Está en la página 1de 4

Alcides Spelucín Vega

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Alcides Spelucín

Senador de la República del Perú


por La Libertad

28 de julio de 1945-3 de octubre de 1948

Diputado Constituyente de la República del Perú


por La Libertad

8 de diciembre de 1931-8 de diciembre de 1936

Información personal

Nacimiento 16 de agosto de 1895


Ascope,   Perú

Fallecimiento 27 de mayo de 1976 (80 años)


Bahía Blanca,   Argentina
Nacionalidad peruano

Partido
APRA 
político

Educación

Educado en Universidad Nacional de Trujillo 

Información profesional

Ocupación Poeta, político y educador

Movimiento Grupo Norte 

[editar datos en Wikidata]

Alcides Alejandro Spelucín Vega (Ascope, departamento de La


Libertad, Perú, 1895 – Bahía Blanca, Argentina, 1976), fue
un poeta, educador y político peruano. Como poeta es considerado como un
notable exponente del modernismo tardío (década de 1920).Su obra poética es
breve, pero muy bien elaborada. Como político fue uno de los fundadores y
dirigentes del Partido Aprista, llegando a ser diputado y senador del Congreso
de la República del Perú. Vivió una etapa política muy turbulenta en la que
sufrió persecuciones y destierro. Tuvo una honda preocupación social y se
interesó por la situación de los campesinos del valle de Chicama.
Desde 1948 hasta su muerte vivió en Argentina. En su honor, un colegio
nacional del Perú situado en la provincia constitucional del Callao lleva su
nombre.

Índice

 1Biografía
 2Obras
 3Crítica
 4Referencias
o 4.1Bibliografía

Biografía[editar]
Nació en la hacienda San Felipe, distrito de Ascope, entonces perteneciente a
la provincia de Trujillo (hoy en la provincia de Ascope), del departamento de La
Libertad, aunque durante algún tiempo se creyó que era natural de la ciudad
de Trujillo. Su partida de nacimiento se encuentra en la ciudad de Ascope.
Estudió en el Colegio Nacional San Juan de Trujillo; luego cursó estudios
superiores en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de
Trujillo. Integró en la juvenil "bohemia" de Trujillo (conocida después como
el Grupo Norte) que reunía a lo mejor de la intelectualidad lugareña, y que
estaba dirigida por José Eulogio Garrido y Antenor Orrego, y en la cual se
contaban el poeta César Vallejo, Víctor Raúl Haya de la Torre, Macedonio de la
Torre, Juan Espejo Asturrizaga, Francisco Xandóval, Oscar Imaña, Federico
Esquerre, entre otros (1917).
Por entonces colaboró en los diarios La Reforma y El Federal de Trujillo, dando
a conocer su poesía. César Vallejo, que fue su gran amigo, lo describió
entonces como: “… un poeta extraño, y es todo una promesa”1

La “bohemia trujillana”. 1916. Spelucín es el cuarto de los parados, de izquierda a derecha. .

Hizo un breve viaje a La Habana y Nueva York (1918), donde trabajó de


manera intensa, y al volver a Perú, se asoció con Antenor Orrego en la
fundación y dirección del diario El Norte de Trujillo, que dio nuevo nombre a la
antigua “bohemia” trujillana (1923). En dicha publicación colaboraron los
representantes más selectos de la intelectualidad del norte del Perú y tuvo
mucha influencia en el desarrollo cultural del país.
En 1926 Spelucín publicó su único poemario: El libro de la nave dorada, que
contenía poesías de corte modernista, pero que mereció aprobatorios
comentarios en la sección de El proceso de la literatura de los 7 ensayos de
interpretación de la realidad peruana de José Carlos Mariátegui (1928), así
como de otros críticos.
Obtuvo undoctorado en Filosofía y Letras en la Universidad Nacional de Trujillo.
Trasladado a Lima, fue incorporado a la secretaría de la Facultad de Letras de
la Universidad de San Marcos (1929). Colaboró en la revista Mundial con
nuevas composiciones poéticas.
Estuvo entre los fundadores del Partido Aprista, al cual debió su elección
como diputado por el departamento de La Libertad (1931); pero la violenta
oposición que ese partido mantuvo contra el gobierno del teniente coronel Luis
Sánchez Cerro motivó que fuera desaforado junto con otros 22 representantes.
Desterrado, viajó a Colombia (1932).
En 1934 retornó subrepticiamente al Perú, evadiendo durante varios años la
persecución policial. Fue elegido senador por el departamento de La Libertad
(1945). Regentó la cátedra de Teoría Literaria en la Facultad de Letras de la
Universidad de San Marcos (1946-1948); pero a raíz del frustrado
levantamiento efectuado por el Partido Aprista (3 de octubre de 1948) y el
golpe de Estado que encabezara semanas después el general Manuel A.
Odría, salió nuevamente desterrado.
Pasó a la Argentina. Desde 1952 fue incorporado a la docencia en el Instituto
Tecnológico de Bahía Blanca, donde ejerció el cargo de vicerrector. Allí falleció
en 1976.

Obras[editar]
Spelucín publicó un poemario:

 El libro de la nave dorada (Trujillo, Perú, Ediciones de El Norte, 1926),


con prólogo de Antenor Orrego. Reúne poesías modernistas que Spelucín
compusiera en la década anterior, y salieron a la luz en una época en la
que el vanguardismo ya había insurgido, pero pese a ello merecieron
críticas aprobatorias por su innegable calidad, y convirtieron a su autor en el
más alto exponente del modernismo tardío en el Perú. Dicha obra está
consagrada al mar, y la sucesión de imágenes y descripciones, que
transcurren entre puertos, caletas y playa, están hilvanadas con solvencia y
dominio de los recursos técnicos y expresivos.
Preparó un segundo poemario, que tituló Las paralelas sedientas, de la cual
publicó algunos anticipos en la revista Mundial, pero los originales fueron
destruidos durante una incursión policial a la casa que le sirvió de refugio
(1938).
Fue también autor del prólogo, sin firma, de El proceso de Haya de la Torre,
obra editada en Guayaquil en febrero de 1933 por los desterrados apristas. Se
trata de una de las mejores páginas de la literatura política hispanoamericana.

Crítica[editar]
Para Luis Alberto Sánchez, Spelucin representa lo más fino y característico del
modernismo peruano. Hasta entonces, este se había disfrazado de
neocriollismo, de novomundismo, pero con Spelucin fue por fin modernismo
puro. Aunque según opinión del crítico Antenor Samaniego, debería ubicársele
más bien dentro la corriente simbolista iniciada en el Perú por José María
Eguren2Su obra poética, El libro de la nave dorada, está cargado de
simbolismo, barroquismo y musicalidad; son de destacar la hermosura de sus
descripciones y la abundancia de imágenes.

También podría gustarte