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UNIDAD III: CUALIDADES NECESARIAS PARA SUCEDER Y LAS

3.2.1 Capacidades necesarias para heredar

Para suceder a una persona, en el orden sucesoral, se deben poseer dos cualidades:
1. Ser capaz
2. No haber sido declarado indigno.
El Legislador dominicano, trata esta situación desde el artículo 725 al 730 del Código Civil, se
pueden inferir dos condiciones necesarias para suceder:
1. Hay que poseer la personalidad
2. Al momento de la muerte del de cujus la personalidad debe estar presente 1.

Existencia de la Personalidad “Para suceder es preciso existir necesariamente en el momento en que


la sucesión se abre”.

Cuando el legislador habla de existencia no se refiere a una asistencia física sino jurídica, es decir la
actitud de recibir derechos, entre ellos el de suceder. De manera que la necesidad de existir es un
elemento sine quanon y estas dos “existencias” no siempre coinciden. Por ejemplo la muerte civil
priva a aquel de su personalidad jurídica a pesar de encontrarse físicamente vivo y por la tanto es
incapaz de heredar.

El ser humano posee una personalidad jurídica desde su concepción y como tal esta es protegida,
siempre y cuando la criatura nazca viva y viable. A razón de esto se debe determinar la fecha de la
concepción a fines de establecer cuando el sucesible comenzó a existir.

Si bien es cierto que “La existencia precede a la herencia” no menos cierto es que no basta que el
infante haya visto la luz.

El niño concebido y no nacido puede heredar, aplicándose la máxima o si se estudia el adagio “infas
conceptus pro nato habetur quoties de commodis ejus agitur” (el niño concebido es considerado
como nacido cuando le convenga) podemos inferir que el infante póstumo es capaz de suceder.

A pesar de esto, queda aún pendiente la prueba de la concepción. Por encima de la presunción del
código civil, están los adelantos científicos, y evidentemente para probar el nacimiento solo hay que
recurrir al acta de nacimiento y se trata más bien de calcular si la concepción del infante ocurrió
antes o después de la muerte del de cujus.

La doctrina francesa ha aplicado la fecha de esta en el periodo comprendido entre los 300 y 180 días
precedentes al nacimiento. Ocurre diferente en el caso del infante que nace pero no lo hace
viablemente.

A pesar que el ser humano está dotado de personalidad jurídica y es capaz de heredar desde su
nacimiento, este hecho depende de otro acontecimiento, este debe nacer vivo y además viable, es
decir, que posea las condiciones necesarias para vivir.

Asimismo en caso que muera el sucesible es preciso determinar la fecha en que ocurre puesto que
si acontece antes de la muerte del de cujus sus derechohabientes no entraran en la sucesión a menos
que exista una representación.

El momento de la concepción y la reproducción asistida desde varios años en Francia han


predominado dos hipótesis predominante, la una referente al infante concebido in vitro, la otra el
infante concebido por inseminación post mortem.
En el caso del infante concebido in vitro y sin recurrir a un donante, el padre ha muerto luego de la
inseminación. La ciencia nos indica que es científicamente posible ya que la congelación del
embrión permite su conservación pero esta jurídicamente excluida ya que de acuerdo a la ley de
julio de 1994 tanto el hombre como la mujer deben estar vivos al momento de la implantación.

Si esta prohibición se eliminara el niño pudiera heredar ya que estaría concebido al momento de
apertura de la sucesión Cuando lo que ocurre es una inseminación post mortem, se presume una
violación a la ley supra indicada.

Si el infante nace no heredaría de su padre ya que en hipótesis no habría sido concebido al momento
del deceso.

Esto puede traer consecuencias totalmente plausibles, Grimaldi nos muestra el ejemplo de dos
hermanos con cierta diferencia de edad, el mayor puede heredar de un tercero que haya muerto en el
intervalo si el menor no ha sido aún concebido.

Con este ejemplo vemos a todas luces que la paternidad no es suficiente para asegurar la vocación
hereditaria. La condición de existencia al momento de la muerte puede traer discriminaciones y no
sería razonable suprimirla y que al mismo tiempo trae cierta “seguridad” consigo.

Régimen Jurídico de la Reproducción Asistida en República Dominicana En nuestro país se


presume que la procreación es corolario de una relación directa entre hombre y mujer y la gestación
ocurre entre 180 y 300 días.

De esto puede inferirse que en nuestra legislación no están admitidas las técnicas de procreación
artificial como modos validos de concepción. Actualmente se practican tres formas de reproducción
asistida en República Dominicana inseminación artificial, transferencia intratubarica de gametos y
fertilización in vitro.

Cada año tanto a causa de los problemas de infertilidad, los avances científicos y la modernidad per
se, provocan que muchas parejas recurren a uno de estos métodos para tener la opción de ser padres.
Urge buscar una manera de regular esta realidad en el país para adaptarnos a los cambios y
revoluciones del nuevo mundo.

3.2.2 Los efectos de la indignidad ante cada uno

Antes de es propicio definir el termino indignidad, a indignidad establece que quienes cometan
actos de particular gravedad pierden el derecho a heredar, independientemente de que se trate de
una legítima, de una sucesión intestada o testamentaria.

El efecto esencial de la indignidad es la inexistencia de la delación a favor del indigno o bien


cuando la delación se haya producido (por ejemplo, porque la causa de la indignidad se cometió
después de fallecido el causante -vide, arts. 756, 2.º y 4-) se borrará retroactivamente la delación,
viniendo a ocupar el lugar del indigno aquél a quien le corresponda suceder (sustituto, coherederos
con derecho de acrecer o herederos abintestato). Además, el indigno, tendrá obligación, en virtud
del artículo 760 Cc, a restituir los bienes hereditarios con sus accesiones y frutos.

De este modo, en cuanto al momento para apreciar la indignidad, es regla general, lo dispuesto en el
artículo 758.1 Cc, según el cual para apreciar la capacidad se atenderá al tiempo de la muerte del
causante. Sin embargo, este tenor tendríamos que matizarlo debido a que se requiere en el sucesor
aptitud en un doble sentido, por una parte personalidad jurídica, y por otra, ser «digno» en el sentido
de no haber cometido un acto ofensivo o reprobable frente al causante.

Es claro, que cuando la ineptitud deriva no tanto de no ser sujeto de derechos, sino de haber
cometido un acto reprobable e ilícito contra el causante, la capacidad para suceder, no habrá que
fijarla en el momento de la muerte del de cuius. A tenor de lo regulado en el 758.2 y 3, en los casos
2.º y 3.º del artículo 756 se esperará a que se dicte sentencia firme, y en el número 4, a que
transcurra el mes señalado para la denuncia. Si la institución o legado fuese condicional, se atenderá
además al tiempo en que se cumpla la condición.

3.2.3 Los poderes del tribunal

El artículo 823 del Código Civil establece que cuando no hay partición amigable se comisionan los
funcionarios de lugar para proceder a la partición judicial.

“Art. 823.- Si uno de los coherederos se negase a aprobar la partición, o se promueven cuestiones
sobre la forma de practicarla o de concluirla, el tribunal pronunciará su fallo sumariamente; o
comisionará, si procediese, un juez para las operaciones de partición: con el informe de éste el
tribunal resolverá las cuestiones pendientes”

El procedimiento judicial tendrá dos fases: la demanda y las operaciones propiamente dichas. En la
primera fase de la demanda el juez apoderado ordena o rechaza la partición. En la segunda etapa es
cuando se designa el notario y el juez comisario.

Es entonces cuando se conocen en el proceso las siguientes aspectos; La demanda es el acto jurídico
por el cual una persona somete al juez una pretensión.

Es considerada también como el derecho de pedir una pretensión y ser escuchado sobre el fondo, si
hay lugar, y por sentencia se establezca si la acción está bien o mal fundada, y el derecho de discutir
el fundamento de la pretensión. Esta puede ser iniciada por la parte interesada. En caso de los
herederos no presentes, si entre los herederos hay menores de edad o personas sujetas a
interdicción, la demanda la interpone el fiscal del Tribunal de Primera Instancia, o de oficio por el
Juez de Paz del lugar de la sucesión.

La demanda se realiza mediante emplazamiento notificado a las partes. Asimismo, el Artículo 46


contentivo en el Reglamento de los Tribunales Superiores de Tierras y de Jurisdicción Original de la
Jurisdicción Inmobiliaria, establece que se notifican por acto de alguacil las demandas en partición
y determinación de herederos.

La demanda se interpone ante el tribunal de la apertura de la sucesión, si este no existe el lugar del
último domicilio de la persona fallecida (Art 110 del Código Civil). La demanda puede llevarse ante
un tribunal donde no se haya abierto la sucesión, pero esta incompetencia no es absoluta, deberá
solicitarse la declinatoria.

Existe una excepción, cuando hay Litis sobre inmuebles que ya se han repartido, se puede llevar
ante el tribunal donde esté ubicado el inmueble o el tribunal del domicilio del difunto por ser una
acción mixta. “La competencia del tribunal de primera instancia es atributiva tanto en la demanda
en partición, como a todas las operaciones o contestaciones que surjan en el curso de la ejecución de
la partición, y de las que puedan nacer posteriormente, tales como serían la acción en rescisión o
recurso de garantía, entre otras.”
“Ante este mismo tribunal se procederá a la licitación, y se discutirán las demandas relativas a la
garantía de los lotes entre los copartícipes, y las de rescisión de la partición.
” El tribunal dicta una sentencia ordenando la partición ya sea en naturaleza o venta en pública
subasta de los bienes que no pueden partirse o se hace difícil su partición. Sin la sentencia del
tribunal no se puede iniciar las operaciones de registrar la partición de los bienes, especialmente de
los inmuebles.

El Art. 969 del Código de Procedimiento Civil establece: “Por la sentencia que recaiga sobre una
demanda en partición se comisionará, si hubiere lugar, un juez con arreglo al artículo 823 del
Código Civil y al mismo tiempo un NOTARIO.

Si durante el curso de la partición el juez o el notario tuvieren algún impedimento, el presidente del
tribunal, previa instancia proveerá a su reemplazo, por medio de un auto que no será susceptible ni
de oposición ni de apelación.” Según estos artículos, el nombramiento de un juez comisario es
facultativo y su función principal es vigilar las operaciones y presentar informe de estas operaciones
al tribunal.

3.2.4 La transmisión sucesoral

Para comenzar a tratar este tema tenemos que hacer referencia a lo que es “EL DIFUNTO” quien es
la persona fallecida que tenía un patrimonio que va a ser transmitido a sus sucesores luego de que se
presente el acta de defunción, para dar apertura la sucesión y que llamaremos también en esta
materia “de cujus”.

Para poder continuar desarrollando el tema debemos de definir ciertamente lo que es la sucesión,
que no es más que una serie de hechos que han dado como resultado que una persona pueda
disponer y tomar disposición de bienes de forma legal que ha dejado el “de cujus”. Según los
hermanos Mazeaud, las causas que dan apertura a la sucesión son las siguientes:

La muerte del “de cujus”, porque explica Mazeaud que el patrimonio permanece unido o atado a la
persona hasta el momento de su muerte, que es probada con el acta de defunción, según explica
también Artagnan Pérez.

Según el artículo 718 del Código Civil, la sucesión puede ser aperturada también por la muerte
civil, además, de la natural que acabamos de mencionar anteriormente. Aunque la muerte civil, sólo
era tomada en cuenta con los condenados a cadena perpetua, pero en República Dominicana no se
toma en cuenta este tipo de muerte porque hay pena máxima de 30 años.

Por desaparición, explica Artgnan Pérez, cuando un cuerpo no aparece, pero se presume que está
muerto, o sea, desapareció en circunstancias peligrosas para la vida de esa persona y se presume su
fallecimiento. Para que esta situación pueda llevar a transmisión de bienes o sucesión debe de haber
una sentencia por desaparición.

Por la ausencia, desaparición del cuerpo físico por largo tiempo. En este caso, no es que se realiza la
sucesión, sino que se le entrega una posesión y los sucesores pueden portarse como herederos, ya
que si el desaparecido o el ausente aparecen entonces hay que restituir los bienes.

Por otro lado, tenemos que preguntarnos entonces, ¿Cuál es la fecha en que debe de darse apertura a
la sucesión?

Según, los Mazeaud, la fecha de la apertura de la sucesión es en la fecha de la muerte del “de
cujus”.
La determinación de la fecha de la muerte es vital porque es la que hace el llamado de los herederos
que van a recoger la sucesión y permite fijar la partición de los bienes. Los Mazeaud afirman que la
prueba principal que da fe de la fecha de apertura de la sucesión es el acta de defunción del “de
cujus”.

Hay casos excepcionales como son los casos de los commorientes, que es cuando dos o más
personas perecen en un mismo suceso o hecho.

Esta situación trae dificultad porque hay veces que hay ´´comurientes´´ que son llamados
respectivamente a la sucesión uno del otro y es importante fijar la muerte de cada uno de ellos; para
esto el código civil tiene disposiciones que predisponen la fecha de acuerdo a rangos del orden de
las pruebas como la edad, el sexo, etc. Ahora, pasaremos a hablar sobre el lugar de la apertura de la
sucesión. Según, los hermanos Mazeaud, el lugar donde se abre la sucesión son en el último
domicilio del “de cujus”.

La apertura se lleva a cabo en el lugar donde vivía el “de cujus” al momento de su muerte, pero no
se abre la sucesión en el lugar donde muere el difunto, sino donde vivía.

La apertura se lleva a cabo de esta manera porque se presupone que en donde residía el difunto era
donde este tenía todos sus negocios y sus intereses. Por esto, el lugar de la apertura se convierte en
el centro de partición y liquidación de los bienes, según explica los Mazeaud.

Ahora explicaremos lo que es la otra parte o la otra cara de la moneda, que es la persona que hereda
los bienes, que denominamos Herederos.

Se puede definir como heredero como los descendientes que sobreviven al “de cujus” y que
legítimamente le corresponde el patrimonio del “de cujus”.

Efecto de la transmisión La transmisión implica el traspaso del patrimonio hereditario tal cual lo
poseía el causante, no pudiendo recibirlo el sucesor ni mejor ni más extenso, transmitiéndose,
asimismo, la prescripción que corría a favor del cujus y los efectos de los contratos que hubiera
celebrado el difunto. Salvo que estos fueran inherentes a la persona o que no transmitieran en virtud
de una disposición de la ley, o de una cláusula del contrato o de la naturaleza misma.

Transmisión en la persona y en los bienes. Se discute en el derecho si el heredero es continuador de


la persona del causante o de la titularidad de los bienes.

"El heredero que ha entrado en la posesión de la herencia o que ha sido puesto en ella por juez
competente continua la persona del difunto" esta teoría tenía un triple fundamento: religioso, para
mantener el culto familiar; moral, para que el heredero pagara las deudas del causante si este moría
insolvente y evitando así su desprestigio, y practico, el heredero podía exigir el cumplimiento de las
obligaciones.

El efecto central de esta tesis radicaba en el hecho de que aquel ( al aceptar la herencia)respondía al
pago de las deudas del causante con los bienes hereditarios y con los suyos propios.

La sucesión es solamente con respecto a los bienes del causante. El heredero responde por las
deudas del causante solamente con los bienes heredados.

3.2.5 Efectos de la saisine


Es el derecho a la posesión de la herencia, conferido por la ley a ciertos herederos (Arts:724 y 1006
CC), o por el causante mismo a su ejecutor testamentario (Art:1026 CC).

En su origen es un poco oscuro; el CC de los franceses la ha tomado del Derecho Consuetudinario.


La saisine se fundamenta en la idea de que el heredero es el continuador de la persona del difunto y
presenta para el heredero algunas ventajas que justifican su mantenimiento en el derecho
contemporáneo.
➢ El heredero ejerce los derechos y acciones del difunto (Art.724 CC); no tiene que acudir al
envío en posesión, como tiene que hacerlo la mujer cónyuge superviviente, o el estado o los
legatarios que no la tienen. Los herederos por tener la saisine pueden tomar inmediatamente
los bienes relictos y no necesitan autorización alguna.
➢ El heredero puede ejercer las acciones del difunto en contra de los terceros y
recíprocamente, puede ser perseguido por los acreedores bajo el derecho de reserva que le
pertenece de oponer la excepción dilatoria (Art.795 CC).
➢ El heredero tiene la obligación de pagar todas las cargas de la sucesión. Está obligado
incluso a las cargas que sean superiores al activo recibido.
Cuales sucesores tienen la saisine: La saisine es la prerrogativa reconocida al heredero de entrar en
posesión de los bienes sucesorales y de ejercer los derechos del difunto, sin que se tenga necesidad
de solicitar una autorización previa.
1. Los herederos legítimos y naturales;
2. Los sucesores anómalos en cuanto a los bienes sometidos al derecho de reversión legal;
3. Los legatarios universales cuando no hay herederos reservatorios;
4. Los que se benefician de una institución contractual que tenga por objeto la universalidad de los
bienes de aquel que la ha instituido;
5. Algunos ejecutores testamentarios (Art.1026 CC)
6. Los legatarios universales cuando no hay herederos reservatorios;
7. Los que se benefician de una institución contractual que tenga por objeto la universalidad de los
bienes de aquel que la ha instituido;
8. Algunos ejecutores testamentarios (Art.1026 CC).

3.2.6 De los partidos a tomar por los herederos

La renuncia no se presume; requiere presentarse en la Secretaría del Tribunal de Primera Instancia


del distrito en que se haya abierto la sucesión, debiendo inscribirse en un registro particular que se
lleva.

El que renuncia se reputa como si nunca hubiera sido heredero. La parte renunciada aumenta la
herencia de los coherederos o del grado subsecuente.

No procede en ningún caso la representación de uno que haya renunciado. Si el renunciante es


único en su grado, o si todos los coherederos renuncian, los hijos vienen por sí y suceden por
cabezas.

Los acreedores del que renuncia en perjuicio de sus derechos, puede pedir que se les autorice
judicialmente a aceptar la sucesión de su deudor, y en su caso y lugar si así sucede la repudiación no
se anula más que a favor de los acreedores, hasta cubrir sus créditos y no produce ningún efecto en
beneficio del renunciante.

La facultad de aceptar o repudiar una sucesión, prescribe por el transcurso del tiempo exigido para
la más extensa prescripción de los derechos inmobiliarios.

Mientras no haya prescrito el derecho de aceptar, tienen todavía los herederos que renunciaron, la
facultad de hacer suya la sucesión, si no ha sido aceptada ya por otros herederos; sin perjuicio de los
derechos que tuvieran terceras personas en los bienes de la sucesión, ya sea por prescripción o por
contratos válidamente celebrados en el curador de la sucesión vacante.

La ley no ha descuidado el interés de los coherederos (arts.907 a 940 cpc), ha organizado la fijación
de sellos, que puede ser pedida por los sucesores o los acreedores. Esta fijación la hace el juez de
paz, pegando una cinta de papel sobre los bienes muebles.

El art.819 cc, prescribe que si no están presentes todos los herederos, o si entre ellos hay menores o
interdictos, se deben poner los sellos en el término más breve por solicitud de los interesados, o a
requerimiento del fiscal, o de oficio por el juez de paz del lugar de apertura de la sucesión.

3.2.7 De la aceptación.

3.2.8 Capacidad para aceptar

El artículo 998 del Código Civil dispone que "la herencia podrá ser aceptada pura y simplemente, o
a beneficio de inventario". Y añade el artículo 999 CCque "la aceptación pura y simple puede ser
expresa o tácita".

Aceptación expresa: Según el artículo 999 CC, es la que se hace en documento público o privado.
Es decir, que exige la forma escrita, ya en documento ante notario, o autoridad judicial o
gubernativa, ya en cualquier documento privado.

Aceptación tácita: El mismo artículo 999 CC nos dice que la aceptación tácita es "la que se hace por
actos que suponen necesariamente la voluntad de aceptar, o que no habría derecho a ejecutar sino
con la cualidad de heredero". Las Partidas (6, 6,11) sintetizaban los actos que suponen aceptación
tácita con la expresión actos de señor, es decir, actos que anteriormente sólo podía realizar el titular,
y que luego sólo debe poder realizar quien ingresa en su puesto.

Conforme al artículo 999 CC párrafo 4º, "los actos de mera conservación o administración
provisional no implican la aceptación de la herencia, si con ellos no se ha tomado el título o la
cualidad de heredero"

3.2.9 La impugnación de la aceptación

La impugnación del testamento es un fenómeno que se está produciendo cada vez más, debido,
entre otras razones, al envejecimiento de la población.

Las causas principales de la impugnación del testamento se deben a la desheredación y a las


discrepancias entre el estilo y la forma de pensar del causante durante su vida y las disposiciones
testamentarias que finalmente realiza.

Si se comprueba que el testador no estaba en su sano juicio o que por enfermedad o por medicación
no era consciente de sus acciones, se puede conseguir un veredicto de testamento nulo, así como si
quien testó era menor de 14 años.

No se considera óbice para impugnar una herencia, que el testador padeciera de senectud o
senilidad. Tampoco puede aducirse que por que se viera afectado por alguna enfermedad mental o
enajenación, no existiera la posibilidad de que haya reaccionado y en plana lucidez y posesión de
sus facultades mentales, hiciera su testamento.
Para esto se necesita el testimonio del notario que haya presenciado la firma del citado documento y
de los testigos que actuaron como tales en el momento del otorgamiento del testamento en cuestión.

Para reclamar una incapacidad preexistente, se debe demostrar que había un mandato judicial que
declaraba previamente al acto de la redacción y firma del testamento, la existencia de la misma. Si
se demostrare que así era, la declaración del notario y los testigos no tendrían validez y el
documento tampoco.

Si el testador se viera obligado, intimidado o presionado con violencia a hacer el testamento o lo


hubiere hecho en broma y las citadas circunstancias fueran demostradas sin ningún género de
dudas, también serían motivo de anulación del mismo.

Normalmente la solicitud de declaración de nulidad de una herencia, parte de herederos que en el


momento de la lectura del testamento, se han encontrado con que se los ha desplazado a favor de
otros herederos y/o de gentes ajenas a la familia.

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