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Apelacion Cotrina
Apelacion Cotrina
I PETITORIO
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apelación, solicitando a su despacho se me conceda con efecto suspensivo,
concerniente al extremo que Resuelve: (2) “DECLARAR IMPROCEDENTE la
aplicación de la Ley N° 30364 ,respecto a los hechos denunciados contra
ALICIA BARDALES AQUINO en agravio A.I.C.B, A.J.C.B., Z.Y.C.B …”;por la
ausencia a la debida motivación de las resoluciones. La motivación de resoluciones
se ha considerado como principio y derecho de la función jurisdiccional
consagrado en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
norma constitucional que ha sido recogido en el inciso del artículo 50 de Código
Procesal Civil, y cuya contravención origina la nulidad de la resolución conforme lo
dispone seste ultimo dispositivo. En relación a la motivación de las resoluciones, el
Tribunal Constitucional ha expresado lo siguiente: “ (…) el derecho a la debida
motivación de las resoluciones importa que lo jueces, al resolver las causas,
expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a tomar una
determinada decisión. Esas razones (…) deben provenir no solo del ordenamiento
jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente
acreditados en el proceso ; en el caso de autos no se estaría valorando los hechos
suscitados por Violencia Familiar en las modalidades de maltrato psicológico y físico
, con fecha 02 de diciembre del 2019, descritos en la CONSTANCIA DE
ABANDONO DE HOGAR ,con fecha 03 de diciembre del 2020 el ACTA FISCAL
DE ENTREGA DE MENOR, con fecha 13 de setiembre del 2020 ACTA DE
CONSTATACION POLICIAL ; tampoco ha tomado en cuenta lo manifestado en el
sétimo fundamento de hecho de la denuncia de fecha 18 de setiembre del 2020; la
juzgadora no fundamenta las razones por la que DECLARA IMPROCEDENTE la
aplicación de la ley N° 30364 respecto a los hechos denunciados.
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El Juez deba someter y limitar su decisión a las concretas pretensiones del
solicitante ; sin embargo, por la naturaleza constitucional y pública del conflicto
familiar en el que se desarrolla la violencia familiar y por la finalidad que persigue
la Ley 30364 y su modificatoria, el Juez de Familia no necesariamente debe
resolver conforme a lo peticionado por el denunciante, pues, según el tenor de las
pruebas que adjunten, se encuentra obligado a dictar las medidas de protección
que satisfagan el amparo de la presunta víctima, en el entendido que podrá dictar
medidas de protección distintas a las solicitadas o ampliarlas, e incluso puede
incluir en la resolución a otros agraviados o agresores que no hayan sido
incorporados como parte del proceso.
No olvidemos que el Juez está obligado a cubrir con las medidas de protección
todos los indicios expuestos y extraídos no sólo de la demanda sino de los anexos
de dicha solicitud, pudiendo incluso ir más allá de lo solicitado o pretendido, ello
debido al rol protagónico que juega el Juez en este tipo de procesos sui generis.
2) El principio precautorio o de cautela.- acogido por el Tribunal Constitucional
como principio rector en el ámbito protección del derecho al medio ambiente,
estableciendo que exigía una reacción inmediata para dictar medidas de protección
ante el mínimo indicio de un daño irreparable al medio ambiente, , no siendo
necesario tener la certeza del hecho sin embargo, este principio se ha venido
ampliando ante nuevas necesidades de tutela de urgencia, como es el caso de
violencia contra los miembros del grupo familiar o contra la mujer por su condición
de tal, es por ello que hemos acogido dicho principio para el ámbito del derecho de
familia. Este principio surge de la naturaleza jurídica de las medidas de protección
prevista en la Ley Este principio surge de la naturaleza jurídica de las medidas de
protección prevista en la Ley 30364 y de la necesidad de tutela de urgencia ante
un acto de violencia familiar o contra la mujer, y es que este principio exige que
ante sólo la sospecha de la existencia de un maltrato o violencia psíquicas, físicas,
sexual o económica patrimonial que presente la presunta víctima en una relación
familiar y personal, el órgano jurisdiccional está obligado adoptar medidas
urgentes, proporcionales y razonables bajo un mandato judicial, llámese medidas
de protección y/o medidas cautelares.
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Como consecuencia de este principio, podemos establecer que no es imprescindible
demostrar plenamente la gravedad del riesgo por el ejercicio de violencia, sólo se
exige indicios razonables y suficientes de su existencia y el nivel en que se
encuentra; dejando en claro que el auto que dicta medidas de protección y/o
medidas cautelares no importa un decisorio de mérito o de fondo que declara a
alguien como autor de los hechos que se le atribuye, ya que ello sólo le compete a
la justicia penal (Juzgado Penales o Juzgado de Paz Letrado), además por la
características propias de las medidas de protección y/o medidas cautelares, que
no son inmutables, en el entendido que pueden variar, modificar e incluso
extinguirse con el tiempo. La juzgadora pese a haber indicios suficientes para
dictar las medidas de protección resuelve que es inaplicable la presente denuncia a
la ley 30364; PRODUCIÉNDOSE UNA EVIDENTE VIOLACIÓN AL DERECHO
QUE ME ASISTE A MI PERSONA Y MENORES HIJOS DE CONTAR CON
MEDIDAS DE PROTECCIÓN EN SALVAGUARDA A NUESTRA INTEGRIDAD
FÍSICA, PSICOLÓGICA.
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ley.
3.2. También se ha cumplido con el Principio de Adecuación del medio
impugnatorio, es decir que estamos utilizando el medio impugnatorio adecuado
contra el acto procesal que impugnamos; es por ello que hemos interpuesto el
recurso impugnatorio de apelación en contra de la RESOLUCIÓN dictada en autos,
como lo establece el art. 358° del Código Procesal Civil.
3.3. De igual manera estamos expresando los errores de hecho, de derecho y sobre
todo hemos manifestado el agravio que me causa la RESOLUCIÓN DE AUTOS N°
UNO, expedida el 16 de Octubre de 2020, expresando con ello el sustento de la
pretensión impugnativa a través de la presente fundamentación; tal como lo exige
el numeral 366° del C.P.C.
3.5. Finalmente, la Constitución Política del Perú en su Art. 139° Inciso 20,
dispone: El principio del derecho de toda persona de formular análisis y críticas de
las resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley.
POR LO EXPUESTO: