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SÍNTESIS DE LINGÜÍSTICA DEL TEXTO.

Capítulo I. Nociones básicas.

En este primer capítulo Beaugrande y Dressler definen al texto como aquel


documento de decisiones e instrumento de interacción comunicativa, ya que
por sí mismo este no tiene sentido si no se establece una interacción entre el
conocimiento representado en el texto y el conocimiento del mundo
almacenado en la memoria de los interlocutores. Asimismo, estos dos
lingüistas plantean que el texto es un acontecimiento comunicativo, el cual
debe de cumplir siete normas de textualidad, también consideradas como
principios constitutivos, debido a que estas crean y definen la forma de
comportamiento identificado como comunicación textual. Dichas normas
textuales se dividen en dos de orden lingüístico, dos de tipo psicolingüístico,
dos sociolingüístico y una computacional.

En las de orden lingüístico encontramos a la cohesión y la coherencia, la


primera norma se encarga de establecer las diversas posibilidades en las que
se pueden conectar entre sí los componentes de la superficie textual dentro de
una secuencia de comunicación, es por ello que esta norma descansa sobre
las dependencias gramaticales, puesto que estos componentes dependen unos
de otros conforme a determinadas convenciones y formalidades gramaticales.
La segunda norma, la coherencia, se encarga de regular la posibilidad que sea
accesible la interacción de los componentes del mundo textual, desde un modo
relevante, esto es la configuración de los conceptos y de las relaciones que se
encuentran por debajo de la superficie textual, estos autores por concepto
entienden a aquella estructuración de conocimientos que el hablante puede
activar o recuperar en su mente y por relaciones a los vínculos que se
establecen entre los conceptos que aparecen dentro del mundo textual.

En las normas de tipo psicolingüístico, las cuales se centran en el usuario, se


encuentran la intencionalidad y la aceptabilidad, la primera hace referencia a la
actitud del productor textual, debido a que del cumplimiento de sus intenciones
va a depender que un texto sea cohesionado y coherente; la segunda se refiere
a la actitud del receptor, ya que de lo que este considere como relevante va a
depender si considera a un texto como cohesionado y coherente o no, como
así también su nivel de tolerancia ante las imperfecciones formales que puede
presentar el material textual.

Informatividad y situacionalidad son dos normas de tipo sociolingüístico, la


primera nos permite evaluar si la información que se trasmite es progresiva,
constante y, por sobre todo, novedosa o si solo es predecible, en cuanto a la
segunda norma, esta plantea la importancia de un texto en el interior de una
situación comunicativa, puesto que de ello depende que un texto sea relevante
o no, además de su sentido y su uso.

La última norma es la intertextualidad, la que hace referencia a todos aquellos


factores que permiten la utilización o mejor dicho la reutilización de los
conocimientos se tengan de textos anteriores,

CAPÍTULO IV, COHESIÓN.

En este capítulo los dos lingüistas plantean que al abordar el término cohesión
se debe destacar la función que desempeña la sintaxis en la comunicación, ya
que esta nos proporciona los patrones homogéneos de varios tipos y a su vez
de diferentes grados de complejidad. Asimismo, se plantea dos formas de
conseguir la cohesión, en las unidades sintácticas más homogéneas, es decir,
los sintagmas, las clausulas y las oraciones, esta se consigue hilvanando todos
los elementos a través de relaciones de dependencia gramatical de corto
alcance, puesto que se procesan en un intervalo breve de tiempo, en tanto que
en los fragmentos textuales más extensos, la cohesión solo se consigue
cuando los elementos y los patrones utilizados anteriormente se pueden
reutilizar, modificarse o comprimirse.

Teniendo en cuenta el procesamiento de los fragmentos más extensos,


Beaugrande y Dressler han indagado y descriptos los factores que integran la
cohesión textual, los cuales permiten que la superficie textual sea estable y que
el proceso tanto de producción y reducción sean económicos. En las técnicas
que nos permite marcar de forma explícita la existencia de las relaciones
internas entre los elementos encontramos a aquellas que hacen evidente la
reutilización de patrones previamente utilizados, que permiten economizar el
esfuerzo interpretativo, estas técnicas son la repetición absoluta o parcial, el
paralelismo y la paráfrasis.
La repetición absoluta es la reaparición literal de un mismo elemento ya
empleado con anterioridad que aparece en un lugar totalmente diferente en el
texto, en cuanto a la repetición parcial, esta consiste en solo reutilizar algunos
de los elementos léxicos básicos, los cuales han sufrido una
transcategorización. Pero estos tipos de repeticiones presentan desventajas,
debido a que reduce el nivel de información del texto, por lo que para revertir
dicho inconveniente se presentan otro tipos de técnicas de repetición que se
consiguen cuando se repiten los mismos elementos formales que transmiten
contenidos diferentes o bien repitiendo el mismo contenido pero expresado de
una forma diferente, una de esas técnica es el paralelismo, el cual consiste en
la reutilización de formatos superficiales que se rellenan con expresiones
distintas, es decir, con diferentes materiales lingüísticos. La paráfrasis consiste
en utilizar expresiones distintas que repiten el mismo contenido, puesto que se
emplean equivalencias conceptuales. Un tipo muy diferente de repetición es la
elipsis, debido a que es una repetición incompleta de una estructura y su
contenido, pero esta omisión se logra cuando el interlocutor puede recuperar
sin ninguna dificultad la información que se encuentra en los componentes
estructurales.

El mecanismo cohesivo que permite compactar la superficie textual es el uso


de proformas nominales o verbales, estos son elementos breves y vacíos que
son empleados para reemplazar elementos independientes que portan
contenidos. Las proformas pronominales son elementos lingüísticos de corta
longitud que no poseen un significado propio y que sustituyen a un sustantivo o
construcción nominal, según su empleo y posicionamiento estas pueden ser
anafóricas o catafóricas, en las primeras se utiliza la proforma después de la
expresión correferente es por ello que suele ser más habitual, en cuanto a la
segunda, la proforma se emplea antes de la expresión correferente. Las
proformas verbales, también conocidas como formas proverbal, son aquellas
que sustituyen a verbos o sintagmas verbales más concretos.

Las señales superficiales o mecanismos que permiten marcar las relaciones


internas entre los elementos y las situaciones del mundo textual son las
categorías verbales de tiempo y aspecto, y los conectores. Los primeros, es
decir el tiempo y el aspecto, son considerados por los dos lingüistas como los
vértices centrales en los que se apoya la cohesión y son las que señalan la
temporalidad relativa, los limites, la unidad, el orden y hasta la modalidad de los
acontecimientos y las situaciones textuales. Respecto del segundo mecanismo,
los conectores, son los más evidentes para señalar las relaciones entre los
diversos acontecimientos y situaciones, dichas relaciones pueden ser de
adición, alternatividad, incompatibilidad y subordinación, así como de
causalidad, tiempo, modalidad, entre otros.

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