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ACTUALIZACIONES Rev Esp Cir Osteoart 1992; 27: 33-42

Anatomía descriptiva y funcional


del ligamento cruzado anterior.
Implicaciones clínico-quirúrgicas
V. SANCHIS ALFONSO y F. GOMAR SANCHO

Cátedra de Traumatología y Ortopedia. Facultad de Medicina y Odontología. Departamento de Cirugía.


Universidad de Valencia.

Resumen.— El ligamento cruzado anterior (LCA) es una estructura anatómica vital


para la estabilidad de la rodilla y su correcta biomecánica. Su reparación mediante
plastias exige que su tensión, dirección y punto de anclaje se aproxime en todo lo posi-
ble al LCA original. Este trabajo intenta actualizar los aspectos anatómicos y funciona-
les fundamentales para una correcta cirugía de las lesiones del LCA.

Palabras clave: Rodilla. Ligamento cruzado anterior. Roturas de ligamentos.

DESCRIPTIVE AND FUNCTIONAL ANATOMY OF THE ANTERIOR CRUCIATE LIGA-


MENT. CLINICAL AND SURGICAL IMPLICATIONS.

Summary.— The anterior cruciate ligament (ACL) is a vital structure for stability of
the knee and its correct biomechanics. ACL repair by means of grafts requires that
tension, direction and attachment points resemble those of original ligament. This
work attempts to update the fundamental functional and anatomical aspects for co-
rrect surgery of ACL.

Key words: Knee. Anterior cruciate ligament. Rupture of ligaments,

INTRODUCCIÓN t u r a a n a t ó m i c a y funcional. Por otro lado las


técnicas quirúrgicas empleadas p a r a su recons-
La primera descripción del ligamento cruza- trucción e s t á n b a s a d a s en un profundo conoci-
do anterior (LCA) se debe a Galeno (1), pero no miento de su anatomía.
será h a s t a el año 1850 cuando Stark (2) descri-
be el primer caso de r o t u r a de este ligamento. En este trabajo p r e t e n d e m o s hacer u n a ac-
En el año 1917, Hey-Groves (3), al que podemos tualización de conocimientos sobre la anatomía
considerar como padre de las ligamentoplastias, descriptiva y funcional del LCA, correlacionán-
describe la primera reconstrucción intraarticu- dola con aspectos clínicos y con la problemática
lar del LCA; desde entonces hasta nuestros días quirúrgica que plantea su reemplazo.
se suceden en la literatura ortopédica artículos
que describen técnicas quirúrgicas p a r a reem-
plazar este ligamento. Se puede afirmar que la ANATOMÍA MACROSCÓPICA
reconstrucción o reemplazo del LCA constituye
un autentico desafío y un problema todavía no El LCA es u n a e s t r u c t u r a i n t r a a r t i c u l a r y
resuelto en la actualidad. La clave de toda esta extrasinovial, situada en la escotadura intercon-
problemática es su compleja y particular estruc- dílea de la rodilla, que discurre oblicuamente,
desde su inserción a nivel de la región antero-
medial del platillo tibial, hacia a t r á s , a r r i b a y
Correspondencia: afuera, h a s t a la porción medial del cóndilo fe-
DR. VICENTE SANCHIS ALFONSO moral lateral (bien posterior y arriba, cerca de
Avda. Cardenal Benlloch, 36-23B
46021 Valencia la superficie a r t i c u l a r ) (Fig. 1). La d i s t a n c i a

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máxima entre las superficies internas de ambos


cóndilos femorales ( a n c h u r a de la e s c o t a d u r a
intercondílea) es de 21 + 3 mm frente a los 15
± 3 mm en los casos de roturas inveteradas del
LCA, debido a la artrosis secundaria con osteo-
fitosis (4). Esto se t r a d u c e en la necesidad de
practicar el ensanchamiento del espacio inter-
condíleo ("notch plastia") en el tratamiento qui-
rúrgico de las roturas inveteradas del LCA para
evitar el a t r a p a m i e n t o ("impingement") del in-
jerto que se utilice como sustituto i n t r a a r t i c u -
lar.

El LCA adopta u n a disposición helicoidal ca-


r a c t e r í s t i c a que proporciona u n a tensión ade-
cuada del ligamento a través de todo su rango
de m o v i m i e n t o (Fig. 2). E s t á c o n s t i t u i d o por
múltiples fascículos, regular y a r m ó n i c a m e n t e Figura 3. Imagen artroscópica del LCA que muestra su estructura
orientados (Fig. 2 y 3). Cada fibra tiene un úni- multifascicular y la gran anchura de la inserción tibial (Cortesía del
co punto de origen e inserción, no son paralelas Dr. Gastaldi).

ni t i e n e n la m i s m a l o n g i t u d y tampoco e s t á n
bajo la misma tensión a lo largo de todo el arco
de flexo-extensión de la rodilla.

La longitud del ligamento es de 31 ± 3 mm,


el espesor de 5 ± 1 mm y la a n c h u r a 10 + 2
mm, las dos últimas medidas en el tercio medio
del ligamento, siendo el volumen total de 2.3 ±
4 ml (4).

El LCA, al igual que el l i g a m e n t o cruzado


posterior (LCP) y el ligamento lateral externo,
es un ligamento "cordonal" a diferencia de los
l i g a m e n t o s del complejo i n t e r n o de la rodilla
que son ligamentos "acintados" (5). Este dato es
Figura 1. Visión posterior de la escotadura intercondílea. Cóndilo
femoral lateral (CL). Muñón femoral del LCA resecado (asterisco).
de gran importancia práctica pues los ligamen-
Margen articular, inserción del LCA (flechas). tos cordonales, t r a s la rotura, sufren retracción
de sus extremos y n u n c a restablecen su conti-
n u i d a d . De esto se deduce que el t r a t a m i e n t o
de u n a rotura completa del LCA debe ser la ci-
rugía (5).

El LCA está envuelto por u n a m e m b r a n a si-


novial (Fig. 2) que se hace más evidente por de-
lante del ligamento, formando un meso, conoci-
do como ligamento mucoso, por el que discurren
los v a s o s s a n g u í n e o s q u e se d i r i g e n al LCA
(Fig. 4A y 4B). E s t a e s t r u c t u r a probablemente
es un vestigio del "septum medio" que divide la
articulación tibiofemoral en los estadios tempra-
nos del desarrollo embrionario. Cuando este ta-
bique persiste nos hallamos con la "plica sino-
vial infrapatelar". Reider y cols. (6) l l a m a n a
Figura 2. Fotografía macroscópica del LCA (1) mostrando su es-
tructura espiral y multifascicular. El LCA y el LCP están tapizados esta e s t r u c t u r a "septum mucosum". Dicho plie-
por una cubierta sinovial común y continua. gue sinovial está anclado proximalmente al te-

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Figura 4. Visión anterior de la rodilla en 90° de flexión. Bolsa adi- Figura 6. Visión anterior de la escotadura intercondílea con la rodi-
posa infrapatelar de Hoffa (asterisco). A) Ligamento mucoso poco lla en flexión una vez eliminada la cubierta sinovial que envuelve
desarrollado (1). B) Ligamento mucoso muy desarrollado, plica in- ambos ligamentos cruzados. LCA (1). LCP (2). Ligamento menisco-
flapatelar (2). femoral anterior de Humphrey (3). Cuerno anterior menisco lateral
(4). Borde interno menisco lateral (flecha).

En la cara anterior del ligamento, cruzando


su tercio distal, encontramos el ligamento yu-
gal, transverso o intermeniscal anterior (Fig. 5),
interpuesto entre el ligamento y la almohadilla
grasa infrapatelar de Hoffa, que cubre la mitad
distal del ligamento. El ligamento yugal se ex-
tiende desde el cuerno anterior del menisco me-
dial al margen anterior convexo del menisco la-
teral (Fig. 5). Estas dos estructuras anatómicas,
ligamento yugal y g r a s a infrapatelar, pueden
ser la causa de que se observe una mayor proli-
feración sinovial en el e x t r e m o p r o x i m a l del
LCA o de los injertos que lo s u s t i t u y e n (7), lo
Figura 5. Visión anterior de la escotadura intercondílea con la rodi- que provocaría, como dice Alm (8) que el nú-
lla en flexión. LCA (1) y LCP (2) envueltos por sinovial. Ligamento mero y calibre de las arterias, sea mayor en el
yugal (3). Fibras de inserción del cuerno anterior del menisco lateral
en la meseta tibial (4). Cuerno anterior menisco medial (5).
extremo proximal, que en el extremo distal del
ligamento. La bolsa adiposa tiene u n a gran im-
portancia práctica, pues con su rica vasculariza-
cho del espacio intercondíleo, i n m e d i a t a m e n t e ción contribuye notablemente al aporte vascular
por d e l a n t e de la inserción del LCA y distal- al LCA (9). G u i l l e n y cols. (5), r e c o m i e n d a n
m e n t e comunica con la g r a s a i n f r a p a t e l a r de adosar al injerto que sustituya al LCA o al pro-
Hoffa (Fig. 4B). pio ligamento t r a s su s u t u r a la bolsa adiposa,

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con la idea de a u m e n t a r su vascularización (5). Por el c o n t r a r i o , O d e n s t e n y G i l l q u i s t (4)


Se debe pues evitar la exéresis de esta grasa y en un estudio realizado sobre 33 rodillas de ca-
respetar al máximo las partes blandas en gene- dáver, con u n a m e d i a de edad de 29 años, no
ral en la cirugía del LCA, aunque ello dificulte encontraron evidencia macroscópica de subdivi-
en cierta medida la técnica quirúrgica. sión del ligamento en ninguna de ellas. Cuando
la rodilla se flexionaba a 90° el LCA se enrro-
El LCA está íntimamente relacionado con el llaba aproximadamente 90°. Como resultado de
LCP, en la zona en que ambos se c r u z a n , es- ésto las fibras que se o r i g i n a b a n de la p a r t e
tando cubiertos ambos ligamentos por u n a capa más anterior del área de inserción tibial se in-
sinovial continua (Fig. 5). El LCA se cruza en sertaban en la parte más proximal del área de
X con el LCP en rotación tibial i n t e r n a adop- inserción en el cóndilo femoral l a t e r a l ; por el
tando planos paralelos en rotación externa. En c o n t r a r i o , l a s fibras q u e se o r i g i n a b a n en la
muchas ocasiones fibras del LCA se dirigen por parte más posterior del área de inserción tibial
detrás del LCP a la cara medial del surco inter- se i n s e r t a b a n en la p a r t e m á s l a t e r a l y distal
condilar. El LCA, j u n t o con el LCP, ligamento del área de inserción femoral. Es decir, aunque
meniscofemoral posterior de W r i s b e r g y liga- anatómicamente no existía subdivisión, funcio-
m e n t o meniscofemoral a n t e r i o r de H u m p h r e y nalmente se encontraban los dos fascículos des-
(Fig. 6), constituyen el "Pivote central" o siste- critos por Girgis y cols. (10). Appel y cols. (16)
ma ligamentoso central de la rodilla. Ahora e s t u d i a n la a n a t o m í a del LCA en 50 rodillas
bien, la presencia de los ligamentos meniscofe- no encontrando tampoco separación anatómica
morales no es constante; estando ausentes en el del ligamento en los dos fascículos (anterome-
30% de los casos (10). dial y posterolateral) cuando hacen cortes hori-
zontales del mismo; sin embargo en las disec-
A pesar de que los estudios sobre la configu- ciones longitudinales encuentran u n a configura-
ración anatómica y espacial del LCA se suce- ción cruzada de sus fascículos.
den en la l i t e r a t u r a , hoy en día todavía es un
tema controvertido. Por último, d e s t a c a r que observaciones ar-
troscópicas m u e s t r a n LCA con fascículos bien
Abbot y cols. (11) fueron los p r i m e r o s en individualizados y otros en los que éstos no se
d e s c r i b i r u n g r u p o d e fibras a n t e r o m e d i a l e s pueden distinguir (17).
desde el punto de vista funcional, que estaban
t e n s a s en flexión. Lam (12) describe dos fascí- A la v i s t a de lo r e s e ñ a d o en la l i t e r a t u r a
culos a los que denomina anteromedial y poste- c o n s u l t a d a , de los r e s u l t a d o s de n u e s t r a s di-
rolateral en función de la localización de la in- secciones y de nuestro material clínico artros-
serción tibial. Girgis, Marshall y Monajem (10), cópico, podemos concluir diciendo que si bien
en un estudio sobre 20 rodillas de cadáver y 24 no siempre se pueden encontrar dos fascículos
rodillas frescas, e n c u e n t r a n que el LCA e s t á anatómicamente bien diferenciados si que exis-
formado por dos fascículos: fascículo anterome- t e n siempre dos porciones diferentes desde el
dial (fino) y posterolateral (porción principal). punto de vista funcional en el LCA (Fig. 7A y
El fascículo anteromedial está formado por las 7B). D u r a n t e la extensión el LCA choca contra
fibras que se i n s e r t a n en la p a r t e m á s proxi- el techo de la escotadura intercondílea lo cual
mal de la inserción femoral a la más anterior y limita u n a mayor extensión. A medida que va-
m e d i a l de la i n s e r c i ó n t i b i a l . L a s fibras que mos incrementando los grados de flexión de la
van de la porción más distal de la inserción fe- rodilla los dos fascículos se e n r r o l l a n r o t a n d o
moral y se insertan en la porción posterolateral l a s fibras p o s t e r o l a t e r a l e s por debajo de l a s
del anclaje tibial constituyen el fascículo pos- a n t e r o m e d i a l e s . El ligamento pierde su forma
t e r o l a t e r a l . N a v a r r o y cols. (13) t a m b i é n en- de abanico, que p r e s e n t a con la extensión de
c o n t r a r o n en t o d o s los casos e s t u d i a d o s por la rodilla, y va a s u m i e n d o u n a forma de cor-
ellos (54 rodillas procedentes de miembros am- dón r e d o n d o y e n r r o l l a d o . V a n Dick (18) de-
putados) dos fascículos bien diferenciados ana- mostró que las fibras del LCA no son p a r a l e -
tómica y funcionalmente. Estos dos fascículos l a s e n l a e x t e n s i ó n sino q u e p r e s e n t a n u n a
también son descritos por Minguet (7). En 1979 t o r s i ó n e x t e r n a de 46°. C u a n d o la rodilla se
Norwood y Cross (14) describen un tercer fascí- flexiona a 90° el ángulo de torsión se incre-
culo m á s pequeño denominado fascículo inter- m e n t a a 105°, lo que pone de m a n i f i e s t o ese
medio, hallazgo t a m b i é n encontrado en el año enrrollamiento progresivo que el ligamento su-
1985 por Dawkins y Amis (15). fre con la flexión de la rodilla.

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U n a vez vista la configuración y orientación Significado funcional de los puntos de


espacial del LCA, vamos a centrarnos en el es- anclaje. Concepto de "isometricidad",
tudio de los puntos de anclaje y su significado ¿realidad o fantasía?
funcional.
Actualmente se da gran importancia al con-
Anclaje tibial cepto de "isometricidad", pero no se t r a t a de un
término nuevo. En el año 1942 Blair (22) suge-
E l LCA s e i n s e r t a e n u n a fosita s i t u a d a ría la elección de un punto de anclaje en el fé-
a n t e r o l a t e r a l m e n t e respecto a la espina tibial m u r que no modificara la distancia respecto al
anterior. P a s a por debajo del ligamento yugal punto tibial a lo largo de todo el arco de flexo-
y u n o s pocos fascículos se e n t r e m e z c l a n con e x t e n s i ó n de la rodilla. E s t e a u t o r c i t a como
el cuerno a n t e r i o r del menisco l a t e r a l en to- fuente un trabajo de T e s t u t de 1911 (23). Así
dos los casos (Fig. 5) y con el c u e r n o p o s t e - mismo Blair (22), refiriéndose al "injerto", dice
rior del menisco l a t e r a l en el 20% de casos. que en esta situación éste tendrá el mismo gra-
El LCA t i e n e f i b r a s a n c l a d a s en la b a s e de do de tensión a lo largo de todo el recorrido de
la e s p i n a tibial a n t e r i o r pero no en el v é r t i - flexo-extensión de la rodilla. De forma implícita
ce. estaba expresando que la "isometricidad" en el
anclaje supone u n a "isotonicidad" del implante,
El anclaje tibial es m á s ancho y fuerte que con lo que é s t e e s t a r á sometido a un " s t r e s s
el anclaje f e m o r a l . E s t o p u e d e e x p l i c a r que t e n s i l " uniforme a lo largo de todo el arco de
sea m á s frecuente la desinserción a nivel del m o v i m i e n t o de flexo-extensión de la r o d i l l a .
a n c l a j e f e m o r a l q u e t i b i a l (19). A s í , I n s a l l Tengamos en c u e n t a que el "stress tensil" es
(20) e n c u e n t r a u n a frecuencia del 18% de ro- necesario p a r a la morfogénesis, remodelación y
t u r a s completas a nivel de la inserción femo- m a d u r a c i ó n de la colágena (24,25,26). A h o r a
r a l frente al 2% de r o t u r a s a nivel de la in- bien, no hay actualmente ningún autor que nos
serción tibial, provocando é s t a s ú l t i m a s avul- pueda decir que tensión concreta debe tener el
sión ósea. implante p a r a asegurar un buen futuro al mis-
mo. La mayoría de los autores solo nos hablan
P a r a Odensten y Gillquist (4) el área de in- de una "tensión firme" (27,28,29).
serción tibial es oval, con su eje mayor orienta-
do en sentido antero-posterior. Su longitud es P a r a conseguir la "isometricidad", es condi-
de 17 + 3 mm y su a n c h u r a de 11 ± 2 mm. El ción necesaria la correcta elección de los puntos
punto central de la inserción tibial esta locali- de a n c l a j e ( f e m o r a l y t i b i a l ) , lo c u a l ya e r a
zado a 7 ± 1 mm del plano del borde anterior puesto de manifiesto por Palmer (30).
de la superficie articular del cóndilo tibial me-
dial y a 23 + 4 mm de la unión meniscocapsu- La elección del punto de anclaje femoral es
lar anterior en el cóndilo tibial medial. crítica a la hora de realizar u n a reconstrucción
isométrica del LCA, pues el punto femoral es el
Anclaje femoral determinante primario de la "isometricidad"
(31). Por otro lado también se t r a t a de un tema
El LCA se i n s e r t a en u n a fosita s i t u a d a en controvertido, habiéndose descrito varios puntos
la p a r t e posterior de la superficie m e d i a l del de anclaje t r a n s ó s e o s o a n a t ó m i c o s (32) y un
cóndilo femoral lateral. anclaje e x t r a - a n a t ó m i c o ("over-the-top") (33).
Nosotros siguiendo las ideas de Clancy y cols.
P a r a nosotros, al igual que p a r a otros auto- (34) elegimos en n u e s t r o s pacientes un p u n t o
res (10,21), el área de anclaje femoral tiene la situado 5 mm posterosuperior al centro de in-
forma de un segmento de círculo con su borde serción anatómica normal del LCA. De esta for-
anterior recto y el posterior convexo, siendo es- ma este punto isométrico se localiza en la parte
te último paralelo al margen articular posterior m á s posterior de la línea de B l u m e n s a a t , que
del cóndilo femoral l a t e r a l (Fig. 8A y 8B). Por es la línea que se puede proyectar en u n a ra-
el contrario Odensten y Gillquist (4) encuentran diografía de perfil de la rodilla sobre el surco
que el área de inserción femoral es oval, con un intercondíleo. La reinserción femoral del LCA
d i á m e t r o mayor de 18 ± 2 mm y un diámetro se debe realizar con la rodilla flexionada 120°
menor de 11 ± 2 mm. El ángulo entre el diáme- en un p u n t o lo m á s posterior y abajo posible
tro mayor del óvalo y el eje de la diáfisis femo- del cóndilo externo. Un e m p l a z a m i e n t o dema-
ral es de 26 + 7º. siado anterior del túnel femoral conduce a u n a

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Figura 7. Visión medial de la rodilla una vez eliminado el cóndilo femoral medial. Cambio en la forma y tensión de los componentes del
LCA con la flexión y extensión. A) Rodilla en extensión. B) Rodilla en flexión, fascículo anteromedial tenso (flechas).

tensión y elongación excesiva del injerto en fle- una rotura del implante (35). Si los túneles óseos
xión, debido a la o r i e n t a c i ó n v e r t i c a l del im- tibial y femoral se perforan en los centros anató-
p l a n t e , lo cual s u p o n d r á u n a restricción de la micos originales, las fijaciones del implante liga-
flexión y a la larga la rotura del implante (35). mentoso e s t a r á n demasiado cerca y tendremos
problemas de déficit de extensión y flexión de la
Un estudio comparativo del efecto de la inser- rodilla, porque el nuevo ligamento será demasia-
ción femoral y tibial en la isometría muestra que do corto.
la inserción femoral es de m a y o r i m p o r t a n c i a
que la inserción tibial (36). No obstante la inser- A h o r a bien, no existe un p u n t o isométrico
ción tibial es fundamental para que la longitud y único o absoluto. Las discrepancias de los hallaz-
orientación espacial del injerto en la articulación gos publicados en la l i t e r a t u r a son debidas no
sea correcta. Nosotros elegimos, al igual que sólo a diferencias en las condiciones experimen-
Clancy y cols. (34), un punto situado 5 mm ante- tales sino también al hecho de que cada rodilla
romedial al centro anatómico del LCA, por de- tiene sus propios puntos isométricos (37). Las ro-
t r á s del cuerno anterior del menisco medial. Se dillas de cada persona, por otro lado, también di-
debe evitar realizar el túnel tibial demasiado an- fieren en las dimensiones óseas y en la resisten-
teriormente pues esto supondría u n a limitación cia y grosor de sus ligamentos cruzados. De esto
en la extensión de la rodilla, con una predisposi- se deduce que la isometricidad debe ser evaluada
ción al atrapamiento del injerto contra el techo antes de perforar los túneles óseos. Un emplaza-
de la escotadura intercondílea (35). P a r a evitar miento isométrico es definido como aquel en que
el "impingement" se recomienda, en estos casos, la distancia entre la inserción femoral y tibial no
la realización de la condiloplastia ("notchplasty"). cambia m á s de 1.5-2 mm cuando la rodilla es
Si el punto de anclaje tibial es demasiado poste- flexionada de 0 a 90° (36,37) .
rior se producirá un incremento de la distancia
entre los puntos de anclaje femoral y tibial cuan- Desde el punto de vista anatómico el LCA no
do la rodilla se extiende, lo cual se traducirá en es "isométrico" en el sentido estricto de la palabra

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Figura 8. Inserción femoral del LCA (rojo). A) Visión medial una vez eliminado el cóndilo femoral medial. Punto isométrico femoral (asteris-
co). B) Visión posterior.

(38). Por otro lado, es incorrecto hablar de "pun- Desde nuestro punto de vista la mejor forma
to isométrico", debiéndose hablar de "área isomé- de aproximarse a la realidad, cuando nos plante-
trica" (31). Además la superficie del "área isomé- amos el reemplazo del LCA lesionado, es utilizar
trica" disminuye conforme aumenta la flexión de la técnica del doble fascículo (39,40), técnica que
la rodilla, motivo por el cual la evaluación pero- nosotros estamos empleando en la actualidad.
peratoria de la tensión del implante debe ser re- Con esta técnica lo que hacemos es combinar el
alizada a lo largo de todo el arco de flexo-exten- anclaje transóseo femoral con uno over-the-top
sión de la rodilla (31). Si tenemos en cuenta que con lo que conseguimos estabilidad anteroposte-
el "área isométrica" es m á s p e q u e ñ a que los rior de la rodilla tanto a 90° de flexión de la ro-
sustitutos que normalmente se emplean para re- dilla como a 20°.
emplazar al LCA lesionado se comprenderá que
realmente alcanzar la isometricidad es un objeti- ANATOMÍA FUNCIONAL
vo utópico (31).
Anatomía artroscópica dinámica
Se puede concluir diciendo que el concepto
de isometricidad es más bien un recurso quirúr- La inspección artroscópica del LCA en varias
gico p a r a aproximarnos a la realidad del papel posiciones de flexión de la rodilla ha incrementa-
que d e s e m p e ñ a el LCA en la cinemática de la do considerablemente los conocimientos sobre su
rodilla que una realidad anatómica. Con ello per- función.
seguimos un doble objetivo: a) Protección del im-
plante contra una excesiva elongación y stress, lo En el paciente sometido a anestesia general
que se traducirá en u n a "sobrevivencia" prolon- Johnson (17) estudia la laxitud del LCA entre
gada del implante y b) Freno contra el cajón an- 90° de flexión y la e x t e n s i ó n c o m p l e t a .
terior femoro-tibial durante la flexo-extensión de Encuentra que entre los 90° y 45° el ligamento
la rodilla. se e n c u e n t r a laxo. M á s allá de e s t e p u n t o la

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tensión del ligamento se i n c r e m e n t a g r a d u a l - b) La sección completa del LCA conduce a una


m e n t e a m e d i d a que a u m e n t a la extensión de inestabilidad rotacional evidente (Maniobra del
la rodilla. Pivot-Shift positiva). La sección aislada de los fascí-
culos no causa inestabilidad rotacional detectable
Si el e s t u d i o se h a c e con el p a c i e n t e bajo clínicamente. El LCA es un estabilizador primario
anestesia local es posible su cooperación , de tal contra la inestabilidad rotatoria anterolateral (42).
forma que podremos evaluar el efecto de la con-
tracción del cuádriceps en la tensión del LCA. c) Los dos fascículos se t e n s a n al m á x i m o
La t e n s i ó n del LCA se i n c r e m e n t a cuando se cuando la rodilla extendida se rota internamente.
contrae el cuádriceps contra resistencia e n t r e Si tenemos en cuenta que la extensión de la rodi-
los 45° y 0 o . Esto tiene una gran relevancia clí- lla tensa al máximo el fascículo posterolateral se
nica en el proceso de rehabilitación tras cirugía explica que un mecanismo de hiperextensión más
del LCA. Cualquier contracción del cuádriceps rotación interna sea causa de rotura aislada del
con la rodilla en 45° de flexión o menos t e n s a LCA (43) , lo cual ha sido comprobado clínica-
el LCA. La rehabilitación consistirá idealmente mente. También la hiperextensión aislada ("chut
en ejercicios i s o m é t r i c o s en 45° de flexión o al vacío") es causa de rotura del LCA.
más junto con ejercicios de isquiotibiales (anta-
gonistas del cuádriceps). d) La rotura del LCA incrementa la hiperex-
tensión de la rodilla, siendo el papel del fascí-
De estos estudios Johnson (17) concluye que culo posterolateral como barrera contra la hipe-
el LCA no es funcionalmente isométrico, con lo rextensión más importante que el del fascículo
cual se vuelve a cuestionar el concepto de iso- anteromedial.
metricidad.
El hecho de que según la posición de flexo-
Estudios post-mortem extensión un fascículo esté tenso y el otro rela-
jado, explicaría la existencia de r o t u r a s parcia-
Girgis y cols. (10) demostraron que la por- les del l i g a m e n t o . A d e m á s , en función de los
ción a n t e r o m e d i a l e s t á t e n s a e n flexión, fascículos lesionados la exploración clínica va-
m i e n t r a s que la p o s t e r o l a t e r a l e s t á t e n s a en r i a r á . Si solamente es positivo uno de los dos
e x t e n s i ó n . F u r m a n y cols. (41) h i c i e r o n un signos (cajón anterior o test de Lachman) debe-
e s t u d i o f u n c i o n a l del LCA u t i l i z a n d o p a r a remos p e n s a r en u n a r o t u r a parcial del LCA.
ello 40 rodillas de cadáver fresco h u m a n o ; su Por ejemplo, un test de Lachman positivo y un
objetivo e r a e s t u d i a r el p a p e l que d e s e m p e - cajón anterior negativo implica u n a r o t u r a del
ñ a b a n c a d a u n o d e los fascículos e n e x t e n - fascículo posterolateral del LCA.
sión, 45° y 90° de flexión, así como la r e s i s -
t e n c i a que ofrece el LCA a la r o t a c i ó n e hi- El m o v i m i e n t o de flexión de la r o d i l l a es
p e r e x t e n s i ó n de la rodilla. Obtuvieron los si- mixto: de r o d a d u r a y de deslizamiento antero-
guientes resultados: posterior de la tibia sobre el fémur, siendo la
relación normal de ambos movimientos de 1:2
a) El signo del cajón anterior, después de la al principio de la flexión y de 1:4 con la flexión
sección del fascículo posterolateral, es positivo completa (44). Con la rotura del LCA se altera
con la r o d i l l a en e x t e n s i ó n ( M a n i o b r a de esta relación normal, predominando la primera
Lachman positiva) y negativo con la rodilla en d u r a n t e los primeros grados de flexión , lo que
flexión (Cajón anterior negativo), puesto que en implica u n a subluxación anterior de la tibia lo
flexión está tenso el fascículo anteromedial. En cual unido al mayor radio de curvatura del cón-
flexión el fascículo anteromedial constituye u n a dilo femoral lateral hace que la tibia rote inter-
barrera de primer orden para el desplazamiento n a m e n t e . El cuádriceps a c t ú a f a v o r e c i e n d o la
anterior de la tibia respecto del fémur. Si se sec- subluxación anterior, mientras que la fascia la-
ciona el fascículo anteromedial, el posterolateral ta actúa favoreciendo la luxación en extensión y
que permanece intacto se tensa indicando que es reduciéndola en flexión. En estos principios bio-
u n a barrera de segundo orden para el signo del mecánicos se basa el test del pivot-shift. La re-
cajón anterior en posición de flexión. Si secciona- p e r c u s i ó n de e s t e "fenómeno del r e s a l t e " del
mos por completo el LCA el signo del cajón ante- compartimento externo sobre el interno, se tra-
rior es marcadamente positivo en todas las posi- duce progresivamente por la lesión del cuerno
ciones (Maniobra de Lachman positiva y Cajón p o s t e r i o r del menisco i n t e r n o , la l a x i t u d del
anterior positivo). punto del ángulo postero-interno (PAPI) y por

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V. SANCHIS ALFONSO Y OTROS.- ANATOMÍA DESCRIPTIVA Y FUNCIONAL DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR... 41

último la aparición de lesiones del cartílago ar- n e s del m e n i s c o m e d i a l (49) e n l a s r o d i l l a s


ticular que abocará irremediablemente en la ar- LCA-deficientes.
trosis uni, bi o tricompartimental de la rodilla.
En la historia natural de la rotura completa del Además como funciones secundarias tendría
LCA encuentra su mayor justificación el t r a t a - las s i g u i e n t e s : r e s i s t e n c i a frente al varo y al
miento quirúrgico de estas lesiones. valgo y g u í a de la t i b i a en el m o v i m i e n t o de
autoatornillamiento final de la extensión de la
Podemos concluir diciendo que el LCA ac- rodilla. Por tensarse en la hiperextensión de ro-
t ú a como b a r r e r a frente a la t r a s l a c i ó n a n t e - dilla, se t r a t a de un a n t a g o n i s t a del músculo
rior de la tibia respecto al fémur, frente a la cuadríceps, por lo que en las s u t u r a s o sustitu-
hiperextensión y frente a la excesiva rotación ciones de e s t e l i g a m e n t o se debe r e t r a s a r al
i n t e r n a . B u t l e r y cols. (45) d e m o s t r a r o n que a máximo en ganar la extensión de rodilla.
90° de flexión el LCA proporciona el 8 5 . 1 % ±
1.9% de la fuerza contra la traslación anterior H e m o s visto p u e s como t r a s la l e s i ó n del
de la tibia respecto al fémur. A 30° de flexión LCA la cinemática de la rodilla se altera, por lo
este porcentaje se incrementa ligeramente. que la reconstrucción del LCA debe tener efec-
Ahora bien, este efecto de b a r r e r a no es de la tos potencialmente beneficiosos, aunque aún es-
misma intensidad en todos los ángulos de fle- tá por demostrar si dicha reconstrucción es ca-
xo-extensión de la rodilla. Así, la t r a s l a c i ó n paz de r e s t a u r a r por completo la biomecánica
a n t e r i o r de la tibia respecto al fémur es ma- de una rodilla LCA deficiente y si realmente es-
yor cerca de los 30° de flexión (46) y e s t a es ta reconstrucción tiene un efecto protector con-
la r a z ó n por la que n o s o t r o s , al igual que t r a ulteriores cambios artrósicos (50). Nosotros
o t r o s a u t o r e s (47), p r e f e r i m o s t e n s a r e l im- s u s c r i b i m o s las i d e a s de I v a r P a l m e r (30) el
p l a n t e a 30° de flexión de la rodilla. T r a s la cual en el año 1938 ya indicaba que "incluso en
sección completa del LCA el menisco m e d i a l el mejor de los casos, no se p u e d e c o n s e g u i r
es u n a b a r r e r a significativa frente a la trasla- una restitutio ad integrum tras realizar la plas-
ción a n t e r i o r d e l a t i b i a r e s p e c t o a l f é m u r tia i n t r a a r t i c u l a r " , lo cual no quita méritos al
(48). Esto explica la a l t a incidencia de lesio- efecto beneficioso que tiene la cirugía.

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