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Símbolo internacional

15EJEMPLOSDE
COMBURENTES
Comburentes
Las sustancias comburentes (O) son sustancias oxidantes que, en condiciones específicas de
temperatura y presión, puede mezclarse con un combustible y producir, justamente,
una combustión. En dicho proceso el comburente reduce al combustible y este último
es oxidado por el primero.
Los comburentes son agentes oxidantes, propensos a reacciones de tipo
reducción-oxidación altamente exotérmicas (producen calor), por lo que muchas
de este tipo de sustancias se considera entre las peligrosas o de manejo cuidadoso, pues
pueden causar quemaduras graves.
También se denomina comburente, por extensión, a cualquier medio en que la combustión
sea posible.Ver además: Ejemplos de Combustibles
Reacciones “redox”
Los comburentes, en tanto oxidantes, producen reacciones “redox”, es decir, de reducción y oxidación simultánea. En este tipo de
reacciones ocurre un intercambio de electrones en la medida en que el oxidante gana electrones (se reduce) y el reductor pierde
electrones (se oxida). Todos los componentes involucrados, además, ganan un estado de oxidación.
Ejemplos de este tipo de reacciones son los casos de explosión, síntesis química o corrosión.
Ejemplos de comburentes
1.-Oxígeno (O2). El comburente por excelencia, involucrado en casi todas las reacciones inflamables o explosivas. De hecho, el fuego
ordinario no puede darse en su ausencia. Por lo general las reacciones redox a partir de oxígeno producen, además de energía,
cantidades de CO2 y de agua.
2.-Ozono (O3). Una molécula gaseosa poco frecuente ambientalmente, aunque abundante en las capas superiores de la atmósfera,
es usada a menudo en la purificación de aguas y otros procesos que aprovechan su fuerte capacidad oxidante.
3.-Peróxido de hidrógeno (H2O2). También conocido como agua oxigenada o dioxogen, es un líquido altamente polar, sumamente
oxidante, empleado a menudo en la desinfección de heridas o en el decolorado del cabello. Su fórmula es inestable y suele
descomponerse en moléculas de agua y oxígeno, liberando energía calórica en el proceso. No es inflamable, pero puede generar
combustión espontánea cuando en presencia de cobre, plata, bronce o cierta materia orgánica.
4.-Hipocloritos (ClO-). Estos iones están contenidos en numerosos compuestos como las lejías líquidas (hipoclorito de sodio) o en
polvo (hipoclorito de calcio), los cuales son altamente inestables y tienden a descomponerse en presencia de luz solar, calor y otros
procesos. Reaccionan muy exotérmicamente ante la materia orgánica, pudiendo causar combustiones, y ante el manganeso
formando permanganatos.
5.-Permanganatos. Se trata de sales obtenidas del ácido permanganésico (HMnO 4), del cual heredan el anión MnO4– y por lo tanto el
manganeso en su más alto estado de oxidación. Suelen tener un potente color violeta y una altísima capacidad inflamable en
contacto con materia orgánica, generando una llama violácea y pudiendo ocasionar quemaduras graves.
5.-Ácido peroxosulfúrico (H2SO5). Este sólido incoloro, fundible a los 45 °C de temperatura, posee grandes aplicaciones industriales
como desinfectante y limpiador, y en la generación de sales ácidas en presencia de elementos como el potasio (K). En presencia de
moléculas orgánicas, como los éteres y las cetonas, forma moléculas muy inestables a través de peroxigenación, tales como el
peróxido de acetona.
6.-Peróxido de acetona (C9H18O6). Conocida como peroxicetona, este compuesto orgánico es altamente explosivo, ya que reacciona
muy fácilmente ante el calor, la fricción o el impacto. Por eso muchos terroristas la han empleado como detonador en sus atentados
y no pocos químicos han resultado heridos al manipularla. Es una molécula altamente inestable, que al descomponerse en otras
sustancias más estables libera enormes cantidades de energía (explosión entrópica).
7.-Halógenos. Algunos elementos del grupo VII de la tabla periódica, conocidos como halógenos, tienden a crear iones
mononegativos debido a su necesidad de electrones para completar su último nivel energético, formando así sales conocidas como
haluros que son altamente oxidantes.
8.-Reactivo de Tollens. Llamado por el químico alemán BernhardTollens, se trata de un complejo acuoso de diamina (dos gupos
aminos: NH3) y plata, de utilización experimental en la detección de aldehídos, ya que su potente capacidad oxidante los convierte
en ácidos carboxílicos. El reactivo de Tollens, no obstante, si se almacena durante mucho tiempo, forma espontáneamente fulminato
de plata (AgCNO), una sal de plata altamente explosiva.
9.-Tetróxido de Osmio (OsO4). A pesar de la rareza del osmio, este compuesto posee muchas aplicaciones, usos y propiedades
interesantes. En sólido, por ejemplo, es sumamente volátil: se convierte en gas a temperatura ambiente. A pesar de ser un potente
oxidante, de múltiples usos en laboratorio como catalizador, no reacciona con la mayoría de los carbohidratos, pero es altamente
venenoso en cantidades menores a las detectables por el olfato humano.
10.-Sales del ácido perclórico (HClO4). Las sales de perclorato contienen cloro en un alto estado de oxidación, por lo que resultan
idóneas para integrar explosivos, artefactos de pirotécnica y combustibles de cohetes, pues son un gran comburente muy poco
soluble.
11.-Nitratos (NO3–). Semejantes a los permanganatos, se trata de sales en las que el nitrógeno se encuentra en un estado de
oxidación importante. Este tipo de compuestos aparecen naturalmente en la descomposición de desechos biológicos como en la
úrea o algunas proteínas nitrogenadas, formando amoníaco o amonio, y son muy utilizados en materia de abonos. También forma
parte indispensable de la pólvora negra, utilizando su poder de oxidación para transformar carbono y azufre y liberar energía
calórica.
12.-Sulfóxidos. Obtenidos mediante la oxidación orgánica de sulfuros principalmente, este tipo de compuestos se utilizan en
numerosas drogas farmacéuticas y en presencia de más oxígeno pueden continuar su proceso de oxidación hasta devenir sulfonas,
útiles como antibióticos.
13.-Trióxido de Cromo (CrO3). Este compuesto es un sólido de color rojo oscuro, soluble en agua y necesario en procesos de
galvanizado y cromación de metales. El solo contacto con etanol u otras sustancias orgánicas produce de inmediato ignición de esta
sustancia, que es altamente corrosiva, tóxica y cancerígena, además de ser parte importante del cromo hexavalente, un compuesto
altamente dañino para el medio ambiente.
14.-Compuestos con cerio VI. El cerio (Ce) es un elemento químico del orden de los lantánidos, un metal blando y gris, dúctil,
fácilmente oxidable. Los distintos óxidos de cerio obtenibles son de mucho uso industrial, sobre todo en la fabricación de fósforos y
como piedra de encendedores (“yesca”) mediante una aleación con hierro, pues el solo roce con otras superficies es suficiente para
producir chispas y calor aprovechable.
Fuente:http://www.ejemplos.co/15-ejemplos-de-comburentes/#ixzz5GjWtwqSb
Productos comburentes (GHS03). Las sustancias y preparados que, en contacto con otras sustancias, en especial con
sustancias inflamables, produzcan una reacción fuertemente exotérmica.
 Se deben almacenar alejados de otros productos químicos, en especial de los inflamables.
 Nunca se deben almacenar en lugares con altas temperaturas.
 Hay que evitar golpearlos.
 Las sustancias oxidantes pueden reaccionar cuando entran en contactos con sustancias orgánicas, por ese motivo, se
debe evitar la interacción entre un oxidante y cualquier material orgánico.
 Los peróxidos se pueden eliminar de los compuestos orgánicos pasando éstos por una columna de alúmina activada.

Sustancias corrosivas
28 de Febrero de 2014 Publicado por Ángeles Méndez

Cuando hablamos de sustancias corrosivas, nos estamos refiriendo


a sustancias que pueden provocar la destrucción de una superficie o
cualquier otra cosa que entre en contacto con ella, así como crear
un daño de tipo irreversible. Por supuesto, para las personas,
este tipo de sustancias también son peligrosas, pues pueden dañar
seriamente la piel, mucosas, ojos, o tejidos de manera más profunda,
dependiendo de si la sustancia en cuestión ha sido ingerida, inhalada
o simplemente ha entrado en contacto directo. Cuando nos
exponemos y dañamos con este tipo de sustancias, se suele
decir que hemos sufrido una quemadura química.

El termino corrosión, procede del latín, donde significa “ roer”, pues este tipo de sustancias parecen hacer eso, roer todo
a su paso. A menudo se utiliza la palabra cáustica como sinónimo para citar a las sustancias corrosivas, aunque por lo
general hace referencia más directa a las bases de tipo fuerte, sobretodo las tienen propiedades alcalinas, y no se utiliza
para denominar a otro tipo de compuestos o sustancias como pueden ser los óxidos, ácidos o sustancias normalmente
no alcalinas. Cuando se habla de “ácidos”, a menudo se piensa en sustancias corrosivas, por lo que, de manera errónea
a estas sustancias se las suele conocer como agentes corrosivos.

Las sustancias corrosivas, en muy bajas concentraciones, suelen ser tan solo irritantes. La corrosión,
independientemente de la superficie de la cual se trate, es un procedimiento diferente. No tenemos que confundir las
sustancias corrosivas con las sustancias venenosas, pues las sustancias corrosivas suponen, de manera inmediata, un
peligro para todo aquello que entre en contacto directo, sea de la forma que sea, en cambio, los venenos pueden actuar
de forma mucho más lenta en el tiempo. De manera coloquial, los corrosivos se pueden denominar venenos, pero como
ya sabemos, son conceptos totalmente diversos. Pero, sin embargo, no hay nada que impida que una sustancia
corrosiva termine siendo un veneno, pues incluso hay sustancias que son corrosivas y a la vez venenosas, por sus
efectos tóxicos además de corrosivos.

Los corrosivos más conocidos y comunes suelen ser ácidos o bases de tipo fuerte, o disoluciones que se encuentran en
concentraciones altas de diferentes ácidos o bases débiles. Cuando estas sustancias actúan en tejidos vivos, lo hacen a
través de los procesos de catálisis ácido-básica, de ésteres o por hidrólisis de compuestos de amida. Ya sean los ácidos
o las bases corrosivas, estas tienen la capacidad de acabar con la piel, debido a que catalizan la hidrólisis de las grasas
presentes en ella, las cuales a nivel químicos son ésteres. Las proteínas por otro lado, son amidas, las cuales también
pueden sufrir procesos de hidrolización por la catálisis. Los ácidos y bases fuertes pueden conseguir la desnaturalización
de las proteínas, a parte de poder perder hidratación de manera fácil, la eliminación de agua en el tejido puede ser de
tipo exotérmica, así por ejemplo, el H2SO4 de tipo concentrado, puede crear quemaduras térmicas en diferentes tejidos,
a parte de las quemaduras de tipo químicas que se producirán debido al calor que se genera debido a la reacción de
perdida de hidratación que tiene lugar. Las sustancias oxidantes fuertes, como puede ser por ejemplo, H2O2 ( peróxido
de hidrógeno) a modo concentrado, pueden también tener efectos corrosivos para los tejidos u otras sustancias, incluso
encontrándose en zonas de pH neutro. Otros compuestos, como es el caso del HNO3, es un ejemplo claro de ácido de
tipo fuerte, que además es un oxidante fuerte, por lo que cabe esperar debido al valor de su pKa, que sea un
potentecorrosivo.

Existen sustancias corrosivas específicas, como puede ser el caso del ácido fluorhídrico, el cual, en concentraciones
pequeñas no posee olor, siendo un ácido de tipo débil, pero produce de iones fluoruro (corrosivo), después de haberse
absorbido sin molestias dolorosas ni olor.
Existen diferentes clases de corrosivos, clasificados según el tiempo que tardan en provocar el daño, así por ejemplo, los
corrosivos de clase “a”, son sustancias con alto poder corrosivo. En este grupo podemos encontrar a compuestos o
sustancias que consiguen provocar necrosis en los tejidos de la piel en el punto donde se mantiene un contacto por un
periodo relativamente corto de tiempo (menos de 3 minutos). Los corrosivos tipo “b”, son sustancias que actúan en el
foco de la aplicación, en periodos de entre 3 y 60 minutos. Por último, las sustancias corrosivas tipo “c”, son aquellas que
cuentan con un menos efecto corrosivo, pues pueden llegar a actuar hasta 4 horas, por lo que un contacto rápido no
provocaría un daño significativo. En este grupo también se encuentran sustancias que aunque no son muy peligrosas
para los serenes vivos, si lo son para superficies metálicas, acero, etc.

CLASIFICACIÓN DE LAS SUSTANCIAS CORROSIVAS MAS IMPORTANTES:


· ÁCIDOS Y ANHÍDRIDOS: ácido acético, anhídrido acético, ácido crómico, ácido nítrico,... etc.
· ÁLCALIS: hidróxido amónico, hidróxido potásico, hidróxido sódico,...
· HALÓGENOS Y SALES HALOGENADAS: cloruro de aluminio, bifluoruro de amonio, (derivados
de cloro, bromo, flúor,...)...
· HALUROS ORGÁNICOS: cloruro de etilo, yoduro de etilo, cloruro de benzoilo, bencilamina, cloroformiato
de bencilo y cloruro de clroacetilo.
· DIVERSAS SUSTANCIAS CORROSIVAS: polisulfuro amónico, 2-clorobenzaldehído, hidrazina, peróxido de
hidrógeno, nitrato de plata.

Los productos químicos corrosivos comunes se clasifican en:


Ácidos
Ácidos fuertes — los más comunes son el ácido sulfúrico, ácido nítrico y ácido clorhídrico (H2SO4, HNO3 y HCl,
respectivamente).
Algunos ácidos débiles concentrados, por ejemplo, ácido fórmico y ácido acético.
Ácidos fuertes de Lewis tales como cloruro de aluminio y trifluoruro de boro.
Ácidos de Lewis con reactividad específica, por ejemplo las disoluciones de cloruro de zinc.
Bases
Cáusticos o álcalis, tales como hidróxido de sodio (NaOH) e hidróxido de potasio (KOH).
Los metales alcalinos en su forma metálica (por ejemplo, sodio elemental), hidruros de metales alcalinos
y alcalinotérreos, tales como hidruro de sodio, funcionan como bases fuertes e hidratos para dar cáusticos.
Bases extremadamente fuertes (Superbases), tales como alcóxidos, amidas metálicas (por ejemplo, amida de sodio) y
bases organometálicas tales como butillitio.
Algunas bases concentradas débiles, tales como amoníaco cuando está anhidro o en una disolución concentrada.
Agentes deshidratantes tales como pentóxido de fósforo, óxido de calcio, cloruro de zinc anhidro, también metales
alcalinos elementales.
Oxidantes fuertes tales como peróxido de hidrógeno concentrado.
Halógenos electrófilos: flúor, cloro, bromo y yodo, y sales electrófilas tales como hipoclorito de sodio o compuestos de
N-cloro tales como Cloramina-T;1 los iones haluro no son corrosivos.
Haluros orgánicos y haluros de ácidos orgánicos tales como cloruro de acetilo y cloroforminato de bencilo.
Anhídridos de ácido.
Agentes alquilantes tales como sulfato de dimetilo.
Algunos materiales orgánicos tales como fenol ("ácido carbólico").
El uso de equipo de protección personal, incluyendo elementos tales como guantes, delantales protectores, trajes
resistentes al ácido, gafas protectoras, máscara facial, y zapatos de seguridad, normalmente se recomienda para la
manipulación de sustancias corrosivas. Los usuarios deben consultar con una ficha de datos de seguridad sobre la
recomendación específica aplicable a la sustancia corrosiva de interés. El material de construcción del equipo de
protección personal también es de importancia crítica. Por ejemplo, los guantes de goma y delantales de goma están
fabricados de algún elastómero resistente químicamente, tal como caucho nitrilo, neopreno o caucho de butilo, per
cada uno de estos materiales tiene diferente resistencia a agentes corrosivos diferentes y por lo que se debe tener
cuidado de utilizar los fabricados en el material apropiado según la sustancia corrosiva que se manipule.
 

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