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¿Cuál es, y porqué,

la buena
literatura?:
“La derrota como
victoria”…
Para escribir este ensayo, me he inspirado en la entrevista a Fernando Marías: http://www.irc-
hispano.es/noticias/charlas/479-lee-la-charla-con-el-escritor-fernando-marias-en-el-canal-
literatura-del-chat-irc-hispano , y en el artículo de Winston Manrique Sabogal, sobre
Ernest Hemingway, a los 50 años de su suicidio: http://blogs.elpais.com/papeles-
perdidos/2011/07/hemingway-50-anos-de-su-muerte-la-derrota-como-victoria.html

Hoy día, veintiséis de setiembre, es el día de mi


cincuenta y dos cumpleaños…

El año pasado, y por estas mismas fechas, tuve que


pasar el cumpleaños, más sólo y hambriento, de toda y mi
entera vida, porque no sólo estaba, sólo, sino y además,
estaba destruido…

Destruido, por mi ruina económica, porque llevaba


casi un mes entero sin comer, absolutamente nada, porque
había dejado, al otro lado del mundo, no ya toda mi vida
anterior, de más de un cuarto de siglo, sino y además, lo
que más quería en el mundo: ¡Mis tres hijos!

Y así, estaba destruido, pero no estaba derrotado…

Porque como decía Hemingway: "Un hombre puede


ser destruido, pero no derrotado"…

Hemingway, fue un cronista de la vida, del vivir, y de la


condición humana…
Hemingway se acercó y vivió conflictos terribles, como
las guerras de su época, la guerra civil española, y la
segunda guerra mundial…

Hemingway es, ese escritor que contó, cómo pueden


surgir y manifestarse las emociones, ante una tristeza o
una alegría, cómo llevamos todos, a un héroe dormido, que
a veces más vale, que no despierte, o cómo la
fanfarronería, la vanidad, y la superficialidad, quedan
reducidas a cenizas, ante la adversidad…

En sus letras se pueden apreciar, el honor, la


honradez, el coraje, y el orgullo, y el valor, en todos sus
matices…

Pero por sobre todo, sus escritos transmiten esa


pasión por la vida, por querer ser parte de ella…

Y a pesar, de sí mismo, y de todo…

Todo en una narración, en unas historias, cuyo


sentido, nos llega, sin que lo notemos…

Y en las que pone a dudar, sobre qué es la derrota,


qué es la victoria, y la dimensión, de cada una de ellas…
Eso es la literatura, la literatura con letras
mayúsculas…

Porque el resto, que es lo que, en general, y hoy en


día, prolifera abundantemente, y a lo que se le suele dar y
además, casi todos los premios literarios…

El resto que es, para usar y tirar…

No deja huella ninguna, no es trascendente para


nada…

Porque lo que es trascendente, eso es el arte de la


literatura, y eso es lo que nos regala, los buenos
momentos, cada vez que leemos…

Los buenos escritores son aquellos, que han vivido


sus años, como los vivió Hemingway, bordeando el
abismo…

Asomándose a éste, como un adolescente feliz e


inconsciente, que quiere saber, qué hay al fondo del
desfiladero…

Qué se siente, en los lindes de la vida, y la muerte…


Desafiar, y desafiarnos a nosotros mismos...

Y también sobrevivir, en un amor, decepción, y


desencanto, por todo y por nada…

Es entonces, cuando todos los mitos, tópicos y


simbolismos, rodean al escritor...

Rodean al escritor, en una derrota, que le da la victoria


más importante:

La de la moral, la de la ética, la de la dignidad, la de


gallardía, la del valor…

Y si todo ello se escribe, con un despojamiento de


arandelas literarias, sin perder la belleza, o creando otra, y
con tal claridad, que provoca el efecto maravilloso, de la
frase a frase, en una acumulación de intriga, y
sensaciones, que se encaminan hacia un final inolvidable,
tanto por la forma escrita, como por el fondo que esconde,
y por todo lo que transmite…
El buen escritor, como Hemingway, da una mirada
profética sobre aquellos derroteros, que ya encarrilaban al
mundo, dando la espalda a los maestros, pensado en que
ya no tienen mucho que aportar, y ensalzado la juventud a
ultranza, y así enviando hoy en día, un único mensaje, una
atroz falacia a los pobladores de este nuestro mundo:

"Solo enfréntate a algo que sepas que vas a ganar, y


olvídate de las convicciones"…

Este mensaje, que toda la sociedad en su conjunto,


transmite a los que van llegando, a nuestros jóvenes, es la
creación de un héroe derrotado, derrotado siquiera y antes,
de llegar a empezar…

Y por eso, hoy más que nunca, hay que leer, leer
buena literatura…

¿Y cuál es la buena literatura?

Es aquella en la que el lector, cuando mira la primera


línea del libro, es seducido por el texto...

Un buen escritor, es aquel que seduce con cada


palabra, haciendo que el lector pase, a la página siguiente
seducido, ansiando aún leer más…
Por eso, un buen escritor es alguien que pone en
palabras, las inquietudes que siente fluir dentro de él…

Y la mala literatura, la que además gana hoy en día, la


mayoría de los premios literarios, es aquella que hacen los
escritores que escriben para seguir modas, o por cumplir
encargos de todo tipo…

En cambio, un buen escritor, un escritor como


Hemingway, en sus libros, se cuenta a sí mismo… Escribe
su biografía…

Esos son los buenos escritores, y la literatura que


hacen, esa es la buena literatura…

Y así hoy en día, tan llenos de escritores de “usar y


tirar”:

¿Cuál es el camino a seguir, en la actualidad, para


que un escritor ignoto, un escritor de verdad, un escritor y
de los buenos, deje de serlo?

Un escritor es bueno, aunque sea un desconocido,


cuando apuesta resueltamente por aquello, que de verdad
siente que debe escribir…
Un escritor desconocido, y que haga buena literatura,
debe escribir su propia verdad…

Cuando vi mi primer libro, terminado, impreso, y


enviado a competir, al Premio Alfaguara 2010, y que
además perdí…

Cuando vi mi primer libro, me sentí repentinamente


desnudo, como si además de mi propio cuerpo, todos mis
sentimientos, dudas, angustias, deseos, y culpas,
estuviesen expuestos, a todo aquel que quisiera mirar…

Esto es el pudor del escritor… Y el buen escritor, debe


perderlo, tiene que lograr librarse de él… Transformándose
así, en un escritor, totalmente impúdico…

Un escritor, que escriba buena literatura, debe sentir


que nada tiene más ley, que las mismas palabras, que él
mismo ha escrito…

Por eso yo mismo, escribí en mis libros, que la


literatura me permitió ser absolutamente libre,
inventándome un reino de libertad y amor...
La buena literatura, la hacen los libros que hablan
hondamente, del ser humano…

Luego, y además, la buena literatura debe tener una


trama que sorprenda, y atrape al lector…

Y por último, la buena literatura es aquella, donde la


escritura no es pretenciosa, donde la belleza proviene, de
la fusión perfecta, de lo que el escritor quiere contar, y
cómo lo cuenta…

Siempre, lo más interesante de la experiencia de


escribir, para un escritor, para un buen escritor, es
conseguir que todo tenga coherencia, y que el libro, pueda
leerse, sin salirse del mismo, creando un mundo propio y
habitado, habitado por el lenguaje, el lenguaje que nos
contiene a todos, a todos y a cada uno, de todos
nosotros…

Los buenos escritores, cuando miran un libro antiguo


que escribieron, se preguntan, cómo es posible que lo
escribieran...
Pero lo más curioso, es que un buen escritor, recuerda
siempre las vivencias… Aunque ya no sean intensas,
aunque estén en el cajón del olvido, recuerda los estados
de ánimo, en que escribió, incluso a veces recordando las
circunstancias concretas de cómo escribió...

Los libros de un buen escritor, son su autobiografía…

Y son lo que hacen de verdad, la buena literatura…

Ahí está todo lo que sintió y también lo que dejó de


sentir, ahí está todo…

Por eso, los libros importantes, los libros que


perduran, porque hacen literatura de verdad, la buena
literatura...

Sólo son aquellos libros, que se interesan por ahondar


en las zonas desconocidas, oscuras, del alma humana, en
sus zonas luminosas, menos exploradas…
Así, sólo perduran los libros, que hablan del ser
humano, que es lo que hace a la buena literatura... Los
demás, todos los demás, así hayan ganado la mayoría de
los premios literarios de hoy en día, los demás no perduran,
no perduran porque no son buena literatura…

Así, escribir buena literatura, es en sí mismo un


aprendizaje, una experiencia…

Un buen escritor, se pone a escribir una novela y


descubre, por ejemplo, que debe conocer un ambiente
determinado, y adentrarse en él…

En esa exploración, acabará por descubrir cosas de sí


mismo, que no sospechaba… Un escritor busca dentro de
sí mismo, aunque no lo sepa… ¡Por eso, escribir buena
literatura es el mejor oficio del mundo!...

Si usted desea juzgar y por sí mismo, si yo soy


también, uno de esos buenos escritores, los enlaces online
a mis libros, para leerlos gratis, son:
La Promesa II:
http://www.slideshare.net/fcerong/la-promesa-2

La Promesa I:
http://www.slideshare.net/fcerong/indice-8484153

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