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I. INTRODUCCION:
La Biblia nos enseña que el diablo existe y que es un ser personal. Muchas personas enseñan que
el diablo no es más que un poder impersonal o una influencia, es decir, la inclinación de hacer el
mal. Otros dicen que es un personaje inventado por nuestra imaginación, para mantener un
equilibrio entre el bien y el mal, ya que así como Dios representa el bien, alguien tendría que
representar el mal. Sin embargo, esto no es así. Hay un ser maligno, el cual llamamos diablo o
Satanás, el cual es nuestro mayor adversario y no quiere que logremos el propósito de Dios el
cual es nuestra Salvación.
Los creyentes nunca deben menospreciar el poder y la influencia del diablo. Aunque no tenemos
el deseo de conocerle, debemos aprender a conocer a nuestro enemigo. El conocimiento de sus
motivos y sus tácticas nos ayudará en la batalla contra el pecado y nos ayudará a vencer la carrera
en pro de nuestra Salvación.
alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a
los lados del norte, sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”. En esta
profecía de Isaías se ve claramente como cayó el diablo. Sin duda era un querubín de gran poder
y gloria. Sin embargo, no estaba contento con su estado ordenado por Dios. Se enalteció y
deseaba igualdad con Dios. En esta escritura de Isaías podemos ver cinco declaraciones acerca de
su determinación en querer ser igual a Dios:
A. Subiré al cielo;
B. Junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono;
C. En el monte del testimonio me sentaré;
D. Sobre las alturas de las nubes subiré;
E. Seré semejante al Altísimo.
Ezequiel 28:15 también dice de esto “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste
creado, hasta que se halló en ti maldad”.
Se debe notar que éste es el mismo pecado de orgullo y rebelión que dio como resultado la caída
del hombre. Así como Satanás quería ser igual a Dios y no lo logró, él mismo quiso transmitir su
intención al hombre, para que el hombre pecara contra Dios al decirle “sino que sabe Dios que el
día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”
Génesis 3:5. El diablo quiere que hagamos su voluntad de rebelarnos contra Dios, ya que al
hacerlo nos pareceríamos más a él y pecaríamos contra Dios.
principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”
Colosenses 2:15. El diablo es un enemigo vencido; y el Señor Jesús es el Rey Vencedor.
El diablo tiene muchos subalternos que cumplen su voluntad. Bajo su mando hay principados,
potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Las fuerzas que atacan a la iglesia son tremendas, pero en el Señor Jesús hay una victoria
gloriosa; aparte de Jesús solo hay derrota.
Se debe recordar también que aunque el diablo aparece donde quiere y cuando quiere, no es
omnipresente. Por lo general, el hijo verdadero de Dios lucha contra alguna fuerza demoníaca
que está cumpliendo la voluntad del diablo.
permite todo esto para que nosotros mismos nos demos cuenta como nos encontramos
espiritualmente.
Definitivamente debemos aprender que el diablo no será para siempre. Dios preparó el
infierno para el diablo y sus ángeles, por lo cual nosotros podemos evitar eso si
permanecemos fieles al Señor y obedecemos su Palabra. Recordemos que Satanás cayó fue
por su orgullo y rebeldía. Mantengámonos en obediencia a la Palabra de Dios.