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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

FACULTAD DE MEDICINA
COORDINACION DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS AVANZADOS
DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS AVANZADOS
COORDINACIÓN DE LA ESPECIALIDAD DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA
DEPARTAMENTO DE EVALUACIÓN PROFESIONAL

“MORBILIDAD Y MORTALIDAD EN HEMORRAGIA OBSTÉTRICA EN EL


HOSPITAL DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA, INSTITUTO MATERNO
INFANTIL DEL ESTADO DE MÉXICO, IMIEM, EN EL PERIODO
COMPRENDIDO DEL 01 DE JULIO 2011 AL 01 DE AGOSTO 2012”

INSTITUTO MATERNO INFANTIL DEL ESTADO DE MÉXICO


HOSPITAL DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA

TESIS
QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE POSGRADO DE LA ESPECIALIDAD EN
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA
PRESENTA:
M.C. MARÍA EUGENIA MARGARITA MENDOZA JUÁREZ

DIRECTOR DE TESIS
E. en G.O. y O.G. GABINO HURTADO ESTRADA

REVISORES DE TESIS
Dr. En C. y E. en G.O VICTOR MANUEL ELIZALDE VALDES
E. En G.O FREDDY MENDOZA HERNÁNDEZ
E. En G.O y B.R.H. NORMA ROMERO ROMERO
E. En G.O y M.C.G.O GERARDO EFRAINTELLEZ BECERRIL

TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO 2013


TÍTULO

MORBILIDAD Y MORTALIDAD EN HEMORRAGIA OBSTÉTRICA EN EL

HOSPITAL DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA IMIEM, DEL PERIODO

COMPRENDIDO DEL 01 DE JULIO 2011 AL 01 DE AGOSTO 2012.


ÍNDICE

Pág.

RESUMEN………………………………………………………………………………..1

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………...5

MARCO TEÓRICO………………………………………………………………………7

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA……………………………………...……..…44

JUSTIFICACIÓN……………………..…………………………..……………….….…45

HIPÓTESIS………………………………………………………………….…………...47

OBJETIVOS…………………………………………….………………….…………….48

MATERIAL Y MÉTODOS……………………………………………………...……….50

IMPLICACIONES ÉTICAS..……………………………………………………………55

RESULTADOS……………………………………………………..……………….…...56

DISCUSIÓN…..………………………………..………………………………….……..67

CONCLUSIONES…………………………………………………………………….….71

RECOMENDACIONES…..……………………………………………………………..73

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………….………………74

ANEXOS………………………………………………………………..………………...78
RESUMEN

INTRODUCCIÓN: La mortalidad materna es uno de los indicadores más sensibles

de las condiciones de salud de la población femenina en edad reproductiva. El

embarazo a edades más avanzadas y el aumento en la frecuencia de nacimiento

por cesárea, pueden incrementar la incidencia de patologías asociadas a

hemorragia obstétrica.

OBJETIVO: Determinar la morbilidad y mortalidad de Hemorragia obstétrica en el

Hospital de Ginecología y Obstetricia del IMIEM del 1° de Julio del 2011 al 1° de

Agosto del 2012.

MÉTODO: En el presente estudio se ingresó a pacientes que presentaron

hemorragia obstétrica durante el evento obstétrico, ya sea resolución vía vaginal o

cesárea. Valorando edad materna, factores de riesgo, edad gestacional y cantidad

de sangrado, entre otros. Se diseñó una hoja específica recolectora de datos para

el estudio, con respuestas codificadas para la posterior captura en la base de

datos.

RESULTADOS: Se encontró un total de 100 pacientes del Hospital de

Ginecología y Obstetricia, IMIEM que presentaron como complicación Hemorragia

obstétrica, siendo los principales factores de riesgo factores maternos como la

multiparidad (16%) cesarea previa (9%) preeclampsia (8%) ruptura prematura de

membranas (4%) y el grupo de edad de mayor presentación fue entre 20 y 29

años (53%)

1
CONCLUSIONES: Los factores de riesgo asociados a hemorragia obstétrica

fueron principalmente multiparidad, preeclampsia, ruptura prematura de

membranas y cesárea previa. No obstante, un porcentaje importante de

hemorragias postparto ocurren en mujeres que no presentan factores de riesgo

que puedan identificarse. La mortalidad materna podría ser evitada en un alto

porcentaje mediante la identificación temprana de factores de riesgo de las

pacientes.

2
ABSTRACT

INTRODUCTION: Maternal mortality is one of the most sensitive indicators of the

health status of the female population of reproductive age. Pregnancy at older

ages and the increased frequency of cesarean delivery may increase the incidence

of diseases associated with obstetric hemorrhage.

OBJECTIVE: To determine the morbidity and mortality of obstetric hemorrhage at

the Hospital of Gynecology and Obstetrics IMIEM from 1 July 2011 to 1 August

2012.

METHOD: In the present study, patients who had entered obstetric hemorrhage

during obstetric event, whether vaginal or cesarean resolution. Evaluating maternal

age risk factors, gestational age and amount of bleeding, among others. We

designed a specific sheet collecting data for the study, with respuesras coded for

subsequent capture in the database.

RESULTS: We found a total of 100 patients in the Hospital of Gynecology and

Obstetrics, IMIEM compliacacion presenting as obstetric hemorrhage, the main risk

factors for maternal factors such as multiparity (16%) previous cesarean (9%)

preeclampsia (8%) premature rupture membrane (4%) and the largest age group

of presentation was between 20 and 29 years (53%)

CONCLUSIONS: The risk factors associated with obstetric hemorrhage were

mainly multiparity, preeclampsia, premature rupture of membranes and cesarean.

However, a significant percentage of postpartum hemorrhage occur in women who

3
have no risk factors can be identified. Maternal mortality could be avoided by a

high percentage of early identification of risk factors of the patients.

4
INTRODUCCIÓN

La mortalidad materna es uno de los indicadores más sensibles de las condiciones

de salud de la población femenina en edad reproductiva. Desde hace más de dos

décadas, los organismos internacionales vinculados con aspectos de salud y

desarrollo identificaron la necesidad de implantar acciones concertadas tendientes

a reducir la mortalidad materna en todo el mundo, sobre todo en los países en

desarrollo.1 El embarazo a edades más avanzadas y el aumento en la frecuencia

de nacimiento por cesárea, pueden incrementar la incidencia de patologías

asociadas a hemorragia obstétrica.2

Tradicionalmente se ha definido la hemorragia postparto como una pérdida

sanguínea mayor de 500 cc después de un parto vaginal y mayor de 1000 cc

después de una operación cesárea. También se acepta como definición la caída

en 10% en los niveles de hematocrito. Sin embargo el cálculo certero de estos

volúmenes es difícil y tienden a subestimarse.3 Se han propuesto diferentes

criterios para su diagnóstico, como el descenso del hematocrito en 10 o más

puntos porcentuales, la inestabilidad hemodinámica o la necesidad de

transfusión.4

La hemorragia obstétrica en sí representa una causa potencial de morbimortalidad

materna y fetal, es rara antes de las 24 semanas, y cuando se produce, el

tratamiento de la madre es prioritario. Pueden deberse a cierto desprendimiento

de una placenta insertada en la proximidad del orificio cervical interno (placenta

previa) o por el desprendimiento de una placenta insertada en cualquier otra parte

5
de la cavidad uterina (desprendimiento prematuro de placenta); otras causas son

rotura de vasos previos, rotura uterina, rotura del seno marginal de la placenta y

lesiones del canal del parto (pólipos, procesos tumorales, ectopia, varices, etc.)5

Dentro del contexto de la hemorragia obstétrica, la hemorragia posparto es la

complicación más frecuente, presentándose en un 75% de los casos del puerperio

patológico. Este período es de gran riesgo, debido a la cantidad y rapidez con la

que se presenta la hemorragia, siendo en ocasiones insuficientes los recursos

para contrarrestar este evento urgente.

La hemorragia obstétrica puede deberse a diferentes causas las cuales pueden

dividirse de acuerdo a las semanas de gestación y de acuerdo al período

obstétrico. El tratamiento inicial que se da como prevención de hemorragia

postparto, y que reduce la morbilidad es el manejo activo del tercer período del

trabajo de parto a través del masaje uterino y tracción controlada del cordón

umbilical. El manejo activo también incluye el uso de uterotónicos como la

oxitocina. Sin embargo el manejo específico está directamente relacionado con la

causa que produjo la hemorragia obstétrica y el médico deberá estar preparado

para llevar a cabo los procedimientos de urgencia necesarios, así como manejar

oportunamente las complicaciones que en ocasiones son catastróficas para la

madre y el recién nacido.2

6
MARCO TEÓRICO

1. CONCEPTOS BÁSICOS

1.1 Hemorragia obstétrica: es la pérdida sanguínea en cantidad variable que

puede presentarse durante el estado grávido o puerperal, proveniente de genitales

internos o externos, se puede presentar hacia el interior (cavidad peritoneal) o al

exterior ( a través de los genitales externos) y se asocia a una hemorragia de unos

1 000 mL con independencia de la vía del parto.6

1.2 Hemorragia posparto: es aquella que se produce posterior a la salida

completa del feto y mientras dura el puerperio. Clásicamente con una pérdida

sanguínea mayor de 500 mL.

1.3 Hemorragias del posparto precoz o inmediato: son las que ocurren en las

primeras 24 h después del parto.

1.4 Hemorragias del posparto tardío: suceden entre el primer día y la sexta

semana del puerperio.

1.5 Hemorragia masiva obstétrica incontrolable: se define como aquel

sangrado mayor de 150 mL/min durante más de 10-15 min, necesidad de

reemplazo del 50% de la volemia en menos de 3 h, sangrado mayor de 2000 mL

en una paciente normovolémica, sin haber conseguido el control de la hemorragia,

7
así como signos clínicos o analíticos de coagulopatía y sangrado persistente e

inestabilidad hemodinámica materna que no se controla con cristaloides y/o

coloides y/o vasopresores, que puede acompañarse de disminución del nivel de

conciencia de la paciente.4

1.6 Desprendimiento prematuro de placenta: separación de la placenta de su

inserción decidual, previa al nacimiento del feto, durante toda la viabilidad fetal.5

2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Obstetrix, palabra latina para partera, se cree que deriva de obstare (“poner

adelante”), debido a que el asistente durante el parto se paraba enfrente de la

paciente para recibir al recién nacido.

En la mitología antigua las diosas estaban presentes durante los partos y de

acuerdo a antropólogos del siglo pasado, en tribus primitivas las mujeres en

trabajo de parto debían ser acompañadas por sus madres y/o otros parientes

femeninos. Existen figuras prehistóricas y papiros egipcios en los cuales también

se representan a mujeres dando a luz en cuclillas.

Los antiguos escritos de Hipócrates, datan del siglo V a.C. e incluyen la

descripción del parto vaginal. En el Antiguo Testamento también se menciona la

participación de las parteras durante los nacimientos. El empleo de instrumental

8
similar a los fórceps se describe en textos sanscritos y eran ampliamente

utilizados en Arabia, Mesopotamia y el Tíbet.

Las escrituras de Sorano de Efeso, padre de la puericultura, describían los

cuidados obstétricos, y el manejo de las presentaciones compuestas mediante

versión interna y extracción podálica, éstas forman la base del Moschion, un

manuscrito latino del siglo VI d.C. pero no se agregó mayor información obstétrica

hasta el invento de la imprenta 900 años después.

Los primeros panfletos sobre obstetricia se imprimieron en latín y alemán a

mediados del siglo XV pero con un impacto pobre. En 1513 aparece un libro sobre

obstetricia que se convirtió en un bestseller titulado “Der Scwangern Frauen und

Hebamen Rosengarten” publicado por Eucharius Rosslin.

En 1554 Jacob Rueff, obstetra de Zurich, publicó un texto en latín el cual

describía una herramienta la cual permitía extraer al recién nacido llamada

“fórceps”.

Durante el siglo XVI el cirujano de origen francés Ambroise Paré fundó la escuela

para parteras en Paris y describió la presentación pélvica y extracción podálica,

así como la cesárea, la cual debería ser realizada o supervisada, y no solo

realizarla después de la muerte de la madre.

9
En 1612 Peter Chamberlen desarrolló los fórceps diseñados con una curva

cefálica para encajar alrededor de la cabeza del bebé pero carecían de la curva

pélvica característica de los fórceps modernos.

No fue hasta el siglo XVII que los parteros “accouuchers” se pusieron de moda en

Francia. El más conocido de ellos fue Francois Mauriceau (1637-1709),

ampliamente conocido por la maniobra de Mauriceau, quien en 1668 publica su

texto Traite des maladies des femmes grosses el cual fue traducido en varios

lenguajes; fue el pionero en reparar el periné después del parto y realizaba aseo

con vino tinto y posteriormente aplicaba 3 o 4 puntos de sutura, asimismo se

oponía a la realización de cesáreas debido a que generalmente se complicaban y

la madre fallecía.

Smellie agregó la curva pélvica y adoptó “el cierre inglés” el cual permitía a las

hojas ser insertadas de forma separada en la vagina y posteriormente extraerlas

simultáneamente; fue considerado uno de los obstetras más reconocidos.7

La hemorragia obstétrica siempre se ha considerado una de las complicaciones

obstétricas más temidas, y fue Paul Portal, en Paris quien describe por vez

primera vez la localización de la placenta en el segmento uterino inferior en un

caso de placenta previa en 1685 en el texto The compleat Practice of Men and

Women Midwifes.8 Es en 1738, en las Islas Británicas, cuando se describe la

primera cesárea realizada con éxito por una partera irlandesa llamada Mary

Donally.
10
William Hunter (1718-1783) un médico escocés graduado de la Universidad de

Glasgow y que posteriormente estudió en Edimburgo, aunque sabía de la

utilización de fórceps, raramente los utilizaba, y apoyaba las ventajas que

implicaban la presencia de un manejo conservador, sin embargo era uno de los

pocos obstetras que abogaban por una trabajo de parto normal8; ilustró la

verdadera posición de la placenta previa en su publicación de 1774 referida como

Anatomy of the Human Gravid Uterus.

Durante los siglos XVII y XVIII los obstetras reconocieron la importancia de la

placenta previa aunque aún no entendieran por completo su fisiopatología.

El término parto forzado fue introducido por el obstetra francés André Levret

(1703-1780) referido a la manipulación obstétrica y su relación con las

complicaciones asociadas a éste. Pese a que no existiera una clara diferencia

entre placenta previa y otras causas de hemorragia, se utilizó el término parto

forzado (accouchement forcé) a todas las pacientes con hemorragia obstétrica

intensa.

En una revisión histórica, Noble reportó una mortalidad materna del 33% del

parto normal en comparación con el parto forzado del 48%.

La falta de diferenciación clínica entre las diferentes causas de hemorragia

obstétrica fueron referidas por primera vez en 1775 por Rigby en su publicación
11
titulada An Essay on the Uterine Haemorrhage: Which precedes the delivery of the

full grown fetus: illustrated with cases.9

Para 1800 la iglesia católica romana y las organizaciones médicas enfrentaron un

dilema en cómo resolver los nacimientos complicados. Usualmente se realizaban

procedimientos agresivos como las craniectomías con la finalidad de preservar la

vida de las madres, asimismo la iglesia católica permitía la realización de estos

procedimientos posterior a la muerte del producto.

Surgió una nueva técnica quirúrgica, la operación cesárea, la cual ofrecía

esperanza tanto a la paciente como al producto, pudiendo sobrevivir al nacimiento.

Con los avances médicos y las nuevas creencias de la iglesia católica

considerando al feto como humano, se comienza a abogar por la realización de

ésta nueva cirugía, y se estableció un nuevo debate con los teólogos europeos

respecto a las craniectomías. En América, la amplia tradición cristiana promocionó

en la iglesia católica los principios éticos y morales.9

Se reconoció la naturaleza infecciosa de la fiebre puerperal por Alexander Gordon

en el siglo XVIII. En 1843 Holmes enfatizó el rol del médico como vector de la

infección y proponiendo que el médico involucrado no debería de tomar parte de la

examinación de defunciones por fiebre puerperal. Cuatro años después, Ignaz

Semmelweiss, durante 1847 disminuyó la mortalidad materna en sus unidades

médicas a través de que su personal que se encargaba de atender partos no

realizara exámenes postmortem.

12
En 1847 se comenzó a utilizar el cloroformo, asimismo también se empezó a

utilizar el éter como anestésico, no fue sino hasta 1857 cuando John Snow

administró cloroformo a la reina Victoria que se utilizó más ampliamente.

La antisepsia de Lister disminuyó espectacularmente la muerte por sepsis en la

cirugía general y se introdujo en 1870 en la obstetricia en Suiza por Johan

Bischoff. En 1880 la antisepsia de Lister se adoptó en hospitales británicos y

americanos.

El desarrollo de la asepsia y la anestesia dio la pauta para la introducción de la

realización de cesáreas. El nombre “cesárea” probablemente no deriva de Julio

César, sino del latín Caedere, de cortar. La ley romana Lex Caesare declaraba

que aquella mujer que fallecía a finales del embarazo debería ser operada

inmediatamente y si el producto fallecía deberían ser enterrados por separado.

La primera cesárea realizada en épocas modernas se atribuye al suizo Jacob

Nufer, quien en 1500 obtuvo el permiso de las autoridades para operar a su

esposa después de encontrarse en trabajo de parto durante varios días,

posteriormente tuvo 5 partos vaginales.

A mediados del siglo XIX el índice de mortalidad incrementó y la realización de

cesáreas usualmente se acompañaba de histerectomías.7 La histerectomía

obstétrica se describió en los siglos XVIII y XIX, cuando en aquella época

prevalecía la idea de que el útero era una estructura indispensable para la vida,
13
siendo en 1868 cuando Horacio Robinson Storer realizó la primera histerectomía

durante una cesárea.10

En 1880 con el advenimiento de la asepsia, se realizaba una cirugía conservadora

“clásica” (incisión vertical en la parte superior del útero) se comenzó a utilizar de

manera más frecuente, sin embargo esta cirugía no sanaba adecuadamente, y es

en 1906 cuando se realiza la cesárea “moderna” en el segmento inferior del útero,

la cual presentaba menos riesgo de ruptura.

Por más de 1000 años, los obstetras manejaban los partos distócicos mediante la

extracción del producto por tracción podálica. Únicamente hasta el siglo 20 se

enseñó en las escuelas de medicina el cambio del término “partería” a

“obstetricia”, quizás porque el nombre latino parecía más académico que el

anglosajón que derivaba de mid, “medio” y wyf “mujer”.7

3. EPIDEMIOLOGÍA

Entre el 4 y el 5% de todos los partos se complican con una hemorragia posparto,

una de las principales causas de muerte materna y de complicaciones graves en

las primeras 24 h después del nacimiento.

La Organización Mundial de la Salud define la hemorragia puerperal como la

responsable del 25-30% de los casos de mortalidad materna por causas

obstétricas directas. El 99% de las muertes relacionadas con el embarazo, el parto

o el puerperio suceden en los países en vías de desarrollo.4

14
La hemorragia obstétrica se ha convertido en la causa principal de mortalidad

materna a nivel mundial y más del 50% de las muertes se relaciona con

hemorragias que pudieron ser evitadas, de acuerdo a diversos estudios cerca del

54% hasta un 93% de estas muertes pudieron haber sido prevenidas.

De acuerdo a estudios reportados hasta un 2.9% de todos los nacimientos se

complican con hemorragia obstétrica, siendo la atonía uterina la causa principal

(27.5%) en las hemorragias postparto, asociándose a diferentes factores, dentro

de estos edad materna avanzada, número de cesáreas, inducción del trabajo de

parto, embarazos múltiples y comorbilidades asociadas (diabetes e hipertensión

arterial).11

En el marco de la Declaración Mundial sobre la Supervivencia, la Protección y el

Desarrollo del Niño, en 1990, se estableció el compromiso de reducir la tasa de

mortalidad materna e infantil y de coadyuvar en la extensión de la cobertura de

atención a la salud; sin embargo, para el año 2000, la pobreza, el hambre, la

educación deficiente, las inequidades de género, los problemas sanitarios y la

degradación del medio ambiente motivaron la realización de la cumbre

Declaración del Milenio, que determinó ocho objetivos de desarrollo del milenio

(ODM) para alcanzarse en 2015. Debido a las tasas altas de mortalidad materna

se incluyó este indicador como el quinto objetivo del milenio, y consiste en mejorar

la salud materna estableciendo metas: 1) reducir la razón de mortalidad materna

(RMM) en 75% entre 1990 y 2015, y 2) lograr cobertura universal de la asistencia

15
especializada al parto para 2015. Hasta 2010, la disminución media anual fue

inferior a la reducción del 5.5% anual necesaria para alcanzar el objetivo.

Las principales causas de mortalidad materna en las regiones en vías de

desarrollo son: hemorragia e hipertensión, que en conjunto son responsables de la

mitad de todas las muertes de embarazadas y madres primerizas. Otras causas

directas, como obstrucciones en el parto, complicaciones por anestesia, cesárea y

embarazo, representan 11% de todas las muertes durante esta etapa.

Las causas indirectas, como malaria, VIH/SIDA y enfermedades cardiacas

corresponden a 18% de las muertes maternas. La mayor parte de esas muertes es

evitable a través de diversas intervenciones administradas por un profesional de la

salud bien capacitado con equipos y suministros adecuados.

Para México, la mortalidad materna representa un problema de salud pública;

comparada con la tasa observada en países como Estados Unidos o Canadá, la

supera por mucho y duplica la registrada en otros países latinoamericanos.

Del análisis de la información nacional destaca que 86% de las muertes ocurren

en unidades hospitalarias, y que 82% tienen que ver con la mala calidad de la

atención médica. Los resultados de investigaciones llevadas a cabo en distintas

poblaciones muestran que las mujeres que se embarazan a edades muy

tempranas o muy tardías tienen mayor riesgo de fallecer en ese proceso; lo mismo

sucede con las mujeres que viven en zonas rurales o en comunidades pequeñas,
16
cuya escolaridad es baja o nula, su fecundidad alta y carecen de pareja estable;

sin embargo, en México, la información proveniente de estadísticas vitales

muestra un panorama mixto donde, si bien se registran defunciones de mujeres

por causas maternas en edades extremas, la mayor parte se ubica a la edad de 25

a 34 años, es decir, en edades que son consideradas de menor riesgo para la

reproducción.1

Las hemorragias del tercer trimestre aparecen en el 4% de todas las gestaciones.

La placenta previa se asocia con “placenta acreta” en un 15% de los casos la cual

constituye la complicación más grave de la placenta previa y por tanto un mayor

riesgo de presentar hemorragia obstétrica.5

Pacientes con placenta previa se encuentran en un alto riesgo de presentar

sangrado y pudieran a llegar a requerir de estancias hospitalarias prolongadas con

la intención de disminuir la morbilidad y mortalidad perinatal asociada.11

4. FACTORES DE RIESGO

a) Factores maternos

o edad materna avanzada

o multiparidad

o antecedente de hemorragia puerperal en el parto anterior

o coagulopatías congénitas o adquiridas

o miomas uterinos.

17
b) Factores asociados al embarazo

o sobredistensión uterina (polihidramnios, gestación múltiple y

macrosomía fetal)

o condiciones que interfieren en una adecuada contractilidad uterina

(uso de fármacos tocolíticos)

o patología obstétrica asociada con hemorragia anteparto (placenta

previa, abruptio placentae)

o otras patologías, como la enfermedad hipertensiva del embarazo.

c) Factores asociados al parto

o parto prolongado o precipitado

o periodo expulsivo prolongado.

d) Factores socioeconómicos, sanitarios y culturales

o falta de infraestructura sanitaria y de formación adecuada por parte

de las personas que atienden los partos

o discriminación de la mujer

o precariedad en la maternidad en los países en vías de desarrollo

o falta de atención sanitaria durante la gestación, el parto y el

puerperio.4

18
5. ETIOLOGÍA

La hemorragia obstétrica puede deberse a diferentes causas las cuales pueden

dividirse de acuerdo a las semanas de gestación y de acuerdo al período

obstétrico.

De acuerdo a las semanas de gestación:

A) Hemorragia en la primer mitad del embarazo:

-aborto

-embarazo ectópico

-enfermedad trofoblástica gestacional

B) Hemorragia en la segunda mitad del embarazo:

-desprendimiento prematuro de placenta normoinserta

-placenta previa

-ruptura uterina

De acuerdo al período obstétrico:

A) Antes del parto:

-placenta previa

- desprendimiento prematuro de placenta normoinserta

-ruptura uterina

-vasa previa

B) En el puerperio precoz (primeras 24 hrs)

-atonía uterina

-traumatismo cervicovaginal
19
-retención de restos ovulares

-inversión uterina

C) En el puerperio tardío:

-retención de restos ovulares

-involución anormal del lecho placentario

-dehiscencia de la histerorrafia

D) Otras causas:

-coagulopatía congénita

-coagulopatía adquirida

-coagulación intravascular diseminada

-coagulopatía postransfusión2

Asimismo las causas de la hemorragia posparto se pueden clasificar según las

«4T»:

o Tono (atonía)

o Tejido (retención de restos)

o Trauma (lesiones del canal)

o Trombina (coagulopatías)

5.1 Alteración de la contracción uterina (TONO):

-Útero sobredistendido (gestación múltiple, polihidramnios y macrosomía).

-Músculo uterino exhausto (parto precipitado, parto prolongado y multiparidad).

-Infección intrauterina (fiebre intraparto, corioamnionitis y ruptura prematura de

membranas prolongada).

- Anomalía uterina (placenta previa y fibrosis uterina).

-Gran multípara (4-7 embarazos a término)


20
5.2. Retención de restos (TEJIDO):

- Retención de restos (alumbramiento incompleto).

- Placentación anómala (cirugía uterina previa: cesárea, miomectomía y legrados).

- Retención de cotiledones.

- Retención de coágulos (atonía uterina).

5.3 Trauma genital (TRAUMA):

-Dilatación cervical manual. -Dehiscencia de cicatriz uterina

- Parto por fórceps. previa.

-Parto precipitado.

-Ventosa extractora.

-Prolongación de histerotomía.

-Rotura uterina.

-Inversión uterina.

-Desgarros cervicovaginales.

-Desgarros complejos.

-Hematomas de la fosa isquio-rectal.

-Hematomas del ligamento ancho.

-Roturas segmentarias.

-Roturas complejas.

-Desgarros perineales.

-Hematomas vulvo-perineales.

-Hematomas peri-uterinos.

-Ruptura uterina cervical.

-Ruptura corporal.
21
5.4 Anomalías de coagulación hereditarias o adquiridas, y tratamientos

anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios (TROMBINA):

- Síndrome de HELLP

- Desprendimiento placentario

- Muerte fetal de largo tiempo (> 4hrs)

- Sepsis

- Embolia de líquido amniótico

-Coagulopatía por consumo

-Coagulopatía dilucional.4

6. PATOLOGÍAS PREDISPONENTES

6.1 Atonía uterina

Es la causa más frecuente de hemorragia del posparto inmediato, responsable del

50% de las hemorragias del alumbramiento y del 4% de las muertes maternas. Se

debe a una falta de contracción del útero después del parto, lo cual provoca una

pérdida de sangre continua desde el lugar donde estaba implantada la placenta.

En un 50% de los casos no se encuentra ningún factor predisponente; la medida

preventiva más eficaz para evitar su aparición es el manejo activo del tercer

periodo del parto.4

22
6.2 Placenta previa

Constituye la primera causa de hemorragia del tercer trimestre, aparece en 1: 125

a 1: 250 gestaciones, y las recidivas en posteriores embarazos son del 1-3%.Se

denomina placenta previa a la inserción de la placenta en el segmento inferior

uterino. Existen cuatro tipos:

1.- Placenta previa oclusiva total (o completa): cubre el orificio cervical interno

(OCI) totalmente.

2.- Placenta previa oclusiva parcial: cubre parte del OCI.

3.- Placenta previa marginal: el borde placentario llega justamente al OCI, sin

rebasarlo.

4.- Placenta previa lateral: está implantada en el segmento inferior uterino, sin

llegar al OCI, pero muy cerca de éste.

En las mujeres con hemorragia durante la segunda mitad del embarazo, siempre

debe sospecharse una placenta previa, no debe descartarse hasta la realización

de su estudio apropiado.

En el tacto vaginal, apreciaremos el signo del “almohadillado placentario” a través

de los fondos de saco vaginales, aunque debe realizarse sólo cuando sea

totalmente imprescindible y con toda la infraestructura necesaria para actuar en

caso de necesidad. La ecografía es hoy en día el diagnóstico principal con un

valor predictivo positivo del 93%.

23
Se deberá establecer diagnóstico diferencial con todas las causas que son

capaces de provocar metrorragia en el tercer trimestre, entre ellas:

 Rotura uterina: causa más común de la disrupción de una cicatriz de

cesárea previa. Hemorragia leve y estado general más grave.

 Rotura de vasos previos: se conoce como vasos previos a la inserción

velamentosa del cordón, que permite que los vasos funiculares cursen por

las membranas por delante de la presentación y atraviesen frecuentemente

el OCI.

 Rotura del seno marginal de la placenta: patología rara con placenta de

inserción normal, sangra más tardía y copiosamente con elevada

morbimortalidad materna y fetal.

 Amenaza de aborto prematuro: las contracciones pueden provocar una

ligera hemorragia, y se apreciarán modificaciones cervicales.

 otras: pólipos intracervicales, erosiones cervicales, cáncer de cerviz, varices

vaginales, vulvares o cervicales, cuerpos extraños, hemopatías,

degeneración miometrial uterina, e incluso enfermedad vesical e intestinal.

Se asocia con “placenta acreta” en un 15% de los casos, y constituye su

complicación más grave; esto es porque el segmento inferior uterino tiene escasa

reacción decidual de modo que las vellosidades penetran en su pared, haciéndola

más frágil y menos elástica.

24
Diagnóstico diferencial entre placenta previa (PP) y desprendimiento prematuro de

placenta (DPP)

Síntomas y signos Placenta previa Desprendimiento


prematuro de placenta

Inicio del cuadro Lento Brusco

Hemorragia Abundante, roja, líquida, Escasa, oscura, persistente,


repetitiva, proporcional al desproporcional al grado de
grado de shock shock

Dolor espontáneo o a la No Si
presión

Tono uterino Normal Hipertonía

Palpación de partes Si no
fetales

Monitorización fetal En general, normal Con frecuencia, signos de


sufrimiento fetal o muerte
fetal

Toxemia Escasa frecuente

Obtenido de: Maldonado, M . et. al. Hemorragias del tercer trimestre, SEMERGEN
2000; 26 (4):192-195.

6.3 Desprendimiento prematuro de placenta normoinserta

Se trata de la separación de la placenta de su inserción decidual, previa al

nacimiento del feto. Constituye la segunda causa de hemorragia del tercer

trimestre, las formas graves se encuentran en 1: 1 000 de todos los partos, en

forma subclínica 1: 100 gestaciones. El riesgo de recurrencia aumenta hasta 10

veces en sucesivos embarazos.

25
La causa primaria se desconoce, pero existen una serie de condiciones o

trastornos asociados:

1) Edad avanzada de la madre y multiparidad

2) Carencias nutritivas: ácido fólico, vitamina A, anemia.

3) Enfermedades vasculares: diabetes, nefropatías, HTA, preeclampsia.

4) Traumatismos externos: accidentes de tráfico, caídas.

5) Iatrogenia: versión externa, administración errónea de ciertas sustancias,

prueba de estrés.

6) Tabaco, alcohol, cocaína.

7) Malformaciones uterinas (mioma retroplacentario)

8) Brusca descompresión uterina al evacuar un hidramnios.

9) Cordón umbilical corto.

10) Hipofibrinogenemia congénita

11) Síndrome supino-hipertensivo

En el DPP la ausencia de hallazgos ecográficos indicativos de desprendimiento

no excluyen la presencia de éste.5

6.4 Desgarros del canal del parto

Representan el 20% de las hemorragias del alumbramiento, pueden tener lugar en

el cuello uterino, la vagina o la vulva y, en ocasiones, llegan a ocasionar grandes

hemorragias. Aunque se pueden presentar en cualquier tipo de parto, son más

frecuentes tras un parto instrumental, cuando el periodo expulsivo no está

controlado, o en los casos de un parto precipitado. Ante una hemorragia

26
persistente y con un útero contraído adecuadamente, es imprescindible la revisión

del canal blando del parto, que permitirá identificar la zona desgarrada y repararla.

Según su localización, los desgarros se clasifican del modo siguiente:

• Desgarros cervicales: son más frecuentes en los ángulos.

• Desgarros vaginales.

• Desgarros vulvares.

• Desgarros perineales (más frecuentes).

Se clasifican en grados de acuerdo a su afección:

- Grado I. Afectan a la piel y al tejido subcutáneo.

– Grado II. Afectan a los músculos perineales.

– Grado III. Afectan al esfínter externo del ano.

– Grado IV. Afectan a la mucosa rectal.

6.5 Hematomas

Suelen aparecer en la zona de desgarro o de la episiotomía, pueden estar por

debajo de la mucosa debido a una rotura vascular, incluso provocar un hematoma

disecante que se extiende hacia el ligamento ancho. En algunas ocasiones, es

preciso realizar una laparotomía, ya que el acceso por vía vaginal para localizar el

vaso sangrante es imposible.

27
6.6 Ruptura uterina

Se define como cualquier solución de continuidad de la pared uterina, producida

de forma espontánea o traumática. Su incidencia en los países desarrollados

oscila entre 1/1.500 y 1/2.000 partos. La presencia de una cesárea anterior es el

principal factor de riesgo asociado y su incidencia es mayor si la incisión fue

corporal, si se complicó con endometritis o fiebre en el postoperatorio, y si el

intervalo interembarazo después de la cesárea fue inferior a 6 meses. La tasa de

rotura tras dos cesáreas anteriores cuadruplica la que se produce en el caso de

una sola cesárea previa.

El diagnóstico precoz, la intervención quirúrgica inmediata, la disponibilidad de

sangre y la antibioterapia han mejorado sustancialmente el pronóstico materno-

fetal.

El tratamiento exitoso de la rotura uterina se basa en tres pilares fundamentales:

las medidas generales de soporte hemodinámico, el tratamiento quirúrgico y la

embolización angiográfica de los vasos pélvicos.

6.7 Inversión uterina

Es una invaginación del fondo uterino que puede prolapsarse a través del cuello

hasta la vagina, e incluso hacerse visible a través de la vulva. Es poco frecuente

pero grave. Actualmente la mortalidad ha disminuido hasta cifras cercanas al 1%,

siempre que se lleve a cabo una conducta activa y rápida, tras el diagnóstico

temprano.
28
Se describen cuatro grados de inversión uterina:

• Primer grado: el fondo uterino no pasa a través del cuello.

• Segundo grado: el fondo pasa a través del cuello y llega hasta la vagina.

• Tercer grado: el fondo llega hasta la vulva pero el cérvix queda en posición

normal.

• Cuarto grado: incluye el cérvix y los fondos de saco vaginales. Es una inversión

total del útero.

Es imprescindible la rapidez en el tratamiento, con reposición del útero y unas

medidas de sostén adecuadas con analgesia y anestesia apropiadas para el

control del dolor. Se han descrito distintas maniobras (maniobra de Harris,

maniobra de Johnson), que con ayuda del tratamiento farmacológico pueden evitar

la realización de intervenciones quirúrgicas vaginales (Spinelli) o abdominales

(procedimiento de Huntington).

6.8 Coagulopatías

Pueden ser alteraciones de la coagulación materna preexistentes, como la

hemofilia y la enfermedad de Von Willebrand, que requieren su tratamiento

específico durante el parto y el puerperio.

Pero además de estas posibles alteraciones, durante el alumbramiento se pueden

producir coagulopatías por dos mecanismos:

29
• Pérdida de factores de la coagulación debido a la hemorragia.

• Por un fenómeno de CID, debido al paso masivo de tromboplastina hacia la

circulación materna.

Clínicamente, debe sospecharse ante la aparición de púrpuras, petequias y

pérdida hemorrágica a través de las mucosas, los sitios de punción y la herida

quirúrgica.

Las pruebas del laboratorio nos pueden mostrar los siguientes fenómenos:

disminución de la antitrombina III, elevación del fibrinopéptido A, tiempo de

protrombina anormal, alargamiento del tiempo de tromboplastina parcial,

plaquetopenia, disminución del fibrinógeno y aumento de los productos de

degradación del fibrinógeno y D-dímeros, presencia de esquistocitos en frotis de

sangre periférica y leucocitosis.

El tratamiento consiste en abordar la causa desencadenante de la coagulopatía y

sustituir el déficit sanguíneo de acuerdo con las alteraciones en la analítica, según

el protocolo consensuado con el banco de sangre de cada hospital.4

6.9 Acretismo placentario

La placenta acreta en uno de los principales retos que se presentan en los países

desarrollados, pues su incidencia ha incrementado secundario al incremento de

nacimientos por operación cesárea. Una tercera parte de las pacientes en las que

se amerita de histerectomía postcesárea presentaban una placenta adherida.12

El acretismo placentario es la inserción anormal de parte o de toda la placenta,

con ausencia total o parcial de la decidua basal y anormalidad de la caduca


30
verdadera con penetración de las vellosidades coriales al miometrio. Es una de las

principales causas de hemorragia obstétrica, principalmente del post parto

inmediato, y que condiciona un importante riesgo de morbimortalidad materna, por

la patología misma, como también por el tratamiento aplicado.

Existen tres variedades de adherencia anormal de la placenta:

– Placenta acreta: es la adherencia anormal de una parte o de la totalidad de la

placenta a la pared uterina, sin que las vellosidades coriales penetren el

miometrio.

– Placenta increta: las vellosidades coriales penetran el miometrio.

– Placenta percreta: es la penetración de los elementos coriales hasta sobrepasar

la serosa del útero, pudiendo alcanzar órganos vecinos.

Por su extensión se reconocen tres tipos:

a) Focal: solo involucra pequeñas áreas de la placenta.

b) Parcial: uno o más cotiledones se involucran en el proceso.

c) Total: la superficie completa de la placenta esta anormalmente adherida.

El principal tratamiento es la histerectomía obstétrica total, debido a su frecuente

asociación con placenta previa y cicatrices de cesáreas previas.14

31
7. PREVENCIÓN DE LA HEMORRAGIA OBSTÉTRICA

Los puntos más importantes para disminuir la incidencia y/o gravedad de la

hemorragia obstétrica y a tal fin se deben:

o Confirmar la edad gestacional con la mayor precisión posible.

o Identificar los factores de riesgo para hemorragia obstétrica.

o Aconsejar el abandono del cigarrillo a las fumadoras.

o Disminuir la incidencia de parto después de cesárea.

La mayoría de los casos de hemorragia postparto ocurren durante el tercer

período del parto. Normalmente, en este período, los músculos del útero se

contraen y la placenta comienza a separarse de la pared uterina. Este período

dura aproximadamente de 5 a 15 minutos.

Siendo la atonía la principal causa de sangrado excesivo postparto, se aconseja la

administración de rutina de 10 UI de oxitocina luego del alumbramiento, vía

intramuscular o endovenosa lentamente, o 600 microgramos de misoprostol por

vía oral.

Debido a que cerca del 90% de las hemorragias postparto se deben a atonía

uterina, con el objetivo de disminuir la incidencia de la misma, se aconseja el

manejo activo del tercer período de trabajo de parto, lo cual reduce la incidencia

de hemorragia en más del 40%.

32
8. TRATAMIENTO

El período que sucede al nacimiento del bebé y a las primeras horas del postparto

es crucial en lo que se refiere a la prevención, el diagnóstico y el manejo del

sangrado. La hemorragia postparto temprana a menudo puede ser manejada con

atención obstétrica básica y esencial, pero cualquier retraso puede acarrear

complicaciones mayores que podrían requerir de una completa atención obstétrica

de emergencia.15

8.1 Manejo Activo del Tercer Período del Parto

La mayoría de los casos de hemorragia posparto ocurren durante el tercer período

del parto. Los volúmenes de sangre que se pierden dependen de la rapidez con

que esto ocurra. El tercer período generalmente dura de 5 a 15 minutos, si

transcurren más de 30 minutos, se considera que el tercer período del parto es

prolongado, lo que indica una posible complicación.

El manejo activo del tercer período del parto consiste en una serie de

intervenciones orientadas a acelerar la expulsión de la placenta a través del

aumento de las contracciones uterinas, y prevenir la hemorragia postparto

evitando la atonía uterina. Consisten en:

1) administrar una droga uterotónica dentro del primer minuto después del

nacimiento del bebé.

2) pinzar y cortar el cordón umbilical poco después del nacimiento del bebé.

33
3) aplicar tensión controlada del cordón umbilical, ejerciendo simultáneamente

contracción sobre el útero a través del abdomen.

Un meta-análisis de estos estudios, al que se puede acceder a través de la base

Cochrane y de la Biblioteca de Salud Reproductiva de la OMS, confirmó que el

manejo activo se asocia a una disminución de la pérdida de sangre a una baja en

los casos de anemia postparto y a una reducción de los casos que necesitan de

transfusión sanguínea, así como a una menor necesidad de usar drogas

uterotónicas terapéuticas.15

El enfoque terapéutico debe ser multidisciplinario, y es fundamental llevar a cabo

un conjunto de medidas generales, siguiendo una serie de pasos perfectamente

sistematizados. El tratamiento deberá ser progresivo y habrá que individualizar

cada caso para aplicar medidas específicas.16

El protocolo de actuación ante la hemorragia posparto deberá ser escalonado

como a continuación se recomienda:

PRIMER MANEJO OBSTÉTRICO MANEJO ANESTÉSICO


ESCALÓN
Identificar la causa 1. Administración de oxígeno en
1. Comprobar la expulsión de mascarilla en
la placenta e inspección flujos altos.
completa de ésta si se ha 2. Posición en cuña de Cardiff:
producido. colocar a la
2. Comprobar el tono uterino. paciente 15 grados en decúbito
3. Revisión manual de la lateral izquierdo
cavidad uterina. para minimizar la compresión
4. Revisión del canal del parto. aortocava por el
5.Laparotomía exploradora, útero puerperal.
puede ser necesaria en 3. Mantener la normotermia.
34
ocasiones para identificar la 4. Reposición de la volemia con
causa de la hemorragia. cristaloides
calientes (Hartmann) o coloides.
5. Transfusión de hemoderivados.
Medidas generales para el
control de la hemorragia

1. Sonda vesical permanente.


2. Compresión bimanual y
masaje uterino, puede
requerirse una compresión
prolongada durante 20-30 min.
3. Administración de fármacos
uterotónicos.
SEGUNDO MANEJO OBSTÉTRICO: MANEJO ANESTÉSICO
ESCALÓN medidas
específicas para controlar la
hemorragia
1.Reparación de laceraciones 1. Anestesia general.
(episiotomía, hematomas, 2. Monitorización invasiva de
desgarros cervicales o constantes.
vaginales, desgarros uterinos) 3. Evaluación de la respuesta.
2. Maniobra de Credé. 4. Corregir déficit de la coagulación.
3. Legrado puerperal.
4. Corrección de inversión
uterina.
5.Taponamiento uterino.
6. Compresión aórtica
temporal.
7. Ligadura bilateral de las
arterias uterinas.
8. Devascularización
progresiva del útero.
10. Ligadura bilateral de las
arterias hipogástricas.
11. Sutura en abrazadera de
B-Lynch.
12. Sutura hemostática de
Cho.
13. Histerectomía obstétrica.
RADIOLOGÍA UNIDAD DE VIGILANCIA
INTERVENCIONISTA INTENSIVA
Embolización radiológica de 1. Mantener monitorización invasiva.
vasos pélvicos y 2. Heparina de bajo peso molecular
uterinos. profiláctica.
3. Vigilancia y tratamiento de

35
complicaciones
Asociadas.
Obtenido de: Calle, C. et. al. Actitud terapéutica en la hemorragia posparto, Folia
clínica en obstetricia y ginecología 2010, 79: 40-48.

8.2 Uso del misoprostol en la hemorragia posparto

El misoprostol es un análogo de la prostaglandina E1 que se usa para una

variedad de indicaciones obstétricas y ginecológicas.

En 1988, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos aprobó

el uso del misoprostol con el nombre comercial de Cytotec® para prevenir la

úlcera gástrica en pacientes con uso prolongado de drogas antiinflamatorias no-

esteroideas.

Estudios realizados sobre regímenes de misoprostol para usos obstétricos y

ginecológicos han probado diversas vías de administración: oral, vaginal,

sublingual, bucal y rectal. La vía de administración más eficaz dependerá de la

indicación para la cual se están usando las tabletas de misoprostol. En estudios

sobre el tratamiento de la hemorragia postparto con misoprostol, la administración

rectal ha demostrado ser eficaz.

A medida que la gestación avanza, el útero se torna más sensible a los agentes

uterotónicos. Las dosis de misoprostol, por lo tanto, varían de acuerdo al tiempo

de gestación y a la indicación para la cual se use.

36
Algunos estudios han demostrado la eficacia de los regímenes de misoprostol oral

y rectal para la prevención y el tratamiento de la hemorragia postparto. No está

contraindicado para las mujeres con hipertensión.

De acuerdo a estudios realizados hasta la fecha sobre el uso de misoprostol para

la prevención de la hemorragia postparto, los resultados indican que es preferible

el uso de oxitocina en lugar de misoprostol para la prevención de la hemorragia

postparto y que podría salvar considerablemente más vidas. No obstante, algunos

investigadores han notado que el misoprostol constituye una importante opción de

respaldo en comunidades donde la oxitocina no está disponible.16

8.3 Manejo obstétrico: medidas especificas para controlar la hemorragia

1.- Reparación de laceraciones

 Episiotomía: deberá ser inmediatamente reparada

 Desgarros vaginales o cervicales. Se repararán mediante sutura

hemostática. Los que se extiendan a través del ligamento ancho en

ocasiones requerirán una laparotomía para su reparación y evacuación

 Hematomas. Deberán seccionarse para evacuar su contenido y explorar su

cavidad para localizar el punto sangrante. Posteriormente, se dejarán

abiertos para permitir el drenaje y evitar que un posible resangrado

permanezca encapsulado

37
 Desgarros uterinos. El abordaje quirúrgico para la reparación de desgarros

laterales o inferiores del útero implica el conocimiento de la ubicación

relativa de los vasos uterinos, la vejiga y los uréteres. Si el ángulo de la

laceración no alcanza el ligamento ancho ni los vasos uterinos, la

reparación es bastante sencilla; se logra la hemostasia con una sutura

continua reabsorbible comenzando más allá del ángulo de la laceración. Si

el desgarro alcanza los vasos uterinos, será necesario hacer una

hemostasia de éstos, teniendo presente siempre la proximidad del uréter

2.- Alumbramiento manual bajo anestesia. Debe realizarse en caso de no

conseguir la expulsión de la placenta. Si el plano de escisión para su

despegamiento no es completo, puede tratarse de un acretismo parcial, que

precisará un legrado puerperal. Si no se encuentra dicho plano de separación, se

diagnosticará un acretismo completo y se planteará la histerectomía.

3.- Compresión bimanual: compresión del utero con una mano en la vagina y otra

en la parte anterior del abdomen, ayuda a reducir el sangrado. 21

3.- Legrado puerperal con cuchara de Pinard. Deberá valorarse cuidadosamente

debido al riesgo de perforación. Se realizará si, mediante la exploración manual,

no es posible extraer fragmentos adheridos de placenta. Si las circunstancias lo

permiten, la evaluación mediante ecografía del útero puerperal puede seleccionar

a las pacientes candidatas a obtener beneficios de un legrado.

38
4.- Reposición de la inversión uterina. Requiere la reposición inmediata mediante

maniobras especiales (Harris, Johnson…), precisando a veces relajantes uterinos

y anestesia general, seguido de masaje uterino y administración de uterotónicos.

No debe realizarse el alumbramiento de la placenta si ésta no se ha desprendido

antes de haber completado la reposición del útero. Es excepcional el tratamiento

quirúrgico.

5.- Taponamiento uterino. Aunque es muy efectivo para el control de la

hemorragia, su uso es discutible. Sus principales objeciones son la posibilidad de

ocultar una hemorragia, así como el incremento del riesgo de infección. No

obstante, últimamente esta técnica vuelve a tomar protagonismo con la aparición

de nuevos taponamientos de silicona.15 Obteniéndose una tasa de éxito del 84%

con su uso.21

6.- Compresión aórtica. Permite controlar temporalmente un sangrado pélvico, con

lo que se gana el tiempo suficiente para corregir la hipotensión, contar con

ayudantes experimentados, identificar el origen de la hemorragia y planear el

abordaje quirúrgico. En mujeres jóvenes y sanas puede mantenerse durante

varios minutos sin ocasionar secuelas permanentes

7.- Ligadura bilateral de las arterias uterinas. Se realiza una sutura reabsorbible

con aguja grande alrededor de la porción ascendente de la arteria y la vena

uterinas, pasando a través del miometrio unos 2-4 cm medial a los vasos y a

través del área avascular del ligamento ancho


39
8.- Devascularización progresiva del útero (técnica de Tsirulnikov). Consiste en

disminuir progresivamente el aporte sanguíneo al útero mediante la ligadura

progresiva de los distintos vasos que lo irrigan. En un primer tiempo se ligan los

vasos uterinos, posteriormente los ligamentos redondos y, por último, los vasos

uterováricos

9.- Ligadura bilateral de las arterias hipogástricas. Para acceder a los vasos iliacos

internos, es necesario disecar el espacio retroperitoneal. Se aísla la arteria iliaca

interna y se procede a realizar una doble ligadura de seda a 2 cm de su origen

desde la arteria iliaca común. La ligadura de las arterias hipogástricas no es una

técnica fácil ni exenta de complicaciones, como la lesión de la vena iliaca y la

isquemia de los glúteos y las nalgas cuando se realiza la ligadura por encima de la

rama posterior. Además, su abordaje puede ser muy dificultoso, sobre todo en

presencia de hematomas, y puede lesionarse el uréter con facilidad. Su realización

impide la embolización arterial selectiva al impedir la vía de acceso.

10.- Sutura en abrazadera de B-Lynch. Se trata de una técnica descrita para la

resolución de la atonía uterina que se presenta en el transcurso de una cesárea.

Se exterioriza el útero y se comprime con ambas manos, mientras se comprueba

la disminución del volumen del sangrado vaginal para probar la efectividad de la

técnica. Utilizando una sutura reabsorbible gruesa con aguja grande, se

puncionará el miometrio a 3 cm bajo el borde inferior y 3 cm por fuera del borde

lateral derecho de la incisión. La sutura se llevará por la cara anterior rodeando el


40
fondo del útero a unos 3-4 cm del borde del cuerno derecho, y por la cara posterior

verticalmente para entrar en la cavidad uterina al mismo nivel que el primer punto.

Mientras se comprime bimanualmente el útero, se tensa la sutura y se lleva hacia

el lado izquierdo, realizando el mismo procedimiento de manera simétrica en el

lado contralateral, para finalmente anudar la sutura. La histerotomía se cierra

siguiendo la técnica habitual en las cesáreas. Este procedimiento puede resultar

útil en casos de atonía tras un parto vaginal. Las técnicas de B-Lynch, Haymans,

Pereira y Cho son utilizadas para ligar de manera bilateral la arteria uterina, con un

potencial hemostático equivalente al tratamiento de atonía uterina. De las técnicas

antes mencionadas, la de Cho y Pereira son superiores a la B-Lynch en casos de

placenta acreta.15,18

11.- Técnica de Cho. Consiste en aplicar puntos de sutura desde la serosa de la

cara anterior del útero hasta la serosa de la cara posterior en zonas sangrantes.

Puede ser especialmente útil en casos de atonía, placenta previa y placenta

acreta.18

12. Histerectomía obstétrica. Constituye el tratamiento quirúrgico definitivo para la

hemorragia posparto. Deberá realizarse cuando no puede ser controlada con otras

medidas. Es un tratamiento radical que impide una nueva gestación, y puede

acarrear importantes problemas psicológicos a la paciente. La técnica es, en

general, la misma que se emplea en cirugía ginecológica, aunque con algunas

peculiaridades:

41
• Se realiza habitualmente en una situación de urgencia y con inestabilidad

hemodinámica, por lo que debe acortarse el tiempo quirúrgico en la medida de lo

posible.

• Los pedículos del útero puerperal son gruesos y requieren una doble sutura, ya

que el riesgo de hemorragia es elevado. Por ello, la hemostasia debe ser muy

cuidadosa.

• El límite entre el cuello uterino y la vagina es difícil de identificar, especialmente

cuando durante el trabajo de parto se ha producido el borramiento y la dilatación

completa del cérvix uterino.

• Si se realiza una histerectomía total, las dificultades técnicas son mayores y la

intervención requiere más tiempo. Por ello, puede optarse por la histerectomía

subtotal y, si persiste la hemorragia en vasos cervicales, realizar una hemostasia

con puntos en X.

12.- Embolización radiológica de vasos pélvicos y uterinos: Ofrece una serie de

ventajas frente a los procedimientos quirúrgicos:

• Es una técnica mínimamente invasiva.

• No imposibilita una intervención quirúrgica posterior.

• Puede repetirse en caso de persistir o reaparecer el sangrado.

• Evita intervenciones radicales, preservando así la capacidad reproductiva.

• Es posible la preparación profiláctica en pacientes de riesgo.

42
Bajo anestesia local se coloca un catéter en la aorta a través de la arteria femoral,

y mediante fluoroscopia se obtiene un mapa arterial pelviano y se identifica el vaso

sangrante por extravasación del contraste, el cual se emboliza, o los vasos iliacos

internos si aquél no se identifica claramente. La elección del material empleado

para la oclusión del vaso depende de su calibre. Pueden colocarse piezas de

espuma de gelatina reabsorbible (Gelfoam) o partículas de polivinilo (Coils),

Aunque con mayor riesgo de necrosis distal. Para su traslado a la sala de

radiología intervencionista, la paciente debe estar más o menos estable desde el

punto de vista hemodinámico, y el sangrado no debe ser masivo. Los trastornos

de la coagulación no son una contraindicación para su realización. Es

absolutamente imprescindible la colaboración entre obstetras, anestesiólogos y

radiólogos.

Entre las complicaciones descritas se encuentran las propias de la angiografía,

además de las infecciosas e isquémicas. Estas últimas son poco frecuentes

gracias a la circulación colateral y al aumento de la vascularización en las ramas

distales de la arteria iliaca interna durante el embarazo. Se han descrito casos

aislados de necrosis musculares glúteas y de la pared vesical, así como isquemias

perineales y rectales.15.18

43
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La hemorragia obstétrica representa un grave problema de salud pública puesto

que es la urgencia en obstetricia que causa más muertes maternas en el mundo y

es la segunda causa de muerte en México y el Estado de México, precisando de

diagnóstico y tratamientos rápidos y oportunos en su atención, con una incidencia

muy variable del 3 al 10%, en los países latinoamericanos puesto que existen

subregistros que impiden conocer la verdadera magnitud del problema, por lo que

la mortalidad materna continúa siendo un problema de salud pública que involucra

factores como edad materna, multiparidad, patologías concomitantes del

embarazo, calidad de los servicios de salud, factores socioeconómicos, culturales

y demográficos.

En el Hospital de Ginecología y Obstetricia, IMIEM se carece de información en

relación con la morbilidad o mortalidad asociada a hemorragia obstétrica, motivo

por el cual considero necesario el identificar los principales factores de riesgo y

causas que se presentan en este centro hospitalario relacionadas con hemorragia

obstétrica para poder incidir benéficamente en la asistencia obstétrica de nuestras

pacientes.

De lo anterior expuesto, se planteó el siguiente cuestionamiento:

¿Cuál es la morbilidad y mortalidad materna relacionada con Hemorragia

Obstétrica en el Hospital de Ginecología y Obstetricia, del Instituto Materno Iinfantil

del Estado de México del 01 Julio del 2011 al 01 Agosto del 2012?

44
JUSTIFICACIÓN CIENTÍFICA

El Estado de México encabeza la lista de las principales entidades en nuestro país

con mortalidad materna, las causas de muerte más frecuentes se relacionan con

hipertensión arterial, seguidas de hemorragias obstétricas; representan un

porcentaje muy elevado que invariablemente nos obliga a efectuar histerectomía

obstétrica, por lo que es importante identificar si existen y cuáles son los factores

de riesgo para que se presente hemorragia obstétrica en pacientes del Hospital de

Ginecología y Obstetricia IMIEM.

JUSTIFICACIÓN POLÍTICA

La tasa de mortalidad materna en el Estado de México es de 62.2% por cada 100

mil nacidos vivos y ocupa el primer lugar en el país. Al revisar las estadísticas de

muerte materna en el plan llamado “Arranque parejo” del gobierno federal, donde

se estadifica como la segunda causa de muerte a la hemorragia obstétrica,

consideramos de vital importancia este tipo de estudios debido a que estos

pueden aportar con bases científicas la posibilidad de la reducción de la

morbimortalidad materna, la salud materna y perinatal, siendo hoy en día una de

las principales prioridades del Estado mexicano, asi mismo disminuir los costos

ocasionados por esta entidad en nuestra población.

En el hospital de Ginecología y Obstetricia del IMIEM, una de las mayores

complicaciones durante el parto o cesárea es la hemorragia obstétrica, utilizando

como medida preventiva el manejo activo del tercer periodo de trabajo de parto,

así como el uso de uterotónicos, para el control de la hemorragia obstétrica, como

45
oxitocina, ergonovina, misoprostol, y actualmente carbetocina, sin embargo

cuando estas medidas fallan, se realiza tratamiento quirúrgico con histerectomía

obstétrica, por lo tanto se pretende realizar una evaluación objetiva en el manejo

de la hemorragia postparto.

JUSTIFICACIÓN ADMINISTRATIVA

El conocimiento de la incidencia con que se presenta la hemorragia obstétrica y

que obliga a una histerectomía obstétrica, así como a sus factores de riesgo se

vuelven muy importante ya que motivará a que se mantenga una vigilancia

estrecha en aquellas pacientes que cuentan con factores predisponentes, así

como la revisión y propuesta de mejores métodos anestésicos y quirúrgicos

redundarán en la disminución de la morbimortalidad de las pacientes, y por lo

tanto la disminución de días de cama, de consumo de insumos, de disminución de

horas de médico, de personal de enfermería, de complicaciones, terapia intensiva

y administrativos que invariablemente disminuirán los gastos de nuestra

institución.

46
HIPÓTESIS

HIPÓTESIS DE TRABAJO

Existen factores de riesgo relacionados con mayor incidencia de morbilidad y

mortalidad materna asociadas a hemorragia obstétrica en el Hospital de

Ginecología y Obstetricia IMIEM.

47
OBJETIVOS

Objetivo general

Identificar la morbilidad y mortalidad de Hemorragia obstétrica en el Hospital de

Ginecología y Obstetricia del IMIEM del 1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del

2012.

Objetivos específicos

1. Determinar la frecuencia de partos vía vaginal y mediante operación

cesárea que se atendieron durante el periodo de estudio para

determinar la incidencia de Hemorragia obstétrica.

2. Obtener la edad materna y edad gestacional de las pacientes que

presentaron Hemorragia obstétrica.

3. Evaluar los antecedentes obstétricos de las pacientes en quienes se

presentó Hemorragia obstétrica.

4. Establecer los factores de riesgo más frecuentes en las pacientes que

presentaron Hemorragia obstétrica.

5. Señalar en qué procedimiento obstétrico se presentó con mayor

frecuencia hemorragia.

6. Determinar el porcentaje de descenso del Hematócrito y el grado de

presentación de Choque Hipovolémico en pacientes que presentaron

Hemorragia obstétrica.

7. Precisar los factores de riesgo para histerectomía obstétrica y su

frecuencia.

48
8. Especificar cuáles son los medicamentos y tratamiento utilizados para

el control de la Hemorragia obstétrica.

49
MATERIAL Y MÉTODOS

Se realizó un estudio de análisis de casos de tipo descriptivo, retrospectivo,

observacional y transversal, en pacientes que presentaron cómo complicación

hemorragia obstétrica en el periodo comprendido del 1 o de Julio 2011 a 1o de

agosto 2012 en el Hospital de Ginecología y Obstetricia IMIEM

Incluyendo pacientes con un rango de edad entre 14 – 45 años que aceptaron

participar en el estudio. Se eliminaron a las pacientes que decidieron dejar de

participar en el estudio.

Se diseñó una hoja específica recolectora de datos para el estudio, la cual

contenía respuestas codificadas para la posterior captura en la base de datos

(Anexo 1)

Previa autorización del protocolo por el comité de enseñanza, investigación y ética

del Hospital de Ginecología y Obstetricia IMIEM y previa firma de consentimiento

bajo información (Anexo 2) se ingresó a las pacientes que cumplieron los criterios

de inclusión.

Se revisó la historia clínica obstétrica de cada paciente, consignando los datos en

la hoja recolectora previamente diseñada para el estudio, determinando edad,

antecedentes obstétricos, vía de resolución de evento obstétrico, su manejo y

evolución.

Posteriormente se elaboró una base de datos para su análisis estadístico. El

análisis estadístico se realizó con SPSS v. 15 para Windows. Se obtuvo

50
estadística descriptiva, con medidas de tendencia central y dispersión, para

variables cualitativas nominales frecuencia y porcentaje. Se presentaron los

resultados en tablas y gráficas.

51
OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES

VARIABLE Definición conceptual


Definición Tipo de variable Escala de
Operacional medición
Edad El periodo de vida Tiempo que ha vivido Cuantitativa Años
desde el nacimiento una persona partir de Disctreta enteros
hasta el momento su nacimiento en años
actual enteros.

Gestas Embarazos que ha Número de embarazos Cualitativa 1.-


tenido una mujer. que tiene una Nominal Primigesta
paciente. Dicotómica (0-1)
2.-
Multigesta
(>2)
Partos Suma de fuerzas Número de Cualitativa 0=NINGUN
ejercida por las nacimientos vaginales Nominal O
contracciones que que ha tenido una Politmica 1= UNO
promueve la expulsión mujer. 2= DOS O
de producto viable por MÁS
vía vaginal

Cesáreas Intervención quirúrgica Nacimientos por vía Cualitativa 0= CERO


en la que se realiza una transabdominal que Nominal 1= UNO
incisión en el abdomen tiene una mujer Politómica 2= DOS O
y del útero MÁS
produciéndose el
nacimiento
transabdominal.
0= CERO
1= UNO
2= DOS O MÁS
Cesárea Es la que se practica en Nacimientos por vía Cualitativa 1= SI
iterativa una paciente con transabdominal que Nominal 2= NO
antecedentes de dos o tiene una mujer en 2 o Dicotómica
más cesáreas. más ocasiones.

Cesárea Es aquella cirugía Nacimientos por vía Cualitativa 1= SI


previa transabdominal en la transabdominal que Nominal 2= NO
existe el antecedente tiene una mujer con Dicotómica
de una cesárea obtención previa del
anterior. producto por vía
cesárea.

52
Abortos 0= CERO
Interrupción inducida o Expulsión del producto Cualitativa 1= UNO
espontánea del de la gestación Nominal 2= DOS O
embarazo antes de que durante las primeras Politomica MÁS
el feto pueda vivir fuera 20 semanas de
del organismo materno. embarazo y un peso
menor de 500g.

VARIABLE Definición conceptual Definición Tipo de variable


Operacional
Hemorragia Pérdida sanguínea en Pérdida sanguínea Cualitativa
obstétrica cantidad variable que durante el embarazo, Nominal
puede presentarse parto o puerperio Categórica
durante el estado mayor de 500 ml en un
grávido o puerperal parto vaginal mayor de
proveniente de 1000 ml en cesárea.
genitales internos o
externos.

Hemorragia Pérdida de sangre Hemorragia que se Cualitativa 1=


postparto mayor a 500 ml produce después del Nominal Presente
postparto, secundaria a parto secundaria a Dicotómica 2= Ausente
retención de retención de
fragmentos fragmentos
placentarios, placentarios,
laceraciones del cuello laceraciones del cuello
o vagina, subinvolución o vagina,
de la herida placentaria subinvolución de la
intrauterina. herida placentaria
intrauterina.
Hemorragia Pérdida de sangre Hemorragia que se Cuantitativa 1=
postcesárea mayor a 1000 ml produce después de continua Presente
postcesárea secundaria cesárea secundaria a 2= Ausente
a retención de retención de
fragmentos fragmentos
placentarios, placentarios,
subinvolución de la subinvolución de la
herida placentaria herida placentaria
intrauterina. intrauterina.
Trabajo de Suma de fuerzas Proceso comprendido Cualitativa 1=
parto ejercida por las entre el comienzo de Nominal Presente
contracciones que la dilatación del cuello Dicotómica 2= Ausente
promueve la expulsión uterino y la expulsión
de producto viable por de la placenta.
vía vaginal.

53
Legrado Curetaje de la cavidad Raspado o limpieza de Cualitativa 1= SI
uterino endometrial. la cavidad endometrial Nominal 2= NO
mediante una legra. Dicotómica

Shock Estado crítico en el que Perfusión tisular Cualitativa 0=NO


hipovolémico la perfusión hística se deficiente secundario Nominal 1= GRADO
torna insuficiente por a pérdida de volumen Politómica I ( hasta
pérdida de volumen sanguíneo circulante. 750 ml)
circulante. 2= GRADO
0=NO II ( 750 ml a
1= GRADO I ( hasta 1500 ml)
750 ml) 3= GRADO
2= GRADO II ( 750 ml a III( 1550 ml
1500 ml) a 2000 ml)
3= GRADO III( 1550 ml 4= GRADO
a 2000 ml) IV( > DE
4= GRADO IV( > DE 2000 ml)
2000 ml)
Muerte Término estadístico, Pérdida materna por Cualitativa Porcentaje
materna que refiere muerte de complicaciones en la Nominal
una mujer durante el gestación.
embarazo, parto o
puerperio.
Morbilidad Frecuencia con la que Frecuencia con la que Cualitativa Porcentaje
materna se produce una se produce una Nominal.
enfermedad o anomalía enfermedad durante la
en una mujer durante el gestación.
embarazo, parto o
puerperio.

54
IMPLICACIONES ÉTICAS

El estudio está basado en el código de Nuremberg de 1947 y la declaración de

Helsinki de 1975, y en las pautas internacionales para la investigación biomédica

va relacionada con seres humanos de 1982, por ser un estudio observacional no

tiene implicaciones éticas.

La información se manejará con alta confidencialidad, resguardando datos

personales y toda información directa del expediente clínico de cada paciente de

acuerdo a la NOM-168SSA1-1998, del expediente clínico.

Para fines de publicación los autores serán:

1. M.C María Eugenia Margarita Mendoza Juárez

2. E. en G.O y O.G Gabino Hurtado Estrada

3. Dra en C.S Rosa Virgen Pardo Morales

4. Dr en C. y E. en G.O Víctor Manuel Elizalde Valdés

55
RESULTADOS

Fue un total de 100 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión para el

estudio, en el periodo comprendido del 01 Julio 2011 al 01 Agosto 2012 en el

Hospital de Ginecología y Obstetricia IMIEM.

En la tabla número 1 se observa que la edad de mayor presentación de

hemorragia obstétrica fue el rango de 20 a 29 años con un 53% del total de

pacientes incluidas en el estudio, y la edad de menor presentación fue pacientes

mayores de 40 años con un 4% del total.

Tabla 1. Edad de pacientes con Hemorragia obstétrica en frecuencia y porcentaje

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del MIEM.

Edad Frecuencia Porcentaje


< 20 años 28 28%
20 a 29 años 53 53%
30 a 39 años 15 15%
>40 años 4 4%
Fuente: Expedientes Clínicos

56
En la tabla número 2 se observa que en relación a los antecedentes obstétricos, el

mayor porcentaje corresponde a multigestas con un 56% del total y el 44%

restante a primigestas.

Tabla 2. Antecedentes Obstétricos de pacientes con Hemorragia obstétrica en

frecuencia y porcentaje

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del IMIEM.

Antecedentes
obstetricos Frecuencia Porcentaje
Primigesta (0-1) 44 44%
Multigesta (>2) 56 56%
Fuente: expedientes clinicos

57
En el gráfico numero 1 se observa que respecto a la edad gestacional, el

porcentaje de mayor presentación fue embarazos de termino con un 85% del total

de pacientes, y el de menor presentación fue el 2% correspondiente a embarazos

pretérmino.

GRÁFICO 1. Edad gestacional de pacientes con Hemorragia obstétrica

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del IMIEM.

Pretermino Termino Postermino

2%
13%

85%

Fuente: Expedientes clínicos

58
En la tabla número 3 se observan los principales factores de riesgo encontrados,

siendo el de mayor frecuencia el 49% sin ningún factor de riesgo, seguido con un

16% correspondiente a la multiparidad.

Tabla 3. Factores de riesgo obstétricos de pacientes con Hemorragia obstétrica en

frecuencia y porcentaje.

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012.

HGO del IMIEM.

Factores de riesgo
obstétricos Frecuencia Porcentajes
multiparidad 16 16%
placenta previa 1 1%
acretismo placentario 1 1%
DPPNI 1 1%
RPM 4 4%
parto precipitado 1 1%
cesárea previa 9 9%
preeclampsia 8 8%
gemelar 2 2%
óbito 1 1%
placenta previa +
preeclampsia 1 1%
acretismo+cesárea previa 1 1%
iterativa + placenta previa 1 1%
placenta previa + RPM 1 1%
Macrosomía 3 3%
Ninguno 49 49%
Fuente: Expedientes clínicos

59
En la tabla número 3 se observa el porcentaje de vía de resolución del embarazo,

siendo un 76% vía vaginal y 24% mediante cesárea.

Tabla 3. Resolución del embarazo actual de pacientes con Hemorragia obstétrica

en frecuencia y porcentaje

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del IMIEM.

Resolución del embarazo


actual Frecuencia Porcentaje
Parto 76 76%
Cesárea 24 24%
Fuente: Expedientes clínicos

60
En el gráfico número 2 se observa que el descenso de hematócrito del 10-20% fue

el de mayor presentación, con un 59% del total de pacientes, y más del 20% con

menor frecuencia correspondiente al 5%.

GRÁFICO 2. Descenso del hematocrito de pacientes con Hemorragia obstétrica

en porcentaje

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del IMIEM.

70

60
59%
50

40

30
28%
20

10
5%
8%
0
<10% 10-20% >20% no cuantificable

Fuente: Expedientes clínicos

61
En el gráfico numero 3 se observa que el grado II de choque fue el de mayor

presentación, con un 47% del total de pacientes, y el grado IV con menor

frecuencia con un 8%.

Gráfico 3. Cantidad de sangrado de pacientes con Hemorragia obstétrica en

porcentaje

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del IMIEM.

47%
50
36%
40

30

20
9% 8%
10

0
GRADO I GRADO II GRADO III GRADO IV

Fuente: Expedientes clínicos

62
En la tabla número 4 se observa que el 15% de las pacientes amerito manejo

quirúrgico y el resto un 85%, solo manejo conservador.

Tabla 4. Tratamiento utilizado en pacientes con Hemorragia obstétrica en

frecuencia y porcentaje

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del IMIEM.

Tratamiento
utilizado Frecuencia Porcentaje
quirúrgico 15 15%
conservador 85 85%
Fuente: Expedientes clínicos

63
En el gráfico número 4 se observa que el 85% del total de pacientes ameritó

tratamiento conservador y el 15% restante manejo quirúrgico.

Gráfico 4. Tratamiento utilizado en pacientes con Hemorragia obstétrica en

porcentaje

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del IMIEM.

quirúrgico

conservador

15%

85%

Fuente: Expedientes clínicos

64
En la tabla número 5 se observa las pacientes que ameritaron histerectomía,

siendo un total del 11%, y él 89% restante de pacientes no requirieron cirugía.

Tabla 5. Pacientes con Hemorragia obstétrica que ameritaron Histerectomía en

frecuencia y porcentaje

1° de Julio del 2011 al 1° de Agosto del 2012

HGO del IMIEM.

¿Ameritó histerectomía? Frecuencia Porcentaje


no 89 89%
si 11 11%
Fuente: Expedientes clínicos

65
En la tabla número 6 se observa la comparación de pacientes que ameritaron

Histerectomía, en base a la vía de resolución; siendo el 54.5% el de mayor

frecuencia mediante parto y el 45.5% vía cesárea.

Tabla 6. Vía de resolución del embarazo de pacientes con hemorragia obstétrica

que ameritaron Histerectomía durante el período comprendido del 1° de Julio del

2011 al 1° de Agosto del 2012, en el Hospital de Ginecología y Obstetricia, IMIEM.

Vía de resolución del


embarazo Frecuencia Histerectomía Porcentaje
Parto 76 6 54.50%
Cesárea 24 5 45.50%

Fuente: Expedientes clínicos

66
DISCUSIÓN

En el estudio realizado en el Hospital de Ginecología y Obstetricia IMIEM durante

el periodo de estudio, hubo un total de 11323 nacimientos de los cuales 7230

fueron resolución via vaginal (63.9%) y 4093 resolución vía cesárea (36.1%). Fue

un total de 100 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión para este

estudio, lo que corresponde al 0.9% del total.

El embarazo y el parto implican serios riesgos para la salud, incluso en aquellas

mujeres sin problemas de salud preexistentes, de acuerdo a Sherris,J. 2002

aproximadamente el 40% de las embarazadas sufren de problemas asociados al

embarazo, y el 15% presenta complicaciones que tienen secuelas en el largo

plazo o que ponen en peligro sus vidas13, y conforme a estimaciones de la

Organización Mundial de la Salud (OMS), durante 1995 cerca de 515.000 mujeres

murieron a causa de complicaciones asociadas al embarazo y al parto, la mayoría

de estas muertes en países en desarrollo. Más de la mitad de las muertes

maternas, ocurren dentro de las primeras 24 horas posteriores al parto, siendo la

causa más frecuente hemorragia obstétrica. Por lo que es de suma importancia

conocer los factores de riesgo en pacientes atendidas en el Hospital de

Ginecología y Obstetricia IMIEM, para disminuir la morbilidad y mortalidad

originada por esta entidad; ya que el total de pacientes atendidas fue significativo

en el periodo de estudio.

67
La hemorragia posparto puede ser causada por una o diferentes situaciones,

como atonía uterina, retención placentaria, implantación anormal de la placenta,

trauma genital o alteraciones en la coagulación. El conocimiento sobre la patología

desencadenante de la hemorragia es crucial para poder obtener información y

elaborar guía terapéuticas.

De acuerdo a Briones, J. Díaz de León, M. Meneses, J. el Estado de México se

encuentra entre los 10 estados con mayor mortalidad materna en el país, con una

tasa de 7.3% superior al promedio nacional, y las principales causas son las

complicaciones hipertensivas de la gestación, seguida de hemorragias durante el

embarazo, parto y puerperio. En el año 2000 se observó que el grupo de edad de

mujeres entre 20 y 29 años incluye a prácticamente la mitad de las muertes y que

76% de las muertes maternas ocurrió en instituciones del sector salud de

asistencia social, se estimó que 2 de cada 10 embarazos son de alto riesgo.29

Además se encontró que los grupos de edad con mayor factor de riesgo fue el de

entre 20 y 30 años de edad, grupo considerado como edad ideal reproductiva.29 Lo

que concuerda con los hallazgos en el estudio realizado en el Hospital de

Ginecología y Obstetricia IMIEM, con un 53% del total de las pacientes en ese

rango de edad. Los extremos de la vida, menores de 20 años y mayores de 40

años, considerando ya con un riesgo implícito por la edad y falta de condiciones

biológicas ideales para un embarazo.

68
La edad gestacional promedio de las pacientes que presentaron hemorragia

obstétrica corresponde en un 85% a productos de término, es decir entre las 37 y

42 semanas de gestación.

Dentro de los principales antecedentes obstétricos de nuestra población cabe

destacar la presencia de antecedente de por lo menos una cesárea previa en un

15% de las pacientes, sin embargo hasta un 44% de las pacientes eran

primigestas.

De acuerdo a Sosa et. al. en un estudio multicéntrico en una cohorte prospectiva

de mujeres latinoamericanas con el objeto de evaluar los factores de riesgo para la

histerectomía obstétrica después del parto vía vaginal. Se encontró que los

factores de riesgo asociados con mayor significancia con los casos de

histerectomía obstétrica por hemorragia moderada fueron retención placentaria

33.3%, gestación múltiple 20.9%, macrosomía 18.6%, episiotomía 16.2% y otros

11%. Derivado de sus resultados, estos autores concluyeron que la mayor parte

de los factores de riesgo se relacionan con el segundo y tercer estadio del parto. 30

Los principales factores de riesgo de las pacientes del Hospital de Ginecología y

Obstetricia, IMIEM que presentaron hemorragia obstétrica difieren en nuestra

población y se mencionan factores maternos como la multiparidad (16%) y

relacionados al embarazo por sobredistensión uterina (embarazo gemelar 2% y

macrosomía fetal 3%), patología obstétrica asociada con hemorragia anteparto

69
(placenta previa 1%), otros factores asociados al parto (parto precipitado 1%) y

otras patologías (como la enfermedad hipertensiva del embarazo 8%).

En este estudio se encontró que el 87% de las pacientes se enviaron a

hospitalización y 13% a la unidad de cuidados intensivos, no habiendo muerte

materna en este rubro de las pacientes atendidas en este hospital. Once pacientes

ameritaron de histerectomía obstétrica y de acuerdo a los reportes de patología 4

casos reportaron miometritis, 3 casos de placenta acreta, 2 casos de placenta

increta y otros 3 no se encontró el reporte de patología. No se encuentra una

diferencia significativa respecto al riesgo de histerectomía de acuerdo a la vía de

resolución con un 54.5% de pacientes postparto que terminaron con histerectomía

y 45.5% postcesárea. Asimismo encontramos que se presenta una hemorragia de

mayor severidad en las pacientes que tuvieron como resolución al nacimiento vía

abdominal (cesárea).

70
CONCLUSIONES

Los factores de riesgo asociados a hemorragia obstétrica fueron principalmente

multiparidad, preeclampsia, ruptura prematura de membranas y cesárea previa.

No obstante, un porcentaje importante de hemorragias postparto ocurren en

mujeres que no presentan factores de riesgo que puedan identificarse. La

mortalidad materna podría ser evitada en un alto porcentaje mediante la

identificación temprana de factores de riesgo de las pacientes, lo que permitiría

establecer un nivel de prevención primaria en la población con mayor riesgo, el

reconocimiento clínico de las manifestaciones iniciales y por lo tanto, el

tratamiento oportuno.

Una de las principales limitaciones con las que se encontró es la variabilidad de

definiciones aplicadas por los tratantes, así como no contar con una definición

estándar sobre la cuantificación del sangrado.

A medida que más proveedores de salud tengan acceso, a través de nuevas

pautas nacionales, a la información necesaria para prevenir y manejar la

hemorragia posparto, más mujeres podrán recibir la atención obstétrica que

necesitan.

La hemorragia posparto es una causa rápida e impredecible de muerte materna a

nivel mundial, la información actual indica que en aquellos lugares donde se


71
cuenta con asistentes de parto capacitados, equipo necesario, manejo activo del

tercer período del parto reducirá significativamente la incidencia de casos de

hemorragia posparto, y en aquellos casos que no puedan prevenirse realizar una

intervención inmediata de proveedores de salud debidamente capacitados y

preparados.

En aquellos lugares con altas tasas de mortalidad materna y recursos limitados, la

introducción de prácticas de bajo costo basadas en la evidencia para prevenir y

manejar la hemorragia postparto puede mejorar la supervivencia materno-infantil.

72
RECOMENDACIONES

Al encontrar y analizar los resultados obtenidos en esta tesis la recomendación

que se puede aportar para el mejor manejo de las pacientes con factores de riesgo

para hemorragia obstétrica son:

 Control prenatal oportuno desde los centros de salud, así como el envío a

hospitales de segundo y tercer nivel, a las pacientes identificadas con

factores de riesgo para hemorragia obstétrica.

 Unificación de criterios para determinar el riesgo y su clasificación, de esta

forma identificaríamos a las pacientes y se preverían complicaciones

futuras.

 Capacitación contínua en el manejo de hemorragia obstétrica e

identificación de factores de riesgo y causas.

 Promoción de los métodos de planificación familiar.

 Manejo multidisciplinario en pacientes con factores de riesgo y causas de

hemorragia obstétrica.

 Envío oportuno de las pacientes procedentes de las unidades de referencia.

73
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76
29. Briones, J. Díaz de León, M. Meneses, J. Estrategias para reducir la

mortalidad materna Hospitalaria en el Estado de México, Revista de la

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30. Sosa, C. et. al. Risk factors for postpartum hemorrhage in vaginal deliveries

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86: 223-227.

77
ANEXOS

Anexo 1: HOJA DE CAPTACIÓN

# EXPEDIENTE
CLÍNICO
NOMBRE:
EDAD DE LA PACIENTE:_______________ años
ESCOLARIDAD:_______________EDO.CIVIL:____________
EDAD GESTACIONAL _________________ semanas CONTROL
PRENATAL:_______# consultas
GESTAS Primigesta (0-1) 1 ____ Multigesta (1 o más) 2__
Multiparidad:________ Cesárea previa:_______ Multiparidad y cesárea
previa:________

FACTORES DE RIESGO
OBSTÉTRICOS:

Inducción de Trabajo de parto Prolongación del 3er período


trabajo de parto prolongado de trabajo de parto

Muerte
Placenta previa Polihidramnios Acretismo DDPNI fetal Ninguno

2 o más factores:________________________

Terminación del embarazo


actual: Sangró: ______SÍ_______NO
Cantidad: __________ml
PARTO Ameritó histerectomía: ______SÍ_______NO
Tratamiento utilizado:
CESÁREA _________conservador________quirúrgico

FALLECIÓ LA PACIENTE:_______SÍ_______NO
DÍAS DE HOSPITALIZACIÓN:_________DÍAS
AMERITÓ TERAPIA
INTENSIVA:_______SÍ______NO

78
ANEXO 2:

HOSPITAL DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA

HOJA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO Y AUTORIZACION VOLUNTARIA


PARA REALIZAR CIRUGIA OBSTETRICA Y/O GINECOLOGICA

Toluca, Estado de México a _____ del mes de __________________ de _______.

La que suscribe C. ____________________________________ de ______ años


de edad y con expediente clínico No. _______________

Solicita y autoriza al personal médico del Hospital de Ginecología y Obstetricia del


IMIEM a realizar el procedimiento Médico-Quirúrgico denominado:

Episiotomía _____ Cesárea _____ Dx. _______________ Laparotomía _____, Dx.


_______________ Histerectomía _____ Dx. _______________ Histerectomía
Obstétrica _____ Dx. _______________ Ligadura de Arterias Hipogástricas _____
Dx. _______________ Revisión de cavidad uterina y/o del conducto del parto
_____ Dx. _______________ Legrado Uterino Instrumental _____ Dx.
_______________ Aplicación de fórceps _____ Dx. _______________ Tipo
_______________ Analgesia Obstétrica _____ Histerectomía Abdominal _____
Vaginal _____ Dx. _______________ Resección de Ovario(s) _____ Dx.
_______________ Resección de Trompa(s) Uterina(s) _____ Dx. _____________
Resección de Quiste de Ovario(s) _____ Dx. _______________ Resección de
Tumor de Útero ( mioma) _____ Dx. _______________ Corrección de la
incontinencia Urinaria, descenso de vejiga y piso perineal _____ Suspensión de
vejiga y uretra descendida _____ Dx. _______________ Laparoscopia _____ Dx.
_______________ Resección de varices _____ Dx. _______________ Resección
de vesícula biliar _____ Dx. _______________ Hernioplastía _____ Dx.
_______________ resección de Tumor de Mama Benigno _____ maligno _____
Mastectomía _____ Dx. _______________ Otros padecimientos ______________
Dx. _______________.

Declaro y reconozco que me han proporcionado información amplia y detallada


sobre las indicaciones precisas de mi padecimiento y la intervención medico-
quirúrgica que se propone para resolver y corregir mi padecimiento, estoy
consciente que dicho procedimiento quirúrgico y la técnica a realizar representan
implícitamente riesgos o complicaciones trans y postoperatorias.

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Estoy consciente que toda intervención quirúrgica tanto por la propia técnica
quirúrgica a emplear, como la existencia de otros padecimientos o enfermedades
(Atonía Uterina, Acretismo placentario, Infecciones Sistémicas o localizadas al
aparato genital, Anemia, Cardiopatía, Diabetes, Hipertensión, Obesidad, Edad
Avanzada, Otros, etc.) lleva implícito una serie de complicaciones comunes y
potencialmente serias que podrían requerir tratamientos complementarios, tanto
médicos como quirúrgicos, así como un mínimo porcentaje de mortalidad.

Entiendo que las complicaciones de las intervenciones quirúrgicas mas frecuentes


son: infecciones de vías urinarias de la herida quirúrgica de pared abdominal,
vaginal, perineal o pélvica con posible evolución febril, hemorragias trans y
postoperatorias con la posibilidad de requerir transfusión, lesión accidental a
órganos vecinos localizados en cavidad pélvica, posibles fistulas y que a largo
plazo se pueden presentar prolapso de cúpula vaginal (descenso) o hernias post
incisionales (abdomen) así como patologías de ovarios cuando estos fueron
conservados.

También entiendo y acepto que si en el momento del acto quirúrgico surgiera


algún imprevisto, el equipo médico podrá variar la técnica quirúrgica programada,
así como la técnica o procedimientos anestésicos propuestos.

Declaro que he comprendido las explicaciones que me han proporcionado con las
palabras claras y sencillas que el médico que me ha atendido, dio respuesta a
todas las preguntas y dudas, aclarándome todas y cada una de ellas que he
planteado.

Me reservo expresamente el derecho de revocar mi consentimiento en cualquier


momento antes de que el procedimiento médico-quirúrgico y anestésico se realice
y asumo la responsabilidad que de ella derive.

Firmo el presente consentimiento por mi libre voluntad en presencia de un testigo


y sin haber estado sujeta (o) a ningún tipo de presión o coerción para hacerlo.

Nombre y firma o huella del paciente Nombre y firma o huella del paciente
o persona autorizada

Nombre y firma del ginecólogo Nombre y firma del testigo

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