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Derechos Reales Tema 6 Interdictos
Derechos Reales Tema 6 Interdictos
DOCENTE:
Dr. SÁNCHEZ CORREA VICTOR MANUEL
CURSO:
DERECHO REALES
CICLO:
IV
INTEGRANTES:
INTRODUCCION
En el trabajo de investigación a presentar se menciona como introducción del
tema lo cual hemos observado que nuestra legislación sustantiva y adjetiva en
materia civil, regulan los actos y la acción jurídica relativas a la posesión, como
un medio de adquirir una cosa, así como la posesión derivada de un título
traslativo o simplemente declarativo de dominio De igual forma regulan las
acciones tendientes a la conservación, retención, restablecimiento y restitución
de la posesión.
Lo cual concuerdo, ya que la posesión se puede dar por varias formas y con
distintas características posesionarias, para lo cual nuestra legislación se ha
encargado de implementar las consecuencias jurídicas que recae sobre las
distintas formas de posesión.
Adquisición de la Posesión
Bajo esta premisa debemos tener en cuenta entonces que hay dos tipos de
Adquisición de la Posesión que nuestra Legislación la acoge como lo es la
Adquisición derivativa (tradición) y la Adquisición Originaria.
Bien sabemos que nuestra Legislación en su artículo 900 del Código Civil de
1984 tiene su antecedente (y similar texto) en el artículo 843 del CÓDIGO Civil
de 1936; igualmente este tiene su origen en el artículo 466 del Código Civil de
1852 donde se estipulaba la posesión natural (que tenía lugar con la
aprehensión de las cosas) y la posesión civil que surge por disposición de la
ley.
Nuestra actual legislación nos establece como regla general para la adquisición
de la posesión: la tradición; y, como excepción: la adquisición originaria
establecida por ley.
TRADICIÓN
Es la entrega o desplazamiento de la cosa (bien) con el ánimo en un sujeto de
transferir el derecho que se tiene y en el otro de adquirir tal derecho. El efecto
de la tradición.
El objeto de la Tradición
Lacruz Berdejo señala que “según Diez- Picazo, la expresión fuera de comercio
debe entenderse en el sentido de una absoluta y completa falta de
comercialidad y no en el sentido de una incomercialidad relativa por virtud de
una prohibición. Sin embargo, géneros que son de comercio restringido, como
los estupefacientes o las armas, no podían ser recuperados por su tenedor
ilegal mediante un interdicto: solo pueden ser poseídos por aquellas personas a
las que el ordenamiento o la norma social legitiman con esa finalidad, y que,
ellas si, conservan el derecho a seguir poseyendo”
El artículo 901 del Código Civil nos habla de la entrega del “bien” en términos
genéricos, no hace distinción entre bien corporal e incorporal. En atención a
ello y a la clasificación de los bienes muebles e inmuebles, para lo cual
llegamos a la conclusión que es posible tener la posesión y, en consecuencia,
transferir este derecho, tanto sobre bienes corporales como inmateriales.
Sujetos en la tradición
Al hablar de sujetos nos referimos al requisito subjetivo, puede ser poseedor
cualquier persona natural o jurídica sin limitación alguna. En el caso de las
personas naturales, para ser poseedor (someter a su libre acción bienes
muebles u ocupar bienes inmuebles) no se requiere tener capacidad de
ejercicio, basta simplemente con tener capacidad de goce. Sin embargo, para
ejercer los derechos que nacen de la posesión, si se requiere tener capacidad
de ejercicio, por lo que los menores de edad y los incapaces requerirán de un
representante para ejercer los referidos derechos.
Formalidad de la entrega
La formalidad tiene como génesis en el Derecho Romano, se le daba
formalidades a tal acto, y se entendía realizada con la entrega “mano a mano”
del bien; posteriormente se flexibiliza el concepto, fenómeno llamado
“espiritualización de la tradición”.
Por tanto, todos los sistemas jurídicos han seguido paulatinamente un proceso
que se conoce con el nombre de espiritualización de la tradición: partiendo de
la base de la entrega manual y efectiva se llega incluso a convertir el acuerdo
entre el transmitente y el adquirente, en un acto equivalente a la entrega.
El artículo 901 del Código Civil, en su parte final, hace referencia a que la
tradición deberá realizarse con las formalidades que establece la ley. Al
respecto corresponde remitirnos al numeral 4 del artículo 140 del Código Civil
que señala como uno de los requisitos de validez del acto jurídico, la
observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad, norma concordante
con el numeral 6 del artículo 219 que establece la nulidad del acto jurídico
cuando este no revista de forma prescrita bajo sanción de nulidad.
Hay que tener en cuenta que en el artículo 143 del mismo cuerpo legal señala
que cuando la ley no designe una forma específica para un acto jurídico, los
interesados pueden usar la que juzguen conveniente.
Sucesión de la Tradición
Este caso de Tradición hace referencia a la adquisición derivada, la misma que
se presenta cuando la posesión se adquiere por manifestación de voluntad del
titular del derecho de posesión y se fundamenta en la existencia de una
posesión de un poseedor anterior que se conoce como la del causante. El
supuesto regulado por el artículo se refiere a la adquisición de la posesión
producto de un negocio jurídico y no solo por el comportamiento de quien
adquiere la posesión, de donde nos encontramos ante un negocio jurídico
bilateral.
El inciso 1 del artículo 902 del Código Civil bajo estudio, recoge tanto a la
traditio brevi manu como al constituto posesorio, ello debido a que ambas
formas constituyen traslaciones del derecho de posesión.
TRADICIÓN DOCUMENTAL
Tal como lo expresa el tratadista Messineo, la tradición documental es:
- Publicidad y oponibilidad
Comentando el artículo 448 del Código Civil español, el profesor Juan B. Vallet
de Goytizolo señala que la posesión física y efectiva es un sistema de
publicidad del dominio, distinto del Registro. Agrega que junto a la publicidad
formal del Registro se reconoce la publicidad física que otorga la posesión
CLASES DE INTERDICTOS
INTERDICTO DE ADQUIRIR:
El interdicto de adquirir tenía por objeto entrar a poseer un bien, para lo cual el
demandante debía acreditar su derecho a la posesión. No se trataba pues de
un verdadero interdicto donde no se discute lo petitorio (derecho a la posesión),
sino lo posesorio (derecho de posesión).
INTERDICTO DE RETENER:
INTERDICTO DE RECOBRAR:
El interdicto de obra nueva tenía por objeto impedir la continuación de una obra
o conseguir la demolición de lo ya edificado en cuanto dañaba la posesión del
demandante. El Código de Procedimientos Civiles hacía alusión al daño en la
“propiedad” del demandante, por lo que alguna jurisprudencia entendió que
este interdicto sólo lo podía utilizar el propietario-poseedor. Esto no era así. Un
poseedor no propietario que veía perturbada su posesión por una construcción
vecina, sí podía defender su posesión a través del interdicto de obra nueva.
Nuestro procesal civil, regula siete categorías de Interdictos o acciones
posesorias, siendo estas:
Propiedad:
Posesión:
Posesión es tener una cosa corporal (bienes muebles o inmuebles) con ánimo
de conservarla para sí o para otro; por tender algún derecho real sobre el
mismo que debe ser respetado por todos
Sujetos de la posesión
Ejemplo
Un caso real nos puede dar la respuesta. Gilberto Cassana era poseedor de un
cuarto de una casa de propiedad de Guillermo Vilcapoma. En la casa vivía
además de Guillermo, su padre Fidel Vilcapoma. Las relaciones entre Gilberto
Cassana y Guillermo Vilcapoma y su padre no eran amigables, por lo que estos
dos últimos decidieron hostilizar a Gilberto cortándole el fluído eléctrico y el
agua potable del cuarto. En estas circunstancias, el 31 de julio de 1987 Gilberto
Cassana interpone un interdicto de retener contra Guillermo y Fidel Vilcapoma
con el objeto que le restituyan el fluido eléctrico y el agua potable y así cesara
la perturbación. El proceso judicial terminó el 29 de enero de 1992, con
sentencia desfavorable para el demandante. Lo penoso de la situación descrita,
más allá del resultado, es que Gilberto Cassana no tuvo como impedir las
perturbaciones durante los casi cinco años que duró el proceso.
Muebles inscritos e inmuebles. - El artículo 921 del Código Civil dice que
todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar los
interdictos. El artículo 599 del Código Procesal agrega que el mueble inscrito o
el inmueble no debe ser de uso público. Estas normas plantean diversas
preguntas. ¿Por qué no proceden los interdictos respecto de los bienes
muebles no inscritos? ¿Por qué no proceden cuando se trata de un bien de uso
público? ¿Qué son bienes de uso público? Veamos estos temas por separado
FUNDAMENTO DE LA POSESIÓN
CONCEPTO DE LA PROPIEDAD
EXTINCION DE LA POSESIÓN
ARTÍCULO 922: La posesión se extingue por:
Tradición.
Abandono.
Para efectos del comentario, nos referiremos una por una a las causales
reguladas por el artículo 922 del Código Civil.
3.1. Tradición
Es el primer caso de extinción de la posesión. La traditio o tradición, derivación
a su vez de tradere, significa entregar. Supone la figura de la adquisición
derivada, esto es, la existencia de una posesión anterior a la que sigue otra
posterior. En términos simples, se podría resumir como la entrega que se hace
de un bien mueble o inmueble, de una a otra persona.
3.2. Abandono
Respecto a esta causal de extinción de la posesión, en doctrina existen
posiciones encontradas; algunos sostienen que para que opere el abandono
basta el hecho real de abandonar la posesión del bien (elemento objetivo);
otros, por el contrario, argumentan que es necesario que exista la voluntad de
abandonar (elemento subjetivo).
Wolff, que sigue la doctrina objetivista de Von Ihering, manifiesta que dentro del
abandono "es necesaria una destrucción real del señorío, con la voluntad de no
seguir poseyendo".
Al respecto, para que una resolución judicial pueda ser ejecutada, debe estar
firme, ello supone la existencia de un fallo consentido o ejecutoriado (cosa
juzgada) que disponga el fin de la posesión.
CONCLUSIONES
Referencias Bibliográficas
diez-picazo, luis y gullon, antonio. sistema de derecho civil. volumen iii (derecho
de cosas, derecho inmobiliario y registral). tercera edición revisada y
puesta al día. editorial tecnos s.a. madrid, 1987.
Torres Vásquez, Aníbal: Código Civil, Sexta Edición, Idemsa, Lima, 2002