Shalom estimado hermano, un gusto saludarlo:

Es un principio escritural, y muy hebreo, que las cosas materiales son un reflejo del mundo
espiritual. Abba ha usado estos recursos materiales para mostrarnos el mundo espiritual, pues
nosotros estamos atrapados en esta dimensión debido al pecado y no podemos percibirlas
directamente. “Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a
cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido.” 1 de
Corintios 13:2 La circuncisión, los tzit tzit, el matrimonio, los rituales, las cosechas, el kidush, etc.
etc. ¿No son acaso como ventanas que nos permiten visualizar veladamente el mundo espiritual?
Ahora, es un hecho, que el ser humano necesita rituales. Soy psicóloga y lo sé. Si no seguimos los
rituales escriturales, los vamos a sustituir por rituales que muchas veces nos perderán de vista en
lo que estamos o bien, no nos conducirán a nada espiritual. Todo el mundo tiene rituales, hasta los
ateos. Yo uso una fotografía para explicar eso y se la voy a mandar. Los capítulos 8 y 9 de Hebreos
son magistrales en registrar esto:” Queriendo la ruaj Hakodesh dar a entender esto: que el camino
al Lugar Santísimo aún no había sido revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera
en pie; lo cual es un símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y
sacrificios que no pueden hacer perfecto en su conciencia al que practica ese culto, puesto que
tienen que ver sólo con comidas y bebidas, y diversas abluciones y ordenanzas para el cuerpo,
impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas” Hebreos 9:8-10 Yahshúa mismo nos enseñó el
ritual de Pesaj, modificando los elementos, sin embargo, Él estaba haciendo lo mismo que hacían
los sacerdotes cada shabbat, que entraban al Lugar Santo y comían los panes de la proposición y
bebían el vino que estaba allí. No es que celebremos PESAJ cada shabbat, pero los elementos
ritualísticos del pan y del vino son presentes a lo largo de la Escritura, hasta en las Bodas de Caná y
más allá. (Eso en nivel REMEZ)

Como pueblo que ministra ahora la revelación sagrada, por virtud de Yahshúa, haciendo un
servicio sacerdotal, ejerciendo los ministerios del Ruaj Hakodesh, (Efesios 4:11) y depositarios de
sus dones (1 de Corintios 12) que son siete, contenidos en La Menorah, nos conectamos por medio
de esos rituales con nuestro pasado espiritual, el Pueblo hebreo, israelita o como deseen llamarlo.

La Menorah es un símbolo muy fuerte, le voy a dar el link de un estudio que hicimos mi esposo y
yo, pasamos mucho tiempo en eso. En ella están representados los siete ruajim de YHWH, Las
siete Kheilot de Revelación, los 66 Libros de Las Escrituras. Los siete días de la Creación, y las siete
Fiestas del Calendario Sagrado y mucho más. También representa a Yahshúa y Su ministerio. Es
algo “Tan nuestro” que lo hacemos vivo cada vez que la encendemos, como un recordatorio de
todos estos estudios que hemos tenido la dicha de compartir en la comunidad. Sha bbat Shalom.
Un abrazo y saludos a su comunidad.