30 30 30 30
690 30 30 30 30 30 30 29 29 29 29
700 29 29 29 29 29 29 29 28 28 28
710 28 28 28 28 28 28 28 27 27 27
720 27 27 27 27 27 27 27 27 26 26
730 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26
740 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25
750 25 25 24 24 24 24 24 24 24 24
760 24 24 24 24 24 23 23 23 23 23
770 23 23 23 23 23 23 23 23 22 22
780 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22
790 22 21 21 21 21 21 21 21 21 21
800 21 21 21 21 21 21 20 20 20 20
810 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20
820 20 19 19 19 19 19 19 19 19 19
830 19 19 19 19 19 19 18 18 18 18
840 18 18 18 18 18 18 18 18 18 18
850 18 18 18 17 17 17 17 17 17 17
860 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17
870 17 16 16 16 16 16 16 16 16 16
880 16 16 16 16 16 16 16 16 16 15
890 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15
900 15 15 15 15 15 15 15 15 15 14
910 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14
920 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14
930 14 13 13 13 13 13 13 13 13 13
940 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13
950 13 13 13 13 12 12 12 12 12 12
960 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12
970 12 12 12 12 12 12 12 12 12 11
980 11 11 11 11 11 11 11 11 11 11
990 11 11 11 11 11 11 11 11 11 11
301
274
Para el cálculo del balance hidrológico son necesarios los milímetros mensuales de
precipitación media que representan la disponibilidad en agua de una región y los milímetros de
evapotranspiración potencial media, que representan la necesidad en agua mensual de la localidad.
Otras consideraciones:
Datos básicos:
II).- Precipitación (P): se consignan los milímetros de precipitación medio mensual, que se extraen de
las estadísticas climatológicas correspondientes.
Metodología de trabajo:
III).- Precipitación menos Evapotranspiración Potencial (P-EP): para determinar los períodos de
excesiva o insuficiente humedad, es necesario obtener la diferencia entre la precipitación y la
evapotranspiración potencial. Un valor negativo de (P-EP) indica la cantidad de precipitación que falta
para satisfacer las necesidades potenciales de agua del área y su vegetación. Un valor positivo de
(P-EP) indica la cantidad de agua que excede, la que en cierto período del año sirve para la recarga de
humedad del suelo y el escurrimiento.
En la mayoría de las localidades hay una sola estación húmeda y otra, llamada seca. Por eso es
que hay una sola serie consecutiva de valores negativos y otra de positivos. En estas localidades, sólo
existen dos posibilidades:
302
275
a- el exceso de precipitación, (P-EP) positivo durante el año, puede ser mayor que la pérdida
potencial de agua, (P-EP) negativo, como por ejemplo en Dolores (Buenos Aires) (figura 3.4.2). En
este tipo de localidades, la deficiencia de agua al final del período húmedo, siempre es cero.
b- por el contrario, en otras localidades como por ejemplo Vera (Santa Fe) (Figura 3.4.4), ubicadas
en áreas secas, la precipitación en ningún momento del año es suficiente para llevar la humedad del
suelo a su valor máximo de capacidad de retención de agua. En este tipo de localidades al final del
período de recarga de humedad del suelo, el valor de la pérdida potencial de agua acumulada no es
cero.
IV).- Sumatoria de los valores negativos de (P-EP) ó pérdida potencial de agua acumulada: los
valores negativos de (P-EP) representan una deficiencia potencial de agua y son sumados mes a mes
como iniciación del paso siguiente en el cálculo, ya que la tabla de retención correspondiente ha sido
realizada para entrar directamente en cada mes con la suma efectuada.
Así en la localidad de Dolores (figura 3.4.2), que tiene adecuada reposición de agua (la suma
de valores positivos de (P-EP) mayores que los (P-EP) negativos), a partir del último mes con valores
(P-EP) positivos (octubre), comienzan a acumularse los valores negativos: -3 más -29=-32, más
-52=-84, más -7= -91.
En una localidad seca o con inadecuada reposición de agua, Vera (figura 3.4.4.) (el total
anual de (P-EP) negativos superiores a los (P-EP) positivos), como el valor de la pérdida potencial de
agua acumulada no es igual a cero, tal como se indicó anteriormente, es necesario encontrar un valor
de deficiencia potencial de agua con el cual comenzar la acumulación de los valores negativos de
(P-EP).
Esto se puede hacer por medio de una serie de sucesivas aproximaciones partiendo de un valor
estimado de deficiencia potencial de agua para el comienzo del primer mes en que (P-EP) es negativo.
Sumándole a ese valor estimado el total de valores negativos de (P-EP) y convirtiendo este resultado en
un valor de retención de humedad del suelo por medio de la Tabla 3.4.2, se obtiene un valor
aproximado de agua almacenada en el suelo al final del período negativo de (P-EP). Añadiéndole a ese
total, la suma de milímetros correspondientes a los valores positivos (P-EP), se obtiene un valor
aproximado de retención de humedad al final del período de reposición o de recarga que finaliza con el
primer mes que tiene valores de (P-EP) negativos. Convirtiendo ese valor en milímetros de agua, sería
la pérdida potencial de agua acumulada a partir de la cual deberían sumarse los (P-EP) negativos de los
meses con deficiencias de precipitaciones, si luego de sucesivas aproximaciones se obtiene un valor
invariable en los cálculos. A continuación se explica esto, detalladamente, para el caso de nuestro
ejemplo.
Para la localidad de Vera (Santa Fe) (figura 3.4.4), la suma de los valores positivos de (P-EP)
es de 70 mm, en tanto que la suma de los valores negativos de (P-EP) es de -145; por lo tanto
corresponde al segundo de los casos anteriormente citados.
A esos 100 mm, estimados se le sumaron los 145 mm, que son los que realmente falta durante
el período seco en Vera. La suma de 245 mm, que transformados en agua retenida por el suelo son 133
mm, que sumados a los 70 mm reales del período de reposición, computan 203 mm. Estos 203 mm
303
276
buscados en el cuerpo de la tabla (Tabla 3.4.2) se transforman en 117 mm de EP leídos en el borde de
la misma, y sería una aproximación diferente a los 100 mm que estimamos inicialmente.
Continuando el cálculo, a esos 117 mm, hay que sumarles nuevamente los 145 mm, de (P-EP)
negativos con lo que se obtienen 262 mm que transformados en agua dan 125 mm, que sumados a los
70 mm de (P-EP) positivos dan 195 mm de agua que es una nueva aproximación de la deficiencia
potencial de agua acumulada con la cual iniciar los cálculos.
Deficiencia Potencial Acumulada al Comienzo del Período (-) 100 117 129 137 142 145 146 146
Sumatoria de Valores Negativos 145 145 145 145 145 145 145 145
Deficiencia Potencial Acumulada al Final del Período (-) 245 262 274 282 287 290 291 291
Almacenaje de Agua en el suelo al Comienzo del período (+) 133 125 120 117 115 114 114 114
Almacenaje de Agua en el suelo al Final del período (+) 203 195 190 187 185 184 184 184
V).- Almacenaje: la Tabla 3.4.2 da la humedad retenida por el suelo o humedad almacenada luego de
ocurrida una cantidad determinada de pérdida de agua potencial acumulada. Cada valor de suma de
valores negativos (P-EP) se transforma en milímetros de agua según el valor que se encuentra en la
tabla, correspondiendo al almacenaje de agua de cada mes. Al finalizar el período seco se tendrá un
almacenaje al que habrá que adicionarle los milímetros de agua correspondientes a los (P-EP)
positivos mensuales.
Cuando al efectuar estas sumas, se llega a la capacidad máxima de retención del suelo (en
nuestro caso, 300 mm), lo que supere este valor, se consigna en la línea de exceso de agua. En nuestro
caso, en el mes de abril hay almacenados 264 mm, que sumados a los 46 de (P-EP) del mes de mayo,
computan 310 mm de los cuales 300 mm se colocan en almacenaje y 10 en exceso. En los meses
siguientes de valores positivos (P-EP) se continúa colocando 300 mm en almacenaje y pasando
directamente los milímetros de (P-EP) a exceso hasta cerrar el ciclo con el último mes con valores
positivos de (P-EP).
VI).- Variación del agua almacenada por el suelo: para calcular los milímetros de agua que
proporciona el suelo en aquellos meses en que la precipitación no alcanza a las necesidades de la
evapotranspiración potencial, es necesario computar la variación de los milímetros de almacenaje mes
por mes, que serán negativos cuando el suelo se está secando, o positivos cuando va acumulando agua
por adición de valores (P-EP) positivos, hasta llegar a la capacidad máxima de retención del suelo (300
mm). La variación de almacenaje es cero, en los meses en que el suelo se mantiene constante su
contenido de humedad.
304
277
Ejemplos: en Dolores, los meses desde marzo hasta octubre cuentan con P mayores a la EP,
luego, las ER correspondientes, son iguales a las EP. Para los meses restantes, las ER se calculan
sumando a la P, la variación de almacenaje sin considerar el signo; por ejemplo, en enero, 72 mm, más
43 mm = 115 mm de ER.
VIII).- Exceso de humedad: luego que el almacenaje de humedad alcanza los 300 mm (o cualquier
otra retención máxima de humedad que se considere), cualquier excedente de precipitación se
considera como humedad de exceso, y se coloca en la columna mensual correspondiente.
IX).- Deficiencia de humedad: la diferencia en milímetros existentes entre la EP y la ER, son los
milímetros de deficiencia de cada mes que por supuesto tendrá un valor de cero cuando la EP sea igual
a la ER.
Meses E F M A M J J A S O N D
EP. 124 103 89 54 33 20 20 27 41 58 85 112
Precipitación, P 72 96 97 88 79 63 54 60 79 60 82 83
P – EP -52 -7 8 34 46 43 34 33 38 2 -3 -29
-(P - EP) -84 -91 -3 -32
Almacenaje. 227 222 230 264 300 300 300 300 300 300 297 270
Almacenaje. -43 -5 8 34 36 0 0 0 0 0 -3 -27
ER 115 101 89 54 33 20 20 27 41 58 85 110
Exceso 0 0 0 0 10 43 34 33 38 2 0 0
Déficit. 9 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2
305
278
DOLORES
150
120
90
(m m)
60
30
M
N
F
O
J
J
S
A
A
Meses
EP PP ER Exceso Déficit
Figura 3.4.3. Representación gráfica de los datos y resultados del balance hidrológico de Dolores
(Buenos Aires).
Meses E F M A M J J A S O N D
EP. 167 131 110 68 44 30 31 37 54 81 107 145
Precipitación, P 98 96 128 104 60 28 28 31 46 73 102 136
P - EP -69 -35 18 36 16 -2 -3 -6 -8 -8 -5 -9
-(P - EP) -256 -291 (-146) -148 -151 -157 -165 -173 -178 -187
Almacenaje. 128 114 132 168 184 183 181 178 173 169 166 161
Almacenaje. -33 -14 18 36 16 -1 -2 -3 -5 -4 -3 -5
ER 131 110 110 68 44 29 30 34 51 77 105 141
Exceso 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Déficit. 36 21 0 0 0 1 1 3 3 4 2 4
Los casos con un período seco y un período húmedo son los más comunes, pero pueden
presentarse ejemplos diferentes, como los que a continuación se mencionan:
1) Durante todos los meses la precipitación supera a la EP. En este caso, el almacenaje de agua en
el suelo siempre corresponde a la capacidad de retención máxima existiendo exceso en todos los
meses, el que se computa por la diferencia entre la precipitación menos la EP.
306
279
2) Durante todos los meses del año la precipitación es inferior a la EP. En este caso las necesidades de
la EP son solamente satisfechas con los milímetros de agua de precipitación, los que pasan a ser
milímetros de ER.
3) Varios períodos de suma de valores negativos de (P-EP) y varios de positivos (P-EP), no llegándose
con ninguna suma de (P-EP) positivos a satisfacer la capacidad máxima de retención del suelo. Para
casos como el que se menciona, el cálculo de todas las líneas se hace en forma semejante al
desarrollado anteriormente, salvo en la deficiencia potencial de agua acumulada, donde se sigue la
técnica que a continuación se detalla: se procede a agrupar los meses con valores negativos y positivos
de (P-EP) designándolos como N1, P1, N2, P2, ordenándolos desde el período con suma de valores
negativos más alta y se confecciona una planilla de cálculo similar a la que para la localidad de
Corrientes, se incluye a continuación :
CORRIENTES:
N1 = 116 P1 = 89 N2 = 31 P2 = 11
Se comienza el cálculo con una estimación de pérdida potencial de agua acumulada anterior al
primer mes que comienzan los valores de N1. A esa estimación se le suman los milímetros de N1 que a
continuación se convierten en milímetros de agua. Al valor obtenido, se le suma P1, obteniéndose un
valor de agua que se convierte en deficiencia potencial en agua, que se adiciona a N2. Esta suma se
convierte en agua y se le adiciona P2, que al transformarse en deficiencia potencial en agua, reemplaza
a la primera estimación.
CORRIENTES :
E F M A M J J A S O N D
P – EP -38 -31 21 42 20 6 -2 -28 -1 9 2 -47
-(P - EP) -158 -189 (-56) -58 -86 -87 (-73) -120
Almacenaje 177 160 181 223 243 249 247 225 224 233 235 201
Estos (-73 mm) se colocaron en el mes de noviembre y fue la deficiencia potencial en agua
inicial a la que se sumaron los 47, 38 y 31 mm de N1, obteniéndose para el mes de febrero 189 mm,
que para continuar con el balance se transformaron en agua almacenada (160 mm). A este valor se le
sumaron los milímetros de los meses de P1, llegándose a junio con un almacenaje de 249 mm que
307
280
transformados en deficiencia potencial en agua, computaron (-56 mm) con los que se inicia el cómputo
para N2. Para esta serie N2 y P2, se sigue el mismo criterio hasta llegar al agua almacenada del mes de
noviembre que es 235 mm, que transformados en deficiencia potencial en agua representan el valor
inicial de (-73 mm) con lo cual queda cerrado el ciclo y comprobada la exactitud del balance.
Si se suceden más de dos períodos secos y húmedos se tendrá N1, N2, N3 o más y sus
correspondientes Pn, realizándose el cálculo en la misma forma.
Meses. E F M A M J J A S O N D
EP. 100 82 6649 37 25 24 31 44 61 73 97
Precipitación, P 109 94 9838 38 13 17 9 32 80 96 99
P - EP. 9 12 32
-11 1 -12 -7 -22 -12 19 23 2
-(P - EP) -11 (-10) -22 -29 -51 -63
Almacenaje. 296 300 300 289 290 279 272 253 243 262 285 287
Almacenaje. 9 4 0 -11 1 -11 -7 -19 -10 19 23 2
ER. 100 82 66 49 37 24 24 28 42 61 73 97
Exceso. 0 8 32 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Déficit. 0 0 0 0 0 1 0 3 2 0 0 0
5) En el caso de existir un sólo período seco y un sólo período húmedo con sumatoria de (P-EP)
positivos y negativos muy similares aunque con (P-EP) negativos de mayor valor absoluto, antes de
intentar el cálculo de deficiencia potencial de agua acumulada previo al primer mes con valores
negativos, se intenta considerar deficiencia acumulada cero.
El BHC que como vimos, utiliza valores normales mensuales de EP y precipitación, produce
resultados que son útiles para la caracterización climática de las grandes regiones fitogeográficas, pero
308
281
no puede resolver los problemas que exigen el conocimiento de las diferentes probabilidades
mensuales de ocurrencia de situaciones de exceso o deficiencia de agua.
Otro factor incidente sobre el valor de los BHS en estudios agroclimáticos de áreas extensas, es
la variabilidad propia de los suelos, sea respecto a la capacidad máxima de almacenaje de agua o con
relación a su profundidad y grado de penetrabilidad de las raíces. Por ello, es común en tales estudios,
estimar una capacidad media y uniforme de agua útil para todos los lugares y una profundidad
razonable, generalmente hasta un metro. Caso contrario pueden realizarse considerando varias
capacidades según sean los suelos.
Las tablas de desecamiento propuestas por Thornthwaite y Mather pueden usarse con suficiente
confianza.
PROCEDIMIENTO DE CÁLCULO
Con las series mensuales de EP y P necesarias, el cálculo del BHS, se inicia en un mes de un
año cualquiera de los primeros del registro, en el cual la P supera holgadamente a la EP, es decir la
diferencia (P - EP) da un valor positivo muy grande, permitiendo suponer que se ha sobrepasado la
capacidad de retención del suelo. Para situaciones donde este cálculo inicial no sea posible por falta de
precipitaciones suficientemente elevadas, puede recurrirse al arbitrio de comenzar a computar el
balance tomando como almacenaje de agua para el primer mes de la serie, el que le asigne el balance
climático o, simplemente, considerando el 50 % de la CR, en la seguridad que la mecánica del balance
corregirá prontamente el error inicial. En comprobaciones efectuadas para diferentes localidades y con
estimaciones iniciales variables, la corrección se consiguió en un lapso siempre inferior a los 24 meses,
por lo cual, en estos casos, se recomienda despreciar los dos primeros años de resultados. Iniciando el
cómputo de una u otra forma, se continúa balanceando mes a mes, considerando que el almacenaje del
mes de diciembre de cada año constituye el antecedente para continuar el balance del mes de enero del
año siguiente. Así se procede hasta completar la serie de 30 años recomendados.
En la Tabla 3.4.3, a manera de ejemplo, se incluye un balance seriado para cuatro años
consecutivos, donde se muestra el proceso operativo partiendo de un mes (Octubre de 1921) en donde
P supera holgadamente a EP.
309
282
Tabla 3.4.3. Ejemplo de balance hidrológico seriado (BHS) para Buenos Aires (Lat. 34º 35´S;
Long. 58º29´W 25m.s.n.m.) Comienzo del cómputo en el mes de octubre 1921 y continuación en
1922, 1923 y 1924, de la serie de 50 años incluida en el trabajo. Período (1922-1971).
Elemen. del 1921
Balance E F M A M J J A S O N D
EP 119 105 85 57 45 12 16 25 44 66 81 133
P 91 106 121 110 94 53 21 31 44 108 51 95
P-EP -28 1 36 53 49 41 5 6 0 42 -30 -38
∑-( P-EP) -30 -68
Almacen. 300 271 239
Δ almace- -29 -32
ER 80 127
Exc 0 0
Def 1 6
1922
E F M A M J J A S O N D
EP 118 96 93 50 39 19 36 29 43 51 96 118
P 123 76 74 121 48 101 160 278 52 85 56 19
P-EP 5 -20 -19 71 9 82 124 249 9 34 -40 -99
∑-( P-EP) (-51) -83 -102 -40 -134
Almacen. 243 227 213 281 293 300 300 300 300 300 262 188
Δ almace- -5 -16 -14 71 9 7 0 0 0 0 -38 -74
ER 118 92 88 50 39 19 36 29 43 51 91 93
Exc 0 0 0 0 0 75 124 249 9 34 0 0
Def 0 4 5 0 0 0 0 0 0 0 2 25
1923
E F M A M J J A S O N D
EP 135 114 107 59 29 26 16 28 43 49 87 107
P 33 73 135 108 17 60 88 159 52 70 80 101
P-EP -102 -41 28 49 -12 34 72 131 9 21 -7 -6
∑-( P-EP) -241 -282 (-131 -143 -7 -13
Almacen. 133 116 144 193 186 220 292 300 300 300 293 287
Δ almace- -55 -17 28 49 -7 34 72 8 0 0 -2 -6
ER 88 90 107 59 24 26 16 28 43 49 87 107
Exc 0 0 0 0 0 0 0 123 9 21 0 0
Def 47 24 0 0 5 0 0 0 0 0 0 0
1924
E F M A M J J A S O N D
EP 123 104 95 49 28 20 18 20 36 57 77 139
P 56 157 102 19 62 20 3 54 107 15 42 17
P-EP -67 53 7 -30 34 0 -15 34 71 -42 -35 -112
∑-( P-EP) -80 (-11) -41 (-5) -20 -42 -77 -189
Almacen. 229 282 289 261 295 295 280 300 300 260 232 159
Δ almace- -58 53 7 -28 34 0 -15 20 0 -40 -28 -73
ER 114 104 95 47 28 20 18 20 36 55 70 90
Exc 0 0 0 0 0 0 0 14 71 0 0 0
Def 9 0 0 2 0 0 0 0 0 2 7 49
Procediendo en la forma antedicha y con una serie ininterrumpida de, por ejemplo 30 años,
serán 360 los casos mensuales analizados y se contará con 30 valores de evapotranspiración real, de
deficiencia, de exceso y de almacenaje de cada mes.
Las series de excesos y deficiencias son las de mayor interés por ser los componentes más
utilizados en la caracterización del balance de agua regional. Si se considera que desde el punto de
vista agroclimático importa principalmente determinar las frecuencias con que pueden presentarse en
cada mes condiciones de deficiencia o exceso de diferente magnitud, resulta conveniente integrar a
310
283
ambas series en una sola, computando como situaciones de balance equilibrado los meses que
simultáneamente indican valores nulos de exceso y deficiencia.
Para interpretar la distribución mensual del conjunto de las situaciones, es conveniente ordenar
la serie integrada desde la mayor deficiencia al mayor exceso (Tabla 3.4.5), separándolas en clases con
intervalos adecuados a la magnitud de las condiciones de humedad y considerar por separado, como
clase aparte las condiciones de equilibrio.
EJEMPLO:
Con los valores mensuales de excesos y deficiencias producidos por el balance, se obtuvo el
tabla 3.4.4 correspondiente a las situaciones hídricas ocurridas anualmente; los ceros señalan los
equilibrios, los valores negativos los milímetros de deficiencia y los positivos los de excesos.
311
284
Tabla 3.4.4: Exceso o deficiencia mensual de agua en Buenos Aires. Los valores negativos
indican milímetros de deficiencia.
Año E F M A M J J A S O N D
1922 0 -4 -5 0 0 75 124 249 9 34 -2 -25
1923 -47 -24 0 0 -5 0 0 123 9 21 0 0
1924 -9 0 0 -2 0 0 0 14 71 -2 -7 -49
1925 0 -33 0 0 0 0 0 6 140 31 13 89
1926 -18 -31 0 0 25 4 14 94 -1 0 0 -12
1927 -4 -21 -48 0 0 0 0 0 21 -1 108 0
1928 -4 0 -16 39 79 0 8 6 125 0 0 -8
1929 -39 -10 -30 -6 0 0 0 -9 0 0 -6 -14
1930 -5 15 37 67 136 52 13 37 0 -2 0 -1
1931 -3 -22 -26 0 -2 0 0 22 0 0 75 -3
1932 -16 -22 -14 0 0 0 113 56 0 18 -15 -10
1933 -17 0 0 0 33 0 -1 -4 5 56 0 -6
1934 -35 -37 7 -1 15 113 53 20 61 0 6 0
1935 -10 0 -2 0 -8 0 -6 0 0 0 20 -1
1936 0 -12 90 34 62 92 27 48 0 6 0 96
1937 -19 -6 0 0 14 62 0 16 127 0 -2 -4
1938 -40 -31 0 0 6 9 73 5 47 8 17 -19
1939 9 -8 0 -11 0 0 0 41 71 216 -4 -11
1940 -15 0 0 108 19 75 114 1 86 0 -1 127
1941 -10 -1 -7 34 53 6 23 123 -1 0 0 -4
1942 -29 -19 0 -15 0 0 0 55 0 0 -2 -30
1943 -63 -91 0 22 0 0 4 0 37 22 0 -3
1944 42 0 71 40 85 0 0 0 24 143 -4 -21
1945 -52 -18 0 0 -5 -3 -1 0 210 143 -2 -1
1946 3 78 9 109 0 146 1 1 51 9 56 -89
1947 7 -7 16 0 45 21 0 -1 -3 0 -7 -14
1948 43 -5 13 44 29 6 0 -1 71 0 -5 -19
1949 -51 -24 0 -33 0 0 0 -4 0 -7 -4 -9
1950 -60 -39 0 0 0 -2 24 0 27 23 2 -2
1951 7 0 -6 -1 108 0 -2 37 0 -1 153 -10
1952 -40 -66 0 -19 0 103 56 60 6 33 -2 -14
1953 124 -6 0 0 0 83 42 0 2 82 83 -9
1954 -2 -20 -13 0 0 72 8 44 8 44 -5 -19
1955 -33 0 -9 0 -2 0 9 37 144 0 -13 -41
1956 1 -3 -1 0 0 0 0 72 30 0 -10 -45
1957 -25 -23 -65 0 0 10 41 12 -1 -1 -3 0
1958 0 32 -2 -2 0 0 49 114 51 -4 41 -10
1959 0 -6 46 357 136 48 128 89 -2 172 99 -11
1960 -33 -54 0 5 -11 0 23 12 61 105 -10 -26
1961 0 -13 -11 0 0 15 25 0 -1 4 10 16
1962 4 -7 -20 0 -1 -2 29 16 55 -4 0 -4
1963 -14 -17 0 10 19 106 15 86 77 76 55 43
1964 -17 0 144 26 40 31 0 19 18 3 -1 -15
1965 -24 -11 -25 0 -8 0 0 0 0 -5 0 -4
1966 -16 -2 108 66 0 34 34 0 -1 0 0 -1
1967 -8 -18 0 0 0 8 76 89 -2 261 -1 -28
1968 -48 -18 -36 -34 -19 0 0 0 -20 0 0 110
1969 -9 -22 -13 0 78 10 16 -2 -1 -4 -8 -34
1970 -9 -47 -7 0 0 0 0 0 7 76 -4 -16
1971 62 131 -2 0 0 32 58 -2 0 0 -10 3
312
285
Tabla 3.4.5. Frecuencia porcentual acumulada (probabilidad) con diferentes niveles de
deficiencia, equilibrio y excesos de agua mensuales, para Buenos Aires (período 1922 - 1971).
E F M A M J J A S O N D
Situación
Hídrica 81 mm o más 2
61 mm o más 2 4 2
Deficiencia 41 mm o más 14 8 4 6
21 mm o más 30 32 12 6 18
11 mm o más 46 50 26 12 4 4 40
1 mm o más 78 74 44 24 18 6 8 14 20 20 48 78
Equilibrios 0 mm 90 92 82 76 64 52 44 38 42 56 72 86
hasta 10 mm 92 92 86 78 66 66 54 48 56 64 78 86
hasta 20 mm 92 94 88 78 74 68 62 62 58 66 84 88
hasta 30 mm 92 94 88 80 78 70 74 64 66 72 84 88
hasta 50 mm 96 96 92 90 84 78 82 76 70 80 86 90
Excesos hasta 70 mm 98 96 96 94 88 82 88 82 80 82 90 90
hasta 100 mm 98 98 96 94 94 92 92 92 90 88 96 96
hasta 150 mm 100 100 100 98 100 100 100 98 98 94 100 100
hasta 200 mm 98 98 98 96
más de 200 mm 100 100 100 100
El ordenamiento de clases utilizado se indica en la Tabla 3.4.5, con las frecuencias porcentuales
acumuladas desde la mayor deficiencia hasta el mayor exceso y manteniendo siempre como clase
separada a las situaciones de equilibrio. Los valores del cuadro permiten derivar importantes
conclusiones. Así, se considera por ejemplo el mes de febrero, podrá esperarse que en el 2 % de los
años ocurran deficiencias mayores de 81 mm (año 1943 con –91 mm), en el 4 % de los años mayores
de 61 mm (año 1943 con –91 mm y 1952 con –66 mm), y así sucesivamente hasta finalizar la serie;
para ese mes los equilibrios sólo se presentan en el 18 % de los años (92%-74%). El porcentual
acumulado para la primera categoría de excesos, indica que en Buenos Aires el 92 % de los años
registra menos de 10 mm de exceso de agua, lo que incluye las situaciones de equilibrios y
deficiencias; ese valor también puede interpretarse como la probabilidad de ocurrencia de excesos
mayores de 10 mm en el 8 % de los años (100% - 92%).
Los valores frecuencia acumulada de los distintos intervalos de deficiencia (-) o de excesos (+)
de la tabla 3.4.5 correspondientes a los meses de enero y julio, se graficaron en la figura 3.4.6. De las
curvas de ajuste trazadas a mano alzada, pueden deducirse las probabilidades de ocurrencia de
diferentes niveles de humedad o a la inversa, la situación hídrica a esperar con una probabilidad
determinada. Para el análisis desarrollado en este estudio se consideraron como más significativas las
situaciones hídricas correspondientes a las frecuencias acumuladas del 20 %, del 50 % y del 80 % que
pertenecen al primer quintil, mediana y cuarto quintil, respectivamente, de la serie ordenada de
situaciones hídricas.
313
286
De acuerdo a la figura 3.4.6, es probable que en 1 de cada 5 años se produzcan en enero
deficiencias mayores de 32 mm; que en la mitad de los años ocurran deficiencias mayores de 9 mm o
situaciones con deficiencias menores a ese nivel (incluyendo equilibrios y excesos) y, por último, que
una vez cada 5 años se presenten situaciones de equilibrios y excesos. Para julio, una vez cada 5 años
se predecirán situaciones hídricas por debajo del equilibrio; en el 50 % de los años situaciones de
humedad con menos o más de 5 mm de exceso de agua y, finalmente, en el 20 % de los años ocurrirán
excesos mayores de 45 mm.
Procediendo de la misma forma para todos los meses se obtuvieron los valores necesarios para
100
90
80
70
Frecuencia Acumulada (%)
60
Enero
50 Julio
40
30
20
10
0
-80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120 140 160
Deficiencia (mm) Exceso (mm)
Figura 3.4.6. Frecuencias porcentuales acumuladas de las situaciones hídricas de Enero y Julio
(Buenos Aires)
la representación gráfica de la figura 3.4.7, que muestra la variación en el curso del año, de los valores
hídricos correspondientes a cada una de las tres probabilidades elegidas.
80
70
60 BHS P=20
BHS P=50
50
BHS P =80
40
BHC
30
Exceso
20
C
10
-10
Deficit
-20
-30
-40
A S O N D E F M A M J J A
Figura 3.4.7. Variación mensual de las situaciones hídricas producidas por el BHC en
comparación con las correspondientes a las tres probabilidades consideradas en el BHS.
314
287
DIFERENCIAS ENTRE EL BHC Y EL BHS
Al llegar a la altura de este análisis, cabe preguntar cuál es la diferencia entre los resultados del
BHC y los que proporciona el BHS. Obviamente, los valores mensuales de excesos o deficiencias que
proporciona el BHC, indican cantidades supuestamente medias o normales y deben ser comparados
con aquellos correspondientes al valor mediano (p - 0,50) de la serie integrada de situaciones hídricas
del BHS.
Para visualizar la comparación, en la figura 3.4.7. se han representado también los milímetros
de deficiencias, equilibrios o excesos de agua obtenidos en el BHC computado con las EP y P
normales mensuales para Buenos Aires. Surge claro que el balance climático brinda una información
diferente del valor mediano (50 %) obtenido en el BHS y que para los meses entre mayo y octubre
presenta divergencias marcadas, acercándose los valores del BHC a los del 80 % indicado por el BHS,
es decir, informando sobre situaciones de mayor disponibilidad de agua de las que realmente son
normales en Buenos Aires. En cambio, desde noviembre hasta abril, las diferencias a favor del balance
climático se reducen a menos de 6 mm y en varios meses se anulan.
Para Buenos Aires, el período de mayores diferencias entre ambos balances corresponde a la
época de menor consumo de agua y mayor posibilidad de excesos, lo cual permite suponer que para
otras localidades tales diferencias presentarán variaciones según el régimen de precipitación y su
relación con la marcha anual de la EP. Esto último fue confirmado al analizar otras localidades
argentinas con diferentes regímenes de precipitación.
APLICACIONES PRÁCTICAS
Con sentido de regionalización, el BHS hace posible el trazado de cartas agroclimáticas que,
además de los valores normales de los distintos elementos del balance, expresan las probabilidades
regionales con que puedan esperarse determinadas situaciones hídricas.
315
288
BALANCE HIDROLOGICO DIARIO: Método Versátil
El fundamento de la fórmula está sustentado por estudios que establecieron que la infiltración
no es afectada ni por la pendiente ni por la intensidad de la precipitación, sino que varía inversamente
con el contenido inicial de la humedad del suelo.
Las técnicas modernas de balances hidrológicos diarios consideran el agua útil para las plantas
existentes en el suelo que se considere, entendiendo que esta agua útil es la diferencia entre los
contenidos de agua en el suelo en la capacidad de campo y el coeficiente de marchitez permanente.
Como ya se ha visto, cada suelo tiene diferentes constantes hidrológicas de capacidad de campo
y de coeficiente de marchitez, las que deben determinarse para cada horizonte.
No toda el agua útil que puede contener un suelo está disponible para las plantas. Existen dos
factores que considerar al respecto: uno biológico y otro físico. El primero corresponde a la
profundidad del sistema radical propio de cada especie y que depende además del estado vegetativo del
cultivo, del tipo de suelo y del régimen de precipitaciones. El segundo factor es la fuerza de retención
de las partículas sólidas del suelo en relación a las fuerzas de succión que ejerce la planta para extraer
el agua. A una demanda evaporativa, según la energía atmosférica disponible, el suelo puede proveer
toda o parte de la necesidad de agua de la planta. Sólo en ciertas circunstancias la ER iguala a la ETP, y
lo normal es que sea una fracción de esta última. En el rango de agua útil o capilar, a medida que el
contenido disminuye desde capacidad de campo hasta el coeficiente de marchitez, la disponibilidad es
cada vez menor hasta hacerse cero en esta última constante hidrológica, por lo que a medida que
disminuye el contenido de agua útil mayor será la fuerza de retención que ejercen las partículas del
suelo.
Por lo analizado precedentemente, surge que en la disponibilidad de agua para las plantas
interviene la profundidad a que pueden llegar las raíces según su crecimiento y la fuerza de retención
que efectúa el suelo para ceder agua según su estado o proporción de desecamiento.
316
289
En dicho balance, la técnica para la estimación de humedad diaria del suelo, se realiza zona por
zona del perfil del suelo explorado por las raíces, con la utilización de datos meteorológicos. Este
método puede utilizarse para cualquier cultivo, tipo de suelo y condiciones meteorológicas diversas.
Las zonas en que se divide el perfil explorado por las raíces son seis, denominadas de I a VI y
las proporciones de agua útil en cada una de ellas con relación al total, son las siguientes:
VI
ERi = kj S'j (i - l) Zj EPi e- w (EPi-EP)
j=1 Sj
donde:
ERi = Evapotranspiración real para el día i que finalizará en la mañana del día i + 1
VI
= Sumatoria de la zona j = I a la zona j = VI
j=1
S'j (i -1) = Agua disponible en cada una de las zonas, de I a VI, a la finalización del día (i - l), es decir
en la mañana de la observación i.
Zj = Factor de ajuste que tiene en cuenta las diferentes curvas de desecamiento de suelos.
Los coeficientes kj expresan la cantidad de agua en porcentaje de la EP, extraída por las raíces
de las plantas en las diferentes zonas durante la estación de crecimiento.
317
290
Estos coeficientes deben ser determinados o estimados, de manera que representen el sistema
radicular más probable en esas condiciones ambientales. Se supone que la sumatoria de los
coeficientes, considerando las zonas donde puede haber extracción de agua por las raíces de las plantas,
es igual a 1 (uno) en cada sub-período de desarrollo del cultivo. Esto significa que si durante un día no
existe limitación de agua, la ER = EP.
Baier y Robertson (1968), hacen la siguiente aclaración acerca de este tópico: "La humedad
diaria de cada una de las seis zonas de agua útil, se obtiene como una fracción de la capacidad total de
cada zona y puede considerarse como una expresión de tensión de humedad, facilitando así las
comparaciones entre distintas zonas o diferentes suelos de diferentes capacidades de agua útil. Esta
expresión de humedad del suelo relativa y no de humedad del suelo en milímetros, hizo posible la
adopción de 6 zonas estándar de humedad, cada una con un porcentaje del total de agua útil de un suelo
particular. Debido a que el número de zonas y el porcentaje de la capacidad total de agua útil en cada
zona no se modifican con el cambio de suelo como hubiere sucedido si se trabajara con los milímetros
de cada uno en particular, los coeficientes k dependen de los cultivos y no de los suelos. Esto supone
que la disponibilidad de agua para los cultivos se corresponde con un modelo característico que refleja
el hábito más frecuente de su sistema radicular para absorber. El porcentaje relativo de agua disponible
en las seis zonas de varios suelos, podría compararse con un conjunto determinado de condiciones
atmosféricas reflejadas en los porcentajes de EP"
A medida que el suelo se va secando desde arriba, las plantas van utilizando el agua remanente
en las zonas inferiores más húmedas, por lo cual los coeficientes k de las zonas, distribuidos
proporcionalmente más abajo, reflejan la propiedad de las raíces de extraer agua en profundidad, donde
esta se encuentre (Baier,1967).
El término e- w (Epi - Ep) toma en cuenta los efectos de las diferentes proporciones de demanda
atmosférica diaria, comparadas con un promedio representativo de EP para el mes o la estación. Este
estrés depende de la cantidad de agua presente en la zona en consideración y es expresado en porciento
de la capacidad de agua útil de la zona. El valor w puede obtenerse con bastante ajuste de la ecuación:
En este método de balance se incorporan correcciones para escurrimiento y drenaje. Para días
en que durante 24 horas la precipitación excede una pulgada (25,5 mm) el escurrimiento se estima así:
Escurrimiento = Pi - I
donde:
I = cantidad de agua infiltrada en el suelo
Pi = precipitación en pulgadas durante 24 horas que finaliza en la mañana del día i + 1.
318
291
I = 0,9177 + 1,811 log Pi - 0,00097 log Pi S'j (i - 1) . 100
Sj
S'j (i - 1) = agua útil en por ciento en la zona superior, al finalizar el día i - 1, es decir, el día anterior a
Sj la lluvia.
Como se dijo anteriormente, esta fórmula incluye el concepto demostrado que el contenido de
humedad del suelo es el principal factor que afecta a la infiltración.
En el Balance Versátil se supone que el agua que infiltra en el suelo, lleva el contenido de
humedad de la zona superior a la capacidad de campo y que el resto se infiltra a la siguiente y así
sucesivamente, hasta que se colme la capacidad de todas las zonas. Cualquier exceso de agua, se
considera drenaje.
a) Método gravimétrico:
Consiste en extraer con instrumentos adecuados, (barrenos, tubos, etc.) muestras de suelo que a
continuación se pesan y se llevan a estufa a 105°C hasta obtener su desecación, la que se consigue al
cabo de unas 24 horas cuando se llega a constancia de peso (dos pesadas consecutivas que dan iguales
valores); la diferencia entre el peso de la tierra húmeda y el de la seca se lleva a porcentaje, respecto de
ésta última. Así por ejemplo:
si 38 g es el 100 %
12 g ------- x
luego x = 31,57 %, por lo que el contenido de humedad del suelo por este método es del
31,57%
b) Método neutrométrico:
Se basa en la emisión de neutrones de alta energía por una fuente de material radiactivo, que
chocan con núcleos atómicos vecinos. Si los neutrones chocan con partículas que tienen
aproximadamente su mismo tamaño y masa, disminuyen su velocidad y se mueven a la misma
velocidad de las partículas (figura 3.4.8).
319
292
En el suelo, el hidrógeno tiene aproximadamente el mimo tamaño que los neutrones, y éste es
prácticamente el único elemento del suelo que puede termalizar neutrones. Dado que el hidrógeno es
componente del agua, este procedimiento permite determinar el contenido de agua por vía totalmente
empírica, en base a una buena curva de calibración que relaciona la velocidad de conteo de neutrones
termalizados y el contenido de agua en el suelo.
El aparato empleado para su uso en campaña, consiste en una fuente de neutrones de alta
energía (cápsula conteniendo 1 mg. de material radiactivo) que produce el flujo de neutrones y una
unidad de conteo que es la cámara detectora de neutrones.
320
293
c) Método tensiométrico:
Los tensiómetros miden el potencial matriz, o sea la fuerza de succión o lo que es igual la
fuerza con que las partículas sólidas retienen el agua. Da una buena medida del potencial matriz, pero
sólo puede estimarse groseramente el contenido de humedad del suelo.
d) Método conductométrico:
Existen bloques de muy diversas formas, tamaños y materiales. Los electrodos son
comúnmente de malla de acero y el material poroso de yeso. Cuando la humedad aumenta, a su vez se
incrementa la cantidad de yeso disuelta y como consecuencia aumenta la conductancia entre los
electrodos.
321
294
Los bloques se instalan a la profundidad o profundidades deseadas, con la técnica y cuidados
que ya fueron señalados al tratar los tensiómetros. Los cables de los diferentes bloques, quedan en la
superficie del terreno, de tal manera que, un solo medidor, es suficiente para atender gran cantidad de
bloques distribuidos en el campo.
SEQUIAS
1) Introducción
La sequía es, sin duda alguna, uno de los peores enemigos naturales del hombre, pues afecta
cada año la vida social y económica de millones de personas. El fenómeno de la sequía es sin dudas la
adversidad que produce mayores perjuicios en la economía agrícola argentina.
La diferencia con la aridez es bien notable, ya que ésta es una característica climática de una
región, generalmente definida en términos de baja precipitación o de balance de agua altamente
negativo, mientras la sequía es la falta temporaria de agua, considerando el contexto de variabilidad del
fenómeno. Si bien la aridez se circunscribe a ciertas zonas, las sequías pueden ocurrir bajo cualquier
régimen hídrico o térmico.
322
295
Se ha estimado que más del 80 % del territorio argentino en su conjunto experimenta algún
rasgo de aridez. Pero la sequía que es la falta accidental de agua en una región con respecto a sus
disponibilidades normales, afecta no solo a las regiones agrícolas de secano, sino que también afecta a
las regiones áridas con o sin riego y en las típicamente húmedas, aunque en éstas últimas sus
consecuencias son diferentes.
No existe en nuestro país un registro de daños producidos por sequía. Son pocos los que
aprecian la pérdida de todos los días y todos los años del vapor de agua que pasa al aire, o del agua que
se pierde en el suelo, sin ser utilizada con alguna eficiencia.
El análisis de este fenómeno natural, necesita de la definición objetiva del mismo. El estudio de
las sequías presenta la peculiaridad de que no existe una única definición.
Gibbs y Maher, utilizando deciles de precipitación obtienen una distribución espacial de las
sequías en Australia, estableciendo que las áreas donde la precipitación está comprendida dentro del
rango del primer decil coincide en primera aproximación con áreas afectadas por sequías.
Período seco: es aquel período no mayor a las dos semanas y durante las cuales no hay
precipitaciones medibles.
323
296
Esta perturbación del balance es la primera consecuencia directa que influye sobre los cultivos,
de modo tal que si la sequía se prolonga en demasía, disminuye la intensidad de la fotosíntesis, la
respiración, los metabolitos en general, con lo que se reduce el crecimiento y desarrollo por marchitez
temporaria, situación que de persistir, lleva a la marchitez permanente, irreversible y que termina con la
muerte de la planta.
Desde el punto de vista agrometeorológico, son varios los factores que intervienen en el
proceso; entre los más importantes se pueden citar:
Una vez establecido que se entiende por sequía interesa conocer cuales fueron las causas que la
originaron y los límites temporales y geográficos del fenómeno. La causa inmediata de una sequía es la
deficiencia de precipitación, pero descubrir el porqué de esta situación anómala es un problema aún
difícil de solucionar. Es un fenómeno que se presenta con una gran variabilidad temporal como
espacial, lo que se puede observar en la siguiente figura (figura 3.4.11).
324
297
Actualmente se acepta que el estrés de humedad en las plantas no sólo es producido por el
tenor de humedad del suelo, sino que es necesaria una alteración del balance entre el agua
disponible en el perfil del suelo y la demanda evaporativa de la atmósfera.
3. Tipos de Sequía
a) sequía edáfica o del suelo: se produce por disminución o agotamiento paulatino del
contenido de agua en el suelo, debido a la falta de compensación de las pérdidas por evaporación y
transpiración (evapotranspiración) con agua proveniente de precipitaciones o riego.
La cantidad de agua que una planta podría extraer del suelo (agua útil) está dada por la
diferencia entre la capacidad de campo y la capacidad a la marchitez permanente.
La competencia de la vegetación espontánea por el agua del suelo aumenta las probabilidades
de sequía para los cultivos.
b) sequía atmosférica o del aire: se produce bajo condiciones atmosféricas caracterizadas por altas
temperaturas, humedad relativa muy baja y vientos desecantes.
De ambas, la edáfica es la más perjudicial. Las sequías atmosféricas son por lo general de corta
duración y el vegetal puede recuperarse luego de la marchitez temporaria a la que estuvo sometido.
En la pradera pampeana, casi la totalidad de las sequías son edáficas, siendo frecuente que en
su transcurso, las mismas condiciones meteorológicas acompañantes, favorecen la ocurrencia
simultánea de sequías atmosféricas, especialmente en primavera y verano, cuyos efectos sumados,
puede conducir a una rápida destrucción de los cultivos.
a) sequías permanentes: son aquellas que se presentan como fenómenos periódicos normales.
Son una consecuencia de la circulación general anual o estacional atmosférica.
325
298
a) sequías visibles o aparentes: estas sequías se observan cuando el contenido de agua del suelo
disminuye por debajo de la capacidad a la marchitez permanente (CMP) y el estado de marchitez o
estrés hídrico de las plantas se pone en evidencia a simple vista.
b) sequías invisibles u ocultas: en este caso, la humedad del suelo, si bien está por encima de
CMP, está por debajo de la humedad equivalente. Esta situación no se evidencia fácilmente pero como
consecuencia de ella se observa una disminución en los rendimientos.
La privación de agua, según sea rápida y temporaria o crónica, puede originar síntomas y
efectos distintos. En el primer caso se produce marchitamiento, doblado de brotes suculentos y
acartuchamiento de las hojas; estas anormalidades pueden subsanarse casi de inmediato con el
suministro de agua necesaria. En el segundo, se observa retardo del crecimiento, enanismo y reducción
de los rendimientos que son condiciones difíciles o imposibles de restaurar una vez que han ocurrido.
Se entiende por período crítico en este caso para la sequía, al "intervalo relativamente breve del
período vegetativo o reproductivo, durante el cual la planta presenta la máxima sensibilidad a dicho
elemento".
La duración de los períodos críticos en los vegetales, es por lo general de una o dos semanas.
Estos períodos críticos han sido establecidos en numerosos cultivos como trigo, avena, cebada,
centeno, maíz, sorgo, papa, manzano, cítricos, olivo, mijo, trébol, etc. y los rendimientos normales en
dichas especies dependen estrechamente de una adecuada provisión de agua en ese momento, cuya
falta resiente la producción, a veces de manera apreciable. De ahí la importancia de ubicarlos y
conocerlos a los efectos de aplicar riegos oportunos en casos necesarios o de efectuar pronósticos de
cosecha.
Este período crítico en el trigo, al igual que para la avena y la cebada, se encuentra ubicado en
el subperíodo que va desde macollaje hasta la espigazón. Con respecto al centeno, además del
momento indicado para los cereales precedentes, algunos investigadores indican como muy
326
299
importantes las precipitaciones durante los meses que siguen a la siembra. Para el maíz el momento
más crítico está situado a través del desarrollo de la panoja masculina, mientras que en los sorgos
ocurre durante la floración. La papa requiere mayor humedad después que los tubérculos han
comenzado a formarse, lo mismo que las plantas que dan frutos jugosos como los cítricos que
necesitan más agua desde que ellos "cuajan" y en adelante.
La Argentina además, de ser gran productora de alimentos, presenta gran potencialidad para
aumentar su producción agrícola en nuevas áreas. El conocimiento de las condiciones hídricas es
fundamental para el desarrollo y manejo de la agricultura. El uso del balance hídrico mensual no es
suficiente para describir cuantitativamente el efecto de las sequías sobre los rendimientos de los
cultivos. Para fines agroclimáticos es necesario utilizar elementos meteorológicos como información
sobre evapotranspiración potencial, y realizar el balance hidrológico diario, pues precisamos identificar
los días durante los cuales las plantas experimentan estrés hídrico. A partir de esta información es
posible desarrollar índices de sequía agrícola o agronómica que sean cuantitativamente correlacionados
con el rendimiento de los cultivos.
La caracterización agronómica de las sequías se puede efectuar a partir del balance hidrológico
diario del suelo con el objeto de cuantificar los períodos con deficiencia hídrica determinante principal
de la sequía en los cultivos. El método que consideramos más racional es el propuesto por Baier y
Robertson.
A través de los años se han conducido muchos estudios con el objeto de desarrollar modelos
agroclimáticos de rendimiento. La precipitación fue uno de los principales parámetros meteorológicos
empleados en el estudio de las relaciones entre el clima y el rendimiento. Diversos investigadores
estudiaron la relación entre precipitación, temperatura, insolación, humedad relativa y tecnología con el
rendimiento de algunos cultivos. Un aspecto importante en favor de este tipo de investigación para
aplicarlo a las extensas regiones es el uso de datos meteorológicos fácilmente disponibles en varios
sitios.
Palmer (1965) desarrolló una climatología de las sequías sin establecer relaciones específicas
planta-clima, elaborando un índice conocido como el Índice de Palmer. Este índice representa un
balance entre la precipitación recibida y aquella necesaria para mantener las condiciones climáticas
medias de la región. Este índice normalizado de "sequía meteorológica", permite comparaciones
valiosas en el tiempo y en el espacio de expectativas de sequía, pero puede no estar directamente
relacionado con los rendimientos de los cultivos. Posteriormente Palmer (1968) introdujo un índice de
humedad para cultivos (Crop Moisture Index) para poder evaluar la sequía desde el punto de vista
agrícola. Este índice es expresado por la relación entre la evapotranspiración actual y la
evapotranspiración normal. Provee apenas una indicación general de las condiciones de sequía o
exceso hídrico para las actividades agrícolas. Este índice no tiene en cuenta los aspectos particulares de
un sistema agrícola específico, esto es, no considera el tipo de cultivo, estado de desarrollo del mismo
y otras características.
El Índice de Palmer fue utilizado por Ravelo y Rotondo (1987) para la identificación de
períodos húmedos y de sequías en la localidad de Río Cuarto (Córdoba). Los períodos de excesos y
deficiencias hídricas los relacionaron con el estado fenológico de los cultivos regionales para inferir
respuestas en términos de productividad.
327
300
La humedad del suelo representa una mayor aproximación para identificar la disponibilidad de
agua para las plantas, pero son pocos los datos disponibles. Varios investigadores mostraron que la
pérdida de humedad del suelo es una función conjunta de energía atmosférica, la cual causa la
evaporación del suelo y de la superficie de las plantas y del uso del agua disponible en el suelo. Esta
relación puede ser expresada con el llamado Indice R (Yao, 1969). la razón entre evapotranspiración
actual (EA) y la evapotranspiración potencial (EP), la primera relacionada con la disponibilidad de
agua para la planta y la segunda representando la necesidad de la planta.
Shaw (1974) propuso un índice de estrés hídrico ponderado de forma (1-R).p el cual presentó
aún mejor resultado para maíz y lo aplicó para explicar tendencias climáticas y rendimientos en los
Estados Unidos. En este factor p depende del efecto de la sequía en función de la fase fenológica del
cultivo.
R = EA / EP
donde: ER = evapotranspiración actual obtenida del Balance hidrológico Versátil (Baier y Robertson).
EP = evapotranspiración potencial según Penman.
En 1979 Ravelo y Decker propusieron el Índice de humedad del suelo (SMI) que se define como:
SMIi = Awi / Mw
donde:
SMIi = índice de humedad del suelo (varía entre 0 y 1).
Awi = humedad del suelo disponible para la planta para el día considerado. Es la diferencia entre el
nivel de humedad existente y el punto de marchitez permanente CPM. Surge del Balance
hidrológico versátil.
Mw = máxima humedad disponible para las plantas (CC - CMP).
Para analizar la variación en el contenido de humedad del suelo y detectar o bien pronosticar
los probables períodos en que el suelo se encuentra con un contenido bajo de humedad, (sequía), se
pueden analizar estadísticamente los valores promedios decádicos, mensuales, etc. del SMI. Para el
estudio de probabilidades requirió la función beta.
328
301
De la revisión bibliográfica sobre diversos índices de sequía propuestos, se puede concluir que
los índices (1-R), (IS) y (SMI) son adecuados para caracterizar la sequía agrícola. El Índice de
Palmer es más indicado para el estudio meteorológico de las sequías, permitiendo acompañar la
evolución de las mismas, en el tiempo y en el espacio.
Tienen por objeto actuar sobre el proceso en sí, compensando las pérdidas de agua por
evapotranspiración. Estos son:
7.1.1.- Riego
7.1.2.- Provocación artificial de la precipitación
7.1.3.- Sustancias antitranspirantes
7.1.1.- Riego
El método directo más eficaz en la defensa contra la sequía es el humedecimiento del suelo por
medio del riego en la medida que sea utilizado para sortear sequías accidentales. Pero cuando el riego
se transforma en una práctica habitual que permite la agricultura de lugares con sequías estacionales o
permanentes se torna vulnerable a las variaciones de las precipitaciones que dan origen a las fuentes de
agua.
En esta segunda situación, cuando es una práctica habitual, el riego se puede realizar bajo dos
modalidades básicas: puede ser complementario de la lluvia para suplir un déficit transitorio, regando
sólo en el período del ciclo vegetativo en que la lluvia más el almacenaje de agua en el suelo es
insuficiente para atender las necesidades hídricas del cultivo en cuestión.
329
302
7.1.3.- Antitranspirantes
a) Sustancias formadoras de películas que bloquean el escape de vapor de agua de las hojas.
b) Sustancias químicas que inducen el cierre estomático y
c) Sustancias reflectantes que disminuyen la energía calórica en las hojas.
Existen también antitranspirantes naturales producidos por las plantas. Se encontró que en
plantas de sorgo sometidas a estrés hídrico producen ácido absísico que es un antitranspirante químico
endógeno. También actúan como antitranspirantes las cubiertas naturales de ceras y otras sustancias.
a) Se puede enumerar una larga lista de materiales empleados, como así también una gran
diversidad de cultivos sometidos a tratamiento. También es muy larga la serie de efectos provocados
sobre los cultivos. En algunos casos se observa que para un mismo consumo de agua se logra una
mayor producción. Otros experimentos muestran que un mismo material para un cultivo puede ser
efectivo en tanto que para otro puede ser dañino. Los estudios se han efectuado en invernáculos, en
cámaras climáticas y a campo.
Entre los materiales antitranspirantes se puede, mencionar, a modo de ejemplo, los siguientes:
a) alcoholes de cadena larga tales como el hexadecanol; b) siliconas de baja densidad; c)
antitranspirantes que forman película gruesa: látex, ceras y plásticos; etc.
Entre los cultivos tratados, entre otros, se citan: girasol, papas, plantas leñosas, etc.
Ejemplo de cultivos tratados son: alfalfa, cebada, sorgo, tabaco, algodón, maíz, etc.
c) Estas sustancias pueden ser consideradas también como antitranspirantes. Sin embargo, el
mecanismo involucrado es algo diferente que el de los formadores de película o de los materiales que
cierran los estomas que se han discutido antes. Si la Radiación neta es reducida sobre una comunidad
de plantas, una menor cantidad de energía estará disponible para consumo en flujo de calor latente,
flujo de calor sensible y flujo de calor del suelo. La radiación neta puede ser reducida
significativamente incrementando el albedo de la superficie subyacente.
Estos materiales se han experimentado tanto en aplicaciones sobre el suelo, como sobre las
hojas y canopias de diferentes cultivos. Por ejemplo, sobre un suelo de la India en el que se cultivaba
algodón, se aplicó al mismo una pequeña capa de limo con lo que se incrementó su albedo. Otros
materiales "aclarantes" también han sido aplicados al suelo tales como el carbonato de magnesio y la
kaolinita. Sobre diferentes cultivos, han sido aplicados materiales tales como kaolinita, tierra de
diatomeas (celite), silicatos de aluminio, etc.
330
303
Aunque estos avances esperan investigación y desarrollo, los materiales reflectantes ofrecen
desde ya una muy importante ventaja sobre muchos de los antitranspirantes químicos, ya que se trata
de materiales inertes que no presentan peligro para la salud del hombre ni de los animales domésticos.
Vemos aquí otra forma en que la reflectancia y otras propiedades físicas de las plantas pueden
ser modificadas naturalmente.
El albedo varía de especie en especie y dentro de las especies de acuerdo a la edad de la hoja y
a la concentración de clorofila.
Por ejemplo se cita que cebadas criadas isogénicamente por incremento de albedo a través de la
reducción de la concentración de clorofila.
Isógenas: son plantas que difieren en un solo carácter que es controlado por un gen simple
identificable.
Otro aspecto muy interesante es la pubescencia de las plantas. Se cita, por ejemplo, que en
soja, la pubescencia de la hoja aumenta levemente la reflectividad en el espectro visible, pero más
efectivamente sobre el infrarrojo cercano.
Otras condiciones de la arquitectura de las plantas distinta a la antes mencionada y que influyen
en la eficiencia del consumo de agua: en un estudio se observó las características del balance de
energía en líneas de cebada isogénicas con y sin aristas. Se encontró, que la arista incrementa la
resistencia para el momento de viento horizontal, como así también la rugosidad y la turbulencia. La
radiación neta fue mayor sobre la cebada completamente aristada. El exceso de energía fue disipado
incrementando la transferencia de calor sensible hacia el aire. La cebada aristada tuvo semillas más
grandes, lo que indica una posible ventaja fotosintética.
7.1.5. Barbecho
Consiste en dejar en "descanso" un terreno sometido a la labranza con el propósito de crear las
mejores condiciones físicas para una mayor captación de agua de lluvia procurando reducir las
pérdidas por escurrimiento, evaporación y evapotranspiración.
Al efectuar la labranza se introducen distintos "efectos", entre los más importantes podemos
mencionar: a) aumento de la rugosidad del suelo, lo que permite que el agua de lluvia penetre
331
304
totalmente en el suelo evitando así las pérdidas por escurrimiento; b) rotura de la capilaridad del suelo,
con ello se logra "atrapar" el agua que ingresó al suelo, evitando las pérdidas por evaporación.
Esta práctica asume particular importancia sobre todo en la región semiárida, donde el agua es
el recurso más limitante de la producción agrícola.
Una fecha de siembra mejor adaptada a las disponibilidades climáticas regionales, debe
procurar hacer coincidir los momentos de máximas exigencias del cultivo con aquellos períodos
temporales que potencialmente ofrezcan las condiciones ambientales más adecuadas.
La introducción del concepto de zona árida, semiárida y húmeda, lleva implícita la necesidad
332
305
de valorar el déficit o exceso de humedad que las origina y clasifica. Es corriente el criterio empleado
para tal proceso, aunque equívoco, incompleto e ilógico, de basar dicha caracterización en
determinadas cantidades de lluvia. Ello ha conducido a errores en la delimitación de las distintas zonas.
Dentro de este criterio, con fines prácticos explicativos, es usual clasificar como zonas áridas o
desérticas aquellas en que el total de lluvia anual es igual o inferior a 250 ó 300 mm, según su
ubicación geográfica. Igualmente, de acuerdo con ese criterio, las zonas semiáridas, son aquellas en
que las lluvias oscilan entre 300 y 500 mm. Cuando la cantidad de lluvia anual es de 700 mm o más, la
zona se considera como húmeda.
a) Fórmula de Lang
Este autor en su estudio de distribución de suelos estableció una relación entre la precipitación
anual en milímetros y la temperatura media anual en grados centígrados: (I = P / T). Al cociente de
estos factores lo denominó "factor de lluvia". Esta relación la estableció suponiendo que la evaporación
varía directamente y en la misma cantidad que la temperatura media anual, lo cual no es exacto. Las
regiones caracterizadas con factores de lluvia menores de 40 se consideran áridas y las con índices
mayores de 100 como excesivamente húmedas.
b) Fórmula de E. de Martonne
Propuso una función que llamó "índice de aridez", (Im) muy similar al anterior. Dicho índice
está dado por el cociente entre la cantidad anual de lluvia (p) en milímetros y la temperatura media
anual (t) en grados celsius aumentada en diez para evitar los valores negativos.
p
Im =
t + 10
Im Tipo Climático
menos de 5 árido
de 5 a 10 semiárido
de 10 a 20 seco-subhúmedo
de 20 a 30 subhúmedo
de 30 a 40 húmedo
más de 50 perhúmedo
c) Fórmula de Meyer
P
I =
DS
333
306
donde: I = Índice de aridez; P = precipitación media anual y DS = Déficit de Saturación Medio Anual.
La clasificación que obtiene es la siguiente:
I Tipo Climático
menos de 50 árido
de 50 a 100 semiárido
de 100 a 150 seco-subhúmedo
de 150 a 275 subhúmedo
de 275 a 500 húmedo
más de 500 perhúmedo
d) Fórmula de Thornthwaite:
Obtuvo un índice de sequía, denominado índice de aridez, a partir de la información que resulta
de su balance hídrico, (Ver G.T.P.).
El índice climático empleado para definir condiciones de aridez y humedad resulta de una
modificación del índice de humedad de Thorntwaite (1955) cuya expresión es:
PP - ETP
IH = .100
ETP
En función del índice de humedad (IH) propone la siguiente clasificación para caracterizar las
zonas climáticas vinculadas con la agricultura:
334
307
Natural
Pp
Cambio en
tmp
Patrones del
clima ARIDEZ
Clima
Hombre DESERTIFICACIÓN
Deforestación
Sobrepastoreo
Pobreza
Figura 3.4.12. Esquema comparativo de sequías, aridez y desertificación, las causas que las
originan y su influencia en el cambio climático global.
335
UNIDAD 4: CLIMATOLOGÍA
En el tratamiento de este tema se excluyen todas las dependencias antárticas del país en razón
de no presentar un interés agropecuario particular.
Para tener una idea más clara acerca del clima argentino y poder comprender la expresión que
alcanzan los distintos elementos o variables climáticas en cada región, como así también proyectar su
influencia sobre la producción agropecuaria, es conveniente conocer cuales son las principales causas
que lo determinan. Sin ser un listado exhaustivo, estas se pueden enumerar de la siguiente forma:
c) Gran parte del país está constituido por llanuras o planicies (Llanura pampeana, Meseta
patagónica, etc).
g) Sobre la costa chilena y cerca de la costa argentina corren, de Sur a Norte, sendas corrientes
marinas frías que, al participar del transporte meridional de calor, regulan los intercambios de energía
a nivel global;
h) En las latitudes medias, aproximadamente a los 30° de latitud Sur, sobre los océanos
Pacífico y Atlántico, existen frente al continente sudamericano sendos anticiclones poderosos y semi
permanentes;
336
f) Durante el verano, a la inversa, los dos anticiclones se desplazan hacia el Sur y, por otra
parte, se separan apreciablemente, formándose entre ellos un centro ciclónico sobre el continente
sudamericano.
Figura 1. Ubicación del territorio de la Argentina en el Hemisferio Sur. Notar aquí el predominio de
las masas oceánicas sobre las continentales.
Teniendo presente las causas determinantes del clima argentino que anteceden y, asimismo,
considerando como están determinados los restantes climas de la Tierra, es fácil comprender por qué la
República Argentina no posee todos los climas del mundo y, en cambio, sólo acusa la presencia de
un porcentaje relativamente pequeño (1%) de los climas existentes sobre toda la superficie terrestre.
Al hablar del clima argentino se hará referencia especialmente a tres elementos del mismo, a
saber: duración del día, temperatura y precipitación. Ello obedece a la doble circunstancia de que
dichos elementos del clima son los más ampliamente conocidos en el país y, además, porque
manifiestan una acción más patente sobre los cultivos.
Para una mejor visualización y facilitar la comprensión de cada tema, se recomienda recurrir a
los mapas de isolíneas que se encuentran al final del capítulo.
337
Aún en el extremo Norte del país, por ejemplo en la Quiaca, la duración del día varía en forma
apreciable en el curso del año, a diferencia de lo que ocurre en la zona ecuatorial, donde el valor de
heliofanía astronómica es prácticamente de 12 horas durante todo el año.
En la Quiaca el día más largo del año (21 de diciembre) tiene una duración de 13 horas 30
minutos, mientras que el día más corto (21 de junio) tiene una extensión de 10 horas 47 minutos, es
decir, la oscilación anual resulta de 2 h 43 m.
A medida que se avanza hacia el Sur, los días de verano se hacen cada vez más largos y los de
invierno cada vez más cortos respecto a los registrados en la Quiaca.
En la Ciudad de Córdoba (31º 24” LS), la duración del día en el solsticio de verano es de 14 h
40 m y en el de invierno de sólo 10 h 17 m.
Más al Sur aún, la diferencia entre el verano y el invierno se pronuncia más todavía y el
resultado es que, en el extremo austral del país, los días de verano son sumamente largos y los de
invierno cortísimos. Por ejemplo, en Ushuaia la duración del día el 21 de diciembre es de 17 h 26 m y
la del 21 de junio de apenas 7 h 07 m.
La duración del día y de la noche y su variación en el curso del año es un elemento del
clima de suma importancia biológica, pues incide notablemente sobre las actividades humanas,
la vida de los animales y el desarrollo de las plantas.
La temperatura media anual en el territorio argentino varía desde algo más de 23°C en la parte
NW de Formosa, en su límite con el Paraguay, y de 5°C, en Ushuaia. En la ciudad de Córdoba
presenta un valor de 17,6°C. Es evidente, pues, que el país acusa una apreciable gama de condiciones
térmicas, pero siempre dentro de los climas más o menos templados. En efecto, en el país se
desconocen las temperaturas medias anuales superiores a los 25°C, como las que imperan en
amplísimas regiones ecuatoriales. Asimismo, faltan prácticamente las temperaturas medias anuales
inferiores a 5°C, como las registradas en extensas áreas pobladas del Hemisferio Norte.
Las isotermas anuales reales (sin reducir al nivel del mar) en las regiones casi llanas, tal como
la constituida por las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, etc., corren como paralelos
terrestres, es decir, de Este a Oeste y, asimismo, espaciadas en forma apreciable, denotando un
gradiente horizontal reducido. Al llegar al gran macizo andino, en razón del rápido aumento de la
altura, las referidas isotermas sufren una fuerte inflexión y se dirigen hacia el Norte, al mismo tiempo
que se acercan notablemente unas de otras.
La referida inflexión y consecuente trayectoria de las isotermas de Sur a Norte explica porqué
lugares poco elevados como Neuquén, Río Negro y Chubut acusan la misma temperatura media anual
que localidades altas de Salta, Jujuy y Catamarca, hacia el norte del territorio nacional.
Por otra parte, el gran acercamiento de las isotermas entre sí, significa que un desplazamiento
de pocos kilómetros en el sentido Este-Oste representa un apreciable cambio en la temperatura media
anual. En efecto, desde Orán (Salta), situada a 357 metros sobre el nivel del mar, a La Quiaca (Jujuy)
que se halla a una altura de 3461 m.s.n.m., la temperatura media anual de 21,4 ºC desciende a 9,5°C.
338
Ello equivale a decir que, en la escasa distancia de 170 km (en línea recta), de típicamente subtropical
el clima se torna frío.
En la Argentina la temperatura media del mes más caluroso del año (enero) varía desde algo
más de 29°C, en la región limítrofe Salta-Formosa, hasta 10°C en el extremo sur de Tierra del Fuego.
Es decir que el verano presenta en el país todas las gamas, entre muy cálido y fresco-frío. En la ciudad
de Córdoba la temperatura media de enero es de 24°C.
Es conveniente aclarar que la isoterma de enero de 30°C, que encerrando los llanos de
Catamarca, La Rioja y regiones adyacentes figura en algunos mapas, es una isoterma reducida al nivel
del mar y, en consecuencia, no refleja las condiciones térmicas imperantes en la zona que, en realidad,
son mucho menos calurosas.
Tampoco se encuentra en el país área apreciables con verano muy frío, o sea con la
temperatura media del mes más caluroso inferior a los 9-10°C.
Cabe señalar que, debido principalmente a la escasa anchura general del continente
sudamericano y su angostamiento progresivo con el aumento de la distancia al ecuador, los veranos
son poco calurosos, si se tiene en cuenta la latitud geográfica del país.
La falta de calor del verano argentino ayuda a comprender por qué los cultivos no se aventuran
muy al Sur y no alcanzan las mayores latitudes de las regiones de producción del hemisferio Norte,
mucho más continental que el Sur. En el hemisferio Norte, por ejemplo, la caña de azúcar se cultiva
aún a una latitud equivalente a la de Tandil, el algodón se realiza a una latitud correspondiente a la de
Carmen de Patagones, el arroz y el olivo a la de Comodoro Rivadavia, el maíz y el tabaco a la del
estrecho de Magallanes, y el lino y el trigo a una latitud equivalente a la de las Islas Orcadas.
Las temperaturas más altas que se han registrado en la Argentina van desde casi los 50°C en
Rivadavia (Salta), a los 30°C en Ushuaia y la Quiaca. Los tres valores señalados indican que en todo el
país, excluidas las partes muy altas o muy australes, en verano suelen presentarse algunos días con
temperaturas sumamente elevadas, durante las cuales la máxima diaria se acerca o sobrepasa los 40°C.
Esta afirmación es válida aun para el Norte de la Patagonia. En la ciudad de Córdoba es de 45°C.
Estas temperaturas elevadas resultan muy perniciosas para el cultivo del maíz particularmente
si, acompañadas de vientos secos, ocurren durante el subperiodo de floración-granazón.
339
La temperatura en las regiones ecuatoriales nunca o sólo excepcionalmente alcanza estos
valores tan elevados. La ausencia de temperaturas extremas en la zona ecuatorial y su ocurrencia
frecuente durante el verano en las latitudes medias se explica, si se recuerda que sobre el ecuador la
radiación recibida por el suelo es intensa todo el año, pero la duración del día nunca es larga (12 h). En
cambio, en zonas de latitud media la radiación solar es intensa en verano y, al mismo tiempo, los días
muy largos, lo que provoca un gran calentamiento del suelo y consiguientemente de la atmósfera.
Sobre la extensa área de país situada aproximadamente al norte del paralelo 33 que pasa por
Rosario (Santa Fe), en cualquier época del año suelen presentarse días con temperatura máxima diaria
igual o superior a los 30°C. Esta condición representa un gran problema para la fruticultura, en
especial cuando sucede antes de finalizar el invierno, pues induce a los frutales criófilos poco
exigentes en frío, tales como el damasco, el ciruelo, el almendro, etc., a una floración muy adelantada
que luego heladas tardías pueden malograr total o parcialmente.
En la misma región y también algo más al Sur, ya al promediar la primavera suelen presentarse
con relativa frecuencia temperaturas máximas diarias vecinas o superiores a los 35°C, las cuales,
cuando van acompañadas de vientos secos, provocan el efecto de grano "chuzo", es decir, chico,
liviano y mal formado, si toman a los trigales granando o madurando.
En gran parte de la Argentina suelen ocurrir altas temperaturas aún en pleno invierno;
temperaturas diarias máximas superiores a los 20°C se registran durante la estación invernal tan al Sur
como en Puerto Madryn (Chubut). El caso opuesto también ocurre y así se tiene que, en todo el país,
pueden registrarse en pleno verano temperaturas bajas (inferiores a 10°C).
Las dos circunstancias combinadas configuran una modalidad muy destacada del clima
argentino; es decir que las cuatro estaciones del año están muy mal definidas desde el punto de
vista térmico, pasando de la estación cálida a la fría (o viceversa) en forma imprecisa y con frecuentes
y pronunciadas alternancias de temperatura.
La temperatura media del mes más frío del año (julio) en el país va de los 18°C en el límite
Norte de Formosa con la República de Paraguay, hasta alrededor de 0°C en el extremo Sur de Santa
Cruz. En la Ciudad de Córdoba es de 10.5°C.
Los valores precedentes indican que el invierno, desde sumamente tibio en el extremo Norte de
la Argentina, presenta todas las gradaciones hasta llegar a ser indudablemente frío en el extremo Sur.
Sin embargo, excluyendo las partes más elevadas y australes, como asimismo algunos días
rigurosos, se puede afirmar que el invierno de gran parte del territorio nacional es suave o muy suave,
según los lugares, lo que permite criar económica y exitosamente el ganado a pleno campo, sin
necesidad de estabularlo, como es regla en los países con estación invernal muy fría del hemisferio
Norte. Por otra parte, la suavidad de los inviernos argentinos representa en varias regiones una
dificultad para el cultivo próspero de frutales criófilos muy exigentes en horas de frío.
340
Las temperaturas más bajas que se han registrado en la Argentina se extienden desde alrededor
de 0°C en el extremo Norte de Salta a -33°C en Colonia Sarmiento (Chubut). En la Ciudad de
Córdoba la temperatura mínima extrema presenta un valor de -8.8°C.
Además, se observa que el frío más intenso del país se ha registrado en la parte media de la
Patagonia y no en su extremo Sur. De hecho, las temperaturas mínimas extremas que se registran en
Ushuaia suelen ser más suaves que las anotadas en localidades ubicadas mucho más al norte. La poca
intensidad de los fríos registrados en Tierra del Fuego se explica recordando que el continente
sudamericano se va angostando con el aumento de la latitud geográfica, de manera que Ushuaia
ubicada en su extremo Sur posee un clima que está influenciado notablemente por los mares
circundantes.
Por la notable influencia que ejerce la altitud sobre la temperatura del aire, ocurre que la
Quiaca, acusó una temperatura mínima extrema de -17°C, es decir, 5,1°C más baja que la
correspondiente a Ushuaia.
Uno de los factores del clima que influye más poderosamente en la determinación de las
modalidades de la agricultura y la ganadería de una región, está dado por la amplitud anual de la
temperatura. La amplitud anual es casi nula sobre el ecuador, donde reina un verano perpetuo, y va
aumentando, en términos generales, a medida que crece la latitud, o sea la distancia al ecuador, como
muestra la Figura 2.
Temperatura (°C)
Latitud
Figura 2. Variación de la temperatura media de enero, julio y anual con la latitud (los valores negativos
de latitud corresponden al hemisferio Sur).
341
continentes y a que el continente sudamericano es angosto y su anchura decrece a medida que aumenta
la latitud.
En la Argentina presenta la particularidad que la menor amplitud anual, entre 5°C y 10ºC, se
registra en Tierra del Fuego. Sobre gran parte del país la amplitud anual acusa un valor entre 10° C y
15°C, según los lugares, en la ciudad de Córdoba, por ejemplo, es de 13,5°C.
La región con amplitud más pronunciada es la que abarca el Sur de Mendoza y de San Luis,
Oeste de la Pcia. de La Pampa. Noroeste de R. Negro y Noreste de Neuquén, donde la amplitud anual
es de 17°-18°C. Teniendo presente los valores extraordinarios de amplitud que se registran en el
hemisferio Norte (entre 40 y 50ºC), se puede afirmar que la amplitud anual en la Argentina es
moderada.
En síntesis, en el país no existen áreas sin estaciones térmicas diferenciadas, dado que tanto en
el extremo Norte como en el extremo Sur la temperatura media del mes más cálido es indudablemente
más elevada que la del mes más frío. No obstante, la amplitud anual, aún en las partes más
continentales, es moderada, lo que significa que en la Argentina tampoco existen lugares donde a un
invierno muy crudo siga un verano apreciablemente cálido, tal como ocurre en muchos lugares del
hemisferio Norte.
Algunas consecuencias agroecológicas de lo dicho son las siguientes: en gran parte del país
existen recursos forrajeros tanto en invierno como en verano y el ganado puede vivir al aire libre todo
el año; la siembra de cada cultivo, por lo general, puede efectuare sin consecuencias desastrosas en el
curso de amplias épocas; la floración, foliación, madurez y defoliación de las plantas, a diferencia de
lo que ocurre en otros países de clima más continental, en la Argentina salivo excepciones se
desarrollan lentamente sobre lapsos prolongados.
h) Heladas tardías
Las heladas tardías son las que provocan los daños por enfriamiento más importantes en la
Argentina, ya que al tomar a los cultivos brotando (por ejemplo, vid, nogal, papa) o floreciendo (por
ejemplo, damasco, duraznero), anulan o reducen notablemente la cosecha del año.
A veces, cuando el cultivo afectado es un sembradío reciente (por ejemplo, maíz, sorgo), es
factible proceder a la resiembra del mismo, siempre y cuando la época todavía lo permite.
En algunas oportunidades, también las heladas tempranas provocan daños sobre la agricultura.
En el Norte del país, por ejemplo en Tucumán, producen la disminución del valor sacarino de la caña
de azúcar; y reducen, desmejoran o malogran la cosecha de hortalizas de verano, de producción tardía
o aún invernal, tales como tomate, berenjena, pimiento, pepino y poroto.
En aquellas regiones del país menos expuestas a las heladas, tales como diversas localidades
de Corrientes, Formosa, Misiones, Chaco y Salta, las heladas pueden ocurrir cuando muy tarde en el
mes de agosto.
En términos generales a partir del extremo NE de Formosa hacia el sur o hacia el oeste de la
Rep. Argentina, las últimas heladas se presentan cada vez más tardías. Así sucede que en lugares del
extremo Sur, como por ejemplo Ushuaia, Santa Cruz, etc., o en localidades altas del oeste, tales como
342
Malargüe (a 1.418 m.s.n.m y al sudoeste de la Pcia. de Mendoza.), aún puede helar hasta mediados o
fines de enero, o sea en pleno verano.
Entre los dos casos opuestos mencionados, sucede que gran parte de las regiones cerealeras y
frutivitícolas del país están afectadas con relativa frecuencia por heladas en plena primavera (octubre y
noviembre), lo que representa una de las adversidades más importantes de nuestra agricultura, máxime
si se recuerda que estas heladas tardías pueden ir precedidas de días apreciablemente calurosos.
Respecto a la referida adversidad, cabe señalar una excepción muy interesante, que está
constituida por la región de las localidades Carmen de Patagones-Viedma situadas en la
desembocadura del Río Negro.
En los casos más extremos, las heladas tempranas suelen presentarse incluso antes de la
culminación del verano, es decir, en los primeros días de febrero. Así ocurre, por ejemplo, en la parte
interior o austral de la Patagonia, (ejemplo: Colonia Las Heras, Pcia. de Santa Cruz).
En varias localidades patagónicas no existe ningún mes del año francamente libre de heladas;
entre ellas se puede citar: Río Gallegos y a las localidades chubutenses de Gobernador Costa y Esquel.
Nuevamente, por efecto de la gran altura la Quiaca acusa la misma peculiaridad, por cierto muy
desfavorable para los pocos cultivos de alguna importancia que se efectúan en todas ellas.
Como caso opuesto a los que preceden, en el Noreste de la Pcia. de Formosa las primeras
heladas ocurren muy tardíamente. Así, por ejemplo, en la capital de dicha provincia cuando muy
temprano hiela a fines de junio, ya entrado el invierno.
En esta última región, resulta que durante 300 días del año no existe peligro alguno de heladas;
circunstancia muy valiosa para muchos cultivos de huerta de producción temprana o tardía.
Si se toma en cuenta el período medio libre de heladas, se comprueba que las localidades
argentinas más privilegiadas al respecto acusan un período medio libre de heladas de alrededor de 350
días. Entre ellas se tiene a Ledesma (Jujuy), ciudad de Formosa, Posadas (Misiones) y las localidades
correntinas de Bella Vista, Goya y Paso de los Libres.
343
Debe recalcarse, por su desventajosa consecuencia económica, que en la Argentina no existen
regiones absolutamente libres de heladas, tampoco se registra la presencia de localidades con período
medio libre de heladas de 365 días.
j) Humedad atmosférica
En la Argentina, la humedad relativa media del año acusa sus valores más altos (algo por
encima del 75%) en la Pcia. de Misiones y en la faja costera oriental de la Pcia. de Buenos Aires,
desde el Delta del Paraná hasta Necochea.
Además existen otras 2 áreas de alta humedad relativa (algo superior al 70%). La primera se
extiende sobre las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán (Selva Tucumano-boliviana); en tanto la
segunda impera sobre el extremo austral de la Pcia. de Santa Cruz y sobre la totalidad de Tierra del
Fuego y las Islas Malvinas. Se debe tener en cuenta que, por influencia de la temperatura del aire, el
contenido de humedad del aire en términos absolutos (tensión de vapor) es más elevado al Norte
(Noreste) del país, especialmente durante el verano, que en el Sur.
La región de menor humedad relativa media anual (algo menos del 50%) se extiende sobre el
área, bien montañosa y elevada, del rincón noroccidental del país, que va del extremo Norte de la Pcia.
de San Juan hasta la Quiaca en Jujuy.
La humedad del aire es una variable atmosférica que tiene bastante importancia agrícola, pues
cuanto más elevada se presenta en una región, mayor es la probabilidad de que se produzcan rocíos,
como resultado del descenso nocturno de la temperatura del follaje y demás partes de las plantas; y
también es probable que el rocío perdure más tiempo en el curso del día. Todo ello trae como
consecuencia que en los lugares con elevada humedad relativa proliferen más las enfermedades
criptogámicas de las plantas cultivadas. Por otra parte, la mayor frecuencia y prolongada persistencia
del rocío reduce apreciablemente el número de horas aprovechables para una recolección satisfactoria
de los productos agrícolas; granos de cereales y lino, algodón, etc.
k) Lluvia anual
El promedio anual de lluvia (o nieve) más alto del país corresponde a Laguna Frías (Río
Negro) con 3668 mm, y le sigue Colonia Finlandesa (Misiones) con 1708 mm. El valor más bajo se
observa en Caucete (San Juan) con tan sólo 84 mm. En la Ciudad de Córdoba es de 818 mm con =
+/- 141.
344
año. En ellas la agricultura resulta muy problemática sin el auxilio del riego o de prácticas
especializadas de cultivo.
La región típicamente maicera, que en forma aproximada está incluida en el triángulo que
forman las ciudades de Santa Fe, Buenos Aires y Rufino, acusa una lluvia anual promedio de 950 mm.
Del triángulo mencionado, las lluvias disminuyen hacia el Oeste, Sur y Sudoeste,
desmejorando en general la aptitud agrícola, particularmente con respecto al último rumbo citado, pues
a la disminución de la lluvia anual se le une el acortamiento muy apreciable del período libre de
heladas.
En la Patagonia (al Sur del paralelo 40ºS) cambia la dirección hacia la cual disminuye el
promedio anual de lluvia, en respuesta directa al régimen de vientos predominantes del Oeste y a la
conformación particular de la región Andina, de menor altitud y con la presencia de numerosos valles
transversales. Como consecuencia de ello, las precipitaciones, desde la ya mencionada faja seca
(Ciudad de Neuquén-Comodoro Rivadavia) aumentan, en cambio de disminuir, hacia el Oeste,
Sudoeste y Sur. El resultado final es que la costa patagónica, desde aproximadamente la península de
Valdés hasta la ciudad de Río Gallegos, es muy escasa en precipitaciones, mientras que éstas son más
abundantes sobre una estrecha faja que corre muy próxima a la cordillera y también sobre el extremo
Sur de Tierra del Fuego; situaciones éstas dos últimas donde reinan los bosques subantárticos.
En el país, excepto la parte Sur y Oeste de la Patagonia, las nevadas en general son fenómenos
raros y de poca importancia. En esta afirmación, no se consideran las altas cumbres de las montañas,
pues éstas permanecen cubiertas de nieve todo el año, aún en regiones vecinas a los trópicos, (por
ejemplo: Sierra de Aconquija en Tucumán).
El Sudoeste de Santa Cruz y el Sur de Tierra del Fuego constituyen la región con nevadas más
frecuentes, con un promedio de 30 o más de ellas por año.
En la Argentina existen tres regímenes pluviométricos principales, los cuales concuerdan con
el movimiento de los dos anticiclones oceánicos.
El primero (Régimen monzónico) se observa con toda nitidez en el Noroeste y centro del país.
En esta región, el invierno está prácticamente desprovisto de lluvia, las precipitaciones comienzan en
forma gradual en primavera, se intensifican en forma manifiesta durante el verano, para decrecer en
modo apreciable en otoño. Según lo dicho, el año se puede subdividir en dos semestres; uno cálido y
lluvioso que va de octubre a marzo y el otro, más frío y casi sin lluvias, que se extiende de abril a
setiembre.
345
Alejándose de esta región, ya sea hacia el E, SE o S, la cantidad de lluvia que cae en el
semestre más frío tiende a igualar a la que se registra durante el semestre cálido (Régimen isohigro),
de tal modo que la cantidad de lluvia que se produce en invierno llega a ser bastante apreciable y, en
algunos lugares como Misiones, alcanza un valor aproximadamente igual al que se registra en verano.
Hacia el Sudeste se repite el mismo hecho, es decir que la lluvia que cae en el semestre cálido
(octubre a marzo) es sólo ligeramente superior a la que se registra en el semestre frío. Ejemplos: Mar
del Plata, ciudad de Buenos Aires, etc.).
En dirección al Sudoeste ocurre algo análogo, aunque con cierta diferencia. En efecto, la lluvia
que se registra en el semestre cálido es un poco menos que la precipitación acusada en el semestre frío.
Ejemplo: Malargüe, Pcia. de Mendoza, con 99 mm en el semestre cálido y 122 mm en el semestre frío.
Es conveniente aclarar que este tercer régimen sólo impera en la parte noroccidental de la
Patagonia, pues en el resto de ella predomina, con mayor o menos nitidez, el régimen isohigro.
m) Días de lluvia
Los datos de días de lluvia o nieve que se han registrado al año en las distintas localidades del
territorio argentino, indican que hay dos lugares, muy distantes uno del otro, donde la cantidad anual
de días de lluvia es máximo.
En Bariloche, por una parte, se registraron en promedio 106 días de lluvia o nieve por año en
2001-2010. Por la otra, en Posadas, Misiones, se presentó un registro similar de 107 días en igual
periodo.
La localidad con menor número de días de lluvia es Cañada Honda, al Sur de la ciudad de San
Juan. Esta localidad, en término medio acusa sólo 9 días de lluvia al año. En San Juan durante el
decenio 2001-2010 se registró un valor de 16,4 días de lluvia al año (con 7 días en 2003 y 24 en 2004).
En la estepa pampeana y en la mitad Sur de la provincia de Entre Ríos que, juntamente, forman
la gran región agrícola-ganadera del país, donde se obtiene casi toda la producción argentina de trigo,
maíz, avena, cebada, lino, girasol y papa, el número de días de lluvia al año va, en forma aproximada,
desde un promedio mínimo de 70 días a uno máximo de 90, según los lugares (80 días en Paraná; 79
en Rosario, 80 en Pilar).
346
347
Radiación global media anual (MJ m-2 día-1)
348
Heliofanía efectiva media anual (horas)
349
Temperatura media anual (°C)
350
Temperatura media del mes más cálido (Enero) (°C)
351
Temperatura media del mes más frío (Julio) (°C)
352
Temperaturas máximas extremas (°C)
353
Temperaturas mínimas extremas (°C)
354
Período medio con heladas (días) Porcentaje de años con heladas
355
Amplitud térmica media anual (°C)
356
Precipitación media anual (mm)
357
Precipitación media del mes más cálido (Enero) (mm)
358
Precipitación media del mes más frío (Julio) (mm)
359
Frecuencia de días con precipitación anual (días)
360
Precipitación semestre cálido (%) Precipitación semestre frio
(%)
361
Evapotranspiración potencial media anual (mm)
362
Exceso de agua anual (mm) Deficiencia de agua anual
(mm)
363
331
UNIDAD 4: CLIMATOLOGÍA
INTRODUCCIÓN
Como toda ciencia taxonómica (del griego taxón=orden), la clasificación del clima ha buscado
establecer unidades geográficas elementales o tipos climáticos que, siendo relativamente uniformes en
su interior, resulten suficientemente distintos de otros tipos elementales, para facilitar su diferenciación
en cualquier lugar de la tierra, ya sea próximo o más lejano.
Para tener una utilidad práctica concreta, las clasificaciones climáticas deben partir de datos
simples y fácilmente accesibles, que permitan componer un cuadro o esquema que sea a la vez
suficientemente general, para agrupar climas con rasgos comunes y, sin embargo, con el detalle necesario
para identificar aquellas características particulares que hacen a un clima distinto de otro.
Asimismo, las clasificaciones climáticas deberían establecer, para que la comparación sea
simple, un número reducido de tipos climáticos, considerando pocos elementos o variables clasificatorias
para configurar cada tipo elemental. El problema es hallar los límites entre cada tipo de clima. De allí
que hayan surgido muchos criterios para establecer con bases más o menos objetivas los límites entre
clases y regiones climáticas. Es decir, para un número infinito de climas que se encuentran en la
superficie terrestre, solamente se puede tratar de agruparlos en conjuntos que resulten lo más
racionalmente homogéneos.
La climatología trata de explicar principalmente la influencia que los distintos climas ejercen
sobre el hombre y sus principales actividades productivas. La vegetación es uno de los elementos más
importantes para establecer una escala de clases de climas, en particular la vegetación natural cuya
distribución, a pesar de depender de otras condiciones (como la actividad del hombre), responde
principalmente a las condiciones climáticas de un territorio.
Es por ello que la mayoría de las clasificaciones climáticas han basado la delimitación de
regiones en la distribución de la vegetación, tratando de explicar así la acción de la temperatura y la
precipitación sobre las características, cantidad y difusión de la misma. Este criterio botánico o
fitogeográfico dio origen a las primeras clasificaciones.
Aparte de las distintas definiciones oportunamente consideradas, ha sido costumbre decir que el
clima de un lugar o de una región es el tiempo meteorológico por término medio, tomando un intervalo
temporal suficientemente prolongado. Otra concepción reconoce como única diferencia entre tiempo y
364
332
clima a la escala temporal de referencia, mientras que el primero constituye un concepto dinámico
valorado a cada momento, el segundo se aplica a una escala temporal integrada por varios años de estados
atmosféricos. Mientras que el tiempo ofrece una perspectiva concreta y observable, la percepción que se
puede hacer del clima es abstracta y resulta producto de un cómputo. Sin embargo, ambos conceptos
comparten los mismos factores y elementos.
El interés por clasificar y obtener una expresión regional del área en la que el clima tiene
ocurrencia, se explica porque en la macroescala es señalado como factor responsable de la distribución
de la vegetación natural y de los distintos tipos de suelo.
A diferencia de los estados meteorológicos que poseen una existencia concreta, el clima resulta
de una valoración estadística y, por lo tanto, tiene un carácter abstracto, que acrecienta las dificultades
de la tipificación y obliga a evaluar los resultados indirectamente y no por sí mismo.
El clima se pone de manifiesto a través de sus elementos y factores, pero una representación
individual y analítica de cada uno de ellos no resulta suficiente para identificarlo. Es necesaria una
representación holística en la cual los elementos climáticos actúen de manera interrelacionada, formando
parte de un sistema cerrado que descansa en los principios de conservación de la energía (radiación neta,
temperatura del suelo, temperatura del aire y viento) y de conservación de la materia (humedad del aire,
evaporación y precipitación). El primero de ellos se pone en evidencia por medio del balance de energía,
en tanto el segundo lo hace a través del balance hidrológico, que interactúan por medio de la energía
puesta en juego en los cambios de estado del agua.
365
333
d) El clima es un factor de naturaleza continua.
El clima no es exactamente el mismo en todos los puntos de una zona climática, aunque este
territorio sea pequeño. Desde un extremo a otro de un territorio existe algún grado de variación climática,
más o menos perceptible de acuerdo con la escala de análisis considerada. De todos modos, el criterio
que debe prevalecer es el de una región climáticamente homogénea, es decir, en donde la variabilidad
interna sea mínima, respecto a la variabilidad entre regiones.
De no mediar factores climáticos que actúen imponiendo límites abruptos, y de acuerdo con el
punto anterior, el paso de una región climática a otra se va produciendo de manera gradual. Los rígidos
límites que se emplean para representar divisiones de unidades climáticas por medio de isolíneas muchas
veces son ficticios y equívocos. La realidad se aproxima más a una forma de representación por
colorimetría, donde los colores principales indican las zonas climáticas, y la transición puede ser
reflejada por medio del manejo de los tonos.
La esencia de la clasificación del clima consiste en combinar los diferentes elementos del clima,
de manera tal que resulte una información útil. La idea de utilidad se refiere a su aplicación para
contribuir al ordenamiento de cualquier actividad humana y, como fundamentalmente estas actividades
están centradas alrededor de la producción y adquisición de alimentos, es natural buscar combinaciones
de elementos que sean significativos para la vida de las vegetales y animales, la agricultura y campos
afines del esfuerzo humano.
g) La distribución de los suelos y la vegetación prístina deben guardar correspondencia con los
tipos climáticos propuestos por el sistema taxonómico. Esto constituye el primer elemento de validación
o evaluación de la zonificación climática efectuada.
CLASIFICACIONES DESCRIPTIVAS
A este grupo pertenecen las clasificaciones más antiguas. En ellas los climas se dividen en
distintos tipos sin considerar valores numéricos ordenados, sino simplemente por una apreciación del
autor en base a los elementos climáticos de cada región. La clasificación descriptiva más generalizada
ha sido dividir los climas de la tierra de acuerdo a su posición zonal respecto al ecuador. De esta forma
y en base a la variación del goce de radiación con la latitud quedan establecidos tres tipos de clima desde
el punto de vista térmico: Cálido, de temperaturas siempre elevadas en la zona intertropical que rodea al
ecuador; Templado, de las zonas entre los trópicos y los círculos polares que se caracteriza por
temperaturas moderadas y precipitaciones abundantes; Frío, desde los círculos polares hasta los polos,
caracterizado por presentar temperaturas bajas (bajo cero) en forma casi permanente.
366
334
CLASIFICACIONES GENETICAS
Definen los distintos tipos de climas de acuerdo a las causas o factores que los determinan. A los
efectos de establecer los diferentes tipos y grupos, en lugar de los elementos del clima utilizan a los
factores que le dan origen en cada región. La base genética de los climas a gran escala la constituye la
circulación general de la atmósfera, la que es determinada por los regímenes de viento en los distintos
lugares del planeta, o el predominio de distintas masas de aire, a nivel regional.
Un ejemplo de este tipo de clasificación es la que desarrolló FLÖHN en 1950. Las principales categorías
que considera, basadas en los cinturones globales de viento y las características de la precipitación, son
las siguientes:
Están basadas en relaciones que jerarquizan los tipos climáticos mediante números o índices que
se establecen en función de la vegetación o fundadas en relaciones lógicas entre los distintos elementos.
Estas son las clasificaciones que alcanzaron mayor difusión mundial. Entre ellas se encuentran las de
Köppen y la de Thornthwaite, motivo por el cual se las presenta a continuación en forma detallada.
Para este autor, la noción de clima se refiere al conjunto de condiciones atmosféricas que hacen
un lugar más menos habitable para los seres vivos. La condición de habitabilidad la establece en
particular de acuerdo al tipo de vegetación existente. Divide los climas del mundo en cinco grupos
principales: tropical (A), seco (B), templado (C), continental (D) y polar (E), identificados por la primera
letra en mayúscula, respectivamente. Cada grupo se divide en subgrupos, y cada subgrupo en tipos de
clima. Los tipos de clima se identifican con un símbolo que resulta de la integración de 3 o 4 letras. Esta
clasificación constituyó el primer ejemplo de clasificación climática racional. Aunque de manera
rudimentaria, introduce el concepto de balance hidrológico para evaluar la efectividad de la
precipitación, y se basa en la consideración de los elementos climáticos ponderados, realizando una
jerarquización sistemática de ellos.
367
335
Köppen escoge en forma arbitraria los parámetros para delimitar sus tipos climáticos. Por
ejemplo, toma ciertos niveles de temperatura en algunos tipos climáticos y en otros considera límites
distintos. Usa diferentes fórmulas según el caso para evaluar la eficiencia hídrica de la región. Estos
detalles ponen de manifiesto que utilizó fundamentalmente la distribución de la vegetación para
establecer los límites entre los distintos tipos de clima.
Los tipos climáticos de una región se obtienen añadiendo a las primeras 5 letras mayúsculas que
representan a cada uno de los grupos fundamentales, letras minúsculas que consideran aspectos térmicos
e hídricos particulares. A continuación, se presentan los ábacos y cuadros que permiten clasificar el clima
de cualquier lugar.
25
BW
20
BS
15
10
A,C,D
5
-5
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
Precipitación anual en mm
ABACO 1: Límites entre climas secos y húmedos cuando las lluvias son ESTIVALES
30
25
BW BS
Temperatura media anual ºC
20
15
10
A, C, D
-5
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
Precipitación anual en mm
ABACO 2: Límites entre climas secos y húmedos cuando las lluvias son INVERNALES
368
336
30
BS
25
BW
15
10
A, C, D
-5
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
Precipitación anual en mm
ABACO 3: Límites entre climas secos y húmedos cuando las lluvias son IRREGULARES,
distribuidas durante todo el año.
Clima A Temperatura media mensual mayor de 18 ºC (todos los meses del año) (megatérmico)
Clima E Temperatura media mensual del mes más cálido inferior a 10 °C (equistotérmico)
80
Precipitación del mes más seco (mm)
60
Am - clima intermedio
50 (bosque a pesar de
presentar estación seca)
40
30
Aw - clima de sabana
20
10
0
500 1000 1500 2000 2500
Total anual de lluvias (mm)
369
337
CUADRO 2: Variedades específicas del clima B, de acuerdo a la precipitación
Tipos Variedades específicas por precipitación
Fundamentales Lluvias invernales Lluvias estivales Lluvias irregulares
Bws BWw Bwx'
BW (r t) r (t + 14) r (t + 7)
Bss Bsw Bsx'
BS (r 2 t) r 2 (t + 14) r 2 (t + 7)
370
338
CLASIFICACIÓN CLIMÁTICA DE THORNTHWAITE
Emplea la temperatura y la duración del día para estimar la evapotranspiración potencial; que
junto a la precipitación son utilizados para calcular el balance hidrológico climático. Entre los resultados
del balance quedan determinados el exceso y la deficiencia de agua, que en sus valores anuales se utilizan
para obtener los índices utilizados en la clasificación.
Como índice de eficiencia térmica utiliza el valor anual de la evapotranspiración potencial. Este
concepto implica que así como la humedad deficiente es un factor limitante para el crecimiento y
desarrollo de la vegetación, de igual modo lo es un estado térmico insuficiente. Siendo la humedad
adecuada, dentro de ciertos límites, la tasa de crecimiento de las plantas y la abundancia de la vegetación
varían directamente con la temperatura. Por lo tanto, la eficiencia térmica es elevada en las regiones
ecuatoriales y tropicales y muy reducida en las regiones polares.
Para determinar los climas presentes en una región, considera cuatro aspectos que cuantifica de
acuerdo a los siguientes indicadores: Índice Hídrico, Eficiencia Térmica, Variación Estacional de la
Eficiencia Hídrica y Concentración Estival de la Eficiencia Térmica.
Supone que una deficiencia de 0,6 puede quedar compensada por la acción beneficiosa de un
exceso de agua en una determinada estación, cuando se almacena la humedad en el suelo y puede ser
aprovechada en los siguientes períodos secos por árboles de hojas perennes cuyas raíces son profundas.
En 1955 se omitió este factor de compensación, ya que se reconoció que la deficiencia puede comenzar
tan pronto como la evaporación elimina algo de humedad del suelo.
Este sistema de clasificación ha sido aplicado a diversas regiones. En las regiones tropicales y en
las semiáridas el método no resulta muy satisfactorio. Seguidamente se encuentran los cuadros que
permiten clasificar el clima de cualquier localidad según este método.
371
339
Cuadro I.- TIPOS CLIMATICOS.
Tipo climático Índice hídrico
A Perhúmedo 100 y superiores
B4 Húmedo 80 a 100
B3 Húmedo 60 a 80
B2 Húmedo 40 a 60
B1 Húmedo 20 a 40
C2 Subhúmedo húmedo 0 a 20
C1 Subhúmedo seco -20 a 0
D Semiárido -40 a -20
E Árido -60 a -40
372
340
CLASIFICACIONES AGROCLIMATICAS
Las clasificaciones agroclimáticas incluyen todos los estudios que tratan de determinar las
unidades geográficas homogéneas con aptitudes agrícolas similares. En éstas, como en las clasificaciones
climáticas sistemáticas, los autores usan índices que expresan el rango anual de temperatura, el balance
entre la precipitación y la evaporación, y en otros casos, la variación estacional de la lluvia.
Estos sistemas difieren de las clasificaciones climáticas sistemáticas en que ellas involucran el
uso de índices a quienes se les ha atribuido una significación agrícola especial, debido a su naturaleza,
intensidad y frecuencia. En otros casos, para salvar la falta de precisión de las clasificaciones
climatológicas, se recurrió a establecer unidades geográficas más pequeñas que ofrecen una mayor
uniformidad climática y definen más exactamente su adecuación agrícola en razón de su menor tamaño.
La clasificación de Meigs para zonas áridas intenta una modificación del sistema de
Thornthwaite (1948) para ser empleada en la determinación de posibilidades agrícolas. Su modificación
está basada en una determinación del régimen térmico; considerando las temperaturas de los meses más
frío y más cálido, de acuerdo con las siguientes categorías:
En general el límite inferior anual de la temperatura es superior a -2°C en los climas Ci, a -10°C
en los Av y a 29°C en los Ti.
373
341
Condiciones térmicas del verano
Desde este punto de vista los climas son clasificados del siguiente modo:
- G: verano lo suficientemente largo y cálido como para cultivar algodón.
- M: verano no es lo suficientemente largo y cálido como para cultivar algodón pero si para el maíz.
- Tr: verano no es lo suficientemente largo y cálido como para cultivar maíz pero si para el trigo.
- P: Verano Polar: El verano no es lo suficientemente largo y cálido como para cultivar trigo, la
temperatura media del mes más cálido es inferior a 10°C.
Igualmente que para las condiciones de invierno, establece límites térmicos y además considera
el período libre de heladas.
Régimen de humedad
- Me: Mediterráneo.
- Is: Isohigro.
- Mo: Monzónico.
Cantidad de humedad
Relaciona las lluvias con la evapotranspiración potencial estimada a través del déficit de
saturación correspondiente a la temperatura máxima diaria del mes considerado: (EP = 0,5625 x (ema -
ed)). Obtiene un Índice Hídrico = PP/EP, con el cual estableció 14 regímenes de humedad.
CLASIFICACIÓN DE De Fina
Metodología de trabajo.
Se trata de un relevamiento agroecológico por el cual se estudian condiciones climáticas y
agroclimáticas de una región de acuerdo al desarrollo que logran en el lugar 18 plantas índices.
Estas 18 plantas índices tienden a ser cultivadas en todo lugar donde se establece el hombre, en
localidades con más de 400 habitantes y 20 años de existencia. Si en el lugar no se encuentra una de estas
especies es porque el clima o el suelo lo impiden o no son favorables (aunque a veces influyen factores
distintos de orden económico, social, etc.).
Se fija de antemano el radio a reconocer, que nunca debe sobrepasar los 20 km (en regiones muy
accidentadas o muy variadas, no debe pasar los 5 km), y se procede a interrogar a 3 agricultores
competentes y de antigua radicación en la zona acerca de:
Aparte de los 18 cultivos índices, se indican para cada localidad los restantes cultivos que se
practican, como así mismo una serie de datos complementarios relativos a las condiciones de clima,
suelo, agua, económicos, sociales, etc., del lugar.
Los tres aspectos, abundancia de la planta, rendimiento y grado de madurez, se anotan cada uno
por medio de una escala creciente de puntos que va de 0 a 4.
374
342
De acuerdo a esto, cuando en una localidad una de las 18 plantas índices se cultiva muy
abundantemente, se le asignan 4 puntos por este concepto; si además los rendimientos son elevados la
mayoría de los años, se le asignan otros 4 puntos. Finalmente, si la maduración de los frutos o granos es
muy buena la generalidad de los años se agregan otros 4 puntos por tal concepto y, en consecuencia, se
obtiene la suma máxima posible de puntaje que es de 12. Esto significa que el cultivo se desarrolla y
rinde bien o muy bien por efecto de las buenas condiciones ambientales (clima, suelo, sanidad) y
acompañado de favorables condiciones económico-político-sociales. Cuando las condiciones
ambientales o económico-político-sociales desmejoran, el puntaje sucesivamente desciende a 11, 10, 9,
etc. y llega a 1 cuando el cultivo se desarrolla en condiciones pésimas en la localidad.
Es conveniente aclarar que en la valoración de los distintos aspectos se consideran, sin distinguir,
los cultivos comerciales, familiares y de ensayos. Además, en lo que se refiere a la producción, se
considera igualmente aunque no se proceda a su cosecha.
Las 18 plantas índices, constituyen dos grandes grupos: las primeras 12 son plantas arbóreas o
perennes y que en consecuencia pasan todo el año a merced de las contingencias meteorológicas; las
últimas 6 son de siembra anual y, por lo tanto, solo viven a merced de las condiciones meteorológicas
durante algunos meses del año. El comportamiento de los cultivos se hace sin discriminar las variedades
(por simplicidad del método).
Están ordenadas en forma creciente por la resistencia a los fríos invernales, es decir, que el cacao
es de las 12 plantas la más sensible a los fríos invernales, mientras que el manzano es la especie más
resistente.
A su vez, este grupo de 12 se subdivide en 3 colecciones de 4 plantas cada una, que se distinguen
por sus exigencias o tolerancias respecto a la humedad atmosférica y lluvias, a saber: cacao, ananá,
banano y limonero, prefieren o toleran sin dificultad climas húmedos y lluviosos.
Datilera, olivo, higuera y vid, son plantas que prosperan bajo climas secos y despejados (siempre
que el suelo acuse un grado satisfactorio de humedad).
Nogal, duraznero, peral y manzano representan una subcolección de tipo intermedio entre las dos
anteriores, respecto a los factores de humedad atmosférica y lluvia señalados. En cuanto a las 6 plantas
de siembra anual, ellas son:
Estas plantas están ordenadas de forma decreciente por la suma de temperatura del aire que
exigen para alcanzar la madurez del fruto o grano.
375
343
Para representar la importancia de la producción se utilizan los siguientes símbolos:
RIEGOS
Símbolo Clase de riego aplicado
A Riegos hasta que las plantas arraiguen.
b Riegos periódicos sólo para elevar rendimientos.
C Riegos periódicos, sin ellos las plantas mueren.
Además se consigna si se realiza riego o no, en el caso de ser afirmativo, de qué tipo es.
Simbólicamente se representa éste con las letras a, b y c, según sean: riegos hasta que las plantas
arraiguen, riegos periódicos sólo para elevar rendimientos y riegos periódicos, sin ellos las plantas
mueren.
Con este método pueden ponerse en evidencia los siguientes rasgos climáticos:
o intensidad y frecuencias de las heladas invernales.
o duración y temperatura media del invierno.
o abundancia y escasez de lluvias.
o humedad atmosférica y nubosidad, etc.
b) DISTRITOS AGROCLIMATICOS.
Se supone, en la afirmación anterior, que las localidades dentro del distrito no difieren
fundamentalmente respecto de condiciones edáficas o hidrológicas.
376
344
Para establecer los Distritos Agroclimáticos, De Fina se basa en la estrecha relación que existe
entre los cultivos, la temperatura y la precipitación, que además reflejan las modalidades de los restantes
elementos del clima (duración e intensidad de la radiación, humedad atmosférica, evaporación,
nubosidad, etc.). La temperatura y precipitación, por otra parte son los datos más fáciles de ser
registrados.
Estos quebrados están formados por las categorías térmicas o pluviométricas que corresponden
a los valores mensuales de temperatura o de suma de precipitación media trimestral.
377
345
Esta característica de la distribución anual de la precipitación se manifiesta en la NOTACION
INTERNACIONAL a través de un SIGNO que corresponde al porcentaje de precipitaciones en el
semestre restante respecto a las que se registran en el semestre compuesto por los trimestres más
caluroso y más frío que constituyen la base 100. Las categorías correspondientes se encuentran en el
Cuadro 3.
378
UNIDAD 5 AGROCLIMATOLOGIA
INTRODUCCIÓN
379
CONCEPTOS BASICOS
Ciclo biológico de los cultivos: está compuesto por una sucesión de etapas
"pasivas" (reposo, lactancia, dormición, hibernación, descanso, etc) sin
manifestación visible de actividad alguna, y de etapas "activas" donde el
individuo crece, cambia su forma o apariencia presentándose con signos
externos de actividad, indicadores del cumplimiento intensivo de procesos
fisiológicos internos y continuos. Durante ambas etapas la actividad vital
responde a una serie de fenómenos o manifestaciones que pueden ser
diferenciados en dos acciones:
Cada especie vegetal tiene una región de dispersión geográfica mundial donde
satisface sus exigencias meteorológicas y climáticas, creciendo, desarrollándose y
380
perpetuándose a través del tiempo. En la misma, el conjunto de elementos climáticos
representa el bioclima o diversidad de combinaciones ambientales necesarias para el
cumplimiento del ciclo ontogénico de la especie. Es decir que el bioclima de un cultivo es
el conjunto de necesidades y tolerancias meteorológicas de todas las variedades y
cultivares del mismo.
BIOCLIMA AGROCLIMA
381
Las especies vegetales están integradas por grupos de individuos que reaccionan de
manera diferente en las distintas áreas de su dispersión geográfica y que reciben el nombre
de tipos bioclimáticos (cultivares). Por lo tanto, los tipos bioclimáticos o agroclimáticos
de una especie están formados por el conjunto de individuos con exigencias
ambientales semejantes. La caracterización de tales exigencias representa una valiosa
herramienta agrotécnica en la planificación de los cultivos.
Los ambientes aptos para las distintas especies cultivadas suelen diferir
grandemente, sobre todo si se consideran cultivos anuales cuyo desarrollo se produce en
estaciones del año opuestas. Las diferencias no son tan marcadas entre los tipos de una
misma especie, aunque la Fitotecnia produce nuevos cultivares, y consecuentemente se
amplía la gama de requerimientos bioclimáticos a satisfacer. Las especies perennes tienen
asimismo gran disparidad en exigencias bioclimáticas, estando muchas veces su dispersión
limitada a áreas de reducida superficie por requerimientos muy particulares.
Cada variedad o grupo de variedades satisface sus necesidades mejor que otras
cuando se confronta con un complejo climático particular que le ofrezca ventajas para su
cultivo. Esta superioridad es cuantificable mediante índices bioclimáticos que muestran las
ventajas comparativas del uso de una variedad particular en una región particular.
382
Mientras más fácilmente el ambiente satisfaga las necesidades de la variedad, más
rápidamente se cumplen las etapas, y esto es válido si la siembra del cultivo se realiza en la
fecha que determina la combinación más favorable de los factores ambientales.
Los factores biológicos que determinan la precocidad de las especies pueden ser
ejemplificados mediante dos cultivos, un cultivo invernal (trigo) y un cultivo estival
(soja) que muestran como, la acción combinada de los elementos bioclimáticos difiere de
acuerdo a la época del año y al estado vegetativo de los cultivos.
El trigo es cultivado en una gran parte del mundo. Es difícil encontrar lugares
donde no puede crecer porque posee límites muy amplios de resistencia específica y
tolerancia a combinaciones climáticas que permiten su cultivo en áreas que enmascaran su
carácter original de cultivo típicamente invernal; ésto es confirmado por los trigos
primaverales y por aquellas variedades que crecen en la región intertropical. En las
tradicionales áreas trigueras del Hemisferio Sur, tales como Argentina, hay variedades
locales de trigos que satisfacen todos sus requerimientos bioclimáticos en el área donde
son cultivadas y cuyos requerimientos son estables y no varían con los años, lo cual es
perfectamente lógico si recordamos que el área de cultivo no puede ser cambiada y por lo
tanto, las condiciones climáticas son las mismas.
383
Los cereales de invierno cultivados en América del Sur pueden ser analizados
desde la emergencia hasta la floración por la interacción de sumas térmicas, duración del
fotoperíodo y requerimientos de bajas temperaturas.
La etapa desde la espigazón hasta maduración del trigo, no ofrece las mismas
alternativas de interacción entre los elementos bioclimáticos, como en la etapa anterior. La
influencia de la duración del día desaparece y el único factor activo es la suma de
temperaturas como energía necesaria para producir el incremento de tamaño de los granos
hasta su máximo volumen y, posteriormente, su gradual desecación hasta la cosecha. La
suma térmica (entre 700 y 800° sobre 0°C para completar la etapa espigazón-maduración)
es prácticamente constante en cualquier parte del mundo donde se siembra trigo.
En esta segunda etapa el efecto de las bajas temperaturas no sólo deja de ser
positivo, sino que en realidad constituye la culminación del ciclo vegetativo. Una
temperatura media de 13-14°C para los meses más cálidos del año es el límite polar para el
cultivo de trigo.
384
consecuencia de la interacción de los elementos bioclimáticos sobre el crecimiento y
desarrollo, actuando conjunta y positivamente a través del ciclo. Se debería enfatizar el
hecho frecuentemente demostrado que la precipitación no es tan importante como la
humedad del suelo.
Para maíz, el período crítico es el comprendido entre seis semanas antes y tres
semanas después del panojamiento.
385
densidad de siembra de la disposición de la concentración de CO2, de la
temperatura, del contenido de agua edáfica, etc.
Mientras la fotosíntesis es un proceso de formación de materia orgánica y
ocurre por la disponibilidad de luz, la respiración es un mecanismo de gasto de
materia orgánica y es continuo, día y noche. La temperatura mínima para la
respiración es de alrededor de 0ºC, el punto de máxima intensidad entre 35 y
40ºC, y el cese ocurre a partir de los 50ºC. La materia orgánica acumulada
diariamente o fotosíntesis neta, es la diferencia entre lo producido
(fotosíntesis) y lo consumido (respiración) (figura 5.1.2).
Según las respuestas de la fotosíntesis y respiración a la temperatura, se
agrupan los cultivos en dos modelos fotosintéticos C3 y C4, cuya descripción
se tiene en las páginas 55 y 56, de este apunte. Los ejemplos de plantas C3 son:
cereales invernales, lino, colza, papa, lenteja, soja, arroz, algodón, olivo,
naranjo, cafeto, poroto, vid, girasol, tomate.
En cambio, son plantas C4, maíz, sorgo, caña de azúcar y el mijo.
Se considera que la acumulación de la energía radiativa diaria durante el
proceso fenológico, demostró ser más eficiente que la suma de temperaturas
para explicar las causas de las variaciones anuales de la floración y
crecimiento en frutales cítricos en EE;UU.
386
fotoperíodo de la latitud geográfica de su lugar de siembra, dado que los
distintos cultivares se inducen fotoperiodicamente con distintos umbrales, de
acuerdo a su clasificación grupal. en el norte de la región sojera argentina, se
siembran cultivares con las necesidades fotoperiódicas más reducidas para
florecer, en tanto que hacia el sur se ubican las que presentan la mayor
indiferencia al fotoperíodo, dependiendo el cumplimiento del ciclo
exclusivamente de la disponibilidad térmica.
La figura 5.1.3, muestra el atraso en la fecha de siembra de los cultivares de
los cultivares 0, II, VI y VIII determina la duración del subperíodo hasta la
floración se mantenga o disminuya marcadamente desde la indiferencia
fotoperiódica de los primeros grupos, hasta los del grupo VIII que, en este
ejemplo, tienen la mayor reacción a los días cortos.
El clima edáfico está regido por las variaciones en tiempo y profundidad que
presentan en conjunto la temperatura y el contenido de agua del suelo. Ejerce
una gran influencia directa e indirecta sobre los procesos biológicos y
productivos de los cultivos agrícolas, como se ha visto en la Unidad 2.2
(páginas 81-82).
387
Podemos agregar que, en ciertos cultivos, la temperatura del suelo en la fecha
de siembra y días posteriores tiene efecto sobre el futuro desarrollo y el
rendimiento final. Wang afirma que Iowa, hay un aumento lineal del
rendimiento de maíz con la temperatura del suelo desde los 14ºC hasta los
28ºC y luego diminuye. Encontró además una relación directa entre las
geotemperaturas a 2,5 cm de profundidad en los primeros 13 días después de
la siembra y la duración del subperíodo siembra-maduración, que atribuye a un
efecto de la temperatura sobre los primordios florales del embrión (figura
5.1.4).
A B
388
La intensidad de crecimiento relativo, se corresponde con las temperaturas
cardinales para maíz y trigo (figura 5.1.6), indicando para cada intervalo
térmico mantenido en forma constante, el aumento de la cantidad de materia
seca formada por unidad de tiempo.
389
descontadas o no de un cierto valor (temperatura base) acumulación a la que se
llama "suma de temperatura" o "suma de unidades calóricas". La tabla
5.1.1 muestra los requerimientos de un cultivar de trigo, S-801, que no tiene
exigencia en frío. Con el aumento del fotoperíodo se acelera el desarrollo y
llega a espigar más rápidamente.
En cultivos anuales estivales como maíz, arveja, maní o girasol, entre otros, la
duración de la etapa vegetativa puede definirse por la expresión de la
temperatura, considerada como suma de temperatura para completar el ciclo
de nacimiento a cosecha. En cambio, en la soja, es imposible precisar
exigencias térmicas durante el ciclo, porque sus cultivares reaccionan a la
interacción termo-fotoperiodica de una manera particular.
390
Figura 5.1.7. Adelanto de la espigazón en el centeno invernal Pelkus según
la intensidad de la vernalización.
391
proceso comienza con la formación de hielo extra celular, en los espacios
intercelulares. Por diferencia de presión, el agua de la célula es obligada a
atravesar la membrana para congelarse sobre el hielo ya formado.
Paulatinamente se va produciendo la deshidratación del protoplasma que lleva
a una plasmólisis celular. Si la temperatura no desciende más y, por el
contrario, comienza a ascender muy suavemente permitiendo un deshielo
lento, la célula puede recobrar el agua perdida y su turgencia inicial y, en
consecuencia, no se registrará daño alguno. En cambio, si el descenso térmico
continúa, se producen alteraciones fisiológicas en el contenido protoplasmático
que, en la mayoría de los casos, por ser irreversibles terminan con la muerte de
la célula.
La deshidratación protoplasmática primaria es la que produce la clásica
marchitez húmeda y ennegrecimiento de los brotes tiernos, observable en la
mañana después de una helada.
Los límites de resistencia a temperaturas de helada son variables para distintas
especies, su sanidad, la etapa fenológica, la provisión hídrica, los contenidos
celulares (los azúcares aumentan la resistencia), las condiciones acompañantes
a la baja térmica, su duración, la secuencia en días sucesivos, etc. La tabla
5.1.2 muestra valores relativos de los límites críticos de algunas especies
vegetales.
Tabla 5.1.2. Resistencia de los cultivos a heladas (ºC) en las diferentes fases del
desarrollo.
Temperatura dañina en la fase de
Cultivo Nivel de resistencia Germinación Floración Fructificación
Trigo de -9 a -10 de -1 a -2 de -2 a -4
Avena De alta resistencia de -8 a -9 de -1 a -2 de -2 a -4
Lenteja de -7 a -8 de -2 a -3 de -3 a -4
Lupino de -6 a -8 de -3 a -4 de -3 a -4
Girasol Resistentes de -4 a -6 de -2 a -3 de -3 a -4
Lino de -5 a -7 de -2 a -3 de -2 a -4
Cáñamo de -5 a -7 de -2 a -3 de -2 a -4
Repollo Medianamente de -5 a -7 de -2 a -3 de -6 a -9
Soja resistentes de -3 a -4 de -1 a -2 de -2 a -3
Maíz de -2 a -3 de -1 a -2 de -2 a -3
Sorgo De baja resistencia de -2 a -3 de -1 a -2 de -2 a -3
Papa de -2 a -3 de -1 a -2 de -1 a -2
Algodón de -1 a -2 de -1 a -2 de -2 a -3
Melón Muy baja o nula de -0,5 a -1 de -0,5 a -1 de -0,5 a -1
Arroz resistencia de -0,5 a -1 de -0,5 a -1 de -0,5 a -1
Tomate de -0 a -1 de -0 a -1 de -0 a -1
Tabaco de -0 a -1 de -0 a -1 de -0 a -1
4. INFLUENCIA FOTOTERMICA.
Dentro de las interacciones bioclimáticas más frecuentes, sobresalen las de
temperaturas y el fotoperíodo, por su importancia para el desarrollo de los
vegetales. Para muchos cultivos, tanto invernales como estivales, el cómputo
de las sumas de temperaturas obtenidas a través de ensayos geográficos en
distintos lugares o en diferentes épocas en ensayos de siembras períodicas,
puede acusar aumentos o disminuciones regulares debido a la influencia
ejercida por el fotoperíodo sobre las plantas de las especies ensayadas.
392
Como se observó, para un cultivar de trigo (S-801), que no tiene exigencia en
frío, cumple el subperíodo nacimiento-espigazón satisfaciendo sólo su
exigencia en suma térmica. Con el aumento del fotoperíodo, a medida que se
atrasó la época de siembra, se acelera el desarrollo y llega a espigar más
rápidamente. La mejor relación entre la etapa vegetativa y la reproductiva
correspondió, en este caso, a la siembra del 15 de julio, la que produjo el
mayor rendimiento.
Otro ejemplo de interacción termo-fotoperiódica es la soja, especie de "días
cortos", cuyos cultivares se reunen en grupos del 000 al X, con requerimientos
térmicos y fotoperiódicos bien diferenciados. Desde el grupo 0 al VIII hay un
aumento en la suma de temperaturas y el pasaje desde la indiferencia
fotoperiódica al umbral lumínico más elevado. En la soja, el umbral indica la
duración del fotoperíodo de grupo de maduración por debajo del cual se
produce la inducción requerida para alcanzar la floración. La amplia región
oriental sojera argentina de cultivo en secano, presenta condiciones térmicas y
fotoperiódicas adecuadas para el empleo de cultivares de cualquier grupo,
desde los más precoces a los más tardíos.
La caña de azúcar es otro ejemplo de la interacción entre la temperatura y la
duración del día. Las exigencias bioclimatológicas de la caña de azúcar en
Tucumán, cumplen su período inductivo entre fines de marzo-principios de
abril, pero la ocurrencia de por lo menos cuatro noches con temperatura
inferiores a 18ºC casi todos los años, inhiben la floración.
393
5. ACCION DE LA HUMEDAD EDAFICA.
El contenido de agua del suelo o "humedad edáfica" actúa con acciones
positivas y negativas sobre el crecimiento, desarrollo y producción de los
cultivos. Sus aspectos auxégenos y anaptígenos se vinculan con el contenido
hídrico de libre disponibilidad, por la cual la planta puede utilizar toda el agua
que necesita para cumplir sus procesos vitales y productivos. Como elemento
tanatoclimático la humedad del suelo puede operar tanto por su
deficiencia(sequía edáfica), como por su exceso (situación de sobresaturación).
Las deficiencias de agua no sólo reducen el rendimiento sino que también
alteran la forma del crecimiento. En general, la profundidad de las raíces
disminuye con el aumento de la humedad del suelo, ya que con poca humedad
las raíces tienden a profundizar, se hacen más finas y más largas. Los riegos
frecuentes conducen a un crecimiento superficial de las raíces, lo cual es un
inconveniente durante las sequías.
Las deficiencias de agua tienen un efecto acentuado en la fotosíntesis,
regulación estomática, intensidad de la transpiración. Cuando se modifica la
economía del agua de una planta y su balance de agua tiene una deficiencia, se
dice que la planta sufre de "sequía". Si ésta ocurre en los momentos de llenado
del grano, por ejemplo del trigo, provoca disminuciones de calidad debido al
"achuzamiento" del grano. Por otro lado, condiciones de excesiva humedad del
suelo y aire en la maduración pueden ser perjudiciales, al demorar el
desecamiento de los granos, con pérdida de su calidad industrial.
6.1. Humedad del aire: los valores excesivos de humedad del aire, además de
reducir la evapotranspiración, se presentan con efectos adversos en problemas
de cosechas de granos y frutos, impidiendo su desecamiento y maduración
normales, en problemas de aparición y difusión de enfermedades
criptogámicas, etc.
394
hojas provocaría disminución del proceso. También, bajo condiciones de
fuerte insolación, el movimiento que produce en las ramitas y hojas evita el
sobrecalentamiento y ayuda al intercambio gaseoso.
El viento favorece la dispersión de polen y acción de insectos polinizadores, y
disminuye la intensidad de las heladas, distribuye esporos de enfermedades
criptogámicas, de semillas de malezas, de insectos y otras plagas.
Tabla 5.1.4. Efecto de la velocidad del viento sobre el crecimiento de dos cultivos:
girasol y maíz.
Velocidad
Cultivo
1,6 km/h 52 km/h
Girasol
Peso de una planta (g) 250 70
Relación peso raíces/parte aérea 3,5 6,5
Área foliar por planta (cm2) 300 30
Transpiración (mg/h/cm) 33 27
Maíz
Número de estomas/ cm2 77 110
Peso seco/planta (g) 0,85 0,49
Relación peso raíces/parte aérea 1,07 1,23
Área foliar por planta (cm2) 14,61 7,58
Transpiración (mg/h/cm) 6 2,2
395
Conocidas las exigencias bioclimáticas de una especie de acuerdo con la forma
en que reacciona en un determinado lugar, puede inferirse las condiciones climáticas
que produjeron tal proceso fenológico es decir, puede conocerse la marcha que ha
tenido el tiempo, y en términos amplios, las características climáticas de ese lugar. La
planta, por ejemplo, es un verdadero aparato meteorológico que registra, no las
variaciones de un elemento, sino las de todos los componentes del complejo climático
que tienen influencia sobre la vida de la misma.
FENOLOGIA AGRICOLA.
396
En el conocimiento climatológico: las observaciones fenológicas sobre
vegetación natural, realizadas simultáneamente durante muchos años en
diferentes lugares de la superficie terrestre, ordenadas sistematizadas y
analizadas adecuadamente en función de las variables meteorológicas
actuantes, permiten revelar los grandes rasgos de las características
climatológicas regionales, con mayor sensibilidad que la registrada con
instrumentos.
397
En Apicultura: el conocimiento de las épocas de floración de las
especies melíferas permite ordenar el trabajo del apicultor, conocer la
calidad de la miel producida y disponer la alimentación suplementaria
del apiario en las épocas de escasez florística.
1) Período vegetativo.
Se entiende por período vegetativo el lapso de tiempo durante el cual las
plantas llevan a cabo su crecimiento y desarrollo vegetativo (desarrollo de
raíces, tallos y hojas) y reproductivo (formación de flores, frutos y semillas).
En las plantas perennes al período vegetativo le sigue un período de reposo
perfectamente definido por la caída de las hojas y la suspensión del
crecimiento. Esto se produce en regiones frías o templadas, en las cuales el
período vegetativo coincide con la época calurosa y el período de reposo con
la invernal, sin embargo, en las regiones tropicales donde no se diferencian
las estaciones, el período de reposo no se presenta, o bien, su presencia no es
tangible.
En las plantas anuales el período de reposo está representado por el estado
seminal de las mismas. El período de reposo que atraviesan muchos cereales
permite su recolección, almacenaje en seco y su empleo final como alimento.
Una vez que las condiciones ambientales lo permiten (temperatura y
humedad óptimas principalmente) el período de reposos es roto y comienza
un nuevo período vegetativo con la brotación de las yemas foliares y/o
florales en las plantas perennes y la germinación de las semillas en las
plantas anuales. Esto depende también del tipo de planta y sus características
genéticas.
Se puede dividir la vida de un vegetal en tres períodos: vegetativo,
reproductivo y de reposo. Algunos autores consideran dos períodos, el
vegetativo que comprende la etapa vegetativa y la etapa reproductiva, y el de
reposo. Otros autores, en cambio, consideran al período de reposos como un
398
subperíodo del período vegetativo, siendo esto común en las plantas
perennes.
Debido a la inactividad en el período de reposo, desde el punto de vista
fenológico, reviste más importancia el período vegetativo.
Si consideramos un cultivo anual, podemos representar mediante un
segmento de recta el lapso transcurrido entre la siembra y cosecha del
mismo, o si se trata de un cultivo perenne la brotación primaveral y la caída
de hojas en otoño (figura 5.1.9).
Subperíodo
399
.
400
Figura 5.1.13. Fases vegetativas en el cultivo de maíz.
Los cultivos agrícolas sean anuales o perennes, pasan por una serie de
etapas de distintas características, duración e importancia relativa para la
vida o rendimiento, que configuran el proceso fásico (figura 5.1.15).
401
70
C: Comienzo
Nº de órganos aparecidos
60
P: Plenitud
P
50 F: Fin
40
30
20
10 C F
11
13
15
17
19
Fechas
402
habría una intercepción fenológica entre especies diferentes
(interespecífica). En Córdoba, el almendro florece antes que el duraznero, y
este antes que el peral, si en Tucumán se invirtiera este orden, sería un caso
de una intercepción fenológica entre lugares geográficos. Estos
fenómenos tienen gran importancia en la determinación de las exigencias
bioclimáticas de los cultivos.
También relacionada con fases fenológicas, debemos decir que fenodata es
la fecha de ocurrencia de una fase determinada. Al cabo de un período más o
menos largo se puede calcular la fenodata media normal.
Las isofenas son las curvas que unen puntos donde una fase dada se verifica
en la misma fecha. Las isofenas se refieren a una misma especie, pero dada
la existencia de innumerables variedades precoces y tardías, lo ideal siempre
que se pueda, es trazar las isofenas por variedades. Las principales isofenas
son las de siembra, de floración (isoante) y las de cosecha.
a.- Las isofenas de siembra no representan una fase, sino que tan sólo es la
premisa necesaria para que comience la germinación, dando origen al
período vegetativo. Las cartas de siembra por medio de las isofenas
correspondientes, indican la fecha de iniciación general de la siembra. por lo
general la siembra de un cultivo abarca un período grande o puede abarcar
varios períodos, lo que complica la elaboración de las cartas de siembra. La
fecha de siembra es un factor muy importante en la duración del período
vegetativo y por lo tanto, en los rendimientos de los cultivos. Siembras
tardías reducen el ciclo vegetativo y siembras tempranas lo prolongan.
Siembras antes o después del período óptimo de siembra reducen los
rendimientos.
La figura 5.1.17 muestra la zona apta para el cultivo del maíz y las fechas
medias de siembra por región.
b.- Las isofenas de cosecha unen puntos donde la cosecha de una especie o
variedad dada, se verifica en la misma fecha. La forma y distribución de
estas isofenas dependen de tres factores principales: régimen térmico,
régimen pluviométrico y factores agrotécnicos. Su utilidad es la
determinación de la aptitud de un clima para diversos cultivos, época del
año en la cual se desarrolla un cultivo, duración del período vegetativo, etc.
403
Figura 5.1.17. Zona apta para el cultivo del maíz en Argentina y fechas
medias de siembra por región.
404
Figura 5.1.18. Cartas fenológicas para argentina, del cultivo de maíz
(A) siembra y panojamiento. Para el cultivo de papa (B), fecha
temprana y tardía de plantación.
c.- Las isofenas de floración o isoantes son líneas que unen puntos donde
la floración de una especie dada sucede en la misma fecha. La floración es
un fenómeno de fácil observación, pero muy variable su fecha de iniciación
según las regiones. El rendimiento de un cultivo está muy relacionado con la
405
floración del mismo, pues se ha encontrado que casi todas las especies
tienen un período crítico o de máxima sensibilidad a los agentes
atmosféricos durante la floración o muy cercano a ella. Conociendo la fecha
de floración de un cultivo se pueden tomar anticipadamente las medidas
adecuadas para sortear el período crítico y evitar las disminuciones en el
rendimiento.
120
Nº de órganos aparecidos
100
80
60
40
20
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Días
406
Tabla 5.1.5. División del período vegetativo en los cereales.
Tabla 5.1.6. División del período vegetativo en los cultivos de trigo y papa.
407
PERÍODO CRÍTICO respecto a un cierto elemento meteorológico, es
aquel intervalo relativamente breve del período vegetativo durante el cual la
planta presenta la máxima sensibilidad a dicho elemento. Un período crítico
no es un subperíodo puede abarcar fracciones de 2 subperíodos sucesivos.
Puede durar 2 o 3 semanas y puede presentarse antes, durante o después de
las fases.
Los períodos críticos varían de un cultivo a otro, respecto a la temperatura
coinciden con Brotación, pero especialmente con floración, polinización y
fructificación. Con respecto a la humedad se manifiestan en los intervalos
en que el aumento de peso alcanza su máxima velocidad y los procesos de
transpiración y de organización adquieren el ritmo más intenso.
PERIODO DE LATENCIA es la etapa del ciclo vegetativo de un cultivo
que presenta alta insensibilidad a elementos meteorológicos determinados.
El reposo invernal de los árboles frutales caducifolios que al carecer de
hojas en invierno pueden soportar bajas temperaturas.
En este tipo de cultivos, las plantas cubren el suelo, perdiendo las mismas su
individualidad (trigo, avena, cebada, centeno, etc.). En ellos se observan los siguientes
momentos:
408
Plenitud de fase: momento en que visualmente puede decirse que el fenómeno
tiene su máxima intensidad determinado por la apreciación objetiva de que en ese día
apareció el mayor número de órganos posibles de encontrar en cualquier otro lapso
diario de la fase.
Fin de fase: últimos órganos de la fase sin interrumpir la continuidad del
proceso correspondiente.
b.- Maíz.
Siembra.
Nacimiento: comienzo y fin.
Macollaje: comienzo.
Panojamiento: comienzo y plenitud.
Espigazón: comienzo y fin.
Maduración: comienzo de lechosa y fin de córnea.
Cosecha.
409
Nacimiento.
Trasplante.
La mayoría de las plantitas nacieron o arraigaron.
Maduración: comercial o industrial.
Floración: comienzo y plenitud.
Maduración de semillas o frutos.
Maduración de otros órganos.
Cosecha de semillas o frutos.
Recolección de raíces, bulbos, tubérculos.
0 (cero) : inactividad
. (punto): órganos en preparación o proceso parcialmente cumplido.
- (guión) : todos los órganos menos el fruto.
~ (guión ondulado) : para el fruto.
v (letra v) : para indicar fruto verde.
m (letra m) : para indicar fruto maduro.
410
1. Floración y Maduración del fruto.
2. Brotación y crecimiento del tallo.
3. Cambio de color de las hojas y cambio de color del fruto
previo a la Maduración.
4. Caída de hojas y Caída de frutos.
. . .
411
La figura 5.1.21 muestra las posibles variaciones de cada una de las fases, desde
órganos en preparación, alcanzando la plenitud de fase y llegando a la inactividad de la
misma.
OBSERVACIONES FENOMETRICAS
412
Ese es el campo de trabajo de la FENOMETRIA. Los principales datos fenométricos de
un cultivo son: altura de planta, área foliar, materia seca producida y componentes del
rendimiento. Estas mediciones se realizan en parcelas destinadas a observaciones de las
fases del cultivo y se realizan sobre plantas elegidas al azar, salvo los componentes del
rendimiento, que se hacen en parcelas destinadas a este fin, reguardadas de las
perturbaciones producidas por las observaciones anteriores.
413
Para maíz:
1.- Contar el número de plantas de cada una de las 5 microparcelas (en el
ejemplo, de 1,40 m) para obtener el número de plantas/m2.
2.- Contar el número de espigas en 5 plantas tomadas al azar para obtener el
número de espigas por planta.
3.- Trillar cinco espigas al azar para obtener el número de granos por
espiga.
4.-Trillar el resto de las espigas para obtener el número de granos por
muestras yluego llevar el dato a número de granos/m2.
5.- Contar 1000 granos y pesarlos para obtener el peso de un grano.
414
área de dispersión de la especie, como combinaciones de elementos bioclimáticos
actuando sobre su ciclo ontogénico.
Si fuera posible realizar cultivos de una especie en cada uno de los sitios de su área
de dispersión, en un año solo de observaciones fenológicas se tendrán las diferentes
reacciones generadas por el bioclima de la especie. Tal experimento repetido una serie de
años, daría los elementos necesarios para conocer el rango de las variaciones y la
influencia que producen las diferentes combinaciones ambientales sobre los procesos
vitales de los diferentes biotipos de la especie. Lograr una amplitud experimental, es
posible, aunque requiere de una buena planificación y abundantes recursos.
415
influencia del ambiente sobre el proceso fásico del trigo Marquis al compararlo con otros
modelos bioclimáticos analizados.
Los ensayos a campo con cereales invernales permiten estudiar las exigencias en
frío de los cultivares, si simultáneamente se realizan siembras con material vernalizado. La
precocidad relativa que manifiestan en las distintas etapas las plantas cuyas exigencias en
frío ha sido satisfecha artificialmente, señala las necesidades de ese factor bioclimático.
Las ventajas que aisladamente se logran con los ensayos geográficos y con las
siembras continuadas, se suman si se realizan ambos sistemas en forma conjunta. Es el
método de campo que permite en un solo año conseguir la mayor cantidad de
combinaciones de los elementos bioclimáticos. Si en dos localidades distintas se efectuaran
416
siembras quincenales en trigo durante 7 meses, utilizando material común y vernalizado, se
lograrían 60 combinaciones con las cuales caracterizar las exigencias bioclimáticas de los
cultivos ensayados. Tal planteo originó un ensayo entre Brasil (Universidad de Pelotas) y
Argentina mediante el cual se estudiaron los trigos del Sur de Brasil, determinándose así
los cultivares más convenientes para ese ambiente triguero y las fechas óptimas de
siembra.
Otras veces, este sistema permite descubrir situaciones bioclimáticas límites que de
otra forma no podrían ponerse en evidencia. En Tucumán la caña de azúcar florece
417
ocasionalmente no permitiendo un plan normal de cruzamientos para el mejoramiento del
cultivo por vía sexual. Se comprobó que controlando la duración del día entre 12 horas 30
minutos y 11 horas 50 minutos, con temperaturas nocturnas no inferiores a 19°C y diurnas
superiores a 25°C, se logra la diferenciación floral, con un mínimo de 45 ciclos inductivos.
En Tucumán la falta de floración se debe a los descensos térmicos por debajo de 19°C en
más de cuatro noches durante el lapso fotoperiódico inductivo natural, desde el 20 de
febrero al 20 de marzo. Con estos conocimientos fue posible inducir la iniciación de la
floración en caña de azúcar con fotoperíodos favorables y control de temperatura, o con
temperaturas ambientales favorables y fotoperíodos controlados.
3.- Estadístico.
0.463: P=0.01
0.361:P=0.05
0.361 P=0.05
0.463: P=0.01
418
EXIGENCIAS Y TOLERANCIAS BIOMETEOROLOGICAS DE LOS
CULTIVOS
Los elementos del clima, que en su acción sobre las plantas fueron clasificados
como elementos bioclimáticos para el crecimiento y para el desarrollo, cumplen en cada
etapa la función de regular los procesos fisiológicos que producen en los individuos del
cultivo el aumento de la masa vegetativa y la satisfacción de los requerimientos biológicos
ontogenéticos. Logrados éstos, el cultivo se hallará en un estado de disposición y podrá
avanzar en su ciclo biológico si el ambiente provee el estímulo necesario para la aparición
de una nueva fase.
Como ejemplo de disposición se puede citar el caso del lino 330 M.A., cuya
floración no se inicia hasta que la planta no haya "acumulado" una suma de temperaturas
diarias que supere los 900°C, a partir del nacimiento de la misma. Otro ejemplo, son los
frutales criófilos, que exigen durante el período de descanso invernal, estar sometidos a
una determinada cantidad de horas, a temperaturas iguales o inferiores a 7°C. Si esta
condición no se satisface, su floración no se producirá normalmente.
Como ejemplos de estímulo, o bien de umbral, como suele llamares a este efecto,
se pueden citar: a) haciendo referencia nuevamente al caso del lino, éste puede haber
acumulado 900°C, o aún más, 1000, 2000, 3000°C etc. y la floración no tiene lugar. Ello
se debe a que si bien la planta a alcanzado el grado de disposición, requiere además, una
duración del día o fotoperíodo particular para que la fase de floración se produzca. Para el
caso del lino se trata de un fotoperíodo superior a 12 h 05', ésta duración del día es el
llamado estímulo o umbral. b) Otro ejemplo, en este caso de umbral térmico, es el nivel
térmico requerido por las especies forestales del Norte argentino. En efecto, si bien dichas
especies no tienen requerimientos en bajas temperaturas durante el período invernal, su
brotación sólo tiene lugar cuando la temperatura del aire, alcanza un valor relativamente
elevado, condición que para nuestra provincia se cumple a fines de noviembre. Es decir,
que alrededor de esa época se produce la brotación de dichas especies.
419
cuantificar por medio de Índices Biometeorológicos o bioclimáticos que expresan las
relaciones del tiempo o del clima con relación a la marcha de los cultivos.
Sin que pueda hacerse una generalización, los cultivos anuales según el rango
térmico óptimo y la temperatura inicial de crecimiento se clasifican en:
a) Microtérmicos: comprende la mayor parte de los cultivos invernales,
fisiológicamente C3 , con rango térmico óptimo de 10 a 20ºC y mínima de
crecimiento de alrededor de 5ºC, por ejemplo: trigo, cebada, centeno, colza,
lino, etc.
b) Mesotérmicos: mayormente C3, con rango térmico óptimo de 20 a 25ºC y
mínimo crecimiento alrededor de los 10ºC, ejemplos: tabaco, girasol, arroz,
maní, maíz.
c) Megatérmicos: con rango térmico óptimo de 25 a 30ºC y mínima de
crecimiento de 15ºC más o menos: algodón, sorgo, soja, caña de azúcar,
mijo, mayormente cultivos C4.
Los cultivos anuales de media estación, son casi todos especies hortícolas, y
tienen de requerimientos varios, cultivados en primavera en los lugares cálidos y en verano
en climas fríos. Este grupo de los cultivos hortícolas se consideran en forma separada, en
primer lugar porque muchos de ellos se cultivan no por sus frutos, sino por otros órganos
(hojas, bulbos, raíces, etc.) y, secundariamente porque son de carácter intensivo,
desarrollados muchas veces en ambientes controlados. de acuerdo a sus preferencias en
temperaturas medias mensuales, se pueden clasificar, de la misma forma que los anuales,
en:
420
a) Microtermófilos: prefieren entre 15 a 18ºC, y son intolerantes a temperaturas
medias mensuales mayores a 20-22ºC. Algunos son resistentes a heladas, como
repollo, nabo, espinaca, perejil; otros pueden se afectados, como lechuga,
arvejas, coliflor, etc.
b) Mesotermófilos: crecen entre 15 y 25ºC, y son poco o nada resistentes a
heladas. Cebolla y ajo son los de menor exigencia calórica y tienen alguna
tolerancia a heladas. Un gran grupo, cultivado por sus frutos, perfieren
temperaturas entre 20 y 25ºC y no toleran heladas ni períodos prolongados de
frío: maíz dulce, tomate, melón, zapallo, porotos, etc.
c) Megatermófilos: desarrollan bien con temperaturas mayores a los 25ºC:
sandía, batata, pimientos, etc.
Los manzanos, perales, guindos y cerezos prefieren climas con inviernos fríos y
veranos frescos, en cambio durazneros, ciruelo y damascos, prefieren climas con inviernos
suaves y veranos cálidos con temperaturas medias de 25-28ºC, mientras que la vid produce
mejor en veranos todavía más cálidos.
A los cultivos que mantienen las hojas durante todo el año se los conoce
generalmente como termófilos, porque su requerimiento calórico es elevado, y por su
resistencia a las bajas temperaturas se los suele dividir en:
a) tropicales: como cacaotero, ananá, hevea, agave, palma, etc.
b) subtropicales: como los citrus, olivo, datileros, higuera, cafeto, etc.
421
UNIDAD 5. AGROCLIMATOLOGÍA
El desarrollo de este capítulo se inicia reflexionando acerca del nexo o conexión entre la
bioclimatología, cuyos contenidos se acaban de discutir, y la agroclimatología que,
como capítulo final del curso y por su propia expresión, se aproxima de un modo más
particular al análisis de aquellas contingencias del ambiente atmosférico que presentan
un interés agronómico directo. Aunque la diversa temática climática discutida hasta aquí
siempre fue presentada desde una perspectiva agronómica, a partir de aquel marco
general y en esta instancia específica, la contribución en particular de la
agroclimatología es la búsqueda de soluciones a la problemática de adaptación de las
especies vegetales y animales a su ambiente de producción. Para el cometido de
relacionar la bioclimatología y la agroclimatología, en la búsqueda de los puntos de
contacto y las diferencias entre ambas, se puede trazar un paralelo con las ideas de
ciencia y tecnología, incorporando además el concepto de técnica.
422
constituyen los bienes y servicios producidos, como así también los métodos y procesos
que son diseñados.
Ciencia: Ingeniería:
Comprender los procesos Solucionar
problemas
Las flechas continuas muestran el recorrido normal que liga la ciencia con la
ingeniería, la flecha de guiones corresponde a una respuesta particular de la experiencia
agronómica, y la flecha de guiones y puntos representa una falla a la solución propuesta
423
por la ingeniería o al resultado de una invención. La ciencia se ocupa de desarrollar
visiones acerca de cómo funciona el mundo (teorías y leyes) y con evaluar
explícitamente esas teorías (experimentos, observaciones). La ingeniería se ocupa de
alcanzar una determinada solución práctica o producto por medio del uso de un
conjunto de procedimientos que se basan en una mezcla de teorías bien establecidas y
relaciones empíricas robustas.
Con la introducción de estos conceptos previos, aunque delineados sólo en sus aspectos
más elementales, estamos en condiciones de poner cada cosa en su lugar.
CONCEPTO DE AGROCLIMATOLOGIA.
424
Desde otro enfoque, Agroclimatología es la rama de la Meteorología Agrícola que
considera al clima como una conjunción de factores y elementos ambientales cuya
expresión ejerce influencia decisiva en la producción (cuali y cuantitativa) de las especies
con interés agropecuario. El objeto territorial de estudio de la Agroclimatología es el
agroclima, definido como el conjunto de determinadas condiciones climáticas que en
intensidad, frecuencia, duración y época de ocurrencia, hacen posible la producción
económica de un cultivo en una región.
Características:
Joven (no madura)
Sistémica
Ecléctica (Datos---[Caja Negra]---Información)
Dinámica (en relación a los cambios genéticos y tecnológicos)
Aplicada (Bioclimatología: ciencia básica) [análisis comparativo]
425
ofrecen un cuadro de incesante cambio. En el caso de los aspectos bioclimáticos, la
fitotecnia busca modificar permanentemente la base genética de las especies con el objeto
de ofrecer formas más adaptadas de los individuos (organismos mejor preparados) a cada
ambiente. Otro tanto puede decirse del aporte tecnológico, que ha conducido en forma
global al aumento sostenido de los rendimientos de las cosechas por medio de la
modificación programada de las condiciones de cultivo (ambiente más propicio).
-Ecléctica: Este término proviene del eclecticismo, escuela filosófica que procura conciliar
las doctrinas que parecen mejores o más pertinentes, aunque procedan de diversos
sistemas. Se refiere a un modo de juzgar y obrar que adopta un temperamento intermedio,
en vez de seguir soluciones extremas o bien definidas. Una imagen que representa este
concepto, la ofrece el siguiente esquema:
DATOS: Constituyen las variables y parámetros que definen una determinada condición
del sistema (físico-biológico-económico).
CAJA NEGRA: Son diferentes métodos y procedimientos por medio de los cuales se
analiza la problemática en procura de alcanzar una propuesta de solución. Puede tratarse de
métodos taxonómicos (modelos estáticos), numéricos (modelos de regresión simple o
múltiple, lineal o curvilínea), estadísticos (modelos estocásticos), de simulación (modelos
matemáticos puestos en formato informático), etc., o de cualquier otro procedimiento
racional que pueda ser evaluado objetivamente.
426
considerar la reacción del cultivo al complejo climático. Por su parte, a partir del
conocimiento bioclimático ya producido, la agroclimatología introduce los aspectos
económicos y sociales para hacer una evaluación integral del comportamiento productivo
de un sistema de producción en una región. En tanto el crecimiento y el desarrollo
fenológico son los procesos que estudia la bioclimatología, el rendimiento es la
función de mayor interés agroclimático. Mientras la bioclimatología es una disciplina
analítica, la agroclimatología, en cambio, hace mayor uso de la síntesis. Por último, el
conocimiento bioclimático constituye un aporte básico o fundamental, mediante el cual es
posible acceder a al conocimiento agroclimático aplicado.
OBJETIVOS DE LA AGROCLIMATOLOGIA
Planificar la utilización de los factores de producción agrícolas.
Desarrollar métodos que permitan evaluar las particularidades climáticas de un
territorio con el objeto de obtener una racional distribución de los cultivos, como
así también explorar las posibilidades de introducir cultivos y variedades en áreas
nuevas.
Determinar zonas por su aptitud agropecuaria: zonas óptimas y zonas marginales.
Proveer bases objetivas para la introducción y mejoramiento de las técnicas de
producción.
Determinar los cambios de las condiciones ambientales introducidos por el empleo
de cortinas rompevientos, modificaciones hidrológicas, drenajes, etc.
Estudiar los microclimas con el objeto de explorar sus posibilidades de
aprovechamiento agrícola, como así también para evaluar la factibilidad de su
mejoramiento.
Efectuar relevamientos mesoclimáticos, tales como: efectos de las exposiciones y
valles.
METODOS DE ANALISIS.
ÍNDICES AGROCLIMÁTICOS
427
Los índices agroclimáticos se obtienen como resultado final de la consideración de una
serie ordenada de pasos establecidos, a través de los cuales se va obteniendo información
parcial. El comienzo de este proceso de búsqueda o construcción corresponde a la
elaboración de:
428
Por su parte, son ejemplos de índices agroclimáticos complejos:
- milímetros de deficiencia de agua en el subperíodo de 15°C para la soja.
- milímetros de deficiencia de agua en el período de espigazón del trigo.
- Índice criokindinoscópico.
El modelo, o más correctamente los supuestos que han sido hechos para formular el
modelo, pueden ser examinados (test) por medio de comparaciones entre esos valores
estimados y las mediciones u observaciones realizadas sobre el sistema real. Las
ecuaciones matemáticas de un modelo simplemente expresan e interpretan la hipótesis de
una forma cuantitativa, permitiendo deducir sus consecuencias, y señalan dónde buscar
para su verificación o refutación.
Modelos de cultivo.
1) Un modelo provee un método para estudiar y analizar al sistema real el cual presenta
normalmente cierto nivel de complejidad. Para ello se debe recurre a la simplificación
del sistema real:
Identificar los componentes principales.
Establecer su interrelación o sea como interactúan las partes.
Realizar una descripción integral del sistema. Interesa más el todo que las partes
429
3) Constituye una herramienta de predicción. Un objetivo Científico y Tecnológico
principal es la Predicción (¿Qué pasa si...?). ¿Cuál será el comportamiento productivo
de un cultivo en una región? ¿Será factible su cultivo de secano? etc.
Por el otro lado, un modelador empírico bien puede hacer su conjetura sobre el mecanismo
después de realizar el experimento y obtener los datos del mismo, de ahí que empieza la
investigación de manera empírica y la termina como mecanisista. En la práctica el
investigador se mueve como un péndulo entre los dos estilos, tratando de hacer progresos
en el conocimiento siempre y cuando le sea posible, prefiriendo una opción a otra como
regla general, y si el problema lo permite.
Supuestos
Simple Complejo
Modelo Experimentación
matemático
Ecuaciones
Solución
Comparación,
Datos estimados prueba y Datos del
por el modelo validación experimento
del modelo
430
TAXONOMÍA Y ZONIFICACIÓN.
Esta operación, que puede ser realizada de manera más o menos objetiva, es la que
se pone en práctica cuando se utiliza un método taxonómico. Asimismo, la proyección
geográfica del procedimiento taxonómico configura una delimitación espacial o
zonificación, que tiene un alcance agroclimático cuando la problemática a resolver resulta
del vínculo entre el ambiente atmosférico y la producción agropecuaria. Por lo general, los
resultados que produce la zonificación se presentan en mapas o cartas, de ahí la
denominación de cartografía agroclimática.
CARTOGRAFIA AGROCLIMÁTICA.
Son los mapas que resultan de la utilización de Índices agroclimáticos simples o complejos
o de parámetros climáticos seleccionados, cuyo objetivo es localizar espacialmente las
diferentes categorías taxonómicas y la difusión real o potencial de un cultivo o raza de
ganado.
a) Aptitud agrícola de la República Argentina: localizar las áreas de secano y bajo riego.
b) Tipos agroclimaticos del cultivo de la soja.
c) Aptitud ganadera de la República Argentina.
d) Evaluación del estrés calórico animal.
e) Producción de materia seca total.
431
típico de cada unidad territorial. De todas maneras, constituye la información elemental y
básica de todo intento racional para comenzar la planificación de una actividad productiva.
432
Figura 5.2.3. Regiones agrícolas de la República Argentina.
El cultivo de la soja en nuestro país se ha extendido a todas las áreas agrícolas, de secano y
bajo riego. Los primeros trabajos para determinar las zonas agroclimáticas aptas
distinguieron tres regiones: Oriental, Noroccidental y Bajo riego, para considerar ligeras
variantes regionales de cultivo, que no serán objeto de análisis.
433
diversos cultivares, que fueron confirmados aplicando el método de los "Tipos
agroclimáticos mundiales". Dicha metodología consiste en la aplicación sucesiva de 5
reglas:
En este caso en particular, la región sojera de Estados Unidos aportó gran parte de la
evidencia agroclimática sobre la potencialidad de este cultivo en nuestro país. El
fundamento es muy simple: si las condiciones agroclimáticas en una región (Estados
Unidos) posibilitan el cultivo exitoso de una especie, la determinación de tales condiciones
agroclimáticas en otra región (Argentina), permiten inferir (extrapolar) que el
comportamiento también será favorable.
i) Requerimientos térmicos: Para que el cultivo de soja sea posible en una región, la
temperatura media del mes más caliente del año debe ser igual o superior a 20°C. Este
límite corresponde al de cultivo septentrional en América del Norte. En las mejores zonas
productores este índice se ubica entre 23 y 25°C. Para representar la aptitud térmica
regional se utiliza la suma de temperaturas método residual (tb: 15°C), en el bioperíodo de
15°C. Nunca se registraron nacimientos en las parcelas de ensayo antes que el aire
alcanzara este nivel térmico.
ii) Requerimientos hídricos: Para analizar el efecto hídrico se empleó el balance hídrico
mensual, que permite dividir los agroclimas hídricos en base a la deficiencia de agua. Se
aprecia que la isolínea de 100 mm de deficiencia en el período vegetativo (bioperíodo),
coincide muy aceptablemente con el límite occidental del área sojera de secano. Este valor
separa zonas con siembras de secano de las que requieren riego. Asimismo, puede
interpretarse que, a menores deficiencias, deberán corresponder mejores rendimientos por
mayor disponibilidad de agua. La región de mayores rendimientos en Estados Unidos tiene
menos de 33 mm de deficiencia media en el bioperíodo. Con respecto a la situación de
434
exceso, su repercusión es variable dependiendo de la condición de drenaje del suelo y de la
época de ocurrencia, siendo en particular perjudicial si coincide con la cosecha.
En base a lo anterior, se puede deducir que cuanto más exigente en fotoperíodo corto es un
cultivar, tanto más exigente es en sumas térmicas para completar el ciclo. Las tolerancias o
exigencias fotoperiódicas y las necesidades térmicas de la soja son, por lo tanto,
requerimientos bioclimáticos de magnitudes opuestas. En los ensayos efectuados en
nuestro país con cultivares de todos los grupos de maduración, sólo se determinaron cuatro
comportamientos: precoces, semiprecoces, semitardíos y tardíos. Dentro de los límites
establecidos se puede cultivar soja con distinto rendimiento. Los tipos agroclimáticos
marcan las características de aptitud, marginalidad o inaptitud de las distintas zonas.
435
Referencias:
Aptitud Agroclimática A - Aptitud M - Marginalidad I - Inaptitud
Precocidad varietal P - Precoces SP - Semiprecoces ST - Semitardíos T – Tardíos
436
Deficiencia de agua en el bioperiodo; (D) Regiones fotoperiódicas por franjas
latitudinales.
Diagrama de termoneutralidad.
Zona de Supervivencia
Zona de Homeotermia
Hipertermia
Temperatura interna
Hipotermia
Zona de
confort
Producción de calor
D’ C’ B’ A’ A B C
D
Estrés por frío Estrés por
calor
Temperatura ambiente
Figura 5.2.5: Diagrama de termoneutralidad (Bianca, 1972).
437
El aumento de la sudoración y la disipación de calor por medio de la transpiración
es una de las primeras funciones que son activadas por el animal. El incremento del jadeo
aumenta la evaporación que se realiza por el tracto respiratorio. También se incrementa el
ritmo cardíaco para aumentar la velocidad de circulación sanguínea, y se activa la
circulación periférica para facilitar la disipación del calor. A través de estos mecanismos de
regulación el animal logra mantener su temperatura interior, pero si la condición de estrés
se prolonga y si el nivel térmico exterior se incrementa (por encima de D), entra en un
estado de hipertermia que, de extenderse, le provoca la muerte.
Cada especie presenta sus propios rangos de tolerancia para cada uno de los
intervalos de temperatura críticos, que varían de acuerdo a la raza, edad, etc. Para la
ganadería bovina estos límites son de distinto orden según la raza de ganado que se
considere: ganado mayor tropical (razas cebú derivadas del Bos Indicus) o ganado mayor
de zona templada (razas británicas y continentales derivadas del Bos Taurus).
Otro límite importante es el de la baja temperatura, pues por debajo de cierto nivel el
ganado no puede permanecer a la intemperie, habiéndose establecido este límite en la
temperatura media mensual de 5°C para el mes más frío.
También pueden ser zonificadas las regiones ganaderas a partir de valores (índices) que
expresan una acción INDIRECTA del ambiente sobre el ganado. En este caso se pueden
utilizar los elementos del balance hidrológico, con los que se delimitan las diversas
condiciones de pastoreo de los animales en base a la cantidad y calidad del forraje.
Aplicando el Índice Hídrico (Thornthwaite), que integra las condiciones de deficiencia y
exceso de agua, es factible representar las distintas situaciones de disponibilidad ambiental,
de acuerdo al siguiente criterio semi-cualitativo:
438
I.H Condición-Recomendación
< -20 Pastos de suelos áridos y salinos.
-20 a 0 Pastoreo normal con henificación por sequía.
0 a 20 Pastoreo normal a campo
> 20 Pastoreo abundante, pero hipocalcémicos.
IH
Temperatura
media de enero
Temperatura
media de julio
439
No sólo la temperatura del aire influye sobre la termorregulación animal, porque
una condición de humedad ambiente elevada reduce la capacidad evaporativa del aire y, en
consecuencia, cuando el animal manifiesta una tasa limitada de evaporación del sudor se
ve restringido el principal mecanismo de refrigeración natural que dispone. Por esta razón,
al realizar una evaluación más específica del impacto del estrés calórico en diversas
producciones pecuarias, es común utilizar expresiones integradas por la temperatura y la
humedad del aire.
donde Ta es la temperatura del aire y Tpr la temperatura del punto de rocío que, conocido
el valor de la tensión de vapor actual (e), se puede calcular con la siguiente fórmula
derivada de la función que relaciona la temperatura con la tensión de saturación:
e
237 ,3 Log
6,108
Tpr
e
7 ,5 Log
6,108
La Figura 5.2.7 presenta un diagrama que muestra el efecto del ITH sobre la
producción de leche en vacas de distinta capacidad productiva. Los animales de mayor
capacidad productiva presentan una caída de la producción relativamente mayor que las de
menor productividad a medida que se el ambiente calórico se torna más cálido y húmedo,
poniendo de manifiesto el elevado gasto energético de la producción de leche.
440
Figura 5.2.7: Relación entre la pérdida de producción de leche y el Índice de
Temperatura y Humedad en animales con distinta capacidad de producción
La producción primaria de las pasturas depende de varios factores tales como el clima, tipo
y fertilidad del suelo, composición botánica de la pastura, estructura de la vegetación y
niveles de fertilización. El clima es el principal factor, cuya acción bioclimática sobre el
crecimiento está mejor representada por la disponibilidad de agua del suelo. Esta es una
función del clima, la topografía del terreno y la capacidad de almacenaje de agua del suelo.
En climas de latitudes medias, tanto la disponibilidad térmica como fotoperiódica no
interfieren en la medida que las termofase y la hidrofase positivas sean coincidentes
441
(concordantes). Además, las áreas destinadas al pastoreo de pasturas naturales en Córdoba,
presentan un ciclo de aprovechamiento en verde que responde estrechamente al régimen
monzónico de precipitación.
442
(c) En los modelos de simulación, el valor de ETR es relacionado directamente con la
producción primaria de las pasturas. Estos constituyen resultados más específicos, aunque
su capacidad de extrapolación es más restringida.
Además de estos procedimientos generales, existen otros modelos que, por medio de
algunas simplificaciones, permiten estimar la producción de materia seca, en particular
evitando el cómputo directo de la ETR (el cálculo de la ETR en todos los casos exige un
balance hidrológico, que es una técnica altamente específica). Uno de ellos utiliza como
datos de ingreso principales a la precipitación anual (PP) que es superada tres veces de
cada cuatro años (probabilidad del 25%) tomada como medida de seguridad, la
evapotranspiración potencial anual según Penman (ETP) y la capacidad de almacenaje de
agua del suelo (CR). El modelo es de aplicación válida sólo cuando la pendiente del
terreno es despreciable y no hay cobertura de árboles o arbustos. Asimismo, dado que los
resultados de este modelo fueron corroborados con datos experimentales de ensayos de
fertilidad con fosfato, desde pasturas naturales libres de fertilización hasta parcelas con
altas dosis, la fertilidad también es un factor considerado, aunque su aplicación local
resulte restringida o inapropiada.
Modelo para la estimación de producción total de materia seca [MST, en kg/ha] (Reddy y
Timberlake; 1986):
RO = b x (PP'/100)3
b = 15,2482/(CR)0,8
ETR: Evapotranspiración Real anual.
RO: Escorrentía.
CR: Capacidad de almacenaje o retención.
De acuerdo con estas ecuaciones, el valor de ETR crece y luego comienza a declinar a
partir de un valor de PP'. Para la parte declinante de ETR, usa el máximo valor de ETR que
puede ser alcanzado para una dada CR. Dicho valor de PP' al que se alcanza el máximo de
ETR para una capacidad de retención dada se calcula de acuerdo a la fórmula:
443
Por ejemplo, en el caso de un suelo con CR = 50 mm, el valor de ETR se
incrementa con un creciente valor de PP' hasta que alcanza 710 mm, y con valores
superiores de PP' comienza a declinar. Por lo tanto, bajo en tipo de suelo de CR = 50 mm,
si PP'> 710 mm, se debe tomar PP'max = 710 mm. Del mismo modo, si el período de
lluvias está separado por un largo período seco, se debe considerar a cada período lluvioso
como una estación independiente y estimar la MST de cada estación como la suma de los
dos períodos.
A partir del valor estimado de la materia seca disponible, se podría aplicar otro
procedimiento para determinar la capacidad de carga animal. La obtención de información
sobre la capacidad de carga animal de un potrero es relevante porque contribuye a evitar
tanto el sobrepastoreo como el subpastoreo, implementando de manera oportuna el manejo
que tienda a reducir o aumentar la carga animal, respectivamente.
444
2300 700
2100
600
1900
500
400
1500
1300
300
1100
200
900
PP med =
382 mm 100
700
DE = +/-
110 mm
500 ETP = 1400 0
1920 1925 1930 1935 1940 1945
CR 1950
= 50 1955
mm 1960 1965 1970 1975
Año
MST MST med MST (P(Z<=z)) MST (PP75") MST (PPmed) ppaño
445
VALORES DE ETR PARA DISTINTAS PP Y ETP Cap Retención 50
ETP anual según Penman (mm)
PP 75% 600 700 800 900 1000 1100 1200 1300 1400 1500
50 148 127 112 99 90 81 75 69 64 60
100 282 246 217 195 176 161 148 137 127 119
150 389 347 312 282 257 236 217 202 188 176
200 456 424 389 357 329 304 282 263 246 231
250 471 466 444 417 389 363 340 318 299 282
300 471 471 470 456 435 412 389 368 347 329
350 471 471 471 471 463 447 429 409 389 371
400 471 471 471 471 471 468 456 441 424 406
450 471 471 471 471 471 471 470 462 449 435
500 471 471 471 471 471 471 471 471 466 456
550 471 471 471 471 471 471 471 471 471 468
600 471 471 471 471 471 471 471 471 471 471
650 471 471 471 471 471 471 471 471 471 471
446
Cap Retención
VALORES DE ETR PARA DISTINTAS PP Y ETP 150
ETP anual según Penman (mm)
PP 75% 600 700 800 900 1000 1100 1200 1300 1400 1500
50 149 128 112 100 90 82 75 69 64 60
100 293 252 222 198 178 162 149 138 128 120
150 425 370 327 293 265 241 222 205 191 178
200 540 477 425 382 347 318 293 271 252 236
250 633 569 513 465 425 390 360 335 312 293
300 698 644 590 540 496 458 425 396 370 347
350 729 698 652 605 561 521 485 453 425 399
400 731 727 698 658 617 577 540 507 477 449
450 731 731 725 698 663 626 590 556 525 496
500 731 731 731 723 698 667 633 600 569 540
550 731 731 731 731 721 698 670 639 609 580
600 731 731 731 731 731 720 698 672 644 617
650 731 731 731 731 731 730 718 698 674 649
700 731 731 731 731 731 731 729 717 698 676
750 731 731 731 731 731 731 731 728 716 698
800 731 731 731 731 731 731 731 731 727 715
850 731 731 731 731 731 731 731 731 731 726
900 731 731 731 731 731 731 731 731 731 731
950 731 731 731 731 731 731 731 731 731 731
447