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elegirse un texto que dé a entender la idea en forma completa.
DEFINICIÓN DE CLÉRIGO
Clérigo es un concepto que procede del latín clerĭcus, aunque su origen
más antiguo nos lleva a la lengua griega. El término se utiliza para
nombrar al hombre que ha recibido las órdenes sagradas y que,
por lo tanto, pertenece al clero (la clase sacerdotal).
Qué es Neófito:
Se denomina como neófito o neófita a la persona que se inicia en una
religión. También se emplea para señalar al individuo que recientemente se
incorporó y forma parte de una colectividad, ideología política o agrupación.
DEFINICIÓN DE PONTÍFICE
Con origen en el latín pontĭfex, la palabra pontífice permite describir a
aquel que se desempeña en una diócesis como arzobispo u obispo. El
término, por antonomasia, se utiliza para identificar a quien está
considerado en la Iglesia católica romana como el religioso o prelado
de cargo superior respecto al resto. Por ejemplo: “El Sumo Pontífice
visitará el país el año próximo”, “Las declaraciones del Pontífice
generaron una gran polémica en el mundo árabe”, “La muerte del
Pontífice fue seguida por millones de personas a través de los medios de
comunicación”.
alguacil, alguacilesa
nombre masculino y femenino
1. 1.
Empleado subalterno que ejecuta las órdenes de una autoridad administrati
DEFINICIÓN DE ALGUACIL
El término del árabe clásico wazīr derivó en el árabe hispánico alwazír y
luego llegó al castellano como alguacil. La primera acepción del concepto
que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario
refiere a un oficial de justicia que se encarga de ejecutar aquellas
instrucciones que le ordena un tribunal.
Secularización
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La secularización (lat. saeculare, significa ‘siglo’ también ‘mundo’) es el paso de algo o
alguien de una esfera religiosa a una civil o no teológica. También significa el paso de algo
o alguien que estaba bajo el ámbito de una doctrina religiosa (siguiendo sus reglas o
preceptos), a la estructura secular, laica o mundanal.12
La secularización también se refiere al proceso que experimentan algunos Estados o
territorios cuando diversas instituciones y bienes pasan de la esfera religiosa a la civil. Con
la secularización, lo sagrado y lo religioso se hacen más privados y ceden su preeminencia
pública a la sociedad.
Sus principales líneas de investigación son la historia política y financiera de los pueblos de
indios durante la época virreinal, el desarrollo de la identidad nacionalista de letrados
indios y criollos en el siglo XVIII, la historia de la educación y de la literatura infantil.
Tiene en marcha proyectos referentes a las elecciones en los pueblos de indios durante el
siglo XVIII, la arquitectura de las casas de comunidad en el siglo XVI y la edición facsimilar
del primer libro recreativo para niños en México, publicado en 1802.
Premio Silvio Zavala por el mejor libro de historia colonial, del Instituto Panamericano de
Geografía e Historia;
Premio Antonio García Cubas, primer lugar, del Instituto Nacional de Antropología e
Historia/CONACULTA;
Premio Antonio García Cubas, por la mejor obra científica del Instituto Nacional de
Antropología e Historia/CONACULTA.
La educación ilustrada,1786-1836. Educación primaria en la ciudad de México (1985, sexta edición,
2005).
“El siglo de las luces” en Historia mínima. La educación en México, coord. Dorothy Tanck de Estrada
(2010, segunda edición, 2011) pp. 67-98.
“¿Reino o colonia? Nueva España, 1750-1804”, co autora con Carlos Mrichal, en Nueva historia general
de México, (2010) pp. 307-353.
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“Los Jefes”
Vargas Llosa, Mario. Los jefes en: Molina Alicia Del aula y sus muros, cuentos,
México, Edit, Nueva imagen, po. 49-70.
¿Cuál es el papel del recreo en la pequeña revuelta que narra Vargas Llosa?
Es el momento que aprovechan para confabularse y exigir su horario de
exámenes con anticipación pues esta fecha ya está muy próximo.
*con sus actitudes creían los alumnos que podían lograr todo.
*el director calendariza los exámenes.
Jorge Mario Vargas Llosa nacido en el año de 1936 en Perú, Arequipa, con nacionalidad
española desde 1993. Es uno de los escritores, ensayistas y novelistas contemporáneos más
reconocidos. Alcanzó la fama en la década de los 60. Gran parte de sus obras tienen influencia
con la vivencia del autor y con la sociedad peruana. “Los jefes” es un libro escrito por Vargas
en el año de 1957 en la revista Mercurio Peruano, considerándola como la primera obra del
autor peruano. En el siguiente trabajo de ensayo, se tratara el tema del poder y como esto
influye en el desorden y la violencia en un grupo de estudiantes.
Como se mencionó anteriormente Vargas se basa en vivencias propias, y esta es una de ellas.
El relato se basa en lo acontecido en el año de 1952 en el Colegio San Miguel de Piura en Perú.
El cuento se narra en primera persona, Vargas utiliza al protagonista como el narrador, y desde
él cuenta toda la obra, sin identificar a dicho personaje, solo se lo conoce como el líder de la
protesta. Se divide en cinco partes, en las cuales se muestra paso a paso como se va
organizando todo lo referente a la huelga, el motivo y acciones a tomar por parte de los
estudiantes.
El relato inicia cuando los alumnos que cruzan el último año de la secundaria inician una
protesta contra el director. A pesar que los inspectores intentan persuadirlos fallan y todos
comienzan a protestar por la decisión del director con respecto a los exámenes. Tras explicar la
adversidad entre el protagonista y Lu, se llega a la idea de llevarlo al liderazgo, por el hecho
que los dos tienen un mismo enemigo, el director. Después de una disputa con el director,
quien se niega a reestablecer los horarios de exámenes, el ambiente se siente pesado por la
discusión, que no llega a nada por lo que se deben tomar otras medidas. Los dos líderes de la
protesta comienzan a tener diferencias y no llegan a organizarse como grupo. Finalmente se
organizan a las afueras del colegio para evitar el ingreso de cualquiera a las instalaciones, por
una mala comunicación y organización, toda la huelga fracasa.
El cuento de Vargas trata sobre una huelga, en donde se puede nombrar a tres jefes, dos jefes
que trabajan en equipo para conseguir algo, y el otro jefe es el enemigo de los primeros. El
protagonista y Lu son quienes trabajan en equipo a pesar de tener un pasado un poco
distanciado, Ferrufino o el director es el tercer jefe, quien tiene mayor poder sobre estos dos.
Desde un comienzo se sobre entiende más o menos de que va a tratar el cuento, el título
mismo lo dice, “Los jefes”. La fuerza de poder se usa desde las manos de estos jefes que
participan, y como resultado, se consigue el fracaso de la huelga.
Como primer punto se debe mencionar a que se refiere con jefe, “Persona que tiene poder o
autoridad sobre un grupo para dirigir su trabajo o sus actividades” (Diccionario Manual de la
Lengua Española Vox, 2007). En el cuento los dos alumnos tienen control y autoría sobre el
resto de estudiantes, mientras el director tiene poder y autoría sobre todos. Estos poderes que
recaen sobre los personajes, son los influyentes para que la huelga no haya salido como se
debe.
Se muestran ciertos episodios, que revelan la autoría de los personajes, y como el poder
influye sobre los personajes para actuar con violencia.
“-¡Fuera! Quien vuelva a mencionar los exámenes será castigado. […] apareció entonces el
verdadero Lu, […] No me volví a mirarlo. Sus ojos oblicuos estarían despidiendo fuego y
violencia, […]-Tampoco nosotros podemos aceptar que nos jalen a todos porque usted quiere
que no haya horarios. ¿Por qué quiere que todos saquemos notas bajas? ¿Por qué...? Ferrufino
se había acercado. […] Lu, pálido, aterrado, continuaba hablando: -¡...estamos ya cansados... -
¡Cállate! […] -¡Cállate! -repitió con ira-. ¡Cállate, animal! ¡Cómo te atreves! Lu estaba ya
callado” (Vargas Llosa, 1957, pág. 7).
La disputa con el director mostró que Lu tenía mucho que decir, y hacerse notar, sobresalir
ante Javier y el protagonista, también presentes, mas la autoridad del director opacó a Lu, y no
le dio otra salida a parte que guardar silencio.
En otra escena donde se muestra la violencia por el poder que tenían los estudiantes, es
cuando un alumno se rehusó a ir a jugar, queriendo entrar a las instalaciones. Un chico que se
encontraba en la entrada lo agredió verbal y físicamente.
“-¿No has entendido? -Había acercado su cara a la del chiquillo y le gritaba. ¿De qué diablos se
asustaba León?- ¿No has entendido, churre? No entra nadie. Ya, vamos, camina. -No lo
empujes -dije-. Va a ir solo. -¡No voy! -gritó-. Tenía el rostro levantado hacía León, lo miraba
con furia-. ¡No voy! No quiero huelga. -¡Cállate, imbécil! ¿Quién quiere huelga? -León parecía
muy nervioso.” (Vargas Llosa, 1957, pág. 12).
Tras ver estas dos escenas, podemos diferenciar las maneras distintas de actuar de parte de un
director y un estudiante, ambos se encuentran bajo presión, pero la violencia que uno utiliza,
no es tan directa y se aprecia cómo puede manejar a situación. Por su parte el estudiante, al
solo pensar en que tiene una supuesta autoridad sobre el niño reacciona de otra manera, y
esto provoca que él mismo se sienta nervioso y dudoso de lo que sucede.
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Situaciones dilemáticas:
Modelo dramático interno: Lucha de uno de los bandos por tomar el liderazgo.
Formalismo. Claridad de roles y emociones. Formalismo:
Roles: Bien definido emocional e intenso. Entre los que destacan : Lu,
Javier, Director e Inspector Autoritarismo. Se encajona en una guerra bilateral
entre 4 o 5 estudiantes y el Director. Autoritarismo: el director quiere implantar
sus ideas sin fundamentos.
Actividad
1.-¿Cuál es el papel del recreo en la pequeña revuelta que narra Vargas Llosa?
R= Es el momento que aprovechan para confabularse y exigir su horario de
exámenes con anticipación pues esta fecha ya está muy próximo
Actividad
Contenido
En el contenido se analizará el título, el asunto, el tema, los personajes, el
ambiente y la acción dramática.
El título es importante porque indica la falta de un liderazgo íntegro y hace
un llamado al orden social. El título refleja el contenido global de la obra, ya que
se refiere a los que dirigen la protesta, junto con Los
coyotes.
El asunto de que trata la obra es la tiranía que, según el Diccionario práctico
del estudiante de la Real Academia de la Lengua, “es un abuso de poder,
fuerza o superioridad. Por ejemplo, Trata con tiranía a los alumnos”. (Pág. 694).
Se caracteriza por la tiranía de ambos, el director hacia sus alumnos y los
dirigentes hacia sus compañeros. El autor enfoca el asunto en la necesidad de
usar la fuerza propia como el director o la presión de grupo como los dirigentes
para mantener el liderazgo. Las fuentes que utiliza el autor son sus
experiencias vividas en el Colegio San Miguel de Piura en la costa norte del
Perú en 1952. Por eso, es una recreación realista.
El tema específico de la obra es la violencia escolar. La relación entre el
asunto y el tema es que el abuso del poder es una forma de violencia
sicológica también. Tomando en cuenta esto, el tema es de índole sicológico.
Los subtemas son el valor, la unión, la amistad y el temor. El tema se revela
por medio de las circunstancias debido a la falta de organización y coordinación
de la protesta. La relación entre el título y el tema es la necesidad de orden
público vs el salvajismo de Los coyotes. La relación entre el tema y la
atmósfera es que la angustia, la tensión, y el miedo despiertan la violencia y
otras pasiones colectivas. En este caso, la tesis del autor es de índole social.
Los personajes son tienen verdaderas personalidades porque sienten amor
por el colegio y por sus maestros, temor hacia el director, cansancio, miedo y
hambre. También, tienen profundidad o complejidad psicológica, ya que son
valientes, usan su experiencia social como Lu, se desafían entre ellos mismos
y compiten por el liderazgo, les gusta hablar en público, mandar y que los
admiren, no se entienden con el director, tratan de imponerse a la fuerza,
pero los niños expresan su opinión también. Sus motivaciones son formar una
comisión por el horario para enfrentar al director, pero en realidad, Los jefes
quieren vengarse de Lu para recuperar el liderazgo de Los
coyotes.
También, tienen consistencia y fuerza psicológica porque prevalece la
unión y la amistad. Hay inquietudes del autor reflejadas directamente en el
protagonista, ya que es un cuento autobiográfico. Hay verosimilitud en los
personajes y en la acción dramática, porque ellos afirman que aman al colegio
y a sus maestros, dan la cara como los valientes y pelean entre ellos mismos
aunque sean líderes. Así, los personajes contribuyen al desarrollo de la acción
dramática, porque se dejan engañar por el director, se unen Los jefes y Los
coyotes y los alumnos se dejan usar por los dirigentes hasta la hora decisiva. El
personaje que lleva el peso de la trama es Lu, el nuevo líder de Los coyotes,
quien no tiene conciencia y no le importa con nadie con tal de lograr su
objetivo. Es el que se atreve a dar el primer paso e ir más allá. Es el que dirige
el enfrentamiento contra primaria y media. Y es el último del grupo en darse
cuenta del fracaso y aceptarlo.
Existen personajes que no tienen presencia material, pero que mueven la
acción dramática con igual fuerza como la conciencia del protagonista quien se
opone a que le peguen a los churres y la voluntad del alumnado contra la
protesta. Por eso, está presente el temor al castigo o expulsión como motivo
superior y factor determinante en la conducta de los
alumnos.
Los personajes principales son el protagonista-narrador del cuento quien era
el líder de Los coyotes y Lu quien le ha quitado el liderazgo de la banda. Los
secundarios son el director Ferrufino quien es un demagogo porque no cumple
con su palabra de escuchar las quejas de sus alumnos; Javier Silva, el
asistente del protagonista, quien, en la vida real, llega a ser Ministro del
gobierno peruano; Raygada, el que se atreve a hablar con el director en el patio
y es castigado por indiscreto; León, el que le pega al churre de primaria; los
inspectores y el alumnado de primaria y media.
En el quinto capítulo, contornean el colegio con palos y piedras. Llegan los
churres de primaria y hablan con ellos. Les dicen que vayan al río, porque no
hay clases. Se da un enfrentamiento con un churre de primaria que no quiere
jugar. Anima a sus compañeros a ir al colegio. Lu le pega al alumno atrevido. El
churre comienza a llorar, patalear y gritar. Los compañeros de Lu corren a ver
el desorden.
Mientras tanto, los de media persiguen con palos a los coyotes quienes
salen despavoridos y tratan de llegar donde Lu. Así, los alumnos aprovechan
para entrar al colegio. Lu siente cólera y tristeza porque fracasó la formación.
Le reclama a sus compañeros por no ayudar. Y comienzan a pelear otra vez.
Recuperan la conciencia de lo que han hecho, especialmente a los churres. Se
consuelan.
Aunque el plano es presente, hay simultaneidad. Hay juego de planos en los
enfrentamientos entre los estudiantes de primaria, media y los coyotes. Por
eso, el narrador es omnisciente. La acción se narra en primera y tercera
persona y se logra con un diálogo movido.
LA CIUDAD Y LOS PERROS
Forma
En la forma se analizará la estructura, los capítulos, el diálogo, el lenguaje y
la visión de conjunto de la obra.
La estructura del cuento está dividida en cinco capítulos. Los capítulos se
van encadenando con sentido cronológico, pero hay escenas simultáneas
como los enfrentamientos. Para darle equilibrio, interés y movimiento a la
acción dramática, el autor maneja los capítulos con la misma duración, excepto
el último capítulo que es más extenso debido al desenlace. La acción no está
bien definida en cada capítulo por el desarrollo sicológico de la violencia.
Hay tres escenas culminantes en el cuento:
En el tercer capítulo, el desafío entre el director y Lu. “apareció entonces
el verdadero Lu… -Señor director… ¿Por qué quiere que todos saquemos
notas bajas?, ¿Por qué? …estamos ya cansados… -¡Cállate!, ¡Cállate,
animal!, ¡Cómo te atreves! -Son iguales, pensé. Dos perros.” (Pág. 18).
El diálogo es una prosa sencilla. El diálogo se caracteriza por ser tenso,
tanto con el director, como entre los compañeros. El diálogo es coloquial e
incluye palabras nuevas como churre que se refiere a los niños peruanos
y jalar o fracasar en un examen.
Entre los recursos lingüísticos que utiliza el autor para revelarnos el mundo
afectivo de los personajes hay exclamación, comparación, símil,
desplazamiento calificativo, hipérbole e interrogación retórica.
La exclamación es una expresión de una emoción en forma
interjectiva. Por ejemplo, “¡A formar!, ¡A formar!” (Pág. 10);
“¡Conmigo los coyotes!” (Pág. 15); “¡No le pegues!” (Pág. 25). Este es el
llamado a formar las filas de protesta en el colegio. Lu se siente orgulloso de
seguir con su grupo. El protagonista le grita a León que no le pegue a los
churres, pero es demasiado tarde.
La comparación es una semejanza. Por ejemplo, “Son iguales, pensé. Dos
perros”. (Pág. 18). El protagonista piensa que Lu y el director son iguales en su
carácter.
El símil es una comparación entre dos términos. Por ejemplo, “Se
pondrán como fieras apenas hable Ferrufino”. (Pág. 12). “Lo levantó y se lo
echó a los hombros como un fardo”. (Pág. 25). La reacción de los compañeros
cuando sean recibidos por el director. Javier corre a tranquilizar al churre que
gritaba, porque León le había golpeado.
El desplazamiento calificativo es la atribución de una cualidad de un
nombre a otro. Por ejemplo, “Su puño colérico amenazaba a los alumnos”.
(Pág. 21); “No quiero-replicó una voz atrevida-. Yo voy al colegio”. (Pág. 24).
Lu trata de convencer a sus compañeros de no dejarse ganar del director, pero
los churres de primaria expresan su opinión a León.
La hipérbole es una comparación exagerada. Por ejemplo, “Nos
insultó, nos trató como a bestias”. (Pág. 20); “Por esta puerta no entra nadie”.
(Pág. 23); “Tu padre te va a matar”. (Pág. 29). Lu cuenta a sus compañeros lo
que contestó el director y Lu toma una decisión extrema contra sus
compañeros. El protagonista se encuentra con un vecino en la marcha, quien le
hace el comentario de que su padre lo matará por estar allí.
La hipérbaton es la figura literaria que presenta una alteración del orden
lógico en una oración o un párrafo. Por ejemplo, “(La primaria tenía un patio
pequeño, de mosaicos azules, en el ala opuesta del colegio.)” (Pág. 9). Se
describe el lugar donde forman los estudiantes quejosos.
La enumeración: Nombrar una cosa detrás de otra. Por ejemplo, “El director
habló largamente sobre Dios, la disciplina y los valores supremos del espíritu”.
(Pág. 12); “Discutían, bromeaban, se empujaban”. (Pág. 15). Primero, el
discurso del director a los alumnos en protesta. Los alumnos interactúan
mientras esperan respuestas o instrucciones.
En conjunto, hay relación entre el contenido y la estructura de la obra,
porque plantea el desarrollo sicológico de la violencia. La obra tiene unidad
entre todos sus elementos: Título, asunto, tema, personajes, ambiente, acción,
diálogo, lenguaje. Hay equilibrio y proporción entre las partes, pero el último
capítulo es más extenso.
Una característica distintiva de la obra es la original trama del autor, ya que
presenta el desarrollo sicológico de la violencia a nivel individual y en todas sus
formas, tal como sucede en una protesta real. Siendo esto así, el mensaje que
el autor quiere comunicarnos es que la salud mental o madurez emocional es
necesaria para organizar y dirigir un movimiento antagónico. En este caso, las
relaciones humanas prevalecieron, ya que sus valores como estudiantes se
mantuvieron, no los intereses en juego. Las motivaciones que impulsaron al
autor a escribir sobre la violencia escolar es su visión contra el autoritarismo
que desarrollará en sus siguientes obras.
GRUPOS EN LA ESCUELA
UNIDAD 4:
GRUPO, INSTITUCION ESCOLAR Y ENTORNO SOCIAL
ACTIVIDAD PREVIA
¿Cuál es el papel del recreo en la pequeña revuelta que narra Vargas Llosa?
Es un momento muy esperado por los alumnos, pues salen corriendo de manera
espectacular, es además el espacio aprovechado por los alumnos lideres para poder
organizar, controlar, manifestarse o hacerse notar entre suscompañeros.
Los líderes del grupo, se disputan el puesto de jefe con competencias internas, el que
gane es el jefe así lo tenían acordado.
Describe de manera breve en cada una de las columnas las situaciones que se entrelazan
en la narración Los jefes.
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“Los Jefes”
Vargas Llosa, Mario. Los jefes en: Molina Alicia Del aula y sus muros, cuentos,
México, Edit, Nueva imagen, po. 49-70.
¿Cuál es el papel del recreo en la pequeña revuelta que narra Vargas Llosa? Es el
momento que aprovechan para confabularse y exigir su horario de exámenes con
anticipación pues esta fecha ya está muy próximo.
¿Cómo se juega el papel del liderazgo entre los estudiantes? El contexto viene a ser el
problema de los horarios, mas la revuelta no es realmente por ese motivo, sino con el
objetivo de uno de los bandos de tratar de alzarse con la Jefatura del poder en el colegio.
*con sus actitudes creían los alumnos que podían lograr todo.
�Toque el pito,
Gallardo.
De nuevo se
organizaron las
hileras, esta vez con
lentitud. El calor no
era todavía excesivo,
pero ya padecíamos
cierto sopor, una
especie de
aburrimiento. �Se
cansaron �murmuró
Javier�. Malo.� Y
advirtió, furioso:
�¡Cuidado con
hablar!
Otros propagaron el
aviso.
II
�Javier �dije.
Ninguna de las
sombras estiradas en
círculo en la blanda
arena, se había
movido. Sólo los
sapos y los grillos
respondían a Lu, que
me insultaba. Tendido
todavía sobre el cálido
suelo, atiné a gritar:
�Me retiro de la
banda. Formaré otra,
mucho mejor.
Pero yo y Lu y los
coyotes que
continuaban
agazapados en la
sombra, sabíamos que
no era verdad.
�Me retiro yo también �dijo Javier.
Me ayudaba a levantarme. Regresamos a la ciudad, y,
mientras caminábamos por las calles vacías, yo iba
limpiándome con el pañuelo de Javier la sangre y las
lágrimas.
Los jefes
Género Cuento
Idioma Castellano
Ciudad Lima
País
Formato Revista
Incluido después en la colección de cuentos
del mismo nombre.
Índice
1Contexto
2Argumento
3Escenarios
4Personajes
5Estructura
6Resumen por secciones
7Vocabulario
8Importancia
9Notas
10Bibliografía
11Véase también
12Enlaces externos
Contexto[editar]
El relato se inspira en un episodio real que vivió el escritor cuando cursaba el 4º año de
media en el Colegio San Miguel de Piura, a fines del año 1952; él mismo lo cuenta en su
libro de memorias El pez en el agua. Sucedió que el director del colegio, el doctor
Marroquín (en la ficción, Ferrufino), decidió arbitrariamente que los exámenes finales no se
tomarían según un horario preestablecido, como era costumbre, sino de improviso, de
modo que el alumno debía estar preparado en todas las materias o cursos. Ello, como es
natural, provocó honda preocupación pues los alumnos temieron salir reprobados en
varios cursos. Mario, junto con su gran amigo, el “gordito” Javier Silva (que años después
sería ministro de Economía y Finanzas), alborotaron a sus compañeros para rebelarse
contra el experimento del director. Celebraron reuniones y una asamblea en la que se
nombró una comisión, presidida por Mario, para hablar con el director. Éste los recibió en
su despacho y escuchó educadamente el pedido de los alumnos de poner horarios a los
exámenes. Pero al final el director les hizo saber que su decisión era irrevocable.
Entonces, Mario, Javier y otros compañeros planearon una huelga. Una noche decidieron
no ir a clases, hasta que se levantara la medida. En la mañana acordada, a la hora de
clases, se replegaron al malecón Eguiguren. Pero allí, algunos muchachos, asustados,
comenzaron a murmurar que podrían ser expulsados. Se armó una discusión entre los
alumnos, y un grupo, al fin, rompió la huelga. Desmoralizados con la deserción, los demás
acordaron regresar para las clases de la tarde. Mario fue llevado por el jefe de inspectores
a la oficina del director, y como castigo, fue suspendido por siete días. El escritor considera
este episodio como el primer brote de una inquietud (podríamos calificarla de social),
aunque, como bien lo recuerda todavía, no se interesaba aún en la política.3
MVLL en 1982.
Argumento[editar]
Narrado en primera persona por uno de sus protagonistas, un estudiante de 4º año de
media del Colegio San Miguel de Piura, trata de una rebelión estudiantil contra la decisión
del director de no poner horarios a los exámenes finales. Asimismo, trata de la rivalidad del
protagonista con Lu, un compañero que le ha desbancado en el liderazgo de la banda de
"los coyotes". Ambos muchachos se ven obligados a olvidar sus discrepancias para hacer
frente al enemigo común, personificado en el director del colegio. La huelga se disuelve
ante la negativa de continuarla de parte de los alumnos de primaria y de los primeros años
de secundaria, temerosos de las represalias de las autoridades del colegio.Autor:Mario
Vargas Llosa.
Escenarios[editar]
La acción se desenvuelve en Piura, una ciudad de la costa norte del Perú. Los escenarios
son:
Personajes[editar]
Los “jefes” que encabezan la protesta estudiantil y que cursan el último año de
secundaria:
El protagonista, que es a la vez el narrador de la historia, un muchacho
con cualidades de líder.
Lu, alumno, presumiblemente de ascendencia oriental. Es descrito como
de frente y boca estrechas, ojos rasgados, la piel hundida en las mejillas y la
mandíbula prominente. Obtiene el liderazgo de la banda de los coyotes, tras
vencer en una pelea al protagonista.
Javier, el amigo más cercano del protagonista, es un alumno muy osado,
siempre dispuesto a colaborar.
Raygada, alumno, vozarrón. Al final quiere llorar al ver fracasada la huelga.
León, alumno.
Amaya, alumno.
Ferrufino, el director del colegio, bajo y rechoncho.
Los inspectores Gallardo y Romero, encargados de la disciplina del colegio.
Teobaldo,vendía fruta sobre un madero
Estructura[editar]
El cuento se divide en cinco capítulos o secciones, rotulados con dígitos romanos.
El relato empieza in media res, es decir ya en pleno clímax de la acción, que viene ser la
protesta de los alumnos en el patio del colegio, reclamando la reposición de los horarios de
los exámenes.
Son cuatro los episodios fundamentales:
La organización de la huelga.
La confrontación de los líderes estudiantiles con el director del colegio, quien se
niega a reponer los horarios.
La pugna de poder entre los principales líderes estudiantiles: el protagonista-
narrador y Lu.
El fracaso de la huelga debido a la negativa de un grupo de estudiantes a sumarse
a ella.
IV.- Incómodo ante tanto mutismo, Lu no se contiene y se dirige a los alumnos. Les
cuenta cómo el director les humilló y se negó a reponer los horarios; lo acusa de
abusivo e incluso de haber pegado anteriormente a un alumno, apellidado Arévalo. De
pronto se escucha la voz del protagonista, quien califica de mentira la acusación de
Lu, pero éste continua su discurso, azuzando a los alumnos a tomar una acción más
drástica: una huelga. Nadie debía entrar al colegio hasta que se repusieran los
horarios. El protagonista y Javier acuerdan apoyarlo.
Vocabulario[editar]
Algarrobo, árbol existente en el Perú desde tiempos remotos. De raíces largas y
ramificadas, de tallo leñoso y de hojas perennes y compuestas. Forma bosques a lo
largo de los ríos costeños de Tumbes a Lambayeque, y de Ica a Nazca.
Churre, chiquillo o niño; se usa en la zona norte del Perú, particularmente
en Piura.
Gallinazo, ave carroñera del orden Falconiformes de la familia de los Cathártidos,
típica de la costa peruana.
Jalar, desaprobar a un estudiante en los exámenes.
Tablada, extensión de terreno, plano y de pequeñas dimensiones.6
Importancia[editar]
Este relato es la primera creación literaria de Vargas Llosa que fue publicada. Según
palabras del mismo autor:
Ese cuento prefigura mucho de lo que hice después como novelista: usar una experiencia personal
como punto de partida para la fantasía; emplear una forma que finge el realismo mediante
precisiones geográficas y urbanas; una objetividad lograda a través de diálogos y descripciones
hechas desde un punto de vista impersonal, borrando las huellas de autor y, por último, una actitud
crítica de cierta problemática que es el contexto u horizonte de la anécdota.7
Así fue la génesis de una formidable creación literaria que más de 50 años después sería
galardonada con el Premio Nobel de Literatura.
Punto de vista
angelfelipe210 Ambicioso
Los jefes, es un relato escrito en 1956 por el reconocido escritor peruano Mario Vargas Llosa,
quien hizo de esta su segunda obra cuando estaba trabajando para un periódico en Perú. Este
relato, pertenece al libro “Los jefes y los cachorros”, el cual contiene una recopilación de varios
relatos escritos por él. En 1956, era una época en la cual se creía mucho enla disciplina para los
jóvenes y los colegios eran muy estrictos, y para ese tiempo todavía se creía en el castigo físico,
además de ser muy pocas las escuelas mixtas, ya que se creía que los hombres y mujeres eran
géneros totalmente diferentes, así que los hombres debían ser muy masculinos y fuertes, y las
mujeres debían estar preparadas para ser amas de casa y ser muy femeninas y delicadas.En
“Los jefes”, podemos encontrar a adolecentes de quinto de media tratando de buscar justicia
mediante el uso de la fuerza, organizando una rebelión hacia el director, exigiendo horarios
para los exámenes, ya que al no tener horarios no saben cuándo va a haber un examen. Ellos,
intentaron rebelarse, la primera vez, haciendo una huelga en el recreo junto a toda la
secundaria, y luego, tratando deque nadie entrara al colegio, incluyendo a la primaria, sin
embargo al final del relato no lo consiguen, ya que no se puede conseguir justicia por la fuerza,
además de que el estado no permite que los menores de edad puedan imponer sus derechos,
y ahí se podría abordar el tema de la injusticia, ya que los jóvenes también merecen ser
escuchados, y solo por ser menores de edad no quiere decir quesiempre deban ser ignorados
por la ley. Lo más probable, sea que el autor, cuando aún estaba en la secundaria, haya
querido imponer justicia mediante la fuerza, ya que al no ser escuchado por las autoridades,
en ese caso de la secundaria, haya escrito el relato para reflejar la injusticia que hay hacia los
jóvenes. En el relato, podemos encontrar mucha violencia por parte de los adolescentes, en
elmodo de comportarse, hablar y pensar, lo cual es muy típico en los adolescentes, ya que
especialmente los hombres suelen ser muy impulsivos en esa edad, sin embargo se puede
notar cierto nivel de madurez en la adolescencia, ya que se dan cuenta de que no pueden
quedarse sin hacer nada y dejar que se cometa una injusticia hacia ellos, más bien, tratan de
organizarse para poder exigir un derechoque merecen.
Los Jefes es conjunto de relatos escritos entre 1953 y 1957 por un joven Vargas
Llosa, y publicados en 1959 a los 23 años. Es un volumen que consta de seis
cuentos, de los cuales, el primero da el título al libro.
Los cuentos «Los jefes» y «El desafío» están escritos en primera persona (con
narrador autodiegético el primero y homodiegético el segundo); los demás,
en tercera, (narrador heterodiegético).
Forma de titular que no es la que caracterizará posteriormente las tres obras que
todos señalan como las centrales del autor, pues como se sabe La Ciudad y los
Perros, la segunda parte del paratexto no alude directamente a perros específicos,
sino a los cadetes de primer año del Colegio Leoncio Prado; La Casa Verde no es
tal sino un prostíbulo y La Conversación en la Catedral, no ocurre en este lugar
sacro sino en un merendero de pobres.
En términos generales podría decirse que el volumen Los Jefes, representa en la
obra de Mario Vargas Llosa los fundamentos de una parte importante de su
temática, de su visión de mundo y de sus técnicas o estrategias narrativas. El
mismo ha dicho en una entrevista que "Creo que es un libro donde se ve una
personalidad en proceso de formarse. Los jefes es un pequeño microcosmos
de lo que vendrían a ser el resto de mis libros."
Véase al respecto las opiniones del crítico Emir Rodríguez Monegal, en una
conversación con el autor:
“Cuando le observo en el cuento que da título al volumen [Los Jefes] hay una
premonición del tema de La Ciudad y los perros,[primera novela publicada de
este autor en 1962 y que inaugura el Boom de la narrativa hispanoamericana
de los años sesenta] observa Vargas Llosa: ‘Si es posible porque se trata
precisamente de estudiantes pero en realidad el cuento está inspirado en un
hecho real, una especie de motín estudiantil en el Colegio San Miguel de Piura,
una huelga contra el director, que yo viví de cerca. Pero conscientemente, yo
nunca relacioné este cuento con lo que pasa en el Colegio Leoncio Prado en la
novela. Probablemente hay cierta semejanza’. Le señalo que hay semejanzas de
clima, y también de tensiones subterráneas entre los personajes. Los muchachos
en ambos relatos están motivados por un medio que es similar en ambos casos,
pero también están marcados por la manera en que el narrador encara el conflicto
y presenta a los personajes. Precisamente, al leer La Ciudad y los perros se
reconoce (ampliada) la misma capacidad de mostrar las tensiones que suscita la
convivencia, esa mira del narrador que busca infatigable en las relaciones que se
van tejiendo entre los seres, y que muchas veces van a contrapelo de los vínculos
de que ellos mismos son conscientes. En fin, todo ese sistema de relaciones que
están por debajo de las más obvias que desarrolla el argumento. Sólo que lo que
apenas aparece apuntado en Los Jefes está magníficamente orquestado en La
Ciudad y los perros”[1]
- La lucha por la supremacía, por ser ‘el hombre fuerte’ que se imponga al
grupo o a la colectividad (en el cuento Los jefes),
- las leyes intangibles del machismo (El Desafío),
- el repudio por dividir a los hombres en buenos y malos, así como la visión
trágica de la irresponsabilidad (El hermano menor),
- las presiones que ejerce el círculo de amigos, la hipocresía, el triunfo que
es más perfecto porque se calla (Día Domingo),
- la traición individual y la venganza solidaria de la pandilla (Un visitante) y
- el carácter absurdo de la crueldad (El abuelo)” [2]
1.- El cuento que da título al libro, Los Jefes, narrado en primera persona por uno
de sus protagonistas, estudiante de enseñanza media, habla de una rebelión
estudiantil contra el director del colegio, pero también de la rivalidad de
aquel con Lu, un compañero de curso que le ha desbancado en el liderazgo
de la banda de los coyotes.
El escenario de las acciones de este cuento es Piura, como lo demuestran los
topónimos propios de esa ciudad que se señalan en la siguiente cita: “La plaza
estaba totalmente cubierta. Los estudiantes se mantenían tranquilos, sin
discutir. Algunos fumaban. Por la avenida Sánchez Cerro pasaban muchos
carros, que disminuían la velocidad al cruzar la plaza Merino.” [3]
Es a esta misma ciudad a la que llega Vargas Llosa, siendo niño, ya que al
iniciarse el gobierno del presidente José Luis Bustamante y Rivero en 1945, su
abuelo (que era pariente del presidente) obtuvo el cargo
de prefecto del departamento de Piura, por lo que la familia entera regresó al Perú,
desde la ciudad boliviana de Cochabamba. Los tíos de Mario se establecieron en
Lima, mientras que Mario y su madre siguieron al abuelo a la ciudad de Piura. Allí
Mario continuó sus estudios de primaria en el Colegio Salesiano Don Bosco,
cursando el quinto grado.
“Mi primer encuentro con el Salesiano y mis nuevos compañeros de clase no fue
nada bueno. Todos tenían uno o dos años más que yo, pero parecían aún más
grandes porque decían palabrotas y hablaban de porquerías que nosotros, allá
en La Salle, en Cochabamba, ni siquiera sabían que existían. Yo regresaba todas
las tardes…a darle mis quejas al tío Lucho, espantado de las lisuras que oía y
furioso de que mis compañeros se burlaran de mi manera de hablar serrana y de
mis dientes de conejo. Pero poco a poco me fui haciendo de amigos… gracias
a los cuales fui adaptándome a las costumbres y a las gentes de aquella
ciudad, que dejaría una marca tan fuerte en mi vida”. [4]
Está narrado en primera persona del singular, con un uso acentuado del plural,
utilizado asimismo para sugerir la idea de grupo, de clan:
Situación discursiva que será llevada el extremo por el autor en Los Cachorros:
“Todavía llevaban pantalón corto ese año, aún no fumábamos, entre todos los
deportes preferían el fútbol y estábamos aprendiendo a correr olas, a zambullirnos
desde el segundo trampolín del Terrazas, y eran traviesos, lampiños, curiosos,
muy ágiles, voraces”
Según José Miguel Oviedo, aquí “el esfuerzo de Vargas Llosa está dirigido a
intentar la narración en todas las personas a la vez hasta disolver los puntos de
vista individuales en una sola entidad dramática, en una especie de narrador
colectivo que relata en un continuum avasallador. Pero si los personajes se
unifican en un gran Nosotros,[igual que en Los Jefes y en El Desafío]
ese Nosotros quisiera abrazar también al lector y hacerlo copartícipe”[6]
3.- Muy en relación con la colectivización del narrador, que aparece por primera
vez –como ya se dijo- en el cuento Los Jefes, en este también se inaugura la
presencia -que después será una constante en la narrativa vargallosiana- del
motivo del gregarismo, el que aparecerá asociado casi siempre a la constitución
de bandas, pandillas, grupos, clanes, sobre todo cuando los protagonistas
de los relatos son jóvenes:
“Los coyotes” de Los Jefes (“Salíamos por la puerta de atrás, un cuarto de hora
después que la Primaria. Otros lo habían hecho ya, y la mayoría de alumnos se
había detenido en la calzada, formando pequeños grupos. Discutían, bromeaban,
se empujaban. -Que nadie se quede por aquí -dije. ¡Conmigo los coyotes! -gritó
Lu, orgulloso. Veinte muchachos lo rodearon. -Al Malecón -ordenó-, todos al
Malecón. Tomados de los brazos, en una línea que unía las dos aceras, cerramos
la marcha los de quinto, obligando a apresurarse a los menos entusiastas a
codazos”); reaparecerán en Día Domingo como “los pajarracos”, Miguel, Rubén,
el Melanés, Tobías, Francisco, el Escolar (“Después del primer vaso de la nueva
tanda, Miguel sintió que los oídos le zumbaban; su cabeza era una lentisima
ruleta, todo se movía. -Me hago pis -dijo-. Voy al baño. Los pajarracos rieron. -
¿Te rindes? -preguntó Rubén. -Voy a hacer pis -gritó Miguel-. Si quieres, que
traigan más.”); como las bandas del Justo y el Cojo en El Desafío, en fin, Choto,
Chingolo, Mañuco, Lalo y Pichula Cuellar en Los Cachorros.
7.- El hecho de que «Los jefes» y «El desafío» estén en primera persona es
muy significativo, ya que refleja uno de los más vigorosos focos temáticos de
estos cuentos:el machismo.
Lu levantó el rostro y me miró, apenado. Al sentir su mano entre las mías, la noté
suave y delicada, y recordé que era la primera vez que nos saludábamos de ese
modo'.
8.- Por otra parte, el personaje que en Los Jefes es nominado Lu, prefigura al
del Jaguar, de La Ciudad y los Perros. Confróntese al respecto los siguientes
fragmentos de ambas obras:
11.- La violencia en «El hermano menor» es, en el fondo, un acto gratuito, revelado
mediante la iluminación de un dato escondido. Casi al final nos enteramos de que
Leonor no había sido violada por el indio, sino que por capricho de niña rica,
déspota, lo había acusado. El crimen es prerrogativa de los amos. Los indios no
tienen salida, aunque huyan. Pero es en «El desafío» donde funciona, por
primera vez en su narrativa, el dato escondido como estrategia principal. En
la última página se nos dice que Leónidas era el padre de Justo, uno de los
combatientes en el río. El final ilumina todo el contenido del cuento al hacernos
repasar el rol del viejo. La muerte de Justo es aún más terrible al resaltarse el
estoicismo del padre y su presencia premonitoria en el duelo.
12.- Según Fernando Moreno, “la técnica narrativa de Vargas Llosa hace gala de
múltiples recursos. Es particularmente interesante el hecho, de que no se respete
la sucesión temporal: presente y pasado de los personajes alternan
constantemente y el lector se ve así inmerso en un continuo vaivén temporal.
Puede decirse que la utilización de estas nuevas técnicas posibilita tanto el
expresar diversos niveles de realidad, como también lograr la eliminación de la
distancia entre el lector y el narrador, trasladando al primero directamente a la
realidad evocada por el libro.
Modo narrativo que opera ya en Los jefes, como queda explicitado en el siguiente
ejemplo, donde se mezclan momentos del pasado inmediato del narrador con otros
más pretéritos:
“Ante nosotros -Lu, Javier, Raygada y yo-, que dábamos la espalda a la baranda y
a los interminables arenales que comenzaban en la orilla contraria del cauce, una
muchedumbre compacta, extendida a lo largo de toda la cuadra, se mantenía
serena, aunque a veces, aisladamente, se escuchaban gritos estridentes.
-¿Quién habla? –preguntó Javier.
-Yo -propuso Lu, listo para saltar a la baranda.
-No-dije-. Habla tú, Javier.
Lu se contuvo y me miró, pero no estaba enojado.
-Bueno -dijo; y agregó, encogiendo los hombros-: ¡Total!
Javier trepó. Con una de sus manos se apoyaba en un árbol encorvado y reseco
y con la otra se sostenía de mi cuello. Entre sus piernas, agitadas por un leve
temblor que desaparecía a medida que el tono de su voz se hacía convincente y
enérgico, veía yo el seco y ardiente cauce del río y pensaba en Lu y en los
coyotes. Había sido suficiente apenas un segundo para que pasara a primer lugar;
ahora tenía el mando y lo admiraban, a él, ratita amarillenta que no hacía seis
meses imploraba mi permiso para entrar en la banda. Un descuido infinitamente
pequeño, y luego la sangre, corriendo en abundancia por mi rostro y mi cuello, y
mis brazos y piernas inmovilizadas bajo la claridad lunar, incapaces ya de
responder a sus puños.
-Te he ganado -dijo, resollando-. Ahora soy el jefe. Así acordamos.
Ninguna de las sombras estiradas en círculo en la blanda arena, se había movido.
Sólo los sapos y los grillos respondían a Lu, que me insultaba. Tendido todavía
sobre el cálido suelo, atiné a gritar:
-Me retiro de la banda. Formaré otra, mucho mejor.
Pero yo y Lu y los coyotes que continuaban agazapados en la sombra, sabíamos
que no era verdad.
-Me retiro yo también -dijo Javier.
Me ayudaba a levantarme. Regresamos a la ciudad, y mientras caminábamos por
las calles vacías, yo iba limpiándome con el pañuelo de Javier la sangre y las
lágrimas.
-Habla tú ahora -dijo Javier. Había bajado y algunos lo aplaudían.
-Bueno -repuse y subí a la baranda”.
Como se ve, al interior de un diálogo ocurrido a propósito de quién se dirige a los
estudiantes amotinados, el narrador inserta – en una técnica que algunos
llaman caja china- el momento anterior en que fue vencido por Lu, dejando de
ser el líder de los coyotes. Técnica que es la misma, pero mejorada por Vargas
Llosa en sus novelas posteriores como se ve en este ejemplo de Conversación
en la Catedral:
-¿Cómo fue lo de esta tarde? Encogió los hombros e hizo un ademán vago.
-Nos encontramos en el "Carro Hundido". Yo que entraba a tomar un trago y me
topo cara a cara con el Cojo y su gente. ¿Te das cuenta? Si no pasa el cura, ahí
mismo me degüellan. Se me echaron encima como perros. Como perros rabiosos.
Nos separó el cura.
-¿Eres muy hombre? -gritó el Cojo.
-Más que tú -gritó Justo.
-Quietos, bestias -decía el cura.
-¿En "La Balsa”esta noche entonces? -gritó el Cojo.
-Bueno -dijo Justo.
-Eso fue todo.
Sin embargo ése fue el único tema de conversación en los recreos y en las aulas,
y el lunes siguiente cuando, a la salida del Colegio, fueron a visitarlo a la Clínica
Americana, vimos que no tenía nada en la cara ni en las manos. Estaba en un
cuartito lindo, hola Cuéllar, paredes blancas y cortinas cremas, ¿ya te sanaste,
cumpita?, junto a un jardín con florecitas, pasto y un árbol. Ellos lo estábamos
vengando, Cuéllar, en cada recreo pedrada y pedrada contra la jaula de Judas y él
bien hecho, prontito no le quedaría un hueso sano al desgraciado, se reía, cuando
saliera iríamos al Colegio de noche y entraríamos por los techos, viva el jovencito
pam pam, el Águila Enmascarada chas chas, y le haríamos ver estrellas, de buen
humor pero flaquito y pálido, a ese perro, como él a mí.