1.

Arturo Calle se describe como la empresa pionera en Colombia en prácticas de

responsabilidad social, esto se debe a que su dueño y fundador desde su infancia
aprendió de sus antepasados a ser un hombre generoso; además, él es un símbolo de
generación de empleo y desarrollo para el país, gracias a que en sus empresas hay más
de 4.500 empleos permanentes por medio de contratos a término indefinido,
adicionalmente en temporada se logra llegar a los 6.000 colaboradores directos.
Indirectamente, hace parte del desarrollo del país, por medio de la generación de cerca de
12.000 empleos, entre los que se cuentan proveedores que hacen parte de la operación
diaria de la compañía. La empresa canaliza actividades de responsabilidad social empresarial, a
través de la Fundación Arturo Calle, la cual es una entidad sin ánimo de lucro que apoya y financia
iniciativas y programas que contribuyan a fortalecer el desarrollo social del país en áreas como salud,
educación, vivienda; enfocadas principalmente a la niñez abandonada y la tercera edad. Ha realizado
actividades en:
• Banco de alimentos
• Fundación Hernán Mejía Mejía
• Fundación Ellen Riegner De Casas
• Fundación Banco Arquidiocesano de Alimentos
• Fundación Diocesana Compartir
• Juan Felipe Gómez Escobar
• Fundación Sagrado Corazón
• Fundación Solidaria la Visitación
• Fundación Proyecto Unión
• Corporación Elena y Juan

2. Según los recientes resultados de Merco- Responsabilidad y Gobierno Corporativo, Arturo Calle es
la compañía más responsable en el sector de la confección en Colombia. De esta manera se ubica
entre las 25 empresas con mejores prácticas sociales, ambientales y de gobierno corporativo.
La compañía con casi cinco décadas de trayectoria en Colombia, también fue calificada como la
tercera empresa más responsable según las asociaciones de consumidores y la cuarta según los
periodistas económicos.
La evaluación que clasifica a 100 empresas del país es uno de los principales instrumentos para
calcular el compromiso social de las compañías con base en la información que proveen -a través de
exhaustivas encuestas- expertos en Responsabilidad Social Empresarial, ONG’s, asociaciones de
consumidores, sindicatos, periodistas económicos, entre otras audiencias.
Para determinar la clasificación de cada una de las compañías, el monitor evalúo variables como
transparencia y buen gobierno, compromiso con el medio ambiente, contribución a la comunidad,
calidad laboral y respeto a los derechos del consumidor.
“Nos sentimos orgullosos de ser un referente de responsabilidad y buen gobierno en el sector de la
confección. En mediciones pasadas también fuimos escogidos como la compañía más reputada de la
misma industria, lo cual nos motiva para continuar con nuestra misión empresarial basados en el
trabajo honesto y comprometido con la sociedad que siempre nos ha caracterizado”, aseguró Carlos
Arturo Calle, Gerente General de ARTURO CALLE.
3. La Fundación Arturo Calle C. es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja para reducir los índices
de pobreza a nivel nacional, mediante programas dirigidos principalmente a los jóvenes y la tercera
edad en las regiones más vulnerables de Colombia, brindando apoyo económico a proyectos
orientados al desarrollo social del país facilitando el acceso a servicios integrados de salud, vivienda,
educación y proyectos productivos, para la construcción de una sociedad más equitativa y próspera.
AMBITO AMBIENTAL:
Este caso de éxito fue aplaudido por su actuar frente a la cuarentena que se estableció debido al
COVID-19, pues decidieron cerrar todos sus puntos, fábricas y locales asegurando el primer mes de
salario a todos sus empleados.

Carlos Arturo Calle, gerente general de la empresa, asegura que es primordial el bienestar de las
personas, pues resalta que hemos perdido de vista lo que es verdaderamente importante (incluso por
encima de las utilidades económicas) y se refiere al factor humano, a su salud y a su seguridad.

La pandemia es un momento de unión, de comprender la situación y actuar de manera asertiva,

asegura el gerente. Por eso asegura que «La decisión fue difícil. Siempre pesa la idea de que se debe
mantener la empresa funcionando, pero eso no puede primar por encima del cuidado. Miramos lo
que nos iba a costar el cierre y, afortunadamente, tenemos la caja suficiente para soportarlo. Luego
organizamos las cosas. Las utilidades de la empresa no se habían repartido y estaban en caja. Lo que
hicimos fue utilizar eso para pagar a los empleados y las obligaciones con las compañías que
dependen de nosotros y tienen las mismas necesidades. Así que, por primera vez en 53 años,
decidimos cerrar todas las plantas.»

Están pensando en un proyecto que ayude a confeccionar batas para el cuerpo de la salud, para poder
donarlas y que puedan contar con este utensilio tan clave frente a la situación, pues él, siendo médico
de profesión, entiende la situación y las medidas necesarias que deben tomarse.