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Pinturas y Dibujos
Portada:
CON'I1ENIDO
amistad con los porteros. Los vecinos me auxilian cada vez que
incurro en el maldito vicio de perder las llaves. Mantengo siempre
a mano el teléfono de la policía, de los bomberos y del hospital ...
por simple precaución. Las noches me resultan más bien inspira-
doras. Eso sí, conduzco rápido, después de las once de la noche
no respeto los semáforos y en más de una ocasión he preferido
echar a perder un neumático antes que detenerme a despinchar
la llanta. Todo est1. previsto. Mi renault 4 es tan importante como
le era la habitación propia para Virginia Woolf a principios de
siglo en Inglaterra. Soy poco amiga de la histeria y hago escán-
dalos sólo en el peor de los casos. Las cucarachas no me arrancan
ni gritos -ni escozor y si .de ratones se trata me defiendo con esco-
bas y con trampas, al punto de que liquidar bichos me produce
un derto placer que reconozco perverso. Pronto sabré manejar
armas. Cuando oigo un ruido me levanto p,r esta. No me horrorizan
los extractos de cuentas de la chequera, ni los balances ni los nú-
meros ni los enohufes eléctricos ni los contratos laborales. Aunque
las faenas domésticas no son mi gran pasión tampoco me atafagan
y los sábados hacen parte del ritual del supermercado. Invito ami-
gos y amigas, escucho música, leo y hasta escribo. De la inseguri-
dad trato de reirme, de las pesadillas me defiendo con Edgar
ABan Poe y las insinuaciones desagradables las toreo con calam-
bur. Lloro. N o soy ¡nada super-woman. Mi vida, eso sí, ya no tiene
ni antes ni después, ni mientras, ni puntos suspensivos y no espero
que ocurra nada sorprendente para actuar. Simplemente vivo.
Trato de hacer lo que me gusta. N o siempre se puede, pero tomo
decisiones. Prefiero no dar demasiadas explicaciones. Acierto.
Me equivoco. Vivo. Y sin embargo, según me dicen, no estoy or-
ganizada ...
1. Beatas : AJgunos consideran que su nombre dedva de Lambeort le Bégue (el taro
tamudo) y del antiguo Sajón Begeen = Rezar. Otros tienden a creer que viene
de Beige, de la lana entre gris y ffiMlrón de su vestimenta, pero es más probable que
sea una contracción de Albigenses, los heréticos habitantes de Albi.
2. Bruja en inglés.
BIBUOGRAFIA
Wolfgand Lederer. La Pe1#' Des Pemmes. Ed. Payot.
Jules Michelet. La Bruja. Ed. Maldoror.
Thomas Szasz. La fabricación de la locura. Ed. Kairós.
Lydia Sansoni, Magda Simola. La primera fue Lilith, La lucha de las mujeres en el
mito y en la historia. Libros Dogal.
M_ía Villa:
la voz de una p intora
"La vida mía, toda la vida mía fue tra;bajar. Por ejemplo,
cuando joven trabajé en el comercio y luego, ya la vida cambió
y me puse a trabajar en las casas y trabajé muchos años. Des-
pués que ví a mi mamá muy ancianita, muy viejita y necesitaba
mucha compañía, entonces me decidí- a tomar una ' casa para ver
si me podía solventar en esa forma y vivir con ella. AlquiJé una
casa en San Benito y allí arrendaba algunas piezas y tenía un a
tienda. En fin, toda la vida trabajé muy duro.
Luego compré esta casa y me puse a cri!lr gallinas y marra-
nos y me ví muy atrancada, ahí fue que me resultó la t iendecita
en Zea con Carabobo y vendía de todo: arepas, mazamorra, em-
panadas. En esas y las otras apareció Federico que iba a la tiend a
a tomar sus frescos. '
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cuando él vino dijo: "¿quién hizo esta pintura, qué es esto tan
hermoso, eso Jo hiciste vos María?" . Yo me quedé callada y él me
dij o: "siga pinta,.ndo que usted pinta muy lindo", y yo seguÍ. Todo
pedacito que quedaba yo pintaba cositas. Un día me puse a pintar
a San Antonio, i Uy! pero me quedó fue un monstruo y cuando
él llegó le dije: 1ay! Federico, qué tristeza, como quiero yo a San
Antonio y como 10 respeto y ve la clase de bulto que hice, y le dije:
ayúdame, enseñame, hacele los ojitos. "No, esos está muy lindos,
siga pintando, siga pintanldo", y yo seguía pintando; claro que a
raticos, por momenticos. Un día él me dijo que iba para Bogotá
a llevar unos cuadros, porque él era el pintor del Capitolio, y que
quería llevarse unos cuadros míos. ¿ Cuáles cuadros? le dije yo,
y él, "pues todos esos lienzos" y los pegó con la máquina yeso
dizque fue la admiración allá en ese Museo. Dijeron que yo ha-
bía ga,.nado el primer premio, pero dijeron que no era cierto que
eran de una señora vieja, que eran de un antioqueño joven que
era muy vivo. Y así se perdió el premio. Así fue como resultó
que yo era pintora. He participado en la Bienal, en un Salón N a-
cional, en el Museo de Zea; colectivos he participado en muchos
pero no ha ocurrido más nada ...
Nunca tuve un tiempo dedicado a la pintura, yo siempre he
tenido mis quehaceres. Pinto en los ratos libres, cuando tengo dis-
posición de pintar. A 10 que más le doy es a las figuras porque
para los paisajes soy muy malita. Me gustan mucho los santos
y no me gustan las cosas que no se definen.
La vida mía transcurrió entre trastos y ollas, me gustan mu-
cho las cosas de los hombres, yo hubiera aprendido cualquier arte.
Yo no soy artista, yo pinto porque veo algo que me gusta; tiene
que ser que yo tenga una impresión para pintar. Comencé un
cuadro que se llamaba Sangre de Vírgenes porque en el cine ví
unos hombres abusando de unas muchachas en una playa.
dre diga lo que diga. Pero soy tan adversa que nació y se murió
y después me quedé desengañada de la vida y me pareció muy
horrible tener hijos sola y si·n amparo.
Yo todo se lo contaba a mi mamá, la hice amiguísima mía.
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BIBLIOGRAFIA
Rowbot:ham, Sheila . La mujer ignorada por la histo-ritl. Ed. Debate, Colombia, 1980.
Firestone, Shulamith. La dialéctica del sexo. Ed. Kair6s, Barcelona, 1976.
Mitchell, Juliet. La condición de la muje1'. Ed. Extemporáneos. México, 1974.
El purganle
Aura López
Montserrat Oliván
que deje constancia de que 10 sexual puede y debe ser algo pla-
centero. No está mal evidentemente, que ponga de manifiesto
que, en las relaciones heterosexuales, hay múltiples modos de pro-
curarse y procurar a otros placer sexual. .. Pero está muy mal
-y, en buena medida, invalida 10 anterior- que lo .d'iga como
lo dice.
Porque, junto a todos los aspectos que he ido analizando,
tendría que afirmar también que dudo muoho de que la porno-
grafía libere, ni aún de mala manera, el sexo. Porque la porno-
grafía es consumida -y no sin razón- como algo "prohibido",
como algo no lícito. Las escenas de lesbianas están ahí para exci-
tar a los lectores, no porque sean revindicadas como algo correc-
to. Los consumidores de pornografía seguirán pensando que el
lesbianismo, por poner un ejemplo, es algo ilícito e inmoral, y
temblarán sólo de pensar que una hija suya, o su compañera,
o su hermana, pueda optar por amar a otras mujeres.
La pornografía ayuda a fijar aún más las ideas de domina-
ción y de sumisión que llevamos en nuestro subconsciente. Sería
una ingenuidad pensar que es la pornografía la responsable (7) de
que estas ideas estén ahí. Pero la pornografía contribuye a fijar-
las, a darles satisfacción, sin que, al mismo tiempo, ayude a com-
prender el por qué de su existencia, ayude a ponerlas en cuestión.
La pornografía da lo que quiere al que la compra; conecta con
su subconsciente: con la parte de él reconocida y declarada, y
también con las realidades y miserias ni siquiera confesadas.
La pornografía muestra a las mujeres como las quieren los
hombres; o, mejor dioho, como quisieran que fueran las que no
son ni sus madres, ni sus hermanas, ni sus mujeres, ni sus hijas.
La pornografía reproduce la dualidad puta/virgen. Putas las que
están en ella; vírgenes las que se conoce fuera. La pornografía
reproduce también la interiorización de la sumisión de las muje-
res: laque existe y la que no tanto. Pero no reproduce, más que
en un gra'do mínimo, ínfimo, el deseo, el anhelo de libertad igua-
litaria, de autonomía de tantas mujeres. Y es que la pornografía
es hija de una sociedad falocrática y machista. Como la publici-
dad, no recoge lo nuevo, lo subver;;ivo, lo que cuestiona, sino lo
que más y mejor se vende. Lo que más y mejor compran sus
destinatarios, casi exclusivamente hombres.
Negar esta cara de la realidad en hombres y mujeres, no
parece tampoco, dicho sea de paso, un buen camino para trans-
formar nuestras conductas sexuales.
"Es muy cierto: confieso que a mí me excitan los números
de lesbianas. El 'desnudo' artístico me deja fría. Pero una mujer
arreglada con símbolos nazis me produce un gran placer.
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Febrero, 1983.
Francoise Eliet
Toma:do de "Sorcieres".
Traducción del francés por
Flora María Uribe Pacheco.
1I Encuenl..o "eminisla
I.alinoame..icano
y del C...ibe
F.M.U.
M.C.V.