Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I. El Re-uso
En la historia del arte, la re-utilización constituye, quizás, la práctica más persistente y
diversificada en lo que toca a la fabricación de imágenes. El cine no ha cesado de indagar e
intensificar estas dos formas:
1. el re-uso intertextual, es decir, un re-uso (“del espíritu”) donde la obra inicial es imitada en su
totalidad o en algún aspecto (motivo, patrón, historia). Tanto en “Viaje a la Luna” (1909) donde
Segundo de Chomon reconstruye plano a plano el de Méliès (1902) como en “Psycho” (1999)
donde Gus Van Sant tras cuatro décadas de variaciones iconográficas, retorna a un estado
supuestamente literal del film de Hitchcock (1960), el cine ha demostrado su capacidad inventiva
para las formas intertextuales y su historia aún está por establecerse. En este sentido, algunos
proceden a partir de los prototipos principales del cuerpo hitchcokiano: Van Sant trabaja como si
removiera capas de barniz y tratara de algún modo de llegar a un estado amorfo del re-uso,
siempre en el mismo lugar. Brian de Palma se interroga por lo latente (de un modo intensivo: por
encontrar la imagen oculta, así la película se convierte en un examen en infrarrojo) o por el
despliegue (en un modo extensivo: desarrollar todas las imágenes posibles, restituir el espectro de
significaciones, desde el infrarrojo al ultravioleta).
2. El Reciclaje o la re-utilización en sí, es el re-trabajo de la cosa misma, aquí el cine fue imponiendo
ciertas formas fijas e inaugurando algunas otras.
2. Uso crítico
El más difundido, consiste en tomar imágenes de la industria o imágenes familiares privadas para
introducir un desvío o incluso una destrucción, muchas veces, violenta. En 1969, Jonas Mekas
anuncia la generalización de ese procedimiento: “Apuesto a que toda la producción de Hollywood de
los últimos ochenta años puede convertirse en mero material para futuros cineastas."
Se trabajaron varias soluciones formales:
2.1 la Anamnesis
Se trata de recoger y añadir imágenes de una misma naturaleza para hacerlas significar, no tanto
una cosa distinta de lo que dicen, sino más exactamente aquello que ellas muestran y que no
queremos ver. Es el caso por ejemplo de "Crossing the Great Sagrada" (Adrian Brunel, 1924),
explicitando sobre el modo burlesco ideológico colonialista que informa las películas de
exploración, o la "l'Histoire du soldat inconnu", (Henri Storck, 1931), remontando las imágenes de
actualidades de 1928-29 para denunciar la hipocresía de los discursos políticos. Hoy en día, el
video "Va te faire enculer" de Yves-Marie Mahé (1999), por medio de la contaminación con
películas pornográficas, desentierra la obscenidad y lo vil que reina en las imágenes de violencia
universalmente reconocidas ("Le Parrain", "Grease", "The Longest Yard" (Golpe Bajo) de Robert
Aldrich), empresa que Kirk Tougas no ha podido llevar totalmente a cabo confrontando series de
televisión con el exterminio nazi en “Letter from Vancouver” (1973).
Más que la de de Arthur Lipsett, es la obra de Bruce Conner la que se revela ejemplar a este
respecto: en cada uno de los minutos de “A Movie” (1958), "Cosmic Ray" (1961) o
"Report" (1963-67) pasa todo el espíritu de una época, es decir, los efectos de "contradicción (“A
Movie") o de suspenso ("Report”) en los cuales se apoya una civilización.
2.4 El Ready-Made
Técnicamente diferente y sin embargo, semejante en sus polémicos resultados, el ready-made
desplaza totalmente el sentido sin tocar el objeto. Así como hay un Duchamp en la historia del
arte, también existen en la historia del cine los ready-made puros, tales como "Perfect Film" de
Ken Jacobs (1986), "Bad Burns" de Paul Sharits (Montaje de las caídas de su Third Degree) o las
"Profondeurs mystérieuses: chutes (dans les)" de Claudine Kaufmann (1998), el empleo por
elección de una copia magníficamente estropeada de la película de Pabst; y de los ready-made
arreglados, como los del precursor Maurice Lemaître ("Caídas" y “Une ouvre”, ambos de 1968),
Dominique Païni ("Ruines arrangées” 1984) o, Émeric de Lastens ("Terre Adélie", 1999). En todos
los casos, el acto creador consiste en metamorfosear un desecho industrial (fragmentos, copias
dañadas, caídas, residuos de cera, incluso películas de actualidades como en el caso de Ken
Jacobs) en obra arte, según el principio de inversión puesto en práctica por Isidore Isou en su
“Traité de bave et d'éternité” (Tratado de la baba y de la eternidad, 1951). “Prisme” de Stéfani de
Loppinot procede en forma contraria a esta tradición atacando “Le Mépris” (El Desprecio): pero en
este Prisme, el ataque de la secuencia de fragmentos de la película de Godard, no se trata de
ningún modo de un gesto iconoclasta, sino más bien de un gesto a favor de los anagramas
duchampianos (prisma/desprecio) (en francés: prisme/mépris), de revivir las imágenes
plásticamente, imágenes en lo sucesivo acechadas por la petrificación académica (así
comprendidas debido al destino que Godard les ha reservado en sus “Histoires du cinéma”, y a
pesar de lo que él mismo había inventado en "Soft and Hard"). Gracias al Prisme de Stéfani de
Loppinot, las estatuas recuperan la capacidad de moverse, los planos se arremolinan, la belleza
es difractada y comienza nuevamente a irradiar, el monumento histórico vuelve a ser cinético.
Además de su encanto visual, Prisme adquiere importancia porque introduce en la historia de la
recepción el registro de los elementos que se recogen en el momento mismo de encontrar el
metraje (footage). Este desafío sólo había sido logrado antes por las películas de Ken Jacobs,
"The Georgetown Loop" y "Disoriented Express” (1995), en las que los balanceos y los desvíos
permitían evocar la sensación de extrañeza experimentada por los espectadores contemporáneos
de estas películas de los primeros tiempos ante la vista de paisajes devorados tanto por el
ferrocarril como por el cine, considerado como la conquista visual del mundo.
3. Uso estructural
La película "The Politics of Perception" obedece a uno de los principios elementales del cine
estructural: elaborar una película, no a partir de una imagen o a partir de un motivo, sino a partir de
una propuesta, o de un protocolo, que interpela de modo reflexivo al cine mismo. La indiferencia
(totalmente relativa) hacia el motivo se ajusta muy bien con el found footage, en la medida en que lo
constituye como prueba concreta.
4. Uso materialista
Patrice Kirchhofer, Cécile Fontaine, Carl Brown, Jürgen Reble, hoy día Martha Colburn ("I'm Gonna")
o David Matarasso, se han lanzado a explorar intensamente las propiedades sumamente
particulares de la película como materia. Sobre su obra, cuatro grandes posibilidades se despliegan
naturalmente:
• considerar la química de la emulsión (Patrice Kirchhofer, Schmelzdahin, Carl Brown, (cuyas
búsquedas acerca de la transformación química del celuloide han sido prefiguradas por un plan
visionario de “Rien que les heures” de Alberto Cavalcanti en 1927).
• o descomponer el fotograma en sus capas o sub-capas , con un trabajo de mosaico donde el
“Dellamorte Dellamorte Dellamore” de David Matarasso (2000) representa un resultado plástico
que hace de cada fotograma una obra en sí misma. En la intersección de estas dos tendencias, la
obra de Cécile Fontaine utiliza todas los recursos posibles de décollage y remontaje y no para de
probar la naturaleza fértil de su material que ante tales artistas, tiene la apariencia de reducirse a
un simple soporte de inscripción o registro.
• En “Standard Gauge" (1984), Morgan Fisher presenta un tratado de formato singular: aquí, el 35
mm, en el que la película, sobre un fondo de fragmentos recolectados por el autor, nos cuenta la
historia técnica, las características, la diversidad (netamente cromática) y determinadas
extrañezas conmovedoras, como los subtítulos mal pegados. Toda obra basada en la refilmación,
que consiste en el desajuste como "Happy End" de Peter Tscherkassky (1996) o sobre la textura
como "À propos de la Grèce” de Gérard Courant (1983-85, quien no logra ponerse a tiro, sin
embargo, con el found footage), reexamina la naturaleza del formato de las imágenes; en
“Standard Gauge”, himno al 35 mm, o trazado también de una precisión histórica absolutamente
sin parangón.
• De un modo extremadamente sutil, Teresa Faucon se lanza a examinar con una visión
micrométrica, personal y concreta, el montaje (raccord) mismo. Con "Homage Two Tinguely To
Tinguely Too" (1999), inaugura una serie en la que el motivo es el arquetipo femenino y el
problema es el del grado o cantidad de raccord cinematográfico. Como anuncian los títulos
cascabeleantes de su primera película, a partir de una secuencia de un terremoto en "One Million
Years B.C.", Teresa Faucon opera una repetición delicada de cambios de plano que terminan por
hacer vibrar no solo los motivos (como en la película inicial) sino los raccords, exacerbados en sus
propiedad de fractura y de resonancias: que hasta entonces habían permanecido perfectamente
invisibles en la película de origen, se fusionan con la apariencia del sismo en la tranquilidad
mimética de la analogía, lo que hace bien, en efecto, es el acontecimiento más importante
introducido por el cine en la historia de la representación figurativa. El cine es réplica absoluta:
refleja las cosas, contesta al mundo, pero también un sentido sísmico de un temblor objetivo
permanente y de un posible desorden latente de los fenómenos.
5. Uso analítico
En base al modelo de una investigación científica pero capaz de derramar, invadir o de subvertir toda
racionalidad, algunos autores han elegido un objeto o un hecho fílmico y se han consagrado a
estudiarlo de manera profunda. Según los medios utilizados, existen al menos cuatro vías para
afrontar este estudio visual.
5.1 El comentario
Consiste en una solución radical por su simplicidad, éste ha sido llevado a cabo por Maurice
Lemaître en “Erich Von Stroheim” (1979). Maurice Lemaître se consiguió una copia de "Foolish
Wives" y le añadió una banda sonora donde describe su admiración por Stroheim como autor y
como actor. En un gesto inusual de respeto y de amor, Maurice Lemaître no interviene más que
progresivamente y muy poco en la película, como si, más que los desvíos y las transformaciones,
buscara alardear del estado revolucionario y creador de las imágenes su misma claridad. Tanto la
industria como el comercio no paran de reducir y degradar la obra de Stroheim, y de comprimirlo
cuantitativamente (las 42 bobinas iniciales de “Greed” (Codicia), que hubieran hecho de la película
una obra maestra experimental), el homenaje de Maurice Lemaître apunta a los valores de la
integralidad y de la integridad.
Podrán encontrar un montaje sublime de este conjunto de métodos, usos y efectos aquí
observados en “Outer Space” de Peter Tscherkassky (1999). Pero la primera síntesis monumental
fue efectuada por Ken Jacobs con “Tom Tom the Piper's son”. Poema elegíaco, “Tom Tom”
procede por una sutil fragmentación, al mismo tiempo que por motivos privilegiados y también por
detalles admirablemente arbitrarios, búsqueda crítica integral, durante su trayectoria, revela
también las faltas y los errores de rodaje (miradas-a-cámara, decorados en cartón moldeado); del
ready-made, retiene el principio de montar dos veces, tal cual, la película original, la segunda
repetición estando totalmente re-informada por el trabajo realizado; del cine estructural, retiene el
principio fundamental, realizar una película sumamente reflexiva a partir de los datos
cinematográficos puros. Hace una contribución de peso al materialismo, no sólo gracias al trabajo
realizado sobre las formas del movimiento y sobre el grano, sino también gracias a la
investigación sobre este fenómeno – que a pesar de ser consustancial al cine se ve
irremediablemente rechazado– la no fijeza de la imagen; y proporciona el análisis de películas
más elaborado hasta ahora. “Tom Tom” es un modelo teórico, un laboratorio plástico y una
caverna de las maravillas.
Tengamos en cuenta por fin que varias películas importantes, que nos faltarían para renovar la
reflexión en materia de found footage, hasta ahora desaparecieron: "Photogénie mécanique" de Jean
Grémillon (1925), montaje selectivo por Grémillon de sus propias películas documentales sobre los
objetos industriales en una perspectiva de investigación plástica; "le Monde en parade" de Eugen
Deslaw (hacia 1930), montaje sonoro de actualidades; o “Que Viva México” de 1950, montaje de la
película de Eisenstein por Kenneth Anger a petición de Henri Langlois.
Nicole Brenez.
Traducción: Eva Noriega 2010.