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Grupo No. 6
201808548 Ricardo Andrés González López
Conocer como el lóbulo parietal ejecuta las funciones vinculadas a las somestesia,
(referido a sensaciones que se perciben con todo el cuerpo como la temperatura,
la presión, el dolor y no están localizadas en un órgano concreto, a diferencia de la
vista, el oído). Encargándose de la representación simbólica de nuestro cuerpo
proyectada sobre la corteza parietal, es decir, nos permite diferenciar los límites
con nuestro entorno, nos otorga la autoconsciencia de nuestra identidad física.
Descubrir sobre las patologías relacionadas con el lóbulo parietal y/o en alguna de
sus estructuras anatómicas, así como las capacidades que pueden resultar
dañadas, producidas sobre todo por las lesiones cerebrales que pueden sufrir los
individuos; tomando la Neuropsicología como punto de observación y referencia.
Lóbulo Parietal
El lóbulo parietal proporciona los mecanismos corticales que perciben estímulos
somatosensoriales y los integra con la memoria de experiencias pasadas y con otras
percepciones sensoriales aferentes para generar el reconocimiento de parte del sujeto de
los eventos somáticos y extracorporales. Contribuyen en la función de atención y
determina el mapa mental que proporcional la conciencia del interior del cuerpo y del
mundo que lo rodea.
Esto nos permite coordinar nuestros movimientos en respuesta a los objetos de nuestro
entorno. Contiene una serie de distintos mapas de referencia del cuerpo, el espacio
cercano y el espacio lejano, que se actualizan constantemente a medida que nos
movemos e interactuamos con el mundo.
Recibe información desde los núcleos talámicos del lado opuesto del cuerpo con un
patrón somatotópico organizado que recibe el nombre de homúnculo sensitivo, el que, a
semejanza del motor, también es proporcional a las sensaciones que codifica. Está
asociada con el área motora principal y con las demás áreas corticales.
El área 1 proyecta a otras áreas del lóbulo parietal como la 5 y 7 que son áreas
secundarias para facilitar el aprendizaje, configurar la imagen corporal y planificar los
movimientos en el espacio extra personal.
Lóbulo Parietal Inferior
Corteza Somatosensorial Secundaria
La corteza somatosensorial secundaria ubicada en el área 40 de las áreas de Brodmann
tiene también organización somatotópica pero, al contrario que SI, que recibe la
información sensitiva exclusivamente del lado opuesto, en este caso la información es
bilateral (recibe proyecciones de los campos de receptores de la misma modalidad y de
ambos lados).
Las áreas 5 y 7 de Brodmann de la corteza cerebral, situadas detrás del área sensitiva
somática SI y por encima de SII, se conocen como áreas de asociación sensitiva, dado que
reciben información de una gran variedad de fuentes (de SI y SII, de los núcleos
ventrobasales del tálamo, de otras áreas del tálamo y de la corteza visual y auditiva), que
se vinculan con motivaciones y oportunidades particulares para la acción.
Lóbulo Parietal Superior
El Lóbulo Parietal Superior recibe una fuerte entrada de la corteza somatosensorial
primaria. Las fibras de asociación corticales lo conectan con la corteza adyacente,
incluidos el lóbulo occipital, el lóbulo temporal y el lóbulo insular, por tanto, proporciona
acceso directo a las señales táctiles, visuales, auditivas y vestibulares. Fibras recíprocas
conectan el LPS con el núcleo pulvinar, el giro cingulado anterior y los núcleos talámicos
laterales.
Los datos indican que la marcada variabilidad del precúneo se localiza en sus áreas más
dorsales y anteriores, que incluyen la superficie interna y externa de los lóbulos parietales
superiores y que, a nivel funcional, son cruciales para integrar informaciones sobre el
cuerpo (información somática) y sobre el ambiente exterior (información visual).
Recibe la entrada sensorial multimodal. Posee fuertes conexiones recíprocas con el lóbulo
frontal, lo que incluye las áreas pre-motora y motora suplementarias, lo mismo que las
áreas pre-frontales, dorsolateral y ventromedial.
Estas dos áreas muestran una desactivación significativa durante esta dos de consciencia
alterada como el sueño, la hipnosis, el ensueño y el estado vegetativo persistente.
El precúneo se vuelve menos activo durante las tareas cognitivas o perceptuales dirigidas
a una meta. Su actividad se reduce con el envejecimiento normal, pero más en pacientes
con demencia.
Autoconsciencia
Se refiere al reconocimiento de que uno se pertenece a uno mismo, y que uno es quien
inicia la acción; mencionando que es uno mismo quien participa en la producción de la
acción de forma causal. (Gallagher, 2000). De acuerdo a Vogeley y Fink, el área del
precúneo desempeña la función en las tareas relacionadas con el yo, como lo serían la
orientación espacial, memoria episódica o juicios sociales. Se ha visto que el precúneo se
ha activado cuando se procesan intenciones relacionadas con el yo.
Ha sido abordado el debate respecto a que el precúneo forma parte de una red
relacionada con el procesamiento de la teoría de la mente; en donde el precúneo y el
cingulado posterior (AB 31) se activan y esto ocurre en situaciones relacionados con el yo.
El precúneo izquierdo se activa en forma preferente al atribuir emociones e intenciones a
las acciones de los demás, esto según estudios de (Ochsner et al., 2004; Abrahan et al.,
2008).
Surco Intrapariental
Se le conoce también como fisura intraparietal, y se abrevia SIP. Se encuentra en el
aspecto lateral, y separa al lóbulo parietal superior del lóbulo parietal inferior. El SIP
contiene la corteza intraparietal. Su forma y curso son variables, pero en general se
extiende desde el surco postcentral y llega hasta el lóbulo occipital. Se vuelve más
profundo y su corteza más extensa a medida que se acerca al lóbulo occipital (Lewis y Van
Essen, 2000).
El SIP anterior tiene que ver más con el procesamiento Somatosensorial, mientras que el
SIP posterior procesa las señales visuales. Cada una de las áreas del SIP funciona en
respuesta a más de una modalidad sensorial, lo que quiere decir que su corteza es un área
integradora multimodal. Actúa concentrando la atención en el espacio ante estímulos que
sobresalen y sobre todo aquellos vinculados con amenazas. Con esto se puede decir que
los estímulos emocionales negativos pueden concentrar la atención en un sitio específico
de los mecanismos del SIP (Pourtois y Vuilleumier, 2006).
La información que se transmite por la corriente visual dorsal define la ubicación del
objetivo, la que se transmite por medio de la corriente visual ventral que lo identifica. Esas
señales descendientes del lóbulo frontal actúan en una pre-selección de dichos objetivos.
Es la corriente visual ventral quien alerta a la corriente visual dorsal para que se pueda
generar un programa motor en el SIP y la región circundante, esto con la finalidad de que
se va y se agarre el paquete deseado, que es lo que se llama “observa y toma”.
El movimiento tiene éxito mayor si el objeto que se busca está en la fóvea (parte del
órgano de la vista). Si el objeto está en periferia (cuando se intenta alcanzar una taza de
café mientras se lee un periódico, por ejemplo) se activa una región mayor de la corteza
parietoocciítal incluido el precúneo. Para alcanzar un objeto en la periferia se hacen
ajustes continuos, lo que se sugiere como “piloto automático” debido a que la persona no
es consciente de los ajustes.
Es apropiado recordar que, aunque las competencias motoras del lóbulo parietal son muy
limitadas, se disponen de algunas conexiones con estructuras subcorticales, partiendo en
la ejecución de movimientos gruesos; por el contrario, los movimientos finos están
relacionados con el Área 4 del lóbulo frontal. También es responsable de situar la posición
espacial de los objetos y del cuerpo. (Portellano, 2005).
Patologías
Esquizofrenia
Es un trastorno del neurodesarrollo, que dura toda la vida y que afecta a la persona en
cómo piensa, siente y en su comportamiento. Existe la presencia de delirios,
alucinaciones, lenguaje o comportamiento desorganizado y capacidad cognitiva alterada.
Los pacientes con esquizofrenia presentan deficiencias en la atención, debido a la
corriente visual dorsal que ayuda en áreas del lóbulo parietal importantes en la atención,
siendo posible que exista un defecto en el sistema que causen las deficiencias
atencionales. Presentan además delirios de pasividad asociados a hiperactividad y la
reducción del volumen de la materia gris en el lóbulo parietal inferior. Se ha descubierto la
existencia de una inversión en el giro angular izquierdo normal mayor que el derecho,
regiones base del lenguaje, esto puede explicar los problemas de lenguaje y pensamiento
presentes en la esquizofrenia.
Las personas con mayor riesgo a la esquizofrenia muestran mayor activación en el lóbulo
parietal inferior y el surco intraparietal, siendo esta una acción compensatoria relacionada
con la atención de la tarea y la preparación de la respuesta. En los hombres al existir una
reducción de materia gris en el precúneo se observa un mayor aumento de materia gris en
el lóbulo parietal inferior derecho. El lóbulo parietal posterior y el precúneo se relacionan
con la diferencia entre el yo y los otros.
La esquizofrenia es relacionada con la red frontal-límbica-temporal-parietal de la cual
forma parte el lóbulo parietal inferior. Se presenta una asimetría entre el lóbulo parietal
inferior izquierdo en relación al derecho, siendo el derecho el más grande y es la corteza
tempoparietal izquierda que en menos tamaño se relaciona con las alucinaciones
auditivas.
Atención
Hay 3 redes de la atención que están relacionadas con la corteza parietal, siendo estas: 1)
red por omisión, que se activa durante el reposo, siendo la base de la divagación mental,
pensamientos espontáneos e introspectivos, permitiendo el recuerdo de sucesos pasados
y planear el futuro, esta red se suprime al activarse alguna de las otras dos redes, 2) red
de atención dorsal, se activa ante la presencia de estímulos externos importantes
ascendente o cuando se le pide al individuo que dirija la atención voluntariamente
descendente, su estructura se activa de forma bilateral comprendiendo el surco
intraparietal y la unión del surco precentral frontal y superior, y 3) red de atención ventral,
unión tempoparietal derecha y corteza frontal ventral derecha, al concentrarse la atención
la red dorsal se suprime para evitar el desvió de la atención, tanto la red de atención
ventral como la dorsal actúan en conjunto para enviar señales que permiten cambiar la
atención de un objeto a otro.
Negligencia espacial
Trastorno de la atención visual, que impide reconocer el lado opuesto del cuerpo, no hay
conciencia de la deficiencia, incapacidad de copia correcta de figuras simétricas simples,
relacionado el lóbulo parietal inferior en la unión temporoparietal, debido a la presencia
de un mapa de cuerpo contralateral en el izquierdo como un mapa ipsilateral, una lesión
en el hemisferio derecho genera la pérdida del mapa del lado izquierdo. Debido a que el
cerebro no puede localizar objetos del lado opuesto después de una lesión, no es posible
la atención a objetos.
Se relaciona con el lóbulo parietal inferior y la unión temporoparietal, que comprende la
materia blanca presente en las profundidades de la corteza, aunque puede darse al sufrir
daño en áreas como los subcorticales, lóbulo frontal y giro temporal superior. Se
correlaciona con lesiones de giros suspramarginales y postcentrales. Lesiones que afectan
las rutas de la materia gris entre la región temporoparietal y la corteza frontal causan
seminegligencias que pueden no ser negligencias, pero afectan la atención al cambiarla de
un objeto a otro.
Debido a que la red de atención ventral se localiza en el hemisferio derecho, perderla
puede inhibir la atención dirigida hacia el lado contrario de la lesión. La estimulación
vestibular calórica mejora elementos de la negligencia sensorial.
Los pacientes con negligencia espacial olvidan el hemiespacio contralateral a la lesión
cuando deben realizar varias tareas en el espacio. Esto es detectable por medio de la
conducta del paciente, como, por ejemplo, come solo de medio plato, lee la mitad de un
párrafo y escribe en la mitad de la hoja.
Ataxia óptica
Se presenta tras una lesión en el lado relacionado con la corriente de procesamiento
visual dorsal del lóbulo parietal superior posterior. Afecta en la capacidad para alcanzar y
tomar objetos con la mano contraria a el área de lesión, siendo inexactos sus movimientos
al usar la visión periférica, pero hay mayor exactitud con la visión foreveal, su
recuperación conlleva la interacción entre la corriente visual dorsal dañada y la corriente
visual ventral intacta, estando estas interrelacionadas.
Holmes y Horax consideran la ataxia óptica como alteración oculomotora secundaria a la
incapacidad de orientarse y localizar los objetos en el espacio de forma correcta.
Apraxia
Es el resultado de lesiones o daños cerebrales. Lo que impide la apraxia es que no pueda
generar ni enviar instrucciones sobre movimiento al cuerpo, no responde. Para
ejemplificar la apraxia podemos utilizar el ejemplo: cuando una persona le ordenaba a
otra mover los ojos de arriba hacia abajo, la persona que recibía las ordenes no lo podía
hacer, ya que sufría el tipo de apraxia oculomotora.
Síndrome de Gerstman
Este síndrome surge en 1924 cuando Getsman descubrió el caso de una mujer de 52 que
sufrió un accidente cerebrovascular, la misma sufría la incapacidad de reconocer sus
propios dedos, así es como se presentan los síntomas de la enfermedad. El síndrome de
Getsman es una enfermedad neurológica que le impide al paciente el reconocimiento
pantomímico, pueden surgir confusiones como izquierda-derecha, dificultad en nombrar
los dedos, dificultad para la escritura, dificultad con los números.
Sindrome de Balint
Este trastorno simula a la visión del paciente como en un túnel, no le permite tener
visibilidad de toda parte visual, sino se centra y enfoca específicamente solo en un punto.
Una de las causas de este trastorno en el daño en el área del lóbulo occipital.
Otras consideraciones
Los pacientes con lesiones en los lóbulos parietales pueden manifestar una inconsistencia
en el desempeño de tareas asignadas. Una lesión que afecte al lóbulo parietal no
dominante puede producir una deficiencia en el procesamiento del componente no
sintáctico del lenguaje, los pacientes no comprenden el mensaje transmitido por otra
persona.
Conclusiones
El lóbulo parietal se encuentra ubicado entre otras áreas de la corteza cerebral,
como lo son el lóbulo frontal y el lóbulo occipital, la Cisura de Silvio le divide del
lóbulo temporal; su parte interna se limita por la circunvolución cingular, se
encuentra dividida su superficie por diversas zonas que pertenecen a la corteza
somatosensorial asociativa. Cada área del lóbulo parietal tiene un lugar físico
específico protegido por el hueso craneal homónimo; en las investigaciones y
estudios que se ha realizado se consigue comprender de mejor manera la
estructura del cerebro humano para así continuar en la labor de descubrir la
función de cada área del mismo.
Una patología es el estado anormal de la vida, con base racional y médica, con
especialistas que tratan el estado anormal que se presente. Si nos enfocamos en
las patologías presentadas en el lóbulo parietal, nuestro paciente puede presentar
dificultades con el sistema locomotor, memoria, atención, etc. Alguna de las
principales patologías que se puede presentar en un paciente con una lesión en el
LP son las siguientes: Esquizofrenia, negligencia espacial, ataxia óptica, apraxia,
síndrome de Gerstmann o Balint, etc, las patologías ubicada en el LP implican
examinar la causa de la enfermedad, el efecto que esta tiene y el procedimiento
correcto para tratarla, como por ejemplo: si el paciente presenta una apraxia del
habla es necesario intervenir con terapia del lenguaje para lograr desarrollar la
habilidad.
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