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Salmo 47 las ciudades de Judá se gozan 

como era en el principio ahora


con tus sentencias.  y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Grande es el Señor y muy digno de
alabanza  Según san Mateo 6, 31-34
Dad la vuelta en torno a Sión, 
en la ciudad de nuestro Dios, 
contando sus torreones;  En aquel tiempo tijo Jesús a su
su monte santo, altura hermosa, 
fijaos en sus baluartes, 
alegría de toda la tierra:  Discípulos: No anden tan
observad sus palacios, 
preocupados ni digan: ¿tendremos
el monte Sión, vértice del cielo, 
para poder decirle a la próxima generación:  alimentos?, o ¿qué beberemos?, o
ciudad del gran rey; 
"Este es el Señor, nuestro Dios."  ¿tendremos ropas para
entre sus palacios, 
El nos guiará por siempre jamás. vestirnos?  Los que no conocen a
Dios descuella como un alcázar. 
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, Dios se afanan por esas cosas, pero
Mirad: los reyes se aliaron  como era en el principio ahora el Padre del Cielo, Padre de ustedes,
para atacarla juntos;  y siempre por los siglos de los siglos. Amén. sabe que necesitan todo eso. Por lo
pero, al verla, quedaron aterrados  tanto, busquen primero su reino y su
Salmo 53
y huyeron despavoridos; 
justicia, y se les darán también todas
Oh Dios, sálvame por tu nombre, 
Allí los agarró un temblor  sal por mí con tu poder. 
esas cosas. No se preocupen por el
y dolores como de parto;  Oh Dios, escucha mi súplica,  día de mañana, pues el mañana se
como un viento del desierto,  atiende a mis palabras;  preocupará por sí mismo. A cada día
que destroza las naves de Tarsis.  le bastan sus problemas.
porque unos insolentes se alzan contra mí, 
Lo que habíamos oído lo hemos visto  y hombres violentos me persiguen a muerte, 
en la ciudad del Señor de los ejércitos,  sin tener presente a Dios. 
en la ciudad de nuestro Dios: 
que Dios la ha fundado para siempre.  Pero Dios es mi auxilio, 
el Señor sostiene mi vida. 
Oh Dios, meditamos tu misericordia 
en medio de tu templo:  Te ofreceré un sacrificio voluntario, 
como tu renombre, oh Dios, tu alabanza  dando gracias a tu nombre, que es bueno; 
llega al confín de la tierra;  porque me libraste del peligro, 
y he visto la derrota de mis enemigos.
Tu diestra está llena de justicia: 
el monte Sión se alegra,  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,

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