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ACTUALIZADA
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BASES BIBLICAS
DE LA ETICA
Edición actualizada y ampliada
JAMES E. GILES
Te m as: J . Eti ca
2. Vida cr istiana
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Santo , es con10 encargarle a un con stru ctor que con stru ya un edifi-
cio sin el beneficio de los es tudi os d e los arquit ectos y los ing e-
niero s. Los re sultado s serán desastro sos, porqu e para construir
bien se necesitan los plano s bien elaborados de part e d el arquitecto
y los cálculos preci sos de los ingenieros.
Ultimam ente los efectos de la práctica d e determinar va lor es sin
1nanda tos o principio s se están manif es tando en va ria s m anera s.
William Kirkpatri ck ha escrito un libro titulado Why Johnny Can't
Tell Right from Wrong (Por qué Juan ito no pu ed e di stin guir entr e lo
bu eno y lo malo ), y ju zga qu e el prob lema radi ca en no haber
hecho énfa sis en la formac ión del caráct er en los pro grama s de
edu cación en las última s déca da s. Las consecu encias se m anifi es-
tan en la d eshone stid ad, la irresp onsabilid ad, la violencia y la in-
moralidad sexual qu e caract eri za la cultur a juvenil hoy en día.
(3) Los deberes en la ética cristiana. La ética cristiana tiene ele-
m ento s d eontoló gicos, porqu e mu chas d e las enseña nzas enfoc an
los debere s del ser hun1ano hacia sí mi smo y hacia los dem ás . H ay
norma s para guiarno s porqu e son para nu estro pr op io beneficio y
para el bien d e los d e1nás. Varios d e los Diez Mandamientos son
d e es ta natural eza . La obediencia a es tos mand a1niento s sirve n
para ha cerno s per sonas m ás sa lud abl es, m ás equilib ra das y n1ás
r espetu osas hacia los d emá s. El clamor por la ju sticia soc ial d e
parte d e los prof etas tenía el fin de benefici ar a tod a la comunid ad.
Jesús dio la norma qu e tal vez m ejor ilu stra la ética del d eber:
"Así qu e, todo lo qu e qu eráis qu e los hombres haga n por voso tros ,
así tambi én ha ced por ello s, porqu e esto es la Ley y los Profeta s"
(Mat. 7:12). Si la hum anidad siguiera esta norm a, acabar íam os con
la gran mayo ría de los mal es qu e aqu ejan a la hu1nanid ad .
Pablo dio su lista de los fruto s d el Espíritu (Gál. 5:22), y el amor
encabeza esa lista. En 1 Corinti os 13 Pablo elabor a sobr e el am or,
su s cualid ad es, su s log ro s y su s re sult ados en la pe rson a y en la
sociedad. Es te es otr o caso d e la ética d eont ológica.
Tal vez no debemo s inve rtir d ema siado tien1po en tratar de dis-
tinguir la ética teleo lógica d e la deonto lógica , porque en la éti ca
cri stiana h ay eleme nt os de la s dos. A la ve z es difíci l decir en
for ma categó ri ca qu e cierto acto enfo ca el fin o el debe r, sin preocu -
pa rs e por el fin. En último análisis se podría argum entar qu e todo
comp or tami ent o tiene su fin, o inmediato o remoto .
111. LA BASE TEOLOGICA DE LA ETICA CRISTIANA
En el comienzo la ética era un a ram a de la filosofía, que se con-
sider aba la 1nadre de las ciencias. La ética se llam aba deo ntología ,
y con el ti e1npo se di v id ía en: l. La juri sprudencia, o sea, los
d eberes demand ado s por la ley; y 2. la ética, o sea, los debere s no
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4 Fe y Mensaje Bautistas. El Paso : Casa Bau tista d e Publica cio nes, 1975.
Panor ama de la ética 33
en con traste con el mar xismo , que dic e que el ser humano es nada
m ás que lo que come , o sea es material sin naturale za espiritua l; en
contr as te con el existen ciali smo at eo, que dic e que la vida no tiene
sentido y qu e el ser hun1ano es pr eso en un dram a que no tiene sa-
lida ; en cont ras te con alguno s conceptos psicoló gicos, qu e dicen
que el ser hum ano es una 1nasa de impul sos prüniti vos dominado s
por el in consc ien te, sobr e el cual no tenemo s con trol ; el pun to d e
vista cristiano es que el ser hum ano es la exp resión más alta d e la
natu ra leza de Dio s en la creació n y que Dios lo ha creado con el fin
d e goza rse en una con1unión íntüna con él. Si el ser humano un e
sus fuer zas con las de Dios, pu ede crea r instrumentos para enr i-
qu ecerse a sí mismo y a toda faceta de la crea ción .
El pec ado es la rebelión de part e d e los seres humano s en contra
d e los id eales de Dio s. La lu cha constant e del ser humano es con-
tra las fu erzas del mat bajo la dirección de Satanás, lo que repr e-
senta el de safío consta nt e de la humanid ad . Pero Dio s no s ha pro -
visto un Salv ado r, Cristo Jesú s, qui en 1nurió en la cru z para sal-
varno s. Por m edio de la fe en Cristo pod emo s goza r de la vida
eterna y recibir los recur sos espi ritual es para equiparnos para pe-
lear esta batalla contr a el mal.
4. La esca tología
Vivimos en es te mundo como peregrinos, porque sab em os que
n os espera un a ex is ten cia e tern a de spu és d e es ta vid a. En la
eternid ad hab rá do s posibilid ades: el cielo y el infi ern o. Los que
creen en Cristo va n al cielo p ara di sfru tar de las bendicion es espiri -
tuale s qu e Dios nos tien e preparada s allí. Lo s qu e rec hazan a
Cristo irán al infi erno, dond e habrá angustia y su frimi ento etern o.
Un aspecto de la motivac ión para recibir a Cristo y vivir la buena
vida es aseg ur arnos de esta h erenc ia en el cielo y ev itar el sufri -
1ni ento del infierno . Una ética cristia na adec uada va a ha cer hin-
capié en el elemento escatológico de nue stra fe.
IV. LAS FUENTES DE AUTORIDAD
EN LA ETICA CRISTIANA
Ya hemos mencionado que la ética cristiana se caracte riza por
estar basada en la revelación de Dios , y esta verda d es lo que dis-
tingue la ética cristiana de los otros sis tema s de ética. Por eso, deci-
mos que la ética cristiana es ética teológica , en contraste con los sis-
temas antropo lógico s, donde la capacidad del ser humano es pri-
mordial en dete rm inar lo bueno o lo malo de un acto. Esta diferen -
cia es fundamenta l en nuestra consideración . Si el hombre tiene las
capac idades mental es y emociona les para decid ir si un acto es co-
rrec to, o si el criterio para decidir lo bu eno o lo malo d e un acto es
el gra do de pla cer, felicidad o sa tisfacción persona l que br inda al
Pa n orama de la ética 35
ind ividu o, ento nces echa a un lado todo lo que no s enseña la Biblia
con relación a nue stro deber de amar a Dios y al prójüno como el
m ayo r de los m andami ent os. Al d ecir que Di os es la fu ente d e
autoridad, tene mo s que dar un pa so m ás para aclarar lo que qu ere-
mo s de cir. Esta sección tien e el fin de elabor ar sob re este punto.
l. La Bibli a como fuente de autoridad ética
Dios no s ha dado en la Biblia un regis tr o tangible de su reve-
lación para la humanidad. La Biblia contiene sese nt a y seis libros,
escr ito s por uno s 40 autores durante un p erí odo de uno s 1.500
años. La Biblia con tiene una var ied ad de literatura, inclu yen do la
nar ra ción de la historia, el drama, la poesía , la biografía , las epís to-
las y la ap ocalíptic a. No pode m os int erpretar en la mi sma manera
todas las clases de literatur a. Alg un as han sido escritas para crear
una actitud em otiva, y no para segu ir se en forma literal. Dios ha
mediado su revelación en la Biblia, libr o sagrado inspirado divina-
mente, el cual nos hab la en forma s de prohibicione s, mandamien-
tos po sitivo s y no s da ejempl os para seguir por medio d e la elab o-
ra ción de las experi encias de otros con Dios.s En algunos casos la
Biblia contiene el registro d el comport ami ent o de los seres hu -
mano s, pero esto no rep resenta ideales que debamos buscar y repe-
tir . A veces la Biblia narra detalles de compor tami en to malo, sin
condenarlo, y algun os toman es te hecho para justificar tales actos
en el día de ho y. Ejemplo s de es to serían la esclav itud y la poliga-
mi a en el Antiguo Testamento. Pero debemos recordar que la Bi-
blia pr esent a la vid a tal com o es y era , sin int en tar cubr ir las faltas
d e los seres humano s.
Este libro tiene el propó sito de analiza r la Biblia en form a deta-
llada , para bu sca r la p er tin encia d e los pasa jes para nu estro día .
Estaremo s haci en do com entari os so b re d et alles en el cur so de
nu es tro estud io.
2. El pap el de la razón human a en la auto rid ad ética
No es tamo s echando a un lado la razó n hum ana cuand o de ci-
mo s que nu estra au toridad en la ética está en Dio s y su reve lación.
Má s bi en con sid eramo s qu e Dios nos ha dado la capacidad de la
ra zó n , y d ebemo s ut ilizarla has ta lo m áxim o para ay ud arnos en
toma r d ecisiones éticas. La razó n hu 1n ana se utili za en dos áreas
cuando es tamo s trabajando en el campo d e la ética. Primero , es
es ta capacidad la qu e nos permit e es tudiar la Biblia, las cond i-
cione s históricas de los día s en que los var ios libro s fueron escritos ,
y bu scar su sent ido par a aque l día y la aplicación del principio vá -
3. Situacionismo o circunstancialismo
Desd e la déca da de 1960 está de moda hablar de la N ueva Mor a-
lidad . Joseph Fletcher public ó su libro Situation Ethics en 1966,8 y el
libro gozó de una acep tación inn1ediata en masa d e las per sonas
qu e habían estado en reb eldía en contr a d e las norm as d e los pa-
dr es, de las iglesias y la socie d ad en general, porque les daba licen-
cia para violar alguna s de las prohibi cion es bíbli cas y trad icionales,
di ciendo que la situación di ctaba tal comport am ient o.
Según Fletcher, ha y solam ent e una norm a qu e tiene va lid ez para
gui arn os en tomar las d ecision es, y esa es la norm a del amor. Por
eso, 1nuchos pecados han sid o cometido s en las última s d écada s en
nombre del amo r. No estamo s cu es tionando la valid ez d el am or
como norma para gui arno s en tomar decisiones morale s, pero no
creemo s que el amor an ul e tod o otro mand ami ent o bíblico. Reco-
nocemos qu e Jesús elogió el amor com o la sínt esis de tod a la Ley y
los Pr ofetas (Ma t. 22:37-40) , p ero n o cree n1os qu e Cri sto es taba
diciendo qu e está bien m atar, robar y comet er adulterio cuando la
situa ción así lo justifique , seg ún el p arecer de l sujeto qu e está con-
sid erando tal acto. Fletcher da ilu stracio nes en qu e, según él, se-
rían permitido s tal es actos.9
Sin dud a la situ ación debe ent rar en juego como un fac tor en
considerac ión cuand o uno está fren te a una decisión moral qu e es
complic ada . Pero las en señanzas bíb licas, la ra zó n hum ana y la
dirección d el Espíritu Santo deben entr ar en ju ego an tes d e dar
con sid eración seria a la situ ación. Si la situ ación fue ra la úni ca nor -
ma para gui arn os, podríamo s ju stificar cualqu ier acto con un a ra-
cionalización larga d e la situ ación esp ecial qu e se nos prese n ta.
4. Relativismo
El relat ivismo tom a las prohibi ciones, las normas y los precept os
de la Biblia que tienen que ver con la ética y apli can a ellos el prin-
cipio de relativismo p ara d ar más laxitud al com p ort am iento de los
seres hum ano s. Por ejempl o, toman las enseñan zas de Mo isés en
Deut eronomio 24:1-4 y Mateo 19:1-9 sobr e el di vo rcio, y amplifi can
las razo nes para el divorcio para incluir otras razones qu e no son
bíbli cas . Argum entan que si Cristo estu viera pr esente en el día d e
hoy, cu and o la situ ación social d e la muj er da mucho má s liber tad
que en su propi o dí a, enton ces segu ram ent e él d aría más b ases
para el divorcio.