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EDICION

ACTUALIZADA
YAMPLIADA

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BASES BIBLICAS
DE LA ETICA
Edición actualizada y ampliada

JAMES E. GILES

CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES


CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES
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Hi s pano , Apart.Ftd o 4256 , El Pa so, T exas 7991 4 y son usa d a s con per mi so."

8di ciones: 1994 , 1996

Clas ificnc ión Dec im a l Dewey: 17 1.1

Te m as: J . Eti ca
2. Vida cr istiana

IS B : 0-3 11-46 142-5


c. n .P . Art. O. 46 142

2 M 6 96

¡>r in t <'d in V .S ./\ .


Panorama d e la ética 31

Santo , es con10 encargarle a un con stru ctor que con stru ya un edifi-
cio sin el beneficio de los es tudi os d e los arquit ectos y los ing e-
niero s. Los re sultado s serán desastro sos, porqu e para construir
bien se necesitan los plano s bien elaborados de part e d el arquitecto
y los cálculos preci sos de los ingenieros.
Ultimam ente los efectos de la práctica d e determinar va lor es sin
1nanda tos o principio s se están manif es tando en va ria s m anera s.
William Kirkpatri ck ha escrito un libro titulado Why Johnny Can't
Tell Right from Wrong (Por qué Juan ito no pu ed e di stin guir entr e lo
bu eno y lo malo ), y ju zga qu e el prob lema radi ca en no haber
hecho énfa sis en la formac ión del caráct er en los pro grama s de
edu cación en las última s déca da s. Las consecu encias se m anifi es-
tan en la d eshone stid ad, la irresp onsabilid ad, la violencia y la in-
moralidad sexual qu e caract eri za la cultur a juvenil hoy en día.
(3) Los deberes en la ética cristiana. La ética cristiana tiene ele-
m ento s d eontoló gicos, porqu e mu chas d e las enseña nzas enfoc an
los debere s del ser hun1ano hacia sí mi smo y hacia los dem ás . H ay
norma s para guiarno s porqu e son para nu estro pr op io beneficio y
para el bien d e los d e1nás. Varios d e los Diez Mandamientos son
d e es ta natural eza . La obediencia a es tos mand a1niento s sirve n
para ha cerno s per sonas m ás sa lud abl es, m ás equilib ra das y n1ás
r espetu osas hacia los d emá s. El clamor por la ju sticia soc ial d e
parte d e los prof etas tenía el fin de benefici ar a tod a la comunid ad.
Jesús dio la norma qu e tal vez m ejor ilu stra la ética del d eber:
"Así qu e, todo lo qu e qu eráis qu e los hombres haga n por voso tros ,
así tambi én ha ced por ello s, porqu e esto es la Ley y los Profeta s"
(Mat. 7:12). Si la hum anidad siguiera esta norm a, acabar íam os con
la gran mayo ría de los mal es qu e aqu ejan a la hu1nanid ad .
Pablo dio su lista de los fruto s d el Espíritu (Gál. 5:22), y el amor
encabeza esa lista. En 1 Corinti os 13 Pablo elabor a sobr e el am or,
su s cualid ad es, su s log ro s y su s re sult ados en la pe rson a y en la
sociedad. Es te es otr o caso d e la ética d eont ológica.
Tal vez no debemo s inve rtir d ema siado tien1po en tratar de dis-
tinguir la ética teleo lógica d e la deonto lógica , porque en la éti ca
cri stiana h ay eleme nt os de la s dos. A la ve z es difíci l decir en
for ma categó ri ca qu e cierto acto enfo ca el fin o el debe r, sin preocu -
pa rs e por el fin. En último análisis se podría argum entar qu e todo
comp or tami ent o tiene su fin, o inmediato o remoto .
111. LA BASE TEOLOGICA DE LA ETICA CRISTIANA
En el comienzo la ética era un a ram a de la filosofía, que se con-
sider aba la 1nadre de las ciencias. La ética se llam aba deo ntología ,
y con el ti e1npo se di v id ía en: l. La juri sprudencia, o sea, los
d eberes demand ado s por la ley; y 2. la ética, o sea, los debere s no
32 BASES BIBLICAS DE LA ETICA

demandado s por la ley.


Tambi én la ética se divid e en va ria s rama s, y una de ellas es la
ética cristiana, la que no s concierne más en la pre sente obra. Ya
hemo s tocado algunos de los sistema s éticos que tienen sus raíces
en la filosofía, o sea, la ética filo sófica. Además, cada di sciplin a y
pro fesión tiene su sistema ético p ara guiar a los que practican esa
profe sión. Por eje1nplo, los m édicos tienen su código de ética para
guiarl es en la prá ctica de su profesi ón. Es así con los negocio s y la
política .
Lo qu e di stin gue a la ética cristiana de otra s exp resione s de la
ética prof esion al es su base de autoridad, que se deriv a de la reve-
lación especial. Los d emá s sistema s éticos, inclu ye ndo la ética
filo só fica, elab oran norm as d e condu cta qu e so n produ cto s de l
ra ciocinio hum ano , y repr ese ntan la mejor racionali zac ión con
relación a las circun stan cias o al prob lema con qu e tratan. Aunque
el cristiano tien e raciocinio y deb e utili za rl o ha sta lo m áxim o, su
autoridad final está en una fuente ajena a y sup erior al ser human o.
l. La revelación
Hablamo s de la revelación ge neral , que a bar ca la man era en que
Dio s se manifi esta en la natural eza y en la hi storia. Pero Dio s se ha
manif estado en forma especial en la persona de Jesucr isto, su Hijo ,
que vino al mundo p ara sa lvar a la hum anid ad d e su pecado y
para mo strarl e la n1anera d e vivir. La Biblia es el registro tan gible
de esa reve lación. Por n1ed io d e la Biblia pod emo s ver cón10 Dio s
ha estado pr ese nt e y acti vo en lo s as unto s d el mundo d esd e la
creación, y sus actos de an1or para hacer po sibl e la redención de la
humanid ad . A la vez, la Biblia conti ene n1ucho s mand ami ento s,
norma s y ejemplos d e acciones éticas pa ra ay ud ar al ser hum ano a
saber lo que Dio s esp era de la hum anidad.
La Biblia fue escrit a por hombr es di vi nam ent e ins pir ado s y es el re-
gist ro d e la reve lació n que Dio s h ace de sí mi smo al hombr e. Es un per-
fecto teso ro de in stru cción divina . Su aut or es Dio s, su fin es la sa l-
vac ión, y su asunto es la verdad sin nin gun a me zcla d e error. Reve la
los prin cipios por los cua les Dios nos ju zga; y po r tanto es y será has ta
el fin d el mun do, el verdadero cent ro d e la uni ón cristiana , y la norm a
supr ema por la cual toda condu cta hum ana , credos y opin ione s re li-
giosos deb en se r ju zg ado s . El criterio p or el cual la Biblia ha de se r
int erpr etada es Cris to Jesu s.4
La Biblia habla claram ent e con referencia a mu cha s faceta s d el
comport amiento hum ano. Pero hay campo s donde no hay ni man -
damiento po sitivo ni prohibi ción especí fica con relación a un acto

4 Fe y Mensaje Bautistas. El Paso : Casa Bau tista d e Publica cio nes, 1975.
Panor ama de la ética 33

determinado. En esto s casos bu scamos los principio s en la Biblia, y


seg uin,o s estos prin cipio s en forma con sec uent e. Pue s to que la Bi-
blia fue escr ita hace mil es de año s, y hab la d e pro bl emas concer-
ni ente s a gent e nómada de un sec tor de sér tico d el mundo, algunos
preguntan: ¿Qué tiene la Biblia para de cirno s h oy cuando vivimos
en una edad avanzada en el aspecto tecno lógico y en cu ltur as pr in-
cipalm ente urbanas? N u es tra con tes tació n es qu e la Biblia tiene
mucho que de cirno s . os dedica 1nos a la bú sq ueda en la Biblia d e
la s norm as que no s pu eden guiar ho y en día.
2. La naturaleza de Dio s
Pue s to qu e las normas éticas viene n d e Dio s, no s conviene en-
tend er la naturaleza d el Dio s que se no s reve la . Dio s e eterno , ser
upren,o , creador d el uni ve rso y Señor d e tod o lo qu e ha crea do .
Es un ser espi ritual pero tamb ién es un a per sona. A lgunas marca s
ese ncia les de la per sonalid ad so n la inte lige n cia, su capacidad de
de se ar y tener comunión con lo s se re s hum anos y su con cienci a
m oral. No s de safía en Lev ít ico 19:2: "Sed s anto s, porqu e yo,
Jehov a h vu es tro Di os, soy sa nt o." En es te mandami ento ve mo s
qu e la base d e nu es tro comportaini ento es el Di os qu e nos ha crea -
do y su aut orid ad sobr e no so tros. El m andami ento no p ermit e d is-
cu sión d e p arte d e los seres hum an os. o di ce qu e pod em os vivir
co1no qui siéran,o s, viol a ndo las norma s éticas de la Biblia ; di ce
que d ebe mo s ace pt ar como nue stro ideal el Di os Santo.
Dio s ha actuado para reve larse a la humanid ad , y p ara m os trar
los id ea les perfecto s qu e se pued e imitar . La Biblia conti en e la his-
toria d e su relación con la hum a nidad , y su tra to es p ecia l con la
nación qu e él escog ió, Israe l. En es ta hi s toria p od en1os sacar mu-
ch o ·para nu es tro provecho, porqu e la natura leza hun,ana es igual
h oy como era en dí as anti guo s. Dios h a teni d o como propósito
p rin cipa l el redimir a la hun1anidad d el pecado y señalar el ca1nino
qu e nos permite vivir la vida m ás feliz, d e m ás sentid o d e sa tisfac-
ción y d e má s beneficio para los d em ás.
En el cur so de l es tudi o veremos m ás en det a lle la naturale za d e
Dios , incl u ye nd o su s atributos d e recti tud , sa ntidad y amor , lo s
cua les tienen mucho que ve r con las norma s p ara nuestro comp or-
tam ient o.
3. La humanidad
La Biblia no s habla de la natural eza de l ser human o. Nos dice
qu e somos creados a la imagen de Dios, que tenemos libertad para
ejercer nue stra propia vo lunt ad, rebe larn os en contra d e Dios y sus
norma s, o some ter nos en obedien cia a su s mand amient os . En con-
tras te con el pu nt o de vis ta d a rwiniano , que el ser hum ano es pro-
ducto d e la evo lu ción natur a l de las forn1a s de vida má s primiti vas;
34 BASES BIBLICAS DE LA ETICA

en con traste con el mar xismo , que dic e que el ser humano es nada
m ás que lo que come , o sea es material sin naturale za espiritua l; en
contr as te con el existen ciali smo at eo, que dic e que la vida no tiene
sentido y qu e el ser hun1ano es pr eso en un dram a que no tiene sa-
lida ; en cont ras te con alguno s conceptos psicoló gicos, qu e dicen
que el ser hum ano es una 1nasa de impul sos prüniti vos dominado s
por el in consc ien te, sobr e el cual no tenemo s con trol ; el pun to d e
vista cristiano es que el ser hum ano es la exp resión más alta d e la
natu ra leza de Dio s en la creació n y que Dios lo ha creado con el fin
d e goza rse en una con1unión íntüna con él. Si el ser humano un e
sus fuer zas con las de Dios, pu ede crea r instrumentos para enr i-
qu ecerse a sí mismo y a toda faceta de la crea ción .
El pec ado es la rebelión de part e d e los seres humano s en contra
d e los id eales de Dio s. La lu cha constant e del ser humano es con-
tra las fu erzas del mat bajo la dirección de Satanás, lo que repr e-
senta el de safío consta nt e de la humanid ad . Pero Dio s no s ha pro -
visto un Salv ado r, Cristo Jesú s, qui en 1nurió en la cru z para sal-
varno s. Por m edio de la fe en Cristo pod emo s goza r de la vida
eterna y recibir los recur sos espi ritual es para equiparnos para pe-
lear esta batalla contr a el mal.
4. La esca tología
Vivimos en es te mundo como peregrinos, porque sab em os que
n os espera un a ex is ten cia e tern a de spu és d e es ta vid a. En la
eternid ad hab rá do s posibilid ades: el cielo y el infi ern o. Los que
creen en Cristo va n al cielo p ara di sfru tar de las bendicion es espiri -
tuale s qu e Dios nos tien e preparada s allí. Lo s qu e rec hazan a
Cristo irán al infi erno, dond e habrá angustia y su frimi ento etern o.
Un aspecto de la motivac ión para recibir a Cristo y vivir la buena
vida es aseg ur arnos de esta h erenc ia en el cielo y ev itar el sufri -
1ni ento del infierno . Una ética cristia na adec uada va a ha cer hin-
capié en el elemento escatológico de nue stra fe.
IV. LAS FUENTES DE AUTORIDAD
EN LA ETICA CRISTIANA
Ya hemos mencionado que la ética cristiana se caracte riza por
estar basada en la revelación de Dios , y esta verda d es lo que dis-
tingue la ética cristiana de los otros sis tema s de ética. Por eso, deci-
mos que la ética cristiana es ética teológica , en contraste con los sis-
temas antropo lógico s, donde la capacidad del ser humano es pri-
mordial en dete rm inar lo bueno o lo malo de un acto. Esta diferen -
cia es fundamenta l en nuestra consideración . Si el hombre tiene las
capac idades mental es y emociona les para decid ir si un acto es co-
rrec to, o si el criterio para decidir lo bu eno o lo malo d e un acto es
el gra do de pla cer, felicidad o sa tisfacción persona l que br inda al
Pa n orama de la ética 35

ind ividu o, ento nces echa a un lado todo lo que no s enseña la Biblia
con relación a nue stro deber de amar a Dios y al prójüno como el
m ayo r de los m andami ent os. Al d ecir que Di os es la fu ente d e
autoridad, tene mo s que dar un pa so m ás para aclarar lo que qu ere-
mo s de cir. Esta sección tien e el fin de elabor ar sob re este punto.
l. La Bibli a como fuente de autoridad ética
Dios no s ha dado en la Biblia un regis tr o tangible de su reve-
lación para la humanidad. La Biblia contiene sese nt a y seis libros,
escr ito s por uno s 40 autores durante un p erí odo de uno s 1.500
años. La Biblia con tiene una var ied ad de literatura, inclu yen do la
nar ra ción de la historia, el drama, la poesía , la biografía , las epís to-
las y la ap ocalíptic a. No pode m os int erpretar en la mi sma manera
todas las clases de literatur a. Alg un as han sido escritas para crear
una actitud em otiva, y no para segu ir se en forma literal. Dios ha
mediado su revelación en la Biblia, libr o sagrado inspirado divina-
mente, el cual nos hab la en forma s de prohibicione s, mandamien-
tos po sitivo s y no s da ejempl os para seguir por medio d e la elab o-
ra ción de las experi encias de otros con Dios.s En algunos casos la
Biblia contiene el registro d el comport ami ent o de los seres hu -
mano s, pero esto no rep resenta ideales que debamos buscar y repe-
tir . A veces la Biblia narra detalles de compor tami en to malo, sin
condenarlo, y algun os toman es te hecho para justificar tales actos
en el día de ho y. Ejemplo s de es to serían la esclav itud y la poliga-
mi a en el Antiguo Testamento. Pero debemos recordar que la Bi-
blia pr esent a la vid a tal com o es y era , sin int en tar cubr ir las faltas
d e los seres humano s.
Este libro tiene el propó sito de analiza r la Biblia en form a deta-
llada , para bu sca r la p er tin encia d e los pasa jes para nu estro día .
Estaremo s haci en do com entari os so b re d et alles en el cur so de
nu es tro estud io.
2. El pap el de la razón human a en la auto rid ad ética
No es tamo s echando a un lado la razó n hum ana cuand o de ci-
mo s que nu estra au toridad en la ética está en Dio s y su reve lación.
Má s bi en con sid eramo s qu e Dios nos ha dado la capacidad de la
ra zó n , y d ebemo s ut ilizarla has ta lo m áxim o para ay ud arnos en
toma r d ecisiones éticas. La razó n hu 1n ana se utili za en dos áreas
cuando es tamo s trabajando en el campo d e la ética. Primero , es
es ta capacidad la qu e nos permit e es tudiar la Biblia, las cond i-
cione s históricas de los día s en que los var ios libro s fueron escritos ,
y bu scar su sent ido par a aque l día y la aplicación del principio vá -

5 VerLa Autoridad de la Bibliaen el Día Actual. Bueno s A ires: Editor ial La


Auro ra, 1953.
36 BAS ES BIBLI CAS DE LA ETI CA

lid o para no sotro s hoy en dí a. Esta tarea es d esafiante , y dema nda


la erudición ser ia en tod as las di scip linas relacionada s con la teo-
logía bíbli ca y contemporá nea .
En segund o lu ga r, no s ob liga a es tudiar a fon do todos los des-
cu brinü en tos en el ca n1po de la cie ncia , es pe cialmente los que
tienen ap licación al cu erpo hu1nano y la salu d, para ver cómo es tos
avances pueden se r co mpatibl es con la reve la ción divin a y la
buen a mayo rdomía del cuerpo hun1ano .
Por consiguiente, estan 1os llama dos a ser bueno s es tudiantes de
la Biblia y su revelació n para los que vivían en la épo ca cuando fue
escr ita la par te particul ar qu e es tá bajo cons id eración, y a la vez
tenernos qu e es tar sincro niza d os con los peri ódicos, la televisión y
los otros m edios que nos comuni can los d escubrimie nto s de ú ltin10
momento en campos con10 la bioq uímica, la física, la eco logía y
toda otra área qu e pueda tener per tinencia.
3. El papel del Espír itu San to en las de cisiones éticas
Habrá casos cuando uno puede analizar en forma minu ciosa el
me nsaje bíblico para buscar la reve lación divi na, y a la vez consid e-
rar todo lo que nos enseñan los ava nces científico s de nues tro dí a,
pero todavía no tiene una con vicción clara del pa so qu e ha de e-
gu ir frente a un dilema especia l. Por ejempl o, tornemos el caso de
un jove n que está en la secció n de cuid ados in tensivos en el hospi-
tal, inconsciente durant e var ios días corno consecu encia d e un acci-
dente automovi lístico, y los m édico s di cen que su cereb ro ha de ja-
do d e fun cionar; es un vege tal. Los m édicos qu ieren desco nectar
las máquinas que están ha ciend o fun cionar los órganos vitales del
cuerp o. Per o el pad re es cristi ano, y considera qu e tal acto sería
ases in ato . Argum enta qu e Dios da la vida y que Dios quitará la vi-
d a en su momento. Pregun ta al pa stor qu é debe hacer frente a la
recoin enda ción d e los m éd icos. Este es un caso cuando el pas tor y
el pad re de famili a tienen qu e bu scar la dir ección de l Espírit u San-
to para guiarles en la decisión. En tiempo s bíblicos no tenían hos-
pita les con equipo s sofis ticados qu e pueden ha cer fun cionar los
órga no s vitales por tiempos ind efinid os, como ho y en día.
Ejemp los abund an d e casos difí ciles ho y, tales corno la cuestión
de concebir bebés en pr obe tas para parejas qu e tienen difi cultad es
para concebir, el uso de p ru ebas para deter minar si el feto tiene
enferm eda d es congénita s que imp osibilit arán una vid a d e calidad
si lleg a a nace r el infante, y la eutana sia para p ersona s de ed ad
ava nzada qu e tienen enfe rm edades in cu rables y qu e expresan el
deseo de n1or ir. Cuand o la Biblia no habl a de casos de esta índol e,
tene111os qu e bu sca r los prin cipi os genera les que sí tienen va lid ez,
y ay udar a la per sona a utili za r su ra zó n hu1nana bajo la dir ección
de l Espíritu Santo pa ra tomar la d ecisión má s sabia.
Panorama de la ética 37

4. El papel de la conciencia en las decisiones éticas


Con frecuencia se escucha la d eclar ación: "Deje qu e su conci en-
cia sea su guía." Sin duda la conciencia pued e ayud arn os a tom ar
la decisión corr ecta , pero tenemo s que d esa rr ollar la con ciencia
para sensibi liza rla sobre lo bu eno o lo n1alo. Por ejemplo , un o ha
escuc hado testimonio s d e p erso na s que han sido m entiro sas, la-
dronas , asesinas y otras forma s de pe cado. Pero escuc han el eva n-
ge lio en la cárcel, por rad io o por algun a otra forma , y se con-
viert en. Inm ed iatament e se arr epienten d e sus pecado s, recib en a
Cri sto y recib en el perdón por los pecados com etido s. Con el tie1n-
po de sarrollan un a conciencia sensible, y se conform an a la im agen
de Cristo , de tal manera qu e un o no pu ede conceb ir que esa p er-
sona h aya tenid o un comportami ento tan di stint o en el pasado. Un
ejemplo de tal tr ansform ación es Charle s Col son, que pa só un os
me ses en la cárcel como consecuencia de su compli cid ad con otros
en el escánda lo de Watergate en la década de 1970 en los Estados
Unido s de América. Ahora Cha rles Co lson es aut or y anda rogan-
do a las iglesias y a los cristianos que sean leva dura en forma má s
dinámica en la cultur a actu al. La con ciencia ilumin ada por las en-
sefia nzas d e la Biblia corre ctam ent e interpretada s y la compafiía
del Espíri tu Santo se pueden seg uir sin pe ligro. Pero la conci encia
de una p ersona inconversa o de un cristiano inmadur o no tiene la
textura moral y espiritual para ser autori ta tiva en la tom a de deci-
sione s morale s.
5. La intuición en las decisiones éticas
Tendemo s a d ejar a un lado el lu gar de la intuición en las deci -
siones éticas, p ensando qu e no tiene ba ses ni teológicas ni racio-
nal es para guiarno s. Pero deben1os recor dar qu e la int u ición ha si-
do una de var ias herrami en tas que el ser hum ano ha tenido disp o-
nibl e para tomar las deci sion es de sde el día de Ton1ás d e Aquin o.
El tenía las cu atro virtud es de la templanza , el cor aje, la prud encia
y la justicia qu e adapt ó de Platón , y añadió las virtud es teológi cas
de la fe, la esper anza y el amor. Pero tambi én añadió las virtud es
int electu ales de la sabiduría , la ciencia y la intui ción, que pu eden
captar lo correcto en forma in stantáne a.6 Podemos justificar el pa-
pel de la intuición , fuera d el con texto católico rom ano d e Aquino , y
co ncluir que a veces ten en1os ese ' sex to se ntido " que alguna
1

deci sión es la corr ecta o qu e algún cur so de acción es el corr ecto,


pero sin poder expli car en for ma racional la bas e d e tal con vicción .

6 R. E. O . Whit e, op. cit., p. 131.


38 BASES BIBLICAS DE LA ETICA

6. La iglesia como fuente de autoridad ética


Para mucho s la d eclaración d e la iglesia repre senta la norma éti-
ca qu e han de seguir. Esto es cierto en la Iglesia Cató lica Romana ,
que ha estad o evaluando de nu evo su s enseñanzas en vario s ca1n-
pos d e la ética en los último s años. Desd e el Conci lio Vaticano II
ha habido mu cha convu lsión en la Iglesia Cat ólica Roman a sobr e la
moral del uso d e método s artificia les anti conceptivo s, d el celibato
del clero, y el Papa ha hecho declaraciones qu e amarran a di cha
iglesia a la posición tradi cional. De modo qu e la declaració n d e la
Iglesia Cató lica es autoritativa para los católicos qu e quieren per-
m anecer en la grac ia de esa Iglesia. Veritatis Splendor, publi cada en
1993, afir m a la autoridad eclesiástica en estas áreas y d esanim a el
desac uerdo de p art e de los líd eres en la Iglesia Católica .7
Las declaraciones eclesiales no tienen tant a autoridad entre las
iglesias prot estant es o eva ngé licas; sin emb argo podemo s afir mar
que la po sición oficial d e determinada igl es ia sí repr ese nt a una
guía para los adeptos en el proceso d e la tom a de decision es. En
los últimos año s se ha debatido en las reuni ones denominacion ales
de va rios gr upo s prot estant es si las perso na s homo sexual es deben
ser ordenadas al sag rado 1nini sterio. Esto repr esenta un intento d e
expresar un punto de vista en favor o en contr a de tal compor -
tami ent o, lo qu e abarca el campo de la ética. Cada vez que se reú-
nen los grupo s denomina cionale s para sus conv enciones, con gre-
sos, o sesiones de negoc ios, se escuchan multitud es de resolu cion es
que tienen que ver con cues tiones éticas. Se abarcan relaciones del
gobie rn o civil con las iglesias y po sib les áreas de int ervención en el
pr incipi o d e separa ción, asun tos re lacionado s con la rec titud cívica
y cue stiones d e la moral per sonal. Todo esto indi ca que el in undo
escucha la au tor id ad d e la iglesia y de otro s grupo s reli gioso s, y
qu e la opinión pública se form a paulatinamente por medio d e tales
declara cion es.
7. La tradición como autoridad moral
Por cierto , la Iglesia Ca tólica Roma na declara qu e la tr adic ión es
un a d e las fuent es de aut orid ad en el campo de la m oral. Pero , ¿los
eva ngélicos apelamos a la tradición para guiarno s en nu es tras deci-
sione s? Creo que tenemo s qu e conte star la pr eg unta en form a afir-
mativa. Alguna s norm as m ora les se han fonnado como con se-
cuencia de la tradi ción, sin haber ba ses bíblica s firm es para orien -
tar nos. Un caso sería el u so de la d isciplin a eclesiástica en algu no s
país es por compo rtamiento malo , seg ún el pare cer d e los adeptos

7Richard P. McBri en, "Teac hin g th e Truth ", Christian Century; 20 d e


oc tubr e d e 1993, p. 1004.
Panorama de la ética 39

en la iglesia. Esto se veía en épo cas anteriores más que en la actu a-


lidad. En su afán de n1anten er puro el cuerpo d e Cr isto, exp ul -
saron a mi embro s qu e vio laban las norm as de cond u cta par ticipa n-
do en activ id ades cuestionabl es en los ne goc ios o en la re creación.
Citaban pa sajes bíblico s que conti ene n prin cipios amplios, tales
como "qu e pre sentéi s vues tros cuerpos como sacrificio vivo, santo
y agrada ble a Dio s" (Rorn. 12:1 ), para legislar sobr e actos inacepta-
bles para los cristianos . La tradición di ctaba que era malo fum ar,
tomar bebid as alcohóli cas, pr ese nciar película s en las salas públi-
cas, ir a la pla ya o a las pi scina s en tr aje de baño y bailar, e impu -
sieron di sciplina sobre aque llos mi embr os que descubrían partici-
pando en tale s actividad es . Cada denomin ació n tenía su lista d e
"ac tivid ades prohibid as", que variaban segú n los factores geog ráfi-
cos, el ni vel socioeconómico d e los mi embro s, etc.
Sin embar go, la tradi ción nos guía has ta ho y día en muchos de
los campo s d e la vida eclesial. Per o la tradición evol u ciona con el
tiempo. Anter ion nente la esposa del pa stor tenía un pape l mu y
bien definido en la iglesia d onde su espo so servía, y la tradi ción
di ctaba qu e tenía que ad aptar se a ese n1olde. Pero ho y en día hay
m ás lib ert ad par a la espo sa d el pa stor en seg uir su pr opi a profe-
sión si es prof esional, y está en mucha má s libertad en cuant o a la
parti cip ación en las act ividades d e la iglesia. Aunque no estam os
habl ando de comport amie nt o ético seg ún nu est ro parecer, algun os
consideraban como un factor moral si la esposa d el pastor estaba
pre se nte en cada culto , en señaba una cla se los d omin gos por la
mañ ana y trabajaba con un grupo el dom in go por la no che.
V . POSIBLES CLASIFICACIONES
DE LA ETICA CRISTIANA
Para ent end er mejor el camp o de la ética cristia na, va mos a con-
sid erar po sib les cla sifi cac ion es de la éti ca cri stiana, enfocando
espec ialm ent e la manera en que int erpretan las normas de compor-
tami ento. En es ta clas ificación vere m os algunas de las escue las
distintas de teología y ética .
l. Absolutismo y/o legalismo
Hay personas que toman las declaraciones bíblicas, sean pr ecep-
tos, prohibiciones o pri ncip ios, y estab lecen leyes rígidas para regir
el comportamiento de los seres humanos. Ha habido gen te con es-
ta inclinación de sde los tiempos bíblicos. Los fariseos representan
el gr upo más conoci do en los días de Jesús de los que tomab an las
leye s de Moi sés e impon ían un comportamiento legalista a la ge n-
te. In te rpret aban las leyes relacion adas con la observancia d el
sábado de tal manera que el sábado era una carga pesada en vez de
un día de de scanso, porqu e un o no podía parti cipar en act ivid ades
40 BASES BIBLI CAS DE LA ETICA

de benev olenc ia, tales como sa n ar a lo s enf ermo s, leva nt ar una


ove ja caída en un precipicio , o camin ar con ami gos y fami liares
m ás de cierto núm ero de pa sos .
En el día de Pablo es taban los lega listas qu e qu ería n in1pon er
su s norma s sobr e los gentil es qu e acept aban a Cr isto, in sis tiend o
en qu e tenían qu e ser circun cidados seg ún la ley. Tambi én había
otr os qu e fuero n al extr en10 d e prohibir el come r carn e de anim ales
que había sido sacrificada a los ído los de parte de los pa ga no s en
las ciudad es dond e Pablo pred icaba el eva nge lio y es tablecía igle-
sias (1 Cor. 8:1-13). Así qu e con el tiemp o había mu cho lega lismo
con relación a los día s sag rados y las pr ácticas, los cu ales llega ron a
rep resentar cargas pe sada s para lleva r.
Todavía tenem os a los legalistas entr e noso tr os, y ellos qu iere n
dictar el com p or tami ento acept able e ina cep table para los demás .
Otros qu iere n elabo rar los det alles minu ciosos de las creencias e
imponer cierta in terpre tación teológ ica sobre todos. A veces su
legalismo no perm ite la libertad de actuar seg ún la prop ia concien -
cia iluminada po r la reve lación bíblica y el Espíri tu Sant o. Un caso
espec ífico podría ser una par eja qu e está lu chando con probl ema s
en la genética que darían una prol e con ciert as en ferme dade s con-
génit as, y es tán consid erando pasos como la in semin ación ar tificial
para ev itar tal po sibilidad. Alguno s dirían en form a categór ica qu e
eso es pecado , mi entr as otro s diría n que la pare ja deb e tene r la li-
bert ad de toma r su dec isión sin rep rensión de part e de otros.
2. Literalismo
H ay personas qu e int ent an cu mp lir litera lmente con las pro hibi -
cione s que es tán en la Biblia e in1ponen norn1as d e comport amien-
to so bre per sonas h oy en dí a en ba se a esas prohibicione s. Por
ejemplo, los Ad ven tistas del Sép tim o Día insisten en observar el
día sábado , porque así fu e en el prin cipio . Ellos tamb ién insisten
en abstene rse de comer carn e de ciertos ani ma les porqu e conside-
ran que son inmundo s, seg ún las declarac iones d e Levítico 11.
Otra ilu stración de l mi smo p unt o de vista sería la interp retación
de las enseñanzas de Pa bl o co n re lación a la vestimen ta de la s
mujer es y su compo rta1ni ent o en las iglesias. Algunos insis ten en
que las mujeres no debe n enseña r a hombr es en la iglesia, po rqu e
debe n estar en sum isión al esposo. Ot ros prohíben a las mujere s el
maq uill arse, llevar aretes y otras joyas, etc.
Co nsideramos que debe mos interpretar estos pasajes den tr o del
contex to histórico en que fue ron esc ritos , y reconocer que había
buenas bases para las p r ohibi cion es en tie mp os bíblico s, pero
pues to que las cos tumbre s han cambia do en el m odo de sacrificar y
cocinar las carn es y en el comp or tamiento de las mujer es, no esta-
mo s obligados a obedecer en forma literal estos n1anda mi ent os.
Panorama d e la ética 41

3. Situacionismo o circunstancialismo
Desd e la déca da de 1960 está de moda hablar de la N ueva Mor a-
lidad . Joseph Fletcher public ó su libro Situation Ethics en 1966,8 y el
libro gozó de una acep tación inn1ediata en masa d e las per sonas
qu e habían estado en reb eldía en contr a d e las norm as d e los pa-
dr es, de las iglesias y la socie d ad en general, porque les daba licen-
cia para violar alguna s de las prohibi cion es bíbli cas y trad icionales,
di ciendo que la situación di ctaba tal comport am ient o.
Según Fletcher, ha y solam ent e una norm a qu e tiene va lid ez para
gui arn os en tomar las d ecision es, y esa es la norm a del amor. Por
eso, 1nuchos pecados han sid o cometido s en las última s d écada s en
nombre del amo r. No estamo s cu es tionando la valid ez d el am or
como norma para gui arno s en tomar decisiones morale s, pero no
creemo s que el amor an ul e tod o otro mand ami ent o bíblico. Reco-
nocemos qu e Jesús elogió el amor com o la sínt esis de tod a la Ley y
los Pr ofetas (Ma t. 22:37-40) , p ero n o cree n1os qu e Cri sto es taba
diciendo qu e está bien m atar, robar y comet er adulterio cuando la
situa ción así lo justifique , seg ún el p arecer de l sujeto qu e está con-
sid erando tal acto. Fletcher da ilu stracio nes en qu e, según él, se-
rían permitido s tal es actos.9
Sin dud a la situ ación debe ent rar en juego como un fac tor en
considerac ión cuand o uno está fren te a una decisión moral qu e es
complic ada . Pero las en señanzas bíb licas, la ra zó n hum ana y la
dirección d el Espíritu Santo deben entr ar en ju ego an tes d e dar
con sid eración seria a la situ ación. Si la situ ación fue ra la úni ca nor -
ma para gui arn os, podríamo s ju stificar cualqu ier acto con un a ra-
cionalización larga d e la situ ación esp ecial qu e se nos prese n ta.
4. Relativismo
El relat ivismo tom a las prohibi ciones, las normas y los precept os
de la Biblia que tienen que ver con la ética y apli can a ellos el prin-
cipio de relativismo p ara d ar más laxitud al com p ort am iento de los
seres hum ano s. Por ejempl o, toman las enseñan zas de Mo isés en
Deut eronomio 24:1-4 y Mateo 19:1-9 sobr e el di vo rcio, y amplifi can
las razo nes para el divorcio para incluir otras razones qu e no son
bíbli cas . Argum entan que si Cristo estu viera pr esente en el día d e
hoy, cu and o la situ ación social d e la muj er da mucho má s liber tad
que en su propi o dí a, enton ces segu ram ent e él d aría más b ases
para el divorcio.

8 Po s teri o r me nt e trad u cido al es paño l bajo el tít ul o La Etica de la


Situación: La Nu eva Moralidad. Barcelona: Ed iciones Arie l, 1970.
9 Ibíd. , ver p p. 163-68.
42 BASES BIBLICAS DE LA ETICA

Los neoortodoxos se conocen como los pr ecur sores de la apli -


cación del relativi smo en la implem entac ión de las norma s éticas y
morale s d e la Biblia. Karl Barth , Emi l Brunner, Reinhold y Richard
Niebuhr, John C. Benn ett , Jam es Gustafson, y varios otros de tiem-
po s actuales pra ctican el re lativisn10 en la interpretación de lo s
Diez Mandamientos, las en seña n zas éticas de Jesú s y las enseñan-
zas d e los demás esc rit ores de la Biblia . Por cierto, hacen hinc apié
en la importancia de la ju sticia soc ial y la in tervención en asuntos
relacionados con la aplicación de la ley, la legis lación soc ial, la po-
lític a y la vi da pública. Habrá ocasión para referirno s a alguna s de
sus d ecla ra cion es en el curso del es tudi o.
5. El método de bus car principios pertinentes
Este m étodo es el enfoque d e este libro cuando no hay enseña n-
zas directas que se aplican. Se tom an las enseñanzas de la Biblia y
se insiste que muchas so n tan p ertin en tes para nosotros como las
not icias del día. Pero tambi én se reconoce que algun as d e la s pr o-
hibiciones y los mandamientos son anticuados y por eso no se de -
ben ap licar ho y en día en forma literal. Sin embargo, estas leyes
dan principios muy valiosos para no sotros qu e pu ede n darnos la
orientación que nos hace falta en las decisiones diarias. Un eje1n-
plo sería las instrucciones mu y minuciosas p ara la persona qu e
tenía lepra. Levít ico 13 y 14 conti en e detalles de las instrucciones
para la p ersona que padecía la lepra, para su familia y la con1u-
nid ad, y para el sacer dot e. Pero ten emos que ente nd er que el sa-
cer dot e es taba cump liendo funciones que hoy en día correspo nd en
a los médicos y no a los líder es religiosos. Y también tenemos que
ent ender que ho y en día se sabe mu cho má s en cuanto a la enf er-
n1edad de la lepra, su cau sa, su grado d e cont ag iosidad y su tra-
tan1ienlo. Lo que se hacía en aquel entonc es en obedienc ia a las
in st ru ccione s de Dio s no se d ebe hacer ho y en día porque ha y m e-
dio s n1ás mod ernos y 1nás eficac es de tratamiento.
Muchas de las leyes cere monial es en el Antiguo Tes tain ent o te-
nían el int ento d e prot eger a la comunidad del contagio d e lo s mi-
crobios que p odrían inf ecta r a comunidade s complet as. Ho y en
día todavía utilizan la cuarentena con este fin. Otras de las leyes
tenían qu e ver con la higiene, y los principios son vá lidos para no-
sotros.
La santid ad d e la v ida es uno d e los principio s fundamenta les
qu e se deriva de todos los m andami en tos qu e tienen que ver con el
asesi nato , con int ención o por acc id ente , con las h er ida s causadas
por lo s se res humano s y/ o los animales dom és ticos , y las ciud ades
de refug io es tablecida s por ley p ara los que habían 1na tado por
accidente, ha s ta qu e se pudieran es tablecer los moti vos y determi-
n ar si fue por acc id ente o por inten ción.
Panorama de la ética 43

El Nu evo Testamento tiene mu cho s prin cipi os qu e no s pueden


gui ar en tomar de cision es moral es, sin ten er qu e bu scar un versícu -
lo pre ciso p ara cada ac to qu e está pr oh ibido . El pr opós ito de este
libro es señal ar en d etalle es tos pri n cipio s.
6. Existencialismo
H ay p ersonas que insisten en int erpre tar el m ensaje bíbli co en la
esfera d e la ética y la m oral en forma exis tencial. Esto qui ere d ecir
qu e en vez d e bu scar el sentid o claro d el pasaje bíblic o y trata r de
ha cer un a ap licación aprop iada en la circun stan cia esp ecífica, ellos
insisten en n o ser tan literalistas; más bien qui eren bu sca r u na acti-
tud o emo ción qu e respo nde al caso específico , y tratar de ap reciar
el va lor moral de lo qu e se es tá pr esen tand o. No qui eren pr ohibi-
cion es; qui eren ten er la lib ertad par a d ecidir sobr e su co1nport a-
mi ent o de acu erdo con su propio es tad o mor al y em ociona l. Esta
man era d e in terpretar las enseñanzas n1orales deja mu ch a laxitud
para la p ersona, qu e pu ed e justificar cu alqu ier comport ami ento en
ba se al "mon1ento existen cial".
7. El método jerárquico de interpretar la ética cristiana
Nor man Ge isler escrib ió su libro: Ethics: Alternat ives and Issues
(La ética: alte rn ativa s y problem as) en 1971. En este libr o Geisler
establece un os grad os d e valores m orales par a gu iar a la p erson a
en tomar d ecisione s. Prin cipia con la santid ad de la vid a hum ana y
d esa rroll a su sisten1a en form a cons ecuti va d esd e allí. Por ejen1plo,
di ce qu e el salva r much as vidas es d e m ás valor qu e salvar u n a so-
la vid a, y que la pre servac ión d e la v id a hu1nana de be ser un fac tor
má s imp orta nt e que la vida d e un an im al. El m étod o abar ca el
ab orto , porque di ce qu e la vida ac tual es d e m ayo r va lor qu e la vi-
da pot en cial. Aunqu e el libr o n o solu cion a todo s los problema s re-
laciona do s con la ética, sí ayud a a la p erso na p ara recono cer qu e
cada uno tiene qu e establecer p riorid ades que tien en relev an cia p a-
ra sí.
8. Proporcionalismo
El pr op orcionali smo eva lúa la situa ción y opta p or el n1enor de
los n1ales en cas os dond e las altern ativas no son un bien o un m al.
En Veritatis Splendor, el papa Ju an Pabl o II critica el prop orcion alis-
mo en circun stancia s qu e son ambig u as, tales como el emba razo
que am en aza la vida d e la madr e.10Pero la rea lidad es qu e mu ch as
veces somo s forza do s a to1nar d ecision es qu e violan o mand ami en-
tos dire ctos o v alor es n1orales mu y altos. Por ejemplo , cu an d o la

10 Me Brien , op. cit., pp.1 004-1005.


44 BASES BIBLICAS DE LA ETICA

familia tiene qu e tomar la d ecisión de d esco n ectar las máquin as


qu e 1nantienen con vida artificial a un ser querido qu e es tá mu erto
clínicamente. El dolor que siente la familia es rnás in ten so debid o a
su convicción de la santidad d e la vid a.
VI. AREAS DE APLICACION DE LA ETICA CRISTIANA
Muchas de las ense ñanzas éticas de la Biblia tienen ap licación
para el individuo, y otr as tien en su aplic ación para la socieda d en
ge neral. Por eso, hablam os de la ética persona l y de la ética socia l.
Esta divis ión nos ayuda a reconocer que a veces la enseña nza tiene
que ser relacion ada con el indi viduo y su vida p ersonal o en com u-
nidad con su fam ilia, la iglesia u otro grup o con qui en tiene rela-
ción es trecha.
Las enseñanzas que tienen relación con la sociedad pueden ser
tratadas en var ias m anera s. Ha ce años Alberto Knud son escr ibió
su Etica Cristiana, en la cu al tomó la id ea de Lu tero de las "órdenes
de la creación", frase origin ada po r Lut ero para referi rse a las va-
rias relaciones que uno tiene en la socieda d. Estas órd enes abarca-
ban la es fera d e la fami lia, la econon1ía, la políti ca y la sociedad .
D entr o de cada grupo están elabora d as la s n orma s qu e h an de
gui ar a las personas como mi embr os d e la familia, como gerent es o
trabajador es en compañías, y respon sabilidade s como ciud adanos
en la nació n. Esta di visión es conv enient e, porque ilu stra nu estras
re spon sab ilidad es en la s varias r elacion es que tenemos en el
mundo .
La ética apli cada abarca nu estras relaciones con las d emás per-
sonas en las múltipl es relaciones y respon sabilidade s qu e tenemo s.
Es el int ento de ap licar los prin cipio s personale s qu e hem os adop-
tado en los asunto s diarios del vivir. Según la profe sión de un o,
pu ed e guiarl e en la lu cha diaria con la hone s tid ad en de cir la ver-
dad en cuant o a los producto s que tiene para la ve nt a, o pu ede
abarcar la hon est id ad en el uso de los componentes para los artícu-
los que se producen , ta les com.o las computadora s, los aut omó-
viles u otros ap arato s. Puede abarcar la ap licación de los princi-
pio s cris tianos en relación con nue stro cónyuge y con los hijos en el
hoga r. En es te est udio vamos a dedicar varias pá gina s a la consi-
deración de es tas norn1a s.

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