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GOBIERNO DE
EL SALVADOR
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Créditos
Portada
Carmen Saenz
Diseño y Diagramación
Celdas Estudio
Impresión
Editorial e Impresora Panamericana
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Contenido
Presentación……………………………………………………………………………...4
Introducción……………………………………………………………………………...6
Serie I.....................................................................................................................10
Aproximación a los Estudios de las Masculinidades………………………………....10
Módulo I.................................................................................................................13
Construcción Social e Identidad en la Masculinidad…………………………………14
1.1. Teoría Sexo-Género desde la Masculinidad…………………….……………14
Módulo II................................................................................................................14
Medios Socializadores de la Masculinidad……………………………………………15
2.1. La Familia, Escuela y Funciones de los Juegos y los Juguetes…….…………17
2.2. Los Medios de Comunicación y la Publicidad….……………………………22
2.3. Estereotipos, Triple Negación y Arquetipos en la Masculinidad……………27
2.4. Masculinidad o Masculinidades...……………………………………………35
Bibliografía……………………………………………………………..…………………37
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Presentación
Sirva este material didáctico del ABC de las Masculinidades, con contenido actualizado, para
iniciar procesos formativos y de sensibilización en materia de género. El curso es idóneo para iniciar
un proceso de sensibilización en materia de género y masculinidades para poder hacer reflexiones
desde lo personal hasta lo político, desde lo privado hasta lo público, y con ello visibilizar una forma
diferente de pensar, de ser y actuar del género masculino.
Para el ISDEMU, resulta importante que hombres servidores públicos que quieren formarse en
temas de igualdad sustantiva, vida libre de violencia, Derechos Humanos de las mujeres, primero
aprueben el curso ABC de las Masculinidades que les sirve de base para una mejor comprensión de
los otros cursos.
La serie 1, Aproximación a los Estudios de Masculinidades: Hace referencia a los inicios de los
estudios del tema de masculinidad en la década de los setenta; donde las reflexiones del feminismo
pusieron en tela de juicio el papel de las mujeres versus el papel de los hombres en la sociedad,
buscando así dejar de lado al hombre como representante general de la humanidad.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Esperamos que este contenido les dé respuestas a dudas e incertidumbres del ser hombre y los
lleve a tener una nueva visión del orden de la sociedad en que vivimos.
Gilda Parducci
Directora Ejecutiva
ISDEMU
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Introducción
Existen, desde el punto de vista de estudios de masculinidades, varias perspectivas desde dónde
abordar este tema, por ejemplo: “a) las conservadoras (la dominación de los varones es natural, como
también lo es su papel protector y de proveedor económico[…]; b) las profeministas1 (la masculinidad
es una creación social y es posible cambiar la actual situación de dominación); c) el movimiento de
derechos de los varones (los hombres están sujetos a injusticias legales, sociales, etc., y deben luchar
para recuperar aquello que consideran sus derechos); d) las del desarrollo espiritual o mitopoéticas;
e) las planteadas por los enfoques socialistas (la masculinidad tiene sus raíces en la estructura de
clases de la sociedad; el costo de la masculinidad es la alienación); f) las de grupos específicos (…
destaca a los varones homosexuales y los de color)”2. grupos específicos (… destaca a los varones
homosexuales y los de color)” . Por hacer mención de algunas.
1 Se refiere a hombres profeministas, es decir, aquellos que se sienten identificados con las apuestas de la teoría feminista.
2 Véase: Minello Martini, Masculinidad-es un concepto en construcción, Nueva Antropología, México, 2002.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Art. 15. “Brindar apoyo de información y formación al personal al servicio de las instituciones
del Estado para dar cumplimiento a la erradicación del sexismo en el lenguaje”. Entre otros más.
En la LEIV:
• Art. 2: “Comprende el ser libres de toda forma de discriminación, ser valoradas y educadas
libres de patrones estereotipados de comportamiento, prácticas sociales y culturales basados
en conceptos de inferioridad o subordinación”.
• Art. 17-“h”: “Desarrollo de estudios e investigaciones sobre violencia contra las mujeres a
nivel nacional (Feminicidios)”. Entre otros más.
El propósito del curso es buscar respuestas o alternativas a los contextos de violencia basada en
género para acercar la Igualdad Sustantiva en el ámbito laboral institucional primordialmente. Para
ello, con “los hombres” servidores públicos se busca:
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
• Que puedan reflexionar, valorar sobre la condición de género para poder reconocer cómo
ha sido el proceso de socialización de género y de construcción de la identidad masculina
junto a los mandatos de género, de un modelo (o modelos) de masculinidad, un modelo de
virilidad traducido en base a los estereotipos de género y patrones socioculturales cargados
de discriminaciones y violencias.
Tres referentes de este enfoque son el estadounidense Michael Kimmel, el británico Jeff Hearn
y el australiano Robert Connell. La respuesta a “desde dónde”, “por qué” y “para qué” se da por la
siguiente cita:
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
“Se trata de una perspectiva interdisciplinar aunque de solidez sociológica que cuenta con un
alto grado de reconocimiento en el mundo anglosajón y que se ha constituido en la última década
como la principal vía de estudio de la realidad genérica de los varones al asumir el legado de la
segunda ola del feminismo y sumarse a la labor de denuncia y deconstrucción intelectual de los
privilegios y desequilibrios de poder que se dan en las sociedades occidentales por razón de género.
Los facilitadores son hombres y la población destinataria de este curso, son, al mismo tiempo
hombres servidores, empleados, funcionarios públicos primordialmente, sobre todo aquellos que
administran temas de justicia.
El documento consta de tres series: en la primera, se hace una Aproximación a los Estudios
de las Masculinidades y la Construcción Social e Identidad en la Masculinidad. En la segunda,
se aborda la Masculinidad Hegemónica y sus manifestaciones. Por último, en la tercera serie, se
tiene en consideración las Masculinidades en Plural o Propuestas de Masculinidades con Igualdad y
Equidad Libres de Violencia. Estos contenidos son la base del curso ABC de las Masculinidades en
sus modalidades presencial y virtual de la Escuela de Formación para la Igualdad Sustantiva.
3 Acerca de la II ola del feminismo: En Estados Unidos las mujeres lucharon por la independencia de su país y por los derechos
humanos de quienes eran esclavos. Poco a poco las mujeres empezaron a ocuparse de cuestiones políticas y sociales. Tenían
por objetivo el derecho al voto y los derechos educativos
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Serie I
Aproximación a los Estudios de las Masculinidades
Un punto de partida se dio desde la década de los setenta, en donde las reflexiones del feminismo
pusieron en tela de juicio el papel de la mujer versus el papel de los hombres en la sociedad. Es así
como se inician, en esta década, los estudios de masculinidad (mens studies) que buscan dejar de
lado al hombre como representante general de la humanidad, dicho en otras palabras como modelo
de humanidad y adoptar el estudio de la masculinidad y las experiencias de los hombres como
específicas para los hombres en cada formación socio-histórico-cultural. Por ejemplo, a finales del
siglo XX se crea en Noruega la fundación de la Asociación Internacional de Estudios de Hombres
(IASOM, por sus siglas en inglés). Y años después, aparecieron los estudios de masculinidad en
Latinoamérica4. Pero, no solo la academia, sino movimientos en muchos países se interesan por los
estudios de la masculinidad y por procesos comunitarios en género y masculinidades.
4 Confrontar: Minello Martini, Masculinidades un concepto en construcción, Nueva Antropología, México, 2002
5 Ibid.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Desde esta noción de masculinidad, pareciera que se procura asignar un modelo exclusivo
y excluyente (identidad masculina) para todos los hombres. Pero, también se puede hablar de la
existencia de una diversidad de identidades masculinas dependiendo de la zona geográfica de
procedencia, la raza, la religión, la clase social, etc., pero que todas estas identidades masculinas
están sujetas a presiones socioculturales de cómo tienen que comportarse, de cómo tienen que
pensar, ser y actuar. Es decir, encaminadas a un modelo específico que predomina sobre todas las
identidades de ser hombre.
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Contenido del Módulo I
Módulo I
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Módulo I
Construcción Social e Identidad en la Masculinidad
Respecto a la socialización de género, desde que se nace, los hombres van adquiriendo formas
de comportamiento, de pensar, de ser y de actuar; es decir, van siendo receptores de mensajes
ya desde la familia, la escuela, los medios de comunicación, la religión, la sociedad en general,
sobre cómo deben comportarse y cómo deben relacionarse con los otros y las otras. Por lo general,
desde esta concepción tradicional, normalmente se espera que el hombre sea fuerte y dominante al
relacionarse con otras personas, y principalmente, en su relación con las mujeres.
Algunos ejemplos de manifestaciones de este modelo de ser hombre se da cuando éste rehúsa
tomar precauciones, es decir, por querer demostrar su masculinidad (hombría, virilidad...) expone su
vida a riesgos, enfrentándose constantemente a peligros, si no lo hiciera así, se expone al señalamiento
de ser “afeminado” (débil, delicado, hipersensible…) es decir, parecido a femenina, lo que implica
una desvalorización, de tal manera que el significado de ser hombre plantea una superioridad en
relación a la mujer.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Cuando se hace referencia al sexo, se está hablando del conjunto de diferencias biológicas,
anatómicas y fisiológicas de hombres y mujeres. También, el sexo se remite a la diferenciación
existente en cuanto a los órganos genitales de mujeres y de hombres, tanto internos como externos,
las particularidades endocrinas y sus diferencias en cuanto a la procreación.
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Contenido del Módulo II
Módulo II
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Módulo II
Medios Socializadores de la Masculinidad
Ya se ha puesto en evidencia que el sexo, lo biológico y la adjudicación que éste tiene, es el punto
de partida del género, en efecto, desde el nacimiento, cuando la persona que recibe al recién nacido
determina por los órganos genitales que es niño (o niña) la sociedad y la cultura (lo sociocultural)
establece lo masculino (y femenino). Tal condición le repercutirá en el resto de su vida recibiendo un
trato diferencial (por el modelo o estereotipos), por el simple hecho de ser hombre o mujer.
Así, los medios socializadores harán énfasis en los roles o el papel social asignado. Los roles
o el papel social, es el conjunto de tareas y funciones derivadas de una situación o status de una
persona en un grupo social. De ahí que los roles tradicionales masculinos estén orientados a “lo
público”: el rol proveedor, estar vinculado al trabajo, una profesión, el éxito, la eficacia. Y los roles
tradicionalmente femeninos están vinculados con “lo privado”: la maternidad: cuidado y protección
de la prole, de lo doméstico, del elemento afectivo en el hogar, etc.
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La Familia
La familia es el primer ente socializador de roles, puesto que se da mucho antes del nacimiento del
niño. Así pues, junto con las expectativas creadas cuando se espera al bebé (o a la bebé) expresadas
de cómo llamarle ya por el nombre, hablarle, cantarle, actividades que hará cuando crezca, etc.
Pero, al mismo tiempo, muchos niños son castigados en forma física severa acompañado de
agresiones verbales, desarrollando en ellos conductas pasivas, retraídas o sumisas, características
de una autoestima no saludable, pero son con mucha frecuencia las conductas agresivas que
desarrollan a consecuencia de los castigos. Lo que los hace susceptibles a ejercer violencia contra
otras personas considerados agresores en potencia. El comportamiento, en la mayoría de casos, se da
por la observación y por la vivencia, se hace lo que se ve y lo que se experimenta.
A medida que el niño va creciendo, la norma de la construcción hace que su identidad masculina
se dé en contraposición o rechazo al modelo femenino (que en este caso es la madre). Todo esto, se
va formando a temprana edad. Además, los familiares van teniendo mayores expectativas de éxito
por parte de los niños.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Con el paso del tiempo, cuando se llegue a la pubertad o a la adolescencia, todo esto se irá
consolidando de manera más profunda, puesto que en esta etapa crucial de la vida, los cambios
fisiológicos, psicológicos y sociales son evidentes. En la parte de socialización se enfrentarán a la
presión ya no solo de la familia sino a las presiones sociales y sobre todo del grupo de pares. Presión
que apunta a un estilo exclusivo y excluyente de cómo tiene que comportarse por ser hombre.
Un ejemplo para comprobar esta teoría se da cuando el niño necesita separarse psíquicamente de
la madre para adquirir la identidad culturalmente definida como masculina. Según Michael Kimmel
“la identidad masculina nace de la renuncia al referente femenino, no de la afirmación directa de
que es masculino, lo cual deja la identidad de género masculino tenue y frágil”7. La identidad de
género masculino desde el niño es frágil porque, desde esta “huida de lo femenino”, se construye
al niño desde la negación y no la afirmación, es decir no desde lo propositivo sino lo contrario, lo
que conduce, a dicha masculinidad, a tener la sensación de estar siempre en tela de juicio ante
la sociedad quien le señalará si se parece o no a lo femenino, por lo que, desde esta perspectiva,
tiene que estar “demostrando” en todo momento que se es hombre, situación que no ocurre con la
feminidad, no se tiene que demostrar que se es mujer.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Caso contrario se da con la niña puesto que su identidad femenina se forja en unidad con la
madre. En ese sentido, el niño rompe el lazo de identificación con la mamá y el referente para la
configuración de su identidad masculina será su papá. Puesto que parecerse a su mamá le llevaría
a mostrar características como la compasión, la ternura y la empatía (por mencionar algunas) y
estaría en tela de juicio su “hombría”, por ello, negaría esta parte y su horizonte estaría fijado en
características como el carácter fuerte, amenazador, destructor, posesivo y a veces castigador con el
que asocia a su papá.
Este proceso tiene grandes repercusiones puesto que es cuando se forja la diferenciación entre
los géneros, viendo a lo femenino como algo inferior a lo masculino, se predispone a “devaluar a
todas las mujeres en su sociedad, como encarnaciones vivientes de aquellos rasgos de sí mismo
que ha aprendido a menospreciar”8, y que constituye el sustrato en el cual se asientan las actitudes
sexistas, es decir, actitudes de discriminación hacia niñas y mujeres vistas como inferiores debido a
sus diferencias biológicas y socioculturales con el niño o el hombre.
La Escuela
La escuela será otro agente socializador importante en el auto reconocimiento que cada sujeto
realiza de su propia categoría de género. Ambas instituciones, familia y escuela, contribuyen a la
adquisición, entre otros, de los patrones de valentía y protección en los niños, y de gracia y bondad
en las niñas.
En la escuela se van sentando las bases del aprendizaje formal que por lo general va dirigido tanto
a niñas como niños, pero que sutilmente se van asignando cursos de manera separada, por ejemplo:
cocina, manualidades, creatividad, bordado, para niñas; investigación, elección y coordinación de
comités de aula: deportes, directiva, etc., para niños, es decir, roles asignados a mujeres y a hombres.
También en el espacio físico de desenvolvimiento tanto de niños como de niñas, hay asignaciones
diferentes, por ejemplo: las canchas de fútbol, de basquetbol, son ocupadas por los niños y se
refuerza para que los hombres ocupen mayor espacio que las niñas o mujeres a quienes se les asigna
espacios reducidos o sin espacios.
8 Ibid.
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Estos dos ámbitos: uno el público, el cual es valorado socialmente y atribuido a lo masculino;
y, dos, el privado, asociado al cuido del hogar, a lo doméstico, ligado a lo femenino, el mismo que
es desvalorizado socialmente. A pesar de los avances en materia de equidad de género (más a nivel
teórico que a nivel vivencial o práctico), el espacio público y el espacio privado están implícitos en los
sistemas educativos, puesto que los mismos docentes están inmersos en los procesos socioculturales,
sumando la formación/educación androcentrista, que ve lo masculino como la medida, la regla, la
representación de la humanidad.
En los inicios de la lecto-escritura, las lecciones que se enseñan van encaminadas a que “mi mamá
me mima” y “mi papá trabaja”, es decir, lo femenino está orientado a lo sentimental y lo masculino
a lo práctico. Puede evidenciarse mayor aprecio o priorización en aquellas “aptitudes-capacidades”
otorgadas a los hombres como la inteligencia, la competitividad y la fuerza, y poniendo en un plano
inferior la sensibilidad, la empatía, la compasión y el cuidado de las demás personas, entre otras, las
cuales son otorgadas a las mujeres.
Obviamente, los avances tecnológicos van presentando una serie de juguetes electrónicos o
técnicos y estos también inciden en el desarrollo y en el conocimiento. Ciertamente el papel de
muchos juguetes y/o juegos crea la brecha o diferenciación en la relación entre niñas y niños.
Se tiene el reto de saber decidir, que el niño sea crítico-reflexivo para poder escoger un tipo de
juguete que incida positivamente en su desarrollo.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Por lo general, las niñas y niños escogen sus juegos y juguetes inducidos por los roles que la
familia, la escuela y en general la sociedad les asigna:
La función de este tipo de juegos y de juguetes es hacerles más estrecho el horizonte de referencia,
llevándoles a imitar patrones socioculturales vistos como “normales” ya sea desde la familia, la
televisión, la escuela, la calle, y los reproducen fielmente. Pero... ¿es realmente esto algo biológico?
¿Los niños ya traen en sus genes los juegos de competencia, de control, de ganar-ganar, de dominio
sobre los demás sin importar cómo?
El punto de partida es la teoría de género, es decir, esto no tiene nada que ver con el sexo,
con las características fisiológicas y biológicas del niño, sino con características asignadas por lo
sociocultural.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Obviamente, el comportamiento del niño (la competencia, dominio, control, ganar-ganar sobre
otros y otras) es algo sociocultural aprendido y por consecuencia, construido, como ya se dijo,
en la mayoría de casos, las actitudes, comportamientos y prácticas se dan por la observación,
por la vivencia, y por la presión social (medios socializadores: familia, escuela, Iglesia, medios de
comunicación, grupos de amigos, etc.) es decir, se hace lo que se ve y lo que se experimenta para
la aceptación del niño en la sociedad.
Por lo general, cuando se dan juegos en conjunto, es decir niños con niñas, los niños son los
que imponen las reglas en el control del juego.
Al mismo tiempo que se da la socialización por la Familia y la Escuela, está la de los Medios
de Comunicación, teniendo gran incidencia el de la televisión, el Internet, la música (radio), entre
otros.
De acuerdo con su etimología latina comunicar quiere decir poner en común, compartir.
Este poner en común constituye lo propio de la vida social y la condición humana. La
comunicación, por lo tanto, será entendida como una dimensión de lo humano que se reconoce
en la constitución del universo de significados y valoraciones adjudicados a experiencias.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
El lenguaje es una adquisición cultural, y como tal puede considerarse como un “espejo” de la
cultura misma. Por otro lado, la comunicación se relaciona con los significados y los sentidos, por
tanto también es un medio conductor o constructor de la cultura. En este sentido, la comunicación
también puede convertirse en un instrumento reproductor del discurso tradicional de género.
La comunicación tiene un poder y alcance extraordinario, y quienes tienen acceso a los canales
o mecanismos de comunicación tiene una gran responsabilidad en el manejo de ésta, sobre todo
porque, como ya se ha explicado antes, la comunicación puede convertirse en un instrumento que
perpetúa un discurso discriminatorio hacia las mujeres, a través de un discurso político, religioso,
institucional, académico, etc.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
La Publicidad
Es decir que la persona se sirve del medio publicitario como rampa para solventar necesidades
que puede llegar a generar un tipo de afectación psíquica que afecte la salud mental. Un ejemplo es:
“cuanto más consumo, más feliz soy”. Una manera distinta de interpretar la palabra “consumismo”
es considerarla: como una crítica a la organización de la economía de una sociedad, que se puede
decir que se “despilfarra” ciertos recursos. Este puede ser incentivado por:
También la publicidad es “es una vía de infiltración, social divulga y perpetúa los efectos
negativos de la relación entre las mujeres y la naturaleza. Debido a esta asociación, la cosificación
de su cuerpo, su tratamiento como objeto de placer al servicio del deseo masculino, puede ser visto
como una consecuencia nefasta más del trato destructivo y cosificación que la cultura del dominio y
la aprobación ha ejercido sobre el entorno cultural. Si la cultura patriarcal ha utilizado este binomio
a favor del inmovilismo y de la perpetuación del poder establecido, el discurso publicitario, con su
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Según la normativa salvadoreña, y específicamente la Ley Especial Integral para una Vida
Libre de Violencia para las Mujeres, existe la tipificación de la violencia simbólica, manifestada
por mensajes, valores, iconos o signos que transmiten y reproducen relaciones de dominación,
desigualdad y discriminación en las relaciones sociales que se establecen entre las personas y
naturalizan la subordinación de la mujer en la sociedad.
El sexismo, según el glosario del Instituto Nacional de las Mujeres de México (INMUJERES),
es la discriminación basada en el sexo de las personas. Esta beneficia a un sexo sobre el otro,
basada únicamente en ese criterio. Muestra a la mujer como un ser inferior debido a sus diferencias
biológicas con el hombre. Afecta las relaciones humanas en las dimensiones cotidianas de la vida
privada o pública.
Así la publicidad se vuelve sexista cuando transmite roles, estereotipos, actitudes, conductas
femeninas y masculinas con lenguaje verbal y no verbal, que fomentan discriminación, subordinación,
violencia y misoginia.
El modelo masculino que pregonan está representado en todas las generaciones (desde niños
hasta de la tercera edad) los muestran desempeñando varias funciones como padres, directivos,
repartidores, vendedores, arquitectos, hombres de negocios, amantes, cocineros profesionales,
peluqueros, músicos o maridos. Y las mujeres como madre, abuela, novia, amante, suegra o esposa.
Todo ello influye radicalmente en la población infantil que recibe estos mensajes de una manera
simple, descarada y agresiva al mismo tiempo dando la impresión de que el mundo de relaciones
entre los géneros es diferencial, opuesto en jerarquización. Así, lo femenino es considerado pasivo
10 Documento: Módulo I: La Construcción Social de la Identidad de Género, material elaborado por ÁGORA, Ciudad Autónoma
de Ceuta. Consejería de Educación, Cultura y Mujer. Centro Asesor de la Mujer.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
y subalterno, y lo masculino es considerado que tiene la acción, el poder, con violencia incluida.
Por lo tanto, esta capacidad contaminadora del discurso publicitario, incide grandemente en la
construcción social de la identidad de género pero en dirección hacia los modelos tradicionales de
ser hombre y de ser mujer.
En el caso de los hombres, la publicidad crea estereotipos masculinos encaminados a ser modelos
considerados “perfectos y conquistadores”. Desde este enfoque se puede afirmar que el modelo
tradicional, hegemónico o machista de ser hombre muta, es decir, va utilizando la publicidad y
los medios de comunicación en el sentido que los mensajes publicitarios propician un estereotipo
masculino que se adapta a las creencias del público y que busca llegar a todos aquellos hombres
comunes, que más que querer ser bellos y parecerse a un modelo de revista, quieren ser o se creen
irresistibles para las mujeres para conquistarlas, para tener el dominio, el control y poder sobre ellas.
A manera del camaleón, “cambiar para seguir igual”, es decir, adaptarse a la moda (del género), sin
renunciar a lo fundamental, el poder en las relaciones socioculturales.
Construyendo el discurso11. Para tener un discurso que promueva la igualdad de género deberá
contener mensajes y narrativa que no reproduzcan los roles tradicionales que desempeñan hombres
y mujeres en la sociedad.
El primer paso es conocer sobre este discurso tradicional y sus formas de representación en los
medios de comunicación. Para eso, el equipo encargado de producir los mensajes deberá investigar e
indagar sobre la teoría de género y los estereotipos o representación que la publicidad y el marketing
suelen utilizar sobre la imagen de las personas.
Todos los temas deben contar con un enfoque de género, debido a su característica de
transversalidad, y por eso es importante identificar las necesidades específicas de cada persona
durante la etapa de elaboración de contenido.
11 Véase: ABC de la Igualdad Sustantiva, Curso Presencial, pág. 81. ISDEMU 2012.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Una vez determinados los públicos y sus características sociales, psicológicas o demográficas, se
plantea primero el contenido textual. Para este paso se utiliza como herramienta una guía del uso no
sexista del lenguaje. Un texto lineal sirve para construir un discurso, el cual representa básicamente
la esencia del mensaje que se quiere comunicar. Su creación no es una actividad que debe tomarse
a la ligera, por el contrario, hay que solicitar varias opiniones de especialistas que puedan identificar
lenguaje sexista o discriminativo en el texto central de mensaje.
Estereotipos
Desde los estudios de género, se va a entender por “estereotipo” aquel juicio que se fundamenta
en una idea preconcebida impuesta en la comunidad o sociedad. Se entiende como un molde, una
caricatura sobre algo o alguien. Su origen es emocional, subjetivo, por lo que las consideraciones
intelectuales tendrán poca influencia para cambiarlos.
Los estereotipos de género buscan exagerar las diferencias reales de los grupos, permitiendo
justificar, la distribución de los sexos en roles sociales específicos que en general distinguen a los
sexos o que particularmente desarrolla cada sujeto. Están compuestos por características psicológicas
consideradas “apropiadas” para cada uno de los sexos al margen de su situación personal.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
12 Véase: ABC de la Igualdad Sustantiva, Curso Presencial, Escuela de Formación para la Igualdad Sustantiva, Serie I, Conceptos
Básicos de Género. ISDEMU, 2012.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Algunos de estos estereotipos de género han sido superados por muchos hombres, sin embargo,
eso no significa que hayan dejado de ser machistas13.
Todas las personas, mujer u hombre, desarrollan diversidad de valores que abonan su horizonte
de vida para crecer como persona, para acercarse a sus utopías. Sin embargo, “modelos sociales”
impuestos (en este caso estereotipos), asignan a la personalidad masculina (no así a las femeninas)
todos los valores que representan dinamismo, valentía, razonamiento, en fin, capacidad de realización
plena en el diseño y conquista de un futuro y también antivalores como la competencia desleal, el
dominio, la imposición, que afectan a una parte de la población.
La triple negación a partir de la cual los hombres construyen su identidad (que es socialmente
construida) a saber, negarse como mujer, negarse como homosexual y negarse como niño, hace
que esa masculinidad, “viciada” desde los inicios de su construcción, sea misógina, homofóbica y
adultocéntrica.
La triple negación se convierte en una especie de “control” sociocultural para personas que adoptan
una actitud “vigilante” de los patrones socioculturales y de los estereotipos de género asignados a la
masculinidad y socialmente aceptados. Es frecuente encontrar en lo sociocultural consideraciones
populares de lo que es ser un hombre. Alrededor de ello se hace mención de comentarios, chistes
y decires con tonos discriminatorios, en medio del sistema patriarcal heterosexista y androcéntrico.
13 Véase: Campos Guadamuz, Álvaro, “Así aprendimos a ser hombres”, Pautas para Facilitadores de talleres de Masculinidad en
América Central, v.1, 1a ed. -- San José, Costa Rica: Oficina de Seguimiento y Asesoría de Proyectos OSA, S.C., 2007.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
No ser niño, no ser mujer, y no ser homosexual, son los cánones a partir de los cuales se construye
el modelo de la masculinidad hegemónica; así esta masculinidad tiene como consecuencia lógica
el ser violenta (hacia lo diverso, hacia masculinidades que no cumplen con lo establecido) lo que
ha llegado a significar ser hombre en la cultura occidental, es una definición totalmente violenta,
intolerante (de la diferencia) y excluyente; donde la misoginia está presente y es parte fundante de la
identidad construida (socialmente) del varón, (homosexual o no).
Arquetipos
Según el Diccionario de la Real Academia Española, “arquetipo” proviene del griego αρχη, arjé,
“fuente”, “principio” u “origen”, y τυπος, typos, “impresión” o “modelo” y tiene varios significados,
entre ellos: 1. m. Modelo original y primario en un arte u otra cosa. 2. m. Ecd. Punto de partida de una
tradición textual. 3. m. Psicol. Representación que se considera modelo de cualquier manifestación
de la realidad. 4. m. Psicol. Imágenes o esquemas congénitos con valor simbólico que forma parte
del inconsciente colectivo. 5. m. Rel. Tipo soberano y eterno que sirve de ejemplar y modelo al
entendimiento y a la voluntad humana. De estas ideas podemos sintetizar que el arquetipo es el
patrón ejemplar del cual otros objetos, ideas o conceptos se derivan.
Otros dos investigadores, llamados Gillette y Moore (1993), encontraron que las características
de la masculinidad pueden ser resumidas alrededor de cuatro arquetipos fundamentales.
El arquetipo del rey está estimulado por las sociedades patriarcales. Para ejemplo el dicho:
“nace un hombre, nace un rey”. De ser así, el niño tendrá que adquirir comportamientos de un rey,
esperando ser reconocido como tal por la sociedad o por las personas allegadas.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Las frases siguientes son comunes para hombres que se identifican con el arquetipo del Rey:
Para profundizar en este arquetipo, se recomienda ver las películas “La Oveja Negra” (1949) y
“Jinete de Ballenas” (2002). En la primera se muestra la relación entre un padre (de características
marcadamente machistas y patriarcales que vive el arquetipo del Rey), y su hijo el cual desea
imitarlo, pero a la vez está consciente de las limitaciones del padre. En el caso de la película “Jinete
de Ballenas” se cuenta la historia de un cacique que debe transmitir su autoridad a la descendencia
masculina, pero lo que tiene es una nieta en vez de un nieto. El análisis de estas películas ofrece una
excelente oportunidad para reconocer el papel que juega este arquetipo en la vida familiar y social.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Son comunes para hombres que se identifican con el arquetipo del Guerrero, las frases siguientes:
Efectivamente, el guerrero puede comportarse en forma violenta para poder cumplir con sus
mandatos.
El arquetipo del guerrero le trae consecuencias negativas a los hombres, pues por dedicarse al
cumplimiento de su mandato, descuida otras áreas de la vida.
“Se veía a sí mismo como bueno, amoroso y generoso. Tenía la costumbre de rescatar damiselas,
incluso cuando ellas no deseaban ser rescatadas. Era famoso por su armadura, la cual reflejaba rayos
de luz brillantes como el sol.
Partía a la batalla con bastante frecuencia, se esforzaba por ser el número uno, el más valiente,
el que cazaba más dragones.
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ABC de las Masculinidades Textos de apoyo
Dedicaba poco tiempo a su esposa e hijo, hasta que estos se cansaron y un día su esposa le
dijo que si no se quitaba la armadura, se irían y lo dejarían solo. Al intentar el caballero quitarse su
armadura, no pudo hacerlo, estaba atascada”.
Esta lectura puede ser un buen ejercicio de lectura a la luz de los planteamientos del ABC de las
Masculinidades.
Son comunes para hombres que se identifican con el arquetipo del Guerrero, las frases siguientes:
• Sabe de todo.
• Sabe de electricidad, de mecánica, de agricultura, de deporte, de política, de electrodomésticos,
de leyes, de fontanería.
• Sabe de construir casas.
• Sabe de enfermedades.
• Sabe arreglar cualquier cosa.
• Sabe hasta de lo que no han inventado... y si no puede con algo... inventa y engaña para
demostrar que sabe.
• Y no lo contradigan con sus ideas, ni se les ocurra decir que ustedes saben hacer lo que él
sabe de manera diferente, porque se puede resentir o enojar.
El hombre identificado con el arquetipo del mago tiene mucho poder de convencimiento sobre
las demás personas y siempre se las ingenia para encontrar una solución a los problemas.
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Este arquetipo es el que sobrevalora las relaciones sexuales. El hombre que vive este arquetipo
es el que organiza su vida alrededor de las aventuras sexuales. El hombre amante se involucra en
problemas debido a su comportamiento sexual, ya que puede mantener relaciones de pareja con
varias mujeres al mismo tiempo. Como piensa que lo que hace lo convierte en un seductor, y amante,
se deja llevar por el impulso, por el deseo sexual, sin medir muchas veces sus consecuencias. Dedica
parte de su tiempo a la seducción y conquista.
Son comunes para hombres que se identifican con el arquetipo del Amante, las frases siguientes:
Los cuatro arquetipos planteados son los que hasta el momento han dominado la vida de
los hombres de las sociedades patriarcales. Es importante que los hombres puedan reconocer e
identificar cuáles son los arquetipos dominantes en su vida, que reconozcan cómo les ha afectado
negativamente tanto a ellos mismos como a las mujeres y puedan empezar a introducir cambios que
conduzcan a la construcción de la equidad de género.14
14 Se ha parafraseado (y citado en muchos casos) el manual “Así aprendimos a ser hombres”, Pautas para Facilitadores de talleres
de Masculinidad en América Central, San José, Costa Rica. 2007. Págs. 57-65.
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La definición de masculinidad varía según cada sociedad, cada cultura, es decir, está afectada por
el lugar, el tiempo, lo sociocultural, lo socioeconómico, lo político. En ese sentido, es un concepto
en discusión, sin embargo se dice que el concepto de masculinidad lleva implícitas las relaciones
entre los géneros, es decir el aspecto relacional. Desde la teoría de género, la masculinidad es una
construcción social y relacional, y esa relación lo ubica en una determinada posición de supremacía
frente a la otra. Además muchos referentes de los estudios de la masculinidad afirman su existencia
(lo masculino propiamente dicho) sólo en contraste con la feminidad.
Masculinidades
“Una colección de significados en constante cambio que vamos construyendo a través de nuestra
relación con nosotros mismos, entre cada uno de nosotros y con nuestro mundo. La masculinidad no
es ni atemporal ni estática, es histórica. La masculinidad no emerge a la conciencia desde nuestra
estructura biológica, ésta es creada desde nuestra cultura. La masculinidad significa diferentes cosas,
en diferentes cosas, en diferentes momentos, para diferentes personas. Llegamos a saber lo que
significa ser hombre en nuestra cultura colocando nuestras definiciones en oposición a un conjunto
de “otras” definiciones de minorías raciales, de minorías sexuales y, sobre todo, de las mujeres”.15
15 Véase: Huerta Rojas, Fernando, El Juego del Hombre, Deporte y Masculinidad entre Obreros de Wolkswagen. 1999, México
D.F.
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Por lo anteriormente mencionado, se prefiere hablar de masculinidades en plural (sobre todo para
aquellas personas, instituciones que tienen introyectado, o como horizonte de trabajo el enfoque de
género y el enfoque de derechos humanos) para poner los acentos en la existencia de una diversidad
de maneras de manifestar las formas de ser hombre.
A pesar de considerar las diversas condiciones y contextos ya sea por clase social, etnia, nivel
educativo, orientación o preferencia sexual, estado civil, grupo de edad, procedencia, credo
religioso, ocupación, profesión entre muchas más, se debe tener en claro que independientemente
de estas condiciones y contextos, la condición de género (masculinidad) le da ciertos privilegios
sobre el género femenino, por lo general, en todas las sociedades lo femenino está subordinado a lo
masculino.
¿Se debe proponer un modelo alternativo en el que se eduque la masculinidad? Muchos
responden que no debe empujarse u orientarse la vivencia hacia un tipo específico de modelo
de masculinidad (aunque sea “alternativo”), porque si con el paso del tiempo se tiene éxito, este
modelo pasaría a ser un modelo dominante y aquella masculinidad que no quepa ahí, pasaría a ser
de las minorías excluidas. Por eso, desde una perspectiva metodológica y pedagógica se sugiere
referirse “masculinidades” en plural y el horizonte alternativo al que hay que orientarlo debe ser
hacia “modelos de masculinidades”, igualmente en plural.
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Bibliografía
• KAUFMAN, Michael. 2000. Las siete P’s de la violencia de los hombres. http://
www.fundacion.mujeres.es/fondo/Documentos/7p.htm
• Walter Riso, Masculinidad Afectiva, en Defensa del Antihéroe hacia una Nueva
Masculinidad. Barcelona, Editorial Planeta, S. A., 2008, 2017.
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• Campos Guadamuz, Álvaro, Así aprendimos a ser hombre, Pautas para Facilitadores
de talleres de Masculinidad en América Central, v.1, 1a ed. -- San José, Costa Rica:
Oficina de Seguimiento y Asesoría de Proyectos OSA, S.C., 2007.
• Suma por la Igualdad, Propuestas de Agenda Pública para Implicar a los Hombres en
la Igualdad de Género, GENDES, AC. Ciudad de México, 2018.
• Huerta Rojas, Fernando, El Juego del Hombre, Deporte y Masculinidad entre Obreros
de Wolkswagen. 1999, México D.F.
• Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para Las Mujeres. D.L.N°.
520, publicado en el D.O. N°.2, Tomo 390, de fecha 4 de enero de 2011. Entrada en
vigencia en enero de 2012.
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