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EVALUACIÓN DE LOS BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA HASTA LOS 6 MESES DE

EDAD PARA REDUCIR INDICES DE OBESIDAD EN LA POBLACIÓN PEDIÁTRICA DE LA CIUDAD DE


BOGOTÁ

CARMEN GUERRA SALCEDO

GISSELL MAITTE GUZMAN MELO

DIANA CATHERINNE SOTELO ESPITIA

WILSON SAAVEDRA POTES

TUTOR ASESOR

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DEL AREA ANDINA

ENFERMERÍA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

2019

Siempre habrá controversia respecto a la nutrición del neonato en los primeros meses de vida. Por
un lado, diversos estudios soportan que se debe alimentar al bebé con leche materna
exclusivamente hasta los 6 meses de vida, debido a que en primera instancia, ésta se constituye en
su primera vacuna por la carga inmunológica que proporciona, además de eso, aporta diversos
componentes que coadyuvan al desarrollo cerebral del neonato. Por otro lado, diversas marcas
comerciales optan por la elaboración de sucedáneos o alimentos complementarios que también
contienen diversos componentes que ayudan a un buen desarrollo del recién nacido.

En muchos artículos de investigación se enfatiza en la ventaja comparativa que tiene la leche


materna sobre los sucedáneos y la importancia de proporcionarla exclusivamente hasta los 6
meses de edad. Sin embargo, en muchas ocasiones el recién nacido rechaza la leche materna
desde el inicio y se debe optar por alimentarlos con leches de fórmula, caso similar con los bebés
prematuros que en muchas ocasiones su alimentación se basa en este tipo de alimentos con
excelentes resultados, entonces ¿ Por qué se gastan tantos recursos en investigaciones que
muestran las ventajas de un tipo de alimento sobre otro, si se ha comprobado que ambos poseen
características que mejoran el desarrollo del neonato? La respuesta parece estar encaminada
hacia ciertos desordenes metabólicos que adquiere un bebé al no ser alimentado con los
nutrientes necesarios en sus primeros meses de vida.
Una lactancia hasta el sexto mes de vida, favorece un adecuado crecimiento y
desarrollo, impactando en causas evitables de mor-bi-mortalidad infantil, sin distinción
de nivel socioeconómico o trabajo materno. Un mejor conocimiento de los beneficios
de la LM, está asociado a inicio temprano y mayor duración de Lactancia materna
(LM). La educación en salud, las intenciones prenatales, experiencias de
amamantamiento y el apoyo a la madre, inciden en el inicio o suspensión temprana de
la LM (Niño, Silva, pediatría, & 2012, n.d.)

En ese orden de ideas, se deja implícito que en realidad, la leche materna posee
sustancias de alto valor biológico, que aunque se puedan replicar en laboratorio no van
a ejercer la acción necesaria para que el recién nacido goce de una buena inmunidad.
Una de esas sustancias es la leptina que tiene influencia en muchos procesos
metabólicos del organismo. Ésta ayuda a regular el peso corporal del niño a comienzo
de su vida y en años posteriores. Hay que tener presente que alimentar a los niños con
leche de fórmula puede contribuir a mayor ganancia de índice de masa muscular lo que
tiende a un niño obeso debido a que ese tipo de alimento no posee el componente
necesario para regular la ganancia de peso.

Estudios muestran que La prevalencia de obesidad se mantiene relativamente estable en el


menor de tres años, fluctuando entre 5,5% y 6,3%, para luego aumentar rápidamente alcanzando
15,34% entre los cinco años y cinco años, 11 meses y 29 días (Díaz, 2000)

La Organización Mundial de la salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la


Infancia (Unicef) han dejado bien establecido y recomendado que la alimentación con leche
humana exclusivamente hasta los seis meses de vida y complementada hasta los dos años
de edad es la forma natural e ideal para la alimentación de los lactantes y niños pequeños
(Ciencias & 2014, n.d.) Estas dos instituciones con previas investigaciones han
determinado estos parámetros debido a que el desarrollo psicomotor y otras características
del niño no son buenos si se alimenta solo con leche de fórmula. Mediante dichas
investigaciones se ha demostrado que la lactancia materna exclusiva no solo ayuda a
mejorar los procesos metabólicos del niño, sino que su desarrollo cerebral y motor será
muchísimo más elevado y se verá reflejado en años posteriores. ¿Por qué algunas madres
insisten en reemplazar la leche materna por alimentos que sirven de complemento para el
desarrollo de sus hijos?
Las madres deben entender que los sucedáneos de la leche materna coadyuvan al desarrollo
de sus hijos porque complementa lo que la leche materna proporciona. Si solo los limentan
con ese tipo de alimento, lo más probable es que su hijo no alcance el desarrollo esperado.
No estoy diciendo que las leches de fórmula sean malas, pero si dejo muy en claro que son
UN COMPLEMENTO ALIMENTICIO PARA EL NIÑO y que debe suministrarse
después de los 6 meses de edad.
Hay que tener en cuenta que si un neonato nace con bajo peso, en ese momento si se puede
optar por complementar su base alimneticia debido a que los suplementos tienen nutrientes
con alto valor calórico y que ayuda en gran medida a que el neonato obtenga un peso ideal
para que no presente problemas posteriores. En el estudio que realizan Velásquez y cols.
en Las Tunas se evidencia que los niños con bajo peso al nacer tienen un riesgo casi 5
veces mayor de ser desnutridos que los nacidos con un peso adecuado. En el estudio
realizado por Enríquez y cols., en una muestra de niños con bajo peso al nacer, se
plantea que los niños con bajo peso para la edad gestacional entraron en diferentes
momentos en el área de normalidad de la curva de crecimiento, de acuerdo con el
patrón de crecimiento, y lograron un peso normal para la talla pero disminuido para la
edad debido al desarrollo pobre del componente graso en los primeros meses (Alonso
Lago, González Hernández, & Abreu Suárez, 2007)

En ese sentido si se hace indispensable el complemento porque no siempre los bebés


van a nacer en condiciones ideales. En un estudio investigativo se encontró que
setenta y un porciento (71 %) de los niños estudiados tuvo una lactancia materna
exclusiva con duración menor de 3 meses. La meta de la Cumbre Mundial a favor de la
Infancia para el año 2000 plantea alcanzar cifras de lactancia materna exclusiva
mayores a 80 % al cuarto mes de vida. Cuba reporta 41 % de lactancia materna
exclusiva para el período de 1995 a 2001 en niños menores de 6 meses (Lago, …, &
2007, n.d.)

El párrafo anterior es una prueba fehaciente de que no implementar la lactancia


materna exclusiva hasta los 6 meses de edad trae consecuencias como la desnutrición.
Cabe destacar que en ningún país el porcentaje de implementación de esta base
alimenticia alcanza el 50 % debido precisamente a desinformación de las madres y
eventos externos que repercuten en el buen desarrollo del recién nacido. Por tal
motivo enfatizo en que se debe trabajar mancomunadamente con muchas entidades
relacionadas con el tema e impulsar la práctica de lactancia materna exclusiva en el
tiempo establecido para tener niños sanos no solo en el momento de implementación
de la práctica, sino en edades posteriores.

Volviendo a uno de los temas que preocupa las madres como es la obesidad cabe
destacar que aunque hay factores que predisponen a esa condición metabólica, es
necesario que se bajen los índices de esa condición implementando buenas prácticas
alimenticias en los bebés. Al momento del nacimiento y hasta los 6 meses alimentarlos
con leche materna, por medio de sustancias como la leptina, su peso corporal se
regula, esa sustancia permanece mucho tiempo en su organismo y posterior a ese
tiempo el índice de masa corporal empieza a aumentar proporcional a su edad, tiempo
en el cual se puede complementar su dieta con leches de fórmula. Se debe tener en
cuenta que el sucedáneo es solo un complemento por lo que se deben dar al bebé
raciones razonables para que no impliquen problemas de obesidad.

La obesidad infantil puede ser un buen predictor de obesidad adulta y un factor de riesgo
potencial para la salud. Sin embargo, hay pocos estudios sobre prevalencias de sobrepeso en
preescolares y escolares, debido a que la mayoría de ellos han evaluado la desnutrición.6 De
acuerdo con un estudio mundial en preescolares publicado por de Onís y Blössner, Argentina es
uno de los países latinoamericanos con mayor prevalencia de sobrepeso y presenta, además, muy
bajos niveles de emaciación. Este “reemplazo” de la emaciación por el sobrepeso es característico
de países en transición nutricional (Orden et al., 2005)

Ya para finalizar, queda claro que el comienzo de la dieta para un niño incide posteriormente en su
vida adulta aunque parezca un poco exagerado, sin embargo diversas investigaciones han
corroborado lo que acabo de citar. Lo mas importante es tener presente que hasta los 6 meses de
edad se debe alimentar al niño exclusivamente con leche materna y que los aliemntos sustitutos
como las leches de fórmula no son mas que un complemento para que el bebé alcance altos
índices de desarrollo.
BIBLIOGRAFIA
Alonso Lago, O., González Hernández, D. I., & Abreu Suárez, G. (2007). Malnutrición
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