En la conferencia precedente, fue situado el concepto
general de intertextualidad en relación con el marco en el que se constituye como objetivoteóricoy en su proyeccióna un horizonte epistemológico determinado, por lo cual no redundaremos en ello aquí. Tempranamente definida en la reflexión lingüística y literaria, esta noción irrumpe en distintos campos semióticos, en los que no hace sino conceptualizar prácticas largamente sedimentadas, como ocurre en el discurso musical, del que nos ocuparemos a continuación. Es preciso recordar brevemente algunos aspectos específicos del dispositivo musical que favorecen o limitan el trabajo intertextual, como comprobaremos mas adelante. En primer lugar, mencionaremos la posibilidad de la polifonía, es decir de la simultaneidad real de distintos planos sonoros que relativiza la discursividad lineal intrínseca, por ejemplo, al cine o a la literatura, la cual, a pesar de su espesor virtual -como en el caso del paragrama-escapa dificilrnente a su narrativismo constitutivo. La coexistencia en el tiempo de diferentes acontecimientosfacilita el juego de confrontacionesde las distintas estructuras musicales entre sí o con otros elementos igualmente sonoros, en especial con la palabra hablada o cantada. Otra particularidad del hecho musical -al menos en Occidente- consiste en lo accidentado del trayecto que la obra cumpledesde su gestación hasta su recepción, en el que se suceden mediaciones tan sigfficativas como la escritura y la interpretación. La mención de otros textos puede así producirse en distintos momentos del recorrido. Señalemos por último la Problemática semanticidad del lenguaje musical, su dificultad para representar de manera inequivoca objetos, situaciones, 33 estados. A pesar de que la circulación social del discu establecerconvencionesy funciones. al situarlo en relactón con otros discursos, contribuye a limitar considerablemente su polisemia y lo remite con frecuencia a universos de reconocibles, la música se ha visto desde siempre asociada sentido otros lenguajes de mayor capacidad denotativa, comoSi a inquietante ambigüedad exigiera una reconducciónal logo. su a formulaciones verbales explicitas. Es natural entoncesque en estos procesos puedan darse fenómenos de intertextualldad, Entre las condiciones previas para el funcionamiento efectivo de la intertextualidad, y en especial de la cita, a la que nos referiremos con mayor detalle, mencionaremosla preexistencia de un objeto definido -materiales, género, forma, obra- y la aptitud del receptor para reconocerlocomotal.El texto incluido en el nuevo discurso admite diversos gradosde integracióny su identificaciónpuede realizarse por distintos medios -audición, lectura, documentación musicológicau otra-, dada la especificidad del dispositivo. Cada uno de los puntos mencionados hasta aquíha dado lugar, como es fácil imaginar, a densos desarrollos conceptuales, la consideración minuciosa de los cuales escapa a los propósitos y alcances del presente trabajo. En un intento clasificatorio de la intertextualidad en música, y al solo efecto de proveernos de un mínimo ordenamiento analítico, delimitaremos dos grandes áreas: la que contiene los hechos producidos con medios provenientes exclusivamente de las propiedades estructurales del lenguaje, que llamaremos intrasemióUca: y la que reúne los fenómenos derivados de las relaciones con otros discursos, o intersemiótica, ambas, a su vez, internamente articuladas. En la primera de ellas situamos la cita de materiales generadores o de esquemas formales, la más anónima, estos constituyen ya que los elementos estructurales de base, absorbidos por el proceso constructivo de se efectúa por via del análisis la obra: su detección un procedimientocomún en técnico de la partitura. Es este polifoníamedieval,cuya tramala práctica musical. desde la flrmus de diversoorigen,hasta se teje en torno de cantus Boulez o en obras actuales de Pierre Luigi Nono. La Sonatine pour nute et piano del primero se calca sobre el plan la Kammersymphonle forrnal de 34 op. 9 de Arnold Schoenberg. mientras que sus Structureg I utilizan como material de partida la serie I del Mode de et d'intensités de Messiaen. El catálogo de obras de valeurs inicia -significativamente- con unas Nonose Variazlonl canonlche sullaserie dell' op. 41 di A. Schoenberg. En estos ejemplos, los compositoresparecieran aspirar, mediante el recurso modelosilustres, a otorgarse una genealogíalegítimamente, a sobre todo en épocas de transformaciones sustanciales de lenguaje,y a la vez a objetivar hasta donde fuera posibleel trabajo compositivo, al circunscribirlo a la combinatoria de un material básico en cuya confección no intervino la subjetividad propia. En la cita de materiales incluimosla utilización deliberada de formaciones instrumentales especificas, provenientesde obras o contextosa los que se asigna una particular significación. Esto ocurre, por ejemplo,en el Largo de Wozzeck (20 acto, 30 cuadro), donde Berg emplea el instrumental de la Kammersymphonie de Schoenberg.o la clara referencia al Trío op. 40 de Brahms que evidencia el Trio für Violine, Horn und Klavier de Ligeti,en el cual se alude además a la tradicional quinta de corno que utilizara,entre otros, Beethoven, en el comienzo de su Sonate op. 81 a, Das Lebewohl. La corrosiva reflexión sobre la despreocupada apropiaciónoccidental de objetos pertenecientesa otras civilizacionesque Mauricio Kagel propone en Exotica, para instrumentos exóticos de museo, es otra variante de este tipo de referencias. La cita estilística, falsa cita o cita sintética, consiste en la reconstitución con diversos grados de fidelidad de gestos formalesy expresivos dominantes de un estilo. Se ponen en juego el vocabulario y las reglas gramaticales y sintácticas pertinentes de un estilo, sin referencia particular a una obra estricta determinada. De su observancia estadísticamente puede obtenerse, por ejemplo, con la ayuda de la computadora de métodos Provistade datos provenientes de la aplicación el lenguaje analíticosapropiados, una obra que reproduzca mencionar sino "standard"de Bach o Beethoven,para no entre experienciasefectivamente llevadas a cabo. Digamos, estas músicas tan Paréntesis, que el interés real de a las inferior asépticamente fabricadas es incomparablemente 35 obras originales, con lo que se desvanece por el utopía de comprender el funcionamiento de la momentola inteligenciaa partir del estudio y desarrollo de las inteligencias mas aún en el caso de las producciones artísticas.artificiales En otro sentido se orientan las obras que presentan las reglas de un estilo alteradas por distintas desviaciones incongruencias mas o menos manifiestas, según la intención o compositiva. La tensión y el interés de estas obras nacenen buena medida de las expectativas alternativamente satisfechas o burladas del oyente entrenado en el estilo. En lineas generales, es éste el procedimientobásico del pastiche, la parodiao alusión, así como las técnicas de retrospectivismo caracterizadas con el prefijo neo, modalidades tan usuales en Stravinsky, capaz de aproximarse con igual soltura y personalidad a lenguajes tan disímiles como la ópera bufa italiana -Mavra, secciones de The Rake's las danzas populares -las de L'historle du soldat, entre tantas-, la polifonía bachiana -Octet- o el contrapunto flamenco- Cantata-. La composición de un folklore imaginario sobre la raíces morfológicasdel auténtico, practicado por Bartók o Ginastera, se incluyen asimismo en este tipo de cita estilística. Sus bordes son con frecuencia dificiles de determinar sin el apoyo de datos provenientes de relevamientos documentales. Por último , podríamos considerar también como citas estilísticas , de naturaleza distinta sin duda a las anteriores, los trabajos tempranos de la mayoría de los compositores, gestados en el interior de un lengúaje instituido, a partir de los modelos de los que se espera extraer enseñanzas para el dominio del oficio: las obras del profesor de composición o las estudiadas y admiradas de otros autores. Ellas aseguran la transmisión de un saber histórico y socialmente legitimado, en el cual se enraízan las eventuales transforrnaciones futuras del lenguaje, corroborando así el hecho de que es en la naturaleza social de éste donde la intertextualidad encuentra su condición de posibilidady su validación. Una línea demarcatoria a veces muy delgada separa la cita estilistica de la cita textual o incorporación temáticos, manifiesta general de materiales pregnantes. en individualizadastomados de obras preexistentes socialmente comotales Dejemosde lado un fenómeno Intertextual tan teóricamente atractivo en su escurridiza ilegalidad como es el plagio, referirnosa otro que no presenta problemas de propiedad: para la autoclta. Además de la recurrencia de giros Idiomáticos básicos, responsables de la solidaridad interna que de obra en obra va perfilandoel estilo de un autor, encontramos con cierta asiduidadla reutilización de estructuras completas propias, que el compositor, familiarizado de las íntimamente con ellas enelcurso del trabajo precedente, estima poder extraer nuevas consecuenciasmusicales o cargarlas con nuevos sentidos al situarlas en otro contexto. Práctica hiperconciente del peso del metalenguajeen compositores contemporáneos -tomemos, al azar,a Luigi Nono, cuyo Al gran sole carico d'amore funciona comoverdadero resumen de una etapa creadora mediante la autocita- estos procesos actuaron como eficaces recursos compositivosa lo largo de la historia de la música. Así, Beethovenrecoge en el último movimientode la Erolca un temaíntegro de su ballet Die Geschópfe des Prometheus, ya empleadoen el número 7 de la 12 Contretinze für Orchester y que dará lugar luego a un ciclo de 15 variaciones y una fuga para piano, op. 35. Bach traslada piezas de sus cantatas seculares a sus obras religiosas, transformando algunos aspectos:la instrumentación y el fraseo del número 9 de la cantata Die Wahl des Hercules BWV213 se modifican para adecuarla misma al texto completamentediferentede la sección 19 del Weihnachts Oratorium BWV248. Se trata aqui en realidadde una suerte de transcripción, otra forma de trasladode textos habitual en el quehacer musical. Este procedimiento, neutro solo en apariencia, revela Porel contrario diversas intenciones, sobre todo cuando se ejecutacon obras ajenas. Si las transcripciones que Bach realiza de los conciertos de Vivaldi comportan una transformación creativa que afecta de manera notable el objeto Original, ambos textos se mantienen sin embargo próximospor su contemporaneidad cronológica y estilística, mientras que entredos obras distantes en el tiempo, de no mediar un Propósitoexclusivamente reconstructivo , la dinámica evolutiva dellenguaje introduce necesariamente una nueva perspectiva, segúnse comprueba en ejemplos de tan diversa significación cornola transcripción del Don Giovanni de Mozart efectuada 37 por Liszt, la que Webern realizó de la Fuga Ricercatade Muslkalischen Offer de Bach, las de madrigales de la de Hugo WolfTllevadas a cabo por Gesualdo y lieder Stravinsky Monumentum y Two Sacred Songs, respectivamente-o verdaderos desmontajes que presentan las los actuales transcripciones de Schubert o Wagner de Dieter Schnebel,ya más profundamente transformadas. La relación con obras de otros autores puede reducirse al préstamo de elementos temáticos como punto de partida para el despliegue de la propia imaginación musical. Pertenecen a este grupo las innumerables variaciones sobre un tema de..„ habituales en la producción de tantos compositores. Para finalizar con estas modalidades intertextuales que denomináramos intrasemióticas mencionemos otrosusos de la cita textual que, a diferencia de los anteriores, conllevan una fervorosa intención referencial en el juego manifiesto con sentidos previos y comprometen en cierto modo una virtual definición estética. La irrupción de ese cuerpo extraño a la economía interna de la obra moviliza muy disimiles estrategias compositivas, desde la presentación desnuda del originala múltiples procesos de integración, camouflage y distorsión posibles por la capacidad polifónica de la música, encaminadas a sugerir nuevos campos de significación por el diálogoy la fricción entre materiales ya fuertemente connotados. Así, la presencia de fragmentos de músicas folklóricas o populares de la cultura propia de un autor, marcadas por el uso social, contextualizan vigorosamente el discurso, informan sobre su pertenencia a un medio, con fines autobiográficoS, introspectivos -Mahler- o, además, casi documentales -Ives-• La cita de objetos provenientes de otros horizontes revela un desplazamiento imaginario, generalmente superficial o anecdótico, hacia culturas exóticas cuyas músicas se violentan con frecuencia para reconvertirlas a los sistemas propios. En este sentido no cuentan las convencionales divisioneS geográficas, sino los procesos culturales, por lo cual incluimos aquí no solo el exotismo recurrente en la historia musical europea sino también gran parte delas obras nacionalistas, en sus variantes pretendidamente realistas, cuya única marca de autenticidad reside a menudo en la que puedan otorgarle los elementosrítmicosy/o melódicos que reconocen característi- cas, funciones y significados musicales y antropológicos alejadosde la experiencia sociocultural del compositor. Otra es la situación de obras cuyo carácter mismo explicitala inclusión de otros textos, como los homenajes a entre tantos, mencionemosel de Manuelde compositores: Fallaa Debussy, que contiene un pasaje de Soirée dang Grenade, o el más reciente de José Evangelista a Claude Vivier enClosde vie, donde se cita Lonely Chlld, del último. Más específicamente ligada a la autoridad que determinadosmodelos detentan en la evolución histórica del lenguaje,la cita de obras "fetiche"instaura un espacio intertextual en el que el compositor se sitúa en relación con el prestigiode un pasado Institucionalmente sancionado. Tristan und Isolde de Wagner constituyó una experiencia tan subyugante como traumática para los músicos de las generaciones siguientes, por lo que toda referencia a esta obra comprometeevidentemente una muy particular lectura: citada por Debussy en Golliwoog cake-walk de The Children's Comer se carga de un fino y distanciado humor, en las antípodas de su dramática aparición en el Largo desolato, uno de los movimientos dodecafónicosde la Lyrische Suite de Berg, donde el compositor aspira a afirrnar su filiacióna una tradición profundamente arraigada en cuya continuidad se incluyen y justifican frente a la historia los nuevos desarrollos que él está llevando a cabo. Los materiales citados pueden estar cargados de Significacionesque trascienden largamente lo musical para desbordar sobre representaciones en las que se proyectan o mitos grupales, como en los himnos Obsesiones, símbolos generalmente un texto nacionales, los que, si bien contienen musical especifico. literario, elemento ajeno al dispositivo sin él en los fenómenos aqui fUncionan de la misma manera marca de tal modo el discurso analizados. Su valor emblemático o expresiva. que aniquila cualquier otra instancia estructural demás casos estudiados, las intenciones y Aligual que en los definen distintos campos de sentido, COnductas compositivas el que le otorga al objeto el si bien se suman en el presente histórico-social y el posicionamiento del oyente. La Consenso más que un representó para el siglo XIXmucho 39 canto nacional francés: simbolizó los anhelos universales de libertad de las nuevas generaciones. Esta persistente connotación colorea las obras en las que es citada, sobre todo en las más próximas a los sucesos revolucionarios,para debussyana desvanecerse luego en la evocación de los Feux d'artiflce que concluyen la fiesta del 14 de julio. El himno de Austria ridiculizado en eljuvenil poema sinfónico K088uthde Bartók despertó simultáneamente la adhesión de los independentistas húngaros y la ira de un violinista austriaco que ejecutaba en el estreno de la obra. Un comparable impulso patriótico anima el enfrentamiento representado por los himnos ruso y francés en la obertura 1812 de Tchaikovsky, opuesto al universalismo utópico de Hymnen de Stockhausen o al alegato antibélico de Jimi Hendrix, al "bombardear" el himno estadounidense con sonidos evocadores de la guerra -que no podía ser entonces sino la de Vietnam- hasta convertirloen retazos dispersos, deforrnes. Interrumpimos aquí nuestra revista de algunas posibilidades intertextuales con medios específicamente musicales para abordar a continuación las que ponen enjuego distintos discursos, que llamáramos intersemiótica. Precisemos que si bien la música ha estado desde siempre en relación con otros sistemas -visuales, sonoros, textuales- tomaremos en consideración aquí aquellas situaciones en que ésta funciona no como complementosino como texto contenedor que recodifica otros textos redistribuyendo productivamente sus sentidos. La primera de ellas deriva de las mediaciones que operan en la transmisión de la obra musical, en especial de la escritura. En la notaciónanglosajona,las notas musicales, como es sabido, se nombran con las letras del alfabeto, según la equivalencia A = la, B = si, etc., lo cual permite traducir a esquemas de altura las letras musicales de, por ejemplO, nombres de personas. Bach aprovecha este recurso en Die Kunst der Fugue, cuya últirna fuga, inconclusa, contiene una sección elaborada con las notas de su nombre, una manera de firmar ese monumento de saber contrapuntístico que legaba futuro. Esta célula de cuatro sonidos recorrió multitud de al obras posteriores, de Schumann a Webern, como testimonio de veneración al par que desafio compositivo.Berg, en su mer%onzert,rinde homenaje a su maestro Schoenberg ocasión de su quincuagésimo aniversario musicalizando en su nombre seguidas, respetuosamente, por las lasletras de de y por las suyas propias. Estas últimas coinciden AntonWebern casiexactamente con el tema de variaciones Abbeg de *humann, de quien Berg se siente próximo. Las distancias de entradade cada fragrnento melódico responden además a una proporciónaproximada a la de las fechas de nacimiento de los tres compositores. De esta manera Berg respectivas modelaelementosen última instancia fortuitos hasta hacerles expresarprofundos contenidos autobiográficos, que incluyen su filiaciónestética y la fraternidad espiritual y artística de los protagonistasde la Escuela de Viena. Boulezcondensa en Ritueluna cadena de homenajes mediante eljuego intertextual. Homenajefúnebre a Bruno Maderna, la obra se construye a partirde un acorde proveniente de las Symphonies ofWood Instruments dedicada por Stravinsky a la memoria de Debussy, que se reduce progresivamente hasta el mi bemol final, equivalentea Es en la notación alfabética, o sea S de Stravinsky. La escritura instaura asimismo una relación con el espacio fecunda en encuentros intertextuales. Algunos comprometenlos elementos estructurales, tectónicosde la obramusical, como en aquellos casos en que las frecuencias se obtienen por analogías con mapas astrales, líneas edilicias 0gráficos de alturas de un río. Otros entablan una estimulante complicidadcon el intérprete. al que se le suministran en la partitura, a modo de discursos paralelos, datos exteriores a los signos convencionales necesarios a la ejecución, tales como los dibujos o las frases presentes en las obras de Erik Satle, referidosa los propósitos programáticosde la pieza o bien ambiguos, que cortocircuitan toda relación causal, unívoca. Portadores de una intensa y reconcentrada intenciónpoética que Yexpresiva son los textos, "silenciosos" para el oyente, con (poeta LuigiNono acompaña la escritura musical: el de Lorca sange ya asesinado, privado de voz, "silenciado")en Y su Federico viene cantando, segundo número del Epitaph auf de cuerdas Garcia Lorca: los de Hólderlinen el cuarteto conforman - Stille - An Diotima, fragnentos que musical: la origen un denso tejido significante con las citas desacri de Verdi,la escala enigrnáticade los guattro pezzi 41 chanson Malor me bat de Ockeghem, la reiterada indicación de expresión Mit Innigster Empflndung de Beethoven. Aún cuando el texto de una obra citada no sea escrito ni pronunciado, su sentido se contagia por la sola presencia musical a la nueva obra para el oyente instruido: es evidente que el coral O Ewigkeit du Donnerwort de Bach se inserta no solo por cuestiones estructurales en el VioHnkonzert de Berg, sino fundamentalmente porque comparte una órbita de significadodelimitado por distintos medios: la lamentación fúnebre. La relación con el texto admite obviamente múltiples manifestaciones. Los títulos de las piezas musicales, cuando abandonan los nombres propios como Sonata, Fuga, etc. suelen funcionar comoverdaderos intertextos, más aún cuando provienen de obras literarias reconocidas, como los poemas de Baudelaireque titulan el concierto para cello de Dutilleux, Tout un monde lointain, o el preludio IV del 10 libro de Debussy,Les sons et les parfums tournent dans l'air du soir. Demorado o desplazado al final de la pieza, al igual que los demás de la serie, textos como este último se comportan de manera comparable a los epígrafes reveladores del universo poético en que la obra fue gestada: pensemos en el fragnento de Paracelso que Varése inscribe, en francés, inglés y latin, en la portada del manuscrito de Arcana. El lenguaje verbal constituye sin duda el modelo más próximo al discurso musical, con quien comparte la producción sonora y la temporalidad. Eljuego complementario entre sus dispares capacidades de representación ha generado desde siempre un lugar privilegiadode productividad intertextual cuya consideración minuciosa excede los modestos propósitos de este trabajo. Recordemossolamente algunas de las relaciones tan contradictorias y ricas que música y texto establecen a IO largo de la historia por la mediación de operaciones conceptuales y compositivas diversas, tales como el canto el madrigalismo de la polifonía renacentista, las múltiples modalidades vocales de la ópera -parlato, recitativo, aria, belcantismo-, el repertorio de gestos expresivos típicos del lled romántico alemán, el sprechgesang expresionista, el texto "centro y ausencia" propuesto por Boulez, la pulverización de la fonética y la sintaxis norrnalizadas, racionales, para permitir 42