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“La única división que nosotros hacemos es entre

los que luchan y los que se entregan”1


A. Tosco

Por Rafael Farace

En estos días se está cumpliendo otro aniversario de la muerte del “Gringo” Agustín
Tosco, un 5 de noviembre de 1975. Recordarlo es siempre imprescindible y más aun
hoy, que miles de jóvenes comenzamos a hacer nuestra experiencia y una nueva historia
en las luchas sindicales. En la búsqueda de un movimiento obrero alejado de la
corrupción, de la burocracia, de los tejes y manejes con los empresarios y con los
gobiernos, que alce la vista al conjunto de los trabajadores, nos encontramos
indefectiblemente con su ejemplo y el de toda una generación de luchadores
inclaudicables.

El reloj despertador suena cinco y media de la mañana. El sol se ve asomar desde la


ventana de una humilde casa hipotecada. Un desayuno liviano y una breve espera hasta
que algún compañero lo pasa a buscar para ir al trabajo. Saluda a Susana, su compañera,
antes de salir, mientras sus dos hijos aun duermen. Antes de las seis y media está
fichando en la Empresa Provincial de Energía de Córdoba. Tosco ingresó allí como
ayudante electricista en el taller electromecánico cuando tenía tan solo 18 años. Para
entonces ya había pasado por una gran variedad de trabajos obligado a ayudar a sus
padres y a sostener sus estudios secundarios en la ciudad de Córdoba.
Fue Mayo el que lo vio nacer, con sus bríos, con sus banderas alzadas; con el primero
en Chicago como legado; con el 29 en Córdoba como destino. Corría el año 1930, el
mismo en que militares fascistas derrocaban a Hipólito Yrigoyen.
Fue en Coronel Moldes, un pequeño pueblo rural del sur cordobés. Allí trabajó junto a
sus padres la pequeña parcela de tierra que les tocó. Desde pibe supo reconocer la
importancia del estudio y enfrentar las dificultades para acceder a ellos. Recordará: “en
mi propia casa con piso de tierra y sin luz eléctrica, me había construido una pequeña
biblioteca, precaria pero accesible”(P. 11/73). Esta pasión por la lectura lo acompañará
siempre.
Pero comenzaba otro día de trabajo. Sus años de experiencia le permiten estar sereno
para dar una mano a los compañeros nuevos. Para él era fundamental la responsabilidad
frente al trabajo, porque allí se establecía la relación diaria con sus compañeros y una
actitud correcta era la de transmitir sin egoísmos el conocimiento acumulado del oficio.
Esa predisposición docente será constante e irá del trabajo concreto, al sindicalismo y la
política. A Tosco le encantaba aprender, y leía mucho, pero mas que nada aprendía
enseñando.
Cuando todos toman licencias gremiales, el Gringo lo hizo solo por obligación y no por
mucho tiempo. Las programaba con sus compañeros y eso que era el secretario general
adjunto de la CGT regional Córdoba. Trabajó en Villa Revol hasta el momento en que
tuvo que pasar a la clandestinidad fruto de la persecución de las tres A. Para él un
dirigente sindical tiene que ser, antes que nada, el mejor trabajador y el mejor
compañero.
La jornada de trabajo culmina a la una y media. Una marea de mamelucos azules
sale a la calle y entre ella se destaca un rubión por su altura. Anhela ir a su casa para
almorzar con la familia y dormir luego una pequeña siesta, pero sabe que cuando la cosa
1
Este artículo es la versión completa del que fuera publicado en la revista En la senda del Che
número 4, bajo el título de “Los que luchan y los que se entregan”.
está complicada no podrá hacerlo. De ser así, sus pasos irán directo al sindicato o la
CGT regional para continuar trabajando con la gente. Sea como sea, el resto del día
siempre lo encuentra allí o recorriendo la ciudad, visitando a los compañeros en su lugar
de trabajo.

Pero atención!: se está construyendo algo nuevo y esto arranca desde abajo. Vemos
bien claro que este gran dirigente no se ha hecho mientras tomaba decisiones razonables
en cómodas oficinas con aire acondicionado. El compañero se hace dirigente cuando se
hace mejor compañero, no cuando es otra cosa distinta. Cuando el sindicato se
transforma en una institución ajena, manejada por los “favorcitos”; cuando el delegado
no delega sino que manda, estamos frente a aquello que la generación de Tosco
comenzaba a destruir.
Recurrimos entonces a sus palabras para que nos aclare un poco los tantos. “Hay dos
tipos, al menos de sindicalismo. Uno el sindicalismo que denominamos
participacionista o adaptacionista, que se mueve en forma dependiente y referencial al
sistema. El que es de naturaleza eminentemente reactiva y que condiciona todos sus
actos según lo obliga la estructura del sistema y las medidas de los regenteadores del
poder. Es el que espera que crezca el costo del nivel de vida para pedir aumento de
salarios y que termina conformándose en la práctica con el aumento de salarios que la
Secretaría de Trabajo autoriza. El otro, es el sindicalismo de liberación, que ha
comprendido que debe ser un factor en la lucha por la liberación nacional. Es el que
atiende tanto a la defensa de los derechos y reivindicaciones de carácter inmediato de
los compañeros y que plantea la lucha contra el imperialismo internacional del dinero,
en su manifestación concreta de monopolios de la producción, de la distribución, de los
servicios, de las finanzas internacionales. Es el sindicalismo que asume una misión y
una responsabilidad global, social y nacional. Que plantea la transformación
revolucionaria de las estructuras y que reclama en lo inmediato que los grandes medios
de producción y las palancas fundamentales de la economía sean de propiedad estatal
-social y no privada-“(LFD). Todo nos aparece un poco mas transparente. ¿Cuándo
vamos a mejorar nuestra calidad de vida si los magros aumentos se los lleva la
inflación?
Pensemos ahora en la cantidad de compañeros que han salido al paro últimamente y
pongámosle el mote que corresponda a cada dirigente: cuando los docentes neuquinos
perdieron al compañero Fuentealba respondieron inmediatamente, pero la solidaridad de
CTERA se hizo esperar y solo llegó un mensaje al lado de un ministro del gobierno
nacional; en estos días conductores de camiones, de colectivos y de taxis se
manifestaron y recibieron una brutal respuesta de la policía federal, pero al exigir un
paro en repudio los sindicalistas le pidieron que se calmen; el sindicato UPCN de La
Plata, ha entrado y salido de un conflicto luego de reacomodar fichas en la nueva
administración, dejando a un lado los reclamos de los estatales; la regional Capital
Federal de UPCN ya firmó uno de los primeros acuerdos marco asegurando nada de
reclamos al gobierno nacional. Pero estos últimos años venimos viendo crecer el
protagonismo de nuevas generaciones de trabajadores artos de ser despreciados por los
sindicatos burocráticos. Así lo podemos ver en los sindicatos docentes AdoSaC, ATEN,
el SUTEBA de Bahía Blanca y La Plata etc.; y en las ramas industriales a Terrabusi-
Kraft, TVB (ex Jabón Federal), a FATE, a Maffisa, etc.; a los portuarios marplatenses;
etc. Tenemos que seguir con atención todos estos procesos para ir aprendiendo de la
experiencia de nuestra clase trabajadora. Tenemos que prestar mucha atención, hasta
convencernos de que es posible un sindicalismo combativo.
En todos los casos son las bases las que deciden, como protagonista de la vida y de la
producción, los objetivos de su organización. Sin nosotros este mundo no funciona, ¿por
qué debe funcionar sobre nuestras espaldas? Tosco nos dice: “nosotros conceptuamos al
movimiento obrero como una practica eminentemente democrática, como una
democracia que surge de las bases. Sostenemos que todo compañero que es
representante de una organización obrera debe mirar más hacia las bases que hacia la
cúspide. Más hacia el contenido de lo que reclaman los trabajadores, los sectores
populares, que a las formalidades” (Así 16/02/1973).
Un sindicato democrático no se erige en pequeñas asambleas manijeadas donde pesa la
mirada del burócrata que puede decidir sobre nuestro trabajo. La democracia sindical
pasa por las asambleas de cada sector y las generales, por el cuerpo de delegados. Nada
puede sustituirlos porque son los únicos órganos soberanos. Por eso el delegado tiene
una tarea fundamental, ya que es el encargado de hacer visible todo esto en cada rincón
de la fábrica, el taller o las oficinas. Una vez elegido el delegado, pasa a ser la voz de
todos, el que transporta las ideas y las palabras de todos, él ya no es más él, él es todos
los compañeros que lo eligieron para que lleve la voz del conjunto, y por eso debe
cumplir con el mandato de sus iguales.
Tosco tenía una idea bien clara: los trabajadores somos una clase y por ello debemos
obrar siempre en forma colectiva. Por eso al hablar lo hacia siempre en plural: “todo lo
que le digo no es exclusivo, ni personal; se trata de algo compartido por todos los
compañeros. Por otra parte, yo no represento a una persona, sino la posición colectiva
de todos mis compañeros” (R7D. 12/2/73).
Señaló con total claridad que el reclamo solamente económico estaba hecho a la medida
de los explotadores. Por eso los burócratas dan diez mil vueltas para que el tema no
salga del salario y para que el movimiento obrero sea apolítico. Lo que no quiere decir
que la política sindical deba ser partidaria, nada más lejano a ello. Entre los trabajadores
conviven y existen distintas expresiones, identidades, creencias y pensamientos
políticos. Tosco y sus compañeros, expresaban esa diversidad pero los unía la ética, el
respeto a las decisiones de conjunto, el estricto manejo de los fondos del sindicato y la
convicción de que la lucha de los trabajadores se une con la construcción de una nueva
sociedad, la sociedad socialista, la del hombre socialista.
En el Plenario de las Bases de 1974 realizado en Córdoba con el fuerte impulso del
PRT, Tosco se dirigirá a miles de trabajadores: “nosotros tenemos que tener claridad en
esta lucha que está planteada, fundamentalmente, en la política del imperialismo y
subsidiariamente en la política de las clases explotadoras. Entonces nuestra tarea
fundamental, puede sí, estar en una discusión teórica, en el enfoque de la coyuntura
histórica, etc., pero el centro de la cuestión está en lograr la UNIDAD. La Unidad en la
acción. La Unidad en la lucha. Y si no es posible la Unidad Orgánica, al menos la
COORDINACIÓN ORGÁNICA DE TODOS LOS SECTORES, DE TODOS LOS
NUCLEAMIENTOS, DE LAS REGIONALES DEL MOVIMIENTO OBRERO, para
estar dispuestos a enfrentar con decisión y tener posibilidades ciertas de derrotar a lo
más crudo de la reacción (...) No es sólo por luchar, por pelear a lo boxeador –digamos
así- que vamos a llevar adelante esta política, sino que esta lucha tiene un sentido y
tiene un objetivo. El objetivo inmediato de la reivindicación de los derechos de los
trabajadores. (...) Es a partir de las reivindicaciones inmediatas, que hacen al nivel de
vida, que hacen al salario, que hacen a la ocupación, que hacen a la situación de la
vivienda, de la salud, de la educación, que hacen a las largas colas de los jubilados y
pensionados, donde nosotros debemos demostrar que este sistema ha caducado y que no
puede darnos ningún tipo de solución y que es en otro sistema donde habrá educación,
vivienda y salud para todos, trabajo para todos, decoroso nivel de vida para todos”
(MSB. 24/8/74).

Su tiempo y el nuestro
La terca esperanza de este luchador incansable, lo llevó una y mil veces a tomar grandes
responsabilidades en la lucha de nuestro pueblo. Condujo el sindicato de Luz y Fuerza
desde 1953 y al año siguiente es elegido secretario gremial del secretariado nacional de
la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLYF). Eran los últimos
años del gobierno de Perón y el Gringo fue uno de los tantos laburantes que miraba con
simpatía las reformas promovidas: “el Estatuto del Peón, el derecho a discutir
convenciones de trabajo, una serie de beneficios que obtuvimos los trabajadores y hasta
la redistribución de la renta nacional (fundamentalmente en la primera presidencia)
fueron reivindicaciones importantes. Luego en 1954 y 1955, adoptamos una actitud
crítica hacia el peronismo” (R7D. 12/2/73). Sucede que por entonces el gobierno dará
lugar a las exigencias de los empresarios que, para aumentar la productividad,
necesitaban terminar con muchas conquistas de los trabajadores; además, se venía
acentuando la extranjerización de la economía, particularmente en el área del petróleo.
Su postura independiente le costará el enfrentamiento con la CGT dirigida desde el
gobierno.
El 16 de junio de 1955 la Fuerza Aérea Argentina dará muerte a cerca de 400 personas
en Plaza de Mayo. El escenario político se cubrirá de luto y el general saldrá a repudiar
las respuestas populares a semejante crimen. El golpe gorila solo será realmente
enfrentado por la clase trabajadora. Tosco participa activamente de la Resistencia, a
pesar de las numerosas detenciones que debe sufrir y la inhabilitación para ejercer
cargos gremiales.
Si bien su figura tomará un protagonismo nacional a partir de las insurrecciones
populares de 1969, el Gringo fue parte de esa generación de trabajadores que se fueron
preparando, rumiando la rabia durante largos años, para dar una gran batalla, al punto de
poner en jaque la dominación de los ricos. El Cordobazo lo encontrará en la primera fila
de combate. “Nuestro sindicato, y yo era el delegado en el plenario de gremios – dice
Tosco-, fue el que hizo la moción, la proposición del paro activo para el 29 de mayo de
1969 (...) El Cordobazo es la expresión militante, del más alto nivel cuantitativo y
cualitativo de la toma de conciencia de un pueblo, en relación a que se encuentra
oprimido y a que quiere liberarse para construir una vida mejor, porque sabe que puede
vivirla y se lo impiden quienes especulan y se benefician con su postergación y su
frustración de todos los días (...) Muchas veces se habló de que hubo espontaneísmo en
el Cordobazo. Nosotros no estamos de acuerdo. Decimos que no hubo espontaneísmo
salvo en lo que rodeó a lo esencial, a lo organizado, a lo programado del Cordobazo.
Hubo espontaneidad en la adhesión de la gente, en la militancia de la gente, en la
solidaridad del pueblo con los obreros y los estudiantes” (RE. 6/70).
La inagotable voluntad del pueblo para terminal con el autoritarismo de los empresarios,
terminó con los militares en el gobierno que en 1973 tuvieron que llamar a Perón para
que les salve las papas. Las elecciones fueron una verdadera fiesta que hoy nos sería
difícil de imaginar. Pero muchos acontecimientos cortarán esa música: Ezeiza, las tres
A, las intervenciones en las provincias gobernadas por la tendencia revolucionaria, y la
clara demostración de las implicancias del Pacto Social.
Cuando esta revista esté circulando por las calles, será próxima la asunción de Cristina
Fernández a la presidencia de la nación. Parece cierto, nuevamente, que como dijera
Marx la historia se realiza primero como tragedia y se repite luego como farsa: la
senadora por la provincia de Buenos Aires que se votó a sí misma en Santa Cruz en las
últimas elecciones insistirá en una política que benefició sólo a las minorías.
Agustín Tosco fue uno de los grandes opositores a aquel supuesto acuerdo. Así nos
señala que “a las promesas de una plena participación popular, de un protagonismo
activo y militante de la clase obrera y las masas populares en el proceso económico y
social, se opuso una denominada Acta de Compromiso Nacional llamada “Pacto
Social”, firmado sin otro conocimiento e intervención que la de los burócratas sindicales
y las patronales de la Confederación General Económica. Este instrumento ha anulado,
por lo menos hasta junio de 1975, la discusión de los convenios y ha congelado los
salarios por igual término” (EM. 31/1/74). Esto se hacía en un contexto inflacionario y
luego de haber sancionado una serie de leyes que marcaban la cancha: la Ley de
Racionalización y Prescindibilidad, que facilitaba el despido de los trabajadores; la Ley
de Asociaciones Profesionales, que daba mayor poder a la CGT y facilitaba las
intervenciones a las regionales disidentes; la política de arbitraje obligatorio que elimina
el derecho constitucional a huelga.
El pasado nos recuerda a la actualidad: en octubre se eliminó la doble indemnización,
reduciendo los costos patronales y alentando la eliminación de puestos de trabajo; a
mediados de noviembre se legalizó el trabajo infantil permitiendo la contratación de
menores de 16 años; continúa la inflación y ya no nos creemos los números, sólo
sabemos que se acaban de permitir los aumentos de tarifas eléctricas, del gas, las naftas
y de la medicina pre-paga, y pelean por lo mismo los taxistas y las empresas de trenes y
colectivos; ADECUA ya denuncia 25% de aumentos para la canasta navideña (I-b.
21/11/2007).
Antes de las elecciones la gran burguesía con intereses en el país (tanto la local como la
regional, particularmente mexicana y brasilera) respondió al llamado del Gobierno a
conformar una gran concertación social para el mantenimiento del actual esquema
general de políticas económicas. El alineamiento se manifestó en los millonarios
programas de inversión a mediano plazo, anunciados el mes previo a las presidenciales.
(C. 4/9; P12. 5/9; LN. 6/9).
En lo que sería el primer ensayo de “Pacto Social”, el gobierno de Kirchner ha
comenzado el dialogo con Aerolíneas Argentinas y los siete sindicatos aeronáuticos.
Hasta ahora se “acordó un borrador -el tercero, en rigor- que establece ‘crear un marco
de armonía, paz social y estabilidad laboral por un término de 5 años’”. El mismo
agrega que la intención es "generar condiciones de previsibilidad y seguridad jurídica".
Jorge Molina, director de asuntos públicos de Aerolíneas Argentinas, aseguró que la
empresa tiene intenciones de invertir 4000 millones de dólares, pero que "para esto se
necesitan la previsibilidad y el pacto social", porque sucede que "no se puede invertir si
los vuelos salen atrasados, si no salen o si los gremios reinciden en paros"
(LN.18/11/2007). El Gringo ahora se pone firme y más claro: esto no es otra cosa que
“la subordinación del movimiento obrero a los planes de la burguesía” (MSB. 24/8/74).
Entonces no debe sorprendernos que la mayoría de los participantes de último Coloquio
del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina, un poderoso centro del
pensamiento de la gran burguesía local (que cobró unos insignificantes 4500 pesos para
ingresar y beber una copa de champagne), tuvieran una “buena receptibilidad de la
propuesta llevada por la presidenta electa Cristina Fernández, de llevar a cabo un pacto
social” (Hoy. 9/11/2007).
No hay sorpresa para este gran admirador del Che que pensaba como el Che: “en ningún
país dependiente tiene la burguesía, su burguesía nacional, la posibilidad de
desarrollarse, de desarrollar el capitalismo. En la época del imperialismo, los grandes
monopolios o las sociedades multinacionales como se las denomina, son los que marcan
el ritmo de la economía de los países dependientes y ese ritmo de la economía es
evidente que continuará siendo dependiente. Nosotros no creemos que la política de la
liberación pase por la política de la sustitución de los monopolios. Si bien hay
contradicciones interburguesas, intermonopolistas, interimperialistas, hay a su vez un
entrelazamiento que es el que va a condicionar permanentemente nuestra economía”
(LFD).
Obviamente desde los balcones de la Casa Rosada solo escucharemos expresiones de
paz y armonía, pero confiemos mejor en las palabras de un compañero como Tosco, que
vio caer estos castillos de arena ante las incontables columnas de obreros en julio de
1975, como contáramos en En la Senda... número 2. Por ese entonces ya estaba muy
enfermo y pasará sus últimos días en una casa de campo al lado de su medico de
cabecera ¿? y otros compañeros.
Nuestros tiempos son distintos. Comenzamos una nueva acumulación de fuerzas desde
el 2001, pero debemos decir junto a nuestro compañero que “sabemos que el camino es
largo y lo recorremos con perseverancia, porque somos concientes de que es inexorable
e irreversible. Los padecimientos, sufrimientos, cárceles y la sangre de tantos
compañeros son parte del camino. Nosotros corremos los mismos riesgos, pero vamos a
llegar” (LFD).

Referencias
P. Panorama
Así. Revista Así
R7D. Revista 7 Días
MSB. Movimiento Sindical de Bases. Plenario de las Bases
RE. Revista Enfoque
EM. El Mundo
C. Clarín
P/12. Pagina 12
LN. La Nación
Hoy. Diario Hoy
I-b. Infobae
LFD. La Fogata Digital – www.lafogata.org

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