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1.

Todos somos llamados a la felicidad, sin embargo, la experiencia nos demuestra


que esta es una quimera: "Reconocemos que lo mejor que se puede encontrar en el
mundo es un presente indoloro, tranquilo y soportable: si lo alcanzamos, sabemos
apreciarlo y nos guardamos mucho de estropearlo con un anhelo incesante de alegrías
imaginarias"
2.
Evita la envidia. No dejes que tu felicidad entre en competencia
3.
Hay que tener un carácter adquirido. El carácter adquirido es el que se forja con
la experiencia. "Cuando hemos reconocido de una vez por todas nuestros fallos y
deficiencias evitamos de la manera más segura el sufrimiento más amargo, que es el
descontento con nosotros mismos"
4.
No pongas tu felicidad en los bienes materiales. La riqueza es como el agua del
mar, mientras más bebes, más sed tienes.
5.
La medida del dolor o de su ausencia está en nuestro interior, y no en las
circunstancias externas. De modo que evitar ilusiones o comparaciones
injustificadas prepara tu ánimo para entender el conjunto de tu vida con
ecuanimidad inalterable.
6.
Hacer con buena voluntad lo que se puede y tener voluntad para soportar el
sufrimiento inevitable.
7.
Reflexionar a fondo sobre una cosa y antes de emprenderla y una vez llevada a cabo,
no angustiarse con un resultado, sino desprenderse plenamente del asunto.
8.
Limitemos nuestro campo de actuar. Así damos menos espacio al infortunio.
9.
No aspires al placer, sino a la ausencia del dolor.
10.
Sométete a la razón si quieres si quieres someterlo todo.
11.
Si el infortunio se ha producido y no se puede remediar, no te preguntes cómo
habría sido de otra manera.
12.
Nada será tan provechoso como comportarse de manera no llamativa y hablar muy poco
con los demás pero mucho consigo mismo.
13.
Cuando estemos alegres no debemos pedirnos permiso para ello con la pregunta si
tenemos motivo para estarlo.
14.
La sabiduría de la vida se basa en una justa proporción entre la atención que
prestamos al presente y al futuro, para que la una no pueda estropear a la otra.
15.
Practica la serenidad, contempla un mal presente como una pequeña parte de aquello
que podría venir
16.
Lo mejor que se puede encontrar en el mundo es un presente indoloro, tranquilo y
soportable.
17.
Resulta que la vida no tiene la función de ser disfrutada, sino que nos es
infringida. Hemos de padecerla.
18.
En todas las cosas que afectan a nuestro bienestar y malestar nuestras esperanzas y
temores hay que poner riendas a la fantasía.
19.
No hay que entregarse a grandes júbilos o a grandes lamentos ante ningún suceso
porque la variabilidad de todas las cosas puede modificarlo por completo en
cualquier momento.
20.
Mostrar odio en palabras o en la expresión de la cara es inútil, peligroso,
imprudente, ridículo y vulgar. Por eso no se debe mostrar de ninguna otra manera
que en los actos. Esto último será tanto más perfectamente cuando completamente se
haya evitado lo primero.
21.
Debemos pensar, arreglar, disfrutar y sufrir cada cosa en su momento sin
preocuparnos de todo lo demás. Tener por así decirlo cajones para nuestros
pensamientos.
22.
Vivir feliz solo puede significar vivir lo menos infeliz posible.
23.
A veces las cosas no salen como las planeamos, pero lo podemos corregir. A veces es
tan necesario hacer lo que nuestro plan inicial apenas parece reconocible cuando lo
realizamos.
24.
La primera mitad de nuestra vida la pasamos frustrados intentando alcanzar la
felicidad plena en esta vida. La segunda mitad de nuestra vida la pasamos ya
entendiendo que esto es imposible, pensando más bien en evitar el infortunio y el
sufrimiento, lo cual es más palpable y gratificante.
25.
Debemos ver lo que poseemos como lo estaría mirando ante alguien que nos los va a
quitar, sea la propiedad, la salud, los amigos, los amantes, la esposa o los hijos
porque la mayoría de veces solo sentimos el valor de las cosas después de haberlas
perdido.
26.
Tener siempre en mente que el ser humano no puede alcanzar más que una mínima parte
de todo lo deseable y que muchos males son inevitables.
27.
Para nuestros verdaderos males, no hay consuelo más eficaz que la observación de
sufrimientos mucho más grandes de otros.
28.
En las edades de la vida los placeres cambian. No hay que juzgar la felicidad de la
vejez con lo que identificamos comúnmente la felicidad por ejemplo de la juventud o
de la niñez.
29.
Deja de lado la vanidad y la ambición.
30.
La actividad de aprender o emprender algo es necesaria para la felicidad del ser
humano
31.
Para las ambiciones no hay que tomar como guía las imágenes de la fantasía, sino
los conceptos. No puedes por ejemplo poner la felicidad en la meta de ser capitán
de un barco; porque una vez que consigues esta meta, la imagen se desvanece como un
fantasma. Es mejor tener la felicidad como una entidad abstracta.
32.
Al menos las nueve décimas partes de nuestra felicidad se basan exclusivamente en
la salud.
33.
Debemos llegar a dominar la impresión de lo intuitivo y lo actual que nos resulta
des-proporcionalmente fuerte frente a lo puramente pensado y sabido. Ya que esto
altera nuestro ánimo y nuestra tranquilidad.
34.
Cuando analizamos nuestra vida y nuestros fallos, en ella podemos excedernos de los
reproches contra nosotros mismos. Hay que evitar esto. Sin arrepentimiento.
35.
Lo que más frecuentemente y casi forzosamente descuidamos en nuestros planes de
vida son las transformaciones que el tiempo opera en nosotros mismos.
36.
El medio más seguro para no volverse infeliz es no desear llegar a ser muy feliz.
37.
La razón abarca con sus conceptos la totalidad de la vida. La necedad solo agarra
una punta de la vida y esta puede ser la más placentera.
38.
Es mucho menos importante lo que le sucede a uno que la manera en que lo
experimentamos. El estado y la condición de la conciencia es absolutamente lo
principal.
39.
Debido al poder secreto que reside en los sucesos más azarosos de nuestra vida,
deberíamos acostumbrarnos a considerar todo acontecimiento como necesario. Un
fatalismo muchas veces puede resultar tranquilizador.
40.
En lugar de especular sobre las posibilidades favorables inventando cien esperanzas
ilusas, deberíamos centrarnos en todas las posibilidades adversas. Eso nos llevaría
a tomar precauciones... "piensa mal y acertarás"
41.
Cuando se ha producido algo malo, no hay que pensar en qué podría haber pasado de
otra manera. (Muy parecida a la regla once)
42.
Una de las insensateces mayores y más frecuentes es hacer amplios preparativos para
la vida, no importa de que tipo sean. La vida desde el principio parece infinita,
pero cuando ya se va hacia el final, se mira como si fuese algo muy reducido.
43.
No se necesita obtener del exterior nada más que la libertad para poder disfrutar
de la riqueza interior. Y es que únicamente lo interior, la conciencia y su estado
son el yo, y solo en él se haya nuestro bienestar y también nuestro malestar.
44.
La mayor fortuna está en la personalidad.
45.
Esta es una reflexión en torno al suicidio. El suicidio no es condenable, se
explica a través de distintos tipos de persona. (Regla incompleta, se debe leer a
Schopenhauer para complementar)
46.
Lleva una vida filosófica. Como dice Aristóteles: La vida filosófica es la más
feliz.
47.
Entre lo que uno tiene, los amigos ocupan un lugar principal, pero ese lugar debe
darse de la misma manera hacia el otro lado.
48.
Según Aristóteles, la felicidad consiste en bastarse a sí mismo.
49.
Una existencia feliz sería aquella que objetivamente, según una reflexión fría y
madura, fuera decididamente preferible al "no ser" o a la muerte que en
Schopenhauer sería la aspiración final de toda criatura viva.
50.
La felicidad depende de nuestra subjetividad, que es siempre variable: "Nuestra
felicidad depende de lo que somos, de nuestra individualidad, mientras que la
mayoría de las veces sólo se tiene en cuenta nuestro destino y aquello que tenemos.
El destino puede mejorar, y la persona moderada no le pide mucho; pero un necio no
deja de ser un necio y un zoquete grosero será eternamente un zoquete grosero,
aunque en el paraíso estuviera rodeado de huríes".

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