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Tradicionalmente entendemos por prehistoria al período de tiempo que va

desde la aparición de los primeros homínidos en la Tierra, es decir, las especies


humanas antecesoras del Homo sapiens, hasta la aparición de las
primeras sociedades complejas de este último y, sobre todo, a la invención de la
escritura, evento que ocurrió en primer lugar en el Oriente Próximo, alrededor
del año 3500 a.C.

PERÍODOS Y ETAPAS DE LA PREHISTORIA


1. EDAD DE PIEDRA

En la edad de piedra el ser humano manejaba herramientas hechas de piedra y madera.

Es el período durante el cual el ser humano manejó en su mayoría


herramientas hechas de piedra y madera, o materiales simples. Esta etapa a su
vez comprende tres períodos, que son:

A. Paleolítico (2.5 millones a 10 000 a.C.)

El Periodo Paleolítico o Edad Antigua de la piedra, abarca desde los orígenes de


la vida hasta el surgimiento de las nuevas técnicas agrícolas, durante aquella
época se implementó el uso de herramientas como piedras talladas, huesos,
cueros, maderas, etc. Incluso es aquí donde el ser humano descubre el fuego. El
término fue creado por el arqueólogo John Lubbock en 1865, siendo este
periodo el más largo de la historia.

El periodo se divide en tres fases: Paleolítico Inferior, Paleolítico Medio,


Paleolítico Superior.
a) Paleolítico inferior (2.5 millones a 120 000 a.C.)

En esta primera fase del Paleolítico vivieron los Homo habilis en la zona


oriental de África. Estos homínidos, que ya mostraban comportamiento
grupal, organizados en bandas de 15 a 20 individuos, llevaban una vida
nómada, desplazándose en un amplio territorio donde podían obtener alimento
y establecerse durante periodos cortos en refugios naturales, principalmente
cuevas.
Los Homo erectus, que surgieron después, se organizaron en grupos más
grandes y mejor organizados que los Homo habilis. La lucha por la
supervivencia debió impulsar la mutua colaboración para la creación de
utensilios, la búsqueda de alimento y refugio, así como la defensa contra los
animales depredadores.

Los Homo erectus fabricaron herramientas más eficaces y ampliaron sus


recursos alimenticios al empezar a consumir animales. Entre esos utensilios
destacan las primeras hachas de mano o bifaces, que demuestran la
existencia de concepciones mentales avanzadas como la simetría.
En la fase final del Paleolítico inferior se comenzó a utilizar el fuego que,
además de ser fuente de luz y calor, ahuyentaba a los animales peligrosos y
constituía el único medio para modificar los recursos naturales, ya sea para la
cocción de los alimentos o para la fabricación de nuevos tipos de instrumentos.
El grado de organización social alcanzado por los erectus hizo necesaria la
transmisión de ideas y conocimientos, lo que debió estimular el surgimiento del
lenguaje hablado.

b) Paleolítico medio (120 000 a 40 000 a.C.)

Este periodo, cuya medición varia de una región a otra, se desarrolló


principalmente en Europa y en el próximo Oriente, y se caracterizó por la
presencia de los Homo sapiens de Neanderthal; aunque en la región asiática
existen evidencias de la presencia de los Homo sapiens sapiens de tipo Cro
Magnon, que ya tenían la estructura general de los seres humanos modernos.
Ambas especies compartieron los rigores de los cambios climáticos producidos
durante el Pleistoceno, era geológica caracterizada por periodos glaciales e
interglaciares.
La tecnología muestra un avance en la fabricación de instrumentos, como la
llamada técnica Levallois, que requería de mayor destreza que las anteriores
(Paleolítico inferior). Sin embargo, al no contar todavía con armas tipo
proyectil, los cazadores dependían de sistemas de acoso y de trampas para
capturar a los miembros más jóvenes y débiles de las especies animales.
Asimismo, en esta etapa aparecen los primeros indicios de que también se
dedicaron a la pesca, principalmente en ríos, aunque también existe evidencia
de recolección de productos marinos, como moluscos.
El comportamiento de ambas subespecies de Homo sapiens muestra en el
Paleolítico medio dos rasgos significativos: uno se refiere a que lograron
trasladarse, sobre todo los Neanderthales, hacia territorios situados muy al
norte de la zona libre de hielos a la que se habían limitado los homínidos
anteriores. El otro rasgo de gran importancia en el desarrollo de la cultura es la
posible existencia de la primera manifestación de creencias religiosas, lo cual se
infiere por los hallazgos arqueológicos ocurridos en varios sitios de Europa y el
próximo Oriente, que muestran la práctica deliberada de enterrar a los muertos,
lo que parece indicar la existencia de un pensamiento religioso o, al menos, la
creencia en la vida después de la muerte.

La producción del fuego, por los hombres de Neanderthal, generó la adoración


de este elemento natural; asimismo, el fuego fue asociado al alma,
supuestamente equivalente al fuego, que animaba al cuerpo dándole vida. 
Una de las primeras técnicas de cocción de los alimentos fue la
siguiente: 
Se cocían los animales dentro de sus pieles. Después de desollarlos se colgaba la
piel de unos palos, se colocaban pedazos de carne y agua, y encendían una
hoguera debajo de ella. La piel no se prendía fuego pues lo impedía el agua de
dentro. Esta técnica se seguía haciendo en Irlanda durante el siglo XVI.
Otro método fue la utilización de piedras calientes, como plancha de fritura o
dentro de recipientes de piedra o concha con agua hasta que hirviese.  Técnicas
que son utilizadas por los melanesios del Pacífico actual.
Como dice el antropólogo Carletoon Coon, la introducción de la
cocina elevó la existencia de la humanidad de un nivel esencialmente
animal a otro más humano.  Le permitió disponer de más tiempo
para el ocio; se desarrollaron muchos descubrimientos derivados
del uso del fuego:  venenos para punta de flecha, moldeado de
conchas de animales con el calor, sobre todo de tortugas. Además, se
estima que tenían un sistema de comunicación basado en un lenguaje
propio y el desarrollo de ciertas destrezas artísticas.

c) Paleolítico superior (40 000 a 10 000 a.C.)

En la primera fase de este periodo, neanderthales y cromagnones


convivieron en Europa cerca de 10000 años, hasta la extinción de la
especie neanderthal por causas que aún no se conocen con precisión. En esa
época surgieron los primeros cazadores-recolectores, con características sociales
y económicas bien definidas, impuestas por las condiciones de su forma de vida
determinada aún por el nomadismo.

Hombres y mujeres se organizaban en grupos unidos por lazos de


parentesco; y es probable que en ese tiempo se haya iniciado la división del
trabajo, cuya primera expresión debió ser la distribución de tareas de acuerdo
con el sexo. Mientras los hombres perseguían a las grandes presas de caza o
combatían con grupos rivales, las mujeres se dedicaban a la crianza de los niños,
a recolectar plantas y conseguir alimentos que no implicaran separarse
demasiado de sus hijos. Este hecho constituyó el fundamento primordial de la
familia humana, cuya importancia se incrementó con el paso del tiempo y el
surgimiento de nuevas necesidades.

En esta última fase del Paleolítico fue notable la evolución de la cultura en


diferentes partes del mundo. En particular en Europa y Asia la tecnología
presentó dos características: la difusión de técnicas novedosas para tallar la
piedra, y la aparición de un nuevo instrumental fabricado en hueso o asta.
En la industria lítica se utilizó la técnica laminar, la cual consistía en producir
instrumentos alargados, de bordes paralelos y cortantes, muy parecidos a los
cuchillos actuales. La tecnología cuya materia prima era el hueso, se orientó
hacia la fabricación de armas arrojadizas, muchas de las cuales muestran una
decoración que puede considerarse artística.

B. Mesolítico que comprende entre el año 10.000 A.C hasta el


6.000 A.C.

Corresponde más o menos con el fin de la última Edad de Hielo, es decir, en ella
se presenció el calentamiento de la tierra hasta más o menos los estándares
actuales. La humanidad seguía siendo esencialmente nómada, aunque hacia
finales del período aparecen los primeros asentamientos, y con ellos, los
primeros cementerios. Sus habitantes basaban su alimentación en la caza, la
recolección de frutos y el nacimiento del dominio de la pesca.

Además, continúa la expresión artística pero esta vez marcada por el


cambio climático y la finalización del período glaciar. A modo de resumen del
mesolítico, exponemos sus principales características.

Durante este periodo histórico se da la finalización del último período


glaciar. Paulatinamente comienza la llegada de un clima templado. Esto
permitió la modificación de costumbres y hábitos en los seres humanos así
como también en su estilo de vida.

Como consecuencia del fin de la era glaciar, hubo un aumento de la


vegetación que primero se convirtió en estepas y posteriormente
en bosques frondosos. Esto permitió que los seres humanos tuvieran mayor
cantidad de vegetación para incorporar como base de su alimentación.

En cuanto a la fauna, se produce la migración hacia zonas más nórdicas


de determinados animales como el reno y bisonte. También este cambio
climático favoreció la reproducción de otras especies entre las que se destacaban
el ciervo, jabalí, alce, mamíferos pequeños y aves como gansos, faisanes, tordos
o palomas.

Alimentación del mesolítico

Con el cambio de clima y la migración de los animales que comprendían la base


de la alimentación, los humanos tuvieron que modificar sus hábitos
alimenticios.

Se valieron de nuevos mamíferos pequeños para incorporarlos como base de su


dieta. Por otra parte, existe, durante el mesolítico hubo un gran auge de la
pesca. En cuanto a la recolección de frutos y cereales continuaban haciéndolo de
manera silvestre.
Caza, pesca y métodos de recolección del mesolítico

Como se mencionó arriba, durante esta etapa se presenta un salto evolutivo en


cuanto al modo de pescar. Así se muestra una gran evolución en cuanto a la
construcción de anzuelos, redes y embarcaciones hechas con pieles y cortezas de
árboles.

La fabricación de herramientas, en esta etapa, se especializa para poder hacer


frente a las nuevas costumbres y hábitos alimenticios propios de la época. Para
desplazarse fabrican trineos que, en un primer momento son tirados por seres
humanos y luego por perros. Como resultado de estos avances, el hombre
comienza la diversificación de su especie y dominación del planeta.

Población del mesolítico

Durante este período se incrementa el índice de la población. También


abandonan las cuevas para comenzar a construir chozas al aire libre. Nacen así
las primeras aldeas.
Arte mesolítico

El arte también recibió modificación como resultado del cambio climático. De


esta forma se vuelve un tipo de arte más racional y abstracto. La figura humana
continúa siendo escasa en las pinturas, pero sí representaban batallas y escenas
bélicas en las pieles que utilizaban como abrigo. Surgen también las primeras
cerámicas.

Creencias del mesolítico

Como parte de las creencias religiosas que caracterizan al período mesolítico,


surge la fundación de los primeros cementerios.

Revolución mesolítica

Muchos autores sostienen que la revolución neolítica tuvo sus comienzos


durante el periodo mesolítico. Esto se debe a que es durante este período nace el
concepto de sedentarismo, comienza la expansión demográfica gracias al
dominio de animales producto de la evolución en la fabricación de
herramientas. Para ciertos autores las bases que dieron lugar a la revolución
neolítica tuvieron su tiempo de gestación en los avances tecnológicos de esta
era.

C. Neolítico Comprende desde el año 6.000 a.C. hasta el 3.000 a.C

Durante este período se produce una verdadera revolución tecnológica, a partir


de la invención de la agricultura y la ganadería. El pastoreo, el cultivo y,
por ende, el intercambio, empiezan a surgir en el seno de las comunidades que,
mucho después, serán las primeras poblaciones humanas.

El Neolítico se caracterizó por el uso de herramientas de piedra moldeada y


pulida. Además, se destacó por el desarrollo de la agricultura y la ganadería,
la alfarería, las artes, la domesticación de ciertos animales y la consolidación
de la vida sedentaria.

Características del Neolítico

El sistema de cultivo permitió formalizar el estilo de vida sedentario.

El punto de partida del período neolítico es motivo de debate. Se estima que


se inició alrededor del 10.000 a.C., cuando los humanos aprendieron a
cultivar, a criar ganado doméstico y a recolectar plantas y frutos. El sistema de
cultivo de trigo, arroz y maíz, permitió formalizar el estilo de vida sedentario.

La evidencia arqueológica indica que la transición de las culturas


recolectoras de alimentos a las productoras, se produjo de manera
gradual. Por ejemplo, en el Medio Oriente alrededor del 9.000 a. C., en el
sudeste de Europa alrededor del 7.000 a.C. y en el este de Asia alrededor del
6.000 a.C.

El período neolítico implicó un cambio cultural gradual y no repentino,


por lo que se divide en tres etapas según el nivel de sofisticación alcanzado en la
agricultura, arquitectura y cerámica:

 Neolítico inicial. Se estima entre el año 6.000 a.C. hasta el 3.500 a.C.
 Neolítico medio. Es el más fructífero y se desarrolló entre el 3.000 a.C.
y el 2.800 a.C.
 Neolítico final. Es el más breve, desde el 2.800 a.C. hasta el 2.300 a.C.
con el comienzo de la Edad de los Metales.

Arte neolítico
L
as pinturas neolíticas utilizaban colores monocromáticos.

En las pinturas neolíticas se destacan las imágenes del cuerpo humano sin


detalles en el rostro, con aspecto algo primitivo y tonos monocromáticos. El
asentamiento en ‘Ain Ghazal (ubicado en la actual región de Jordania) es un
importante yacimiento arqueológico que contiene una gran cantidad de estas
figuras.

En cuanto a la cerámica, se han encontrado evidencias de una amplia gama de


objetos y de figuras relacionadas con la fertilidad, en Tell-Halaf, al norte de
Siria, y en Tell-al-Ubaid, en la costa del Golfo Pérsico. Los objetos de
cerámica eran decorados con diseños geométricos realizados con
pintura de color marrón o negra.

Arquitectura neolítica

El período neolítico medio se destacó por los avances en arquitectura. Es el caso


del templo Gobekli Tepe, ubicado en el sureste de Turquía. Es
considerado el lugar de culto más antiguo construido por el hombre. Se
caracterizaba por sus pilares decorados con relieves de animales, como jabalíes,
serpientes y grandes felinos, que consideraban protectores del templo.

Otras edificaciones que se destacan son el conjunto arquitectónico de los


Dólmens de Antequera, que forman los monumentos de Menga, Viera y
Romeral, de los que se conservan restos y son considerados Patrimonio Mundial
de la Humanidad. Consisten en grandes bloques de piedra que forman cámaras
y espacios techados. Se estima que eran espacios destinados a rituales.

El uso de la piedra pulida


El dominio del trabajo de la piedra permitió perfeccionar las herramientas y las armas.

Los períodos previos al Neolítico se caracterizaron por el uso de la piedra


como parte del armamento bélico. Sin embargo, durante el período
neolítico se incorporaron nuevas técnicas para trabajar la piedra, como el
pulido, en lugar de solo tallarla o partirla con golpes.

El dominio del trabajo de la piedra permitió perfeccionar las herramientas y las


armas, como la punta de flecha o la lanza para cazar. Se han encontrado
restos arqueológicos de esqueletos humanos con puntas de flecha incrustadas.

Las técnicas aplicadas al uso de la piedra sirvieron de influencia, también,


para perfeccionar la cerámica (para conservar alimentos), la alfarería (para
la recolección de frutos) y la fabricación de tejidos (con agujas realizadas en
hueso). 

Fin del Neolítico

Hacia fines del período neolítico aparece el trabajo sobre algunos metales, como
el cobre. Esto fue lo que marcó la transición a la Edad de Bronce (mezcla de
cobre y estaño que resulta de mayor dureza y mejores propiedades de
fundición).

El bronce se habría usado para la fabricación de armas, algo que no era posible
con el cobre. Los conocimientos desarrollados en metalurgia son los que dieron
por obsoleto el período neolítico y la Era de Piedra.

2. EDAD DE LOS METALES

Como su nombre indica, se trata de un período en el que el ser humano


conquistó el saber de la metalurgia y el manejo de los metales, construyendo así
herramientas más poderosas y versátiles. Las primeras civilizaciones
y culturas humanas corresponden a este período, que se divide en:

A. Edad de cobre. El cobre fue el primer metal en ser empleado por la


humanidad, primero crudo y luego fundido, dando nacimiento a la
metalurgia, para crear herramientas más cortantes y versátiles.

B. Edad de bronce. El conocimiento del cobre permite su mezcla


(aleación) con otros metales y así nace el bronce, que marcará un hito en
la humanidad en la fabricación de armas, escudos, objetos ornamentales,
etc. También el vidrio se descubrirá en este período, lo cual da pie a las
primeras cerámicas ceremoniales, que se usaban sobre todo para recibir
las cenizas de los cuerpos cremados.

C. Edad de hierro. Algunas de las principales civilizaciones antiguas ya


habían aparecido para la edad de hierro, y su dominio de este metal
exigió y propició nuevas técnicas y nuevos métodos de manejo de los
materiales, aunque la popularización del hierro no ocurriría hasta ya
entrado en años el Imperio Romano.

Arte prehistórico

El arte primitivo consistía en formas de manos, manchas o dibujos de animales.

Durante la prehistoria se dieron las primeras formas de arte o de expresión


subjetiva de la humanidad, por lo general consistentes en pinturas
rupestres sobre paredes de cuevas, empleando distintas sustancias como
pintura: sangre, grasa animal y ciertos pigmentos. En su mayoría este
arte primitivo consiste en formas de manos, manchas o dibujos de animales en
escenas de cacería.

Posteriormente en la prehistoria se daría pie a la escultura: en piedra


inicialmente, pero luego en otros materiales más nobles, como los
metales. Objetos ceremoniales y religiosos, como efigies, eran comunes
en la época.

Al mismo tiempo, los primeros relatos orales se estarían componiendo y


transmitiendo de generación en generación, probablemente con contenidos
míticos o religiosos.

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