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RAMA JUDICIAL
OBJETO DELPRONUNCIAMIENTO
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Sala conformada por las Magistradas Luz Helena Cristancho Acosta (Ponente), Paulina Canosa Suárez y Martha Inés
Montaña Suárez
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le han vulnerado los derechos fundamentales reclamados, por cuanto le fue denegado
el decreto de pruebas y no se le ha dado aplicación a lo dispuesto en el artículo 156 del
Código Disciplinario Único.
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Afirmó que al presentar sus descargos solicitó la recepción del testimonio del doctor
Franco, pero la misma fue decretada de oficio, hecho ante el cual la invade la
preocupación, toda vez que su anterior Juez Disciplinario resolvió desistir de ella por
haberla decretado oficiosamente.
Cuestionó el hecho de que por auto de cúmplase del 5 de agosto de 2015, se mantuvo
la negación de la nulidad por ella planteada dentro del proceso disciplinario, decisión
que corresponde “es a un auto interlocutorio porque precisamente fue proferida por
todos los magistrados que conforman la Sala Jurisdiccional Disciplinaria”, la cual le fue
notificada mediante telegrama el 23 de septiembre de 2015; por lo tanto a su parecer
este debería ser un proveído que acepte el recurso de reposición, sin habérsele dado
dicha oportunidad.
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Pretensiones
Trámite de la tutela
2.- Una vez remitidas las diligencias a la Sala Jurisdiccional Disciplinaria de la Judicatura
de Bogotá, le correspondió por reparto el asunto a la Magistrada Luz Helena Cristancho
Acosta, quien el 15 de octubre de 2015, avocó conocimiento de la presente acción y
ordenó vincular al trámite a las Salas accionadas, así como, a la Magistrada María
Mercedes López Mora de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la
Judicatura, al doctor Fredy Hernando Ibarra Martínez, Magistrado del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca y a quien figure como Agente del Ministerio Público
dentro del proceso disciplinario No. 2012-00833, seguido en contra de la doctora Nelly
Yolanda Villamizar de Peñaranda.
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Indicó que ante la reiterada negativa de las pruebas elevadas ante su evidente
impertinencia e inconducencia, la actora acude al Juez de tutela, en aras de hacer
valer los argumentos que no han sido de recibo al interior del proceso disciplinario.
-El Agente del Ministerio Público, doctor Henry Francisco Bustos Alba, manifestó
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En cuanto a la nulidad por errores relacionados con la notificación del auto del 5
de agosto de 2015, proferido por los integrantes de la Sala accionada, expresó
que se trata de una providencia que "mantiene la negación de la nulidad", es decir,
resuelve un recurso de reposición, en contra del cual no cabía recurso alguno.
Decisión impugnada
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Frente a los testimonios de los señores Néstor Franco y Justo Iván Peñaranda
Ayala, indicó que la primera declaración está decretada y la segunda fue
recepcionada al interior de las diligencias disciplinarias el 17 de mayo de 2012, y
su ampliación fue solicitada posteriormente a la formulación de cargos, razón por
la cual la etapa procesal correspondiente ya precluyó.
Por último respecto a las quejas disciplinarias contra el Fiscal 12 Delegado ante
la Corte Suprema de Justicia y los doctores Fredy Hernando Ibarra Martínez y
Alejandro Bautista Castelblanco, la Sala de primera instancia instó a la accionante
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Impugnación
Después de referirse a los escritos presentados por los quejosos en la que rindieron
explicaciones en la presente acción de tutela, concluyó que a ella es a quien menos
compete dilatar el asunto disciplinario pues no le interesa mantenerse sub judice como
hasta el momento lo ha estado y además porque el Juez Disciplinario le profirió pliego
de cargos por haber incurrido en el “DELITO DE CALUMNIA”, calificando la conducta
como Gravísima y Grave, imputada a título de dolo, razón por la cual a su parecer es
“EVIDENTE que quien tiene la competencia para declarar la comisión de un delito es la
Justicia Penal, distinto si se tratara de otra conducta.”
Reiteró que la presunta conducta delictiva realizada por quienes son quejosos en el
disciplinario en su contra, no ha sido investigada por la Fiscalía General de la Nación ni
la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura; además insistió
en que se debe practicar la prueba testimonial en la cual debe declarar el doctor Néstor
Franco, quien no ha sido escuchado hasta el momento dentro del proceso disciplinario.
CONSIDERACIONES
1.- Competencia
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En el mismo sentido, la Sala Plena de la Corte Constitucional en Autos 278 del 9 de julio
y 372 del 26 de agosto de 2015, al pronunciarse respecto a la competencia para conocer
conflictos de jurisdicciones, decantó el alcance e interpretación de la entrada en vigencia
del referido Acto Legislativo No. 02 de 2015, concluyendo que en relación a las funciones
que se encontraban a cargo de esta Sala, las modificaciones introducidas quedaron
distribuidas de la siguiente manera: (i) la relacionada con el ejercicio de la jurisdicción
disciplinaria, pasó a la Comisión Nacional de Disciplina Judicial y a las Comisiones
Seccionales de Disciplina Judicial, órganos creados en dicha reforma (artículo 19), y (ii)
la relacionada con dirimir los conflictos de competencia que surjan entre las distintas
jurisdicciones, fue asignada a la Corte Constitucional (artículo 14). En cuanto hace al
conocimiento de las acciones de tutela, como ya se mencionó, el parágrafo del artículo
19 dispuso expresamente que “la Comisión Nacional de Disciplina Judicial y las
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De la Nulidad
Ahora bien, en primer lugar frente a la solicitud de nulidad deprecada por el Magistrado
Freddy Ibarra Martínez del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, vinculado a la
presente acción de tutela, debe esta Colegiatura manifestar que ésta será negada de
conformidad con las siguientes consideraciones:
El Decreto 1382 de 2000 en el inciso 2° del numeral 2, indica que cuando la accionada
sea la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, el asunto
será repartido a la misma Corporación, y en este caso la acción se dirige contra esta
Superioridad, luego, es la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Seccional de la
Judicatura correspondiente la competente para conocer el asunto, por cuanto los
supuestos hechos violatorios de derechos fundamentales, alegados por la actora,
ocurrieron en esa Colegiatura.
Además de lo anterior, el numeral 2 del artículo 1º. del Decreto 1382 de 2000, dispone:
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“ARTICULO 1º- Para los efectos previstos en el artículo 37 del Decreto 2591 de 1991,
conocerán de la acción de tutela, a prevención, los jueces con jurisdicción donde
ocurriere la violación o la amenaza que motivare la presentación de la solicitud o
donde se produjeren sus efectos, conforme a las siguientes reglas:
(…)
En este caso, el término para resolver la tutela se contará a partir del momento en que
sea recibida por el juez competente.”
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3.- De la procedibilidad
“Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en todo momento
y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe
en su nombre, la protección de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando
quiera que estos resulten amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad
pública.
[…]
Esta acción solo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa
judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable”.
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“3.1 El primer presupuesto procesal de la acción de tutela exige que haya sido
interpuesta para la defensa de un derecho fundamental y no de otra categoría, lo cual
se cumple en este caso, pues lo que invoca la actora efectivamente corresponde a
derechos reconocidos como tales por la Constitución y por reiterada jurisprudencia de
esta Corte, a saber: la vida (art. 11), la dignidad humana (art.1°), la igualdad (art. 13) y
la seguridad social (art. 48).
“(…)
“3.5. Por último, es necesario verificar que la demandante haya acudido de manera
oportuna a solicitar salvaguarda para sus derechos fundamentales, pues aun cuando no
subsiste un término legal expreso de caducidad para el ejercicio de la acción, sí es
necesario que sea incoada en un plazo razonable, que el juez de tutela debe ponderar,
2 C-590 de 2005.
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Desde luego, como ocurre en la teoría general del proceso, en materia de tutela la
ausencia de cualquiera de los presupuestos procesales no sólo aconseja, sino impone no
abordar el estudio del fondo del asunto, pues sería tanto como que un juez incompetente
para un determinado proceso, aún así realice valoraciones sobre el tema debatido, o haga
lo propio a pesar de considerar no trabada la litis en debida forma, bien por falta de
legitimación de la actora o demandante, bien por falta de legitimación de la persona
demandada.
En este evento, advierte la Sala que si bien se reúne uno de los presupuestos procesales
en punto de: legitimación por activa y por pasiva, no ocurre lo mismo respecto a la
existencia de otros mecanismos de defensa judicial, por cuanto, en el presente caso el
proceso disciplinario No. 2012-0833-00 se encuentra vigente a cargo del Despacho del
Honorable Magistrado Fidalgo Javier Estupiñán Carvajal, del Consejo Superior de la
Judicatura, de acuerdo a la información obtenida por el Sistema De Consulta Jurídica Siglo
XXI, veamos:
4. Caso concreto
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evidente que las presuntas irregularidades de las cuales se duele la accionante se han
presentado al interior del proceso disciplinario en su contra, el cual se encuentra vigente,
razón por la que este es el escenario donde se deben ventilar las diferentes situaciones
que en desarrollo del referido asunto se promuevan, máxime cuando observado el
Sistema de Consulta Siglo XXI, se evidencia la existencia del citado proceso disciplinario
en contra de la accionante.
4 Sobre la procedencia de la acción de tutela como mecanismo transitorio, para evitar un perjuicio
irremediable, resultan relevantes las sentencias C- 1225 de 2004, MP Manuel José Cepeda Espinosa;
SU- 1070 de 2003, MP Jaime Córdoba Triviño; SU – 544 de 2001 MP Eduardo Montealegre Lynett; T –
1670 de 2000 MP Carlos Gaviria Díaz, y desde luego la T – 225 de 1993 en la cual se sentaron las
primeras directrices sobre la materia, que en esencia han sido desarrolladas por la jurisprudencia
posterior.
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trámite a una petición de tutela como mecanismo transitorio exige, por una parte, (i) demostrar que es
inminente un perjuicio irremediable para el derecho fundamental y, por la otra, (ii) que existe otro
mecanismo de defensa judicial al que se puede acudir para decidir con carácter definitivo la controversia
planteada en sede de tutela.”
8 En el mismo sentido puede consultarse la sentencia T-072 de 2008, en la que se precisó: “Para
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CUARTO: Súrtase las notificaciones de rigor contenidas en el artículo 36 del Decreto 2591
de 1991.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
Secretaria Judicial
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