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El Todo y la Nada: Tantalia

El mundo tantálico1, de Macedonio Fernández, nos lleva entre los rieles de una
montaña rusa, en la cual podemos pasar a través de todos nuestros demonios y mirarles a
la cara, sabiendo que no se han ido y que nuestra naturaleza humana sigue allí, acechando
y esperando el momento preciso para demostrar su superioridad frente a la razón y la
cordura. El siguiente análisis se va a centrar en la perspectiva de Ronald Barthes según su
texto Introducción al análisis estructural de los relatos. Se intentará extraer del primer,
segundo y tercer momento de Tantalia, lo que el texto no dice, vinculando lo que va
apareciendo en cada una de las partes integrantes del relato.

Funciones
Catálisis
Son acciones que se unen y entran en correlación con los núcleos (los cuales inauguran o
cierran una incertidumbre y se encadenan linealmente mediante una relación de causa-
efecto), produciendo el efecto de realidad y creando la ilusión de un mundo que puede
ser posible.
En la narración encontramos diferentes acciones que determinan el avance de la
historia. En el Primer momento se utilizan varios verbos conjugados en tiempo presente,
tales como acaba, cavila, haya, cuida, percata, llegan, vino. Estas expresiones se
encadenan, produciendo un texto en tiempo real, logrando que el lector se encuentre con
personajes que están llevando a cabo su historia en ese preciso momento, dando por hecho
que es algo que “está pasando”. El estado catatónico del personaje nos hace intuir que este
se siente muerto en vida y la aparición del trébol se transforma en las expectativas de la
pareja, los deseos de esta. En un símbolo de “vivir su amor”.
En el Segundo momento se dan a conocer verbos como iba, inclinó, cogió y
acabamos. Sin duda alguna la concatenación de hechos nos deja entrever el ciclo que se
está produciendo en el relato: Un comienzo, un desarrollo y un posible desenlace, en donde
la acción aparece como algo que ya fue hecho pero que, sin embargo, se cuenta el camino
que se tuvo que recorrer para esto demuestra en la secuencia que se produce desde el
apartado anterior: Él recibe regalo de ella y esto produce
 Aceptación  Cuidado  Dudas  Miedo Desesperación  Abandono
Determinantes del avance de la historia.

1
Adjetivo que se refiere a algo que, cuando vamos a alcanzarlo, se retira, sin que podamos llegar a ello pese
a parecer que lo tenemos a mano.
Indicios
Son todos aquellos elementos que dan a conocer, de manera indirecta algo oculto o
desconocido, buscando el doble sentido de las oraciones, logrando con ello lo malicioso,
enigmático, irónico e implícito.
En Tantalia esto se manifiesta en los pensamientos del protagonista, de una manera
bastante explícita, de hecho, puesto que expone todo lo que se le pasa por la mente, todo
lo que siente y su evolución durante el desarrollo del relato.
El trébol es quizá el indicio más importante. Se muestra como una planta que
simboliza la vida, la cual muestra cambios dependiendo de su entorno, de qué tanto “sufra”
o la cuiden, al igual que un ser humano. La planta que simboliza el ciclo. La vida y la muerte.
¿Cómo algo tan insignificante puede llevar al caos? El narrador se presenta como una
conciencia total y, mediante los indicios de la naturaleza integradora (sentimientos de odio,
recelo y desesperación demostrados en las acciones y en el ambiente), revela un clima de
depresión desoladora en nuestro protagonista al darse cuenta de los múltiples cuidados
que ha tener una simple, pero delicada planta.
La analogía nos muestra que, en una relación amorosa, por más simple que esta
pareciera, nos encontraremos con un mundo de adversidades, con una responsabilidad
enorme, porque no solo estamos frente a una acción cotidiana, sino que estamos
transformando vida como también damos la muerte a quien dejamos. El Cosmos se hace
presente en toda gloria y majestad, y ellos se han dado cuenta de esto: “Resuelven,
entonces, de noche, en un paraje no reconocible para ellos, perderla en un vasto trebolar.”
El cosmos como unidad y establece una relación absoluta entre lo micro y lo macro. En
conjunto, la vida del universo depende de sus miembros y, en este caso, recae en un trébol.
En el Tercer momento se muestra, a través del ambiente que proporciona el
protagonista, el estado mental de este. Un clima de desértica depresión ante un mundo que
se presenta como de placeres (encarnado en el amor de pareja) se muestran tan infinitos
como inabordables y, a su principal actor, lo vemos abstraído en el desencanto por la vida,
que lo lleva a buscar la “muerte del universo”, logrando la nada.
Narración
Es una comunicación e intercambio entre un dador del relato y un destinatario.
Abarca la descripción del código a través del cual se da significado al narrador y al lector a
través de lo expuesto.
Tantalia se construye a partir de la confrontación de ideas opuestas, siendo la más
importante la vida versus la muerte, pero también encontramos la debilidad/fuerza,
esperanza/miedo, cuidado/tortura.
En el Primer momento la narración se presenta en tercera persona, en él, según
Barthes. Empezamos la lectura del relato desde fuera de este, pero sabiendo todo lo que
está pasando. El narrador es omnisciente y no duda en contarnos todos los detalles, físicos
y psicológicos.
El Segundo momento presenta la misma narración del anterior. Se va avanzando en
la historia, pero mirando como si fuésemos un dios. Hay una breve intervención de un
diálogo:
-¿Qué hacés?
-Nada.
Después volvemos a nuestro puesto y la historia sigue su curso. El momento termina en
tercera persona, con el trébol ya abandonado, pero con otra planta de la misma especie, la
cual, hasta ahora, tiene un futuro incierto.
En el Tercer momento encontramos el nivel de narración en el yo, se encuentra en
primera persona, podemos leer y tener imágenes visuales de lo que el protagonista y su
conciencia están sintiendo y planeando. Encontramos una dependencia absoluta entre él,
ella y el trébol, en donde la vida de uno condiciona la del otro. Podemos observar, en el
siguiente fragmento, un ejemplo de lo dicho anteriormente:
[…] y la puerta de mi habitación retenida en su batir entre el quicio y una
silla que puse para acortar su oscilar, batía sin cesar, y el postigo de mi
ventana golpeaba también sin cesar sometido al viento. Sesenta, setenta
horas la hoja de la puerta y el postigo cediendo minuto a minuto a su
distinta presión, y yo al par, sentado o columpiándome en la silla de
hamaca. […]
Acciones
Actantes
En el análisis estructural del relato, las acciones son cada una de las
funciones narrativas en la que están implicadas los personajes u objetos que
intervienen en una narración. El actante es una suerte de actor funcional que puede
definirse sin recurrir a lo sicológico del personaje. Dentro de Tantalia nos
encontramos con:
Sujeto
La fuerza principal y generadora de la acción que intenta conseguir lo que
se propone. El sujeto, sin lugar a dudas, está representado por Él, el mismo que
acaba de convencerse de que su sentimentalidad, aptitud y simpatía ya no brillan,
el que tiene las acciones principales del relato y lleva las riendas de este. Tiene, o
cree tener el control de controlar el cosmos, de dar vida y muerte.
Objeto
Aquello que el sujeto pretende.
El objeto en Tantalia es diferente, dependiendo del momento. Esto se
traduce también en el subtítulo que llevan.
El Primer momento nos habla de “El cuidador de una plantita”, por lo que el
objeto, en esta parte de la historia, es precisamente lograr cuidar un ser indefenso,
en el Segundo momento el objeto, aquello que pretende el sujeto, es deshacerse
de la planta y, por último, tenemos el objeto del Tercer momento, que es, tal como
lo dice el subtítulo, torturar.
Ahora bien, el destinador, quien es quien promueve y sanciona la actuación
del sujeto, es decir, de Él, se encuentra materializado en la conciencia de este
mismo. Es él su propio verdugo, y el oponente es el cosmos mismo, según la mirada
de nuestro protagonista, el cual utiliza el método de la tortura para así poder
destruirlo.
Tantalia nos sumerge en un universo mágico y psicológico, en donde los
pensamientos del ser humano, que pueden llegar a ser tan complejos y retorcidos,
se ven ejemplificados en un acto tan simple y mundano como el cuidado de un
trébol. Macedonio nos invita al multiverso de la mente humana. Su lectura llena de
indicios es aterradora, delicada y retorcida. El Todo y la Nada: Tantalia.

Melisa Aurora Sarmiento Cancino


Pedagogía en Castellano
Usach

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