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LA TEORÍA DEL GRUPO Y SUS APLICACIONES CLÍNICAS

NICOLÁS CAPARRÓS SÁNCHEZ, ANTONIO GARCÍA DE LA HOZ Y GRUPO


QUIPÚ DE PSICOTERAPIA*
* Institución dedicada a la investigación y práctica de la psicoterapia de grupo e
individual desde 1974.
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Si nos atenemos a la perspectiva histórica, las primeras concepciones modernas sobre el
grupo en su vertiente ,psicoterapéutica han nacido de diversas situaciones insólitas y
todas ellas marcadas por la urgencia: la necesidad de tratar problemas muy concretos
como la tuberculosis (Pratts) o la neurosis de guerra (Bion). Exceso de trabajo que
impedía la atención individualizada y a la vez la presencia de pacientes aparentemente
homogéneos y potencialmente tratables en conjunto. los dos puntos de partida no
pueden ser más lógicos ni mas obvios. Pero también esta aplastante necesidad que pide
el nacimiento del trabajo en grupo, obliga a un comienzo precario y no demasiado
reflexivo. Se podía suponer que una vez cesada la urgencia o la masificación de la
demanda, lo sensato es volver al tratamiento individualizado, sea cual fuere la técnica
que se preconice para esto.
La historia de la clínica ha mostrado a lo largo de los años que muchos azares han
abierto caminos insospechados y estaría de más recordar que aquí estamos también ante
uno de ellos; porque desde luego, hoy cabe decir que la era de la psicoterapia grupal
-con toda la extensión que este término de tener- ha abierto un campo específico de
tratamiento y que como tal tiene sus indicaciones propias.
No podemos ahora, hacer otra cosa señalar de manera sintética algunas de las
aportaciones más interesantes lo que puede dar a estas líneas un tono excesivamente
dogmático por lo poco razonado, pero queremos arrastrar ese riesgo.
En efecto, si tomamos el marco de referencia psicoanalítico en el que nos movemos
como punto de partida, no podemos dejar de señalar los siguientes puntos de
importancia para la comprensión del grupo:
a.) El nivel de Integración Psicológico, que posee sus leyes propias, proviene de la
articulación de otros dos también ,específicos: Nivel Biológico y Nivel Social- Lo cual
como sabemos, da lugar a la Psicología no sea una ciencia incontaminada, sino que su
campo forzosamente aparece invadido por múltiples entrecruzamientos.
b.) El Vínculo original primariamente no, es precisamente aquella relación que se
establece entre unas demandas producto de las necesidades biológicas del neonato con
una oferta ,efectuada de una manera peculiar -humana-, lo que al fin y a la postre quiere
decir social.
c) Estos vínculos incorporados más tarde por el sujeto, que a la vez se constituye como
tal merced a ellos, están afectos de un lado, por la monotonía inexorable de la biología y
por el otro por la riqueza cambiante del medio, como consecuencia, nunca podremos
hablar, desde la perspectiva del sujeto, de necesidades puramente biológicas ni de oferta
social, sino de experiencias psicológicas cuya especificidad resulta de estructuras que
comprenden elementos de ambos polos. Por lo tanto, si deparamos al sujeto únicamente
atención biológica o social, con ser estas imprescindibles, dejaríamos de lado el
producto radicalmente nuevo y que se produce de esta relación que estamos
mencionando y que genéricamente se llama psicológica.
No tiene sentido, por tanto, polémicas que pretendan categorizar en orden de
importancia estos tres niveles, ni mucho menos pretender concluir en la primacía de
cualesquiera de ellos, ni en lo que concierne a la comprensión del sujeto ni en la clínica
que se ocupa del mismo.
En lo que se refiere al conflicto psíquico definido a través de sus consecuencias
subjetivas y/o objetivas en la conducta, la pretendida prevalencia de uno de estos tres
niveles, y lo que es peor, el desprecio simultáneo de los restantes han dado lugar a otras
tantas propuestas terapéuticas sesgadas. Así el modelo Médico, al menos en sus
versiones más exageradas, bajo el primado del acontecimiento biológico, el modelo
Sociogenético tan caro a los momentos reactivos frente al sistema establecido y
finalmente, el modelo Psicológico, cuyo paradigma más destacado lo representan ciertas
escuelas psicoanalíticas de corte intrapsíquico.
No hago una mención expresa de los modelos Matemáticos por cuanto estos carecen de
campo propio y de hecho se limitan a operar con axiomas que naturalmente son ajenos
al campo de la matemática. En rigor, éstos son reductibles a los anteriores, aunque
varían en la forma de tratar el campo al que se aplica.
Si volvemos a la clínica de los conflictos psíquicos, estas reflexiones nos pueden ser de
suma utilidad: existen terapias que ponen más énfasis en las relaciones que el conflicto
psíquico, tomado este en cualquier caso como objeto fundamental del tratamiento,
guarda con lo biológico, con la incorporación propiamente dicha de la relación
biológico-social o con lo psicosocial Entiéndase bien que en ninguna circunstancia
estamos afirmando ahora que el sujeto psicopatológico esté "etiológicamente enfermo"
en alguna de estas fuentes en exclusiva. Nos limitamos a decir que estos tres grandes
grupos de modalidades terapéuticas inciden preponderantemente -aunque no sólo- en
uno de esos puntos principales de la estructura total.
El acto terapéutico que se ejerce en el paciente mediante la sesión de grupo es de índole
psicosocial, lo que quiere decir que profundiza sobre los aspectos sociales de los
psicológico y no, como a veces se entiende, sobre los aspectos psicológicos de lo social.
(Este trabajo puede llevarse a cabo en grupo, pero este grupo ya no debe llamarse
terapéutico.)
Parece obvio señalar que la terapia grupal no puede tener la ambición, al menos en
todos los casos, de instituirse como exclusiva, sino que por el contrario, debe limitarse a
reclamar el puesto específico que tiene en el arsenal terapéutico de que disponemos. En
muchos casos es un atamiento que debe ser asistido por otros. En lo que no dejaremos
de insistir es que debemos evitar el falso problema de las confrontaciones con otras
modalidades de intervención terapéutica.
El tipo de acción de grupo terapéutico puede describirse brevemente como sigue:
Pone en relación las respectivas verticalidades de los sujetos que lo integren con la
horizontalidad de la situación en la que interactúan. Corno consecuencia, el grupo
desvela de alguna manera en el aquí y ahora los grupos internos de sus componentes;
posibilita mediante la escena grupal la presentación de situaciones y fantasías
inconscientes pretéritas y a la vez permiten confrontaciones nuevas de este material.
Desde Pichón Riviere sabemos que el grupo encuentra su propia identidad en una tarea.
Nosotros, a lo largo de diversos trabajos, nos hemos esforzado en delimitar una tarea
concreta, la tarea terapéutica que consideramos privativa de los grupos con objetivos
clínicos. Para definirla aparecen diversos obstáculos, pero sobre todo la integración de
los respectivos conflictos individuales en un constructo que sea algo más que la simple
aposición de aquellos. En esta dirección hemos tratado de buscar aquellas estructuras
profundas que por encima de contingencias biográficas permiten crear un sentido a las
sucesivas demandas y deseos de los miembros del grupo. Hemos visto que con
independencia de los diagnósticos psicopatológicos -aunque se puedan establecer
relaciones con ellos- existen tres modos, en estrecha relación con el tipo de objeto
interno, prevalentes de tratar al objeto social: de forma esquizoide, confusional y
depresiva,- la segunda nos cabe la responsabilidad de haberla definido y desarrollado.
Estas formas características de relación permiten referir a otros tantos ejes a las
producciones cotidianas del grupo, señalar las diversas lecturas de la escena, confrontar
a cada miembro del grupo con aquello que por familiar le resulta imperceptible o que
por ajeno deforma.
Se ha escrito, y con razón, que la "dinámica grupal" no puede compararse a la sesión
analítica clásica, pero ¿quién ha dicho que la situación de grupo impida hacer otras
lecturas distintas a la dinámica? Caben otros cornos las que estamos esbozando aquí.
El concepto tarea terapéutica, en cierto modo derivado del de los núcleos básicos de la
personalidad, permite superar el dilema individuo versus grupo, enfrentados como dos
entidades naturalmente alienantes. Como hemos escrito reiteradas veces, los dilemas en
psicología proceden de formulaciones falsamente planteadas. Dijimos en una ocasión
que si el individuo enferma en grupo, justo parece que "sane" en grupo; hoy, dos años
después, añadiríamos: cada vez sabemos más acerca de cómo el individuo enferma en
su grupo y por lo tanto la posibilidad de analizarlo en grupo se hace mucho más real.
la psicoterapia de grupo está accediendo a una etapa de asentamiento y madurez teórica.
Tras el entusiasma de los pioneros (Bion, Moreno, Foulkes, P. Riviere) y los
espectaculares resultados de los comienzos, ha de venir un período de reflexión sólida
que permite calibrar mejor la validez de estos resultados. Nuestra propia práctica grupal
se encuentra inserta en este proceso y quizá la mejor manera de reflejarlo sea la
constatación de la misma mediante el material clínico.
Antes unas palabras sobre lo grupal: Debe substantivarse corno lo inconsciente en
Psicología e intentar dominar su dominante condición adjetiva. Pero en esa tarea está
inmersa la formalización teórica del concepto de grupo, conceptualización imposible (al
menos hasta ahora) y que apenas se llega a vislumbrar. lo cual se parece mucho al no-
concepto de grupo sartriano, que es para él (y para nosotros) la prueba más fehaciente
de la veracidad de su existencia. Nos acordamos de su famoso aforismo "el ser es la
negación del conocer y el conocer saca su ser de la negación del ser", que nos parece
especialmente brillante para definir la oposición grupo/concepto de grupo. El concepto
de grupo alcanza una categoría esencial, óntica, mediante la negación del grupo como
existente. Tal parece como si este existente-grupo fuera especialmente reacio a dejarse
conceptualizar-negar. Por eso nunca es una estructura lograda, nunca podemos decir:
"Eso es un grupo."
Sin embargo, existe algo que podríamos denominar pulsión grupal en cada uno de
nosotros, algo de lo que constantemente tenemos corroboración clínica, algo específico,
deseo de grupalización que alcanza aun al más individualista de los sujetos y que puede
transcurrir sin satisfacerse durante toda una trayectoria vital. En las sesiones de grupo
percibimos esto e incluye tanto a los integrantes como a los terapeutas. Es frecuente la
emergencia de ciertos clímax en los que se percibe con la precisa claridad de un
recuerdo encubridor (Deckerinnerung) la pulsión grupal antes mencionada. Clímax en
los que todos nos encontramos inmersos e implicados. En nuestra opinión, la tarea de
un grupo terapéutico es esta: lograr estos momentos grupales, lo que no siempre es
posible. Son difíciles de describir y por tanto de definir, y quizá eso mismo, como
apuntábamos, sea lo que les permite permanecer en ese rincón privilegiado de lo
verdadero, a expensas de los enviones de la Ciencia, que no por ello ha de desistir en su
empeño, en su labor reductora.
Intentaremos saltar la BRECHA (Rodrigué) verdad/ciencia con la descripción de una
sesión de un grupo terapéutico, aun sabiendo que con ello se produce una considerable
pérdida de sentido y de matices, que pasan incuestionablemente al acervo de lo
reprimido grupal. Lo que nos anima, pese a todo a hacerlo, es la constatación de lo
pobres que son los escasos informes clínicos sobre sesiones grupales y que cuando
menos, añadiremos uno más.
Grupo de cinco integrantes (tres mujeres y dos hombres) con nosotros mismos de
equipo terapéutico (E. T.). Lleva varios meses en funcionamiento y por lo tanto posee
un buen "warning" (Moreno) o un "buen espíritu de grupo" (Bion). Laura habla de los
sueños de muerte que últimamente tiene, sobre su temor a que se conviertan en realidad.
Lo asocia con la muerte de un amigo suyo (M) y rompe a llorar visiblemente
angustiada. Si una sesión comienza en esta forma es necesario leer bien la atmósfera
que se crea. En este caso y dado el carácter de repetición del fenómeno (Laura
comenzaba habitualmente así) parecía no impactar al resto de los sujetos. Esto no quiere
decir que se deba frustrar a Laura, ignorando su verbalización, pues se verá
seguidamente que se tuvo en cuenta por otro integrante. Una intervención que sea a la
vez individual y grupal es lo más conveniente. En nuestro caso fue así:
E. T. -Quizá la muerte de M es una pantalla donde has puesto cosas tuyas. (Al grupo)
¿Alguno tiene un "M" en su historia?
Se ha utilizado al amigo "M" como algo simbólico que permita la inserción de más
integrantes.
Jesús.-Sí, mi "M" es la cama. Tengo la fantasía de cambiarla cada vez que ha pasado
una mujer por ella.
La "cama" como un santuario que no debe ser profanado. Hay que notar la asociación
muerte-sexo, inclusive con la palabra "santuario profano" expresamente manifestado
por Jesús. A continuación nos relata su experiencia del último fin de semana, mientras
Luis (el otro varón unos años más joven y sin apenas experiencia sexual) se sonríe
repetidamente, cuando no ríe abiertamente. El relato de Jesús es efectivamente "jocoso"
si se toma por ese lado, aunque a él le produce molestar el recuerdo de esa experiencia.
Pero se da cuenta de que al narrarla puede producir hilaridad. Pese a todo, dada la
virginidad sexual de Luis, resulta epatante que se pueda causar tanta gracia.
E. T. -Tú, ¿de qué te ríes?
Luis. -Lo último que yo haría si voy a follar con una tía es llevarme libros. (Risas
generales).
La risa, la ironía son instrumentos útiles y casi vitales en un grupo. Armando Bauleo
(sin sospecha de ignorancia en este tema) se pasaba una buena parte de las sesiones
entre enormes y sonoras carcajadas; E. Pavlovsky escribía que un terapeuta de grupo sin
humor no es terapeuta de grupo; Lacan afirmaba algo, que aunque en otro contexto, se
parece: "Cuanto más cerca del Psicoanálisis divertido estemos, más cerca estaremos del
verdadero Psicoanálisis."
Jesús nos ofrece más información, ahora relativa a la masturbación substitutiva del
coito. Aquí vemos el momento de una interpretación de prueba.
E. T. -Tú tienes un "pito" de "mírame y no me toques". Para ponerlo en una vitrina.
Evidentemente se puede tratar de una sobrevaloración narcisística del propio pene, que
como nos indican nuestros conocimientos analíticos puede tener que ver con un intenso
temor de castración. Y si esto es así, hemos dado con aquello que Freud llamaba la
"roca viva" ante la que tropiezan y se estrellan la mayoría de los análisis. He aquí algo
universal, ampliaba a todos. ¿Cómo trabajarlo grupalmente? Este es el reto específico de
la psicoterapia grupal. Tras nuestra intervención, Luis aporta inmediatamente:
Luis. -A mi me ocurrió el otro día (al finalizar la sesión pasada) que no pude mear con
A. (uno de nosotros) a mi lado. Efectivamente, se dio esa coincidencia en nuestro
urinario público anexo a la sala de terapia.
Jesús. -A mí también me pasó eso con mi padre cuando era pequeño.
La situación, al menos en lo que se refiere a los varones parecía claramente planteada.
Hacía falta saber qué pasaba con las mujeres que hasta ahora se habían mantenido
expectantes. Nuestra pregunta grupal fue:
E. T.- ¿Os bañásteis desnudos alguna vez?
Pero antes de que todos respondieran, ya habíamos comprendido la característica global
de la situación. Hay que pasar entonces a otro momento: La consigna, que es
específicamente grupal. La consigna es un modo de interpretar al grupo. Una vez en
posesión de un número de datos suficientes a nuestro entender, para configurar algo
general, podemos arriesgar una propuesta de investigación basada en los mismos. En
nuestro caso la consigna fue la elección de más o menos angustia de entre tres
situaciones grupales dadas en una "imaginaria playa desierta":
Situación 1: "in puribus" con sólo personas del mismo sexo.
Situación 2: Igual, con personas del sexo opuesto.
Situación 3: Igual, con personas de ambos sexos.
Esta consigna se puede entender como una verdadera interpretación grupal, donde se
incluyen "temores de castración", "envidias de pene", "observación de la diferencia
sexual anatómica", etc. Permite además a cada integrante insertarse en algo
individualizado a partir de una situación grupal dada. Las respuestas fueron variadas en
virtud de cada personalidad. Así, por ejemplo, Jesús vio como más angustiante la
situación 1 y la menos la 2, lo que es entendible desde el temor a la castración ejecutada
por un varón "superior".
Para Luis es muy similar, con el único cambio de ser la situación 2 más angustiosa que
la 3, entendible desde su virginidad sexual, que le obliga a solas con mujeres a
"cumplir".
A Luisa le angustiaba más la 2, luego la 1 y finalmente la 3, igual que para Laura, lo que
puede reflejar (corno expresaron más adelante) temor a la violación, que como hipótesis
de trabajo, a su vez puede encubrir otras fantasías (como por ejemplo un deseo
inconsciente de desenfreno sexual). Desde este punto de vista, la situación 3 (bisexual)
enmascara dentro de la multitud estos temores-deseos y así se convierte en la menos
angustiante.
Pilar no puede decidirse y opta finalmente por elegir la 3 como más angustiante y luego
las otras por igual. Como explicación sugiere que su elección se basa en que se quedaría
fuera en el reparto de sexos "imaginario" en la situación 3, hecho que evidentemente no
se produciría ni en la 1 ni en la 2. Comprendemos su respuesta en base al momento
actual de Pilar: No tiene pareja y desea tenerla. Quizá por eso no ha podido
incursionarse en contenidos más estructurales.
De esta forma accedemos a otro momento de comentarios más individualizados,
incluyendo el aquí-ahora transferencial del grupo. Luis puede entender el temor que
desplaza desde su padre a nosotros, ligado a sus fantasías edípicas acompañantes de sus
masturbaciones puberales: Deseo inconsciente de sustituir al padre o figura de autoridad
(llega a verbalizar que se podría acarrear nuestro odio por ser más "ligón" que nosotros).
Luisa integra el temor a la violación ligado a una característica muy acusada de su vida:
Conservación cuidadosa de su mundo íntimo de "sus cosas", que a veces le hace
aparecer como especialmente impenetrable. Como dato final, Pilar que no había podido
"empaparse" manifiestamente del clima grupal, "actuó" el ardor de la sesión. Sin saber
cómo, ni por qué estaba quemando un plástico con cerillas que nos sorprendió mientras
comentábamos lo anterior. Y aún más, pues al finalizar la sesión, cuando se levantaba
para abandonar la sala, prendió "por descuido" un poquito la moqueta. Podíamos decir
que salió "echando fuego".
Hasta aquí el relato, que evidentemente se podría ampliar, dado nuestro conocimiento
anterior de cada integrante. Pero baste lo dicho como ilustración de un modo técnico de
hacer, que podríamos sintetizar en el esquema 1.
A partir de contenidos/formas individuales, tratar de conseguir una situación en el Aquí-
ahora. Esto puede intentarse por medio de preguntas, "rondas", lectura de la atmósfera
grupal y demás técnicas ya descritas por los autores teóricos. Si es posible interpretar el
conjunto en forma de consigna lanzada al grupo. Hay que subrayar que consignar es una
labor específica del equipo terapéutico, lo que no quiere decir que obligatoriamente
tenga que formularse siempre. Finalmente, volver a los integrantes con su específica
idiosincrasia, tratando de evitar un defecto corriente: la ilusión de grupalización, el
"todos somos iguales".
BIBLIOGRAFIA
Bibliografía sobre Grupos del "Grupo Quipu de Psicoterapia"
Avila Espada, A.: "Criterios diagnósticos para la formación del grupo terapéutico".
Revista Clínica y Análisis grupal , nº 12, 1978.
"Selección de integrantes y proceso terapéutico en grupos periódicos". Revista Clínica
y Análisis Grupal, nº 24,1980.
Caparrós Sánchez, N."La tarea terapéutica" en Psicología Dinámica Grupal de
Campos Avillar, J. Caparrós Sánchez, N. y otros. Ed. Fundamentos, Madrid, 1980.
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Grupal, nº 4, 1977.
"Los núcleos básicos en la psicoterapia de grupo". Rev. Clínica y Análisis grupal, nº 6,
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"Los ritmos del cuerpo en la psicoterapia de grupo". Rev: Clínica y Análisis Grupal, nº
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"El grupo visto desde la psicología vincular". Rev. Clínica y Análisis Grupal, nº 24,
1980.
"Simetría y asimetría en el grupo: Un estudio sobre la estructura grupal". Rev. Clínica
y Análisis Grupal, nº 25, 1980.
Caparrós Sánchez, N. y López Ornat, S.: "Teoría y práctica de Grupos Operativos"
en ,psicología y Sociología del grupo de Bauleo, A., Caparrós, N. y otros. Ed.
Fundamentos, Madrid, 1975.
García de la Hoz, A.: "Revisión histórica de la psicoterapia grupal". Rev. Clínica y
Análisis Grupal, nº 1, 1976.
"La evolución del concepto de Grupo Operativo". Rev. Clínica y Análisis Grupa, nº 2,
1977.
"Significado actual de Bion y Sartre en la psicoterapia de grupos". Rev: Clínica y
Análisis Grupal, nº 12, 1978.
"Marxismo y existencialismo. Aproximación a la fundamentación filosófica de los
grupos". Rev. Clínica y Análisis Grupal, n" 17, 1979.
López Ornat, S..- "El análisis de un grupo mediante la teoría de la comunicación". Rev.
Clínica y Análisis Grupal, n" 4, 1977. "Significados de la psicología pensada desde el
grupo". Rev. Clínica y Análisis Grupal, nº 16, 1979. "El grupo, espacio de
elaboraciones cognitivas (proyecto)". Rev. Clínica y Análisis Grupal, nº 26, 1981.
Paolini, E.: "Consideraciones sobre lo normal y lo patológico en la concepción
dialéctica vincular. El grupo como agente generador y corrector". Rev. Clínica y
Análisis Grupal, nº 13, 1978.

PSICOTERAPIA, ÉTICA Y PODERES


PÚBLICOS FRENTE A LOS PROYECTOS
DE REGULACIÓN DE LA ACTIVIDAD
PSICOTERÁPICA

PHILIPPE GROSBOIS

Responsable de la Comisión Nacional


Especializada en "Psicoterapias" del SNP,
representante de la ANOP en el "Standing
Commitee of Psycotherapy" de la EFPPA.

"Francia tiene complejo de Asterix. Ahora más


que nunca, parece un país compuesto por
orgullosas aldeas galas que no están dispuestas
a ceder jamás un ápice de su terreno. Más de
quince asociaciones, sindicatos y sociedades
eruditas están dispuestas a enfrentarse. En
juego: la regulación del título de
psicoterapeuta para separar los charlatanes de
los profesionales serios.
A petición del Primer Ministro, el asunto
debería cerrarse antes del final de año"
Estas palabras podían leerse en el reciente
informe de "L'Express" consagrado al tema
"¿Los "psicos" pueden curarlo todo?" ,
informe que exige algunas rectificaciones con
objeto de informar lo más rigurosamente
posible a nuestros lectores.
PSICOTERAPIAS E INTERESES
ECONÓMICOS
Aunque es cierto que existen divergencias,
incluso posturas radicalmente opuestas, entre
las distintas asociaciones que representan a
todos los agentes socio-profesionales
afectados por la práctica de la psicoterapia, lo
que realmente está en juego no es la
regulación del título de psicoterapeuta, sino
más bien el reparto de los ingresos ligados a
estas prestaciones entre profesiones reguladas
(psicólogos y psiquiatras) y las que no lo
están ("psicoterapeutas" y psicoanalistas,
cuando estos últimos no declaran su actividad
a Hacienda al amparo de una profesión
regulada). La perspectiva de la creación de una
nueva profesión regulada de "psicoterapeuta"
es una opción defendida únicamente por una
minoría de especialistas que carecen de
identidad, carencia ligada al hecho de que no
han seguido ningún tipo de estudios
universitarios de psicología clínica o de
psiquiatría, o porque no han convalidado más
que una parte de este tipo de carrera
universitaria. Los intereses en juego se sitúan
más en el plano económico y ético: ético
porque se trata también de proteger mejor al
usuario, no sólo informándole con más
seriedad, sino además reflexionando sobre la
cuestión de la competencia de los
especialistas.
LA DIMENSIÓN ÉTICA
Todos los códigos deontológicos relativos a
una profesión ponen de manifiesto el principio
de competencia como un deber de cara al
usuario: el problema en este caso es que todas
las asociaciones involucradas se remiten
internamente a un código de estas
características que reviste la forma de una
declaración de buenas intenciones. Solamente
los médicos pueden remitirse a un código
legalmente reconocido. Los psicólogos,
psicoanalistas y los llamados
"psicoterapeutas", se basan en unos principios
éticos elaborados en un marco deontológico
autoproclamado que no tiene fuerza legal, sino
que se limita a una simple recomendación.
Por otra parte, los más activos sobre la escena
mediática y parlamentaria (los
"psicoterapeutas" agrupados en el Sindicato
Nacional de Especialistas de Psicoterapia
[SNPPsy] de la Federación Francesa de
Psicoterapia [FFdP] o de la European
Association of Psychotherapy [EAP]) recurren
a una estrategia similar a la de la Iglesia de la
Cienciología que publica un boletín
informativo titulado "Ética y libertad"...
Hacen gala de basarse en unos principios
éticos rigurosos en materia de práctica y de
formación, pero reivindican un nivel elemental
de estudios universitarios equivalente sólo al
diploma universitario (en cualquiera de las
disciplinas humanas implicadas) para la
concesión de su famoso "Certificado Europeo
de Psicoterapia". Consideran que la formación
teórica impartida por las asociaciones
agrupadas en la EAP o en la FFdP tiene el
mismo valor que la impartida en la
universidad, sacrificando en este sentido la
tradición sólidamente arraigada dentro de la
corriente de la psicología humanista
(mayoritariamente representada en este
movimiento reivindicativo) de negar la
necesidad de una sólida formación teórica de
base para ejercer la psicoterapia.
Basándose en este tipo de argumento, se niega
cualquier competencia psicoterápica a las
profesiones de psicólogo y de psiquiatra, con
la excusa de que algunos de ellos ejercen una
actividad psicoterápica "salvaje", sin
formación complementaria, mientras que
nosotros defendemos al contrario una postura
que podría calificarse de maximalista, es decir,
que consideramos la formación universitaria
de psicología clínica o de psiquiatría de base
como necesaria, pero no suficiente, para
ejercer una actividad psicoterápica.
Una verdadera postura ética en materia de
competencia se situaría más bien a nivel de
una sólida formación universitaria de base
completada con una formación psicoterápica
personal, teórica y clínica a la vez,
acompañada por un sistema de supervisión de
su práctica psicoterápica que permita
cuestionarse su propia implicación afectiva en
relación con sus pacientes.
Los charlatanes son siempre los otros... Por
ello, acuden cada vez más usuarios al SNP
quejándose de haber sido víctimas de
especialistas dudosos, bien por su nivel de
formación, bien por sus prácticas (en relación
con sus tarifas, prácticas de formación
éticamente discutibles, marco psicoterápico
nebuloso o relativo a técnicas más o menos
esotéricas tales como regresiones a "vidas
anteriores", etc.). Somos, por tanto, objeto de
presiones por parte de algunos usuarios que
nos animan a limpiar nuestras filas, creando
una categoría profesional. Obviando el
carácter marcial de esta perspectiva, no
estamos convencidos de que sea la mejor
solución para proteger mejor al público. Otra
vía podría ser la inscripción de nuestro código
deontológico dentro de la ley, de forma que
pueda convertirse en una referencia esgrimible
ante los tribunales.
HACIA UNA NORMALIZACIÓN DE LAS
PRÁCTICAS PSICOTERÁPICAS
Fuimos invitados a participar el pasado 6 de
julio en una reunión de la D.G.S. (Dirección
General de Sanidad), organizada por la
Subdirectora de Sanidad de Poblaciones, Dª
Christine d'AUTUME, con objeto de
comunicarnos y de conocer nuestra opinión
sobre el informe redactado por un
representante de la A.F.N.O.R. (Asociación
Francesa para la Normalización, que concede
los certificados de conformidad de los
electrodomésticos y que ha elaborado las
normas de calidad para las acciones de
formación continua, entre otras actividades)
sobre un estudio de la situación de la
psicoterapia en Francia. Dicho estudio fue
encargado a la AFNOR por la FFdP, lo que
ilustra una vez más las estrategias de
intervencionismo ministerial a las que nos
tiene acostumbrados esta federación que, de
este modo, ve reconocida su existencia ante
los poderes públicos a falta de una regulación
específica a favor de una profesión legalmente
reconocida de "psicoterapeuta"...
El estudio de la AFNOR se basa en entrevistas
a representantes de varias asociaciones de
psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas y
"psicoterapeutas" de distintas orientaciones.
Había unas veinte personas, la mayoría de
ellas miembros de las asociaciones
anteriormente citadas, que reivindicaban la
creación de la profesión de psicoterapeuta, así
como representantes de sociedades de
psicoanálisis (Sociedad Psicoanalítica de
París, Asociación Psicoanalítica de Francia y
el IV Grupo), de la Asociación Europea de
Psiquiatras, una representante de la Comisión
Interministerial de Lucha contra las Sectas y
una representante del Colectivo Interasociativo
de Usuarios (asociación de consumidores).
El estudio dio lugar a un informe de unas
cuarenta páginas, acompañado de anexos
reproduciendo varios documentos emanados
de las asociaciones entrevistadas. Las
conclusiones de este informe dibujan tres
posibles escenarios:
1. Los trabajos normativos tendrían por objeto
definir un marco para la futura profesión de
psicoterapeuta que incluyera a todos los
agentes implicados en la práctica de la
psicoterapia, incluidas las profesiones ya
reguladas.
2. El segundo escenario consistiría en la
elaboración de las normas profesionales para
ejercer la psicoterapia fuera del ámbito
médico, es decir para los "psicoterapeutas",
así como para los psicólogos y psicoanalistas
que ejercen fuera del marco de una institución
médica.
3. El tercer escenario atañería a la información
a los consumidores, en otras palabras,
consistiría en aportar elementos de
transparencia a sus relaciones con los
especialistas, sin definir no obstante esas
reglas válidas para todos.
Por lo que respecta al primer escenario, la
elaboración colectiva en el seno de la AFNOR
de un marco profesional aplicable a los
especialistas de cualquier origen, ésta lo
considera inadecuado y prematuro. La
AFNOR hace hincapié, además, en que los
psiquiatras y psicólogos, que se oponen
ruidosamente a la definición de un título de
psicoterapeuta, representan una parte
importante de la oferta psicoterapéutica.
Cualquier intento por normalizar la actividad
psicoterapéutica hoy en día, no conseguiría
jamás el deseado consenso y daría como
resultado una radicalización aún mayor de las
distintas posturas en liza. La AFNOR
desestima, por tanto, este primer escenario.
El segundo escenario plantea la cuestión de la
viabilidad de la elaboración de unas normas
tendentes a aportar transparencia y garantías a
las actividades psicoterapéuticas fuera de un
marco médico. Esta perspectiva tampoco es
aceptada en razón de la protesta, por parte de
ciertas asociaciones médicas, de la legitimidad
de la práctica de la psicoterapia fuera de las
profesiones sanitarias. La AFNOR precisa que
la jurisprudencia relativa a la psicoterapia no
está estabilizada: "Aunque sea imposible
afirmar hoy en día que una persona que
practica la psicoterapia sin ser médico sea
culpable de ejercer ilegalmente la medicina,
tampoco es posible afirmar lo contrario de
forma jurídicamente incontestable".
INFORMAR MEJOR AL CONSUMIDOR
La opción elegida por la AFNOR para
proponer a la DGS es la tercera. Se trataría de
elaborar una guía informativa y de "buenas
prácticas" (sic...). "El reconocimiento
consensual de estas normas y buenas
prácticas por la colectividad de especialistas
fomentaría la transparencia de las prácticas
psicoterapéuticas entre especialistas y
consumidores, así como la correcta
valoración de estas actividades y de sus
especificidades". La AFNOR subraya que este
enfoque eliminaría las dificultades que traban
los otros dos escenarios, ya que "toma como
punto de partida la psicoterapia en tanto que
actividad, en vez de la profesión de
psicoterapeuta, que remite inmediatamente a
debates no consensuales sobre la
cualificación de los individuos".
Para la AFNOR, el inicio de estos trabajos de
carácter normativo requiere la movilización de
la FFdP, así como el apoyo oficial de las
autoridades públicas, en particular de la
Secretaría de Estado de Sanidad y de la
Dirección General de Consumidores. La
AFNOR considera que no parece necesario
incluir en este trabajo el psicoanálisis que "en
opinión general de los psicoanalistas
consultados, responde en su naturaleza a otro
enfoque distinto al de la psicoterapia. Los
psicoanalistas pueden, no obstante, verse
afectados si reconocen que practican también
psicoterapias: ése sería el caso de los
psicoanalistas jungianos y adlerianos, pero no
el de los freudianos y lacanianos...". Parece
que la AFNOR no ha entendido bien que
algunos psicoanalistas, cuya principal labor
consiste en formar a sus futuros colegas,
practican psicoterapias de inspiración
psicoanalítica, aunque muchos de ellos no se
atreven a "confesar" este "pecado", por lo que
necesitan una regulación del marco de sus
tratamientos ya sean ortodoxos, o revisados y
corregidos por Lacan y sus herederos...
Este fascículo documental reuniría distintas
informaciones que el consumidor tiene
derecho a esperar por parte de un especialista
en cada visita: información de carácter general
sobre qué es la psicoterapia, descripción de los
métodos empleados, enunciado de los
principios éticos universales en psicoterapia
con independencia del método utilizado, más
allá de escuelas y corrientes de pensamiento,
así como información relativa a la formación
seguida por los especialistas.
La reunión celebrada el pasado 6 de julio en la
D.G.S. debe dar lugar a un informe remitido
por la Subdirección de Sanidad de Poblaciones
a la Secretaría de Estado de Sanidad. Si se
confirma la decisión de iniciar los trabajos, se
elaboraría una lista de expertos que
participarían en una comisión interprofesional
en la que estarían representados los distintos
agentes implicados; el informe se transmitiría
además al Comité de Orientación Estratégica
competente de la AFNOR.
¿ ES POSIBLE LLEGAR A UN
CONSENSO ENTRE ESPECIALISTAS ?
Lo que el informe de la AFNOR no dice, pero
ha quedado patente en las reuniones
celebradas en la D.G.S., es que la psicoterapia
es una actividad compleja que no puede
prestarse a un proceso de "normalización"
análogo a los efectuados para los productos
alimenticios o industriales. Otro obstáculo lo
constituye la confusión voluntariamente
mantenida por las asociaciones de
"psicoterapeutas" -en las que, vuelvo a
recordar, domina la corriente de la psicología
humana- entre psicoterapia y "desarrollo
personal" y, por tanto, entre comportamiento
normal y patológico. Ahí precisamente es
donde la especificidad de la formación clínica
y psicopatológica del psicólogo clínico y del
psiquiatra basa su legitimidad para practicar la
psicoterapia, entendida como un conjunto de
métodos de tratamiento psicológico dirigido a
individuos que padecen dificultades
psicológicas, incluso afectados por trastornos
mentales.
Existe una divergencia radical sobre la manera
de definir la psicoterapia. No se trata de
olvidar la historia del "movimiento de
desarrollo del potencial humano", nacido en
los Estados Unidos como reacción contra la
corriente psicoanalítica, en beneficio de una
apología de las vivencias corporales
emocionales en "el aquí y ahora" y en
detrimento de una elaboración mental en el
"después" de estas vivencias corporales
regresivas e intensas practicadas en grupo. Las
estrategias de reconocimiento de una profesión
de "psicoterapeuta" desarrolladas por los
"terapeutas humanistas" son reveladoras de los
intereses económicos que una legalización tal
de sus prácticas supondría para ellos que
desafían la complejidad del psiquismo
humano...
La preocupación, aparentemente loable, por
informar mejor a los usuarios esconde de
hecho una voluntad de asentar esta corriente
de la "psicología humanista" en la escena de
las prácticas psicoterápicas a través de un
reconocimiento oficial, frente al dominio en
Francia de la referencia a la corriente
psicoanalítica. Se trata de una cruzada
ideológica que toma el aspecto de una lucha
contra las profesiones reguladas de psicólogo
y psiquiatra que ven denigradas sus
competencias en materia de psicoterapia.
En estas condiciones no vemos muy bien
cómo podríamos participar con los poderes
públicos en un proyecto consensual de
clarificación de las prácticas psicoterápicas de
cara a los consumidores, en la medida en que
dicho proyecto federaría las asociaciones de
"psicoterapeutas" anteriormente citadas, so
pena de garantizar con esta participación unas
prácticas que rebatimos tanto en el plano
clínico como en el de la formación. Nos
oponemos también a las prácticas de "mailing"
(la publicidad tendenciosa realizada por el
Certificado Europeo de Psicoterapia) y de
"lobbying" (de presión) brutal practicadas por
esta misma asociación ante los poderes
públicos, la Asamblea Nacional y el Senado,
así como en el ámbito europeo (la Dirección
General XV encargada de la regulación
profesional europea en Bruselas, ante la que se
ha presentado una solicitud de reconocimiento
de este certificado, y la Unión Europea a la
que la European Association of Psychotherapy
ha presentado una petición para adquirir
naturaleza de Organización No Gubernamental
que represente los intereses de todos los
especialistas de la psicoterapia y que
respondería a demandas de misiones
humanitarias).
Frente a estas estrategias perversas de
manipulación no podemos más que animar a
nuestros colegas psiquiatras y psicoanalistas a
que boicoteen, desde sus respectivas
asociaciones, cualquier iniciativa que emane
de los poderes públicos, dirigida a informar a
la opinión pública sin discernir la identidad de
los agentes afectados por las prácticas
psicoterápicas.
LA PSICOLOGÍA EN LA REPUBLICA ARGENTINA. ASPECTOS ACÁDEMICOS
Y PROFESIONALES
Modesto M. Alonso* y Eduardo Nicenboim**.
Asociación Argentina de Psicoterapia. Dpto. Investigación. Buenos Aires*. Centro de
Estudios Humanos AIGLE**.
[ Imprimir ]
* Asociación Argentina de Psicoterapia.
Dpto. Investigación. Buenos Aires
E-mail:alonso@ssdnet.com.ar
** Centro de Estudios Humanos AIGLE.Buenos Aires
E-mail:nuno@pccp.com.ar
Se expone aquí una aproximación sintética a algunas de las características del desarrollo
de la Psicología como carrera universitaria, como disciplina científica y como profesión
en la República Argentina.
Este país tiene actualmente unos 33.000.000 de habitantes, 85 % en áreas urbanas. Hay
algunos estudios epidemiológicos en salud mental en estas áreas que dan cifras similares
a otros países: algo más del 20 % de población con síntomas.
La Psicología tiene una clara presencia en muchas facetas de la vida cotidiana, sobre
todo notable en las grandes ciudades. Las cifras de profesionales, y la intensidad de
presencia del enfoque psicodinámico, han llamado la atención a menudo a la prensa
extranjera.
UN POCO DE HISTORIA
Sin hacer un desarrollo histórico, podemos mencionar que el siglo pasado fue en
Argentina el de una "psicología sin psicólogos" (Vezzetti, 1988), el de una disciplina
presente en los desarrollos de otras disciplinas y prácticas. Hacia fines de ese siglo,
1896, comienzan a fundarse las primeras cátedras de psicología, primeros movimientos
dentro del marco del positivismo imperante, que fueron evolucionando en su tarea. A la
vez se creaban los primeros laboratorios de psicología experimental. En 1908 se crea la
Sociedad Argentina de Psicología, primera en América Latina. Los años 1940-50 son
vistos como los de predominio de la orientación "filosófica" de la psicología en
Argentina. Bajo la influencia de las necesidades vinculadas con los cambios
productivos, derivados de la Segunda Guerra y otros cambios sociales, el criterio fue
formar orientadores profesionales y psicotécnicos. En 1954 se realiza el 1º Congreso
Argentino de Psicología, en él se recomienda la creación de la carrera de psicología.
Como consecuencia, a partir de 1956 se crean las primeras Carreras y Escuelas de
Psicología en Argentina. Comienza la etapa de la psicología profesional
(Klappenbach,1995). Las leyes vigentes , -a partir de 1967-, prohibían al psicólogo el
ejercicio de la psicoterapia, en el consultorio privado, sólo podía hacer psicodiagnóstico
o investigación, bajo las órdenes de un especialista en psiquiatría. Pero en los hospitales
el psicólogo podía y debía hacer psicoterapia, pues era el sostén principal de la
asistencia en salud mental. Los primeros docentes no sólo eran educadores, y filósofos,
sino también médicos psicoanalistas que formaban psicólogos bajo el modelo médico y
psicoanalítico, pero el contexto legal, paradojalmente prohibía al psicólogo actuar
libremente en esos temas. De todos modos, se formaron así, con grandes maestros, las
generaciones primeras de profesionales que dieron buena envergadura a la clínica
psicológica, hicieron aportes reconocidos, y cambiaron el panorama de la atención de la
salud mental en nuestro país.
Esto fue muy positivo, pero también fue necesario, -para la evolución de la disciplina-,
que de a poco ser psicólogo en este país, dejara de ser sinónimo de ser psicólogo clínico
y que esto a su vez dejara de ser entendido casi exclusivamente como ser psicoanalista.
Muchos factores no estudiados aún han confluido en esto, pero también debe tenerse en
cuenta que para la mayoría de los profesionales una de las pocas opciones laborales era
el consultorio privado.
LA FORMACIÓN DEL PSICÓLOGO
Las primeras Carreras y Escuelas de Psicología, fundadas en la década del 50 hoy ya
son Facultades. No hay un diagnóstico nacional de las necesidades en recursos
humanos, no hay políticas definidas sobre el tema, y por lo tanto en las universidades
públicas al menos, no hay en general regulación de cantidades de alumnos ingresantes.
Hay ocho universidades públicas y veintiuna privadas donde se puede estudiar
Psicología, el número de universidades va en aumento estos últimos años. Estas casas
de estudio están ubicadas en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, La
Plata, Mar de Ajó, Mendoza, Paraná, Rosario, San Juan, San Luis, Salta y Tucumán.
La duración de la carrera ha sido tradicionalmente en promedio de unos cinco años. La
tendencia actual es llevarla a cuatro años y enfatizar el postgrado.
El perfil tradicional ha sido el de un psicólogo orientado predominantemente hacia el
campo de la clínica y la temática general de la salud mental, con una tradición
hegemónica del paradigma psicoanalítico. Las especializaciones iniciales han sido:
clínica, educacional, laboral y forense. Se nota en estos años una progresiva apertura a
nuevos paradigmas, y a nuevas áreas de práctica que enriquecen el rol. Aunque esto
depende del interjuego entre las demandas del medio social, las oportunidades laborales
y las posibilidades de respuesta de las universidades. Los alumnos tienen más opciones
teóricas y técnicas, hay mayor apertura a problemáticas comunitarias, más posibilidades
de residencias y pasantías. Hay también mayor cantidad de programas de intercambio y
convenios de trabajo con universidades extranjeras, con un interés especial en los
aportes de universidades españolas.
La evolución de la cantidad de egresados ha sido de: 5500 hasta 1974, 20000 hasta
1985; 36000 hasta 1992 y unos 40000 hasta 1997 (Alonso, 1997a).
Los títulos que se otorgan son de Licenciado en Psicología o Psicólogo, en algunos
casos con especificación de la orientación especializada. Están cursando la carrera de
Psicología en todo el país unos 28000 alumnos -el 80% en Universidades Públicas en
las que representan el 5.5 % del total de alumnos-, y cerca de 8000 alumnos ingresaron
en 1996 -el 75% a Universidades Públicas, en las que constituyen el 7 % de los
ingresantes-. (Alonso, 1996; Delfino,1994). Un fenómeno reciente es que se ha
ampliado la oferta de postgrados, -en cantidad y en diversidad de temas-, en cuanto
especialidades, masters y doctorados, en universidades públicas y privadas. Se otorgan
títulos de Doctor en Psicología o Doctor de la Universidad de "X".
INVESTIGACIONES EN PSICOLOGÍA
Respecto a la investigación en psicología, la preparación media del profesional
argentino, sugiere que es necesario desde la carrera de grado intensificar la formación
metodológica. Hay escasez de recursos financieros para investigación, aunque aumenta
el interés y la dedicación. Se puede observar que los temas de trabajo actuales no están
centrados predominantemente en el campo clínico, -lo que sí sucede en la práctica
profesional-, sino que se orientan en mayor consonancia con la amplitud de las
temáticas contemporáneas de la disciplina. La Facultad de Psicología de la Universidad
de Buenos Aires cuenta con un Instituto de Investigaciones propio, y publica su revista,
Investigaciones en Psicología. Hay otras instituciones con larga tradición en
investigación , como el Centro de Investigaciones en Psicología Matemática y
Matemática Experimental (CIPMME) o el Laboratorio de Investigaciones Sensoriales.
La mayor producción tradicional es la del ensayo, o la de el estudio de caso, pero crece
el espacio que se va brindando a lo cuantitativo, a las dimensiones sociales y
epidemiológicas, los estudios sobre eficacia técnica, la consideración de una adecuada
relación entre investigación cuantitativa y cualitativa, o entre la orientación hacia
procesos básicos o hacia aplicaciones técnicas. La progresiva apertura a los campos ya
presentes en la psicología mundial va teniendo consecuencias estimulantes, en la
investigación, en la formación y en las prácticas.
EL DESARROLLO DE LA PROFESIÓN
La cantidad de psicólogos argentinos se estima en unos 40.000, esto implica que hay
unos 825 habitantes por cada psicólogo, ó 120 psicólogos cada 100.000 habitantes
(Alonso, 1997a). Esto es significativo pues si lo comparamos con lo que pasa en países
desarrollados, vemos que ya tienen desocupación entre los psicólogos, con índices que
fluctúan entre aproximadamente 24 y 45 psicólogos cada cien mil habitantes (Robiner,
1991). Más del 80 % de los profesionales son de género femenino. En la distribución
geográfica de los psicólogos no hay una correlación con la población, ni necesariamente
con las oportunidades laborales. En la ciudad de Buenos Aires hay 500 psicólogos cada
cien mil habitantes, -quizás la proporción más elevada en el mundo -, mientras que en
varias provincias hay solo un 8 por cien mil. Por supuesto es mayor la concentración en
las ciudades que tienen carrera de psicología en su universidad local.
La distribución ocupacional informa sobre 31000 psicólogos registrados en las
instituciones profesionales o públicas que regulan el ejercicio de la profesión.
Se estima que unos 27000 psicólogos, cerca del 85%, se encuentra trabajando en el área
clínica, en la que predomina la actividad psicoterapéutica, en especial de enfoque
psicodinámico, conviviendo con: sistémicos, gestálticos, comportamentales, cognitivos,
integrativos, rogerianos, humanísticos, etc., con una progresiva apertura a otros
paradigmas. Debe destacarse que la atención de la salud mental de este país se
encuentra en un 85% a cargo de los psicólogos. (Alonso,1997b). Fue habitual que se
tomara como sinónimo psicoanálisis, psicoterapia psicoanalítica y psicoterapia, o que se
diferenciara mal a éstas, considerándolas como un género menor respecto a aquél. La
actitud actual, más acorde con los resultados de las investigaciones, tienden a respetar y
aprovechar la especificidad de indicaciones, técnicas y resultados esperables, de
distintos modelos. Se observa un aumento importante en la inscripción de psicólogos en
el área legal-forense, como reflejo de la respuesta que hay ante cada apertura de nuevos
espacios laborales. En los nuevos desarrollos sobre mediación, el 80 % de la actividad
está a cargo de abogados, y sólo un 3 % a cargo de psicólogos. Hay aproximadamente
110.000 médicos; cerca de 5000 son especialistas en psiquiatría o psicología médica o
psicoanalistas que trabajan en el campo de la salud mental.
Se ignoran datos sobre unos 9.000 de los psicólogos que se han licenciado. Muchos de
ellos están ubicados en organismos públicos de salud, educación, desarrollo social, o
fuerzas armadas, en los que se realizan actividades de asistencia, docencia o
investigación. Progresivamente hay más colegas en el campo empresarial privado, y
además hay que contar los jubilados, fallecidos, y los emigrados y desaparecidos
durante el "Proceso Militar"
El rol del psicólogo, que siempre fue tema de análisis aquí, aunque al principio de la
profesión estaba muy circunscripto a lo clínico (A.A.V.V., 1973), se va definiendo más
claramente. Esta es una sociedad en la que sectores conservadores de algunas
profesiones han puesto o intentado poner límites a las incumbencias profesionales, y
sectores reaccionarios de la política y los gobiernos militares, han visto en otros tiempos
al psicólogo como un riesgo para el "orden establecido" -por intentar pensar y ayudar a
pensar-, y lo han combatido, sobre todo por su rol de agente de cambio. De todos modos
desde la vuelta a la democracia en 1983, se han ido sancionando las leyes que regulan el
ejercicio profesional, una nacional y las de cada una de las provincias, aunque muchas
de ellas aún se encuentran sin reglamentar. En parte por conflictos de intereses
sectoriales no resueltos. Situaciones derivadas de la globalización y del desarrollo del
Mercosur (Di Doménico, 1996), están estimulando los estudios sobre incumbencias,
capacitación, habilitación, acreditación, calidad, especialización, etc., a los fines de ir
instrumentando los recursos institucionales y legales necesarios para la evolución
profesional. Reciben cada vez más atención áreas de la Psicología Social, la Psicología
Comunitaria, la Psicología de la Salud, la Psicología de las Organizaciones, Psicología
Política,etc.
PUBLICIACIONES EN PSICOLOGÍA
La cultura urbana argentina tiene un buen grado de circulación de información
psicológica, hay variadas publicaciones de divulgación. En el sistema profesional
circulan numerosas publicaciones periódicas, no todas tienen revisión de pares.
Las dos revistas de más larga trayectoria, son la Revista de Psicoanálisis y Acta
Psiquiátrica y Psicológica de América Latina. En un listado no exhaustivo de
publicaciones periódicas de diferente índole y nivel se puede mencionar a:
Psicoanálisis ; Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo; Revista Argentina de
Psicología ; Interdisciplinaria ; Revista de Clínica Psicológica; Sistemas Familiares;
Psicoanálisis con Niños y Adolescentes; Revista de la Asociación Escuela de
Psicoterapia para Graduados; Psico-Logos; Vertex; Psicodiagnóstico de Rorschach y
Otras Técnicas Proyectivas; Investigaciones en Psicología; Actualidad Psicológica;
Zona Erógena; El Orientador; Topía, Rev. de ADEIP, Psicoanálisis en el Hospital y
otras.
Hay editoriales importantes especializadas en psicología, entre las de mayor tradición
están Amorrortu, Gedisa, Kapelusz, Nueva Visión, Paidós, y hay muchas otras de buen
nivel. También se puede conseguir material de psicología en EUDEBA, y otras
editoriales de la Red de Editoriales de Universidades Nacionales de la República
Argentina.
ISTITUCIONES PROFESIONALES Y CIENTÍFICAS
En el orden nacional: la Federación de Psicólogos de la República Argentina (FEPRA)
-que cumple 20 años-, agrupa a las Asociaciones y Colegios de Psicólogos de la Ciudad
Buenos Aires y de cada una de las Provincias. Estas organizaciones en muchos casos
gobiernan la matrícula y regulan el ejercicio profesional. La más antigua es la
Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, creada en 1962.
Desde la aparición de las leyes de psicología, los psicólogos se han podido incorporar a
las instituciones psicoanalíticas de la IPA; así, hay colegas en la Asociación
Psicoanalítica Argentina (APA), la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires
(APDEBA), y las otras sociedades psicoanalíticas en el interior del país, siendo los
psicólogas/os un 35 % de los aproximadamente 2000 miembros, el 65 % son
médicos/as. También están las organizaciones psicoanalíticas de orientación lacaniana,
como la EOL y otras cuya membresía está en franco crecimiento. Hay otras
asociaciones y sociedades de psicólogos o que nuclean e incorporan psicólogos: Asoc.
Arg. de Psicología y Psicoterapia de Grupo; Asoc. Arg. de Psiquiatría y Psicología de la
Infancia y la Adolescencia; Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento,
Asociación Argentina de Psicoterapia, AIGLE Centro de Estudios Humanos; Asoc. de
Estudios e Investigación en Psicodiagnóstico; Asoc. Arg. de Psicodiagnóstico de
Rorschach ; Asoc. Arg. de Epistemología del Psicoanálisis; Asoc. Arg. de Psicodrama y
Psicoterapia de Grupo; Asociación de Terapia Cognitiva; Asoc. Sistémica de Buenos
Aires, Asoc. de Psicólogos Forenses, y otras de diversas orientaciones teórico técnicas.
Debe mencionarse también como fenómeno fuerte, la presencia de una gran cantidad de
instituciones y grupos privados dedicados a la docencia y asistencia en las más diversas
áreas de la disciplina.
Las Facultades y Escuelas universitarias con Carrera de Psicología se agrupan en la
Asociación de Unidades Académicas de Psicología de la República Argentina
(AUAPSI)
En el orden internacional, Argentina es uno de los países miembros de la IUPSYS. En la
Sociedad Interamericana de Psicología (SIP) Argentina es el país con mayor cantidad de
miembros. La sede actual de la SIP es Buenos Aires, siendo Secretario General y el
Vicepresidente por Sud América psicólogos argentinos. Psicólogos argentinos
participan en muchas otras sociedades extranjeras e internacionales: Int. Soc. Applied
Psychology, Society for Psychotherapy Research, Soc. for the Exploration in
Psychotherapy Integration, New York Academy of Sciences, etc.
Información adicional específica se puede solicitar en el Centro de Información
Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas, y en Centro Regional de Información en Salud Mental de la Fundación
ACTA.
REUNIONES CIENTÍFICAS
Se realizan una gran cantidad anual de Jornadas, Congresos, Simposios, sobre
psicología, psicoanálisis, psiquiatría, etc., en especial en Bs. As. y otras grandes
ciudades, actividades que reflejan la actividad predominantemente clínica aunque no
exclusiva. El 8º Congreso Argentino de Psicología, del año 1996, se organizó sobre los
siguientes temas: Historia de la P., Enseñanza de la P., Investigación en P.,
P.Experimental, P.General, P.educacional, P.Cognitiva, P.Evolutiva, P.Jurídica,
Psicoanálisis, P.Social, Epistemología de la P., Neuropsicología, Rol del Psicólogo, P.
del Deporte, Psicodiagnóstico, P.Comunitaria, Psicolingüística, Orientación Vocacional,
P. y Sida, P. y Adicciones, Salud mental, Epidemiología, P. de la Familia, P. de los
grupos, etc. El 9º Congreso Argentino de Psicología se llevará a cabo en junio de 1997
en Tucumán.
Se han realizado dos Congresos Interamericanos de Psicología Organizados por la SIP,
el 8º en Mar del Plata en 1963, y el 22º, en Buenos Aires en 1989. Los psicólogos
participan también en los congresos nacionales e internacionales de psiquiatría que se
realizan en el país.
INTERNET
La presencia de la psicología argentina en Internet se puede explorar en sitios tales
como: Univ. de Bs.As.: uba.ar ; Fac. de Psicología (UBA): psi.uba.ar ; Univ. de
Belgrano: ub.edu.ar; Univ.Nac. de Mar del Plata: mdp.edu.ar; Univ. de Córdoba:
dns.uncor.edu.ar; Fundac. Univ.Católica: uca.edu.ar; Univ. del Salvador:
salvador.edu.ar; Organización Panamericana de la Salud: paho.org/spanish/argentin.htm
; Univ. Nac. de La Plata: unlp.edu.ar; Secretaría. de Ciencia y Técnica: secyt.gov.ar;
Psiconet: psiconet.com.
La Psicología Argentina actual tiene como tareas ir definiendo con precisión y
desarrollando con eficacia, las zonas de atención teórica, las áreas de aplicación, los
sistemas de organización profesional y los espacios de legitimación como disciplina y
como práctica, que puedan dar respuestas adecuadas a las necesidades naturalmente
cambiantes de nuestro medio sociocultural.
Somos optimistas sobre el desarrollo futuro de la disciplina y de la profesión, como
resultado del estímulo a la investigación, la reformulación actualizante de la enseñanza,
la actitud de apertura, el aumento del intercambio, la flexibilidad de enfoques, el rescate
de las identidades socioculturales específicas y la capacidad de estudiar el modo de
mejorar las respuestas a las necesidades de nuestra sociedad.
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OBITUARIO: PAUL WATZLAWICK "NO


ES POSIBLE NO COMUNICARSE" A
PROPÓSITO DE LA PÉRDIDA DE UN
GRAN COMUNICADOR: PAUL
WATZLAWICK

SACRAMENTO PINAZO HERNANDIS

Universidad de Valencia

Uno de los principales estudiosos de la


comunicación humana y de la psicoterapia,
pionero de la terapia familiar, la teoría de
sistemas y el constructivismo, murió el pasado
31 de marzo a los 85 años en su residencia de
Palo Alto, California.
Watzlawick nació en 1921, en Villach
(Austria), obtuvo su doctorado en la
Universidad de Venecia y, posteriormente, se
formó en psicoterapia en el Carl Jung-Institut
de Zurich (Suiza). Miembro del Mental
Research Institute desde 1960, miembro
fundador del equipo del Centro de Terapia
Breve y profesor emérito del Departamento de
Psiquiatría y Ciencias Conductuales de la
Facultad de Medicina de la Universidad de
Stanford. Doctor honoris causa por las
Universidades de Lieja, Burdeos y Buenos
Aires.
Comunicar es, para Watzlawick, un proceso de
interacción, de formación del conocimiento.
Una de las grandes aportaciones de Paul
Watzlawick fue el establecimiento de cinco
axiomas exploratorios de la comunicación
humana (Teoría de la comunicación humana,
p.49 y ss.): si alguno de estos axiomas no
funciona, la comunicación puede fracasar.
Una de sus obras más veces editada ha sido El
arte de amargarse la vida. Otras obras son:
Teoría de la comunicación humana; La Nueva
comunicación; El ojo del observador;
Cambio; El lenguaje del cambio; El arte del
cambio; Terapia breve estratégica; Lo malo
de lo bueno; El sentido del sinsentido; y La
construcción del universo. Conceptos
introductorias y reflexiones sobre
epistemología, constructivismo y pensamiento
sistémico.
En sus libros ¿Es real la realidad? Confusión,
desinformación, comunicación; La realidad
inventada ¿Cómo sabemos lo que queremos
saber?, encontramos una constante en el
análisis para la comprensión de la realidad.
Siguiendo a Paul Watzlawick, la realidad es
fruto de la convención interpersonal y social,
de los atributos que se asignan en un momento
y lugar a las diferentes partes de esa
experiencia de realidad.
"Toda conducta en una situación e
interacción, tiene un valor de mensaje, es
decir, es comunicación. Actividad o
inactividad, palabras o silencio, tienen
siempre valor de mensaje: influyen sobre los
demás, quienes, a su vez, no pueden dejar de
responder a tales comunicaciones y, por
ende, también comunican" - dice
Watzlawick. Un ejemplo de ello se muestra
en el análisis detallado de la interacción
comunicativa de los personajes de la obra
-tantas veces representada en teatro y
llevada al cine por M. Nichols- ¿Quién teme
a Virginia Woolf? con sus constantes e
incisivos juegos verbales, en los que destaca
su escalada simétrica o la
metacomunicación dentro de la obra
misma.
Teórico sobresaliente perteneció a la Escuela
de Palo Alto (California), y allí desarrolló sus
teorías acerca de la pragmática de la
comunicación humana. Él y sus colegas
(especialmente, Gregory Bateson)
desarrollaron la teoría del Doble Vínculo, con
gran aplicabilidad en la psicoterapia. En
Psicología y Psicosociología, la Escuela de
Palo Alto es una corriente de pensamiento y de
investigación con gran interés en estudiar las
implicaciones terapéuticas de las teorías
epistemológicas del constructivismo.
Filósofo, psicólogo y filólogo escribió 22
libros, traducidos a más de 80 idiomas, y unos
150 artículos. Watzlawick no fue sólo uno de
los más grandes científicos de la comunicación
en Estados Unidos, sino también un psicólogo
reconocido en todo el mundo.

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