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Qué Está Bajo Nuestro Control - Odt
Qué Está Bajo Nuestro Control - Odt
1. PENSAMIENTO
Los impulsos según Epicteto surgen del primer paso, del pensamiento o juicio. Si
piensas que algo es bueno, lo querrás. Si juzgas que algo es malo, querrás evitarlo.
Los impulsos son por tanto impulsos para actuar fundamentados en juicios de valor.
De los dos anteriores, del pensamiento (juicio) y del impulso (el deseo de actuar)
proviene el tercero, la voluntad de obtener y evitar. Valorando los primeros
decidimos en tercer lugar si vale la pena gastar nuestra energía, tiempo y dinero en
realizar o no ese acto. Por ejemplo, consideramos el adquirir una vivienda, lo que
refleja el juicio de valor previo es que poseerla es algo bueno; por tanto los próximos
pasos son ejecutar acciones encaminadas a comprarla. Determinamos entonces
que nuestras acciones completas y conscientes surgen de juicios de valor que
previamente realizamos.
Todos estos conceptos que acabamos de mencionar están, sin embargo, en cierta
parte bajo nuestro control. No son semejante al clima, que por ejemplo no
podemos controlar. De hecho, Epicteto ya lo sabía. Lo que prima en este caso para el
filósofo es lo que podemos denominar «apuesta segura». Si apuestas toda tu
tranquilidad en cosas que no están completamente bajo tu control, estás
perdiendo voluntariamente parte de tu felicidad en un juego de azar.
EJERCICIO: TU DÍA A REVISIÓN
Pensemos en un ejercicio que puede ser interesante para analizar la dicotomía del
control. Elige un momento del día en el que puedas realizar deporte todos los días
de la semana, por ejemplo, a las 19:00 horas que es cuando nuestro personaje
ficticio acaba de trabajar.
Ahora, analiza tu semana y recuerda que hiciste a esa hora cada día, intenta escribir
en una libreta si todo lo que paso ese día cerca de esa hora estaba bajo tu completo
control o no.
Un diario nos puede ayudar para repasar y anotar nuestras acciones diarias.
Si existe alguna dificultad para realizar el ejercicio trata de separar como
marcaba Epicteto los juicios de valor, los impulsos y lo que deseamos evitar u
obtener de las cosas que están bajo nuestro control.
Separa por otro lado todos los aspectos internos y externos que están fuera de
nuestro control. Al hacer este ejercicio a diario, observando eventos específicos de tu
propia vida, empezarás a interiorizar lo que está realmente bajo tu control y lo que
no. Este ejercicio también nos ayudará a tener una idea más clara de en qué
debemos centrar nuestra acción y poner nuestro foco para lograr la tranquilidad
que deseamos.
DISCIPLINA DE ACCIÓN: CORTAR EL
TRABAJO
Vivimos por lo general en una cultura donde estar ocupado es un orgullo. Tener los
días completos significa que haces cosas, esto indica que eres una persona
productiva y valoras el trabajo duro. Sin embargo, y nada más lejos de la
realidad, estar ocupado no significa ser productivo. Es posible que estés
malgastando el tiempo.
recela.
1. PRIORIDADES Y TIEMPO
La primera pregunta que un estoico haría a alguien que está demasiado ocupado
es ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Estás prestando suficiente atención a lo que es
verdaderamente importante en tu vida, o estás distrayéndote con actividades
intrascendentes?
Apuesto a que tu día sería muy diferente si fueras consciente de ello y te centraras
en las cosas que verdaderamente son importantes y no en trivialidades; puedes para
ello llevar siempre encima la moneda de Diario Estoico, eso te hará recordarlo
fácilmente. Por supuesto, nadie sabe cuando llegará ese momento y cuanto tiempo
queda por delante, por lo que debemos sentir la urgencia de vivir todos los días que
nos levantamos de la cama.
De las cosas que nos ofenden, unas nos las refieren, otras las
¿Qué pasa cuando el objeto del enfado es un objeto, un fenómeno natural o una
enfermedad? ¿Qué sentido tiene enfadarse por eso? ¿Hará que no llueva, o que tu
ordenador vaya más rápido?
Es probable que enfadarse por ese tipo de cosas empeore la situación, sin
mencionar que es posible que te haga parecer más tonto. Las enfermedades y otros
problemas no controlables por nosotros son parte de la vida, atacarlas no te servirá
de nada, además posiblemente te sentirás peor que te sentías al principio por haber
perdido el tiempo. Eso no quiere decir que no trates de curar tu enfermedad o
arreglar tu ordenador, al contrario de lo que piensas, es mucho más probable que
encuentres la solución desde la calma y la paciencia siendo razonable con lo que
está ocurriendo que desde la ira.
SÉNECA Y LA IRA
Séneca nos marca dos conceptos importantes en este punto para tomar en
consideración la ira. No debemos sorprendernos si algunas personas realizan actos
poco éticos, probablemente obtendrán lo que se les debe en un momento futuro;
actuando de esa forma ya se están haciendo daño.
Siéntate a revisar lo anotado en ese libro durante toda una semana. Puede ser útil
incluso pensar en posibles enfados futuros y como reaccionarías ante ellos,
planteando una solución en caso de que pudieran ocurrir. Este ejercicio aborda la ira
desde su raíz: nuestros pensamientos. Con suficiente práctica, los impulsos que nos
llevan a estar cargados de ira se convertirán en actos sobre los que tenemos toda
nuestra absoluta disposición.
Entrena todos y cada uno de los días, piensa en las Disciplinas de Epicteto, examina
una por una en tu día a día. Solo con constancia y tesón serás capaz de dominar tus
emociones.
¡Te animo desde aquí a que compartas con nosotros los ejercicios que realizas y que
me des feedback de los resultados que obtengas!