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Capítulo I

La novela comienza con un capítulo muy breve en el que Efraín,


protagonista y narrador, recuerda un momento muy importante de su
infancia. Narra en primera persona que, siendo un niño, abandonó la
casa de su padre para estudiar en un colegio importante de Bogotá.
Antes de irse, su madre y sus hermanas lo despiden llorando. Una de
ellas (no sabemos su nombre en este momento) le corta un mechón de
pelo. La noche anterior a su partida, él también llora, tiene pesadillas y
un leve presentimiento de que sucederán cosas malas en el futuro.
María, prima de Efraín que creció en la misma casa, le dedica una
despedida especial: después de darle un beso en la mejilla, se ubica en
una ventana de la casa y lo ve partir a caballo.

Capítulo II
Pasan seis años y Efraín vuelve a la casa paterna una mañana de
agosto, en pleno verano. Se siente feliz por volver a su tierra natal.
Describe el paisaje natural que observa el útlimo día de su viaje. La
hacienda de su padre está en el Valle del Cauca. Hace una descripción
detallada de la zona, llena de arroyos y lagunas, vegetación y ganado. Lo
acompañan el canto de las aves y el perfume de las flores. El lugar es
hermoso y tranquilo. Hacia el final del recorrido, comienza a ver la casa
de su familia, rodeada de árboles y huertas. Al llegar, su madre lo abraza
muy emocionada y alegre. Luego, saluda a sus hermanas, que ya son
mujeres. María se ruboriza y conmueve al saludarlo.

Capítulo III
Efraín comparte con su familia la primera cena desde su regreso. Hay un
clima de alegría general. María se muestra un poco tímida y no quiere
mirar a Efraín a los ojos. Él describe la belleza de su piel, sus cabellos y
sus vestidos. Al terminar de comer, la familia y sus esclavos rezan un
Padrenuestro. Luego, el protagonista conversa un poco con su madre y
su padre y finalmente le muestran su habitación. Allí, encuentra un jarrón
con flores preparado por María. Ella le promete que juntará flores nuevas
para ese jarrón cada día. Efraín recuerda que la sonrisa de María era
como la de una virgen retratada por el pintor italiano Rafael.

Capítulo IV
La primera noche desde su regreso, Efraín duerme con la misma
tranquilidad de la niñez. Sueña con María y las flores que ella le regala.
Despierta con el canto de las aves y el perfume de las flores del jardín,
donde Emma y María se divierten recolectando rosas. Luego de
almorzar, se dirige al costurero para conversar con su madre y sus
hermanas. La madre le pide que les enseñe gramática y geografía a las
chicas y acuerdan comenzar las lecciones después de algunos días.
Más tarde, el joven toma un baño de inmersión preparado con las flores
recogidas por María.

Capítulo V
El joven y su padre emprenden un viaje para visitar sus haciendas del
Valle. Efraín se siente un poco triste por dejar la casa, pero quiere
trabajar en los negocios junto al padre, quien ha mejorado mucho sus
propiedades mientras el joven estudiaba en Bogotá. El joven describe a
su padre como un amo amable y asegura que los esclavos son bien
tratados, a pesar de trabajar como servidumbre. Una tarde, durante ese
viaje, se encuentran con Bruno, un joven negro esclavo de la hacienda.
Bruno está por casarse con su novia, llamada Remigia. En una breve
conversación con el padre de Efraín, le pide permiso para hacer una
fiesta de casamiento. La fiesta se realiza el sábado siguiente; Efraín y su
padre van como invitados. Es un baile popular, con instrumentos y
danzas de origen africano.

En el camino de regreso a la casa, Efraín le dice a su padre que quiere


continuar colaborando con los negocios familiares. Sin embargo, el
padre le comunica su decisión de enviarlo a Europa para terminar sus
estudios de medicina. El viaje está programado para cuatro meses
después. El muchacho no puede oponerse a los deseos de su padre,
pero se siente apenado porque estará lejos de María.

Capítulo VI
Efraín, de vuelta en su casa, se encuentra con María. Ella tiene un clavel
marchito en el pelo; es una flor que él le ha dado justo antes de salir para
el Valle. El joven está muy triste por la decisión de su padre de enviarlo a
Europa. María todavía no lo sabe, pero percibe la tristeza de Efraín.
Tienen una conversación rápida; ella siente vergüenza cuando él la mira.
Efraín narra con melancolía el recuerdo de ese primer amor de la
adolescencia.

Capítulo VII
En este capítulo Efraín narra la historia de María. Muy jóvenes, el padre
de Efraín y su primo Salomón llegan a América. Son judíos ingleses. El
primero se convierte al catolicismo para casarse con la madre de Efraín.
Salomón adopta algunos aspectos de la religión católica pero no se
bautiza, ya que quiere casarse con una mujer judía en Jamaica. Se trata
de Sara, madre de María, que muere poco tiempo después de que nazca
su hija. El padre de Efraín viaja a Jamaica para visitarlo y Salomón le
encarga los cuidados de la niña. Se ponen de acuerdo para hacerla
cristiana, ya que creen que así puede ser más feliz. La niña se llamaba
Esther, pero cambiaron su nombre en el bautismo. Unos años más tarde
se enteran de la muerte de Salomón.

Efraín tiene 7 años cuando su padre lleva a María a la casa por primera
vez. Ella tiene 3 años y es bella, dulce y sonriente. La crían como a una
hija más. Cuando el chico se va a estudiar a Bogotá de pequeño, ella
tiene 9 años.

Capítulo VIII
La familia cena, pero María se ausenta por dolores de cabeza. Más
tarde, solo en su habitación, Efraín cree que tal vez María se sienta mal
porque también lo ama. Rápidamente piensa lo contrario: duda que ella
pueda amarlo más que como una hermana. En esa confusión, se pone
casi contento por tener un viaje nuevo al día siguiente.

Capítulo IX
Al día siguiente, Efraín contempla el paisaje desde su ventana, lo
describe en detalle y todo le parece triste. Luego va para la montaña
junto a su perro, Mayo. Lleva su escopeta. Se dirige a la casa de José,
que quiere darle la bienvenida. Su casa es pequeña, está rodeada por
abundante vegetación, corrales de aves domésticas y algunos animales,
como becerros y vacas. Efraín la describe como una casa pobre pero
muy limpia, ordenada y decente. Allí viven también Luisa, la esposa de
José, y sus hijas Lucía y Tránsito. Desde pequeñas tienen un trato
amistoso con Efraín; tienen aproximadamente la misma edad. Los
hombres hacen un paseo por las tierras y, al volver, todos almuerzan
juntos. Luego, ellos recorren la plantación y conversan sobre la siembra.

Capítulo X
Efraín, de regreso a la casa, piensa en María mientras contempla la
naturaleza. El paisaje le recuerda a ella. Cuando llega descubre con
espanto que María no ha puesto flores en el jarrón de su habitación.
Enojado, arroja por la ventana un ramo de azucenas que le han regalado
Lucía y Tránsito.

Capítulo XI
Por despecho, Efraín habla sobre bellas mujeres de Bogotá durante el
almuerzo familiar. Luego, pasa la tarde ayudando a su padre en el
escritorio. A la hora de la cena, ve que María se ha puesto en el pelo una
de las azucenas que él había arrojado por la ventana. Un poco más
tarde, a solas, él le dice que no le ha regalado las azucenas por la falta
de flores en el jarrón de su habitación. De inmediato, se dan la mano y
ella le promete poner en el jarrón las flores más lindas. De esta manera,
Efraín le confiesa su amor a María.

Capítulo XII
Efraín despierta al día siguiente, enamorado y feliz. Ve a María más
hermosa que nunca. Comienzan las lecciones de gramática y geografía;
las chicas están entusiasmadas. Leen la novela Genio del Cristianismo,
de Chateaubriand. El joven observa que María es muy inteligente y tiene
muy buena memoria. Emma se da cuenta del amor entre ambos. De vez
en cuando, aprovecha alguna tarea doméstica para dejarlos solos. Se
convierte en su cómplice. En las últimas líneas del capítulo, el narrador
se lamenta porque no ha vuelto a escuchar la voz de María.

Capítulo XIII
Efraín lee en voz alta Atala, de Chateaubriand, para las chicas. Ellas
escuchan conmovidas y con atención. Los tres se emocionan con el
final de la historia. El narrador remarca que él y María están además
abrumados por un mal presentimiento sobre su propio futuro. Ven su
historia reflejada en la historia de amor de Atala.

Capítulo XIV
Tres días más tarde, al volver de un paseo por la montaña, Efraín se
entera de que María ha tenido un ataque nervioso. Se trata de la misma
enfermedad de su madre, que ha muerto muy joven atacada por una
epilepsia incurable. Está todavía sin sentido, como dormida y muy
pálida. En la habitación de la joven están también el padre, la madre y
Emma, pero el primero se retira rápidamente. Entonces Efraín llora
mucho y agarra la mano de María. Gracias a ese contacto, la chica se
despierta lentamente y pronuncia el nombre de su amado. Se siente
alterada y triste. El padre permite que Efraín vuelva a visitarla por la
noche.

Capítulo XV
Se desata una tormenta, Efraín pasa un tiempo mojándose en un
corredor y de repente un ave negra, de mal augurio, pasa volando, roza
su frente y finalmente vuela hacia los bosques. Es invierno. El florero de
la habitación de Efraín contiene unas flores recogidas por María, pero ya
marchitas.

A la medianoche, el padre viene a buscarlo, María ha tenido otro


episodio. Efraín va en caballo, bajo la tormenta, a buscar al doctor Mayn.
Desesperado y apurado, atraviesa con coraje el río Amaime, muy crecido
por las lluvias. Llega a la casa del médico a las dos de la mañana.

Capítulo XVI
La tarde siguiente, el doctor se despide de la familia tras haber
recuperado la salud de María y haberle indicado los cuidados necesarios
para que no se repitan los ataques. El doctor promete visitarla con
frecuencia. Efraín conversa con María. Ella se siente aliviada porque
cree estar curada. Agradecida y preocupada, resalta los peligros del viaje
del joven bajo la tormenta. Luego, se dicen palabras amorosas, pero
sufriendo porque el destino de su amor tiene obstáculos: la enfermedad
de María y el viaje de Efraín a Europa para continuar sus estudios.

Durante la cena, los hombres conversan sobre una salida de cacería.


Luego, Efraín se reúne a solas con su madre y su padre. Este comenta
los planes relacionados con los estudios de Efraín y luego le dice que
hay algo en su conducta que no está bien. El padre sabe que Efraín ama
a María, pero no permite que se casen todavía porque ella es demasiado
joven. Además, confiesa que el doctor Mayn ha diagnosticado que
probablemente la chica muera joven, ya que padece la misma epilepsia
que su madre, una enfermedad gravísima. Entonces, desafía al hijo
preguntándole si, a pesar de todo, se casaría con María si él lo
permitiera. Efraín dice que sí, sin miedo a arriesgarlo todo. La madre
llora. El padre se alegra porque ve que su hijo es un caballero.

Entre los tres, acuerdan que el casamiento tendrá lugar cuando Efraín
termine sus estudios de medicina en Europa y regrese al Valle del Cauca,
algunos años más tarde. Además, el padre y la madre le piden que no
hable con María de este plan ni le demuestre su amor, ya que esas
emociones parecen haber despertado la epilepsia. María debe
mantenerse tranquila. Tampoco debe enterarse de que su enfermedad
es grave. Estos son consejos del doctor. Efraín cree que ha terminado la
conversación, pero se equivoca. El padre le cuenta que Carlos, amigo de
Efraín, ha pedido la mano de María. Efraín se siente confundido y
apenado; se desata una tormenta ventosa y fría.

Capítulo XVII
Efraín tiene dificultades para contener su amor por María, pero hace
esfuerzos por cumplir la promesa que le ha hecho a su padre. Está
preocupado por la propuesta de matrimonio de Carlos. Pasa varios días
encerrado en su cuarto o en la casa de José. Una mañana recibe la
visita de su madre. Está preocupada por la actitud del hijo. Él le confiesa
su preocupación por Carlos. También por el hecho de que María es su
hermana. La madre le dice que es tarde para preocuparse por eso,
porque ya están enamorados. Remarca que María está dominando
mucho mejor que él las dificultades del momento.

Entonces le confiesa que el doctor Mayn ha determinado que el mal de


María no es el mismo que ha matado a su madre. Como esperan la
visita de Carlos para el día siguiente, la madre propone hablar con María
sobre sus sentimientos hacia Efraín y explicarle por qué este tiene un
comportamiento tan esquivo.

Capítulo XVIII
Emma visita a Efraín. Conversan mientras ella lo peina y se burla
cariñosamente de la alegría de su hermano. Luego, el joven debe ir a
conversar con su padre. Este le regala un reloj muy valioso, comprado en
Londres. Finalmente, Efraín sale de la casa para visitar a su amigo
Emigdio. En el camino se cruza con María y se intercambian algunas
flores.

Capítulo XIX
Efraín llega a la hacienda de don Ignacio, el padre de Emigdio, para
visitar a su amigo. Emigdio, Carlos y Efraín han estudiado juntos en
Bogotá y comparten una gran amistad. Durante la tarde, Emigdio le
cuenta a Efraín todo lo que sabe sobre las intenciones de Carlos de
casarse con María. Cree que Carlos es un buen hombre, pero que las
hermanas de Efraín fueron criadas con mucha más delicadeza. Hablan
de don Jerónimo, padre de Carlos; creen que es un hacendado grosero,
mezquino y poco honesto.

Capítulo XX
Efraín regresa a su casa, donde se preparan para recibir la visita de
Carlos y su padre. Efraín y María tienen una larga conversación a solas
en la que se confiesan amor eterno el uno por el otro.

Capítulo XXI
De camino a la montaña, Efraín se encuentra con José y su sobrino,
Braulio. Este chico tiene la misma edad que el protagonista y está
enamorado de su prima Tránsito. Los tres van a la casa de José, donde
conversan con Luisa sobre los planes para el casamiento. Luego salen
de cacería con Tiburcio, un peón, y Lucas, agregado de una hacienda
vecina. Buscan cazar un felino grande al que llaman "tigre". Efraín es
quien logra matarlo para impedir que ataque a Braulio. Luego comparten
un banquete y Braulio le pide a Efraín que sea su padrino de bodas.

Capítulo XXII
Efraín vuelve a la casa, donde ya reciben la visita de Carlos y don
Jerónimo. El protagonista se siente atormentado por no poder decirle a
su amigo que ama a María. Jerónimo se comporta de manera grosera.
Luego de una conversación general sobre la cacería del tigre, Carlos y
Efraín conversan a solas durante un rato. Charlan sobre los libros que
tiene Efraín en la biblioteca.

Capítulo XXIII
Más tarde, todos comparten un momento de diversión, tocan la guitarra,
cantan y recitan poesías. María canta "Las hadas", unos versos
compuestos por Efraín.

Capítulo XXIV
Justo antes de dormir, los enamorados intercambian algunas palabras.
María le cuenta a Efraín que Tránsito la ha elegido como madrina de su
boda.

Capítulo XXV
La mañana siguiente, Efraín conversa con su madre, preocupada porque
María acepte la propuesta de Carlos. El hijo le propone una solución y la
ponen en marcha: van a desobedecer la orden del padre. La madre le
cuenta a María que tienen el permiso del padre para casarse cuando
Efraín termine sus estudios. En la misma charla, le cuenta sobre las
intenciones de Carlos. Como María no quiere casarse con él, acuerdan
rechazar su propuesta con la excusa de que es demasiado niña como
para el matrimonio. Efraín escucha todo a escondidas.

Capítulo XXVI
Los hombres cazan un venadito cerca de la casa.

Capítulo XXVII
Carlos quiere contarle a Efraín sus pretensiones de casarse con María.
El protagonista se siente muy incómodo por la situación. Don Jerónimo
los interrumpe y se lleva a Carlos a la habitación del padre de Efraín.
Mientras, esté y María conversan en el costurero, acompañados por
Juan. Ella le cuenta que rechazará la propuesta de Carlos.

Capítulo XXVIII
La familia y sus invitados salen a pasear por los campos. Mientras
caminan del brazo, Carlos le propone matrimonio a María y esta lo
rechaza con elegancia. Efraín escucha desde lejos algunos fragmentos
de la conversación. Carlos queda desconcertado. María camina junto a
Anselmo de regreso a la casa, conversan y él le deja entender que
aprueba su amor con Efraín, pero sin decirlo explícitamente.
Ya en la casa, Carlos y Efraín conversan solos. Carlos le cuenta que el
verdadero motivo de su visita ha sido proponerle casamiento a María,
pero que ella lo ha rechazado. Efraín siente alivio y vuelve a sentirse
cómodo con su amigo. De inmediato, le cuenta que él ama a María y que
tiene la aprobación de su padre para casarse con ella cuando regrese de
Europa. Ambos se sienten agradecidos por la honestidad y la lealtad del
otro.

Capítulo XXIX
Tras la visita de Carlos, Efraín trabaja intensamente con su padre. Él y
María comparten momentos a solas todas las noches. Conversan, se
miran y se sonríen. Comienza un período de felicidad para ambos, pero
al final del capítulo el narrador repite su presagio: anuncia que llegarán
días de sufrimiento y llanto.

Capítulo XXX
Una mañana, Efraín trabaja con su padre en el escritorio. Mientras tanto,
María le corta el pelo a su tío. De repente se le cae la rosa que lleva en el
pelo y el padre la levanta para volver a ponerla en su lugar. Ella siente
vergüenza. El hombre se muestra afectuoso pero al mismo tiempo firme
con ambos jóvenes.

Capítulo XXXI
Este capítulo, más extenso que los anteriores, comienza con un viaje
interior de Efraín; recorre sus sentimientos de amor y recuerdos de la
infancia. Esa mañana reciben la visita de José y Tránsito en la casa.
Emma, María y la madre conversan con la muchacha sobre los planes
para su casamiento. María, madrina de la boda, prepara un vestido de
novia para Tránsito. Sin embargo, se apena al ver la felicidad de su
ahijada junto a Braulio, porque sabe que ella no puede estar junto a
Efraín del mismo modo. Él le pide un mechón de sus cabellos como
señal de amor; María promete dárselo en la noche.

Después de la cena, Juan se encarga de juntar a los enamorados.


Ambos juegan con el niño, le hacen caricias y le dan besos. María
esconde el mechón que se ha cortado para Efraín entre los cabellos del
niño y así se los acerca a Efraín. Antes de dárselo, le pide que él también
le dé sus cabellos para guardarlos en el mismo guardapelos en el que
tiene los de su madre, Sara.

Capítulo XXXII
Efraín va a emprender un nuevo viaje por las haciendas junto a su padre.
Este da muchas órdenes a las hijas que se encargan de los preparativos.
El narrador retrata al padre como un tanto autoritario. Justo antes de
partir, rápida y disimuladamente, Efraín deja que María le corte un
mechón de pelo y ella lo coloca en el guardapelo que lleva en el cuello.
Se dicen palabras amorosas y se separan para que la familia no los vea
juntos en esa actitud.

Capítulo XXXIII
Una semana después, todavía de viaje por las haciendas, Efraín y su
padre trabajan hasta tarde. Reciben una carta que les comunica una
importante pérdida para los negocios familiares. El padre ha confiado
demasiado en hombres poco honestos. Resuelve demorar un día más el
viaje de regreso a la casa y le pide a su hijo que guarde el secreto para
no angustiar a la madre. El joven se siente atormentado por la situación
y por seguir lejos de María.

Capítulo XXXIV
Cuando llegan a la casa, al día siguiente, María se ha subido a una
piedra muy alta y no puede bajar. Efraín sube y la ayuda. Conversan un
poco sobre cuánto se extrañaron. María le cuenta que dos noches antes
ha visto al ave negra de mal augurio y ha tenido pesadillas, pero se niega
a contar qué ha soñado. Está asustada. Efraín también, pero trata de
disimularlo. El ave parece haber aparecido en el mismo horario en que él
recibió la carta con malas noticias sobre los negocios familiares. Efraín
le confía ese secreto a María.

Capítulo XXXV
Efraín y María se dicen una vez más que se aman. Él insiste en conocer
cuáles fueron las pesadillas de la chica, pero ella se niega nuevamente.
Al día siguiente, 12 de diciembre, se casan Tránsito y Braulio. María
decide ir hasta la parroquia en caballo retinto para demostrar que ha
crecido y ya no le tiene miedo. Es el mismo caballo que Efraín usó para ir
a buscar al médico cuando ella tuvo un ataque.

Ambos están felices por sus amigos que se casan, pero sienten tristeza
por su propia situación, ya que no pueden estar plenamente juntos
todavía. Efraín le dice a María que tratará de convencer a su padre de
que no lo envíe a Europa y se quede ayudando con los negocios
familiares, que van mal.

Capítulo XXXVI
El padre está enfermo. Los jóvenes sospechan que puede ser
consecuencia de los malos negocios, pero deben mantener el secreto.
Al principio parece un simple resfrío, pero luego le sube mucho la fiebre
y empieza a tener delirios. La madre pregunta si han recibido malas
noticias y Efraín le dice que no. Llega el doctor Mayn y comienza a tratar
al paciente. Las fiebres no ceden y el chico le cuenta toda la verdad al
médico, que se compromete a mantener el secreto. Efraín pasa la noche
cuidando a su padre y tiene malos presentimientos para el futuro. El
doctor regresa la mañana siguiente, aplica nuevos remedios y se
muestra realmente preocupado.

Capítulo XXXVII
Tres días después, el padre sigue afiebrado. El doctor Mayn le dice a
Efrain que la situación es grave. Aplican más remedios y cuidan mucho
al enfermo. María se destaca como enfermera y gracias a ello el padre
se recupera lentamente. El doctor Mayn asegura que ya está fuera de
peligro.

Capítulo XXXVIII
Diez días más tarde, el padre está recuperado. Emma, María y Efraín lo
entretienen leyendo en voz alta un libro de memorias de Napoleón
Bonaparte. También conversan sobre tiempos felices y tocan la guitarra.
Reciben una carta del Sr. A..., que llevaría a Efraín a Europa. Les cuenta
que el viaje debe realizarse a finales de enero, apenas un mes más tarde.
Efraín sale de paseo en caballo; se siente alterado y triste por la noticia.
Recorre y contempla un amplio paisaje natural.
Cuando regresa a la casa, ya de noche, intenta hablar con su padre para
evitar el viaje. Le dice que prefiere quedarse para ayudarlo con los
negocios, pero el hombre se niega y le dice que su decisión es
irrevocable. Aunque no le gusta esa decisión, el hijo obedece sin
cuestionarla. María escucha esta conversación y se siente muy alterada.

Capítulo XXXIX
La madre conversa con Efraín para tratar de aliviar su sufrimiento. Le
promete que cuidará a María durante los cuatro años que él debe pasar
en Europa. Más tarde, María, Efraín, el padre y la madre conversan sobre
el futuro. Han conversado con la chica y ella promete casarse con el
primo cuando regrese de Europa. Luego se quedan solos, se dan la
mano y se miran a los ojos con intensidad. Se prometen amor eterno.

Capítulo XL
Al día siguiente, Efraín se dirige a las haciendas porque Feliciana,
antigua criada de la familia, está muy enferma. Lo acompaña Juan
Ángel, su jovencísimo sirviente, que es hijo de Feliciana. El doctor Mayn
ha dejado de atenderla por un viaje de urgencia. Lo reemplaza otro
médico, en quien Efraín no confía demasiado. La mujer padece hepatitis
y va a morir. Efraín ordena que se sumen más esclavas a su cuidado.

Conmovido por el estado de la mujer, Efraín narra su historia de vida, a la


que le dedica algunos de los capítulos más extensos de la novela.
Feliciana nació en África, es hija de Magma Hú y su nombre original es
Nay. Su padre es un jefe del ejército ashanti que decide exiliarse
después de unas guerras entre distintos pueblos africanos y ejércitos
ingleses, colonizadores de la zona. Sinar, hijo de Orsué, jefe de otro
pueblo africano sometido por Magma Hú, ha trabajado como sirviente
en su casa. No le cuenta a nadie que es hijo de Orsué, para que no lo
castiguen por ser familiar del jefe derrotado. Nay es la única que conoce
el secreto, y ellos se quieren mucho desde que ella es una niña. Un día,
Sinar le propone escapar juntos para casarse y ser reyes de su pueblo,
pero ella no quiere traicionar al padre.

Un tiempo después, los ingleses les declaran la guerra y Sinar decide


luchar junto a Magma Kú en contra del enemigo común. En la pelea,
Sinar recibe un balazo en el brazo izquierdo. Nay cura la herida a
escondidas de su padre. Magma Tú decide abandonar su patria y
sacrificar a Sonar como ofrenda a los dioses. Sin embargo, Nadie le
cuenta que lo ama y se ponen de acuerdo entre los tres para partir junto
a treinta esclavos. Llegan a Gambia y son muy bien recibidos. Allí
conocen a un sacerdote francés.

Capítulo XLI
Sinar y el sacerdote pasean juntos a diario. El joven se siente un poco
triste y Nay está preocupada. Conversan y se declaran amor el uno por el
otro.

Capítulo XLII
Nay y Sinar se convierten al cristianismo y se casan. Durante los
festejos, reciben el ataque de un pueblo enemigo y Magma Tú muere.
Para salvar la vida de Sinar, Y se entrega como esclava de los enemigos.
Algunos días más tarde la separan de su esposo para siempre y la
embarcan hacia América como esclava. Al llegar a Colombia, la llevan
junto a otros esclavos a la casa de William Sardick, un irlandés casado
con Gabriela, mujer mestiza nacida en Cartagena.

Capítulo XLIII
Sardick explota minas de oro en el Chocó y está asociado a su hermano
Thomas, que vive en Cuba y trafica personas negras para esclavizarse.
Gabriela descubre que Hay es cristiana y por eso la protege y le enseña
español. Nay está embarazada y por eso todavía no la han vendido.
Apenas nace el niño, lo bautiza.

Unos meses después, el padre de Efraín pasa por la casa de Sardick


volviendo de Jamaica con la pequeña María, tras haberla adoptado. Nay
toma mucho cariño por la niña. El padre se indigna al conocer que
Sardick y su hermano esclavizan personas, ya que las leyes del país lo
prohíben para ese entonces. Sin embargo, no dice nada y luego compra
a Nay para liberarla y pedirle que sea la haya (o niñera) de María. Nay
acepta y tanto ella como su hijo, Juan Ángel, se mudan a la casa de la
familia.

Capítulo XLIV
Efraín organiza el entierro de Feliciana y en el mismo viaje entrega su
carta para el Sr. A... donde le confirma que viajará con él a Europa pocas
semanas más tarde. Esa misma noche, Feliciana falleció. Juan Ángel,
Efraín y todos los esclavos de la hacienda la velan. Efraín le promete a
Juan Ángel cuidarlo como miembro de la familia.

Capítulo XLV
Pasan ocho días de la muerte de Feliciana y el clima se calma un poco.
El padre de Efraín le otorga total libertad a Juan Ángel y este decide
acompañar al joven en su viaje a Europa.

María y Efraín pasean por los jardines a solas algunas veces. Ella junta
flores y juega con ellas. Por momentos recuerdan que él debe viajar y
lloran juntos. Una tarde, durante el paseo, María le cuenta que ha
sembrado un rosal que representa su amor. Si Efraín dejara de amarla, el
rosal dejaría de dar flores. La chica cree que así será porque se lo ha
pedido a la Virgen. Además, ha sembrado una mata de azucenas de la
montaña debajo de la ventana de la habitación de Efraín. Se propone
colocar una azucena en cada carta que le envíe a Europa, para
comunicarle cosas que no podría escribir con palabras.

Capítulo XLVI
María y Efraín se encuentran durante un paseo. Al regresar a la casa, se
habla del amor que sienten. Ella está un poco celosa: teme que él
conozca otras mujeres en Europa.

Capítulo XLVII
Efraín debe viajar a la ciudad junto a su padre para preparar su viaje a
Europa. Mientras preparan el equipaje, María le da un anillo que tiene
grabadas las iniciales de sus padres, y Efraín le da a cambio otro con
sus propias iniciales en la cara interior. En ese mismo momento, ambos
ven pasar al ave negra de mal augurio. Se asustan.

Capítulo XLVIII
Antes de ir hacia la ciudad, Efraín pasa por la casa de Carlos para
despedirse. Este le cuenta a su amigo que piensa en Matilde, una mujer
de la ciudad a la que quisiera traer al campo para casarse con ella.
Efraín piensa que las llanuras y los campos donde viven son el paisaje
perfecto para amarse. Luego se saludan, tristes por la despedida.

Después, el protagonista pasa a despedirse de Custodio y su familia. El


hombre le habla de sus preocupaciones por los amores de Salomé, su
hija, y le pregunta si la chica podría pasar un tiempo en la casa para
recibir la buena compañía de Emma y María. Un poco más tarde, Efraín
conversa a solas con Salomé para tratar de resolver el asunto. La
describe como una mujer mestiza muy hermosa y simpática.

Capítulo XLIX
Efraín, Salomé y su hermano menor, Fermín, salen de paseo. Ella le
cuenta a su amigo que está enamorada de Tiburcio y no de Justiniano.
Efraín se propone hablar con Tiburcio para ayudarlos en su relación y
evitar confusiones. Luego regresan a la casa y Efraín se despide de la
familia. En el camino, se encuentra con Tiburcio. Conversan y Efraín le
recomienda que visite a Salomé para hablar de sus sentimientos.

Capítulo L
María está tan triste que parece tonta; está distraída. Le dice a Efraín
que no sabe cómo pasará tantos años sin él, aburrida en la casa. Le dice
que morirá esperando. Él le pide que no hable así y que deje de llorar.
Finalmente, la besa en los cabellos por primera vez. Ella aproxima sus
dedos a los labios de él, pero no llega a tocarlos.
Capítulo LI
Dos días antes de su partida, Efraín se dirige a las montañas junto a
José para despedirse de su familia. Lo reciben con mucha alegría y
almuerzan todos juntos: Braulio, Tránsito, Lucía y la madre de las chicas.
Antes de irse, le regala su escopeta a Braulio. Finalmente, todos se
despiden de Efraín, muy conmovidos.

Capítulo LII
María está muy triste porque se aproxima la fecha de partida de Efraín.
Le reclama que haya pasado tanto tiempo de visita en la montaña. Ha
desobedecido a su madre y se ha dedicado a plancharle las camisas,
tarea peligrosa por el peso de las planchas.

Capítulo LIII
Al comienzo del capítulo el narrador asegura que escribe estas páginas
cargado de emoción, derramando lágrimas, y nos recuerda que su
historia es triste. Pasa la última noche antes de su viaje sin poder
dormir. A la mañana se despide de toda la familia, todos lloran. María,
vestida de blanco, lo espera en el oratorio para despedirse a solas.
Ambos lloran mucho y Efraín le da un beso en la frente.

Capítulo LIV
En este capítulo, la novela reproduce el texto de una carta que María le
envía a Efraín. Él la recibe dos semanas después de haber llegado a
Londres. Dentro del sobre hay una azucena, tal como ella ha prometido.
Se trata de la primera flor que ha dado la mata que plantaron juntos.

Capítulo LV
Pasa un año y María continúa enviando cartas cada dos semanas. Efraín
comienza a percibir mucha melancolía en las últimas cartas que ha
recibido. Hacia fines de junio recibe una nueva carta con malas noticias:
María está muy enferma. El joven debe apresurarse para volver al Cauca.
Todos, incluso los médicos, consideran que, si vuelve pronto, la chica se
recuperará.

Capítulo LVI
Un mes más tarde, el 25 de julio, Efraín está a bordo de un barco que lo
lleva hacia Colombia desde Panamá. Desde la embarcación se
contempla el paisaje natural de montañas, selva y costa característico
del Valle del Cauca, su tierra natal. Tiene en sus manos una carta de
María que ha recibido durante el viaje. Ella le cuenta que la noticia de su
regreso le ha dado fuerzas y su salud está mejor.

El barco en el que viaja Efraín está tripulado por un amigo de su padre, el


administrador, quien también aloja al chico en su casa cuando llegan a
tierra firme. Allí comparten un trago y el hombre intenta que Efraín
descanse un poco. Cenan en su casa junto a Lorenzo, mayordomo de la
casa del padre de Efraín que ha viajado para recibirlo en el puerto de
Buenaventura. El administrador mantiene una actitud alegre, pero el
joven se siente muy preocupado por María y no logra relajarse.

Capítulo LVII
En la madrugada siguiente, a la luz de la luna llena, Lorenzo y Efraín
embarcan en una nave pequeña tripulada por dos bogas, llamados
Cortico y Laureán. Son dos hombres negros que viajan vistiendo
taparrabos. Cantan mientras hacen avanzar el barco, y Efraín comparte
algunos tragos de una bebida alcohólica con ellos. Siente que las
canciones de los bogas armonizan con la naturaleza y con su propio
estado emocional: melancólico, profundo, lento y lleno de lamentos.
Luego comienza a llover y Efraín se recuesta, muy triste. Le faltan cinco
días de viaje para llegar a la casa. Mientras viaja, la reconstruye en su
memoria con nostalgia.

En medio del viaje por el río Dagua hacen una parada en San Cipriano, en
la casa de don Bibiano. Allí vive también Rufina, su hija, que es a su vez
la novia de Laureán. Efraín pasa allí la noche, durmiendo en una hamaca.

Capítulo LVIII
Al día siguiente vuelven a embarcarse. Efraín asegura que en el río
Dagua todo es posible, y se siente incluso más triste que antes. Durante
el viaje deben protegerse de las picaduras de mosquitos y víboras. A
medida que se acercan al destino, la vegetación se hace más abundante
y se escucha el canto de los pajaritos. Dos días después llegan al final
del río y Efraín es recibido por el señor D..., un antiguo empleado de su
padre.

Capítulo LIX
Con ayuda del Sr. D..., Efraín y Lorenzo consiguen unas mulas para
realizar los últimos dos días del recorrido. En un punto del camino, se
encuentran con un perro negro que gruñe al verlos y se asustan un poco.
Luego encuentran al caporal Justo, que los reconoce a ambos, los trata
con cariño y les prepara una merienda.

Capítulo LX
Al día siguiente, llegan a Cali. Efraín espera encontrar a su familia allí,
pero eso no sucede. Lorenzo le cuenta que Justo le ha dicho que María
está muy enferma. El protagonista se siente muy nervioso. Consigue un
caballo y monta muy apurado para llegar a la casa. Apenas llega lo
reciben Emma, vestida de negro, y su madre. Le cuentan que María ha
muerto. Efraín se siente perturbado, herido y lleno de dolor.

Capítulo LXI
Ante el impacto de la noticia, Efraín pasa algunos días enfermo. Sus
hermanas y su madre lo cuidan. El doctor asegura que se recuperará
pronto. Emma promete contarle todo sobre los últimos días de vida de
María.

Capítulo LXII
Dos meses después de la muerte de María, Efraín todavía no puede
visitar su tumba. Recién en ese momento, Emma le cuenta que unos
días antes de morir, la joven visitó el rosal y la mata de azucenas que
había plantado como emblema del amor de Efraín y se despidió de él.
María sabía que iba a morir pronto. Justo antes de que eso sucediera, la
chica recibió la bendición de un sacerdote cristiano.

Braulio, José y cuatro peones más llevaron el cuerpo al pueblo para el


entierro. Más tarde, el padre de Efraín se lamenta por haberlo enviado a
Europa, se siente responsable por la muerte de María y sufre por no
haberla cuidado, tal como le había prometido a su primo Salomón.

Capítulo LXIII
El mismo día en que Emma le cuenta esto a su hermano, también le
entrega algunos regalos especiales: algunas cartas y flores secas y el
guardapelos donde María llevaba cabellos de su madre y del propio
Efraín, así como el anillo que él le había dado. Además, ella le había
pedido a Emma que cortara sus trenzas para regalárselas a Efraín. Es 10
de septiembre y Efraín debe emprender su regreso a Europa para
continuar sus estudios. Antes de hacerlo, pasa por el huerto donde
paseaba con María y por su habitación. Llora mucho al ver todos los
objetos que le recuerdan a su enamorada.

Capítulo LXIV
La noche anterior a su partida, Efraín se duerme con las trenzas de
María entre las manos. Sueña que María es su esposa y que leen juntos.
Sin embargo, se despierta repentinamente, gritando de espanto.

Capítulo LXV
Efraín se despide de todos sus seres queridos, muy conmovidos. Parte
hacia la ciudad, pero antes pasa por la tumba de María, ubicada en una
especie de huerto, rodeada de vegetación. Lo acompaña Braulio. Deja
allí una ofrenda de rosas y azucenas preparada por Lucía y Tránsito.
Quiere darle un último adiós a María y su sepulcro. Cuando están por
retirarse, aparece la terrible ave negra de mal augurio. Pasa sobre sus
cabezas, da un graznido siniestro y se para sobre la cruz de la tumba de
María. Efraín parte con su caballo por la pampa silenciosa sintiéndose
espantado, mientras anochece.

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