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ARGUMENTACION JURIDICA
PRESENTADO POR:
BOGOTA D.C.
2019
Identificación de Principios en Conflicto
Este ejercicio académico busca identificar los principios y derechos fundamentales
que se involucran en los hechos y que a su vez mediante la aplicación de la Teoría
de Argumentación Jurídica de Robert Alexy se pretende determinar la primacía de
un principio sobre otro.
1) En la situación del señor Pedro Costa, quien supuestamente genera la
agresión verbal, física y psicológica sobre la pareja de jóvenes del mismo
sexo (Nicolás Téllez y Esteban Carrillo), se identifica la vulneración del
principio de igualdad
2) Como consecuencia de esto el señor Pedro Costa sustenta que su
comportamiento se da en virtud de proteger los derechos de los niños que
se encontraban en la plaza de juegos infantiles del Centro Comercial, toda
vez que estos derechos como lo expresa la C.P de Colombia de 1991 en su
artículo 44, deben prevalecer sobre el resto de los derechos. En este caso,
el actor considera que la C.P prevé que la familia, la sociedad y el Estado
tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su
desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos
Hechos
En la tarde de este domingo 14 de abril se presentó un incidente al interior
del centro comercial Andino, en el norte de Bogotá, donde los Sres. Nicolás Téllez
y Esteban Carrillo, quienes aseguran que fueron agredidos verbal y físicamente
por la persona identificada como Pedro Costa. El supuesto agresor aduce que
ellos realizaron actos sexuales inapropiados en espacio público, a la vista de
menores de edad y adultos.
Los supuestos actos sexuales provocaron la reacción inmediata del señor Pedro
Costa, quien tras conocerse los videos de las cámaras de seguridad del
establecimiento comercial fue demandado por discriminación.
Planteamiento de la defensa
En relación con los hechos mencionados, en donde mis clientes fueron
discriminados por su orientación sexual. Su señoría, la instauración de esta acción
judicial es con el fin de buscar el amparo de sus derechos, a obtener protección
especial por parte del Estado, a la vida, a no ser sometidos a tratos degradantes, a
la igualdad, al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de conciencia.
Su señoría es correcto afirmar que se violaron los derechos fundamentales,
principalmente el derecho al libre desarrollo de la personalidad de mis clientes al
ser agredidos verbal, psicológica y físicamente por parte de un ciudadano que
frecuenta el lugar y que con esa conducta homófoba, no solo agredió a mi clientes
sino que provocó e incitó a otras personas para que se también agredieran verbal,
psicológica y físicamente solo porque mis clientes ostentan la condición de pareja
del mismo sexo.
Como agravante a la agresión, sucedió la acción de la autoridad, representada en
la Policía Nacional, quienes basados en comentarios homofóbicos de terceros y
sin la tenencia de material probatorio, aplicaron el Código Nacional de Policía (Ley
1801 de 2016) a mis clientes, en su artículo 33, numeral 2, literal B (realizar actos
sexuales o de exhibicionismo que generen molestia a la comunidad).
Su señoría, llama la atención la actitud de los policías que corrieron a amonestar a
las víctimas. ¿Se dejaron intimidar por los gritos y la hostilidad del agresor? ¿Lo
hicieron porque “es la costumbre”? La costumbre es una segunda ley, pero no es
la ley. A las autoridades les corresponde guiarse por la Constitución y las normas
legales, no por la “moral” de cada cual.
Argumentos Jurídicos
Las parejas del mismo sexo, no pueden ser objeto de discriminación debido a su
condición. El hecho de que su conducta sexual no sea la misma que adopta la
mayoría de la población, no justifica tratamiento desigual. Las personas
pertenecientes a la población LGTBI tienen sus intereses jurídicamente
protegidos, siempre y cuando en la exteriorización de su conducta no lesionen los
intereses de otras personas ni se conviertan en piedra de escándalo,
principalmente de la niñez y la adolescencia. Un trato justo, hacia ellos, tiene que
basarse en el respeto, la consideración y la tolerancia, por tratarse de seres
humanos titulares de los mismos derechos fundamentales de los demás en
condiciones de plena igualdad, así no sean idénticos en su modo de ser a los
demás. En aras del principio de igualdad, consagrado en la Carta como derecho
constitucional fundamental de toda persona humana, no hay fundamento jurídico
que permita discriminar a una persona por su orientación sexual.
En este caso, la interpretación y aplicación de la ley 1801 de 2016 por parte de
agentes de Policía Nacional, vulneró el principio de Igualdad expreso en la C.P de
Colombia (artículo 13) y demás derechos fundamentales como el libre desarrollo
de personalidad, la no discriminación y el debido proceso (artículo 13, derecho a la
protección, trato igual y sin discriminación; artículo 16, libre desarrollo de la
personalidad artículos: 29, del debido proceso). Los actos sexuales a los que se
refiere el mencionado numeral del Código de Policía Nacional, según lo expresado
en el Código Penal en su artículo 206 no corresponden a las actuaciones de mis
clientes, en el entendido que, al tenor de la norma, un acto sexual se describe
como una actividad de manipulación o tocamiento de las zonas erógenas de una
persona y en ningún momento como se puede apreciar en la pruebas de registros
de video los Sres. Nicolás Téllez y Esteban Carrillo, se dan un beso, dando una
muestra o manifestación del amor, cariño o afecto que se tienen.
Adicionalmente, se vulnera lo dispuesto en la ley 1482 de 2011 o
Antidiscriminación, que busca que ninguna persona, ya sea por orientación sexual,
raza o credo sea amenazada, perseguida o reducida al estigma y discriminación",
en la realidad parecería letra muerta, advierten las organizaciones defensoras
derechos. Esta norma, además deja claro que ningún establecimiento podrá
adjudicarse el famoso "derecho de admisión", si se trata de parejas del mismo
sexo, por ejemplo.
El rechazo que existe hacia las parejas del mismo sexo es injustificado bajo el
marco de una filosofía de comprensión y tolerancia, como la que inspira la Carta
de 1991. Los dogmatismos están proscritos, y en su reemplazo hay un respeto
absoluto por las posturas minoritarias, mientras éstas no afecten el orden jurídico y
los derechos de los demás. En la sociedad contemporánea se ha abierto espacio
a la tolerancia y la comprensión hacia las posturas contrarias. De ahí que, como
se ha dicho, las personas pertenecientes a la comunidad LGTBI son titulares de
todos los derechos fundamentales de la persona humana, y no hay fundamento
jurídico para excluirlos de las actitudes de respeto, justicia y solidaridad. Se
recuerda que en Colombia ninguna persona puede ser marginada por razones de
sexo y que el derecho a la intimidad esté protegido y tutelado por nuestro Estado
Social de Derecho.
En el sentido anterior lo primero que cabe decir es con la actitud de los actores
anteriores se viola el derecho de mis defendidos al libre desarrollo de la
personalidad, al confundir los actores una muestra de cariño hacia su pareja
sentimental, con una conducta de actos sexuales no permitidos en espacios
públicos.
Aquí lo que se aprecia es que ni el demandado, ni la autoridad policial tuvieron en
cuenta que en un Estado Social de Derecho mis clientes tienen prerrogativas
como son su libre desarrollo de la personalidad, que en este caso se manifiestan a
través de expresiones de afectos por parte de mis clientes y que fueron criticados
e interpretados como exposición de contenido sexual no apropiado para los
menores de edad y para los adultos que se encontraban en la zona infantil del
Centro Comercial Andino al momento de los hechos..
A los Sres. Nicolás Téllez y Esteban Carrillo al momento de ser multados por parte
de la autoridad competente sin verificar los hechos, fueron expuestos a juicio
público. Su Señoría la igualdad de derechos no es un favor que se aplica a
conveniencia ni tampoco es una ley que se aplique de manera desigual
atendiendo circunstancias de tiempo, modo y lugar. Los seres humanos no somos
iguales. Somos diferentes y esa es la riqueza de cada cual. Los que son iguales
son los derechos y, según el artículo 13 de la Constitución, en Colombia todos
somos iguales ante la ley. Esto es lo que debe valer. Lo demás son prejuicios;
“ofensas” redundantes, como llamar “marica” a un marica; inseguridad ante su
propia sexualidad o necesidad de exaltar las emociones con la clara intención de
sacar un provecho individual, bien sea político, económico, social o religioso. El
caso es que Colombia se ha ocupado todo el tiempo de los otros excluidos y hoy
no sabe qué hacer con las personas pertenecientes a la comunidad LGTBI:
estaban tan discriminados que ni siquiera eran vistos como excluidos. No existían,
sus voces no eran escuchadas, eran invisibles, salvo para las burlas y la crítica de
moralistas. La discriminación ha enseñado a verlos como “aberrados
excrementales”. Por eso algunos ciudadanos se sorprenden con sus gestos de
amor.
Pretensiones
Que se reconozca por parte del demandante (Pedro Costa) lo siguiente:
Que el libre desarrollo de la personalidad se vulnera, por cuanto la reacción
y agresión verbal, psicológica y física del señor Pedro Costa implica una
actitud tácita de rechazo hacia los homosexuales.
Que el derecho a la igualdad se desconoció, por cuanto el agente de Policía
Nacional que emitió la sanción en contra de mis clientes le dio un trato
diferente al que le da la Policía Nacional a las parejas heterosexuales.
Que con el comportamiento y actuaciones del señor Pedro Costa hacia mis
clientes, se ha sometido a mis defendidos y en general a los homosexuales
a un trato cruel, inhumano y degradante.
Que el derecho a la honra se vulneró, porque la actuación de la Policía
Nacional y el señor Pedro Costa se conduce a desterrar la conducta
homosexual, de suerte que se tendrá a la persona que tenga esta
característica como una deshonra para la sociedad.