Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
20 DE FEBRERO DE 2015
JUSTIFICACIÓN
El presente trabajo se desarrolla sobre aquellos policías que día con día viven en
constante peligro arriesgando su vida, y son aquellos que son escasamente
tomados en consideración en este y en cualquier otro sistema a nivel nacional ya
que no se les ha dado el mérito que realmente merecen. Nuestros policías que se
ven frente a frente contra la delincuencia ya que están a la vista y son identificados
inmediatamente por aquellos amantes de lo ajeno. Su actuación debe ser y será
siempre apegada a los protocolos en materia de detención, protocolos en materia
de cadena de custodia así como la ley que regula el uso de la fuerza y sobre todo
apegados al respeto a los derechos humanos. ¿Pero acaso el policía no es
también parte de la sociedad? ¿No es también un ser humano con derechos y
obligaciones? Pues bien, por eso es nuestra sociedad requiere con urgencia una
policía mejor preparada, ¿pero cómo lograr este cambio? desde mi muy humilde
perspectiva esto solo se va a lograr a través de la capacitación, una capacitación
constante y para todos incluyendo a mandos medios y de alto nivel policial, en
donde converjan en un marco de igualdad, ya que tanto aquellos que tienen una
actividad como mando y tiene la responsabilidad de ordenar actuaciones
operativas, esté debe conocer a la perfección dichos protocolos así como sus
subalternos y solo de esta forma se podrá cumplir con las necesidades que exige
la sociedad.
INTRODUCCIÓN
Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos
reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los
casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. {1}
Del presente artículo se desprende que todo policía debe ser ejemplo para nuestra
sociedad garantizando los derechos humanos al promoverlos, respetando,
protegiendo y sobre todo garantizando los mismos, actuando con apego a los
tratados internacionales bajo los “principios de legalidad, objetividad, eficiencia,
profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humano” y para ello es
necesario citar la “convención americana sobre derechos humanos suscrita en la
conferencia especializada interamericana sobre derechos humanos (San José, de
Costa Rica 7 al 22 de noviembre de 1969) también conocida como “Pacto de san
José de Costa Rica:
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda
persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser
humano.
2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas
de antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas
conforme a ellas.
3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y
notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad. ………”
Artículo 9
1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal. Nadie podrá ser sometido a
detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas
por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta.
Artículo 10
1. Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano.
Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones,
sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento.
ORDEN JUDICIAL DE
APREHENSIÓN
(PÁRRAFO III)
DETENCIÓN FLAGRANCIA
(PÁRRAFO V)
CASO URGENTE
(PÁRRAFO VI)
Por lo que las formas de detención se citan en los párrafos III, V y VI, aunque con
la reforma constitucional en su “párrafo V” la palabra “flagrancia” ya no se
encuentra en dicho párrafo y anteriormente quedaba claramente evidenciada
como flagrante:
Por lo que el acto de detener no facultad exclusiva del policía, ya que cualquier
persona puede realizar dicha detención. Aquí entraríamos con una interrogante ¿a
quién califica el juez de control en la audiencia de Control de legalidad de la
detención? cuando dicha detención fue realizada por un civil y el policía solo
apoyo al traslado y puesta a disposición?
1ª hipótesis
“La persona es detenida en
el momento de estar
cometiendo un delito”
FLAGRANCIA
2ª hipótesis
“Inmediatamente después
de cometerlo es detenida,
…….”
Se podrá detener a una persona sin orden judicial en caso de flagrancia. Se entiende que hay
flagrancia cuando:
b) Cuando la persona sea señalada por la víctima u ofendido, algún testigo presencial de los
hechos o quien hubiere intervenido con ella en la comisión del delito y cuando tenga en su poder
instrumentos, objetos, productos del delito o se cuente con información o indicios que hagan
presumir fundadamente que intervino en el mismo.
Para los efectos de la fracción II, inciso b), de este precepto, se considera que la persona ha sido
detenida en flagrancia por señalamiento, siempre y cuando, inmediatamente después de
cometer el delito no se haya interrumpido su búsqueda o localización .
PRIMERA HIPÓTESIS:
1ª hipótesis
FLAGRANCIA “La persona es detenida en
el momento de estar
cometiendo un delito”
Primera hipótesis:
El Policía actuará bajo la conducción y mando del Ministerio Público en la investigación de los
delitos en estricto apego a los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo,
honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución.
Para los efectos del presente Código, el Policía tendrá las siguientes obligaciones:
III. Realizar detenciones en los casos que autoriza la Constitución, haciendo saber a la persona
detenida los derechos que ésta le otorga;
IV. Impedir que se consumen los delitos o que los hechos produzcan consecuencias
ulteriores. Especialmente estará obligada a realizar todos los actos necesarios para evitar una
agresión real, actual o inminente y sin derecho en protección de bienes jurídicos de los gobernados
a quienes tiene la obligación de proteger;
VII. Practicar las inspecciones y otros actos de investigación, así como reportar sus resultados
al Ministerio Público. En aquellos que se requiera autorización judicial, deberá solicitarla a través
del Ministerio Público;
SEGUNDA HIPÓTESIS
2ª hipótesis
FLAGRANCIA “Inmediatamente después
de cometerlo es detenida,
…….”
Ejemplo simple de detención sobre la segunda hipótesis:
DETENCIÓN EN FLAGRANCIA DEL INCULPADO. CASO EN EL QUE NO VIOLA LOS DERECHOS HUMANOS
CONTENIDOS EN LOS ARTÍCULOS 16 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL; 9, NUMERAL 1, DEL PACTO
INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS Y 7, NUMERALES 2 Y 3, DE LA CONVENCIÓN
AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS, CUANDO SE REALIZA POR POLICÍAS CON MOTIVO DE LA
DENUNCIA QUE PRESENTA LA VÍCTIMA DEL DELITO.
En el sistema jurídico mexicano las restricciones a la libertad de los individuos, sólo pueden tener lugar en
los casos y condiciones reguladas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es decir, a
partir del estricto cumplimiento de determinados requisitos y garantías, pues en caso contrario, se estará
ante una medida arbitraria o ilegal -detención o privación ilegal de la libertad-; principio que se observa en el
artículo 16, párrafo cuarto, constitucional, en su texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 18 de junio de 2008 (actualmente párrafo quinto), que establecía que en caso de delito
flagrante, cualquier persona puede detener al indiciado poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad
inmediata y ésta, con la misma prontitud, a la del Ministerio Público, entendiéndose por flagrancia, cuando
el indiciado es sorprendido en el momento en que está cometiendo el delito; postulado que coincide con
los artículos 9, numeral 1, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 7, numerales 2 y 3, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. A partir de las anteriores premisas, si en el caso, la
detención del inculpado obedeció a la denuncia que presentó la víctima respecto de hechos que sufrió
momentos antes, en donde, entre otras cosas, refirió las características del vehículo que tripulaban las
personas que le robaron, quienes utilizaron un arma de fuego y, posteriormente, los policías, al transitar
por las calles, en ejercicio de sus funciones, observan el automotor que coincide con el señalado por el
denunciante, detienen a sus tripulantes y les SOLICITAN AUTORIZACIÓN PARA REVISARLOS; luego, SI DE
ELLO DESCUBREN PRUEBAS QUE RESPALDAN LO DESCRITO POR LA VÍCTIMA (EL ARMA DE FUEGO), esa
detención no es ilegal ni arbitraria, por haber hallado al inculpado en flagrante delito y existir datos
razonables y válidos que facultan a la autoridad para realizarla. Por ende, no contraviene los derechos
humanos contenidos en los invocados preceptos, pues fue detenido con motivo de una denuncia de la
víctima, que revelaba la comisión de un posible delito, lo cual permitió a los policías abordar y revisar a los
tripulantes del vehículo; de ahí que la mecánica de los acontecimientos evidencie que la detención está
justificada, porque la persona fue asegurada por un motivo que guarda relación con aquélla; además la
autoridad contaba con elementos objetivos que le permitían identificar al imputado y corroborar que,
momentos antes, había cometido el delito referido; consecuentemente, la autoridad podía privarlo de la
libertad, porque observó directamente que la acción se estaba cometiendo en ese preciso instante, esto es,
el iter criminis.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA TERCERA REGIÓN, CON
RESIDENCIA EN GUADALAJARA, JALISCO.
Amparo directo 666/2013 (cuaderno auxiliar 462/2013 del índice del Quinto Tribunal Colegiado del Décimo
Quinto Circuito con residencia en Mexicali, Baja California). 29 de agosto de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Jorge Humberto Benítez Pimienta. Secretario: Abel Ascencio López.
DETENCIÓN DEL INCULPADO. SI LOS ELEMENTOS APREHENSORES QUE REALIZABAN LABORES DE VIGILANCIA
OBSERVARON QUE ÉSTE, AL NOTAR SU PRESENCIA, ADOPTÓ UNA ACTITUD EVASIVA Y AL PRACTICARLE UNA
REVISIÓN PRECAUTORIA SE PERCATAN DE QUE ESTÁ COMETIENDO UN DELITO EN FLAGRANCIA (POSESIÓN
DE NARCÓTICOS), AQUÉLLA NO ES ARBITRARIA.
El artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece, por una parte, que
nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento y,
por otra, que en los casos de delito flagrante, cualquier persona puede detener al indiciado poniéndolo sin
demora a disposición de la autoridad inmediata y ésta, con la misma prontitud, a la del Ministerio Público.
Por tanto, si el Constituyente Originario dispuso que cualquier persona puede detener a otra cuando se le
sorprenda en flagrante delito, con mayor razón, los agentes de la policía, pues entre sus funciones, no sólo
está la de detener a quienes realizan un hecho delictivo en el momento en que lo ejecutan o después de
ello, ya que, en términos del artículo 21 de la Constitución Federal, también tienen facultades de prevención
del delito y para vigilar la aplicación de los reglamentos. Ahora bien, si los elementos aprehensores, al
realizar sus labores de vigilancia observaron que el inculpado, al notar su presencia adoptó una actitud
evasiva y al practicarle una revisión precautoria se percatan de que está cometiendo un delito en flagrancia
(le encontraron el narcótico afecto a la causa), motivo por el que lo detuvieron, la actuación de dichos
agentes no fue una detención arbitraria que requiriera de un mandamiento escrito que cumpla con los
requisitos constitucionales apuntados, sino que se trata de dos momentos distintos que concurren en dicha
actuación, el primero, consistente en la revisión que los policías pueden realizar a cualquier persona con la
finalidad de prevenir o investigar la comisión de algún delito, a fin de garantizar la seguridad pública y, el
segundo -consecuencia del primero-, lo constituye la detención en flagrancia que pueden llevar a cabo si con
motivo de la revisión observan la comisión de algún ilícito.
Amparo directo 947/2013 (cuaderno auxiliar 781/2013) del índice del Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Quinto Circuito, con apoyo del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Quinta Región,
con residencia en La Paz, Baja California Sur. 15 de octubre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Edwigis
Olivia Rotunno de Santiago. Secretario: José Guadalupe Rodríguez Ortiz.
Otro de los factores necesarios es la capacitación de los policías en los niveles del
uso de la fuerza, ya que si bien es cierto estos han aplicado durante años diversas
técnicas de acuerdo a las circunstancias del hecho que motivan la detención es
prácticamente nulo el conocimiento de dicha ley por parte de los elementos
aprehensores, siendo esta ley fundamental en la actualidad ya que si no cuentan
con los conocimientos de esta provocará a la hora de rendir su entrevista ante el
C. Agente del ministerio público deficiencias y por ende en el proceso durante la
audiencia de control de la detención por lo que para tal efecto señalaremos
algunos de los puntos primordiales que el policía debe tomar en consideración a la
hora de realizar la detención.
Ley que Regula el Uso de la Fuerza de Cuerpos de Seguridad Pública del Distrito
Federal
Artículo 3.- Todo Policía tiene derecho a la protección de su vida e integridad física, al
respeto a su dignidad como ser humano y autoridad, por parte de sus superiores y de la
ciudadanía. Además, desempeña un papel fundamental en la protección del derecho a la vida, la
libertad y la seguridad de las personas, por lo que es obligación de la Administración Pública del
Distrito Federal proporcionarle la atención médica, psicológica y jurídica que, en su caso, requiera.
Artículo 6.- La Policía podrá tener a su cargo y portar las siguientes armas:
I. Incapacitantes no letales:
II. Letales:
a. Armas de fuego.
Artículo 8.- Cuando estén en riesgo los derechos y garantías de personas e instituciones, la paz
pública y la seguridad ciudadana, la Policía podrá utilizar la fuerza, siempre que se rija y observe
los siguientes principios:
Oportuno: que se aplique el uso de la fuerza de manera inmediata para evitar o neutralizar un
daño o peligro inminente o actual, que vulnere o lesione la integridad, derechos o
bienes de las personas, las libertades, la seguridad ciudadana o la paz pública; y
V. Proporcional: que el uso de la fuerza sea adecuado y corresponda a la acción que se enfrenta o
intenta repeler. Ningún Policía podrá ser sancionado por negarse a ejecutar una orden
notoriamente inconstitucional o ilegal, o que pudiera constituir un delito. Toda orden con
estas características deberá ser reportada al superior jerárquico inmediato de quien la
emita.
Artículo 9.- El Policía podrá hacer uso de la fuerza, en las siguientes circunstancias:
I. Someter a la persona que se resista a la detención ordenada por una autoridad competente o
luego de haber infringido alguna ley o reglamento;
II. Cumplir un deber o las órdenes lícitas giradas por autoridades competentes;
III. Prevenir la comisión de conductas ilícitas;
IV. Proteger o defender bienes jurídicos tutelados; o
V. Por legítima defensa.
Artículo 12.- El Policía obra en legítima defensa cuando repele una agresión real, actual o
inminente y sin derecho en protección de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista
necesidad en la defensa, racionalidad y proporcionalidad en los medios empleados.
El Policía sólo empleará armas de fuego en defensa propia o de otras personas, en caso de
peligro inminente de muerte o de lesiones graves, o con el propósito de evitar la comisión de un
delito particularmente grave que entrañe una seria amenaza para la vida o con el objeto de
detener a una persona que represente ese peligro y oponga resistencia o por impedir su
fuga, y sólo en el caso que resulten insuficientes medidas menos extremas para lograr dichos
objetivos.
Reflexión.
BIBLIOGRAFÍA