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ARQUIDIÓCESIS DE TUNJA

VICARÍA DE PASTORAL

GUÍA MES DE FEBRERO

ENCUENTRO DE LOS
GRUPOS DE FAMILIAS

FIESTA LITÚRICA DE LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS

Lema: Miremos los campos de misión, allí Cristo espera nuestra acción.
Mensaje: Somos una comunidad de fe, dispuesta a observar los campos hay que sembrar.
Lema: Miremos los campos de misión, allí Cristo espera nuestra acción.
Mensaje: Somos una comunidad de fe, dispuesta a observar los campos hay que
sembrar.
Celebración: Presentación del Niño Jesús.
Personaje: Santa Laura Montoya.
Acción Significativa: Bendición de la luz, niños, semillas, útiles escolares y herramientas de
trabajo.

Santa Laura Montoya Upegui: Nació en Jericó el 26 de mayo de 1874 y murió en Medellín,
el 21 de octubre 1949. Fue conocida como Madre Laura, se dedicó a la educación y la labor
misionera católica, fue fundadora de la Congregación de las Misioneras de María Inmaculada
y de Santa Catalina de Siena.

En 2004 fue declarada beata de la Iglesia católica y el 12 de mayo de 2013 en la plaza de


San Pedro el papa Francisco inscribió su nombre en el libro de los santos, mediante la
fórmula canónica en solemne concelebración eucarística.

GUÍA LITÚRGICA PARA LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS


RITOS INICIALES
Reunida la comunidad, puede entonarse
un canto:
Cantad a Dios den su gloria a Dios!
¡Cantad a Dios,
¡Cantad a Dios, ¡Cantad a Dios,
los mares y los ríos,
todas Sus criaturas, rocíos y nevadas,
todos los peces
y bendecid Su nombre calor y fuego,
y aves de los cielos!
por los siglos! bendecid a Dios!

¡Cantad a Dios,
¡Cantad a Dios, ¡Cantad a Dios,
las fieras y ganados,
los Ángeles del cielo, ensálcelo la Tierra,
con vuestras voces,
las aguas todas, lo que germina en ella,
bendecid a Dios!
bendecid a Dios! cante a Dios!

¡Cantad a Dios,
¡Cantad a Dios, ¡Cantad a Dios,
los hijos de los hombres,
estrellas, sol y luna, las cumbres de los
montes, los sacerdotes,
lluvia y rocío,
los manantiales, bendecid a Dios!
fríos y heladas!
¡Cantad a Dios, ¡Cantad al Padre, ¡Cantad a Dios,
los jóvenes y niños, al Hijo y al Espíritu, en todo el Universo,
todos los hombres, todos con himnos, cuanto respira,
bendecid a Dios! bendecid a Dios! que bendiga a Dios
.
Terminado el canto, el Sacerdote (o Laico) dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Todos se santiguan y responden: Amén.
Sacerdote: saluda a los presentes, diciendo:
Dios, que es admirable en sus obras, esté con todos ustedes.
U otras palabras adecuadas, tomadas preferentemente de la sagrada Escritura.
Todos responden: Y con tu espíritu.

Si el ministro es laico, saluda a los presentes, diciendo:


Bendigamos unánimes a Dios, que nos concede el rocío del cielo y la fertilidad de
la tierra. Todos responden: Amén.
El Sacerdote dispone a los presentes a recibir la bendición, con estas palabras u
otras semejantes:
Bendigamos a Dios, que con su omnipotencia creó la tierra y con su providencia la
enriquece, y la dio a los hombres para que la cultivasen y de ella sacasen los
frutos con que sustentar su vida y compartir con los hermanos. Al mismo tiempo
que damos gracias a Dios por su generosidad, aprendamos también, según las
palabras del Evangelio, a buscar sobre todo el reino de Dios y su justicia, ya que
entonces todo lo que necesitemos se nos dará por añadidura.

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS


Luego el lector, uno de los presentes o el mismo Sacerdote, lee un texto de la
Sagrada Escritura.
Del Libro del Génesis (Gn 1, 1. 11-12. 29-31):
Al principio creó Dios el cielo y la tierra. Y dijo Dios: —«Verdee la tierra hierba
verde que engendre semilla, y árboles frutales, que den fruto según su especie y
que lleven semilla sobre la tierra.» Y así fue. La tierra brotó hierba verde que
engendraba semilla según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban
semilla según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios: —«Mirad, os
entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos
los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las
fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todo
ser que respira, la hierba verde les servirá de alimento». Y así fue. Y vio Dios todo
lo que había hecho; y era muy bueno.
Palabra de Dios.
O bien:
Lectura del libro del Deuteronomio (Dt 32, 10c-14):
Dios rodeó a su pueblo cuidando de él, lo guardó como a las niñas de sus ojos.
Como el águila incita a su nidada, revolando sobre los polluelos, así extendió sus
alas, los tomó y los llevó sobre sus plumas. El Señor solo los condujo, no hubo
dioses extraños con él. Los puso a caballo de sus montañas y los alimentó con las
cosechas de sus campos; los crió con miel silvestre, con aceite de rocas de
pedernal; con requesón de vaca y leche de ovejas, con grasa de corderos y
carneros, ganado de Basán y cabritos, con la flor de la harina de trigo, y, por
bebida, con la sangre fermentada de la uva.
Palabra de Dios.
Según las circunstancias, se puede decir o cantar un salmo responsorial u otro
canto adecuado.
Salmo responsorial: Sal 103
R. La tierra está llena de tus criaturas, Señor.
Bendice, alma mía, al Señor, R La tierra está llena de tus criaturas,
¡Dios mío, qué grande eres! Señor
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto. Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
R. La tierra está llena de tus criaturas,
Señor R La tierra está llena de tus criaturas,
Señor
Haces brotar hierba para los
ganados, Todos ellos aguardan
y forraje para los que sirven al a que les des la comida a su tiempo:
hombre. se la echas, y la atrapan;
Él saca pan de los campos, y vino abres tu mano, y se sacian de bienes.
que le alegra el corazón;
y aceite que da brillo a su rostro, y R La tierra está llena de tus criaturas,
alimento que le da fuerzas. Señor.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (Mt 6, 25 – 34)


«Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por
vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el
cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni
recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros
más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se
preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué
preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.
Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la
viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues,
preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué
vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya
sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su
Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os
preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene
bastante con su propio mal.
Palabra del Señor
O bien:
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (Mc 4, 26 – 29)
También decía: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la
tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él
sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga,
después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se
le mete la hoz, porque ha llegado la siega.»
Palabra del Señor
El Sacerdote, según las circunstancias, exhorta brevemente a los presentes,
explicándoles la lectura bíblica, para que perciban por la fe el significado de la
celebración
Si se estima oportuno, antes de la oración de bendición puede hacerse la plegaria
común. Entre las invocaciones que aquí se proponen el Sacerdote puede
seleccionar las que le parezcan más adecuadas o añadir otras más directamente
relacionadas con las circunstancias del momento.
PRECES
Dios providente, Padre de todos, se preocupa amorosamente por sus hijos y los
alimenta y protege, bendiciendo la tierra para que dé los frutos para el sustento del
hombre. Invoquémoslo con espíritu filial, diciendo:
R. Padre Creador, escúchanos.
1. Tú que por el apóstol Pablo nos llamaste campo tuyo, haz que, como miembros
de una misma Familia Parroquial, cumplamos en todo momento tu voluntad y
vivamos siempre unidos a ti. Oremos
2. Tú que nos enseñaste que somos sarmientos de aquella vid que es Cristo, haz
que, permaneciendo en tu Hijo, demos fruto abundante. Oremos
3. Tú que bendices la tierra y la enriqueces sin medida, haz que nuestros campos,
con tu bendición, produzcan el alimento que necesitamos. Oremos
4. Tú que multiplicas el trigo, con el cual nos das el pan nuestro de cada día y el
alimento de la Eucaristía, concédenos cosechas abundantes con el rocío del cielo
y la fertilidad de la tierra. Oremos
5. Tú que alimentas a los pájaros del cielo y vistes a los lirios del campo,
enséñanos a no estar agobiados pensando qué vamos a comer o con qué nos
vamos a vestir, sino a buscar sobre todo tu reino y tu justicia. Oremos
Sigue la oración de bendición, como se indica más adelante. Cuando no se dicen
las preces, antes de la oración de bendición el ministro dice: Oremos.
Todos oran durante algún tiempo en silencio. Luego dice la oración de bendición.
ORACIÓN DE BENDICIÓN
El ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas, si es laico, con
las manos juntas, dice la oración de bendición:
BENDICIÓN DE LA LUZ
Oremos:
Oh Dios, fuente y origen de toda luz,
que has mostrado a Cristo,
luz de todas las naciones,
al justo Simeón;
dígnate bendecir + estos cirios;
acepta los deseos de tu pueblo
que, llevándolos encendidos en las manos
se ha reunido para cantar tus alabanzas,
y concédenos caminar por la senda del bien,
para que podamos llegar a la luz eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
BENDICIÓN DE LOS CAMPOS
Señor, Padre santo, que mandaste al hombre que guardara y cultivara la tierra, te
suplicamos con humildad que nos concedas siempre cosechas abundantes, des
fertilidad a nuestros sembrados, y, alejando de nuestros campos las tormentas y el
granizo, las semillas puedan germinar con abundancia. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
R. Amén.
BENDICIÓN DE LAS SEMILLAS
Oh Dios, que ya en el principio del mundo ordenaste en tu providencia que la tierra
germinara hierba verde y produjera toda clase de frutos, y proporcionas semilla
para sembrar y pan para comer, te pedimos que esta tierra, fecundada por tu
bondad y cultivada por el trabajo del hombre, rebose de frutos abundantes, y tu
pueblo, colmado de tus dones, te alabe sin cesar ahora y siempre. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
R. Amén.
BENDICIÓN DE LOS NIÑOS

Señor Jesucristo, tanto amaste a los niños que dijiste que quienes los reciben te
reciben a ti mismo; escucha nuestras súplicas en favor de estos niños (este
niño/esta niña) y, ya que los (lo/la) enriqueciste con la gracia del bautismo,
guárdalos (guárdalo 'guárdala) con tu continua protección, para que, cuando
lleguen a mayores (llegue a mayor), profesen (profese) libremente su fe, sean
fervorosos (sea fervoroso/sea fervorosa) en la caridad y perseveren (persevere)
con firmeza en la esperanza de tu reino. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.
R. Amén.
CONCLUSIÓN DEL RITO
El ministro, si es sacerdote o diácono, concluye el rito, diciendo:
Dios, fuente de todos los bienes, los bendiga + y dé fecundidad a su trabajo, para
que puedan alegrarse de sus dones y proclamar siempre sus alabanzas. R. Amén.
Si el ministro es laico, concluye el rito santiguándose y diciendo:
Dios, fuente de todos los bienes, nos bendiga y dé fecundidad a nuestro trabajo,
para que podamos alegrarnos de sus dones y proclamar siempre sus alabanzas.
R. Amén.
CANTO
HOY SEÑOR TE DAMOS GRACIAS Gracias, Padre, Tú guías mis pasos,
Tú eres la luz y el camino,
Hoy, Señor, te damos gracias, conduces a ti mi destino
por la vida, la tierra y el sol. como llevas los ríos al mar.
Hoy, Señor, queremos cantar
las grandezas de tu amor.
Gracias, Padre, me hiciste a tu
imagen,
Gracias, Padre, mi vida es tu vida, y quieres que siga tu ejemplo
tus manos amasan mi barro, brindando mi amor al hermano,
mi alma es tu aliento divino, construyendo un mundo de paz.
tu sonrisa en mis ojos está.

PRIMER ENCUENTRO
EVANGELIZADORES DEL CAMPO RELIGIOSO Y CULTURAL

1. ACOGIDA (La realiza el animador)

El animador ha organizado el lugar del encuentro, teniendo en cuenta que el lema


y mensaje del mes se encuentren en un lugar visible. Además saludará a cada
uno de los integrantes del grupo con alegría y lo invitará a participar con
entusiasmo de la celebración.

2. CANTO (Dios está aquí)

3. ORACIÓN DEL GRUPO DE FAMILIAS (Dirige el animador)

Señor Jesús:
Te damos gracias por nuestros grupos de familias que nacieron gracias a la misión
del Jubileo en el año 2000, te pedimos que ellos sean un reflejo del Padre en cada
una de nuestras Comunidades Parroquiales. Imploramos tu misericordia y gracia
sobre cada uno de ellos para que siguiendo el ejemplo de la primera comunidad
cristiana, puedan vivir en la enseñanza de la Palabra de Dios, el compartir el pan
eucarístico, la vida comunitaria y la asidua oración.

Continúa Señor acompañando nuestro caminar pastoral, sobre todo haciendo que
podamos en las familias recuperar el amor primero que nos ha engendrado en la
fe, da a cada familia la fuerza transformadora que necesita para proseguir su
camino de conversión y así con corazón limpio acercarse a ti para adorarte y
alabarte.

Virgencita del Milagro intercede por nosotros, por nuestras dificultades como lo
hiciste en las bodas de Caná en Galilea, haz Madre del cielo que no nos falte
nunca el vino del amor, de la paz, de la justicia, para que de esta manera
podamos desde los Grupos de Familias reconstruir el tejido social donde se viven
los valores del Reino de Dios. Amén.

4. LECTURA DEL ACTA ANTERIOR (La lee el secretario)

5. MOTIVACIÓN (La realiza el animador)

En este primer encuentro nos dejamos guiar por las palabras del Santo Padre
Francisco que nos invita a ser una Iglesia en salida, una comunidad que
evangeliza obedeciendo el mandato misionero de Jesús:

“Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar
todo lo que os he mandado” (Mt 28,19-20). En estos versículos se presenta
el momento en el cual el Resucitado envía a los suyos a predicar el
Evangelio en todo tiempo y por todas partes, de manera que la fe en Él se
difunda en cada rincón de la tierra (EG 19).

Es ésta la tarea de todo bautizado, anunciar la Alegría del Evangelio que se ha


experimentado. Pero también es necesario que la misma Iglesia pase de un
encerrarse en si misma, para volver a su esencia de ser en todo tiempo y
circunstancia anunciadora del Evangelio. Papa Francisco lo expresa diciendo:
Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo… prefiero una
Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una
Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias
seguridades… Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra
conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el
consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los
contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. (EG 49).

6. MIREMOS NUESTRA REALIDAD (Orienta el moderador)

Un primer campo de misión es nuestra propia realidad como Iglesia, puesto que
podemos ser una comunidad centrada en nosotros mismos, incluso podemos ser
un grupo de personas que no deja que otros se acerquen a Jesús, como sucedió
con el ciego Bartiméo, que ante su enfermedad intenta acercarse a Jesús
pidiéndole la sanación, pero los discípulos en vez de ayudar lo que hacen es
impedir que éste exprese su suplica.

Probablemente hoy nosotros como grupo de familia no sentimos el grito de tantos


que tienen necesidad de Jesús. Permanecemos indiferentes, no sentimos,
creemos que lo único importante es la vida de nuestro grupo. No podemos
volvernos sordos al clamor de tanta gente que tiene necesidad de salvación, que
tiene necesidad de la ayuda de Jesús, que tiene necesidad de la Iglesia.
Despertemos del sueño de la indiferencia y ayudemos a que otros venga a vivir la
experiencia maravillosa de Dios.

7. LO QUE NOS DICE LA PALABRA DE DIOS (Guía el moderador)

Lectura del santo evangelio según san Marcos (2, 13 – 17)

El evangelio nos regala una gran enseñanza que constituye motivo de inmenso
gozo para todos nosotros:

Jesús mira con misericordia a Mateo y luego lo elige. Tras el amor, la misión.
Mateo ya no es el mismo; interiormente ha cambiado. El encuentro con Jesús, con
su amor misericordioso, lo transformó. Y allá atrás quedó el banco de los
impuestos, el dinero, su exclusión. Antes él esperaba sentado para recaudar, para
sacarle a los otros, ahora con Jesús tiene que levantarse para dar, para entregar,
para entregarse a los demás. Jesús lo miró y Mateo encontró la alegría en el
servicio. Para Mateo, y para todo el que sintió la mirada de Jesús, sus paisanos no
son aquellos de los que se vive, se usa, se abusa. La mirada de Jesús genera una
actividad misionera, de servicio, de entrega.

Dejémonos mirar por el Señor en la Eucaristía, en la Confesión, en la oración, en


nuestros hermanos, especialmente en aquellos que se sienten dejados, más
solos. Y aprendamos a mirar como Él nos mira.

Preguntémonos:
¿Nuestra mirada es como la de los fariseos y escribas?
¿Será que nuestro grupo de familias vive sólo para si?
¿Será que en algo se parece nuestra mirada a la de Jesús?
¿Nos sentimos un grupo de familia misionero?

8. NUESTRO COMPROMISO (Dirige el moderador)

Ayudar como grupo de familia a nuestros parientes y vecinos, a acercarse a


Jesús. Además orar por aquellos que se encuentran alejados de Dios.

9. HAGAMOS ORACIÓN (Orienta el animador)

Padre Dios, te alabamos y te bendecimos, en este año que ya ha iniciado te


pedimos que a ejemplo de nuestros predecesores en la fe que han experimentado
la misericordia de Cristo, vayamos también nosotros hacia aquellos que
consideramos pecadores, e incluso hacia nuestros enemigos, dirigiéndoles una
mirada de bondad y misericordia. Ayúdanos a cambiar nuestras vidas y las
relaciones con nuestros hermanos. Amén.

10. AGRADECIMIENTOS Y DESPEDIDA (Orienta el animador)

El animador da las gracias a todos los miembros del Grupo de Familia por su
participación y los invita para la próxima reunión, indicándoles hora, fecha y lugar
de encuentro.

SEGUNDO ENCUENTRO
EVANGELIZADORES DE LA VIDA MATRIMONIAL

1. ACOGIDA (La realiza el animador)

El animador ha organizado el lugar del encuentro, teniendo en cuenta que el lema


y mensaje del mes se encuentren en un lugar visible. Además saludará a cada
uno de los integrantes del grupo con alegría y lo invitará a participar con
entusiasmo de la celebración.

2. CANTO ( A edificar la Iglesia)

3. ORACIÓN DEL GRUPO DE FAMILIAS (Dirige el animador)

Señor Jesús:
Te damos gracias por nuestros grupos de familias que nacieron gracias a la misión
del Jubileo en el año 2000, te pedimos que ellos sean un reflejo del Padre en cada
una de nuestras Comunidades Parroquiales. Imploramos tu misericordia y gracia
sobre cada uno de ellos para que siguiendo el ejemplo de la primera comunidad
cristiana, puedan vivir en la enseñanza de la Palabra de Dios, el compartir el pan
eucarístico, la vida comunitaria y la asidua oración.

Continúa Señor acompañando nuestro caminar pastoral, sobre todo haciendo que
podamos en las familias recuperar el amor primero que nos ha engendrado en la
fe, da a cada familia la fuerza transformadora que necesita para proseguir su
camino de conversión y así con corazón limpio acercarse a ti para adorarte y
alabarte.

Virgencita del Milagro intercede por nosotros, por nuestras dificultades como lo
hiciste en las bodas de Caná en Galilea, haz Madre del cielo que no nos falte
nunca el vino del amor, de la paz, de la justicia, para que de esta manera
podamos desde los Grupos de Familias reconstruir el tejido social donde se viven
los valores del Reino de Dios. Amén.

4. LECTURA DEL ACTA ANTERIOR (La lee el secretario)

5. MOTIVACIÓN (La realiza el animador)

Este segundo encuentro es pertinente mirar como un campo fundamental para


evangelizar es la Familia. Quizás hoy más que nunca la familia viene sufriendo el
ataque constante de una anticultura de muerte, que parece haberse ensañado con
esta institución. Basta una rápida mirada a la situación del mundo actual para
constatar los ataques que en nuestro tiempo sufre la familia. Ideologías que portan
en sí una visión reductiva de lo que es la persona. Los crecientes índices de
separaciones y rupturas, de abortos, de legislaciones que equiparan uniones
homosexuales al matrimonio y que incluso dan la posibilidad de adopción a estas
parejas, todo esto constituye manifestaciones de una sociedad que se vuelve en
contra de una institución que es, como lo recordara el Papa Benedicto XVI, “célula
viva no sólo de la sociedad, sino también de la Iglesia, signo e instrumento de
unidad para todo el género humano”.

Frente a la dramática realidad de este siglo XXI urge el compromiso por anunciar
la auténtica identidad de la familia, así como evangelizar la realidad familiar,
promoviendo que ellas recuperen al mismo tiempo su fundamental papel en la
misión evangelizadora de la Iglesia. Dios quiso venir al mundo en el seno de una
familia. El Señor Jesús elevó el matrimonio, institución natural, a la categoría de
Sacramento. La Iglesia, a lo largo del tiempo, no ha cesado de defender a la
familia, y hoy más que nunca alza su voz —muchas veces solitaria— para
desenmascarar los múltiples ataques de los que es víctima. Todo esto nos hace
ver que la defensa y evangelización de las familias no puede ser una tarea
marginal en el apostolado, sino por el contrario, una de las tareas centrales en la
Evangelización.

6. MIREMOS NUESTRA REALIDAD (Orienta el moderador)


En el segundo capitulo de la Exhortación Apostólica Postsinodal “Amoris Laetitia”
el Papa Francisco considera la situación actual de las familias, poniendo “los pies
sobre la tierra”, él explica numerosos desafíos:

El fenómeno migratorio. La pornografía y el abuso de


Las negociaciones ideológicas de menores.
la diferencia de sexos (“ideología La atención a las personas con
del gender”). discapacidad.
La cultura de lo provisorio. El respeto de los ancianos.
La mentalidad antinatalista. La desconstrucción jurídica de la
El impacto de la biotecnología en familia.
el campo de la procreación La violencia contra las mujeres.
La falta de casa y de trabajo.

El Papa insiste sobre lo concreto, muestra la realidad, no presenta un ideal


teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificialmente construido,
lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias
reales. El Papa insiste que es necesario dar espacio a la formación de la
conciencia de los fieles: “Estamos llamado a formar las conciencias no a
pretender sustituirlas” (AL 37). Jesús proponía un ideal exigente pero “no
perdía jamás la cercana compasión con las personas más frágiles como la
samaritana o la mujer adúltera” .

7. LO QUE NOS DICE LA PALABRA DE DIOS (Guía el moderador)

Compartimos la lectura del Evangelio según san Juan (2, 1-11), luego seguimos
este breve comentario que ayuda a la reflexión.

El evangelista san Juan, al inicio de su Evangelio, narra el episodio de las bodas


de Caná, en la que estaban presentes la Virgen María y Jesús, con sus primeros
discípulos. Jesús no sólo participó en el matrimonio, sino que «salvó la fiesta» con
el milagro del vino. Por lo tanto, el primero de sus signos prodigiosos, con el que
Él revela su gloria, lo realizó en el contexto de un matrimonio, y fue un gesto de
gran simpatía hacia esa familia que nacía, solicitado por el apremio maternal de
María. Esto nos hace recordar el libro del Génesis, cuando Dios termina la obra de
la creación y realiza su obra maestra; la obra maestra es el hombre y la mujer. Y
aquí, Jesús comienza precisamente sus milagros con esta obra maestra, en un
matrimonio, en una fiesta de bodas: un hombre y una mujer. Así, Jesús nos
enseña que la obra maestra de la sociedad es la familia: el hombre y la mujer que
se aman. ¡Esta es la obra maestra!

Nos preguntamos y compartimos las siguientes preguntas:

¿Qué significa el matrimonio?


¿Qué problemas identificamos en los matrimonios hoy?
¿Cómo podríamos ayudar a los matrimonios en crisis?
8. NUESTRO COMPROMISO (Dirige el moderador)

Nuestro compromiso como grupo de familia será la de manifestar la belleza del


matrimonio, y el testimonio será el signo más convincente de la bendición que
Dios dio desde la creación del mundo.

9. HAGAMOS ORACIÓN (Orienta el animador)

Jesús, María y José de violencia, de cerrazón y división;


en ustedes contemplamos que quien haya sido herido o
el esplendor del verdadero amor, escandalizado
a ustedes, confiados, nos dirigimos. sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret, Santa Familia de Nazaret,


haz también de nuestras familias haz tomar conciencia a todos
lugar de comunión y cenáculo de del carácter sagrado e inviolable de la
oración, familia,
auténticas escuelas del Evangelio de su belleza en el proyecto de Dios.
y pequeñas iglesias domésticas. Jesús, María y José,
escuchen, acojan nuestra súplica.
Santa Familia de Nazaret, Amén.
que nunca más haya en las familias
episodios
10. AGRADECIMIENTOS Y DESPEDIDA (Orienta el animador)

El animador da las gracias a todos los miembros del Grupo de Familia por su
participación y los invita para la próxima reunión, indicándoles hora, fecha y lugar
de encuentro.

TERCER ENCUENTRO
EVANGELIZADORES DE LOS POBRES Y ENFERMOS

1. ACOGIDA (La realiza el animador)

El animador ha organizado el lugar del encuentro, teniendo en cuenta que el lema


y mensaje del mes se encuentren en un lugar visible. Además saludará a cada
uno de los integrantes del grupo con alegría y lo invitará a participar con
entusiasmo de la celebración.

2. CANTO ( Un Mandamiento Nuevo )

3. ORACIÓN DEL GRUPO DE FAMILIAS (Dirige el animador)

Señor Jesús:
Te damos gracias por nuestros grupos de familias que nacieron gracias a la misión
del Jubileo en el año 2000, te pedimos que ellos sean un reflejo del Padre en cada
una de nuestras Comunidades Parroquiales. Imploramos tu misericordia y gracia
sobre cada uno de ellos para que siguiendo el ejemplo de la primera comunidad
cristiana, puedan vivir en la enseñanza de la Palabra de Dios, el compartir el pan
eucarístico, la vida comunitaria y la asidua oración.

Continúa Señor acompañando nuestro caminar pastoral, sobre todo haciendo que
podamos en las familias recuperar el amor primero que nos ha engendrado en la
fe, da a cada familia la fuerza transformadora que necesita para proseguir su
camino de conversión y así con corazón limpio acercarse a ti para adorarte y
alabarte.

Virgencita del Milagro intercede por nosotros, por nuestras dificultades como lo
hiciste en las bodas de Caná en Galilea, haz Madre del cielo que no nos falte
nunca el vino del amor, de la paz, de la justicia, para que de esta manera
podamos desde los Grupos de Familias reconstruir el tejido social donde se viven
los valores del Reino de Dios. Amén.

4. LECTURA DEL ACTA ANTERIOR (La lee el secretario)

5. MOTIVACIÓN (La realiza el animador)

Este tercer encuentro nos lleva a identificar a los pobres y enfermos como un
campo de evangelización, que es importantísimo para la vida de toda la Iglesia, de
hecho el Papa Francisco nos dice:

“Si la Iglesia entera asume este dinamismo misionero, debe llegar a todos, sin
excepciones. Pero ¿a quiénes debería privilegiar? Cuando uno lee el
Evangelio, se encuentra con una orientación contundente: no tanto a los
amigos y vecinos ricos sino sobre todo a los pobres y enfermos, a esos que
suelen ser despreciados y olvidados, a aquellos que “no tienen con qué
recompensarte” (Lc 14,14). No deben quedar dudas ni caben explicaciones
que debiliten este mensaje tan claro. Hoy y siempre, “los pobres son los
destinatarios privilegiados del Evangelio”, y la evangelización dirigida
gratuitamente a ellos es signo del Reino que Jesús vino a traer. Hay que decir
sin vueltas que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres.
Nunca los dejemos solos”.

Atendamos el llamado del Papa de nunca dejar solos a los pobres y enfermos,
ellos se manifiestan como instrumento para la salvación de cada uno de nosotros
y el grupo de familias.

6. MIREMOS NUESTRA REALIDAD (Orienta el moderador)

El hermoso departamento de Boyacá, del cuál todos nosotros hacemos parte,


desafortunadamente está catalogado entre los seis primeros departamentos con
pobreza extrema en Colombia. Esta realidad nos invita a colocar en práctica las
palabras del Santo Padre:
“los ánimo como bautizados a vivir con mayor dedicación la tarea específica de
evangelizar, también a través de la Doctrina social de la Iglesia, viviendo en el
mundo la propia fe en la búsqueda del verdadero bien para todos, en el respeto y
en la promoción de la dignidad de cada persona, hasta intervenir directamente –
en modo particular los fieles laicos – en la acción social y política”.

Y en cuanto a nuestros hermanos enfermos que cada año los recordamos


realizando una jornada de oración y ayuda como Iglesia Universal, el Papa
Francisco nos invita a renovar nuestra oración y cercanía. Pide especialmente a
los médicos, a los enfermeros, a los voluntarios y a todos los consagrados y
consagradas que se dedican a servir a los enfermos y necesitados; a las
instituciones eclesiales y civiles que trabajan en este ámbito; y a las familias que
cuidan con amor a sus familiares enfermos; que sean siempre signos gozosos de
la presencia y el amor de Dios, imitando el testimonio resplandeciente de tantos
amigos y amigas de Dios, como fueron san Juan de Dios, san Camilo de Lelis,
patronos de los hospitales y de los agentes sanitarios, y la santa Madre Teresa de
Calcuta, misionera de la ternura de Dios.

7. LO QUE NOS DICE LA PALABRA DE DIOS (Guía el moderador)

Nos preparamos para acoger la Palabra de Dios con un momento de silencio.


Luego invocamos el don del Espíritu Santo para que nos abra el entendimiento y
llevemos a la práctica aquello que se deriva como compromiso de lo vivido en el
encuentro con la Palabra.

Proclamación de libro de Isaías (61, 1 – 10)

Después de la proclamación comunitaria, meditamos un momento el texto


escuchado y realizamos las siguientes preguntas.

¿Quiénes son los pobres de hoy?


¿Cuáles son las opresiones de nuestro mundo?
¿Qué entristece el corazón de los hombres de nuestro tiempo?
¿Cómo ayudo a evangelizar a los pobres y enfermos?

8. NUESTRO COMPROMISO (Dirige el moderador)

Compartimos con Jesús la misión de evangelizar a nuestros hermanos pobres y


enfermos. Y como grupo de familia, concretamente nos comprometemos a visitar
algún hermano que este pasando por la enfermedad o la pobreza, para ayudar
tanto espiritual como materialmente.

9. HAGAMOS ORACIÓN (Orienta el animador)

Señor, queremos acercarnos a los enfermos, mirándoles con tus ojos, con tu
compasión, con tu corazón, con tu amor. Señor ayúdanos a ver en ellos a tu
mismo Hijo Jesús. Que les tratemos como te trataríamos a Ti. Que les respetemos
como quieres Tú que les respetemos. Como nos respetas a nosotros. Que les
ayudemos como ayudaba a los enfermos tu Hijo Jesucristo.

10. AGRADECIMIENTOS Y DESPEDIDA (Orienta el animador)

El animador da las gracias a todos los miembros del Grupo de Familia por su
participación y los invita para la próxima reunión, indicándoles hora, fecha y lugar
de encuentro.

CUARTO ENCUENTRO
EVANGELIZADORES DE LOS JÓVENES

1. ACOGIDA (La realiza el animador)

El animador ha organizado el lugar del encuentro, teniendo en cuenta que el lema


y mensaje del mes se encuentren en un lugar visible. Además saludará a cada
uno de los integrantes del grupo con alegría y lo invitará a participar con
entusiasmo de la celebración.

2. CANTO (Juntos cantando la alegría )

3. ORACIÓN DEL GRUPO DE FAMILIAS (Dirige el animador)

Señor Jesús:
Te damos gracias por nuestros grupos de familias que nacieron gracias a la misión
del Jubileo en el año 2000, te pedimos que ellos sean un reflejo del Padre en cada
una de nuestras Comunidades Parroquiales. Imploramos tu misericordia y gracia
sobre cada uno de ellos para que siguiendo el ejemplo de la primera comunidad
cristiana, puedan vivir en la enseñanza de la Palabra de Dios, el compartir el pan
eucarístico, la vida comunitaria y la asidua oración.

Continúa Señor acompañando nuestro caminar pastoral, sobre todo haciendo que
podamos en las familias recuperar el amor primero que nos ha engendrado en la
fe, da a cada familia la fuerza transformadora que necesita para proseguir su
camino de conversión y así con corazón limpio acercarse a ti para adorarte y
alabarte.

Virgencita del Milagro intercede por nosotros, por nuestras dificultades como lo
hiciste en las bodas de Caná en Galilea, haz Madre del cielo que no nos falte
nunca el vino del amor, de la paz, de la justicia, para que de esta manera
podamos desde los Grupos de Familias reconstruir el tejido social donde se viven
los valores del Reino de Dios. Amén.

4. LECTURA DEL ACTA ANTERIOR (La lee el secretario)


5. MOTIVACIÓN (La realiza el animador)

Queridos jóvenes, Jesús nos pide que respondamos a su propuesta de vida, que
decidamos cuál es el camino que queremos recorrer para llegar a la verdadera
alegría. Se trata de un gran desafío para la fe. Jesús no tuvo miedo de preguntar a
sus discípulos si querían seguirle de verdad o si preferían irse por otros caminos
(cf. Jn 6,67). Y Simón, llamado Pedro, tuvo el valor de contestar: «Señor, ¿a quién
vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68). Si sabéis decir "sí"
a Jesús, entonces vuestra vida joven se llenará de significado y será fecunda. 

6. MIREMOS NUESTRA REALIDAD (Orienta el moderador)

En el departamento de Boyacá los jóvenes que han de ser grandes protagonistas


de nuestra historia, no encuentran las oportunidades para ayudar a construir un
mejor futuro. Desafortunadamente emigran, buscando nuevos aprendizajes,
conocimiento y oportunidades laborales. Dejar su familia y su tierra para buscar
oportunidades de educación y generación de ingresos en otra ciudad o
departamento. Por estas razones es necesario sumar esfuerzos entre familias,
empresarios, universidades y gobiernos para evitar que los jóvenes se vayan.

7. LO QUE NOS DICE LA PALABRA DE DIOS (Guía el moderador)

Reflexionemos y dejémonos interpelar por el texto del evangelio según san Mateo
25, 14 – 30, allí encontraremos la parábola de los talentos. Luego de haberla leído,
podemos iniciar nuestra reflexión comunitaria con las siguientes pautas.

Los talentos mencionados en la historia no sólo representan el dinero, o las cosas


materiales, sino también las cualidades y las capacidades que todos llevamos
dentro nuestro, es decir, nuestro potencial. (hacer una lista con nuestras
potencialidades).

Sabemos que la vida no es justa. No todos empezamos con las mismas cartas.
Unos nacen en la abundancia (5 talentos) y otros lo hacen en la escasez (1
talento). Pero en la vida, como en la parábola, lo importante no es lo que
tenemos sino lo que hacemos con lo que tenemos. (Recordemos aquello que
poseemos, empezando por nuestra familia).

¿Nos hemos fijado que en la parábola se felicita por igual al que recibió cinco
talentos (y los convirtió en diez) como al que recibió dos (y los convirtió en
cuatro)? Esto es porque ambos hicieron todo lo que pudieron con lo que
tenían disponible. ¿Cuántos talentos hemos multiplicado?

La invitación es a que independiente de sí son muchos talentos o pocos


talentos, lo importante es que los poner a trabajar y sacar de ellos lo máximo
que las posibilidades permitan. Consigamos lo que consigamos estará bien,
siempre y cuando hayamos dado el 100% para conseguirlo.
La alternativa no es otra que superar el miedo que nos retiene para cumplir con
nuestro potencial, para hacer lo que estamos llamados a hacer.

8. NUESTRO COMPROMISO (Dirige el moderador)

Nos comprometemos como grupo de familia a poner al servicio de la comunidad,


tanto los talentos personales, como aquellos que hemos descubierto en el grupo
de familia y podemos ofrecer para el crecimiento de la comunidad.

9. HAGAMOS ORACIÓN (Orienta el animador)

Señor, gracias por los talentos que nos has dado. No permitas que la apatía o el
desánimo nos lleven a enterrarlos o a utilizarlos solo para beneficio personal.
Ilumina nuestra oración, permítenos que nos acerque a Ti con confianza y con un
corazón sincero, para desprendernos de nuestra voluntad y unirnos más a la tuya.
Amén.

10. AGRADECIMIENTOS Y DESPEDIDA (Orienta el animador)

El animador da las gracias a todos los miembros del Grupo de Familia por su
participación y los invita para la próxima reunión, indicándoles hora, fecha y lugar
de encuentro.

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