Está en la página 1de 11

UNIVERSIDAD NACIONAL EVANGELICA

(UNEV)
Facultad De Humanidades
Escuela de Educación

PRESENTACIÓN

Nombre: Miguel Ángel Rafael

Matricula: 2020-3200047

Sección: 04

Asignatura: Antropología Bíblica

Maestra: Antia Beatriz Carrasco James

Tema: Resumir lecciones 4, 5 y 6.

Fecha: 29/09/2020

Calificación: ____________________
LECCIÓN 4. EL ORIGEN DEL SER HUMANO
Aportaciones de la investigación antropológica
La evolución humana
Según la antropología cultural, los antecesores del ser humano, los “antropoides”, que
ya sabían utilizar herramientas, pudieron muy bien haber vivido en África oriental, hace
casi dos millones de años. Todo esto por la colección de fósiles hallados en Tangánica.
Se hallaron varios restos junto con instrumentos rudimentarios de piedra. A este, se le
dio el nombre de Homo Habilis, u hombre provisto de habilidad.

En África del Sur, los antropólogos y sus colegas, han hallado algunas docenas de
fósiles, de ciertos antropoides, que se ha llamado “australopiteco” o mono del sur. En
centenares de regiones de todo el mundo, han podido hallarse cráneos fósiles y otros
restos de esqueletos, de seres humanos primitivos. El primer vestigio del Hombre de
Neandertal, hallado hace más de cien años, se ha confirmado con otra multitud de
hallazgos del mismo tipo Neandertal, en Alemania, Francia, España, Italia, Yugoslavia
y Bélgica. También se han encontrado fósiles de este tipo en Palestina, África y Asia del
sudeste, de lo que se deduce, que se trata de un hombre primitivo, que pobló una
extensión bastante grande del globo terrestre.

Los restos del Hombre de Pekín, se hallaron, junto con pruebas relativamente fuertes de
que se encontraba capacitado para utilizar el fuego. La datación, indica, que tanto el
Hombre de Jaba, como sus congéneres primitivos, poblaban ya, la superficie terrestre,
hace 600,000 años.

Los restos fósiles, que atestiguan la existencia del ser humano plenamente moderno, el
Homo sapiens, son muy abundante en Europa, Asia y África. Estos fósiles, tienen
únicamente una antigüedad, que oscila entre 10,000 y 30,000 años. A esto, se debe, que
muchos antropólogos sostengan, que la aparición del Homo sapiens tuvo lugar hace
relativamente poco tiempo. Todos los restos fósiles humanos, así como los vestigios de
su cultura, que han podido hallarse en el llamado Nuevo Mundo, vienen a confirmar la
historia, de que los antecesores del indígena americano, llegaron de Siberia, tal vez,
menos de 50,000 años. No se ha hallado antropoides en el Continente Americano.

La evolución cultural humana.


Según la antropología, ninguna constancia arqueológica induce a pensar, que los
antecesores del ser humano, durante su primer millón de años, consiguieron un mayor
cambio, que la vida de pequeños grupos de individuos, dedicados a la caza y
depredadores, que solo conocía armas y utensilios muy rudimentarios de piedra, hueso y
madera. Según las excavaciones arqueológicas, realizadas en Europa occidental, no es
hasta la época de la Edad Glacial, que el ser humano alcanza un desarrollo cultural
notable. Se habla de los “hombres de las cavernas”, que durante los últimos 40,000 años
de la gran glaciación, poblaron, lo que hoy es Francia y España, y que fueron capaces de
pintar sobre las paredes de cuevas subterráneas, reproducciones de mamuts, bisontes,
renos y otros animales, que solían cazar.

La serie de descubrimientos, que cambiaron radicalmente la manera de vivir del ser


humano, fue el proceso gradual de domesticación de las plantas y los animales. Las
excavaciones realizadas en Iraq, Irán e Israel, pudieron mostrar, un cuadro más preciso
de lo que fueron los comienzos probables, de la revolución, causada por la producción
agropecuaria.

En cierta ladera de Iraq, se descubrió una aldea de pocos más o menos veinticinco
chozas de tierra. Los habitantes que vivían en ella, cultivaban cebada y trigo, y
mantenían algunos animales domésticos, pero también dependían de los alimentos
silvestres. Toda esta gente, así como la que vivió en otras aldeas antiguas del Cercano
Oriente, pudieron ser, quizá, los descendientes, no lejanos, de los primeros agricultores
que conoció el mundo. Gracias a la técnica del radiocarbono, se ha podido establecer,
que las muestras obtenidas de esta aldea, poseen una antigüedad aproximada de 8,500
años. El hecho de que esta gente paso de cazadores a agricultores, les permitió
establecer aldea fija, sostener un número mayor de residentes y gozar de más tiempo
libre. Este tiempo libre, le permitió desarrollar la artesanía: alfarería, textiles, utensilios
y otras manufacturas.

Según los datos arqueológicos, el desarrollo de la primeras ciudades tuvo lugar


aproximadamente 4,000 años a. de C., dichos restos demuestran igualmente, que, por
aquel tiempo, los habitantes de la región Mesopotamia consiguieron desarrollar gran
número de instrumentos y de técnicas sorprendentes. Ellos encontraron la forma de
extraer y utilizar los metales. Además, al tener que almacenar los granos y demás,
empezaron a emplear sistemas de contabilidad. Se inventaron las primeras matemáticas
y el primer sistema de escritura. También se desarrolló la astronomía, y junto con ella,
los primeros calendarios. Todos los descubrimientos e invenciones de los habitantes de
Mesopotamia se difundieron ampliamente. Las antiguas civilizaciones de Egipto, de la
India y de China, fueron el resultado de la propagación de las invenciones, en materia
de agricultura, metalúrgica y la escritura, llevadas desde Mesopotamia.

La conducta humana.

Según los antropólogos, toda comunidad humana es un compuesto orgánico, donde los
individuos y los grupos desempeñan distintas funciones en el drama de la existencia.
Partiendo de este presupuesto se estudia cualquier aspecto de la organización
sociocultural humana.

Un aspecto a considerar, es el de la sociedad conyugal. La unidad del hombre y la


esposa con los hijos, constituye la unidad fundamental de prácticamente todas las
sociedades humanas. Pero fuera de esta unidad, las sociedades se diversifican
ampliamente respecto del modo y del grado en que las relaciones familiares se
convierten en arquetipos de organizaciones sociales más numerosas. Algunas tribus se
encuentran organizadas, política y socialmente, en grupos patriarcales; especialmente en
África. Otras se gobiernan por reyes o regímenes que se establecen al margen de
vínculos familiares. En algunas sociedades los grupos se articulan en torno a las madres;
en América del sur y en África.

Otro asunto en la investigación antropológica, ha sido el examen de la creencia en la


magia y la hechicería. Ciertos estudios realizados demostraron que las acusaciones de
brujería nacen y prosperan en aquellas sociedades cuyas costumbres son del tipo que
genera ansiedad.

El asunto es, que existe un nexo entre ciertas actitudes humanas de conducta y algunas
creencias. Los antropólogos han obtenido muchas pruebas confirmatorias de que:

1. Las enfermedades mentales revisten formas diversas de una sociedad a otra.


2. La definición de conducta anormal varía de una sociedad a otra.
3. La propagación de los trastornos mentales se verifica en proporciones muy
diferentes.

Existen muchos comportamientos de alucinaciones, visiones, trance, en ciertas tribus,


que si se presentan en los miembros de nuestra sociedad daría pie a un diagnóstico de
inestabilidad mental. Esto indica, que la conducta considerada como normal en una
sociedad, puede considerarse anormal en otra. Todo esto indica, que existe una
relación verdadera entre la organización comunitaria y las características de la
personalidad, las normas habituales de conducta, las creencias religiosas y demás
elementos de la vida común de la gente.

Origen del ser humano según el naturalismo científico. El australopithecus, el


Homo Habilis, el HomoErectus, el Neandertal, y el Homo Sapiems.

Al Australopitecos se le denomina como el primer homínido definido, por sus rasgos


anatómicos y por haber fabricado algún tipo de herramienta. En cuanto al Homo-Habilis
se dice que es el primer representante del género Homo. La aparición de este se remonta
a 2.3 millones de años aproximadamente.

Algo que llama la atención es que restos de Neanderthal y de humanos actuales han sido
encontrados en el mismo hábitat. Por ejemplo, en Israel se ha encontrado en cuevas del
Monte Carmelo restos de ambas especies. También han aparecido varios campos
compartidos, que muestran que ambas especies coexistieron e interactuaron en la
generalidad de los casos.

Sobre el origen del hombre moderno se manejan dos teorías principales:

1. La teoría del origen único, que sostiene que la especie humana solo procede de
África y que, desde allí se dispersó por el resto del mundo
2. La teoría multirregional, que sostiene que el ser humano evoluciono en distintas
partes del mundo.

EL ORIGEN DEL SER HUMANO


De quien venimos Después de haber publicado El origen de las especies (1859), en su
segundo libro, El origen del hombre. Charles Darwin aplica la teoría de la selección
natural a la evolución humana, poniendo el énfasis en la importancia de la acción de las
mutaciones y lo que se ha denominado “selección natural”.

Dicha creencia no es científica, puesto que supone pero no demuestra, el origen del ser
humano. Tal origen a partir de formas inferiores no puede ser demostrado en
laboratorio, como lo demanda el método científico, ni tampoco puede ser observado en
la vida real. Lo que sí es científico, y también es observable, es que existen diferencias
físicas considerables entre el ser humano y los monos antropomorfos.

Los hombres prehistóricos

Australopithecus. El más famoso es Lucy, hembra de Australopitecos afarensis.

Homo habilis. En realidad por sus características muchos científicos evolucionistas lo


consideran un australopiteco.

Homo erectus. La reconstrucción basada en los esqueletos y cráneos antiguos, a los que
se les suponen, según las dataciones 350, 000 años de antigüedad, da un ser humano con
aspecto similar al nuestro, cuando se les quitan las cabelleras y el abundante pelo
corporal que se les suele atribuir. Su base craneal semejante a la nuestra demuestra que
podían hablar, cosa que por su morfología evidentemente no hubieran podido hacer los
australopitecos.

Neandertales, Homo erectus y seres humanos actuales Ningún científico serio pinta al
hombre de Cro-Magnon como un humanoide bestial. Hoy se sabe que el famoso
esqueleto de ese hombre prehistórico era el de un anciano artrítico deforme, para nada
representativo de la población sana. Hoy se sabe que los neandertales, los llamados
homo erectus, y seres humanos como los actuales, convivieron y se mezclaron, según
dataciones evolucionistas, hace unos treinta mil años, siendo que los humanos modernos
datan, según esa misma cronología, de hace unos cien mil años.

LA FE DE LOS ATEOS

El ateísmo es una cuestión de fe “Cuando alguien me dice que no cree en Dios, le digo:
¿así que usted no cree en Dios? me cuesta creer que una persona tan razonable no crea
en Dios. La verdad es que la fe de usted me parece admirable. No creo que yo nunca
pueda alguna vez llegar a tener tanta fe. Me parece prácticamente imposible que yo
admita un día que un automóvil surja de la nada, y encima que funcione sin la
intervención de nadie, y menos aún que luego mejore por sí mismo e incluso se
reproduzca.” (Reproducido de Creación con Creador, Marco T. Terreros). El ateísmo
inicia con un presupuesto: todo viene de la materia que siempre ha existido. Esta cambia
de forma, pero siempre ha existido y todo lo demás ha evolucionado de la materia. El
teísmo inicia con un presupuesto: todo viene de la mente de un diseñador inteligente,
Dios.
En nuestro diario vivir la importancia de la fe es incuestionable y el estudio de nuestro
origen no es la excepción, también requiere de nuestra fe. Ahora bien la fe genuina no
es una fe abstracta, es una fe en alguien. Además de no ser abstracta, la fe en Dios no es
irracional; es decir, apela a nuestra razón. Tenemos argumentos razonables para creer en
Dios. Fe, solo fe. Nuestra respuesta ante la obra del creador es la fe. Puesto que no
fuimos testigos de la creación, es estudio de nuestros orígenes demanda un acto de fe,
una fe razonable y razonada, por supuesto.

No importa si partimos del supuesto de que el universo y la vida en la tierra son


producto del azar o creación divina, lo único cierto y verdadero es que científicamente
no se puede comprobar ninguna de las dos hipótesis. Esto se debe a una razón bien
clara: nadie fue ni ha sido testigo dela creación ni de ningún cambio evolutivo que
suponga la aparición de un nuevo órgano o el paso de un ser vivo simple a uno más
complejo. Tampoco es posible repetir el acto creativo inicial en ningún laboratorio ni de
ninguna otra forma.

LECCIÓN 5. EL ORIGEN DEL SER HUMANO

Origen del ser humano según el cristianismo.

El cristianismo sostiene el origen del ser humano de acuerdo a lo planteado en la Biblia.


La Biblia dice que el ser humano fue creado por Dios, a su imagen y semejanza. Del
estudio de la Escritura se revela, que hay una causa eficiente y racional de todas las
cosas, y esa causa, es únicamente el Señor Dios; la lectura del Génesis 1, 26-27
confirma lo antes dicho, y dice: Entonces dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las
aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre
la tierra. Creó, pues, Dios al ser humano a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre
y mujer los creó.

Creación inmediata

La tradición cristiana entiende la creación como un acto inmediato de Dios, quien creó
todo a partir de la nada y en el plazo de siete días. Enseña que los primeros padres de la
humanidad fueron creados inmediatamente por Dios.

Evolución Teísta
A pesar de que todos los cristianos consideran que la creación es producto de un ser
inteligente, Dios, no todos están de acuerdo con el proceso que Dios utilizara para la
creación. Unos sostienen una creación inmediata y directa de Dios en siete días de
veinticuatro horas, y otros mantienen la creación por medio de la evolución en un
período más extenso, esto se conoce como evolucionismo teísta. Estos cristianos
sostienen la espiritualidad del alma humana y su creación inmediata por Dios, mientras
que el cuerpo puede estar formado por la evolución precedente dirigida por Dios. Este
punto de vista enseña que la creación es a partir de la materia, la cual fue puesta en
movimiento por Dios. Dios es el que comienza, dirige y controla todo el proceso, y en
especial la aparición del ser humano sobre la tierra. Pero todo este proceso fue por
medio de la evolución. Se indica que el ser humano fue una creación mediata, de
material ya existente en la figura de animales, y que solo un reforzamiento por parte de
Dios, del proceso de vida, convirtió al animal en humano. En otras palabras, el ser
humano procede, no del bruto, sino a través del bruto, como dice Strong (A. H. Strong:
Systematic Theology, 1907): “y el mismo Dios inmanente que había creado
previamente al animal, creó también al ser humano.”

Las ocho teorías sobre el origen y desarrollo de la vida

1. Creacionismo.

Es el modelo de una creación en seis días literales ocurrida hace unos pocos milenios.
El diluvio universal produjo grandes cambios de forma cataclismica, que determinaron
la secuencia sedimentaria y la repentina extinción de algunas especies animales.

2. Teoría de la brecha.

Dios creo la vida en nuestro planeta en un pasado remoto. Después del juicio contra
Satanás el creador destruyo esa vida, y a continuación se produjeron los hechos de
Génesis 1 y 2. Esta idea se basa en especulaciones extra bíblicas y sus defensores fallan
en presentar evidencias racionales, basadas en los hechos observables, que la avalen.
Esta teoría no concuerda con los datos científicos contrastados, y más aun con la
declaración bíblica.

3. Creación progresiva.

Enseña que la creación ocurrió por fases separadas por larguísimos periodos de tiempo.
Aquí los días de Génesis son épocas.
4. Evolución teísta.

Supone que Dios creo las primeras formas de vida y que luego estas continuaron
desarrollándose por sí mismas, evolucionando mediante el poder intrínseco implantado
en ellas por el creador. Los evolucionistas teístas sostienen que todos los procesos
materiales son divinamente gobernados y dirigidos, y que los procesos evolutivos no
son la excepción.

5. Evolución deísta.

Su idea básica es que tiene que haber habido una primera causa impersonal que originó
la vida. Pero luego la dejo para que se desarrolle por sí misma.

6. Evolución panteísta.

El panteísmo identifica a Dios con todo. Dios progresa con la evolución. Estas ideas
son básicamente de algunas religiones orientales.

7. Antepasados terrestres.

Estos creen que la vida en la tierra llego no de forma mágica sino de otra galaxia a
nuestro planeta.

8. Evolucionismo naturalista.

LECCIÓN 6 COMPORTAMIENTO Y PUESTO DEL SER HUMANO EN LA


NATURALEZA

La creación humana y su comportamiento.

El comportamiento humano desde el punto de vista biológico en contextos culturales es


estudiado por la etología. Esta procura señalar cuáles son los rasgos que pertenecen a la
naturaleza humana, desde una perspectiva genética, tratando de explicar, que parte del
comportamiento humano es innata. Esta guarda relación con la fisiología del
comportamiento; lo que equivale a decir, que se interesa por saber bajo qué condiciones
fisiológicas del organismo humano se origina determinada conducta; busca descubrir
las estructuras neuronales y bioquímicas que constituyen la base del comportamiento.
La etiología humana se propone explicar de qué modo ocurrió la formación y desarrollo
de un comportamiento especifico.
El comportamiento no es más que las capacidades innatas de ciertas especies para
adecuarse a entornos determinados, lo que implica una predisposición al aprendizaje
pautada por patrones característicos.

La filogenética se refiere a todo aquello propio o vinculado al origen o procedencia. La


filogenia es un campo que dentro de la biología se dedica excluyentemente a estudiar y
conocer el origen, de donde vienen, y el desarrollo de las diversas especies que pueblan
nuestro planeta, y asimismo hace lo propio con las genealogías de los seres vivos. Las
adaptaciones filogenéticas del comportamiento son patrones innatos que orientan el
comportamiento individual, de acuerdo a programas genéticos dirigidos a armonizar
con el entorno natural y social para responder adecuadamente. Así como las estructuras
anatómicas se van configurando para adaptarse adecuadamente a su entorno, también el
comportamiento se va modelando en determinados patrones innatos orientados a
posibilitar la viabilidad de la especie. En la conformación del ser humano interviene
una herencia de carácter filogenético, y unos aprendizajes de la historia y las
tradiciones culturales. Naturaleza y cultura interactúan en forma inseparable en el
proceso de desarrollo del ser humano.

La adaptación filogenética se clasifica de acuerdo al área de desarrollo:

1) motriz

2) percepción

3) impulso

4) aprendizaje.

La motricidad: Se refiere a las capacidades innatas representadas por una serie amplia
de funciones manifiestas en movimientos y manifestaciones acústicas.

La percepción: Cumple la función de orientación en el proceso de discernimiento de


los objetos fijos o móviles del medio.

Los impulsos: Son los mecanismos neuro sensoriales que posibilitan que las descargas
eléctricas centrales lleguen al individuo, solo cuando aparece cierto estimulo clave, en
función del cual debe reaccionar con determinada respuesta. La activación de este
mecanismo va a provocar respuesta defensiva u ofensiva, afectiva o agresiva, entre
otras.
El aprendizaje: Tiene que ver con las capacidades para asociar los hechos con
determinadas causas, condición exclusiva de la especie humana. El puesto del humano
en la naturaleza. El ser humano tiene una marcada tendencia a obtener prestigio y
reconocimiento social. En tal sentido tiene una predisposición hacia la jerarquía y el
dominio. Las cualidades y atributos que contribuyen al ascenso en la escala jerárquica
son diversas: el valor, la inteligencia, destrezas y capacidad de trabajo, la belleza, la
simpatía, la edad, etc.

También podría gustarte