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EL NADAISMO

El Nadaísmo, fundado por Gonzalo Arango, nació de una época convulsa bajo la


sombra de la dictadura militar de Gustavo Rojas Pinilla. Entre sus precursores
están José María Vargas Vila y Fernando González. Fue un movimiento ecléctico,
que se inició durante la década de 1950, con rasgos contraculturales. Expresó una
protesta contra las instituciones tradicionales de la sociedad y la cultura. Arango
llega a la ciudad de Cali en 1957 sin un rumbo fijo y es en medio de la bohemia de
la capital vallecaucana en donde comienza el origen de lo que llamaría
el Nadaísmo, expresado en el primer Manifiesto que publicaría un año después
en Medellín.  Formaron parte del nadaísmo principalmente jóvenes colombianos
contestatarios e irreverentes que bajo el lema "No dejar una fe intacta ni un ídolo
en su sitio", incursionaron en la práctica poética dotándola de un alto contenido de
protesta social. El nadaísmo manifestaba su inconformidad con el orden
social reinante del bipartidismo político, el conservadurismosocial, la
burguesía y las revoluciones de masas con fines totalitarios.

Críticos acérrimos de ella fueron precisamente los poetas que a comienzos de los
años sesenta fundaron el último de los ismos, el nadaísmo, mezclando, como ya
se ha dicho, elementos del surrealismo, el existencialismo francés y labeat
generation norteamericana, de Henry Miller a Kerouac, con su reacción muy
natural ante el estado de cosas de un país injusto socialmente, inestable
políticamente y purgado de su anacronismo a través de un afán de modernización
tan radical que dejó como saldo más de 200.000 muertos.

INTEGRANTES

Si bien estaba a la par de otras manifestaciones del vanguardismo literario,


curiosamente, es una de las pocas manifestaciones de corte genuinamente
contracultural con origen en Sudamérica. Las figuras más destacadas y
representativas del movimiento fueron, Alberto Escobar, Amilkar U, autor de los
escritos "Vana Stanza",Fanny Buitrago (El hostigante verano de los dioses), los
caleños J. Mario y Elmo Valencia, Jaime Jaramillo Escobar, Darío Lemos, el
novelista Humberto Navarro, Jaime Espinel, el futuro cineasta Diego León Giraldo,
los hermanos Jorge Orlando y Moisés Melo, el poeta Mario Rivero, Elkin
Restrepo, 

EL NADAISMO ( CONTEXTO)

"El Nadaísmo, en un concepto muy limitado, es una revolución en la forma y en el


contenido del orden espiritual imperante en Colombia. Para la juventud es un
estado esquizofrénico consciente entre los estados pasivos del espíritu y la
cultura", anunciaba la primera página del texto, el cual procedía luego, aduciendo
en su respaldo citas o menciones de Mallarmé y Sartre, Breton, Kierkegaard,
Kafka, Gide y Spencer, a formular un vasto programa de subversión cultural
(estético, social y religioso) que, apoyándose en la duda y en los elementos no
racionales, y teniendo como armas principales la negación y la irreverencia, el
desvertebramiento de la prosa y el inconformismo continuo, buscaba el
cuestionamiento de una sociedad, la colombiana, en la cual "la mentira está
convertida en orden"

Se ha considerado a Gonzalo como un símbolo que fluctúa entre la santidad o la


locura". []El año 1963 es considerado el fin del nadaísmo al menos para su
fundador que da un viraje completamente diferente a su vida, como era usual para
él. Los nadaístas lo queman simbólicamente en un puente de Cali, mientras
Arango comienza a escribir en la revista La Nueva Prensa y publica "Diez Poetas
Nadaistas". Era la atmósfera de la época. Respecto al movimiento, dice su
viuda Ángela Mary Hickie, en una entrevista a la revista Cambio de 2006 que el
nadaísmo murió en los años 70 enterrado por su propio progenitor.

Estanislao Zuleta afirma: "Para creer ser el mal de la sociedad burguesa es


necesario creer que ésta es el bien, de la misma manera que el sacrílego
reconoce la religión cuando le da puñaladas a la hostia, porque nadie profana una
galleta de soda. En resumen: uno cree descalificar al juez cuando en realidad le
concede todo”

Poemas

MANOS

Me gusta más la izquierda,


la del reloj,
la de la argolla de oro.
La otra mano es más blanca
y más directa. Como que está más cerca de sus actos.
Me he fijado en las líneas de la suerte
y en cada una el trazo es diferente.
Por lo poco que sé de quiromancia
adivino que es frágil, enfermiza,
con un tic de maldad.
En lo que toca
deja huellas de polen. O de polvo
para ser menos líricos.
Para ser más concisos, periodísticos.
Describiré sus manos dedo a dedo
pero en otra ocasión.

RONDA DE LA MUERTE

No hay día que no traiga


como un fatídico cartero
noticias acerca de la muerte
de algún amigo de la infancia.
No es que estemos muy viejos
ni ha estallado la guerra.
No hay epidemia declarada
ni militamos en la mafia.
Unos adquieren cáncer temprano,
a otros el corazón se los lleva,
de vez en cuando algún suicidio
o un estrellón en la carretera.
Se encuentra uno en los sepelios
y los rescata del olvido
condiscípulos ventripotentes
ya con tarjeta de abogados.
Y la próxima vez que los ves
es en la misma funeraria
con cara de pocos amigos
nadando en flores.
Un día de estos yo seré la noticia
y los niños de entonces
se conmoverán en sus escritorios
por mi desaparición prematura.
Nada tengo contra la muerte.
Pero me hubiera gustado vivir
la promesa de un paraíso
donde el amor fuera posible
sin la espina de su corona.

Jaime Jaramillo X504 “Alguna vez, en Cali, el poeta X-504 me dijo que el
nadaísmo era el segundo movimiento importante del país. Yo le pregunté que cuál era
el primero y él me contestó que LA VIOLENCIA, con 400.000 afiliados"

El canto del siglo

A Jorge Barros Martínez

La riqueza no necesita quién la cante, porque ella se canta a sí misma. Pero estos
pobres, ¿qué canto tienen?
Voy a cantar con los pobres, allá lejos, a la orilla del río, donde no nos oigan los
ricos, 
Porque si nos oyen querrán comprar nuestro canto para después vendérnoslo a
nosotros mismos y hacer el negocio del siglo.
Nuestro canto es hermoso y no sólo nos alegra a nosotros, sino que también
podría alegrar a los ricos, si los ricos quisieran dejar esa pena que los agobia.
No somos avaros de nuestro canto, todo el mundo puede alegrarse con él, pero el
canto no se vende, porque el canto es el surtidor de la garganta.

II

–¡Miren mi úlcera! La tengo desde hace muchos años. ¡Mírenla! Yo no podría vivir
sin mi úlcera benefactora. Ella es la que me da de comer y a la vez ella se come
mi pierna, pero es justo, señores, es justo, la reciprocidad ante todo, y mi úlcera no
me impide cantar, ni arrancarle el sonido a las cuerdas; mi úlcera es lo único que
tengo, me ha sido dada para provocar mi canto, le canto todo el día mientras caen
algunas monedas del cielo, y al final duermo abrazado con mi dolor, mío, señores,
mi dolor, del cual estoy orgulloso porque hace que os fijéis en mí, huérfano sin
miradas, cantando en un rinconcito del Universo, no estorbo a nadie. Dios no me
ha visto, porque si me hubiera visto, ¿cuánto apostáis vosotros que me hubiera
dado si me hubiese visto?

Esta generación "frustrada, indiferente y solitaria", como se autocalificaba, que


coqueteaba con el suicidio y encontraba en La náusea de Sartre su Biblia, se
proponía en consecuencia "no dejar una fe intacta, ni un ídolo en su sitio",
mediante una actitud iconoclasta que se expresaría simultáneamente en dos
campos: el literario y el vital. El primero gracias a la revista Nada, anunciado
órgano del movimiento que sólo habría de volverse realidad doce años después
con la aparición de Nadaísmo 70 (8 números entre 1970 y 1971), y lo segundo a
través de un comportamiento humano abierto y en ocasiones desenfrenado que ya
desde el primer momento buscaba mediante su vinculación con los jóvenes, los
coca-colos de entonces, una vasta irradiación.

Este combate, que tomaba en cuenta tanto las precarias condiciones de la


educación colombiana como las limitaciones de una literatura oscilante entre lo
folklórico y lo regional (combate condenado de antemano tanto por los defensores
de "lo autóctono" como por los partidarios de "la realidad histórica y social"), tenía
el atractivo de presentarse como algo exento de dogmas. Apertura que hallaba su
punto de partida no en una idea abstracta sino en una realidad exacerbadamente
personal. Así las páginas finales estaban dedicadas a un bastante narcisista
"Esquema para una definición de mi existencia", en el cual gonzaloarango a los 26
años (tenía, en verdad, dos más) repasaba, a todos sus niveles, su vida, para
concluir en una esperanza de superación mediante una nueva fe y una nueva
belleza ("-El Nadaísmo-. Mi última oportunidad"), como no dejaba de proclamar, en
tono algo melodramático.
Más valiosas en realidad resultaban las líneas finales del citado Manifiesto, en las
cuales, preguntándose hasta dónde llegarían, respondía en forma premonitoria:
"El fin no importa desde el punto de vista de la lucha. Porque no llegar es también
el cumplimiento de un destino". Esta permanente indefinición es la que a lo largo
de los años les ha permitido continuar en la brega. Las 12 líneas que monsieur
Larousse (según dicen ellos) les pidió para su diccionario nunca fueron escritas y
en dicho humor, exasperante para los hombres de una sola pieza, reside quizá
una de las mayores virtudes de este movimiento, en ocasiones singularmente
creativo y en otras completamente errático y, lo que es más grave, filosofante y
trascendental, como lo atestiguan varias disquisiciones "humanísticas" y
"metafísicas" de su fundador.

Fragmento Vargas Vila “ la muerte del condor “

" Silencioso, doloroso, pensativo, como hundido en largos sueños, muy altos, muy
grandes, muy remotos, tal apareció ante mis ojos el Heroe-Proscrito, último
sobreviviente de un Olimpo muerto, del cual, sólo él vagaba por el mundo
diseñando en el horizonte melancólico del Destierro, su silueta heroica, hecha
para ser esculpida en el frontón de un siglo, por la mano del Tiempo Reparador,
lejos de los ultrajes del Olvido. 
Yo, no he visto un soñador más pertinaz, que aquel anciano proscrito, que parecía
no darse cuenta de que andaba por sobre las cenizas de los muertos. "

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