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BOLETIN 4080

EFECTO DEL TRABAJO DE UN ESPECIALISTA EN EL DICTAMEN DEL


AUDITOR.

Generalidades
La responsabilidad de rendir información sobre las transacciones que realiza una
unidad económica y los eventos identificables y cuantificables que la afectan recae
en su administración, y tal como la señala el Boletín 1020, “Declaraciones
Normativas de su carácter general sobre el objetivo y la naturaleza de la auditoria
de estados financieros”, emitido por esta comisión, el objetivo del examen de loes
estados financieros es rendir una opinión profesional independiente sobre la
razonabilidad con que estos presentan las situación financiera y los resultados de
operación de una empresa, de conformidad con las Normas de Información
Financiera.

Lo anterior implica que, en ocasiones, el auditor tendrá que obtener elementos de


juicio suficientes y certeza razonable para opinar sobre hechos y fenómenos
reflejados en los estados financieros que por su naturaleza o características
particulares quedan fuera de su ámbito profesional y corresponden a un
especialista en determinada área.
Aunque reconoce que por su preparación académica y experiencia, el auditor debe
estar familiarizado con asuntos de negocios en lo general, no se espera que tenga
la experiencia o entendimiento para poder dominar aspectos que componen a otra
ocupación o practica profesional.

Consecuentemente, ante estos casos, el Contador Publico Independiente tendrá


que cubrir en su auditoria la revisión de los trabajos realizados por un especialista
y la evaluación de la razonabilidad de los resultados.
El boletín 5050, utilización del trabajo de un especialista, emitida por esta comisión
contiene diversas guías para la revisión del trabajo efectuado por un especialista.

Alcance y Limitaciones.

Este boletín trata exclusivamente sobre el efecto que tiene en el dictamen del
auditor, el resultado de la revisión de trabajos efectuados por un especialista.

Al igual que como se indica en el Boletín 5050, para efectos de este boletín, un
especialista es la persona o firma que posee conocimientos técnicos y experiencia
en un determinado campo de acción, diferente al de la contabilidad y auditoria, y
puede ser contratado, tanto por el cliente como por el auditor.

Este boletín no es aplicable a los efectos del trabajo de un especialista que forme
parte del equipo profesional del auditor, ya que este caso queda cubierto en las
disposiciones normativas relativas al control de calidad y planeación y supervisión
del trabajo de auditoria.

Objetivo del Boletín.


La finalidad del boletín es determinar el efecto que tienen los resultados del trabajo
efectuado por un especialista en el dictamen del auditor, cuando dicho trabajo
respalde cifras o revelaciones importantes de los estados financieros.
Pronunciamientos normativos.

El auditor debe revisar, cuando las circunstancias lo requieran, los trabajos


efectuados por otros profesionales con conocimientos especializados, tales como
ingenieros, abogados, peritos valuadores, actuarios, etc., y evaluar la razonabilidad
de los resultados.
Debido a la diversidad de asuntos que se pueden presentar y que no se pueden
exigir que el Contador Publico posea conocimientos técnicos que comprometen a
otras profesiones, dicha revisión debe considerarse como la comprobación de
aquellos elementos objetivos susceptibles de verificación y a la evaluación de los
efectos tomando en cuenta el resultado de sus propios procedimientos de auditoria
y el conocimientos del negocio.

Como lo indica el Boletín 1020, “Declaraciones normativas de carácter general


sobre el objetivo y la naturaleza de la auditoria de estados financieros”, de esta
Comisión , la auditoria de estados financieros no tiene por objetivo el descubrir
errores e irregularidades, que por lo debido a las características propias de su
realización y a las limitaciones que ofrece cualquier sistema de control interno
contable, existe un riesgo inevitable de algunos errores o irregularidades quedan
permanecer sin descubrirse; sin embargo, la responsabilidad del auditor nace con
el hecho de que los mismos debieron haber sido detectados y no lo fueron por no
haberse cumplido con las normas de auditoria generalmente aceptadas.

Si después de ejecutar los procedimientos de auditoria considerados adecuados


en las circunstancias, el auditor concluye que los resultados del trabajo de un
especialista respaldan la información relativa contenida en los estados financieros,
habrá obtenido evidencia suficiente y competente para basar una opinión. Por lo
contrario, deben existir diferencias importantes entre los resultados de trabajo de
un especialista y la información reflejada en los estados financieros, o el auditor
concluye que dichos resultados no son razonables, deberá aplicar procedimientos
adicionales de auditoria, incluyendo la posible intervención de otro especialista.
Si después de ejecutar los procedimientos adicionales de auditoria aplicables en
las circunstancias, el auditor concluye que:

a) La información contenidos en los estados financieros no esta de acuerdo con las


Normas de Información Financiera, emitirá su dictamen con la salvedad u opinión
adversa que corresponde.

b) Continúan sus objeciones sobre los resultados del trabajo especialista y estas
áreas no serán resueltas satisfactoriamente, deberá emitir su dictamen con la
salvedad o abstención de opinión que corresponda.
Cuando el auditor expresa una opinión limpia no deberá de hacer referencia
alguna en su dictamen al trabajo de un especialista, ya que esto podría mal
interpretarse y considerarse como una salvedad o declaración de división de
responsabilidades.

Si el auditor expresa una salvedad, abstención o negación en su dictamen, y la


causa de ello proviene de aspectos relacionados con el trabajo en el dictamen,
pero solo si se considera que al hacerlo haría mas clara su comprensión a
cualquier lector.

El auditor debe asegurarse de que los estados financieros o sus notas revelen
adecuadamente las situaciones, eventos o transacciones en cuya cuantificación o
determinación de efectos participo un especialista.

Vigencia.
Este boletín entra en vigor, y debe ser aplicado en forma obligatoria, a partir del 31
de Julio de 1987, fecha de su aprobación por el Comité Ejecutivo Nacional del
Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C.

Este boletín fue modificado, en los párrafos correspondientes, en función del


Boletín 4010, Dictamen del Auditor, publicado en la revista Contaduría Publica del
mes de Marzo de 1995. Dichas modificaciones entraran en vigor a partir del 1 de
Enero de 1996, aunque se recomienda su aplicación anticipada.

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