¡Las mujeres se hicieron ya

las dueñas de la muerte…!

1
 Las mujeres se hicieron ya las dueñas de la muerte,
no solo con el asesinato impune de los inocentes,
arrancándose a trozos sus hijos vivos de sus vientres, sino
asesinando a los hombres, y siendo exoneradas como
héroes por la justicia, como pasó el otro día en los juzgados
de Salta.

"Dios es tan bueno como vos y la humanidad entera,

y por eso la niña esta tan terriblemente dañada como está, y
es tan atrozmente sufriente de por vida, y no deja además
de ver a su padre..." (A la madre de mi hija)

En el enlace, "la teología de la maldad intrínseca del

Dios vivo", que nadie escribió ni dijo nunca, ni siquiera el
mismo Satanás.

Y no hay nadie que pueda dar vuelta a una sola de las

palabras de este escrito, ni siquiera Dios...

Sólo estoy deseando morir, para afrentarlo a Dios,

desde el mismo infierno, y por toda la eternidad, por injusto
con la humanidad entera...

2
 De mí, mejor le hubiera sido a Dios el no haberme
dado la vida, porque en lugar de darle glorias y loas, le
escupo a su rostro todas sus vergüenzas...

Las mujeres se hicieron ya las dueñas de la muerte,

no solo con el asesinato impune de los inocentes,
arrancándose a trozos sus hijos vivos de sus vientres, sino
asesinando a los hombres, y siendo exoneradas como
héroes por la justicia, como pasó el otro día en los juzgados
de Salta.

A Dios le place y goza inmensamente del sufrimiento

humano, y luego nos va a dar el Cielo para compensarnos...

Claro, que aunque yo lo conozco, sé que no hay

consuelo ninguno al terrible dolor de la humanidad entera, ni
del mismo Dios.

Por eso, sabiendo aún lo muy poca cosa que soy, y

que me van a comer los gusanos, me levanto por la
eternidad entera, contra la maldad del mismo Dios,
juzgándolo y condenándolo...

(Y si quiere abundar más aún, continúe leyendo el

escrito completo a continuación…)

3
 Licenciado Francisco Antonio Cerón García
fcerong@gmail.com
Mi Twitter:
http://twitter.com/Lic_Fco_Ceron_G
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ceron.garcia

4
 Poder tomar un mate: ¡El mayor lujo de toda mi vida!

La injusticia, el sarcasmo,
la burla, la canallada, la
infamia, y la mentira del Dios
vivo:

¡Dios es el paradigma de
la maldad, más aún que la
del mismo Satanás!

5
 En la foto, cuando después de casi seis meses de no
desayunar, ni merendar, ni cenar, un amigo me trajo una
taza y un “calentadorcito”, una resistencia para poder
calentar el agua, y poder tomar siquiera un mate, para
“engañar” al hambre…

Esto tan banal, poder tomar un mate, me removió

todas la ideas…

No son ideas ni pensamientos nuevos… Lo vengo ya

“rumiando” mucho tiempo; adjunto al respecto a
continuación mi escrito anterior de: “La mentira de Dios…”

Pero ahora doy aún un paso más, en esta “teología”

por la que espero ser “excomulgado…”

Porque estoy hablando de la maldad intrínseca del

mismo Dios…

Nos hicieron creer que Dios era bueno…

Nos hicieron creer que había un ser todopoderoso que

encarnaba toda la bondad y todo lo bueno…

6
 Sí, es verdad que existe ese ser, que es un ser de Luz,
y yo puedo dar no “fe”, sino testimonio del mismo, porque Él
mismo me llevó en vida a su presencia… Sí, Dios existe…

Dios existe, pero…

Pero el mayor desengaño que me pude haber llevado

en toda mi existencia, es el haber podido comprobar y
certificar, que es un mentiroso, como ya escribí también
anteriormente…

Dios no nos necesita para nada, el es inmensamente

feliz en sí mismo, por sí mismo…

Pero Dios se place de nuestro sufrimiento, Dios goza

de nuestro sufrimiento, Dios goza del sufrimiento de toda la
humanidad entera:

¡Porque es para su gloria…!

Esta es la mayor canallada, la mayor de las infamias…

Que Dios goce de nuestro sufrimiento, cuando se

propone como el ser de la bondad…

7
 Y que lo haga para su gloria…

Supera aún con creces, la misma maldad de

Satanás…

Satanás y Lucifer, los dos mayores diablos, son la

encarnación viva del mal…

Son la misma esencia del mal…

Pero, por eso mismo se puede esperar de ellos todo lo

malo que sea posible…

Pero esperarlo ya del mismo Dios, que se decía de si

mismo que era “bueno…”

Nos hicieron creer, que nadie puede osar “rebelarse”

ante Dios…

Jesús mismo nos dijo en el Padrenuestro: “Hágase tu

voluntad, así en la Tierra como en el Cielo…”

O sea, que nadie osara rebelarse ante Dios…

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 La Biblia misma, es todo un tratado, no ya de “la
palabra de Dios”, sino de la “obediencia debida…”

Sí, durante toda la historia de la humanidad, la

dialéctica del bien y del mal, ha sido la del ensalzamiento de
la divinidad, para “acallarnos” a todos, y que no hubiera ni
un solo pensamiento discordante, ni una sola crítica, ni un
solo juicio, no ya contra Satanás y Lucifer, que ya fueron
juzgados y condenados…

Al que no se puede juzgar, es al Dios vivo…

A los que no se los puede juzgar, es al Padre, al Hijo,

o sea Jesucristo, y al Espíritu Santo…

Y ese precisamente, es el pecado “original…”

Juzgarlo al mismo Dios…

Y yo lo juzgo y lo condeno…

Yo lo juzgo y lo condeno por sus mentiras y por sus

injusticias, al mismo Dios…

9
 Aún a pesar de que me cueste perder el “Cielo…”

Bueno, al mismo Dios le digo, bien en español, que al

Cielo se lo puede meter:

¡Donde le quepa…!

Claro que es una metáfora, porque Dios que es un ser

espiritual, no tiene “culo…”

Dios quiso comprarnos, quiso que nos vendiéramos,

quiso “acallarnos”, con el señuelo del “Cielo…”

Y esa precisamente, es su mayor mentira…

“Pedid y se os dará…”

“De los niños es el Reino de los Cielos…”

“Los que tengan sed de justicia serán saciados…”

Todas estas frases de Jesucristo son con mucho, las

mayores de las mentiras del mismo Dios…

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 Como de los niños es el Reino de los Cielos, por eso
hoy en día los niños son asesinados y abortados ya antes
mismo de haber nacido…

Como “pidiendo es que se nos dará”, Dios le hizo el

“milagro” de la salud a mi hija, y por eso mismo es que mi
hija desahuciada se consume viva, en sus terribles dolores,
cada día de su maldita vida, sufriendo muchísimo peor que
un perro sarnoso…

Y la mayor de las mentiras de Dios, y del mismo

Jesucristo, es que habrá justicia…

Cuando lo que reina es la injusticia…

Reina, porque Dios mismo le entregó todo el poder y

todo este mundo al mismo Satanás…

Basta sólo leer el libro de Job en la Biblia, para

comprenderlo…

Dios disfruta del sufrimiento de los seres humanos,

porque es para su “Gloria…”

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 Dios usa de instrumento al mismo Satanás, para
torturarnos…

Y luego nos va a dar como “premio” el Cielo…

Esta es la mayor de todas las injusticias…

Porque Dios mismo nos acalla de nuestros dolores, de

nuestros sufrimientos, nos pone un “bozal”, para que no
hablemos…

Porque Él tiene que ser “Santo”, Él tiene que tener

“Gloria…”

Y así los Ángeles, Arcángeles, Querubines, y

Serafines, viven dándoles loas y glorias a Dios, mientras que
aquí en la Tierra nos deshacemos del dolor y de la maldad…

Dios mismo, es el ser más maldito que pudo haber

existido nunca…

Y no tiene remedio ninguno…

Porque nadie puede “matar” a Dios…

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 Finalmente dice la Biblia, que “los pecados contra el
Espíritu no serán perdonados…”

Esta frase lapidaria, es el último freno, el último bozal,

la última “censura” del mismo Dios, para que no lo
juzguemos…

Dios sólo quiso que cerráramos los ojos, y no

volviéramos mudos, sólo quiso que no pensáramos, para
que no pudiéramos juzgarlo…

Pero al menos conmigo, “el tiro le salió por la culata…”

Porque si algo soy yo, si algo tengo, que va más allá

de este mi cuerpo que se van a comer los gusanos...

Si algo soy, es precisamente “pensamiento...”

Y no sólo eso, sino que además no soy un cobarde,

como casi toda la humanidad entera…

Yo no me arredro, no ya ante el mismo Satanás, al

cual conozco también en persona, y vencí en una lucha
terrible…

13
 ¡No me arredro ni ante el mismo Dios!

Y por eso lo juzgo…

No tengo miedo ninguno de perder su “Cielo…”

Dios se equivocó terriblemente conmigo…

Creyó que podía “comprarme”, como a casi todos los

seres humanos…

Creyó que podía “asustarme”, con la amenaza del

castigo del Infierno, que existe y como yo lo conozco, no doy
fe, sino testimonio, ya que tengo certeza por mi propia
experiencia de cuando cerré una “Salamanca”, un portal de
entrada al mismo Infierno…

Dios se equivocó, creyendo que nos iba a poder

engañar a todos…

Y así, nadie lo iba a juzgar…

Pero yo lo guzgo, y lo condeno…

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 Y Él seguirá en su “Cielo”, con sus Ángeles y sus loas,
pero no me podrá nunca cerrar los ojos, ante tanto
sufrimiento, del que Él mismo es partícipe y causante,
mientras que nos engaña como a tontos, con el pecado
“original…”

Si algo me queda en esta existencia, y en toda la

eternidad, que se me queda “corta” para ello…

Si algo me queda, es maldecirlo, por habernos dado la

vida y la existencia, sólo para sufrir como perros, mientras
que Él vive inmensamente feliz en sí mismo, y mientras que
Jesucristo vino a morir sólo para su misma Gloria…

Si de verdad a Dios, en lugar de importarse sólo de sí

mismo, si de verdad a Dios le importara la justicia, la bondad,
la piedad, la empatía, y todo lo opuesto a la maldad, Dios no
la permitiría nunca, no la hubiera permitido nunca, Dios no
permitiría que los niños fueran abortados, arrancándoles
vivos los trozos de sus cuerpos, dentro mismo de los vientres
de sus madres…

Dios con mucho, es más malvado y perverso que el

mismo Satanás…

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 Sólo que no podemos decirlo… Sólo que tenemos que
callarnos…

Porque todo es para su “Gloria…”

Verdaderamente, la eternidad entera se me queda

corta, para en lugar de darle glorias, loas, y alabanzas, como
los ángeles, decía

¡La eternidad se me queda corta para maldecirlo sin

cesar…!

Licenciado Francisco Antonio Cerón García

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 ¡La
“mentira” de
Dios…!

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 No me refiero, a la “mentira” de la existencia de Dios,
de la cual tengo absoluta certeza, por haber estado en su
presencia viva…

Sería mejor entonces, que no hubiera existido nunca,

porque ya que lo conozco cara a cara, es peor aún, pues me
refiero a la mentira de su palabra…

El Altísimo, el ser de Luz, el Dios vivo, nos transmitió

a través de todos sus profetas, a través inclusive de las
palabras de Jesucristo, el “verbo” del Dios vivo, decía, nos
transmitió la promesa de la vida eterna, nos transmitió la
existencia de un Cielo o Paraíso, y nos transmitió también la
existencia de un infierno, también para toda la eternidad…

No tengo duda ninguna de todo ello, pues conozco tan

bien al “Cielo”, como al mismo infierno…

Pero, sí que hay una mentira terrible en sus palabras…

18
 Pues, se nos “engañó”, con la promesa de la vida
eterna, de que Dios es capaz de dar un consuelo, a todos y
cada uno de nosotros, que fuimos llamados a esta
existencia, sin haberlo pedido, y de la cual sólo podemos
alejarnos, quitándonos la vida misma, con la paradoja
terrible, de que como no morimos, seguimos viendo todo,
pero en ese caso ya solo cómo “espectadores…” Pues, para
nuestra desgracia, para desgracia de los “suicidados”, sí que
seguimos teniendo vida, vida eterna…

Pero, como decía, el Dios vivo nos engañó

terriblemente…

Nos engañó terriblemente, con el “señuelo” de la

promesa de la vida eterna, como un “anzuelo”, para que
creyéramos que existía el “consuelo…”

Para que creyéramos que existía un consuelo, a tanto

dolor, a tanta maldad, a tanta enfermedad, etc., etc., etc…

19
 Pero, necesité más de la mitad de mi vida, para darme
cuenta y comprender, que eso precisamente, lo del
“consuelo”, es su mentira más atroz y terrible…
Precisamente, viniendo del ser de Luz, del ser que por su
esencia misma, debiera de ser toda la verdad, y nada más
que la verdad, pues la luz es eso mismo, verdad…

Pero, aquí el Diablo mentiroso y falaz por naturaleza,

aquí en este punto, respecto de todos los seres humanos,
muy tristemente, tiene toda la razón…

No en lo demás, pero sí en este punto, que no es banal

precisamente, porque atañe a la vivencia de la existencia
misma, de cada ser humano…

No digo con todo esto, que haya que hacer por ello el
mal, como una forma de despecho o venganza, hacia el ser
de Luz, el que habitualmente llamamos Dios…

Este mi escrito, que es el más “raro” y extraño, de

todos cuantos hice, no lleva ese ánimo negativo de odio
hacia Dios…

Pero sí que lleva el marcar un límite, que ni siquiera

Dios mismo, con todo su poder, puede traspasar…

20
 No puede traspasarlo, precisamente, por la misma
libertad que nos dio…

Si Dios pudiera darnos un “consuelo”, ante tanta

maldad, ante tanto dolor, ante tantas tragedias, entonces
tendría, para hacer “milagros”, que quitasen todo el mal, todo
el dolor que nos aqueja, decía, entonces tendría que
quitarnos nuestra propia libertad…

Así Dios, no puede hacer milagros ningunos, para

quitarnos el dolor, la muerte, la enfermedad, las tragedias, lo
aciago y terrible del destino del ser humano, porque tendría
entonces como digo, que negarnos nuestra libertad…

Todo esto parece muy teórico, pero es más allá de mis

propias “elucubraciones”, el resultado de mi “experiencia”
vital…

Tal vez, sino hubiera tenido una hija tan enferma y

desahuciada, inocente de todo, como el mismo Jesucristo…

Tal vez, sino hubiera tenido una madre que se

consumió viva durante catorce años con una terrible
enfermedad terminal… Un ser que no hizo nunca daño a
nadie…

21
 Tal vez, sino hubiera sido desaparecido, con tres
terribles exilios a cuestas, y haber llegado a ver, el
desarraigo y la maldad, a la que me sometieron mis propios
“cumpas”, traicionando a todos los ideales de la “justicia
social”, y dejándome absolutamente sin trabajo, y en la
mendicidad…

Tal vez, podría seguir así con la lista, y no acabaría

nunca, del mal que viví, y vivo y experimento todos los días
de mi vida…

Y, muy tristemente, no soy la excepción… Porque

todos, somos víctimas…

Todos los seres humanos estamos, como escribí en

mis libros, en una odisea, en un viaje permanente por el
dolor, por la pasión por el existir…

Por esta “teología”, podría ser “excomulgado…” Pero

la verdad, me importa un pimiento, lo que dijera la Iglesia y
el Papa, que no son santos, sino sólo un brazo más del
mismo Demonio, un brazo más del poder terrenal y mundano
que gobierna verdaderamente al mundo…

22
 Por estas mis afirmaciones, los evangélicos, que dicen
que hacen “milagros” todos los días, tendrían que
repudiarme duramente, pues les pongo en peligro el
“diezmo” del que viven, y por el cual, actúan
demagógicamente en todas sus ceremonias religiosas…

Porque, lo que estoy afirmando finalmente, es que no

existen los milagros…

No existe ni uno solo…

Todo lo que se escribió en la Biblia al respecto, todo lo

que hizo Jesucristo, sólo fue y valió, para unos pocos
seres…

El resto de la humanidad, siguió su curso y transcurso

del dolor, sin que esos “milagros” la afectasen en lo más
mínimo…

Así pues, sí que existieron algunos “milagros”, pero no

para todos…

23
 Y por eso, seguiré siendo traicionado y perseguido, ya
no sólo por todos mis “cumpas”: ¡Sino por la atroz y terrible
“mentira” del mismo Dios…!

Y seguiré también viéndose consumirse a mi hijita

querida, tal y como ya vi en vida, consumirse a mi madre…

Sin poder hacer nada más, que no sea: ¡Esperar la

hora de su muerte…!

24
 Posdata:

La experiencia “mística” de haber estado en la

presencia del Dios vivo, la relaté en mi primer libro, en el
capítulo:

La Promesa I - Capítulo Vigésimo Primero: "El Paraíso

Perdido. Mi Paseo por el Cielo..."

(La experiencia del “paseo por el infierno”, está

también relatada en la segunda parte de mi segundo libro:
“El mundo sobrenatural…”)

Toda mi obra literaria en mis cinco novelas, y de las

que regalo su lectura, porque no tengo ambición ninguna de
fama, poder, dinero, reconocimiento, o cualesquiera otra, se
puede leer “gratis” en “La Promesa I”, II, III, y IV, y su epílogo,
"La amante":

http://issuu.com/franciscoantoniocerongarcia/stacks/c
a3cd68a1ed446209eebddb0c6f12a6a

http://es.scribd.com/lists/4086935/La-Promesa-I-II-III-
y-IV-y-su-epilogo-La-amante

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