Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Políticas Educativas
Martín Sánchez Reyes, Pedro Botero Aristizábal
Universidad Eafit, Colombia
msanchezr@eafit.edu.co
pboteroa@eafit.edu.co
I. Introducción
En el sistema educativo interactúan agentes diversos. En él se juntan actores estatales y dinámicas
de mercado. Las políticas públicas, así como también el marco legal para los proyectos privados de
servicios educativos, definen las posibles formas que este sistema para evolucionar. Si hablamos del
caso colombiano, estas decisiones que lo afectan y lo han llevado a su situación actual, obedecen
tanto a la práctica global, como a contextos locales. La premisa de la necesidad de evolucionar las
prácticas educativas se ha hecho cada vez más fuerte, agravada recientemente por una pandemia
global. La intención de este trabajo es utilizar la dinámica de sistemas para ponderar las posibles
alternativas que pueden dar paso a dicho avance. En la etapa de la investigación inicial, hemos
separado el análisis en tres niveles distintos que en conjunto determinan el comportamiento de todo
el problema. Estos niveles de análisis son la administración de instituciones públicas, el entorno de
la educación como una interacción de mercado y, por último, en el nivel más pequeño, ubicamos la
dinámica pedagógica, donde se da la interacción más importante: cómo aprende el estudiante y
donde está centrada la innovación educativa.
II. Contextualización del Problema
Teniendo en cuenta la importancia de una educación de calidad y sus consecuencias directas como
la movilidad social, el mejoramiento del entorno en el que se puede impartir y las decisiones para
este fin, merecen un cuidado exhaustivo.
Las reformas más relevantes hoy día en el sistema público empezaron en el 2002 [8], cuando se
empezaron políticas de reestructuración y estandarización. A medida que se fueron estandarizando
las formas de enseñanza, se desarrollaron, paralelamente, criterios para medir su desempeño. Como
menciona Sterling en [4] cuando aparecen señales de alerta en estas medidas, se ejercen presiones
para tomar acciones correctivas, pero, o los parámetros como la deserción, las calificaciones o la
precariedad de los maestros no mejoran, o se termina observando que los criterios para medir estos
parámetros no fueron adecuados para superar el problema. En resumen, la toma de decisiones
termina siendo contraproducente por no contar con criterios de fondo para diseñar la política
pública.
Tenemos aquí un caso arquetípico del análisis de sistemas: las soluciones que fallan. También, en el
caso de la enseñanza de matemáticas, al haber dificultades de elevar la calidad de las medidas de
aprendizaje, se da una situación de erosión de metas, donde se reducen las aspiraciones de
contenido y profundidad de los temas, resultando en una menor calidad de la oferta educativa.
Citando al mismo artículo anterior, en relación al uso de la dinámica de sistemas para enfrentar este
problema: “Applying this tool to educational policy analysis offers insights into the hidden
dynamics of the current system, and can be an invaluable tool in designing future scenarios” [4].
De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) una política
pública es una solución específica que emerge para manejar de mejor manera asuntos públicos
como lo son la salud pública, la seguridad ciudadana y la educación, junto con muchos otros. Desde
hace años se viene estudiando un problema fundamental que es el cómo brindar una educación de
calidad de manera tal que la mayor cantidad posible de la población puede acceder a ella y no
existan inconvenientes en un futuro que aumenten la deserción estudiantil.
A nivel nacional, la deserción es uno de los principales problemas del sector educativo. De acuerdo
a la fundación United Way Colombia, de cada 100 niños que empiezan a estudiar solo 44 logran
graduarse. Otro problema en el sector educativo al que se enfrenta el país es la calidad de educación
que se brinda comparada con la de otros países. Ya que de acuerdo a varias pruebas internacionales
tales como las pruebas Pisa, Colombia se encuentra aún muy por debajo en cuanto al nivel de
educación que ofrece. Dando un ejemplo de esto, el año pasado, Colombia obtuvo la peor
calificación en las pruebas Pisa de los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE).
III. Hipótesis y diagramas causales
El caso colombiano presenta más complicaciones que en casi cualquier otro país latinoamericano: la
división urbano- rural tan marcada, la población juvenil víctima del conflicto armado, pasando por
que el éxito de cualquier esfuerzo para la educación de población vulnerable en edades mayores,
depende de los planes para la atención de necesidades básicas en primera infancia. Por la
complejidad de la situación a modelar, además de obviar los casos mencionados y centrarnos en la
educación primaria y secundaria, tenemos que tener en consideración tres grandes niveles en donde
se puede observar un comportamiento sistémico con consecuencias en el problema total. En esta
etapa de investigación, todavía no hemos logrado definir un modelo unificado, ni determinar cuál de
los tres enfoques será el determinante en el proceso posterior de la simulación, pues dependerá de la
disponibilidad de datos y facilidad de formalizar en mayor o menor medida las estructuras causales
que hemos observado.
Por esto realizamos un diagrama para los dos niveles mayores, el diagrama de administración
estatal y el diagrama de la situación de merado. Empezando por el diagrama de las políticas e
instituciones estatales, tenemos que tener en cuenta el contexto social en el que se realiza y
entenderlo, junto con la infraestructura estatal como un sistema en sí mismo. Como en los demás
niveles, ha sido necesaria la revisión de literatura para contar con un diagnóstico más cercano de la
situación actual. Según Quintana Torres [7] las normas propuestas en el marco de políticas públicas
desconocen contextos específicos y generan tensión entre dichos contextos y el cumplimiento de
objetivos, y expone: “(…) la calidad educativa aparece en el escenario sin una clara
conceptualización y causa fricción entre las realidades de las escuelas que gestionan expectativas y
necesidades frente a los deseos del discurso oficial”. Es decir, tanto el contexto social, como las
metas asumidas al pertenecer a sistemas de evaluación como las pruebas PISA o a organizaciones
como la OCDE definen las políticas para mejorar los indicadores de movilidad social y resultados
académicos. Tratando de ser exhaustivos consideramos las siguientes variables: como variable
central en el modelo está la deserción de estudiantes que dejan sus estudios y abandonan su proceso
académico, lo que termina afectando la cobertura real que tiene el sistema en proporción a la
población en edad de pertenecer a éste. En relación a la demanda actual que tiene el sistema
educativo y sus instituciones, consideramos la variable de necesidad de cobertura. La presión por
resultados es la otra herramienta de decisión, adicional a la inversión estatal, que tiene el estado
para influir sobre el entorno. Dicha presión, como indica Torres en [7] se hace por medio de la
“gestión escolar”, exigiendo a los estudiantes y por ende a las instituciones y maestros, un mayor
rendimiento en las medidas estandarizadas. Para los objetivos del modelo, la correlación entre la
presión académica, frustración estudiantil y presión docente se hace con la causalidad del diagrama
en la Figura 1.
Para este nivel de análisis, la manera más coherente de establecer un horizonte de tiempo sería en el
análisis de los datos desde aproximadamente 2010, cuando se pueden evidenciar los procesos
completos de cambio que produjeron las políticas públicas que empezaron en el 2002, como
también, si se toma este enfoque para la simulación, tiene sentido pretender abracar un mismo
espacio de tiempo a futuro.
[4] J. Sterling Groff. “Dynamic systems modeling in educational system design & policy”. New
Approahcesin educational research, vol. 2, no 2, pp. 72-81. 2013. Disponible en:
https://files.eric.ed.gov/fulltext/EJ1128221.pdf