Aceites esenciales
Estos incluyen compuestos volátiles de
terpenoides o no terpenoides
origen, todos son hidrocarburos y
derivados oxigenados.
La mayoría de los aceites esenciales son
GRAS (generalmente reconocidos como
seguros; Si et al.
2006) y por lo tanto el consumo de
productos que contienen estos aceites
no debe ejercer ningún efecto adverso
sobre el ganado. Entre planta
alimentos, estos aceites se encuentran
principalmente en las cáscaras de algunas
frutas, tales
como mango y especies de Citrus, y por lo
tanto ocurren en sus subproductos.
Los aceites esenciales han sido revisados
en cáscaras de mango, un típico
subproducto de cultivos de mango. Los
hidrocarburos terpénicos han sido
encontrado en tales aceites, con
δ et al., 2003). Tal variación puede afectar
-3-carene,
α-terpinoleno,
α-copaeno, y
cariofileno en la parte superior del rango
(Fig. 2). Estos aceites tienen un
actividad de amplio espectro contra Gram-
positivos y Gram-negativos
bacterias, así como signi
acción antifúngica ficant (El-Hawary y
Rabeh, 2014). Otro aceite esencial probado
fue el aceite de cúrcuma, un subproducto
de la fabricación de curcumina. Contiene
ar-turmerone, β-
trans-farneseno, turmerona y curlone,
como componentes principales.
Se encontró que dicho aceite era activo
contra varios Gram-positivos y
Bacterias gramnegativas (Negi et al., 1999).
Exhibición de aceites esenciales
alta actividad antibacteriana contra los
patógenos contiene principalmente
fenólica
compuestos tales como carvacrol, eugenol
y timol (Lambert
et al., 2001
; Burt et al., 2004). Por lo tanto, actúan
como otros fenólicos,
por ejemplo, perturbar la membrana
citoplásmica, interrumpir el
fuerza motriz del protón, electrón
flujo, transporte activo y coagulación
de contenidos celulares (Burt et al., 2004).
Otros cultivos producen subproductos
que contienen aceites esenciales, como las
especies de cítricos, las cáscaras de
que son ricos en estos compuestos; sin
embargo, no han sido
considerado en este trabajo porque
carecen de una clara tropical
distribución de cultivos
Un problema importante cuando se usan
plantas que contienen aceites esenciales o
cuando se usan aceites esenciales puros
como suplementos alimenticios es que los
porcentajes
tanto de sus compuestos totales como
individuales pueden variar ampliamente.
Por ejemplo, el contenido de carvacrol de
una mezcla de aceites esenciales puede
varían de 19 ppm (Kücükyillmaz et al.,
2012) a 300 ppm (Giannenas
negativamente el metabolismo,
el rendimiento y la inmunidad de los
animales de granja (Lee et al., 2004).
2.3. Glicósidos
Los glucósidos son moléculas en las que un
azúcar está unido a otro
grupo funcional a través de un enlace
glucosídico, y son classi
fied de acuerdo
a la naturaleza química de la aglicona. Por
ejemplo, hay
son glucósidos fenólicos y glucósidos
cianogénicos, el último
que contiene un grupo cianuro tal como
aglicona. Muchas plantas almacenan
productos químicos en forma de glucósidos
inactivos, que se pueden activar
por hidrólisis enzimática. Glucosinolatos,
los precursores de
isotiocianatos, están presentes en 16
familias dicotiledóneas incluyendo
un gran número de especies comestibles,
principalmente en especies de Brassica
(Fahey et al., 2001). Dependiendo de la
concentración y estructural
tipos de estos compuestos, sus efectos
biológicos pueden ser tóxicos,
antinutricional o beneficial a la salud. Para
el ganado, la mayoría de los problemas
se derivan de la harina de colza (Assayed y
Abd El-Aty, 2009).
Los productos de la hidrólisis de
glucosinolato se han evaluado como
agentes antimicrobianos en bacterias
Gram-positivas y Gran-negativas.
Entre las especies probadas, los
isotiocianatos tenían signi
ficant antimicrobial
actividades, siendo Pseudomonas
aeruginosa la másmicroorganismo sensible,
mientras que Listeria monocytogenes
demostró ser
mas resistente Sinergia entre la
estreptomicina y el isotiocianato de alilo
y 2-feniletil isotiocianato (Fig. 3) contra
Se han informado bacterias gramnegativas
(Saavedra et al., 2010).
2.4. Fenólicos
Los fenólicos son moléculas que tienen uno
o más anillos insaturados
con uno o más grupos hidroxilo,
constituyendo un ubicuo
grupo de metabolitos secundarios que se
producen profusamente en especies de
el reino vegetal con amplias actividades
farmacológicas. Estas
aumentar la secreción biliar, reducir el
colesterol en la sangre y los niveles de
lípidos,
y tiene actividad antimicrobiana contra
algunas cepas de bacterias
(Ghasemzadeh y Ghasemzadeh, 2011). Los
compuestos fenólicos de la planta incluyen
ácidos fenólicos, flavonoides y taninos (Fig.
4), como los más frecuentes
estructuras de padres (Dai y Mumper,
2010).
Los ácidos fenólicos se encuentran en la
mayoría de los alimentos vegetales,
principalmente en semillas, frutas
cáscaras y hojas. Entre estos, el ácido
cafeico está activo según se informa
contra virus, bacterias y hongos, mientras
que el eugenol ha sido clasificado
como bacteriostático (Cowan, 1999). Bajo
peso molecular
los ácidos fenólicos ejercen efectos
antimicrobianos por la difusión de la
ácido no disociado a través de la
membrana, lo que lleva a la acidificación
del citoplasma y, en algunos casos, muerte
celular (SánchezMaldonado
et al., 2014). Sin embargo, factores
relacionados con la lipofilia
como pH, sustituciones de anillo (grupos
hidroxilo y metoxi),
y la saturación de la cadena lateral es
determinante para la actividad
de ácidos cinámicos (Almajano et al., 2007;
Sánchez-Maldonado
et al., 2014). Los principales informes sobre
el antimicrobiano
la acción de los ácidos fenólicos se
presenta en la Tabla 1. Aviso
que de manera regular, los
microorganismos objetivo eran los
patógenos E. coli, Lactobacillus spp.,
Staphylococcus aureus, P. aeruginosa,
y L. monocytogenes, mientras que un
amplio espectro de
compuestos ha sido probado. En general,
todos estos compuestos tienen
encontrado bastante activo, tanto
bactericida como bacteriostático
el efecto depende de un pH medio (Wen et
al.,
2003), aunque algunos autores han
encontrado baja eficiencia para el
individuo
compuestos (Saavedra et al., 2010). En
cualquier caso, mezclas de compuestos han
sido descritos como más activos que
individuales
unos (Wen et al., 2003). Además, la
sinergia entre la estreptomicina
y los ácidos fenólicos contra Gram-bacteria
han sido reportados
(Saavedra et al., 2010).
Otro grupo de compuestos fenólicos son
los flavonoides, que son ubicuos
en frutas y verduras y sus subproductos.
Estos han variado
actividad debido a su diversidad
estructural, y su toxicidad es baja en
animales de granja (Havsteen, 1983). Todos
los flavonoides tienen un C6 común
Estructura C3-C6 que consiste en dos
anillos aromáticos (A y B) vinculados
a través de una cadena de tres carbonos,
organizada principalmente como un
oxigeno
heterociclo (anillo C). Las propiedades
incluyen actividad antibacteriana y
supresión de la virulencia bacteriana.
Además, se han demostrado
actuar en sinergia con antibióticos. Su
mecanismo de acción
es la inhibición de varios factores de
virulencia bacteriana:
receptores de señales de detección de
quórum, enzimas y toxinas (Cushnie y
Lamb, 2011). Se cree que su actividad se
debe a su capacidad para
formar complejos tanto con proteínas
extracelulares como solubles
como paredes de células bacterianas,
aunque los flavonoides altamente
lipofílicos pueden alterar
membranas microbianas (Tsuchiya et al.,
1996). Antimicrobiano
experimentos se enumeran en la Tabla 1.
Varios flavonoides han sido
probado contra: bacterias patógenas tales
como E. coli, Pseudomonas,
Salmonella, Listeria, Bacillus,
Staphylococcus, Vibrio, Streptococcus,
Especies de Campilobacter, Clostridium y
Lactococcus; levadura tal como
Saccharomyces cerevisiae; y hongos como
Candida albicans. Pocos
los autores han descrito algunos de los
mecanismos por los cuales estos
compuestos ejercen sus efectos: galangin,
un flavonol, causa la agregación
de células bacterianas (Cushnie et al.,
2007); epigalocatequina
galatos, flavanoles, inhibe los fenotipos de
virulencia y la expresión génica
regulado por quorum sensing (QS) (Lee et
al., 2009); y
las proantocianidinas tienen diferentes
mecanismos, incluida la desestabilización
y permeabilización de la membrana
citoplásmica, inhibición
de enzimas microbianas extracelulares, y la
privación del
sustratos necesarios para el crecimiento
microbiano, como hierro y zinc
(Heinonen, 2007; Dixon et al., 2005;
Mandalari et al., 2007). Otro
un hallazgo digno de mención es que las
flavanonas de la cáscara de bergamota
(por ejemplo, hesperetina y naringenina)
exhibió sinergia contra patógenos
bacterias, lo que podría deberse a la
reacción combinada
con la membrana celular, y también una
ligera interacción antagónica
atribuido a una competencia por sitios
objetivo específicos o la inhibición de
absorción por células bacterianas
(Mandalari et al., 2007). Flavan-3-ols
extraídos
del té, como catequina, epicatequina, se
han probado en
bacterias y hongos (Tabla 1), demostrando
ser más activos que los antibióticos,
como tetraciclina o vancomicina en
concentraciones comparables
(Friedman et al., 2006). Además, sinergia
de la combinación
de catequinas y antimicóticos se ha
detectado (Hirasawa y Takada,
2004). Entre los flavonoides, los chalcones
tienen estructuras simples,
pero también tienen múltiples
sustituciones y por lo tanto estos pueden
mostrar
diferentes actividades biológicas
(Mahapatra et al., 2015). Éstas tienen
ha sido probado contra S. aureus y E. coli, y
se ha encontrado que
su actividad antiestafilocócica está
relacionada con la diferencia de energía
entre los dos orbitales moleculares más
altos ocupados (Batovska
et al., 2009). Además del uso fenólico
natural, algunos se modifican
para aumentar su efectividad Es decir,
ésteres alquílicos de ácidos fenólicos
se sintetizan a partir de ácidos puros para
reducir la polaridad de las moléculas,
con el fin de aumentar su solubilidad en el
petróleo con el objetivo de facilitar
acceso a la pared celular lipofílica de
patógenos específicos. Ha sido
establecido que el efecto antimicrobiano
de tales derivados
se fortalece con el alargamiento de la
cadena de alquilo; por ejemplo,
Los ésteres de butilo de los ácidos fenólicos
inhiben el crecimiento de Bacillus cereus
y S. cerevisiae (Merkl et al., 2010; Alvesalo
et al., 2006). Otro
prometedores fenólicos son
tetrahidroxiflavanonas, que se producen
principalmente
en Leguminosae, y han demostrado ser
efectivos para inhibir la resistencia a la
meticilina
S. aureus, y por lo tanto serían útiles en la
fitoterapia
estrategia contra tales infecciones
(Tsuchiya et al., 1996).
El último grupo fenólico considerado aquí
es el de los taninos.
Estos son compuestos naturales que
precipitan proteína, que tiene alto peso
molecular y muchos grupos fenólicos
(Hagerman et al., 1998). Los taninos
pueden afectar el metabolismo del rumen
actividades bacteriostáticas y bactericidas e
inactivando varios
enzimas, tales como carboximetil celulasa,
proteasas, glutamato
deshidrogenasa). Además, la
biodisponibilidad de azufre y hierro son
limitado a los animales que consumen
órganos ricos en taninos, y por lo tanto el
el consumo prolongado de taninos induce
toxicidad (Kumar y
Vaithiyanathan, 1990). Los mecanismos por
los que ejercen antimicrobianos
actividad están relacionadas con la
inhibición de la extracelular
enzimas microbianas, privación de los
sustratos necesarios para microbiana
crecimiento e inhibición de la fosforilación
oxidativa, que
afecta el metabolismo microbiano
(Scalbert, 1991). Además,
Akiyama et al. (2001) indicaron que el
ácido tánico inhibe la formación
de fibrina y provoca un marcado aumento
en el antiestafilocócico
actividad de oxacilina. Notablemente, los
galotaninos aislados
de granos de mango (galotaninos) se
probaron en varios patógenos,
mostrando que las bacterias Gram-
positivas generalmente eran más
susceptibles a estos compuestos que los
Gram-negativos. Esta
actividad inhibitoria de los galotaninos se
ha atribuido a su
fuerte afinidad por el hierro y
posiblemente a la inactivación de la
membrana
proteínas (Engels et al., 2011).
2.5. Péptidos
Los únicos casos conocidos de compuestos
activos de tal naturaleza en
subproductos de plantas y alimentos son
aquellos aislados de semillas de mango
(Suárez et al., 2005) y del pastel de
palmiste (Tan et al., 2013).
Ambos muestran actividad antibacteriana
contra varias bacterias patógenas
(Tabla 1). Se ha demostrado que el
tratamiento con
los péptidos de las semillas de mango
producen daños en la membrana
bacteriana,
y que dicha actividad se ubica en una
secuencia propensa a la forma
un motivo estructural hélice-bucle-hélice,
sin afectar las células humanas
(Suárez et al., 2005). Por lo tanto, tales
compuestos podrían usarse sin
problemas para mejorar la salud del
ganado.
2.6. Saponinas
Estos son compuestos estructuralmente
diversos derivados de esteroides
o glucósidos triterpenoides, que se
producen en muchos alimentos vegetales
y subproductos de alimentos vegetales. Su
actividad ha sido vinculada a
sus propiedades de permeabilización de la
membrana, siendo inmunoestimulante
y afectando el crecimiento, el consumo de
alimento y la reproducción
en animales. Estos impiden la digestión de
proteínas, así como
absorción de vitaminas y minerales en el
intestino, lo que también conduce a la
hipoglucemia,
y pueden actuar como agentes antifúngicos
y antivirales, que afectan
animales de manera positiva y negativa
(Price et al.,
1987; Francis et al., 2002; Sparg, 2004). Por
ejemplo, algunas saponinas
puede obstruir la absorción de
micronutrientes como
hierro (Francis et al., 2002), mientras que
en los pollos, según los informes, reducen
crecimiento y la eficiencia de la
alimentación e interferir con la absorción
de
lípidos dietéticos, colesterol, ácidos biliares
y vitaminas A y E (Jenkins
y Atwal, 1994). Del mismo modo, los
taninos condensados pueden inhibir
degradación planta-proteína en el rumen
mientras deprime el
digestibilidad de las paredes celulares de
las plantas.
Los efectos antimicrobianos de dichos
compuestos extraídos de
los alimentos vegetales han sido
estudiados en Solanum (Kannabiran et al.,
2009), brotes de avena (Avena sativa)
(Bahraminejad et al., 2008),
semillas de C. annuum (Iorizzi et al., 2002),
Medicago sp. (Avato et al.,
2006), Yuca (Killeen et al., 1998) y Yuca que
contiene saponina
extracto (Hassan et al., 2010). Todos estos
han sido probados contra
varias bacterias Gram-positivas y Gram-
negativas, levadura y
hongos (Tabla 1). Los hallazgos varían
debido a la gran diversidad de
saponinas de diversas fuentes; por
ejemplo, saponinas de
La yuca (Fig. 5) exhibe actividad
antimicrobiana contra Gram-positivo
bacterias, pero no afectan a las bacterias
Gram-negativas (Hassan et al.,
2010).
3. Actividad antimicrobiana de extractos de
subproductos de plantas alimenticias
de origen tropical
Como se explicó anteriormente, los
compuestos puros extraídos de las plantas
generalmente se caracterizan para
establecer su antimicrobiano
propiedades con buena precisión. Estudios
sobre las propiedades antimicrobianas
de subproductos han examinado el efecto
antimicrobiano de diferentes
extractos y han caracterizado los perfiles
de compuestos activos.
La lista de patógenos contra los que se han
extraído los subproductos
probado generalmente es similar al
discutido previamente: patógenos
como bacterias Gram-positivas y Gram-
negativas, y algunas veces
levadura, hongos y moho. Sin embargo, a
pesar del interés suscitado por
actividad antimicrobiana de los extractos
de subproductos crudos, pocos estudios
tratar la actividad de aquellos de origen
tropical (ver Tabla 2).
Las cáscaras de aguacate constituyen un
subproducto que contiene diferentes
fenólicos, incluidos los ácidos fenólicos,
como hidroxicinámico y
ácidos hidroxibenzoicos y varios
flavonoides. Bacterias Gram-positivas
se ha encontrado que generalmente es
más sensible que Gram negativo, E.
coli es la especie más sensible del último
grupo (Rodríguez-Carpena
et al., 2011). La cáscara de Bergamota
produce aceite esencial (cítricos
aurantium bergamia peel oil) y un
subproducto resultante de la
extracción, que se ha caracterizado como
una fuente enriquecida de
flavonoides, a saber, eriodictyol,
hesperetin, naringenin y otros,
que se ha encontrado que son activos
contra bacterias Gram (Al-Delaimy)
y Ali, 1970; Mandalari et al., 2007). Cáscara
de frijol de cacao, un subproducto
del procesamiento del cacao, contiene
alcaloides (cafeína, teobromina y
teofilina) y polifenoles. Los extractos de
este subproducto tienen
ha sido probado contra bacterias
patógenas, con resultados prometedores
(Cuéllar et al., 2012). Las hojas de palma de
coco y las cáscaras del coco
los frutos se utilizan ampliamente como
fuentes de fibras, que se utilizan
para una variedad de aplicaciones (Reddy y
Yang, 2015). Esta materia prima
se ha extraído en infusión de agua para
producir compuestos fenólicos, en los que
flavonoides tales como catequinas y
procianidinas se han encontrado, tanto
activo contra S. aureus (Esquenazi et al.,
2002).
La capacidad antioxidante total y el
contenido fenólico de los comestibles
porciones y semillas de semilla de mango
han sido ampliamente
investigado, y las semillas han demostrado
un antioxidante mucho mayor
actividad y contenido fenólico que las
porciones comestibles tienen (Soong
y Barlow, 2004). Por lo tanto, este
subproducto tiene un gran interés, ya que
reflejado por la investigación realizada en
él. Fenólicos a partir de extractos
de este subproducto muestran alta
actividad contra todas las bacterias
probadas.
Dicha actividad está relacionada con el
efecto quelante sobre el hierro de los
galotaninos
(Kabuki et al., 2000; Abdalla et al., 2007;
Engels et al.,
2009; Khammuang y Sarnthima, 2011).
Taninos hidrolizables
de esta fuente, en la cual penta-O-
galloylglucose, hexa-O-galloylglucose,
y hepta-O-galloilglucosa, tienen un gran
interés.
Las bacterias Gram-positivas generalmente
eran más susceptibles que
Gram-negativo, con la concentración
mínima inhibitoria (MIC)
contra B. subtilis, B. cereus, Clostridium
botulinum, Campilobacter
jejuni, L. monocytogenes y S. aureus fueron
.2 mg mL -1 o menos,
mientras que E. coli enterotoxigénica y S.
enterica fueron inhibidas por .5-
1 mg mL? 1
. Sin embargo, las bacterias del ácido
láctico mostraron una fuerte resistencia
(Engels et al., 2009).
La cáscara de papa es una fuente valiosa de
ácidos fenólicos, en la cual
los ácidos clorogénico, cafeico, gálico y
protocatecúico predominan.
Los extractos crudos han sido probados
contra Gram-positivos y Gramnegativos
bacterias, levadura y moho. Bacteriocida y
bacteriostática
se han observado efectos, pero solo a altas
concentraciones
(Sotillo et al., 1998). El extracto de etanol
del bagazo de caña de azúcar tiene
sido caracterizada como una rica fuente de
compuestos fenólicos, en los que los
flavonoides
así como los ácidos fenólicos simples
predominan. En una evaluación
contra bacterias Gram-positivas y Gram-
negativas, el
los autores indicaron que el mecanismo
bacteriostático era probablemente
debido a la toxicidad de los compuestos
polifenólicos (Zhao et al., 2015).
Se analizaron extractos de tallo, corteza y
hojas de tamarindo
contra bacterias Gram-positivas y Gram-
negativas, hongos y
levadura. Los análisis fitoquímicos han
producido fenólicos, saponinas,
alcaloides y aceites esenciales. Los autores
indicaron que esta planta
tiene un amplio espectro de actividad
antibacteriana (Doughari, 2007).
Finalmente, se probaron extractos de
semilla de tomate de dos variedades para
fenólicos y otros compuestos. Glucósidos
fenólicos (quercetina,
derivados de kaempferol e isorhamnetin)
ácidos orgánicos y grasos
se encontraron ácidos en los extractos
probados. Estos solo estaban activos
contra bacterias Gram-positivas,
Enterococcus faecalis demostrando ser
el más susceptible La actividad antifúngica
fue ejercida principalmente por
"Corazón de toro", mientras que C.
albicans era la especie más susceptible
(Taveira et al., 2010).
4. Estudio comparativo sobre actividad
antimicrobiana entre pura
compuestos activos y extractos de
subproductos de alimentos vegetales
El conocimiento preciso de la composición
del compuesto activo en
subproductos permite su uso efectivo en la
producción animal
granjas. Sin embargo, un problema
importante implica el uso de subproductos.
Pocos autores han descrito algunos de los
mecanismos por
que estos compuestos ejercen sus efectos
la eliminación de su
compuestos activos. Es decir, la pregunta
es si sería
vale la pena extraer los compuestos
bioactivos presentes en estos materiales
para agregar a la alimentación, o si los
subproductos podrían ser utilizados
directamente para lograr los beneficios de
salud similares. Para resolver esto
importante
cuestión, la acción antimicrobiana de
compuestos activos puros
frente a extractos de subproductos crudos
deben ser comparados. El último
contienen mezclas de compuestos
bioactivos junto a un amplio rango
de componentes vegetales, tales como
azúcares, grasas, aminoácidos, etc .; así,
los extractos crudos hechos con
disolventes de diferente polaridad en gran
medida
parecerse a todo el subproducto. Un índice
importante para medir
la actividad antimicrobiana es la
concentración inhibitoria mínima
(MIC), que es la concentración más baja de
un antimicrobiano cuando
inhibir el crecimiento visible de un
microorganismo después de la noche a la
mañana
incubación. El MIC constituye una
herramienta adecuada para supervisar el
actividad de nuevos agentes
antimicrobianos (Andrews, 2001).
Casos seleccionados de actividad
antimicrobiana de compuestos puros
contra microorganismos expresados como
MIC se presentan en la Tabla 3,
mientras que casos seleccionados de
actividad antimicrobiana ejercida por
extractos
de subproducto crudo contra
microorganismos expresado como MIC
aparecen en la Tabla 4. La mayoría de las
especies probadas pertenecen a diferentes
cepas de Salmonella, Bacillus,
Staphylococcus, Listeria, Streptococcus,
Pseudomonas, Vibrio spp. Y E. coli.
Destaca, entre los compuestos puros
activos probados,
las grandes diferencias encontradas por
varios autores para los mismos compuestos
cuando se compara con la misma especie,
como ocurre con
ácido gálico contra S. aureus, cuya
actividad varía entre
.039 (e Silva et al., 2013) y 8 mg mL-1
(Akiyama et al., 2001), el
esta última cifra se refiere a las cepas
resistentes a la meticilina. Está claro que
las diferencias entre los autores se deben
al uso de diferentes
procedimientos experimentales y también
para el uso de diferentes cepas en
el experimento. De hecho, muchos autores
han indicado fuertes diferencias
en la sensibilidad entre las cepas al
verificar los diferentes
compuestos bioactivos. Por ejemplo, de
acuerdo con Özçelik et al.
(2011), el ácido clorogénico utilizado para
MIC indicó una variación entre
.008 y 1.28 mg mL? 1 cuando se prueban
con diferentes Escherichia
cepas de coli.
Entre los diversos compuestos activos
revisados, aparecen alcaloides
para registrar la actividad más alta. Es
decir, alcaloides del lupino (Lupinus)
angustifolius) y la capsaicina probada
contra B. subtilis indujo una
MIC de .062 (Erdemoglu et al., 2007) y .
002-.064 (Özçelik et al.,
2011) mg mL? 1
, respectivamente, valores muy cercanos a
otros encontrados para
doxiciclina contra cepas de B. subtilis
(.0001-.002 mg mL? 1
) (Grujić)
et al., 2015). Aunque esta actividad es
notable, es necesario
considere el sabor negativo de estos
compuestos.
Una gran cantidad de compuestos
fenólicos también ha mostrado alta
actividad,
tales como: ácido gálico con valores MIC de
0.039 contra S. aureus
(e Silva et al., 2013), .008-.016 contra B.
subtilis, .016-.128 contra
S. aureus, .004-.13 contra E. coli, .002-.03
contra P. aeruginosa,
y .008 contra C. albicans (Özçelik et al.,
2011); Ácido clorogénico,
naringina y quercetina con valores muy
similares a estos (Özçelik)
et al., 2011). Además, exiguaflavanona D y
Kenusanone A,
dos flavanones, también muestran valores
MIC muy bajos (.003-.006
y .006-.12 mg mL -1, respectivamente)
contra S. resistente a meticilina.
Aureus. Para esta última especie, Karthy y
Ranjitha (2011) indicaron
una CIM de .03 mg mL? 1 para taninos
extraídos de semillas de mango
núcleo. Con respecto a las saponinas, tales
compuestos extraídos de
Se encontró que las semillas de Capsicum
inducen una MIC de .02-.05 mg mL-1 en
Candida albicans (Iorizzi et al., 2002).
Los extractos de subproductos (Tabla 4)
registraron los valores MIC muy cerca
a los presentados arriba. Por ejemplo, el
extracto de cloroformo
de semillas de aguacate mostraron una
CIM de .02 mg mL? 1 contra
Mycobacterium
avium (Jiménez-Arellanes et al., 2013),
mientras que para S. aureus
inhibición, extracto de piel de plátano y
extracto de raíz de coco
alcanzaron .065 y .08 mg mL? 1
, respectivamente (Karadi et al., 2011).
Valores similares fueron reportados por
ambos autores para los mismos extractos
cuando se inhiben P. aeruginosa, E. coli y B.
subtilis. Sin embargo, otro
los extractos de subproductos mostraron
valores más altos que estos.
Teniendo en cuenta los datos anteriores,
sería ilustrativo comparar MIC
datos para extractos de subproductos con
los encontrados para compuestos puros
contenido en estos extractos. Por ejemplo,
8, octa-O-galloylglucose
y 9 nona-O-galloylglucose son
componentes de tanino aislados de
semillas de mango, que se han probado en
varias bacterias,
produciendo MIC entre .1 y 3.3 mg mL? 1
(Engels et al., 2011),
mientras que el subproducto del cual se
derivan, núcleo de mango
(Tabla 2), exhibieron valores MIC entre .2
(Sahu et al., 2013) y
1.4 mg mL? 1 (Engels et al., 2011). Otro
ejemplo digno de mención
se refiere al extracto de cáscara de
bergamota (Tabla 2). Contiene flavonoides
como eriodictyol, hesperetin y naringenin.
Cuando bergamota
peel etanol extracto fue probado para MIC
contra varias bacterias, el
los valores fueron 1.0 (B. subtilis), .2-.6 (E.
coli), .5-1.0 (P. putida) y 4-1.0
(S. typhimurium) mg mL? 1
; mientras que para fenólicos aislados de
este
los valores de MIC de extracción para la
misma bacteria estaban entre .8-
1.0 mg mL? 1 (Mandalari et al., 2007).
Según lo indicado por los autores, el
las interacciones entre diferentes
compuestos pueden alterar el
antimicrobiano
efectividad de los flavonoides contra las
bacterias transmitidas por los alimentos.
Por lo tanto, se observó sinergia entre
varios compuestos,
por ejemplo, entre eriodictyol y
hesperetina contra E. coli y
S. enterica, y entre eriodictyol y naringenin
contra S. enterica
y P. Putida, que se atribuyó a su reacción
combinada
con la membrana celular como un posible
sitio objetivo principal, pero con
diferentes modos de acción inhibitoria
(Sikkema et al., 1994). Por lo tanto, en
En algunos casos, todo el subproducto
puede actuar de manera más efectiva para
inhibir
crecimiento bacteriano que sus
compuestos aislados que actúan por
separado.
5. Algunas consideraciones sobre el uso de
subproductos de plantas alimenticias
para alimentar animales de granja
Hoy, la producción agroalimentaria está
aumentando para cumplir con los
requisitos
de la demanda global de alimentos. A
veces los alimentos vegetales no son
consumidos directamente por humanos,
pero primero se someten a procesos para
separarlos
el producto de valor deseado de otros
constituyentes de la
planta (Ayala-Zavala et al., 2011). Por otra
parte, una tendencia creciente en
Las sociedades occidentales transformarán
parcialmente todas las frutas y verduras
frescas,
con el objetivo de facilitar el comercio
haciendo que estos sean más
atractivo para los consumidores, así como
más limpio y más fácil de almacenar. Tal
las actividades generan grandes cantidades
de subproductos vegetales, aunque
hay pérdidas considerables durante el
procesamiento. Subproductos derivados
del procesamiento de alimentos vegetales
constituyen una gran eliminación
problema para la industria en cuestión,
pero también son prometedores
fuentes de compuestos que pueden ser
utilizados debido a su
propiedades (Schieber et al., 2001).