Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Infección aguda de la nariz y la garganta que se puede prevenir fácilmente con una vacuna.
Una película de una sustancia espesa y gris cubre la parte posterior de la garganta y dificulta la respiración.
Los síntomas son dolor de garganta, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y debilidad.
El tratamiento incluye el uso de antibióticos y una antitoxina que neutraliza la toxina diftérica. La vacuna existe y se
encuentra disponible.
TRATAMIENTO
Difteria
Es una infección aguda causada por la bacteria denominada Corynebacterium diphtheriae.
Causas
La bacteria que causa la difteria se propaga a través de las gotitas respiratorias, como las que se producen
con la tos o los estornudos, de una persona infectada o de alguien que porte la bacteria pero que no tenga
ningún síntoma.
La bacteria infecta más comúnmente la nariz y la garganta. La infección de garganta produce una
seudomembrana o cubierta de color gris a negro, dura y fibrosa que puede obstruir las vías respiratorias. En
algunos casos, la difteria infecta la piel primero y produce lesiones cutáneas.
Una vez que usted resulta infectado, la bacteria produce sustancias peligrosas llamadas toxinas, las cuales se
diseminan a través del torrente sanguíneo a otros órganos, como el corazón y el cerebro, y causan daño.
Debido a la vacunación (inmunización) generalizada de los niños, la difteria ahora es poco común en muchas
partes del mundo.
Los factores de riesgo para la difteria incluyen ambientes de hacinamiento, higiene deficiente y falta de
vacunas.
¿Qué es la difteria y que la produce?
Es una infección aguda muy contagiosa que produce una bacteria llamada Corynebacterium
diphtheriae y las toxinas que produce. Afecta a las vías respiratorias altas, a la garganta y a la nariz,
provocando una mucosa de un color blancogrisáceo que provoca dificultades respiratorias al
acumularse.
La vacuna DTaP no ofrece protección para toda la vida. Las personas necesitan vacunas de refuerzo para
mantener la protección contra la difteria. Los niños deben recibir una vacuna de refuerzo llamada Tdap (que ayuda
a proteger contra el tétanos, la difteria y la tosferina) a los 11 o 12 años.
Prevención
Se recomienda la vacuna prenatal del tétanos, la difteria y la tos ferina. La vacuna contra la difteria se administra durante la
infancia en seis dosis durante el ciclo de vacunación. Cuando el niño cumple 13 o 14 años necesita que se le administre una nueva
dosis mediante un refuerzo que en la vacuna va junto al tétanos y la tos ferina. En España este ciclo de vacunación se lleva
practicando desde 1945.
Este refuerzo también es necesario en aquellos casos de haber entrado en contacto con alguien que ya haya contraído la
enfermedad, para evitar su propagación. También se puede prevenir el riesgo de contagio con la administración de un antibiótico
recetado por un médico.
En las últimas recomendaciones de 2020 del Minsterio de Sanidad se aconseja en el caso de los adultos verificar el estado de
vacunación antes de iniciar o completar una pauta de primovacunación con la vacuna de tos ferina y difteria (Td). "El contacto con
los servicios sanitarios, incluyendo los de prevención de riesgos laborales, se utilizará para revisar el estado de vacunación y, en
caso necesario, se vacunará con Td hasta completar 5 dosis. Se administrará una dosis de Td en torno a los 65 años a las personas
que recibieron 5 dosis durante la infancia y la adolescencia", explica el documento.
En esa línea, la Organización Mundial de la Salud establece que "a cualquier edad, toda persona que no esté vacunada contra la
difteria, o que lo esté solo parcialmente, debe recibir las dosis necesarias para completar la vacunación".
Diagnóstico
Para el diagnóstico de la difteria, se lleva a cabo un examen físico, especialmente del interior de la boca, para evaluar la mucosa, la
inflamación de los ganglios o la hinchazón general del cuello o laringe. En exámenes complementarios más exhaustivos se llevan
a cabo para el diagnóstico:
Tinción de Gram: cultivo de exudado faríngeo (detección de bacterias en la garganta).
Análisis de toxinas.
Electrocardiograma para evaluar la aparición de lesión cardiaca.
Tratamientos
La infección por la bacteria de la difteria siempre requiere el ingreso hospitalario, incluso antes de que se den los resultados
definitivos del diagnóstico, a modo preventivo. Se administra una antitoxina diftérica ya sea por inyección intramuscular o
intravenosa. A continuación se suelen recetar antibióticos (como penicilina o eritromicina) para eliminar la bacteria.
En los casos graves se realiza además una monitorización cardiaca del paciente para ver su evolución, así como la ventilación
mecánica debido a las complicaciones respiratorias que causa la difteria. Además se deben Administrar líquidos por vía
intravenosa en caso de que la difteria haya afectado al corazón o a los riñones.
Otros datos
En el pasado esta enfermedad se conocía como “garrotillo”, por la similitud entre la asfixia que producen las membranas que
genera la enfermedad y la que produciría al realizarse con un garrote.
El ser humano es el único ser vivo que puede portar la bacteria de la difteria, no existiendo casos conocidos en animales.
Entre un 5 y 10% de los pacientes que sufren difteria no consiguen superar la enfermedad, un porcentaje que se eleva al 20% en el
caso de los niños y los ancianos.
Aunque a principios del siglo XX era una de las principales causas de mortalidad infantil, la aparición de la vacuna contra esta
enfermedad en 1923 ha reducido los índices de mortalidad considerablemente en el mundo. Hoy en día es una enfermedad muy
poco frecuente. Según los datos que presenta la Organización Mundial de la Salud (OMS), los casos reportados de difteria entre
1980 y 2000 se han reducido en más de un 90%. El último y más amplio brote de difteria se produjo en Rusia y la exrepúblicas
soviéticas en los años 90. De hecho, se produjeron más de 157.000 casos y unas 5.000 muertes entre 1990 y 1998.
La OMS advierte de la necesidad de cumplir con las recomendaciones de vacunación. "Se setima que el 86% de los niños en el
mundo reciben las tres dosis recomendadas de la vacuna frente a la difteria en la infancia, dejando a un 14% sin cobertura total o
con una cobertura incompleta", explican desde la entidad. Y es que el consejo es que se realicen tres dosis frente a la difteria en la
infancia para erigir los cimientos de una inmunidad que dure toda la vida. Posteriormente es necesario aplicar tres dosis más de
refuerzo con la vacuna que contenga la anatoxina diftérica.
Pronóstico
La recuperación de la difteria es un proceso lento con varias semanas de hospitalización, pero que se consigue con éxito en la
mayoría de los casos. Los casos más graves, en los que la infección alcanza el corazón, suelen causar la muerte.
Últimos casos
La vacunación y la cobertura vacunal infantil ha hecho que la difteria en España y en la mayoría de países sea una enfermedad
desaparecida, en 2015 se produjo en España el primer caso detectado desde 1986 de difteria en un niño de seis años que
finalmente falleció. En octubre de 2020 esta enfermedad infecciosa ha vuelto a saltar a la palestra tras el diagnóstico de una niña
de cinco años, que posteriormente ha fallecido, y que no había recibido más que una dosis de la vacuna en el momento del
nacimiento, en Perú, según informa elmundo.es, y que supone el primer caso en ese ese país en dos décadas.