HISTORIA DE LA ARQUITECTURA VII LUISEL GARCIA JASSO
14 DE SEPTIEMBRE DEL 2020
2.6 LA ARQUITECTURA DEL CONCEPTO Y LA FORMA.
A la par de la arquitectura que estaba en contra del “Movimiento moderno”, se
desarrollaron otras vertientes a favor, incluso, tratando de llevar los preceptos anteriores a las máximas consecuencias de la abstracción posible. Los principales teóricos y arquitectos de este movimiento fueron: Peter Eisenman y John Hejduk; ambos comulgaban con la idea de traer al lenguaje arquitectónico los elementos propios del arte conceptual, alejándose de la representación tradicional de la arquitectura (plantas, cortes, alzados), y buscaron crear nuevos esquemas a partir de las formas más puras y simples para la construcción. En el caso de Eisenman, reflexiono acerca de la sintaxis formalista del Movimiento moderno, reinterpretándola a una arquitectura de la forma misma y de la total abstracción; tal arquitectura tenía como posibilidad un corte totalmente racional y técnico, anti- natural, buscando únicamente el campo de la perfección y de la autonomía de la forma. Su teoría alentaba con cerrar la comunicación de referencias en el espectador. El edificio que se encuentra frente a él es lo único que hay, sin orientación contextual (connotativa) o simbólica. El sistema arquitectónico de Eisenman se posicionó en un grupo conocido como Five architects; tal sistema dejó por completo la semántica de la arquitectura para comprometerse puramente con la sintaxis. Para Eisenman, la sintaxis pura de la forma podría recobrar al lenguaje arquitectónico su propósito de ser mensaje puro, una obra particular, alejada de todo aquello que podría concebirse como humano o natural, pura abstracción. John Hejduk llevó la estructura de Eisenman a otras posibilidades, éste se influencio por el neoplasticismo y la necesidad de componer a partir de las formas elementales, lo más sencillo para llevar la experiencia estética de la arquitectura al plano más elemental y sencillo. Su composición principal estaba basada en la identidad geométrica y el balance de piezas, parecido al mecanismo de un reloj, pero sin ninguna ostentosidad. Ambos autores estaban de acuerdo en alejarse del contexto topográfico y tradicional para la representación. No había en sus proyecciones algún intento de mantener la tradición; al contrario, buscaban marcar una ruptura tajante con la idea de continuidad histórica, creando la concepción de una arquitectura de la atopía.